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I P Lexplicacii

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una introducción
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B:

a la Sociología .
1 JoséFélix Tezanos Tortajada
1
1

Políticas
8 LA E X P L I C A C I ~ NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI6N A LA SOCIOLOG~A

6. Max Weber ............................................................................................ 140 3. La concepción de la ciencia moderna ................................................. 393


7. Nuevas tendencias en la teoría sociológica. La Sociología difusa de 4. Ciencia y sociedad ................................................................................ 396
la sociedad débil ........................................................................................ 15 1 5. Los presupuestos de la ciencia ............................................................ 399
6. Las características del método científico............................................ 405
CAP~TULO 5. LA SOCIEDAD. OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A ................... 157 7. La «falsabilidad»como criterio de demarcación científica ............... 414
1 . ¿Qué es la sociedad?............................................................................. 8. Los paradigmas científicos .................................................................. 420
2. La estructura social .............................................................................. 9. El lugar de la Sociología en el conjunto de los saberes ..................... 428
3. Los grupos sociales...............................................................................
4. Las instituciones sociales ..................................................................... CAP~TULO 1 1. LA SOCIOLOG~A COMO DISCIPLINA CIENT~FICA.............................. 437
5. Las clases sociales ................................................................................ 1. El carácter científico de la Sociología ................................................. 440
6. Estructura y conciencia de clase. Tendencias de futuro .................... 2. Posibilidades y dificultades de la Sociología como ciencia ............... 455
7. Los roles sociales .................................................................................. 3. La problemática de la causación social: probabilismo, determinis-
8. Procesos sociales y formas de interacción social ................................ ..
mo y prediccion ......................................................................................... 463

CAP~TULO 6. CULTURA. PERSONA. SOCIEDAD ...................................................... 25 1 CAP~TULO 12. TEOR~A E INVESTIGACI~N EMP~RICA EN SOCIOLOG~A .................... 477
1 . Cultura y sociedad ................................................................................ 254 1. La dimensión teórica y empírica de la Sociología .............................. 480
2. El concepto de cultura ......................................................................... 259 2. El pluralismo teórico de la Sociología ................................................ 495
3. Cultura y personalidad ......................................................................... 265
CAP~TULO 13. LA SOCIOLOG~A Y LOS VALORES ............................................. 509
CAP~TULO7. SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES............................ 277 1. El debate sobre la Sociología como ciencia libre de valores ............. 512
1. Etología y Sociología ............................................................................ 280 2. El compromiso de la Sociología .......................................................... 525
2. El debate sobre el continuo social ....................................................... 283
3. Las sociedades animales ...................................................................... 291 CAP~TULO 14. OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A ........................ 533
4. Los orígenes de la sociedad humana ................................................... 301 1 . Los grandes campos de estudio de la Sociología ................................ 535
2. Macrosociología y microsociología..................................................... 552
CAP~TULO 8. LA SOCIOLOG~A Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL .............................. 31 3 3. La Sociología y otras ciencias sociales ................................................ 556
1 . El tránsito de la sociedad estamental a la sociedad industrial .......... 3 15
2. Las consecuencias sociales de la revolución industrial ...................... 325 APÉNDICE METODOL~GICO ................................................................................. 563
3. Principales características de la sociedad industrial .......................... 332 1. Presentación ..........................................................................................565
4. La cuestión social y los orígenes de la Sociología .............................. 342 2. Vídeos introductorios........................................................................... 565
3. Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador .............................. 570
CAP~TULO9. LA ACTIVIDAD DE LOS SOCIÓLOGOS ................................................ 35 1
1. Los límites del conocimiento sociológico ........................................ 354
2. La actividad de los sociólogos.............................................................. 359
3. ¿Científicos o divulgadores?................................................................. 366

CAP~TULO 10. EL MÉTODOCIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A .... 377


1. Génesis y evolución de los modos de conocimiento........................... 380
2. El desarrollo del conocimiento científico ........................................ 387
La Sociología nació en un período de grandes cambios económi-
cos, sociales y tecnológicos que estimularon una atención prevalente
por lo social. En nuestra época nuevamente se dibujan en el horizon-
te histórico grandes transformaciones de diverso orden que apuntan
Iiacia un nuevo modelo de sociedad -la sociedad tecnológica avan-
zada- y que están estimulando de nuevo una viva reactualización del
interés por la Sociología.
La Sociología se caracterizó desde sus orígenes por intentar desa-
i.rollar una concepción global e integradora del hombre y la Sociedad
l'rente a otras visiones más parciales y limitadoras. Por ello ha podido
decirse que de la misma manera que las viejas concepciones hereda-
das de la sociedad pre-industrial fueron sustituidas inicialmente por
una concepción del horno econornicus, centrada en variables estruc-
tiirales y motivaciones personales de carácter económico, posterior-
mente nos pusimos en camino de superar las rigideces y limitaciones
dc esta visión por una concepción más amplia del horno sociologicus.
Es en este sentido en el que puede afirmarse que la explicación socio-
15gicu de la configuración humana permite, no sólo establecer una
imagen más rica y compleja de nuestra realidad, sino que, en la medi-
da que la Sociología está entroncada por sus orígenes con una rica
tierencia del pensamiento europeo, también hace posible alcanzar
una comprensión de nuestro devenir histórico y de nuestras circuns-
tancias presentes, menos limitada por anteojeras intelectuales de
intención parcializadora.
Los economistas han sostenido con frecuencia que la cuesti6n
social mhs importante en cualquier agregado humano es la economía.
Sin embargo, la experiencia nos demuestra que no todo en el ser
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A LA SOCIOLOG~A

humano es cálculo económico y previsión racional de costes y benefi- La reivindicación de la explicación sociológica nos conduce a su
cios, ni todo comportamiento se orienta únicamente por el interés vez ü la necesidad de plantear la explicación de la propia Sociologia
económico, ni tampoco, claro está, sólo por impulsos inconscientes, como disciplina científica. Finalidad a la que se orienta este libro. Se
ni exclusivamente por las motivaciones políticas, o religiosas o de trata, como el lector podrá comprobar, de un libro que ha sido pensa-
cualquier otra índole. La realidad social humana es mucho más com- d o como manual de introducción para los estudiantes de Sociologia y
ple.ja y requiere una explicación más amplia. Por ello la concepción cnii cl que se da respuesta a las preguntas sobre el qué, quién, cuándo,
del horno sociologicus nos proporciona una vía más completa e inte- tlOnde, cómo y por qué de la Sociología.
gradora de comprensión de la realidad humana, tanto en lo que se
i-efiere a la propia naturaleza social del hombre, como a su condición Aunque este libro pretende ser accesible para todo estudiante uni-
de actor social en un ámbito global de interacciones. vci.sitario, no han querido evitarse ninguna de las complejidades de
las cuestiones abordadas, intentando ofrecer en cada tema una visión
Nada dc esto debe llevarnos, sin embargo, a la simplificación de pliii-al y matizada a partir de los distintos enfoques y opiniones, con
creer qiic la Sociología nos puede proporcionar una comprensión la I'inalidad de que el lector pueda tener una comprensión amplia y
omnicomprensiva y definitiva de la realidad humana, ya que, como documentada de los temas tratados, pudiendo llegar a fraguarse sus
nos recoid6 Dahrendorf, el «hombre entero no sólo escapa a la cap- ~ii-opias opiniones.
tncidn por una sola disciplina, sino que tal vez habrá de mantenerse Con este libro se intenta que el alumno pueda avanzar en la com-
nlcmprc como una Figura borrosa en el fondo de los esfuerzos cientí- pivnsión de la explicación sociológica, cimentando bien sus conoci-
FIcosnI. iiiicntos introductorios, en una forma que posteriormente le puedan
Con csta reflexión, por lo tanto, no se pretende reivindicar la i.csiiltar de utilidad en su progreso en el estudio de las Ciencias Socia-
rccupcración de viejas pretensiones absorbentes de la Sociología, ni Ics. Por ello deberá prestar una especial atención a ir asentando y
intentar establecer imposibles síntesis enciclopédicas de conocimien- iisiinilando bien las cuestiones estudiadas, ya que en cualquier disci-
tos, sino subrayar simplemente la necesidad de abordar el estudio de plina, al igual que en cualquier edificación, es muy importante lograr
la realidad social del hombre desde la perspectiva de enfoques uiia buena solidez de los cimientos. El tiempo dedicado a cimentar
amplios y rigurosos que tengan en cuenta no sólo una faceta concre- bicn las bases del conocimiento, aunque pueda parecer demasiada
ta de la personalidad humana, o una dimensión particular de la'fonna Icnto o complejo a veces, es la mejor garantía para un progreso pos-
en que organizamos nuestra vida en común, sino toda la complejidad tcrior más sólido y seguro.
concreta de lo social. El estudiante o el lector que se inicia en el conocimiento de la
Sociología debe ser consciente de que se encuentra ante una ciencia
Por ello hemos titulado este libro la explicación sociológica. Por en- qiie no está exenta de complejidades y dificultades. Cuando la Socio-
tender que la Sociología proporciona una explicación contextual bas- logla es planteada y presentada de una manera rigurosa su imagen no
tante amplia y precisa de nuestra realidad social, de nuestros oríge- siempre coincide con algunas visiones simplistas sobre el sociólogo y
nes, de nuestra naturaleza y de nuestro devenir histórico. Una expli- lu Sociología que suelen tener muchos ciudadanos en las sociedades
cación que no debe encapsularse en sí misma, ni cerrarse en los de nuestros días. Al Sociólogo generalmente se le exige mucho, pero
absurdos límites de la autocomplacencia, sino permanecer abierta a rrc sabe poco de la ciencia que practica. Se espera que los sociólogos
las nuevas perspectivas de análisis y a la colaboración interdisciplinar. pr-onostiquen quién va a ganar las próximas elecciones, que propor-
cionen diagnósticos y soluciones a los problemas de la marginación
uocial, de la violencia urbana, del malestar en el trabajo o del funcio-
Ralph Dahrendorf: Horno sociologicus. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, namiento de los servicios sociales. Pero pocos ciudadanos saben exac-
1973, phg. 48. tamente que es la Sociología y cómo trabaja el sociólogo. Por ello, la
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LA E X P L I C A C ~ ~SOCIOL~GICA:
N A LA SOCIOLOG~A

Sociología es una ciencia que necesita ser explicada. Y para ello el


estudiante de Sociología tiene que empezar por profundizar en esta
explicación, esforzándose por conocer bien todo aquello que luego
tendrá que explicar, y que le permitirá explicarse más eficazmente en
su quehacer profesional.
Finalmente, sólo resta señalar que este libro es una nueva versión,
ampliada y revisada, de la obra que con este mismo título se publicó
por primera vez en 1987, y también de la segunda edición de 1996.
Se trata de un libro que ha sido pensado para ser empleado conjun-
tamente con un paquete de materiales pedagógicos multimedia, en la
forma en la que se indica en el apéndice incluido al final de estas
piiginas. Estos materiales complementarios están formados por una
INTRODUCCIÓNGENERAL.
serie de videos introductorios a cada uno de los temas, así como un ES LA SOCIOLOGÍA?
Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (E.A.O.), con el que
el ulumno puede efectuar sus propias auto-evaluaciones sobre la
adqiiisici6n de conocimientos y, a su vez, repasar algunos de los con-
ceptos y contenidos estudiados en cada uno de los capítulos de este
libro. Todo este material se incluye al final de este libro en un DVD.

Madrid, abril de 2006


La Sociología se ha convertido en una de las ciencias más popula-
res en las sociedades de nuestros días. Los sociólogos son consulta-
dos por los políticos, por los empresarios, por los dirigentes de las
grandes organizaciones. Sus opiniones se escuchan todos los días en
las tertulias de radio y televisión. Las revistas y periódicos publican
continuamente las opiniones y las encuestas de los sociólogos, como
si fueran los nuevos gurús, o adivinos de nuestra época.
Pero ¿qué es realmente la Sociología? ¿Qué hacen los soci6logos
para fundamentar sus opiniones y pronósticos? ¿Cómo trabajan?
¿Cuáles son las imágenes actuales sobre el sociólogo y la Sociologia?
¿Cuáles son las dimensiones y rasgos fundamentales de la Sociolo-
gla? ¿Cómo se puede explicar la Sociología?

Si a un ciudadano común le preguntamos ¿qué es la medicina, o


qué es la arquitectura?, ¿qué hace un médico, o un arquitecto?, lo
8abe perfectamente. Los médicos curan enfermedades y los arquitec-
tos hacen casas. Pero si preguntamos ¿qué es la Sociología?, iqut
hacen los sociólogos?, lo más probable es que nos encontremos con
respuestas bastante dispares y confusas sobre el quehacer de los
soci6logos.
Fuera del circulo de los especialistas no hay ideas claras y preci-
ras sobre qué es la Sociología. Y ésa es una de las paradojas de esta
ciencia. Una ciencia que ha llegado a ser muy popular y sobre la que
existen muchas expectativas, pero sobre la que se sabe muy poco.
LA ExPLIcAcI~N S O C I O L ~ G I C AUNA
: INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A
~ N ' ~ . R O D U C C IGENERAL.
~N l ~ ~ _ S L ~ S ~ ~ ~ ~ L ~ ( i I A 1

De los sociólogos se espera que hagan pronósticos sobre lo que va


colectivas sobre el sociólogo y. sobre el mismo papel de la Sociologta,
a ocurrir en la sociedad. o que diagnostiquen problemas sociales, que
1-eflejensentimientos encontrados. El sociólogo es visto a veces con esa
propongan soluciones a los elementos de malestar y desajuste propios
mezcla de nrecelo. y de .esperanza salvadora. con la que se veta
de nuestras sociedades. que fijen criterios adecuados para los compor-
tradicionalmente la figura del médico o del sacerdote en las socieda-
tamientos colectivos... Pero casi nadie es capaz de explicar cómo se
des de hace algún tiempo.
puede hacer todo esto y de qué manera trabajan los sociólogos.
Pero el sociólogo no es un sacerdote, ni un médico, ni un profeta
Una revista española de información general publicó hace algunos
años un reportaje sobre la censura durante el franquismo, en la que se de las sociedades de nuestro tiempo. Es un cientifico que estudia los
reproducían algunos de los comentarios y criterios establecidos por hechos sociales de acuerdo a los procedimientos del método cienttfi-
los censores para decidir qué películas se podían ver y quiénes podían co, con objetividad, con rigor y con seriedad. Y para ello tiene que
verlas. Uno de los comentarios sobre la película de Federico Fellini La empezar por explicarse y aclarar cuál es su profesión y su cometido.
dolce vita ejemplifica de manera bastante graciosa la confusión que a A lo largo de las páginas de este libro vamos a dar respuesta detalla-
veces existe sobre la Sociología. Decía el censor: <<Esta película sólo da a las preguntas básicas, sobre el qué, porqué. cómo, cuándo... de la
puede verse en cine-clubs profesionales de sociólogos». ¿Quépensaría Sociologia. Pero antes de entrar en todos estos pormenores podemos
el censor que eran los sociólogos? dar una primera definición elemental de esta ciencia, diciendo que So-
El hecho de que a la mayoría de los ciudadanos medios no les resul- ciología, en su sentido más general y básico, es el resultado de aplicar
te fácil dar una explicación concreta y precisa sobre qué es la Sociolo- los procedimientos propios del método cientifico al estudio de los
gía y qué hacen los sociólogos, revela que esta disciplina, a diferencia knhmenos sociales; es decir, los sociólogos aplican un conjunto de
de otras ciencias y otras profesiones, tiene que ser explicada: necesita teorlas y técnicas de investigación para estudiar. explicar. e intentar
una explicación. Por lo tanto, el estudiante de esta materia tiene que predecir las relaciones sociales y los procesos de interacción que tie-
empezar por tener muy claras las ideas sobre la Sociología. ¿Quées la nen lugar en el ámbito de las estructuras sociales.
Sociología?. (cuándo surgió?. ¿dónde?, ¿cómo?, ¿por qué? Éstas son
las primeras preguntas que debemos hacernos para entender bien esta
disciplina, y ser capaces de explicar a cualquiera qué hacen los soció-
logos.
Sin embargo, esta explicación no siempre es fácil en las sociedades En las sociedades de nuestro tiempo, las imágenes colectivas sobre
de nuestros días, por dos razones: en primer lugar, porque la Sociolo- el sociólogo, y sobre el mismo papel de la Sociologia, reflejan con fre-
gía es una ciencia muy reciente. Sus orígenes se remontan a pensado- cuencia un conjunto de actitudes y opiniones bastante encontradas.
res como Augusto Comte, Emilio Durkheim y Max Weber, que escri- Ast el sociólogo, como hemos dicho. es visto a veces con esa mezcla de
bieron sus principales obras en el siglo XIX y a principios del siglo m. urecelo)) y resperanza salvadora. con la que tradicionalmente se ha
La Sociología, pues, es una ciencia que aún no ha tenido tiempo para ~ontcmpladoel papel del médico o el del sacerdote, en contextos his-
desarrollarse y poder oh-ecer resultados suficientemente concretos y tbrico-sociales en los que el insuficiente desarrollo cientifico engen-
suficientemente claros. druba unas expectativas xsalvadorasn en mucha gente, que Eácilmente
En segundo lugar, no siempre es fácil comprender qué es la pcubaban trocándose en formas más o menos sordas o explícitas de
Sociología, porque se trata de una disciplina que se ocupa de algo sutil, agresividad y desconfianza cuando no se daba satisfacción cumplida a
a veces casi imperceptible y difícil de captar. casi misterioso. pero muy Qntns cxpectativas.
importante a la vez. Se ocupa de lo social, de los fenómenos sociales,
de las realidades sociales. De ahí. que en nuestro tiempo las imágenes
Dc hecho la asociación de imágenes entre el papel del sociólogo y
el del sacerdote. el médico o el profeta, ha sido un tópico al que los pro-
20 ~- LA E X P L I C A C I ~ NS O C I O L ~ G I C AUNA
: INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A INTRODUCCI~N
GENERAL. ~ Q U É
E S LA - .--
-" SOCIOLOC;~A?
21

pios sociólogos han recurrido con harta frecuencia. Incluso, a veces, se


han buscado ciertas explicaciones empíricas como justificación de que la Sociología estaba llamada a ser una especie de ((nuevareligión))
este emparentamiento de imágenes. Así, el sociólogo norteamericano de la nueva era industrial.
Alvin Gouldner ha intentado ejemplificar hasta qué punto la visión del Aunque desde los primeros balbuceos de la Sociología, bajo la in-
sociólogo como una especie de sacerdote se apoya en ciertos elemen- Iliiencia de Augusto Comte, hasta nuestros dias se ha modificado sus-
tos de fondo en las sociedades de nuestros días, relatando en su libro tancialmente la imagen de esta disciplina y las formas de entender su
1*i crisis de la Sociología occidental, cómo en una encuesta que realizó quehacer cientifico, lo cierto es que la persistencia de diferentes visio-
entre los miembros de la Asociación Norteamericana de Sociología en nes entre los propios sociólogos, nos permiten comprender que entre
1964 pudo comprobar que más de una cuarta parte de los sociólogos los ciudadanos comunes existan confusiones y ambivalencias sobre el
americanos (un 27,6%) habían pensado alguna vez en hacerse sacer- papel del sociólogo y lo que de él se puede esperar.
dotes1. En este tipo de percepciones colectivas están influyendo el conside-
Por otra parte, no deja de ser curioso que este mismo tipo de r.able desconocimiento que la mayor parte de los ciudadanos de nues-
asociación de imágenes haya sido utilizado también -con finalidad t ~ r tiempo
) suelen tener sobre el quehacer concreto y especifico de los
bastante distinta-. por otros estudiosos para caracterizar los dos sociólogos, así como la misma imprecisión existente sobre las
tipos de imágenes que los sociólogos suelen tener de sí mismos: o bien posibilidades y perspectivas ocupacionales que se abren para los que
como «profetas»,o bien como «sacerdotes»,en relación a la asunción se han especializado profesionalmente en este campo cientifico.
preferente por unos u otros sociólogos de paradigma del conflicto La concurrencia de ambas circunstancias ha dado lugar a las
social o del paradigma del consenso2. Es decir, según estas interpreta- conocidas anécdotas de muchos sociólogos, que refieren las formas en
ciones, una parte de los sociólogos tienen una visión de la sociedad qiie han tenido que enfrentarse con la experiencia frustrante de tener
hasicamente como una realidad sometida a continuos procesos de qiic explicar^ - y no siempre con mucho éxito- a algunos interlocu-
conflictos y de cambios. descritos en ocasiones en tonos no exentos de lores no sumamente instruidos, cuál es la verdadera naturaleza, con-
cierto patetismo (visión profética). Por el contrario, otros sociólogos (enido y utilidad de su quehacer profesional, o también las propias
consideran a la sociedad como una realidad primordialmente estática, cxpcriencias de los profesores de sociología cuando tienen que defen-
en la que el acuerdo y el consenso suele prevalecer sobre el conflicto y der y justificar, ante estudiantes de otras carreras universitarias, la
el disenso. y en la que la exaltación de su carácter estático puede llegar conveniencia de cursar esta asignatura, y hasta la necesidad de dispo-
a operar como una verdadera ~justificaciónndel statu quo u orden ner de unos conocimientos básicos sobre ella, para poder comprender
establecido (visión sacerdotal). mejor en toda su complejidad su propio campo de especialización.
Obviamente, al margen de algunas importantes connotaciones di-
Icienciadoras, no puede negarse que tanto la imagen sacerdotal como 3. I ~ E M E N T O P
S ARA LA COMPRENSI~N
le profética, incluso como recurso explicativo general. tienen un indu- I>E LA SOCIOLOGIA COMO DISCIPLINA CIENT~FICA
dable tronco común con algunas orientaciones un poco ingenuas que
caracterizaron a la Sociología en sus primeros pasos fundacionales, a
El problema de la explicación de la sociología no estriba solamen-
causa de las propias ideas de Augusto Comte (1798-1857). que creía
te en la existencia o inexistencia de una suficiente comprensión por
parte de los ciudadanos medios sobre cuál sea su naturaleza y su
papel, sino que el oscurecimiento de estos extremos a veces surge de la
Alvin Cuuldner: Ln crisis de la Sociología occidental. Amormrtu, Buenos Aires, 1973, propia reflexión teórica de no pocos sociólogos. No se trata única-
pdg. 30. mente de las dificultades que hasta ahora han existido para llegar a un
* Robert Friedrichs: Sociología de la Sociología. Amorrortu, Buenos Aires, 1977.
consenso definitorio sobre muchos de los conceptos sociológicos fun-
22 LA EXPLICACI~N
SOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A -- -
I N T R O D U C C I ~ GENERAL.
N l ~ ES~LA É
SO$OLBC;!A?

damentales, ni tampoco de la falta de unanimidad - y hasta de preci-


sión-en la tarea de dar una definición unánimemente acevtada sobre logia como una ciencia al servicio de la dominación de los poderosos
«qué es Sociología~,sino que el problema se complejiza más en la
-- - - y del mantenimiento del statu quo, mientras otros autores se han situa-
medida en que, frecuentemente, las más duras críticas sobre esta dis- do en las antípodas de estas percepciones, presentando a la Sociología
ciplina proceden del propio campo de los que se dedican a ella. ooco menos Quecomo un «instrumento»óptimo de emancipación y de
I A

cambio revolucionario del orden establecido7.


Así, de la Sociología se ha llegado a decir que es una ciencia que ha
entrado en crisis sin haber alcanzado ni siquiera la madurez3, que la ¿Cómose puede explicar, pues, tal conjunto de variadas y encontra-
tarea de los sociólogos no consiste en otra cosa que dedicarse a la das concepciones sobre lo que la Sociología realmente es? ¿Esta todo
((demostraciónpenosa y pedante de lo obvio», avalando con datos el mundo pensando en lo mismo cuando se hacen descripciones y
empíricos y con citas pedantes -se dirá- cuestiones de sentido valoraciones tan variadas?
común, que todo el mundo sabe. Igualmente se ha afirmado que los Como puede entenderse, hay bastante exageración y mucha inten-
sociólogos ocultan mucha de su ignorancia sobre los hechos sociales ción efectista en todas estas descripciones y calificaciones. Los proble-
recurriendo a la mera «cuantitofrenia»-el afán por medir todo. de mas de la Sociología son en buena medida los mismos problemas de
, ---
expresarlo todo en porcentajes-, cuando no a utilizar una jerga toda ciencia joven, que aún no se ha desarrollado, ni se ha asentado
apseudo-científica>)y semiespecializada con la que mantener su suficientemente. De igual manera, el recurso a la ((cuantitofrenia))y a
((saber))alejado de las posibilidades de comprensión de los ciudadanos In utilización de .jergas. especializadas es una práctica bastante fre-
medios, etc.4 cuente en casi todas las comunidades científicas, en las que siempre es
De igual manera la labor de los sociólogos ha sido presentada por posible encontrar, igualmente, a quienes se ponen al servicio del orden
algunos como una nueva forma de brujería5. al tiempo que otros la establecido y a quienes aplican su trabajo con un sentido de cambio o
han considerado como la acción de una especie de «agentes»al servi- de crítica a lo existente. Y nada de ello puede llevamos a confundir
cio de un nuevo «Leviatán»,de un «macroEstado» monstruosamente todas y cada una de las ramas del quehacer científico con las exagera-
dominador y omnipresenteb. Algunos intérpretes han visto a la Socio- ciones, las inclinaciones personales o los defectos de aquellos que las
practican. De ahí que, en el fondo, muchas de las críticas y defectos
que se achacan a la Sociología y a los sociólogos, no sean sino ele-
mentos comunes que caracterizan a casi todos los ((grupos cientlfi-
El tema de la crisis de la Sociología se ha convertido en uno de los tópicos de refe-
tos», "v hasta a la misma condición humana.
rencia más frecuente para los sociólogos de nuestro tiempo. Sobre esta cuestión. aparte del .

1ibi.o: La crisis de la Sociología occidental de Gouldner, al que nos hemos referido en la nota Sin embargo, lo que sí es cierto es que entre los sociólogos actua-
1 , piicde verse también el libro de Raymond Boudon: Lu crisis de la Sociología. Laia, Bar-
cciona, 1974; el de Francisco Marsal: Lo crisis de la Sociología norteamericana. Península, les aún persiste una importante diversidad de percepciones sobre la
B.~iicclona,
.., 1977, así como el resumen de las ponencias presentadas en una mesa redonda misma naturaleza y el propio papel que la Sociología puede cumplir.
sobre este tema en el VI11 Congreso Mundial de Sociología y recogidas en Tom Bottomore Esta pluralidad de concepciones ha llegado a alcanzar tal punto que en
(cd.): La miseria de la Sociología. Tecnos, Madnd, 1982. nuestros días más que hablar de la d sociología», en singular, al igual
Entre los más importantes alegatos críticos contra la Sociología surgidos desde den-
1i.o dc su propio campo, no podemos dejar de citar aquí el de P. Sorokin: Achaques y maní- que se habla de la Física o de la Química, deberíamos hablar mas pro-
O.F (le[a Sociología moderna y ciencias afines. Aguilar, Madrid, 1964, y el de Wright Mills: Ln
ittingiriucidn sociológica. F.C.E. México.. 196 1. .-- -
--
' -

Así. por ejemplo, en la conocida interpretación de Stanislav Andreski: Las ciencias


7 La misma presentación, hasta hace poco bastante habitual de la Sociología,en cuan-
soc-iuiescomo forma de brujevía. Taums, Madnd. 1973.
Michel Callon y Bmno Latour: Unscrewing the big Leviathan: how actors macro-struc- to dlvidida en dos grandes campos diferenciados: el del conflicto y el del consenso -ubi-
/rtrlJrcality and how sociologists help them to do so, en K. Knorr-Cetina y A. V. Cicourel (eds.): c a d o ~preferentemente, a su vez, en dos esferas de influencia ideológica, el marxismo y el
Advuncer in Social Theory and Methodology. Routledge & Kegan Paul, Londres, 198 1, págs. conrcrvadurismo-, permitía -y aún permite- una clara y Hcil dualidad de inter-
277-303. pretaciones simplificadoras sobre el papel politico del soci6logo. o bien como agente del
pader, o bien como agitador revolucionario.
24 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A INTRODUCCI~N
GENERAL. LQUÉE S LA SOCIOLOG~A? - . --

piamente de las adistintas Sociologías~~,


a partir de las que se puede lle- -por considerarlas poco fructfferas-, el especifico debate metodoló-
gar a entender de manera diferente el concepto, el método y las mis- gico continúa animando una gran cantidad de discusiones sociológi-
mas posibilidades prácticas de esta disciplina. cas. Así, hoy en día junto a las permanentes revisiones que continúan
Por este motivo debemos dar la razón a Smelser cuando decía que haciéndose de las aportaciones medulares de teóricos tan eminentes
u n o de los rasgos principales que caracteriza a la sociología es la exis- como Emilio Durkheim (1858-19 17). o Max Weber, buen número de
tencia de <<una gran cantidad de escuelas que se yuxtaponen, y, a veces, sociólogos continúan dedicando su mejor tiempo y esfuerzo a consi-
luchan entre sí)),por lo que uexiste un gran desacuerdo entre los soció- derar -como luego vamos a ver-los grandes puntos de referencia del
logos sobre los problemas fundamentales, los conceptos, las teorías y debate metodológico: la prevalencia del empirismo frente a la centra-
los métodos de investigación»g. lidad de la teoría; el esfuerzo por construir una gran teoría frente a los
La existencia de diferentes enfoques metodológicos y la creciente que propugnan trabajar con teorías de alcance medio; los defensores
diversidad de los campos de especializaron, hace que resulte muy difícil del carácter monoparadigmático de las ciencias, frente a los que seña-
ofi-ecer en estos momentos una visión de conjunto suficientemente ho- lan el carácter poliparadigmático de la Sociología; los que recurren a
mogenea sobre las características y contenido de esta disciplina, e inclu- la macrosociología versus microsociología como recurso analítico de
so dar una definición unánimemente compartida de la Sociología. traslación, etc.
En efecto. desde Comte hasta nuestros días, han sido muy numero- El abandono de la obsesión por las definiciones y la superación de
sas las definiciones propuestas y ninguna de ellas ha alcanzado todavía las pretensiones ingenuas de aconstruir. una gran teoría sociológica
un grado de aceptación y acuerdo unánime. Pero, quizás, esto no sea que explicase ntodon, ha dado lugar a una atención creciente por los
algo que deba preocupamos en exceso. Lo importante en una ciencia no problemas y las cuestiones sociales concretas e inmediatas. Por esta
es solamente el esfuerzo definidor, sino la capacidad para ofrecer resul- vla, incluso, han llegado a popularizarse algunos enfoques microso-
tados concretos y prácticos. De ahí que en nuestros días, la obsesión por ciológicos que están dando una nueva virtualidad al debate metodol6-
las definiciones haya pasado a ocupar un plano de atención bastante gico, a la vez que lo están situando, en ocasiones, en las mismas fron-
secundario en las inquietudes de la mayoría de los sociólogos. teras de la Sociología.
Para la Sociología actual cada vez están más lejanos los tiempos de Así cuando algunas escuelas llegan en la práctica a disolver lo
los ((padres fundadores» de la disciplina en que, como señaló Max social en el ámbito de lo meramente intersubjetivo, y cuando la inter-
Weber (1864-1920))alos sociólogos a quienes se podía tomar verdade- subjetividad se sitúa en áreas espaciales cada vez más detalladas. con-
ramente en serio mantenían la tesis de que la única tarea de la Socio- cretas y localizadas, la Sociología puede estar corriendo el riesgo de
logfa es la definición de concepto de sociedad>)9.De igual manera se bordear los límites de su propia entidad como disciplina diferenciada.
encuentra ya bastante alejado de la sensibilidad de la gran mayona de En algunos de estos casos no siempre resulta fácil diferenciar lo que
los sociólogos actuales, el recurso a ver en la .dinámica evolutiva de hay propiamente de Sociología, de Psicología o de Economía en deter-
las sociedades. el más sólido hilo conductor de la Sociología, como minados estudios y enfoques.
postularon Spencer (1820-1903) y los diversos evolucionistas. La tendencia de algunos sociólogos y escuelas a situarse en cierta
Sin embargo, es preciso reconocer que, junto a la actual tendencia medida en los propios bordes de la Sociología es, pues, uno de los fac-
al abandono de las discusiones sobre el concepto de la Sociología tores que definen también la condición presente de esta disciplina y la
sutileza de las relaciones con los enfoques y métodos propios de otras
ciencias sociales.
Neil M. Smelser: Sociologfa. Euramérica, Madrid, 1979, pág. 29 La complejidad actual de la Sociologla y la persistencia de los deba-
Max Weber: *La Sociologia de Simmel~,en Papers. n."15, Barcelona, 1981, pág. 10.
tes metodol6gicos han dado lugar a que algunos sociólogos vivan el
26 LA E X P L I C A C I ~ NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

momento presente con una cierta conciencia de crisis, no faltando, in-


cluso, los que ante la sensación de crisis no han sabido encontrar otra
respuesta que la de deslizarse hacia unas perspectivas recurrentes de Como hemos visto, una de las tareas fundamentales de la Sociolo-
autoanálisis. Esta tendencia hacia el autoanálisis, las más de las veces gla en las sociedades de nuestros días continúa siendo su propia expli-
no ha conducido sino a provocar un «enclaustramiento» dentro del cación.
propio ámbito de su comunidad profesional, en una recurrente actitud
Los sociólogos tenemos que ser capaces de mejorar nuestra rela-
de algunos sociólogos de «mirarsea sí mismos».
ci6n, nuestra comunicación y el sentido de nuestra propia ubicación
Toda esta preocupación por la realidad de la Sociologia, por la cn cl conjunto social. Por ello más prioritario que profundizar en las
delimitación de sus campos y métodos, y por su propio autoanálisis, causas y razones de las crisis supuestas o reales de la Sociología, o
ha dado lugar a que la Sociologia, en ocasiones, se haya acabado desarrollar nuevas y mejores definiciones y teorías sistemáticas, es
convirtiendo para algunos sociólogos en el propio objeto de la Socio- lograr abrir más la sociología a la sociedad, evitando su enclaustra-
logía. Tal manera de proceder ha contribuido a difundir unas imáge- miento en círculos profesionales cerrados, y explicando mejor y más
nes que han ayudado poco a superar las oscuridades y confusiones clara y convincentemente el ser y el porqué de esta disciplina cienti-
existentes fuera de las propias fronteras de los profesionales de esta I'ica.
materia. Dando la vuelta al sentido del título utilizado en la traducción
El estupor que manifestaba hace años el sociólogo español Adolfo castellana de un libro significativo sobre la «crisis de la sociologfa))
Posada (1860-1944))cuando contaba la anécdota de aquellos obreros podrtamos decir, en definitiva, que la posible .miseria de la sociolo-
que se le acercaron tras una conferencia para manifestarle con todo glarl0 no está en la sensación de crisis que se ha extendido en ocasio-
candor que ellos no esperaban nada de la clase burguesa. que sólo con- ncs en los círculos sociológicos, sino en la eventual incapacidad de esta
fiaban en su propio esfuerzo y en dos adelantos de la Sociología», disciplina -y de algunos de sus profesionales- para lograr su ade-
refleja claramente la situación de una disciplina a la que le resulta difí- cuada comprensión y aceptación social, o lo que es lo mismo, para
cil hacerse comprender socialmente. demostrar su utilidad. Y evidentemente la utilidad de la Sociologia no
se demuestra analizando sus posibles «miserias»,o «crisis internasr,
¿Qué hacer ante esta situación? ¿Cómo podemos enfrentarnos con sino profundizando con rigor científico y sentido práctico en las raices
el reto de dar una definición de Sociología?, y, aún más, jcómo dar res- y significados de los actuales elementos de miseria social y de crisis
puesta a la para algunos inquietante pregunta de qué papel cumple y detectables en las comunidades en las que los hombres desarrollamos
para qué sirve realmente la Sociología? nuestra existencia.
De lo hasta aquí señalado parece evidente que una respuesta ade- En definitiva, pues, el objetivo de proporcionar una definición de
cuada a ambas preguntas ha de pasar necesariamente por una explica- la Sociologia no debe entenderse como una tarea orientada a elaborar
ción mucho más detallada y compleja que la que resulta posible ofre- un repertorio formal de referencias más o menos precisas, sino que
cer por medio de una simple y esquemática definición conceptual. Es debe considerarse fundamentalmente como un proceso explicativo
decir, una aproximación rigurosa a la comprensión de la realidad de la que de cuenta, tanto de su razón de ser contextual (cuáles fueron los
Sociología exige reemplazar el interrogante sobre {qué es Sociología?, pmrrequisitos para su aparición y en qué contexto histórico se produ-
por otras preguntas tales como: jpor qué surge la Sociología?, jcómo jo su aparición), como de su razón de ser sustantiva (cuál es su conte-
y cuándo aparece?, ¿para qué surge la Sociología?, etc. En definitiva, nido y su finalidad). Es decir, de lo que se trata es de lograr una expli-
una intelección precisa sobre lo que realmente es la Sociología, no es
posible sino a partir de la comprensión y explicación de su propia
génesis en toda su complejidad. 10 Tom Boltomore (ed.):La miseria de la Sociologla, op. cit.
28 LA E X P L I C A C I ~ NSOCIOL~GICA:U N A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A I N ' I ' R O U U ~ I @GENERAL. @U6 ES LA -SOCIOLOGIA?
-. - ..
..

cación social de esta disciplina que haga posible una mejor compren- Asl, pues, parece evidente que para dar respuesta adecuada a1 reto
sión general de la realidad de la Sociología en su esfuerzo científico dc lograr una clara definición explicativa de la Sociologla resulta
por dar cuenta de la sociedad. previamente necesario:
En términos muy generales y esquemáticos, como pórtico intro-
1. Partir de un estudio y profundización de la relaciones hombre-
ductorio a una explicación tan sencilla y básica como la que pretende-
sociedad (no solamente en sus dimensiones socio-politicas o
mos desarrollar en este libro, las primeras respuestas a la secuencia de
económicas) y, mas en concreto, precisar adecuadamente cual
los interrogantes a los que aquí nos hemos referido, pueden ser
es y en qué consiste la verdadera naturaleza social de lo huma-
presentadas de la siguiente manera:
no. Es decir, para entender la razón de ser de la Sociología hay
(Cuándo aparece la Sociología?: Prácticamente en nuestro tiempo que empezar por precisar el papel que juega lo social en la evo-
histórico (la era industrial) y precisamente al hilo del surgimiento y lución del hombre (como especie), en la configuración de su
desarrollo de la sociedad industrial. personalidad, etc.
¿Por qué aparece la Sociología?: Porque se han alcanzado las condi- 2. Comprender cuáles son los rasgos y características del período
ciones de madurez adecuadas en las circunstancias que pueden condu- histórico en que aparece la Sociología; y esto desde una doble
cir a su desarrollo, a saber: una gran sensibilidad y atención a lo social perspectiva:
(como consecuencia del impacto de los intensos procesos de cambio
ocurridos) y unas condiciones intelectuales adecuadas (liberación de a) La de los cambios sociales que se producen en este período (y
dogmas y trabas en el desenvolvimiento de la reflexión intelectual, ten- cómo estos cambios son un factor importante para explicar
dencia a la búsqueda de visiones «desencantadas»de la realidad, más el surgimiento y desarrollo de la Sociología).
allá de las explicaciones mágicas y sacralizadas tradicionales, etc.). b) La de las nuevas mentalidades que se difunden en esta kpo-
¿Cómo surge la Sociología?: Por un proceso secuencia1de evolución ca, y, más en concreto, la forma en que el hombre va a ir
de los saberes sociales en una dirección de avance hacia una mayor orientando su actividad intelectual para dar respuesta a los
especializaron, diferenciación y complejización, en la que el primer múltiples interrogantes que vienen urgidos por su perma-
hito hndamentalmente fue la autonomía de la Ciencia Política de la nente curiosidad y por las nuevas circunstancias históricas y
Religión y la Moral (con Maquiavelo básicamente), el segundo hito fue sociales en que vive.
la aparición y desarrollo de la Ciencia Económica (como requisito de
la lógica de la sociedad industrial) y el tercero, el surgimiento de la 3. Finalmente, y junto a todo lo anterior, para comprender adecua-
SoEiología (como intento de dar una respuesta a los procesos de cam-
damente qué es la Sociología, es necesaria una explicaci6n cabal
sobre qué es y qué supone la ciencia moderna, aclarando el gra-
bio, de conflicto y de desorganización social que también implicó la
dinámica de la sociedad industrial). do en que los esquemas, planteamientos y procedimientos del
método científico pueden resultar aplicables - y con qué mati-
¿Para qué surgió la Sociología?: A corto plazo para enfrentarse de ces y resistencias-al estudio de la realidad social.
una manera científica y rigurosa con la problemática social que acaba-
mos de mencionar (la llamada «cuestiónsocial»)y a medio y largo pla- A partir de estas referencias, pues, podemos formular una defini-
zo para intentar construir una ciencia específica de la sociedad en c16n básica y sencilla de la Sociología, entendida como el resultado de
cuanto tal. hplicar, en un determinado contexto hist6rico. los procedimientos de
conocimiento propios del método científico al estudio de los fen6me-
¿Con qué orientación surgió la Sociología?: Con una orientación ba- nou que acontecen en la esfera de lo social (relaciones sociales y pro-
sada en los supuestos y planteamientos propios del método científico mios de interacción que se producen en el ámbito de las estructuras
en la forma en la que más adelante explicaremos. rociales).
30 LA EXPLLCACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Posiblemente la única manera de llegar a establecer actualmente como cualquier otra ciencia, no puede ser s61o descrita ((empirica-
una definición suficientemente compartida de la sociología es a través mente))y ((descriptivamente))- c o m o una Foto en blanco y negro- a
de una referencia tan sencilla y elemental como ésta. Obviamente se
partir de su llana realidad presente, sin mayores aclaraciones ni mayo-
podrá objetar que operando exclusivamente de esta manera se corre el
rcu indagaciones sobre sus posibilidades y perspectivas de futuro, y
riesgo de aproximarnos a un cierto tipo de definiciones elementales,
uohrc su propia dinámica. El problema, por ello, no puede quedar
en las que en ocasiones no se produce otra cosa que la mera repetición reducido a la mera codificación de quiénes son y quiénes no son los
de lo definido en la definición. Esto es, por ejemplo, lo que ocurre ioriOlogos, y que es lo que hacen o no hacen, y qué dicen o no dicen
cuando algunos sociólogos llevan al extremo el criterio de elementari-
nobre la Sociología.
dad, afirmando simplemente que la Sociología es la ciencia de la
sociedad)),o la disciplina que tiene por objeto «elestudio científico de Como ya indicamos antes, tal manera de enfocar esta cuestión ha
lo social». dado lugar a que en ocasiones el debate sobre la naturaleza de la
Soriologfa quede ceñido exclusivamente a la propia indagación sobre
Sin embargo, no puede negarse que con unas explicaciones senci- Ir realidad sociológica de esta disciplina. Con lo que el análisis puede
llas y con una definición básica como la que aquí hemos formulado se acabar encerrado en un cierto círculo de auto-observación en el que la
puede lograr un primer acotamiento de nuestra esfera de referencia, al Bociologta acaba convertida en el propio objeto de la Sociología.
tiempo que se proporcionan varias pistas importantes para una mejor
comprensión de la realidad de la Sociología. Empero, lo que no se Esta forma de definir y describir la Sociología, por lo tanto, no es
logra con tal proceder es un completo esclarecimiento de nuestro obje- uuflcicnte ni resulta satisfactoria y, en sí misma, constituye una curio-
to específico. n i peripecia analítica, que tiene pocos parangones en el mundo cientf-
flco, no pudiendo entenderse adecuadamente si no se tienen en cuen-
Para entender la Sociología, con todos sus matices y complejida- t. las ambivalentes y ambiciosas pretensiones que se dieron cita en los
des, no basta una mera definición, sino que se necesitan otros ele- mliimos orígenes de la Sociología. y a las que tendremos ocasi6n de
mentos de comprensión que aquí ya hemos esbozado y sobre los que ~ i c r i r n o en
s el capítulo 4.
volveremos con más detalle en próximos capítulos. Sin embargo, antes de adentrarnos en estas cuestiones es necesa-
En definitiva, lo que la Sociología necesita es ser explicada, y no rlo delimitar algo más los marcos en los que puede situarse la refle-
simplemente ser definida, o descrita a partir de su mero desenvol- x16n sociol6gica1en cuanto forma diferenciada de enhentarse con
vimiento práctico, como se ha intentado por aquellos que han procu- una problemática que antes del surgimiento de la Sociología ya habfa
rado obviar el problema de su definición con propuestas historiográfi- aldo objeto de atención en la tradición del pensamiento social, y que
cas y descriptivas. La Sociologia, según algunos intérpretes, se podría en nuestros días concita también la atención de otros cientlficos
definir o acotar, o bien a partir de lo que dijeron «lospadres de la cien- raciales.
cia)) sobre esta disciplina, o bien atendiendo a lo que en la práctica La Sociología forma parte de un conjunto más amplio de ciencias
((hacenlos sociólogos~~, o bien en consideración a lo que los sociólogos mcialls junto con la Antropología, la Economía, etc.. y se ocupa de un
((opinanque debe ser objeto de estudio por la sociología^^^. La Socio- campo de realidades humanas del que también se ocupan otras cien-
logía, dirán algunos sencillamente, es «lo que hacen los sociólogos~. cias del comportamiento, como la Psicología. Sin embargo, la Socio-
Pero, aunque estas formas de proceder nos pueden ayudar a acotar logla tiene un campo temático específico y unos enfoques metodol6gi-
los campos de trabajo de esta disciplina, lo cierto es que la Sociología, coa particulares. El campo temático puede ser descrito en un sentido
muy general como ((10 social)),un ámbito al que nos referiremos con
mBs detalle en el próximo capítulo, y que ha sido, a su vez, acotado por
108 diferentes soci6logos y escuelas sociológicas, al hablar, por ejem-
'1 Alex Inkeles: Qué es la Sociología. Uteha, México, 1968, págs. 2 y S S . 30
plo, de los hechos sociales)), ((10svínculos sociales)), ((lasacciones
32 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA INTRODUCCI~NGENERAL. ¿QUÉE S LA SOCIOLOGÍA?

sociales», «las interacciones sociales N, dos procesos sociales», «las En definitiva, pues, y como segunda parte de nuestra definición,
relaciones sociales», «lascircunstancias sociales»,etc. Bien se utilicen podemos decir que una comprensión explicativa de la Sociología exi-
unas u otras expresiones, lo que tienen en común todos los enfoques ge hacer referencia también a la misma forma interna en que el
sociológicos es la atención a ese matiz o dimensión especifica deLlo pensamiento social ha evolucionado hacia una comprensión e inter-
social en las relaciones y comportamientos humanos. pretación de una problemática social específica en términos suscepti-
bles de ser objeto de (ccomprobaciones»,«mediciones»,«previsiones»
A partir de esa atención a lo social y de la voluntad de utilizar el y ccverificaciones empíricas»,a partir de marcos teóricos interpretati-
método científico, puede decirse que los perfiles de la Sociología vos adecuados y de conceptos analíticos pertinentes.
quedaron establecidos cuando se dieron una serie de prerrequisitos
constitutivos previos.
La concurrencia de factores como los anteriormente referidos
(nueva forma de explicitación de las relaciones hombre-sociedad,
impacto de los cambios sociales y de las nuevas mentalidades y desa-
rrollo de la ciencia moderna) constituyeron los elementos histórico-
sociales a partir de los que fue posible el desarrollo de una nueva rama
del saber. Pero, junto a todos estos elementos de carácter preferente-
mente externo a la Sociología como tal, para que dicho desarrollo se
produjera fue necesario también una evolución específica, de carácter
más preferentemente interno, en la misma forma en que se plasmaba
intelectualmente la reflexión sobre lo social. Así, como han señalado
Eisenstadt y Curelaru, el desenvolvimiento pleno de un «enfoque
sociológico propio implicó:
»1. El desarrollo de una problemática específica o suficientemen-
te diferenciada de aquella que era propia de las orientaciones filosófi-
cas, ideológicas o reformistas.
»2. El desarrollo de las grandes teorías sociológicas y paradigmas
interpretativos y analíticos del orden social.
»3. El desarrollo de específicas cuestiones o problemas sobre
aspectos concretos de la vida social, la organización, o la conducta,
que pudieran ser conectados con la presentación paradigmática de los
problemas del orden social.
»4. La conexión de estas orientaciones con perspectivas de investi-
gación científica y con conceptos analíticos particulares»12.

' 2 S. N. Eisenstadt y M. Curelaru: The f o m of Sociology. Paradigms and crisis. John


Wlley & Sons, Nueva York, 1976, phg. 58.
34 1,A E-X- P-L I C- -A C I ~ NSOCIOL~CICA:
. . -- UNA INTRoDUCCION A 1.A SOCIO~,OG~A
--

1) ¿Por qué la Sociología ha llegado a ser una ciencia tan popular


en las sociedades de nuestros días?
2) ¿Coincidenlas ideas de la gente común sobre qué es la Sociolo-
gía y qué hacen los sociólogos con la propia visión de los soció-
logos? ¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre unas y
otras visiones?
3) ¿Por qué necesita la Sociología una explicación sobre su razón CAP~TULO
2
de ser?
4) Hacer una lista de problemas o cuestiones concretas que gene- HOMBRE Y SOCIEDAD
ralmente suelen ser estudiadas o analizadas por los sociólogos.
5) ¿Por qué existen ciertas confusiones o insuficiencias a la hora
de definir o explicar la Sociología?
6) Explicar las dos principales imágenes colectivas que general-
mente suelen tenerse sobre el sociólogo y sobre el papel de la
Sociología. ¿Qué implicaciones tienen cada una de estas imá-
genes?
7) ¿Cuáles son las principales dificultades para formular una
definición compartida y aceptada de la Sociología?
8) {Quéelementos es necesario considerar previamente para dar
una definición explicativa de la Sociología?
9) Intentar una definición o explicación sencilla y clara de la
Sociología que pueda entender todo el mundo.
10) Hay quienes piensan que el único objeto de la Sociología es la
propia Sociología, es decir, la propia actividad de los sociólo-
gos. ¿Tienen razón? ¿Por qué?
11) ¿En qué tiempo histórico surgió la Sociología?
12) ¿Por qué la Sociología surgió en un determinado momento his-
tórico y no antes?
13) Hacer un esquema de la secuencia de especialización de los
saberes a partir de la que surgió la Sociología. Situar en su con-
texto histórico.
14) ¿Para qué surgió la Sociología? {Con qué finalidad?
15) ¿Cómo influyó el desarrollo de la ciencia moderna en el surgi-
miento de la Sociología?
El binomio hombre-sociedad constituye una ecuación conceptual-
mente inseparable. Ni el hombre, ni la sociedad humana pueden ser
comprendidos ni explicados independientemente. En este sentido es
cri el que puede decirse que lo social forma parte de nuestra realidad
más íntima e inmediata. Bien consideremos analíticamente al hombre
comoprimer punto de referencia, bien consideremos a la sociedad lle-
garemossiempre a las mismas raíces.
El hombre no se puede entender sin la sociedad. Necesita de la so-
ciedad para nacer en el ámbito de una familia, para vivir en un grupo,
para desarrollarse, para formar su personalidad de acuerdo a unos
perfiles humanos.
Por ello, una correcta comprensión de la naturaleza de lo social nos
ayudaa entender mejor no sólo el foco de atención específico de la
sociología,sino el propio papel que lo social ha desempeñado en la
evoluciónde los seres humanos y en su realidad actual.

