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Salvación y Servicio

El d e s a f í o del M i n i s t e r i o J o v e n

Malcolm Alien
Salvación y Servicio
[Salvación y Servicio
i
Eli desafío del Ministerio Joven

Malcolm Alien

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA


B1604CDG Florida Oeste,
Buenos Aires, República Argentina
DECLARACIÓN DE MISIÓN
DEL MINISTERIO JOVEN DE LOS
ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

l objetivo fundamental del Ministerio Joven es la salvación de los

E jóvenes por medio de Jesucristo. Entendemos que Ministerio Joven


es esa parte de la obra de la iglesia llevada a cabo por los jóvenes, con
los jóvenes y para los jóvenes.
Nuestra tarea consiste en:

• Conducir a los jóvenes a darse cuenta de su propio valor, y a


descubrir y desarrollar sus dones y habilidades espirituales.
• Equipar y capacitara los jóvenes para una vida de servicio dentro
de la iglesia de Dios y en el seno de la comunidad.
• Asegurar la integración de los jóvenes en todos los aspectos
de la vida y del liderazgo de la iglesia, de manera que puedan
participar plenamente en su misión.

Para cumplir nuestra tarea:


Llevarem os a cabo un m inisterio equilibrado m ediante la
incorporación de la dinámica bíblica del compañerismo, la enseñanza,
el culto y la misión.
Nos comprometemos a sostener la importancia y la eficacia de este
ministerio mediante la relación permanente de él con las necesidades
de los jóvenes. Es imperativo que estemos atentos a sus reacciones,
preocupaciones y sugerencias, y que nos mantengamos informados
acerca de ellas. El ministerio eficaz es posible en una atmósfera de
amor, aceptación y perdón.

7
Salvación y Servicio

Haremos estudios más profundos para descubrir otros aspectos que


necesiten atención. Estamos dispuestos a probar nuestros programas e
introducirles modificaciones, porque reconocemos la naturaleza siempre
cambiante de la juventud actual.
Buscaremos fuentes de inspiración en la Palabra de Dios y en nuestra
historia, y tendremos fe en el Señor con respecto al futuro. Nuestra filosofía
encontrará expresión en una gran variedad de estilos y programas de
servicio ordenados por Dios.
Haremos evaluaciones periódicas para asegurarnos de que estamos
alcanzando nuestros objetivos.

Adoptado por los directores de Jóvenes de la Asociación General


y las divisiones en julio de 1993.

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EL MINISTERIO JOVEN Y
EL MENSAJE DE ELÍAS

i í 1 1 e aqy íY ° os enviar^ Profeta Elias, antes que venga el día grande


H y terrible de Jehová. El hará volver el corazón de los padres hada
1 1 los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo
venga y hiera la tierra con maldición completa" (Mal. 4:5,6).
La expresión "el mensaje de Elias" era bien conocida para nosotros,
los adventistas. Yo me formé consciente de ella. Los pioneros del mensaje
predicaron acerca de ella, pero últimamente no se la menciona tanto. ¿En
qué consiste "el mensaje de Elias"? Si usted está al tanto de su trasfondo
y de su historia profética, comprenderá cuán importante y fundamental
es este mensaje para esta iglesia.
En primer lugar, "el mensaje de Elias" es profético. Es un mensaje para
un momento en especial. Es un mensaje de advertencia que se debe dar
inmediatamente antes de la venida del Señor, un mensaje acerca de que
Jesús está por regresar, y que sus juicios están por caer. Su propósito es
edificar y unir a la iglesia. Es el mensaje de esperanza y de advertencia
que se debe dar. Es el mismo evangelio eterno de Apocalipsis 14.
En segundo lugar, es un mensaje completo. No es parcial. Restaurará
las verdades de Dios: las doctrinas del sábado, el santuario, el bautismo,
la expiación y el juicio. Son temas que forman parte del evangelio eterno.
Son mensajes que podemos predicar con confianza. Pero hay muchas
otras cosas que forman parte del "mensaje de Elias" además del hecho
de que el sábado es el verdadero día de reposo del Señor. Por-ejemplo,
también abarca el mensaje acerca de la salud.
Ya ve, si usted acepta "el mensaje de Elias" no puede limitarse a solo,
una parte de él. Tiene que recibirlo y predicarlo en su totalidad, pues si
no lo hace le estará fallando a la verdad de Dios.

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Salvación y Servido

En tercer lugar, para que sea pleno y verdaderamente eficaz, también


tiene que ser un mensaje para los jóvenes. En los mismos versículos de
donde hemos extraído la expresión "el mensaje de Elias", se nos dice
lo siguiente: "No sea que yo venga". Ese "Yo" es Dios. El mismo Señor
volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos
hacia los padres.
Será un mensaje que tendrá como centro a la juventud. La iglesia
se encuentra en la línea profética del pueblo remanente de Dios. Este
mensaje le corresponde a este grupo del pueblo remanente que guarda
los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesús. Tiene que ser
a la vez un mensaje y una misión. La recepción de este mensaje ocupa
un lugar destacado en el Ministerio Joven.
Una iglesia remanente que tiene "el mensaje de Elias" debe darle
importancia a los jóvenes. Es una prueba del carácter genuino de la
iglesia que su ministerio en favor de los jóvenes tenga éxito. Existe una
base bíblica para el Ministerio Joven adventista. La filosofía adventista
relativa al Ministerio Joven abarca su salvación y la aceptación por
parte de la iglesia de su responsabilidad hacia ellos. Una cosa es darnos
cuenta de que tenemos jóvenes en la iglesia; otra es aceptar nuestra
responsabilidad hacia ellos y darles un mensaje de esperanza que ponga
paz en sus almas. La iglesia tiene la responsabilidad de invitar a los
jóvenes a participar, a la luz de la inminencia de la venida del Señor.
Nuestros jóvenes necesitan que se los desafíe hoy con un mensaje
que les resulte importante, un mensaje que satisfaga sus necesidades.
Necesitan ver que este mensaje está ejemplificado en la iglesia y en
sus miembros. Necesitan que se los induzca, por precepto y ejemplo,
a adoptar un estilo de vida que les permita disfrutar de la presencia de
Dios en esta tierra, de manera que ese gozo y esa relación prosigan en
los atrios celestiales. Este es el mensaje y la misión de la iglesia para sus
jóvenes.
Me preocupa, como director de Jóvenes de la Asociación General,
como pastor y como padre, que muchos no comprendan el carácter
distintivo del "mensaje de Elias". Muchos directores de Jóvenes de la
actualidad buscan incentivos para su ministerio en las costumbres y las
prácticas del mundo, en el Ministerio Joven de las iglesias populares y la
comunidad. Beben de las cisternas rotas del mundo y creen que eso es el
Ministerio Joven Adventista. Nada podría estar más alejado de la verdad.

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El Ministerio Joven y el mensaje de Elias

Así como tenemos un definido mensaje doctrinal, tenemos también un


definido Ministerio Joven. Debemos ser muy diferentes.
Tenemos un mensaje y un movimiento ordenado por Dios para
salvar a los jóvenes. Esta es exactamente la razón por la cual debemos
examinar nuestro Ministerio Joven adventista. No me interesa presentar
aquí mi filosofía, mis objetivos, mis desafíos y mis programas. Me interesa
más presentar la base bíblica para el Ministerio Joven. Se puede comprar
en la oficina de la asociación un manual relativo al funcionamiento de la
obra en favor de los jóvenes, pero para comprender su ministerio tenemos
que hablar de cosas espirituales de valor espiritual y eterno.
"El mensaje de Elias" debe estar implícito en el Ministerio Joven.
Una prueba de que es genuino es su eficacia. Tenemos una base bíblica
e histórica para nuestro ministerio.
El Ministerio Joven Adventista no es un programa de entretenimientos,
o una organización para atender a los niños u otro club de servicio en
favor de la comunidad. El Ministerio Joven adventista ha sido ordenado
; por Dios para la salvación de la juventud. Es el vehículo por medio del
;; cual los jóvenes podrán trasladarse de la tierra al cielo, de manera que no
í- se pierdan por el camino. Todas las actividades y los programas deberían
captar y estimular la atención de los jóvenes. Su gozo y su participación
deberían profundizar su relación con Dios y concentrar su atención en
f la dirección y los objetivos del adventismo. El Ministerio Joven ha sido
| diseñado por Dios con un solo propósito: salvar a nuestros jóvenes.
|, Los programas y las actividades que les ofrecemos deben aumentar su
I interés y aclarar sus objetivos, de manera que no se aburran en el ínterin,
I ni se sientan atraídos por las tentaciones y los placeres del mundo, ni
¡ sucumban a esa tentación.
Cuando nos concentramos en la maquinaria de los programas, o
le damos suprema importancia a las actividades, desviamos nuestro
' ministerio, lo que resulta en la pérdida y la apostasía de muchos de
ti, nuestros jóvenes. El verdadero Ministerio Joven adventista nunca perderá
; de vista su blanco. Sí, le proporcionará a los jóvenes recreación y alegrías,
i actividades y participación, pero su objetivo principal será la espiritualidad
!. y el servicio, de manera que los jóvenes conserven su dedicación y su
i interés, La filosofía adventista relativa al Ministerio Joven debe girar en
; tomo de su salvación. Ese es nuestro blanco y nuestro desafío.

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EL FUNDAMENTO BÍBLICO
DEL MINISTERIO JOVEN
ADVENTISTA

n 2 Pedro 1:16 el apóstol nos dice: "Porque no os hemos dado a conocer

E el poder y la venida de nuestro Señor Jesücristo siguiendo fábulas


ingeniosamente inventadas". Como miembro de la iglesia de Dios
me alegro por ello. No estamos siguiendo ni las fábulas de Esopo ni un
cuento de hadas. No hemos ido ni a la escuela ni a la biblioteca pública
para buscar los cuentos de Andersen. Pedro nos dice que lo que tenemos
aquí es la Palabra de Dios escrita por hombres inspirados por él. ¿Inspirados
por quién? Por el Espíritu Santo. Tenemos respaldo en la Palabra de Dios
para lo que estamos haciendo en favor de los jóvenes. La base de nuestra
acción no es la palabra de un hombre de la Asociación General ni la de
un director de Jóvenes de una asociación o misión, o tal vez la palabra de
alguien que escribió un libro acerca de los jóvenes y que usted compró
en una librería. Tenemos la Palabra de Dios que dice: "Esteíésdiqíque yo
;q u i e r i 3 ^ e r ^ Yo me siento agradecido por
eso. Me da confianza de que tenemos raíces a las cuales recurrir y una fe
a la cual nos podemos aferrar en este aspecto.
Pedro nos dice que no hemos seguido fábulas ingeniosamente
inventadas. Cuando Pablo les escribió a los corintios también afirmó lo
mismo al decirles: "De esta manera golpeo, no como quien golpea al
aire" (1 Cor. 9:26). Lo que quiere decir es: "Yo no estoy peleando con mi
sombra". Tenemos confianza en que nuestro ministerio en favor de los
jóvenes se basa en un "Asídice Jehové", y que no estamos peleando con
nuestra sombra. Estamos con los guantes puestos, con la Palabra de Dios
en nuestros corazones, listos para combatir de verdad. Estamos luchando
por las almas de nuestros jóvenes. Eso es lo que cuenta. Vamos a luchar

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El fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

hasta la última vuelta, combatiendo en favor de nuestros jóvenes sobre


la base de nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Queremos que
ustedes hagan lo mismo. Entonces, ¿cuál e s nuestra base bíblica? >
fsafás'54:ÍM *¥ todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se
multiplicará la paz de tus hijos" La época de Isaías era de terrible corrupción,
caracterizada por la ausencia de moralidad. Los jueces juzgaban por dinero
y no por la justicia. Era una época de gran inmoralidad y profunda idolatría.
Era una época de vergüenza, de abandono de Dios y de su verdad. Fue

r un momento en la experiencia y la triste historia de los hijos de Israel
cuando llegaron a uno de sus niveles más bajos. Y entonces apareció
Isaías. Creía en Dios y en su poder para salvar a pesar de lo lamentable de
las circunstancias, y por eso a uno de sus hijos lo llamó "Salvación en el
remanente". La traducción literal de ese nombre sería: "Hay salvación en el
remanente", e Isaías creía en un remanente que recibiría salvación. En esa
época de terrible corrupción parecía que nadie creía más en el Dios del
cielo. Pocos se acordaban del momento cuando la gloria de la¿hejiná (la
I; j^ 8 i^ B >S ¥ lffBlr:del Señor) había resplandecido en el lugar santísimo, o
¡ cuando había ardido por última vez el fuego del Señor en el altar. Y entonces
I apareció Isaías con un mensaje de esperanza para el remanente: 'Todos tus
í hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos". Este
[ mensaje no era solo para el remanente de sus días, sino que por medio de
| los ojos de la profecía apuntaba al momento impreciso y distante en el que
| estamos viviendo nosotros hoy. Isaías vio a esta iglesia y sus miembros de
[ pie en la larga línea de la profecía del remanente. "Todos tus hijos serán
enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos". Este texto es
; para esta iglesia de la actualidad. Se aplica a nosotros, el Israel espiritual.
| Isaías aguardaba un momento de restauración y redención. Nosotros, ese
í Israel espiritual, esperamos un momento de restauración y redención que
está a la vuelta de la esquina. ¡Yo creo que ese momento está muy cercano!
¡ Examinemos en detalle este versículo. "Tus hijos" ¡Tus hijos! Este texto
es para usted. No es para otro. Tus hijos. Ustedes son los padres y las madres
i espirituales de su iglesia; y estos son sus hijos. No son los hijos del vecino
de al lado ni de enfrente. El versículo no se refiere a alguien que está en las
antípodas, fuera del reino. Se trata de tus hijos. Los jóvenes que se encuentran
en la iglesia de Dios. ¡Isaías afirma que "tus hijos serán enseñados"!
A los jóvenes se les enseña de muchas maneras hoy. Los medios
de comunicación son penetrantes y ejercen su influencia en todas sus

i,

13
i
Salvación y Servicio

formas. A los jóvenes se les enseña hoy por medio de un bombardeo


de sensaciones visuales, táctiles, odoríferas, auditivas y por medio de
la lectura. Se les enseña. Enviamos a nuestros jóvenes a la escuela de la
iglesia o incluso a la escuela pública. Allí les enseñan no solo los maestros
y los profesores, sino los niños y los jóvenes que acuden a la escuela. A
veces los niños de la calle también les enseñan algo. Pero no es esto lo
que dice el texto. Dice: "Tus hijos serán enseñados por Jehová". Existe una
vasta diferencia entre esto y la filosofía del mundo. Nuestros jóvenes serán
enseñados por Jehová. Este es el punto que quiero destacar. Esta es la
base de nuestra confianza como iglesia de por qué nuestro mensaje es
distintivo.
Noten, en primer lugar, que es la obra del Señor en el mensaje de
Elias lo que implica el hecho de que los corazones de los hijos se vuelvan
hacia sus padres, y que los de los padres se vuélvan hacia sus hijos, y los
de estos a Dios.
En segundo lugar, cuando el Señor les enseña, "grande será la paz
de tus hijos". Esto implica todo el ámbito del corazón, la mente, el cuerpo'
y el ambiente.
Cuando recorro el mundo visito muchos países que no conocen la
paz. Han estado en guerra por tres o cuatro generaciones. Cuando dejo a
mi esposa en casa ambos somos conscientes de la gravedad de viajar en
el mundo de hóy, convulsionado por la política. No hablamos de esto tan
a menudo. Los que viajamos nos damos cuenta del peligro que implica
visitar ciertos países, y sabemos que la paz y la seguridad son solo el
resultado de la intervención y la protección de Dios.
En muchos países veo a jóvenes que no saben lo que es la paz.
Hace poco me detuvieron en un cruce de caminos algunos soldados
que me apuntaban con sus ametralladoras. Pueden estar seguros de que
detuvimos el auto. Las edades de los jóvenes de este ejército fluctuaban
entre los nueve y los catorce años. Las ametralladoras eran tan grandes
como los muchachitos que las apoyaban sobre las ventanas del auto. Pero
nuestro texto dice: ¿^ ¿m u ltip lica rá la paz de tus hijos". El mensaje que
tenemos produce una paz completa: de la mente, del cuerpo y del alma.
Puede haber guerra allá afuera, pero la paz mental que nadie les
puede arrebatar a nuestros hijos es la que solo Dios puede dar. Esta es la
seguridad que queremos proporcionarle a nuestros jóvenes por medio
de nuestro ministerio en favor de ellos.

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€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

La filosofía adventista en cuanto al Ministerio Joven es la salvación de


los jóvenes y la aceptación por parte de la iglesia de su responsabilidad en
cuanto a ellos. Y no basta que la iglesia se dé cuenta de que hay jóvenes
en su medio. Debe aceptar que es responsable de esos jóvenes y darles
un mensaje que les produzca paz en el alma.
Uno de los mejores capítulos de la Palabra de Dios con respecto al
¿MMstérto Joven e sM ^ sro p o rriio 6. Si usted desea servir a los jóvenes
debe conocer este capítulo. En los versículos 4 al 7 dice: "Oye, Israel: Jehová
es nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que
yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos".
¿A quién le está hablando Dios aquí? La iglesia es el Israel espiritual.
Israel somos nosotros. Israel es el pueblo remanente de Dios.
Cuando Dios le habla a Israel le está hablando a toda la iglesia. El
Señor nunca dice: "Oigan, padres, tengo que decirles un par de cosas".
Nunca dice tampoco: "Pastores, aquí les doy un par de consejos para que
los anoten". No viene a la junta de la Asociación General para decir: "Aquí
tengo un par de recomendaciones que quiero que voten". Ni una sola vez
j dice eso. El mensaje de Dios por medio de Deuteronomio 6 es: "Escucha,
| Israel, quiero hablarle a toda la iglesia". Quiere decir que nos está hablando
j. a todos los que formamos parte de la iglesia de hoy.
| Tomemos nota del versículo 5: "Amarás a Jehová tu Dios" ¿A quién le
| habla Dios ahora? ¿A los jóvenes? No, le sigue hablando a Israel, a su iglesia.
I Dice: "Escuchen, todos los miembros, la iglesia en su conjunto: Amarás a
I Jehová tu Dios con todo tu corazón". Cada miembro de la iglesia debe
“ contraer un compromiso al respecto. Dice algo más: "Cuando contraigan

1
ese compromiso como individuos, estarán asumiendo una responsabilidad
' individual y colectiva". La instrucción continúa en el versículo 6: "Estas
palabras... estarán sobre tu corazón".

: "En mi corazón he guardado tus dichos [tus palabras], para no pecar


contra ti" (Sal. 119:11).
"Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino" (Sal. 119:105).
;i Esto es lo que ha dicho Dios. Esta es la palabra que ustedes tienen que
í poner en su corazón. Debe dirigir sus pensamientos y acciones. Debe
; inspirar sus motivaciones. Debe ejercer influencia sobre los principios que
i regulan las vidas de ustedes. La responsabilidad de la iglesia hacia sus
- jóvenes debe estar conformada por las palabras de Dios. Esto es bíblico.
t
[.
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Salvación y Servicio

Leamos ahora el versículo 7: "Y [tú] las repetirás a tus hijos". ¿Quién es
este "tú"? Sigue siendo la iglesia, el mismo grupo de gente. La iglesia en su
conjunto, y cada uno de los miembros, individualmente, que componen
la iglesia en su conjunto.
Me gusta parafrasear un poco la Palabra de Dios para que tenga
un toque más personal al decir: "Mi iglesia, la Iglesia Adventista, la iglesia
remanente de Dios, amarás el Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu mente y con toda tu alma. Y todas estas cosas las enseñarás
diligentemente a tus hijos".
El mensaje de Elias, que vuelve el corazón de los padres hacia sus
hijos, y de los hijos hacia sus padres, y de todos hacia Dios, es el mensaje
que debemos creer y enseñar diligentemente en la iglesia.
El adverbio diligentemente no aparece en las versiones castellanas
de la Biblia. Una de ellas, Dios habla hoy, dice "continuamente". Pero sí
figura en las versiones inglesas. Este adverbio significa que hay que
poner empeño para hacer algo. Pablo dice: "Para lo cual también trabajo,
luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí"
(Col. 1:29). Dice: "De la cual fui hecho ministro, según la administración de
Dios, que me fue dada para con vosotros, para anunciar cumplidamente
la Palabra de Dios" (vers. 25). El versículo 29 se podría traducir así: "Con
este fin yo trabajo intensamente, con toda la energía y el poder que Cristo
me ha concedido".
Les digo que cuando enseñan diligentemente lo hacen con todo
el poder de Dios que obra en ustedes, y le exigen tanto a cada nervio y
fibra del ser que estos les llegan a pedir misericordia. No podemos tener
una iglesia tibia con respecto al mensaje de Elias y su ministerio en favor
de los jóvenes. Este ministerio es uno de los más difíciles en la iglesia. Le
va a gastar el auto, las alfombras de la sala de su casa, las suelas de los
zapatos. Va a consumir su energía y su cuenta en el banco. Va a poner todo
en tensión hasta el mismo límite, porque cuando usted trata con jóvenes
tiene que trabajar con diligencia y denuedo. Es la más difícil, pero al mismo
la más hermosa de las obras que el Señor nos ha confiado.
La Biblia usa con acierto el adverbio diligentemente. En Deuteronomio
6:7-9 se nos dice: "Y las repetirás [diligentemente] a tus hijos, y hablarás de
ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando
te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como un
recordatorio ante tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus

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El fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

puertas". En todo momento del día, en cada aspecto de-su trabajo, debe
recordarle la Palabra de Dios a sus hijos, nuestros hijos. Cuando Dios le
habla a la iglesia en este pasaje, le está diciendo que en toda ocasión, ya
i;. sea que se trabaje o que se juegue, en casa, al sentarse, al hablar, al visitar
í;; a la gente o al recibir visitas, en los momentos de recreación, en la escuela,
jj hay que enseñarles diligentemente. Ese es su ministerio.
1 No hay aspecto de la vida de los jóvenes que quede fuera del mensaje

I
de Elias. Cuando usted patrocina una reunión social de la iglesia, las
actividades deben de ser de tal carácter que los jóvenes se sientan atraídos
a Cristo. Arthur Spalding las llamó "Reuniones sociales para salvar". Cuando
el niño o el joven están en la escuela o en el colegio, esas instituciones
funcionan para salvarlos. Cuando los jóvenes están en los bancos de la
j iglesia, esta actúa para salvarlos. Cuando están con usted en familia, usted
¡f está ejerciendo influencia para su salvación. Cuando les da permiso para
¡ jugar fútbol, el juego se debe desarrollar de tal manera que contribuya a
i salvarlos. A esto se refiere este texto. La iglesia debe estar implícita en cada
¡ aspecto de la vida del joven, siempre para lograr su salvación,
j Entonces, ¿qué debemos hacer? El versículo 7 dice: "Y las repetirás
¡ a tus hijos". Otra posible traducción sería: "Y se las enseñarás a tus hijos".
Este es un hermoso capítulo si estamos dispuestos a analizarlo en
; profundidad. Sigue diciendo: "A Jehová tu Dios temerás" (vers. 13). Esto
es lo que debemos enseñar. Debemos enseñarles el verdadero significado
i del temor de Dios. Debemos enseñarles a servir al Señor. En el versículo
17 dice: "Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro
Dios". En el versículo 18: "Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová".
i Este mensaje, este conjunto de instrucciones y verdades que el Señor
{ desea que la iglesia le enseñe a los jóvenes, debe manifestarse en las vidas
¡ de sus miembros. La idea es que el Ministerio Joven reciba el respaldo de
adultos modelados por un estilo de vida cristiano y viable. No se lo debe
presentar como una teoría inerte, sino como una religión importante que
v los jóvenes pueden verificar, es algo práctico que satisface las necesidades
; de la vida diaria. Se puede inducir a los jóvenes con mucha más facilidad
; a adoptar un determinado estilo de vida si funciona y da resultados, que
si se trata de una estéril teoría llena de prohibiciones y de restricciones.
Veamos los versículos 20 y 21: "Mañana cuando te pregunte tu hijo,
diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y derechos que
Jehová nuestro Dios os mandó?... entonces dirás a tu hijo". Recordemos

17
Salvación y Servicio

que todo esto sigue siendo instrucción para la iglesia. ¿Cómo vamos a
contestar? Hay tres cosas que se le pide a la iglesia que haga:

1. Debemos enseñar a nuestros hijos los mandamientos de Dios,


sus requerimientos y su Palabra. (Deut. 6:6,7.)
2. Debemos recordarles cómo nos ha conducido el Señor en lo
pasado. (Vers. 20-23.)
3. Debemos desafiarlos a que vivan de aquí en adelante de acuerdo
con la Palabra del Altísimo. (Vers. 24.)

Estos son los tres principios bíblicos del ministerio en favor de los
jóvenes. Enseñar, recordar y desafiar. El no comprender estos principios
da como resultado la apostasía de muchos de nuestros jóvenes.
Yo soy un adventista de la tercera generación. Mis hijos ya pertenecen
a la cuarta. Muchos de ustedes posiblemente sean adventistas de la
segunda y la tercera generación. El problema es que nuestros antepasados
aprendieron sus principios de la Palabra de Dios, pero nosotros nos
olvidamos de transmitir los fundamentos bíblicos de esos valores. Les
dijimos a nuestros hijos: "¡No hagan eso!" Ahora los nietos nos dicen:
"¿Por qué no?"
No fumes.
¿Por qué no?
Te hace mal.
Eso no basta. Cuando uno de mis hijos era chico solía hacer preguntas.
Mi señora solía contestar: "Porque..." Y era todo lo que decía: "Porque..." Pero
era suficiente para satisfacerlo. "¿Por qué no puedo hacer esto?" "¡Porque!..."
Y eso era. Pero hoy eso no basta, ¿no es cierto? No podemos limitarnos a
decir: "¡No hagas eso!" Usted tiene que decir: "Así dice el Señor". A menos
que usted encuentre un fundamento bíblico para no beber alcohol, o
fumar o consumir drogas, a menos que usted encuentre una base bíblica
para no ver ese video y sí ver el otro, y una razón bíblica para no escuchar
cierta música y sí otra, o un argumento bíblico para la observancia del
sábado, usted no tendrá nada que decirles a los jóvenes de hoy. Tendrá
que decirles: "De esta manera nos ha enseñado Dios. Esto es lo que dice
su Palabra. Así nos ha dirigido en situaciones similares en lo pasado, y
ahora los desafío a que acepten su Palabra y vivan de acuerdo con ella de
aquí en adelante". Este Ministerio Joven proviene de la Palabra de Dios.

18
€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

Ya es tiempo de que nosotros, los predicadores, los maestros y los


padres salgamos a predicar la Palabra de Dios a fin de darles a nuestros
jóvenes una razón bíblica que los capacite para distinguir entre la verdad
y el error.
¿Cuál será el resultado? El versículo 25 dice: "Y tendremos justicia".
Dios defenderá la causa de sus siervos. Creo que esta es una maravillosa
promesa. Es privilegio del fiel cristiano decir con el salmista: "Jehová está
r conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Sal. 118:6). El
Ministerio Joven tiene que ver con la salvación.
Cuando avanzamos con confianza y disponemos de una sólida base
i bíblica para nuestro Ministerio Joven, podemos decir que el Señor está
de nuestra parte. El defenderá su causa. Eso será justicia para nosotros.

I
La justicia de Dios cubrirá a nuestros jóvenes. Si seguimos el plan, los
caminos y el mensaje de Dios, terminaremos su misión y salvaremos a
nuestros jóvenes.

El movimiento de los jóvenes adventistas ha sido ordenado por


Dios para su salvación. El Señor ha determinado que la iglesia sea su
instrumento para enseñarles diligente y constantemente, en casa, en el
>
' templo, en la escuela, en el trabajo y en los juegos, que cada aspecto de
l sus vidas tiene que estar de acuerdo con la voluntad de Dios.
Quiero llamar la atención de ustedes ahora al segundo capítulo de
Joel. ¡Cómo me gusta este capítulo! Es para nosotros hoy. Es un mensaje
de urgencia que nos dice que el día del Señor está cercano. Si lo leemos
: teniendo en cuenta su aplicación a nosotros como pueblo, significa mucho
; más. "Tocad trompeta en Sion" (vers. 1). ¿Dónde está Sion? Es Jerusalén.
I Es la iglesia de Dios. Se refiere a nosotros. Se trata de la misma gente
>
; mencionada por Deuteronomio 6. No dice: "Vayan, y toquen la trompeta
; en la calle". Dice: "Toquen la trompeta en la iglesia". Hagan sonar la alarma,
i Esta sonaba cuando había dificultades, cuando el pueblo estaba en guerra.
i La gente corría. Se trataba de una emergencia. Yo creo que el Ministerio
Joven Adventista está en emergencia. Por lo tanto, hagan sonar la alarma.
; Háganla sonar en mi Santo Monte, o sea, en la iglesia.
El versículo 16 dice: "Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a
l los ancianos, congregad a los niños y a los que maman". Este es el mensaje
’t para nuestra iglesia. "Congregad a los niños", es decir, a los jóvenes. Una
! iglesia que le da a los jóvenes un servicio meramente administrativo jamás
í alcanzará los objetivos de Misión Global. Si hablamos en serio acerca de la
í
jí;
Salvación y Servicio

misión de la iglesia, tenemos que ser serios en cuanto al mensaje de la iglesia.


"Congregad a los jóvenes". ¿Por qué? Porque el Señor dice que debemos
santificarlos. Debemos apartarlos para una actividad santa. Debemos estar
seguros de que están listos para salir al encuentro de su Dios.
La iglesia tiene la responsabilidad de invitara los jóvenes a la luz de
la inminencia del regreso de Jesús. Tenemos que desafiar hoy a nuestros
jóvenes con un mensaje importante y que satisfaga sus necesidades.
Necesitan verlo reproducido en la iglesia y en sus miembros. Necesitan
ser inducidos por precepto y ejemplo a adoptar un estilo de vida que les
permita disfrutar de la presencia de Dios en esta tierra, de manera que este
gozo y esta relación prosigan en los atrios celestiales. Este es el mensaje y el
ministerio en favor de los jóvenes en esta iglesia: "Congregad a los jóvenes".
Asegurar la salvación de nuestros jóvenes es la obra de la iglesia en
favor de ellos. Pero este es solo uno de los objetivos bíblicos del Ministerio
Joven Adventista. No es solo en favor de los jóvenes. También debe ser
llevado a cabo p o r los jóvenes.
En el mismo capítulo de Joel que estamos comentando, es decir, el
capítulo 2, el pueblo de Dios se reconsagra al Señor. Bajo la influencia del
Espíritu Santo se convencen de pecado y vuelven al Señor. Entonces él les
da su Espíritu. Esta profecía tiene una aplicación especial para nosotros, la
iglesia remanente de la actualidad. Como pueblo remanente, que acepta
esta salvación, se nos da el Espíritu Santo a fin de prepararnos para que
podamos resistir en el gran día. (Véase los vers. 23-25.) Entonces, cuando
se derrame el Espíritu en gran medida, los jóvenes, como parte del cuerpo
de Cristo, compartirán poderosamente con los demás este "evangelio
eterno". "Y después de estp derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" (vers. 28,29).
Los jóvenes renacidos en Cristo y convencidos del mensaje en el espíritu
y el poder de Elias, considerarán que la proclamación del evangelio eterno
es algo que reviste suprema urgencia. La comisión evangélica los incluye
(Mat. 28:19). Como seguidores de Cristo, el servicio es su responsabilidad.
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que
os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Ped. 2:9).
Cuando Jesús ascendió al cielo desde el Monte de los Olivos, después
de su resurrección, las palabras de despedida que les dirigió a los discípulos

2Q
€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

solo reiteraron lo que le había dicho a su pueblo, los hijos de Israel, muchos
siglos antes. "Vosotros sois mis testigos" (Isa. 43:10; Hech. 1:8). Esta invitación
a participar en la misión de la iglesia de Dios se refería al pueblo del
Señor de todas las épocas. Los jóvenes forman parte de esa misión. Dios
: desea su servicio. El Ministerio Joven debe incluir la responsabilidad de
la iglesia de invitar a los jóvenes a servir, y prepararlos para ello. También
debe ayudarles proporcionándoles oportunidades de servicio. Al tratar
con los jóvenes siempre debemos estar conscientes de su potencial, a la
vista de Dios, para ql servicio, y la parte que el Señor quiere que cada cual
; desempeñe en su misión. El Ministerio Joven también les ayudará a gozar
i del servicio y a considerarlo a la vez un privilegio y una responsabilidad,
j Si aceptamos nuestra responsabilidad hacia los jóvenes como iglesia
í en su totalidad, y si lo hacemos seriamente, ¿dónde nos deja eso a nosotros
j como directores de Jóvenes? Recuerdo que Pedro escribió: "¿Qué clase de
[ personas debéis ser?" (2 Ped. 3:11). Estamos en una situación privilegiada
í como ministros que sirven a los jóvenes. Es triste cuando un ministro
se aparta de la fe en Dios, especialmente si su iglesia, y en especial los

I
jóvenes, lo tenían en alta estima. Cuando aparecen la inmoralidad, la
infidelidad y el adulterio entre los pastores, es verdaderamente triste. Es
una tragedia cuando tropiezan los jóvenes de ambos sexos, los directores
de Conquistadores y de Aventureros, y los directores de Jóvenes de
las congregaciones. Me consta que el diablo trabaja horas extras para
conseguir estos resultados. Cuando apostata un director, se sacude la
confianza de los jóvenes. ¿Qué clase de personas debemos ser?
Efesios 5:1 es uno de los numerosos textos que apoyan la base bíblica
del ministerio. Dice: "Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados".
Me gusta examinar este versículo. La palabra griega de la cual se ha
traducido la forma verbal sed, es un imperativo, como en castellano, pero
5 con el sentido de algo absolutamente necesario. Por eso, esa forma verbal
[ se podría traducir así: Vosotros debéis. Ustedes deben. La palabra castellana
sed no traduce el énfasis del término griego. Es supremamente importante
que Uds. sean imitadores de Dios. Uds. deben ser imitadores de Dios. No dice:
"Sean seguidores de Jesús". Dice en cambio: "Sean imitadores de Dios".
La palabra griega traducida como "imitadores" es miméomai, de la cual
' deriva la palabra castellana "mimetizar". Usted debe ser imitador de Dios.
En ninguna parte del Nuevo Testamento se nos dice que debemos ser
imitadores de Jesús. Se nos dice que debemos ser imitadores de Dios. Pablo

21
i
Salvación y Servicio

escribió bajo la inspiración del Señor; si no fuera así, podríamos pensar


que estaba blasfemando. Dice: "Sed imitadores de Dios". Jesús es nuestro
ejemplo en cuanto a cómo es Dios. Vino para mostrarnos cómo es el Padre.
Debemos seguir su ejemplo e imitar a Dios. Jesús dijo: "¿Tanto tiempo hace
que estoy con vosotros, y no me has conocido...? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre" (Juan 14:9). Creo que si somos imitadores de Dios los jóvenes
van a decir: “Muéstranos al Padre", y nosotros podremos replicar: "Les hemos
mostrado al Padre; si nos han visto, han visto al Padre". No es blasfemia,
porque el versículo sigue diciendo: "Como hijos amados". La palabra griega
traducida como "hijos" es tékna; literalmente, los que son nacidos de él.
Los hijos e hijas de Dios son nacidos de Jesucristo. En Juan 1:12 se
nos dice: "A todos los que le recibieron., les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios". ¡Alabado sea el Señor por esto!
Tengo cuatro hijos. Desgraciadamente, están comenzando a actuar
como yo. Físicamente, desde un punto de vista humano, cuando se
concibe un niño, recibe los genes y cromosomas de los padres. Y de ese
modo las características se transmiten por virtud de la ley de la herencia,
y por eso se las dejamos en herencia a nuestros hijos.
Recuerdo que cuando mi primer hijo todavía no había nacido, mi
esposa y yo hablábamos acerca de él. Era una nueva experiencia. ¿Cómo
sería nuestro hijo? Por supuesto, tendría, como yo, los meñiques torcidos.
Tendría ese divertido dedo del pie de mi esposa. Tendría orejas grandes,
como yo. Estaba seguro de que tendría la nariz de mi esposa. Cuando
terminamos de imaginarnos cómo sería este bebé, se parecía bastante a un
pequeño monstruo. Pero, por fortuna, Dios intervino. Cuando nació nuestro
primogénito, Dios hizo algo con esos genes y cromosomas y nuestro hijo
salió bastante bien, después de todo. Pero, ¿saben?, cuando nuestros
hijos comenzaron a crecer, mi esposa solía decir: "¡Míralo! Es igual a ti". Y
yo le preguntaba: "¿Qué quieres decir?"
Un día participábamos de una reunión, y nuestro hijo Brett estaba
solo delante de todos entonando un himno especial. Me sentía orgulloso
de él. Mi esposa dijo: "¡Míralo! Es igual a ti". Yo le dije: "¿Qué quieres decir?"
Me dijo: "¡Míralo! tiene los dedos metidos en el cinturón igual que tú". Le
pregunté: "¿Quién hace eso?" ¡Y entonces me m iré...!
Otro día estábamos caminando con nuestro segundo hijo. Allá iba él,
adelante. Otra vez me dijo mi esposa: "¡Míralo! Observa cómo camina. Es
igual a ti". ¿Por qué nuestros hijos hacen las cosas como nosotros? Porque

22
€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

son nuestros hijos. No hay otra razón. Este versículo nos dice que debemos
ser imitadores de Dios, que seamos como alguien que ha nacido de él.
En El camino a Cristo se nos dice que "cuando el Espíritu Santo entra en
el corazón" [y ¿qué es este "corazón" sino la menté?] "engendra [es decir,
llega a ser padre] una vida nueva en el alma" (pág. 56). Cuando él llega
a ser nuestro Padre, nosotros llegamos a ser sus "amados hijos", nacidos
de Dios. Si usted va a ser seguidor e imitador de Dios como director o
directora de jóvenes, tiene que actuar como hijo o hija de Dios.
El quinto capítulo de la epístola a los Efesios también habla de cosas
que jamás deberían suceder en la vida de un dirigente cristiano: impureza,
inmoralidad, burlas, doble discurso, bromas con doble sentido. Esas cosas
í no tienen nada que hacer en el reino de Dios,
r: En el versículo 7 Pablo prosigue: "No seáis, pues, partícipes con ellos".
I Nos explica que hay hijos de la luz e hijos de las tinieblas. El templo de
| Diana estaba en Éfeso. Allí acostumbraba ir la gente antes de convertirse
al cristianismo. Era el centro social de la ciudad, un lugar lleno de
sacerdotisas paganas y de prostitutas que ejercían su oficio en el templo.
Allí se organizaban orgías, acompañadas de borracheras, y también había
) representaciones teatrales. Todas estas cosas solían ocurrir allí, pero Pablo
le recordó a los efesios que ahora eran hijos de la luz y no de las tinieblas.
i "No seáis, pues, partícipes con ellos", les dijo,
t Hermanos directores de Jóvenes: este Ministerio Joven es realmente
i' desafiante. Ustedes no pueden pretender ser hijos de la luz y ser al mismo
; tiempo dirigentes de las tinieblas.
j "Sed imitadores de Dios" Hay un desafío en este ministerio que el
1 Señor espera trascienda todo lo que nos puede ofrecer el ministerio en
este mundo, porque somos hijos e hijas de Dios.
' En Éfeso se solía decir: "Nosotros vamos al templo de Diana solo para
l ver el espectáculo; no participamos de la liturgia". Pero en el escenario de
, ese templo, donde se desarrollaban las piezas teatrales, aparecían todos
1 los vicios y los pecados de este mundo. Pablo les dijo: "Si ustedes van allí
■ para mirar eso, ciertamente participarán de sus pecados".
Revise su TV Guía. Examine las páginas donde se describen las
; películas del mes. Lo hice la otra noche a propósito. Revisé diez páginas. No
J pude encontrar ninguna que no presentara los pecados de este mundo.
| Ustedes pagan, como mayordomos de los dineros del Señor, para ver junto
f con los miembros de su familia cómo se manifiesta el pecado. ¡No sean•

23
Salvación y Servicio

partícipes de esos pecados! No se engañen a sí mismos al pensar: "¡Señor,


solo estoy viendo una película!" Les digo enfáticamente que esas películas
están describiendo los pecados por los cuales Cristo murió. Si ustedes
toman en serio el ministerio en favor de la juventud, deben comenzar
por ser imitadores de Dios. No se quejen delante del Señor en el día del
juicio cuando él les pregunte: "¿Dónde está tu grey, tu preciosa grey?" Ya es
tiempo de que tomemos en serio esto de imitar a Dios y a su hijo Jesucristo.
Esto es parte del mensaje de Elias. "No seáis participantes de
sus pecados". El Ministerio Joven requiere directores de Jóvenes que
ejemplifiquen un estilo de vida cristiano y dinámico. El liderazgo del
Ministerio Joven Adventista tiene más relación con la influencia de la
religión cristiana en su propia vida, que el aprendizaje de toda la mecánica
del liderazgo y la psicología juvenil y su interpretación.
Usted puede comprar todos los libros sobre psicología juvenil que
quiera. Puede comprar todos los manuales relativos al Ministerio Joven,
pero no significarán absolutamente nada si los niega la influencia de una
vida que se aparta del Señor Jesucristo.
No me estoy refiriendo al Ministerio Joven practicado por los budistas,
los hindúes o cualquier otra organización, por grandes y admirables que
sean sus motivos. Estoy hablando del Ministerio Joven practicado por la
Iglesia Adventista.
El Ministerio Joven pastorea precisamente a los jóvenes. Representa
un cristianismo practicable. Los prepara, los conduce hacia el servicio
de manera que puedan disfrutar de la emoción de vivir para Jesús. Les
permite cumplir los propósitos del Señor en sus vidas. El desafío que
enfrentamos consiste en considerar nuestras acciones y nuestros enfoques
con respecto a los jóvenes como un ministerio basado en la Biblia capaz
de ejercer una decidida influencia en favor de su salvación. Yo creo que
éste es el mensaje de Elias.
El Ministerio Joven Adventista debe ser un instrumento para trasladar
con seguridad a nuestros jóvenes de este mundo, para que permanezcan
de pie junto al trono de Dios. El objetivo del Ministerio Joven se resume en
este LEMA: "El mensaje adventista a todo el mundo en esta generación".
Esto es, en esencia, el mensaje de Elias.
Por sobre todo, el Ministerio Joven debe ser evangelizados Tendremos
que responder ante Dios por nuestro ministerio. Cuando Cristo venga nos
preguntará: "¿Dónde esta tu grey, tu preciosa grey?" Y nosotros debemos
estar en condiciones de responder positivamente.

