CUENTO: EL LEÑADOR HONRADO

NARRADORA: Érase una vez, un leñador humilde y bueno, que después de trabajar todo el día en
el campo, regresaba a casa a reunirse con los suyos. Por el camino, se dispuso a descansar cerca a
una laguna, cuando de repente, se cayó su hacha.

LEÑADOR 1: “¿Cómo haré ahora para trabajar y poder dar de comer a mis hijos?”

NARRADOR: exclamaba angustiado y preocupado el leñador. Entonces, ante los ojos del pobre
hombre apareció desde el fondo del río un hada hermosa y centelleante.

HADA: “No te lamentes buen hombre. Traeré devuelta tu hacha en este instante”

NARRADORA: le dijo la criatura mágica al leñador, y se sumergió rápidamente en las aguas del río.

Poco después, el hada reapareció con un hacha de oro para mostrarle al leñador,

LEÑADOR 1: Que hago? Con esa hacha de oro podría comprarme muchas cosas. No esa no es mi
hacha.

NARRADORA: Nuevamente, la hada se sumergió en el río y trajo un hacha de plata entre sus
manos.

LEÑADOR 1: “No. Esa tampoco es mi hacha” dijo el leñador con voz penosa.

NARRADORA: Al tercer intento de la hada, apareció con un hacha de hierro.

LEÑADOR 1: “¡Esa sí es mi hacha! Muchas gracias” gritó el leñador con profunda alegría.

NARRADORA: Pero la hada quiso premiarlo por no haber dicho mentiras, y le dijo

HADA: “Te regalaré además las dos hachas de oro y de plata por haber sido tan honrado”.

NARRADORA: El leñador muy contento fue a su casa y conto lo que le había sucedido, hasta que
uno de sus vecinos con asombro y ambición le pregunta.

LEÑADOR 2: “¿Dónde conseguiste esas hachas tan valiosas? Con una mirada de ambición.

LEÑADOR 2: “Me la regalo un hada en el lago por decir la verdad, cuando se me cayó mi hacha”.

NARRADORA: El leñador ambicioso fue a la laguna con su hacha de hierro y la tiró al fondo y se
puso a llorar por la pérdida de su hacha, luego salió el hada hermosa y centellante.

HADA: “No te lamentes buen hombre. Traeré devuelta tu hacha en este instante”

NARRADORA: le dijo la criatura mágica al leñador, y se sumergió rápidamente en las aguas del río.

Poco después, la hada reapareció con un hacha de oro para mostrarle al leñador,

LEÑADOR 2: “Esa es mi hacha dámela”

NARRADORA: El hada sabía que en el corazón del leñador estaba mintiendo y dijo
HADA: “Esta no es tu hacha y por haber mentido no te daré ninguna hacha” y termina el cuento

NARRADORA: Ya ven amiguitos, siempre es bueno decir la verdad, pues en este mundo solo ganan
los honestos y humildes de corazón.

¿Quién es el leñador honrado?

¿Quién es el leñador que mintió?

Ya saben niños debemos saber diferenciar entre lo bueno y lo malo, también lo que se debe hacer
siempre, decir la verdad y no mentir.

FIN