1. L A NATURALEZA DE LO SOCIAL
El hombre es un ser social. Siempre ha vivido en sociedad como un
hecho natural, casi sin reparar en ello, al igual que el pez no repara en
el agua, o los seres vivos terrestres no reparamos en el aire. Lo social
es tan importante para el hombre, como el agua o el aire para los seres
vivos. Basta que algo falle en el agua, en el aire, o en el entorno social,
para que entendamos su carácter fundamental.
¿Es posible un hombre fuera de la sociedad? Biológicamente sabe-
mos que no es posible, ya que todo hombre, antes de su nacimiento,
está condicionado por diversas costumbres y modos de organización
38 LA EXPLICACIÖN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 39

social, como las formas de relación y emparejamiento, las reglamenta- de hominización, en la perspectiva más general de las teorías sobre la
ciones de matrimonio que determinan con quién se puede uno casar, evolución de las especies.
a qué edad, de qué manera... En las sociedades actuales, antes de
nacer, un niño ha pasado por el filtro social de numerosos usos y cos- Ciertamente, si lo social ha sido tan decisivo en el desarrollo huma-
tumbres, así como por instituciones sociales y jurídicas que regulan no, no parece suficiente la explicación de que una reflexión autónoma
los matrimonios, por instituciones médicas que cuidan de las condi- sobre lo social no se pudo producir hasta que no se desarrollaron los
ciones del parto, y todo un conjunto de actividades económicas y mer- planteamientos propios del método científico y hasta que la realidad
cantiles relacionadas con el propio hecho de nacer. de la «sociedad civil» fue contemplada de manera diferenciada del
Estado, es decir, como una entidad distinta, y con vida propia, al mar-
Pero, una vez nacido, ¿qué sería de un niño sin la sociedad?, gen de todo lo que se comprendía en la esfera del poder político. ¿Aca-
¿podría vivir normalmente?, ¿podría desarrollar una personalidad so -podríamos preguntarnos- no eran posibles otras formas de
humana?. El director de cine francés François Truffaut realizó una aproximación al análisis diferenciado de lo social?
película basada en un hecho real, en la que se planteaba este proble-
ma, «El niño salvaje». La película narraba la historia de un bebé que, Incluso, durante las primeras etapas de desarrollo de la Sociología
abandonado o perdido en un bosque, había sido criado por unos lobos, apenas se prestó atención a clarificar suficientemente esta cuestión.
creciendo en un ambiente salvaje, sin contacto con la sociedad. Un La mayor parte de los «padres fundadores» de la Sociología no dedi-
niño que andaba a cuatro patas, que vivía y se comportaba como un caron sus principales esfuerzos a la tarea de aclarar y definir lo que
animal. La película cuenta las dificultades para lograr una ((socializa- constituye la realidad de lo social. «Por sorprendente que parezca
ción» tardía de ese niño, para enseñarle a hablar, a comer y a compor- -recordará Recasens Siches- es un hecho que durante casi un siglo
tarse como un ser humano, de acuerdo a las costumbres, a las formas la mayor parte de los más famosos libros de Sociología no nos han
de actuar y a los patrones culturales en los que todo niño es influido y dicho nada claro sobre qué es lo social, sobre qué es la sociedad, ni
enseñado desde los primeros meses de vida. siquiera en ellos se ha intentado un poco en serio poner en claro los
fenómenos elementales en que el hecho social consiste»1.
La historia de esta película nos puede servir para comprender la
importancia que el aprendizaje de costumbres, de modos de Para comprender esta laguna es posible que sea necesario acudir,
comportarse, de relacionarse y de comunicarse, tiene para todo ser quizás, a explicaciones elementales. Por ejemplo, podríamos pensar
humano, desde los primeros meses de su vida. Todo ello forma un con- que lo tardío de la reflexión sobre una cuestión tan fundamental estri-
junto de pautas y patrones de conducta social, sin los cuales los seres ba precisamente en su propio carácter radicalmente básico e inmedia-
humanos se podrían ver reducidos a una condición diferente a la que to. La reflexión de un antropólogo eminente, como Ralph Linton sobre
actualmente entendemos como humana. las causas del tardío descubrimiento de la existencia de lo que en las
La importancia que lo social ha tenido en la conformación de la ciencias sociales se entiende por «cultura»,resulta aplicable también
propia realidad humana contrasta, sin embargo, con la poca atención cn este caso. «Se ha dicho -señalará Linton con un paralelismo qui-
que se ha prestado al análisis especifico de lo social hasta época muy zás un tanto simplificador- que lo último que descubriría un habi-
reciente. De hecho, en el tardío descubrimiento de lo social como cam- tante de las profundidades del mar fuera, tal vez, precisamente el agua.
po temático de atención diferenciadase encuentra una de las razones Sólo llegaría a tener conciencia de ésta si algún accidente lo llevara a
principales -tal como hemos señalado-, por las que la Sociología no la superficie y lo pusiera en contacto con la atmósfera»2.
se empieza a desarrollar realmente hasta el siglo XIX.
Las explicaciones que generalmente se han ofrecido sobre tan tar-
dío descubrimiento contrastan con las interpretaciones contemporá- 1 Luis Recasens Sichcs: Sociología. Edltorlal Porrua, México, 1965, pág. 101.
neas, que atribuyen un papel decisivo a lo social en el propia proceso Ralph Linton: Cultura v personalidad. F.C.E.,México, 1967, pág. 130.
40 LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 41

Una reflexión parecida podríamos hacernos también sobre las adecuadamente a estas dos preguntas es muy difícil alcanzar una com-
causas del tardío y S revolucionario» descubrimiento sociológico de prensión cabal de qué es la Sociología.
la realidad de los grupos primarios, es decir de los grupos pequeños,
De manera muy esquemática y general podemos decir que lo social
en los que se dan las relaciones sociales c a r a a cara», en los que se
constituye la verdadera sustancia medular de estudio de la Sociología.
produce el mayor componente de interacciones sociales, y a partir de
Como ha señalado Nisbet, «losproblemas de la Sociología son los que
los cuales se estructura en gran parte la propia realidad social (de lo
se refieren a la naturaleza del vínculo social^^. «Del mismo modo
microscópico a lo macroscópico). La evidencia de que los hombres
-nos dirá- que la Química moderna se interesa por lo que ella mis-
no formamos en el espacio social una horda indiferenciada de indi-
ma llama "el vínculo químico", buscando las fuerzas que mantienen
viduos, sino que estamos entrelazados en una compleja red de gru-
unidos a los átomos formando las moléculas, también la Sociología
pos primarios perfectamente identificables en los distintos ámbitos
investiga las fuerzas que permiten a los seres humanos (de origen bio-
de la vida social, constituye una realidad tan obvia en nuestros días
lógico) mantenerse unidos a las "moléculas sociales" donde se hallan
que no deja de resultar sorprendente que hasta época muy reciente
prácticamente desde el momento de su concepción~~.
no se haya prestado a este fenómeno la atención sociológica que
merece, especialmente en la medida que constituye, como ha seña- Theodore Abel, utilizando un tipo de comparación muy similar,
lado Homans, «el fenómeno más familiar que pueda darse en el también se referirá «a lo social» como el misterio que la Sociología
mundon3. pretende desvelar. «Unaciencia -dirá- progresa cuando se mantiene
constantemente alerta a sus propias incertidumbres o, si se prefiere, a
Precisamente por ello, resulta bastante razonable la explicación de sus misterios. El más importante de éstos reside en la propia esencia
que ha sido la misma inmediatez e importancia de lo social la que ha de su objeto. así vemos que la física se preocupa por el misterio del
retardado el desarrollo consciente de una reflexión en profundidad so- núcleo; la biología por el misterio de la vida, y la psicología, por el mis-
bre esta problemática hasta el momento histórico de la revolución terio de la naturaleza y de la conciencia. El misterio que afrontan los
industrial, en que el vertiginoso ritmo de los cambios sociales, y la mis- sociólogos -concluirá- es la naturaleza de lo socialn6.
ma envergadura de la crisis de los sistemas sociales, empezó a hacer
tambalearse la firmeza de muchas de las concepciones tradicionales y La indagación por lo social podemos abordarla de diferentes mane-
los esquemas de apoyaturas estructurales con que el hombre había ras. Por una parte podemos iniciar la tarea, o bien mediante la descrip-
contado. ción y análisis de los componentes estructurales y formales de la so-
ciedad, o bien a través de la investigación sobre la lógica de los
¿Cómo, pues, a partir de esta reflexión podemos explicar cuál es la cambios y las transformaciones de estas estructuras. Lo que ha dado
naturaleza de lo social?, y ¿qué papel juega lo social como elemento de lugar al desarrollo de los dos grandes campos de atención en la Socio-
referencia básico en la delimitación del propio campo de estudio de la logía: el de la estática social -o de la estructura social-y el de la diná-
Sociología? De lo hasta aquí dicho, se desprende que sin responder mica social, o del cambio social.
De igual manera, se puede profundizar en el estudio del «vinculo
social»-como prefiere Nisbet- a través de los distintos elementos
"eorge C. Hornans: El grupo humano. Eudeba, Buenos Aires, 1963, pág. 29. La pri- que lo componen: «La interacción social, los agregados sociales, la
mera edición en inglés de este libro data de 1950. No obstante, en la consideración del desa-
rrollo de la sociología de los grupos es preciso tener en cuenta, como veremos en el capítu-
lo 5, algunos precedentes teóricos importantes, entre los que resulta imprescindible
recordar los nombres de Cooley y Simmel y, desde luego, los propios antecedentes inme- Robert A. Nisbet: El vtnculo social. Vicens Vives, Barcelona, 1975, pág. 15.
diatos en los que se apoya la elaboración teórica de Homans, especialmente las investiga- Vbfd., paíg. 43.
clones sobre grupos primarios en la industria que dirigió Elton Mayo durante las decadas "heodore Abel: *Sobre el futuro de la tcorta aociol6glcan, Revista Internacional de
de los afios treinta y cuarenta. Ciencias Sociales. UNESCO,vol. XXXIII,n.' 2, 198 1 , pdg. 247.
HOMBRE Y SOCIEDAD 43

autoridad social, los roles sociales, los status sociales, las normas de la vida. Como los otros pasos representa una nueva síntesis de
sociales y la entropía social, etc.n7 materiales antiguos y posee cualidades singulares que no se pueden
encontrar en éstos si se los considera separadamente. De tal modo es
Sin embargo, nosotros aquí, antes de entrar a detallar la forma en un verdadero ejemplo de lo que se denomina evolución emergente~g.
que el «descubrimiento»de lo social influyó en el propio surgimien-
to de la Sociología, vamos a intentar aproximarnos al estudio de esta ¿Cómo y por qué surgieron las agrupaciones sociales en la historia
temática, en primer lugar, a partir del intento de clarificación del de la evolución de las especies? En términos generales, podemos decir
papel que lo social ha cumplido en la propia conformación y desa- que la evolución dibuja una línea de creciente complejización de los
rrollo de la realidad de lo humano. Para pasar, más adelante, a ocu- sistemas, con un paso de lo simple a lo complejo, de lo único a lo plu-
parnos de la delimitación de los conceptos de cultura, sociedad y per- ral, tanto por medio de la vía del desarrollo interno, como por la vía de
sonalidad (en el capítulo n." 6) y del análisis comparativo de las la agregación. La tendencia a la agregación, es decir, a la unión en
sociedades humanas y las sociedades animales (en el capítulo n." 7). conjuntos más amplios y complejos, puede considerarse, por tanto,
Una vez que se haya completado el estudio de estos capítulos, se como una tendencia general que se encuentra inserta en la propia lógi-
podrá tener una comprensión más plena y cabal de la realidad de lo ca de la vida.
social. Los biólogos han puesto un gran énfasis en señalar la predisposi-
ción positiva general de las células para la hibridación, al tiempo que
los etólogos han subrayado que en la naturaleza animal son más
2. EL PAPEL DE LO SOCIAL EN EL DESARROLLO abundantes los casos de cooperación y asociación que los de confron-
HUMANO tación y destrucción. No han faltado, incluso, los que consideran que
la tendencia a la asociación y el altruismo cooperativo pueden calcu-
La consideración de la dimensión social del hombre no se limita a larse y estudiarse en términos matemáticos de probabilidad de super-
la simple constatación de que el hombre es un ser que vive en socie- vivencia entre las especies dotadas de estas tendencias.
dad, sino que la cuestión central estriba en dilucidar cuál es el papel
que juega esta dimensión social en la naturaleza humana en su con- ¿Qué papel especifico cumplen, pues, las formas sociales de
junto. agregación? Indudablemente un papel adaptador. Los seres vivos se
agrupan básicamente para encontrar respuestas y soluciones a pro-
El hombre no es el único ser social existente, y por ello mal pode- blemas con los que no es posible enfrentarse eficazmente de manera
mos definir la condición humana a partir de esta forma de ser, com- individual y aislada.
partida con otros seres y otras especies. Sin embargo, cuando decimos
que «lavida humana es vida social»estamos empezando a aclarar cuál En este sentido es en el que puede decirse que «lasformas de orga-
es el verdadero papel de lo social para el ser humano. nización societal son una manera de adaptación por medio de las cua-
les ciertos tipos de organismos aumentan sus posibilidades de sobre-
En una perspectiva amplia de la dinámica de la evolución, el surgi- vivir y multipli~arse»~.
miento de las formas societales constituyó, como ha subrayado Kings-
ley Davis, «uno de los grandes pasos de la evolución, paso que algunas Más adelante vamos a referirnos a la manera en que ha tenido lugar
especies han dado y otras no. Tiene la misma importancia que el surgi- la lógica de la evolución, tal como podemos entenderla hoy en día con
miento a partir de la célula del organismo multicelular y del sistema los datos científicos de que disponemos; pero, antes de pasar a estas
vertebrado como uno de los procesos fundamentales en el desarrollo

Kingsley Davis: La sociedad humana. Eudeba, Buenos Aires, 1965, tomo 1, pág. 26.
7 Robert A. Nisbet: El vincuk) social, «p. cit., p8g. 47. U Gcrhurd Lcnski: tli4miurt socielics. McGruw-tiill, Niicvri York, 1970, p6g. 10.
44 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A HOMBRE Y SOCIEDAD 45

cuestiones, es preciso subrayar la importancia que en todo el proceso han decantado a través del largo itinerario de la evolución de las
de evolución ha tenido la capacidad de adaptación, ya que solamente especies » 1 l .
a partir de una visión suficientemente precisa sobre esta cuestión es La interrelación entre los factores biológicos y culturales en el
posible entender el valor y el sentido de los mecanismos de adaptación proceso adaptativo de la evolución humana está siendo, en este sen-
y, entre ellos, el papel específico de lo social. tido, objeto de una atención cada vez más preferente. Así, con fre-
Para comprender la importancia que ha tenido la capacidad de cuencia se va a reivindicar la necesidad de una perspectiva «coevolu-
adaptación en la historia de la evolución de las especies, baste decir cionariap para «explicar cómo la biología humana y la cultura son
que en los tres mil quinientos millones de años en los que se calcula generalmente adaptativas en el mismo sentido, y cómo ambas han
que ha habido vida en la tierra, han existido varios millones de espe- podido interactuar en la evolución de los atributos humanos»l*.
cies animales y de todas estas especies solamente un uno por ciento Los sociobiólogos irán algunos pasos más allá en sus análisis, po-
han logrado sobrevivirlo. niendo el acento en el papel desempeñado por la herencia genética en
En este contexto se entiende la importancia singular que adquiere la dinámica de lo social, como verdadero motor de la sociabilidad.
el hecho de que sólo unas pocas especies hayan podido adaptarse al Uno de los principales mentores actuales de la Sociobiología,
medio y sobrevivir. Algunas especies han logrado esta adaptación Edward Wilson, ha insistido en señalar que «el parentesco juega un
precisamente merced a su sociabilidad. Y más aún, algunas especies papel importante en la estructura del grupo y probablemente sirvió, en
-especialmente la nuestra- han podido desarrollarse, e incluso un principio, de principal fuerza generadora de la sociedad~l3.En el
orientar su propia evolución, a partir de su condición social, de forma parentesco Wilson verá la explicación del fenómeno del altruismo, que
que esta condición ha llegado a convertirse no sólo en requisito para es algo que por definición -nos dirá- ((mermael éxito individual)).
la supervivencia, sino también en elemento decisivo en su propia con- ((Silos genes causantes del altruismo son compartidos por dos orga-
formación como especie. nismos, a causa de una ascendencia común y si el acto altruista de un
Como ha señalado Perinat, «a medida que ascendemos en la línea organismo aumenta la contribución conjunta de estos genes a la pró-
evolutiva y nos acercamos al hombre, los elementos de que se xima generación, la propensión al altruismo se propagará al sustrato
constituye la sociabilidad van adquiriendo una preponderancia deci- génico~.El altruismo, en este sentido, es entendido por Wilson en los
siva. Los primates nacen en un estadio de dependencia e inmadurez siguientes términos: cuando una persona (o animal) incrementa la
más grande que los artrópodos, pero las potencialidades de su siste- aptitud de otra a expensas de su propia aptitud, puede decirse de ella
ma neuromuscular son incomparablemente mayores. La diferencia que ha realizado un acto de altruismo~l4.
en el desarrollo también es drástica: el arácnido apenas hará otra Hamilton ha utilizado el concepto de coeficiente de p ~ v e n t e s c o ~ ~ ,
cosa que crecer, el primate a la vez que crece se transforma median- como la fracción de genes mantenida por descendencia común, para
te la puesta en juego de unas virtualidades específicas. La actualiza-
ción de las mismas se hace mediante el contacto social. Las expe-
riencias con monos criados en aislamiento lo prueban de manera
convincente. Un medio social resulta así ser conditio sine qua non de '' Adolfo Perinat: «Los fundamentos biológicos de la sociedad», en J. F. Marsal y B.
Oltra (eds.): Nuestra sociedad. Vicens Vives, Barcelona, 1980, pág. 78.
un despliegue biológico normal. La sociabilidad, contemplada desde ' 2 William H. Durham: ~Towarda Coevolutionary Theory of human biology and Cul-
este ángulo, es uno de los artificios de adaptación biológica que se ture)),en Arthur L. Caplan (ed.): The sociobiologv debate. Harper & Row, Nueva York, 1978,
p8g. 444.
l 3 Edward O . Wilson: Sociobiologtu. La nueva sfntesis. Omega, Barcelona, 1980, pág. 5.
l4 Ibld., págs. 3, 4 y 120.
10 Richard E. Leakey: 1.41 /brn~ucitlnde la humanidad. Edicionesi del Serbal, Barcelona, IW.D. Hamilton: aThe genetical rvolution of social behaviorr, en A. L. Caplan (ed.):
1980, pdg. 20. 7'he s o c i o b i o l o ~debate, op. cit., piígs. 1 Y 1-209.
46 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA HOMBRE Y SOCIEDAD 47

referirse a la aptitud inclusiva que está en la base de los comporta- Sin embargo, sin necesidad de entrar en la polémica sobre el ver-
mientos altruistas. En este sentido, la aptitud inclusiva sería la suma dadero carácter «último»de lo social, lo cierto es que las interrelacio-
de las propias aptitudes, más la suma de las aptitudes compartidas nes y dependencias mutuas entre los procesos biológicos y culturales
(genéticamente), que permitiría plantearse el dilema del comporta- de la evolución han sido objeto de atención preferente desde muy
miento altruista en términos de: qué es lo que gana el conjunto gené- variadas perspectivas. Así, antes de que se desencadenara la polémica
tico- o lo que es lo mismo-, qué es lo que gana uno mismo en cuan- sobre la «Sociobiología»,numerosos antropólogos habían subrayado
to proyectado inclusivamente en su descendencia. ya la ((significacióngenética» de la cultura.
De esta manera, cuanto mayor es el coeficiente de parentesco en un Schwartz y Ewald, por ejemplo, refiriéndose al proceso genético de
grupo, mayor es el componente de solidaridad colectiva y mayor es la la vida, han señalado cómo «aunquela mitosis, las meiosis y la fertiliza-
disposición al altruismo -incluso el que pueda suponer un mayor ción son procesos biológicos, están significativamente influidos por la
sacrificio- en aras de un conjunto en el que uno se siente comprendi- acción cultural. La forma más frecuente y consistente de influencia
do, y reduplicado genéticamente. Por ello, las mayores y más radicales cultural en este proceso biológico lo constituye en cualquier sociedad
orientaciones altruistas suelen darse en sociedades como el hormi- la selección de pareja, la determinación de quién puede emparejar con
guero o el termitero en las que existe un alto grado de identidad gené- quién. La respuesta a esta cuestión universal -dirán- es siempre de
tica entre todos los individuos (todos son hermanos clónicos, procrea- tipo cultural y es expresada en términos de pautas culturales de con-
dos por una misma madre-reina). ducta: preferencias, prohibiciones y similares. La significación genéti-
ca de estas decisiones culturales referidas al emparejamiento, consiste
Muchas de estas perspectivas analíticas pueden conducir a una in-
cn que ciertas combinaciones genéticas son excluidas, o sus posibilida-
terpretación puramente biológica del fenómeno social; lo que está
des de frecuencia son reducidas o áumentadas. Los resultados genéti-
dando lugar a una reacción polémica in cvescendo entre buen número
cos de esta clase están basados en la acción cultural))-concluirán-
de biólogos, etólogos y sociólogos de nuestros días.
por lo que la cultura deberá ser vista «como un factor de la evolución
Así, algunas de las pretensiones más simplificadoras y reduccionis- biológica del hombre», «no pudiendo entenderse su papel causal sin
tas de la Sociobiología han sido objeto de una fuerte confrontación tomar en consideración los principios genéticos~lg.
desde el campo de las ciencias sociales. Por ejemplo, cuando Wilson
Asimismo Downs y Bleibtreu, entre otros muchos, han subrayado
reclama que «el comportamiento humano puede ser reducido y
cómo las costumbres de vida, las pautas migratorias, los sistemas de
determinado en alto grado por las leyes de la Biología»16,o cuando
diferenciación social y otros factores culturales desempeñan un papel
afirma que «la Sociología y otras ciencias sociales, además de las I'undamental en la «circulación genética))y, por tanto, en la propia
humanidades, son las ramas de la Biología que esperan ser incluidas
cvolución biológica del hombrelg.
en la Síntesis Moderna», añadiendo que «una de las funciones de la
Sociobiología es estructurar los fundamentos de las ciencias sociales En un sentido más general, varios estudiosos han resaltado tam-
de forma que sean incluidas en dicha síntesisvl7. bién la manera en que «los factores culturales han desempeñado un

l b Edward O. Wilson: On human nature. Harvard University Press, Cambridge, Mas- Sociobiologv. Sense or nonsense. Reidel Publishing, Londres, 1979; Ashley Montagu (ed.):
sachusetts, 1978, pág. 130. Sociobiology examined. Oxford University Press, Oxford, 1980, etc.
l 7 Edward O. Wilson: La Sociobiología, op. cit., pág. 4 . Sobre este tema, entre la amplia I n Barton M. Schwartz y Robert H. Ewüld: Culture und Society. Ronald Press, Nueva
bibliografla existente, puede verse también David P. Barash: Sociobiology and hrhavior. 2." Yoi.k, 1968, pdgs. 78 y 95.
edición, revisada, Hodder and Stoughton, Londres, 1982; Sociobiology Study Gi.oup o f James E Downs y Heiman K . Bleibtreii: Hitman vuriution: un in~rodttcfiorito ph,y.si-
Boston (eds.): Biology us u Social Weuporl, Burgess, Minneapollw, 1977; Mlchucl Ruse: rol unrhropology. Glcncoc P r e ~ sBcverly
, Hills, Callfornla, 1969, p4gs. 78 y SS.
HOMBRE Y SOCIEDAD 49

importante papel en la evolución física de la humanidad))en un com- troncal de una subespecie mutada, e instalada en un nuevo territorio
plejo de influencias mutuas. «La cultura -se dirá- ha influido de diferenciado, a partir de la que el rasgo mutado tendrá mayores pro-
manera muy importante en la evolución, no sólo de las formas de com- babilidades de consolidarse grupalmente.
portamiento humano, sino también en los rasgos físicos del hombre. En suma, pues, podemos decir, recapitulando, que el «misterio del
Por ejemplo, el desarrollo de algunas herramientas tuvo como conse- vínculo social)),al que antes hemos hecho referencia, hunde sus raíces
cuencia el que muchas funciones que anteriormente se habían reali- en la propia lógica de lo viviente, en la tendencia a la agregación gene-
zado con los dientes, se llevasen a cabo en adelante por medio de aque- ral de las especies. De igual manera, hay que ser conscientes de que en
llos instrumentos manufacturados. Los grandes dientes se hicieron el desarrollo de los componentes sociales de las especies han jugado
innecesarios, por tanto se fueron reduciendo de tamaño, como tam- un papel fundamental los propios procesos de selección natural
bién las mandíbulas que les servían de soporte. Cuando se caza, el (mayores probabilidades de supervivencia),cobrando más importan-
cuerpo genera una gran cantidad de calorías que pueden eliminarse cia el componente social a medida que más evolucionadas están las
con gran eficacia mediante el desarrollo de un gran número de glán- especies.
dulas sudoríparas, igualmente se observa que el pelo del cuerpo, que
conserva el calor tiende a desaparecer... La necesidad de disponer de En definitiva, aun sin caer en las exageraciones de los sociobiólo-
un gran almacén en el que conservar la información esencial que el gos, todo ello nos lleva a reconocer la importancia decisiva de las inte-
hombre tiene que adquirir en cuanto miembro de la cultura humana, rrelaciones entre el hecho biológico y el hecho social.
contribuyó al aumento del volumen de su cerebro y de su compleji-
dad... Por otra parte, el pie se desarrolló a medida que tuvo que adap-
tarse a la carrera y al acecho, actitudes todas ellas que son propias del :<.I,A CONCEPCI~NDEL HOMBRE
cazador... »20. COMO SER SOCIAL
En las especies sociales las mutaciones genéticas que se producen Aquí no es posible entrar a considerar con detalle todos los temas
(debidas a cruces, a hibridaciones, al azar, etc.) tienen más proba- polémicos que suscitan las cuestiones que estamos tratando. Sin em-
bilidades de consolidarse, en virtud del mayor grado posible de inter- bargo, a partir de estas reflexiones, parece oportuno detenernos en
cambios grupales, y también a causa de una significativa pauta de analizar, desde un plano específicamente humano, cómo se ha desa-
comportamiento que se ha podido constatar en estas sociedades, y que rrollado históricamente la propia concepción del hombre como ser
da lugar a que los individuos atípicos (mutantes) puedan ser objeto de social.
una más fácil segregación grupal. En el capítulo siete nos referiremos
a la práctica frecuente en las sociedades de primates de situar a los Durante mucho tiempo se ha venido considerando que la base de
individuos jóvenes en la periferia del grupo, de forma que en un esta concepción del hombre, como ser básicamente social, estaba en
momento determinado resulta más fácil su segregación y expulsión a la famosa definición aristotélica del hombre como «animal político
otros territorios, bien porque así lo exija el exceso de población en el por naturaleza» (ZOON POLITIK~N).Ciertamente con esta defini-
territorio de localización originaria, bien porque aparezca -podría- ción Aristóteles venía a expresar más de lo que puede parecer a pri-
mos añadir-algún rasgo atípico que implique una cierta ambigüedad mera vista. Es decir, el hombre fuera de la polis -el que no necesita
en el componente de identificaciones intra-especie. Lo que, caso de de la polis-, según Aristóteles, o es más que hombre o menos que
producirse, podría dar lugar a la configuración de un nuevo grupo hombre. El hombre -dirá Aristóteles- «es un ser naturalmente
sociable, y el que vive fuera de la sociedad por organización y no por
efecto del azar es ciertamente, o un ser degradado o un ser superior
a la especie humana)).Y poco más adelante afiadirá: «Aquelque pue-
z0 Ashley Montagu: Horno Sapiens. Guadiana, Madrid, 1970, piar, 126 y 127. de no vivir en sociedad y que en medio de su independencia no tiene
LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 51

necesidades, no puede ser nunca miembro de la polis; es un bruto o La cuestión de cuáles son los factores que dan lugar a la dinámica
es un Diosn21. de la evolución ha sido objeto de un vivo debate, especialmente en lo
que se refiere a las causas y los efectos de las mutaciones genéticas, es
Pero lo curioso de la definición de Aristóteles, en la perspectiva so- decir, de las alteraciones en los códigos genéticos de las especies, o de
ciológica que aquí estamos considerando, es que la polis -es decir, el una parte de las especies. Sin embargo, la realidad es que el efecto de
modelo de ciudad-Estado griego- aparece como el paradigma de la mayor parte de las mutaciones genéticas «en el organismo es alea-
sociedad; Aristóteles no se refiere indiferenciadamente a cualquier torio: casi siempre son dañinas y el individuo mulante no sobrevive; a
sociedad, sino de manera concreta a la polis. La polis no es un mero veces son neutras y no provocan diferencias en sus portadores, pero en
agregado de individuos, no es una comunidad elemental y «bárbara»: algunas ocasiones son beneficiosas, en cuyo caso es posible el origen
la polis es, también, un sistema de vida, de organización social y de de una especie nueva)J2.
transmisión de saberes y conocimientos. En este sentido puede consi-
Los científicos han proporcionado varias teorías para intentar
derarse que la definición aristotélica contenía ya un matiz importante
explicar por qué se producen las mutaciones genéticas. Algunos sos-
en la consideración social del hombre: su dimensión cultural.
tienen que las mutaciones son el resultado de los cruces e hibridacio-
Sin embargo, la realidad es que una comprensión cabal de la con- nes entre diferentes especies. Otros consideran que son el simple resul-
cepción social de la realidad humana no será posible sino a partir de tado del azar, o bien de errores en la autorreplicación de los códigos
su ubicación en una visión más amplia. Será muchos años después genéticos del ADN, o una consecuencia de los efectos de radicaciones
cuando otro pensador genial -Darwin (1809-1882)- nos ayudará ionizantes. Pero, ya sea por estas razones o por cualesquiera de las
indirectamente a esta comprensión, situando la cuestión en el ámbito muchas otras causas y explicaciones que se han dado23,lo cierto es que
más general de la evolución de la vida en la naturaleza. las mutaciones genéticas sitúan a nuevos individuos y especies en
Por supuesto, la teoría de la evolución, desde Darwin hasta nues- ambientes específicos, donde lo verdaderamente decisivo es la mayor
tros días, ha sido enormemente enriquecida y decantada de elementos o menor capacidad de adaptación al medio. De esta manera, en el pro-
ingenuos. De manera concreta, y de cara al hilo de nuestra exposición, ceso evolutivo se ha ido produciendo continuamente una permanente
hay dos ideas fundamentales de la teoría de la evolución que nos ayu- selección natural de las especies, de acuerdo a la mayor o menor ade-
dan a comprender mejor ciertas dimensiones de la dinámica humana cuación de sus dotaciones naturales a las especificidades y condicio-
y del papel social: nes del medio en que viven.
- Por una parte, la idea de equilibrio ser vivo-naturaleza, como En esta perspectiva general de la evolución de las especies, jcómo
dialéctica de interacciones mutuas que forman parte de la lógi- podemos situar la aparición del hombre en tan complejo proceso? La
ca de lo viviente, que supone un equilibrio ecológico, una adap- aparición del hombre puede considerarse en parte como resultado de
tación al medio, etc. factores de azar (mutaciones genéticas, cambios geológicos, alteracio-
nes climatológicas, modificaciones en la correlación de influencias y
- Por otra parte, la idea de que el proceso de evolución se ha pro- de fuerzas con otras especies competitivas en la lucha por controlar
ducido en virtud de una dinámica de constantes adaptaciones y unos mismos territorios, modificaciones en la dotación ambiental de
desadaptaciones, de forma que continuamente de un mismo
tronco de la evolución una especie desadaptada acaba desapa-
reciendo, mientras que la otra especie adaptada permite avan-
zar el hilo de la evolución. 22 Richard Leakey: La formaci<lri de la hrrtnailidud, op. cit., pág. 2 8 .
27 Algunas referencias generales sobre estas hip6tcsis pueden verse, por ejemplo, en N.
Ii. Horowitz: cEl gen»; F. H . C. Crick: .La clave gcnbtican, y J . F. Crow: «Radiación ioni-
- --..
zante y evoluci6nn, en: Selecciones del ~cicntifiC~rnrricun] Biologtri ,Y cultlrru. Hcrrniinn
Ulun~c,Madrid, 197.5.
2' Aristdtcles: Id Polttica. Espasa Calpe, Madrid, 1962, plinr, 23 Y 24,
52 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 53

recursos alimentarios, etc.). Pero también, junto a todos estos facto- años de cronología cristiana, se estima que el horno sapiens cuenta con
res, la aparición y desarrollo de la especie humana no puede explicar- más de 150.000 años de vida sobre la tierra, y que otros homínidos han
se si no es a partir de un conjunto importante de innovaciones y auto- podido ser datados hace varios millones de años.
rregulaciones adaptativas que sólo han sido posibles, básicamente, en
Nuestra especie, nuestra sociedad y nuestra cultura son el resulta-
virtud de la propia condición social del hombre, de sus capacidades
do de un largo y complejo proceso evolutivo, cuyos primeros pasos se
para desarrollar diferentes formas de organización y cooperación y
sitúan en los mismos orígenes de la vida en este Planeta, hace tres mil
para «hacer»con sus manos y sus mecanismos de acción colectiva un
quinientos millones de años. De manera más específica, hace unos sie-
conjunto de utensilios, útiles de caza y medios de abrigo y protección
te millones de años aparecieron en África los primeros homínidos que
con los que poder adaptarse mejor al medio natural.
andaban erguidos. Hace dos millones de años el horno erectus (horno
El hombre puede ser considerado como fruto de un doble proceso ergaster) presentaban ya unos rasgos y una estatua semejantes a los
de evolución biológica y de evolución social. Por ello los científicos ha- seres humanos.
blan de un proceso de co-evolución que tiene su arranque en un dila- Dos millones y medio de años antes de ellos los horno habilis y
tado proceso evolutivo general de las especies, y más en concreto a horno rudalfensis fabricaban herramientas. Hace mil ochocientos
partir de algunas especies sociables de grandes primates, que por millones de años los horno ergaster emprendieron grandes procesos
determinadas circunstancias, en unas secuencias encadenadas de migratorios desde sus cunas africanas. Los últimos descubrimientos
mutaciones y cambios adaptativos, empezaron a desarrollar habitual- fósiles permiten saber que el horno ergaster era alto y esbelto y se sabe
mente una posición erguida. La adopción de una posición erguida que cuidaba a los enfermos. Tenía un cerebro de unos 850 centímetros
corrió pareja a un mayor desarrollo de las capacidades manipuladoras cúbicos, algo más pequeño que el nuestro, lo cual implicaba la necesi-
y hacedoras de las extremidades superiores -de las manos- dando dad de una dieta carnívora con suficiente aporte de proteínas. Hace un
lugar, a su vez, al empleo de útiles cada vez más idóneos y perfeccio- millón cuatrocientos mil años estaban presentes prácticamente por
nados para la obtención de alimentos y especialmente para la caza; lo toda Asia e Israel, presentando un aspecto algo más robusto los ejem-
que, igualmente, permitió unas dietas alimentarias más variadas y plares de este período que se han encontrado.
ricas en proteínas, conllevando asimismo un mayor reforzamiento de
En Europa se han localizado restos fósiles del llamado horno geor-
los lazos de cooperación, tanto para la organización de las propias
gius, con una antigüedad de un millón ochocientos mil años. Las exca-
tareas de la caza, como para la distribución de alimentos y su prepa-
vaciones realizadas en la sierra de Atapuerca (Burgos) han permitido
ración para el consumo (acarreo, despiece, e incluso condimentación,
identificar restos fósiles de homínidos de aspecto más moderno que el
etc.), así como para la más general división de tareas en el conjunto de
lzorno erectus, con una capacidad craneal de unos mil centímetros
la sociedad24.
cúbicos, lo cual ha permitido hablar de una nueva especie de horno
Este proceso de evolución biológica y social, como decimos, se untecesor con una datación de más de 800.000 años. En Atapuerca
sitúa en un contexto temporal muy dilatado, en el que actualmente es también se han encontrado un buen número de restos de horno hei-
muy difícil poder precisar con un mínimo de verosimilitud sus distin- delbevgensis, de hace unos 500.000 años, que utilizaba útiles de piedra
tas fases y etapas. Pensemos que, en comparación con los sólo 2.000 bastante elaborados, incluida una célebre hacha de cuarzo que los
investigadores bautizaron, por su perfección, como «Escalibur».
En una perspectiva como ésta, los orígenes del hombre pueden si-
tuarse verosimilmente en el contexto de una naturaleza inhóspita, en
24 Sobre la influencia de los hábitos alimentarios en el proceso de hominixaci6n, pue-
den verse entre nosotros, por ejemplo, los libros de Faustino Cordón: Lu naturalrzu del kotn- la que unos seres vivos que contaran con similares dotaciones biológi-
bre a Iu luz de su origen biológico. Anthropos, Barcelona, 1981, y Cocinar hizo al Iiornhre. cas y con parecidos condicionantes naturales que los hombres actua-
llisqucts, Barcelona, 1980. les, presentaban bastantes de los rasgos propios de una tipica desa-
54 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 55

daptación al medio: debilidad física, piel demasiado fina, poca idonei- naturaleza, sino la misma naturaleza de éste, hasta un punto que el
dad de adaptación biológica, falta de medios naturales de ataque y hombre, tal como es en la actualidad, sólo puede ser concebido «como
defensa, poca adecuación para una alimentación diversificada (caren- producto de su sociedad y de su cultura».
cia de incisivos punzantes, mandíbulas poco fuertes), insuficiente
madurez psicomotora en los primeros años de vida, que hace necesa- En una amplia perspectiva histórica, como ha señalado Linton,
ria una atención y unos cuidados más prolongados de las madres que «hace mucho que nuestra especie alcanzó aquel punto en que los gru-
cn otras especies, etc. En suma, de acuerdo con la lógica de las leyes pos organizados, y no sus miembros aislados, llegaron a ser las unida-
inexorables de la naturaleza, una especie de este tipo parecía en prin- des funcionales en la lucha por la existencia»25.En este sentido es en
cipio destinada a desaparecer. el que puede decirse que lo social en el hombre forma parte indisolu-
ble de su propio proceso de adaptación, o de re-creación histórica
¿Por qué ha podido sobrevivir el hombre? Nuestros antepasados no como especie, que fue capaz de superar social y culturalmente sus difi-
tenían la fuerte contextura muscular de otras especies, ni su velocidad, cultades y carencias originarias, e incluso su propia falta de idoneidad
ni una recia piel que les protegiera del frío y de las inclemencias, ni inicial para una posible adaptación individual y acultural al medio.
unas garras fuertes y punzantes con las que poder defenderse y obte- Por ello, la «cultura»,en el sentido sociológico de la expresión, es para
ner lo necesario para alimentarse. ¡Cómo debieron envidiar nuestros el hombre una especie de .ambiente artificial» creado por él mismo,
antepasados lejanos las capacidades físicas de otras especies para como si de una segunda naturaleza humana se tratara, añadida a su
correr, volar, o sentirse protegidos con sus fuertes pieles contra la llu- naturaleza física originaria, que ha ido enriqueciéndose a lo largo de
via o la nieve! la historia de la humanidad y que es transmitida y enseñada a todo
Sin embargo, aquellos homínidos supieron hacerse fuertes a partir individuo desde su nacimiento a través de diversos y complejos proce-
dc su debilidad física originaria y pudieron sobrevivir, fundamental- sos de socialización y aprendizaje, hasta ir con£ormándolede acuerdo
mente, en virtud de su carácter social. Agrupándose y coordinándose con el perfil propio de lo humano.
fucron capaces de desplegar formas cada vez más complejas y perfec- A todo este proceso de «hacerse»el hombre es a lo que se califica
tas de organización social y, sobre todo, fueron desarrollando y trans- como hominización. Los seres humanos, así, llegamos a ser lo que so-
mitiendo una cultura, es decir, un conjunto de conocimientos, formas mos a través de la sociedad y de la cultura, aprendiendo a moldearnos
y tdcnicas de hacer las cosas, costumbres y hábitos sociales, sistemas a nosotros mismos, con el lenguaje, los conocimientos,las costumbres
de comunicación y creencias que eran enseñadas y aprendidas desde y las formas de comportamiento que se empiezan a imitar y a asimilar
los primeros años de vida, de generación en generación, como un ver- desde los primeros meses de vida.
dadero depósito común de las comunidades.
Sin la sociedad y sin la cultura, los hombres no llegaríamos a ser lo
A partir de este depósito común de conocimientos y de técnicas, al que actualmente somos. La experiencia de «los niños salvajes»,como
que en las ciencias sociales nos referimos con el concepto de cultura, la recreada por el director de cine francés Franqois Tmffaut, en su pelí-
nuestros antepasados pudieron enfrentarse con algunas ventajas al cula «El niño salvaje», nos ilustran sobre la importancia que lo social
reto de la adaptación al medio, y pudieron hacerlo cada vez mejor, por- tiene en los seres humanos.
que la cultura y las formas de organización social fueron evolucionan-
do y progresando a lo largo del tiempo. Las viejas cabañas y refugios En este sentido es en el que puede decirse que el concepto de cultu-
primitivos fueron perfeccionándose y mejorando, al igual que los úti- ra es inseparable del concepto de sociedad. Una sociedad es un agrega-
les de caza y trabajo, los cacharros de cerámica, los elementos que do organizado de individuos y la cultura es la forma en que se com-
constituían el ajuar doméstico y el mismo lenguaje y las formas de
pensamiento. Cultura y Sociedad son, en este sentido, las claves que -
-

nos permiten comprender no s610 la adaptacibn del mar humano a la 25 Ralph Linton: Cirlfuruy prrsonalidad EC.E,, MCxico, 1967, pAg. 27.
Cj6 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 57

portan, su modo de vida. Tal como veremos con detalle en el capítulo tes y a coyunturas poco propicias (cambios climáticos, agotamiento de
seis, las definiciones clásicas del concepto de cultura, como la de Tylor recursos, etc.) resultó más eficaz entre aquellos grupos que contaban
(1832-1917), por ejemplo, ponían un gran énfasis en resaltar los aspec- con componentes más elaborados de complejidad semi-cultural (o
tos más vivos y operativos de la cultura, como los «conocimientos», posibilidades de su desarrollo) y con mayor densidad grupal.
«técnicas»,«leyes»,«costumbres»,«capacidades»,etc., mientras que El proceso de afianzamiento del horno sapiens y la desaparición de
otras definiciones posteriores, desde Malinowski (1884-1942),van a otros tipos de primates se puede explicar por la concurrencia de un
resaltar, junto a lo anterior, los aspectos más generales de la cultura conjunto complejo de factores, entre los que las propias variables
como forma de comportamiento del ser humano. Así Linton se referi- sociológicas acabaron resultando fundamentales.
rá al papel de la cultura en «la configuración de la conducta aprendi- Los datos arqueológicos disponibles permiten identificar en el hilo
da» (en cuanto modelos compartidos y transmitidos) y «a los resulta- de evolución de los homínidos bastantes elementos a través de los que
dos de conducta»26,o de una manera más expresa, en la linea de lo que se puede delinear la dirección de la propia lógica evolutiva de lo social
aquí apuntamos, el mismo Malinowski señalará que el hombre crea un en su íntima interconexión con el proceso de hominización. Así, entre
ambiente artificial y secundario27, mientras Herskovits hablará de la los homínidos con más capacidad craneal, las necesidades nutriciona-
((culturacomo la parte del ambiente hecha por el hombred*. Defini- les que venían exigidas por un cerebro mayor y por una duración más
ción que, como el mismo Herskovits señala, supone implícitamente, el dilatada de los períodos de dependencia, asociados a procesos de
«reconocimientode que la vida del hombre transcurre en dos escena- maduración más largos, influyeron en una mayor necesidad funcional
rios, el natural y el social, el ambiente natural y el social~29. de intensificación de los lazos sociales y de complejización de los
A partir de estas consideraciones, resulta perfectamente compren- modos de comunicación. Las relaciones materno-filiales no sólo se
si ble que en la Sociología actual se haya podido llegar a la conclusión, hicieron más largas, sino que devinieron también más sociales, propi-
ampliamente compartida, de que la idea de un ((individuoaislado es ciando el desarrollo de los lazos de afinidad y apoyo que tendían a pro-
una ficción filosófica»30,ya que el ser humano es por propia naturale- longarse durante bastantes años, no sólo en dirección vertical (padres-
za, cn sus orígenes y en su desarrollo, un ser básicamente social, por- hijos), sino también horizontal (hermanos, afines, etc.).
que lo social constituye parte de lo que es ser hombre. Sin sociedad el Al mismo tiempo, las mayores necesidades de consumo de proteí-
hombre no existiría, no sería concebible. nas que vinieron impuestas por un psiquismo superior requirieron de
una mayor capacidad grupal. Consecuentemente, los grupos que desa-
rrollaron una mayor- y mejor- capacidad para la caza y la obtención
4. l,A CAPACIDAD ADAPTATIVA D E LO SOCIAL de alimentos, mediante una más eficaz coordinación, organización y
comunicación, fueron precisamente los que pudieron adaptarse mejor
Lo social ha desempeñado en el proceso de evolución de la especie al medio y sobrevivir. También fueron los grupos con más densidad
humana un papel adaptativo más relevante que en otras especies gru- grupa1 los que en mayor grado pudieron instalarse en territorios ópti-
pales debido a su carácter dinámico y a su mayor complejidad. Entre mos y defenderlos con más probabilidades de éxito.
los propios primates, la capacidad de adaptación a entornos cambian- Todas estas circunstancias «sociales»coadyuvaron, pues, a optimi-
zar las posibilidades de adaptación positiva al medio, operando como
una variable «evolutiva»importante. Posiblemente más importante de
26 Ibld., pág. 45. lo que muchas veces se acierta a entender, incidiendo a través de un
27 B. Malinowski: Una teoría científica de la cultura. Edhasa, Barcelona 1970, pág. 43. complejo proceso de retroalimentaciones evolutivas que implicaban
Melville J. Herskovits: El hombre y sus obras. F.C.E., Mkxico, 1964, pdg. 29. ventajas adaptativas respecto a otras especies menos sociales, o con
2y Ibld., pág. 29.
'O Vid., por ejemplo, Ely Chinoy: La Sociedad. EC.E., M6xlc0, 1968, plg,69. modos de operar y con dimensiones sociales menos eficaces.
58 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 59

Los compromisos cruzados establecidos para realizar cuidados complejización organizativa y comunicacional en entornos sociales
mutuos, no sólo respecto a los más jóvenes, sino -recíprocamente- más amplios.
también respecto a los mayores y eventualmente ante los heridos y los
Muy posiblemente, una de las razones que explica la extinción de
lesionados en la práctica de la caza o en la defensa de los territorios, algunas especies de homínidos biológicamente bastante evoluciona-
conformaron un embrión básico de contrato social, más o menos
dos, e incluso culturalmente desarrollados, como los neardentales -en
implícito, sobre el que algunos grupos de homínidos pudieron ir
paralelo al mayor éxito adaptativo de los horno sapiens- fue precisa-
ampliando su densidad social, de una manera razonablemente «ase-
mente la «razón social». Los grupos pequeños, tipo clan familiar, no
guradora~para el grupo y para los individuos que lo integraban. La
sólo tienen una menor capacidad operativa para defender un territo-
lógica de la evolución posterior demuestra que fueron, precisamente,
rio y hacer frente a muchos de los retos de la supervivencia en condi-
cstos grupos los que lograron sobrevivir en mejores condiciones y
ciones «difíciles»,sino que, si no se insertan e interactúan en conjun-
transmitir el testigo de la evolución.
tos sociales más amplios y complejos, se pueden acabar viendo
De esta manera, las primitivas comunidades cazadoras-recolecto- abocados a la autolimitación, al estancamiento e, incluso, a la regre-
ras que lograron superar mejor el reto de la adaptación al medio, lo sión biológica y societaria. Los grupos más pequeños y más cerrados
logr~tronen virtud de un conjunto complejo de factores que lo hicieron sobre sí mismos no necesitan complejizar sus sistemas de comunica-
posible, entre los cuales lo social fue una variable fundamental que ción y sus pautas de interacción en el mismo grado que los más
potenció otras muchas: por ejemplo, la capacidad para instalarse en amplios, como ocurre entre un grupo pequeño de personas muy afi-
los mejores territorios, la posibilidad de hacer frente a retos (y lograr nes, que prácticamente se pueden entender sin necesidad de hablar, o
objetivos) más complejos, la oportunidad de establecer más intercam- al menos, de hablar mucho. Igualmente, los grupos poco móviles y
bios (también genéticos), el apoyo intergrupal mutuo, las probabilida- poco abiertos tienen menos capacidad para conocer, y eventualmente
des de superar demográficamente la incidencia de catástrofes, ham- «copiar»e «imitar»,otras técnicas, otros procedimientos y otros cono-
brunas o enfermedades y epidemias. Todo esto permitió a los grupos cimientos. Y, por supuesto, los grupos más cerrados tampoco tienen
mayores y mejor organizados situarse en posición de ventaja compa- posibilidades de enriquecerse genéticamente, siendo más vulnerables
rativa respecto a los que eran más pequeños y tenían interiorizados a los problemas de la degeneración endogámica, las enfermedades y
menos componentes societarios. Por eso, sobrevivieron mejor los gru- epidemias y la incidencia de otras eventuales variables negativas.
pos del primer tipo. En cambio, los grupos más móviles, más abiertos, más numerosos
A su vez, entre el conjunto de los homínidos que contaban de par- y más complejos acaban haciéndose más fuertes y más capaces para
tida con unos componentes socio-comunitarios similares, los grupos hacer frente a diversas contingencias. El dicho popular «la unión hace
que al final acabaron imponiendo su primacía adaptativa fueron los la fuerzas traduce, en un sentido muy básico y general, este compo-
que demostraron mayor capacidad de evolución social y de compleji- nente adaptativo. Tal variable societaria no debe entenderse sólo en
zación de sus sistemas de interacción y comunicación. Actualmente, términos de capacidad para ocupar los mejores territorios y poder
sabemos que muchos primates se nuclean grupalmente y que diversas defenderlos más eficazmente, sino también en términos de una mayor
especies de homínidos desarrollaron capacidades técnicas y grupales capacidad enriquecedora de intercambios (genéticos, culturales, per-
en grado notable. Pero, no superaron los umbrales de cierto grado de sonales). Y esto también implica una mayor capacidad evolutiva para
densidad social. Por ello hay que pensar que el mayor éxito en la capa- continuar complejizando y perfeccionandolas estructuras societarias.
cidad adaptativa no ha estribado sólo una cuestión de un psiquismo Es decir, permite una mayor capacidad de evolucionar.
superior y de una cierta orientación grupa1 (por capacidad y por nece- En sociedades más amplias y complejas son necesarios, a su vez,
sidad), sino que se relaciona más específicamente con las mayores sistemas de comunicación mutua más precisos, al tiempo que el per-
capacidades de adaptabilidad, de desarrollo cultural evolutivo y de feccionamiento de estos sistemas posibilita el propio desarrollo de
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 61

sociedades más complejas, más ricas en posibilidades de intercambio ciendo efectos «desadaptativos» de signo negativo, con resultados
y más preparadas para instalarse en territorios más amplios. Igual contrarios a lo que aquí hemos destacado. Por eso, hay que entender
ocurre con la especialización de funciones y tareas que permiten evo- en toda su complejidad la importancia de lo social, siendo conscien-
lucionar hacia sociedades más desarrolladas, que, a su vez, sólo son tes de que nuestras posibilidades futuras como especie dependen,
posibles a partir de cierto grado de densificación social. En definitiva, entre otras muchas cosas, de nuestra capacidad para cuidar con
se trata de muchos procesos sociales interconectados que han permi- esmero y cariño nuestro nicho vital primario, nuestro entorno situa-
tido que algunas sociedades y grupos fueran organizándose mejor y a cional: la sociedad. Por eso, en coyunturas como las que se están
mayor escala, disponiendo de unos componentes culturales cada vez viviendo en los inicios del siglo XXI, en las que se manifiestan varias
más ricos y más adecuados para alcanzar una mayor capacidad adap- tendencias de crisis societarias y riesgos de fracturas sociales, no
tativa a los diferentes entornos. estaría de más que se tuviera una mayor sensibilidad ante estas cues-
tiones, en paralelo a la preocupación por los problemas medio-
En definitiva, mientras algunos grupos de homínidos evoluciona- ambientales. La sociedad también es una parte muy importante de
dos fueron capaces de dar el paso desde las formas de organización nuestro «ambiente»,de la misma manera que los seres humanos
tipo clan a instancias societarias más complejas (tipo tribu, aldea, también somos «naturaleza».De ahí la pertinencia de que la sensi-
etc.), insertas incluso en contextos culturales más abiertos a la inte- bilización «ecologistan sea completada por una sensibilidad, que si
racción y el intercambio, en cambio otros grupos permanecieron se me perdona la palabreja, bien podíamos calificar -en su mutua
enclaustrados en pautas societarias más cerradas y acotadas y, por lo conexión-como sensibilidad «sociologista».
tanto, limitadas al marco de culturas que no pudieron enriquecerse
y evolucionar al mismo nivel y con el mismo grado de complejidad
que las anteriores. Al final, ante circunstancias más difíciles y com-
plejas -como ocurrió durante los ciclos de cambios climáticos-
unos grupos acabaron desapareciendo y otros tuvieron éxito en su En las páginas anteriores hemos analizado la forma en que lo
adaptación y siguieron evolucionando. Quizás, el famoso misterio de social ha constituido uno de los medios fundamentales, a través del
la desaparición de los neardentales, que tanto intriga a los antropó- cual el hombre ha podido adaptarse a la naturaleza y llegar a ser lo que
logos, se debió en realidad a razones tan sencillas como las propias actualmente es. En la historia de la evolución, pues, el desarrollo
variables sociales. En última instancia no importó que los nearden- humano supone la introducción de un cierto principio de auto-regula-
tales pudieran ser físicamente más fuertes y robustos y que previa- ción y de producción autónoma de «ambientes artificiales» que han
mente hubieran sido capaces de adaptarse con bastante eficacia a permitido una mejor adaptación al medio.
entornos complejos. Al final se impuso el más débil y grácil horno La comprensión de este proceso adaptativo tiene que completarse
sapiens (incluso los genetistas sitúan su origen en las emigraciones con una indagación paralela sobre el otro polo del binomio al que aquí
africanas de los bosquimanos), logrando sobrevivir, entre otras nos estamos refiriendo: el individuo humano. Así, dentro de una pers-
cosas, porque tenía más y mejor sociedad; y esto lo logró en un pro- pectiva general en la que se parte de considerar lo social como el con-
ceso largo y complejo que muestra la relevancia-también adaptati- texto en que se hace posible lo humano, la lógica de nuestra reflexión
va- de lo social y la necesidad de considerar las variables sociológi- nos conduce inmediatamente a plantear hasta qué punto lo social, en
cas en todo su valor. la medida que es una condición compartida con otros seres vivos, pue-
de considerarse como una condición suficiente para explicar dicho
Este valor adaptativo de lo social (de los distintos tipos de lo
desarrollo humano.
social) también debiera valorarse en sociedades como las actuales,
en las que una eventual crisis de los lazos sociales, o una deriva ina- En la naturaleza tenemos el ejemplo de muchas otras especies so-
decuada de las formas de organización social, podrta acabar produ- ciales, algunas de ellas con formas de organización colectiva extraordi-
62 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 63