24
UN ANÁLISIS
DEL MINISTERIO JOVEN
EN LA IGLESIA ADVENTISTA

n estudio de la historia del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

U revela que se desarrolló a medida que la organización crecía y


progresaba.
En los primeros cuarenta años del ministerio adventista, de 1840 a
1880, se daba por sentado que la juventud formaba parte de la iglesia.
En efecto, muchos de nuestros pioneros eran jóvenes que participaban
activamente del ministerio y de la proclamación del mensaje. En los
comienzos los dirigentes prestaron poca atención a la responsabilidad
de la iglesia hada sus jóvenes. Parece que reflejaron la actitud de la
sociedad de aquel tiempo que afirmaba que "los niños se deben ver,
pero no oír". Sin embargo, no se los ignoró del todo. En torno de 1880 los
pioneros y los dirigentes de nuestra obra tenían entre cincuenta y sesenta
años, y muchos de los jóvenes de la iglesia eran adventistas de segunda
y tercera generación. Se hicieron algunos intentos para establecer la
educación cristiana. Hubo publicaciones y artículos escritos para los
' jóvenes. La iglesia, no obstante, no había reconocido plenamente todavía
su responsabilidad hacia los jóvenes. Algunos de ellos, nacidos o criados
en familias adventistas, comenzaron a desviarse y a apartarse de la iglesia.
En 1879, Luther W arren y Harry Fenner, de 14 y 17 años
.respectivamente, fueron guiados providencialmente por Dios para
responder a esta necesidad y fundar la primera Sociedad de Jóvenes.
Su principal objetivo era la salvación de los jóvenes y su dedicación al
servicio. En 1881 se fundó la segunda Sociedad de Jóvenes en Mount
.Vemon, Ohio, con propósitos y objetivos similares. Los siguientes 25
años vieron surgir grupos semejantes en muchas partes del mundo.

25
Salvación y Servicio

Aparentemente no había una dirección formal por parte de la iglesia


en este sentido. Sin embargo, se puede observar claramente una
cierta unidad, como consecuencia de que Dios estaba dirigiendo a su
iglesia para que avanzara unida en esta dirección. Los miembros que
reconocieron las necesidades de los jóvenes respondieron a la motivación
y al impulso del Espíritu Santo para trabajar en favor de ellos. Al mismo
tiempo comenzaron a aparecer una cantidad de artículos escritos por
Elena de White instando a la iglesia a trabajar por los jóvenes y a aceptar
su responsabilidad hacia ellos.
En 1901 se dio un gran paso hacia adelante cuando se modificó
la estructura administrativa de la iglesia, dando lugar a la formación de
departamentos que avanzaron unidos bajo el control de la Asociación
General. La atención de los jóvenes recayó en el Departamento de Escuela
Sabática. Dos años más tarde, en 1903, la Asociación General se trasladó a
su nueva sede en Washington, D. C., y por primera vez los departamentos
funcionaron bajo el mismo techo, dirigidos desde un solo centro.
En la sesión celebrada entre congresos en Gland, Suiza, en mayo de
1907, la Asociación General aceptó una recomendación para organizar un
departamento separado que atendiera las necesidades de los jóvenes.
Bajo la dirección del Pr. A. G. Daniels, presidente de la Asociación
General en ese momento, se celebró una convención especial de diez
días de duración en Mount Vernon, Ohio, en julio de 1907. La agenda era
muy definida: estudiar la responsabilidad de la iglesia hacia los jóvenes,
y la contribución de estos a la obra. Asistieron delegados procedentes
de todas partes del mundo, tanto hombres como mujeres. Entre ellos
había administradores, directores de departamentos y obreros en general,
además de otras personas interesadas en trabajar en favor de los jóvenes.
Los dirigentes de la iglesia presentaron varios trabajos relativos al tema
del Ministerio Joven. Cada tarde los delegados analizaron las necesidades
de los jóvenes y su contribución a la obra de la iglesia en diversos países,
y dedicaron una tarde al África, otra a la India y así sucesivamente. Su
principal atención fue, sin embargo, determinar los principios bíblicos en
los que se basa el Ministerio Joven y descubrir los consejos del espíritu
de profecía al respecto. Con este fin, el Pr. A. G. Daniels determinó que se
hiciera una compilación de todas las declaraciones del espíritu de profecía
relativas a los jóvenes. El folleto que resultó le sirvió a los delegados de
material de estudio. Cuando terminó la convención, A. G. Daniels en
Un an álisis dsl Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

persona asumió la presidencia para recibir los informes, las conclusiones


y las recomendaciones.
En„el siguiente congreso de la Asociación General, celebrado en
1908, se organizó oficialmente el Departamento de Jóvenes como una
entidad separada.
Los siguientes veinte años se encuentran entre los más brillantes
, en lo que se refiere a la obra en favor de los jóvenes. La iglesia creció
y se fortaleció en todo el mundo. Los nuevos departamentos, con una
dirección clara e ímpetu renovado, apoyaron muy bien a la iglesia y le
: brindaron fortaleza y crecimiento. Se consideró que la escuela sabática
í era la iglesia dedicada al estudio, el sermón el momento cuando esta se
r; reunía para adorar, y la reunión de la Sociedad de Jóvenes del sábado de

|
tarde el momento cuando la iglesia se reunía para adorar bajo la dirección
de jóvenes entrenados con este fin. Era un momento para la familia, una
I actividad regular del Ministerio Joven. La sociedad se convirtió en el

i pivote de la actividad juvenil, un lugar para entrenamiento y fortaleza, y


t la base para extenderse hacia el exterior y para el compañerismo.
: Después de la Primera Guerra Mundial, y ya en la década de 1920,
j los valores y la ética de la Sociedad de Jóvenes comenzaron a cambiar.
; Algunas ideas humanistas empezaron a introducirse en la iglesia. Las
{ normas morales y las relativas a la apariencia personal se fueron relajando.
: La estructura familiar, especialmente en las sociedades occidentales,
empezó a sufrir presiones. La radio ejerció su influencia, y el estilo de la
, música popular evolucionó.
La iglesia reaccionó con una gran cantidad de publicaciones y
materiales para la juventud, incluso libros y folletos, materiales para
j. entrenamiento, The Youth's Instructor (El Instructor de la Juventud) y
j¡; numerosas publicaciones relativas a las normas de la iglesia. Muchos
j de estos materiales, sin embargo, aunque satisfacían las necesidades de
los jóvenes de la época, a menudo reflejaban las normas de la cultura
í, occidental, una actitud puritana y algunas racionalizaciones en lugar de
j presentar una sólida base bíblica.
? Al mismo tiempo, la feligresía de la iglesia estaba aumentando en
í todas partes del mundo, lo que implicaba también un aumento del
número de miembros jóvenes en ella. Hasta ese momento el ministerio
j en favor de los menores formaba parte del de los jóvenes, pero los
! tiempos cambiaron a tal punto que se hizo necesario introducir una

27
Salvación y Servicio

modificación para hacer frente a las necesidades de los niños y los


adolescentes.
En 1920 se organizó la Sociedad de Menores como una entidad
separada, y en 1922 se introdujeron las clases progresivas. En América del
Norte las escuelas adventistas estaban bien desarrolladas, y cada aula se
convirtió en una sociedad de menores como complemento de las tareas
de educación. Esta fue una modificación pequeña pero importante. En
el resto del mundo se siguió atendiendo a los menores en las iglesias. La
excepción se daba en las divisiones y los lugares donde trabajaban los
misioneros provenientes de Norteamérica.
En 1928 se dieron los primeros pasos para entrenar directores de
Jóvenes con la introducción del Curso para Guías Mayores. Bien recibido
por administradores y educadores, llegó a ser un prerreguisito para
graduar a ministros y maestros en casi todos nuestrospóíegios.
En 1930 la oficina de los Fideicomisarios de los Escritos de Elena de
White publicó Mensajes para los jóvenes.
Una depresión mundial y una Segunda Guerra Mundial de
nuevo ejercieron su influencia sobre la mentalidad de la sociedad y la
composición del grupo de dirigentes de los jóvenes. El mundo era distinto.
Las comunicaciones, la tecnología y los transportes hicieron rápidos
progresos. Los medios de comunicación comenzaron a desempeñar
un papel creciente en el modelado del pensamiento del mundo. Se
manifestó un resurgimiento del nacionalismo, y apareció por todas partes
en el mundo una puja por el desarrollo y la independencia. La iglesia
siguió creciendo pero surgió de la guerra con sus finanzas y sus recursos
debilitados y tensionados al máximo. La dirección de los jóvenes en la
Asociación General y en las divisiones seguía siendo fuerte, y los jóvenes
seguían considerando que los directores de Jóvenes eran modelos que
brindaban dirección e inspiraban espiritualidad.
El avance de la tecnología después de la Segunda Guerra Mundial
produjo gran movilidad y más oportunidades de trabajo. Con esto vino
una tremenda tendencia a recibir educación a fin de hacer frente a la
necesidad de sobrevivir en una era de especialización. Los jóvenes ya
no se sentían inclinados a proseguir con las actividades de sus padres.
Esto acentuó el éxodo hacia las ciudades. Las universidades y los
colegios florecieron como consecuencia de que los jóvenes acudían
a ellos para conseguir diplomas y excelencia académica. Muchos de

28
Un an álisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

nuestros jóvenes y empleados de la iglesia, al no conseguir cursos


especializados en nuestros colegios y universidades, se inscribieron en
universidades públicas. En nuestro deseo de alcanzar reconocimiento y
créditos académicos, la iglesia empleó a muchos de esos graduados,
y ellos introdujeron la filosofía comente de la época. El mundo era un
lugar cada vez más rico, y el materialismo comenzó a apoderarse de
nuestra juventud.
La psicología y la filosofía educacional del momento se combinaron
con vastos intereses creados comerciales, para dar origen y explotar lo
que se dio en llamar "la brecha generacional", es decir, la idea de que
los adultos no pueden comprender a los jóvenes, y que si se llegan a
comunicar con ellos lo hacen con suma dificultad.
Dentro de la iglesia, comenzando en América del Norte, algunos de
nuestros directores de Jóvenes defendieron la ¡dea de que los adultos
ya no eran bienvenidos en la reunión de la Sociedad de Jóvenes del
sábado de tarde. El santo y seña era: "Los jóvenes con los jóvenes", es
decir, que la reunión de los jóvenes era solo para jóvenes. La Sociedad
de Jóvenes, columna vertebral del ministerio en favor de los jóvenes,
comenzó a desmoronarse, y en muchos lugares murió completamente.
Puesto que la asistencia disminuía definidamente, se hizo el intento de
i trasladarla del sábado de tarde al viernes de noche. Su éxito fue bastante
relativo. Algunos dirigentes trataron en vano de reflotar la obra en favor
de los jóvenes mediante una aproximación filosófica y la creación de los
, consejos de jóvenes en la iglesia. Este plan también falló. En las culturas
occidentales, el Ministerio Joven se vio obligado a salir de la iglesia para
’ funcionar en nuestros colegios secundarios y en las universidades,
i Un punto brillante en el horizonte fue, sin embargo, la introducción
en 1949 del Club de Conquistadores para niños de 10 a 15 años. Bien
adaptado a las necesidades en desarrollo de los niños y adolescentes, con
una organización definida y con uniformes, pronto halló aceptación en
todo el mundo. En la División Norteamericana funcionó bajo la dirección
de las iglesias, mientras las sociedades de jóvenes y sus clases seguían
siendo atendidas por las escuelas. Las otras divisiones aceptaron que este
, plan formara parte del programa de la iglesia local, como una extensión
; natural de las actividades de la Sociedad de Jóvenes. Pero hubo algo de
! resistencia en algunos países europeos, donde los uniformes y las marchas
i les parecieron demasiado militarizados.

29
Salvación y Servicio

La difusión de la televisión, el crecim iento de la industria


cinematográfica y la nueva cultura del rock que se inició en la década
de 1950, le produjo nuevos problemas a la obra en favor de los jóvenes.
Se manifestó un nuevo profesionalismo en el entretenimiento, y mucha
gente creyó que debíamos competir en este campo también. Surgió una
nueva generación de directores de Jóvenes. Muchos no entendían los
objetivos originales del Ministerio Joven, ni tenían la menor idea acerca
de ellos. La mentalidad de los jóvenes en el seno de la sociedad estaba
cambiando más rápidamente que nunca antes. En Norteamérica entró
a la universidad el primero de los baby boom ers (la generación de los
nacidos como consecuencia del aumento de los nacimientos que se
produjo después de la Segunda Guerra Mundial. -Nota del traductor).
Un nuevo liberalismo se extendió por todo el. mundo, y la década de
1960 se vio marcada por movimientos de protesta. Aparentemente los
jóvenes se oponían a todo por el mero placer de ser opositores. Prevaleció
el concepto griego acerca de la educación, y se le enseñó a los jóvenes a
cuestionarlo todo. Las semillas del escepticismo sembradas en la década
de 1960 dieron como fruto la apostasía de la década de 1970.
Los jóvenes examinaron muchos de los materiales preparados para
ellos entre 1930 y 1940 y los descartaron, porque les pareció que no
presentaban suficientes razones para apoyar determinadas normas y
creencias.
Desgraciadamente la iglesia no disponía de los recursos necesarios
para satisfacer adecuadamente las necesidades de la juventud de una
iglesia cada vez más internacionalizada. Al mismo tiempo las casas
editoras asumieron la responsabilidad de producir materiales para
los jóvenes que tradicionalmente habían estado bajo la dirección del
Departamento de Jóvenes. Las devociones matinales pasaron a ser una
publicación de la Review and Herald (y otras editoriales). En Norteamérica
se dejó de publicar The Youth's Instructor, y las revistas Guide [Guía] e Insight
[Introspección] ocuparon su lugar. Las dos revistas se produjeron teniendo
en vista la mentalidad de los jóvenes norteamericanos y jamás tuvieron
una aceptación universal. Las lecciones de la escuela sabática también-
estaban orientadas hacia América del Norte, con vocabulario, relatos e
ilustraciones norteamericanos. Adaptadas a la estructura educacional de
una sociedad occidental, a pesar de que se las ha traducido y se las ha
usado en otras partes del mundo, estas publicaciones siguen siendo el

30
Un análisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

blanco de las quejas y las críticas de muchas otras divisiones, porque no


satisfacen adecuadamente sus necesidades.
Comenzó a cambiar la función del director de Jóvenes de la
asociación. Cuando las asociaciones eran pequeñas, él o ella (sí, había
damas que eran directoras de jóvenes antes de 1950) eran ciertamente
los directores de las actividades de los jóvenes, y visitaban las iglesias y
r desarrollaban programas en ellas. Cuando la cantidad de iglesias creció,
resultó imposible visitarlas todas en un período de dos o tres años.
Como resultado de ello el director de Jóvenes se convirtió en una especie
í de consejero, entrenador y coordinador. Algunos patrocinaron reuniones
;’ regionales, congresos y camporíes. Esto satisfizo una gran necesidad
de los jóvenes, pero al mismo tiempo muchos directores de Jóvenes
inexpertos y con un conocimiento limitado consideraron el Ministerio
i Joven como una empresa corporativa y no algo basado en la iglesia local.
I Al mismo tiempo los presupuestos de las asociaciones se vieron
i; ajustados, y los directores de departamentos tenían que cumplir funciones
| dobles con deberes combinados. Muchos directores de Jóvenes tenían a
\ su cargo un par de departamentos más, aunque el de jóvenes tuviera la
í prioridad. Jóvenes y Temperancia era la combinación común, y parecía
j que andaba bien. Otra combinación era Jóvenes y Educación. Algunos
j combinaron Jóvenes, Temperancia y Comunicación.
¡: Hacia fines de la década de 1960 se reemplazó a muchos directores
;; de Jóvenes mayores por hombres más jóvenes, y rara vez alguna dama
I; llegó a ocupar ese cargo. Se comenzó a difundir por el mundo la idea de
jj que solo hombres apoyados por jóvenes podían alcanzar a otros jóvenes,
l y la iglesia la adoptó en parte. Esos hombres habían sido educados en
f la década de 1960 y muchos llevaron las ideas de su generación a las
l décadas de 1970 y 1980, sin darse cuenta de que la mentalidad de los
í jóvenes cambia constantemente y con rapidez. Sin conocimiento ni
I) experiencia, muchos fueron incapaces de evaluar si una determinada
j idea era buena o mala, y se aferraron a los conceptos corrientes acerca
I del Ministerio Joven derivado de las iglesias populares. Los materiales
adventistas estaban pasados de moda, y la Asociación General no podía

¡
atender adecuadamente al campo mundial, y las otras divisiones, en
muchos casos, no tenían ni los recursos ni la capacidad para prepararlos
I por sí mismas. Fue un momento difícil para la dirección del Departamento
I de Jóvenes. Muchos nuevos directores dejaron de considerar el Ministerio

31
Salvación y Servicio

Joven como una carrera dentro de la obra, y lo tomaron como un


trampolín para alcanzar algún otro puesto. Comenzamos a observar
un cambio más rápido en la dirección, y un período de servicio más
corto. Hubo, sin embargo, muchos directores de Jóvenes firmes, quienes
hicieron una carrera del Ministerio Joven.
La década de 1970 vio el comienzo de la cultura de la droga.
Las presiones constantes y crecientes manifestadas en el seno de la
sociedad hicieron de la obra en favor de los jóvenes una tarea que fue
más complicada que nunca antes. La sociedad ya no aceptaba nada
que fuera absoluto. Todo era relativo. El humanismo avanzó. La ética y
la moralidad solo reconocían los límites que les señalaba el consenso
de la sociedad. Se removieron muchos límites, y con ello disminuyó la
seguridad de los jóvenes. A los que procuraban respuestas, se les decía
que las buscaran dentro de sí mismos: podía ser esto, o aquello, o algo
diferente. La misma iglesia se vio sacudida por controversias teológicas
promovidas en nombre de la libertad académica, y muchos jóvenes
se desilusionaron al ver que se ponían en tela de juicio los mismos
fundamentos del adventismo.
El índice de divorcios creció inclusive dentro de la iglesia, y los
hogares quebrantados y los padres solos se convirtieron en algo
común. La industria cinematográfica y la de la música se apartaron de
la sexualidad para fascinarse con el ocultismo y la violencia. Las estrellas
del cine, los deportes y la música popular se convirtieron en los modelos
y los ídolos de la juventud. La creciente movilidad de los jóvenes dificultó
aún más el ministerio en favor de ellos. Muchos ya no necesitaban
pedir permiso para usar el auto de la familia, porque tenían uno propio,
conseguido inmediatamente después de recibir la licencia para manejar.
Celebrar reuniones de jóvenes y conseguir una dedicación permanente
de parte de ellos se hizo cada vez más difícil. Estábamos comenzando
a ver jóvenes adventistas de la segunda generación, cuyos padres
estuvieron expuestos a la influencia de los medios de comunicación,
muy poco convencidos de que hay que mantener las normas de la
iglesia. En muchos lugares surgió un adventismo nominal a medida que
la riqueza y las presiones de la cultura occidental producían su efecto
sobre los miembros de la iglesia. La cultura de la droga logró penetrar
en cierta medida, como asimismo la aceptación del consumo de bebidas
alcohólicas en reuniones sociales.

32
Un análisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista
F— ------------------------------------------------------------------_ _ _ _ _ _
í:

I Hubo recortes sobre los presupuestos de los departamentos de


I la iglesia, y aparentemente existió un plan deliberado de parte de la
I adm inistración para restarles im portancia. Se combinó Salud con
Temperancia para constituir un solo departamento, y se despidió
s' a la mayor parte de los directores de Jóvenes que se habían estado
desempeñando con éxito, con la explicación de que no eran competentes
porque carecían de preparación profesional.

(
El Departamento de Educación conservó su lugar. Los profesores
adventistas estaban mejor calificados ahora que en los años pasados.

; Los gobiernos exigían normas más elevadas de profesionalismo,


y presionaban a las asociaciones para que nombrasen directores de
Educación dedicados a esa sola tarea. Muchos directores de Jóvenes que
l también atendían Educación, y directores de Educación que también
| atendían con éxito el Departamento de Jóvenes, se vieron obligados
a renunciar a una de estas tareas. Muchas asociaciones comenzaron a
I dudar de la necesidad de tener un director de Jóvenes, y si podrían hacer
í frente ahora al presupuesto de un director de departamento con una
i; sola responsabilidad. Mientras tanto la dirección de jóvenes se había
; convertido en una especialidad: los Conquistadores; los campamentos; los
i jóvenes de mayor edad; los solteros, viudos y divorciados; las capellanías
j de las universidades; todos esos ministerios requerían directores expertos,
entrenamiento especializado y la capacidad de atender profesionalmente
todos esos aspectos. La guardia vieja de los directores de Jóvenes estaba
¡' desapareciendo rápidamente o estaba librando una batalla perdida frente
í a una ola de neoliberalismo que los consideraba en muchos casos como
gente sin importancia.
r Fue una etapa de confusión en el ministerio. Muchos directores
de Jóvenes vieron una alternativa viable en las tareas de consejería y el
>; trabajo en grupos pequeños o programas de terapia familiar. Otros se
1 pusieron a estudiar la filosofía del crecimiento de la iglesia de las iglesias
¡ populares.
La producción de películas, materiales y recursos pronto disminuyó,
l: porque dependía de los presupuestos de departamentos que ya estaban
i' bajo presión.
: Sin embargo, en la década de 1970 y a comienzos de la de 1980
apareció una luz brillante. La mentalidad de los jóvenes cambió de
nuevo con una renovada dedicación y una disposición a participar. Los

33
Salvación y Servicio

jóvenes estaban más dispuestos a aceptar cargos en la iglesia y participar


activamente en la evangelización. El voluntariado se hizo popular, y los
jóvenes comenzaron a desempeñar un papel activo y creciente en la
iglesia.
El año 1985 presenció la introducción del Departamento de los
Ministerios de la Iglesia, que abarcaba los antiguos departamentos de
Jóvenes, Escuela Sabática, Acción Misionera, Mayordomía y el Servicio
de Hogar y Familia. Todos estos departamentos siguieron existiendo,
pero combinados en un nuevo departamento, creado para satisfacer
las necesidades de la hermandad. Si esto fue la causa de la decadencia
del Ministerio Joven, o si solo la apresuró, es una pregunta que no tiene
respuesta por el momento. Los síntomas y los ingredientes del problema
ya existían. Pero se acentuaron y se exacerbaron entonces.
La Comisión acerca del Papel y la Función, que sesionó antes del
congreso de la Asociación General celebrado en Nueva Orleans en
1985, sufrió la pesada influencia de las condiciones que prevalecían en
Norteamérica y en las sociedades occidentales en general. La Comisión
llegó a la conclusión de que los departamentos no estaban funcionando,
y hay algo de verdad en ello. El Ministerio Joven se fragmentó y, por así
decirlo, "se dañó a sí mismo". En Norteamérica, el Ministerio de los Menores
estaba asignado a las escuelas primarias e intermediarias. El Ministerio
Joven adulto existía solo en las universidades, no en las iglesias locales.
El ministerio en los campamentos adquirió preeminencia. Un director de
Jóvenes de asociación, promedio, dedicaba de seis a ocho semanas por
año para visitar escuelas con el fin de celebrar programas de investiduras
de Conquistadores, tres meses para preparar los campamentos de
verano, y otros tres meses para asistir a ellos y/o dirigirlos, más un mes
de vacaciones. El resto del tiempo lo pasaba en la oficina o asistiendo a
seminarios, convenciones y juntas, muchas veces fuera de su residencia.
No es extraño que muchos administradores de asociación se preguntaran
si valía la pena tener un director de Jóvenes. Un director de campamento
a cargo del mismo, y un capellán de universidad pagado por ella parecía
suficiente. Pero este definidamente no era el caso fuera de Norteamérica.
Tampoco lo era en las comunidades hispanas y negras de los Estados
Unidos, donde todavía existe una firme estructura familiar. No han seguido
tan de cerca las tendencias anglosajonas, y su concepto del liderazgo en
la iglesia y en las actividades basadas en ella todavía está en pie.

34
Un an álisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

Las voces de los directores de Jóvenes de experiencia eran las que


más se escucharon en oposición a la formación del Departamento de
los Ministerios de la Iglesia, pero sus objeciones fueron consideradas por
muchos meramente como una reacción frente a la posibilidad de perder
un departamento. Esto, no obstante, no era totalmente cierto, aunque
muchos todavía no habían visto el cuadro en su plenitud.
El personal de la sección Jóvenes del Departam ento de los
Ministerios de la Iglesia de la Asociación General era unánime en su
opinión de que se había deteriorado la calidad del Ministerio Joven en
la iglesia. Percibieron problemas y tendencias que, si no se atendían ni
se corregían, le producirían graves e inmediatas consecuencias adversas
a nuestra juventud. Eran hombres de experiencia. Sumaban entre
ellos varios años de trabajo en el Ministerio Joven y en las tareas del
departamento, y habían servido a la iglesia en todos los niveles. También
trabajaban incansablemente para apoyar los Ministerios de la Iglesia. No
eran ni alarmistas ni activistas. Se sentían sumamente frustrados por el
protocolo y las políticas en boga, perturbados por las tendencias que
observaban en el Ministerio Joven, preocupados por la aparente falta
de interés de los administradores y amargamente desilusionados por la
falta de comunicación. Se sentían en desventaja al no contar con ningún
foro que llamara la atención de la administración o el reconocimiento
de su preocupación. Reducidos al nivel de asociados, carecían de voz
para expresar personalmente el punto de vista del departamento. Los
administradores rara vez les pedían consejo o los consultaban en su
carácter de expertos, y no se los tomaba en cuenta para nada en la
planificación de la estrategia global.
Era necesario que la iglesia revisara todo el tema de la calidad
de la dirección del Ministerio Joven. Ciertos asuntos, problemas y
preocupaciones no desaparecerían por sí solos. Enviarlos para su
consideración a una comisión de menor cuantía, o depositarlos en el
cofre de los asuntos insolubles solo los acrecentaría. Necesitaban urgente
e inmediata atención.
Ya no se trataba de que estos asuntos fueran de consideración
imperativa, sino que su tratamiento era urgentísimo si queríamos evitarle
mayores crisis a los jóvenes y a su ministerio. Algunos de estos problemas
eran fruto de las circunstancias, producidos por la evolución de nuestro
sistema eclesiástico y la estructura de su organización; otros por la presión

35
Salvación y Servicio

de la administración, la situación financiera y los temas presupuestarios.


Lo inadecuado de la filosofía del ministerio de la iglesia, su estructura y
sus procedimientos, no ayudaban en nada.
Los directores de Jóvenes y sus colaboradores no siempre han
estado ni calificados ni unidos en filosofía y dirección. A lo largo de todo
esto hemos experimentado las presiones de una iglesia internacional en
rápido crecimiento, con una juventud que debe enfrentar la complejidad
siempre en aumento de la tecnología moderna y de una sociedad inmoral.
Creemos que los directores de Jóvenes de las generaciones anteriores
jamás enfrentaron una situación como esta.

36
EL MINISTERIO JOVEN
EN LAS IGLESIAS POPULARES

l Ministerio Joven Adventista no se desarrolló en el aislamiento. Sería

E una equivocación trazar su evolución sin ubicarlo en un contexto


histórico. Si bien es cierto que podemos descubrir indicaciones y
mensajes providenciales acerca de la dirección profética que le ha dado
dirección a la Iglesia Adventista en el desarrollo de este ministerio, los
principales acontecimientos de la historia, los avances de la tecnología,
las presiones de la sociedad, las costumbres actuales, las tendencias, las
modas y las filosofías, todo ello ha ejercido influencia sobre nuestra iglesia
para bien o para mal, en su relación con los jóvenes y el Ministerio Joven.
El Ministerio Joven moderno puede encontrar sus raíces en la escuela
dominical. Esta innovación educacional del siglo XVIII tenía como fin original
satisfacer las necesidades de los jóvenes que no pertenecían a la iglesia, no
las de los que ya eran miembros de ella. Como resultado de la revolución
industrial, muchos de esos jóvenes eran pobres miembros de pandillas, u
obreros de fábricas que vivían en la calle. Muchos carecían de educación
formal, de instrucción acerca del cristianismo o de afiliación religiosa. En
la escuela dominical se les enseñaba a leer. Esos dirigentes religiosos eran
pioneros en el reconocimiento del potencial que tenía la juventud para
el crecimiento de la iglesia. Razonaban que si esos jóvenes podían leer la
Biblia, descubrirían el evangelio en ella y se volverían a Dios en procura
de salvación. Los laicos manejaban con éxito estas escuelas a pesar de las
críticas y hasta de la oposición del clero y otros miembros de iglesia, que
se burlaban de la idea de trabajar por los muchachos de la calle que no
eran miembros de ninguna iglesia.
Para apoyar a este creciente movimiento, las,diversas denominaciones
trabajaron juntas para constituir uniones de escuelas dominicales, Estas

37
Salvación y Servicio

alianzas interdenominacionales dieron lugar a la fundación de la Asociación


Cristiana de Jóvenes Varones en 1851 y a la Asociación Femenina del
mismo signo en 1858.
Al crecer la escuela dominical, y al ganar aceptación, el enfoque con
el tiempo se trasladó de los jóvenes que no eran miembros de la iglesia
pero cuyos padres sí lo eran. A pesar de eso los dirigentes conservaron
un fuerte énfasis en la salvación.
El programa de la escuela dominical funcionaba sobre la base de un
ciclo mensual. Se comenzaba por dar la bienvenida a los jóvenes que se
integraban al grupo. A continuación aprendían los pasajes bíblicos básicos
relativos a la salvación, después de lo cual los directores de Jóvenes los
invitaban a decidirse personalmente a aceptar a Cristo. Finalmente se
invitaba a los jóvenes a invitar a otros, y el ciclo se repetía.
Los dirigentes de la escuela dominical insistían en combinar la
educación con la evangelización. Consideraban valiosos a todos los jóvenes,
fueran miembros de iglesia o no. Se les asignaban responsabilidades y se
les enseñaba a alcanzar a sus amigos y a otros potenciales miembros del
grupo. Este celo por la evangelización fue crucial para el desarrollo de las
iglesias de Occidente, y los jóvenes de las escuelas dominicales llegaron a ser
verdaderos constructores de iglesias y pioneros en el crecimiento de ellas.
Sin embargo, junto con la aceptación y la popularidad, no pasó mucho
tiempo antes de que se manifestara un sutil cambio en el Ministerio Joven.
El aumento de los miembros jóvenes trajo la correspondiente presión
relativa a satisfacer sus necesidades. Para lograrlo, las iglesias comenzaron
a invitar a los jóvenes a asistir una vez por mes a programas vespertinos
que recibieron el nombre de "liceos". Allí se les proporcionaban materiales
devocionales y participaban en el estudio de la Biblia, la mayor parte de las
veces por medio de un sermón o de una lectura previamente preparada. Se
desaprobaba todo lo que se pareciera a la moderna "amistad". Entonces hizo
su entrada el Dr. Francis D. Clark, un pastor congregacionalista innovador.
A comienzos de la década de 1880 introdujo un dramático cambio en la
obra en favor de los jóvenes al fundar una sociedad cuyo nombre en inglés
podríamos traducir: Sociedad de Emprendimiento Cristiano. Más tarde él
observó que "una buena cantidad de estos chicos y chicas se convirtieron,
y la fundación de la Sociedad para el Emprendimiento Cristiano transformó
totalmente la actitud de la iglesia hacia los jóvenes y la labor en favor de
ellos". Previamente los jóvenes eran candidatos potenciales a la salvación,

38
El Ministerio Joven en las iglesias popularas
(ti**—---- ■
---------------------------------------------------------------------------------------------------- ;------------

i".'

"pequeños recipientes que había que llenar". Entonces se desafió a los


de Cristo",
jóvenes a responsabilizarse de "un servicio mayor en la iglesia
Emprendimiento Cristiano revolucionó el Ministerio Joven al
animarlos a poner su fe en acción. La clave del nuevo plan de Clark para
trabajar en favor de los jóvenes consistía en formular una definición del
discipulado responsable, junto con un decidido énfasis en el servicio y la
actividad misionera. Preparó un manual de organización que limitaba a
ochenta la cantidad de jóvenes que podían pertenecer a una determinada
sociedad. Se suponía que en cada grupo funcionarían tres comisiones:

Una comisión de oración, encargada de preparar programas


semanales.
2. Una comisión de "buscadores", cuya misión consistía en invitar
a nuevos miembros.
3. Una comisión social encargada de hacer planes en cuanto a la
recreación. (Fue la primera vez que se introdujo un componente
social o de amistad al ministerio en favor de los jóvenes.)

