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“Conocer el poder sanador de Dios y llegar de ese modo a ser agentes de sanación no

nos hace mejores que nadie. Sí, nos hace felices. Además, nos convierte en
instrumentos útiles para la obra de Dios en el mundo.” (Viviendo en voz alta)

LIBERÁNDONOS DE NUESTRAS PROPIAS CAJAS NEGRAS

Hacia una pastoral de la sanación espiritual (Pastor


Pablo Münter)

Los siguientes artículos son el producto de


experiencias personales y charlas ofrecidas sobre
este tema.

Primera parte: presentación del tema

Todos conocemos las cajas negras: se usa en los aviones. Graba todo lo que pasa en la
cabina, las maniobras, los informes climáticos y conversaciones. Ayuda para evitar
futuros accidentes y encontrar las responsabilidades de cada uno.
En realidad hay dos “cajas negras” (que dicho sea de paso, no son negras): una se llama
FDR (Flight Data Recorder) que registra la velocidad, altitud, trayecto de vuelo. Etc. Y
hay otra caja que se llama CVR (Cockpit Voice Recorder) Conversaciones y sonidos en
cabina y todo lo que pasa dentro de la cabina.
Tiene una memoria por varios años y puede funcionar sin alimentación de energía
Pesa 7 kilos y es de acero inoxidable. Puede resistir hasta 6000 m. bajo el agua por un
mes o un incendio por una hora a 1100 grados. Emite una señal que la hace localizable
a 2000 metros de distancia.
Pero todo esto es solo a modo de introducción para ilustrar lo siguiente: TODOS LOS
SERES HUMANOS TENEMOS UNA CAJA NEGRA.
En alguna parte de nuestro cerebro, desde el momento de la concepción, se va
recogiendo y grabando información muy importante que puede influir posteriormente
en nuestra conducta y en nuestra vida. Esa parte del cerebro es como una “caja negra”
que registra absolutamente todo lo que pasa: emociones, sentimientos, experiencias
agradables y desagradables, lo que oímos, lo que sucede.
Todo eso queda registrado en nuestro subconsciente hasta los siete años de edad,
cuando comienza a tomar lugar en la mente lo que llamamos razonamiento.
En ese momento, se cierra la caja negra de nuestra mente.
Sin entrar en las profundidades de la sicología o siquiatría, solo vamos a decir que todo
lo que registró esa caja negra en nue1stra mente en ese periodo de tiempo va a
repercutir a lo largo de toda la vida y se va a manifestar de muchas maneras escondido
en nuestra personalidad.
El cómo reaccionamos frente a determinados estímulos, como activamos nuestros
sentimientos de culpa, nuestras carencias afectivas, y hasta nuestros deseos
emocionales, tienen su raíz en esta caja negra.

Y acá, antes de seguir, valga una aclaración: dolor y sufrimiento no es necesariamente


lo mismo: El dolor es una condición física que crea malestar en nuestro cuerpo en
grados diferentes. El dolor es solamente un síntoma, una sirena o campana que suena
para decirnos que nuestro cuerpo está en peligro o está siendo atacado por algo.
El sufrimiento surge cuando "la integridad y la existencia continuada de un ser humano
es amenazada" por fuerzas externas o internas. El sufrimiento es parte integral de
nuestra humanidad. Somos personas limitadas. El sufrimiento es más que la
enfermedad. El sufrimiento puede ser creado por condiciones socio-económicas, puede
ser creado por la opresión, la explotación, y el desaforo social. Cuando la gente
experimenta la falta de poder para trabajar con sus propias circunstancias, se produce
estrés y sufrimiento, el cual se refleja en condiciones de pobreza, educacionales, de
salud y de bienestar en las comunidades afectadas.
La medicina moderna pone su atención en la eliminación del dolor, pero no toca el
sufrimiento humano. Esa es tarea de la sanidad espiritual, o lo que nos animamos a
llamar, la sanación de los recuerdos.
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Hacia una pastoral de la sanación espiritual (Pastor Pablo Münter)

Segunda parte: ¿QUÉ ES LA SANIDAD ESPIRITUAL O INTERIOR?