nariamente cohesionadas, como es el caso de los termiteros, los conocer, como veremos más adelante, que en estas sociedades existen
hormigueros, los enjambres, etc. determinadas formas de proto-culturas muy elementales que orientan
los comportamientos grupales, determinan quién ejerce el liderazgo y
Por ello, en la medida que los hombres compartimos nuestra con-
cómo, y de qué manera se enfrentan a los peligros exteriores, cómo se
dición de seres sociales con otras especies vivas, la naturaleza de lo hu-
regulan las relaciones sexuales y los lazos materno-filiales, cómo se
mano debe ser entendida como algo que se completa con otras cuali-
producen y se transmiten al grupo las innovaciones y los «descubri-
dades añadidas que permiten dar más cumplida explicación del
mientos~sobre nuevas formas de comportarse y obtener alimentos,
complejo proceso de hominización. Así la capacidad de lenguaje, la
etc. Especial interés tienen en este sentido los descubrimientos sobre
mayor inteligencia'e idoneidad humana para el aprendizaje, la capa-
los sistemas de comunicación entre los primates y sobre la utilización
cidad de inhibición de los impulsos, la cualidad del trabajo humano
y preparación de ciertos utensilios hechos con palos y con ramas de
como actividad creativa y productiva, las capacidades artísticas, el
arboles, piedras, etc., para cazar, escarbar, apalancar, obtener aguas de
sentido de la libertad, etc., son algunas de las múltiples maneras con
las oquedades (con una especie de esponjas de hierbas masticadas),
las que se puede ofrecer una imagen más global de la totalidad de las
ahuyentar enemigos, etcétera.
cual idades humanas.
Todo esto da lugar a que la cultura y la sociedad humana presenten Si, a su vez, observamos el comportamiento social de algunas de las
unas características diferentes a las de otras especies. El termitero, el comunidades más primitivas que han llegado a nuestro tiempo, como
hormiguero o el enjambre constituyen formas de organización social por ejemplo las tribus cazadoras y recolectoras de los iKung, podre-
que no evolucionan, en las que, como veremos en el capítulo siete, no mos entender las características de una sociedad humana muy ele-
hay margen para la iniciativa individual, en las que los distintos tipos mental. Los iKung viven en grupos nómadas muy reducidos que reco-
de hormigas, o termitas, poseen unas condiciones fisiológicas adecua- rren un territorio limitado, cazando y recolectando frutas y tubérculos
das para la realización mecánica, instintiva y automática de sus fun- con los que subsistir. Llevan todo su ajuar a la espalda, emplean útiles
ciones; las termitas guerreras poseen fuertes tenazas con las que cor- muy rudimentarios y se comunican con un lenguaje elemental forma-
tar y atacar, las obreras tienen órganos adaptados a sus tareas, do por sonidos difíciles de transcribir o representar.
mientras que las reproductoras se limitan a procrear. Entre estos dos tipos de sociedades y las nuestras se pueden adivi-
Lo que diferencia sustancialmente al hombre, entre otras cosas, es nar ciertas líneas de continuidad. Imaginémonos, entonces, cómo
su libertad, su disposición voluntaria para cooperar y actuar solidaria pudieron ser las sociedades de los Austvalopithecus, mucho más evo-
y altruistamente con sus semejantes, y su capacidad de realización de lucionados que los primates ahora conocidos, y que vivieron hace
trabajos creativos e inteligentes mediante una serie de herramientas millones de años, o cómo fueron las sociedades de los homo habilis
y útiles que ha ido perfeccionando progresivamente a lo largo del que vivieron hace dos millones y medio de años y que han dejado el
tiempo. rastro de diferentes útiles de piedra que revelan el desarrollo de sus
capacidades «hacedoras»,a los que deben precisamente su calificati-
Por todo ello no son las sociedades de insectos las que mejor nos vo como horno habilis, es decir hombres habilidosos en el hacer. 0, en
pueden servir para entender y diferenciar las características sociales y euma, habría que preguntarse también cuáles fueron las formas de
culturales propias de los humanos. Dos ejemplos nos pueden permitir organización social del homo erectus, surgido hace dos millones de
comprender mejor nuestra realidad presente. Por una parte, las actua- afíos, y del que se han encontrado hachas de piedra de hace 400.000
les sociedades o ((tropasde primates» y, por otra, las características de aAos, cuya «fabricación»requeria más de cincuenta acciones o golpes
algunas sociedades humanas muy primitivas. precisos; o las de los hombres de Neardenthal surgidos hace doscien-
Los estudios sobre las sociedades de primates (macacos, babuinos, tos mil arios y cuyo rastro se perdió hace unos treinta y tres mil años,
gorilas, etc.) realizados durante los últimos afioi, noi han permitido o las de los primeros homo sapiens, nuestros antepasados directos, que
64 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UN A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A HOMBRE Y SOCIEDAD h5

vivieron hace más de ciento cincuenta mil años y que fueron capaces En la naturaleza hay otros seres vivos que también «hacen»
de resistir y sobrevivir a la gran glaciación que cubrió la tierra de hie- construcciones y «fabrican»cosas. Las aves y otros muchos animales
lo hace 25.000 años, y que desarrollaron el arte rupestre primitivo hacen sus nidos y sus nichos, los castores construyen presas con las
recogido en las paredes de las cuevas y refugios, desde hace 24.000 ó que retienen y canalizan el agua, las abejas hacen sus panales y las ter-
20.000 años, en el apogeo del período glaciar (cuevas de Roffigñac, de mitas realizan «edificaciones», a veces de considerable altura, con
Pech-Merle, etc.), hasta las pinturas de Altamira o Font-de-Gaume de diferentes tipos de estancias, corredores, mecanismos de seguridad, e
hace 12.000 ó 13.000 años, que representan la culminación del arte incluso sofisticados sistemas de aireación y «acondicionamiento»del
rupestre en coincidencia con el final de la gran glaciación, o las bellas aire y la temperatura. A su vez, ya hemos visto cómo los monos utili-
estatuillas de venus de la fertilidad, datadas en períodos que van de los zan y acondicionan palos, piedras y otros objetos a modo de elemen-
23.000 a los 28.000 años. tales herramientas para realizar determinadas tareas.
Si contemplamos todo este pasado en una amplia perspectiva, no Sin embargo, la clase de herramientas que utiliza el hombre y los
podemos menos que sentir cierto vértigo ante tantos millones de años trabajos y tareas que realiza son de tipo muy distinto. Lo que diferen-
de evolución, de los que nosotros somos los más directos herederos. Y, cia al hombre de otros seres vivos es que puede efectuar trabajos y
a la vez, junto a este vértigo, causado por el tiempo, podemos entender tareas mucho más complejas, sofisticadas y progresivamente perfec-
mejor cómo las sociedades humanas han podido ir evolucionando cionadas. El ser humano tiene para esto dos capacidades específicas:
poco a poco a lo largo de los años, acumulando conocimientos y expe- un cerebro que le permite una actuación mucho más inteligente, ima-
riencias prácticas, dando respuestas a los retos de la adaptación al ginativa y creativa y una mano mucho más idónea que la de los monos
medio, sintiendo el estimulo de las nuevas dificultades, haciendo fien- para manipular y fabricar instrumentos y realizar con ellos, a su vez,
tc a los cambios climáticos, a las glaciaciones, a las carencias de caza, tareas mucho más diversificadas. La potente garra de un animal
U las agresiones y la competencia de otros grupos por los mejores depredador, o las extremidades especializadas de algunas termitas,
territorios... Así hasta llegar a las complejas y sofisticadas sociedades comparadas con la débil y delicada mano humana, pueden parecer a
de nuestros días, en las que los hombres nos hemos entronizado como primera vista instrumentos menos adecuados para una adaptación efi-
nuevos amos y señores de la Naturaleza, a veces sin la suficiente caz al medio natural.
humildad como para respetarla lo suficiente y saber preservar sus
equilibrios ecológicos. No obstante, aunque la mano humana es inadecuada para otros
menesteres, presenta algunas características que hacen de ella un
El hombre se ha ido fraguando, pues, a lo largo de cientos de miles medio manipulador muy hábil. La oposición frontal del dedo pulgar
de años en un esfuerzo permanente por dar una respuesta grupa1 al permite agarrar, coger y manejar mejor diversos tipos de objetos, al
reto de la adaptación al medio. En este largo proceso, el hombre ha tiempo que su fino tacto hace posible realizar tareas mucho más pre-
hecho de la sociedad su verdadero «nicho ecológico)),y se ha hecho a cisas. Por eso se ha podido decir que en la conjunción de la m a n o y
si mismo con su sociedad. el cerebro humano están las claves de nuestra evolución como espe-
Sin embargo, como antes decíamos, lo social, entendido inespecí- cie. El cerebro humano copia de la naturaleza, o inventa e imagina,
ficamente, no basta para definir al hombre. El hombre es un ser social los útiles más adecuados para hacer frente a las distintas tareas y
que tiene también otras cualidades importantes. Una de estas cualida- necesidades de la adaptación al medio; la mano «hace»estos útiles y
des es su capacidad creativa, su capacidad hacedora, que ha dado los emplea de la manera más pertinente. De esta forma, a partir de
lugar a que en ocasiones a nuestra especie de horno sapiens se le haya iina circunstancia aparentemente trivial, como es la oposición del
calificado también como horno fabev, es decir, no s610 como un «hom- dedo pulgar de la mano, nuestros antepasados adquirieron y desa-
bre inteligente)),sino también como un hombre uhacedor~,como un rrollaron unas capacidades adaptativas superiores, cuya importancia
ser que fabrica, que hace instrumentos. queda reflejada en el mismo hecho de que el cerebro humano, como
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA HOMBRE Y SOCIEDAD 67

ha podido comprobarse, ocupa una parte importante de su superficie tura, como depósito común de conocimientos, y la sociedad, como
en el control psicomotor de las funciones de la mano31. Todo esto es lo ámbito para la realización global de las tareas y las labores grupales
que ha permitido hablar a algunos estudiosos de una auténtica cultu- del hombre hacedor, del homo faber. Por todo ello, la mano y el cere-
ra de la rnan03~. bro, junto a la cultura y la sociedad, pueden ser considerados como
los cuatro pináculos sobre los que ha sido posible la evolución
Así pues, en la dilatada perspectiva de evolución de las especies y
humana.
cn el desarrollo del proceso de evolución, se ha dicho, con razón, que
((elpaso decisivo de la animalidad al hombre, el «salto»,es el momen- Nuestra especie es una especie «hacedora» porque ha necesitado
to preciso, en que el primer ser parahumano... coge dos guijarros para modificar su forma de estar en el medio, porque el medio le era hostil,
cntrechocarlos el uno contra el otro, con el fin de romper uno y hacer- o le presentaba dificultades de adaptación: su fina piel le hacia sentir
lo más afilado o más cortante, provocando así un ángulo nuevo, vivo y frío y, por tanto, necesitaba cabañas y refugios y precisaba hacerse ves-
cortanted3. Así, a través de unos actos geniales, se empezaron a supe- tidos con las pieles de otros animales; con sus simples manos no podía
rar, hace muchísimos años, las insuficientes dotaciones naturales (fal- cazar a otros animales más fuertes y veloces y, por tanto, necesitaba
ta de incisivos cortantes, constitución física menos fuerte, etc.), y las instrumentos de caza y una coordinación de esfuerzos con sus congé-
débiles manos humanas fueron complementadas con utensilios crea- neres... Así, pues, mediante la capacidad grupa1 de trabajo y de acción,
dos artificialmente, naciendo las hewamientas. los hombres han logrado alterar poco a poco la relación originaria con
la naturaleza, y mediante todo un conjunto de utensilios y técnicas de
Pero lo importante en los seres humanos es que la «invención»de trabajo, de construcción y de fabricación de útiles y medios de vida, ha
útiles y herramientas realizados de esta manera no es un acto indi- ido controlando la naturaleza, readaptándola a la medida de sus nece-
vidual, sino una tarea social, de grupo. Las herramientas se hacen y sidades.
se utilizan en grupo, y las técnicas para realizarlas, perfeccionarlas
y emplearlas son depositadas en el acervo común de las socieda- En esta dinámica de adaptación a la naturaleza el hombre ha ido
des humanas, a través de la cultura. Así, a lo largo de generaciones progresando y se ha ido «remodelando»a sí mismo, como especie so-
y generaciones, fueron inventándose y mejorándose diferentes úti- cial, en un largo proceso evolutivo de desarrollo cultural, que ha sido
les y transmitiéndose técnicas y habilidades cada vez más perfec- básicamente un proceso creativo, un resultado de la capacidad expresi-
cionadas para cazar, para conservar y condimentar los alimentos, va de la libertad humana.
para curtir pieles, para realizar cabañas y viviendas, para hacer va- Esta concepción sobre el proceso evolutivo del hombre, a través de
sljas y recipientes, para utilizar la madera y otros recursos natura- sus capacidades sociales y «hacedoras»ha sido desarrollada, entre
les, etc. otros autores, por Carlos Marx en su teoría sobre la productividad
De esta manera, los dos elementos básicos que hicieron posible la -del hombre como «ser de praxis»-, es decir, como ser dotado para
evolución de los hombres, la mano y el cevebvo, se completaron con iin trabajo inteligente, libre y creativo. Teoría sin la cual, como he
los dos medios a través de los que las herramientas y el trabajo tenido ocasión de demostrar en otro lugar, es muy difícil que cobren
humano se perfeccionan y se transmiten a lo largo del tiempo: la cul- coherencia otros aspectos fundamentales de la teoría marxista, como
ocurre con la misma teoría de la alienación en el trabajo34.
Pero las cualidades y rasgos constitutivos de lo humano, no han
La otra parte más importante es la que tiene que ver con la boca-lengua y las fun-
sido vistos solamente en esta perspectiva. Algunos psicólogos sociales
ciones de fonación asociadas al habla.
12 Jos6 Caos: Dos exclusivas del hombre. LA mano y el tiempo. F,C.E., Mbxico, 1945,
pdg. 29.
3"0uis-RenI5 Nougier: En los orígenes del trabajo. GriJalbo,Barcolana, 1979, p6g. 10. j4 J O Y FI5lix
~ Texanox:Alienucidn, diulJctica y libertad. Fcrnundo Torres. Valencia, 1977.
68 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA HOMBRE Y SOCIEDAD 69

han añadido sus propios matices a la interpretación del lenguaje ver- un complejo de interacciones sociales del cual depende su existencia
bal, como forma específicamente humana de comunicación, situán- continuadaP.
dolo en el contexto más general de las necesidades derivadas de pro- Los estudios etológicos han demostrado que incluso en aquellas es-
cesos tan largos de socialización y cuidado de los hijos como son pecies consideradas menos gregarias existen significativos lazos de in-
necesarios entre los hombres, como consecuencia de lo más dilatado terdependencia y formas de relaciones grupales, que se combinan con
del proceso de dependencia e inmadurez psico-motora de los niños. diferentes niveles de autonomía, perfilando en su conjunto una cierta
En este sentido, George Herbert Mead ha subrayado cómo, de mane- escala, con diferentes manifestaciones y grados de lo social.
ra paralela a la complejidad del proceso de maduración del sistema
nervioso humano, se ha producido una paralela complejidad del siste- En este contexto general la cuestión está en determinar si existe
ma social. «La posibilidad de llevar esa complicación al grado en que una forma específicamentehumana de lo social, y si esta forma puede
ha aparecido en el animal humano y en la correspondiente sociedad considerarse como un grado más dentro de una escala general común,
humana, se encuentra -dirá- en el desarrollo de la comunicación en o más bien si este continuo de situaciones sociales, junto a la propia
la conducta de las personas~35.Lo que le llevará a la conclusión de que complejización y perfeccionamiento de las formas sociales y el mismo
en «el hombre, la diferenciación funcional proporcionada por el len- desarrollo de la capacidad humana autorreguladora, ha acabado dan-
guaje presenta un principio de organización que produce no sólo un do lugar a fenómenos sociales de naturaleza completamente distinta a
tipo enteramente distinto de individuo, sino también una sociedad aquellos en los que como «punto de partida», los antepasados de los
diferente~36. hombres, hace millones de años, tomaron en sus manos el «testigo»de
la propia lógica de la evolución natural.
Sin embargo, el tema que aquí nos ocupa no es el de profundizar
En una perspectiva muy general, podemos decir que la conforma-
en las distintas explicaciones y teorías sobre la condición humana,
ción social de los hombres ha acabado influyendo en su propia evolu-
sino aclarar cuáles son las dimensiones específicas de lo social en la
ción como especie y que lo social se ha convertido en un requisito bási-
conformación de esta particular condición. Ámbito este que reviste
co para su misma supervivencia como especie social. Lo social ha
una especial relevancia, en la medida, como ya hemos subrayado, que
pasado a ser parte de la propia naturaleza humana, hasta el punto de
lo social es una condición común a bastantes seres vivos, y que la ten-
que, como venimos subrayando, fuera de la sociedad el hombre resul-
dencia a la agrupación puede considerarse, incluso, como una cierta
ta prácticamente inviable. Y en el propio proceso evolutivo, a través
característica general de la vida.
del que la sociedad se convierte en una necesidad radical para el hom-
La experiencia demuestra que apenas existen casos en los que un bre, se puso en marcha, a su vez, un mecanismo fundamental de orien-
ser vivo esté completamente solo. «No existe organismo alguno de tación del cambio biológico y mental.
ninguna especie -dirá Mead- cuya naturaleza o constitución sea
La consideración sobre la manera en que los procesos sociales se
tal que pueda permitirse existir o mantenerse en completo aisla-
relacionan e influyen en los procesos biológicos en la propia evolución
miento de todos los demás organismos vivos, o tal que ciertas rela-
de nuestra especie, constituye, pues, uno de los temas de debate que
ciones con otros organismos vivos de su especie o de cualquier otra
probablemente más van a continuar animando la discusión sociológi-
-relaciones que en un sentido estricto son sociales- no desempe-
ca en nuestro tiempo.
Aen un papel necesario e indispensable en su vida. Todos los orga-
nismos vivos están ligados en su medio o situación social general, en En este sentido, la argumentación general de Wilson, a la que ya
nos hemos referido, cubre un periplo que va desde la explicación gené-

35 George Herbert Mead: Espfritu, persona, sociedad. Paidbw, Bucnor Alrrri, s.f.,pAg. 262.
36 Ibld., phg. 264. 37 Ibld., p4g. 250.
HOMBRE Y SOCIEDAD 71

tica de la orientación social, determinada por la propia identificación lagunas informativas, que, aun así, no nos impiden comprender que
genética que se produce con el parentesco, hasta la consideración de estamos ante procesos sumamente complejos y dilatados en el tiem-
la manera en que se opera un efecto multiplicador «en un cambio evo- po. Estos procesos deben ser vistos no sólo en lo que tienen de logro
lutivo en el comportamiento, cuando éste se incorpora a los mecanis- de una respuesta eficaz al reto de la adaptación, sino también como
mos de organización socialn38, llegando a plantear la misma manera una forma de reorientación de la propia lógica de lo natural origina-
en que, en la evolución social, llega a producirse una creciente inter- rio hasta la práctica recreación de una especie nueva, como resultado
nalización de los controles. «Enlos inicios de la evolución de los homí- de un doble proceso de adaptación: de la especie al medio, a través de
nidos -dirá Wilson-, las fuerzas motrices fueron presiones ambien- los sistemas sociales, y del individuo a la sociedad, por medio de la
tales externas que no diferían de las que habían guiado la evolución «cultura».
social de otras especies animales. Por el momento parece razonable En un contexto, pues, de cierta complejización de las fronteras
suponer que los homínidos sufrieron dos variaciones adaptativas en entre los distintos tipos de conductas sociales, la cultura - y más
sucesión: la primera, la vida en campo abierto y el consumo de semi- específicamente el aspecto social de las culturas humanas- aparece
llas, y la segunda, después de haberse preadaptado, por los cambios como el verdadero elemento explicativo del carácter social humano,
anatómicos y mentales asociados con el consumo de semillas, la cap- de forma que, como venimos repitiendo, el hombre sólo puede ser
tiira de grandes mamíferos. La caza mayor indujo un mayor aumento entendido como fruto de un tipo de cultura desarrollada a partir de la
de mentalidad y organización social, que llevó a los homínidos a tra- evolución de formas sociales específicas como aquellas a las que aquí
ves del umbral hacia la fase evolutiva autocatálica y más próxima a la nos hemos referido.
iniei.nalización. Esta segunda etapa es en la que emergieron las cuali-
dades humanas más distintivas. Al considerar esta distinción, sin En el hombre, así, lo social adquiere una dimensión bastante espe-
embargo, no desearla dar a entender que la evolución social llegara a cial, en la medida en que no es posible concebir al hombre sin su socie-
independizarse del ambiente. Las estrictas leyes de la demografía aún dad. Se ha dicho, con razón, que otros seres vivos sacados de su medio
campeaban en la dispersión de las poblaciones de homínidos y los pueden conservar las principales características de su especie. Sin em-
avances culturales más espectaculares fueron impulsados por la inven- bargo en el hombre esto no resulta posible. El hombre fuera de su
ción de nuevas formas de controlar el ambiente. Lo que sucedió fue sociedad, sin ser socializado en los patrones de su cultura, deviene no
-concluirá Wilson- que el cambio mental y social llegó a depender sólo un ser totalmente indefenso, y desde luego «inviable»durante los
más de la reorganización interna y menos de las respuestas directas a primeros años de su vida, sino que resultaría también un ser total-
las características del ambiente circundante. La evolución social, en mente diferente a lo que hoy entendemos por hombre40.
resumen, había adquirido su propio motord9. En definitiva, puede decirse que la cultura es la que ha conforma-
Sin embargo, la realidad es que el debate sobre la manera en que do y conforma la personalidad humana, y la que ha permitido su
se ha producido la evolución social, en esta dilatada perspectiva tem- supervivencia y desarrollo, en cuanto mecanismo útil de adaptación al
poral, y sobre la forma en que ha influido en nuestra conformación medio; por lo que la profundización en el estudio de lo social ha de
como especie, es un debate en el que se carece aún de suficientes fuen- completarse con un tratamiento específico del tema de la cultura.
tes de información precisa. En el proceso de evolución social -al Cuestión de la que nos ocuparemos en el capítulo seis.
igual que ocurre con la evolución biológica- existen todavía muchas

40 Las experiencias dc los niAos abandonados y criados cn medios salvajes junto a


38 E. O. Wilson: Sociobiologtu, op. cit., págs. 1 1 y SS. y 600. ot1.o~animales han sido recogidas en diversos rclutos litcrurios, asl como en otras diversas
3' Ibld., pag. 592. Sobre este argumento volvera Wilxon mAi trrdc en au libro Prome- h~entcsde documentacidn cientlfica. La ya citada pcllciila .El niAo siilva~e»de Tniffaiit, por
thcun /?re. Rr/icction.son tltr Origin o/'Mind. Harvard Unlvernlty Prorr, Crmhrldgc, M . , 1983. r)etnplo, relata muy cxpresivamcntc un cuao tlplco de expcrienciu iurdlíi dc socializacihn.
72 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA HOMBRE Y SOCIEDAD 73

16) ¿Por qué se habla de la especie humana como «hornofaber))?


1) ¿Queocurriría si un ser humano fuera criado fuera de la sacie- 17) Reflexionar sobre el carácter paradójico que supone que unos
dad?, Analizar algunos casos y ejemplos concretos. seres más débiles que otros, y aparentemente con menos dota-
ciones naturales, hayan podido mejorar su capacidad de adap-
2) ¿Quéson más frecuentes en la naturaleza viviente, las tenden- tación a la naturaleza, empleando medios de abrigo, instru-
cias hacia la agregación o hacia la individualización y el aisla- mentos de defensa y ataque y un número creciente de útiles de
miento? todo tipo.
3) ¿Cómo y por qué surgieron las agrupaciones sociales en la 18) Si lo social es tan importante para el hombre, ¿por qué no han
historia de la evolución de las especies? ¿Qué funciones cum- tenido lugar reflexiones sistemáticas sobre lo social hasta
plen? ¿Quéventajas tienen? tiempos tan recientes?
4) ¿Quépapel ha desempeñado lo social en el desarrollo humano? 19) Definir con palabras sencillas qué es lo social y qué papel tie-
5) Explicar en qué consiste la ~co-evolución»
biológica y cultural. ne -
y ha tenido- para los seres humanos y su evolución.
6) ¿Qué explicación dan los sociobiólogos sobre los fenómenos
sociales? ¿Quién es el principal mentor de la Sociobiología?
¿Cuál es su explicación sobre el fenómeno del altruismo?
7) ¿Cómo ha influido lo social-cultural en la propia evolución
biológica del hombre? Poner algunos ejemplos.
8) Profundizar en el significado y alcance de la definición aristo-
télica del hombre como Kzoon politikónn.
9) Hacer un esquema de la dinámica - y pasos- que ha seguido
la evolución humana, situándola temporalmente.
10) ¿En qué ámbito general nos ayudó Danvin a situar las teorías
sobre el hombre?
11) ¿Qué se entiende por ~hominización»?
12) ¿Podrían los hombres conservar las principales características
de su especie fuera de la sociedad? ¿Por qué?
13) ¿En qué sentido se dice que lo social ha cumplido un papel
adaptativo en los procesos de evolución?
14) ¿Quéventajas adaptativas tienen los grupos más grandes y más
complejos?
15) ¿Cuáles son los principales rasgos caracteristicos de lo hu-
mano?
Como hemos visto en el capítulo anterior, lo social es una dimen-
sión tan fundamental del hombre, que no es posible concebir al
hombre sin su sociedad. Muchos seres vivos, sacados de su medio,
pueden conservar las principales características de su especie. Sin
embargo, en el hombre esto no resulta posible. El hombre fuera de
la sociedad, sin ser socializado en los patrones de su cultura, devie-
ne no sólo un ser indefenso - e incluso «inviable» durante el pri-
mer período de su vida-, sino que resultaría también un ser total-
mente diferente a lo que hoy entendemos por hombre.
Ésa es la condición humana, nuestro carácter de seres sociales.
Pero ..., si lo social es tan importante, ¿por qué no ha existido has-
ta tiempos tan recientes una rama del conocimiento que se ocupa-
ia de su estudio? ¿Por qué la Sociología no apareció hasta bien avan-
zado el siglo XIX? ¿Cómo surgió la Sociología? ¿Que condiciones
históricas, intelectuales y sociales la hicieron posible?

1 . EL CONTEXTO SOCIAL D E LA SOCIOLOGIA


Después del florecimiento de la cultura griega y de las reflexio-
nes de Aristóteles sobre la naturaleza social del hombre, la verdad
cs que la reflexión sobre el carácter esencial de lo social práctica-
mente se perdió a lo largo de siglos.
Durante un extenso período de tiempo, que llega hasta el siglo
xviir,los hombres vivieron en comunidades bastante estables. Na-
ctan, vivían, trabajaban, se casaban y morian como sus padres, sus
abuelos, sus bisabuelos ..., sometidos a los mismos poderes, influi-
dos por las mismas costumbres y bajo la dependencia de las mis-
mas creencias. Todo era igual generaci6n tras generación. Los hom-
78 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

bres no se desplazaban de los lugares donde nacían, se encontra- A los cambios en las ideas y los cambios políticos sucedieron los
ban sometidos a un horizonte espacial limitado y a unos ritmos de cambios económicos. La Economía surgió como ciencia empeñada
vida determinados por la lógica más biológica e inmediata de la cn demostrar que mediante una serie de conocimientos, unas nue-
«naturaleza». La cosecha, las lluvias, la recolección, los avatares vas formas de organización y la aplicación de nuevas técnicas de
básicos de la existencia... Nada se cuestionaba, nada se alteraba. trabajo era posible obtener de la naturaleza más bienes que los sim-
Hasta el poder político se veía como un hecho natural, hereditario, ples frutos de la tierra, o las manufacturas tradicionales artesana-
incuestionado y sancionado por el poder divino que encarnaba la Ics. Los conceptos de capital y de salario transformaron de mane-
Iglesia. ra sustancial las relaciones de producción.
Sin embargo, todo este mundo estático, natural y sometido en La Revolución Industrial condujo, de esta manera, al inicio de
el orbe occidental a los poderes de la Iglesia y la Corona, empezó a iinnuevo ciclo histórico, que a la par que puso en marcha enormes
resquebrajarse en el siglo XVIII bajo el impulso de impresionantes recursos productivos, dio lugar a una transformación radical del
procesos de cambio que abrieron el camino a una ciencia específi- orden social.
ca de la sociedad.
Millones de personas se fueron trasladando desde el campo has-
El siglo XVIII marcó el desarrollo de una serie de cambios de todo ta los núcleos urbanos, en donde las nuevas fábricas crecieron,
orden, que dieron lugar al inicio de una nueva era histórica. En esta impregnando todo un nuevo clima social. En pocos años millones
&pocaaparecieron nuevas ideologías y enfoques políticos, surgió la de seres humanos cambiaron de lugar de residencia, de forma de
ciencia moderna, y bajo su influencia se desarrollaron un conjun- trabajo, de estilos de vida, de costumbres y de ideas.
to de disciplinas sociales, entre las que se encontraba la Sociología.
Pei-o jcómo se produjeron todos estos cambios?, jcuáles fueron los Los nuevos obreros industriales se hacinaron en los barrios pro-
I'actores sociales e intelectuales que hicieron posible el desarrollo Ictarios, en unas condiciones penosas de vida y de salubridad. Con
de la Sociología en esta nueva era histórica? unas jornadas de trabajo de más de 12 horas diarias, con una grave
explotación de mujeres y niños y con una nula atención a las con-
Los primeros signos que alentaron el nacimiento de una nue-
diciones de higiene y seguridad en el trabajo. En poco tiempo la lla-
va época vinieron de la mano de los cambios de las ideas, de la
mada «cuestión social» se convirtió en un foco de atención priori-
apertura de las mentes a nuevas posibilidades y concepciones sobre
tario de todo el pensamiento social, desde los teóricos socialistas,
el hombre, la naturaleza y el Estado. Fueron los tiempos del Rena-
hasta Papas como León XIII, que en su encíclica «Rerum Novammn
cimiento, de la Ilustración y el inicio de una nueva forma de pen-
denunció las consecuencias negativas del nuevo orden económico.
samiento científico.
Algo fallaba en aquel nuevo contexto social. De acuerdo con el
La apertura de la mente humana a nuevas ideas fue acompaña-
ifrnil que utilizamos en el capítulo anterior era como si el agua le
da de importantes cambios políticos. Con Maquiavelo y el surgimiento
faltara al pez, se enturbiara, o el aire se hiciera irrespirable. Falta-
del Estado Moderno apareció una nueva manera de entender la Polí-
tica como un arte, como un conocimiento autónomo de la moral,
ba un contexto social estable. La sociedad estaba en crisis. Por ello,
ensadores de uno y otro signo volvieron su atención al estudio de
hasta entonces dictada por la Iglesia Católica. No como un saber
amoral o inmoral, sino como un saber específico, autónomo. La revo- PQ social.

lución liberal, que fue desarrollándose de manera paulatina en Ingla- Éste fue el clima en el que surgió la Sociología, con la intención
terra, y la Revolución Francesa, que conmocionó la conciencia de de ocuparse de los problemas generados del hilo de esa intensa cons-
millares de seres humanos, hicieron posible que el siglo xix se ini- trucción y reconstrucción del orden social.
ciara bajo el signo de una nueva era: la era de la razón, de los dere- En 1839 Augusto Comte propuso pfiblicamente calificar a la
chos humanos y del pensamiento científico y mecular, nueva ciencia como Sociologfa. Aunque su propuesta tardó en ser
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LOS OR~GENESDE LA SOCIOLOGÍA 81

aceptada y la Sociología como ciencia se desarrolló con bastante cisamente en las épocas de grandes cambios y transformaciones socia-
lentitud, la primera piedra de una nueva rama del saber había sido les en las que se producen mayores crisis y en las que toma vigor
puesta. con mayor fuerza la reflexión social. Al ser lo social el verdadero
armazón de lo humano, todo cambio socio-cultural hace tambale-
La Sociología surgió en el curso de una especializaron progre- arse, de una u otra manera, la misma base de la estructura de nues-
siva de los saberes, en unas sociedades cada vez más complejas, tra realidad vital.
más abiertas, más seculares y más cambiantes. Primero surgió la
Política en el marco de una atención creciente a la ves-publica, con No es extraño, por tanto, que fuera precisamente en una coyun-
el desarrollo del Estado Moderno y el ascenso de las nuevas clases tura histórica de grandes y profundas transformaciones sociales
burguesas. Luego, surgió la Economía, bajo el impulso de las nue- -en el tránsito de la sociedad estamental a la sociedad industrial-
vas mentalidades mercantilistas y el afán de producir cada vez más cn la que surgió y se desarrolló la Sociología como disciplina cien-
bienes y servicios con nuevos criterios de racionalidad y de cálcu- tífica autónoma.
lo. Finalmente surgió la Sociología como rama del saber que inten- El período histórico en que se produjo la transición de la socie-
taba llegar allí donde las otras ciencias sociales no habían llegado: dad estamental a la sociedad industrial capitalista, fue uno de los
al núcleo de las propias relaciones sociales globales. períodos de más grandes cambios en la historia de la humanidad.
La quiebra del estable, rígido y aparentemente «seguro»orden esta-
El nacimiento de la Sociología fue estimulado, como hemos
mental dio lugar, así, al desarrollo de vertiginosos procesos de cam-
dicho, por el impacto creciente de los «problemas sociales)) que la
bio en todos los órdenes. Los viejos sistemas sociales de relación
revolución industrial había desencadenado. La «cuestión social» y
directa -la familia, el gremio, la aldea- se quebraron y millones
la conciencia vivida de los cambios sociales pusieron el problema
de hombres quedaron situados ante nuevas formas de experiencia
de la sociedad en el punto de mira. Había que ocuparse del estudio
social.
de los procesos de estructuración y desestructuración de la socie-
dad. Y había que ocuparse de ello con un espíritu secular y cientí- Se ha señalado hasta la saciedad que esta disolución de las for-
fico propio de la nueva época, sin prejuicios, con objetividad, con mas tradicionales de relación, junto a la magnificación de las leyes
rigor, con método. de la competencia, como supuesto básico del nuevo orden econó-
mico, tuvieron como consecuencia más inmediata la de situar a los
En el capítulo ocho estudiaremos de manera específica, y con hombres en una tesitura de falta de arraigo, quedando arrojados a
algún detalle, las consecuencias sociales de la revolución industrial una especie de situación de vacío social. Situación ésta, en la que
y la forma en que la emergencia de las nuevas sociedades indus- frecuentemente querrá verse la raíz última y profunda de todas las
triales influyeron directamente en el surgimiento de la Sociología, crisis de nuestro tiempo.
en un contexto de profundos cambios sociales.
Ciertamente se ha exagerado mucho la idea de una oposición
Sin embargo, ahora aquí nos bastará con llamar la atención sobre orden-desorden implícita en el proceso de transición del feudalis-
la manera en que tantos y tan intensos cambios sociales dieron lugar mo al capitalismo, habiéndose llegado, a veces, incluso a una cier-
a una auténtica conmoción en las conciencias y en las formas de ta mistificación ingenua del mundo preindustrial, al que se pretende
vida colectiva. presentar como un paradigma de orden y armonía, sin apenas ten-
En la medida que lo social puede ser considerado, como hemos iiones ni conflictos. Sin embargo, aun a pesar de estas exageracio-
visto en el capítulo dos, una parte constitutiva esencial del ser huma- nes, lo cierto es que en el periodo histórico de transición hacia las
no, estamos en condiciones de comprender cómo puede llegar a iociedades industriales confluyeron importantes factores de cam-
afectar a los hombres cualquier incidencia producida en la diná- bio en todos los órdenes y con una intensidad hasta entonces des-
mica y en la estructura social. Por ello, no ea e~tmfioque sea pre- conocida.
LOS ORÍGENESDE LA SOCIOLOG~A 83

Por una parte, muchas de las viejas concepciones entraron en Los intensos cambios sociales y económicos, las nuevas formas
crisis y muchos de los supuestos ideológicos del mundo tradicio- de organización política y los nuevos inventos y descubrimientos,
nal se alteraron. Desde diferentes frentes -religioso, cultural, filo- nos permiten comprender hasta qué punto tan masivos desplaza-
shfico, político- se fue creando un clima propicio para la difu- mientos de población, tan sustanciales cambios de vida -tanto en
siiin de nuevas mentalidades, al tiempo que el cuestionamiento de el orden económico como en el social- y tan constantes alteracio-
la sacralización del viejo orden permitió allanar muchas de las difi- nes de modelos e instituciones sociales y patrones sociales de con-
cultades para la innovación y el cambio. ducta, pudieron llevar a impregnar toda una época por una espe-
cial preocupación por el orden social. Por ello, el contexto social e
Los factores de innovación y de descristalización ideológica que ideológico en que surgió la Sociología fue un contexto bastante pro-
permitieron el desarrollo de los nuevos enfoques y mentalidades, picio para el desarrollo de un saber aplicado al conocimiento y estu-
constituyen un elemento de referencia tan importante para la ade- dio de tal orden-desorden social, al tiempo que esta misma sensi-
cuada compresión del contexto histórico-social en que surgió la bilización por la mutación y el cambio social dio lugar a que la
Sociología, como el mismo análisis del cómo y el por qué del pro- reflexión sociológica apareciera muy influida, desde sus inicios, por
ceso de cambio social y económico que caracterizó este período. una clara preocupación por los temas de la destrucción y recons-
En la perspectiva analítica general que estamos trazando en trucción del orden social.
este libro, vamos a profundizar en las características del contexto
general en que surgió la Sociología, resaltando, por una parte, la
f'orma en que se produjo el desbloqueo ideológico del mundo tra-
dicional, y cómo surgió y se desarrolló una nueva mentalidad cien- 2. LA ACUÑACIÓN D E U N NUEVO CONCEPTO.
tff'ica. Y, por otra parte, vamos a analizar cuáles fueron los prin- i ~ 6 SURGIO
~ 0 LA SOCIOLOGIA?
cipales cambios sociales acontecidos en este período que nos
El primero en utilizar el término de Sociología fue Augusto Com-
permiten comprender la verdadera significación, tanto de las nue-
Le (1798-1857), después de que él mismo empleara durante un cier-
vas perspectivas que se abrieron, como de la magnitud y alcance
to tiempo la expresión de Física social para referirse a la nueva
del fenómeno de transformación que se produjo.
ciencia.
Para hacernos una idea pertinente de la importancia de estos
La acuñación del término de Sociología por Comte emparentó
cambios, es preciso tener en cuenta que en este período tuvo lugar
fuertemente los primeros balbuceos de esta disciplina con las par-
u n crecimiento desmesurado de la población y un fenómeno para- ticulares concepciones y proyectos comtianos, lo que dio lugar a
lelo de urbanización, que fue rompiendo progresivamente todos que su aceptación fuera bastante limitada en un primer momen-
los equilibrios anteriores campo-ciudad y dando lugar a conti-
to. Incluso en la misma justificación del término -del que Com-
nuos trasvases y desplazamientos masivos de población. A estos
te se lamentará por su carácter híbrido- el recurso a la doble
cambios sociales se unió el surgimiento de nuevas clases socia- genealogía latina (socius) y griega (logos) será explicada como recor-
les, como consecuencia de la nueva configuración del orden eco-
datorio de las ((dosfuentes históricas de donde surge la civiliza-
nómico, en el que la fábrica se fue imponiendo progresiva e irre- ción moderna)).Esta explicación ya revelaba los profundos com-
versiblemente sobre el viejo taller gremial, así como un conjunto ponentes de ((pretensionessintéticas» y de ((proyecto espiritual»
de transformaciones industriales, que fueron una consecuencia que se encontraban implícitos en el proyecto inicial de invención
de la constante innovación tecnológica, alimentada por los nue-
de la nueva ciencia.
vos planteamientos científicos, que dieron lugar a continuos pro-
cesos de especialización laboral y de progresiva divisi6n del tra- Aunque más adelante tendremos ocasión de referirnos con más
bajo. detalle a los planteamientos comtianos, nos interesa subrayar aquí
84 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA LOS ORÍGENES DE LA SOCIOLOGIA 85

que el fuerte componente proyectivo que inspira la obra de Com- te regularizar la acción»'. Es decir, la nueva ciencia en la con-
te -que se pretendía presentar como un nuevo tipo de religión- cepción comtiana no se orientaba a perseguir el saber por el saber,
y su esfuerzo por explicar «positiva» y «científicamente» el cami- como en el modelo de pensamiento clásico, sino que aspiraba a
no hacia la utopía de la «sociedad organizadan, hizo que la per- un conocimiento que hiciera posible la previsión, y que sirviera
cepción social inicial de la Sociología se ligara excesivamente a de guía para la acción.
sus propias ideas sobre este particular. Comte entendía la Socio-
Esta forma de entender la Sociología ha querido ser vista como
logía como una rama del conocimiento en la que estaba implíci-
la principal causa de la fuerte lectura «ideológica» de la que fue
ta, de una manera más o menos conscientemente reconocida, una
objeto desde el primer momento la «Sociología de Comte». Cier-
clara vocación de transformación del orden social, o, como el mis-
tamente la Sociología apareció claramente prefigurada en Comte
mo Comte prefería decir, de «reorganización de la sociedad». De
no sólo como «ciencia de las ciencias)) y culminación de todo el
este componente «reorganizador» van a estar también imbuidos
edificio científico, sino que también fue planteada -al igual que
casi todos los principales padres fundadores de la nueva ciencia,
en otros padres fundadores-, de manera más o menos latente o
respondiendo a cierto espíritu de la época, especialmente sensi-
explícita, como una especie de «ciencia de los remedios» y fuente
bilizado por la «cuestión social» y por la aspiración más general
inspiradora de soZuciones científicas a los problemas sociales.
ii re-encontrar un lugar, una nueva re-ligación social y un papel
pura el hombre, ante el incierto rumbo de las transformaciones No obstante la propia concepción de Comte sobre la Sociolo-
que estaban abriendo vertiginosamente los cambios sociales y eco- gía, debe ser también adecuadamente entendida y matizada para
ndmicos que dieron lugar a la revolución industrial. evitar posibles interpretaciones simplificadoras. En este sentido
hay que tener en cuenta que tal concepción partía de la convic-
Comte, en este sentido, no sólo participaba de una fe en el pro- ción de que las ciencias se hacían positivas y progresaban de acuer-
gr.cso muy típica de su época, sino que veía este proceso inserto do con el «grado de complicación mayor o menor de sus fenóme-
cn una lógica de cambio según la cual, como veremos en el capí- nos, o, en otros términos, de su relación más o menos íntima con
tulo cuatro, el desarrollo de la humanidad se producía conforme el hombre».
a una Iógica que él conceptualizó como la «ley de las tres etapas,
o estadios)): la teológica o ficticia, la metafísica o abstracta y la Por esta razón Comte creía que las ateorías sociales» eran las
científica o positiva, caracterizadas por tres formas distintas de últimas que pasarían del estadio teológico, o del metafísico, al posi-
dar cuenta de los fenómenos. En la primera se explicaban de mane- tivo, dado que éstas se ocupan de los fenómenos «más complica-
ra mágico-religiosa; en la segunda, de forma filosófico-especula- d o s ~ «más
, particulares», «más directos para el hombre» y «que
tiva, y en la tercera, de acuerdo con procedimientos científico-posi- más dependen de todos los demás ». «Sinduda sería imposible con-
tivos. cebir que el espíritu humano se elevara a las ideas positivas sobre
los fenómenos sociales -dirá Comte-sin haber adquirido pre-
Comte creía que, a medida que la humanidad se acercaba al viamente un conocimiento bastante extenso de las leyes funda-
tercer estadio de su evolución y se evidenciaba más notoriamen- mentales de la organización del ser humano. Ahora bien, este cono-
te el doble movimiento de organización y reorganización que impli- cimiento supone, de su parte, el descubrimiento preliminar de las
caba la marcha del proceso de la civilización, la física social, como principales leyes del mundo inorgánico. Y estas últimas, por otro
ciencia positiva, vendría a cumplir una importante tarea: la «de lado -concluirá-, influyen directamente sobre el carácter y las
evitar o al menos mitigar lo más posible las crisis que determina
un desarrollo espontáneo cuando no se ha previsto: En una pala-
bra, en este orden de fenómenos, como en todo otro, la ciencia 1 Augusto Cornte: *Consideraciones fllos6flcas sobre las ciencias y los sabios)),en
-sefíalará Comte- nos lleva a la previsi611, y la previsión permi- Primeros Ensayos. F,C.E., Mkxico, 1977, pAg. 202.
86 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LOS ORÍGENES DE LA SOCIOLOGÍA 87

condiciones de existencia de las sociedades humanas»*. Es decir, estatuto de esta disciplina, unida a la tendencia a cerrarse en cír-
para Comte el desarrollo de la Sociología sólo era posible a par- culos internos de continuo autoanálisis, revela un cierto regusto por
tir del desarrollo de las otras ciencias, lo que, sin duda, puede ser vivir en situaciones de crisis que nos retrotraen a los momentos fun-
visto e interpretado no sólo desde una perspectiva de superioridad, dacionales. Sin embargo, la verdad es que, quizás, una cierta situa-
sino también de dependencia. ción de crisis constituye el contexto necesario en el que esta lla-
El carácter esencialmente finalista que Comte atribuyó a la mada «ciencia de la crisis~4 encuentra los estímulos más importantes
Sociología y su presentación como una doctrina concreta -prácti- para su propia reflexión y desarrollo.
camente como una nueva religión de la humanidad-dio lugar no
No debe olvidarse que fue precisamente en coyunturas de pro-
s6lo a unas expectativas desproporcionadas, sino que también con-
funda crisis social donde surgieron las reflexiones teóricas que hicie-
dicionó de manera importante su aceptación y sus mismas posibi-
ron posible la aparición de esta disciplina y, de hecho, la misma
lidades de desarrollo y evolución.
explicación de lo social, como área temática de estudio especifica
Se comprende, pues, que tras un período marcado por tan al margen de la reflexión sobre el Estado, fue posible en contextos
ambiciosas pretensiones, algunas décadas después de la muerte de sociales cambiantes y fuertemente marcados por la vivencia de expe-
Comte la Sociología se encontrase ya emplazada en una fase de cier- riencias de crisis. La Sociología surgió de «la crisis» y en gran medi-
to «retraimiento utópico)). da encuentra en los contextos de crisis el mejor medio ambiente
para desarrollarse.
En la situación actual de la Sociología se nota aún el reflejo del
fracaso a que se vieron abocados los vigorosos elementos profeti-
ces fundacionales ya mencionados, y que verosímilmente influye-
El periodo de ((ilusiónprofética)) que acompañó al nacimiento ron también de manera importante en la permanente tentación en
de la nueva ciencia no duró mucho tiempo, y ya desde principios que fueron cayendo casi todos los grandes teóricos de la Sociolo-
de este siglo la mayoría de los sociólogos se orientaron por derro- gía de intentar refundar y redescubrir los supuestos básicos y las
teros mucho más prácticos, concretos y parcelados. Como ha subra- orientaciones generales de la disciplina.
yado Franco Ferrarotti, «de la religión del progreso se pasa rápi-
En poco más de un siglo y medio de existencia, puede decirse
damente a indagar y posiblemente a curar la herida de la expirante
que la Sociología ha vivido en un continuo auto-revisarse y refun-
ilusión. El resultado de este cambio de perspectiva es que la Socio-
darse ex novo, con una acusada vocación permanente por aparecer
logia se refleja en sí misma, se preocupa de garantizarse un objeto
como «algo nuevo», como algo que está de moda. Es lo que algu-
específico que la diferencie de las otras ciencias, arriesga olvidar
nos han calificado como el síndrome de la «novedad»de la Socio-
que el objeto de la Sociología no es la Sociología~3.
logía.
La persistente obsesión de una parte de los sociólogos de nues-
tros dias por continuar empeñados en intentar la clarificación del Como más adelante tendremos ocasión de ver con más deta-
lle, esta manera de proceder implica una importante «desviación»
respecto al cumplimiento de los postulados propios del método
científico, ya que, en la medida que muchos de los grandes teó-
Allgi~stoComte: «Plan de trabajos científicamente necesarios para reorganizar la
s o c i c d ~ d »y, «Consideraciones filosóficas sobre las ciencias y los sabios», cn Pritt1ero.s
I:tl.srr.vo.s,o/?.cit., págs. 1 1 1 y 202-203.
.' Franco Fcrrarotti: El pensamiento sociológico. De Augusto Comtr u Mux t h r k - 4 Tom B. Bottomorc: La Sociología como cr{t.lllcusocial, Pcnfnnula, Barcelona, 1976,
heinirr. Penlnsulu, Barcelona, 1975, p8g. 25. p6g. 6.
I ~ Q C I Q L ~ C ~ I UNA
C ' A :INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOGÍA

rfcon de Ir Soclalagla han pretendido partir prácticamente de que se emplea ahora para guiar e interpretar la investigación bio-
cera, la tarea uoclol6gica no siempre se ha inscrito adecuadamente lógican5.
en las perspectivas de ese tipo de trabajo acumulativo, continua-
En ocasiones, parece como si el reloj del tiempo se hubiera para-
do y paciente que dcbe caracterizar el verdadero quehacer cien-
do para un cierto número de sociólogos, dando lugar a que los aná-
tífico.
lisis de los sociólogos actuales y pasados sean mezcla-S y combi-
Para los observadores externos que se han formado en el cam- nados sin mayores dificultades, como si las sociedades de hace más
po de otras disciplinas científicas hay muchas formas de compor- de un siglo y las actuales presentaran los mismos perfiles e idénti-
tamiento habitual de los sociólogos que llaman poderosamente la cos problemas. Lo que da lugar a un complejo y peculiar tratamiento
atención. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la permanente de la noción del tiempo, de los marcos temporales, en el desarrollo
tendencia a «intentar formular grandes síntesis» teóricas y «gran- de muchos trabajos sociológicos.
des explicaciones globales»,o con la poca atención a un seguimiento
adecuado de los trabajos sociológicos en áreas temáticas concretas, La tendencia al solapamiento de planos temporales y analíticos
o con la «extraña»costumbre científica de considerar prácticamente tiene importantes consecuencias prácticas: entre otras las conecta-
vigentes y actuales -aún hoy en día los textos de los «grandes das con las dificultades para que se establezca un neto predominio
padres fundadores de la Sociología», etc. en el campo de la Sociología de un «paradigma científico» en el sen-
tido señalado por Thomas Kuhn6, así como todas aquellas que hacen
Especialmente, la tendencia de muchos sociólogos a ser poliva-
referencia a la misma clarificación en la delimitación de los dife-
lentes y «especialistas» en casi todas las principales áreas temáti-
rentes campos de especialización.
cas y a ser igualmente expertos y conocedores de toda la historia
de la Sociología, constituye una llamativa curiosidad en el mundo Uno de los efectos principales que produce la tendencia al solapa-
cien tífico de nuestros días. miento teórico temporal es el de dar una apariencia de ((vitalidad
Precisamente, debido a esta forma de proceder, apenas se ha asombrosa))a algunas teorías sociológicas, y de significativa intem-
producido un desarrollo autónomo y diferenciado entre la teoría poralidad a la historia del pensamiento sociológico, en general. «El
sociológica y lo que es su propia historia. Así, con harta frecuen- mero hecho de que una persona -se dirá- estudie aportaciones
cia, los planteamientos teóricos de los sociólogos del hoy y del ayer pretéritas no hace de ella un historiador, Marx, Max Weber o Mead
suelen ser desarrollados, y enseñados en su caso, de una manera pueden estudiarse como si fueran contemporáneos. En consecuen-
difícilmente inteligible, y asumible, desde otros campos del queha- cia, lo que temáticamente se define como historia de la Sociología
cer científico. ¿Qué se pensaría en nuestros días si, en cualquier resulta bastante heterogéneon7.
disciplina científica, a los estudiantes se les empezara por hacer
estudiar cronológicamente todas las teorías que progresivamente
han sido superadas y asumidas por descubrimientos científicos pos- Robert Merton: Teoría y estructura sociales. F.C.E.,México, 1964, pág. 14.
teriores? 6 Thomas S. Kuhn: La estructura de las revoluciones científicas. F.C.E., México,
1971. No obstante, debe tenerse en cuenta -tal como tendremos ocasión de anali-
Como ha subrayado Merton, la «confusión,atractiva pero fatal, zar con más detalle en el capitulo 1 1 - que la significación sobre el propio carácter
de la teoría sociológica utilizable con la historia de la teoría socio- monoparadigmático de las ciencias sociales ha sido objeto de una viva consideración
lógica, debió haberse disipado hace mucho tiempo reconociendo crltica. Vid., por ejemplo, sobre este tcma, Cornelia J. Lammers: «Mono and poly-
sus muy diferentes funciones. Después de todo, las escuelas de paradigmatic developments in natural and social sciences., en Richard Whitley (ed.):
Social processes of scientific development. Routledge & Kegan Paul, Londres, 1974,
Medicina -dirá- no confunden la historia de la medicina con págs. 123-147.
los conocimientos médicos actuales, ni los departamentos de Bio- 7 Jerzy Szacki: *Reflexiones eobrc la hlrtoria de la Saclologla*, Revista Interna-
logfa identifican la historia de la biologfa con la teorfa viable cional de Ciencias Sociales, vol. XXXIIl, n," 2, 1981, pAyw, 275-276.
90 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA LOS OJXÍGENES D E LA SOCIOLOGÍA 91