Al verificar que las grandes convenciones de las escuelas dominicales


tenían tanto éxito, Clark planificó la realización de convenciones de las
Sociedades de Emprendimiento Cristiano. La primera se celebró en 1882.
Asistieron siete sociedades. En 1883 asistieron 56,156 en 1884, y más
de 800 en representación de ocho denominaciones se presentaron en
■1886. Hacia 1887 había más de 7.000 Sociedades de Emprendimiento
[•Cristiano con más de medio millón de miembros diseminados por todas
|te s denominaciones representadas.
Las iglesias se vieron obligadas a reaccionar ante esta explosión juvenil,
¡luchos dirigentes eclesiásticos estaban profundamente preocupados de
$ue los jóvenes dejaran la iglesia para unirse permanentemente a esas
xiedades.
Al aplicar el antiguo adagio que dice: "Si no los puedes vencer, únete
»ffillos", las iglesias comenzaron a copiar el modelo de Emprendimlento
|rtetiano hasta que se apropiaron de él. Comenzaron los metodistas al
idar la Liga Epworth en 1889. Siguieron los bautistas con la Unión de
venes Bautistas fundada en 1890. Los luteranos fundaron la Liga Luterana,
lío s presbiterianos iniciaron su Unión Juvenil en 1890. Al comenzar el
(to XX la mayor parte de las iglesias tenían sus propias versiones del

39
Salvación y Servid o

programa de Emprendimiento Cristiano. Los jóvenes quedaron atrapados


en el medio, vacilando entre su lealtad a sus propias denominaciones y la
que les parecía debían a Clark y la Sociedad de Emprendimiento Cristiano.
Lo que esta sociedad hizo, sin ninguna duda, fue convencer a los jóvenes
de que eran importantes. Los educó para que fueran fieles miembros de
la Iglesia en medio de una sociedad secularizada que estaba comenzando
a burlarse de los que iban a los cultos.
También inspiró a muchos jóvenes a dedicarse tiempo completo
al ministerio de la iglesia. Los jóvenes se convirtieron en miembros
consagrados, y las mismas iglesias que una vez temieron que los jóvenes
se fueran a Emprendimiento Cristiano, ahora estaban preocupadas de
cómo podrían adueñarse de ellas. Pero eso nunca sucedió.
Durante los treinta años que precedieron a la Primera Guerra Mundial,
esas sociedades denominacionales se concentraron en la actividad
misionera. Los jóvenes participaron y apoyaron en todo el mundo este
impulso evangelizados A menudo este avance misionero se hacía en
conjunto con otras denominaciones. Cada dirigente de la iglesia, para ese
entonces, sabía o estaba al tanto del poder que se manifestaba en esos
movimientos juveniles. Pero una vez más esos dirigentes comenzaron
a conducir a la juventud hacia un temario popular relativo a asuntos
domésticos e internacionales. Comenzaron a perder su dirección y su énfasis,
tas reuniones juveniles se convirtieron en campos de batalla ideológicos, en
tos que los liberales y los conservadores competían para ver quién conseguía
más seguidores. Ganaron los liberales con su énfasis en los asuntos sociales.
Para los jóvenes fue una época de participación sin precedentes en asuntos
de naturaleza social. Mucho antes de que sus padres comenzaran a hablar
de esos asuntos, los jóvenes tomaron posiciones acerca de la política y el
orden mundial, las relaciones interraciales y los asuntos laborales.
M ientras esto ocurría en la década de 1930, los dirigentes
denominacionales trabajaban para relacionar la obra en favor de la
juventud con la educación cristiana. La educación, en muchos casos la
f ntldad más poderosa de las iglesias, ofrecía la promesa de la estabilidad
y tos recursos, pero esta unión no tuvo pleno éxito. Separó la obra en favor
de la juventud de su larga vinculación con la evangelización y el servicio
Ciando se puso el énfasis en la educación y la "amistad".
> Hoy, cuando hablamos de "amistad", pensamos en recreación y
actividades sociales. No ocurría eso entonces. La primitiva "amistad"

40
El Ministerio Joven en la s iglesias populares
»r------------------------------------------------------------------- — ------

i se basaba en los "grupos de amistad" de las universidades-, que tenían


i renombre por su dedicación al estudio y su especializadón en esa
I línea. EstosJgrupos de amistad" contribuyeron a cambiar una vez más
í el ministerio en favor de la juventud. "Conozcan su fe" reemplazó a la
i "conversión" como el objetivo prioritario del Ministerio Joven.
¡; En 1936 se celebró en los Estados Unidos el Concilio Internacional
1 de Educación Religiosa. Acto seguido, más denominaciones fundaron
■ grupos de amistad casi idénticos, tan parecidos en realidad que muchas
| iglesias de diversas denominaciones se combinaban para el estudio y la
; preparación de dirigentes.
i Se produjeron folletos y manuales. Se intentó establecer una relación
i más íntima entre las sociedades y las iglesias. Se presentó una descripción
de las tareas que debía cumplir cada dirigente juvenil, y se introdujo el
■ concepto del concilio de jóvenes.
Aunque había diferencias entre las denominaciones, todos los
grupos de amistad estaban divididos en las mismas cinco comisiones: Fe
Cristiana, Testimonio Cristiano, Comunión Cristiana, Extensión Cristiana,
¡ Ciudadanía Cristiana. Tratando de sacar provecho de la teoría de la brecha
¡ generacional, los manuales comenzaron a poner énfasis en el papel de
los dirigentes juveniles. Se instó a los adultos a desempeñar el papel de
meros apoyadores, y no de participantes activos,
j Con la anexión m utua de los m inisterios de las diversas
i denominaciones, se expandieron las tareas conjuntas, y se organizaron
í enormes reuniones juveniles internacionales e interdenominacionales
en el período que va desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta
■ comienzos de la década de 1960.
■ Ya en la década de 1950 los grupos de amistad estaban pasando por
i dificultades. Aparentemente no estaban satisfaciendo las necesidades de
• los jóvenes. La mayor parte de las denominaciones comenzaron a abogar
i por ministerios separados para las universidades y las carreras profesionales
í de los jóvenes, y se dedicaron a crearlos.
I Los grupos de amistad habían perdido toda su importancia en la
j década de 1960. Mientras las iglesias predicaban la participación social,
( los grupos de amistad se separaron de la iglesia y se reunían en salones
¡ y en los subsuelos para elaborar programas acerca de la ciudadanía, y
:: para cuestionar toda clase de estructuras y organizaciones. Incluso los
i grupos de amistad que intentaron orientarse hacia la solución de la
Salvación y Servid o

Injusticia social pronto reconocieron que sus grupos estaban demasiado


institucionalizados y eran limitados.
!' • La mentalidad de la juventud experimentó otro drástico cambio.
Ira una época de protestas. Se ponía en tela de juicio toda autoridad.
Se analizaban los valores y las creencias tradicionales, y a menudo se las
rechazaba. La estructura y la organización de la obra en favor de la juventud
comenzaron a desmoronarse cuando se les restó toda importancia. Las
"necesidades" de los jóvenes ocuparon el primer lugar, y los grupos de
amistad cedieron su lugar a las actividades sociales, los entretenimientos
y las recreaciones, mientras las iglesias trataban desesperadamente de
determinar cuáles eran "las necesidades de los jóvenes".
Las iglesias se llenaron de pánico y, en su confusión, optaron
simplemente por tirar por la borda todo lo que se relacionaba con el
Ministerio Joven. Muchas denominaciones dejaron de publicar materiales
para la juventud, manuales y símbolos de adhesión a alguna organización
juvenil. Los grandes congresos de jóvenes, tan populares en la década de
1960, sencillamente desaparecieron.
Desde ese momento las iglesias han tratado de satisfacer las
necesidades de los jóvenes modernos probando una cantidad de
métodos. Ahora no existe un plan único y completo como la Sociedad
de Emprendimiento Cristiano de Clark. Cada denominación ha tratado
de poner en marcha su propio plan relativo al ministerio en favor de
la juventud, pero sigue habiendo un bosquejo o consenso general. La
mayoría de las denominaciones están de acuerdo en que el ministerio en
favor de la juventud debería ser algo más que educación y servicio, y que
debería tener por centro al individuo y no al programa.
El Ministerio Joven en las iglesias populares de la actualidad apenas
si alcanza la nota mínima para aprobar. Una cantidad de programas
piloto, cursos de entrenamiento de dirigentes y ciertos materiales tratan
filé satisfacer "las necesidades de la juventud", pero los estudios hechos en
«ilación con Valuegenesis (Origen o génesis de los valores) por el Instituto
lÜÉwestigaciones demuestran que, al carecer de un verdadero objetivo o
dfeun enfoque principal, el éxito de todo esto es dudoso si se lo mide por
ÍM0lhtualidad, el desarrollo de la fe, la lealtad a la iglesia y el crecimiento
ÉlMNninacional.
■ÉjpjHlMrtículo reciente, publicado en Group Magazine [La Revista del
■■llpip^septiembre de 1993, hace una muy buena descripción de la
El Ministerio Joven en la s iglesias populares
7 *
\¡ condición actual del Ministerio Joven en la mayor parte de las Iglesias d i
i' nuestros días:
i
if *' ■
| El Ministerio Joven en la era moderna no ha sido capaz de
I lograr un consenso con respecto a un plan general de desarrollo
I de la fe. Si lo comparamos con el Ministerio Joven de antes, a las
l iglesias y a los jóvenes de hoy les cuesta muchísimo describir
i, los propósitos teológicos de los grupos juveniles. A veces la
¡ dedicación a Cristo parecería ser algo secundario,
f Algunos grupos tratan de imitar los métodos que admiran
i; en Jóvenes para Cristo, Vida Joven u otros ministerios que
‘ funcionan paralelamente con la iglesia. Incorporan en sus grupos
\ música contemporánea, mucha recreación y un liderazgo muy
f acentuado. Otros, en cambio, eligen un énfasis en la disciplina
í espiritual con un liderazgo muy discreto. Hay otros que ponen
¡, énfasis en el servicio, en la actividad misionera o en proyectos
I: para las misiones.
■ Por causa de estas variaciones, el Ministerio Joven no tiene
en la actualidad un patrón único que seguir.

; Esta es la situación de la obra en favor de los jóvenes en el mundo y


j en las iglesias de la actualidad.
■ Teniendo en cuenta este trasfondo, la Iglesia Adventista intenta
, reconstruir su propio Ministerio Joven.
; Entonces surgen naturalmente las siguientes preguntas: ¿Hasta qué
i punto hemos sido fieles a los fundamentos bíblicos de nuestro Ministerio
; Joven? ¿Hemos sido consecuentes con nuestras raíces históricas de
conducción divina en el desarrollo de nuestro ministerio especial, o somos
i culpables de haber cedido a la presión de la sociedad y las iglesias, y a los
cambios de enfoque en cuanto al Ministerio Joven que observamos en
las iglesias populares y en el mundo?
i ¿Cuál debería ser la "norma" para la reconstrucción de nuestra obra en
í favor de la juventud? ¿El pensamiento y las tendencias actuales en cuanto al
5 Ministerio Joven, o la reevaluación de nuestros blancos y objetivos originales?
Para contestar estas preguntas debemos volver sobre nuestros pasos
i, y examinar las razones en que se fundan nuestras acciones y nuestro
propio desarrollo del Ministerio Joven en el adventismo.

43

DESCUBRIENDO NUESTRA
MOTIVACIÓN HISTÓRICA
' EN EL MINISTERIO JOVEN
«i €n los comienzos
f>s

ft l'-H' V ;

tvM-f *"
,h i,
StfVItWÍ' "
es cierto que la obra en favor de los jóvenes no era lo
■importante en los comienzos de nuestra iglesia, no estaban
idos ni olvidados. En los primeros días del movimiento
se hicieron pocos intentos para instruir a los niños en
■las doctrinas sostenidas por sus padres. La primera semilla
#n el verano de 1852. Al germinar y echar raíces se desarrolló
zahora conocem os como la Escuela Sabática de la Iglesia

is viajaba en un carruaje desde Rochester, Nueva York, a


ne, Jaim e White se sintió impresionado por la necesidad
r de un sistema o plan regular de lecciones bíblicas
fi adaptadas para los jóvenes. Después de almorzar junto al
¡arque sus caballos comieran y descansaran, usó el canasto
f?0 como escritorio y bosquejó las primeras lecciones de
lea que se prepararon para nuestro pueblo.
ese acto podemos rastrear la historia y el desarrollo del
iven en nuestra iglesia, que continúa hasta el día de hoy.
restas lecciones en las manos de los jóvenes adventistas
publicación de The Youth's Instructor [El Instructor de la
agosto de 1852.
ico estaba destinado a desempeñar un enorme papel
espiritual de la juventud y en el desarrollo del ministerio
precio de la suscripción, 25 centavos de dólar por año, le

44
Descubriendo nuestra motivación histórica...

i pareció alto a algunas personas, pero se tomaron medidas para que lOI
f niños y los jóvenes pobres lo recibieran gratuitamente,
í Durante esos primeros años, los que más sufrieron fueron lo i
; niños más chicos por la falta de lecciones adecuadas para ellos. En loi
( ejemplares de The Youth's Instructor de 1861 y 1862 encontramos las
; primeras lecciones para niños en una serie de preguntas que aparecieron
• bajo el título de "Preguntas para Pequeños Estudiantes de la Biblia".
En ese momento crítico del desarrollo de la obra en favor de los
; jóvenes por medio de la escuela sabática, se recibió al Pr. G. H. Bell como
> miembro de la Iglesia de Battle Creek. Había sido maestro de escuela
i'' por muchos años, y tenía mucha experiencia en la tarea de la escuela
i dominical. Inmediatamente hizo suyo el problema de la incipiente escuela
i sabática.
í En 1869 preparó para el The Youth's Instructor dos series de lecciones
■ para los niños, basadas en el Antiguo Testamento, comenzando con la
* semana de la creación, y estudios acerca del libro de Daniel para los
; jóvenes. A partir de esos comienzos, el Prof. Bell preparó e imprimió
|: una serie de folletos de lecciones para los jóvenes bajo el nombre de
í" Lecciones Bíblicas para la Escuela Sabática. Por primera vez se clasificó
í a los jóvenes por edades.
| Las primeras escuelas sabáticas de las que tenemos noticias se
I celebraron en 1853 y 1854 en Rochester y Bucksbridge, en el estado de
i Nueva York. John Byington, que más tarde llegó a ser el primer presidente
; de la Asociación General, era entonces el dirigente de Bucksbridge.
r Estos primeros intentos de la iglesia para trabajar en favor de los
jóvenes eran ciertamente escuelas sabáticas en todo el sentido de la
{ expresión. La calidad de miembro de iglesia se confería sobre la base
; de la aceptación individual de la responsabilidad de educar y enseñar a
| los jóvenes de acuerdo con la Palabra de Dios. El primer objetivo de la
■ educación era la esperanza de que aceptaran personalmente la verdad
i1 que estudiaban. El año 1870 señala el momento cuando se satisficieron,
1 a lo menos parcialmente, las dos más grandes necesidades de las
■ escuelas sabáticas, a saber, una forma sencilla de organización y lecciones
I adecuadas a las diversas edades. En los pocos años que siguieron se
j organizaron en cada escuela clases de jóvenes, intermediarios y primarlos.
, Se reconoció generalmente que se necesitaba una organización
i más completa para proveer mayor unidad. En 1877 se organizó la primera

45
i
Salvación y Servicio

asociación de escuelas sabáticas. A partir de agosto de 1877, y durante los


diez artos siguientes, la obra organizada de la escuela sabática alcanzó
logros maravillosos y se manifestó una creciente comprensión de la obra
ed favor de los jóvenes.
i-í .'lünel congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek
• f l‘$878¡S©constituyó la Asociación de Escuelas Sabáticas. Este título se
cambioen 1886 por el de Asociación Internacional de Escuelas Sabáticas,
f f l t S e entonces se introdujeron la preparación de dirigentes y de
{materiales de enseñanza. Se celebraron congresos de escuela sabática y
noerararo que como parte de ellos se organizaran reuniones especiales
ftauairtos.
fJfb'j&Mtesarrolló una creciente conciencia de la necesidad de salvación
por parte de nuestros jóvenes, y, si bien es cierto que anteriormente no
WdCSCOldó la salvación, su énfasis por medio d é la educación llegó a
plumamente importante.
^«Mimismo tiempo se le presentó a la iglesia una filosofía de la
fa educación que fue evolucionando a medida que transcurría
jÉÉM R pO i Muchos percibieron la necesidad de que contáramos con
Impropias escuelas, y como resultado de ello se dio inicio a un
id e educación acorde con nuestras creencias y nuestra misión.
Iicorriente paralela de interés en la obra en favor de nuestros
aparejada una nueva dim ensión, y la combinación de
sncias le dio una razón más definida a la obra en favor de los
►salvación de los jóvenes llegó a tener primera prioridad. Al
ifavor de nuestros jóvenes se consideró que nuestras escuelas
trumento para educarlos, prepararlos y orientarlos hacia el

todavía no había intento oficial ni concepto de ninguna


do con la organización de la juventud. Pero Dios estaba a
obra, impulsando quedamente las mentes y los corazones
y las señoritas de todo el mundo, con el fin de preparar a la
avanzara unida. Con la creciente cantidad de jóvenes en
ibfasis se puso en la salvación y el servicio, y bajo el impulso
\to se fundaron grupos juveniles y sociedades en muchas
lo. Comenzando con Luther Warren y Harry Fenner en
líedades empezaron a proliferar con toda naturalidad. A
¡gto había más de setenta grupos juveniles en la iglesia.

46
Descubriendo nuestra motivación histórica...

No había duda en cuanto a los propósitos de estos grupos


juveniles. Luther Warren, al escribir acerca de esta experiencia, declara
definidamente que él y Harry Fenner fundaron la primera Sociedad de
Jóvenes como consecuencia de su profunda preocupación por la
declinante espiritualidad que se manifestaba en la iglesia por parte de
algunos de sus amigos y muchos jóvenes, y por el profundo deseo
\
de servir al Maestro.
Al referirse al período que se extendió entre 1890 y 1900, Flora
Plummer escribió lo siguiente:

[: Con la excepción de unos pocos lugares donde se llevó


< a cabo una obra espasmódica y fragmentaria en favor de los
jóvenes, los dirigentes de la iglesia le prestaron poca atención
; a la preparación de los jóvenes en las iglesias, y el verdadero

' problema de la salvación de nuestros jóvenes para el reino
de Dios parecía que no era reconocido en absoluto como
j problema. En este aspecto, como en cuanto a otros grandes
\ asuntos, el Señor señaló nuestra negligencia por medio del
| espíritu de profecía, como asimismo el remedio (Ensayo "History
* of the Seventh-day Adventist Young People's Work" [Historia
v de la obra adventista en favor de los jóvenes], en Missionary
í Volunteer Series [Serie acerca de los Misioneros Voluntarios],
í N° 3, Archivos de la Asociación General, LF3048).

\ El primer testimonio para invitar a la iglesia a hacer algo definido


í en favor de nuestros jóvenes lo escribió la Hna. White en Melbourne,
j Australia, el 19 de diciembre de 1892. El presidente lo leyó ante el Concilio
i" de la Asociación General el 29 de enero de 1893. En ese testimonio
aparece parte del párrafo que a partir de entonces se ha citado tanto:
.
En la actualidad tenemos un ejército de jóvenes que podría
hacer mucho si se lo dirigiera y se lo animara apropiadamente.
Queremos que nuestros hijos crean la verdad. Queremos que
Dios los bendiga. Queremos que participen en planes bien
organizados para ayudar a otros jóvenes. Hay que preparar a
todos para que puedan representar correctamente la verdad,
dando razón de la esperanza que hay en ellos, y reconociendo

47
Salvación y Servid o

>M'9$N0S en cada ramo de la obra para el cual estén calificados


t * tflonelfin de trabajar (General Conference Bulletin [Boletín de la
*r tiAsociadón General], 20 y 30 de enero de 1893, pág. 24).
l¡dQ ni
-*>ííA ftlte testimonio pronto le siguieron otros en los próximos cuatro
mMH/ p w a dar instrucciones más definidas en cuanto a la organización
CkHt Obra en favor de nuestros jóvenes. Lo que sigue son algunos
B U H OOS de esos testimonios, que presentan con claridad el propósito
f ll'dlrecdón de esta obra:

. f .'óv'ilóvenes y señoritas: ¿No podrían ustedes formar grupos


jfcCOmo soldados de Cristo, enrolarse en la obra y poner todo
- lU tacto, sus habilidades y sus talentos al servicio del Maestro,
0X1*1 fin de salvar almas para él? Fórmense grupos en todas
- > fetiglesias para hacer esta obra.
#iffi¿No querrían organizarse como obreros los jóvenes y las
*!<■
■■
- « to rita s que realmente aman a Jesús, no solo en favor de los
*i T.-'í|ue profesan ser guardadores del sábado, sino en beneficio
t> w 4 e Jo s que no son de nuestra fe? (Sigas ofth e Times [Señales
■»:4f#e los Tiempos], 29 de mayo de 1883).

'3v<*. Fó rm e n se g ru p o s p arecid o s a la S o cie d ad de


"fctofiwprendim iento Cristiano, y vean qué puede hacer cada
i '^ 'In stru m e n to hum ano responsable al estar atento para
■'ít&Hpfüvechar las oportunidades de trabajar por el Maestro. El
.w m U tfte una viña en la que cada cual puede hacer una buena
La sufriente humanidad necesita ayuda por doquier
«W*ü$Íeiebooks leaflets from the Elmshaven Library vol. 1, 98.3.
íadwtivtl de E. de White, 2 de octubre de 1893).

í* foBKi'Aunque los pastores, evangelistas y maestros descuidaran


'jtaH M M Kiueda de los perdidos, los niños y los jóvenes no deben
fde ser hacedores de la Palabra... Salgan los jóvenes, las
¡ y los niños a hacer la obra en el nombre de Jesús,
ren algún plan y orden de acción. ¿No podrían constituir
i de obreros, y dedicar tiempo a orar juntos, y pedirle
ÉLque les dé su gracia para llevar adelante una acción

48
Descubriendo nuestra motivación histórica...

I concertada? Podrían consultar a hombres que aman y temen


i a Dios, que tienen experiencia en la obra, para que bajo la
I dirección del Espíritu de Dios puedan trazar planes y desarrollar
i métodos por medio de los cuales puedan trabajar en serio para
; lograr ciertos resultados (The Youth 's Instructor [El Instructor de
la Juventud], 9 de agosto de 1894).

Estos y otros testimonios del espíritu de profecía constantemente


i destacaban ciertos puntos:

1. Como iglesia deberíamos considerar con mucho más seriedad


i nuestra obra en favor de los jóvenes.
2. La salvación de nuestros jóvenes debería ser prioridad.
3. La iglesia debe dar los pasos necesarios para organizar la obra
¡ en favor de los jóvenes.
í 4. En cada iglesia se deberían organizar grupos de jóvenes.
5. Esos grupos deben estar com puestos por jóvenes que
verdaderamente amen al Señor.
i: 6. El propósito de esos grupos consiste en organizar a los jóvenes
I para el servicio.
i 7. Esos grupos deberían proporcionar a la vez la preparación
í necesaria para el servicio, y la oportunidad de practicarlo.
8. Ese servicio tendrá éxito, y será una bendición para la iglesia
\ y la juventud.

Se recibieron los mensajes y la reacción no tardó en producirse,


f Algunos individuos, iglesias e instituciones, al reconocer esta necesidad,
[■ comenzaron a hacer intentos aparentemente desorganizados para formar
i grupos o sociedades de jóvenes. En 1893 se organizó en College View,
< Nebraska, la Sociedad de Jóvenes para el Servido Cristiano,
j, Luther Warren comenzó en 1894, en Dakota del Sur, el primer
i; Grupo de Rayos de Sol. Su propósito era conducir a los jóvenes hacia
! la actividad misionera. Pronto aparecieron otros grupos en diferentes
partes del estado, y en 1896 los miembros de esos grupos celebraron
i una convención.

■ En Michigan una cantidad de jóvenes se organizaron con el propósito
: de buscar al Señor en oración y ayudar a los necesitados. La Sociedad

49
Salvación y Servicio

Dorcas juvenil, que se reunía en la casa del pastor Lirias Smith, era uno
de esos grupos. Más tarde se cambió el nombre por el de Grupo de
Auxilio Cristiano.
Un grupo denominado Josué y Caleb comenzó en Ohio. En una
reunión celebrada en Mount Vernon en 1899, los obreros de Ohio hicieron
un cuidadoso estudio de los Testimonios con respecto a las necesidades
de los jóvenes. En el congreso que siguió se votó una recomendación para
que se proveyera una definida organización con respecto a los jóvenes.
Los que se unieran a esta organización pasarían a llamarse "Misioneros
Voluntarios", y debían firmar el siguiente compromiso:

"Siendo que reconozco los preciosos dones que el Señor


me ha dado, me presento como voluntario para servirle donde
su Espíritu me guíe en este vasto mundo, y en la forma de
servicio que él elija".

Esta organización siguió prosperando, y es interesante tomar


nota de que se llamó a tres dirigentes de asociación para servir en el
extranjero antes de que los Cristianos Voluntarios de Ohio se unieran
a la organización general en 1907. La obra en favor de los jóvenes no
quedó confinada a Norteamérica. A comienzos de siglo había unos
setenta grupos organizados en todo el mundo. Sin embargo, el consejo
de los Testimonios identificó la necesidad y le dio el ímpetu y la dirección
correspondientes.

¡Cuánto le debe al espíritu de profecía la organización de los


jóvenes! Los mensajes provenientes de esta fuente trajeron esta
organización a la existencia, y a lo largo de todo el camino los
obreros que trabajan en favor de los jóvenes han encontrado
en los Testimonios una de las mejores fuentes de ayuda al trazar
planes para esta obra en favor de la juventud. Los mensajes del
espíritu de profecía han proporcionado la urdimbre del tejido, y
deben seguir siendo parte inseparable de la historia de la obra
en favor de los jóvenes...
Al dar una mirada retrospectiva a los esfuerzos de los pioneros
■ para disponer de organizaciones juveniles entre nosotros, nos
1/ ¡v,acordamos de la historia del Movimiento Adventista. Así como

50
Descubriendo nuestra motivación histórica^

hubo individuos que surgieron en diferentes partes del mundo


para predicar el mensaje adventista, aparecieron sociedades
d e jó ve n e s por 1890 y aún antes. Esas sociedades no solo
satisficieron una necesidad inmediata, sino que pusieron sobre
el tapete la necesidad de una organización general. Surgieron
espontáneamente de la común raíz de la necesidad universal.
El Maestro había ordenado que se hiciera algo, y su Palabra no
podía regresar vacía (Matilda Erickson, Missionary Volunteers and
Their Work [Los Misioneros Voluntarios y su obra], págs. 12,16).

51
- *

LA ESCUELA SABÁTICA Y
EL DEPARTAMENTO
DE JÓVENES
Desarrollo y propósito

Flora Plummer, que participó activam ente en el desarrollo del

L Ministerio Joven en la iglesia de ese tiempo, describió gráficamente


i los problemas que enfrentó esta en 1901 con respecto a los jóvenes:

Recién en 1901 la Asociación General dio los primeros


pasos para el desarrollo de la obra en favor de los jóvenes.
La situación en ese momento no era la más animadora.
Aunque la influencia de lo que se había hecho se hacía sentir
en algunas asociaciones, no había una acción uniforme. Los
planes relativos a la organización variaban según las ideas de
los dirigentes de las asociaciones. Se fundaban sociedades que
después se disolvían por falta de interés. Algunas se manejaban
de tal manera que desacreditaban todo el movimiento. Había
dificultades. Surgían en el horizonte obstáculos aparentemente
insuperables. El ala conservadora dio entonces el grito de
alarma.
Al mismo tiempo cada iglesia y congregación se enfrentaba
con el hecho de que los niños y los jóvenes estaban perdiendo
su interés en el mensaje, se estaban apartando de la iglesia
muy rápidamente y estaban buscando satisfacción y trabajo
en el mundo. La gente seria se preguntaba: ¿Dónde están los

52
..
La Escuela Sabática y el Departamento de Jóvenes

l jóvenes que se reunían con nosotros hace diez años? ¿Cuántos


de ellos están ocupando cargos de responsabilidad en la
5 obra de Dios? ¿Están siendo fortalecidas nuestras iglesias por
:■ la energía consagrada, el entusiasmo y la estabilidad de los
jóvenes y las señoritas que hace solo pocos años eran niños y
niñas en nuestras congregaciones? Las repuestas de la mayor
parte de las iglesias puso de manifiesto la necesidad universal
i de hacer esfuerzos bien dirigidos para poner en práctica la
!; instrucción dada ocho años antes por el espíritu de profecía
(Flora Plummer, EarlyHistoryoftheSeventh-dayAdventist Young
People's Work [Historia de los comienzos de la obra en favor de
: los jóvenes adventistas], Archivos de la Asociación General, N°
; LF3048).

! Tal era la situación que enfrentó el Concilio de la Asociación General


I; que sesionó a comienzos de 1901. El reconocimiento de una necesidad
universal, el definido consejo del espíritu de profecía que demandaba
[ atención, una plétora de grupos aparentemente independientes, con
motivaciones comunes pero con diversos grados de organización y
eficiencia, y una organización oficial que hasta ese momento no había
tomado la más mínima decisión en respuesta a la creciente presión de
! las iglesias y las asociaciones con respecto a un ministerio organizado en
favor de la juventud. Pero en ese momento crítico se dio un gran paso
hacia adelante. La sesión de la Asociación General celebrada en Michigan
; en 1901 votó la siguiente recomendación:

Aprobam os la iniciativa de organizar sociedades de


jóvenes para llevar a cabo una actividad misionera más eficaz,
f y recomendamos que se nombre una comisión de nueve o más
personas representativas que elabore un plan de organización
y eleve su informe a esta Asociación para su consideración.

Esa comisión se reunió pronto y se dio cuenta de la urgencia y la


seriedad de su tarea. Después de una ferviente oración y cuidadoso
•; estudio de los Testimonios, elevó el siguiente informe que fue aprobado
unánimemente por la junta de la Asociación General:

53
HPPW'ÍT*-''

Salvación y Servicio

Informe de la Comisión para la Organización


del Departamento de Jóvenes
La comisión recomienda con profunda preocupación que se
haga algo más efectivo, y con presteza, a fin de salvar a nuestros
niños, adolescentes y jóvenes, y para que se desarrollen como
obreros del Señor. Como pasos iniciales de esta obra recomendamos
respetuosamente lo que sigue:
1. Que instemos a nuestros pastores, oficiales de iglesia, obreros de
la escuela sabática y otros obreros para que animen a nuestros
jóvenes, adolescentes y niños a fin de que se organicen en
pequeños grupos de acción bajo la dirección de líderes sabios
y espirituales.
2. Que estos grupos se adapten a los materiales disponibles,
las iglesias de las cuales forman parte, a la obra que les
proporcionen tanto el vecindario como las oportunidades, y
que las organizaciones más complicadas sean consecuencia del
crecimiento y la necesidad, y no del afán de contar con algo
meramente formal.
3. Que el trabajo de esos grupos abarque todos los aspectos de la
obra misionera y del auxilio cristiano.
4. Que se inste a todos nuestros obreros en esta especialidad,
a nuestros miembros de iglesia jóvenes y mayores, para que
hagan todo lo posible a fin de planificar y trabajar como si fueran
ciertamente uno en Cristo Jesús.
5. Que se solicite a nuestra Asociación que relacione esta obra con
los departamentos de Escuela Sabática y Acción Misionera, y que
estos grupos de obreros jóvenes dispongan de una fuente central
de instrucción y de canales de comunicación.
6. Que nuestra Asociación encargue a hombres que estén
especialmente adaptados para esta obra a fin de que ayuden a
nuestras iglesias grandes y de las ciudades, para organizarías y
entrenarlas, especialmente a los jóvenes y los adolescentes, de
manera que trabajen con más eficiencia para el Maestro.
7. Que se establezca un departamento relacionado con El Instructor
de la Juventud para el progreso de esta obra entre los jóvenes.
8. Que la Junta Directiva de esta Asociación nombre una comisión
______ para que estudie esta obra y le dé impulso.

54
1
La Escuela Sabática y el Departamento de Jóvantf
----------------------------------------------------------- — —

í En una reunión de la junta de la Asociación General celebrada en


j mayo, después del congreso de la Asociación General, sele pidió al
Departamento de Escuela Sabática que atendiera la obra en favor de los
jóvenes. Esta nueva tarea recibió rápida atención. Era una fase crucial en
! el desarrollo del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista, y aquí podemos
ver cómo la dirección divina nos condujo a través de las instancias de las
presiones mundanas y las tendencias del momento de la obra en favor
j; de los jóvenes.
Muchas de nuestras sociedades y grupos de jóvenes se hallaban
en ese tiempo bajo la influencia de la estructura, los estatutos y los
¡ programas de las organizaciones juveniles de otras iglesias. Las estaban
i estudiando y en muchos casos estaban tratando de copiarlas. No pasaron
í inadvertidas las declaraciones del espíritu de profecía que invitaban a
la iglesia "a formar grupos parecidos en su estructura a las Sociedades
de Emprendimiento Cristiano", de manera que hubo cierta confusión
; y opiniones divergentes, con la recomendación de adoptar estatutos
t estrictos, con reglam entaciones com plicadas para el manejo y la
conducción de las sociedades.
1 Parecía que el d ep artam ento encargado de sus nuevas
j responsabilidades con respecto a los jóvenes debería recomendar con
;; urgencia alguna forma general de organización que condujera a la
unidad de acción entre todos los obreros que trabajaban en favor de
¡i los jóvenes. Pero antes de bosquejar una organización, la Hna. Flora
I Plummer, directora del Departamento de Escuela Sabática, le escribió
a Elena de W hite solicitando su consejo y más explicaciones con
< respecto a su testimonio referente a las Sociedades de Emprendimiento
í Cristiano como modelo a imitar en nuestra obra. Su carta, fechada

i en Mineápolis el 11 de julio de 1901, refleja con mucha claridad las
| dificultades que había en ese tiempo, y describe una obra en favor de
la juventud que se encontraba literalmente en una encrucijada. Las
i decisiones que se hicieran entonces afectarían el futuro del ministerio
de la iglesia en favor de sus jóvenes. La Hna. Plummer le dirigió en estos
í términos esa carta a la Hna. White por intermedio de W. C. White, el hijo i
J de la sierva del Señor:

Quisiera recibir su consejo con respecto a la obra en favor


j de los jóvenes, pues creo que su experiencia será de verdadero
!
! vi

i
' '
55
Salvación y Servicio

valor. Para mi gran sorpresa me encuentro en una situación en


la que se espera que yo haga planes para este movimiento,
y la junta de la Asociación General ha encargado de esto al
Departamento de Escuela Sabática.
La situación es esta: en una buena cantidad de lugares -
r
pero mayormente en nuestras iglesias grandes - se han formado
sociedades de jóvenes durante los dos últimos años. Todas han
adoptado "estatutos" y reglamentos más o menos largos, y se le
ha dado a la maquinaria una importancia excesiva. En algunos
lugares los resultados han sido bastante buenos, mientras que
en otros ha habido un desastre. El desastre se produjo cuando
los jóvenes eligieron a sus propios dirigentes, sus comisiones
encargadas de programas, etc., sin pedir consejo a la iglesia, y
el mismo espíritu de la obra se perdió en el esfuerzo por lograr
de la "sociedad" el "entretenimiento", el "mejoramiento mutuo"
y ciertos aspectos sociales que constituyen una verdadera
trampa para nuestros jóvenes. Las iglesias no podían hacer
nada porque los estatutos las dejaban afuera. Esta situación
no se produjo en todos los casos, pero el peligro de que se
produzca está siempre presente.
En el último congreso de la Asociación General se le
prestó atención a este asunto. Tuve el privilegio de formar
parte de la comisión nombrada para estudiarlo. Algunos de
sus miembros se oponían bastante a la idea de tener una
organización especial para los jóvenes, mientras otros creían
que no se podría hacer nada con menos "maquinaria" de la
que se había establecido. Los que apoyaban esta idea citaban
declaraciones de los Testimonios que se refieren a que nuestros
jóvenes "se deben organizar", y también que deben formar
grupos parecidos a la Sociedad de Emprendimiento Cristiano,
C<-', etc. En consecuencia, la com isión no elevó sugerencias
W ' definidas, pero insistió con firm eza en que la junta de la
w - Asociación General estudiara el asunto e hiciera arreglos para
lograr algo definido. Lo hizo, y fue la opinión unánime de los
Rjiembros presentes que no se debería recomendar ninguna
ia especial de organización, y mis instrucciones tienen
■jentación.

56
i

La Escuela Sabática y el Departamento de Jóvenes

Estoy muy segura de que sería mucho más fácil ampliar


esta obra si nos decidiéramos a tener algún plan sencillo de
organización, pero por otra parte también me siento segura
de que todo lo bueno que puede llevar a cabo una Sociedad de
Jóvenes lo puede hacer sin la formalidad de un estatuto o
con él. Como pueblo ciertamente necesitamos aprender a
trabajar sin tantas formalidades. Pero los jóvenes dependen
de tal modo de una forma visible que, cuando no existe, se
sienten confundidos y desamparados. Estoy segura de que
usted aprecia la necesidad de que haya un plan uniforme. La
Asociación General está organizando esta obra por primera
vez, y se están nombrando diversas personas en las uniones y
las asociaciones para que la dirijan. Ciertamente deberíamos
hablar el mismo idioma, si no, la confusión será el resultado.
No queremos derribar sino construir, y hacerlo con solidez y
seguridad.
Ahora quiero pedirle consejo en cuanto a cómo proceder.
¿Qué sugeriría usted que estuviera en armonía con el plan
de que no haya organización alguna? ¿Deberíamos tener un
nombre, un lema o varios lemas, y una afiliación real y, en ese
caso, cuáles deberían ser las condiciones o las restricciones,
etc.? Mi idea consiste en disponer de un folletito impreso
con instrucciones o sugerencias que todos podamos usar.
Se me dijo en la Asociación General que la Hna. White tenía
otras instrucciones para nosotros con respecto a este asunto,
que todavía no se han impreso. Si tal fuera el caso, ¿podría
yo disponer de una copia del manuscrito? Creo que este
Ir movimiento se encuentra en el momento más crítico de su
existencia, y estoy segura de que si no trazamos planes con
sabiduría divina, el enemigo lo confundirá todo, y lo convertirá
en un centro de reclutamiento para su propio beneficio. Estoy
ansiosa de trabajar como corresponde, y no me gustaría dar
pasos que después tendría que deshacer, porque no podemos
perder tiempo.
Recibiremos con gratitud cualquier consejo o sugerencia
con respecto al plan general y los detalles para llevarlo
a cab o .-S ra. L. Flora Plum ier (Archivo de cartas de la

57
Salvación y Servicio

Oficina de los Fideicom isarios de los Escritos de E. G. de


White).

La respuesta del pastor W. C. White llegó pocos días después.

Querida Hna.:
Su carta del 11 de julio llegó a nuestras manos
hace varios días, y la leimos con mucho interés. Se la
entregué al Hno. Druillard pidiéndole que se la leyera
a mamá y al Hno. Peck, y que reuniera toda la luz
que pudiera con respecto a las preguntas que usted
formula. Esto se hizo. Mamá dice que de acuerdo
con lo que se le ha mostrado y con lo que ella ha
escrito respecto de la obra en favor de los jóvenes,
le ha parecido que son esfuerzos dignos de imitar el
espíritu y la energía, y la abarcandora labor en favor
de toda clase de gente en todos los aspectos de la
obra cristiana, según lo informan los dirigentes de
las Sociedades de Emprendimiento Cristiano; y se la
instruyó además que señalara la energía, la fidelidad,
la presteza y la devoción de esas sociedades como
ejemplo para nuestra gente, en lugar de los planes de
organización, los estatutos y la maquinaria (Carta de W.
C. White a L. Flora Plummer, escrita en Santa Helena,
California, el 25 de julio de 1901).

El consejo era claro. No debíamos copiar al mundo en nuestras


sociedades de jóvenes con respecto a las estructuras, la organización
o los mecanismos de operación. Tampoco se nos dijo que copiáramos
sus programas o su mensaje. Lo que se nos presentó como digno de
emular fue la energía, la fidelidad y la dedicación a los principios relativos
a la salvación y el servicio puestos en evidencia por las Sociedades de
Emprendimiento Cristiano.
Se ofrecieron más explicaciones acerca de las otras citas de los
Testimonios que mencionó Flora Plummer, es decir, los que se referían a
las organizaciones juveniles.

58
La Escuela Sabática y el Departamento de Jóventf

De las primeras citas de los Testimonios resulta


claro que se deben organizar grupos de obreros y
; • no sociedades independientes que se gobiernen a sí
| mismas. Cuando se recluta un grupo de voluntarios en
¡ el ejército, generalmente se los pone bajo la dirección
| de oficiales de experiencia antes de asignarlos al
| servicio real. Se ha descubierto que esto es esencial
i para el bienestar del grupo y para el progreso de la
; causa que representan.
í De la segunda declaración que ustedes citan se
j deduce claramente que se deben organizar grupos
i separados de jóvenes para tareas especiales, pero que
estas tareas se deben llevar a cabo de acuerdo con el

i consejo de otros miembros de la iglesia. De la tercera
; cita también resulta evidente que se debe invitar a
! dirigentes de experiencia para que la tarea alcance el
1 éxito (,Ibíd.).

í,;
i: El Pe White siguió com entando los problemas de estructura y
, organización mencionados por Flora Plummer, y lo hizo de esta manera:

; Con respecto a los estatutos y la maquinaria


i adoptados por los jó venes de nuestras iglesias
- grandes, estamos tratando de enseñarles que hay una
manera mejor de hacerlo. No les hemos aconsejado
que se desprendan de sus estatutos, pero les hemos
s sugerido que busquen la dirección del Señor, que
¡¡ estudien a la gente con la cual se asocian, que se
: vuelvan conocedores de las necesidades del mundo
como indicadores de la obra que se debe hacer,
; que preparen sus corazones y mentes para entrar
con tanto entusiasmo en la obra, y que puedan ser
guiados por la Palabra de Dios y por las necesidades
del mundo sin tener que recurrir a esos estatutos
; formales.
:■ Siempre descubrim os que cuando los jóvenes
I trabajan independientem ente en el desarrollo de
Salvación y Servicio

una organización autónoma en su gobierno, eso


es peligroso y a veces desastroso. Descubrim os
que cuando estudian el plan de la Liga Epworth y
de Em prendim iento Cristiano, involuntariam ente
copian las debilidades de esas sociedades, adoptan
la forma y a menudo pierden de vista el espíritu de la
obra (Ibíd.).

Es obvio, por declaraciones como esta y sus muchas referencias a


la Sociedad de Emprendimiento Cristiano y a la Liga Epworth, que tanto
Elena de White como su hijo Guillermo estaban bien familiarizados con
el plan y el funcionamiento de estas y otras organizaciones juveniles
patrocinadas por otras iglesias. En esta misma carta W. C. White hace
otros comentarios acerca de este mismo tema:

Hace unos días tuve el privilegio de asistir a algunas de


las reuniones de la Liga Epworth en San Francisco. Al leer los
diarios descubrí que había mucho entusiasmo y se hicieron
muchas cosas maravillosas. Pero cuando asistí a las reuniones
me desilusioné muchísimo. Descubrí que una buena parte de
la gente había venido a San Francisco en un viaje de placer,
y que había que atenderlos, y los oradores tenían que hacer
denodados esfuerzos para entretener a la gente que había
venido a divertirse en primer lugar, y que al mismo tiempo
tenían que estudiar los planes misioneros de la iglesia.
Muchos de los oradores querían causar la impresión de
que la Liga Epworth es misionera en todos sus aspectos; pero
cuando presentaron sus planes y resoluciones resultó evidente
que la obra de la Liga había sido en gran medida de orden
social y educacional, y que ahora estaban tratando de ponerle
un nuevo rayo a la rueda de Epworth. Esto será un trabajo
arduo, y cuando ese rayo por fin encaje en la rueda, será solo
uno entre varios.
Quedé asom brado y confundido con la com plicada
maquinaria de esta obra. Y al escuchar sus discursos y al
í , e n t e r a r m e de sus planes, este texto surgió en mi mente una
y Otra vez: "Que nadie os aparte de la sencillez de Cristo".