La intención primordial de Satanás es herir a cada persona que nace en este mundo.
Este propósito se hace evidente a medida que vemos que estas heridas le dan a él lugar
para hacer su trabajo destructor en la vida del individuo. Estas heridas pueden causar
en un individuo problemas emocionales, psicológicos que ningún profesional de la
salud mental puede sanar.
Es el proceso de la renovación del alma de una persona, de su mente, de su corazón,
que le trae paz interior, lo libera del pasado y de los recuerdos dolorosos, le trae paz
interior y le permite restaurar su vida presente de acuerdo a la voluntad y planes de
Dios para su vida.
En 1. Carta a los Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por
completo, y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sean guardados irreprensibles
para la venida del Señor Jesucristo.
El concepto básico de la sanidad espiritual es el siguiente: Cristo vino para sanarnos
espiritualmente y perdonar nuestros pecados. La palabra SOSO en griego quiere decir
indistintamente, salvar y sanar. Cristo no vino solamente para salvarnos, sino también
para sanarnos.
Santiago en su carta habla de sanidad física (“¿Está alguno enfermo entre vosotros?
Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él ungiéndole aceite en el nombre del
Señor – Stgo. 5:14) y de sanidad sicológica o del alma. ( “¿esta alguno entre vosotros
afligido? Haga oración… Confesaos vuestras faltas unos a otros y rogad unos por otros
para que seáis sanos. La oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho” (Stgo.
5:13.16)
Lo que podemos afirmar, como ya hemos planteado en esta sección varias veces, que la
sanidad espiritual es tanto o más necesaria que la sanidad física, o mejor aún, solo
cuando se sana ambas facetas de la vida se está hablando de sanación integral de los
recuerdos.
Lo que hace la sanidad interior es separarte del pasado, sanando relaciones rotas,
desatando amarguras, rechazos, y heridas del pasado, limpiando la caja negra de
nuestra mente. Muchas veces, lo que imposibilita esta sanación interior de los
recuerdos es la imposibilidad o incapacidad de trabajar y reconocer las heridas que han
ocasionado los temores y los sentimientos de culpa. Preferimos achacar todo problema
culpando a otros, no perdonando a nadie y cerrando la puerta del corazón.
La sanidad interior abarca la curación de las emociones y sentimientos dañinos que
traen depresión, ansiedad, angustia y falta de paz, debido a recuerdos dolorosos, y
muchas veces inconscientes, no sanados que distorsionan también los pensamientos.
Este es un proceso paulatino de “quitar las espinas” y sembrar, en los pensamientos la
Palabra de Dios y en el corazón el amor perfecto de Dios.
Es la Palabra para la mente enferma y el amor para el corazón herido.
Todas las personas necesitamos sanidad interior porque todos estamos heridos. La
mayoría de veces debido a los frutos de los recuerdos dolorosos del pasado no
resuelto.
Hay muchas situaciones, cosas que nos pasan, que parecen estar fuera de control, que
se dan frecuentemente en mi vida, pero de las que desconozco su origen; y aun
conociéndolo, no puedo controlarlas ni superarlas. Muchas de esas situaciones tienen
su origen en la “Caja Negra”: Lo que llamaríamos "accidentes"; Inseguridades
profundas y permanentes; Miedos que nos paralizan; Bloqueos ante personas o temas
determinados; Depresiones; Desvalorización y complejo de inferioridad; Odios y
rencores infundados son síntomas de que necesito trabajar en la sanación de los
recuerdos.
En la próxima parte veremos cómo podemos empezar a trabajar la sanación de
nuestros recuerdos reconociendo los perfiles emocionales que causan las heridas del
pasado.
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Hacia una pastoral de la sanación espiritual (Pastor Pablo Münter)