La frecuencia con la que en los libros sociológicos se encuen- eclecticismo y el uso de una variedad de teorías de alcance medio.
tran referencias o citas en presente de autores fallecidos hace bas- Pero en una perspectiva más amplia como es el caso, y como creo
tante tiempo, puede ser descrito -parangonando el título de un que será durante bastante tiempo -concluirá Coser-, el recurso a
conocido libro- en términos de señalar que estos autores son tra- los clásicos continuará siendo necesario^^.
tados, con harta frecuencia, como si fueran «nuestros contempo-
1-6neosprimitivos». En conclusión, podemos decir que la tendencia al solapamien-
to de planos temporales producidos en el desarrollo de la Sociolo-
Quizás tengan razón los que, con cierta sorna, señalan que lo gía ha estado fuertemente marcado por las dificultades de efectuar
quc ocurre con las teorías sociológicas, en el actual nivel de desa- un trabajo científico realmente acumulativo y, a la vez, rigurosa-
rrollo científico de esta disciplina, es que nunca mueren del todo, mente innovador, debido a causas muy complejas y diversas.
sino que «entran en coma» y por lo tanto pueden ser «reactualiza-
El inadecuado tratamiento de los conocimientos teóricos
das» o adeshibernadasn en cualquier momentog.
históricamente formulados y el insuficiente desarrollo de prácticas
Esta forma de «utilización»de las teorías sociológicas ha inten- de trabajo acumulativo, forman parte de un mismo haz de supues-
trido ser explicada, en ocasiones, en función de las propias singu- tos en el que parecen permanecer atrapados buen número de soció-
laridades que se producen en la aplicación del método científico al logos, simultáneamente deseosos de encontrar nuevas bases para
campo temático de la Sociología. Tales singularidades, a veces, han un desarrollo más eficaz y rápido de esta disciplina, y a la vez celo-
llevado a reivindicar un carácter «inspirador»y ~ s u g e r i d o rde
~ las samente inclinados a preservar y «presentar»el conjunto de «cor-
uportaciones de los clásicos, en general, al tiempo que la necesidad pus teóricos y adquiridos» como el mejor exponente de la entidad
de considerar tal tipo de aportaciones se justificarán también en adquirida por la Sociología, y como una clara ejemplificación mate-
virtud de la poca idoneidad de la Sociología, en su actual nivel de rial de los contornos de su propio campo de trabajo.
desarrollo, para lograr «recoger acumulativamente» lo que pueden
De hecho, en los libros de texto de Sociología y en la práctica
tener de valiosas las diferentes teorías de los clásicos.
cotidiana de la enseñanza de esta disciplina, el habitual recurso a
Como ha señalado Lewis A. Coser: «Si la Sociología fuera una los textos clásicos de los «padres fundadores» evidencia que los mis-
disciplina tan acumulativa, por ejemplo, como la Física, no sería mos profesores de Sociología tienden a considerar que la realidad
tan necesario para la práctica de los sociólogos estudiar a los clá- presente de esta materia está constituida también por su breve his-
sicos. Sus descubrimientos más significativos se encontrarían en su toria, y que, por lo tanto, los alumnos pueden continuar obtenien-
totalidad incorporados en el conocimiento recogido en los libros de do conocimientos provechosos a partir de la enseñanza de los auto-
texto utilizados. Por ello no es necesario para los físicos leer a New- res «clásicos».
ton. Pero tal tipo de acumulación aún no se ha producido en la
Sin embargo, cuando esta tendencia se lleva al extremo, se pue-
Sociología; e incluso es legítimo mantener dudas sobre la posibili-
de caer en una obsesión por la defensa del estatuto de la discipli-
dad de que pueda ocurrir tal cosa en un futuro previsible, o inclu-
na, que en términos etológicos podíamos calificar, casi, como de
so a más largo plazo. De esta manera, el recurso a una variedad de angustiosa defensa de un territorio propio. Este fuerte sentido de
esquemas teóricos, coordinados solamente de forma imperfecta, pue-
territorialidad ha llevado a que -al igual que ocurre en otras cien-
de terminar convirtiéndose en una virtud positiva. La estrategia más
cias sociales- se intenten establecer los principales marcos de expli-
productiva para un futuro previsible parece que es la de un cierto

Y Lewis A. Coser: nThe uses of claaalcal uoclologlcal t h e o r y ~ ,en Buford Rhea


"om Bottomore y Robert Nisbet (eds.):A history of socl«lo#lcal ana1vsi.s. Hcine- (ed.):The / h u r e o/'the .sociological classics. George Allen & Unwln, Londres, 1981, págs.
munn, Londres, 1979, p6g. IX. 181-182.
92 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA LOS ORÍGENESDE LA SOCIOLOGÍA 93

cación y justificación de la Sociología dentro de círculos de refe- científico concreto y práctico capaz de ocuparse de los verdaderos
rencia cerrados, en los que, como decíamos antes, el objeto de la problemas de la sociedad.
investigación y el sujeto investigador tienden no soló a mezclarse,
sino incluso a confundirse.
Y el tema aún se complica más, en la medida en que un sector
de la Sociología actual todavía ocupa buena parte de su tiempo y Frecuentemente la valoración sobre el grado de desarrollo actual
de sus esfuerzos en disputas terminológicas y en complejos esfuer- de la Sociología en comparación con otras ciencias es matizada a
zos de depuración conceptual que no parecen alcanzar fin. Como partir de la consideración de que lo fundamental en estas diferen-
ha subrayado Nisbet, «algunos sociólogos llegan al extremo de afir- cias no está sino en la mayor juventud de la Sociología. Sin embar-
mar que hasta que no hayamos depurado y pulido nuestros con- go, la datación histórica de la Sociología no es una cuestión abso-
ceptos, haciéndolos etimológicamente puros y exentos de toda fal- lutamente exenta de controversia. Así, por ejemplo, hay quienes,
ta de lógica, no podremos llevar adelante nuestra auténtica misión como Homans, consideran que la Sociología «noes de ningún modo
que es el estudio del comportamiento social». tan joven, si comienza con Aristóteles-dirá- es prácticamente tan
« A este error -añadirá Nisbet-sólo puedo responder limitán- vieja como la física»12.
dome a citar lo que el gran científico Wolfgang Kohler declaró refi- Aunque la explicación sobre el menor desarrollo de la Sociolo-
riéndose a este tema. Si Galileo y Newton y las otras figuras pio- gía, para Homans, radica en la «naturaleza de la interpretación»,
neras de la Física moderna hubieran sentido una gran preocupación tal como tendremos ocasión de ver más adelante, lo cierto es que
etimol6gica por la pureza de sus conceptos sobre la gravedad y la esta cuestión no resulta ociosa de cara al hilo general de nuestra
energía, en lugar de seguir adelante de un modo pragmáticamente argumentación.
ingenuo y felizmente despreocupado como lo hicieron, la Física nun-
ca habria llegado a ser una ciencia. A lo cual puede añadirse la afir- La antigüedad de «la observación y la reflexión sobre la socie-
mación de que ni la Zoología, ni la Botánica, ni la Geología empe- dad» ha querido ser situada por algunos autores en los mismos orí-
zaron a ser ciencias a partir de unas definiciones correctas y genes de la civilización occidental; «existe en Occidente, desde la
adecuadas de las plantas y los animales~lo. época griega -se dirá-, una línea quebrada, extraviada a veces,
pero recobrada más tarde, de pensadores e intelectuales, que, en
En definitiva, frente a la obsesión por definiciones conceptua- discusión los unos con los otros y con la historia que les tocó vivir,
les y frente a una frustrante conciencia critica que alimenta sus difi- fueron acumulando un conjunto de generalizaciones empíricas y de
cultades, no se puede responder con la célebre «boutade» de que explicaciones acerca de la sociedadn13.
los sociólogos en lo único que están de acuerdo es en la dificultad
de dar una definición de la Sociología1 l. Más bien al contrario, hay Sin embargo, lo que hay que preguntarse es si todas esas reflexio-
que sustituir las estériles reflexiones pesimistas y los comporta- nes sobre lo social se produjeron de una manera específica y dife-
mientos científicos poco maduros, por unos enfoques más prácti-
cos y aplicados. 0, para decirlo de otra manera, hay que reempla-
zar la atención a la Sociología como problerria, por un quehacer l 2 George C. Homans: La naturalezu de la ciencia social. Eudeba, Buenos Aires,
1970, pág. 16. No obstante, en esta presuncibn de que la Sociología, como la Física,
comienza con Aristóteles, al menos habrta que tener en cuenta que, de acuerdo con
csta lógica, los ortgenes de la Ftsica habrfa que remontarlos a las antiguas civilizacio-
l0 Robert A. Nisbet: El vinculo social. Vicens Vives, Barcelona, 1975, pág. 14. iies asirias, babilónicas y egipcias, de donde se trunnmltib a los filbsofos pre-socráti-
" R. Aron: Dieciocho lecciones sobre la sociedad industríal, Selx Barral, Barcelona, cos.
1965, p8g. 15. l 3 Vtctor PCrez Dlar.: Introduccidn a la Socioloula, Allanxi, Madrid, IYRO, p8g. 106.
LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LOS OR~GENESD E LA SOCIOLOGÍA 95

renciada respecto a otras ramas del saber. Es decir, lo que hay que un tiempo y modo de nacimiento completamente «ex novo», en un
precisar es cuándo se autonomizó la atención a lo social de los ámbi- momento preciso y súbito, felizmente coincidente con la acuñación
tos de lo político, de lo moral y de lo religioso, y cuándo, a su vez, de este término por Augusto Comte en 1839.
se produjo un enfoque analítico en este área de conocimiento orien- De hecho, el mismo Comte, cuando presentó públicamente este
tado por metodologías que puedan ser calificadas realmente como nuevo término, no hizo otra cosa - y no sin cierto pudor- que bus-
científicas. car una nueva palabra para referirse a la nueva ciencia que con el
Si el arranque inmediato de las ciencias físicas modernas lo nombre de Física Social venia postulando desde sus escritos de 1822
situamos en Galileo o en Newton en el siglo XVII, la cuestión sobre y 1825. Así en su Plan de trabajos científicos necesarios para reorga-
la «juventud»de la Sociología debe ser planteada, comparativamente, nizar la sociedad, que data de 1822, ya planteó Comte la necesidad
preguntándonos cuándo se produjo en Sociología un «arranque» de una ciencia positiva de lo social, o lo que es lo mismo, «la nece-
homologable al que supusieron los planteamientos de un Galileo, o sidad -dirá- de contemplar la ciencia política como una física par-
un Newton, tanto en lo que hace a los enfoques metodológicos como ticular, fundada sobre la observación directa de los fenómenos rela-
U sus planteamientos teóricos generales. tivos al desarrollo colectivo de la especie humana, teniendo por
objeto la coordinación del pasado social y por resultado la deter-
Como el mismo Popper recordará, el mero interés en un cam- minación del sistema que la marcha de la civilización tiende hoy a
po determinado de la realidad no es condición suficiente para el producir. Evidentemente -concluirá afirmando el joven Comte-
desai.rollo de un área de conocimiento científico específico. «El
esta física social es tan positiva como cualquier otra ciencia de la
intci'ds científico por las cuestiones sociales y políticas -dirá Pop- observación»l5.
pcr- no es menos antiguo que el interés científico por la cosmo-
logla y la física; y hubo períodos de la antigüedad (estoy pensan- Más claramente en sus Consideraciones filosóficas sobre las cien-
do en la teoría política de Platón y en la colección de constituciones cias y los sabios, en 1825, desarrollará Comte uno de sus más conoci-
de Aristóteles) en los que podía parecer que la ciencia de la socie- dos argumentos, refiriendo «como poseemos ahora una física celes-
dad iba a avanzar más que la ciencia de la naturaleza. Pero con te, una física terrestre y una física animal. Nos falta todavía -dirá-
Galileo y Newton la física hizo avances inesperados, sobrepasando una última: la física social, para que el sistema de nuestros conoci-
de le.jos a todas las otras ciencias; y desde el tiempo de Pasteur, el mientos naturales esté completo. Una vez cumplida esta condición,
Galileo de la biología, las ciencias biológicas han avanzado casi mediante un resumen general de todas nuestras diversas nociones,
tanto. Pero las ciencias sociales -concluirá- no parecen haber podremos construir al fin una verdadera filosofía positiva, capaz de
encontrado aún su Galileo»14.En este sentido, pues, es en el que satisfacer todas las necesidades de nuestra inteligencia: en este mis-
hay que reconocer que la Sociología se encuentra en una situación mo momento, el pensamiento humano no se verá ya obligado sobre
de menor desarrollo, o si queremos decirlo de otra manera, de mayor punto ninguno a recurrir al método teológico o al metafísico, y éstos,
juventud como ciencia. al haber perdido su utilidad última, no tendrán ya sino una exis-
tencia histórica. En una palabra, el género humano habrá termina-
Sin embargo, la datación precisa de los inicios de la Sociología do por entero su educación intelectual y podrá seguir directamente
no puede ser objeto de una interpretación absolutamente lineal y su destino definitivo en adelante»'6.
clara. Pese a algunas presentaciones simplificadas que con fre-
cuencia se hacen, hay que tener en cuenta que la Sociología no tuvo
~ ~ u g u s Comte:
to «Plan de trabajos cientfficox necesarios para reorganizar la so-
cicdadn, en Primeros Ensayos, op. cit., ptíg. 174.
l 4 Karl R . Popper: La miseria del historicismo. Alianza-Taurur, Madrid, 1973, '6 Augusto Comte: ~Consideracioneafllor6Hcrr robra lar ciencias y los sabios)),en
pdg. 15. Primeros Ensayos, op. cit., ptígs. 200-20 1 ,
96 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

En coherencia con tales planteamientos la ((físicasocial» fue des- se ocupó la Sociología, bastante antes de que Comte diera nombre
crita por Comte como «la ciencia que tiene como objeto propio el a la nueva ciencia, aunque, lógicamente, con unos enfoques bas-
estudio de los fenómenos sociales, considerados con el mismo espí- tante diferentes21.
ritu que los fenómenos astronómicos, físicos, químicos y fisiológi- Previamente al desarrollo del método científico, los fenómenos
cos, es decir, como sujetos a leyes naturales invariables, cuyo des- sociales habían sido objeto de una atención fragmentada, a partir
cubrimiento es el fin especial de sus investigaciones»17.Aunque la de enfoques básicamente reflexivos o meramente enunciativos.
palabra Sociología ya había sido utilizada por ' ~ o m t een carta a Pero lo cierto es que, antes de que se pusiera nombre a la nueva
Valat en diciembre de 182418,lo cierto es que su empleo público ciencia, bastantes autores prestaron atención a las diferentes for-
definitivo en 1839 bien poco añadió a estos planteamientos de fon- mas de organización social, a las distintas costumbres sociales, a
do, y sólo fue justificada como una forma de evitar, según indicó los conflictos sociales, a los grupos... Reflexiones y consideracio-
Comte, la confusión surgida a causa del uso del término Física Social iies sobre estas cuestiones pueden encontrarse en los escritos de
por determinadas personas, como Quetelet, para intitular algunos Aristóteles, en los relatos de viajes de Herodoto, en los plantea-
de sus estudios meramente estadísticos y carentes de cualquier pro- mientos socio-históricos de Ib Jaldun ya en el siglo xv, y en gene-
yección teórica y científica. i.al en Hobbes, en Spinoza, en Leibniz, en Fichte, en Montesquieu,
En cualquier caso, lo cierto es que la invención del término cn los fisiócratas y en economistas como Adam Ferguson y Adam
«sociología»en un momento histórico determinado no implica, ni Smith. Pero en todas estas aproximaciones faltaba una sistemáti-
que antes de este evento no se desarrollasen enfoques propiamen- ca propia, una definición clara de un objeto de estudio específico
te sociológicos, ni que todo lo que se hizo después bajo este rótulo y, en la mayor parte de los casos, los enfoques que caracterizan el
merezca tal nombre. método científico.
La cuestión de cuánto tiempo llevamos los hombres haciendo En este sentido es en el que podemos decir que el surgimiento
SOCIOLOGÍAsin utilizar esta palabra continúa siendo, pues, un previo de la ciencia moderna fue el frontispicio a partir del que se
asunto bastante controvertido, no faltando, como hemos visto, los desarrollaron varias ciencias sociales y, entre ellas, la Sociología.
que piensan que «los precursores de la teoría sociológica^ pueden Una muestra clara de esta ligazón la tenemos en el mismo hecho
ser considerados «tan viejos como la misma civilización»l9. de que, durante varios años, Saint Simon, Augusto Comte y otros
En cualquier caso, la Sociología, como toda nueva rama del sa- unalistas sociales se refirieron a la nueva ciencia con el nombre de
ber, no surgió de la nada, sin antecedentes ni influencias previas. Flsica Social; nombre que se siguió utilizando hasta que la nueva
Los enfoques precursores de la Sociología, o la « p r e - ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~expresión Í ~ » de 2 Sociología
0 acabó siendo aceptada.
como prefiere decir Gurvitch, pueden ser rastreados, como veremos El desarrollo de los enfoques propios del método científico dio
en el próximo capítulo, en varias instancias concretas, desde las que lugar, así, a nuevas formas de estudio de lo que acontecía en la esfe-
se produjo una atención a la problemática de la que ulteriormente ra de la sociedad. Pero esto tampoco fue por sí solo suficiente, ya
que la sociedad, como todos sabemos, es un mosaico sumamente
complejo de elementos y factores que son objeto de la atención de
diferentes ciencias sociales. Por ello, para que surgiera la Sociolo-
l 7 Ibíd., pág. 201.
18 Vid. Theodor W. Adorno y Max Horkheimer: La sociedad. Editorial Proteo, Bue-
gfa de una manera plena, fue necesaria una delimitación clara de
nos Aires, 1960, pág. 9.
' 9 Lewis S. A. Coser y Bernard Rosemberg (eds.): Sociological Theov. MacMillan,
NcwYork, 1976, pág. 1 .
20 George Gurvitch: «Breve reseria de la historia de la Soclolagfan, en 7htado de 21 Salustiano del Campo Urbano: La Sociologla clrntf/lca morkrna. Instituto de Estu-
Sociología. Kapelusz, Buenos Aires, 1962, pág. 3 1. dlon Polftlcos, Madrid, 1969, pAge. 63-64.
98 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UN A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA LOS ORÍGENES DE LA SOCIOLOGIA 99

un objeto específico de estudio en el ámbito global de todas las rela- como ciencia fueron allanadas, en consecuencia, a partir del hori-
ciones que tienen lugar en el ámbito de la Sociedad. zonte de atenciones que la «sociedad»como nuevo ámbito de refe-
El paso fundamental para la delimitación de este campo propio rencia mereció inicialmente a diversos grupos de estudiosos, inspi-
de estudio, se dio con la diferenciación entre las esferas de lo polí- rados por la nueva cultura y la nueva mentalidad burguesa.
tico y de lo social, o lo que es lo mismo, con el descubrimiento de Sin embargo, la realidad es que inicialmente, como ya hemos
la realidad de la «sociedad civil». La definición de un ámbito pro- señalado, la acuñación del término de «Sociología»por Augusto Com-
pio de la «sociedad civil», permitió situar varios trabajos de algu- te condicionó de manera importante durante algunos años la «pre-
nos «precursores»en unas perspectivas muy próximas a los prime- sentación en sociedad» de esta disciplina, vinculándola en exceso a
ros análisis propiamente sociológicos. las propias concepciones específicas de Comte y sus discípulos. Lo
Un segundo paso importante en la aproximación hacia un enfo- que supuso una significativa dificultad inicial para un entendi-
que científico en el estudio de lo social, se dio cuando se empezó a miento más inclusivo y más neutro -en sentido científico- de la
analizar la «sociedad civil» al margen de los criterios de «debe ser»; Sociología. Esta excesiva «vinculación» explica en buena medida
cs decir, como parte de una «realidad dada» que tenía que ser con- que otros grandes pensadores sociales rechazaran inicialmente para
templada con objetividad, a partir de una visión «desencantada»de su misma obra el calificativo de Sociología. Es sabido, por ejem-
lu realidad. plo, que Carlos Marx tenía una pobre idea de Comte y de «su Socio-
l o g í a ~ ~y3 ,que el mismo Durkheim, a quien debemos considerar
El ((descubrimiento de la realidad de la sociedad civil» es un como el verdadero «divulgador» de la Sociología en su sentido
fcn6meno cuya adecuada significación no se puede entender si no actual, no dudó en calificar esta expresión como un verdadero «bar-
en en un preciso contexto histórico, directamente relacionado con barismo ».
la emergencia de nuevas clases sociales y nuevas formas de orga-
nización social y económica. Como han subrayado Adorno y Hork- Las dudas, recelos, parcialidades y hasta los mismos rechazos
heimer, el mismo concepto de «sociedad»fue formulado sólo duran- con que fue acogido inicialmente este término, junto a las dificul-
te el ascenso de la burguesía moderna, como concepto de la tades para encontrar una definición suficientemente compartida de
verdadera «sociedad»en oposición a la «Corte».Es -concluirán- la Sociología, deben considerarse como datos importantes de esta
«un concepto del tercer Estado&. situación. Incluso, en nuestros propios días, cuando ya se ha pro-
De esta manera, pues, la propia delimitación de una esfera
conceptual específica para el ámbito de la sociedad, de la mano de
la emergencia de nuevos e influyentes grupos sociales, debe consi- 23 Primero fue a causa del desconocimiento y luego debido a la opinión negativa
derarse como uno de los requisitos previos más importantes para qiie Marx tenía sobre la obra de Comte; pero lo cierto es que, pese a la orientación gene-
la cristalización de un nuevo campo temático de la suficiente enti- ral de su obra, Marx nunca llegó a utilizar la expresión «Sociología». En esta actitud
de Marx hacia Comte hay que diferenciar claramente dos aspectos: en primer lugar la
dad como para requerir el concurso de una nueva rama del saber. liostilidad que Marx sentía hacia los discípulos de Comte, debido a que «querían con-
De ahí, que la comprensión del proceso intelectual que condujo a vertir el positivismo en la filosofía del movimiento obrero»; es decir, en Marx había una
la aparición de la Sociología no pueda divorciarse del complejo con- iictitud inicial contraria al «positivismo» en cuanto ((ideologíaconcreta». En segundo
texto de referencias históricas asociadas a la emergencia de la socie- lugar, Marx, aunque reconoció el éxito de la obra de Comte, debido -dirá- a su ((méto-
dad burguesa. Las posibilidades de nacimiento de la Sociología do de síntesis enciclopédica», no lo valor6 de manera decisiva. Así, en la primera edi-
ci6n del libro primero de El Capital, llegara a decir que en comparación con la Enci-
clopedia de Hegel, la sfntesis de Comte es un trabajo de un escolar, de importancia
local» (C. Marx: El Capital, Libro Primero. Siglo XXI, Mudrid, 1975, piíg. 1065. Sobre
este tema vid. tambien Tom Bottomore y M. Rubel: Karl Marx. Sociologfa y Filosofia
22 Theodor W. Adorno y M. Horkheimer: La soclrdad, op, cll,, pAgn. 24-25. soc.ial. Pcnlnsulu, Barcelona, 1968, ptígs. 27-28).
100 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

ducido una importante consolidación científica, social y académi-


ca de la Sociología, no faltan los que creen que si todavía se conti-
núa utilizando esta palabra es «porque no ha habido oportunidad
de sustituirla por otro término más apropiado»24. 1) Describir las características del contexto histórico en que
surgió la Sociología.
En suma, pues, la cuestión concerniente a la datación de los orí-
genes de la Sociología -tanto en cuanto expresión terminológica 2) ¿Cuáles fueron los principales cambios culturales, políticos
como en cuanto rama específica del saber científico-debe ser con- y económicos que hicieron posible el desarrollo de una cien-
siderada, de momento, a partir de estas importantes matizaciones, cia de lo social?
que permiten situar la ((invencióndel término de «Sociología»en
sus justos y exactos términos. Para decirlo más claramente, la «inven- 3) Reflexionar sobre la forma en que un contexto de crisis pue-
ción» de la palabra, aunque contribuyó a abrir un nuevo camino, de estimular la reflexión sobre lo social.
no supuso sin más el nacimiento real de una nueva ciencia que mere- 4) ¿Quién fue el primero que utilizó la expresión Sociología?
ciera estrictamente dicho nombre. {Cuáles son las raíces etimológicas de esta expresión?
5) ¿Por qué razón Comte empezó utilizando la expresión «fí-
sica social» para referirse a la nueva ciencia que propug-
naba?
6) ¿Cuáles fueron las primeras reacciones ante la expresión
Sociología? ¿Y ante los planteamientos específicos de Augus-
to Comte?
7) ¿En qué aspecto complementaba la Sociología a otras ramas
del saber desarrolladas anteriormente?
8) ¿Por qué razón existe una cierta tendencia a considerar in-
temporalmente las aportaciones de los teóricos de la Socio-
logía?
9) ¿Se puede hablar con propiedad de una pre-Sociología? ¿Por
qué?
10) Analizar algunas de las consecuencias derivadas de la mayor
«juventud»de la Sociología en relación a otras disciplinas
científicas.
11) ¿De qué manera se hizo posible una atención especifica a
un campo de estudio de lo social? ¿Qué papel desempeñó el
descubrimiento del concepto de usociedad civil))?
24 Anthony Giddens: Central problems in social thraty, MrcMlllrn, Londres, 1979, 12) En los terminos más sencillos den que consiste básicamen-
pAg. 242. te la Sociología?
102 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

13) Reflexionar sobre el contraste existente entre las grandes


pretensiones de los primeros sociólogos y las dificultades
ulteriores para el desarrollo de esta disciplina.
14) Valorar las opiniones y razones de quienes hablan de una
crisis actual de la Sociología.
15) ¿Qué papel deben tener en el trabajo de los sociólogos los
esfuerzos por las definiciones conceptuales?

EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGIA:
LOS PADRES FUNDADORES
En el horizonte histórico del siglo XIX se dieron en Europa, como
ya hemos explicado, un conjunto de circunstancias sociales, econó-
inicas, políticas e intelectuales que hicieron posible el surgimiento y
desarrollo de la Sociología como disciplina autónoma, con unos per-
files propios y diferenciados de otras ciencias.
La aparición de la Sociología se produjo a partir de un contexto
social concreto y de una creciente demanda de atención a lo social,
pero también, en el ámbito de una evolución específica del pensa-
miento social cuyos antecedentes es preciso valorar en sus justos tér-
minos. Precisamente a partir de la estela de influencias de este pen-
samiento social, varios grandes teóricos del siglo XIX pusieron las
bases para el desarrollo de la nueva ciencia: Saint-Simon fue el pre-
cursor; Augusto Comte fue el padre de la Sociología, al que debemos
la acuñación de este término;
Emilio Durkheim desarrolló enfoques de estudio e investigación
que dieron un verdadero estatuto científico a la nueva disciplina; y
finalmente Carlos Marx y Max Weber contribuyeron, con su gran
capacidad analítica, al desarrollo de las bases teóricas de la nueva
ciencia de lo social. Este reducido grupo de personas conforman el
núcleo básico de lo que generalmente se conoce como padres fun-
dadores de la Sociología. U n grupo en el que en ocasiones se inclu-
yen también los nombres de otros teóricos relevantes, como Sim-
mel, Spencer, Pareto, etc., que deben situarse en un contexto
intelectual más amplio, como el que se recoge, por ejemplo, en el
esquema n." 1.
La influencia de los padres fundadores en la Sociología actual conti-
núa siendo muy considerable, por lo que su estudio resulta útil para
conocer la historia de esta disciplina y para saber cómo operan en
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOG~A:LOS PADRES FUNDADORES 107

la actualidad, y bajo qué influencias, buena parte de los sociólogos


de nuestros días. El hecho de que muchos de los problemas que plan-
,--.
m
tearon los padres fundadores continúen vigentes, no deja de ser algo
paradójico que diferencia a la Sociología de otras ciencias, que han
" 'm
cvolucionado por lo general bajo la influencia de una gran figura
4
(Galileo, Newton, Einstein, etc.). La especial configuración plural de
la Sociología obedece a otras razones, que estudiamos en otro lugar.
Pero la vigencia de diversos enfoques de los fundadores se debe bási-
camente a tres razones: en primer lugar, a la gran estatura intelec-
tual de algunos de estos pensadores; en segundo lugar, al insuficiente
grado de desarrollo de la Sociología durante el ultimo siglo, y en ter-
cer lugar, a la actualidad de muchos de los problemas sociales que
preocuparon a estos autores. Entre estos problemas estaban los efec-
tos de la división del trabajo, el conflicto y el consenso social, la alie-
nación en el trabajo, las clases sociales, las conductas sociales y los
mecanismos de conformación social, la burocracia, etc. La mayor
parte de estas cuestiones eran los problemas de la sociedad indus-
trial y su actualidad se explica en gran parte debido a la permanencia
de este tipo de Sociedad. Quizá habrá que esperar a la emergencia
plena de un nuevo modelo de sociedad postindustrial para que pue-
da surgir una nueva generación de grandes pensadores sociales que
cambien el foco de atención de los problemas y los enfoque teóricos,
haciendo posible que la Sociología entre en una nueva etapa de
desarrollo en la que se supere la actual confusión y coincidencia entre
lo que es la historia del pensamiento sociológico y su realidad actual.
Sin embargo, hoy por hoy, el conocimiento del pensamiento de los
padres fundadores continúa siendo imprescindible para comprender
qué es la Sociología. En este tema estudiaremos, por tanto, los ante-
cedentes de la Sociología y las principales aportaciones de los cinco
grandes padres fundadores: Saint-Simon, Comte, Durkheim, Marx y
Weber.

Desde una perspectiva muy general los antecedentes de la Sociolo-


gía pueden encontrarse en una multitud de instancias concretas, a
lo largo de la historia del pensamiento, en todos los intentos por inda-
gar en los problemas de la sociedad, desdc el punto de vista de la
historia, de la política, de la f'ilosofta,de la economía, ctc.
108 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 109

La misma pretensión de Comte de entender la Sociología como mente en el influjo que ejercieron figuras como Arquímedes en algu-
«la culminación de todo el pasado intelectual de la humanidad» nos de los prohombres del Renacimiento, en la perspectiva de lograr
conectó originariamente a esta disciplina con una amplia tradición una síntesis entre la experimentación y las matemáticas.
de pensamiento acumulado, al que ya nos hemos referido en el capí-
Entre los antecedentes más inmediatos de la Sociología, deben
tulo anterior y del que ahora vamos a ocuparnos con más detalle.
citarse las influencias ejercidas desde el ámbito de la Filosofía
De una manera específica, Gurvitch -como ya vimos- se refi- de la historia, desde el pensamiento racionalista y desde la Eco-
rió a la existencia de «unapresociología en los filósofos sociales que nomía.
conceden gran importancia a la observación empírica desinteresa-
da de la realidad social»l. Las primeras aportaciones fundamentales a partir de enfoques de
la filosofía de la historia fueron debidas al historiador y filosofo ára-
Sin embargo, no puede decirse en propiedad que en estos enfo- be Ib Jaldun (1332-1406))que realizó estudios comparativos sobre
ques (cpre-sociológicos~~ se diera un grado suficiente de atención a las diversas culturas mediterráneas, y, sobre todo, a Juan Bautista
iin objeto de estudio específico delimitado, ni unas orientaciones Vico (1668-1744) y a Montesquieu (1689-1755).
metodológicas adecuadas como para hablar de un primer germen
dc la nueva ciencia. Se trataba simplemente de unos antecedentes Vico intentó establecer una teoría de la evolución cíclica de la
~ L I contribuyeron
C en cierto sentido a abrir el camino que hizo posi- historia que impresionó vivamente a Augusto Comte, por su parale-
blc cl desarrollo posterior de la Sociología. lismo con su propia teoría de los tres estadios. Comte llegó a lamen-
tarse por no haber conocido la obra de Vico antes que fraguar su
Uno de los más remotos antecedentes que es necesario consi-
propio pensamiento.
derar nos remite a la Grecia clásica. Martindale, por ejemplo, con-
sidera que el «mayor acercamiento a la ciencia social en la filoso- No obstante, la influencia más reputada desde este campo se
1'hgriega fue el de los sofistas)),ya que ala sofística se convirtió en atribuye generalmente a Montesquieu, quien en sus obras El espíri-
cierto modo en una filosofía que estudiaba al hombre como ser tu de las leyes (1748), las Cartas persas (1721) y Consideraciones sobre
social en función de la lengua, religión, arte, literatura y política)?. las causas de la grandeza y decadencia de Roma (1734), estudió y com-
Los antecedentes más específicos podemos encontrarlos en las paró diversas instituciones y procesos sociales, sentando las bases
obras históricas de Herodoto, que contienen descripciones muy del enfoque de las tipologías ideales.
detalladas sobre costumbres y usos sociales de diversos pueblos de Una segunda línea importante de influencia vino de autores como
la antigüedad y, sobre todo, en Aristóteles, a quien se debe no sólo Hobbes (1588-1679) y Spinoza (1632-1677) que intentaron explicar
la definición del hombre como ser social, sino también distintos todos los fenómenos, y entre ellos los sociales, con un enfoque racio-
anhlisis específicos sobre los comportamientos políticos, las influen- nal y científico que partía de entender el mundo como un sistema
cias sociales, los cambios en las polis, e incluso, la naturaleza y mecánico en el que operaban leyes de desplazamiento y atracción de
efectos de las divisiones de clases y grupos sociales. los cuerpos. Hobbes llegó a concebir un sistema de filosofía «cientí-
Por otra parte, y desde un punto de vista metodológico, la influen- f i c a ~dividido en tres partes: la que se ocupa de los cuerpos físicos,
cia del pensamiento griego puede detectarse también indirecta- la que se ocupa de la fisiología y de la psicología de los individuos
humanos y la que se ocupa específicamente del cuerpo «artificial»,
cs decir, de la ((sociedado Estado)). De esta manera, la delimitación
de una ((físicasocial))puede considerarse como uno de los más impor-
Georges Gumitch: Tratado de Sociologia. Editorial Kapelusz, Bucnos Aires, 1962,
páig. 3 1 .
tantes antecedentes del enfoque comtiano. El propio Comte llegó a
2 Don Martindale: Lu Teoria Socioldgica: Naturalrta y rscurlas, Agullar, Madrid, 1968, decir que las aportaciones de Hobbes eran uel único paso adelante
pdg. 12. en la ciencia social» después de Aristbtelea,
110 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

El acento puesto por Hobbes y Spinoza en la posibilidad de una lógica que atrae y une a las personas y los principios de atracción
((f'ísicasocial» pudo, a su vez, ser situado en el ámbito específico de física entre los cuerpos en el mundo material. Este intento de esta-
una entidad social diferenciada de la política, en virtud de la influen- blecer unos principios generales de atracción rondó la cabeza de
cia ejercida también por los filósofos alemanes Leibniz (1646-1716) muchos de los precursores y primeros sociólogos, alguno de los cua-
y Fichte (1762-18 14), que abrieron la perspectiva de una distinción les llegaron a hablar de un principio universal de «gravitación»que
cntrc la «sociedad civil» y el «Estado». estaba en la base explicativa de todos los fenómenos, incluidos los
Esta distinción nos sitúa también en la tercera línea de influen- sociales.
cias en el desarrollo de la Sociología: en la Economía y más especí- Junto a estas influencias específicas puede decirse que en la Socio-
Sicamente en el grupo escocés que desarrolló los enfoque de la Eco- logía se hizo notar también la impronta de muchos otros autores y
nomia Política clásica: Adam Smith (1723- 1790)) Adam Ferguson enfoques concretos: en general, la de casi todos los grandes pensado-
( 1 726-1816) y John Millar (1735-1801). Obras como La riqueza de las res de la Ilustración, en la medida que contribuyeron a intentar encon-
nucioues, de Adam Smith; Un ensayo sobre la historia de la sociedad trar una explicación de la realidad al margen de las justificaciones tra-
civil, dc Adam Ferguson, o el Origen y causas de la distinción de ran- dicionales y sobrenaturales, y de manera más específica en autores
#os, dc John Millar, constituyen aportaciones de primera magnitud como Turgot (1727-178 l), con sus teorías sobre el progreso y el con-
cn iinu aproximación inmediata al desarrollo de la Sociología. Posi- flicto, y Condorcet (1743-1794),con su intento de trazar las leyes natu-
blcmcnte de este grupo de economistas fue Adam Ferguson quien rales de la evolución y progreso del espíritu humano - y a quien Com-
mdu se acerc6 a los estudios propiamente sociológicos, habiéndose te consideraba como su «verdaderopadre espiritual»-,como Thomas
llegado ri dccir de él que fue «un hombre que tuvo la temeridad de R. Malthus (1766-1834))fundador de la demografía y autor de impor-
ptqucticiii*
Iri Sociología incluso antes de que Comte hubiera inventa- tantes estudios sobre las tendencies de evolución de la población, o
do el tdrmino))3. en fin, de Quetelet (1796-1874), que utilizó también el término &si-
Lus principales aportaciones de Ferguson, y en general de los eco- ca social» para referirse a sus estudios de estadística social; lo que
nomistas clásicos, fueron los análisis sobre la división del trabajo y precisamente dio lugar a que Comte acuñara una nueva expresión
el malestar y «fragmentación social)) que genera, los esbozos sobre -Sociología- para diferenciar a la ciencia que él postulaba.
una teoría del conflicto social, así como el estudio de las clases socia-
les y de la evolución social, desde la perspectiva de los procesos socia-
Ics concretos. 2. SAINT-SIMON
El contexto en que surgió la Sociología estuvo marcado también Saint-Simon (1760-1825) es considerado como el precursor más
por la influencia positivista y empirista de diversos pensadores directo de la Sociología, como una especie de San Juan Bautista de
ingleses que reclamaban el papel de la prueba de la experiencia para la nueva ciencia. Para muchos, incluido el propio Durkheim, el honor
el establecimiento de conocimientos válidos. Entre los que se situa- de poder ser reconocido como padre de la Sociología, en realidad no
ron en esta óptica es necesario mencionar a Francis Bacon (1561- correspondería a Comte, sino a Saint-Simon. ~Saint-Simon-dirá
1626),John Locke (1632-1704),David Hume (171 1-1776),así como Durkheim- no emplea la palabra Sociología, que Comte inventará
George Berkeley (1685-1753),en cuya obra De Motu (1713) se esta- más tarde; emplea el nombre de fisiología social, que significa lo mis-
blecieron analogías muy sugerentes entre la fuerza moral y psico- mo»... «Aunquehaya habido precursores, nunca antes que él se había
declarado tan limpia y categóricamente, no s610 que el hombre y las
sociedades no pueden ser dirigidas si no se las convierte en objeto
Donald C.MacRae: «Adam Ferguson)),en Timothy Ralron (ed,):1 ~ ) pudres
s funda- de ciencia, sino también que esta ciencia no podía descansar en otros
chrus & I i Ciet~ciuSoci(i1. Anagrama, Barcelona, 1970, plg, 17, principios que los de las Ciencias de la Naturalexa, Y ademQsde tra-
112 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 113

zar el plan de esta ciencia nueva ha intentado realizarla en parte. Se español para construir un canal que uniera Madrid con el mar. Más
echa de ver así todo lo que le deben Augusto Comte y con él todos tarde intentó promover un gran Banco cuyos beneficios pensaba
los pensadores de nuestra época. En la obra de Saint-Simon se encuen- dedicar a iniciativas de interés para la humanidad.
tran, desarrollados ya, los gérmenes de todas las ideas que han sen-
La obra de Saint-Simon es un conjunto de cuadernos, folletos,
tado el pensamiento de nuestra épocan4.
cartas y planes y proyectos generalmente sin terminar. Prácticamente
Claudio Enrique de Rouvroy, conde de Saint-Simon, fue un hom- todas sus aportaciones intelectuales se produjeron a partir de 1805,
bre con una personalidad y una trayectoria verdaderamente singu- cuando contaba cuarenta y cinco años y se encontraba en la pobre-
lar. A los trece años se negó a hacer la primera comunión, siendo za más absoluta, después de haber dilapidado su fortuna, haber estu-
recluido por sus padres en una institución religiosa, de la que se esca- diado todo tipo de disciplinas y haberse implicado en un sinfín de
pó. Sorprendidos por la personalidad y la inteligencia de su hijo, sus aventuras. ((Hacequince días -llegó a escribir- que me alimento
padres le sometieron a un intenso programa de instrucción, que lue- con pan y agua, trabajo sin lumbre y me he visto obligado a vender
go Saint-Simon prolongó por su cuenta durante muchos años, estu- hasta mis prendas de vestir para atender a los gastos de copia del
diando las más diversas cuestiones, hasta alcanzar una amplia cul- manuscrito. Me han llevado a esta situación angustiosa el amor apa-
tura enciclopédica. sionado a la ciencia y al bien público, y el deseo de descubrir el medio
de solucionar sin violencias la tremenda crisis por la que atraviesa
Imbuido desde muy joven de la convicción de que estaba desti-
toda la sociedad european5.
nado a realizar grandes aportaciones a la humanidad, desde los quin-
ce años encargó a sus ayudas de cámara que lo despertaran con estas El gran objetivo que se propuso Saint-Simon fue reorganizar la
palabras: ((Levántese,señor Conde; tiene usted grandes cosas que sociedad sobre las bases de la ciencia y la industria, para alcanzar
hacer». Su afán desmedido por realizar grandes tareas le condujo a una sociedad sin clases por el camino de una renovación ético-reli-
llevar una vida falta de medida, en la que primero acumuló una gran giosa. La planificación económica, el desarrollo industrial, la orga-
fortuna, luego la dilapidó, pasando hambre y todo tipo de miserias, nización de una sociedad equitativa y productiva en la que los vagos
hasta que nuevamente logró rehacer su situación económica y orga- y parásitos serían castigados y se atenderían las justas necesidades
nizar un movimiento intelectual y político que contó con un buen de todos, la desaparición de los Estados nacionales europeos, con un
número de seguidores y discípulos. nuevo sistema político y una Europa fraternalmente unida, son algu-
nas de las ideas que aparecen desgranadas en las diferentes obras y
Muy joven tomó la carrera de las armas, participando en la gue-
apuntes de Saint-Simon. Por ello, Saint-Simon puede ser considera-
rra de la Independencia y en la Revolución americana, a las órdenes
do, con toda razón, como uno de los más fructíferos precursores de
de George Washington, siendo herido. También participó en la Revo-
nuestra época; no sólo un precursor del positivismo y la Sociología,
lución francesa, renunciando a sus títulos y cambiando su nombre
sino también un avanzado del industrialismo moderno y un precur-
por el de Jacques Bonhomme, aunque no pudo evitar ser encarcela-
sor del europeísmo y del socialismo, hasta el punto de ser conside-
do durante un breve período de tiempo.
rado como el padre del socialismo francés.
Entre las empresas que intentó realizar durante su vida se cuen- Sus obras más importantes de carácter sociológico fueron Reorga-
tan sus gestiones con el virrey de México para construir un canal que nización de la sociedad europea, E1 organizadov, Del sistema industrial,
uniera los dos océanos, intentando convencer también al Gobierno Catecismo de los industriales, Nuevo cristianismo y Fisiología social.

Emilio Durkheim: El Socialismo. Su definicidn. Sur aríprnrr. C1i doctrina Saint- "arta con la que acompafld el envlo a varlan pemonalldades dc su obra Memoria
simoniana. Editorial Apolo, Barcelona, 1934, pAgi, 159 y 170.17 1, sobre la Ciencia del hombre y trabajo sobre la gravtracidn unlvrr,rul.
114 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES

Saint-Simon planteó la necesidad de constituir una ciencia de la 3. AUGUSTO COMTE


sociedad basada en una filosofía positiva, en hechos observados y
discutidos. Esta ciencia social, calificada por él como fisiología social, Augusto Comte (1798-1857) es considerado como el padre de la
es entendida como un elemento más de la ciencia general, que ope- Sociología no sólo por acuñar la propia expresión de Sociología, sino
ra de acuerdo a unos mismos principios, y en cuya cima, como una por haber realizado también la primera propuesta sistemática de esta
síntesis ascendente de conocimientos, se encuentra la ciencia que se nueva ciencia.
ocupa de la organización de las sociedades humanas. Saint-Simon Desde muchos puntos de vista, la personalidad de Comte supone
intentó establecer una síntesis de los conocimientos humanos, des- un contrapunto con la de Saint-Simon. Comte, que era bastante más
plazando su atención de la filosofía a las cuestiones políticas y socia- gris, e incluso adusto en algunas ocasiones, dio un sesgo más con-
les, y finalmente a la propuesta de un «nuevo cristianismo)),basado servador y más enfatizador del orden social a la Sociología.
cn una doctrina de la filantropía que hundía sus raíces en «una con- Nacido en el seno de una rígida familia católica del Sur de Fran-
cepción panteísta del universo». cia, obtuvo a los dieciséis años una plaza para estudiar en el Insti-
Saint-Simon vivió en una época de intensos cambios sociales y tuto Politécnico de París. Sus biógrafos nos hablan de su carácter
políticos, en los que se comprometió vivamente, dedicando sus refle- dogmático y de una vida atormentada, marcada por amores difíci-
xiones a imaginar el nuevo mundo que se avecinaba. Estaba conven- les, un matrimonio fracasado, crisis nerviosas y dificultades para ins-
cido de que el orden social en crisis, propio del viejo régimen, podía talarse en el estamento académico.
uei. i.cconstruido sobre bases racionales y científicas. Y para ello se Sus contactos con los círculos Saint-simonianos le permiten al
necesitaban nuevos modelos interpretativos y nuevos cuerpos de ide- joven Comte ser contratado como secretario de Saint-Simon, del que
us, porque todo nuevo sistema social requiere previamente -creía- se separó borrascosamente después de siete años de colaboración,
iin nuevo sistema filosófico en el que basarse. A esta tarea se dedicó quejándose de haber sido expoliado en sus ideas y de haberse visto
apasionadamente durante toda su vida, recurriendo durante sus Últi- arrastrado a explicitar estas prematuramente, antes de que hubieran
mos años a la ayuda de dos jóvenes brillantes a los que contrató como madurado. Después de su ruptura con Saint-Simon inició una etapa
secretarios, con la esperanza de que le ayudaran a sistematizar todas que él calificó de «higiene cerebral», para liberarse de la influencia
las concepciones que le bullían en la cabeza, haciendo posible asen- de ideas ajenas.
tar el sistema de ideas de la nueva era que se avecinaba, en forma de La idea básica de Comte era que todas las ciencias formaban
una filosofía, o incluso de una «nueva religión)).Estos jóvenes fueron una jerarquía, de forma que cada eslabón del edificio científico
el futuro gran historiador Agustin Thierry y el futuro padre de la Socio- dependía del anterior. En la base estaban las matemáticas, que tra-
logia Augusto Comte. Con ambos acabó mal. Pero ambos, por enci- taban de los aspectos abstractos de los fenómenos, luego se encon-
ma de sus pleitos y desavenencias, fueron herederos de muchas de traban la mecánica, la física, la química, la biología y finalmente,
las ideas e intuiciones de una de las mentes más fértiles, más enci- en el vértice de la pirámide de las ciencias, debía encontrarse la
clopédicas y más imaginativas y complejas de nuestra época. Ciencia de la Sociedad, a la que primero, como ya hemos visto, lla-
Saint-Simon fue, en suma, un hombre que vivió a fondo todas las mó ~ftsica social)),rebautizándola después con el nombre de Socio-
circunstancias de su tiempo y que creyó que la ciencia se converti- logía.
ría en el nuevo poder espiritual de la nueva época, haciendo posible Según Comte, la pirámide de las ciencias estaba construida de
que la humanidad entrase en el tercer gran período de su historia, acuerdo a la propia complejidad de los fenómenos estudiados, lo
una vez concluido el período preliminar con Sócrates y terminado que determinaba, a su vez, su mayor o menor grado de desarrollo,
el segundo, o conjetural, precisamente, con loa escritos de Saint- ya que lógicamente primero se desarrollaban las ciencias que se
Simon. ocupaban de los fenómenos más simples, correspondiendo el máxi-
116 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGIA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 117

mo grado de complejidad, y por tanto el desarrollo más tardío, a las podido adquirir su extensión ni consistencia, suscitando la única
ciencias que se ocupan del ser humano. De acuerdo a esta explica- autoridad espiritual que pudiera entonces surgir»6.
ción, la Sociología era la última ciencia en surgir, porque previa-
En la etapa metaftsica los fenómenos se explican recurriendo a
mente había sido necesario el desarrollo encadenado de las restan-
((entidadese ideas abstractas)),que llegan a operar como verdaderas
tes, hasta completar un edificio general del conocimiento, cuya
«abstracciones personalizadas)) que sustituyen a las ((potencias
cumbre estaba coronada por la ((ciencia de las ciencias)),la nueva
sobrenaturales de la etapa teológica)).De la misma manera que «la
síntesis del conocimiento a cuya construcción estaba contribuyendo
doctrina de los reyes representa el estado teológico de la política)),
Com te.
en la etapa metafísica se establece la «doctrina de los pueblos)),fun-
De acuerdo a este planteamiento, la Sociología era vista no sólo dada sobre la «suposición abstracta y metafísica de un contrato social
como la culminación del edificio científico, sino también como una primitivo, anterior a todo desarrollo de las facultades humanas por
ciencia que venía a remediar los problemas del hombre y la socie- la civilización. Los medios habituales de razonamiento que emplea
dad, contribuyendo a reordenar científicamente la sociedad des- -dirá Comte- son los derechos, considerados como naturales y
pubs de un período de cambios, transformaciones y traumas cau- comunes en el mismo grado a todos los h o m b r e s ~Durante
~. esta eta-
sado por los imperativos de la Revolución francesa y la revolución pa se afianza la autoridad civil y el Estado y, en general, el poder
indiistrial. temporal, frente al poder espiritual, dándose inicio a un período de
La exaltación del papel de la Sociología le llevó a Comte a conside- crisis y revoluciones que preludian el inicio de la tercera etapa de
rurlü prácticamente como una nueva religión laica de la humanidad, evolución de la humanidad.
oi-giinizando a sus discípulos como si de unos nuevos apóstoles se Finalmente en la etapa positiva se empiezan a establecer racional-
trutüra. La nueva religión era el positivismo, la nueva divinidad la mente las leyes de relaciones entre los hechos, a partir de la observa-
hunzunidad, y los sacerdotes una nueva élite ilustrada que debía ción y la medición. Ésta es la época de la sociedad industrial en la
emprender una reordenación social universal. Este afán de reorde- que la inteligencia humana se libera de mitos y ataduras y entra en
nación social le llevó a Comte, incluso, a escribir una carta al zar lo que Comte califica como el estadio de la «positividad racional)).
Nicolás 1 de Rusia proponiéndole organizar autocrática y científica- El espíritu humano -dirá Comte- renuncia a investigaciones abso-
mente a Rusia como una «sociedad positiva)). lutas, propias de su infancia, y centra sus esfuerzos en el ((dominio
Uno de los puntales básicos del planteamiento comtiano fue la de la observación))y en el logro de conocimientos útiles para las mece-
«lgy de los tres estadios», una interpretación también ascendente de sidades reales)).
la evolución de la humanidad en función del progreso interconecta-
Pero Comte no intentaba establecer sin más el primado de lo dado,
do «del conocimiento)), de la «realidad social)) y del «desarrollo del
de lo verificado por meras observaciones carentes de más ambición
individuo)).Las tres etapas, como ya vimos, son la etapa teológica, la
analítica. Se trataba de llegar a un conocimiento de las leyes natu-
metafisica y la positiva.
rales que permitieran anticipar el curso de los hechos. «Ver para pre-
En el estadio o etapa teológica la explicación de las cosas y los ver»-dirá Comte-, lo que hay que hacer es ((estudiarlo que es, a
acontecimientos se realiza en referencia a «seres o fuerzas sobre- Fin de concluir de ello lo que será»8.
naturales e invisibles)). Esta etapa se correspondió con sociedades
agrícolas, en las que la unidad básica, tanto en lo político como en
lo económico, era la familia. La organización de la sociedad era bási-
Augusto Comte: Discurso sobre el usptrilir positivo. Alianza, Madrid, 1980, pág. 2 3 .
camente militar, autoritaria y con un fuerte control social. La huma- 6
7 Augusto Comte: «Plan de trabajos cicntfl'icoti ncccsurios para reorganizar la Socie-
nidad -dirá Comte- se disciplinó de esta manera, y se desarrolla- dadu, en Primeros ensayos. Fondo de Cultura Econbmlcu, MCxico, 1977, pág. 109.
ron ((ciertasdoctrinas comunes sin lar que el vfncula social no habría 8 Augusto Cornte: Discurso sobre u1 uspldtu positivo, o p , cit,, pAg. 32.
Este sentido práctico inspirará toda la obra de Comte. Quería los conceptos debían someterse a los hechos y todos los fenómenos
ontribuir al progreso de los conocimientos y a la vez posibilitar la sociales debían ser estudiados como fenómenos sujetos a leyes gene-
ntrada de la humanidad en la etapa positiva. No se trataba sólo de rales. Comte, sin embargo, no identificó el método positivo con el
saber para prever)),sino también de «prever para actuar)). Lo que empleo de las matemáticas y la estadística, criticando la concepción
hmte quería era «evitar,o al menos mitigar lo más posible, las cri- de «quienes creían que no hay certeza fuera de las matemáticas)).
is más o menos graves que determina un desarrollo espontáneo Para alcanzar el conocimiento positivo proponía acudir a la obser-
liando no se ha previsto ..., la ciencia -dirá- nos lleva a la previ- vación, la comparación y su método histórico, basado en la búsque-
idn, y la previsión permite regularizar la acción))9. da de «series sociales evolutivas))y tipos ideales de evolución, como
En este sentido es en el que hay que situar la gran preocupación en la «ley de los tres estadios».
le1 fundador de la Sociología por los problemas del orden social. Aunque Comte ha pasado a la historia como el padre de la Sociolo-
:Un sistema social que se acaba, un sistema nuevo que ha llegado gía y su influencia se hizo notar en importantes desarrollos teóricos
i su madurez completa y que tiende a constituirse: tal es el carác- y metodológicos posteriores, como los debidos a Emilio Durkheim y
er fundamental que asigna a la época presente la marcha general a Max Weber, lo cierto es que sus pretensiones de crear una ciencia
le la civilización. De acuerdo con este estado de las cosas -dirá nueva fueron más un deseo que una realidad. Es cierto que abrió un
Zomte-, dos movimientos de diferente naturaleza impulsan hoy a nuevo camino, pero fueron otros los que en realidad empezaron a
u sociedad: uno de desorganización, otro de reorganización. 10. Estos transitar por él. La intención totalizadora de sus planteamientos y
los procesos darán lugar a dos ópticas sociológicas, a las que lue- la falta de nexos metodológicos precisos para sus enfoques frustra-
g o se calificará como dinámica social y estática social, como plas- ron en buena medida su esfuerzo intelectual y lo contaminaron de
naci6n de las ideas de cambio y de orden social. fuertes intenciones finalistas.
Comte, como ya hemos dicho, se situó en la perspectiva del orden Como ha subrayado Gurvitch, en ~Comtees todavía más difícil
iocial, reivindicando la necesidad de un «consenso universal»,de una separar la Sociología como ciencia, de la filosofía social y de la doc-
:omunidad de ideas compartidas. Desde esta óptica, la verdad es que trina política, de lo que puede serlo en Saint-Simon, Proudhom o
as aportaciones concretas de Comte al conocimiento de la estructu- Marx. Esto es bastante paradójico, puesto que Comte quiso ligar el
.u social y a los procesos de cambio son muy limitadas y esquemáti- destino de la Sociología al fomento del espíritu científico»ll. De
:as. Distinguía tres planos en la sociedad: el individuo (al que no con- hecho, el desarrollo concreto de la Sociología se desligó bastante pron-
sideraba como objeto de análisis sociológico), a la familia (que veía to de Comte y su corte de discípulos positivistas, empezando por
;omo la unidad social básica ligada por una unidad moral que la Francia, donde el reconocimiento de Durkheim en los ámbitos aca-
diferenciaba de las demás unidades sociales) y las combinaciones démicos y la obtención de recursos económicos «para la investiga-
~.«ciales (la más alta de las cuales era la humanidad como tal). ción subvencionada» fue acompañada de un claro movimiento para
«desterrar a la noche del olvido» a los discípulos de Comtel2.
Desde un punto de vista metodológico, tampoco es posible encon-
lrar en Comte aportaciones de entidad para el estudio sociológico, En suma, podemos decir que las tres aportaciones fundamenta-
m8s allá de la reivindicación global del método positivo, según el cual les de Comte fueron su concepción positiva sobre el edificio de la
ciencias en cuya cumbre situaba a la Sociología, su ley de las tres