60
La Escuela Sabática y el Departamento da Jó v an tl

¡ Jesús emprendía la obra, y al encontrarse con las necesidades


' las estudiaba a la luz del am or de Dios y el poder del
sin
cielo, y atendía las necesidades de cada uno sin reglas,
: estatutos, pero con el poder del Espíritu que se le había
concedido en respuesta a sus oraciones cotidianas. No
obstante, en su obra se podía ver la más perfecta organización
¡ (Ibfd.).

Entonces se presentó otra razón más para no seguir las tendencias


de los programas de los movimientos populares juveniles. Aunque
í, el principio del servicio y su motivación era encomiable, incluso en
este aspecto resultaba evidente que el principio y la práctica habían
i com enzado a divorciarse. Las actividades sociales de los jóvenes,
i con fines de placer, ocupaban los lugares más importantes en esas
‘ organizaciones. Ese aspecto no había sido mencionado ni endosado
; todavía como parte del programa del Ministerio Joven en la Iglesia
A dventista. La cam aradería, tal com o la conocem os hoy, no se
; consideraba en ese momento una motivación legítima para el Ministerio
Joven. La salvación personal y la dedicación individual al servicio eran
i los ideales que motivaban cualquier intento de organización. La carta
: del Pr. White concluye con una invitación a ampliar nuestro concepto del
; ministerio en favor de los jóvenes, e invoca las promesas de Malaquías,
i capítulo cuatro, que contiene el mensaje de Elias.
[
| La mayor dificultad que enfrentamos al tratar de poner
í en práctica los planes sugeridos en esta carta es el hecho
de que en algunas congregaciones hay oficiales de iglesia
í y de escuela sabática que se han limitado a trabajar dentro
de márgenes estrechos, y a quienes les cuesta ampliar sus
planes, agrandar sus corazones y su comprensión de manera
i que lleguen a ser consejeros inteligentes en beneficio de
; esta nueva obra. Muchos han envejecido y se han endurecido,
i y no les gustan los jóvenes, y manifiestan una tendencia
i natural a condenar y criticar. Para enfrentar esta dificultad
tenemos que echar mano, como pueblo, de la promesa de
' Malaquías capítulo cuatro, versículo cinco, y tenemos que
!. aplicar nuestras mejores energías para ser obreros juntamente
í con Dios en el cumplimiento de su promesa. Ciertamente

61
Salvación y Servicio

ya es tiempo de que los corazones de los padres se vuelvan


hacia sus hijos; y cuando eso suceda, los corazones de los
hijos se volverán hacia los padres, y descubrirem os que
desaparecerá esa antipatía de los ancianos por los jóvenes, y
el temor a los ancianos desaparecerá de los jóvenes, y habrá
una obra conjunta que le proporcionará grandes bendiciones
a todos (Ibfd.).

62
LA SOCIEDAD DE JÓVENES
DE LA IGLESIA ADVENTISTA

espués de m uchas consultas y conversaciones la junta del

;
D Departamento de Escuela Sabática llegó unánimemente a la conclusión
de que el desarrollo de la obra en favor de los jóvenes se llevaría a
cabo mejor mediante las formas más sencillas de organización que se
pudieran aplicar. También les pareció perfectamente claro que no se debía
‘ alentar ningún plan para organizar a los jóvenes Independientemente de
la iglesia; y que cualquier organización juvenil debía estar directamente
! relacionada con un departamento de la obra de la iglesia.
, Finalmente se decidió extender una invitación a todos los "que
realmente aman a Jesús" para que se organizaran con fines de servicio.
> Esto fue muy importante. No fue una invitación general, sino específica
"a los que realmente aman a Jesús". A este grupo de jóvenes de la iglesia
I se le extendió la invitación para que se organizara.
Los recursos y los medios financieros casi no existían, y el único
I impreso que el departamento podía proporcionar era una tarjeta de
■ inscripción que se vendía por un centavo.
Esta tarjeta, sin embargo, contenía la misma esencia del espíritu del
Ministerio Joven de aquel tiempo. En un lado estaba el lema, el blanco y
el voto. En el otro aparecían unas cuantas sugerencias con respecto a los
j: detalles de la organización y los objetivos de la sociedad. La sencillez de
este recurso, sin embargo, revela los verdaderos ideales, los objetivos y la
motivación al ministerio. Una vez más, la salvación y el servicio eran los
i principios fundamentales. El lema, el blanco y el voto estaban saturados
í de convicción y dedicación.
I La fuerza ¡mpelente hacia el servicio abnegado se manifestaba en
¡ el lema: "El amor de Cristo nos constriñe". Había la convicción de que una
1 relación personal de amor con Cristo era un requisito necesario para los

63
i:
Salvación y Servicio

jóvenes que marcharían "unidos en el servicio". Esta relación se debía


desarrollar, promover y conservar. El amor de Cristo en el corazón de los
jóvenes sería una fuerza que nunca fallaría. Esa fuerza le daría estabilidad
a los jóvenes y los impulsaría a avanzar de victoria en victoria con el poder
de Cristo. Sería "el amor de Cristo" lo que los constreñiría.
El blanco reflejaba la urgencia que se sentía en ese tiempo para dar
el mensaje distintivo del tercer ángel: "El mensaje adventista a todo el
mundo en esta generación".

El éxito del movimiento de los Misioneros Voluntarios en


alcanzar su blanco no se basaba en una expresión de deseos
o en esperanzas infundadas. La seguridad de su éxito se
basaba en la predicción de la Biblia de que en los últimos días
Dios derramaría su Espíritu sobre jóvenes y señoritas, y sobre
todos los que dieran su testimonio en favor de la verdad, y
los que "invocaren el nombre del Señor serán salvos" (Hech.
2:17- 21). Sí, en los últimos días se usaría de una manera muy
especial el ejército de Misioneros Voluntarios de Dios a fin de
que diera testimonio en favor de él. Veamos el texto completo:
"Y sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré
mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones".
Además, su éxito se basa en la fe inconmovible de los
Misioneros Voluntarios en las definidas seguridades de éxito
que se le han dado a la iglesia por medio de la sierva inspirada
de Dios, Elena G. de White. Notemos la importancia de estas
palabras acerca del destino de los jóvenes:
"El Señor ha designado a los jóvenes para que acudan en su
ayuda" (Joyas de los testimonios, tomo 3, pág. 105).

Y no solo a los jóvenes, sino los niños también tendrán


una parte definida en la predicación del último mensaje de
'i ■ amonestación al mundo:
"Cuando las inteligencias del cielo vean que ya no se
m ; les permite a los hombres presentar la verdad, el Espíritu
Dios descenderá sobre los niños, y harán una obra en la
Jamación de la verdad que no podrán hacer los obreros

64
La Sociedad de Jóvenes de la Iglesia Adventista

, de más edad, porque estarán impedidos de hacerlo" (Counsels


í toParentsandTeachers [Consejos para los maestros], pág, 176),
j. "El Señor preparará... a los niños... para su obra, y hará de ellos
| sus mensajeros" (Testimonies, tomo 7, pág. 17).
t

| De manera que el éxito en alcanzar el blanco de los


Misioneros Voluntarios no se logrará "con la fuerza, ni con
I el poder, sino con mi Espíritu". ¡Qué invitación es esta a vivir
I justamente, a buscar a Dios hoy, para ser canales consagrados
I y limpios por medio de los cuales Dios derrame su Espíritu
I sobre un mundo necesitado! (Nathaniel Krum, The M V Story
i [La historia de los MV], págs. 94,95).
I'
Matilda Erickson hacía este comentario acerca del blanco de los
misioneros voluntarios:

"¡Qué amplio y qué definido es este blanco!"


"El mensaje adventista" es lo que deben llevan
"A todo el mundo" lo deben llevar.
' "En esta generación" lo deben dar.
j El blanco presupone un conocimiento del mensaje; porque
; nadie le puede dar a los demás lo que no ha recibido. Pero se
' necesita más que una comprensión inteligente del mensaje,
1 porque el corazón debe entender también, y no solo la mente.
; Se necesitan ambos para llevar este mensaje al mundo. Los
, Misioneros Voluntarios no solo deben conocer el mensaje
i adventista, no solo deben saber que Jesús viene pronto, sino
' que sus vidas deben ser una prueba de que lo creen.
i El mensaje adventista es de valor infinito para el mundo; y
los que lo llevan deben obtener la mejor preparación posible
del corazón, la mente y la vida, para que por medio de su obra
resultara evidente que han sido "aprobados por Dios",
j Llevar este mensaje a todo el mundo, a toda nación, tribu,
) lengua y pueblo, no es una tarea pequeña... Nuestros corazones
desfallecen mientras recordamos que esta gran obra se hará
j "no con fuerza ni con poder", sino gracias al Espíritu de Dios
í que obra por medio de mensajeros consagrados.
Salvación y Servicio

Nosotros, com o M isioneros V oluntarios, debem os


com prender que nuestro blanco no es una frase que sale
sin esfuerzo de los labios, sino un hecho estupendo, una
tersa realidad, una solemne obligación. Nos llega adquirida
por la sangre de nuestro Salvador y consagrada por las
vidas de sus seguidores. La orden de nuestro Salvador y el
ejemplo de las vidas de sus fieles obreros en muchos países
nos invitan a "olvidarnos de todo lo demás" y a "seguir en sus
pisadas".
El hecho de que el mensaje se debe dar en esta generación
nos ayuda a entender su tremenda urgencia, y nos invita a
entregarnos totalmente y sin más demoras a esta obra. Solo
lo lograremos si cooperamos plenamente con nuestro gran
Comandante, que dispone de todo el poder del cielo y de
la tierra. Y solo mientras estemos individualmente unidos a
él en el mismo yugo de servicio podremos participar en la
consumación en la tierra de esta gloriosísima tarea, de "dar
el mensaje adventista a todo el mundo en esta generación"
(Matilda Erickson, Missionary Volunteers and Their Work [Los
Misioneros Voluntarios y su obra], págs. 81-83).

El voto de los MV constituía la pauta de la organización recién


formada, y se les pedía a todos los que aceptaban la invitación a unirse
como miembros de las sociedades de jóvenes a que lo firmaran. La
versión más antigua del voto dice así:

Puesto que amo al Señor Jesús, y con el deseo de servir en


su causa, me uno a la Sociedad de Jóvenes para tomar parte
activa en la obra y, por la gracia de Cristo, haré todo lo posible
para ayudar a los demás, y dar el mensaje del reino a todos
los pueblos tanto aquí como en el extranjero.

Se animaba primero a todo joven o señorita que deseaba ser más


eficiente en el servicio a profundizar su amor por el Salvador, porque los
pioneros se daban cuenta de que el valor del servicio se medía por el
im or que fluía de él.
Y* -i*'

66
La Sociedad de Jóvenes de la Iglesia Adventista

Una parte activa de la obra de los jóvenes Misioneros


Voluntarios incluía las reuniones pero también la obra en
grupos, porque era parte de la tarea de la sociedad celebrar
reuniones que inspiraran a cada miembro a consagrarse más
plenamente y le ayudaran a llevar a cabo todas las diferentes
actividades misioneras asumidas por la sociedad. Esta parte
del voto invitaba a los miembros a trabajar con diligencia en el
grupo al cual estaba afiliado; a ser fieles en tomar "parte activa"
en las reuniones de oración y también en las sociales, y a "no
pedir que se lo eximiera" de colaborar de otras maneras en las
reuniones y en la obra de la sociedad...
Estos requisitos son el A B C del voto del Misionero
Voluntario de participar "activamente" en el servicio; pero
puesto que la sociedad forma parte de la iglesia, ningún
Misionero Voluntario se ha ganado todavía todo el alfabeto
hasta que esté ayudando a edificar la iglesia en su conjunto,
apoyando todos sus departamentos. Porque para el Misionero
Voluntario que trabaja con diligencia en favor de su sociedad,
pero rehúsa colaborar con la escuela sabática, con actividad
misionera y con los cultos de la iglesia, hay un apropiado
mensaje bíblico: "Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer
aquello" (Mat. 23:23). "Placiendo lo posible para ayudar a los
demás" implica invertir los mejores esfuerzos en los programas
y la obra de la sociedad; porque todos ellos son avenidas para
ayudar al prójimo. Demanda estar alertas para aprovechar las
oportunidades "de ayudar a los demás" en todo momento.
El voto también invita al Misionero Voluntario a estudiar su
comunidad a fin de conocer sus necesidades; por otra parte,
invita a hacer ese análisis para que esté mejor preparado a fin
de servir a los demás. Implica mucho estudio y mucha oración;
porque hay una íntima relación entre conocer y hacer o tratar
de hacer.
"Y terminar la obra de predicar el evangelio en todo el
mundo". Esta parte del voto se debe interpretar primero como
una tarea local. Invita al Misionero Voluntario a hacer todo loque
puede “para terminar la obra del evangelio" en su comunidad;
porque "la luz cuyo resplandor alcanza a la distancia, brilla más

67
Salvación y Servid o

cerca de casa". Invita a la fidelidad, en primer lugar, con respecto


a la porción del mundo que le concierne al Misionero Voluntario:
sus parientes, sus amigos y sus vednos que no conocen a Dios,
y después a las reglones que se encuentran más allá de su
comunidad, hasta los confines de la tierra (Ibíd.., págs. 88,89).

De modo que en el lema, el blanco y el voto se puede ver que la


motivación fundamental de nuestra obra en favor de los jóvenes era su
salvación personal, su abnegada dedicación a la misión de la iglesia, que
les permitía tener una visión más amplia de esta obra, y la contribución
que su servicio podía hacer para la terminación de la obra.

El Misionero Voluntario puede ayudar de cuatro maneras


a terminar la obra: Al vivir una vida que inspire a los demás a
la consagración; al prestar tantos servicios como lo permitan
las oportunidades; al orar por la obra y los obreros tanto en
el país como en el extranjero; y al dar de sus medios para la
propagación de la obra de Dios. Los Misioneros Voluntarios
realmente ambiciosos estudiarán el campo mundial, y tratarán
de mantenerse al día en cuanto a las tareas misioneras de la
iglesia, para que esté al tanto de los progresos de la obra a la
cual le ha dedicado la vida, y para que pueda comprender más
plenamente las necesidades del mundo. Esta visión ampliada
aumentará sus simpatías, profundizará su interés, incrementará
su generosidad, intensificará su intercesión, multiplicará sus
habilidades para el servicio y le ayudará de todas las maneras
posibles, directa o indirectam ente, a hacer su parte en la
terminación de la obra de predicar el evangelio en todo el
mundo (Ibíd., pág. 90).

El reverso de la tarjeta de miembros ofrecía unas pocas sugerencias


relativas a la organización de la Sociedad de Jóvenes.

Objeto: Asociación para el estudio de la Biblia y para


fomentar toda buena obra.
< ,\n .'Miembros: Pueden ser miembros todos los jóvenes que
. « n e n a Jesús y deseen dedicarse al servicio activo en su causa.
La Sociedad de Jóvenes de la Iglesia Adventista

El carácter de miembro implica el deber de ser fiel a todo lo


que tienda a promover los objetivos de la sociedad.

Luther Warren, que dedicó la vida a trabajar por los Jóvenes d i


esta Iglesia, y que formó parte de la comisión nombrada para elevar
recomendaciones a la junta de la Asociación General en 1901, relativas
a la organización de la obra en favor de los jóvenes, comentaba de esta
manera esta declaración acerca de la calidad de miembros de la sociedad,

En mi opinión, solo los jóvenes que aman a Jesús han


recibido alguna vez la invitación del Maestro para organizarse.
Deben trabajar por otros jóvenes adventistas que no aman
realmente a Jesús, sino que tal vez solo profesan amarlo. El
fundamento de la organización deberían ser grupos pequeños
establecidos para servir...
La idea de Dios no es que la vida de los jóvenes se divida en
dos partes, como muchos lo creen: un período de preparación
y otro de servicio. Desde el mismo momento en que alguien
se entrega a Cristo, debe empezar a trabajar por algún otro.
Toda escuela entre nosotros, desde la del hogar hasta la de
entrenamiento, debería recordar este pensamiento: que todo
niño y niña entre nosotros encontrará su lugar en el ejército
de Dios; que el entrenam iento debe ser el que necesita
estrictam ente para esta obra (Luther Warren, "Our Young
People andPrayer” [Nuestros jóvenes y la oración], Informe de
la Convención de Escuela Sabática y Jóvenes, 10 de julio
de 1907).

Y aquí volvemos a encontrar al tema recurrente de la salvación y


; el servicio.
r El D epartam ento de Escuela Sabática aceptó las nuevas
;; responsabilidades y comenzó a organizar las sociedades de jóvenes
: en armonía con las instrucciones dadas y de acuerdo con los planes
!;bosquejados por la comisión del departamento. Los esfuerzos para
conseguir el nombramiento de obreros para trabajar por los jóvenes en
[tas asociaciones, encontró una tardía respuesta, y parecía que el mismo
[futuro de la obra en favor de los jóvenes estaba amenazado.

69
Salvación y Servid o

Con el valor que da la desesperación, el director (de Escuela Sabática


de la Asociación General) envió cartas a los directores de Escuela
Sabática de todas las asociaciones que no tenían obreros encargados
de la tarea en favor de los jóvenes, anunciándoles que el departamento
los consideraría directores de Jóvenes en sus respectivos territorios
hasta que las asociaciones nombraran a alguien para desempeñar esa
tarea. Aunque este estilo de nombramiento sea cuestionable, resultó
eficaz. Ningún presidente de asociación se opuso a la medida. No hubo
protestas lo suficientemente audibles como para que llegaran a oídos
del departamento.

Entonces comenzó la tarea de instar, entusiasmar, inspirar


y educar a ese pequeño ejército de obreros recién reclutados,
a fin de que percibieran con claridad las necesidades y las
posibilidades de organizar a los jóvenes para el servicio.
Ciertamente esos eran días cuando no andábamos por vista,
y a menudo nuestra fe vacilaba.
El progreso fue ciertamente lento durante los siguientes dos
años. Sin embargo, al dar una mirada retrospectiva, podemos
decir que fue sostenido. Gradualmente el interés se amplió y se
profundizó. Se organizaron sociedades y muchas continuaron
funcionando con éxito después de superar la etapa de la
experimentación. El prejuicio comenzó a disiparse. Los amigos
de la obra se multiplicaron (L. Flora Plummer, Early History o f
the Seventh-day Adventist Young People's Work [Historia de los
comienzos de la obra de los jóvenes adventistas]).

Desde el mismo principio, y en armonía con el objetivo definido de


la sociedad de ser una asociación para el estudio de la Biblia, los obreros
sintieron la necesidad de proporcionar el material necesario para llevar
a cabo estudios regulares. Evidentemente la escuela sabática vio esto
como una extensión de su tarea de proporcionara los jóvenes un plan de
educación permanente. El objeto de este estudio era que por medio de
la educación se lograra la salvación de los jóvenes y se les proporcionara
un estímulo para dedicarse al servicio y prepararse para él.
t'! €1 énfasis puesto en la educación y el estudio de la Biblia fueron
€IWfl»rfsticas descollantes de la obra organizada originalmente en favor

70
La Sociedad de Jóvenes de la Iglesia Adventista

de la juventud, y ciertamente de acuerdo con las ideas actuales tito


sería "pesado". Es evidente, sin embargo, que satisfizo una necesidad, y
ciertamente alcanzó los resultados deseados.

’ Desde los mismos comienzos de esta obra se manifestó


■ la necesidad de disponer de una serie regular de estudios.
Se deseaba que sirvieran para el estudio individual, y que
tam bién fueran de tal naturaleza que se pudieran adaptar
; para su presentación en los programas de las reuniones de
i, los jóvenes. De tanto en tanto se trazaron planes cuidadosos
j con el fin de satisfacer esta necesidad.
En relación con esto es interesante notar que The Youth's
i Instructor [El Instructor de la Juventud] del 27 de junio de
¡j' 1901 presentaba oficialmente la Obra del Departamento de
i Jóvenes. En ese número comenzó una serie de estudios que
¡ tenían como base El camino a Cristo, presentados de tal manera
que servían para las reuniones de los jóvenes. Este estudio
continuó por tres meses. Durante el invierno de 1901 a 1902
' se les aconsejó a las sociedades que usaran los estudios del
Círculo de Lectura que se publicaban entonces en beneficio
de toda la denominación. Se dedicaba una semana por mes
para estudiar temas relacionados con el campo misionero.
' Una serie de estudios bíblicos ocuparon el resto del tiempo
hasta fines de 1902. A comienzos de 1903 se publicó una serie
¡ de temas relativos a los puntos prominentes de nuestra fe,
con Primeros escritos, El conflicto de los siglos y Rise and Progress
; (Surgimiento y progreso) como libros auxiliares. En agosto de
’ 1903 las sociedades comenzaron a estudiar El conflicto de los
\ siglos capítulo por capítulo, lo que duró aproximadamente un
r año. Después vino un estudio detallado acerca de "La vida del
:• apóstol Pablo" basado en las Escrituras y en Sketches from the
Ufe o f Paul (Bocetos de la vida de Pablo). Este estudio continuó
:1 hasta noviembre de 1905. En enero de 1906 comenzó una serie
; de "Estudios acerca de las misiones". A partir de noviembre de
P' 1906 el estudio acerca de las misiones alternó con el estudio
L de El ministerio de curación (ibíd., págs. 14,15).

71
Salvación y Servid o

El progreso pudo ser lento, pero se estableció plenamente en la


iglesia el fundamento para la obra en favor de los jóvenes y el ministerio
en su beneficio, y no pasó mucho tiempo hasta que se empezaron a
sentir y a ver los efectos correspondientes. En 1902, después de asistir
a un congreso, uno de los principales obreros de la Asociación General
escribió lo siguiente:

El movimiento de los jóvenes es un factor que crece en


nuestra obra. Su influencia ya se hace sentir en el campo.
Este desarrollo no ha sido tanto consecuencia de la influencia
modeladora de algo externo, sino de algo que creció desde
el interior.
No nos estamos reuniendo en torno de un determinado
lugar, o ejerciendo presión sobre este movimiento porque
ahora está de moda tener sociedades de jóvenes. Implantada
en los corazones de los jóvenes de esta denominación se
encuentra la profunda convicción que los jóvenes tienen una
obra definida que hacer en el anuncio de la gloriosa venida de
nuestro Señor. El movimiento es de Dios en este momento, y
satisface la necesidad de la hora.

El Departamento de Escuela Sabática elevó un informe al congreso


de la Asociación General de 1903 acerca de la obra de los jóvenes. Este
informe destacaba el hecho de que se había logrado un progreso
sustancial. "Tenemos registradas actualmente 186 sociedades, con 3.478
miembros".
Antes que term inara el congreso se votaron las siguientes
recomendaciones relacionadas con los jóvenes:

1. Recomendamos que el departamento de Escuela Sabática de


la Asociación General trace planes que promuevan, mejoren y
edifiquen la obra en favor de los jóvenes.
2. Que se inste a los pastores y otros obreros en todo el campo
para que den a esta obra su cordial apoyo y su colaboración.

Dos años después, en el congreso de la Asociación General de 1905,


me daba cuenta de un crecimiento sostenido y constante.
La Soctedad de Jóvenes de la Iglesia A d vin tlltS

Desde el último congreso de la Asociación General la f


cantidad de sociedades virtualm ente se duplicó, y cientos
de jóvenes que viven muy lejos de una sociedad para poder
pertenecer a ella o reunirse con ella, están haciendo obra
i,. misionera en forma satisfactoria. En este momento tenemos
j más de 350 sociedades bien organizadas, con una feligresía
j que supera los cinco mil. Este es el comienzo del "ejército de
L obreros que pueden hacer mucho si se los dirige y se los anima
| apropiadamente" (Informe de Escuela Sabática y Jóvenes de
la Asociación General).

I La Asociación General misma dio evidencias del progreso y el nivel


de creciente concientización de esta importante nueva obra. Durante
■ el congreso, los que estaban especialmente interesados en la obra en
; favor de los jóvenes celebraron frecuentes reuniones para intercambiar
• ideas acerca de los problemas que debían enfrentar. Hubo algunos
i asistentes a estas reuniones especiales que creían que la obra en favor
j de los jóvenes debía hacerse desde un departamento separado, porque
el personal de escuela sabática estaba demasiado ocupado como para
prestar debida atención a esta rama de la obra. Pero no se hicieron
cambios en ese momento; en lugar de ello se elevaron excelentes
s recomendaciones. De nuevo se le pidió al Departamento de Escuela
Sabática de la Asociación General que prestara especial atención a esta
J obra. Las reuniones de los jóvenes y "otras reuniones generales" debían
¡ ser "de un carácter más prácticamente misionero; primero, mediante la
r presentación de estudios misioneros dinámicos; segundo, enrolando
: a los jóvenes para su participación en esfuerzos de evangelización
' en favor de ellos mismos y de otros". También se recomendó que "las
l sociedadesde jóvenes... se unan para apoyar a uno o más obreros en
los campos del extranjero".
Bajo la dirección de la Escuela Sabática continuó creciendo la obra
i de los jóvenes.
¡; La dirección de Dios resultó evidente puesto que más y más
;iociedades comenzaron a organizarse y florecen No había más impresos
luera de una tarjeta de inscripción. La instrucción a los dirigentes era
bnínima. A pesar de esas limitaciones, el Espíritu Santo les imprimió

73
Salvación y Servicio

unidad, propósito y organización. Y se organizaron no solo en los


Estados Unidos.

Cuando se celebró el congreso de la Asociación General de


1905, la obra en favor de los jóvenes había echado raíces en
otros países también. Por supuesto, no nos olvidamos que en
Australia la obra comenzó casi al mismo tiempo que en América
del Norte, y acusaba un crecimiento gradual. En Alemania
ya había una sociedad de jóvenes en 1903. Le siguió poco
después Inglaterra. En 1905 una sociedad de jóvenes celebraba
reuniones en Londres, y hacía bastante obra misionera. Las islas
Cook tenían una floreciente sociedad de jóvenes. Lo mismo
ocurría en Trinidad. En África y en el campo latino de Francia
había amanecido el día de la obra en favor de los jóvenes.
También Jamaica se unió a la fila que se estaba formando, y
tiene el horror de haber enviado el primer informe de jóvenes
que se recibió de los campos extranjeros (Matilda Erickson,
Missionary Volunteers and Their Work [Los Misioneros Voluntarios
y su obra], pág. 21).

Las sociedades de Canadá y Hawai se añadieron en 1906, y África y la


Guayana Británica enviaron su primer informe en 1907. La Unión Británica
y la Sudafricana también hicieron buenos comienzos. Durante los años
transcurridos entre 1901 y 1907 se progresó mucho en la obra en favor
de los jóvenes en la Iglesia Adventista. A partir de unos pocos intentos,
experimentos y organizaciones vastamente diseminados, aparentemente
inconexos, se desarrolló un sencillo y bien coordinado ministerio en favor
de los jóvenes. La cantidad de sociedades de jóvenes aumentó en mas
del 600 por ciento.
Se desarrolló la unidad de estructura, contenido y propósito. Se
comenzaron a elegir más directores de Jóvenes. Se habían tomado los
recaudos para disponer de un enfoque unificado con el fin de educar y
fortalecer a los jóvenes por medio de una serie sistemática de estudios,
y las sociedades ponían énfasis en la actividad misionera y animaban
» los jóvenes a participar en la verdadera misión de la iglesia. Además
la aceptación personal del evangelio se instaba a cada joven a
r también su responsabilidad individual de dedicarse al servicio

74
La Sociedad de Jóvenes de la Iglesia Adventista

con el fin de llevar a cabo la misión de la iglesia. Las sociedad#! ! •


convirtieron en la fuente de alimento espiritual y crecimiento entre los
jóvenes, al proporcionar la visión de una obra terminada y al insistir en
la urgencia de llevarla a cabo. El entrenamiento para el servicio y un
ambiente de dedicación indujo a muchos a comprometerse más aún en
la misión. Las sociedades eran también un vehículo para proporcionar
oportunidades de servicio. El motivo para la existencia de las sociedades
de jóvenes siguió siendo la salvación y el servicio. Ciertamente Dios
bendijo y dirigió a esta iglesia para que desarrollara en forma ordenada
y progresiva su obra en favor de los jóvenes.
UN DEPARTAMENTO SEPARADO

sta denominación tiene una deuda de gratitud con los fieles directores

E de Escuela Sabática que con cuidado y oración le pusieron sus


fundamentos al Ministerio Joven en la iglesia. Al seguir la dirección
divina lograron captar la visión de sus responsabilidades hacia ellos y
el tremendo potencial que encerraban los jóvenes consagrados para la
misión de la iglesia; y el Señor bendijo sus esfuerzos.
Sin embargo, pronto resultó evidente que las provisiones hechas por
la Asociación General eran inadecuadas, y que una obra con tan grande
potencial requería de dirigentes que le dedicaran todos sus pensamientos
y sus consagradas energías.
Algunos votos tomados en el Concilio de la Asociación General
celebrado en Gland, Suiza, constituyeron una piedra miliar en la historia
del ministerio en favor de los jóvenes. Mientras estudiaban con oración las
necesidades de los campos del país y del exterior, el corazón de nuestros
dirigentes se orientó de nuevo hacia los jóvenes, ya que esperaban
reclutar obreros entre ellos. Decidieron no solamente poner énfasis en
la importancia de una obra más definida en favor de ellos, sino crear un
departamento cuyos obreros dedicaran todo su tiempo a la gran tarea
de trabajar por la juventud.
No podemos dejar de reconocer el apoyo del presidente de la
Asociación General de aquel tiempo. Toda gran estructura es ante todo
el sueño de un arquitecto. A veces es difícil que los demás aprecien el
valor y las posibilidades prácticas del sueño del arquitecto. El concepto
y la puesta en práctica de una organización mundial dedicada a trabajar
por los jóvenes adventistas se debe atribuir a la visión y el liderazgo de A.
G. Daniels. Impresionado por la invitación del espíritu de profecía a que
se trazaran planes "bien organizados", vio las grandes posibilidades de
una estructura juvenil que abarcara toda la denominación. La decisión
de Gland -tomada el 15 de mayo de 1907-, de establecer un nuevo

76
Un departamento separado

departamento para desarrollar la obra en favor de los jóvenes se inspiró,


como lo dijo el Pr. W. A. Spicer, secretario de la Asociación General en ese
entonces, "en el llamado divino a dedicar al servicio todo recurso para la
terminación de la obra" (Review and Herald, 20 de junio de 1907).En esa
ocasión se votaron las siguientes recomendaciones:

Considerando, que hay en nuestras filas muchos miles de


jóvenes en favor de quienes se deberían hacer los esfuerzos
más fervientes y vigorosos para instruirlos cabalmente en el
evangelio de nuestro Señor, y conducirlos a fin de que se
dediquen a la obra del mensaje del tercer ángel; y
Considerando, que las bendiciones especiales de Dios se
han derramado sobre los esfuerzos hechos en favor de los
jóvenes bajo el cuidado protector del departamento de Escuela
Sabática, hasta que creció al punto que a este departamento
le ha resultado difícil darle a esas actividades la atención y la
ayuda necesarias; por lo tanto,
Se resuelve, que se cree un departamento especial con el
fin de que esta obra se desarrolle debidamente, y se forme un
ejército de obreros bien entrenados para el servido, que cuente
con los obreros necesarios para su atención y que se le dé el
nombre de Departamento de Jóvenes de la Asociación General.
Al discutir el asunto, los delegados presentes dieron
testimonio de que los jóvenes de la denominación en todo el
mundo se sentían impulsados por el deseo común de ofrecerse
para el servicio (Voto del Concilio de la Asociación General, del
15 de mayo de 1907, celebrado en Gland, Suiza).

Pero el Concilio hizo algo más que proponer una resolución. Tomó
los recaudos necesarios para que comenzara el nuevo departamento al
nombrar una comisión con M. E. Kern como presidente y Matilda Erickson
como secretaria.
Al darle una mirada retrospectiva al Concilio de Gland, el Pr. I. H.
Evans escribió lo siguiente en 1917:

El Concilio de Gland siempre se recordará como el iniciador


de la obra organizada en favor de los jóvenes. Lo sabio de este

77
Salvación y Servicio

plan ha trascendido el período de los cuestionamientos y las


dudas, y hemos entrado en una era de intensa actividad en la
obra organizada en favor de los jóvenes (The Youth's Instructor,
Número del Decenio, 1917).

Ya se había tomado la decisión de disponer de una organización


formal. Las razones que respaldaron ese acuerdo se pueden ver a
continuación. La iglesia:

1. Aceptó su responsabilidad bíblica hacia los jóvenes.


2. Consideró que la salvación de sus jóvenes, su crecimiento y su
protección eran sus responsabilidades fundamentales.
3. Reconoció el potencial de los jóvenes consagrados al servicio.
4. Comprendió que el evangelio exige de todos, incluso de los
jóvenes, que acepten la responsabilidad de participar en la
misión de la iglesia.
5. Se dio cuenta de que con el fin de entrenar a los jóvenes para
el servicio se debían trazar planes bien estructurados.
6. Reconoció la necesidad de la organización de contar con
dirigentes dedicados.

Un acuerdo anterior de la junta directiva de la Asociación General,


tomado el 8 de febrero de 1907, ya había decidido celebrar una
Convención Especial de Escuela Sabática y Jóvenes. Esta reunión cumbre
acerca de la obra en favor de los jóvenes fue en realidad la primera
convención de jóvenes celebrada por la iglesia en toda su historia. Se
invitó a ella no solo a directores de departamentos y obreros de la
denominación, sino también a jóvenes. Casi la mitad de los asistentes
eran laicos y jóvenes especialmente interesados en la obra en favor de la
juventud.
Un estudio de las actas de la Convención, los trabajos presentados y
los informes de los asistentes nos revelan los intentos serios y fervientes
que se hicieron para entender la voluntad de Dios con respecto a los
jóvenes, la profunda consagración de los asistentes y las constantes
reuniones de oración en demanda de gracia y del sentido de urgencia
para terminar la obra que predominaron en esa Convención. Los planes
y las recomendaciones resultantes pusieron en claro las funciones del

78
Un departamento separado

Ministerio Joven en la iglesia. Esto le permitió a los delegados concentrarse


en los principios bíblicos implícitos, examinar los detalles de los consejos
relativos,a la conducción divina bosquejados por el espíritu de profecía, y
captar una visión más abarcador de la amplitud y el desafío del Ministerio
Joven.

El programa de esta reunión celebrada en Mount Vernon,


Ohio, del 10 al 21 de julio de 1907, fue minuciosamente
planificada. Se dedicaron cinco días a la consideración de los
v asuntos más vitales: los principios subyacentes sobre los que
se funda esta obra, sus colosales necesidades, lo insuficiente
' de los logros anteriores y los remedios correspondientes. Si
consideramos sus propósitos, su carácter y lo abarcador de sus
resultados, esta Convención se encuentra entre las reuniones
\ más importantes de la historia de nuestra causa.
La asistencia fue excelente. Se reunieron más de doscientos
í obreros representativos. Se le dio el más cuidadoso estudio a
f cada aspecto de esta obra.
!■
' Las experiencias de los seis años anteriores posibilitaron un
)■
' estudio cuidadoso e inteligente de las distintas necesidades.
¡ El trabajo prelim inar se concluyó. Se había puesto el
fundamento. Los siguientes puntos eran el trazado de planes
; cuidadosamente madurados para completar la estructura.
Todos los corazones anhelaban una comprensión más clara
del propósito de Dios. Nuestro Padre celestial derramó sus
; bendiciones llenas de gracia. Surgió la luz. La obra avanzó
' paso a paso, se desarrollaron los planes y se los presentó en
| forma tan irresistible que generó la reacción positiva y cordial
i de todos los presentes. Se abrieron los ojos para apreciar
expectativas más am plias, intentos más vastos, mayores
resultados. Cuando logramos vislumbrar el creciente poder y
1 la capacidad de propagación de nuestro ejército de jóvenes
organizados y entrenados para el servicio, nos pareció que
; repentinamente habíamos llegado a tomar posesión de una
I gigantesca fuente de energía y poder espirituales, con la cual
í podríamos terminar la obra del Señor en esta generación
; (L. Flora Plummer, Early History o fth e Seventh-day Adventist
Salvación y Servid o

Young People's Work [Historia de los comienzos de la obra de


los jóvenes adventistas], pág. 3).

El informe oficial de esta importante reunión nos da la siguiente


información:

Se celebró en Mount Vernon, Ohio, del 10 al 20 de julio


de 1907 una Convención convocada para considerar asuntos
relacionados con la obra de la Escuela Sabática y los Jóvenes, en
la que se reunieron más de doscientos obreros representativos.
Los asistentes recordarán por mucho tiempo esta ocasión,
gracias a la manifestación del Espíritu de Dios al inducir a los
corazones a dedicarse plenamente a su servicio, y a consagrar
sus vidas a la obra que el Señor les encargue llevar a cabo en
cualquier parte de su gran viña.
Fue una verdadera inspiración para los que asistieron a
la reunión ver la decisión de tantos jóvenes fervorosos y
entusiastas de consagrar sus vidas al servicio de Dios, y de trazar
planes para la proclamación del mensaje del pronto regreso
del Salvador, y confiamos en que parte de esta inspiración
alcanzará a los que leen estas páginas.
El espíritu de la Convención se puede resumir en pocas
palabras:
Se necesita: Un espíritu de consagración total y perfecta.
Se necesita: Una inspiración del Cielo que nos capacite para
ver claramente la altura, la profundidad y la anchura de la obra
que se debe llevar a cabo.
Seguramente esta Convención le dará un nuevo ímpetu a
nuestro mensaje, para iniciar una nueva era en su promulgación
a todo el mundo. La nota que resonó durante todas las
reuniones, y que halló eco en todos los trabajos presentados
y en todos los discursos, fue la terminación de la obra en
esta generación, de modo que sea abreviada en justicia. La
consagración de un ejército tan grande de jóvenes al servicio
de la causa del Señor no es solo una inspiración sino un anticipo
de que progresará más rápidamente en el futuro.

80
Un departamento separado

Los planes que se han trazado serán los medios más


eficaces para enjaezar las energías de nuestros jóvenes en todas
partes, y reclutarlos para el servicio con el fin de proclamar al
mundo las benditas nuevas de que el glorioso día eterno está
por despuntar.
Se cree que como resultado de esta Convención se iniciará
una ola de fervor y entusiasmo que no concluirá hasta que se
establezca el reino eterno, se reúnan las gavillas de todas las
edades y de todas las tierras, y se le dé la bienvenida al pueblo
de Dios en su bendito hogar celestial, donde descansará bajo
el resplandor del rostro del Padre amante, y donde gozará de
la victoria sobre el pecado y el dolor, y de las realidades de la
eterna recompensa que aguarda a los fieles (Introducción
al Informe de la Convención de Escuela Sabática y Jóvenes
celebrada en Mount Vernon, Ohio, entre el 10 y el 20 de julio
de 1907).