Tercera parte: Perfiles emocionales producidos por la Caja Negra

Algunos de los recuerdos de la primera infancia que nos marcan profundamente


pueden ser:
. Desaprobación o comparación con otros, especialmente con los hermanos o primos.
En esta comparación, si quedó en nuestros recuerdos, seguramente era una
comparación negativa y despectiva.
. Calificativos que nos ponen los mayores y muchas veces los pares: “Eres un torpe”;
“No servís para nada”; “Siempre te portas mal”; etc.
. Abuso de poder o autoridad; abuso sexual; híper machismo;
. Sensación de abandono o haber recibido poco afecto
. Sentimientos de vergüenza de y por los padres (por ejemplo cuando el niño/a se
entera de que el padre está preso o metido en algún lío)
. Falta de modelos claros masculinos o femeninos (padre o madre ausente)
. Castigos injustos...
La lista podría seguir largamente y cada uno puede agregarle lo que haya
experimentado.
Todas estas experiencias traumáticas producen enfermedades de origen físico
(somáticas), de origen emocional o mental (Psíquicas) o de origen espi1ritual
(Pneumáticas) o la combinación de las tres (Pneumosicosomáticas).
Justamente porque el ser humano es una unidad, su fe (área espiritual) puede sufrir un
colapso por causa de una enfermedad orgánica (área física), y puede desembocar en
desórdenes físicos o depresión (área psicológica).
De acuerdo a estas experiencias podemos hablar de personas con distintos perfiles
emocionales, o aquellos pequeños infiernos con los que tenemos que vivir en nuestro
interior. Y de diversas formas de compensación a esos perfiles:
1 - Por ejemplo cuando pensamos “soy insuficiente”, sentimiento causado por
abandono afectivo, ansiedad perfeccionista y auto exigente. Estas personas viven
proyectando su futuro. Son competitivos y competentes, son exigentes con los demás
pero le temen todo y sufren con frecuencia jaquecas.
Su mecanismo de compensación es sentir que tiene que ser “Superman” y lo manifiesta
diciendo que no hace nada si no está seguro de poder hacerlo.
2 - Hay otros que piensan constantemente “Soy culpable”, sentimiento causado por que
la madre sufrió en el embarazo o en el parto. Estas personas buscan servir siempre a
todo el mundo. Suelen ser personas muy compasivas. Necesitan agradar
constantemente. Son los más buenos (que no se note la culpa). Si se enojan son los
“más malos” enserio. A veces corren el riesgo de ser usados. Piensan que se lo
merecen.
Estas personas trasgreden cada tanto los límites con actos malos justificando culpa.
3 - Un tercer perfil es el que piensa: “No soy bienvenido” producto del rechazo de los
padres. No se sentirá bien en ningún lugar. Buscan destacarse en todo o ser
trascendentes para mostrar que hay una razón para su existencia. Son guías o líderes en
sus lugares. Firmes e inflexibles en sus convicciones. Sienten que “no pertenecen a
ningún lugar o grupo”. No son meticulosos ni ordenados. Por lo general tienen
trastornos gástricos.
Su manera de buscar la compensación es estar compulsivamente al servicio de los
demás más allá de sus fuerzas. Cada tanto cometen actos destructivos que confirman
que no ser bienvenido.
4 - Otro perfil podríamos decir que es el que piensa “No soy importante”. Son quienes
sufrieron demasiado al comienzo de la vida. Tiene casi todos los elementos de los
anteriores. Les cuesta integrarse y ser uno más sintiéndose bien en grupos. No
distinguen entre lo importante y lo que no lo es. A veces le dan trascendencia a lo
insignificante. Les dan más importancia a los demás que a sí mismo.
Lo compensan pensando que “solo soy importante si tengo éxito” y por lo general se
ubican por debajo de los demás con poca o nula autoestima.
Hay mucha bibliografía en sicología para ampliar este tema. Por ejemplo los
eneagramas, entre otros.