9 Augusto Comte: «Consideraciones filosól'icuti sobre lur ~lencluay los habiosn, en


I'rinrrros En.suyo.s, op. cil., pág. 202. l 1 G. Gurvitch: 7i-es cuptlu1o.s de lu hisioriu de Iu Sociologtu. Comre, Marx y Spencer.
10 Augusto Comtc: .Plan de los traha,jon clontlf!cor nrccrnrlor puru reorganizar la Nueva Visión, Buenos Aires, 1970, píígs. 1 1- 1 2.
noclcdudr, op. cil., phg. 7 1 . ' 2 Pierre Arnaud: Sociología de Comlr. Penfnriulu, Rurcclonu, 1971, phg. 199.
E L DESARROLLO D E LA SOCIOLOG~A:LOS PADRES FUNDADORES
120 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

ficándose esta denominación en 1913 por la de Sociología. Desde


etapas y la pretensión de que la Sociología fuera una guía para la 1896 publicó la revista L'AnnéeSociologique y luego los Anuales Socio-
acción y una especie de nueva religión de la humanidad. ¿Suponían logiques, en torno a las cuales aglutinó a un importante círculo de
algún avance estas aportaciones respecto a los planteamientos de su estudiosos sociales. Sus obras más importantes fueron La división
maestro Saint-Simon? ¿Aportó realmente Comte algo más que la del trabajo social (1893), Las reglas del método sociológico (1895))El
((invención»del «nombre» para la conceptualización de la Sociolo- suicidio (1897) y Las formas elementales de la vida religiosa (1912).
gfa tal como hoy la conocemos? No faltan quienes sostienen que la
mayor contribución concreta de Comte fue el invento de la palabra Durkheim vivió durante un período crítico de la historia france-
Sociología, y que no puede ser considerado propiamente como el sa marcado por la derrota en la guerra franco-prusiana y los
padre de esta disciplina. Incluso Saint-Simon avanzó más en el cami- acontecimientos de la Comuna y la instauración de la Tercera Repú-
no que permitió el desarrollo ulterior de la nueva ciencia. Por ello blica. Tomó parte activa en algunos acontecimientos políticos, como
uno de los estudiosos de la obra de Comte, como Pierre Arnaud, ha el escándalo Dreyfus, y, aunque criticó el marxismo, se definió como
podido preguntarse: «¿Comprendió bien Comte a Saint-Simon?, jno partidario de un socialismo encaminado a lograr la regeneración de
orientó la Sociología hacia un callejón sin salida?, ¿no habrá que vol- la sociedad a partir de los principios morales «descubiertos por una
vci. a Saint-Simon olvidándose de un interprete estrecho y terco?»l3. Sociología científica».
Raymond Aron ha querido ver una importante franja de coinciden-
4. ISMII,10 DURKHEIM Y EL DESARROLLO cias entre los planteamientos de Durkheim y los de Max Weber y Wil-
1)IS 1,A INVESTIGACI~NSOCIAL fredo Pareto, las tres figuras principales de la primera generación de
sociólogos. Ambos vivieron en la misma época histórica, aunque
La historia de la Sociología, tal como hoy la entendemos, empie- Weber (1864-1920) es algo menor que Durkheim, y los tres conocie-
za propiamente con Emilio Durkheim. Durkheim no se limitó a hablar ron un período de relativa paz en el contexto europeo, publicando
de una nueva ciencia y de sus posibilidades, ni a diseñar grandes teo- sus obras más importantes antes de la guerra de 1914, excepto Eco-
rlas generales de la evolución social. Durkheim hizo Sociología, nomía y Sociedad que fue publicada después de la muerte de Max
empeñándose en investigaciones sociales concretas y esforzándose Weber.
por desarrollar reglas y procedimientos de investigación específicos.
Según Aron, estos tres sociólogos representan un intento de reac-
Puede decirse que con Durkheim la Sociología alcanza por primera
ción intelectual contra «las explicaciones naturalistas o materialis-
vez un status propio, desde un punto de vista académico e investi-
tas exteriores y las explicaciones racionalizantes y económicas de la
gador
conducta humana~l4.
Emilio Durkheim (1858-1917) nació en el seno de una familia
judía en Epinal (Francia), apartándose de las creencias religiosas en Sin embargo, la realidad es que, aparte de las específicas circuns-
su adolescencia. Ingresó en la Escuela Normal Superior de París. tancias particulares y religiosas diferentes -al menos de origen-de
Durante 1885 y 1886 amplió estudios en Alemania, donde recibió la cada uno de ellos (judío, católico y protestante), las propias viven-
influencia de la psicología científica. En 1887 se incorporó al depar- cias familiares, regionales y políticas de Durkheim influyeron de
tamento de filosofía de la Universidad de Burdeos, donde impartió manera muy importante en la elección de sus temas de estudio y en
las primeros cursos de ciencias sociales, accediendo en 1902 a la Sor- sus orientaciones concretas.
bona, donde en 1906 fue nombrado catedrático de Pedagogia, modi-

l4 Raymond Aron: Las etapas del pensamirnto ~aciológico.Ediciones Siglo Veinte,


Buenos Aires, 1979, Tomo 11, p4g. 16.
122 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 123

Las peripecias políticas de la Comuna de París y las reacciones se quiere, pero que constituye una individualidad psíquica de un
posteriores, la crisis de las instituciones docentes tradicionales nuevo genero»l5.
francesas, controladas por la Iglesia, y el brote de antisemitismo
surgido con el escándalo Dreyfus, alentaron y reforzaron en Durk- Esta realidad colectiva es algo especial que debe ser designada
heim una preocupación recurrente por los temas de la solidaridad con una palabra también especial. «El grupo -dirá Durkheim-
grupal, por el orden social, por la crisis de creencias, por la anomia, piensa, siente, obra en forma distinta de lo que harían sus miem-
etcétera. bros si se encontraran aisladosnl6. Pero lo social no sólo tienen
una entidad propia, sino que también desempeña un papel central
Uno de los principales hilos conductores de toda su obra fue para hacer del hombre lo que es. El hombre es hombre «enla medi-
el estudio de la ecuación individuo-sociedad, a través de la inda- da que está civilizadon. Gracias a la sociedad el hombre se eleva
gación sobre la verdadera entidad de lo social. Para Durkheim la de lo animal a la humanidad. Para Durkheim, si el hombre es des-
sociedad constituye una realidad por sí misma, que tiene sus pro- pojado de «todo lo que la sociedad le aporta» quedaría reducido a
pias leyes y que es previa a los individuos concretos que la cons- la sensación animal, «al imperio de las fuerzas físicas». La «fuer-
tituyen. za colectiva» es precisamente la que ha hecho posible neutralizar
La indagación sobre la entidad de lo social fue directamente «las energías ininteligentes y amorales de la naturaleza».
ligada por Durkheim a la misma razón de ser de la Sociología, por El carácter prevalente y superior de la sociedad no es para Durk-
creer que si la Sociología no era capaz de identificar y explicar «el heim solamente una cuestión fáctica, es una realidad de orden
factor social» -como él decía- en tanto en cuanto una «realidad moral. La sociedad implica un proyecto moral, unos principios,
propia», entonces habría que preguntarse por su propia razón de deberes y normas que permiten establecer nuevas formas de soli-
ser como disciplina independiente. daridad y cohesión que dan lugar a una realidad superior. «Los
sentimientos sociales -llegará a decir Durkheim- son la resul-
Así pues, el desarrollo de la Sociología implicaba plantearse pre-
tante de la organización colectiva, lejos de constituir su base. Ni
guntas tales como: jqué es lo social?, ¿qué entidad tiene?, jexiste
siquiera está plenamente demostrado -concluirá- que la ten-
algo similar a una «mente colectiva» como realidad objetiva del
dencia a la socialización haya sido, desde el origen, un producto
grupo?, jcómo se identifica y en qué se identifica lo social?, ¿cómo
de la vida socialnl7.
se estudia? A estas y similares preguntas intentó dar respuesta
Durkheim en su obra Las reglas del método sociológico, ocupándo- A partir de estas consideraciones, Durkheim llega a una impor-
se en otros libros posteriores de demostrar cómo se podían apli- tante conclusión de carácter metodológico: si se quiere compren-
car estas reglas al estudio concreto de diferentes aspectos de la rea- der lo social no se debe partir de los individuos aislados, ni de los
lidad social. métodos psicológicos utilizados para este fin, sino de otros mé-
todos diferentes orientados a comprender «lo que pasa en el gru-
Para Durkheim, la sociedad era algo más que la «mera suma de
po». Por ello consideraba la Psicología y la Sociología como cien-
los individuos», era una «realidad específica que tiene caracteres
cias con enfoques tan distintos como sus respectivos objetos de
propios». «Sin duda -dirá Durkheim- no puede producirse nada
estudio.
colectivo, si no son dadas las conciencias individuales; pero esta
condición necesaria no es suficiente. Es preciso que estas con-
ciencias estén asociadas y combinadas de una cierta manera; de
esta combinación proviene la vida social y, por consiguiente, es '5 Emilio Durkheirn: Las reglas del mdtodo sociolúgico. Dédalo, Buenos Aires, 1964,
esta combinación lo que la explica. AgregAndose, penetrándose y pág. 1 19.
IVbld., p4g. 120.
fusionándose las almas individuales engendran un ser, psiquico si 17 Ibfd., pAg. 122.
124 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:U NA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA:LOS PADRES FUNDADORES 125

En suma, la línea argumenta1 de Durkheim le lleva a establecer con un objeto propio de estudio. La historia de la Sociología, en
un conjunto encadenado de argumentos que le sitúan ante el umbral consecuencia, será entendida como el esfuerzo por precisar estas ide-
de sus aportaciones metodológicas. Primero insiste en la especifici- as y por profundizar en las consecuencias que implican.
dad del ámbito de lo social, en segundo lugar reclama su carácter Una vez delimitado el objeto de estudio -los hechos sociales y
prevalente, en tercer lugar subraya la existencia de leyes propias de las «instituciones»- Durkheim se aprestará, por un lado, a precisar
la mentalidad colectiva y, finalmente, concluye fijando su atención en las reglas metodológicas para su estudio y, por otro, a demostrar con
lo que, en su opinión, constituye la realidad específica de lo social: investigaciones concretas el funcionamiento práctico de su enfoque.
los hechos sociales. Las reglas para la observación y estudio de los hechos sociales se
La Sociología es entendida, pues, como la ciencia que se ocupa centrarán, sobre todo, en la necesidad de considerarlos «comocosas»,
específicamente de los hechos sociales. El hecho social será definido es decir, como realidades dadas, como datos que pueden ser observa-
por Durkheim como «toda manera de hacer, fijada o no, susceptible dos. Durkheim pensaba que la Sociología en sus primeros balbuceos
de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o bien: que es había estado básicamente tratando de conceptos y que había que
general en el conjunto de una sociedad, conservando una existencia empezar a tratar de cosas, es decir, de fenómenos sociales suscepti-
propia, independiente de sus manifestaciones individuales»'8. bles de ser considerados como cosas.
Los hechos sociales son «maneras de obrar, de pensar y de sen- Las tres reglas básicas que propone para el tratamiento de los he-
tir exteriores al individuo, y están dotados de un poder superior por chos sociales son; primera «evitar todas las prenociones» y prejui-
el cual se le imponen~lg.Los hechos sociales constituyen realidades cios previos; segunda «tomar sólo como objeto de investigación los
que el individuo se encuentra formadas y que son parte de la ~supre- fenómenos definidos por sus caracteres exteriores comunes»; y ter-
macía material y moral que la sociedad tiene sobre sus miembros». cero evitar todo subjetivismo, esforzándose por considerar los hechos
En su génesis es necesario que muchos individuos hayan combina- sociales por el lado de los caracteres exteriores que los definen de la
do su acción para «engendrar un producto nuevo», que se realiza - manera más objetiva posible, es decir, por el lado en que se presen-
dirá- fuera de nosotros, teniendo «necesariamente por efecto fijav, ten aislados de sus manifestaciones individuales.
instituir fuera de nosotros, determinadas maneras de obrar y deter- El estudio de lo social -concluirá Durkheim- debe abordarse
minados juicios, que no dependen de cada voluntad particular toma- «porlas partes más accesibles a la investigación científica. Sólo más
da separadamente)JO. En esta perspectiva será, precisamente, don- tarde podrá llevarse más lejos el estudio, y por un trabajo de apro-
de Durkheim recurrirá al concepto de Institución, para referirse a ximación progresiva, penetrar poco a poco en esta realidad fugaz,
«todas las creencias y a todas las formas de conducta instituidas por que el espíritu humano quizás nunca podrá llegar a conocer com-
la colectividad». «La Sociología -dirá- podría, por tanto, definir- pletamente~~~.
se como la ciencia de las instituciones, de su génesis y de su funcio-
Una comprensión adecuada de las aportaciones de Durkheim al
namiento~~~.
desarrollo de la Sociología requiere también considerar, siquiera sea
Estos enfoques y planteamientos tienen la virtualidad, para Durk- brevemente, su papel como investigador social concreto a través de
heim, de ser los que posibilitan la misma realidad de la Sociología sus principales obras.
La división del trabajo social (1893) es un estudio sobre las for-
mas de solidaridad en la sociedad moderna. El tema de la solidari-
'8 Ibfd., piig. 40.
l9 Ibfd., piig. 32.
20 Ibfd., pAg. 26.
21 Ibfd., p8g. 26. 22 Ibfd., pAg. 68.
126 LA EXPLICACIÓN SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

dad será una de sus grandes preocupaciones recurrentes. Lo que mia ulteriormente ha sido aplicado por muchos sociólogos de mane-
Durkheim se preguntaba, al igual que muchos otros grandes teóri- ra fructífera al estudio de diferentes patologías sociales y conduc-
cos de su época, es cuáles iban a ser los nuevos mecanismos de tas desviadas.
cohesión social cuando se derrumbara por completo el viejo orden En Las formas elementales de la vida religiosa (1912) Durkheim
social. En esta obra analiza la forma de cohesión a que da lugar la estudió la función social de la religión en la creación, refuerzo y
moderna división del trabajo, estableciendo su famosa tipología conservación de la solidaridad social3 a partir del análisis de una de
sobre las dos formas básicas de solidaridad: la solidaridad mecáni- las manifestaciones más primitivas y simples del fenómeno religio-
cu y la solidaridad orgánica. La solidaridad mecánica será entendi- so: el totemismo.
da como la forma específica de solidaridad propia de las socieda-
des arcaicas, basada en la similitud de los miembros individuales, En su conjunto, las aportaciones y enfoques de Durkheim han
cn su homogeneidad y coincidencia de ideas y de conciencia colec- ejercido una influencia muy rica y variada en toda la Sociología pos-
tiva, y en el temor a unas leyes muy duras que castigan cualquier terior. Con Durkheim puede decirse que la Sociología, ¡por fin!, pudo
desviación, y que sirven para mantener la solidaridad mecánica. La echar a andar, con un campo de estudio acotado y con unos enfo-
soliduridad orgánica, por su parte, es propia de las sociedades indus- ques metodológicos realistas y viables. Pero Durkheim no sólo hizo
triulcs, en las que existen muchas variaciones y diferencias ente los viable la Sociología, sino que también creó una importante escuela,
miembros, como consecuencia de las diferencias de educación, de que dio una cierta preeminencia inicial a la Sociología francesa e
experiencias, etc., que se relacionan con la división del trabajo. En influyó de manera importante en toda la Sociología ulterior, en aspec-
estas sociedades, la variedad hace disminuir la importancia de la tos que han ido desde el desarrollo de la idea de institución social,
uconciencia colectiva» y se desarrollan nuevas formas de interde- la relación de los conceptos sociológicos de cultura y sociedad, los
pendencia entre los individuos, siendo reemplazada la legislación enfoques que condujeron al análisis estructural-funcional, la cons-
coactiva por un derecho restitutivo y un papel prevalente del con- trucción de tipologías, el acotamiento de los principales campos
trato. Según Durkheim, en estas sociedades, en las que la solidari- temáticos de estudio de la Sociología, y el desarrollo de teorías espe-
dad orgánica reemplazaba la coacción física, los riesgos de desa- cíficas como la de la anomia.
gregación y anomia son mucho mayores. La solidaridad social, como hemos visto, fue uno de los grandes
temas de preocupación recurrente en Durkheim. Lo que a veces le
El suicidio (1897) es también un estudio sobre la cohesión social, ha hecho aparecer ante las generaciones posteriores como un enfa-
en el que el comportamiento suicida es analizado como un fenó- tizador a ultranza del orden social y, por lo tanto, como un sociólo-
meno social, explicable en función de las variaciones en la estruc- go inclinado hacia perspectivas conservadoras. Sin embargo, la pre-
tura social, especialmente en lo que se refiere a las diferencias en ocupación de Durkheim por el orden social no se encontraba
el tipo de solidaridad social. Este libro fue un buen ejemplo de estu- conectada al mantenimiento del viejo orden tradicional, sino que era
dio sociológico en el que se unían la teoría y la investigación empí- básicamente una preocupación de futuro. Como señalábamos al prin-
rica, combinándose con la utilización de tipologías, con estudios cipio de este epígrafe, Durkheim vivió en un contexto social y polí-
comparativos de series de datos y con explicaciones teóricas. Entre tico complejo que le influyó poderosamente en esta preocupación
estas últimas merece especial relevancia la explicación de un tipo por el cambio y la solidaridad, al igual que a buena parte de sus con-
específico de suicidio: «elsuicidio anómico)),que se produce cuan- temporáneos.
do tienen lugar cambios sociales súbitos que dan lugar a quiebras
o desajustes en las normas sociales. Estos desajustes producen un Durkheim estaba convencido de que existían poderosos nexos de
estado de anomia que supone confusión, inseguridad, falta de cri- conexión entre tres grandes movimientos del siglo xix: el nacimien-
terios, etc., que a veces conduce al suicidio, Erte concepto de ano- to de la Sociología, el cambio de las ideas religiosas y la emergencia
128 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGIA: LOS PADRES FUNDADORES 129

del socialismo. El debilitamiento de las religiones tradicionales esta- texto de su época, le llevaron a Durkheim a poner el énfasis en esta
ba dejando un vacío de identidad de creencias que algunos pugna- problemática y a preguntarse cuáles serían las fuerzas de cohesión
ban por recrear sobre nuevas bases; el socialismo, a su vez, aspira- social de las sociedades del futuro, una vez que se hubieran venido
ba a sentar las bases de una nueva organización social y económica, abajo por completo las viejas concepciones de la sociedad tradicio-
sobre las cenizas de una fuerte crisis moral y religiosa, y a partir de nal que aún quedaban en pie.
una creciente desorganización social y una decadencia de «los vie-
jos poderes políticos y espirituales que ya no se adaptaban a la natu-
raleza de la sociedad industrialn-23. 5. CARLOS MARX Y LA SOCIOLOG~ADIALÉCTICA (*)
Para Durkheim, la virtualidad de la Sociología era que podía apor- Carlos Marx (1818-1883) es una de las grandes figuras intelec-
tar las bases de un conocimiento metódico y riguroso para la solu- tuales de nuestra época y, sobre todo, una de las que ha llegado a
ción científica de los problemas sociales. Su visión sobre el socialis- alcanzar una mayor influencia práctica en el plano político y cultu-
mo, a su vez, era que no debía quedar reducido «auna simple cuestión ral. La rica y amplia obra de Marx tiene tantas facetas como intér-
de salarios, o, como se ha dicho, de estomago)),sino que debía ser pretes más o menos parciales e interesados. Durante sus 65 años de
una aspiración más global a «reorganizarel cuerpo social» en su con- vida, Marx se comprometió en muy diversas iniciativas políticas y
junto24.En este sentido, Durkheim reivindicó aquellas concepciones procesos revolucionarios. Sufrió varios enjuiciamientos y persecu-
del socialismo que aspiraban «a una organización más democrática ciones, siendo expulsado de Alemania, de Francia, y de Bélgica, para
de la sociedad ..., a la igualdad jurídica de ambos sexos, a una moral ser desterrado finalmente a Inglaterra, donde se afincó hasta el final
más altruista, a una simplificación de las normas jurídicas», lo que de sus días, pasando por períodos de dificultades y privaciones.
en definitiva suponía una transformación «tan compleja y profunda
-decía- que implica necesariamente ajustes y reformas en todas Carlos Marx fue sobre todo un gran agitador, un promotor de nue-
absolutamente las partes del organismo socia1»25. vas ideas y un abanderado de los nuevos ideales socialistas. Dirigió
varias publicaciones, lideró la Liga Comunista, y participó en la fun-
En definitiva, el problema social fundamental no era para Durk- dación de la Asociación Internacional de Trabajadores, organizando
heim un problema económico, sino un problema de consenso social, en su seno la corriente que durante varios años disputó el poder a
de comprensión de la superioridad moral de la sociedad y, por lo tan- los bakuninistas y que finalmente acabó fundando los partidos socia-
to, de interiorización de todos los imperativos, normas y obligacio- listas y socialdemócratas que se agruparon en 1889 en la 11 Interna-
nes requeridas para su buen funcionamiento. Por ello el carácter coac- cional. Internacional de la que posteriormente se desgajarían, recla-
tivo de la vida social para los hombres no era visto por Durkheim mándose también marxistas, los comunistas de la 111 Internacional
como «la trampa en que ellos mismos se han cogido»,sino como una y los trotskistas de la IV Internacional.
fuerza moral, y natural, superior, que está fundada en la naturaleza
Marx fue un gran polemista y un estudioso incansable, que se
de la sociedad y que es aceptada por los hombres como una realidad
ocupó a lo largo de su vida de cuestiones relacionadas con la Filo-
de más alto rango, asumiendo «el espíritu de disciplina como la con-
sofía, la Historia, la Ciencia Política, la Economía y el estudio de la
dición social de toda la vida en común~26.Sus vivencias, y el con-

(*) Carlos Marx fue contemporáneo de Comte y, por lo tanto, en un sentido cronoló-
23 Raymond Aron: Las etapas del pensamiento socioiógico, op. cit. Tomo 11, pág. 100. gico, este epigrafe deberia ir situado a continuaci6n del que dedicamos a Comte. Sin
24 Emilio Durkheim: El socialismo, op. cit., págs. 47-48. embargo, he preferido esta ordenación a efectos did8cticos, para que puedan compren-
25 Ibid., pág. 50. derse mejor las Ilneas de relaci6n -y complementarledad ylo antagonismo en su caso-
26 Emilio Durkheim: Las reglas del mbtodo socioidglco, op. cit., phg. 137. cntrc Comte y Durkheim, por un lado, y entre Carlon Marx y Max Weber, por otro.
Sociedad. Su producción intelectual fue tan monumental que aun- Filosofía se acabó doctorando. Durante su juventud Marx frecuentó
que algunos intentos de publicar sus obras completas han llegado a los círculos hegelianos de izquierdas, manteniendo durante toda su
superar el medio centenar de gruesos volúmenes, no han llegado a vida la influencia de las concepciones sobre la dialéctica histórica.
recogerse realmente todas sus obras27.
Sin embargo, a partir de su estancia en París durante los años
La influencia que la producción intelectual de Mam ha ejercido 1844 y 1845, y de su amistad con Engels, Marx empezó a revisar o
en la Filosofía, la Historia, la Economía, el pensamiento político y, completar críticamente sus enfoques predominantemente hegelianos
en general, en las Ciencias Sociales ha sido muy considerable, aun- con una atención prioritaria a los procesos económicos concretos, a
que no tanto como la ejercida a través de los distintos movimientos partir de los que la dialéctica va a ser situada en una nueva pers-
políticos que se han reclamado herederos o seguidores suyos en los pectiva del devenir social conflictivo. Desde este momento, Carlos
cinco continentes. Por ello no han faltado los que han afirmado que Marx se orientó intensamente hacia el estudio del pensamiento de
buena parte del siglo xx puede ser considerado como «la era de los economistas y hacia la investigación de la sociedad en sus aspec-
mar^»^^. tos económicos, con la vista puesta en la redacción de su obra cul-
minante El Capital, en la que intentó desvelar la lógica y la dinámi-
Sin embargo, en los últimos años del siglo xx, y después del de- ca del sistema de producción industrial-capitalista. Precisamente el
rrumbe del comunismo, parece que la estela de influencia política hecho de que Marx muriera sin completar esta obra, dio lugar a que
de Marx empieza a apagarse y que su pensamiento puede empezar en la publicación de sus últimos volúmenes se notara la influencia,
a ser situado en una perspectiva histórica más objetiva, permitien- más economicista, de Engels. Lo cual ha hecho posible que durante
do un mayor grado de distanciamiento de todo lo que supuso la pesa- bastantes años la obra de Marx haya sido objeto de una lectura pre-
da herencia de algunos de sus exegetas y mistificadores más fanáti- dominantemente «económica».El mismo Engels, en el epitafio pro-
cos. No obstante, aun así, no es siempre fácil diferenciar las distintas nunciado ante la tumba de Marx, contribuyó poderosamente a «ofi-
facetas de su obra y de su personalidad. Mam fue, a la vez, un pro- cializar» esta interpretación al señalar que, de la misma manera que
feta, un activista, un líder político y un intelectual que abordó cues- Darwin había descubierto la ley de la naturaleza orgánica, Marx
tiones relacionadas prácticamente con todas las ciencias sociales. había descubierto «lasleyes económicas del desarrollo de la historia
Aquí nos vamos a limitar a considerar específicamente sus aporta- humana».
ciones en el campo de la Sociología.
Estas circunstancias, unidas al hecho de que Marx nunca utilizó
Carlos Marx nació en Treveris en 1818 en la Prusia renana, en el el termino «Sociología»,dio lugar a que algunos analistas pusieran
seno de una familia protestante de origen judío. Realizó inicialmen- en cuestión la propia pertinencia de considerarle como uno de los
te estudios de derecho en la Universidad de Bonn, siguiendo una tra- «padres fundadores» de la Sociología. Sin embargo, la causa por la
dición familiar, ya que su padre era abogado. Sin embargo, como él que Marx no utilizó la expresión «Sociología»era el alto grado de
mismo confesaría más tarde, su interés prioritario fueron desde el identificación que en aquellos momentos se establecía entre la «nue-
principio la Historia y la Filosofía, materias que cursaría posterior- va ciencia» y los planteamientos concretos de Comte y sus discípu-
mente en la Universidad de Berlín y de Jena, en cuya facultad de los, que operaban prácticamente como una organización religiosa, e
incluso «querían convertir el positivismo en la filosofía del movi-
miento obreroP. En cualquier caso, sabemos que Marx llegó a leer
27 La edición completa de sus obras de los Institutos de Marxismo Leninismo de
Moscú y Berlln (MEGA) había previsto 100 volúmenes.
2Wobert Payne: Marx. Editorial Bruguera, Barcelona, 1969, pág. 1 1 . Existe también
una edición castellana de la que es considerada como su biografía oficial. Vid. Franz 29 T. Bottomore y M. Rubel: Karl Marx. Sociología y Filosofla Social. Penlnsula, Bar-
Mehring: Carlos Marx. Grijalbo, Barcelona, 1968. celona, 1968, p4g. 28.
algunas obras de Comte, del que era contemporáneo, forjándose una su vez Gurvitch no ha dudado en calificar a Marx como «el mayor y
pobre opinión de sus aportaciones intelectuales. menos dogmático de todos los fundadores de la Sociología», consi-
Más allá de estos matices, lo cierto es que Marx puede ser con- derando a «la Sociología de Marx el eje de todas sus preocupaciones
siderado no sólo como uno de los padres de la Sociología, sino más científicasdz.
específicamente como el inspirador de una de sus principales corrien- En este mismo sentido, uno de los más eminentes sociólogos de
tes: la que pone un mayor énfasis en las ideas de conflicto y antago- nuestra época, como Tom Bottomore, ha llegado a señalar que «nin-
nismo para explicar la dinámica social, en contraste con los enfo- guna otra teoría ha demostrado mayor capacidad para definir y ana-
ques de otros padres de la Sociología que pusieron el acento en las lizar los problemas significativos que plantea el desarrollo de las
facetas del orden y la armonía social. sociedades, para formular conexiones cuasi-causales y para provo-
La idea de conflicto en los enfoques sociológicos de inspiración car debates sobre cuestiones teóricas fundamentales. Pero también
marxista se encuentra ligada a una concepción específica de lo -añadirá Bottomore- hay que señalar que la sociología marxista
social, en la que se entremezclan una interpretación dialéctica de -como otras muchas teorías-es demasiado arrogante cuando pro-
la historia con una visión del hombre, en la que los conceptos de clama su capacidad para entender y explicar la vida social, y no
praxis y alienación desempeñan un papel fundamental. Fueron, pre- está preparada para reconocer las limitaciones de toda teoría socio-
cisamente, estos conceptos los que permitieron durante los años lógica frente a la extraordinaria complejidad de la interacción social
posteriores a la 11 Guerra Mundial «recuperar»una interpretación y a la potencialidad humana de innovación creadorav33.
más humanista del pensamiento de Marx, en contraste con las rigi-
La posición de Bottomore se inscribe así en la línea de valorar
deces y las orientaciones adeterministasn de sus exegetas más dog-
positivamente las aportaciones -tanto de fondo como de forma-
máticos30.
de los análisis marxistas, así como su carácter claramente socioló-
En suma, pues, podemos decir que el hecho de que Marx de- gico, pero negándose a reconocer al marxismo no sólo la pretensión
sarrollara una teoría concreta del devenir social, a partir del análi- ingenua de ser la Sociología, sino incluso la de ser una Sociología
sis de los procesos de producción económica, no dificulta en abso- específica, o un sistema sociológico completo y definitivo, que pudie-
luto que su aportación pueda considerarse como una de las grandes ra cerrar la puerta a las diferentes interpretaciones, desarrollos y posi-
contribuciones al acervo teórico de esta disciplina, hasta el punto de bilidades implícitas en toda la producción intelectual de Marx. El
que Schumpeter, por ejemplo, ha podido afirmar que «la llamada mismo Marx, como es sabido, tuvo la intuición de anticiparse a las
interpretación económica de la Historia, es, sin duda, hasta la fecha, pretensiones doctrinarias de algunos de sus exegetas, proclamando
una de las mayores aportaciones individuales a la Sociologían31. A abiertamente que él «no era marxista». En este sentido es en el que
podemos decir que una lectura más flexible y abierta de las obras de
Marx puede permitir enriquecer el cuerpo de la Sociología con
30 Esta ~recuperación~ de ciertas facetas del pensamiento de Marx fue posible en muchas ideas, aportaciones y sugerencias hctíferas, pero prescin-
gran parte debido a la publicación tardía de algunas de las obras de juventud de Mam, diendo de cualquier pretensión de construir, o reconstruir, una «Socio-
asi como al «rescate»del olvido de otras obras poco tenidas en cuenta, en las que desa- logia marxista»,entendida como un sistema cerrado de conocimientos
rrolló su concepción del hombre y en las que explicó su papel «activo y creativon en la
dinámica social. Precisamente en esta perspectiva interpretativa, a Marx le gustaba recor-
rupuestamente veraces y definitivos.
dar aquella cita de Vico, en la que éste señalaba que la diferencia entre la historia huma-
na y la historia natural es que la primera la hacemos nosotros y la otra no. Sobre este
tema puede verse: José Félix Tezanos: Alienación, dialectica y libertad. Fernando Torres,
Valencia, 1977. 32 Georges Gutvitch: La vocacidn actual de la Sociologla. EC.E., Mkxico, 1953, y Tres
3' J. A. Schumpeter: Capitalismo, Socialismo y LMmocraciu. Folio, Barcelona, 1984, eapltulos de historia de la Sociologla. Comte, Marx, Spenccr, op. cit., pAg. 109.
pAgs. 34-35. Tom Bottomore: La sociologla marxista. Alianza, Madrid, 1976, pAgs. 99-100.
Marx desarrolló su trabajo como investigador social en torno a conflictos de clases y de cambios sociales en diversas sociedades (Ale-
dos grandes temas interrelacionados que polarizaron gran parte de mania, Francia, Inglaterra, España). Lo que Marx pretendía era des-
su atención. El primer tema, como él mismo señaló, se orientaba al cubrir la estructura y el funcionamiento de los sistemas de produc-
descubrimiento de ala ley económica de la evolución moderna», es ción a través de la dinámica histórica generada por los antagonismos
decir, la ley de la evolución del capifalismo. Su obra culminante en y conflictos de clases que engendraban. Sus distintos estudios his-
este sentido fue El Capital, a la que se dedicó durante los últimos tóricos, filosóficos, políticos y económicos se engarzaban mutua-
veinticinco años de su vida y cuyo primer libro se publicó en 1875, mente, proporcionando las diferentes piezas y materiales que podí-
ocupándose Engels, una vez muerto Marx, de la publicación del libro an conducir a la explicación global que aspiraba a construir. Para
segundo en 1885 y del tercero en 1894. Otras obras de Marx rela- ello se necesitaba una teoría de las clases sociales, una Sociología de
cionadas con este tema fueron Trabajo, salario y capital (1849) y Crí- los procesos de cambio y antagonismo social y político, una com-
tica de la economía política (1859))así como dos gruesos manuscri- prensión de las leyes de la evolución histórica, una explicación del
tos que en gran parte pueden considerarse como preparatorios de El papel de las ideologías, un análisis de la estructura económica y de
Capital: Líneas fundamentales de la crítica de la economía política, la forma en que lo económico inter-opera con otros componentes de
conocidos popularmente como Grundisse, redactados entre 1857 y la estructura social, una interpretación sobre el papel del hombre en
1858, y Teorías sobre la plusvalía, redactado entre 1861 y 186334. la dinámica social y, por lo tanto, una concepción específica sobre
su naturaleza social y las formas de alienación que truncaban la plas-
El segundo gran tema del que se ocupó Marx, en la perspectiva inación concreta de esta dimensión social básica de lo humano, y,
que aquí estamos considerando, fue el de los procesos específicos de cn suma, una definición de las leyes del capitalismo, de la lógica de
conflictos de clase. Esta problemática la abordó en obras como Las i l Capital. Todo ello Marx lo contemplaba no desde una óptica neu-
luchas de clases en Francia (1850), El 18 Brumario de Luis Bonapar- tra y pasiva, sino desde una perspectiva crítica, o como él mismo
te (1852))La Guerra civil en Francia (1871), así como una gran can- decía, pertrechado con las armas de la crítica.
tidad de referencias contenidas en otras obras, sobre todo en El Mani-
fiesto Comunista (1848) y en una buena cantidad de artículos, algunos Como puede comprenderse, alcanzar todos estos objetivos y, a
escritos por Engels, o en colaboración con Engels, en los que estu- partir de ellos, establecer una síntesis de conocimiento como a la que
diaron procesos políticos concretos en países como Inglaterra, Ale- Marx aspiraba, constituía una tarea enormemente difícil. Por lo tan-
mania o España35. to, no es razonable juzgar a posteriori la obra científica de Marx sola-
mente en función del grado en que se alcanzaron los resultados máxi-
En su conjunto, podemos decir que Marx se planteó el estudio mos planteados, sino que, más bien, lo más razonable es fijarse en
sociológico global más ambicioso que se podía emprender sobre la lu utilidad concreta de las distintas aproximaciones y enfoques a las
sociedad de su época, en cuanto modelo o «tipo ideal» de produc- diferentes cuestiones que abordó. Lógicamente en un libro como éste
ción, sobre todo en El Capital, y en cuanto a procesos concretos de no es posible detenerse en la consideración de todas estas cuestio-
nes, por lo que en las páginas restantes de este epígrafe vamos a limi-
tarnos a resumir muy esquemáticamente algunas de sus aportacio-
34 De ambos manuscritos existen traducciones en castellano. Vid. OME, vols. 21, 22
nes metodológicas y de sus propuestas de explicación teórica sobre
y 45, Editorial Critica, Barcelona, 1977 y 1978, respectivamente. Hay que tener en cuen- el proceso histórico.
ta que para una adecuada interpretación de estas obras de Marx es importante tener en
cuenta también libros como Los Manuscritos de Economía y Filosofía (1844-45), La ide- Mam situó sus estudios en dos planos interdependientes: el de los
ología alemana (1845-46), La miseria de la Filosoffa (1847), etc. hombres concretos y el de los procesos hist6ricos. Marx pensaba que
3%d., por ejemplo, la colección de artfculos sobre España escritos entre 1854 y Iri sociedad no debía de considerarse como un sujeto abstracto al
1873 y que han sido publicados bajo el titulo de: IZlvolución en España. Ariel, Barcelo-
na, 1960. margen del individuo. Pero entendía a los individuos como seres socia-
136 LA EXPLICACIÓN SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 137

les, que desarrollan su verdadera naturaleza en la sociedad. La socie- complejas concepciones teóricas de Marx puede acabar derivando
dad era vista como el marco en el que se producían las interaccio- hacia las caricaturizaciones simplistas, o hacia las interpretaciones
nes sociales, y las más importantes de éstas, para Marx, eran las que parciales o interesadas. Por ello, para terminar este epígrafe, vamos
tenían lugar en la esfera de la organización de la producción mate- a tomar como hilo conductor la presentación resumida de sus con-
rial. De ahí el carácter decisivo de las formas en que se produce el clusiones que formuló Marx en el Prefacio de la Contribución a la
proceso social de trabajo humano y el papel disruptor de las situa- crítica de la economía política: «El resultado general a que llegué
ciones que dan lugar a una alienación del verdadero papel social del -decía Marx- y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a
hombre como ser de praxis, es decir, con una capacidad libre y cre- mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida,
ativa de producción. los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e inde-
Marx intentó analizar la dinámica de los procesos históricos a pendientes de su voluntad, relaciones de producción, que corres-
partir de la dialéctica de antagonismos y alienaciones a que daban ponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas pro-
lugar las contradicciones y carencias de los distintos sistemas de pro- ductivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción
ducción, de forma que se pudieran desvelar, en la estela de los cam- forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la
bios históricos, las tendencias de evolución del futuro, a partir de que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corres-
una nueva concepción hegeliana sobre la «marcha de la historia». ponden determinadas formas de conciencia social. El modo de pro-
En esta nueva concepción el motor del proceso no era, como en Hegel, ducción de la vida material condiciona el proceso de la vida social,
el desenvolvimiento de la «Idea»,del «Espíritu absoluto» abstracto política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la
e inconcreto, sino un conjunto de procesos sociales específicos sus- que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que
ceptibles de ser conocidos y previstos. determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desa-
Marx aplicó, por tanto, las categorías del análisis dialéctico hege- rrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con
liano, pero solamente como categorías-marco que se situaban en la las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la
esfera de procesos histórico-sociales determinados, conjugando así expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de
las dos dimensiones de un esfuerzo de conocimiento propiamente las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de
científico, es decir, la esfera teórico-racional y la empírica-concreta. las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas.
Por eso Marx pudo decir que él había dado la vuelta, o había pues- Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base eco-
to de pie, la dialéctica hegeliana, que antes estaba invertida y presa nómica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa
de su carácter de mera racionalidad ideal. De ahí que Marx califica- superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revolu-
ra su enfoque como un materialismo dialéctico, o materialismo his- ciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocu-
tórico, en contraste con el idealismo dialéctico de Hegel. rridos en las condiciones económicas de producción y que pueden
De lo que se trataba, en suma, como ya hemos señalado, era de apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las for-
poder llegar a conocer científicamente las leyes de desarrollo de la mas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una pala-
sociedad, determinando los principales factores que daban lugar a bra, las formas ideológicas en que los hombres adquieren concien-
la génesis del cambio y la dinámica social. Este factor para Marx era, cia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que
el «conflictode clases»,como verdadero motor de la historia, en cuan- no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de si, no pode-
to que reflejaba las contradicciones y alienaciones implícitas en los mos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia,
sistemas de producción. sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre
A partir de estas consideraciones, de este marco temático gene- las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Nin-
ral, y de este enfoque metodológico, cualquier intento de resumir las guna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas
138 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOG~A:
LOS PADRES FUNDADORES 139

las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen - La perspectiva de evolución social en la historia humana, aquí
nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las con- solamente enunciada, a partir de una tipología básica de los
diciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno cuatro grandes modos de producción (el asiático, el antiguo,
de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone el feudal y el burgués), que en otras obras es ampliada y desa-
siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien rrollada.
miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan Lógicamente, en la obra de Marx existen lagunas, carencias y pun-
cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condicio- tos oscuros que han sido puestos de relieve por muchos de los ana-
nes materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos desig- listas que han revisado críticamente sus aportaciones. Posiblemen-
nar como otras tantas épocas de progreso, en la formación econó- te, a partir del breve texto-resumen de Marx que aquí hemos recogido,
mica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el a muchos se les podrá ocurrir plantear también algunos interrogan-
feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de produc- tes concretos: jcuál es el verdadero papel que Marx atribuye a los
ción son la última forma antagónica del proceso social de produc- sujetos históricos?, jcuál es la autonomía de la personalidad huma-
ción; antagónica no en el sentido de un antagonismo individual, sino na?, jcuál es la explicación de la existencia de diferentes formas de
de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida conciencia en los mismos sistemas de producción?, jcómo evoluciona
de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan ésta?, jhay una unidad en el proceso histórico?, es decir, jexiste un
en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las único proceso social universal, o más bien existen distintos procesos
condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con influidos por distintas tradiciones culturales?, jpor qué no se pro-
esta formación social se cierra, por tanto, la prehistoria de la socie- dujeron algunas de las previsiones sociales anunciadas por Marx?...
dad humana~36.
Estos y otros interrogantes, que aquí podríamos abrir, no hacen
En esta apretada síntesis del pensamiento de Marx podemos esta- sino situarnos ante la verdadera realidad de un esfuerzo intelectual
blecer, como vemos, cinco postulados básicos: de una enorme ambición y de una gran complejidad, cuya com-
- El carácter central de las relaciones de producción. prensión y difusión pública ha ido complejizándose y diversifican-
do, a su vez, a través de las variadas interpretaciones y lecturas rea-
- La dialéctica de interacción entre la infraestructura socio- lizadas por los discípulos y seguidores de Marx, como si se tratara
económica y la superestructura jurídico-política. de una composición de espejos enfrentados que reflejan un número
creciente de imágenes.
- La dialéctica realidad social-conciencia.
Tal diversidad de imágenes, posiblemente no hace sino traducir
- La dialéctica de las contradicciones/conflictos/cambios, en la exageradamente el propio carácter plural y diverso de la obra de Marx
que las revoluciones son vistas como expresión de las necesi- y los distintos matices y peculiaridades que ofrece al sociólogo de
dades de ajuste de los sistemas sociales, una vez que se llega hoy. Pero, más allá de estos matices y diversidades, puede decirse
a un «punto crítico» de ruptura. como conclusión que Marx es, «en primer lugar y sobre todo, el soció-
logo y el economista del régimen capitalista~37.Como ha subrayado
Aron, «es indudable que Marx fue un sociólogo, pero un sociólogo
de tipo determinado, sociólogo-economista, convencido de que no es
36 Carlos Marx: ((Prologo de La contribución a la crltica de la economía política»,
en K. Marx y F. Engels: Obras escogidas. Akal, Madrid, 1975, Volumen 1, págs. 373-374.
Otro texto fundamental, y muy relacionado con bstc, pura entender el alcance e inten- --
ciones del proyecto de estudio rnamlita, en o1 *Enbozo dc crltica de la econornla pollti-
can, publicado por Engels en los Analrr fmnco=al#mane~,en 1844. '7 Rayrnond Aron: l a s etapas del pensarnienlo sociold~ico,op. cil., vol. 1, pág. 173.
140 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO D E LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 141

posible comprender a la sociedad moderna sin referirse al funcio- su resistencia a «construir»una teoría general, un sistema concreto
namiento del sistema económico, ni comprender la evolución del sis- y cerrado, así como su propio talante científico y personal, que le lle-
tema económico si se descuida la teoría de su funcionamiento. Final- vó fundamentalmente a intentar buscar «la verdad, y no secuaces~40.
mente, en su carácter de sociólogo -concluirá Aron- no separaba
La suspicacia de Weber ante los «sistemas» estaba relacionada
la comprensión del presente de la previsión del futuro y de la volun-
con criterios metodológicos de fondo, que le llevaron a rechazar la
tad de acción~38.
idea de cualquier explicación completamente cerrada y acabada. Su
convicción era que los «conceptos»eran incapaces de reproducir con
fidelidad todo el complejo contenido de lo real. Por ello creía que
6. MAX WEBER sólo era ((posibleordenar relativamente lo real, no agotarlos, recha-
Max Weber (1864-1920) es posiblemente uno de los «padresfunda- zando toda pretensión de construir «cualquier sistema, ya sea clasi-
dores» cuya obra ha tenido una mayor influencia en la Sociología ficador dialéctico o de otra clase que después de formar una red de
actual. Muchos sociólogos de nuestros días son herederos directos o conceptos tan densa como sea posible, crea estar en condiciones de
indirectos de su legado intelectual, especialmente en el campo de los deducir la realidad. Semejantes filosofías, que llama «emanatistas»,
estudios de sociología política, de sociología del conocimiento y de son simulacros bajo todos los puntos de vista»41.La opinión de Weber
los análisis sobre estratificación social. Por ello Weber ha podido ser era que «en el terreno de la ciencia todos saben que su obra enveje-
considerado como uno de los intelectuales que ((pertenecióa la gene- cerá al cabo de diez, veinte o cincuenta años... Toda obra científica
ración de eruditos que plasmaron la imagen actual del mundo»... "acabada" -dirá- no tiene más sentido que originar nuevas cues-
«Pero Weber -como subrayará Bendix-, a diferencia de sus otros tiones: exige ser "superada" y envejecer. Quien quiera servir a la cien-
grandes contemporáneos, no se hizo famoso por la elaboración de cia ha de resignarse a esa
una idea clave. La teoría de Mam, que señala el régimen de produc- Max Weber nació en 1864 en Erfurt. Su padre era un jurista que
ción como el factor fundamental en la historia del mundo; la tesis formó parte de la Dieta de Prusia y del Reichstag como miembro del
de Durkheim, que destaca en la adhesión al grupo la mayor fuente grupo de liberales de derecha; su madre fue una mujer de una amplia
de moral para el individuo y de salud para la sociedad; el descubri- cultura y con una viva preocupación por la religión y los problemas
miento de Freud sobre los traumas que el hombre sufre en la infan- sociales. De forma que Weber se educó y creció en un ambiente fami-
cia ..., son ejemplos que carecen de paralelo en la obra de Weber, menos liar culto en el que se entremezclaban las preocupaciones por las
accesible al resumen y a la divulgación~39. cuestiones políticas, religiosas y sociales. Cursó estudios de Derecho,
A lo largo de su vida Weber se ocupó de tantos temas y de tan- de Historia, de Economía, de Filosofía, y de Teología en las Univer-
tas cuestiones distintas, que a veces sus escritos presentan dificul- sidades de Heidelberg, Berlín y Gotinga, incorporándose en 1888 al
tades para ser resumidos y sistematizados. La fertilidad de su obra Verein Für Sozialpolitick, una organización que nucleaba a un sec-
no dio lugar, sin embargo, a una «escuela weberiana» en el sentido tor plural de universitarios preocupados por los problemas sociales,
oficial u oficialista de la expresión. De hecho, Weber al morir no y que estaba liderada por los llamados «socialistasde cátedra».Weber
dejó escuela, y aunque en ello influyera de manera decisiva su com- realizó varias investigaciones sociológicas por encargo de esta aso-
pleja y azarosa vida personal, que le mantuvo apartado durante lar- ciación. Durante su vida académica enseñó en las Universidades de
gos períodos de la enseñanza universitaria, lo decisivo fue, sin duda,

40 Nicolás S. Timasheff La teorta sociold~ica.F.C.E., MCxico, 1961, pág. 232.


Ibfd., pág. 178. 4' Julien Freund: Sociologfa de Max Weber. Pcnfnaula, Barcelona, 1967, pág. 13.
" Reinhard Bendix: Max Weber. Amorrortu, Buenos Alres, 1970, págs. 437-438. 42 Ibfd., pAg. 254.
142 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES

Friburgo, Heidelberg y Múnich, aunque a partir de 1897, después nos creen que el verdadero hilo conductor de toda su obra fue un
de sufrir una grave enfermedad nerviosa que le apartó de sus tra- permanente diálogo con Marx. Sin embargo, frente a quienes, como
bajos durante cuatro años, su actividad docente quedó reducida a Talcott Parsons, opinan que Weber se situó claramente enfrente de
la mínima expresión. Durante su vida, Max Weber se implicó tam- las tesis de Marx, otros intérpretes piensan que la obra de Weber
bién en distintos movimientos e iniciativas políticas; organizó la desempeñó un papel más bien complementario. Ésta es la posición,
Asociación Alemana de Sociología, dirigió un grupo de hospitales por ejemplo, de Irving Zeitlin, para quien «la obra de Weber no debe
durante la 1 Guerra Mundial, participó como experto en la delega- interpretarse como un repudio de los principios metodológicos de
ción alemana en Versalles después de la capitulación, formando tam- Marx, sino como un ((redondeamiento))y una complementación de
bién parte de la comisión encargada de redactar la Constitución de su método»45.Gerth y Mills, a su vez, consideran que lo que hizo
Weimar. Murió en junio de 1920 en Múnich. sin haber podido ver Weber fue intentar arellenar el materialismo económico de Marx con
publicada su obra cumbre, Economía y Sociedad, que vio finalmente un materialismo político y militar)),subrayando que «Weber no se
la luz en 1922. obstina en considerar el materialismo histórico como algo totalmente
erróneo; simplemente -dirán- no acepta su pretensión de estable-
Las obras de Max Weber pueden agruparse43 en cuatro grandes cer una secuencia universal ú n i c a ~ ~ 6 .
bloques. En primer lugar, los estudios de metodología, de crítica y
de filosofía, recopilados en su mayor parte con el titulo de Ensayos En realidad, tanto los intentos de presentar a Weber como la mera
acerca de la teoría de la ciencia44. En segundo lugar, las obras de antítesis de Marx, como las interpretaciones que lo consideran como
carácter histórico, entre las que se encuentran diversos estudios su mero complemento, deben ser objeto de algunos matices. Lo cier-
sobre el derecho romano, sobre civilizaciones de la Antigüedad, to es que buena parte de la obra de Weber está alentada por un con-
sobre historia económica y sobre cuestiones económicas, políticas traste y un diálogo intelectual permanente con Marx. Pero se trata
y sociales en Alemania y otros países europeos. En tercer lugar están de un diálogo mucho más sutil de lo que a veces suele pensarse.
las obras de sociología de la religión, entre las que destaca La ética
protestante y el espíritu del capitalismo, aunque también realizó estu- En primer lugar es necesario tener en cuenta que Weber tenía en
dios sobre el confucianismo, el taoísmo, el hinduismo, el budismo alta estima el pensamiento de Marx, pero le separaban de él no sólo
y el judaísmo antiguo. Finalmente, en cuarto lugar se encuentra su sus propias inclinaciones políticas, sino un conjunto de discrepan-
obra sociológica más importante, publicada con el título de Econo- cias de fondo y de forma. Desde luego, Weber no compartía las líne-
mía y Sociedad. as generales de la metodología marxista, a pesar de que las pocas
veces que Weber suele citar a Marx es para señalar coincidencias en
Como puede verse, Weber buceó en muchos temas, y aunque se enfoques metodológicos muy concretos. Curiosamente, algunas de
le ha echado en cara que muchos de sus estudios quedaron sin rema- sus citas de Marx son para señalar, como de pasada, errores de inter-
tar, lo cierto es que su obra revela una amplia inquietud intelectual pretación o de información, sin que nada de ello le impida, por
y unos conocimientos verdaderamente enciclopédicos. ¿Puede encon- supuesto, el reconocimiento de la importancia de la obra de Marx,
trarse algún hilo conductor central en tan amplia producción? Algu- al que, junto con Nietzsche, consideraba como la figura que más
poderosamente estaba influyendo el mundo intelectual de su época.