En 1930, M. E. Kern, el primer director de Jóvenes de la Asociación


General, escribió estas palabras que hemos extraído de un discurso que
dio en esa oportunidad:

Abrir una nueva senda es tarea de pioneros. Poner los


fundamentos de una nueva institución no es tarea fácil. Los
principios y los planes que ahora se dan como algo conocido
y asentado, se encontraban más o menos en el ámbito de lo
incierto en los primeros días de nuestra obra organizada en
favor de los jóvenes...
Dos meses después del Concilio de Gland, se convocó una
Convención de Escuela Sabática y Jóvenes en Mount Vernon,
Ohio, y se organizó plenamente y se puso en marcha el nuevo
departamento. Allí se le dio su nombre, se trazaron sus objetivos
fundam entales, cuidadosam ente estudiados con oración,
y se trazaron planes definidos para alcanzar esos objetivos.
Creemos que los fundamentos del movimiento eran amplios
y profundos. Se trazaron planes para un entrenamiento triple:
devocional, educacional y de acción misionera organizada.
Nuestro gran objetivo consistía en enjaezar para el servicio de

81
Salvación y Servicio

la iglesia la inquieta energía de los jóvenes, que tantas veces


ha sido una fuente de peligro.
Ninguno de los planes trazados en Mount Vernon ha
fallado. Esta es una clara evidencia de que los pioneros del
movimiento disponían de la conducción divina...
Los que hicimos esta obra de avanzada en la organización de
nuestros jóvenes, tratamos de ponerle un fundamento sólido y
seguro. Temíamos las reacciones y los desastres producidos por
cualquier movimiento apresurado o imprudente, y al mismo
tiempo creíamos que era urgente la creación de un ejército bien
entrenado de jóvenes adventistas, para ayudarnos a llevar el
mensaje del advenimiento a todo el mundo en esta generación.
Como fruto del arduo trabajo, la oración ferviente y el cuidadoso
consejo de la comisión directiva de nuestro departamento y los
dirigentes nombrados en el campo, se concibieron conceptos
y se formularon métodos fundamentales de trabajo que han
demostrado se pueden adaptar a la obra en favor de nuestros
jóvenes en todas las naciones (Extractos de un discurso titulado
"Los comienzos de la obra en favor de los jóvenes". Archivos
de la Asociación General).
LAS FUNCIONES
DEL MINISTERIO JOVEN Y
EL PROPÓSITO
DE LA SOCIEDAD DE JÓVENES

unca deberíamos desestimar la perdurable Influencia de la Convención

N de Escuela Sabática y Jóvenes celebrada en Mount Vernon, en 1907,


convocada para estudiar el ministerio en favor de los jóvenes en la
Iglesia.
Los dirigentes reconocieron en esa ocasión que el Ministerio Joven
se encontraba en una encrucijada que demandaba planes, dirección y
conducción. Se llegó a las recomendaciones que se formularon después
de mucho estudio, oración e intercambio de ideas. Se buscaron con fervor
en la Biblia los principios relativos al Ministerio Joven. Se reunieron todas las
declaraciones disponibles de los Testimonios relativas al Ministerio Joven, y
se las estudió para verificar qué consejo contenían. Los principios bíblicos
y la dirección divina se tradujeron en métodos de acción.
En su informe al congreso de la Asociación General de 1909, M. E.
Kern, el primer director de Jóvenes del nuevo departamento, repasó la
historia del desarrollo del Ministerio Joven en la iglesia, y destacó el hecho
de que esta había reconocido cinco principios o pautas para el Ministerio
Joven. Habían sido determinados gracias al estudio de la Biblia y el espíritu
de profecía, y a los cambios de ideas que hubo en la Convención celebrada
dos años antes. Se los estableció entonces como las funciones básicas del
Ministerio Joven, y se las definió de la siguiente manera:

1. Elevar el nivel de la vida devocional de cada joven.


2. Levantar la norma de los logros de los jóvenes.

83
Salvación y Servicio

3. Educar y entrenar para el servicio.


4. Proporcionar oportunidades de actividad misionera y servicio.
5. Enseñar los principios de la mayordomía.

Estas pautas se convirtieron en las funciones básicas del nuevo


departamento, y le dieron a este enfoque y dirección. La salvación y el
servicio seguían siendo los objetivos fundamentales y la motivación para
el ministerio, pero estas cinco funciones eran los principios guiadores por
medio de los cuales se llevaría a cabo este ministerio.
Los programas, las actividades, los recursos y las publicaciones para los
jóvenes se sucedieron rápidamente como una proyección de estas funciones,
y estaban adaptados a las necesidades de los jóvenes de ese tiempo.
Cada una de estas funciones se convirtió con el tiempo en un
programa, o le sirvió de fundamento. Examinémoslas separadamente:

1. Para elevar el nivel de la vida devocional de cada joven se introdujo


el plan de la Devoción Matutina, más el Año Bíblico, los Clásicos
del Carácter y los Programas de Encuentro que le siguieron.
2. Levantar la norma de los logros juveniles se convirtió en un
programa. Al dar más explicaciones al respecto, M. E. Kern dijo
que el departamento se daba cuenta de que cuando un joven
se preparaba para el bautismo se le daba instrucción y estudios
bíblicos, pero que esto no bastaba. Cada individuo debía alcanzar
cierta norma o nivel en su conocimiento de la iglesia, su historia, su
organización, su misión y sus normas. Al reconocer esta necesidad,
esta función se cumplió mediante la introducción de programas
y clases como Historia Denominacional, Herencia y Verdad, y
estudios que se referían a la misión y la organización de la iglesia.
3. La función de educar y entrenar a los jóvenes para el servicio se
manifestó en los cursos de liderazgo que ofreció sucesivamente la
iglesia a lo largo de los años. Las clases de Menores y Jóvenes, las
de Conquistadores y Aventureros, las de Guías Mayores y los cursos
de liderazgo cristiano son proyecciones directas de esta función.
4. Proporcionar oportunidades para el servicio y la actividad
misionera era algo natural. La preparación y el entrenamiento
solo eran posibles como consecuencia de la acción. Si el servicio
era el fundam ento del ministerio en favor de los jóvenes,

84
La s funciones del Ministerio Joven y el propósito de...

entonces los dirigentes tenían que proporcionar.oportunidades


para que ellos participaran en la misión de la iglesia. A lo largo
de los años fueron apareciendo diversos programas para
cumplir esta función. Comparte tu Fe, Obra Misionera MV, La
Voz de la Juventud, los congresos de jóvenes, estudios bíblicos
especiales, proyectos de servicio a la comunidad, programas de
entrenamiento y otros proyectos de actividad misionera.
5. La quinta función consistía en enseñara los jóvenes los principios
de la mayordomía cristiana. Lo era en su definición más amplia.
Su propósito consistía en lograr la total consagración del joven a
Dios y su servicio, educándolo para que aceptara que el tiempo,
los talentos, la influencia, la energía y los recursos financieros le
pertenecen a Dios y deben ser dedicados a su servicio. Por eso
se desarrollaron programas que requerían dedicación en cada
uno de esos aspectos. Proyectos de servicio como Equipos de
Tareas, Servicio Juvenil Adventista (SJA), Estudiantes Misioneros
y programas de voluntariado juvenil fueron algunos de los
resultados.

Desde entonces, consciente o inconscientemente, estas funciones


han caracterizado el Ministerio Joven.
La dificultad ha sido que sin entrenamiento constante, los directores
de Jóvenes y los administradores de la iglesia se concentraron en los
programas y las actividades para los jóvenes, y muchas veces olvidaron
las funciones principales, o nunca se enteraron de ellas. Al desconocer los
verdaderos objetivos del Ministerio Joven o sus funciones, los programas
y las actividades llegaron a ser sinónimos del ministerio. Siendo que los
programas y las actividades ya no satisfacían las necesidades cambiantes
de los jóvenes, se los modificaban o se los descartaba del todo, o se
los reemplazaba por otras actividades que poco tenían que ver con los
objetivos y las funciones, y que revelaban también que se los desconocía.
De esta manera sufrió el Ministerio Joven, y se deterioró la calidad del
ministerio ofrecido por la iglesia, o no satisfizo las necesidades de los
jóvenes o las expectativas de la iglesia.
El hecho de que las actividades y los programas debían estar
subordinados a las funciones resulta evidente del informe que presentó
M. E. Kern al congreso de la Asociación General de 1911:

85
Salvación y Servicio

"La reunión semanal de la sociedad (de los MV) no debería


constituir la totalidad de la obra de los jóvenes, sino apenas una
parte del ministerio en favor de ellos".

Se consideraba que el ministerio en favor de los jóvenes era la reacción


de la iglesia ante su responsabilidad frente a ellos. Su propósito consistía
en lograr que los jóvenes se desarrollaran, crecieran, se alimentaran
espiritualmente en forma equilibrada y se dedicaran al Señor. No se
trababa solamente de hacer provisión para la celebración permanente de
una reunión semanal. Sin embargo, esta reunión semanal era sumamente
importante para alcanzar las metas del Ministerio Joven.
Mientras estas cinco funciones le daban enfoque y dirección al
Ministerio Joven, los dirigentes de esta obra nunca olvidaron que eran
solo una proyección de los objetivos fundamentales de este ministerio. La
salvación y el servicio seguían siendo su motivación y su principal enfoque.
M. E. Kern puso énfasis sobre este punto en una declaración escrita
dirigida al Concillo de la Asociación General de 1915:

En el congreso de la Asociación General que siguió a la


Convención de Mount Vernon de 1909, se votó con entusiasmo
una recomendación que aprobaba los pasos que había dado la
comisión para organizar el departamento. Entre las resoluciones
votadas por esta Asociación con respecto a la obra de los
Misioneros Voluntarios, lo que sigue pone énfasis en lo que
se consideraba y se sigue considerando lo más fundamental:

Se resuelve, (a) que pongamos énfasis en un cambio del corazón


y en la recepción del Espíritu Santo como lo fundamental
en toda nuestra obra en favor de los jóvenes; y
(b) que para lograr este fin se lleven a cabo más fervientes
esfuerzos evangélicos en su favor.
Se resuelve, que al trazar planes en favor de nuestros jóvenes
pongam os énfasis en que la obra personal es lo
fundamental, y constituye la base de todas las diferentes
h- . tareas cristianas; y que para lograr este fin fomentemos la
ótn-. formación de pequeños grupos de oración y esfuerzos
definidos.

86
La s funciones del Ministerio Joven y el propósito de...

De este modo, desde el mismo principio se destacó la


importancia suprema de la evangelización en beneficio de los
jóyenes, y llevada a cabo por ellos. Hemos tratado de seguir esta
pauta, y esperamos que como resultado del amante cuidado
que ustedes como dirigentes siempre le deben dispensar a esta
obra, nunca nos apartemos de este ideal. Para poner en práctica
este plan, nuestros directores de los Misioneros Voluntarios
deben ser evangelistas además de educadores y organizadores
(Informe Bienal del Departamento de Misioneros Voluntarios
de la Asociación General, elevado al Concilio de la Asociación
General celebrado en Loma Linda, California, entre el 5 y el 27 de
noviembre de 1915, por M. E. Kern, director del departamento).

El pastor Kern procedió entonces a explicar que estas pautas


establecidas previamente debían alcanzar sus objetivos por medio de
un triple enfoque relativo al Ministerio Joven:

Nuestros esfuerzos en favor de los Misioneros Voluntarios se


pueden clasificar de acuerdo con estos tres títulos: (1) Devocional,
(2) Educativo, y (3) Actividades misioneras organizadas.
El aspecto devocional
La Devoción Matutina se destaca entre los aspectos
devodonales. Creemos que la fiel observancia de la Devoción
Matutina hará más que cualquier otra cosa para establecer una
comunión ininterrumpida con el cielo, que es el secreto de la
vida recta y del éxito en la ganancia de almas.
El aspecto educacional
Se destaca entre lo educacional la Norma de Eficiencia.
Propusimos tantos planes en MountVernonque al principio
nos parecía que no podríamos hacer mucho con la Norma de
Eficiencia, pero se pudo probar la sabiduría de este plan gracias
al crecimiento gradual y sostenido y a los resultados que se
obtuvieron. Qué puede ser más importante para este ministerio
que los jóvenes de nuestras iglesias se sientan estimulados a
estudiar los puntos fundamentales de nuestra fe y la historia
del movimiento adventista. Qué victoria hemos logrado al
conseguir que cientos de nuestros jóvenes se hayan reunido

87
Salvación y Servicio

en grupos para alcanzar la Norma de Eficiencia con el fin de


estudiar con fervor estos puntos fundamentales en lugar de
dedicar su tiempo a placeres infructuosos e incluso dañinos. Este
plan ha preparado a muchos para esfuerzos misioneros activos,
como resultado de los cuales se han sentido estimulados a ir al
colegio con el fin de prepararse mejor para la obra.
Actividades misioneras organizadas
La tercera actividad de nuestro departamento es la obra
misionera organizada. Mientras nosotros, por supuesto, le
presentamos esto a nuestros jóvenes como el gran objetivo de
la obra de su sociedad, realmente es también el medio de lograr
el objetivo del departamento: la salvación y el entrenamiento
de los jóvenes para el servicio (ibíd., págs. 3- 5).

Este triple enfoque para ganar a la juventud por medio de las


sociedades de jóvenes se desarrolló hasta convertirse en un poderoso
ministerio en favor de la juventud. Sus objetivos eran sencillos y sus
funciones se enunciaron con claridad, y la hermandad las entendió bien.
Un jueves de mañana, 18 de abril de 1912, el Pr. A. G. Daniels dio un
discurso en la Unión de Columbia en una reunión celebrada en el auditorio
de la Biblioteca Carnegie, en Pittsburgh, Pensilvania. Habló acerca de las
necesidades de los jóvenes de la iglesia, e hizo una lista de los propósitos
de nuestro ministerio en favor de ellos tal como él los entendía.

Se me ha pedido que defina las maneras por medio de las


cuales todos los factores de influencia en nuestra causa pueden
colaborar en un ferviente esfuerzo tendiente a ganar a nuestros
jóvenes para Cristo, unirlos a este movimiento, y educarlos y
entrenarlos para que presten un servicio eficiente.
Este asunto es de suma importancia, porque implica el
bienestar de nuestros jóvenes, la alegría y el ánimo de sus padres
y el progreso de la causa.
Quisiera destacar brevemente aquí algunas de las cosas que
me parece necesitan nuestros jóvenes... y siento la impresión
de que es nuestro deber estudiar cómo podríamos unirnos
para alcanzar esos fines. Consideremos estas sugerencias una
por una:
La s funciones del M inisterio Joven y el propósito de...

1. Un estudio de las necesidades y los intereses de los que son más


maduros y tienen más experiencia. Esta consideración indujo
a ta Asociación General a crear el Departamento de Jóvenes.
Uno de los grandes objetivos de este departam ento
consiste en estudiar cuidadosamente los intereses y las
necesidades de nuestros jóvenes, desde que empiezan a
tener uso de razón hasta que por fin se encuentran ubicados
permanentemente en el servicio.
2. Trazar planes sabios e iniciar actividades prácticas con el fin
de satisfacer sus necesidades. No solo debemos tener una
comprensión exacta de las necesidades de los jóvenes,
sino que debemos hacer algo de carácter práctico para
satisfacerlas. La Asociación General ha tratado de iniciar
algunas empresas que le han parecido necesarias para salvar
a los jóvenes y mantenerlos unidos a la causa. Necesitamos
la colaboración de los pastores de esta denominación a
fin de que estos planes sean efectivos; necesitam os
la colaboración de todas nuestras o rganizaciones;
necesitamos la colaboración de nuestras instituciones:
escuelas, sanatorios y casas editoras; y necesitamos la
colaboración de los padres.
3. Dar instrucción práctica acerca de cóm o trabajar en favor
de los jóvenes. A muchos se les debe enseñar a trabajar;
no podrán hacer mucho sin instrucción ni entrenamiento.
Estamos tratando de prestar esta ayuda por medio del
Departamento de Jóvenes.
4. Ejercer una fuerte influencia para que se hagan esfuerzos
incesantes en favor de los jóvenes.
5. Proponerles ideales verdaderos de vida y servicio. Nuestro
Departamento de Jóvenes se organizó para poner, ante
los jóvenes de esta denominación, ideales, incentivos y
propósitos correctos; y para lograrlo necesita muchísimo
de la colaboración de pastores y padres.
6. Darles a sus energías una dirección sabia y firme. Los jóvenes
no necesitan que se repriman sus actividades, sino que
se les dé orientación. El Departamento de Jóvenes está
haciendo todo lo posible tanto para estim ular como

89
Salvación y Servicio

para dirigir las energías de nuestros jóvenes y señoritas,


y deseamos ardientemente la colaboración de todos los
obreros en este sentido.
7. Entrenarlos, mientras todavía son jóvenes, para que sirvan al
Maestro. Si queremos que nuestros jóvenes deseen trabajar
para Cristo, debemos enseñarles a hacerlo mientras son
jóvenes. No hay mejor manera de unir a nuestros jóvenes
con la causa de Dios que lograr que trabajen en favor de
los demás.
8. Convencerlos de que vayan al colegio, a fin de poner, de este
modo, un sólido fundamento para la obra de su vida. U no de
los grandes objetivos de nuestro Departamento de Jóvenes
consiste en despertar en ellos el deseo de conseguir
educación para trabajar con éxito en la causa de Dios.
9. Finalmente, ubicarlos en forma permanente en el servido a
Dios y sus semejantes. No debemos detenernos cuando
logramos que nuestros jóvenes se inscriban en nuestros
colegios. Tampoco debemos cesar en nuestros esfuerzos
cuando se gradúan. Entonces deben decidir qué harán
en el futuro, y debemos ayudarlos a tomar las decisiones
correctas (Extractos del discurso de A. G. Daniels, dado en
1912, acerca de "La cooperación que solicitamos para la
obra en favor de los jóvenes". Archivos de la Asociación
General).

El ministerio que comenzó esta iglesia en favor de sus jóvenes debía


ser una obra completa, con la mira de fortalecerlos, edificarlos, animarlos
y entrenarlos para el servicio del Maestro. Era amplio en su visión, con
firmes fundamentos bíblicos, pero organizado sencilla y eficientemente,
de acuerdo con los consejos de la conducción divina.

\y,p>
i ■ O»
EL MINISTERIO JOVEN
Las expectativas de los dirigentes
de la iglesia y la percepción de los otros
departamentos

os jóvenes y sus dirigentes no estaban solos en su convicción acerca de

L los verdaderos objetivos del Ministerio Joven. Los dirigentes de nuestra


iglesia también creían en esos mismos objetivos y fueron los arquitectos
y promotores de este nuevo ministerio juvenil. Se destaca entre ellos el
mismo presidente de la Asociación General de ese tiempo, el Pr. A. G.
Daniels. En la reunión inaugural de la Convención de Escuela Sabática del
10 de julio de 1907, formuló la siguiente declaración que ayudó muchísimo
a darle dirección y propósito al naciente departamento:

Ante todo debemos recibir de nuestro Señor conceptos


claros y bien definidos acerca de los numerosos problemas
relacionados con el bienestar de los jóvenes de nuestra
denom inación. Debem os llegar a com prender su gran
necesidad de un cambio total del corazón, y acerca de cómo
podemos trabajar más eficazmente para ayudarles a obtener
ese cambio. Debemos tener una clara comprensión del servicio
que nuestros jóvenes pueden prestarle a esta causa, y nosotros
mismos debemos ser inducidos a trazar planes sencillos y
eficaces para llevar adelante esta obra...
El beneficio que esta Convención le puede rendirá nuestra
causa dependerá también de la nueva resolución que podamos
tomar con respecto al servicio que de aquí en adelante le
podamos prestar. Es posible que podamos hacer mucho más

91
Salvación y Servicio

para Dios de lo que estamos haciendo. Podemos dedicar


nuestras energías a esta tarea y poner en ella una devoción
que nunca hemos puesto antes. Deseamos que esta reunión
nos proporcione nueva vida y nuevo poder, de manera que
veamos que esta sabiduría, esta inspiración y esta resolución
pongan en pie un movimiento que reciba tal bendición
de Dios, que se extienda a lo largo y a lo ancho de nuestra
denominación, y que invite al servicio al conjunto de nuestros
jóvenes. Todos podemos ver que nuestros jóvenes y señoritas
pueden hacer más para servir a Dios de lo que están haciendo
ahora; disponen de mucha energía que pueden aplicar para
el bien; debería haber un deseo mayor de parte de ellos de
llegar a ser maestros, doctores, enfermeros,.predicadores e
instructores bíblicos. ¿No es posible, acaso, que pongamos
en marcha un nuevo movimiento que nos brinde todo esto?
Yo creo que sí (A. G. Daniels, informe ante la Convención de
Jóvenes, págs. 15 y 16.10 de julio de 1907).

Más tarde, ese mismo, día el Pr. Daniels pronunció un señero discurso
titulado: "Nuestra misión para el mundo". Entró en más detalles acerca
de los puntos que había presentado antes.

Nuestra misión para el mundo se puede resumir como


sigue: Proclamar el mensaje del tercer ángel a toda nación, tribu,
lengua y pueblo. Ocupamos un territorio que nos pertenece
totalmente. No creo que haya otro pueblo en el mundo que
reclame esta misión. Nunca en la historia de la iglesia se ha
iniciado y se ha llevado adelante un movimiento como este.
¿Qué es el mensaje del tercer ángel? ¿Ha llegado el tiempo
para que ese mensaje se dé al mundo? ¿Estamos haciendo
lo correcto cuando abandonamos todo en este mundo para
concentrar nuestra atención, nuestra vida entera y todas nuestras
perspectivas mundanales en esta empresa? Hasta que cada cual
no conteste estas preguntas clara y satisfactoriamente, yo no veo
Cómo podría un joven dedicar su vida a esta causa en la forma
* m o debería hacerlo. La única fuente de información relativa
MNtMtpreguntas es la Palabra de Dios. Lo que llamamos el

92
€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigentes...

mensaje del tercer ángel aparece registrado en el capítulo 14 del


Apocalipsis, versículos seis al doce. Es un triple mensaje, un gran
mensaje dividido en tres partes, que se le debe dar al mundo.
Cada parte debe recibir su énfasis en su debido momento, y
al final todas las partes deben combinarse en un solo y gran
mensaje de advertencia al mundo de parte de Dios.
Nuestra misión para el mundo es dar este mensaje. Este
hecho se debe imprimir en la mente de nuestros niños y
jóvenes. Se debe entretejer con cada fibra de su ser. Las
enseñanzas de nuestras escuelas, los cultos de nuestras iglesias,
los ideales que se presenten y los conceptos que se den, deben
tener como fin impresionar las mentes de nuestros niños y
jóvenes que su misión como individuos debe ser la misma de
toda la iglesia, a saber, dar el mensaje del tercer ángel a todo
el mundo. Si esto se hace mientras son jóvenes, esa impresión
será permanente. Cuando lleguen a los años en que tengan
que asumir responsabilidades, y tengan que decidir a qué
dedicarán la vida, seguramente sentirán la influencia de este
gran hecho.
¿Qué podemos decir cuando nos sentimos tentados a
dudar si este gran movimiento es todo lo que pretende ser?
Lo único que podemos decir es que se funda en la Palabra de
Dios que dura para siempre. Este mensaje y este movimiento
están tan profundamente arraigados en la Palabra, que la única
manera de desprenderse de ellos es si se la rechaza. Debemos
ser adventistas mientras creamos en las Escrituras. No hay otra
manera, y no queremos otra, porque este es el mensaje y el
movimiento más gloriosos del mundo entero.
Los jóvenes adventistas son los más afortunados y los
más maravillosamente bendecidos desde un punto de vista
religioso de todos los jóvenes del mundo. Son los que tienen
la misión más definida entre todos los jóvenes que viven en
la actualidad. Disponen de algo sólido y sustancial, y para su
cumplimiento pueden orientar sus energías mientras vivan. Es
verdad que muchos otros jóvenes del mundo están trabajando
para conducir gente a Cristo, pero carecen de la maravillosa e
inspiradora definición de propósito que nosotros tenemos.

93
Salvación y Servicio

Y ahora, debemos inspirar a nuestros jóvenes a fin de que


consagren sus energías y sus vidas para la terminación de
esta obra. Nuestros ancianos no pueden ir a tierras lejanas,
aprender nuevos idiomas y soportar las privaciones propias
de esos campos. Esa obra debe ser hecha por gente más
joven, y es difícil que sean demasiado jóvenes para empezar.
Algunos de los misioneros más fuertes y más grandes del siglo
pasado eran hombres que fueron al campo misionero cuando
todavía no habían cumplido treinta años. Tenemos un mensaje
preciso y bien definido, y ¿por qué no podrían salir nuestros
jóvenes, firmes en Dios, fortalecidos por su Palabra, con plena
comprensión de la misión que se les ha encomendado? ¿Por
qué no podrían ser gigantes en fortaleza entre el pueblo?
Al considerar la gran tarea que tenemos por delante hoy,
tenem os que animarnos mucho mientras avanzamos en
nuestra obra; tenemos que dedicarnos mucho más, tenemos
que avanzar mucho más; tenemos que hacer muchos fervientes
esfuerzos más para hacer esta obra y cumplir esta misión (Ibfd.,
págs. 19-22).

Aquí podemos percibir una vez más los dos grandes temas de la
salvación y el servicio. Por salvación se entendía la conversión personal,
el "cambio de corazón" experimentado por cada joven al ser inducido a
tener una relación más profunda con Cristo. El servicio se definía como
la responsabilidad bíblica asignada por Dios a cada individuo que invoca
su nombre de dar el mensaje del tercer ángel. ¿Es maravilla, acaso, que
las incipientes sociedades de jóvenes reflejaran estos temas en sus lemas
y sus blancos?
"El amor de Cristo nos constriñe" y "El mensaje adventista a todo el
mundo en esta generación".
Otros dirigentes se hicieron eco tam bién de estos mismos
sentim ientos. El Prof. Frederick Griggs, que se destacó en la obra
educacional en ese tiem po, estuvo presente en esa Convención y
reaccionó de esta manera:*

* i.Oe esta reunión debe llegar a todos los jóvenes de todo


'ttflMftyfcMjna nueva inspiración. La inspiración es más de lo

94
€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigente!...

que a menudo pensamos. No es solo un entusiasmo pasajero.


Es el acto de aspirar, de respirar -de ser atraídos por- lo que da
vidaty vitalidad a todo el ser. Deseamos fervientemente que
nuestros jóvenes de toda la tierra aspiren el Santo Espíritu
|- dador de vida...
Esta obra será term inada por jó venes y señoritas
consagrados. La palabra consagrarse significa apartarse.
Estamos aquí para inaugurar un movimiento que dedicará
a nuestros jóvenes y señoritas para la terminación de la obra
| (Ibíd., págs. 12,13).

S: Poco después el Prof. B. G. Wilkinson presentó un trabajo titulado "La


Biblia y la juventud" para referirse al mismo tema. Recalcó el hecho de
' que este ministerio en favor de los jóvenes existe no como consecuencia
del voto de una comisión, sino que es el fruto de una decisión que se
í basa en principios revelados de la Palabra de Dios.

La mejor organización juvenil que se pueda poner en


marcha será débil y se reducirá a la nada si no se basa en
i la Biblia. Sí, una organización como esa se puede fundar
inclusive sobre los principios de la Palabra de Dios, pero si
no se trazan planes para que haya un estudio sistemático y
permanente de las Escrituras, la organización perderá con el
i tiempo su fortaleza y no cumplirá los propósitos establecidos
( originalmente.
Estamos aquí hoy para fundar un organismo en beneficio
' de nuestros jóvenes. No lo podemos crear. Las grandes
I verdades para nuestro tiempo ya lo han hecho. Estamos aquí
sim plemente para reconocer el producto y para entrar en
í posesión de este precioso don. Pero fallaremos muchísimo
í en nuestro afán por vincular los eslabones que el Cielo nos
I ha dado si no le asignamos a la Palabra de Dios el lugar
I descollante que merece en este ejército. El poder que le ha
í dado origen a este espléndido conjunto de guerreros es el
| único poder capaz de asignarle su tarea a cada individuo, a
I cada fila, a cada cohorte, y de conducir al conjunto hacia la
! victoria.

95
Salvación y Servid o

Este ejército de jóvenes no es toda la iglesia, ni debe


desplazarla. Pero unido a ella por el indisoluble vínculo de un
propósito común, puede y debe ser la fuerza de avanzada,
mientras el resto de la iglesia continúa activo en la producción
y el envío al frente de los materiales necesarios... Debemos
hacer provisión para el entrenamiento de guerreros cristianos.
Debemos tener soldados jóvenes que no tengan otro trabajo
en el mundo sino la obra del Maestro. Debemos conducir
esos corazones juveniles y llenos de fe para que se enamoren
plenamente de su divino Señor. ¿Cómo lo haremos? Démosle
su Palabra. Comencemos con la escuela sabática; continuemos
con las sociedades de jóvenes. Conduzcámoslos a sus sagradas
páginas, y su santa influencia los unirá a Dios. Pensarán con
fe, hablarán con honestidad y servirán con amor. El poder del
mensaje se hará sentir rápidamente en todas las tierras y en
todos los países y pronto estaremos en casa.
Hay una inspiración que la Biblia nunca deja de impartir; el
anhelo de ser más útiles. Nunca reduce el deseo de saber más
y de servir mejor {'The Bible and Our Youth" [La Biblia y nuestra
juventud], Prof. B. G. Wilkinson. Archivos de la Asociación
General).

., ■ ■Naturalmente, al formarse un nuevo departamento en la iglesia,


sufrieron preguntas. ¿No habrá duplicación? ¿Será necesario? Y, ¿qué
relación tendrá este nuevo departamento con los demás?
, , , El Pr. G. B. Thompson, director de Escuela Sabática de la Asociación
en ese tiempo, respondió esas preguntas:

Los departam entos de Escuela Sabática, Jóvenes y


U'HifdMcación tienen un solo propósito. Consiste en conseguir
¿tyie las energías de nuestros jóvenes se dediquen a la obra
^ m e n s a j e del tercer ángel.
Prom over una disposición a la actividad misionera es la
r t t iM P 'd e i Departamento de Jóvenes. Debemos impresionar
- de nuestros jóvenes con la idea de que la única
r ía cual vale la pena vivir en este mundo, lo único
^ M u r a r á , es la obra del mensaje del tercer ángel. Todo

96
... vi,. u„¡ i
El Ministerio Joven - La s expectativas ds los dlrlgintSAm

lo demás avanza hacia la destrucción y el caos eterno (G, B,


Thompson, citado en "Reporton theSabbath Schooland Youth
Cooyention" [Informe acerca de la Convención de Escuela
Sabática y Jóvenes], 1907).

El Departam ento de Escuela Sabática es uno de los


elementos descollantes de la obra en favor de los jóvenes. Como
todos ustedes lo saben, este departamento ha promovido la
obra en favor de los jóvenes hasta ahora, cuando se ha visto
la necesidad de organizar un departamento separado. Pero
el hecho de que se haya organizado otro departamento no
significa que haya variado en algo la relación de la Escuela
Sabática con la obra en favor de nuestros jóvenes. Su énfasis
es algo diferente al del Departamento de Jóvenes. La Escuela
Sabática abarca el estudio de la lección, mientras que el
Departamento de Jóvenes tiene que ver mayormente con la
obra, aunque no exclusivamente; su tarea especial es entrenar
a los jóvenes para la actividad misionera. La Escuela Sabática
se interesa en los jóvenes, y seguirá interesada en ellos hasta
que se termine la obra en el mundo...
El propósito del Departamento de Escuela Sabática es el
del mensaje del tercer ángel, del cual forma parte. En general
consiste en llevar al mundo el mensaje del tercer ángel.
Definidamente su plan consiste en ganar almas... La enseñanza
del mensaje debe empezar en la escuela sabática. Si los padres
y los maestros cooperan, pondrán el amora este mensaje en los
corazones de los niños, lo que le dará eficacia y será de ayuda
en la obra que el Departamento de Jóvenes debe hacer; de
modo que estos dos departamentos siempre deben trabajar
juntos como si fueran hermanos gemelos en esta gran obra
en favor de nuestros jóvenes (Trabajo de G. B. Thompson,
“The Purpose ofthe Sabbath School" [El propósito de la Escuela
Sabática], Archivos de la Asociación General).

Otras objeciones que surgieron fueron si había necesidad de otra


organización para hacer obra misionera. ¿No sería esto una duplicación de
las tareas del Departamento de Acción Misionera? Si era necesario crear

97
Salvación y Servid o

otro departamento, ¿de qué manera se esperaba que se relacionaran


los dos entre sí? Una vez más los dirigentes dieron las respuestas
correspondientes.

Algunos han argumentado que es ¡lógico organizar a los


jóvenes en una sociedad misionera cuando la iglesia ya la
tiene. ¿Por qué -se preguntan-, se necesitan dos sociedades
en la misma iglesia para llevar a cabo la misma tarea? Se alega,
además, que los jóvenes son la vida de la actividad misionera de
la iglesia, y si los llevamos a otra sociedad, le darán sus mejores
esfuerzos a ella y la actividad misionera morirá. ¿No es mejor
-dicen- fortalecer una sola organización y llevarla al éxito, que
dividir nuestras energías en dos organizaciones que tendrán
que luchar para sobrevivir? ¿Por qué dedicar tanta energía
a la organización de la actividad misionera de los jóvenes y
descuidar la de los adultos?
Llegam os hasta aquí con las objeciones de los que
ven en la futura obra de los jóvenes la ruina de la antigua
sociedad misionera. Pero muchos no se detienen aquí. Atacan
la organización misma, porque consideran que se la está
fundando sobre principios equivocados. Insisten en que se
convertirá en una iglesia dentro de la iglesia, que separará a
los jóvenes de los adultos. Dicen también que los jóvenes se
volverán autosuficientes e independientes, y que la relación
de los jóvenes solamente con otros jóvenes en sus sociedades
producirá malos resultados.
Surge naturalmente la pregunta: ¿Se fundan esas objeciones
en hechos o en temores?
Con muy pocas excepciones todos se unieron en afirmar
que la obra en favor de los jóvenes los atrae a la iglesia, que
BOntrlbuye a que sean más activos en la obra misionera,
q i t r h i logrado que toda la iglesia crezca en celo misionero
y que ha conseguido que los jóvenes y los adultos se unan

el principal objetivo que se tuvo en vista al crear


ÍIVQf de los jóvenes? ¿Fue acaso para que ocupara
in tig u a sociedad misionera y de publicaciones?

98
€1 Ministerio Joven - La s expectativas de ios dirigentes...

¿Es el propósito de la obra de los jóvenes ocupar el lugar que


antiguamente ocupaba en la iglesia la sociedad misionera,
o majitendremos ambas como organizaciones separadas o,
como algunos lo han sugerido, sumergiremos la obra de los
jóvenes en el actual Departamento de Acción Misionera, y
así nos economizaremos los directores de Jóvenes y toda la
organización del Departamento de Jóvenes?
Si el Departamento de Jóvenes llega a ser un miembro
útil de la iglesia, tenemos que proporcionarle un esqueleto
lo suficientemente completo como para que se mantenga en
pie, y suficiente organización como para que pueda hacer algo
bueno... Las ventajas de un departamento bien establecido son
muchas. Las sociedades de jóvenes tienen una obra especial
que hacer, y necesitan una organización especial para llevarla
a cabo.
Es verdad que la sociedad misionera y las sociedades de
jóvenes tienen mucho en común. El propósito final de ambas
es dar el mensaje adventista al mundo en esta generación;
pero mientras la principal tarea de las sociedades misioneras
ha consistido en darle la verdad a los que no son de nuestra
fe, el objetivo fundamental e inmediato de las sociedades de
jóvenes es, tal como yo lo entiendo, la salvación y el desarrollo
de nuestros jóvenes, y nadie puede trabajar con tanta eficacia
para lograr este fin como los jóvenes mismos.
La obra en favor de los jóvenes no solo apela a ellos para
tratar de conseguir su cordial reacción a fin de conservarlos en
la verdad, sino que también hace de ellos eficaces obreros del
Señor, y a medida que se les van confiando responsabilidades,
se desarrollan para ocupar cargos importantes después.
Por lo tanto, en resumen, yo diría que la obra en favor
de los jóvenes los protege de las amistades mundanas, los
mantiene en la verdad, aumenta su celo misionero, desarrolla
obreros y personas dispuestas a trabajar para Dios, y hace más,
o puede hacer más que otro departamento de la obra, para
mantener y conducir a los jóvenes a través de ese período
tan difícil que es la adolescencia, la cual define el destino de
la juventud.

99
i
Salvación y Servid o

Este movimiento se desarrolló entre nuestros jóvenes bajo


la dirección del Espíritu de Dios y creo que vino para quedarse
(Citas de un trabajo de O. J. Graf, "Why Have Young Peopk's
Societies?" [¿Por qué debemos tener sociedades de jóvenes?].
Archivos de la Asociación General).

No se manifestó falta de arm onía entre los departam entos.


Todos comprendieron perfectamente sus diferentes papeles y cómo
se combinaban entre sí, no obstante, también estaban bien al tanto de
las distintas maneras de servir a los jóvenes.

La Sociedad de los M isioneros Voluntarios es un


departamento de la iglesia por medio del cual ella trabaja en
forma especial por los jóvenes... La Sociedad de los Misioneros
Voluntarios justifica su existencia com o departam ento
mediante la profundización de la espiritualidad de la iglesia,
el crecimiento de su feligresía y el aumento de su actividad
misionera en favor de la comunidad.
La Sociedad trata primeramente de salvar a los jóvenes,
y después de entrenarlos para el servicio. En esto colabora
con la iglesia en su conjunto y con todos sus departamentos.
Ciertamente la sociedad que se mantenga fiel a su propósito
llegará a ser una gran bendición para la iglesia; porque estará
adaptada para trabajar especialm ente por los jóvenes, y
porque la iglesia tratará de que la mayor parte de sus reclutas
provengan de entre los jóvenes.
Hay tres departamentos en todas las iglesias que atienden
a los niños y a los jóvenes, o a lo menos así debería ser. Son
Escuela Sabática, Actividad Misionera y Sociedad de los
Misioneros Voluntarios.
•v¡ Entre esos departamentos debería haber perfecta armonía
colaboración; porque solo así podrán gozar de un
pleno. Están tan íntimamente relacionados entre sí que
t M Iffc ii que uno de ellos tenga éxito si los otros fracasan.
H Ü trtra b a ja n para alcanzar el mismo gran propósito. Cada
P É M ^ m e n to ocupa un lugar especial; pero no lo podrá
f Í | P f e t e n si no une sus manos con los otros, y si no trabajan
€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigentes...

juntos para la salvación de las almas (Matilda Erickson; capítulo


titulado “TheSodety a Departm entoftheChurch" [La Sociedad,
un departamento de la iglesia], en Missionary Volunteers and
Their Work [Los Misioneros Voluntarios y su obra], 1922, págs.
72, 73).