En el próximo número: Pasos a seguir para trabajar la sanación de los recuerdos


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Hacia una pastoral de la sanación espiritual (Pastor Pablo Münter)

Cuarta parte: Pasos a seguir para empezar una sanación de los recuerdos (primera
parte)

Para empezar, vamos a hacer una generalización. La sanación es un proceso que tiene
varios pasos:
PRIMER PASO: ACEPTAR LA PROPIA HISTORIA COMO HISTORIA DE SALVACIÓN
Para una sanación profunda, debes aceptar lo que pasó en tu vida.
La aceptación de la propia historia, cuando es muy dolorosa, necesita un bálsamo, que
suavice las cosas y una lente que ayude a verlas de otra manera y con otras
perspectivas. El bálsamo es el Amor y la lente es la Fe.
Si pretendes una sanación de lo más doloroso de tu caja negra, no debes prescindir de
las fuerzas que vienen del amor, de la fe y de la espiritualidad. Así como en el cuerpo
humano cuando se pierde un sentido, desarrollamos los demás, así también en la
persona cuando se deteriora la parte psíquica es necesario fortalecer lo más posible las
otras, como la física y la espiritual.
Cada uno tiene una historia de salvación
En el principio de la Humanidad, según la Biblia, el hombre fue creado por Dios en un
estado de inocencia y felicidad envidiable. Pero el hombre rechazó ese plan de felicidad
que Dios tenía para él. Dios no se dio por vencido e inventó para el hombre otro plan
más maravilloso todavía: la Redención de la humanidad.
En este segundo plan Dios se comprometió tan profundamente con el hombre que
hasta envió a su propio Hijo para salvar a la humanidad. Y éste llegó hasta la muerte en
la cruz por nuestra salvación y sanación. Entonces tú también tienes la posibilidad de
experimentar en tu vida la salvación y sanación de Dios.
-“¿Por qué me ocurre esto a mí?
-“Dios no puede ser tan bueno cuando ha permitido que a mí me pase esto”.
-“¿Qué mal habré cometido yo para tener este castigo?”.
¿Te suenan estas preguntas? Te desafío a algo: deja de preguntarle a Dios ¿por qué? y
comienza a preguntarle ¿para qué?”. ¿Para qué me pasó todo esto? ¿Qué debo
aprender?
Algunas premisas que son importantes:
1 - SOY UN ELEGIDO PARA LA VIDA. De todos los espermatozoides solo uno llega, entre
millones de posibilidades, el más fuerte: y ese uno en un millón eres Tú.
2 - ES MÁS LO POSITIVO QUE LO NEGATIVO. “¿Eres objetivo cuando piensas en lo
positivo y en lo negativo que hay en ti?
3 - QUIEN NO ACEPTA SU HISTORIA RETROCEDE. Hay personas que en la vida no crecen
y culpan a los demás de las cosas desagradables que les pasan.
4 - ACEPTAR MI HISTORIA YA ES SANADOR.
5 - A VECES LLEVA LARGO TIEMPO ACEPTARSE.
6 - DESCUBRIMIENTOS Y CAMBIOS PROGRESIVOS.

Busca un lugar y momento de tranquilidad donde puedas concentrarte.


Imagínate a Dios, o a Jesús, en forma sencilla y dirígete a Él con toda confianza.
Escríbele en una carta lo que estás sintiendo en ese momento y lo que necesitas sanar.
Imagínate el momento en que fuiste concebido/a… la reacción de tus padres… tu
nacimiento. Los instantes más sobresalientes de tu primera infancia. Las cosas que
pasaron… lo que se decía… y se decía de ti. Tus amigos de la infancia…. La escuela.
Escucha y escribe lo que Jesús te contesta en cada uno de los momentos de tu vida.
Dale gracias a Dios por tanto amor y por todo lo que te ha iluminado en esta
oportunidad.
Escribe una carta a Dios desahogándote libremente con El por todo, pidiéndole fuerza
para aceptar tu historia, y agradeciéndole lo que ya te está sanando.
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Quinta parte: Pasos a seguir para empezar una sanación de los recuerdos (segunda
parte)