43 Vid., por
- ejemplo,
- Raymond Aron: [AS utuyus del pensamiento sociolbgico, op. cit.,
vol. 11, págs. 235 y SS. 4s Irving Zeillin: Ideología y teoría socioidgicu. Amorrortu, Buenos Aires, 1970,
44 Vid,, en en Max Webar: Bnuuyos sobre metodología socioldgica. Amo- p6g. 128.
rrortu, Buenos Aires, 1982; vid, tamblln Mak Wabcr: Lu uccidn social: Ensayos metodold- 46 H. H. Gerih y C. Wright Mills: Max Weher. Ensayos de Sociokogtu ccntempardnea.
~,'ic*os.Penlnsula, Barcelona, 1984, Murtlnez Roca, Barcelona, 1972, pAg. 62.
144 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOG~A:LOS PADRES FUNDADORES 145

En segundo lugar hay que tener en cuenta también que Max Weber - Para Weber el capitalismo no tenía un sentido tan negativo
y Carlos Marx van a coincidir en atribuir un carácter prevalente al como para Marx. Aunque creía que el capitalismo evolucio-
estudio del capitalismo, aunque Marx enfatizó los factores econó- naría y muchas injusticias serían rectificadas por un socia-
mico-materiales y Weber el ámbito de las ideas y creencias. De igual lismo moderado, su visión general no estaba dominada por
manera Marx veía - y postulaba- un cambio revolucionario de este el efecto negativo de las explotaciones, alienaciones y con-
sistema hacia un socialismo radical, mientras que Weber -que era tradicciones, sino que para Weber el capitalismo era un expo-
básicamente un liberal con sensibilidad social- pensaba que se pro- nente de las tendencias hacia una progresiva racionalización
duciría más bien una evolución hacia un socialismo moderado. económica. Weber rechazó la crítica marxista de la econo-
mía capitalista por considerar que carecía de fundamento
No obstante, los estudios de Weber sobre la dinámica de la socie-
científico.
dad capitalista no deben ser vistos solamente como dominados por
un enfoque «espiritualista»o ((ideo-centrista)),como a veces se sos- - Las clases sociales y el conflicto de clases no fueron vistas por
tiene, sino que Weber partió en realidad de dos consideraciones más Weber solamente en términos económicos, sino en un con-
amplias: texto de mayores complejidades en el que era necesario pres-
tar atención a la influencia de factores ideológicos, culturales,
- Por una parte utilizó un enfoque metodológico que excluía las de prestigio social, de poder político, etc.
explicaciones unicausales e intentaba, a la vez, aunar criterios
propios de las llamadas ciencias del espíritu, o de la cultura, - Para Weber la autoridad y el poder político no eran un mero
y de las ciencias de la naturaleza. reflejo de las condiciones infra-estructurales, como en Marx,
sino que obedecían a una lógica propia que también influía
- Por otra parte intentó separar y distinguir en sus análisis el específicamente en lo económico. Weber puso un gran énfa-
plano del poder económico, del plano del poder político, dife- sis en diferenciar los ámbitos del poder económico y del poder
renciando las ideas de los intereses, con la finalidad de poder político.
destacar el papel de las ideas en la vida social.
- Para Weber, las relaciones entre la esfera de la infraestructu-
En definitiva, podríamos preguntarnos si lo que Weber pretendía ra económica y de la superestructura ideológica -por seguir
en el fondo no era sino intentar rescatar el análisis sociológico del la terminología de Marx- no eran unívocas ni unidireccio-
economicismo, y sobre todo del economicismo estrecho, en el que nales. La religión, por ejemplo, no era vista como un mero
pretendían sumirlo algunos de los epígonos de Marx. Pero en reali- «reflejo»de un contexto estructural económico concreto, sino
dad, más allá de algunos debates interpretativos, la única manera de como un factor que podía llegar a ser, en algunos casos, fuen-
desvelar rigurosamente las verdaderas intenciones de Weber, desde te de dinamismo económico.
la óptica de nuestros días, es objetivándolas. Para ello debemos ate- El estudio de la relación entre economía y religión fue uno de los
nernos, en primer lugar, a los rechazos o críticas explícitas que el temas de análisis en los que Weber puso más interés, llegando a cali-
mismo Weber manifestó; en segundo lugar, debemos considerar sus ficar a veces los resultados de sus estudios en este campo como una
aportaciones metodológicas concretas, y en tercer lugar, debemos ((refutación empírica del materialismo histórico». Los estudios de
tener en cuenta el acervo de conocimientos específicos que legó a la Weber sobre la religión se orientaron, como él mismo explicó, a
teoría sociológica. ((determinarla influencia de ciertos ideales religiosos en la forma-
En lo que se refiere a discrepancias explícitas, aparte del recha- ción de una mentalidad económica, de un ethos concreto». La inten-
zo general a las grandes teorías y las explicaciones unicausales, los ción de su estudio sobre el capitalismo y el protestantismo fue ana-
análisis y concepciones de Weber discreparon de los de Marx en cues- lizar «uno de los aspectos de la relación causal ..., las conexiones de
tiones tan importantes como las siguientes: la ética económica moderna con la cttica racional del protestantismo
146 LA EXPLICACI~N SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

ascético». «Lostrabajos subsiguientes sobre la «ética económica» de tidos profesionales, que veían como una actividad bendecida por
las religiones-dirá Weber- aspiran «... a poner de relieve las cone- Dios y hecha en su propia gloria. Así los calvinistas -señalará
xiones que las más importantes religiones habidas en el mundo guar- Weber- tenían «la seguridad tranquilizadora de que la desigual
dan con la economía y la estructura social del medio en que nacie- repartición de los bienes en este mundo es obra especialísima de la
ron; pues sólo así -concluirá- es posible declarar qué elementos providencia divina, que, por medio de estas diferencias y del parti-
de la ética económica religiosa occidental son imputables causalmente cularismo de la gracia, persigue finalidades ocultas, desconocidas
a dichas circunstancias sociológicas, propias de Occidente y no de por nos otros^^^.
otra parte»47. A partir de este proceso de investigación Weber llegó a estable-
El libro de Weber La ética protestante y el espíritu del capitalismo cer que «los elementos esenciales de esa mentalidad que llámanos
es, en este sentido, un magnífico ejemplo de investigación socioló- «espíritudel capitalismo»son justamente los mismos» que se corres-
gica orientada a establecer el nexo de unas relaciones causales. Weber ponden con «la ascesis profesional puritana», de forma que puede
partió de la observación de un dato concreto: que el capitalismo se considerarse que «elespíritu del ascetismo cristiano fue quien engen-
desarrolló en occidente y de una manera más acusada y rápida en dró uno de los elementos constitutivos del espíritu del capitalismo,
los países protestantes que en los países católicos, dándose una mayor y no sólo de éste, sino de la misma civilización moderna: la racio-
presencia de protestantes entre los propietarios y los directivos de nalización de la conducta sobre la base de la idea profesional^^^.
las grandes empresas industriales y comerciales. El hecho de que en otras civilizaciones se dieran muchos de los
rasgos y condiciones necesarias para el surgimiento del capitalis-
El siguiente paso fue inventariar los rasgos que definen el espíri- mo, incluso otras formas de racionalidad, pero sin que existiera
tu capitalista idóneo para triunfar en los negocios (actuación racio- nada que pudiera parecerse a la ética calvinista, le permitió llegar
nal y calculadora, orden, disciplina, puntualidad, capacidad de tra- a la conclusión de que el factor religioso tuvo una importancia deci-
bajo, afán de lucro, espíritu de cuantificación, capacidad de ascetismo, siva, como factor causal, en la génesis del capitalismo occidental.
competitividad, búsqueda del éxito, etc.), encontrando una gran ade- Por lo tanto el capitalismo, como modelo de proceso social con-
cuación entre este «espíritu del capitalismo» y algunos rasgos de la creto, no podía explicarse, ni proveerse, solamente a partir de fac-
ética protestante, especialmente los que hacían referencia al «libre tores económicos.
albedrío», a la «predestinación», la perseverancia y la idea de que
«Dios llama a quienes ha destinado a la vidan, retirando a los hom- El criterio de que lo económico no basta y que era necesario
bres impíos los «dones que tenían». Estos planteamientos daban considerar también los valores y las ideas en la explicación de los
lugar a unas vivencias de incertidumbres y angustias, para las que procesos sociales, no le condujo, sin embargo, a caer en el error de
los calvinistas no encontraban vías confortadoras, ni a través de la postular un unicausalismo «espiritualista»,con el que intentar reem-
confesión -como los católicos-ni por medio de ningún otro meca- plazar el unicausalismo economicista. Por ello Weber concluirá su
nismo. libro, precisamente, afirmando que una vez vista la influencia de
la ética protestante en el espíritu del capitalismo «ahora -dirá-
Por ello, Weber llegó a la conclusión de que la angustia y una debería investigarse la manera cómo el ascetismo protestante fue
atenta preocupación por seguir los designios de Dios llevaba a los influenciado, a su vez, en su desenvolvimiento y características fun-
calvinistas a un escrupuloso cuidado en el cumplimiento de sus come- damentales por la totalidad de las condiciones culturales y socia-

47 Max Weber: La ktica protestante y el espiritu del capitalismo. Penlnsula, Barcelo- 4n Ibfd., págs. 252-253.
na, 1969, phg. 18. 4Y Ibld., phg. 257.
148 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

les, singularmente económicas, en cuyo seno nació. Pues recono- dola, la acción social para de esa manera explicarla causalmente en
ciendo que, en general, el hombre moderno... no es capaz de repre- su desarrollo y efectosdl.
sentarse toda la efectiva magnitud del influjo que las ideas religio-
Las herramientas fundamentales del análisis weberiano son los
sas han tenido sobre la conducta en la vida, la civilización y el carácter
conceptos de: «acción»,de «relación social»,de «interpretación cau-
nacional, nuestra intención no es tampoco sustituir una concepción
sal» y los «tipos».
unilateralmente «materialista» de la cultura y de la historia por una
concepción contraria de unilateral causalismo e s p i r i t ~ a l i s t a » ~ ~ . La «acción» será definida como «una conducta humana (bien
consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir)
Estas reflexiones nos dan pie para terminar este epígrafe con algu- siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella un sen-
nas consideraciones generales sobre las propuestas metodológicas tido subjetivo. La «acción social»,por tanto -dirá Weber-, es una
formuladas por Max Weber, y que, lógicamente, estuvieron muy influi- acción en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está refe-
das por la forma en que estaba planteada la disputa metodológica rido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo»".
en la Alemania de su época. En aquel contexto específico Weber inten-
tó formular una cierta síntesis entre la tradición neo-kantiana y la Esta conceptualización de la «acciónsocial»,en relación a su sen-
neo-idealista, aprovechando las posibilidades y las perspectivas que tido y en referencia a la conducta de los otros, ha dado lugar a que,
ofrecían tanto las llamadas ciencias de la naturaleza, como las del a veces, se haya criticado a Weber por una excesiva proclividad «psi-
espíritu. En esta perspectiva reivindicó la dimensión científica de la cologista». Sin embargo, lo cierto es que la acción a que se refiere
Sociología, con sus correspondientes posibilidades de establecer rela- Weber se produce en unos marcos específicos, en un contexto de rela-
ciones causales, pero reconociendo la especificidad de los fenóme- ciones sociales regularizadas, que pueden ser objeto de una tipifica-
nos sociales, debido a que los hombres como seres conscientes actú- ción social. En la acción social, como subrayó Weber, se pueden obser-
an con intencionalidad, con sentido, dando lugar a que su conducta var ((regularidades de hecho, es decir, el desarrollo de una acción
sea subjetivamente significativa, y, por tanto, deba ser comprendida repetida por los mismos agentes o extendida a muchos (en ocasio-
como tal. nes se dan los dos casos a la vez), cuyo sentido mentado es típica-
mente homogéneo. La Sociología -aclarará Weber- se ocupa de
Weber propuso un enfoque que calificó como método comprensi- estos tipos de desarrollo de la acción, en oposición a la historia, inte-
vo, que intentaba abarcar e integrar los ámbitos de lo objetivo y lo resada en las conexiones singulares, más importantes para la impu-
subjetivo en una perspectiva histórica concreta, de forma que resul- tación causal, esto es, más cargadas de destino~53.
tara posible formular explicaciones de los fenómenos sociales que
fueran subjetivamente significativas y que estuvieran objetivamente La .relación social» es definida como cuna conducta plural -de
trabadas en sus relaciones de causalidad, planteadas en términos de varios-que, por el sentido que encierra, se presenta como recípro-
probabilidad. camente referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación
social consiste, pues, plena y exclusivamente, en la probabilidad de
Es decir, el llamado método comprensivo de Weber integraba tres que se actuará socialmente en una forma (con sentido) indicable;
elementos o planos de análisis: el objetivo (con sus relaciones de causa- siendo indiferente... aquello en que la probabilidad descansa~54.
lidad), el subjetivo (con sus dimensiones de significatividad) y el
histórico (como gran horizonte analítico). Por ello, Weber definió la
Sociología como «una ciencia que pretende entender, interpretán-
" Max Weber: Economta y Sociedud. F.C.E.Mbxico, 1964, pág. 5 .
Ibtd., p6g. 5.
Ibld., pág. 23.
so Ibld., piigs. 260-26 1 . 54 Ibld., pág. 2 1 .
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES

Para abordar el estudio de estay relaciones sociales regulares y


Weber ilustró su concepción sobre los tipos construyendo un buen
recíprocamente significativas es para lo que Weber propone la utili-
número de tipologías: sobre los actos sociales, sobre el orden legíti-
zación de sus otras dos herramientas conceptuales básicas; es decir,
mo, sobre las asociaciones económicas, sobre las formas de poder o
estas relaciones sociales se deben abordar «mediante la búsqueda de
dominación56, etc. A veces sus tipologías se complejizan excesiva-
las reglas del acaecer»(interpretaciones causales) y mediante la cons-
mente desglosándose en subtipologías y en clasificaciones cada vez
trucción de «conceptos-tipo)).
más prolijas, que hacen perder claridad a los modelos originarios.
«Una inteupretación causal correcta -dirá Weber- de una acción En suma, podemos decir, para concluir, que Weber fue una de las
concreta significa: que el desarrollo externo y el motivo hayan sido grandes figuras intelectuales de nuestro tiempo que más ha influido
conocidos de un modo certero y al mismo tiempo comprendidos en la Sociología que se hizo después. Posiblemente su mayor vir-
con sentido en su conexión. Una interpretación causal correcta de tualidad fue que no intentó llegar a conocimientos definitivos, ni se
una acción típica (tipo de acción comprensible) significa: que el esforzó por construir un «nuevo» sistema explicativo general, sino
acaecer considerado típico se ofrece con adecuación de sentido (en que aplicó su mente inquieta a estudiar las más diversas cuestiones
algún grado) y puede ser comprobado como causalmente adecua- relacionadas con lo social, acumulando conocimientos, hipótesis,
do (en algún grado). Si falta adecuación de sentido no estaremos sugerencias y, sobre todo, interrogantes y propuestas metodológicas
sino ante una probabilidad estadística no susceptible de compren- para poder abordar con rigor y sin anteojeras parcializadoras el estu-
sión (o comprensible en forma incompleta))).Igualmente tampoco dio de una realidad tan compleja como la sociedad humana. Su capa-
estaremos ante una proporción causal correcta a no ser que exista cidad para formular cuestiones relevantes, y su concepción rigurosa
una probabilidad de que una acción (con sentido) «tomarade hecho, de la Sociología, en un sentido científico moderno, hicieron posible
con determinada frecuencia o aproximación (por termino medio o que a la larga su influencia en las siguientes generaciones de soció-
en el caso «puro»),la forma que fue considerada como adecuada logos, fuera bastante sólida y fructífera, precisamente, porque Weber
por el sentido~55.Sólo en el caso de que se dieran tales supuestos no intentó descubrir y transmitir «verdades»absolutas, sino orien-
creía Weber que se podía hablar propiamente de «leyes socio- taciones útiles.
lógicas~.
De todo esto se desprende que el marco conceptual básico para
entender las acciones sociales en el esquema weberiano es el .tipo».
Los «tipos»son instrumentos metodológicos que permiten una mejor
y más adecuada comprensión de la realidad, proporcionando deter- Algunos analistas sostienen que después del ciclo de los grandes
minados marcos de referencia o modelos de ordenación de la reali-
padres de la Sociología no ha habido desarrollos de un tenor y alcan-
dad. Weber distinguió entre dos clases de tipos: los «tipos-puros o
ce similar. Es cierto que se han escrito obras de interés y que se han
ideales)),que intentan establecer una ordenación «racional»de la rea-
desarrollado formulaciones de indudable densidad, pero general-
lidad, y los «tipos-promedio»,a través de los que se puede formular
mente todas ellas se han situado en la estela de los enfoques postu-
una catalogación o clasificación de lo que ocurre en la realidad. Los
lados por alguno de los grandes padres fundadores.
«tipos ideales)),por lo general, no se dan en toda su pureza en la rea-
lidad, pero sirven para arquetipizar esa realidad, y para destacar algu- Nada de esto ha impedido, sin embargo, que en los años poste-
nos de sus rasgos hndamentales. riores a la 11 Guerra Mundial, la Sociología alcanzara un notable gra-

Vid., por ejemplo, las referencias a la tipologta sobre los modos o tipos de domina-
ción o poder en el capttulo cinco, pAgs. 192-193.
152 LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA:
LOS PADRES FUNDADORES 153

do de desarrollo en sus aplicaciones prácticas. Debido, en gran par- les y difusos. Los nuevos modelos de referencia suponen reemplazar
te, a las aportaciones seminales de algunos de los padres de la Socio- el análisis sociológico de las realidades sociales de carácter estruc-
logía, el análisis social trazó la imagen precisa de una sociedad nu- tural e institucional por mónadas individualizadas, ya sea el propio
cleada en torno a instituciones y a procesos de interacción que tenían individuo como persona, ya sea la empresa (empresa-red),ya los acto-
lugar en estructuras en las que se producían relaciones de ordena- res políticos entendidos como entidades suficientemente aislables en
ción, de colaboración, de competencia de conflicto, etc. Desde dife- el universo «nervioso»de una trama de influencias y estímulos infor-
rentes perspectivas, la mirada sociológica se ha mantenido atenta a macionales.
los grandes fenómenos del poder, de la estratificación social, del tra- Esta forma de proceder implica una racionalización teórica del
bajo, etc., centrando sus estudios en las instituciones en torno a las proceso de sustitución de los poderes reales y patentes por los difu-
que se sustanciaba la realidad de lo social, desde la familia a la escue- sos y opacos, de las estructuras de ubicación concretas por las posi-
la, desde las instituciones políticas a las culturales, etc. ciones volátiles y circunstanciales, de las entidades políticas institu-
cionalizadas por los núcleos de influencia comunicacional y de las
Sin embargo, antes de entrar en los contenidos de los siguientes ideas de modernidad por la retórica de la postmodernidad. Desde un
ctipttulos de este libro, es preciso detenerse en algunos de los enfo- punto de vista teórico-analítico, determinados enfoques de este tenor
ques qiic cstán desarrollándose en la Sociología de principios del implican una regresión desde modelos de corte estructural a para-
riglo XXI y que, de alguna manera, implican cambios apreciables en digma~difusos, que si fueran llevados analógicamente al plano del
loa planteamientos teóricos y en la manera de entender la Sociolo- símil biológico podrían valorarse como una especie de hipótesis inver-
#fa y la propia sociedad. Así, del hilo de las profundas transforma- sa de involución imposible, o «contra-natura)),es decir, un cambio
ciones que cstán teniendo lugar como consecuencia de la revolución de paradigma que tuviera lugar desde el modelo de los vertebrados
tecnoldgica en el inicio del siglo XXI, se ha difundido un nuevo tipo hacia la realidad viscosa y electrizante de las medusas.
de enfoques sociológicos que, tomando en consideración algunas ten-
dencias sociales contrastadas y otras más cuestionables, intentan for- Desde una perspectiva práctica aplicada, los nuevos enfoques pue-
mular un nuevo tipo de explicaciones sociológicas, que en el fondo den tender, de hecho, a sacralizar algunas pautas de evolución social
y en la forma apuntan a una desustanciación de la teoría sociológi- que ciertamente son constatables en las sociedades avanzadas de prin-
ca. La nueva imagen de la sociedad que se ofrece, en este sentido, cipios del siglo XXI, pero que aún es pronto para saber si tendrán un
no es la de una estructura, sino la de una especie de red neurona1 a alcance más o menos parcial y coyuntural. Por ejemplo, entre estos
la que se presenta como extraordinariamente eficiente y operativa nuevos fenómenos constatables están la fragilización del tejido social,
de cara a optimizar económica y socialmente las oportunidades que la precarización laboral, la potenciación de poderes difusos y opa-
brindan los sistemas de producción emergentes. cos, la fragmentación cultural, la extensión «normalizada»de la exclu-
sión social, etc.S7 En el fondo, la «opacización»de los poderes y de
Los nuevos planteamientos de Sociología difusa tienden a susti-
tuir el modelo estructural e institucional de la Sociología clásica por
perspectivas más laxas y difusas que aparentemente se ponen al ser- 57 Sobre las transformaciones que están teniendo lugar en las sociedades de princi-
vicio de una determinada concepción del éxito y la eficiencia eco- pios de siglo puede verse mi trilogía sobre la desigualdad, el trabajo y el poder. José Félix
nómico-financiera (que sin embargo está siendo contrastada por múl- Tezanos, La Sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tec-
tiples evidencias concretas de signo crítico). Estos enfoques, en el noldgicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001; José Félix Tezanos, El trabajo perdido. ¿Hacia
una civilizacidn postlaboral?, Biblioteca Nueva, Madrid, 200 1 ; José Félix Tezanos, La demo-
fondo, suponen un cierto desplazamiento del foco de atención pri- cracia incompleta. El futuro de la democracia postliberal, Biblioteca Nueva, Madrid, 2002.
mordial del análisis sociol6gico desde los grandes fenómenos socia- Vid. tambien JosC FClix Tezanos, poder, riqueza y democracia. Los retos de la cohesión
les del poder, la desigualdad, las relaciones en las instituciones, los social., en Alfonso Guerra y Jose Felix Tezanos (eds.), Politicas econdmicas para el siglo
valores, etc., hacia fenómenos y procesos de interacción más voláti- X X I , Editorial Sistema, Madrid, 2004, pAgs. 177-2 15.
EL DESARROLLO DE LA SOCIOLOGÍA: LOS PADRES FUNDADORES 155

las estructuras, que, de alguna manera, se exalta por esta vía ana- EJERCICIOS Y T ~ P I C O PARA
S LA REFLEXI~N
lítica, puede acabar deviniendo en una cierta «ideología» justifica-
tiva y legitimadora de la nueva situación establecida. Lo cual se 1) Hacer una relación de los principales padres de la Sociolo-
conecta directamente con otra dimensión que suele acompañar a gía, indicando en cada caso cuál fue su papel y sus principa-
la presentación pública de las tesis de los teóricos de la nuevaSocio- les aportaciones para el nacimiento y desarrollo de esta nue-
logia difusa: la tendencia a ser convertidos e? figuras mediáticas. va ciencia.
incluso con una proyección pública orientada a inspirar operacio- 2) Realizar un inventario de los principales antecedentes de la
nes políticas también difusas (como las famosas «terceras vías»). Sociología. ¿Por qué se considera que la Sociología existe a
Algunos de estos planteamientos están contribuyendo a que la com- partir de un determinado momento, y no antes?
petencia electoral resulte más ambigua y inespecífica, con el efec-
to de una mayor desimplicación participativa entre amplios secto- 3) Hacer una semblanza de Saint-Simon, relacionándolo con la
res de población; lo que refuerza, a su vez, la realidad de una época en la que vivió y sus principales aportaciones al naci-
sociedad más débil, en la que, al final, se pueden acabar viendo miento de la Sociología.
verificadas algunas de las tesis planteadas inicialmente por los teó- 4) Hacer lo mismo con Comte.
ricos de lo inespecífico, en un círculo vicioso analítico que puede
5) ¿Por qué algunos intérpretes consideran más interesantes las
terminar por cerrarse sobre sí mismo.
contribuciones a la historia de la Sociología de Saint-Simon
En esta peculiar peripecia, el nuevo sociólogo difuso y mediáti- que las de Comte?
co es publicitado especialmente a través de las propias redes infor- 6) ¿Cuál es el significado de Durkheim en la historia de la
macionales cuyo valor teoriza, obteniendo frecuentemente los datos Sociología? ¿Qué aporta respecto a otros autores anteriores?
y los argumentos de apoyo a sus tesis en entornos extra-académicos,
con libros mediáticos elaborados por periodistas y comunicólogos y 7) ¿En qué sentido considera Durkheim que la sociedad es supe-
con informes pseudoestadísticos de empresas y entidades que mues- rior a los individuos?
tran un gran empeño apriorístico en justificar y racionalizar sus inte- 8) ¿Qué es un hecho social? ¿Cómo deben estudiarse los hechos
reses concretos y sus modos de operar, en ocasiones más allá de las sociales?
exigencias de rigor, la objetividad y la precisión que impone la lógi- 9) {En qué manera influyó el contexto histórico en las preocupa-
ca propia del método científico. ciones sociológicas de Durkheim?
Por ello, el esfuerzo de «mediatización»que acompaña a la So- 10) ¿Puede considerarse a Carlos Marx como uno de los «padres
ciología difusa, en un doble sentido, da lugar a que en ocasiones fundadores» de la Sociología, de la misma forma que los
se levanten pantallas de filtración de lo real, que, como en el famo- demás? ¿Cuáles son las principales aportaciones de Marx a
so juego de simulación del círculo de espejos propuesto por Leo- la Sociología? ¿De qué temas se ocupó?
nardo da Vinci, pueden acabar reflejando imágenes distorsionadas, 11) ¿Qué es el «materialismo dialéctico»? ¿Cuáles son sus princi-
en las que las figuras y los espacios se multiplican y al final uno pales postulados?
mismo no llega a saber dónde se encuentra verdaderamente, ni d6n-
de están ubicados los demás, ni a partir de qué formas ni condi- 12) ¿Cuál es el factor fundamental que explica la dinámica his-
ciones cada cual hace notar realmente su presencia. Pero, claro tórico-social, según Marx?
está, lo que nadie parece atreverse a cuestionar es que todo esto 13) Hacer un cuadro comparativo de las principales tesis e inter-
nos podría conducir a un mundo tan aparentemente feliz como sus- pretaciones de Carlos Mam y de Max Weber. ¿Cuáles eran sus
tancialmente nebuloso. principales puntos de coincldencla y de discrepancia?
156 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

14) ¿En qué consiste el método comprensivo propuesto por Max


Weber? ¿Qué elementos o planos de análisis integra?
15) ¿Cuáles son los conceptos fundamentales del análisis webe-
riano?
16) ¿En qué temas se ha hecho notar más la influencia de Weber
en la Sociología contemporánea? ¿Cuáles son las principales
razones que explican su influencia?
17) (En qué aspectos de la realidad social ponen el acento los
teóricos de la ((sociedaddébil»?
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO
DE LA SOCIOLOGÍA
La finalidad de la Sociología es el estudio de la sociedad. Pero
¿qué es realmente la sociedad?, ¿cómo puede analizarse la sociedad?,
{cómo la estudiamos los sociólogos?, ¿por qué no se ha desarrolla-
do hasta nuestro tiempo una perspectiva general de estudio científi-
co de la sociedad?

1. ¿QUÉ ES LA SOCIEDAD?
Las sociedades actuales son sociedades de masas. Sociedades en
las que lo colectivo, las dimensiones sociales, tienen un peso como
nunca antes habían tenido en la historia. En las grandes civilizacio-
nes de la Antigüedad se dio también el fenómeno de los grandes núcle-
os urbanos, Babilonia, Atenas, Roma, Bizancio fueron ciudades que
alcanzaron una gran proyección política y cultural. Pero hasta hace
muy poco tiempo sólo una minoría de la población vivía en las gran-
des ciudades y todo tenía una dimensión diferente.
Las sociedades de nuestros días son enormemente complejas y
dinámicas. La generación que actualmente tiene setenta u ochenta
años vivió durante su juventud en un mundo totalmente distinto, sin
viajes en avión, sin televisión, sin antibióticos, sin ordenadores, sin
autopistas llenas de automóviles. Si una persona nacida hace seten-
ta años se hubiera limitado durante toda su vida a vivir en el mismo
lugar y a sentarse todos los atardeceres a la puerta de su casa, para
observar lo que pasaba a su alrededor, en unos minutos podría hacer
pasar ante su memoria cambios asombrosos. A lo largo de su vida
prácticamente habría vivido en sociedades diferentes sin necesidad
de moverse de sitio.
160 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 161

Pero ten qué han cambiado las sociedades? ¿Se puede decir real- 2. LA ESTRUCTURA SOCIAL
mente que las sociedades actuales son las mismas sociedades que
hace treinta, o cuarenta, o sesenta años? Precisamente para respon- La idea más elemental que subyace en el concepto de estructura
der a estas preguntas tenemos que estudiar la sociedad. ¿Cómo? En es que la realidad no es un caos, que las cosas se disponen
primer lugar, atendiendo a sus problemas y a las partes que la inte- ordenadamente. La imagen de una estructura es la de un corte trans-
gran, es decir, a su estructura social, y en segundo lugar, atendiendo versal o una disposición espacial en la que se refleja la cristalización
a los procesos y relaciones sociales. de las partes que forman un conjunto. El esqueleto de un ser vivo es
La sociedad, al igual que los organismos vivientes, tiene una la estructura de un sistema óseo. La estructura de un edificio viene
estructura, un conjunto de partes vertebradas, como en un cuerpo o dada en la forma en que se disponen las vigas, los pisos, los espa-
en un esqueleto. Y cada parte de esa estructura cumple un papel o cios, etc. ,
una función útil y necesaria para el conjunto. Algunos sociólogos Esta idea de conformación regular y ordenada, es decir estruc-
organicistas llevaron este símil hasta extremos simplistas y, a veces, turada, de la realidad está tan extendida y se encuentra tan asocia-
divertidos, al comparar a los individuos con las células de un orga- da al más mínimo sentido común analítico, que se ha llegado a con-
nismo, a los grupos sociales con los tejidos celulares, a los cables siderar que el concepto de estructura no aporta realmente ningún
eléctricos y de telégrafos con el sistema nervioso, a las carreteras y valor analítico, no siendo otra cosa que una mera referencia a lo
sci circulación con las venas y la sangre... obvio.
Pcro, más allá de estas interpretaciones simplistas, si tuviéramos Sin embargo, lo cierto es que en la tradición del pensamiento
que hacer una rápida disección de la sociedad que pudiera ser expli- occidental el modo de pensar orientado a «ver el orden de las cosas),
cudii cn pocas palabras, podríamos decir que en toda sociedad exis- -«la figura)),el «modelo»-fue abandonado prácticamente después
ten diversos tipos de grupos sociales, distintas clases sociales, diferen- de Platón, hasta que la ciencia moderna y las corrientes racionalis-
tes formas o modelos de comportamiento social y modos estandarizados tas de pensamiento recuperaron la óptica de análisis de la realidad
de interacción, así como un conjunto de Instituciones sociales que a través de modelos, de formas ordenadas y estructurales. No es
cumplen funciones específicas. Entre estas Instituciones están la fami- extraño, por tanto, que una de las influencias más importantes en
lia, a través de la que los individuos se relacionan con afecto, tienen la conformación del concepto de estructura en la Sociología pro-
hijos y organizan su vida; la escuela, o el sistema de enseñanza, a tra- venga, precisamente, de una de las tradiciones de pensamiento -la
vés del que las personas aprenden sus conocimientos y destrezas; las hegeliana-marxista- en la que ha existido una más nítida imagen
lgbsias, que proporcionan un sistema de creencias; las Instituciones estructural de la sociedadl.
políticas, a través de las que se regula y organiza la vida política; las
Instituciones económicas, que proveen los bienes y servicios necesa- El concepto de estructura implica básicamente tres elementos: la
rios para vivir, etc. idea de un conjunto o totalidad, la existencia de unas partes que
componen ese conjunto y una disposición ordenada de relaciones o
Todo esto, en toda su complejidad, es lo que constituye la socie- posiciones de las partes en el conjunto. Es decir, el concepto de
dad. La Sociología se ocupa de estudiar su estructura, sus cam- estructura en su acepción más elemental refleja la imagen de un haz
bios y sus problemas. Y para ello dispone de un conjunto de téc- de relaciones espaciales. Sin embargo, cuando hablamos específica-
nicas de investigación -encuestas, sondeos de opinión, análisis
de casos...- y unas cuantas hipótesis y formulaciones teóricas a
partir de las que es posible encuadrar y dar sentido a los estudios
realizados. Sobre este tema, vid., por ejemplo, Hsnrl Lcfcbvrc: *El concepto de estructura en
Marx», en R. Bastide y otros: Sentidos y usas del tlrmlnu de estructura en las ciencias del
tiombre. Paidós, Buenos Aires, 1968, pAgi. 8 1-85,
162 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA 163

mente de estructura social, los contenidos del concepto se hacen En esta óptica el concepto de estructura es definido como «un
mucho más concretos, a la vez que más complejos y, en ocasiones, conjunto de relaciones de unidades pautadas relativamente estables».
difíciles de aprehender a simple vista. Y dado -añadirá Parsons- que la «unidad del sistema social es el
En toda sociedad humana, incluso en las más simples y primiti- actor» y teniendo en cuenta que éste participa en el sistema social
vas, puede identificarse una estructura social de cierta complejidad. desempeñando roles, la estructura social se define, como «un siste-
Por ello nadie niega la virtualidad del concepto de estructura social, ma de relaciones pautadas de actores en cuanto a la capacidad de
como forma básica de enmarcar y situar a una Sociedad. Como ha éstos para desempeñar roles los unos respecto a los otros^^. De esta
subrayado Nadel, «la hipótesis de una sociedad o grupo sin estruc- manera, el concepto de estructura social se imbrica directamente con
tura es una contradictio in terminisn2. el concepto de rol social, que analizamos en el epígrafe seis de este
capítulo.
En la Sociología actual se han formulado diferentes definiciones
del concepto de estructura, por lo general vinculadas muy directa- Más allá de la aparente complejidad de algunas de estas definicio-
mente a distintas teorías y enfoques sociológicos: el organicismo, el nes, las ideas comúnmente aceptadas que están en la base de la
I'uncionalismo, la teoría de los roles, etc. definición del concepto de estructura social son básicamente cuatro.
El organicismo, por ejemplo, utilizó el concepto de estructura so- En primer lugar, la estructura social es entendida como una red o
cial de una forma sencilla y básica, entendiendo simplemente que la sistema de relaciones sociales regulares y pautadas, que prevalecen
~ociedadera un ((organismosocial»,que podía contemplarse prácti- a los individuos concretos y los anteceden. Es decir, las estructuras
camente de la misma manera que un biólogo analiza un organismo están referidas a uniformidades o esquemas de relaciones, depen-
viviente. Como vimos al principio de este capítulo, las «analogías dencias o ordenaciones que son relativamente estables e invariantes,
orgAnicus» seguidas por esta vía llevaron a veces a formular ejem- mientras que las partes que integran la estructura o forman parte de
plos bastan te pintorescos. ella son variables y reemplazables. Por ejemplo, en una sociedad deter-
minada existe una estructura de clases específica, formada por dife-
El funcionalismo, y más específicamente el enfoque estructural- rentes clases sociales a las que pertenecen distintos individuos. Pues
funcional, realizó posiblemente uno de los esfuerzos definitorios más bien, algunos individuos, con el paso del tiempo, pueden morir, emi-
elaborados en este campo. Talcott Parsons, por ejemplo, conectó la grar a otro país, o enriquecerse y cambiar de clase social. Pero, sin
definición del concepto de estructura social con el concepto de ~ S i s - embargo, continúan existiendo las mismas clases sociales y la mis-
tema)),entendiendo por tal el modo en que se organizan los proce- ma estructura de clases en la que otros individuos mantendrán idén-
sos persistentes de interacción entre los actores. «Supuesto que un ticas o similares posiciones políticas y sociales. En definitiva, la
sistema social -nos dirá- es un sistema de procesos de interacción estructura permanece con los mismos perfiles, mientras que los indi-
entre actores, la estructura de las relaciones-entre los actores, en cuan- viduos van siendo reemplazados unos por otros.
to que implicados en el proceso interactivo, es esencialmente la estruc-
tura del sistema social. El sistema -dirá Parsons- es una trama de En segundo lugar, y en relación con lo anterior, en la medida que
tales relacionesn3, añadiendo que «un sistema de acción concreto es las formas y contenidos de las estructuras sociales vienen dadas en
una estructura integrada de elementos de la acción en relación con las sociedades haciendo abstracción de la población concreta y de
una ~ituación))~. los individuos particularizados, es evidente que los contenidos de las

2 Siegfried E Nadel: Teoría de la estructura social. Guadarrama, Madrid, 1966, p8g. 235. Talcott Parsons: Ensayos de teortu .sociol<lglcu.Pnldhs, Buenos Aires, 1967, pág.
"alcott Parsons: El Sistema Social. Revista de Occidente. Madrid, 1976, pág. 33. 199.6 Stanislaw Ossowski: Estructura de clases y conclencla social. Penlnsula, Barcelo-
4 Ibfd., p8g. 44. nu, 1969, p6gs. 16-18.
164 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 165

estructuras sociales son «esquemas de acción pautadas». Es decir, No es extraño, por tanto, que actualmente prácticamente nadie
son formas de hacer o de estar que vienen socialmente dadas, que niegue el carácter dinámico de las estructuras sociales, de la misma
responden a uniformidades {(ordenadassocialmente». manera que nadie pone en cuestión la disposición estructural de las
En tercer lugar, las estructuras sociales implican distintas formas realidades sociales. Ni la realidad social es un proceso fluido y sin
estandarizadas de relaciones de ordenamiento, de distancias socia- orden -desestructurado- ni las sociedades concretas se ven exen-
les, de jerarquías y dependencias de unos individuos y grupos res- tas de unos cambios más o menos intensos. Por ello el concepto de
pecto a otros, según los papeles sociales que desempeñan, según sus estvuctuva tiene su correlato directo en el concepto de cambio social,
características personales, sociales y culturales etc., y de acuerdo a o como algunos teóricos sociales prefieren decir, la estática social y
los repartos de funciones sociales establecidos en la sociedad. la dinámica social, o la estvuctuva y el proceso, deben ser vistos en su
íntima interdependencia. Ya se ponga el acento en una u otra face-
En cuarto lugar, la estructura social general de una sociedad está
ta, en el fondo nos encontramos ante bipolaridades conceptuales inse-
formada por un conjunto de subestructuras, o estructuras específi-
parables, referidas a sociedades con estructuras sociales en perma-
cas, que están interconectadas entre sí de formas muy diversas. Por
nente devenir.
ejemplo, en una sociedad podemos diferenciar la estructura de cla-
ses, la estructura de poder, la estructura económica, la estructura de El concepto de estructura social es, desde esta perspectiva dinámi-
población, la estructura ocupacional, etc. ca, el marco en que debemos situar el estudio concreto de los diferen-
En definitiva, podríamos concluir, señalando con Ossowski, que tes aspectos y formas de relación e interacción que constituyen la
en sentido metafórico la estructura es un sistema de distancias y jerar- sociedad.
quías sociales interpretadas figuradamente, así como de relaciones
interhumanas de uno u otro tipo, tanto en sus formas organizadas
como no organizada@.
3. LOS GRUPOS SOCIALES
Como hemos indicado, la estructura social hace referencia a los
elementos más permanentes e invariantes de lo social. Sin embargo,
El grupo social es la realidad más inmediata y central para la
hay que tener en cuenta que las estructuras sociales concretas tam-
bién están sometidas a procesos de cambio histórico. La hipótesis Sociología. La dimensión social del hombre se proyecta desde su
infancia y a lo largo de su vida en el ámbito de un conjunto de gru-
de una estructura rígida y completamente cristalizada prácticamen-
te no se da en ningún ámbito de la realidad, y menos en realidades pos de muy diferente índole, desde la familia, el grupo de compañe-
ros de clase, la pandilla de amigos, el grupo de vecinos, el grupo de
que presentan tantos elementos dinámicos como las sociedades
compañeros de trabajo, etc.
humanas. Las estructuras de clases en las sociedades desarrolladas
de nuestros días, por ejemplo, son diferentes a las de las sociedades Si uno se detiene a observar con detalle toda la trama social, lo
pre-industriales, o a las que caracterizaron las primeras etapas de la primero que se encuentra es que la sociedad está formada por una
sociedad industrial, de la misma manera que también son distintas tupida red de grupos sociales, en los que los individuos se encuen-
las estructuras de la población según las sociedades van evolucio- tran implicados en diferente grado. Los grupos sociales son las célu-
nando y según van cambiando las formas de hábitat, los modelos las o unidades básicas de la sociedad. En un sentido muy general
familiares, las costumbres sociales, etc. podría decirse incluso que el ((hombrees un ser grupaln, en tanto en
cuanto el individuo, como ser social, lo es siempre en el ámbito de
un haz de relaciones concretas, y Cstas se producen en la esfera de
Stanislav Ossowski: Estructura de clasrs Y conclcncia social. Penfnsula, Barcelona, grupos, desde los más elementales e informales hasta los más com-
1969, p 8 g ~ 16-18.
. plejos y formalizados.
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 167

Sin embargo, el carácter básico de los grupos sociales y el hecho sociales cumplen los grupos? Antes de entrar en estas definiciones
de que éstos sean la realidad sociológica más familiar e inmedia- conceptuales es necesario empezar por hacer algunas precisiones.
ta, no dio lugar a que los grupos fueran objeto de una atención En primer lugar hay que tener en cuenta que todos los seres huma-
prioritaria durante las primeras etapas de la historia de la Socio- nos forman parte de diferentes grupos de muy distinta naturaleza,
logía. El estudio de los grupos sociales no se abordó hasta el siglo características y extensión, de forma que en toda Sociedad el núme-
xx, y el «descubrimiento»,o redescubrimiento, de su importancia ro de grupos es superior al de individuos.
no se produjo prácticamente hasta los años posteriores a la 11 Gue-
En segundo lugar hay que tener en cuenta que los grupos socia-
rra Mundial.
les son realidades diferentes a las «categoríassociales» y a los «agre-
En general, los padres fundadores de la Sociología, como ya hemos gados estadísticos», no debiendo confundirse con ellos. Las «cate-
visto, estaban fundamentalmente preocupados por los grandes proble- gorías sociales» tienen un sentido meramente clasificatorio: hacen
mas y los procesos sociales globales. Lo que centraba su atención en referencia a personas que tienen las mismas características, reali-
mayor grado eran las visiones macroscópicas de la sociedad, de for- zan los mismos roles sociales, etc.; por ejemplo, los hombres o las
ma que en los orígenes de la Sociología los términos de la relación mujeres, un grupo profesional concreto, como los abogados, un sec-
fundamental a la que se prestaba atención estaban formados bási- tor social, como los jóvenes, etc. Por su parte, un «agregado esta-
camente por la dicotomía Individuo-Sociedad. Las dimensiones ana- dístico~es un conjunto de personas que pueden ser clasificadas esta-
Itticus m6s atentas a lo individual se creía que eran más propias de dísticamente de acuerdo a algún atributo, característica o elemento
otras disciplinas como la Psicología, mientras que el cometido de la lógico de ordenamiento, por ejemplo, por tener alguna afición, por
Soclologla se entendía que era ocuparse de la sociedad globalmente ser lectores de algún periódico, etc. En algunos casos las ~catego-
cansidcr~uda. rías» y «los agregados sociales» pueden proporcionar ciertas bases
Los primeros enfoques sociológicos, con muy pocas excepcio- o características comunes a partir de las que acaban por surgir gru-
nes, Iban, asl, del individuo a la sociedad, generalmente sin mayor pos, pero en sí mismos no son grupos.
salucibn de continuidad, perdiendo las perspectivas de las tramas
sociales grupales. Lo curioso, sin embargo, es que esta óptica ana- Por lo tanto, cuando hablamos de grupos sociales, no nos esta-
lftica se produjo en un contexto de alta sensibilización por la quie- mos refiriendo a meras clasificaciones estadísticas, que sólo tienen
bra de las formas de integración social básicas, como consecuen- una proyección formal en las hojas de calculo, o en las series de las
cia de los cambios que trajo la revolución industrial, y que tan tablas de datos, sino a unidades sociales con unos contornos deter-
poderosamente estimularon el surgimiento de la Sociología, como minados y unas características bien precisas. El elemento defini-
ya hemos señalado. torio fundamental de los grupos sociales es que están formados por
personas que tienen algún tipo de relaciones sociales entre sí. Los
La primera formulación seria sobre la importancia de los grupos grupos se caracterizan también porque tienen una cierta estabili-
sociales la planteó Charles H. Cooley (1864-1929))con su énfasis en dad y los que pertenecen a ellos se identifican como tales, y pue-
los llamados grupos primarios. Sin embargo su verdadero «redescu- den ser identificados desde fuera como un grupo. Por ejemplo, las
brimiento)) por la Sociología y la Psicología industrial tuvo lugar a personas que van en un momento determinado en un autobús públi-
partir de las investigaciones de Elton Mayo en la década de los años co, no son un grupo. Sin embargo, unos amigos, o una peña o aso-
treinta, con ulteriores desarrollos en las décadas posteriores a la 11 ciación que hace una excursión en un autobús sí constituyen un
Guerra Mundial, hasta llegar al auge por esta temática que se cono- grupo social.
ció durante las últimas décadas.
Pero jqué es un grupo social?, jcómo podemos definirlo?, jcuán- De acuerdo con Homans, para que un grupo social exista como
tos tipos de grupos sociales podemos diferenciar?, ¿qué funciones tal, se necesita:
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 169

- «motivos (sentimientos) por parte de sus miembros», - El tipo de relaciones: han de ser personales y caracterizadas
- «tareas (actividades) para que éstos las cumplan», por cierto grado de proximidad, intimidad y conocimiento
mutuo.
- «y alguna comunicación (interacción) entre el los^^.
- El sentido de conciencia grupal: que supone un grado de iden-
Así pues, cuando en un conjunto de personas se da con cierta conti-
tificación mutua suficiente como para que las personas desa-
nuidad alguna forma de interacción y comunicación mutua, cuando
rrollen un sentimiento de pertenencia grupal que les permita
existe un sentimiento de pertenencia y ciertos intereses, valores o
hablar y verse a sí mismas en términos de «nosotros».
propósitos y acciones comunes, podemos decir que, entonces, existe
una entidad social específica a la que calificamos como grupo y que - La importancia para sus miembros: no sólo en cuanto que el
tiene, entre otras, la virtualidad de influir u orientar recíprocamente grupo permite alcanzar ciertos fines u objetivos específicos (fin
las conductas y las opiniones de quienes pertenecen a él. instrumental), sino también porque el grupo proporciona a los
Los grupos sociales pueden ser clasificados de acuerdo a un gran que pertenecen a él un conjunto de gratificaciones persona-
número de criterios. Según su grado de inclusión, se puede hablar les, psicológicas y emocionales (amistad, apoyo recíproco, sen-
de grupos o subgrupos (si forman parte de otro conjunto mayor). timientos de pertenencia, creencias y valores compartidos,
Según su carácter, se puede hablar de grupos abiertos, a los que pue- etcétera).
de pertenecer prácticamente cualquiera y de grupos cerrados, como El tamaño reducido y la buena comunicación son, posiblemente,
la familia a la que se pertenece por nacimiento, o a la que se acce- los dos rasgos fundamentales que permiten definir a un grupo como
de por medio de los procedimientos formalizados del matrimonio. primario. Aveces, incluso, se ha intentado acotar el número máximo
Segbn su estructura, los grupos pueden ser informales o formaliza- de miembros que debe tener un grupo para poder ser considerado
doir, según existan o no algunas reglamentaciones o formalismos. como primario, dándose cifras de referencia que generalmente se
Tcimbldn sc pueden clasificar los grupos por su tamaño, por su carác- sitúan en torno a las 10, 12 ó 15 personas, según los casos y los auto-
ter obligatorio o voluntario, por su duración, por su carácter terri- res. Sin embargo, en términos más sencillos y menos formalistas, se
torial o personal, por surgir a partir de alguna circunstancia natural puede definir el grupo primario, diciendo que es «una cierta canti-
o artificial, etc. dad de personas que se comunican a menudo entre sí, durante cier-
Sin embargo, la clasificación que tiene un mayor alcance cientí- to tiempo, y que son lo suficientemente pocas para que cada una de
fico y que connota unas dimensiones sociológicas más importantes ellas pueda comunicarse con todas las demás, no en forma indirec-
es la distinción entre grupos primarios y grupos secundarios. ta, a través de otras personas, sino cara a cara~8.