El enfoque, como siempre, descansaba en la verdadera misión de


la iglesia. En la obra de esta en favor de sus jóvenes se destacaba el
estudio de la Biblia que conducía a la salvación personal, y la provisión
de entrenamiento que llevaba al servicio. En este aspecto el nuevo
departamento, por medio de sus sociedades, vio la posibilidad de
colaborar con el Departamento de Educación.
La filosofía adventista relativa a la educación de nuestros jóvenes
había crecido y se había desarrollado. En ese momento la iglesia ya
disponía de un buen conjunto de colegios que incluía algunos ubicados
en Norteamérica y otros en países extranjeros. Se consideraba que
nuestros colegios eran "misioneros" por naturaleza, y que debían proveer
la inspiración y el entrenamiento necesarios con el fin de preparar a
los jóvenes para servir a Dios en el futuro en cualquier actividad que
él eligiera para ellos. La Escuela Sabática y las Sociedades debían ser
centros de reclutamiento de jóvenes consagrados. Estos, más tarde,
debían ser encausados hacia nuestros colegios para que prosiguieran
su entrenamiento, y al hacerlo constituyeran una feligresía calificada y
consagrada al cumplimiento de la misión de la iglesia.
El Prof. Frederick Griggs lo explica de esta manera:

Esta Convención está llena de grandes posibilidades para la


obra de educación. Esta rama de la obra no se debe considerar
como algo separado del mensaje del tercer ángel, sino como
parte integral de él. Debe penetrar en cada célula de la obra
de esta denominación.
Por lo tanto, es totalmente necesario que nuestros jóvenes
y señoritas reciban una educación, desde el punto de vista
intelectual, que los capacite para hacer frente a los tiempos
tempestuosos en los cuales les toca vivir, y para tratar con los
hombres y las mujeres difíciles con quienes se encontrarán.
También deben tener una fe profunda, bien establecida, bien

101
Salvación y Servicio

fundada, como un principio viviente emanado de la Palabra


de Dios.
Un joven con mente entrenada, con una fe fuerte, que le
presta la debida atención a su naturaleza física, que observa
las leyes de la salud, hará, al entrar en el mundo, una gran
obra para Dios. Estoy cada vez más convencido, al observar
la marcha de los acontecimientos y al contemplar a nuestros
jóvenes y señoritas en medio de esos sucesos, que solo ellos
pueden hacer la obra de Dios para este tiempo.
Nos corresponde darle forma a nuestros cursos de estudio y
mantenernos dentro de las diferentes tareas que nos calificarán
para salvar almas de la ruina inminente. Para terminar la obra
se necesitan obreros entrenados, de intelecto agudo, cuyas
almas hayan sido tocadas por los carbones encendidos del altar
viviente. Solo los podremos encontrar en los colegios donde
se enseña este mensaje, donde los principios de esta verdad
se pueden entretejer con cada fibra de su ser.
Por lo tanto, nuestros colegios ocupan un lugar sumamente
im portante en este tiempo. ¿Qué significa todo esto para
los jóvenes que participan de esta Convención? Significa
que nuestras sociedades de jó venes les han dado una
importantísima tarea que hacer relacionada con su educación.
Le compete a cada sociedad tener una actitud ferviente para
ver que cada uno de sus miembros se prepare con el fin de
servirá Dios. Si cada uno de ustedes asume una actitud correcta
respecto de este asunto, el resultado será que cada uno de
los colegios que tenemos estará lleno de jóvenes y señoritas
consagrados y fervientes, preparados para hacer una gran
obra en favor de Dios cuando terminen sus estudios. Después
de eso, si pudieran tener un corto período de entrenamiento
en nuestros colegio para misioneros destinados al extranjero,
estaríamos en condiciones de enviar al mundo en los próximos
cuatro o cinco años un ejército de obreros que sacudiría al
mundo. Esta es una tarea definida que les corresponde hacer
a los Jóvenes y las señoritas presentes en esta Convención.
Supongamos ahora que tenemos un grupo de diez jóvenes
Jí'liftorttas fervientes y consagrados. Podría ser que no fuera

102
El Ministerio Joven - La s expectativas de ios dirigentes...

posible que todos fueran al colegio; pero supongamos que los


jóvenes digan lo siguiente: "Les ayudaremos, de ser necesario,
a dos o tres de los miembros de nuestro grupo para que vayan
al colegio". ¿No les parece que muy pronto tendríamos en
nuestros colegios una cantidad mucho mayor de alumnos de
los que tenemos ahora? Algo deben hacer nuestras sociedades
de jóvenes para que todos los jóvenes y señoritas que tienen
posibilidades de ir a nuestros colegios vean la necesidad de
hacerlo ("Our Young People and Educational Work" [Nuestros
jóvenes y la obra de educación], un trabajo presentado en la
reunión de 1907. Archivos de la Asociación General).

A. G. Daniels, en un discurso pronunciado ante la Unión de Columbia


en 1912, dijo lo siguiente: "Uno de los grandes objetivos de nuestro
Departamento de Jóvenes es crear en ellos el deseo de obtener una
educación para trabajar con éxito en la causa de Dios".
Puesto que nuestros dirigentes eran unánimes en su concepto
acerca del ministerio en favor de los jóvenes, era natural que existiera
colaboración entre la Escuela Sabática, la Sociedad Misionera y el
Departamento de Educación. Todos trabajaban para alcanzar un objetivo
común que era la salvación de los jóvenes, instarlos a consagrarse a la
obra e inspirarlos para que cumplieran la misión de la iglesia. También
era imperativo que se proveyeran los medios necesarios a fin de que se
entrenaran para el servicio. Cada departamento debía colaborar en el
progresivo desarrollo de los jóvenes.
Los años que transcurrieron entre 1907 y 1915 fueron de crecimiento
y prosperidad para el Ministerio Joven. Fue una época de unidad y
cooperación. Pero fue necesario trazar más planes a medida que la obra
crecía. Lo que la Convención de 1907 fue para los comienzos del Ministerio
Joven, el Concilio de Santa Elena lo fue para su desarrollo ulterior.
En junio de 1915 los dirigentes de los Misioneros Voluntarios y
de Educación se reunieron en el Colegio de la Unión del Pacífico. Este
concilio, de diez días de duración, le introdujo modificaciones y ajustes
importantes al énfasis y la dirección del Ministerio Joven, porque se
trazaron planes para trabajar también por los niños y los adolescentes.
Se decidió asimismo que hubiera una mayor integración entre la obra
de los jóvenes y la de educación.

103
Salvación y Servid o

Al hablar de la estrecha relación que debería haber entre el


Departamento de Jóvenes y nuestros colegios, el Pr. M. E. Kern dijo lo
siguiente en el congreso de la Asociación General de 1918:

Otro progreso digno de mención es la íntima colaboración


que existe entre nuestros colegios y el Departamento de los
Misioneros Voluntarios. Si los colegios tienen sociedades de
jóvenes modelo, y le prestan atención a todos los planes del
Departamento, los jóvenes saldrán llenos del espíritu del
servicio, y con el deseo de ayudar a los jóvenes de las iglesias.
Hace años alguien hizo esta pregunta: "¿Quiénes de entre
nuestros jóvenes se entregarán a Dios con el fin de trabajar en
beneficio de otros jóvenes?" Nadie está mejor preparado para
responder a esta invitación que los jóvenes y las señoritas que
disfrutan del privilegio de ser alumnos de nuestros colegios.
Pueden ayudar a los jóvenes en la obra de su sociedad, y
pueden interesarlos en la educación como nadie más lo puede
hacer.
En Santa Elena se discutió plenamente este asunto, y los
directores de los Misioneros Voluntarios y los de los colegios
se pusieron de acuerdo para colaborar estrechamente. La
Sociedad de los Misioneros Voluntarios del colegio debía ser
el centro de sus actividades misioneras, y los grupos para la
misiones extranjeras y otros grupos similares formaban parte
de la Sociedad de Jóvenes. En la mayor parte de los colegios
también ha estado funcionando un grupo de entrenamiento
de Misioneros Voluntarios en beneficio de los que desean
dedicarse a la obra de los jóvenes. La implementación de
■ estos planes, según creemos, ha sido una bendición para los
alumnos, el Departamento de los Misioneros Voluntarlos y los
, colegios. Una cantidad de jóvenes bien preparados ya ha salido
9» para colaborar con la tarea de los Misioneros Voluntarios en el
'<i.país y en el exterior (M. E. Kern, informe presentado al Congreso
fi la Asociación General de 1918).
^' ■
,
Concilio de Santa Elena, y los que se celebraron en 1918 y 1919, y
de Educación de 1922, hicieron mucho para darle dirección

104
€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigentes...

y desarrollo al Ministerio Joven. Funcionaban sociedades de jóvenes en


los colegios y las universidades, se daban clases para trabajar con los
jóvenes y los menores, y más tarde se dieron clases para Guías Mayores
en nuestras escuelas y en nuestros colegios.
El futuro era brillante para el Ministerio Joven, pero sin proponérselo,
y tal vez inclusive sin darse cuenta, se empezaron a sembrar semillas que
más tarde rebajarían la calidad del ministerio que esta iglesia les ofrecía
a los jóvenes.

105
E l MINISTERIO JOVEN
Antes y ahora

a mirada retrospectiva que le hemos dado a la historia y el desarrollo

L del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista revela con claridad que


ha habido en todo el proceso una permanente conducción divina.
También establece con firmeza los objetivos y las funciones fundamentales
que le dieron dirección a esta iglesia al desarrollar su ministerio en favor
de los jóvenes. Al terminar la década de 1920 este ministerio era fuerte.
Se habían puesto los fundamentos en forma sistemática y con firmeza. Se
trazaron planes y se los puso en marcha con respecto a los programas
y las actividades que eran en realidad la proyección de determinadas
funciones. Resumamos lo que se logró:

1. La iglesia escuchó los llamados de los Testimonios y aceptó como


tal su responsabilidad bíblica hacia los jóvenes.
2. Se puso en marcha una organización fuerte pero sencilla en
beneficio de los jóvenes.
3. El objetivo de esta organización consistió en proveer un
ministerio en favor de los jóvenes que se concentraba en su
salvación, y que los instaba a que se prepararan para el servicio.
4. Se formaron en las iglesias pequeños grupos de jóvenes "que
realmente amaban a Jesús". Se reunían para orar y se los
organizaba para el servicio.
5. Esos grupos constituían las sociedades de jóvenes. Estas
o rg an izacio n es ju v e n ile s, p resentes en cada iglesia,
proporcionaban el ambiente que necesitaba el ministerio en
favor de la juventud.
6. La administración de la iglesia, con los directores de Jóvenes,
después de ferviente estudio de la Biblia y el espíritu de profecía,

106
El Ministerio Joven - Antes y ahora

pudieron identificar las funciones básicas de este ministerio y


se pusieron de acuerdo para aceptarlas.
7. ,La administración de la iglesia, con el fin de apoyar y fortalecer
este nuevo ministerio, creó un departamento especial para
atender a los jóvenes, y le proveyó una estructura que le
permitía organizar, entrenar, motivar y proporcionarle recursos
a estas sociedades y sus dirigentes.
8. Las sociedades de jóvenes pusieron en marcha un triple plan
en favor de la juventud, e hicieron énfasis en la devoción, la
educación y la actividad misionera.
9. La administración le dio su pleno apoyo al nuevo departamento.
Los otros departamentos de la iglesia también lo aceptaron
como un ministerio conjunto, y colaboraron con él para alcanzar
el objetivo común de la misión de la iglesia.
10. Pronto se pusieron en marcha diversos programas y actividades
en beneficio de la juventud. El objetivo era desarrollar la
espiritualidad de los jóvenes, unirlos a la iglesia y su misión,
educarlos y entrenarlos para el servicio, y proporcionarles
oportunidades de usar sus talentos en la tarea com ún de
"terminar la obra" en esta generación. Al hacerlo, fortalecieron
la iglesia.

Pero todo esto es historia. Esos acontecimientos ocurrieron hace casi


un siglo. La historia, por interesante que sea, sigue siendo historia. Tiene
importancia solo porque nos demuestra que Dios dirigió el movimiento.
Ignorar u olvidar los principios registrados en nuestra historia pasada
pone en peligro el futuro y el éxito de nuestro ministerio. Conocedores
de los brillantes y firmes comienzos del ministerio en favor de los jóvenes
en esta iglesia, examinemos la condición de los jóvenes y del Ministerio
Joven en la actualidad, para ver si hemos seguido esos principios y si
hemos aprendido algo de las lecciones del pasado.
Solo después de concluida la Segunda Guerra Mundial se
empezaron a notar deslizamientos significativos en el funcionamiento
de nuestro ministerio. En las décadas de 1950 y 1960 estos deslizamientos
comenzaron a afectar la calidad del ministerio que la iglesia le estaba
ofreciendo a sus jóvenes. No se les hizo caso a las voces solitarias que se
dejaron oír para llamar la atención a las tendencias que se manifestaban en

107
Salvación y Servicio

el ministerio en favor de los jóvenes, o no se las consideró suficientemente


serias como para prestarles atención.
En 1980, sin embargo, le resultaba por demás obvio a los jóvenes, sus
dirigentes y a los laicos, que se había deteriorado la calidad del Ministerio
Joven de la iglesia. Este cambio de énfasis y de actitudes ha sido a la
vez sutil y complejo. Pero todavía la administración parecía no escuchar
las campanadas de alarma que estaban comenzando a resonar entre la
hermandad. Muchos, sin embargo, las escucharon y se comenzaron a
preocupar. Como resultado de ello, cuando terminó esa década, tanto la
Asociación General como algunas divisiones llevaron a cabo profundos
estudios para verificar en qué condición estaban los jóvenes y qué pasaba
con el ministerio en favor de ellos.
Se destacan entre ellos un estudio de 1990 a cargo de la División
Norteamericana denominado Valuegenesis (Origen o Génesis de los
valores) y otro por la División del Pacífico Sur llevado a cabo en 1991
y 1992 con la misma denominación, y el Estudio Mundial acerca de la
Juventud (World Youth Survey) llevado a cabo por todas las divisiones
y por el Departamento de Ministerios de la Iglesia de la Asociación
General en 1990. Gracias a los resultados preliminares de esos estudios
bien documentados, la iglesia entera pudo tener de repente un claro
panorama de la condición de la juventud y del Ministerio Joven.
Estos estudios fueron fundamentales en la elevación del nivel de
concientización de la feligresía y la administración de la iglesia, y en parte
inspiraron el voto del Concilio de Primavera de la Asociación General de
marzo de 1990, que nombró una Comisión de la Asociación General para
estudiar el tema de la juventud. Esta comisión condujo a la formación de
subcomisiones nombradas en cada división para estudiar la condición
y las necesidades particulares de los jóvenes de esos territorios. Debía
terminar su tarea a tiempo para presentar un informe completo al Concilio
Anual de la Asociación General de 1993.
Mientras tanto se analizaron con mayor profundidad los resultados
de los estudios de las divisiones, y se evaluó también la impresión causada
por los descubrimientos hechos.
La información proporcionada por Valuegenesis resultó de inmenso
valor para la iglesia, puesto que abarcaba más de veinte mil encuestados
y es uno de los estudios más abarcantes llevados a cabo por cualquier
denominación en los Estados Unidos. Estos resultados recién se están

108
[ €1 Ministerio Joven - Antes y ahora
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡ comenzando a analizar y a entender. La información proveniente del


£ Estudio del Ministerio Joven de la Asociación General, aunque algo
j diferente en su estilo, también solicitaba información acerca de la vida
espiritual de los jóvenes y sus actitudes hacia la iglesia.
El Estudio del Departamento de Jóvenes de la Asociación General
y Valuegenesis revelan una cantidad de paralelismos que indican la
existencia de tendencias mundiales con respecto al Ministerio Joven.
El informe de Valuegenesis de la División del Pacífico Sur y otro
estudio acerca de los jóvenes practicado por la División del Lejano
Oriente proporcionan una cantidad de datos que abarcan a unos 50.000
encuestados.
En muchos aspectos los estudios se complementan. Hay algo que
es seguro: todos los estudios que se están haciendo con respecto a los
jóvenes y los adultos jóvenes de la Iglesia Adventista revelan que están
en problemas, y que está cuestionada la calidad de nuestro ministerio en
favor de ellos. La preocupación por el Ministerio Joven le da un sentido
especial de urgencia en estos días tan significativos de la historia del
mundo.
Entre 1990 y 1993 la Iglesia Adventista en general comenzó a
preocuparse por los jóvenes y por su ministerio en un esfuerzo tendiente
a entender su vida espiritual y tratar de alimentarla, y de vincularlos
nuevamente con la vida y la misión de la iglesia.
Los estudios practicados nos presentan una iglesia cuyo ministerio
juvenil no está alcanzando sus metas ni cumpliendo sus funciones con
algún grado de éxito. Revelan que la iglesia está perdiendo casi la mitad
de sus jóvenes, y que los que permanecen en ella no se lucen por su
lealtad a la denominación ni por el desarrollo de su fe. Revelan también
que cuando el Ministerio Joven funciona de acuerdo con sus objetivos,
los resultados reflejan un índice más alto de lealtad denominacional y
de desarrollo de la fe, y un descenso en el índice de las conductas de
riesgo reflejadas en los estilos de vida de los jóvenes. Estas son noticias
animadoras, pero fueron contrarrestadas en parte por el informe de la
Comisión Mundial de Estudio redactado por la Asociación General, que
debía presentarse al Concilio Anual de la Asociación General de 1993.
Este estudio revela que la cantidad de jóvenes que se benefician con las
organizaciones juveniles, o el Ministerio Joven en la iglesia local, varía
entre un 8% en una división hasta un 38% en otra. El promedio mundial

109
!
Salvación y Servid o

es del 21% de jóvenes de las distintas divisiones vinculados con algún


Ministerio Joven regular provisto por la iglesia local. Esta fue ciertamente
una revelación perturbadora y desestabilizadora.
Cuando se celebró el Concilio de la Asociación General de 1992,
el nivel de concientización acerca de la condición de los jóvenes y del
Ministerio Joven en la iglesia local era mayor de lo que había sido por
muchos años, y tanto la administración como la hermandad se dieron
cuenta de la urgente necesidad de aplicar los remedios necesarios. El
Ministerio Joven se ha convertido en un problema de capital importancia.

í,ÍV ■

-t-' -*

110
«¿CONDUCCIÓN DIVINA O
PRESIÓN MUNDANA?

l estudiar nuestra historia tenemos amplias pruebas que nos permiten

A decir con confianza que como iglesia fuimos guiados divinamente


en la implementación de nuestro Ministerio Joven. Esta conducción
divina se reveló mediante una cuidadosa investigación, por parte de
nuestros pioneros, de los principios bíblicos de este ministerio. También
recibió dirección en su desarrollo tanto de los Testimonios como del resto
del espíritu de profecía. Pero mucho más importante fue la influencia del
Espíritu Santo, que nos condujo a través de las trampas de la presión
mundana y de las costumbres, las tendencias, los programas y las
actividades de las iglesias populares de la época. Todo esto nos llevó a
desarrollar un ministerio fuerte y de éxito, un ministerio único y diferente
de los de sus tiempos, que cumplió sus funciones y nos permitió como
iglesia alcanzar nuestras metas en favor de nuestros jóvenes.
Para la iglesia de aquel tiempo "el mensaje de Elias" fue precioso. Se
creyó firmemente en la doctrina del "remanente". La iglesia se veía como
el verdadero "pueblo remanente" con un "mensaje remanente", "la iglesia
remanente" de Dios. Este remanente se hallaba de pie ocupando su lugar
en la larga fila profética del "pueblo remanente" de Dios, y por eso podía
afirmar con confianza que estaba predicando "el evangelio eterno" al
proclamar el mensaje del tercer ángel.
El Espíritu Santo, al obrar en las mentes y los corazones de hombres
y mujeres que estudiaban la Palabra de Dios, los llevó a determinar la
base bíblica del Ministerio Joven. Eran la generación del "ahora". Era
"su generación" la encargada de dar el mensaje adventista a todo el
mundo. Reconocieron que el mensaje de Elias debía invitar a los jóvenes
y que debía ser dado por ellos. Y a este remanente le adjudicaban las
bendiciones de Dios. Por lo tanto, el desarrollo del Ministerio Joven fue

111
Salvación y Servicio

el cumplimiento de Isaías 54:13, que contenía el plan de Dios para la


salvación de los jóvenes.
Casi todas las denominaciones que existen en la actualidad pueden
encontrar sus orígenes en la influencia de una sola persona notable
como su fundador, una persona que llegó a ciertas conclusiones y que
después consiguió que algunos seguidores aceptaran sus creencias. Por
el contrario, la Iglesia Adventista no recibió sus doctrinas como resultado
de los estudios o la predicación de una persona que podría considerarse
como la fundadora. Muchos individuos participaron en la búsqueda de
la verdad y finalmente se unieron como creyentes después de estudiar
y orar juntos fervientemente. Estos períodos de estudio contaban con el
apoyo del espíritu de profecía, y a menudo con su corrección. El pleno
desarrollo del sistema doctrinal de los adventistas abarcó un período de
muchos años.

Cuando en la providencia de Dios esos pioneros adventistas


guardadores del sábado se reunían en conferencias para estudiar
y colaborar juntos, sus contribuciones individuales calzaban
perfectamente en un armonioso sistema de doctrinas.
En todas estas experiencias los guiaba el don profético
manifestado por medio de las visiones de la Hna. Elena G.
Harmon-White. Esta ayuda divina les vino, sin embargo, no en
reemplazo del estudio de la Biblia, sino en relación con dicho
estudio o después de él. De ese modo recibieron la seguridad
de la validez de las doctrinas que habían aceptado, y se los
condujo a la unidad de fe y práctica (D. E. Robinson, TheStory
ofourHealth Message [La historia de nuestro mensaje de salud],
pág. 161).

En los años cuando nuestra iglesia se formó esto era verdaderamente


cierto a medida que desarrollábamos nuestra comprensión de la doctrina,
pero el mismo proceso y los mismos principios se aplicaban también al
desarrollo de la estructura de nuestra organización. Y lo mismo ocurrió
con el Ministerio Joven. Dios guió a su pueblo paso a paso en la progresiva
comprensión de la verdad. A medida que se la recibía y se la aceptaba,
avanzábamos juntos como pueblo. Había un método bien definido y un
patrón de dirección divina.

112
¿Conducción divina o presión mundana?

Parece que estuvo en la providencia de Dios que.prim ero se


presentaran las grandes verdades espirituales fundamentales. De esa
manera, los primeros creyentes estuvieron unidos antes de la introducción
de cualquier reforma relativa al estilo de vida o a la organización.
Sin embargo, hubo m uchos m om entos cuando los pioneros
adventistas guardadores del sábado lograron im pedir con mucha
dificultad que algunos hombres celosos pero carentes de buen juicio
impusieran en momentos inoportunos algunas cosas que eran buenas
en sí mismas.
"En aquellos días" escribió el Pr. Jaime White:

Había dificultades, y esas dificultades generalmente se


producían como consecuencia de la disposición de eliminar
de las grandes verdades relacionadas con el tercer mensaje los
puntos que no eran de vital importancia. Ha sido imposible
hacerles ver a algunos que la verdad presente es verdad
presente, y no verdad futura, y que la Palabra, como una lámpara,
alumbra donde estamos, y no con tanta claridad la senda que
se encuentra a la distancia (ReviewandHerald, 31 de diciembre
de 1857).

Un notable ejemplo de esta tendencia a insistir para que se adoptaran


prematuramente ciertas reformas fue la actitud de algunos en el sentido
de que todos los que aceptaran la verdad del sábado debían abandonar
inmediatamente el consumo de carne de cerdo.

Este asunto surgió ya en 1850. Pero no había llegado el


momento en que el conjunto de nuestros hermanos estuviera
listo para actuar con unidad e inteligencia en este asunto. El
mismo Pr. Jaime White, que todavía no había examinado los
textos bíblicos relativos al consumo de carne de cerdo, se opuso
a algunos que según él estaban aplicando mal ciertos versículos
de Isaías en el intento de probar que los observadores del
sábado debían hacer de este asunto una prueba de discipulado
(D. E. Robinson, TheStoryofou r Health Message [La historia de
nuestro mensaje de salud], pág. 62).

113
Salvación y Servid o

En una declaración impresa relativa a este asunto introducido


'prematuramente, el Pr. White aclaró que "no me opongo a la abstinencia
del consumo de carne de cerdo si se hace sobre bases correctas. Pero
-añadió- nos oponemos a una aplicación errónea de las Sagradas Escrituras
al apoyar una actitud que solo conseguirá que la grey de Dios aparte su
vista del Señor e impida que vea la importancia de la obra que el Altísimo
está haciendo actualmente entre el remanente" (The Present Truth [La
Verdad Presente], noviembre de 1850).
Por medio de su mensajera escogida el Señor envió palabras de
consejo a esos fervientes reformadores. Se les dijo que no se adelantaran
a los ángeles del cielo, que querían conducir unido a todo el grupo de
creyentes. El principio de la conducción divina de toda la iglesia unida
quedó claramente establecido. En una carta escrita por la Hna. White en
1858 ella decía:

Vi que sus opiniones acerca de la carne de cerdo no serían


perjudiciales si las conservaran para ustedes mismos; pero en
su juicio y opinión ustedes han hecho de esto una prueba, y
sus actos han manifestado claramente cuál es la fe de ustedes
al respecto... Si la iglesia debe abstenerse de consumir carne de
cerdo, Dios se lo revelará a más de dos o tres. Le enseñará a su
iglesia cuál es su deber.
Dios está conduciendo a un pueblo, no a unos pocos
individuos separados por aquí y por allá, uno creyendo una
cosa y el otro otra. Los ángeles de Dios están llevando a cabo
la tarea que se les encomendó. El tercer ángel está al frente
y está purificando un pueblo, y este ha avanzado junto a él.
Algunos se adelantan a los ángeles que están conduciendo a
este pueblo; pero tendrán que rehacer cada paso que hayan
dado, y avanzar humildemente a una velocidad que no supere
a la de los ángeles que van al frente.
Vi que los ángeles de Dios no dirigirán a este pueblo a mayor
velocidad de la que ellos pueden aceptar y obrar con respecto
a las importantes verdades que les están comunicando. Pero
algunos individuos inquietos no hacen ni la mitad de lo que
■ constituye su obra. A medida que los ángeles los guían, buscan
w «: apresuradamente algo nuevo, y parten hacia adelante sin contar

114
¿Conducción divina o presión mundana?

con la dirección divina, y de esta manera introducen confusión


y discordia en las filas. No hablan ni actúan en armonía con el
cuerjao (Testimonies, tomo 1, págs. 206,207).

Aparentemente en esos años formativos de la primitiva Iglesia


Adventista, la unidad doctrinal y el desarrollo espiritual eran las prioridades
supremas. En esto ciertamente tenemos la evidencia de la conducción
divina. El reconocimiento formal de la importancia del Ministerio Joven,
o cualquier intento por organizarlo y hacer provisiones para él estaba
ausente en esos días. Eso no significa que los jóvenes estuvieran ignorados
u olvidados. Sus creencias y su desarrollo espiritual eran importantes. Dios
quería que los jóvenes también, como parte del cuerpo del "remanente",
crecieran y se desarrollaran junto con el resto de la iglesia.
Cuando Jaime White escribió la primera lección de escuela sabática
para los jóvenes en 1852, no se trataba de una expresión exagerada de
individualismo, sino que eso formaba parte del plan de Dios para que
la iglesia en su totalidad avanzara unida para incluir a su juventud en
el crecimiento y en el desarrollo espiritual. La decisión que se tomó ese
mismo año de comenzar la impresión de un periódico especial para la
juventud produjo The Youth's Instructor para que en él aparecieran las
lecciones, y era una evidencia adicional de que la iglesia aceptaba su
responsabilidad hacia los jóvenes y que estaba preparada para avanzar
al unísono de acuerdo con la dirección de Dios.
La mayor parte de nuestros creyentes adventistas procedía de las
iglesias metodista, bautista, luterana y episcopal, como asimismo de
algunas iglesias populares de esa época, y los miembros estaban bien
fundados en las prácticas de la escuela dominical. Sin embargo, no
encontramos que los primeros adventistas estuvieran demasiado bajo
la influencia de ellas. Las escuelas sabáticas, aunque tenían propósitos
de evangelización, tenían como objetivo el desarrollo espiritual y el
crecimiento de nuestros propios jóvenes. Sus fines ciertamente eran
similares a los de las escuelas dominicales en el hecho de que creían que
por medio del conocimiento de la Palabra los jóvenes serían inducidos
a aceptar la salvación personal, que a su vez daría como resultado una
dedicación al servicio y la misión de la iglesia.
Los primeros creyentes no imitaron a las escuelas dominicales que
desembocaron en el movimiento denominado Liceo, ni copiaron su

115
Salvación y Servicio

organización de ninguna manera. Tampoco trataron de imitar el ciclo de


cuatro semanas de evangelización de las escuelas dominicales. El formato
que desarrollaron fue ciertamente especial y adaptado a nuestros primeros
creyentes.
Cuando el Prof. Bell se unió a la iglesia en Battle Creek en 1869, hizo
de los jóvenes y de la escuela sabática sus áreas especiales de interés.
Como educador y maestro de escuela dominical, su experiencia previa
lo capacitaba idealmente para ayudar a la iglesia, pero tampoco copió los
métodos de la escuela dominical.
La iglesia de los comienzos se desarrolló bajo la poderosa influencia
de los Testimonios de la Hna. White, ya que ella propuso una visión
amplia de la educación que fue más abarcador en sus conceptos que la
filosofía de la educación que se hallaba en boga en esos días.
Los dirigentes de la escuela dom inical insistían en vincular la
educación con la evangelización. Consideraban que todo joven era
valioso, ya perteneciera a la iglesia o no. Se les daban responsabilidades
y se les enseñaba a alcanzar a sus amigos y otros miembros potenciales
del grupo. En ese sentido efectivam ente seguimos a las escuelas
dominicales.
Sin embargo, como consecuencia de la aceptación y la popularidad
no m ucho después las escuelas dom inicales introdujeron una sutil
desviación en el Ministerio Joven. Junto con el aumento del número
de miembros se manifestó la presión de satisfacer las necesidades de
los jóvenes. Con el fin de responder a esa presión las iglesias populares
comenzaron a invitara sus jóvenes a programas de un mes de duración
a los que dieron el nombre de Liceos.
A comienzos de la década de 1880 el Ministerio Joven estaba bien
definido en esas iglesias. Para cuando Francis Clark organizó la Sociedad de
imprendimiento Cristiano, la mayor parte de las iglesias estaban tratando
-Sátlsfacer las necesidades de la juventud. Emprendimiento Cristiano
lííiSionó el Ministerio Joven al animarlos a poner su fe en acción. Con
H^CIark fundó una fuerte organización con procedimientos bien
y feglas de funcionamiento.
Cutero Warren y Harry Fenner comenzaron nuestra primera
Jóvenes en 1879, lo hicieron teniendo esta historia como telón
■Supropósito copiar las tendencias corrientes. Decidieron
porque se sentían profundamente preocupados por

116
¿Conducción divina o presión mundana?

las almas de sus amigos que parecía se encontraban en peligro de perder


su fe y se estaban volviendo negligentes en su vida espiritual. Esas primeras
sociedades estaban firmemente motivadas por los dos objetivos de la
salvación y el servicio.
En los años transcurridos entre 1880 y 1890 el ministerio en favor de los
jóvenes creció a un ritmo espectacular en las iglesias populares. Florecieron
las Sociedades de Emprendimiento Cristiano. En siete años estaban
funcionando siete mil de esas sociedades y tenían más de medio millón
de miembros en todas las denominaciones. Se celebraban regularmente
congresos de jóvenes. Las denominaciones, temerosas de que los jóvenes
dejaran las iglesias populares y se unieran permanentemente a esas nuevas
sociedades, comenzaron a copiar el modelo de Emprendimiento Cristiano
y se apropiaron de él.
En ese mismo período comenzaron a aparecer en nuestra propia
iglesia las sociedades de jóvenes. A pesar del creciente aumento del
número de jóvenes, el énfasis seguía siendo la salvación y el servicio.
Nuestras raíces estaban firm emente arraigadas en la necesidad de
proclamar el mensaje del tercer ángel. Impulsados por el Espíritu Santo,
los grupos y las sociedades de jóvenes comenzaron a aparecer en muchos
lugares del mundo. A comienzos del siglo había más de setenta de estos
grupos en la Iglesia Adventista.
Es evidente que muchos creyentes adventistas estaban al tanto de
la existencia de esas otras organizaciones juveniles, y en cierta medida
comprendían las tendencias de las iglesias populares. Es un testimonio, sin
embargo, de la obra del Espíritu Santo, el hecho de que esas sociedades,
con muy poco apoyo formal de parte de la administración de la iglesia o
de pautas para su organización, se mantuvieran unidas en sus objetivos
de salvación y servicio.
Los adventistas también percibieron el celo y la motivación para el
servicio que evidenciaron las Sociedades de Emprendimiento Cristiano.
Muchos habían estudiado el espíritu de profecía y estaban intentando
trabajar en favor de la juventud. Sin embargo, las organizaciones
juveniles de las iglesias populares habían ejercido su influencia, y como
consecuencia de ello había confusión acerca de la organización, la
estructura y hasta la dirección que se le debía imprimir al Ministerio Joven.
Esto resulta por demás evidente cuando leemos la carta que le escribió
Flora Plummer a la Hna. White en 1901. Y esta evidencia se confirma

117
Salvación y Servid o

cuando leemos la respuesta de W. C. White, en la que dice que la iglesia


y sus dirigentes estaban preocupados por la presión que ejercían sobre
los jóvenes y su ministerio esas y otras organizaciones juveniles. Aunque
las otras denominaciones también creían en los objetivos de la salvación
y del servicio y los promovían, ya era evidente que el entretenimiento
y la recreación iban predominando en esos grupos juveniles, y que los
objetivos espirituales y las actividades misioneras estaban pasando a
segundo plano. Los Testimonios volvieron a imprimir la dirección que se
necesitaba para la formación de nuestras sociedades de jóvenes. El estudio
de la Biblia y la dirección del Espíritu Santo en los concilios de la iglesia es
evidente en la organización de los departamentos y en la dirección que
le dieron al Ministerio Joven. Se nos hizo ver que lo que teníamos que
copiar de esas organizaciones era su fervor y su celo, y no su contenido,
ni su organización ni su disciplina.
Cuando la administración reconoció y aceptó su responsabilidad
bíblica con respecto a la juventud, los dirigentes apoyaron el desarrollo
del ministerio en favor de ella, y de nuevo la iglesia avanzó al unísono.
Los cursos para jóvenes y menores, sus clases, programas y actividades,
eran una proyección resultante del hecho de que habíamos comprendido
nuestras obligaciones bíblicas. No hay evidencia de que en los primeros
años de este siglo hayamos copiado los cursos o los reglamentos de otras
iglesias al desarrollar nuestro Ministerio Joven.
Había unidad de estructura, organización y propósito. Se dispuso de
planes unificados para educar y fortalecer a los jóvenes por medio de una
serie sistemática de estudios. Se puso énfasis en la actividad misionera y
setos animó a participar en la misión global de la iglesia.
A partir de 1900 y hasta 1930 las iglesias populares pusieron mucho
énfasis en las misiones extranjeras. Los jóvenes respondieron y todas las
denominaciones experimentaron un crecimiento sin precedentes en las
ICtlvIdades en países de ultramar.
?»bc*f |n 1905 se introdujeron los cursos misioneros en nuestras sociedades
dltjjtfvenes, pero no fue una reacción a las presiones del exterior, sino
|*Wtn.la expansión natural de nuestro compromiso con las misiones
S. El deseo de dar el mensaje del tercer ángel era una respuesta
rde Dios revelado en la vida de cada cual, y su motivación
rde urgencia implícito en el anhelo de dar "el mensaje del
M0do el mundo en esta generación".

118
¿Conducción divina o presión mundana?

En la década de 1930 los departamentos de jóvenes de lis ig littt


populares consideraron ventajoso vincularse con la educación, iltQ
pareció conveniente ya que la educación, que disponía de más fondos
financieros, ejercía más influencia sobre la administración. Cuando nuestra
iglesia fortaleció los vínculos del Departamento de Jóvenes con el de
Educación en el Concilio de Santa Elena en 1915, lo hizo por razones
diferentes. Tradicionalmente ha existido una firme colaboración entre esos
dos departamentos. Ambos tienen en común los objetivos de la salvación
y el servicio, y en su relación con los jóvenes decidieron colaborar en vez
de competir. Los departamentos de Escuela Sabática, Jóvenes, Educación
y Actividad Misionera se complementan entre sí. Los colegios eran lugares
de entrenamiento para prestar un servicio más amplio, y las sociedades
de jóvenes eran los centros de reclutamiento para nuestros colegios. La
consagración al servicio era una proyección de la función del ministerio
en favor de los jóvenes, que vio la necesidad de enseñar los principios
de la mayordomía. Las sociedades, al cumplir esta función, animaban a
nuestros jóvenes a ingresar en nuestros colegios con el fin de prepararse
para prestarle un servicio más amplio a Dios.
Después de la Primera Guerra Mundial y dentro de las décadas de
1920 y 1930, los valores y la ética de la sociedad comenzaron a cambiar.
Se fomentaron las ¡deas humanistas, que incluso se manifestaron dentro
de nuestra iglesia. Las normas morales y las relativas a la vestimenta
experimentaron un descenso, y la estructura familiar, especialmente en
las sociedades occidentales, comenzó a sufrir serias presiones.
En la década de 1930 los dirigentes de las iglesias populares
les presentaron a los jóvenes un temario de asuntos domésticos e
internacionales. En el contexto de su vínculo con la educación introdujeron
los "grupos de amistad". Eran copias de las "fraternidades" universitarias,
famosas por su dedicación a los estudios especializados. La educación
ofrecía estabilidad y recursos, pero divorciaba la obra de los jóvenes de
su antiguo vínculo con la evangelización y el servicio, ya que el énfasis se
trasladó a la educación y la "amistad". Para los jóvenes fue un momento
sin precedentes lleno de intensas actividades sociales. Los "grupos de
amistad" reemplazaron a la "conversión" como el objetivo fundamental
del Ministerio Joven.
En la Iglesia Adventista el vínculo con la educación tenía como motivo
entrenar para el servicio. Sin embargo, durante ese mismo tiempo nueitPW

119
Salvación y Servicio

colegios lentamente dejaron de ser instituciones que preparaban para el


servicio misionero, y se convirtieron en proveedoras de educación para
la enseñanza de profesiones liberales.
No es mi intención discutir este cambio de enfoque, ni justificar
los cambios que produjo, sin tomar en cuenta las circunstancias que lo
causaron o que lo respaldaron.
Este cam bio no se produjo rápidam ente. Los colegios y las
universidades seguían teniendo sociedades de jóvenes, y las escuelas
primarias continuaban con las sociedades de menores. La preparación
de dirigentes seguía vigente en nuestros colegios. Gradualmente, sin
embargo, los cambios comenzaron a ser más notables. Al perder nuestra
motivación "misionera" en el entrenamiento, el vigor de las sociedades
de jóvenes se disipó. Ya no eran los centros de reclutamiento de alumnos
para nuestros colegios, y la preparación para el servicio pasó a un segundo
plano.
Al mismo tiempo en nuestra iglesia se puso mucho énfasis en la
"doctrina". En ese preciso momento com enzamos a perder de vista
nuestro objetivo fundamental de salvación y servicio, y empezamos
a prestarle
más atención a lo que hacían las otras denominaciones. Ya
hablan desaparecido los antiguos directores de Jóvenes, esos hombres
de experiencia que vivían cuando nuestra obra se estaba desarrollando.
Al pasar de un programa de ministerio juvenil en desarrollo a otro de
conservación y crecimiento, en algún lugar del recorrido perdimos de
Vista las verdaderas funciones del Ministerio Joven. Cuando comenzamos
a reorganizarnos y a tener dificultades con ellos, en lugar de examinar
los objetivos del ministerio bíblico miramos por encima del cerco para
ver qué hacían las otras denominaciones. Al hacerlo, nosotros también
no*''hicimos culpables de predicar doctrinas y poner énfasis en ellas
tugar de concentrar nuestras energías en
• fr la salvación personal.
Nuestras publicacio nes, nuestra enseñanza y nuestras prácticas
IfuaW oh un enfoque teórico y hasta legalista de la salvación, e hicieron
f M f f i r e arrimar a los jóvenes a concentrarse en una relación personal
QBrwCnStOi
iamaOMWttejas décadas de 1940 y 1950, e incluso en la de 1960, las
dedicaron a los temas sociales. Su énfasis se trasladó
rnducta, y una vez más las seguimos, y volvimos a
ros objetivos y funciones. Las sociedades de jóvenes
. ti
¿Conducción divina o presión mundana?

de nuestras iglesias perdieron su importancia. Muchos de esos grupos


comenzaron a probar la nueva modalidad. Como consecuencia de ello
los miembros de las sociedades comenzaron a desaparecer.
Nosotros también, al percibir un cambio en la actitud y la conducta
de nuestros jóvenes, comenzamos a poner mucho énfasis en asuntos y
normas de carácter social. En lugar de ser centros de entrenamiento para
el servicio, las sociedades de jóvenes se convirtieron en foros para debatir
asuntos y normas de índole social.
Esto no significa de ninguna manera que la iglesia haya cambiado
sus objetivos con respecto al ministerio. Pero lo que notamos en nuestra
juventud, ocurrió también con nuestros directores de Jóvenes. Por diversas
razones se produjo en ellos un divorcio entre la fe y la acción.
A comienzos de 1950 el Ministerio Joven, tradicional y organizado,
se vio gravemente am enazado en las iglesias populares. Muchas
denominaciones hicieron valientes intentos para entrenar dirigentes, y
con este fin produjeron más manuales y folletos. El objetivo consistió
en establecer una relación más íntima entre las sociedades de jóvenes
y las iglesias. Se describieron en detalle las funciones de cada cargo en
las oficinas de los directores de Jóvenes, y se introdujo el concepto del
Concilio de Jóvenes. En la Iglesia Adventista la Sociedad de Jóvenes estaba
luchando para conservar su lugar tradicional en el ministerio, y nosotros
también intentamos sin éxito introducir el Concilio de Jóvenes.
Se popularizó entonces la teoría de la "brecha generacional" en
la psicología educacional, y algunos intereses creados económicos la
promovieron intensamente. Al aceptar esta teoría, las iglesias populares
pusieron énfasis en el liderazgo juvenil. Se instó a los adultos a que
simplemente apoyaran a los jóvenes en lugar de desempeñar un papel
activo en favor de ellos. De nuevo seguimos ese ejemplo. En la Iglesia
Adventista, primero en Norteamérica, algunos de nuestros directores
comenzaron a decir que los adultos ya no eran bienvenidos en las
sociedades de jóvenes. Se oyó el dicho de "los jóvenes para los jóvenes",
y se proclamó por doquier la idea de que solo ellos estaban en condiciones
de comunicarse con los de su edad o de planificar adecuadamente para
satisfacer sus necesidades.
Las sociedades de jóvenes estaban en problemas. Ya no se requirió
más el ser miembros. Se eliminó la mayor parte de los aspectos de la vida
devocional y del entrenamiento para el servicio.