SEGUNDO PASO PARA LA SANACION DE LOS RECUERDOS: EL PERDON


El segundo paso pasa sanar los recuerdos, después de aceptarse a uno mismo y aceptar
su propia historia como un propósito de Dios, es el perdón.
Esto tiene tres momentos:
Perdonar a quien me hirió, Perdonarse a uno mismo y perdonar a Dios.
¿QUÉ ES EL PERDÓN? Viene de la palabra aphiemi y significa despedir o apartar. Este es
el significado fundamental del perdón a través de las escrituras; es decir, separar el
pecado del pecador. Y dejarlo ir, apartar de uno, que no me siga haciendo daño.
PERDONAR A QUIEN ME HIRIÓ. El que no perdona se enferma o se deprime. Perdonar
no es un sentimiento. Es un mandato (leer Mt. 18: 23-35) y una decisión personal.
El perdón debe ser explícito y sincero. Se necesita dar tiempo a la persona perdonada
dar y recibir señales de arrepentimiento. Importante es también Perdonar a los
ausentes y fallecidos.
PERDÓN A UNO MISMO. Reconoce y clarifica la culpa, la gravedad del hecho del que te
culpas, la conciencia que tenías de su gravedad en el momento, la libertad interior o
exterior con que actuaste en ese momento.
PERDÓN A DIOS. ¿Por qué a mí me tienen que pasar estas cosas? ¿Tan mal me he
portado yo en la vida? ¿Todo lo malo me tiene que pasar a mí? ¡Yo nunca tengo suerte
en nada!
¿A quién estás reprochando o culpando de lo que te pasa? ¿No será a Dios, que, a tu
parecer, no hace nada para evitártelo? (Génesis 3: “La mujer que vos me diste por
compañera me hizo pecar...”)
¿No será necesario que le digas a Dios que le perdonas por todo lo que te pasa?
Di ahora: Señor, acepto estas cosas tan dolorosas que Tú has permitido en mi vida,
aunque a veces no las entienda. No quiero reprochártelas más. Acepto tu voluntad en
mi vida: Hágase tu voluntad.

¿QUÉ PASA CUANDO NO PERDONAMOS?


Marcos 11:25-26. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para
que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos
os perdonará vuestras ofensas.
Cuando no perdonamos, lo que está sucediendo en nuestro interior es que decimos
que somos superiores a Dios y que la ofensa que nos cometieron es mayor a las que
ofenden a Dios y que esto no puede ser perdonado.

¿POR QUÉ NO PERDONAMOS?


Por orgullo. Para castigar al ofensor. Porque esperamos un mal en el ofensor para
restituir la ofensa. ¿por qué me he de humillar perdonándolo? Porque queremos un
castigo de acuerdo a nuestra justicia.

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA PERDONAR?


Que nosotros también hemos sido perdonados -- Efesios 4:31-32
Que Cristo ya perdonó ese pecado --Colosenses 2:13
Que el pecado es contra Dios y de rebote contra nosotros – Salmo 54:1
Bienaventurado aquel cuya Transgresión ha sido perdonada, y ha sido cubierto su
pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehovah no atribuye iniquidad, y en cuyo
Espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir, todo el
Día. Porque de Día y de noche se Agravó sobre Mí tu mano; mi vigor se Convirtió en
sequedades de verano.
Mi pecado te declaré y no Encubrí mi iniquidad. Dije: "Confesaré mis rebeliones a
Jehovah." Y Tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Salmo 32:1-5)

Hay dos pasos más que no vamos a profundizar ahora: uno es el testimonio personal.
Poder hablar de mis heridas y mis dolores y contar mi historia es una señal de que la
herida dejó de sangrar y está cerrando.
Por último los grupos de autoayuda o de pacto son muy importantes para seguir
sanando. (En otro artículo hablaremos de esto)
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Hacia una pastoral de la sanación espiritual (Pastor Pablo Münter)