Los grupos primarios se definen básicamente por cuatro rasgos: A partir de lo dicho puede entenderse que el grupo primario sea
considerado como la más universal forma de asociación existente,
- El tamaño: tiene que ser lo suficientemente pequeño como hasta el punto que casi «no existe área alguna de comportamiento
para que sean posibles las relaciones «cara a cara» entre sus humano en cuyo seno no pueda hallarse el grupo primario~g.Los
miembros. grupos primarios están presentes en todos los ámbitos de la socie-
dad, dando vida, sentido y contextura concreta a eso que llamamos
lo social. En un grupo primario -la familia-, los bebes son socia-
George C. Homans: El grupo humano. Eudeba, Buenos Aires, 1968, phg. 120. El
libro de Homans, cuya primera edición en inglés es de 1950, recoge un conjunto de resul-
tados de diversas investigaciones sobre diferentes grupos sociales, asf como una teori- 8 Hornans: Ibfd., piíg. 29.
zacinn general sobre los grupos primarios. 9 Robert A. Nlsbet: El vinculo social. Vlcanr Wwi, Brrcclana, 1975, piíg. 84.
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 171
LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

mentales (en la socialización de los individuos, en su control social,


lizados en la cultura, aprenden el lenguaje, las normas básicas del
en el estímulo para la eficacia y la emulación en el trabaio v en otras
comportamiento, etc.; en grupos primarios -los compañeros de jue- 0 d

tareas sociales, etc.). En segundo lugar, los grupos primarios tienen


gos y los grupos de la escuela-, los niños aprenden a relacionarse
una importancia estratégica central en el proceso de investigación
en grupo, madurando su personalidad; en grupos primarios -de ami-
sociológica, no sólo por razones cuantitativas, ya que la mayor par-
gos, de compañeros, de trabajo, de afinidades- se desarrolla la vida
te de la acción social se produce en estos grupos, sino por otras razo-
social en el trabajo, en la vecindad y en el ocio. En los grupos pri-
nes metodológicas y de fondo. Así, los grupos primarios tienen la
marios las personas realizan la mayor parte de sus tareas y obtienen
ventaja de que son entidades bastante manejables y abarcables en
la mayor parte de sus gratificaciones y satisfacciones. Por ello no es
las que la investigación sociológica resulta más factible que en otros
exagerado afirmar que en los grupos primarios está el magma pro-
ámbitos más grandes y difusos. A su vez, los grupos
- - vrimarios cons-
Sundo de lo social. - .
tituyen verdaderos micro-cosmos sociales que reflejan y contienen a
El interés creciente por los grupos primarios durante las últimas escala reducida muchos de los rasgos y características de las socie-
décadas ha dado lugar a una gran cantidad de investigaciones empí- dades globales, pudiendo proporcionarnos informaciones socioló~i-- - - - o-
ricas que permiten conocer mejor cómo operan y qué efectos e influen- cas muy ricas y variadas. Algunos sociólogos- consideran a los Eru-
"
cias cjcrcen. Las investigaciones no se han ceñido exclusivamente a pos primarios como uno de los campos más prioritarios de
los gtiipos en que se integran un mayor número de personas y que, investigación social en el que .convergen las presiones sociales y las
desde Coolcy, son considerados como los más importantes y básicos que provienen de los individuos. El grupo primario es, pues -se
-la l'amili~,cl vecindario y el pueblo-, sino que también se han dirá-, un contexto conveniente para observar v experimentar el iue- A

ocupado dc los grupos primarios en el lugar del trabajo, los grupos go recíproco de esas presiones~lo.
de amigos, las pandillas juveniles, los grupos de afinidad socio-cul-
turul, etc. Finalmente, en tercer lugar, el tipo de acción social aue tiene
lugar en los grupos primarios es considerado por muchos analistas
LOS grupos primarios cumplen importantes funciones sociales, como una especie de paradigma de la buena práctica de lo social.
aparte de las que les son más propias y directas, desarrollando un Es decir, los grupos primarios son vistos como el meior marco de
conjunto de creencias, prácticas sociales, jergas específicas, sobre- ,. - - - ---
religamiento social, de comunicación humana y de práctica de la
entendidos, costumbres y tradiciones comunes que tienden a refor- solidaridad, que hace posible un mayor equilibrio psico-social v afec-
zar la cohesión y la solidaridad interna en el grupo. La mayor parte . . .
Livo de las personas y que permite un ajuste y una integración social
de las investigaciones han demostrado que los grupos primarios son general más satisfactoria. En los grupos primarios, los individuos
elementos fundamentales de socialización y de interiorización y pueden desarrollar prácticas sociales, orientar conductas y trabar
refuerzo de los patrones culturales, a la vez que constituyen un ámbi- relaciones gratificantes y eficazmente productivas con sus seme-
to privilegiado para el desenvolvimiento las motivaciones persona- jantes. Esta clase de relaciones permite compensar muchos de los
les y para la orientación de la conducta. Desde las investigaciones de sinsabores, frustraciones, disfunciones e incomunicaciones ~ r o ~ i a s
Elton Mayo, se sabe, por ejemplo, que el .ambiente. existente en el . - I - 1-
de las grandes organizaciones sociales, aliviando un sinfín de ten-
grupo es uno de los factores más importantes de motivación en el siones y facilitando la resolución de muchos problemas generados
trabaj6, y que las distribuciones de las «recompensas»y los ~casti- por su dinámica social.
gos. en los grupos influyen poderosamente en la orientación del
comportamiento de los individuos.
En definitiva, podemos decir que la relevancia de los grupos prima-
l o Tcodoro M . Mills: uLü sociologla de Ion yrupon pcqiiefios», cn Talcott Parsons
rios para la Sociologla estriba en un triple orden de razones. En pri-
(cd.):Inr S o ~ i o l o ~ norteamericana
la conrcmpordnra, Paldbn, Buenos Aires, 1965, pfig. 64.
mer lugar, los grupos primarios cumplen funciones sociales funda-
172 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCI~N
A LA SOCIOLOGÍA

No es extraño, por tanto, que frente a los problemas del aisla- pos que componen la sociedad y la dirección central de ésta, algu-
miento, la incomunicación y la alienación, propios de las sociedades nos de los rasgos propios del grupo pequeño~l3.
de nuestros días, dominadas por el gigantismo, el anonimato, la De esta manera, para algunos analistas, los rasgos característicos
impersonalidad la formalización burocrática y los desajustes socia- de los grupos primarios trascienden el plano del mero análisis, para
les", un buen número de analistas reclame para los grupos prima- alcanzar la categoría de criterios superiores de plasmación de lo
rios su condición de «dimensión óptima» de lo social, de medida ade- social.
cuada para el normal desenvolvimiento de ciertas actitudes humanas
y para la satisfacción de importantes necesidades de la persona en El contraste entre las características de los grupos primarios y las
todo lo que se refiere a comunicación, afectividad, pertenencia gru- exigencias de las grandes organizaciones nos conduce directamente
pal, etc. a considerar el otro tipo de grupo social en nuestra clasificación ini-
cial: el grupo secundario. El grupo secundario es el modelo que se
Desde una óptica más vinculada a la preocupación por la diso- corresponde a las organizaciones a gran escala, en las que las rela-
lución y quiebra de los vínculos sociales básicos (Durkheim, Marx, ciones sociales están formalizadas y reguladas en diferentes grados
Tonnies, etc.), Homans ha llamado la atención sobre la forma en y formas. Las características que definen los grupos secundarios son
que el proceso de decadencia histórica de las civilizaciones se prácticamente las contrarias de los grupos primarios, ya que cada
encuentra también ligado al fracaso en organizar las formas de la uno de estos conceptos está en función del otro.
sociedad-básica a gran escala. «En el nivel de la tribu o grupo En los grupos secundarios las relaciones son impersonales, los
-dirá Homans-, la sociedad siempre logró unirse. Por lo tanto vínculos generalmente son contractuales, la cooperación se produce
inferimos que una civilización, para poder a su vez mantenerse, de forma indirecta, existe un alto grado de división y diferenciación
debe preservar por lo menos algunas de las características del gru- de tareas y roles sociales, predominan los procedimientos formali-
po, aun cuando ello ocurra a una escala mucho más extensa. Las zados y racionalizados propios de la burocracia, etc.14
civilizaciones se han malogrado -afirmará- al no lograr resolver
Los principales grupos secundarios son las organizaciones for-
este problema»12.Sin embargo, las grandes civilizaciones requie-
males (asociaciones de todo tipo, Administraciones Públicas, gran-
ren organizaciones cada vez más amplias y criterios de centrali-
des empresas, etc.), las clases sociales y las entidades sociales macros-
zación que producen resultados contrarios a los de los grupos pri-
cópicas (Municipios, Estados, etc.).
marios, lo que da lugar a fenómenos de incomunicación, falta de
control, poca integración, poca cohesión, insatisfacción, etc. «En En la realidad concreta, como es lógico, se produce un entrama-
el nivel del grupo pequeño, la sociedad siempre ha podido unirse. do complejo de relaciones propias de los grupos primarios y de los
Deducimos, por consiguiente -concluirá Homans-, que si la civi- grupos secundarios, pudiendo identificarse en la mayor parte de las
lización ha de durar, debe mantenerse, en la relación entre los gru- grandes organizaciones un sinfín de grupos primarios, cuyas formas
de interacción se superponen y entremezclan con las relaciones for-
malizadas e impersonales propias de los grupos secundarios. Por ello
hay quienes consideran que las relaciones primarias y secundarias
1 1 Entre la extensísima literatura sobre este tema pueden verse las obras, ya clási-
cas, de Erich Fromm y Karen Horney: Erich Fromm, Psicoanálisis de la sociedad contem-
pordnea. F.C.E.,MCxico, 1964 (El título inglés de esta obra, The sane society, pone el acen-
to en la dimensión «sana»o «enferma»de la propia sociedad); Karen Horney, La sociedad l3 Ibid., pág. 481.
neurcitica de nuestro tiempo. Paidós, Buenos Aires, 1968. Son muy notables las influen- 14 Como puede comprobarse, existe cierto paralelismo entre los conceptos de
cias del Marx joven y de Freud, sobre todo de su libro El malestar de la cultura, en estas (;et~ieinschaft(Comunidad) y Gcsrll,schu/t(Aeoclucl6n), liil como los estudió Tonnies (vid.
obras. capltulo ocho, pdgs. 326-331), y los de grupos prlmurlorr y los grupos secundarios. Fer-
' 2 George G. Homans: El grupo humana, ( p . cit., pág. 470. dinand Tonnies, Comunidad y Asociacidn. Pcntnrula, Barcelonu, 1979.
174 LA EXPLICACIÓN
SOCIOLÓGICA:
UNA INTRODUCCIÓN
A LA SOCIOLOGIA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 175

forman parte de un continuurn y que, a medida que las organiza- tener en cuenta, en este sentido, que más allá del carácter y el valor
ciones se van ampliando, los nexos básicos de tipo primario van evo- de unos y otros tipos de relaciones sociales, las organizaciones for-
lucionando hacia relaciones de tipo secundario. De esta manera, el males y burocráticas son una de las realidades caracterizadoras de
propio desarrollo y complejización de las organizaciones da lugar al las sociedades de nuestro tiempo, a las que la Sociología debe pres-
surgimiento de barreras para el mantenimiento de las relaciones tar la atención que se merecen, tanto en cuanto formas específicas
directas, personalizadas, de confianza, etc. «Así -dirá Greer- a de relación social, como en su condición de modelo o tipo legal, o
medida que un grupo dado se hace más grande, a medida que se dis- burocrático de dominación, en el sentido en que se ha venido estu-
persa en el espacio, ocupa sólo una pequeña parte del interés y el diando desde Max Weberl7.
tiempo del individuo y alcanza heterogeneidad interna, volviéndose
por naturaleza más secundario»l5.
A veces, incluso, se ha sugerido que la distinción entre grupos 4. LAS INSTITUCIONES SOCIALES
primarios y secundarios tiene un cierto carácter ficticio, ya que lo
que tiene verdadera entidad es el concepto de grupo primario, y el Como ya vimos en el capítulo cuarto, Durkheim definió las
Llpo de rclaciones que le es propio, definiéndose el grupo secunda- instituciones como los conglomerados de creencias y las maneras de
rlo sdlo cr scnsu contvavio, como el que no es primario. «El grupo obrar instituidas por la Sociedad, que preexisten a los individuos
rccundario -dir6 Sprott- es, en un sentido, una pura ficción. La concretos formando parte de la supremacía de la propia Sociedad.
mslldud se encuentra en la interacción cara a cara y en la comuni- Desde un punto de vista muy general podemos decir que lo que
caclbn a distancia)). ((La unidad de estos grupos «secundarios» o caracteriza a las instituciones sociales es que cumplen funciones
rrulacionudos indirectamente» se consigue por medios simbólicos: necesarias para la propia existencia de la sociedad como tal. Por ello,
una nucldn es una nación porque los individuos lo creen así. Una algunos sociólogos han hablado de un conjunto de pre-requisitos fun-
ciudad es una aglomeración de casas con un límite visible de un modo cionales universales, que resultan imprescindibles para que todo sis-
briitantc obvio, pero su unidad como grupo secundario descansa en tema social tenga «un orden persistente)) o ((desarrolle un proceso
01 hecho de que sus ciudadanos creen que pertenecen a Manchester, ordenado»ls. Es lo que podíamos considerar, en términos más sen-
Birmingham o Londres... Los grupos secundarios -apostillará cillos, como todo aquello que una sociedad tiene que tener para poder
Sprott- obtienen una mayor unidad debido al lenguaje: mediante continuar funcionando normalmente.
lo que podemos llamar la «reacción en cadena» de la interacción
social a través del grupo y mediante la unidad administrativa»l6. El debate sobre los pre-requisitos funcionales de la sociedad a
veces se ha movido en el terreno de las meras obviedades, al seña-
A pesar de estas matizaciones, la diferenciación entre grupos pri- lar, por ejemplo, que toda sociedad debe tener un lenguaje que per-
marios y secundarios es una distinción conceptual de indudable inte- mita la comunicación, o unos valores y creencias compartidas. Otras
res y alcance sociológico, que nos permite tipificar formas de rela- veces la discusión se ha orientado a dilucidar la pertinencia de cla-
ciones sociales de un hondo significado y que nos sirve para orientar
la atención investigadora hacia dos ámbitos concretos de gran impor-
tancia: los diferentes tipos de grupos primarios a que aquí nos hemos
'7 La bibliografía sobre la «burocracia))es muy extensa. Aparte de las aportaciones
referido, y también las grandes organizaciones formales. Hay que cl6sicas a este tema de Max Weber, en Econotíilri v Sociedad, puede verse también P. M.
BIau: La burocracia en la Sociedad Moderna. Paidhs, Buenos Aires, 1962; Michel Crozier:
El findnieno burocrático. Amorrortu, Buenos Aires, 1969, y la también ya clásica obra de
Bruno Rizzi: Lu b~4rocratizucibndel mundo, Pcnliisulu, Burcclonü, 1980 (la obra es de
l5 Scott A. Greer: Organización social. Paidós, Buenos Aircs, 1966, phg. 80. 1939).
'W.J . H . Sprott: Grupos hunianos. Paidós, Buenos Aires, 1964, pdgs. 14-15. ' 8 Talcott Parsons: El sistema social, op. clt,, ply. 35.
176 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO D E ESTUDIO D E LA SOCIOLOG~A

sificaciones e inventarios sumamente prolijos y detallados que con- pación, implicación, subordinación, prestación de contribuciones y
sideran simultáneamente un gran número de variables y formas de organización de formas de convivencia regladas, cuya violación pue-
interacción social. de dar lugar a una sanción por parte de aquellos en quien la socie-
Sin embargo, incluso analistas tan dados a la complejización, dad delega el derecho al uso legítimo de la fuerza. Finalmente las
como Parsons, coinciden en señalar que los elementos fundamenta- sociedades articulan sus sistemas de creencias a través de distintas
les de la sociedad -lo que podía clasificarse como «sociedad míni- instituciones ideológicas y expresivas, entre las que las Iglesias y las
ma»-se centran en cuatro componentes: religiones han tenido hasta la fecha un papel prevalente.
- Unos sistemas de reproducción y socialización básica de los A su vez, a partir de estas instituciones básicas surgen otras institu-
individuos. ciones y formas de articulación social que completan el mapa de la
estructura social. Especial significado tienen, en este sentido, las cla-
- Unas estructuras económicas, adquisitivas, instrumentales y
ses sociales -a las que luego nos referiremos- y que son un resul-
de división del trabajo.
tante de la forma en que se organizan las instituciones económicas y
- Un sistema de poder, de articulación territorial y de utiliza- de la forma en que operan las instituciones políticas, en las que a su
ción legítima de la fuerza. vez influyen las propias clases sociales a través de su acción políti-
- Un sistema de creencias, de religión o de integración de va- ca en unos complejos procesos de interacción, en los que también se
loresl~. hacen notar el peso de las instituciones ideológicas y expresivas.
Para realizar cada una de estas funciones básicas las sociedades Lo que ocurre con las clases sociales nos sirve como ejemplo para
rsc han dotado de un conjunto de instituciones sociales específicas, entender que las instituciones sociales no son compartimentos estan-
a truves de las cuales regulan los comportamientos de los individuos cos, sino piezas de un entramado social complejo, que en las socie-
y 108 orientan al cumplimiento de fines determinados. La necesidad dades de nuestro tiempo presenta un sinfín de interrelaciones e
de reproducción y socialización básica se cumple a través de la ins- interdependencias. Por ello cuando hablamos de instituciones socia-
titucibn de la familia, cuyas formas y patrones de actuación están les estamos hablando de la estructura social, como tal, a través del
regulados socialmente. A su vez, en las sociedades evolucionadas, las prisma concreto del cumplimiento de unas funciones sociales espe-
familias cuentan con la colaboración de otras instituciones sociali- cíficas. Como puede entenderse, en este epígrafe no es posible refe-
zadoras -sistema educativo- que permiten una más plena inser- rirnos a toda la complejidad social abarcada con estos conceptos en
ción social de los individuos y que transmiten los componentes cul- sus múltiples formas y manifestaciones, ya que tal intento supondría
turales más complejos y sofisticados a través de procesos educativos un análisis de la sociedad toda, que requeriría algo más que un libro
cada vez más largos y generalizados. De igual manera, las institu- completo. Por lo tanto, aquí vamos a limitarnos a referirnos a la ins-
ciones educativas coadyuvan al buen funcionamiento de las institu- titución social básica y fundamental -la familia- y a las principa-
ciones económicas formando trabajadores cada vez más cualificados, les formas de articulación social del poder y la autoridad, para tra-
que contribuyen a proveer a la sociedad de todos los bienes y servi- tar a continuación de forma más específica el tema de las clases
cios necesarios para su funcionamiento. Las instituciones políticas, sociales. Los procesos de socialización y la dimensión de la cultura
por su parte, regulan y ordenan el ejercicio del poder, estableciendo como sistema de creencias, a su vez, son objeto de atención en el
diversas formas de autoridad y diversos procedimientos de partici- capítulo seis de este libro.
La familia, como hemos dicho, es la institución social básica y
uno de los grupos primarios fundamentales. La familia cumple un
I D Vid., por ejemplo, Talcott Parsons: El sistema social. Biblioteca de la Revista de gran número de funciones sociales insustituibles, que van desde la
Occidente, Madrid, 1976, págs. 15 1 y SS. procreación y la primera socializacidn de los hijos, hasta la propor-
LA EXPLICACIÓN SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA sOCIOLOGÍA

ción de afecto y apoyo social, sin olvidar sus funciones económi- revelan que las formas de familia varían según su ámbito (familias
cas, como unidad básica de consumo -el hogar-y en algunos casos extensas, nucleares y compuestas), según las formas de relación con-
de producción. Por eso la familia ha podido ser considerada como yugal (monogámicas, poligámicas, poliándricas, grupales, etc.), según
una institución social universal, ya que en todas las sociedades los criterios de filiación (patrilineal o matrilineal), de acuerdo al sis-
conocidas hasta la fecha se ha encontrado alguna forma de insti- tema de autoridad (patriarcal o matriarcal), según el lugar de resi-
tución social y de parentesco, a través de la que los individuos se dencia, de acuerdo a los límites de elección de cónyuges, según la
ubican y se incorporan a la sociedad, «como hijo de...»,o miembro solidez de los lazos matrimoniales, de acuerdo a las reglas y a la fle-
de la ((familia de...». xibilidad de las conductas conyugales, etc.
El hecho de que la familia sea una institución universal no sig- A partir de tal variedad de manifestaciones, puede decirse que los
nifica que tenga las mismas formas y características en todos los elementos comunes e imprescindibles para que podamos hablar de
si tios, ni que no haya experimentado importantes procesos de trans- una familia como tal son básicamente cuatro: en primer lugar, la
formación a lo largo del tiempo. En realidad, en las sociedades de existencia de una relación conyugal regulada de acuerdo a ciertos
nuestro tiempo las funciones sociales de la familia están cambian- patrones, normas o costumbres; en segundo lugar, un sistema de filia-
do de manera muy importante y muchas de las tareas tradiciona- ción de acuerdo al cual los hijos son considerados parte de la fami-
les efectuadas en el ámbito de la familia están pasando a ser reali- lia, recibiendo como tales nombres, derechos, atributos y una «loca-
zadas -o compartidas- cada vez en mayor grado por otras lización» social determinada; en tercer lugar, un hogar o habitación
instancias sociales, como las guarderías, las escuelas, las residen- común, que en algunos casos puede estar compartida con otras fami-
cias de ancianos, etc. Al mismo tiempo, la creciente importancia de lias u otros parientes próximos (familias extensas); y en cuarto lugar,
los ((gruposde pares», es decir, las personas de la misma edad (ami- un patrimonio o conjunto de bienes y recursos comunes que permi-
gos, compañeros de estudios, etc.), está dando lugar a cambios muy ten subsistir a la familia y atender al cuidado y crianza de los hijos,
relevantes en el proceso socializador, y en la influencia sobre los sobre todo durante los primeros años de su vida.
valores y las creencias, suscitando en ocasiones una competencia
de afectos y lealtades que se traducen en distintos tipos de con- Si consideramos estos rasgos básicos como el núcleo mínimo a
fl ictos generacionales. partir del que podemos definir una relación como familiar, podemos
preguntarnos: idesde cuándo existe la institución familiar?, jcómo
Si a todo esto añadimos el crecimiento significativo de los hoga- surgió y evolucionó?, ¿existieron históricamente otras formas de
res de una sola persona y las nuevas posibilidades y experiencias de emparejamiento anteriores a partir de las que se desarrolló la insti-
Secundación in vitro, podremos entender hasta qué punto las con- tución familiar?
cepciones actuales, y hasta las mismas funciones tradicionales de la
familia, pueden verse alteradas en el curso de la dinámica social. No Los orígenes de la familia se han situado en un dilatado período
deja de ser significativo, en este sentido, que un autor como Aldous de tiempo que oscila entre los dos millones y los cien mil años,
Huxley, en su novela visionaria Un mundo feliz, planteara hace ya habiéndose llegado a plantear, incluso, «si alguna forma embriona-
algún tiempo la hipótesis de una sociedad del futuro en la que se ha ria de familia apareció antes que el lenguaje»20.Generalmente los
prescindido de la institución social de la familia y en la que los niños estudiosos del tema consideran que la familia, tal como la hemos lle-
son procreados en probetas. gado a conocer, ha sido el resultado de una larga evolución social, a
Ateniéndonos a las realidades concretas hasta ahora conocidas,
hay que empezar por destacar la diversidad de manifestaciones en
las que se han plasmado las instituciones familiares, a lo largo de la 20 Küthleen Gough: uEl origen de Iri frmlllan, en C. Levi-Strauss y otros: Polémica
evolución social. Los datos histdricos y los estudios antropológicos sobre el origett y lu ut~ivrr.sulidudde la /umllla, Anayruma, Barcclonu, 1982, pdg. 1 12.
180 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

partir, según creen algunos, de un «primitivo comunismo sexual». a 3000 antes de Cristo), se produjo un predominio de formas de filia-
Esta opinión fue sostenida ya por Lucrecio, en el siglo I antes de Cris- ción matrilineal que hicieron de la mujer el eje central de la institu-
to, en su obra De Rerum Natura, donde mantuvo la tesis de una pro- ción familiar22.
miscuidad originaria, siendo desarrollada en nuestra época, sobre
todo, por Morgan y por Engels21.Estos autores reclamaron el carác- Un hito importante en el proceso de evolución de la familia fue
ter social e histórico de la familia, sosteniendo que sus formas cam- el surgimiento del modelo de familia patriarcal, cuyos orígenes hay
biantes se explican por los propios procesos de transformación en que situar en el desarrollo de las propias civilizaciones agrarias de
los sistemas sociales. Engels, en concreto, veía en la evolución de la la Antigüedad. La familia patriarcal concentraba un gran número
limilia la dinámica ascendente y progresiva del proceso histórico defunciones sociales y era prácticamente autosuficiente, configu-
qiic daba lugar a que las formas familiares desfasadas econó- rando una especie de microsociedad, con un sistema económico y
micamente, como la familia patriarcal, fueran sustituidas por nue- de trabajo, un sistema de poder y autoridad y una red de relaciones
vos modelos de relaciones familiares mejor adaptados a las nuevas sociales básicas, sobre las que descansó todo el entramado de rela-
circunstrincias económicas. ciones sociales durante un período de tiempo bastante dilatado. Sin
embargo, la dinámica de las transformaciones sociales y económi-
Aunquc cs difícil poder profundizar en el conocimiento exacto cas, fueron socavando las bases económicas, sociales y laborales de
li\
NO~I'C manera en que ha evolucionado la familia, lo cierto es que la familia patriarcal, hasta que se acabó imponiendo en las moder-
Irr propirr diniimica evolutiva de las sociedades ha ido ligada al afian- nas sociedades industriales de nuestro tiempo un nuevo modelo de
zilmicnto dc I'ormas de relación monogámicas, posiblemente aso- familia nuclear, compuesta por los cónyuges y un número cada vez
ciadas u lus ncccsidades más dilatadas de cuidado y mantenimiento más reducido de hijos.
$O 1u prole cn sciaescon un proceso tan prolongado de maduración
pwlcomotor~ucomo los humanos. De hecho, se han encontrado ente- La familia, en este nuevo contexto, ha perdido sus viejas funcio-
rrarnlentos dcl paleolítico de parejas en las mismas tumbas, que nes económicas, como unidad de producción, al tiempo que muchas
ruglarcn lu cxistcncia de relaciones monogámicas estables desde perí- de sus funciones asistenciales, de cuidado y educación de los hijos,
o d o ~bustrinte anteriores al desarrollo de las más antiguas civiliza- de atención a los mayores, de protección y solidaridad, han ido pasan-
clones conocidas. do a ser desempeñadas cada vez en mayor grado por la Sociedad,
sobre todo a medida que se han ido desarrollando las prestaciones
Junto a la aparición de las formas de relación familiar monogá- sociales propias del Estado de Bienestar. La dinámica social está dan-
micas, una de las cuestiones que ha dado lugar a un debate socioló- do lugar, de esta manera, no tanto a una crisis o cuestionamiento de
gico y antropológico más vivo es la relacionada con la manera en la familia, como sostienen algunos23, sino a un cambio en sus for-
que evolucionaron en la prehistoria los modelos familiares (patriar- mas y a una tendencia de progresiva reducción de sus funciones. Lo
cales y matriarcales). En este sentido, es de destacar que algunos que está dando lugar a que cada vez adquieran una mayor impor-
antropólogos sostienen que durante un período bastante dilatado de tancia los aspectos más directamente relaciónales. En un mundo en
tiempo, que va desde finales del Paleolítico y principios del Neolíti-
co hasta la segunda revolución económica del Neolítico (años 6000

22 Sobre este tema pueden verse las obras clásicas de Bachofen y de Gordon Chil-
de. Para una reflexión sociológica más general, vid. José Félix Tezanos: «El origen de la
2 ' Lcwis H. Morgan: La sociedad primitiva. Ayuso, Madrid, 1970; Federico Engels: desigualdad social de sexos», en Escritos de Teorlu Sociolhgica. CTS, Madrid, 1992, págs.
«El origen de la ramilia, la propiedad privada y el Estado», en Obras Escogidas. Akal, 1075-1 102.
Mtidrid, 1975, vol. TI, págs. 177-345. Para una revisi6n de las principales teorlas socio- z3 Vid., por ejemplo, David Coopcr: La nruvrtv de lu /Yt?liliu. Paidhs, Buenos Aires,
Ihgicas sobre la familia, puede verse André Michel: Sociologia de la Jamilia y el matri- 1972; R. D. Laing: El cuestionamienlo de b familia. Paldbn, Bucnos Aires, 1972; Ren6
monio. Pentnsula, Barcelona, 1974. KBnig: Lri familia de nuestro tiempo. Siglo X X I , Maddd, 1981, ctc.
el que cada vez priman más las relaciones impersonales y el aisla- Las relaciones de poder y autoridad constituyen también una de
miento, la familia se ha convertido, así, en uno de los ámbitos socia- las constantes culturales que nos encontramos en cualquier tipo de
les que puede proporcionar en mayor grado comprensión, afecto, sociedad. Como ha subrayado Nisbet: «Cualquier orden social es un
apoyo mutuo y relaciones personales gratificadoras. entramado de autoridades. En la sociedad contemporánea dichas
La incorporación creciente de la mujer al trabajo y la difusión de autoridades se extienden desde la suave y providente de una madre
mentalidades igualitarias está dando lugar a un nuevo modelo de sobre su hijo, hasta la absoluta, incondicional e imprescindible del
familia más igualitaria y más abierta socialmente a un contexto de Estado nacional. En cualquier agregado social continuo existe algún
relaciones diversificadas en el trabajo, en el ocio, en el vecindario, sistema o tipo de autoridad. En el momento que dos o más personas
etc. Esta nueva «familia de compañeros» ha reemplazado el viejo se encuentran en una relación que implica, cualquiera que sea el gra-
modelo de autoridad masculina y ha establecido un nuevo marco de do de formalidad o informalidad, la distribución de responsabilida-
estabilidad conyugal, basado no en las prohibiciones, ni en la pre- des, deberes, necesidades, privilegios y recompensas, está presente
sión social contra la ruptura matrimonial, sino en la libre voluntad algún tipo de autoridad»24.
de las partes, a partir de una creciente independencia económica y La existencia de relaciones de poder y autoridad en la sociedad
laboral de los dos cónyuges. es el resultado de dos exigencias concretas: en primer lugar, de los
Posiblemente el nuevo clima de libertad y solidaridad desarro- imperativos derivados del proceso de socialización y conformación
llado de esta manera podrá permitir que la familia cumpla una impor- cultural de los individuos, que tienen que atenerse para formar par-
tante función de ajuste y de apoyo solidario a los hijos en la transi- te de la sociedad a sus normas, costumbres y patrones de compor-
ción hacia la sociedad tecnológica avanzada que estamos viviendo tamiento; en segundo lugar, las relaciones de poder y autoridad res-
en nuestros días y que está dando lugar a graves problemas de inser- ponden a las necesidades de organización, coordinación y articulación
ción laboral de las nuevas generaciones. De esta manera, la dinámi- social de todas las sociedades con una cierta complejidad que tras-
ca socio-económica conducirá, verosímilmente, a nuevas readapta- cienda el núcleo familiar.
ciones en las funciones de la familia a partir de los nuevos contextos La experiencia demuestra que en todo grupo social en el que se
sociales. mantengan relaciones de interacción durante un cierto tiempo, aca-
Desde la perspectiva del primer lustro del siglo XXI, se puede cons- ban surgiendo relaciones de dependencia, de subordinación y de
tatar que las nuevas condiciones de trabajo que afectan a un buen dirección que influyen tanto en la orientación de los comportamientos
número de jóvenes (con más paro, más precarización laboral y más colectivos del grupo, como en la eventual distribución de tareas y,
riesgos de exclusión social) están haciendo notar su influencia en las sobre todo, de bienes y recompensas limitadas.
prácticas de emparejamiento y nupcialidad. Las tendencias obser- Las relaciones entre seres vivos en la naturaleza nos proporcio-
vadas apuntan a que cada vez se casan menos jóvenes, los que lo nan múltiples ejemplos sobre las formas en que se producen estas
hacen cada vez contraen matrimonio a edades más tardías y tienen relaciones de ordenación y subordinación, desde las manifestacio-
menos hijos o ninguno. Por ello, no es exagerado decir que, de no nes más momentáneas y coyunturales en los animales menos grega-
cambiar las tendencias socio-económicas y laborales, la concurren- rios, hasta las jerarquías rígidas de los hormigueros, los termiteros
cia de varios factores de cambio científico y cultural podrá condu- y los enjambres, pasando por las formas bastante estables de «jefa-
cir a cambios notables en las concepciones y configuraciones tradi- tura» en los grupos de primates.
cionales de las familias.
Junto a la familia, como antes decíamos, uno de los ámbitos
fundamentales de plasmación~socialinstitucional es el que tiene que
24 Robert A. Nisbei: Introdtrccidn a la Soc/olnpla. E/ vlncirlo social. Vicens Vives, Bar-
ver con las relaciones de poder y autoridud. celona, 1975, pdg, 109.
La evolución de las sociedades humanas ha ido acompañada cuerpos y fuerzas de seguridad, los sindicatos, los partidos políti-
de unos complejos procesos de articulación de las relaciones de cos, etc.
poder y autoridad, desde las antiguas jefaturas tribales, hasta las Las formas y maneras en que se producen las relaciones de poder
formas de poder en las monarquías e imperios de la Antigüedad, y autoridad en la sociedad son casi tan variadas como las propias
y desde las redes de poder estamental, propias del feudalismo, has- formas de asociación y organización existentes. Todos sabemos por
ta las formas modernas de delegación y control propias de las experiencia propia que las expresiones del fenómeno sociológico de
democracias de nuestro tiempo. En toda esta dinámica social, el la autoridad no son iguales en la familia, o en los grupos primarios,
poder ha sido una constante que se ha traducido en distintas for- que en la esfera del Estado o del Municipio, de la misma manera que
mas de organización política, desde los ámbitos más elementales también son distintas en un sindicato, en una asociación profesio-
e inmediatos en la aldea y el municipio, hasta las agregaciones nal o en un partido político democrático, que en una empresa, una
superiores en distintas formas de Estados y poderes de índole supra- escuela o en el Ejército.
nacional. En cada uno de estos casos los mecanismos de poder y autoridad
Pero las relaciones de poder y autoridad no se agotan en el cam- operan de manera diferente; en unos casos están muy formalizados
po de lo propiamente político, sino que se extienden al ámbito de y jerarquizados, como en el Ejército o en una gran empresa; en otros
Ins relaciones económicas y sociales, desde las esferas microscó- casos se encuentran asociados al desempeño de determinados pape-
picas más próximas a los individuos hasta las más generales, entre- les sociales, como el de profesor; en algunas ocasiones son el resul-
tejiendo todas ellas un conjunto de posiciones sociales mutuamente tado de una elección o una delegación expresa, como en un sindi-
interdependientes, de las que ningún individuo que viva en socie- cato o en una organización voluntaria, etc. Sin embargo, en todos
dad puede sustraerse. En los núcleos de inserción más inmediatos estos casos, en la práctica se produce una interdependencia de ele-
las individuos están sometidos a relaciones de poder y autoridad mentos que influyen poderosamente en la actuación y aceptación de
en su familia, en la escuela, en el lugar del trabajo, en las asocia- las relaciones de poder. Estos elementos tienen que ver con las pro-
ciones y grupos sociales, en su municipio o lugar de residencia y pias características de los individuos, sus conocimientos, su «volun-
en casi todas las formas de interacción social en las que existen tad~ de liderazgo, o su disposición a la obediencia, sus papeles socia-
algunas normas, procedimientos, o relaciones de dirección y jerar- les, las redes de supra-ordenación en que se implican, las costumbres
quIa social. y presiones sociales, las expectativas de comportamiento, las reglas
y prohibiciones, las manipulaciones, el miedo a la marginación y la
Lo característico de las sociedades humanas es que las relacio-
«exclusiónsocial», etc.
nes de poder y autoridad están institucionalizadas, es decir existen
unos mecanismos institucionales por los que el poder puede cadqui- Un aspecto importante en las relaciones de poder es el que tiene
rirse)),«delegarse»,«ejercerse»,e incluso ser puesto en cuestión, has- que ver con la distinción entre su efectividad y su legitimidad, es decir,
ta el punto de llegar a revocarse y establecerse nuevas formas y rela- con el grado en que es aceptado como un poder legítimo. La cues-
ciones de poder. tión de la legitimidad ha dado lugar a diversos intentos de distinción
entre los conceptos de poder y autoridad.
La institucionalización de las relaciones sociales de poder y
autoridad se ha traducido a lo largo de la historia en distintas ins- Max Weber, por ejemplo, definió el poder como «la probabili-
tancias y formas de organización y regulación específicas, que han dad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social,
ido desde la institución de la propiedad privada y todas las leyes aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de
que han ordenado su operatividad concreta, hasta el estableci- esa probabilidad)). ((Elconcepto de poder -dirá Weber- es socio-
miento de diferentes formalizaciones politicas, como los Parla- lógicamente amorfo. Todas las cualidades imaginables de un hom-
mentos, los Gobiernos, los Tribunales, las burocracias públicas, los bre y toda suerte de constelaciones posibles, pueden colocar a
186 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

alguien en la posición de imponer su voluntad en una situación produce a ~ordenacionesimpersonales y objetivas» estatuidas legal-
dada~~5. mente por personas específicamente delegadas para ello. En este tipo
Sin embargo, la dominación o autoridades definida como la de dominación todos están sometidos a un orden impersonal y pre-
probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determi- ciso de reglas y procedimientos y todos deben actuar dentro de ellas,
nado, para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). con unos límites, una fijación estricta de los medios coactivos admi-
«No es, por tanto -dirá Weber- toda especie de probabilidad de sibles, unas posibilidades de quejas y apelaciones, etc. La forma típi-
ejercer "poder" o "influjo" sobre los hombres. En el caso concreto, ca de dominación legal más racional posible es la que se ejerce a tra-
esta dominación ("autoridad) en el sentido indicado, puede descansar vés de un «cuadro administrativo burocrático»28.
en los más diversos motivos de sumisión: desde la habituación incons- La dominación tradicional está basada en los patrones de obedien-
ciente hasta lo que son consideraciones puramente racionales con cia patriarcal propios de las sociedades tradicionales. La práctica de
arreglo a fines. Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, las relaciones de obediencia en el seno de las familias patriarcales
o sea de interés (externo o interno) en obedecer-concluirá-es esen- acostumbran desde la infancia a obedecer y aceptar las autoridades
cial en toda relación auténtica de a~toridad»~6. instituidas por las tradiciones. El soberano, o los señores feudales
Los motivos por los que se obedece, es decir por los que se acep- en quienes descansa la autoridad inmediata, son vistos como parte
ta un poder como autoridad, son muy diversos, dependiendo, como de un esquema de poder instituido «desde siempre», y los súbditos
el mismo Weber señaló, de «una constelación de intereses o sea de les respetan y obedecen en virtud de unos vínculos personales de
consideraciones utilitarias de ventajas o inconvenientes del que obe- fidelidad.
dece... », de la mera «costumbre»,de la ciega habituación a un com- La dominación carismática descansa en la autoridad ejercida por
portamiento inveterado, o puede fundarse, por fin, en el puro afec- una personalidad de especiales dotes y características -carisma-,
to, en la mera inclinación personal del súbdito. Sin embargo -nos a la que se profesa una «devociónobjetiva» y a la que se obedece por
advertirá Weber- la dominación que sólo se fundara en tales móvi- sus cualidades, y no en virtud de las costumbres impuestas por la
les sería relativamente inestable. En las relaciones entre dominantes tradición, o en razón de un mandado o una posición legalmente esta-
y dominados, en cambio, la dominación suele apoyarse interiormente blecida. La autoridad carismática se basa en el reconocimiento por
en motivos jurídicos, en motivos de su «legitimidad»,de tal manera parte de los «adeptos»,de unas cualidades extraordinarias en un jefe,
que la conmoción de esa creencia en la legitimidad suele, por lo regu- un caudillo militar, un líder o profeta al que se sigue. El líder o jefe
lar, acarrear graves consecuencias. En forma totalmente pura -con- carismático actúa según su propio arbitrio, no rinde cuentas ante
cluirá Weber-, los «motivos de legitimidad» en la dominación sólo nadie y elige su propio séquito, o su cuerpo administrativo, según el
son tres, cada uno de los cuales se halla enlazado -en el tipo puro- caso, de acuerdo a criterios de ((devociónpersonal~~9, y no en fun-
con una estructura sociológica fundamentalmente distinta del cuer- ción de la competencia o de la tradición.
po y de los medios administra ti vos^^^. Estos tres tipos de domi-
nación, según Weber, son la legal, la tradicional y la carismática. Estos tres modelos o «tipos» de dominación responden en gran
parte a contextos históricos y sociales específicos, que van desde los
La dominación legal es la forma moderna de dominación. Está antiguos núcleos sociales tribales, partidas de caza y hordas guerre-
basada en el principio de legalidad, de forma que la obediencia se ras, hasta los Estados modernos, pasando por las sociedades tradi-
cionales. Sin embargo en las sociedades de nuestro tiempo es posi-

2"ax Weber: Economia y Sociedad, op: cit., pdg. 43.


2"bfd., pág. 170. 28 Ibld., phg. 175.
27 Ibld., phgs. 706-707. 29 Ibld., phg. 712.
188 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD. OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 189

ble identificar elementos de estas tres modalidades o «tipos ideales)) capacidad de influencia y liderazgo, la mayor o menor idoneidad en
de dominación en muchas de las relaciones de poder y autoridad que la elección de los agrupamientos o alineamientos sociales en casos
tienen lugar tanto en los ámbitos más informales como en las gran- de conflictos y tensión, etc.
des organizaciones. Es decir, las desigualdades humanas son básicamente desigualda-
des de carácter social. Por eso, todas las sociedades humanas conoci-
das hasta nuestra época han sido sociedades desigualitarias, en las
5. LAS CLASES SOCIALES que han existido formas más o menos complejas de dependencia social
y política y grados más o menos acusados de reparto diferencial de
La forma social 'de nucleamiento institucional más importante es los recursos y las riquezas.
la que tiene que ver con la desigualdad, con el agrupamiento de los A medida que las sociedades humanas se han ido desarrollando
seres humanos en distintas clases sociales que establecen entre si y complejizando, las formas de desigualdad se han ido enraizando
relaciones de poder y de subordinación. más en el propio entramado social. En las primitivas sociedades caza-
Se ha dicho, con razón, que posiblemente uno de los rasgos de doras y recolectoras las desigualdades eran más coyunturales, y esta-
las sociedades humanas de nuestros días que primero llamaría la ban basadas en mayor grado -aunque no sólo- en factores natu-
atención a cualquier ser dotado de inteligencia que las observase por rales (las propias capacidades y cualidades de algunos individuos),
primera vez, sería el de la desigualdad social, es decir, la diferencia- o ligadas al desempeño de algunos papeles sociales primarios (en las
ci6n de las personas en grupos con distintos niveles de acceso a los relaciones familiares, en el liderazgo de los grupos, en la distribu-
bienes y servicios y con distintos grados de educación y de influen- ción sexual de papeles, etc.). Sin embargo, cuando las sociedades pri-
cia política y social. mitivas dejaron de vivir al día y se asentaron en habitáis estables,
empezaron a surgir mayores posibilidades de acumulación de recur-
En todas las formas de agrupación social conocidas en la natu- sos alimenticios («excedentes»)y de bienes patrimoniales (vivienda,
1.aleza existen diferentes formas de jerarquización y de relaciones de ajuar doméstico, útiles para el trabajo o la guerra, ganados y caba-
dependencia perfectamente identificables. Sin embargo, las mani- llerías para el transporte etc.). Esta acumulación de recursos y bie-
festaciones más singulares de asimetría social se producen precisa- nes en pocas manos se acabó traduciendo en notables diferencias de
mente en el seno de las sociedades humanas. riqueza y de oportunidades de vida.
En las sociedades humanas la diferenciación de posiciones de po- La evolución desde las primitivas y pequeñas partidas de caza y
der, de riqueza y prestigio no forma parte de una lógica natural pri- clanes familiares, hasta las sociedades con un grado de complejiza-
maria, asociada a rasgos identificables a primera vista (fuerza, belle- ción social y política creciente, dieron lugar a un mayor grado de
za, etc.), o a cualidades individuales (destreza, valor, iniciativa, etc.), especialización de funciones políticas, con mecanismos de articula-
sino que están asociadas a la propia manera en que se han desarro- ción del poder que cada vez descansaban más en factores estructu-
llado distintas formas de organización y diferentes procedimientos rales. Es decir, la posición social de los individuos cada vez estaba
de cooperación para hacer frente a las necesidades vitales. más ligada al lugar que se ocupaba en la estructura de jerarquiza-
Incluso en las sociedades más primitivas conocidas, en las que la ciones y dependencias.
subsistencia dependía de la caza y la recolección de frutos y tubér- De esta manera podemos decir que la desigualdad social, en el
culos, la diferenciación de posiciones sociales no dependía solamente sentido que la entendemos hoy en día, no es un fenómeno natural,
de habilidades o capacidades naturales, como la fortaleza, la agili- sino un fenómeno social. Es algo que se explica en función de las
dad, la autoridad o la pericia, sino que también descansaba en fac- diferentes formas en que una comunidad humana se organiza para
tores sociales tales como las relaciones familiares o de filiación, la atender a sus necesidades vitales. De ahi que las formas de desigualdad
conocidas - y los agrupamientos sociales en que se manifiestan-
sean tan variadas como las formas de organización social que se han
producido a lo largo de la historia, en unos u otros contextos geo-
gráficos y bajo la influencia de distintas culturas.
Las formas de desigualdad no han sido las mismas en la India
que en China, ni en África que en Europa. Ni fueron igual en el
primitivo Egipto, o en la Grecia o la Roma clásica, que en la Ita-
lia del ~enacimiento,ni en Inglaterra durante las primeras etapas
de la revolución industrial, que en Estados Unidos o en el Japón
actual.
Por ello la desigualdad debe ser entendida como un fenómeno de
carácter histórico y cultural. Las distintas influencias culturales en
la conformación de las formas de organización social -en su
interdependencia mutua- han dado lugar a los distintos modelos de
estratificación conocidos: desde el sistema hindú de castas, y el sis-
tema despótico-oriental, en la India y los imperios orientales antiguos,
hasta el sistema antiguo esclavista y el sistema estamental, pasando
por distintas variables específicas, que dieron lugar en las socieda-
des occidentales a los sistemas de clases propios de las sociedades
industriales (vid. Gráfico n." 1).
El sistema de desigualdad social que ha merecido una mayor aten-
ción en la literatura sociológica y política ha sido precisamente el
sistema de clases occidental. Este sistema de clases es uno de los ele-
mentos fundamentales a partir de los que es posible explicar buena
parte de la dinámica de las sociedades occidentales durante las últi-
mas décadas del siglo XIX y casi todo el siglo xx.El impacto políti-
co de este modelo de desigualdad en la historia reciente de Occidente
ha sido enorme; su impacto se ha hecho notar en el surgimiento del
movimiento obrero organizado, en las luchas de clases, en el anar-
quismo, en el marxismo y otras formas de socialismo, en el Estado
de Bienestar y en la propia dinámica política de las sociedades occi-
dentales.
Por todo ello no es extraño que para la Sociología el tema de la
desigualdad social y de las clases sociales, sea uno de los focos cen-
trales de atención, y, desde luego, uno de los que en mayor grado
ha ocupado desde sus orígenes la'atención y el tiempo de los so-
ciólogos.
192 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGfA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 193

Marx llegó a decir que la historia de la humanidad era la histo- te después de los períodos de grandes conflictos de clase que se han
ria del conflicto de clases, Max Weber dedicó una parte significati- producido tras la revolución industrial.
va de su obra a delimitar los conceptos de clase y status. Y un gran En segundo lugar, hay que tener en cuenta que el concepto de cla-
número de sociólogos de nuestro tiempo centran su esfuerzo inte- se social casi siempre aparece asociado a alguna teoría social espe-
lectual en estudiar las relaciones y formas de desigualdad. Sin embar- cífica, por lo que su interpretación no puede divorciarse de la com-
go, tampoco en esta cuestión se ha llegado a establecer criterios ana- prensión de determinadas concepciones, que generalmente implican
líticos comunes en la Sociología de nuestros días, utilizándose incluso visiones muy concretas de la sociedad.
dos conceptos diferentes de referencia en el estudio de las desigual-
dades: el de clase social y el de estrato social. En tercer lugar, no debe olvidarse tampoco que el concepto de
clase social se encuentra específicamente referido a contextos socio-
El concepto que en nuestros días polariza en mayor grado la aten- históricos muy precisos, situados en determinadas coordenadas con-
ción sobre la problemática de la desigualdad social es el concepto de cretas de tiempo y espacio. Lo que da lugar a una variedad de siste-
clase social. Pero, aun así, este concepto es entendido de manera mas de clases, paralela a la misma variedad de situaciones históricas
diferente tanto en los círculos científicos como a nivel de lenguaje y a la propia diversidad de contextos socio-culturales. Es decir, al no
común. existir un sólo sistema de clases, sino tantos como resultan del cru-
Ossowski ha subrayado que «la pluralidad de significaciones de zamiento de períodos históricos diferenciados y de culturas distin-
la palabra clase ..., atañe al grado de generalidad de la misma y con- tas, las realidades a las que nos referimos empleando el concepto de
funde el sentido de ciertas afirmaciones de índole general; se trata clase se hacen bastante heterogéneas entre sí, hasta el punto de que
de una palabra -dirá- de carácter tripartito, de unas connota- a veces el concepto de clase se acaba convirtiendo en un término
ciones a las cuales es más bien difícil substraerse dado el actual sis- referido específicamente al particularismo del mundo occidental en
tema terminológico de las ciencias sociales... Tenida cuenta -seña- unos momentos históricos determinados, mientras que el referente
lará Ossowski- la falta de diferenciación de los términos, clase sociológico general de los sistemas de desigualdad y dependencia es
significa diversas cosas según los diferentes contextos: se trata de conceptualizado con el término más general de estvatificación social,
una cosa cuando se habla de cruzamiento de las estructuras de cas- que hace referencia a los sistemas generales de desigualdad social y
tas y de clase y de algo muy distinto cuando oímos hablar de la his- del que el concepto de clase social no expresaría sino una de sus
toria de la sociedad de clases, o bien de la historia de la lucha de diversas variantes.
clases. En estas situaciones, es el contexto el que determina el sen- En términos muy elementales la idea que connota el concepto de
tido de la palabrado. estratificación social es la de una disposición de diversas capas
diferentes en posiciones de infra-ordenación y de supra-ordenación.
A la hora de interpretar la diversidad de significaciones del con- Esta idea en sus referentes metafóricos (estratos geológicos), hace
cepto de clase social, hay que tener muy presente un triple orden de pensar incluso en una cierta rigidez y hasta en un cierto determi-
cuestiones: nismo físico, con lo que se puede correr el riesgo de llegar a pre-
En primer lugar, el concepto de clase social es un concepto car- sentar la disposición de los individuos en posiciones sociales infe-
gado de importantes connotaciones políticas e ideológicas, e inclu- riores y superiores, como algo tan natural como la disposición en
so no está exento de una apreciadle carga emocional, especialmen- distintas capas superpuestas de la corteza terrestre.
Sorokin definió la estratificación social como: la ((diferenciación
de una determinada población en clases jerarquicas superpuestas.
30 S t a n i s l a w Ossowski: Estructura de c'luses y conciencia social, op. cit., phgs. Se manifiesta a traves de la existencia de capas sociales superiores
165- 172. e inferiores. La base de su existencia ea una distribución desigual de
los derechos y privilegios, los deberes y responsabilidades, los valo- «análisis de la estructura o sistema de estratificación en cualquier
res sociales y las privaciones, el poder y la influencia de los miem- sociedad exige la consideración de por lo menos las siguientes con-
bros de una sociedadn31. diciones: el número de volumen de las clases y grupos de status;
Para Sorokin los tres tipos principales de estratificación social, la distribución del poder entre ellos; lo tajante o borroso de las
en que se podían resumir las innumerables formas concretas exis- demarcaciones entre los grupos, es decir, los grados y tipos de con-
tentes, eran la estratificación económica, la política y la ocupacio- ciencia de clase y la preocupación por el status, así como la mag-
nal, con lo que en definitiva venía a coincidir con el triple criterio nitud de los desplazamientos individuales de un grupo a otro (movi-
de estratificación propuesto por Max Weber. lidad social). Ello supone también -dirá Chinoy- el examen de
las bases específicas para la división: la clase y el volumen de la
Max Weber ha sido posiblemente uno de los teóricos sociales propiedad que poseen los hombres, sus ocupaciones y los valores
que más énfasis ha puesto en cuestionar los enfoques que partían de los cuales derivan el status~33.
de una concepción de «clasesocial total»,que englobaba las dimen-
siones políticas, económicas y socio-culturales. Como ya vimos en El concepto de estratificación social, pues, nos emplaza ante la
el capítulo anterior, uno de los principales hilos conductores de la consideración de un conjunto muy variado de factores sociales vin-
obra de Weber se orientó a diferenciar los ámbitos de lo econó- culados a las situaciones de desigualdad, y nos sirve, a su vez, para
mico, de lo ideológico y lo cultural. En el caso concreto de la estra- referirnos a la manera en que ésta se produce en diversos tipos de
tificación social Weber también reivindicó la autonomía y especi- sociedades, en contextos históricos y culturales bastante diferen-
ficidad de los tres ámbitos estratificacionales, subrayando que cada tes. En este sentido es en el que hay que tener muy claro que el
uno de ellos tiene su «suelo patrio» y cada uno está referido y situa- concepto de estratificación social no debe confundirse con el de
do en un orden diferente. Para Weber «los fenómenos de la distri- estructura de clases, ya que con este segundo nos estamos refiriendo
bución del poder» dentro de una comunidad están representados a una forma específica de la estratificación social, que se da en
por las «clases»,los «estamentos» y los «partidos». Las clases son sociedades muy concretas y en contextos históricos y culturales
una realidad del orden económico, en la que lo fundamental es la específicos.
«posesión»y la «no posesión», los estamentos son una realidad del La clasificación general de formas de estratificación social que
orden social referida a la esfera del honor y que tiene que ver con recogimos en el Gráfico 1, referida a los cinco modelos históricos (el
«modos de vida social», convenciones y elementos de ~considera- antiguo, el modelo de castas, el despótico-oriental, el estamental y el
ción social», mientras que los partidos forman parte de la esfera clasista) no debe considerarse como una clasificación cerrada y exen-
p0lítica3~. ta de matices, ya que el llamado modelo antiguo, por ejemplo, no es
Si aceptamos esta perspectiva de considerar la clase (lo econó- en realidad sino un verdadero cajón de sastre, en el que se suele
mico), el status (el prestigio y la posición social asociada a la ocu- incluir a sociedades primitivas de muy diverso tipo. Igualmente el
pación) y el poder (lo político), como los elementos básicos de la modelo clasista, propio de las sociedades industriales, es un mode-
estratificación social, es evidente que el análisis se complejiza con- lo que también se está transformando de manera importante y que
siderablemente y nos obliga a fijar nuestra atención en muy diver- presenta un grado apreciable de variaciones y una no menor diver-
sos aspectos de la estructura social. Así, como señalará Chinoy, el sidad de interpretaciones teóricas. Finalmente, en las sociedades de
nuestros días se están produciendo nuevos fenómenos de estratifi-
cación, hablándose incluso de un nuevo modelo propio de las socie-
Pitirim A. Sorokin: Estratificacidn y nrovjli~la~l
social. Universidad Nacional de Mé-
xico, México, 1961, pág. 1 S.
32 Max Weber: Economfa y Soclrdad, op, clr,, pAps. 682-694. Ely Chinoy: La sociedad. F.C,E,,
Mdxko, 1966, pAg, 172.
196 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 197

dades tecnológicas avanzadas que están emergiendo en nuestro tiem- eran grupos de referencia económica, en los que los individuos apa-
po histórico34. recían ordenados de acuerdo a su riqueza. Según parece, este tér-
Una vez que hemos precisado los contenidos de los conceptos de mino llegó a tener en Roma una cierta significación social que des-
estratificación social y estructura de clases, vamos a ocuparnos de bordaba el ámbito de una mera clasificación estadística, y de algún
aclarar el significado de los otros dos conceptos fundamentales para modo hay que pensar que llegó a connotar importantes ideas de ran-
el análisis sociológico de la desigualdad social: el de clase social y el go y posición socia135.
de estrato social. Posteriormente, los distintos grupos sociales fueron objeto de
El término de clase social no connota, en un sentido más gene- denominaciones bastante diversas a lo largo de la historia, sin que
ral, otras ideas que las de «clasificación»o ~tipologían.Una clase no el término clase haya sido utilizado con el significado que tiene hoy
seria sino una de las formas en que resultaría susceptible clasificar en día hasta que se produjo la quiebra de la sociedad estamental y
a determinados individuos o grupos, de acuerdo con algunas de sus el desarrollo industrial capitalista. No obstante, no faltan algunos
características. Se trata, pues, de un término flexible y genérico, con antecedentes aislados de utilización del concepto de clase social con
cl que es posible referirse a realidades muy diversas, y que no pre- un significado similar al actual. Así, por ejemplo, Ossowski ha que-
juzga inicialmente ninguna idea ni valoración concreta. rido ver uno de estos antecedentes en Spinoza, quien ya en el siglo
XVII, en el teorema 46 de la tercera parte de su Ética, dijo: «Si uno
Sin embargo, el término clase social ha adquirido unas connotacio- tuvo placer o dolor por parte de alguien que pertenezca a una clase
ncti le6ricas y políticas bastante precisas en su proceso de desarro- distinta a la de uno mismo ("classis") o a una nación distinta de la
llo conceptual, en el que la aportación marxista fue uno de sus hitos propia, y si el placer o el dolor se ha visto vinculado a la idea de
fundamentales, pero no único. aquel hombre como causa, bajo la categoría general de dicha clase
Dcsde u n punto de vista terminológico no deja de ser paradójico o nación, uno amará o aborrecerá a ese hombre, y no sólo a él, sino
quc un termino originariamente tan neutro y genérico como el de a todos cuantos pertenezcan a la misma clase o nación»36.
clase, haya llegado a adquirir un significado político y social tan pre- La plena utilización del concepto de clase social, en el sentido
ciso y tan expresivo de posiciones sociales caracterizadas por un cier- actual del término, empezó a desarrollarse en el siglo XVIII, no Ile-
to grado de rigidez, mientras que el término estrato, que connota por gando a ser un vocablo de uso bastante corriente en los círculos inte-
sus orígenes (metáfora geológica) ideas de rigidez y de inmodifica- lectuales y en el movimiento obrero hasta el mismo siglo XIX.
bilidad (incluso pétrea), haya acabado siendo asociado, del hilo de
determinadas interpretaciones sociológicas, a las ideas de flexibili- Pese a que el concepto de clase social se ha convertido en una ex-
dad, movilidad y oportunidades de cambio. presión de uso bastante común en las sociedades de nuestros días,
no es fácil formular una definición sociológica suficientemente com-
La expresión clase social tiene su origen en el término latino «cla-
sis»,que los censores romanos utilizaron para referirse a los distin-
tos grupos contributivos en los que se dividía a la población, de acuer-
do a la cuantía de los impuestos que pagaban. Es decir, las cclassis» 35 La influencia de la terminología romana está también presente en el mismo con-
cepto de «proletariado»;los aproletariin eran, de acuerdo a esta clasificación, aquellos
que no tenían más propiedad que su propia «prole».Por otra parte, la palabra «clase»
va a conservar un cierto sentido de calidad, de superioridad derivada de estas clasifica-
ciones romanas. Asi, expresiones tales como «tener clase», «aún hay clases», etcétera,
" Sobre este tema y la perspectiva general de la estratificación puede verse José tienen su origen más remoto en la influencia de las ideas y valoraciones de las clasifi-
FClix Tezanos: «La estratificación social: desigualdad y jerarquizaciónn y «Principales caciones contributivas romanas, en las que ser de la uprima clasisn, y tener «classis»por
teorfas sobre la estratificaci6n social)),en Salustiano del Campo (ed.):n u l a d o de Socio- extensión, acabaron connotando ideas de calidad y ruporloridad.
l o ~ l a Taurus,
. 1985, p8gs. 287-365. M Citado por Ossowski: Estructura de clase^ y conciencia social, op. cit., p8g. 160.
198 UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA: LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 199

partida. Por eso gran parte de los sociólogos actuales, más que esfor- tidos en la Sociología actual, que entroncan la dinámica de las cla-
zarse en buscar definiciones conceptuales más o menos complejas y ses sociales al proceso de evolución social.
precisas, intentan trazar las líneas básicas de teorías generales sobre Estos postulados podrían quedar resumidos en los siguientes
la estratificación social que permitan explicaciones comprensivas del puntos:
complejo conjunto de elementos sociales que se relacionan con la
realidad de las clases. - La subsistencia humana se basa en la producción, que es, por
tanto, la actividad social básica e imprescindible.
Para Bottomore, los principales puntos de coincidencia, que pue-
den destacarse en la Sociología actual de entre la diversidad de enfo- - Los sistemas de producción, en cuanto que van evolucionan-
ques sobre las clases sociales, son dos: do, suponen una división creciente del trabajo.