121
Salvación y Servicio

Los "grupos de amistad" de las iglesias populares también tenían


dificultades, y aparentemente no satisfacían las necesidades de los
jóvenes. La mayoría de las denominaciones crearon ministerios separados
para diferentes grupos de jóvenes. Analizamos las ideas de las iglesias
populares, y una vez más decidimos copiar sus métodos como si fueran la
solución de nuestros propios problemas. Pronto tuvimos ministerios para
solteros, jóvenes y adultos jóvenes, para grupos académicos y sociedades
universitarias; la estructura de nuestra Sociedad de Jóvenes recibió otro
golpe.
En 1960 las denominaciones comenzaron a predicar la participación
social, y los "grupos de amistad" perdieron su vigencia. Los grupos de
jóvenes salieron de las iglesias y comenzaron a reunirse en salones
adyacentes y en subsuelos. Ya que los adultos no eran necesarios para
nuestras sociedades adventistas, y la "amistad" pasó a ser lo importante,
también copiamos esa tendencia.
En 1950 las iglesias evangélicas pusieron énfasis en los dones
espirituales. Esto ciertamente no era una idea nueva, pero entonces se le
comenzó a prestar mayor atención. Se produjeron muchos materiales al
respecto: sermones y libros, y se hizo mucho al respecto como parte del
ministerio juvenil de otras denominaciones.
Nuestra iglesia tam bién recibió la influencia de este renovado
interés, y en las décadas de 1960 y 1970 le prestó mucha atención a este
tema. Se estudiaron y se aplicaron recursos y enfoques evangélicos.
Esas enseñanzas pasaron a formar parte de los cursos de estudio de los
menores y los jóvenes. Aunque no discutiremos la validez de la base
bíblica de esas enseñanzas, tenemos que reconocer que este énfasis
contribuyó a producir una sutil desviación en nuestra actitud hacia el
servicio.
Desde los mismos comienzos del Ministerio Joven adventista
aceptamos el "servicio" como uno de sus principales objetivos. No se
{©■¡consideraba una opción. Esperábamos que todo verdadero seguidor
jfeCriStO desempeñara su papel para dar el evangelio eterno al mundo,
f e t o enseñaba a los jóvenes adventistas que el primero y el segundo
mensajes ya habían sido dados, y que ellos debían dar con urgencia el
del tercer ángel. Terminar esta tarea "en su generación" era la

P
}<tenían. Se les enseñaba que Dios le asignaba a cada cual su
»lugar en esta obra.

122
¿Conducción divina o presión mundanaP

"El Señor tiene una obra especial para cada uno de nosotros
como individuos" (Elena de White, ReviewandHerald, I o de abril
d e 1909).

"A cada cristiano se le asigna una tarea definida" (Elena de


White, Southern Workman [El Obrero del Sur], 2 de agosto de 1904).

"A cada cual se le ha concedido cierta medida de luz


adecuada a las necesidades de su tiempo, y suficiente para
permitirle cumplir la obra que Dios le asignó" (El conflicto de los
siglos, pág. 391).

Declaraciones como estas animaban a los jóvenes adventistas a


aceptar su responsabilidad en la misión de la iglesia. Pero este nuevo
énfasis en los dones espirituales produjo un cambio en la actitud hacia
el servicio. Hasta ese momento se entendía que cada cual tenía que
desempeñar una parte dada por Dios en la misión de la iglesia. Si el Señor
proporcionaba una oportunidad, él se encargaría de dar el poder necesario
para el servicio. Después, en cambio, se enfocó la atención sobre los dones
y talentos de los jóvenes. Si se ofrecía una oportunidad de dar testimonio,
hacer obra misionera o prestar un servicio, los jóvenes podían revisar su
lista de dones espirituales. Si un determinado don no se encontraba en
su lista, entonces obviamente la oportunidad no era para él.
Esta doctrina de los dones espirituales también se manifestó en las
solicitudes para el servicio voluntario, ya que en esos casos se reconocían
los dones y talentos.
En 1960 el presidente John F. Kennedy estableció los Cuerpos de
Paz en los Estados Unidos. Esta organización de voluntarios encendió
la imaginación de los jóvenes no solo en Norteamérica sino en todo el
planeta. Entre 1970 y 1980 la mentalidad de los jóvenes cambió tanto en el
mundo como en la iglesia. Querían participar. Las organizaciones juveniles
de las otras denominaciones aprovecharon esta nueva disposición a
participar y el interés despertado por los Cuerpos de Paz, y promovieron
el servido misionero y el servicio voluntario a la comunidad en los países
de ultramar.
Aunque nuestra iglesia tiene una larga historia de participación en el
servicio voluntario juvenil, nos hicimos culpables de copiar las tendencias

123
Salvación y Servid o

del mundo al reducir y redefinir nuestras metas tradicionales y nuestro


Ideal de servicio. Hoy el servicio se ha reducido rápidamente a un contrato
misionero de corta duración. Para el mundo y para las iglesias populares
el servicio voluntario es lo que se acepta. Es bueno, según creen, que los
jóvenes dediquen un tiempo a prestar servicio comunitario en algún lugar
del mundo que no sea tan privilegiado como su patria. Además, "es lo
que se debe hacer", dicen, y en el futuro eso ocupará un buen lugar en el
curriculum vitae personal.
De ninguna manera queremos disminuir el gran valor de este servicio.
Pero hay un peligro. Si seguimos la tendencia actual, consideraremos el
servicio como un evento único, algo que se hace una sola vez en la vida,
en lugar de que sea la dedicación de toda la vida a la misión de la iglesia.
Ese servicio voluntario debe ser solo parte de nuestro deber, no todo
nuestro deber.
La Iglesia Adventista siempre ha creído en la obra misionera y en el
servicio. Eran puntos descollantes en nuestros congresos de jóvenes. Lo
fue en especial en el Congreso de Chemnitz (pronuncie Jémnits. -Nota
del traductor), en Alemania, en 1926, y en París en 1951. Comparte tu Fe,
MV Hacia Adelante y Hacia Arriba, y La Voz de la Juventud son evidencias
de nuestra permanente dedicación a poner énfasis en nuestros ideales de
servicio. La iglesia animó a los jóvenes a participar en Misión 72, Cosecha
90, M il días de cosecha, Misión global y, más recientemente, en el Año de
la Evangelización de los Jóvenes en 1993. Nuestro interés todavía está
en esto. No debemos permitir que la actual presión del mundo reduzca
nuestro enfoque o nos induzca a redefinir el servicio para ponerlo en
armonía con las prácticas corrientes.
■Desde 1970 hasta la actualidad las iglesias populares han probado
una cantidad de métodos con respecto al Ministerio Joven. Hoy no hay
Un Impulso concertado o propósito definido como lo hubo en los días de
fancteClarkysu movimiento de Emprendimiento Cristiano. Los enfoques
V plltno s referimos recorren una gama que va desde el conservadorismo
iKtPemo hasta el liberalismo excesivo, desde profundos y sinceros intentos
j r ü W d lll lii Biblia en serio hasta el entretenimiento absoluto.
ib r de los psicólogos especialistas en educación y los
¡Jóvenes es que debemos satisfacer "las necesidades de los
¡Jo han hecho. Ha surgido una abundante cantidad de
Itlcos y paraeclesiásticos, de recursos y programas, que

124
¿Conducción divina o presión mundana?

pretenden satisfacer las necesidades de los jóvenes. Pero los estudios del
Instituto de Investigaciones y Valuegenesis con respecto a las principales
denominaciones en los últimos cinco años nos indican que, si el éxito se
mide por el desarrollo de la fe y la lealtad denominacional, esos intentos
no han tenido éxito.
En nuestra propia iglesia en ese mismo período las sociedades
de jóvenes adventistas estaban en evidente decadencia en el mundo
occidental. Comenzamos a promover actividades para los jóvenes tanto
en el nivel de las asociaciones como en el regional, en lugar de promover
las sociedades de jóvenes de las iglesias locales. Los requisitos del lema y
el voto y de ser miembros se habían perdido u olvidado. Se despojó a las
sociedades de todas sus funciones originales, y se eliminaron los principales
factores de sús programas. Se descartaron los aspectos devocionales.
Desaparecieron la Devoción Matutina, los versículos de memoria, el Año
Bíblico, los Clásicos del Carácter (Serie Encuentro). Se reemplazaron los
aspectos educacionales como Historia Denominacional, los libros del año y
los programas de entrenamiento para el servicio por conversaciones acerca
de asuntos que se creía satisfacían mejor "las necesidades de los jóvenes".
Los aspectos misioneros, aunque no fueron olvidados del todo,
recibieron un énfasis menor. Las espasmódicas oportunidades de
servicio que aparecían estaban orientadas mayormente a colaborar con la
evangelización en lugar de constituir un plan permanente para desarrollar
un estilo de vida cristiano. Se olvidó por completo el hecho de que los
"pequeños grupos de servicio" debían reunirse en la iglesia para formar
una sociedad.
Al reconocer la necesidad de servir a nuestra juventud, muchos
trataron de satisfacerla buscando fuera de la iglesia la ayuda y las ideas
que necesitaban. Las estudiaron, y como los objetivos y las funciones del
Ministerio Joven adventista no eran bien conocidos, muchos incorporaron
esas ideas en el ministerio en favor de la juventud. Como nosotros
también nos unimos al coro de los que pedían que se "satisficieran las
necesidades de los jóvenes", muchas veces nos equivocamos al satisfacer
sus necesidades físicas y no las espirituales. El entretenimiento y el placer
personal fueron los resultados, y sembramos semillas que contribuyeron
a matar la espiritualidad de nuestra juventud. Al tratar de descubrir
cuáles eran "las necesidades de los jóvenes" nos hicimos culpables de no
averiguar cuáles eran las necesidades de Dios con respecto a los jóvenes.

125
Salvación y Servicio

Me doy cuenta de que este cuadro del ministerio en favor de los


jóvenes en la Iglesia Adventista es más bien tétrico y negativo. Puedo
oír a muchos decir: "No es cierto. En nuestra iglesia o en esta parte del
mundo todavía tenemos sociedades de jóvenes". Es así en algunos lugares.
Tenemos una deuda de gratitud con muchos directores de Jóvenes,
pastores, jóvenes y hermanos laicos que, bajo la dirección del Espíritu
Santo, han trabajado incansablemente en favor de nuestros jóvenes. Es
un testimonio de su fidelidad el hecho de que donde se han conservado
las organizaciones juveniles en las iglesias locales, el interés de los jóvenes
en las cosas espirituales es mayor, y se destacan el desarrollo espiritual, la
lealtad a la denominación y el espíritu de servido.
Pero aún en esas partes del mundo donde seguimos teniendo
sociedades de jóvenes y clubes de Conquistadores, estas tendencias
también se notan. Se han descartado muchas de fas funciones y de los
rasgos distintivos de las sociedades de jóvenes. Muchas de las que todavía
existen deben esa existencia a la rutina, a que "así se hacen las cosas" en
lugar de una lucha para alcanzar metas o definir funciones.
Necesitamos desesperadamente un cambio de actitud. Necesitamos
más recursos. Y necesitamos un grupo de dirigentes calificados que pueda
conducir de nuevo a una iglesia informada y unida en el método de Dios
para servir a nuestra juventud.
TENDENCIAS PREOCUPANTES
EN EL MINISTERIO DE
LOS MENORES

n los comienzos de nuestro Ministerio Joven, se daba por sentado

E que los menores también lo eran, y no se los pasó por alto; por el
contrario, se los tomó en cuenta. Cuando nuestra iglesia creció, surgió
la necesidad de hacer algo especial en favor de ellos. Eso ocurrió en 1909
cuando se fundaron las Sociedades de Menores. Este sector tenía los
mismos blancos y las mismas funciones y características del Ministerio
Joven.
En 1922 se introdujeron las Clases Progresivas. Hoy se las conoce
como Clases de los Conquistadores. Sus cursos de estudio se basaban en
las funciones ya definidas del Ministerio Joven.
Nunca hubo la menor intención de que la obra en favor de los
menores fuera un ente separado, sino que debería seguir siendo parte
integral del Ministerio Joven. Los administradores y los directores de
Jóvenes creían que Dios les había encargado su salvación. El programa
parecía ideal para satisfacer sus necesidades y lograr su desarrollo. Más
tarde, en 1926, la iglesia añadió los campamentos.
Como consecuencia del fuerte vínculo que existía en ese tiempo
entre los departamentos de Jóvenes y Educación, las sociedades de
menores, particularmente en Norteamérica, se celebraban en las escuelas
de iglesia, pero en el resto del mundo la mayor parte de ellas se reunían
en las iglesias y funcionaban como sucursales de la Sociedad de Jóvenes.
En 1949 había sólidas sociedades de menores en todo el mundo. En
ese tiempo se organizaron en Norteamérica los clubes de Conquistadores
como un programa para niños y adolescentes. Las iglesias seguían
celebrando sociedades de menores, y también las había en las escuelas.

127
Salvación y Servicio

No obstante, a medida que el programa de los Conquistadores se


diseminaba por el resto del mundo, todo lo que realmente se hizo fue
ponerles uniformes a los chicos de las sociedades de menores, y tener más
actividades al aire libre. Pero los clubes de Conquistadores y las sociedades
de menores siguieron en las iglesias, y a menudo funcionaron como si
fueran un solo programa. Esta obra ha crecido y se ha desarrollado hasta
el punto de que hoy tenemos alrededor de un millón de Conquistadores
en todo el planeta.
El Señor ciertam ente ha bendecido el crecim iento de los
Conquistadores, y de nuevo aquí podemos ofrecer evidencias de la
dirección divina en su desarrollo. Pero este programa no ha sido inmune
al impacto de las tendencias de la sociedad o a los efectos de la presión
del mundo. Estas tendencias, si no se las contrarresta, pueden dañar y
hasta destruir el ministerio de los Conquistadores.'
Al perder de vista la base bíblica del Ministerio Joven, y los objetivos
fundamentales de la salvación y el servicio, es fácil, particularmente para el
programa de los Conquistadores, concentrarnos en las actividades físicas
y en la maquinaria de su funcionamiento y olvidarnos de poner énfasis
en nuestras verdaderas funciones.
Las presiones ejercidas por la sociedad, y la influencia de la filosofía
del ministerio juvenil de otras denominaciones y organizaciones juveniles
de la comunidad, que aparentemente llevan a cabo actividades similares,
han ejercido gran influencia sobre la obra de los Conquistadores. Esta
organización, a pesar de ser fuerte, ya da muestras de que su ministerio
en favor de los niños y adolescentes es de menor calidad que antes.
En nuestros materiales, manuales y publicaciones relativos a los
Conquistadores, Impresos entre 1960 y 1970, no pusimos énfasis en la
filosofía adventista del Ministerio Joven. Le dimos mayor importancia a
cosas externas como uniformes, insignias y distintivos. Nos explayamos
en detalles acerca de diversas actividades físicas, ejercicios y marchas.
AL hacerlo, sin darnos cuenta causamos la impresión de que eran
supremamente importantes. No establecimos el vínculo entre la Sociedad
de<Menores y los Clubes de Conquistadores, ni destacamos el hecho de
flpjWSUS objetivos y funciones son los mismos. Se consideró que el primero
proporcionaba instrucción espiritual, y que el otro era pura actividad física.
fStMquivocación ha contribuido a disipar la espiritualidad en la mente de
l0ÉflKtol,ya que perdieran de vista su aplicación a la vida real.

128
Tendencias preocupantes en el Ministerio de los M snoru

Por más sólido que sea el programa de los Conquistadores, muchos


de sus clubes se ven hoy como organizaciones uniformadas que se
especializan en actividades físicas, juegos y campamentos.
En otros lugares se pone énfasis en los uniformes, ejercicios y
marchas. En Europa especialmente -aunque esta tendencia no está
confinada a esa parte del mundo-, los Conquistadores aparecen como
organizaciones patrocinadas por la comunidad, similares a los boyscouts
o niños exploradores. Aunque las tendencias y las prácticas actuales en
muchos lugares podrían llevarnos a esas conclusiones, ciertamente nadie
tiene la intención deliberada de que esto sea así.
Cuando se inició nuestra obra en favor de los menores, Dios nos guió
para que formuláramos un plan, un programa y cursos de estudios que
resultaran Intensamente Interesantes para los niños de esa edad, y que
nos ayudaran al mismo tiempo a alcanzar nuestros verdaderos objetivos.
En este sentido no sufrimos la influencia, por lo menos al comienzo, del
programa o las actividades de los boyscouts. El plan de los Conquistadores
debía ser la proyección y el desarrollo de organizaciones que ya existían
en la iglesia.

La organización de los niños exploradores [boy scouts]


comenzó con veinte chicos en un campamento experimental en
1907, que se celebró en los primeros nueve días de agosto de ese
año en Brownsea Island, cerca de Poole, en Dorset, Inglaterra.
El cam pam ento tuvo m ucho éxito, y le dem ostró a
su organizador, Robert Baden-Powell, que su sistema de
entrenamiento y sus métodos atraían a la juventud y que
realmente daban resultados.
En enero de 1908 Baden-Powell publicó su primer libro,
Scouting for Boys [La exploración para los niños], un libro
publicado en fascículos que aparecían cada dos semanas y que
se vendían a cuatro peniques cada uno. Fue un éxito inmediato.
La única intención de Baden-Powell fue proporcionar un
método para entrenar niños, algo que otras organizaciones
juveniles que ya existían pudieran adoptar, como ser las
Brigadas Infantiles y la Asociación Cristiana de Jóvenes. Para
su sorpresa, los jóvenes comenzaron a organizarse en lo que
estaba destinado a convertirse en el movimiento de jóvenes

129
Salvación y Servicio

voluntarios más grande del mundo, y que perdura hasta el día


de hoy.
Los niños exploradores comenzaron su programa para chicos
y adolescentes de entre 11 y 18 años. Pero inmediatamente
aparecieron otros que querían participar. El programa de las
niñas exploradoras lo inició Baden-Powell en 1910. Su esposa
Olave, con quien se casó en 1912, llegó a ser la primera Guía.
Los niños exploradores constituyen un m ovim iento
educacional destinado a los jóvenes, cuyo propósito consiste
en contribuir a su desarrollo personal y social. Es un movimiento
voluntario, apolítico, abierto a todos y que se basa en lo siguiente:

• Adherencia a principios espirituales, lealtad a la


religión que los expresa, y aceptación de los deberes
que se desprenden de ellos.
• Lealtad a la patria en armonía con la promoción de
la paz, la comprensión y la cooperación.
• Responsabilidad para con el desarrollo personal.
• Participación en el desarrollo de la sociedad, con
reconocimiento de la dignidad de los demás y respeto
por ella, y por la Integridad del mundo natural.
• Un método progresivo de autoeducación, que
comprende programas adaptados a cada edad, que
se basa en una promesa y una ley, aprender a medida
que se hacen las cosas, formar parte de grupos
pequeños, un control de los progresos personales
y en actividades llevadas a cabo en contacto con
la naturaleza (De Scouting Around the World [Los
niños exploradores en todo el mundo], Organización
Mundial del Movimiento de los Niños Exploradores,
1990).

Admiramos muchos estos ideales y principios, y estamos de acuerdo


Con ellos, pero no alcanzan nuestros objetivos ni concuerdan plenamente
íí-CDn la filosofía del Ministerio Joven adventista. Tengo el mayor de los
fffptyMtOS-por la organización, la integridad, la dirección y la práctica de los
«exploradores en todo el mundo. Si ustedes observan los uniformes,

130
Tendencias preocupantes en el Ministerio d« IOS MWIWHl

la organización y las actividades físicas de los Conquistadores, descubrlféft


muchas semejanzas con ellos. Y debemos reconocer que el movimiento
de los niños exploradores es probablemente la organización comunltarli
de más éxito en el mundo en lo que se refiere a preparar a los jóvenes para
sobrevivir en esta tierra. Pero exactamente allí encontramos la diferencia
entre estas dos organizaciones. Mientras nosotros también tratamos de
enseñar a los jóvenes para que se desarrollen y sobrevivan en esta tierra,
nuestra primera motivación es asegurarnos de que también vivan en el
mundo venidero.
Para nosotros la im portancia no reside en la cantidad de
Conquistadores que tenemos, o las especialidades que pueden aprender,
sino en la cantidad de Conquistadores que en el futuro estarán junto al
trono de Dios en el cielo. Esta es la diferencia.
Demasiados directores de Conquistadores sé han concentrado en
los uniformes y las insignias, y han llegado a la conclusión de que esto,
y algunas competencias de vez en cuando, constituían el ministerio en
favor de ellos. Nuestros uniformes e insignias, aunque adaptados a la
mentalidad de los niños de esa edad, pueden ser exactamente el factor
que podría destruir su ministerio.
Al concentramos en lo físico y lo externo, y al hacer de ello lo más
importante, corremos el peligro de desviarnos de nuestras prioridades
espirituales, o ignorarlas. Cuando vamos al supermercado para comprar
copos de trigo, por ejemplo, no extendemos las manos para que nos
pongan medio kilo de copos en ellas. Las compramos dentro de lindos
envases que llevamos a casa. Las cajas son necesarias; cumplen un buen
propósito. Pero en casa no nos comemos las cajas; las tiramos al tacho de
la basura y nos comemos los copos.
Al concentrarnos en lo externo: uniformes e insignias, y en la
maquinaria de la organización de los Conquistadores, corremos el peligro
i de seguir las costumbres, tendencias y prácticas del mundo. Podemos
\ satisfacer intereses y necesidades temporales, pero nos olvidamos de la
\ función fundamental: salvar almas. A menudo nos hacemos culpables de
I "comernos las cajas" con lo que dejamos de conseguir el único alimento
i verdadero: la Palabra de Dios, que debería ser el principal componente
i' del Ministerio Joven.
Sí, hemos sido guiados por el Señor para establecer el Ministerio
Joven en la iglesia. En la medida que hemos seguido los principios de la
Salvación y Servicio

dirección divina este ministerio ha tenido éxito en alcanzar sus blancos de


Salvación y servicio. Por otra parte, también nos hemos hecho culpables
deadoptar las tendencias y costumbres del mundo y ceder ante la presión
del ambiente.
i Cada vez que hemos intentado seguir el plan divino, en cualquier
nivel de la iglesia, ha mejorado la calidad del Ministerio Joven adventista.
Cada vez que nos hemos apartado de él para seguir las prácticas del
mundo, o hemos cedido a sus influencias para incorporarlas a nuestro
ministerio, indefectiblemente ha disminuido la calidad de este ministerio,
«ifc No estoy abogando porque volvamos a la modalidad histórica del
jpfcásterio Joven. No podemos reproducir la Sociedad de Jóvenes de
ño en la actualidad. El mundo, la juventud y hasta la misma iglesia
n cambiado. Pero ciertamente necesitamos una organización juvenil
Ida en cada iglesia. Algunas cosas no deben cambiar: nuestros objetivos
ticos, las funciones del Ministerio Joven y los principios sobre los cuales
lo fundó. Hay que enseñar y practicar de nuevo el carácter distintivo de
filosofía adventista del Ministerio Joven si queremos infundirle nueva
'a a nuestra juventud y nueva fortaleza a nuestras iglesias. Al hacerlo,
le daremos la oportunidad a los jóvenes de experimentar la verdadera
salvación y de disfrutar del servicio.
Ciertamente "no tenemos nada que temer del futuro, a menos que
nos olvidemos de cómo nos guió Dios antes, y las enseñanzas de nuestra
historia pasada" (Elena de White, General Conference Daily Bulletin [Boletín
Diario de la Asociación General], 28 de enero de 1893).
Es tiempo de reestructurar y reconstruir el Ministerio Joven adventista.
LA REESTRUCTURACIÓN
Y LA RECONSTRUCCIÓN
DEL MINISTERIO JOVEN

l Pr. Robert Folkenberg, presidente de la Asociación General, en su

E primer informe a esa organización acerca de "La Condición de la


Iglesia", en el Concilio Anual de 1992, presentó el temario del Concilio
y la importancia que se le daba en él a la juventud y al Ministerio Joven.
No se trataba de tomar un acuerdo para después olvidarse de él. Era el
anuncio de un cambio de dirección por parte de la iglesia, una declaración
acerca de sus intereses y una preocupación por el Ministerio Joven. Debía
señalar la aceptación por parte de la iglesia de sus responsabilidades hacia
los jóvenes, y darle prioridad al ministerio en favor de ellos mediante la
dedicación de una cantidad mayor de tiempo durante esa sesión: una
mañana entera, en efecto, para discutir los temas correspondientes a
este importante asunto. (Estos temas ciertamente aparecieron durante
el Concilio en muchas de las conversaciones y los cambios de ideas
que hubo.) Los acuerdos resultantes, votados por unanimidad por los
delegados al Concilio Anual, expresaban el deseo de la iglesia y sirvieron de
fundamento para su implementación. El Pr. Folkenberg expresaba de esta
manera sus esperanzas y deseos con respecto al ministerio en favor de
los jóvenes:

La condición de los niños de la iglesia de hoy será la


condición de la iglesia del mañana.
Somos una iglesia joven y muchos de nuestros miembros
en todo el mundo son niños y jóvenes, y en efecto, en algunas
divisiones entre el sesenta y el setenta por ciento de nuestros
creyentes tienen menos de treinta años. Espero que nuestra*

133
Salvación y Servid o

iglesias estén llenas de niños con todo el vigor y el entusiasmo


que despliegan. Necesitamos su vitalidad y su energía.
En todos nosotros existe el deseo de ser jóvenes para
siempre. Dios puso ese deseo porque nos creó para la vida
eterna. Nos gustaría que ese estado de infantil inocencia durara
para siempre, pero no es así. El mañana vendrá y esos niños
crecerán. ¿Continuará la iglesia dedicándoles mañana tanto
interés y atención como hoy? La respuesta a esta pregunta
depende de la visión que reciben hoy. Depende del concepto
que tengan de la iglesia de hoy (Extracto del discurso inaugural,
Concilio Anual de la Asociación General, 1992).

Declaraciones como esta marcaron la pauta del Concilio Anual. Durante


tres horas el viernes de mañana, 9 de octubre, Richard Barran y Malcolm
Alien, presentados por el pastor Folkenberg y apoyados por Israel Leito y
Matthew Bediako, se refirieron a temas relativos a la juventud y propusieron
recomendaciones. Como resultado de ello, el Concilio tomó seis votos bajo
el título de "Recomendaciones para reestructurar y reconstruir el Ministerio
Joven en la Iglesia Adventista". A continuación resumimos esos votos:

1. La aceptación de los jóvenes como feligreses que participan


plenamente de las actividades de la iglesia.
2. El nombramiento de especialistas en jóvenes en todos los niveles
de la iglesia.
3. El establecimiento de un Ministerio Joven organizado en cada
iglesia.
4. Un cuádruple programa de atención a los jóvenes que incluya
reavivamiento, recuperación, evangelización y atención espiritual.
5. Autorización para la formulación de un plan estratégico con el
fin de reconstruir y reedificar el Ministerio Joven.
6. La formación de un gabinetejuvenil que acompañe al presidente
, en todos los niveles de organización de la iglesia.

^propósitode estos acuerdos consistió en darle autoridad y dirección


t f l l g l l t i t i l reestructurar y reconstruir el Ministerio Joven. Si bien es cierto
i'icuerdo se votó por separado, todos estaban íntimamente
entre sí.
La reestructuración y la reconstrucción del Ministerio JONM

1. La aceptación de los jóvenes como feligreses’ que participan


plenamente de las actividades de la iglesia. Este acuerdo tiene
que ver con nuestra actitud hacia los jóvenes como miembros
de la iglesia, y la actitud de los jóvenes como reacción a esto.
Se debe aceptar a los jóvenes como miembros en plenitud, no
como miembros de segunda clase o como visitas. Los jóvenes
están dispuestos a participar y están ansiosos de hacerlo. Es
necesario para su salvación. Debemos asegurarnos de que
sus contribuciones sean significativas, no meros adornos. La
inclusión de los jóvenes en la vida de la iglesia es imperativa;
no es una opción.
2. El nombramiento de especialistas enjóvenes en todos los niveles de la
iglesia. Esta es una declaración relativa al liderazgo en el Ministerio
Joven. Se debe reestablecer una red de directores de Jóvenes
calificados al nombrar o al elegir a especialistas en jóvenes en cada
nivel de la iglesia. Los dirigentes y los miembros deben considerar
a los jóvenes y sus directores tanto desde el punto de vista de
ellos como de los adultos o los administradores, y se deben dar
ejemplos de dirección juvenil que retengan la credibilidad de los
jóvenes y puedan desarrollar un ambiente espiritual.
3. El establecimiento de un Ministerio Joven organizado en cada
iglesia. Este acuerdo reconoce la necesidad de contar con una
organización juvenil establecida en cada iglesia, con recursos
adecuados y cursos de entrenamiento para apoyarla.
4. Un cuádruple programa de atención a losjóvenes. Este acuerdo pone
énfasis en la naturaleza espiritual del ministerio en favor de los
jóvenes mediante el desarrollo de cuatro temas: REAVIVAMIENTO,
RECUPERACIÓN, EVANGELIZACIÓN Y ATENCIÓN ESPIRITUAL.
5. Autorización para la formulación de un plan estratégico con el fin
de reconstruir y reedificar el Ministerio Joven. Esta fue la necesidad
reconocida, y el acuerdo manifestó la preocupación de la iglesia
por la unidad y el desarrollo de un plan estratégico que se pueda
poner en práctica en todos los niveles de su organización.
6. La formación de un gabinetejuvenil que acompañe al presidente en
todos los niveles de organización de la iglesia. Este acuerdo prevé
la organización de un gabinete juvenil en todos los niveles de
la iglesia para que se escuchen las preocupaciones e Ideasd i la

135
ft#VOt o! Salvación y Servicio

juventud, y se actúe en consonancia. Al funcionar como


comisiones permanentes, estos gabinetes juveniles elevarán
recomendaciones que se podrían incorporar a los programas,
reglamentos y acuerdos de la iglesia.

Todos estos acuerdos deben ser analizados e implementados en


cada nivel de la iglesia. Aunque la Asociación General los respalda con su
autoridad y les imprime dirección, no tiene la intención de entrar en los
detalles que les corresponde atender a los otros niveles de la organización.
La Asociación General proporcionará el liderazgo necesario; sin embargo,
sus dirigentes necesitan las recomendaciones de las divisiones a fin de
poder coordinar y formular un plan estratégico para la reestructuración
y la reconstrucción del Ministerio Joven. Pero la puesta en marcha y la
evaluación de estos acuerdos, y de las reacciones que produzcan, les
corresponden a las divisiones. El personal de ellas sabe mejor cuáles son
SUS prioridades, recursos y necesidades. La Asociación General podría
explicar más aún el significado de estos acuerdos, podría establecer una
tlsta de prioridades relativa a la coordinación de las diferentes reacciones
que se produzcan, y establecer un cuadro de fechas para que la iglesia
mundial alcance los blancos de este plan estratégico.
Es necesario que la reacción a estos acuerdos sea una voz coordinada
y unida. Es conveniente que trabajemos unidos con determinación y
propósito.
Los directores de Jóvenes de la Asociación General estaban
entusiasmados con estos acuerdos y las posibilidades de cambio que
Implicaban. Los acuerdos del Concilio Anual de 1992 reconocieron la
existencia de una doble aproximación a la reconstrucción del Ministerio
Joven. Estas aproximaciones recorrían vías paralelas, unidas en propósito
jWftrección.
bih t a prim era recom endación im plicaba las activid ades que
MOittariamente deberían llevar a cabo las administraciones y los directores
(ÉjftWjHTnr ~ de todos los niveles. La segunda tenía que ver con las
Jes y las reacciones de los jóvenes mismos. La recomendación que
l a formular un plan estratégico tenía que contar con propuestas
Itlvas. Esto no implicaba que las administraciones actuaran
i o por su cuenta. Una de las recomendaciones preveía el
Bnto de un gabinete juvenil para el presidente en todos los

136
La reestructuración y la reconstrucción dal M lnlltiriO JO¥W

niveles, desde la iglesia local hasta la Asociación General. Esto quería


decir que se debía escuchar a la juventud, aceptar sus recomendaciones,
actuar en consecuencia y hacer de ellas parte integral del plan estratégico,
El proceso de la planificación, para que tuviera éxito, debía contar con el
apoyo de todos los niveles.
Note lo que requerían estas actividades:

1. El restablecimiento de una red de directores de Jóvenes


especialistas nombrados en todos los niveles de la organización,
desde la iglesia local hasta la Asociación General. No se trata
solo de nombrar o elegir personal, sino asegurarse de que el
personal seleccionado dispone de recursos y del entrenamiento
en liderazgo esencial para apoyar esta red.
2. Poner en funcionamiento una organización juvenil en cada iglesia.
Esto implica más que elevar recomendaciones a la comisión
de nombramientos. Significa proporcionar el apoyo necesario
para asegurarse de que se conoce la filosofía adventista relativa
al Ministerio Joven, para ponerla en práctica en cada iglesia.
Requiere que en cada iglesia se lleve a cabo un Ministerio Joven
que realmente funcione.
3. Se debe nombrar inmediatamente en todos los niveles de
la administración el "gabinete juvenil" del presidente. Su
nombramiento implica escuchar a los jóvenes y a sus directores,
para aprovechar la condición física y espiritual del Ministerio
Joven en ese nivel, y aceptar sus recomendaciones. Debería ser
una comisión ad-hoc, y los temas que analice deberían basarse
en el cuádruple programa de reavivamiento, recuperación,
evangelización y atención espiritual.
En la iglesia local el pastor, el (los) directores) elegido(s) y
los miembros de la junta de la iglesia deben asistir a las reuniones
del "gabinete juvenil". En las asociaciones, misiones, uniones y
divisiones deben estar presentes el presidente, el director de
Jóvenes y a lo menos un miembro de la junta directiva. Los
informes y recomendaciones de estos "gabinetes juveniles", junto
con los de la subcomisión de jóvenes de la división, constituirán
la base del plan estratégico global para la reestructuración y
la reconstrucción del Ministerio Joven. Esto requerirá mucha

137
Salvación y Servicio

instrucción, organización y planificación. Los informes del


"gabinete juvenil" de la iglesia local serán enviados al gabinete
juvenil del presidente de la asociación o misión (junto con el
resto de su temario) para su análisis y puesta en marcha. Las
recomendaciones del gabinete juvenil del presidente de la
asociación o misión las analizará el gabinete juvenil del presidente
de la unión, y así sucesivamente. Debemos escuchar a los jóvenes
y respetar su juicio.
4. La aceptación y la puesta en marcha del cuádruple plan
para el Ministerio Joven. Estos cuatro temas: reavivamiento,
recuperación, evangelización y atención espiritual deberían estar
presentes en todos los acuerdos mencionados más arriba. Por
su énfasis especial se espera que:
• Fortalezcan la vida espiritual de cada joven.
• Fortalezcan la iglesia local.
• Apoyen a los pastores al atender a los jóvenes.
• Mejoren la calidad del Ministerio Joven en la iglesia.
• Proporcionen a los jóvenes la oportunidad de
participar, hacer obra misionera, servir y, por lo tanto,
• llevar a cabo la obra de la iglesia.

Este cuádruple plan volverá a poner el Ministerio Joven en armonía


con los objetivos básicos y las funciones establecidas hace años: la
salvación de los jóvenes y su dedicación al servicio para llevar a cabo la
misión de la iglesia.
Estos cuatro temas son fundamentales para la reestructuración
y la reconstrucción del Ministerio Joven. Para ponerlos en práctica es
necesario que los comprendamos bien. Por lo tanto, deberíamos explicar
su contenido y su importancia. Examinémolos por separado.

R€AVIVAM I€NTO

La palabra reavivamiento puede tener varios significados.

• Una vuelta a la vida después de la muerte real o aparente.


• La reanudación de la actividad después de un estado de
languidez o depresión.

138
La reestructuración y la reconstrucción dei Ministerio Joven

• La recuperación después de una condición de descuido u olvido.


• Un retorno al uso y al favor generales.
• Una renovada actividad de la vida religiosa.

Todas estas acepciones se pueden aplicar a nuestra comprensión


de lo que es el reavivamiento en el Ministerio Joven. Se lo puede aplicar
a diversos aspectos.

• Al reavivamiento de la vida espiritual del individuo; cualquier


énfasis o actividad que mejore la vida devocional de la persona
y fortalezca su relación con Dios.
• Un reavivamiento del Ministerio Joven en la iglesia local y en
todos los demás niveles de la iglesia.
• Un reavivamiento de la juventud que se manifieste en un
renovado interés por la misión de la iglesia y una renovada
dedicación a ella.
• Un reavivamiento de la juventud que se manifieste en un
renovado interés en "su" iglesia, su mensaje, su heredad, sus
normas, todo ello reflejado en sus creencias y sus acciones.
• Un reavivamiento de la feligresía y los dirigentes de la iglesia, para
que acepten su responsabilidad hacia los jóvenes.

El reavivamiento procura la consolidación y la evangelización de los


jóvenes de la iglesia. Es una verdadera evangelización interna que reconoce
que la salvación de los jóvenes es el objetivo principal del Ministerio
Joven. Este énfasis debería inducirnos a revisar nuestras actividades,
nuestros programas y nuestros recursos actuales para verificar si están
alcanzando nuestros objetivos. No es un programa en sí mismo, pero al
llevarlo a cabo se puede lograr el fortalecimiento o la reconstrucción de
algunos programas, o la creación de nuevas iniciativas que conduzcan al
reavivamiento.

"Reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual,


una vivificación de las facultades de la mente y el corazón, una
resurrección de la vida espiritual. Reforma quiere decir una
reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, los hábitos y
las actividades. La reforma no producirá buenos frutos a menos

139
Salvación y Servicio

que esté relacionada con un reavivamiento del Espíritu" (Elena


de Whlte, Review and Herald, 25 de febrero de 1902).

Tenemos que tratar de elevar la vida devocional de cada joven. Por


medio de nuestro ministerio en favor de ellos debemos proporcionarles
una atmósfera y un ambiente a través de los cuales pueda obrar el Espíritu
Santo.
Debemos instar a nuestros jóvenes para que desarrollen una relación
iírs o n a l con su Señor. Debemos "actuar como si estuviéramos haciendo
pelosas en serio, como si valiera la pena salvar las almas de hombres y
“ jijeres" (Testimonies, tomo 9, pág. 107).