Sexta parte: Pasos a seguir para empezar una sanación de los recuerdos (Tercera parte)

QUÉ ES UN GRUPO DE PACTO

Uno de los momentos en los que experimenté mayor sanación interior fue el haber
participado de “Grupos de Pacto”. Es una pequeña comunidad de sanación en la que
Cada uno acepta que el otro sea tal cual es en el lugar existencial en el que está. De ahí
que en un Grupo de Pacto sea necesaria la confianza para sentirse seguros y para poder
liberar las defensas, máscaras, disfraces. Y no debe haber juicio. Y por eso es
importante que sean grupos pequeños y cerrados, es decir, una vez conformado, no
cambiar el grupo.
El Espíritu Santo es el motor del grupo. No es un grupo de autoayuda, sino de sanación
y liberación. Fundamental es que lo que en el grupo se escucha en el grupo se queda.
Fundamental es tener también un cuaderno para hacer anotaciones (reacciones,
sentimientos, etc. Es personal (nadie debe leerlo). Se llamará “cuaderno de
discernimiento”. Ahí anoto, mientras leo la biblia, o en cualquier momento del día:
¿Qué cosas me dijeron o hicieron o sucedió que generó en mí un sentimiento negativo?
¿Qué cosas dije o hice hoy que generó un sentimiento negativo a algún otro?
¿Qué pienso que dice Dios de todo esto?
De qué modo y en qué situación experimenté hoy el poder transformador de Dios?

El esquema de un grupo (o encuentro) de Pacto puede variar según las circunstancias,


pero básicamente tiene dos momentos: en un primer momento, después de cantos y
oración, se presenta un tema referido a la sanación interior y que sirve de disparador
para el segundo momento, que es donde los integrantes se dividen en los grupos y
guiados por el Espíritu Santo comentas sus experiencias y vivencias orando el uno por el
otro, como describí más arriba.

Para poner un ejemplo de cómo funciona un grupo de pacto quiero dejarte un pequeño
ejercicio para que hagas:
Lee muy despacio el texto bíblico a usar: Juan 15, 17
Vuelve a leerlo prestando atención en los detalles…
Hay muchos comentarios bíblicos sobre este texto, pero acá no vamos a hacer ni
exégesis ni nada. Solo meditar en silencio el texto y teniendo en cuenta lo que sabemos
del texto, pensamos en nosotros mismos y lo que Dios puede y quiere hacer en nuestra
vida.
Las podas pueden ser de formación, que le dan forma al árbol. Otras podas, las de
limpieza se hacen una vez al año para sacar ramas enfermas o secas. Y hay una tercera
poda, que es la de fructificación que regula la cantidad de frutas para que sea pareja la
cosecha.
Imagínate por unos instantes que tú eres esa vid de la que se habla en el texto.
Ahora en tu cuaderno de discernimiento (aquel del que hablábamos hace instantes)
Reflexiona sobre las siguientes preguntas: ¿Qué podaría el Señor hoy de mí mismo?
Luego piensa en tus heridas para que Dios las poda y puedas dar mejores frutos.
Por último, y esto es lo sanador, anota en un papel las heridas que no te permiten dar
fruto en tu vida. Luego, quémalas en el fuego pidiéndole a Dios que pode tu vida para
que dé mejores frutos.

Es evidente que en pocas palabras y en pocos números podemos agotar todo el tema
de la sanación de los recuerdos, pero esto son lineamientos que pueden ayudarte y
animarte a soltar tus heridas y comenzar a sanar. Reúnete con amigos de confianza o en
tu comunidad para hacer grupos de pacto.

Cualquier cosa, puedo ayudarte en tu comunidad.

QUE DIOS DERRAME SU SANTO ESPIRITU SOBRE CADA UNO DE USTEDES Y LES REGALE
LA PAZ ¡BENDICIONES!

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