UPGRACION

Este programa enfoca la atención en la apostasía y la pérdida de


' chos de nuestros jóvenes. Nos obliga a hacer provisión en nuestro
¡Sterio para la recuperación de los jóvenes que han apostatado.
Recuperar significa volver a tomar, volver a poseer. Significa restaurar
‘guien que ha caído. Este es el punto crucial de la lucha espiritual,
recuperación es el Ministerio Joven en plena acción; es la aplicación
'etica del poder del evangelio.
Se deben tener en cuenta todos los aspectos del Ministerio Joven
guando se lleva a cabo esta actividad redentora. Se debe reflejar en
nuestros planes estratégicos, en la estructura de nuestra organización,
en nuestro énfasis práctico. Estos son nuestros jóvenes, nacidos y criados
en nuestros hogares e iglesias. Debemos poner en marcha planes y
programas para recuperarlos.
Nuestros esfuerzos no solo se deben reflejar en nuevas iniciativas,
Sino que deberían impulsarnos a examinar los programas que tenemos en
marcha actualmente para ver qué énfasis le están dando a la recuperación.

CVANGGUZACIÓN

Aquí debemos emplear los talentos y el potencial de los jóvenes


fUfflpllr la misión de la iglesia. Entendemos bien este programa. Le
La reestructuración y la reconstrucción del Ministerio Joven

hemos dado un énfasis especial, además de prioridad, tiempo y medios


financieros. No podemos disminuir nuestro énfasis en este aspecto, pero
debemos asegurarnos ahora de que los otros programas reciben la misma
atención y el mismo énfasis.
La evangelización es el acto de com unicar el evangelio, o de
predicarle el evangelio a alguien para convertirlo, de manera que llegue
a ser creyente. En el Ministerio Joven, evangelización significa que nos
estamos asegurando de que actuamos como evangelistas al conducir a los
jóvenes a los pies de Cristo, al hacer provisión para educarlos y entrenarlos
para el servicio, y al proporcionarles oportunidades de participar en las
tareas de la evangelización.

ATENCIÓN ESPIRITUAL

El énfasis de este programa consiste en proporcionarle a los jóvenes


un permanente crecimiento espiritual y lograr que se consagren al Señor.
Poner énfasis en el reavivamiento, la recuperación y la evangelización,
mientras descuidamos su atención espiritual, es preparar el camino que
conduce a la apostasía. La atención espiritual es la receta para lograr que
los jóvenes permanezcan en la iglesia y para que crezcan en el Señor.
La atención espiritual significa:

• Alimentar y nutrir.
• Educar, formar, entrenar.

Sus sinónimos son nutrir y brindar afecto. Nutrir significa proporcionar


alimento y ayudar a crecer. Brindar afecto significa tratar a alguien con
cariño. La atención espiritual implica entrenar con cuidado paternal.
Implica además el am orque sentimos por los jóvenes, nuestro interés en
su salvación, nuestro profundo deseo de verlos crecer permanentemente
y de que se consagren al Señor. Implica prestar atención a las estructuras
y a la organización. Implica educación y entrenamiento. Tiene que ver
con el liderazgo y la preparación necesarios para ejercerlo eficientemente.
Esta atención espiritual debe encontrarse en todo programa, actividad,
entrenamiento o recurso que asegure el crecimiento constante de los
jóvenes, haga provisión para su participación y dedicación, y asegure la

141
Salvación y Servicio

perdurabilidad de nuestro programa y ministerio en favor de ellos. Es una


medida preventiva que debemos tomar para evitar las apostasías. El énfasis
en la atención espiritual también nos proporcionará un plan sistemático
para tratar con los nuevos miembros.
El énfasis en este programa revelará también nuestra necesidad de
una renovada comprensión de la filosofía adventista relativa al Ministerio
Joven, que ciertamente cuenta con una sólida base bíblica.
Este programa de cuatro puntos concuerda con los objetivos y las
funciones básicas del Ministerio Joven. Si se los aplica con cuidado y
oración, elevarán la calidad de este ministerio en la iglesia. Este énfasis
nos ayudará a concentrar la atención en nuestra misión como iglesia, y
contribuirá mucho para la salvación de los jóvenes y para conservarlos
en las filas de la iglesia. Estos cuatro programas deberían saturar cada
aspecto y faceta del Ministerio Joven: en la Iglesia local, en la escuela
sabática de los jóvenes, en los clubes de Conquistadores y Aventureros,
en las sociedades de jóvenes, en el aula y en los claustros universitarios.
Deberían ser una especie de telón de fondo y de piedra de toque de
todas las actividades relacionadas con los programas y la acción del
Ministerio Joven. La capacidad de influencia de estos cuatro programas
debería constituir el fundamento sobre el cual reestructurar y reconstruir
el Ministerio Joven.

142
LA COMISIÓN DE JÓVENES
DE LA ASOCIACIÓN GENERAL

ntre el 8 y el 16 de julio de 1993 se reunió en el Colegio Newbold, de

E Inglaterra, el personal del Departamento de Jóvenes de la Asociación


General y de la división. Esta Comisión de Jóvenes tenía a su cargo
una doble tarea:

1. A nalizar los resultados de las inve stig acio n e s y las


recomendaciones de la Subcomisión de Jóvenes de la división,
y preparar un informe para la Comisión de Jóvenes de la
Asociación General a fin de presentarlo ente el Concilio Anual
de octubre de 1993.
2. Com enzar a preparar un plan estratégico y táctico para
reconstruir el Ministerio Joven.

Los directores de Jóvenes apreciaron profundamente la oportunidad


que se les ofreció de participar en esta extraordinaria reunión del personal
del departamento de la división. El tiempo dedicado a analizar y evaluar
la condición de la juventud adventista y el Ministerio Joven, y el que se
empleó para elaborar un plan estratégico y táctico con miras al futuro,
fue a la vez especial y sumamente provechoso.
Esos dirigentes necesitaban pasar un tiempo juntos para esbozar
estrategias, establecer blancos e imprimirle dirección a todo ello. Solo de
esa manera podíamos concretar la realidad de que todos participamos
en el mismo Ministerio Joven.
El informe de la Comisión de Jóvenes de la Asociación General se presentó
y se aceptó en 1993 en el Concilio Anual celebrado en Bangalore, India.
Los aspectos más importantes de los estudios hechos por cada
división son los siguientes:

143
Salvación y Servicio

1. La condición actual de la juventud adventista y del Ministerio


Joven.
2. La influencia negativa producida por la pobreza del ambiente
de la iglesia.
3. Los factores que contribuyen a la lealtad o deslealtad hacia la
iglesia por parte de los jóvenes.
4. La influencia de los asuntos sociales sobre los ministerios
jóvenes.
5. La apostasía entre los jóvenes, su recuperación y su conservación.
6. El pedido de los jóvenes para que haya más participación de
ellos en todos los aspectos de la obra de la iglesia y su misión.
7. La relación que debe existir entre los pastores y los jóvenes.
8. La calificación, la selección y el entrenamiento de directores de
Jóvenes en todos los niveles de la iglesia'.
9. La disminución de la calidad del Ministerio Joven producida por
la excesiva rotación del personal del departamento en todos los
niveles de la iglesia.
10. El Ministerio Joven durante el siglo XXI.

El informe completo de esta Comisión de Jóvenes debería ser


estudiado cuidadosamente por todos los que participan hoy en el
Ministerio Joven. Sus numerosos descubrimientos y recomendaciones nos
permiten llegar a nuestras propias conclusiones en cuanto a la dirección
que se le debe imprimir en el futuro al Ministerio Joven. A continuación
presentamos los puntos más importantes:•

• La cultura, la raza y el ambiente ejercen una influencia ínfima


sobre los temas más importantes que enfrenta hoy la juventud
adventista y el Ministerio Joven. Le hemos dado demasiada
im portancia a las diferencias que pueden existir entre los
campos desarrollados y los que no lo están tanto. En realidad,
las necesidades básicas de todos ellos son comunes. La influencia
de los temas sociales, la aceptación de las doctrinas y las normas
<v de la iglesia, la discrepancia que se observa entre lo que se cree y

•■
■i to que se practica, el ambiente de la iglesia y la lealtad hacia ella
) • >.,y hacia su misión, no son tan diferentes en las distintas regiones
del mundo de acuerdo con estas conclusiones.

144
La Comisión de Jóvenes de la Asociación General

• Los estudios llevados a cabo perm itieron percibir lo que


llamamos "señales de riesgo". Mediante ellos se trató de averiguar
si la conducta de un determinado joven se había desviado lo
suficiente como para provocar preocupación. La mayor parte
de los jóvenes consideró que esas "conductas de riesgo" son
moralmente condenables; no obstante, su práctica sigue
siendo extensa. La información que se obtuvo demuestra que
los jóvenes conocen las doctrinas y las normas, y que están
profundamente convencidos acerca de la mayoría de ellas. Pero
a menudo lo que practican es cuestionable. Las acciones y la
doctrina están bastante divorciadas.
• La reducción de las "conductas de riesgo" guarda relación
con una fe sólida y madura. Los jóvenes están solicitando
informaciones valiosas y bíblicas acerca de esas conductas.
Su interés en este aspecto es claro. Uno de los motivos del
Ministerio Joven adventista consiste en educar y sugerir
conductas que fortalezcan la vida. Se deben emplear métodos
que provoquen un amplio cambio de ideas y definan normas
al respecto.
• Hay más oportunidad hoy de que los jóvenes practiquen un
correcto estilo de vida adventista, se dediquen más a la devoción
personal, tengan una fe más madura, y un concepto más claro
de lo que es la gracia y su relación con la salvación. Cuando lo
logramos, se reducen las "actividades de riesgo". Esto es una clara
indicación de que se necesita más información, más planificación
y una dirección más definida en este aspecto de la vida de los
jóvenes. Mientras más reduzcamos las "conductas de riesgo"
entre ellos, y más información les demos al respecto, mayor será
su fe y su devoción.
• Tanto el hogar como la congregación y la escuela ejercen una
poderosa influencia con respecto a la participación de los
jóvenes en "conductas de riesgo". Cuando comparamos a los
jóvenes adventistas que han recibido educación en una escuela
de la iglesia, han sido Conquistadores activos y han participado
plenamente en la Sociedad de Jóvenes, con los que han tenido
muy poca o ninguna participación en estas actividades, las
estadísticas nos demuestran que hay mucho más lealtad a

145
Salvación y Servicio

la iglesia, más fe, una conducta mejor y más posibilidades de


que sigan siendo creyentes los que han tenido una relación
más íntima con la iglesia que los demás, y se nota también
una disminución proporcional en las conductas de riesgo y las
apostasías.
• Si los jóvenes se mantienen cerca de sus padres, sus amigos,
los dirigentes de la congregación y sus maestros -gente que
sustenta valores espirituales sólidos-, recibirán protección, puesto
que esas relaciones son cálidas, prestan apoyo y brindan afecto.
• El mantener las normas bien altas en la casa ejercerá sobre los
jóvenes una influencia protectora solo si se imponen con amor,
y si lo hace gente que ama de verdad.
• Necesitamos darle un nuevo énfasis a una rica vida devocional
y a un compromiso religioso personal. Debemos fomentar un
amplio cambio de ideas acerca del significado de la fe y el lugar
que ocupan las doctrinas. Necesitamos enseñar que la religión se
refiere básicamente a nuestra relación con Dios y con el prójimo,
y no a un sistema de doctrinas o un código de conducta.

Un elevado porcentaje de los jóvenes adventistas manifestó estar


de acuerdo en alto grado con la mayoría de las doctrinas de la iglesia,
especialmente con las que compartimos con otras denominaciones
importantes. Este asentimiento no se extiende, sin embargo, a nuestras
doctrinas distintivas. Muchos jóvenes de hoy cuestionan la posición de la
iglesia con respecto a Elena de White, el juicio investigador y el concepto
adventista de la iglesia remanente.
Estamos en peligro de que se desarrolle una nueva generación
de jóvenes que no adhiere firmemente a las doctrinas distintivas del
adventismo. Debemos hacer mayores intentos para que nuestros jóvenes
tengan la oportunidad de estudiar nuestras principales doctrinas de una
manera que les resulte interesante y convincente.•

• El ambiente de la iglesia es crucial para ayudar a los jóvenes


a comprenderla y conservar su interés en ella. Al parecer,
?-h, este ambiente es muy similar en todas partes. Las iglesias
¿ iit , sencillam ente no están haciendo mucho para desarrollar
j||f “ programas cuidadosamente preparados, serios, interesantes y

146
La Comisión de Jóvenes de ia Asociación General

significativos en beneficio de la juventud. Como resultado de


ello los jóvenes adventistas se sienten rechazados.

Aparentemente las iglesias adventistas están perdiendo casi un tercio


de sus jóvenes porque no quieren invitarlos a participar en los programas
que constituyen la vida de la congregación, y tampoco entablan con ellos
un diálogo imparcial acerca de temas que le conciernen a la iglesia, incluso
los de orden teológico.
Los adultos de la iglesia conservan celosamente en sus manos el
liderazgo, y muy pocas veces se invita a los jóvenes a ocupar algún cargo
de importancia. Como resultado de ello los jóvenes sienten a menudo que
se los usa a fin de que hagan las tareas pesadas o sin mucha importancia,
y que rara vez se los convoca para hacer algo importante.

• Los jóvenes quieren participar en la obra de la iglesia. Muchos


se han dedicado a ello. La consideran su iglesia.
• Ayudar a los demás es una señal de dedicación a Dios y a la
iglesia. Si los proyectos relacionados con el servicio son cruciales
para consolidar la fe, tal como lo sugiere la información de que
disponemos, entonces tenemos que proveer oportunidades
para que los jóvenes se identifiquen más con la iglesia y sirvan
activamente en todos los niveles.
• La iglesia del futuro tendrá que enfrentar los problemas sociales
en la medida en que estos afecten a nuestro ministerio en favor
de la juventud. Asuntos como el desempleo, la escasez de
viviendas, la pobreza, el SIDA, la homosexualidad e inclusive la
falta de elementos adecuados para proporcionar recreación u
oportunidades para ello, son asuntos de suficiente importancia
como para fortalecer y darle orientación en el futuro al Ministerio
Joven. Se considera que estos asuntos son tan importantes
para conducir a alguien a la apostasía como el secularismo y
el materialismo. Nuestro ministerio se verá en la obligación de
proporcionar no solo un cambio de ideas y de información, sino
también apoyo físico.

Si bien es cierto que los posibles cambios en la estructura del


Ministerio Joven fue un asunto que interesó profundamente a los que

147
Salvación y Servicio

concurrieron a la reunión de Newbold, a propósito no abordamos este


tema. Estábamos más preocupados por la calidad del ministerio que la
Iglesia le está ofreciendo a los jóvenes que de la estructura por medio de
la cual se lo puede ejercer. Pero, por cierto, estos temas están íntimamente
relacionados entre sí.
Tenemos que avanzar; no retroceder. Cualquier intento de retrotraer
el Ministerio Joven a lo que era antes de 1985 sería un error. Aunque yo
estoy de acuerdo en que el Ministerio Joven resultaría beneficiado si se
lo separara de los Ministerios de la Iglesia* volver "a lo que era" no es una
opción. Evidentemente había fallas en el departamento y en la dirección
que le imprimía a sus diferentes ministerios aun antes de que se organizara
el departamento de los Ministerios de la Iglesia. Por cierto, se debe estudiar
la estructura del departamento ya que básicamente no ha cambiado desde
su fundación en 1901. Pero la iglesia sí ha cambiado. El mundo también
ha cambiado, y los jóvenes y los problemas que tienen que enfrentar son
diferentes. Estamos por entrar en el siglo XXI; no estamos por comenzar
el siglo XX. La estructura y la filosofía de nuestro departamento deben
reflejar esta circunstancia y deben ayudarnos a alcanzar nuestras metas.
Necesitamos volver a evaluar la tarea y la filosofía del departamento, como
asimismo la descripción de sus funciones y tareas en todos los niveles.
La vertiginosa rotación del personal dedicado a los jóvenes, y la
cantidad de dirigentes no calificados que han trabajado en el departamento
entodos los niveles, han ejercido una influencia negativa sobre la calidad
del ministerio que la iglesia le ofrece a los jóvenes. Debemos asumir la
résponsabilidad de brindar educación y entrenamiento adecuados
a1nuestros directores de Jóvenes de todos los niveles. Esto se debería
manifestar tanto en la filosofía del Ministerio Joven adventista como
asimismo en los detalles y la estructura de los programas y las actividades
del departamento. Un liderazgo entrenado y calificado, dedicado a
alcanzar las metas bíblicas relativas al Ministerio Joven, hará mucho para
mejorar la calidad del Ministerio Joven en la iglesia.

* ! AkftOhWltOdetraducirse este libro, fines de 1995, la iglesia, reunida en Congreso Mundial en


HolpniettlMtftueltoel Departamento de los Ministerios de la Iglesia y, junto con otros, creado
t i O tp trtiw in to de los Jóvenes Adventistas o Ministerios Juveniles.

148
EL MINISTERIO JOVEN HOY...
Y MAÑANA

a cantidad de jóvenes adventistas cuyas edades iban desde el

L nacimiento hasta los 30 años era de aproximadamente 5.500.000 a


fines de 1994. De entre ellos, un millón eran Conquistadores. Tenemos
más de cuatro millones de jóvenes en la franja que va desde los 16 hasta
los 30 años, y nuestro Club de Aventureros ha crecido hasta llegar a los
250.000 en solo tres años.
Muchos de estos jóvenes se han consagrado al cumplimiento de
la misión de la iglesia. La consideran suya. No quieren dominar;
desean en cambio que se los acepte como iguales para compartir las
responsabilidades y los privilegios inherentes a la condición de miembros
de iglesia. A pesar de las actitudes de los adultos, las señales intermitentes
que les envían los pastores y los dirigentes, y la formidable presión de la
sociedad moderna con su sistema humanista de valores, muchos de estos
jóvenes anhelan participar en la misión de la iglesia.
El 75% de los proyectos que actualmente están en marcha en relación
con Misión global, para penetrar en lugares nuevos o no previamente
conquistados, incluyen la participación de los jóvenes. En 1993, el Año de
la Evangelización de los Jóvenes, estos llevaron a cabo 100.000 proyectos
de evangelización y alcanzaron su blanco de 400.000 bautismos.
Los jóvenes fundaron esta iglesia. Son responsables de su actual
crecimiento, y en el futuro también deben participar para cumplir nuestra
misión y terminar la obra. Están dispuestos a hacerlo. Y esta participación
debe ser algo más que "solo para la foto". Los jóvenes considerarán los
acuerdos administrativos sin los correspondientes cambios de actitud,
de política y de presupuestos por lo que realmente valen: mucho ruido
y pocas nueces. Esto solo erosionará aún más la poca credibilidad que le
merece la iglesia a los jóvenes.

149
Salvación y Servid o

Los Jóvenes están pidiendo que ampliemos nuestra visión de manera


que veamos con sus ojos, tanto la iglesia como su participación en su
Obra. Tenemos que ampliar nuestra definición de participación. Para los
Jóvenes es una dedicación completa a una causa en la cual son socios.
Participación significa para ellos entregarse a una causa por la cual vale
la pena vivir y morir. Significa servir en todos los cargos electivos de la
iglesia y en las comisiones y juntas, enseñar en la escuela sabática, predicar
sermones, ayudar a reunir fondos para la misión de la iglesia y participar
en todas sus actividades. También significa el empleo de sus energías y
sus talentos en servicio voluntario dentro de la división y en las divisiones
de ultramar, por períodos cortos o largos.
Ha llegado el momento de revaluar el Ministerio Joven en nuestra
iglesia. La actual actitud de la administración de la iglesia y de sus
miembros se refleja en el interés y en las acciones de nuestro presidente,
el Pr. Robert Folkenberg. Al combinar esto con los acuerdos del Concilio
Anual de la Asociación General celebrado en octubre de 1992, vemos una
especial y bienvenida oportunidad.
El nombramiento de la Comisión de Jóvenes de la Asociación General y
sus correspondientes subcomisiones en las divisiones, y los informes de esa
comisión junto con la inauguración del gabinete de jóvenes del presidente
en todos los niveles de la organización de la iglesia, nos proporcionó el
foro que tanto necesitábamos para analizar el Ministerio Joven y otros
temas relacionados con los jóvenes. Este tan deseado interés que está
manifestando la iglesia por la juventud y su ministerio es la respuesta a las
oraciones de muchos jóvenes y directores de Jóvenes en todo el mundo.
Tenemos que aprovechar ahora la oportunidad. Poner au n lado los votos
del Concilio Anual y las conclusiones de la Comisión de Jóvenes como si se
tratara de algo sin importancia, o no actuar sobre esa base, significaría que
estaríamos perdiendo la iniciativa y restándole importancia a esos acuerdos.
Ahora está en juego nuestra credibilidad tanto a los ojos de los
jóvenes como de la administración. No tenemos tiempo de ocuparnos
de lo que podría haber sido. Este es el momento de convertir en realidad
la visión que tenemos del Ministerio Joven. Para lograrlo tenemos que
examinar algunos presupuestos básicos:

1. Necesitam os reconstruir el M inisterio Joven. Todos los


participantes deben considerarlo una necesidad real.

150
€1 Ministerio Joven hoy... y mañana

2. El Ministerio Joven no puede perm anecer como está. No


tenemos tiempo ni de alabarnos ni de lamentarnos. Las vidas
de los jóvenes están enjuego. No podemos vivir en el pasado. Ni
la iglesia ni el mundo son ahora lo que eran antes. Las prioridades
y las circunstancias han cambiado. Debemos adaptar nuestros
materiales para satisfacer las necesidades del mañana y hacer
frente a sus desafíos. La conservación del statu quo erosionará
aún más nuestro ministerio.
3. El tiempo del fin ya llegó; no está en el futuro. La profecía lo
anunció hace mucho. Debemos decirnos: "Si Cristo viniera
mientras estoy a cargo de este ministerio, ¿qué cambios habría
producido en beneficio de la juventud?"
4. El único motivo de la existencia de la iglesia es salvar almas.
5. No estamos aquí para iniciar la obra; estamos para terminarla.
Debemos tener un sentido de urgencia. Ninguna otra generación
ha tenido este privilegio. Este es el día que deseaban ver los
pioneros de esta iglesia.
6. La lluvia tardía está cayendo, y la gente se une para responder
mediante la entrega de su persona y sus recursos. Los jóvenes
forman parte de la iglesia y también deben ocupar su lugar.
7. Debemos movernos con rapidez a fin de preparar a nuestros
jóvenes. Deben estar listos para salir al encuentro del Señor.

La iglesia, incluso su administración, es seria en cuanto a la necesidad


de reestructurar y reconstruir el Ministerio Joven. Al respecto, deberíamos
prestar atención a los siguientes puntos:

1. Si la salvación de los jóvenes es nuestro objetivo, entonces


nuestro énfasis debería ser espiritual.
2. Debemos redefinir nuestras motivaciones y nuestros deseos
de cam bio. El reconocim iento de una necesidad sin el
correspondiente deseo de satisfacerla no nos llevará muy
lejos. Nuestras motivaciones deben ser profundas y genuinas.
Debemos tener un celo ardiente por la salvación de nuestros
jóvenes.
3. Nuestro énfasis debe aplicarse al ministerio y no a la puesta
en marcha de programas. De nuevo debemos concentrarnos

151
Salvación y Servicio

en nuestros verdaderos objetivos y funciones en el Ministerio


Joven.
4. El plan estratégico de la iglesia que resulte de todo esto, para
reestructurar y reconstruir el Ministerio Joven, debe ser el fruto
" del esfuerzo conjunto y el patrocinio de todos los niveles de la
organización.

SI los jóvenes son la iglesia de hoy, y su salvación es el tema


Importante, entonces la urgencia de la situación requiere que los cambios
sean reales y no superficiales.
•Debemos tomar en serio estos acuerdos; debemos examinarlos
cabalmente y comenzar a ponerlos en práctica sobre la marcha. Nuestro
punto de vista es que mientras es incuestionable la actual disposición de
loS'JÓvenes a participar, y su contribución al crecimiento de la iglesia está
bien documentada, la calidad de su ministerio se ha deteriorado. Hay
« io n e s que lo explican y muchos otros factores, pero espaciarnos en ello y
®h hacer una lista de los problemas sin encontrarles soluciones ni aplicarlas,
es'dedicarnos a la futilidad. Además, estos problemas y preocupaciones
h # í Sido detallados hasta la saciedad.
1 -los estudios llevados a cabo por la Asociación General en muchas
partes del mundo, como ser la División Sudamericana y la Transeuropea,
y e b especial el informe llamado Valuegenesis (Génesis u Origen de los
Vítores) presentado por las divisiones Norteamericana y del Pacifico Sur,
ÜeÜÉiiierdan en la conclusión de que debe haber mejoras. No estamos
do conservar a nuestros jóvenes. Muchos de nuestros miembros,
; y directores de Jóvenes, se dan cuenta de que la calidad del
m inisterio que le ofrece la iglesia a los jóvenes se deterioró, o ya no satisface
(MKMitoesjdades de los jóvenes en medio de los cambios de la sociedad
mbéffrna. Es el momento de fortalecer -y si hace falta reestructurar y
fteotottfuir- el Ministerio Joven en todos los niveles de la iglesia, desde la
m m m a la Asociación General.
actual participación de los jóvenes y el crecimiento de la iglesia
M É f e n t a n sin embargo toda la historia. Hemos hecho una gran
iro hay todavía un margen muy amplio para mejorar. Ninguna

« tras divisiones está exenta de crítica. El promedio mundial de


i entre los jóvenes nacidos o criados en hogares adventistas
Amadamente el 50%. A pesar de los esfuerzos que se hacen

152
€1 Ministerio Joven hoy... y mañana

actualmente para conservar a nuestros jóvenes, con el actual índice de


crecimiento y de apostasía juvenil corremos peligro de perder un millón
de jóvenes entre 1990 y el año 2000. Encarar esas trágicas pérdidas y
obtener una mayor participación y dedicación de parte de los jóvenes
requerirá grandes esfuerzos.
Si bien es cierto que algunas divisiones manifiestan mayor interés en
los jóvenes o les dan más participación que otras, la crítica y la evaluación
vale para todas. Estamos haciendo bien para el 50% de nuestros jóvenes,
pero, ¿qué pasa con los demás?
Sabemos que se pueden hacer ciertas cosas.
En una iglesia que tiene una Sociedad de Jóvenes bien activa, clubes
de Conquistadores y Aventureros, y escuela sabática para los jóvenes,
y donde los jóvenes asisten a las escuelas y colegios de la iglesia, la
conservación de los jóvenes nacidos y criados en hogares adventistas
mejora hasta llegar del 50% promedio al 80%. En las iglesias sin sociedades
de jóvenes ni programas para ellos las cifras se invierten, y en ellas
conservamos menos del 20% de nuestros jóvenes.
En otras palabras, si nos limitáramos a asegurarnos de que existe un
activo Ministerio Joven en todas nuestras iglesias, aumentaríamos el índice
de conservación de nuestros jóvenes en un 30%. Esto significaría que para
el año 2000 retendríamos más de 660.000 jóvenes, y los salvaríamos de
la apostasía.
Esta es la razón por la cual el Concilio Anual de 1992 tomó estos
dos votos:

1. El nombramiento de especialistas en jóvenes en todos los niveles


de la iglesia, desde la local hasta la Asociación General.
2. La puesta en marcha de organizaciones de jóvenes en cada
iglesia local.

Sin embargo, esto solo, por sí mismo, no resolverá todos los


problemas. La puesta en marcha del Ministerio Joven en todos los
niveles de la organización, incluso en la iglesia local, se debe combinar
con la reconstrucción y la reestructuración del Ministerio Joven. Se debe
examinar la filosofía de nuestro ministerio, y además eso se debe reflejar
en nuestras actitudes, nuestros programas, nuestras actividades y nuestros
cursos de estudio; en nuestros materiales y presupuestos, en el liderazgo

153
Salvación y Servicio

y el entrenamiento, como asimismo en nuestras estructuras. Debemos


tomar nuevas iniciativas y probar nuevos métodos con el fin de salvar a
nuestros jóvenes y lograr que colaboren con el cumplimiento de la misión
de la iglesia. Solo disponemos de un momento para hacer esto, de manera
que lo debemos hacer bien desde el mismo principio. Esta iniciativa y el
plan estratégico para ponerla en marcha debe ser de todos. Debe ser
práctico pero visionario. Debe cumplir su misión: salvar a nuestros jóvenes,
terminar la misión de la iglesia e introducirá la juventud en el siglo XXI bien
equipada para enfrentar el desafío de las complejidades de la sociedad
moderna, mientras retiene al mismo tiempo su seguridad en Cristo.
A esto se refieren esos acuerdos. Requieren nuestra urgente atención.
dEN QUE CONSISTE
NUESTRA MISIÓNP

urante el último quinquenio la iglesia, por medio de su Comisión

D de Jóvenes y las subcomisiones de las divisiones, ha concentrado


su atención en la condición de la juventud adventista y el Ministerio
Joven. Presentó su informe final ante el Concilio Anual celebrado en la India
en octubre de 1993, y allí se lo aceptó. Es esencial que lo lean todos los
que están interesados en el Ministerio Joven o participan de él. Contiene
buenas y malas noticias.
La buena noticia es que el Ministerio Joven es eficaz. Los obreros que
trabajan con la juventud la están alcanzando y le están enseñando. Los
jóvenes están respondiendo con una dedicación positiva al Señor, y están
demostrando su disposición a participaren la misión de la iglesia. Donde
se los hace funcionar, los programas y las actividades de los jóvenes son
eficaces para la ganarlos, servirles y retenerlos.
La mala noticia es que no estamos comprendiendo cuáles son las
necesidades de nuestros jóvenes, ni las estamos satisfaciendo. En las iglesias
donde no existe el Ministerio Joven, o su calidad ha disminuido como
consecuencia de la apatía, las actitudes negativas, la falta de recursos, de
entrenamiento, de medios financieros o de personal calificado, vemos un
aumento en la apostasía de los jóvenes, un deterioro de la lealtad hacia la
iglesia y un aumento de las conductas de riesgo. Como sucede con todos
los informes, hay un peligro. Si después de leerlos, discutirlos, aceptarlos y
votarlos, los metemos en un archivo, ¿qué puede pasar? ¡Absolutamente nada!
A menos que se tomen medidas para actuar, este informe será solo
una costosa pérdida de tiempo y dinero, y será totalmente inútil.
Pero si se lo toma en serio, si se lo estudia cuidadosamente y con
oración, y después se obra en consecuencia, esta iglesia verá que su
Ministerio Joven se fortalece y se reconstruye.

155
Salvación y Servicio

El personal de las divisiones y de la Asociación General ha tomado


muy en serio este asunto. La investigación, el examen de conciencia y la
evaluación han terminado por el momento. Ahora tenemos que actuar.
Cuando el personal de jóvenes de la Asociación General y de
las divisiones se reunió en el Colegio Newbold en julio de 1993 para
analizar las conclusiones de la Comisión y preparar su informe, nos
encontramos con casi mil páginas de informes, encuestas, propuestas
y recomendaciones de las divisiones. Era obvio que había que introducir
cambios, adoptar nuevas iniciativas, preparar nuevos materiales y mejorar
el entrenamiento de los directores. Sin embargo, antes de poder hacerlo
había que definir el Ministerio Joven a fin de que estuviéramos unidos
en propósito. Necesitábamos concentrarnos en nuestra meta principal,
nuestro objetivo o función básica, ¡nuestra razón de ser! Teníamos que
preparar una definición del Ministerio Joven y redactar nuestra propia
declaración relativa a nuestra misión. Eso fue lo que hicimos, y los asistentes
lo aceptaron unánimemente. Si vamos a reconstruir y reestructurar el
Ministerio Joven, necesitamos estudiar previamente la declaración de
nuestra misión. No es algo que esté aislado. Es una proyección de la
declaración de la misión de la iglesia, que explica y define los objetivos y
la tarea del Ministerio Joven dentro de esa misión.
Es una declaración que dice que la iglesia definidamente reafirma los
blancos y las funciones históricos del Ministerio Joven, las cuales se basan
en las Escrituras y han sido modelados bajo la dirección divina.
El primer párrafo de la declaración de la misión de los jóvenes lo
dice todo:

El objetivo fundamental del Ministerio Joven es la salvación


de los jóvenes por medio de Jesucristo. Entendemos que
Ministerio Joven es esa parte de la obra de la iglesia llevada a
cabo por los jóvenes, con los jóvenes y para los jóvenes.
Nuestra tarea consiste en:
• Conducir a los jóvenes a darse cuenta de su propio
valor, y a descubrir y desarrollar sus dones y
habilidades espirituales.
• Equipar y capacitar a los jóvenes para una vida de
servicio dentro de la iglesia de Dios y en el seno de
la comunidad.

156
d€n qué consiste nuestra m isión?

• Asegurar la Integración de los jóvenes en todos los


aspectos de la vida y del liderazgo de la iglesia, de
manera que puedan participar plenamente en su
misión.
(Párrafos escogidos de la Declaración acerca de la Misión del
Ministerio Joven, adoptada por los directores de Jóvenes de las
divisiones y la Asociación General en julio de 1993).

Esta declaración acerca de la misión, combinada con el informe de la


comisión, define el objetivo de nuestra actividad. Debería ser aceptada por
cada unión, asociación, misión e iglesia. Debería ser estudiada y aceptada
por cada pastor y obrero dedicado a los jóvenes, y se la debería presentar y
explicar a cada persona que tiene la intención de trabajar por los jóvenes.
Se la debería presentar también como algo real a los jóvenes, de manera
que vean que nuestra participación en esta misión es algo que va más
allá de los programas en sí. Deberían percibir, en Cristo, nuestro profundo
amor por ellos y la preocupación que sentimos por el bienestar de sus
almas. Cuando esto se lleve a cabo, el Ministerio Joven habrá cumplido
su misión.
Ya he dedicado más de treinta años a trabajar en favor de los jóvenes.
Muchos de ustedes también lo han hecho por períodos prolongados. Creo
que ha llegado el día para que evaluemos el Ministerio Joven adventista. Es
el momento de reflexionar. ¿Hemos alcanzado nuestros blancos? ¿Podemos
establecerlos para el futuro sobre la base de nuestras equivocaciones o
nuestros logros del pasado? Nuestros logros no son los programas que
hemos desarrollado ni los conceptos que hemos iniciado, ni los edificios
que hemos construido o adquirido, sino más bien la impresión que hemos
causado en las vidas de nuestros jóvenes. Yo puedo ver ahora algunos
adultos jóvenes a quienes conocí cuando eran Conquistadores. Algunos
ya tienen hijos. ¿Qué influencia hemos ejercido sobre ellos? ¿Cómo ha
obrado esa influencia con respecto a su destino eterno? Pensemos en
nuestras familias, nuestras iglesias, nuestros jóvenes. ¿Qué influencia ha
ejercido usted para desafiar a esta gente?
Estos han sido mis blancos personales en Ministerio Joven:

1. Delinear un viable estilo de vida cristiano. Demostrar un


conocimiento práctico y experimental de la religión.

157
Salvación y Servicio

2. Establecer una atm ósfera espiritual entre los jó venes y


conservarla.
3. Crear el clima adecuado para que el Espíritu Santo pueda obrar.

Yo creo que esta es la tarea más grande del Ministerio Joven. Todo lo
que tratamos de hacer, todo el trabajo físico que podemos hacer para llevar
a cabo este ministerio es solo para crear una atmósfera y un ambiente
adecuados por medio de los cuales pueda obrar el Espíritu Santo. En ese
maravilloso momento, en ese lugar en el que nos reunimos con nuestros
jóvenes por la gracia de Dios, el Espíritu Santo puede tocar sus corazones
y sus vidas por la eternidad. Ese es el ambiente por medio del cual él
puede obrar.
Es posible alcanzar los blancos de Ministerio Joven por medio del
ejemplo, los programas, las actividades espirituales,'sociales y recreativas,
y a través de la actividad misionera y el servicio.
El Ministerio Joven Adventista es diferente de otros ministerios
similares, de la misma manera como la Iglesia Adventista es diferente
de todas las demás. Si adoptamos costumbres y prácticas mundanas,
lo único que lograremos será negar nuestros propósitos, desvirtuar la
espiritualidad de nuestra juventud y disminuir la eficacia de nuestra iglesia.
Eso nos inducirá a olvidar nuestra misión, y el resultado será la pérdida
de nuestros hijos.
Se abre para nosotros un nuevo día en el Ministerio Joven. El desafío
es claro. Se nos ha dado el mandato de fortalecerlo y reconstruirlo.
El Ministerio Joven no es un apéndice de las actividades de la iglesia.
Desde los puntos de vista de la Biblia y la historia es nuestra principal
responsabilidad. Nuestra actitud hacia los jóvenes es ciertamente nuestra
actitud hacia el ministerio en general. Nuestras directivas y nuestras
instrucciones son claras: "Alimenta a mis ovejas; alimenta a mis corderos".
Esto también forma parte del mensaje de Elias.

158
¿Cuál es la mejor dirección para el Ministerio Joven de la Iglesia Ac.entístatíei ScjOPcDeer
el inicio del siglo XXI? ¿Cómo trabajar con mentes jóvenes secularizadas' ¿Que Hace' caraesm tiár
a los jóvenes a una vida de comunión? ¿Cómo llevarlos a defender su fe y d3r t e s t " : ' :d e e
Esas son preguntas comunes para quien trabaja con jóvenes hoy en día. Algunos segar
a pensar que no hay respuestas o que la batalla está perdida. Otros solo divisan d r f f : s :
defienden una renovación para adaptar el Ministerio Joven a una realidad más contemporánea
¿Qué hacer? ¿De qué modo encarar estos desafíos?
Cuando miramos nuestra historia, vemos la mano de Dios detrás de todo plan, inicat.ay
orientación en la organización del Ministerio Joven. Al seguir esas orientaciones inspiradas a : es a
desarrolló un Ministerio Joven de éxito. ¿Qué sucedió, entonces? ¿Cómo estamos hoy?
¿Continuamos en el mismo camino, cocechando los mismos resultados?
Llegó el tiempo de rescatar nuestra motivación histórica y buscar las
orientaciones eternas de Dios para que el Ministerio Joven pueda reconquistar su papel
y cumplir su misión.
¿Por dónde comenzamos? No hay duda de que necesitamos reencontrar nuestro
objetivo oficial, que es: "Salvar del pecado y guiar en el servicio". Históricamente, el papel del
Ministerio Joven ha sido resumido y esclarecido por él. Resumiendo aún más, llegamos a dos
palabras, que deben ser el foco de nuestro trabajo: "Salvación y servicio". Si queremos reencontrar
los días gloriosos de un Ministerio Joven que atraiga, conquiste, conserve e involucre a sus jóvenes,
no hay otra salida. Es necesario guiarlos hacia Cristo e involucrarlos en la misión de la iglesia.
Malcolm Alien lo llevará a entender esa necesidad a través de la historia pasada y presente de
Ministerio Joven de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El autor es una persona experimentada y
preparada. Durante más de treinta años ha estado involucrado con el Ministerio Joven y fue, incluso,
uno de sus líderes mundiales. Como pastor y líder de jóvenes, Alien responde a las preguntas que
están en la mente de los dirigentes de hoy en día que desean llevar a los jóvenes adventistas al cielo.
Este es un libro con una profunda base bíblica y profética,
además de una visión experimentada y equilibrada. Sin duda,
la manera de encarar los desafíos del Ministerio Joven será otra
SALVACION
después de su lectura y, por la bendición de Dios, el resultado podrá
Sé RVicio
ser visto en la vida de cada joven adventista del séptimo día.

D iv is ió n s u d a m e r ic a n a

M in ist e r io de C o n q u ist a d o r e s y
A v e n t u r e r o s M in ist e r io J o v en

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