En primer lugar, que los sistemas de jerarquías sociales que son - La división del trabajo implica la existencia de distintos pape-
las clases no forman parte de un orden de cosas natural e invaria- les sociales que tienen que ser desempeñados necesariamente.
ble, sino que son un artificio o producto humano sometido a cam- - En tal sentido, todo sistema de producción implica que a los
bios de carácter histórico37. hombres les son atribuidos papeles (muchas veces al margen
En segundo lugar, «las clases sociales, en contraste con las cas- de su voluntad) que suponen el establecimiento de determi-
tas o los estados feudales -dirá Bottomore-, son grupos económi- nadas relaciones sociales (subordinación, dependencia, domi-
cos en un sentido más exclusivo»38. nio, etc.).
- La posición relativa de los distintos grupos sociales en la red
En esta dimensión económica de las clases van a coincidir numero-
de las relaciones de producción implica la división de la socie-
sos analistas de diverso signo, por lo que la referencia a tal dimen-
dad en clases. Las clases, pues, vienen condicionadas por las
sión primordial (aunque no única) ha acabado convirtiéndose en
relaciones sociales y éstas varían en función de la organiza-
patrimonio común de una época, obviamente muy influida por la
ción social de la producción.
nueva óptica social surgida como consecuencia de la revolución in-
dustrial. Por supuesto, esto no es sino una simplificación esquemática de
la realidad. Lo importante es considerar que en las sociedades se
Los elementos que forman parte de esta dimensión económica
producen diferencias importantes entre distintos grupos sociales:
son bastante diversos. A algunos de ellos me he referido ya en otros
diferencias de poder, de riqueza, de privilegios, de prestigio, etc., y
lugares39, al analizar cuáles eran los postulados generalmente admi-
que estas diferencias no son casuales, sino que vienen condiciona-
das por factores sociales: básicamente por las relaciones que se esta-
blecen en los sistemas de producción. Sistemas en los que, en fun-
37 T. B. Bottomore: Las clases en la sociedad moderna. La Pléyade, Buenos Aires, ción de estas diferencias, se generan, a su vez, conflictos y tensiones
1968, pág. 18.
3s Ibíd., pág. 21. Bottomore resalta que una de las principales consecuencias de este
que influyen poderosamente en la propia dinámica social histórica,
hecho es que «los límites de las clases sociales están definidos de manera menos preci- modificando continuamente no sólo las relaciones de poder entre las
sa»,dado que «no concurren a constituirlas o sostenerlas ciertas normas legales y religio- distintas clases, sino sus propias características.
sas específicas, y la participación en una clase dada no confiere al individuo derechos
civiles o políticos especiales», como ocurre con el sistema de castas, o el de estamentosn A partir de esta perspectiva podemos decir que las clases socia-
(Ibíd., p8g. 21). les están formadas por grandes grupos sociales cuyas posiciones en
N José Félix Tezanos, J. L6pez Aparicio, J. L. Rodríguez y R. Domínguez: Las la sociedad vienen definidas por el papel que desempeñan en las rela-
nuevas clases medias. Edicusa, Madrid, 1973, pAgs. 15 y SS., y José Félix Tezanos: Es-
tructura de clases y conflictos de poder en la Ijspufla post-franquista. Edicusa, Madrid, ciones de producción en un momento histórico determinado. De esta
1976. manera, la posici6n de los diferentes grupos sociales en el mercado
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 20 1

-como grandes o pequeños propietarios, como asalariados, etc.- bres están profundamente relacionadas con la forma en que se orga-
da lugar a distintos volúmenes de ingresos, a diferentes niveles de nizan las relaciones de los hombres con las cosas, es decir, por el
vida, a distintos grados y formas de influencia social y poder, etc., nivel alcanzado en su capacidad de control y dominio sobre la natu-
que configuran intereses grupales, que dan lugar, a su vez, a con- raleza; capacidad que continuamente va evolucionando.
flictos y tensiones para alcanzar mejores posiciones y posibilidades
en el conjunto de la sociedad. La evolución en las formas de organización de la producción
determina la evolución de la situación de las clases, de forma que
El análisis de las clases, por tanto, no puede desvincularse de una para el análisis de cualquier estructura de clases será preciso no sólo
consideración global de la sociedad y de los procesos sociales dinámi- la utilización de herramientas conceptuales idóneas para la consi-
cos que en ésta se producen. Lo que implica que, junto a su base deración de realidades tan dinámicas, sino también una adecuada y
estructural, en cualquier estudio sobre las clases sociales no pueden completa comprensión del conjunto de cambios sustanciales que
olvidarse las dimensiones políticas de la estratificación social. experimentan históricamente los sistemas productivos, tal como
Lenski ha definido las clases en términos de grupos con una posi- hemos esbozado en el Gráfico n." 2 en relación a los tres grandes
ción de poder que les permite una distribución ventajosa de los exce- procesos de cambio de nuestra época.
dentes que se producen en la sociedad. «Los miembros de toda cla- La evolución de los sistemas productivos conlleva, en este senti-
se de poder -nos dirá- comparten ciertos intereses comunes y estos do, un conjunto de caracterizaciones en la estratificación social que
intereses compartidos constituyen una base potencial de hostilidad dan lugar a distintos modelos o pirámides de estratificación social.
hacia otras clases, ya que lo que une a los miembros de una clase es
su posesión común, la fiscalización o utilización de algo que afecta En el Gráfico 3, por ejemplo, se refleja simplificadamente la mane-
sus oportunidades de satisfacer deseos y aspira~iones»~O. ra en que han evolucionado las pirámides de estratificación social
en las diferentes etapas de evolución de la sociedad industrial, des-
La teoría marxista querrá ir más allá, introduciendo un elemen- de las formas más jerarquizadas y puramente piramidales de las pri-
to adicional de precisión, al señalar que en la sociedad capitalista, meras etapas, y las plasmaciones más dualizadas que se producen
el factor fundamental que determina una desigual distribución de como consecuencia del desarrollo del capitalismo, hasta las estruc-
los privilegios estriba en el poder de explotar el trabajo ajeno. Es turas en forma de diamante que se apuntaron en el industrialismo
decir, la misma propiedad de los medios de producción implica el maduro como consecuencia del importante crecimiento de las cla-
establecimiento de un haz de relaciones de dependencia y subordi- ses medias, para llegar finalmente a las formas actuales que tienden
nación, que en última instancia permite definir las relaciones entre hacia un modelo de sociedad dual41.
las clases en función, fundamentalmente, de sus relaciones con los
medios de producción. Como ya hemos indicado, la mayor parte de los estudiosos más
rigurosos de la desigualdad social en las sociedades de nuestros días
Para Marx, la historia del hombre es la historia de las formas en tienden a partir del concepto de clase social. Ossowski, por ejemplo,
que éste organiza sus relaciones (las relaciones de los hombres entre considera el concepto de «estructura de clases» como una dimensión
sf) para lograr sobrevivir y mejorar las condiciones de su existencia más concreta y específica que el de «estructura social» que analiza-
en una infatigable lucha por controlar la naturaleza (relaciones entre mos en el epígrafe 1 de este capítulo.
los hombres y las cosas). Es por ello que las relaciones entre los hom-

4 ' Sobre las nuevas formas de estratificaci6n social, vid. Jos6 Felix Tezanos: La socie-
40 G. Lenski: Poder y privilegio. Teoría de la estratificación social. Paidós, Buenos Aires, dad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnoldgicas, Biblio-
1969, pdg. 87. teca Nueva, Madrid, 2001.
GRÁFICO2
Los tres grandes procesos de cambio de nuestra época
y su traducción en la dinámica política de las clases sociales

Contexto Disolución de la sociedad Procesos de industrialización y Nuevas tecnologías y grandes


económico-social tradicional democratización innovaciones científicas. Robotización

Pods estabkcido La «aristocracia». Los empresarios. Los grandes conglomerados de poder

-
La monarquía El capitalismo (multinacionales, empresas culturales
y de comunicación, etc.)

-social La «burguesía» La clase obrera La «tecnocracia»

Cba v.&- Los campesinos La clase obrera Las infraclases


(como proletariado)

Estructura de clases Dual Piramidal Sistema dual de estratificación

Desencadenantes Papel del «Tercer Estado* La «cuestión social», explotación, Alienación, paro estructural,
(frente a Nobleza e Iglesia) desigualdades, etc. exclusiones sociales, etc.
- - -
Influencias Pensamiento ilustrado y liberal Marxismo y socialismo ~Teonasdel post-industrialismo?
ideológicas

Resultados Revolución burguesa y apertura Sindicatos, partidos obreros, Crisis de las «políticas tradicional es^^.
de una nueva dinámica revoluciones comunistas Apatía política. Violencias difusas.
intelectual y social (1917 y SS.)y gobiernos ¿Nuevas opciones?
socialdemócratas

GRAFICO3
Evolución de los perfiles de las pirámides de estratificación
en las sociedades industrializadas

fip0 Estructura Estructura Estructura Estructura


piramidal piramidal de dual
antagonizada diamante

& mfierencia
r\AOg
Primera etapa

Sociedades industriales
incipientes
Segunda etapa

Sociedades industriales
desarrolladas
Tercera etapa

Sociedades industriales
maduras
Cuarta etapa

Sociedades tecnológicas
avanzadas

Rasgo distintivo Jerarquización social Conflicto de clases Gran expansión de las Coincidencia de dos sistemas
rígida y piramidal antagonizado con clases clases medias, con con poca comunicación.
medias reducidas disminución de las El superior con una mayona
aristas por arriba de clases medias ordenadas
y por abajo meritocráticamente.
El inferior con un amplio
núcleo de infraclases
y «excluidos»
204 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 205

Para Ossowski, las ((proposicionescomunes a todas las concep- 1) «La primera de estas características -dirá- es la dispo-
ciones de la sociedad de clases» pueden sintetizarse en los siguien- sición vertical de las clases, lo que supone el estableci-
tes tres puntos: miento de posiciones superiores e inferiores debido a un
sistema dado de privilegios y discriminaciones»,de rique-
1) «Las clases forman un sistema de grupos del orden más
za, de poder, etc.45
elevado en la estructura social». Lo cual supone que cons-
tituyen, por su importancia objetiva y subjetiva, una de 2) «La segunda característica es la diversidad de los intere-
las divisiones sociales básicas referida a un número redu- ses de las clases estables)) (la sociedad de clases como
cido de grupos (dos, tres o pocos más). «A su vez, este pri- sociedad dividida en grandes grupos cuyos intereses son
mer postulado supone -según Ossowski- que las clases diferentes, importantes y estables)46.
sociales forman parte de un sistema en el que las clases 3) «La tercera característica es la conciencia de clase ..., se
quedan caracterizadas a partir de sus relaciones con los trata -según dirá Ossowski- no sólo de la conciencia de
demás grupos del sistema~42. pertenecer a una clase dada ..., sino también de la con-
ciencia del puesto ocupado por esta clase en la jerarquía
2) «La división de las clases atañe a las posiciones sociales
clasista, de percatarse claramente de la diversidad de las
vinculadas con los sistemas de privilegios y de discrimi-
clases y de los intereses de clase, y eventualmente, inclu-
naciones no determinadas por los criterios biológicos».
so hasta de la solidaridad de clase~47.
3) «La pertenecía de los individuos a una clase social es 4) ((Finalmente,la cuarta característica es el aislamiento de
relativamente estable~~3. clase. La falta de contactos sociales estrechos, la separa-
Lris 1-elacionesque establecen las clases sociales entre sí son bási- ción en la vida social», así como las «consecuencias de
camente de dos tipos: de ovdenamiento (de acuerdo a alguna magni- este aislamiento y los efectos de las diferencias en cuan-
tud ooeial que permita gradaciones clasificatorias) y de dependencia, to a la disposición de los medios de consumo» (diferen-
que puede ser, o bien una dependencia orgánica (de grupos interde- cias culturales, de costumbres, sentimientos de extran-
gendien tes y complementarios), o bien una dependencia negativa de jería, e t ~ . ) ~ ~ .
Intereses, en la que ((loséxitos de una clase son fracasos de otra». La Como ya dijimos al principio, una parte de los sociólogos que se
idea de dependencia orgánica fue resaltada por Adam Smith, por los ocupan del tema de la desigualdad social utilizan el concepto de estra-
fisi6cratas1por Spencer, por los teóricos de los estratos sociales, etc., to social, en vez del concepto de clase. Esta preferencia conceptual
mientras que las ideas de dependencia negativa de intereses han sido no es casual, sino que responde a un enfoque teórico general que
puestas de relieve en los análisis de clase desarrollados por los socia- pretende ofrecer una alternativa analítica de amplio alcance a las
listas utópicos franceses, por Marx y también por sociólogos como teorías sobre las clases sociales y, a su vez, plantear una justificación
Sorokin, Touraine, etc.44 funcional de la estratificación social.
Ossowski completará estos tres postulados básicos con las siguien- El concepto de clase implica unos referentes sociológicos de posi-
tes cuatro características más concretas de las clases sociales: ción social más precisos. Por ejemplo, se habla de la clase obreva o

4Vbfd., pág. 179.


42 S. Ossowski: Estructura de clases y conciencia sociui, op. cit., págs. 176-1 77. 46 Ibfd., pCigs. 179-180.
43 Ibfd., págs. 193-196. 47 Ibfd., pág. 180.
44 Ibfd., pág. 176. 4H Ibfd., págs. 180-1111.
206 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 207

de la clase burguesa, etc. En cambio, el concepto de estrato tiene unos - En tercer lugar, se puede considerar a uno u otro factor co-
referentes sociológicos más laxos, que dan lugar a clasificaciones en mo el fundamental y básico, entendiendo que en ese factor,
forma de un continuo escalonado. Así, se habla de estratos altos, a su vez, se reflejan los otros dos de manera no indepen-
medios-altos, medios-medios, medios-bajos, etc. diente.
La adopción por algunos sociólogos del concepto estrato social, Los funcionalistas se situarán preferentemente en esta última
en vez del concepto de clase social, tiene diversas implicaciones teó- perspectiva, considerando al factor status como el elemento fun-
ricas e ideológicas. El concepto alternativo de estrato social se desa- damental de la estratificación social. Y a dicha interpretación aña-
rrolla, precisamente, en el marco de enfoques que cuestionan con dirán el argumento de que ésta es la tendencia observada en las
bastante énfasis la concepción de las clases sociales, basada en fac- sociedades industriales más avanzadas, en las que las grandes fron-
tores económicos, como explicación suficiente de la estratificación teras de división antagónica entre clases -nos dirán- se han dilui-
y la desigualdad social. do y han dado lugar a un conjunto de posiciones sociales escalo-
La crítica a las interpretaciones sociológicas sobre las clases socia- nadas, fundadas básicamente en el prestigio y la consideración
les, sin embargo, a veces sólo se fija en aquellos análisis que tienen social.
una visión más estrictamente económica, y economicista, de la rea- A partir de esta interpretación, precisamente, cristaliza la con-
lidad de las clases. cepción de los estratos sociales, frente a la de las clases sociales.
En la impugnación de esta concepción monista de las clases La idea de ajuste funcional de tareas sociales complementarias
han ejercido una influencia notable los enfoques weberianos, espe- estaba ya en el planteamiento de los economistas clásicos, espe-
cialmente su distinción entre clases y grupos de status. La crítica cialmente en Adam Smith, aunque en referencia al plano econó-
do las concepciones monistas sobre las clases pretende difundir mico. De igual manera, en una perspectiva social más general, la
perspectivas más amplias y plurales en la consideración de los fac- noción de complementariedad y ajuste funcional es una idea muy
tores determinantes de la estratificación social, de forma que la cercana también a la explicación de la funcionalidad de la divi-
ecuacidn «clase social-situación económica» es sustituida en sión del trabajo para el sistema social, tal como fue desarrollada
muchos enfoques, como ya hemos visto, por la trilogía «clase,sta- por Durkheim.
tus y poder». Así pues, puede decirse que la teoría de los estratos sociales se
La toma en consideración de estos tres elementos estratifica- fundamenta y apoya en las siguientes instancias:
cionales dará lugar a tres posibles interpretaciones sobre los sis-
a) La idea de complementariedad funcional de las distintas cla-
temas de estratificación social.
ses a partir de los cometidos económicos que realizan (clási-
- En primer lugar, se puede considerar que la prevalencia de cos de la economía política).
uno u otro factor puede dar lugar simultáneamente a dis-
tintos sistemas de estratificación social de base política b) La idea durkheimiana de la funcionalidad social de la división
(como los sistemas despóticos orientales u otros sistemas del trabajo.
burocráticos-totalitarios más recientes). c) La teoría de la estratificación por el status (o en grupos de sta-
- En segundo lugar, la estructura de clases puede considerar- tus) de Weber. Teoría de la que, por cierto, se relegan a segun-
se como una resultante de la influencia conjunta de los tres do plano matices importantes y, sobre todo, la idea de posibi-
factores (el político, el económico y el status). Factores a los lidad alternativa de otros modelos estratificacionales.
que, a veces, se añade un factor ideológico (a nivel de la con- d) La realidad empírica de los comportamientos sociales estrati-
ciencia). ficacionales tal como se producen principalmente en Estados
208 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

Unidos49 a partir de unas coordenadas socio-históricas muy conceptual de la clase, la sociedad puede ser un sistema de clases o
específicas, cuyas consecuencias y resultados han sido eleva- bien un sistema de clases y de grupos -en cierta medida similares
dos, por algunos sociólogos, a nivel de categoría de valor prác- a las clases-, pero no incluidos en el concepto de clase»52.
ticamente universal, sin tener adecuadamente en cuenta la for- Todo esto supone que las líneas divisorias entre unos y otros enfo-
ma en que han podido influir en la conformación de esta
ques tienden a hacerse, si no menos claras, sí, al menos, más impreci-
realidad los muy particulares rasgos de la formación y desa- sas, en tanto en cuanto hay una serie de cuestiones fronterizas que
rrollo del capitalismo en los Estados Unidos, y la misma mane- cada vez son más fluidas. En cualquier caso, el punto de diferencia-
ra en que allí se ha producido el conflicto de clases50. ción más sustancial entre la teoría de las clases y la de los estratos
En suma, pues, en la distinción entre clase y estrato hay impli- es el que hace referencia al mayor componente «objetivista»y «sub-
cados, como ya dijimos, factores muy diversos. Y la situación se com- jetivistan de uno y otro enfoque.
plica aún más si tenemos en cuenta, a su vez, los diferentes matices Así se considera que las clases sociales están conformadas básica-
que sobre esta temática han sido desarrollados por los diferentes auto- mente a partir de factores objetivos, que hacen referencia a una
res. En tal sentido, puede decirse que, hoy en día, en realidad ya no determinada ubicación en el sistema social de producción y a la ocu-
es correcto hablar de una única teoría sobre los estratos sociales, pación de una determinada posición en la red de relaciones de inter-
sino de un conjunto diverso de enfoques sobre el tema. Incluso la dependencia y subordinación, así como al papel desempeñado en el
presentación de las teorías de las clases y de los estratos como mode- conflicto de clases.
los analíticos alternativos, tiende a quedar un tanto desdibujada, en
cuanto alternativa dual confrontada, en la medida en la que en los A su vez, los estratos sociales son vistos a partir de factores prefe-
últimos años se han desarrollado diversos planteamientos teóricos rentemente subjetivos. Es decir, en gran parte las clasificaciones del
de intención sintetizadora51, si bien a partir de la utilización prefe- continuum de posiciones de ordenación de los estratos, están basa-
rente -aunque no exclusiva- del concepto de clase social. Como ha das en la manera en que los demás aprecian y ordenan las posicio-
senalado el mismo Ossowski, «la división de la sociedad en clases nes sociales, a partir de valoraciones básicamente subjetivas (esti-
puede ser una división exhaustiva o no exhaustiva: según el modo mación, prestigio social, etc.); aunque lógicamente estas valoraciones
están relacionadas con desempeños ocupacionales concretos, y con
algunos datos objetivables, como niveles de renta y consumo, etc.
4Y En tal sentido, no debe minusvalorarse la importante influencia que en el desarro-
En definitiva, pues, y con pequeños matices, podemos decir que
llo de la teoría funcionalista sobre la estratificación jugaron algunos estudios empíricos el concepto de clase social nos sitúa en el «plano de la objetividad
concretos como los de Warner, por ejemplo. Vid. W. Lloyd Warner (ed.): Yankee City. Yale social» y el de estrato social en el «plano de la subjetividad recí-
Universitv Press. New Haven. 5 vols.. 1941-1959.
~ ; n ~ ucon
e frecuencia las críticas a las teorías funcionalistas sobre la estratifica-
proca».
cidn social han insistido en resaltar estas diferencias respecto a las sociedades europeas, Por supuesto, estas diferencias, junto a las relacionadas con los
hay que reconocer que, en una perspectiva más dilatada en el tiempo, aún no se sabe diferentes entronques teóricos de ambos enfoques (el de la interac-
cdmo el proceso histórico puede influir en una mayor homogeneización, o aproximación,
on las prácticas de clase en ambos tipos de sociedades. De hecho, las teorías sobre «el ción social y el dialéctico-estructural, respectivamente), hacen prác-
trabajador opulento», sobre «el aburguesamiento de la clase obrera» y sobre «el decli-
nar del conflicto de clases», no han hecho sino avanzar hipótesis y elementos de juicio
sobre la manera en que pueden modificarse los comportamientos de clase también en
las sociedades europeas más industrializadas. 52 S. Ossowski: Estructura de clases y conciencia social, op. cit., pág. 189. Del hilo de
5' Probablemente, los nombres que mejor representan esta tendencia hacia un enfo- esta observación Ossowski querrá resaltar especialmente que los enfoques marxistas no
que sintético son Ossowski y Lenski (a los que y a nos hemos referido en las páginas ante- rechazan la utilización del concepto de estrato, dado -dird- que ala sociedad puede
riores), si bien son muchos los sociólogos que pueden ser situados en esta perspectiva estar formada, ademds de por clases, tambltn por eutratoa, le8 cuales no están incluidos
integradora. en clase alguna, (Ibld.).
210 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

ticamente imposible -pese a las sugerencias de algunos- la recon-


versión o traducción de un sistema a otro, mediante la agrupación
de varios estratos en clases más amplias53. En realidad en uno y otro
caso se parte de esquemas teóricos de análisis cuyas diferencias no
son meramente cuantitativas -de grado-, sino de fondo, impli-
cando, incluso, visiones totalmente distintas del orden social y de la
desigualdad (visión antagónica y conflictiva en los análisis de clase
y visión armónica y de escalonamiento complementario en los aná-
lisis de estratos).
Como resumen, y pese a todas las complejidades y matices del tema,
las principales diferencias entre los conceptos de clase y estrato pue-
den sintetizarse tal como quedan esquematizadas en el Gráfico 4.
Aparte de estas distinciones conceptuales, buena parte de la discu-
sión sociológica sobre la teoría funcionalista de la estratificación ha gi-
rado en torno al postulado del carácter funcional de la estratificación
social que formularon inicialmente Kingsley Davis y Wilbert MooreS4.
El punto de partida del análisis de Davis y Moore es la constata-
ción de que no existe ninguna sociedad sin alguna forma de estrati-
ficación. En consecuencia, lo que se plantearán es la necesidad de
«explicar en términos funcionales la necesidad universal que origi-
na la estratificación en cualquier sistema
La necesidad de la estratificación conduce a formularse la pregun-
ta sobre la función social que cumple. El primordial carácter funcio-

5 9 Otra cosa distinta a la traducibilidad de ambos conceptos es la posibilidad de uti-


lización complementaria en un mismo esquema de análisis. Así, de la misma manera que
la dinámica de la sociedad industrial ha demostrado la virtualidad práctica de la distin-
ci6n entre clase y status (en el tema de las clases medias, por ejemplo), la complejiza-
ción creciente de las estructuras de clases de las sociedades más industrializadas hace
cada vez más necesario diferenciar, por ejemplo, los distintos estratos que integran una
misma clase social.
54 Kingsley Davis y Wilbert E. Moore publicaron en 1945 un articulo en The American
Sociological Review, con el título de ((Algunosprincipios de estratificación)), que dio lugar
a una amplia polémica sociológica. Tanto el artículo de Davis y Moore, como algunas de
las principales piezas de esta polémica, están recogidos en R. Bendix y S. M. Lipset (eds.):
Clase, status y poder. Euroamérica, Madrid, 1972, tomo 1, p8gs. 155-224. Otro compendio
más completo de diversas intervenciones en la polCmlca puede verse tambien en Melvin M.
nimin (ed.): Reading on social strafification. Prcnticc-Hall, Ncw Jersey, 1970.
55 Kingsley Davis y Wilbert E. Moore: ~Algunouprlnclpios de estratificacic)n»,en R.
Bendix y S. M. Lipsct: Clu.se, s l u ~ u sy poder, op, cit., lomo 1, pdg. 155.
212 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

nal de la estratificación se verá en la necesidad que tiene toda sacie- miado ampliamente, aunque sea importante~58.Lo único importante
dad de «colocary motivar a los individuos en la estructura social. Como es que todos los puestos estén ocupados al máximo nivel de compe-
mecanismo en funcionamiento-nos dirán-, una sociedad debe dis- tencia posible. No obstante, serán apuntadas dos posibles referencias
tribuir de alguna manera a sus miembros en posiciones sociales e indu- objetivas para evaluar la importancia de un determinado puesto: el pri-
cirlos a realizar los deberes de esas posiciones. Esto debe afectar a la mer criterio será considerar hasta qué punto una determinada posi-
motivación en dos diferentes niveles: inculcando en los propios indi- ción es «funcionalmenteúnica», y el segundo determinar el grado en
viduos el deseo de ocupar ciertas posiciones, y una vez en esas posi- que otras posiciones dependen del puesto objeto de consideración.
ciones, el deseo de cumplir con las obligaciones que llevan consigo»56.
El tema de la capacitación o el talento es visto desde una doble
Por lo tanto, toda sociedad deberá tener, en opinión de Davis y Moo- perspectiva: la de aquellos puestos que lo que realmente requieren es
re, un conjunto de retribuciones y premios que cumplan un papel un talento natural muy especial y que, por tanto, al ser el talento muy
incentivador, y, a su vez, unos mecanismos precisos por los que dichos escaso exigen altas recompensas, y la de aquellos puestos que requie-
«premios»puedan ser atribuidos o negados, de acuerdo a los compor- ren competencia y conocimientos adquiridos. Es decir, que a partir de
tamientos de los individuos. Por ello -nos dirán- «los premios y su un amplio número de individuos con talento suficiente, es preciso
disti-ibiición llegan a ser una parte del orden social y así se origina la garantizar que éstos tengan el entrenamiento y preparación necesa-
cstin t i ficüción... La desigualdad es así -concluirán- una idea incons- rios. Y al ser los entrenamientos -especialmente algunos de ellos-
cicntementc desarrollada por la que las sociedades aseguran que las largos, costosos y exigir esfuerzos, tienen que ser adecuadamente recom-
posiciones más importantes estén conscientemente ocupadas por las pensados socialmente, si se quiere que los individuos más capaces se
pcrnonus m6s cualificadas.De aquí que cada sociedad, no importa que apliquen a realizar el esfuerzo y sacrificio exigido.
tiea ~impleo compleja, deba diferenciar a las personas en términos de
pmritlgio y estimación y debe por eso poseer una cierta cantidad de Estas explicaciones sobre la funcionalidad de la estratificación
dealguuldiid institucionalizada»57. social han sido objeto de muy diversas críticas por parte de bastan-
tes sociólogos59 que han llamado la atención sobre los componentes
A partir dc estas consideraciones, el siguiente paso del análisis es antifuncionales que pueden tener los sistemas de estratificación. En
determinar c6mo y con qué criterios se atribuyen los rangos de los la práctica se puede comprobar que no siempre son aprovechados
distintos puestos sociales. Para Davis y Moore, los puestos más «premia- adecuadamente todos los talentos, y que, con harta frecuencia, las
dos» son, en primer lugar, los que tienen una mayor importancia para iniciativas tendentes hacia un mejor aprovechamiento de los talen-
lu sociedad. Es decir, el rango viene determinado principalmente por tos y hacia la innovación en general, son objeto de muchas dificul-
la función social, en virtud de su propia significación. En segundo tades. En la medida que los sistemas de estratificación no son ple-
lugar, los puestos más «premiados» son aquellos que «requieran una namente aceptados por todos, dan lugar también a importantes
mayor capacitación o talento». Es decir, que el rango lo determinan hostilidades y conflictos, y, en la medida en que son desigualitarios
también las cualidades y conocimientos que más se valoran en virtud y establecen rangos de mayor o menor significación, dan lugar a dis-
de la escasez. tintas lealtades y desiguales actitudes y sentimientos de integración
La cuestión de cuáles sean los puestos funcionalmente más impor-
tantes no es para Davis y Moore una cuestión de objetivación riguro-
sa; «si un puesto es fácilmente ocupado -dirán- no necesita ser pre-
58 Ibíd., pág. 158.
59 Melvin M. Tumin: «Algunos principios de estratificación. U n análisis critico)),en
Bendix y Lipset: Clase, status y poder, op. cit.,p8gs. 17 1-185. Los puntos de vista de Tumin,
aparte de las diversas intervenciones en la palbmica, Non expuestos de una manera más
amplia en Melvin M. Tumin: Social Stratiflcatian. The fbrnis und functions ofinequality.
Prentice-Hall, New Jersey, 1967.
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~N A LA SOCIOLOG~A

social; lo que supone un debilitamiento de la motivación para parti- La definición de una clase social no puede formularse solamen-
cipar y del sentimiento de integración de ciertos sectores sociales. Todo te a partir de los rasgos exteriores o los perfiles sociológicos comu-
ello ha llevado a plantear serias dudas sobre «el carácter uniforme- nes de un grupo social dado (ingresos, nivel de vida, cualificaciones,
mente funcional de la estratificación», predominando la posición de etc.), es decir, a partir de aquellos rasgos más estáticos y cuantifica-
quienes tienden a atribuirla un cierto carácter híbrido60. bles que son propios de una clasificación socio-estadística, sino que,
Para Barber, por ejemplo, el «sistema de estratificación de una junto a estos aspectos, hay que atender a los elementos dinámicos
sociedad particular tiene relaciones funcionales y disfuncionales con que definen una situación o una posición dada; lo cual implica con-
otras partes de aquella sociedad. Es fuente de conflictos tanto como siderar también las identidades de clase y los comportamientos de
de armonías. Una sociedad en su conjunto -dirá- no está nunca clase. Es decir, las clases no deben ser entendidas como meros agre-
perfectamente unificada. Las relaciones disfuncionales entre las par- gados estadísticos definidos por características socio-económicas
tes son tan naturales o intrínsecas como las relaciones funciona- comunes de carácter exterior, sino como actores colectivos, como
lesn61. Nada de lo cual resulta óbice para que la estratificación social sujetos operantes en el curso de la dinámica social. De ahí que los
sea vista por los funcionalistas como algo inevitable, y que no lle- análisis de las clases no puedan limitarse a considerar únicamente
guen a poder concebir una sociedad, incluso una sociedad «nodema- los perfiles epifenoménicos de la desigualdad social, sino que tienen
siado compleja», funcionando sin un apreciable grado de ~diferen- que profundizar en las posiciones y en las trayectorias de clase con-
ciación social».De esta manera, la aceptación y justificación teórica cretas, que implican variables políticas, ideológicas, culturales y acti-
de la diferenciación social, es el principal hilo conductor de todos tudinales, mucho más complejas y heterogéneas.
los enfoques funcionalistas sobre la estratificación social. Y tam- Las posiciones de clase se articulan en base a la coincidencia de
bién, lógicamente, uno de los puntos centrales de confrontación, en varias circunstancias, en cuyo sustrato se encuentran condiciones
la polémica surgida a partir del desarrollo de este específico enfo- sociales comunes, tales como unos niveles de educación similares,
que sociológico sobre el tema de la desigualdad social. una misma procedencia social, unas costumbres y modos de com-
portamiento parecidos, una coincidencia habitual en los mismos
espacios físicos, o locus sociales, en el lugar de trabajo, en los
6. ESTRUCTURA Y CONCIENCIA DE CLASE: barrios de residencia, etc. Estos elementos sociológicos de coinci-
TENDENCIAS DE FUTURO dencia proporcionan las bases comunes a partir de las que se pue-
De una manera muy general, a partir de lo que hasta aquí hemos den desarrollar los rasgos constitutivos de una clase social; pero,
indicado, se puede decir que una clase es u n grupo social relativa- por sí solos, no son suficientes para que exista propiamente una
mente homogéneo en sus condiciones laborales y en sus intereses eco- clase social como tal.
nómicos, qtce ocupa una posición determinada de podeu, de influencia Los principales elementos que tienden a configurar una clase pue-
y de oportunidades en la estructura social, en u n momento histórico den agruparse en tres grandes bloques: uno de carácter objetivo, otro
determinado de la evolución de los sistemas productivos, entendidos referido al plano de la subjetividad recíproca y un tercero ceñido a
como sistemas sociales generales. la esfera de la acción social.
El bloque de carácter más objetivo y estructurante hace referen-
cia en primer lugar a la situación económica en el mercado, que tie-
Melvin M. Tumin: «Algunos principioti dc cxtrulif'icaci6n. Un análisis critico», ne que ver con las condiciones de propiedad o posesión de bienes de
op. cit., pág. 184. Bernard Barber: Bstraliflcación sociul. F.C.E., México, 1964, págs. producción, o con unas condiciones de autosuficiencia que permi-
17 y SS. tan realizar una actividad económica productiva o, a su vez, con la
Bernard Barbcr: Estralificacidn ~uclal,np, cll,, pbg. 2 1. propia posición laboral en el mercado (tipo de ingresos o salario, cla-
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA
216 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA S O C I O L O G ~

se de contrato, nivel de seguridad y estabilidad, condiciones físicas cretos de clase. En este caso, se trata de conglomerados complejos
del trabajo, etc.). En su conjunto, la situación económica y laboral de referencias y consideraciones sociales a los que buena parte de la
que se tiene en el mercado traduce una posición objetiva y objetiva- teoría sociológica se ha referido bajo la denominación genérica de
ble en entornos sociales bastante amplios que permiten a las perso- status.
nas establecer distintos tipos de relaciones sociales, y ser tratados de Finalmente,:un tercer bloque de elementos para la definición de
acuerdo con ellas, en función de los equilibrios sociales y políticos una posición de clase es el que tiene que ver con las acciones socia-
alcanzados. Estos equilibrios dependerán de la influencia y del papel les. En este ámbito también es posible distinguir un doble plano: el
desempeñado por los sindicatos u otras organizaciones de represen- de la solidaridad de clase, que generalmente no trasciende la lógica
tación, de las regulaciones laborales, del propio desarrollo de mode- de las acciones individuales y10 concretas y coyunturales y el de la
los similares al Estado de Bienestar, de las correlaciones existentes acción colectiva de clase, que se manifiesta tanto en la acción sindi-
entre las fuerzas políticas, etc. Como puede entenderse, tal tipo d t cal. más centrada en la óptica de lo concreto, como en la acción polí-
relaciones sociales, y el haz de oportunidades económicas y de bie- tica, que desde un prisma más general puede plantear proyectos de
nestar en el que se traducen, se proyectan más allá del ámbito del organización social alternativos de signo más o menos reformista o
trabajo, dando lugar a experiencias sociales de carácter más amplio rupturista.
y global. Estas vivencias, oportunidades y experiencias constituyen Como puede entenderse, para llegar a estos últimos niveles de
el segundo escalón objetivable en la caracterización de las posicio- implicación de clase es necesario que existan concepciones y pro-
nes de clase, que se plasma en el propio nivel de vida de las perso- yectos sociopolíticos que respondan a los intereses y necesidades de
nas, en el entorno residencial, en el disfrute de bienes y servicios, en las clases y bloques de clases, y que estos proyectos resulten opera-
las oportunidades recreativas y de bienestar, etc. tivos, creíbles y atractivos. Especialmente importante resulta el influ-
jo (positivo o negativo) que pueda ejercer la imagen sobre la calcan-
La segunda perspectiva general que incide en las posiciones de zabilidad~de las metas propuestas y la efectiva «ventaja»que se derive
clase nos remite al plano de la subjetividad recíproca, en el que es para cada persona concreta de los planteamientos formulados por
posible identificar dos ópticas o niveles diferentes: el punto de vista las acciones colectivas de clase.
de los individuos y la perspectiva de la sociedad en su conjunto. Des-
Todos los bloques que aquí hemos referido de manera esquemá-
de la óptica personal, los dos principales escalones analíticos tienen
tica (véase cuadro 1) se encuentran potencialmente interconectados
que ver, por un lado, con las adscripciones sociales básicas (conciencia
con los otros en una cierta perspectiva ascendente, o acumulativa,
de pertenencia grupa1 primaria, auto-ubicaciones en posiciones socia-
que puede ser estimulada o inducida - y también neutralizada o
les generales, reproducción de identidades, coincidencia en intere- bloqueada- por factores muy diversos; de forma que la confor-
ses concretos y, en su caso, coyunturales, etc.) y, por otro lado, con mación o cristalización completa de las posiciones de clase no
la conciencia de clase, entendida como una identidad social fuerte siempre se produce, necesaria e inevitablemente, de una manera
que trasciende los planos inmediatos y coyunturales para proyec- predeterminable al cien por cien. Lo cual significa que no siempre
tarse en visiones y concepciones a medio y largo plazo sobre el con- está garantizado el encadenamiento secuencia1 de los tres bloques
junto social. Estas visiones implican interpretaciones y valoraciones o tramos de la escalera figurada que hemos intentado reflejar en
definidas en términos de «ellos-nosotros» y proyectos o desidevatum el Cuadro 1.
de futuro que aspiran a introducir cambios en las relaciones de poder
que se manifiestan en dicha dialéctica. A su vez, desde el punto de Es decir, la existencia de un sustrdto sociológico común puede
vista del conjunto social, en el plano de la subjetividad recíproca se propiciar que sectores amplios de población se encuentren, bajo
producen también ubicaciones socialeir relacionadas con el prestigio determinadas circunstancias, ante posiciones econbmicas y labora-
social de cada uno de los grupor y clases sociales, o sectores con- les de mercado muy parecidas; a su vez, oitc tipo de rasgos coinci-
LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOG~G

CUADRO 1 dentes generalmente tienden a traducirse en niveles de vida análo-


La construcción de la «escalera»o escala social
gos que, a su vez, de no mediar otros condicionantes, influyen en la
de la estructuración de clase
consolidación de identidades sociales básicas similares. Sin embar-
go, a partir de ahí, la complejidad social creciente en la que se sitúan
los siguientes peldaños de la escalera de posiciones sociales hace más
difícil que puedan «seguirse» o «predeterminarse» itinerarios «lógi-
cos» y «unívocos»que conduzcan por igual a todas las personas que
tienen unas mismas condiciones objetivas a una conciencia de clase
que lleve a implicarse, a su vez, en acciones colectivas de clase con-
cordante~.Sobre todo, los elementos de complejidad y de indeter-
minación son mayores en los últimos tramos de la estructuración de
clases, a medida que la evolución social permite garantizar a una
parte apreciable de la población niveles de vida y de oportunidades
e identificación
más elevados, más abiertos y menos sujetos a restricciones espe-
cialmente rígidas y amenazantes.
Como vemos, la base de la estructuración de las clases sociales
está formada por una cadena con muchos eslabones que se asienta
sobre circunstancias muy complejas que no permiten asegurar que
todas las piezas se encuentren siempre y en todo momento perfec-
tamente engarzadas. Por el contrario, la experiencia concreta mues-
tra que existen dificultades y obstáculos que se interponen en el cami-
no de un perfecto encaje de todas estas posiciones62. Dificultades que
algunos enfoques tradicionales sobre la cuestión intentaron obviar a
través de distintos procedimientos y subterfugios, entre ellos el recur-
Niveles de vida so a la distinción entre «clase en sí» y clase para si», es decir, entre
una clase que lo es «objetivamente»,pero que no ha tomado con-
ciencia de ello y no actúa como tal, y otra que sí lo hace63.

- Condiciones físicas del trabajo


- Seguridad y estabilidad en el empleo

b2 Sobre las dificultades empíricas de engarce de estas perspectivas en la reali-


dad concreta me he ocupado, desde distintas perspectivas analíticas, en José Félix
Tezanos, J. L. Aparicio, J. L. Rodríguez y R. Domínguez, Las nuevas clases medias.
Conflicto y conciencia de clase entre los empleados de Banca, Madrid, Edicusa, 1973,
y José Félix Tezanos, ¿Crisis de la conciencia obrera?, Madrid, Mezquita-Alhambra,
1982.
63 Esta distinción fue planteada por Carlos Marx en La Miseria de la Filosofía y
retornada ulteriormente por Georg LukAcs en Historia y conciencia de clase (Grijalbo,
México, 1969, primera edición 1923). De elite tema me he ocupado en José Félix Te-
zanos, *La teorfa marxista de las clases*, Sistema, n6m. 29-30, mayo de 1979, págs.
NOTA: Lease preferentemente dc abaio hacia arriba. 181 y SS.
220 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

Muchos de estos ajustes y «procedimientos racionalizadores» fue- nómica de base (propiedad de tierra) y el amplio ajuste entre aspec-
ron pensados, más bien, para soslayar la dura prueba de la contras- tos económicos, políticos, sociales, culturales, etc., que se dieron
tación empírica o, en el mejor de los casos, para intentar lograr que entre los gentleman no eran trasladables a otras clases sociales en
en la «repesca»de septiembre aumentara el número de los que pudie- contextos diferentes.
ran superar la dureza de las «condiciones»del examen al que fueron
sometidos inicialmente en la primera convocatoria ordinaria. Lo cual De una manera elemental, y retomando el esquema anterior,
nos emplaza ante la comprensión de que es conveniente operar con podríamos describir el complejo situacional de las clases sociales
una mayor flexibilidad en la conceptualización previa de las clases como una escalera o escalograma, en la que cada uno de los pel-
sociales, si no se quiere dejar fuera de los esquemas analíticos a una daños no constituye, por sí solo y aisladamente, el elemento defi-
buena parte de la realidad. Por ello, hay que asumir que las figuras nidor suficiente, pero ayuda a entender y a ubicar a las clases, en
o representaciones gráficas que habitualmente se emplean para dibu- la medida en la que dicho escalón puede llevar a cubrir un itinera-
jar las pirámides de clases no siempre se perfilan en la realidad con- rio que supone también ascender por los peldaños siguientes. Cuan-
creta en la manera que ha sido fijada de antemano por las teorías do se ha cubierto el trayecto en su práctica totalidad se puede decir
sociológica^^^, y, por lo tanto, lo importante es centrar la atención que se está ante un itinerario o una posición de clase completa, des-
en los procesos en los que se manifiesta, y a través de los que inci- de un punto de vista conceptual, o de las teorías interpretativas
de social y políticamente la desigualdad. sobre el tema.

Las rigideces de algunas teorías sobre las clases tienen su origen, Sin embargo, cuando grupos sociales suficientemente amplios se
cn buena medida, en el modelo de referencia que fue seguido como encuentran moviéndose de unos peldaños a otros de la escalera indi-
qjcmplo para su definición inicial. Es decir, las circunstancias y con- cada -si se me permite continuar con el símil- no resulta inapro-
diciones de la clase terrateniente inglesa que Marx y Engels toma- piado completar «teóricamente»o «imaginariamente» las trayecto-
ron como paradigma de lo que era -de lo que debía ser- una cla- rias emprendidas, para intentar desvelar y anticipar determinados
se, Estc modelo de referencia llevó a una conceptualización muy marcos interpretativos generales. Si se procede de esta manera se
ambiciosa sobre las clases, entendidas como protagonistas centrales podrá ubicar y dar sentido a dinámicas sociales específicas, contri-
-y unidireccionales- de procesos sociales y políticos de amplio buyendo al desarrollo de la teoría sociológica sobre el tema. Por el
idado. El recurso primigenio a una concepción de .<clasesocial totalx contrario, si sólo nos aventuramos a presentar análisis al final de
llcv6 a poner demasiado alto el listón de la clasificación, sin caer en los procesos, cuando los ciclos estén concluidos, es evidente que
la cuenta de que era muy difícil que en otros contextos sociales se entonces no se estarán formulando previsiones ni interpretaciones
rcprodujeran en todos los detalles las condiciones de los gentleman teóricas de utilidad; todo lo más se estará haciendo historia, es decir,
ingleses, que unían a su posición económica, a su prevalente papel se estará registrando a posteriori lo que ya ocurrió o no ocurrió en
politico, a su prestigio, etc., un conjunto de rasgos culturales, ade- el pasado, con un valor y una utilidad que, en el mejor de los casos,
manes, formas de comportarse y hasta de hablar, que llegaron a sólo podrán ponderar las generaciones futuras. Pero, las ciencias
tomarse como paradigma de una época y de una sociedad. La expe- sociales tienen que aspirar a algo más si quieren demostrar un míni-
riencia histórica ulterior vino a demostrar que la homogeneidad eco- mo de utilidad. Y, para ello, es necesario arriesgar, intentando desen-
trañar, de algún modo, las pautas tendenciales del devenir social, de
la misma forma que en otras ciencias se intentan desvelar las leyes
que marcan el curso de los fenómenos naturales e, incluso, las posi-
b4 Algunos analistas, por ejemplo, han presentado el perfil de las clases en términos
bilidades de manejarlos y alterarlos. Lo cual suscita la pertinencia
de conglomerados mPs difusos que no responden a las irnigenes tradicionales de blo-
ques o pirimides relativamente compactadas. VCare, e n cste sentido, por ejemplo, Hen- de enfoques y percepciones comparativas de interés para todos aque-
ri Mendras, La seconde R4volution Francaisc 196.5-1984, París, Callimard, 1993, pilg. 66. llos que, desde el campo específico de las ciencias sociales, se encuen-
222 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~~)~ LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 223

tran más sensibilizados ante la necesidad de prevenir los riesgos de malizaciones que se dieron en momentos históricos muy concretos
eventuales cursos perversos en la evolución social. en las sociedades industriales del pasado.
Por ello, hay que evitar el recurso a enfoques analíticos limitati-
En el tema de las clases sociales, una de las cuestiones primor-
diales que debe plantearse, en los inicios del siglo XXI al hilo de la vos que encorseten de tal'manera las posibilidades de comprender
emergencia del nuevo tipo de sociedades tecnológicas, es si en el la lógica de la desigualdad social que resulte prácticamente imposi-
futuro continuará habiendo clases sociales, o al menos si las habr6 ble seguir un hilo conductor común en su evolución histórica. Con-
en el sentido en el que se ha entendido hasta el presente. Como es secuentemente, la pregunta sobre si en el futuro habrá clases socia-
obvio, la respuesta que pueda darse a esta pregunta depende de mu- les resulta en el fondo bastante retórica. Lo que podemos saber
chas variables, pero sobre todo depende de la manera en la que sean realmente, hoy por hoy, es que en el tránsito hacia las sociedades tec-
fijados los requisitos y las condiciones para entender estrictamen- nológicas avanzadas se están apuntando tendencias que denotan una
te el concepto de clase social y, sobre todo, claro está, depende de acentuación de ciertas formas y niveles específicos de desigualdad,
la forma en la que entiendan esta problemática los propios ciuda- que existen determinados sectores sociales de caracterización socio-
danos. En realidad, todo lo que podamos decir o plantear los cien- lógica similar que están quedando situados en circunstancias de pos-
tíficos sociales puede valer muy poco si no se presta la debida aten- tergación y que en la lógica de dichos procesos de postergación y10
ción a cómo se sienten y se comportan las personas concretas que exclusión social se pueden identificar elementos estructurales aso-
se encuentran en unas u otras circunstancias sociales. En conse- ciados a los nuevos modelos sociales emergentes. A partir de estos
cuencia, el debate sobre el futuro de las clases nos remite en últi- datos y tendencias, se constatan algunas dificultades para traducir y
ma instancia a referencias sociales y personales específicas. Es decir, expresar las nuevas realidades con el bagaje conceptual y analítico
la respuesta a la pregunta de si en el futuro habrá clases sociales heredado de las sociedades industriales, por más que el curso social
no la vamos a obtener evaluando la capacidad de los sociólogos iniciado permita augurar el surgimiento y10 la acentuación de movi-
para definir o redefinir conceptos, o el ingenio que algunos puedan mientos y reacciones de inconformismo y de protesta contra aspec-
demostrar para «poner» nombres a cosas que no se sabe si real- tos concretos de la dinámica social. Pero lo que no puede saberse es
mente existen o no, o han dejado de estar vigentes; sino que lo ver- si los alineamientos y realineamientos sociales y políticos que sur-
daderamente importante es lo que piensen y lo que hagan las mayo- girán de estas situaciones darán lugar a que se perfilen grupos que
rías sociales. se vean a sí mismos como clases sociales en el sentido tradicional y
que se ubiquen prácticamente como tales en los procesos de even-
Aun siendo esto totalmente cierto, no por ello hay que minusva- tuales conflictos y antagonismos con otros sectores sociales65.
lorar la importancia de precisar bien y definir con exactitud las cues- Más allá de estas perspectivas, todo lo que podemos aventurar
tiones a las que nos estamos refiriendo. De hecho, la propia respuesta desde la perspectiva de principios del siglo XXI no dejará de ser otra
a la pregunta sobre el futuro de las clases dependerá de lo estrictos cosa que un abanico de conjeturas abiertas sobre el futuro, por mucho
que sean los criterios empleados, y de los detallados que puedan ser que algunas de ellas sean bastante plausibles y estén asentadas en
los contenidos y los modelos de jerarquización que se establezcan las experiencias históricas anteriores. Esto es lo que ocurre, por ejem-
para determinar las respuestas a dicha pregunta. Si establecemos cri-
terios clasificatorios muy rígidos y complejos es posible que ningún
grupo social pueda llegar a traspasar la barrera de la clasificación.
65 Sobre las nuevas tendencias en estratificación y desigualdad social, vid. José Félix
En este caso, podríamos encontrarnos con una cierta imposibilidad
Tezanos, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tec-
a priori para verificar la existencia de cualquier tipo de clase social nológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001; y JoaC Felix Tez~nos(ed.), Tendencias en des-
en las sociedades del futuro. Lo mismo ocurrirfa si este concepto lo igualdad y exclusidn social. 111: Foro sobre Iknduncias Sociales (2." edición, actualizada y
entendemos de una manera incrcid, como un calco exacto de las for- ampliada), Editorial Sistema, Madrid, 2004.
224 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGY LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 225

plo, con la expectativa de una recuperación de la línea evolutiva En sociología llamamos rol a los distintos papeles sociales que se
hacia una aminoración de las desigualdades sociales, después de la pueden desempeñar en una sociedad: por ejemplo, el rol de madre,
inflexión negativa que ha tenido lugar en las primeras fases de trand de padre, de maestro, de juez, de hijo, de médico, de compañero, de
sición hacia las sociedades tecnológicas. Pero repito, en este caso estudiante etc. El número de roles que se desempeñan en una socie-
hablamos de una posibilidad, o de una eventual necesidad, que no1 dad en función de las distintas tareas y necesidades sociales es muy
está prescrita, que no se puede considerar como una ley sociológi- numeroso.
ca inexorable. Se trata, en suma, de algo que exigiría una rectifica-
ción, que podrá surgir a partir de las contradicciones y de los con- Cada rol social implica determinadas formas de comportarse y de
flictos que se produzcan en los procesos de antagonismo social, y actuar y todo el mundo espera que los individuos se adapten a las
que para su traducción efectiva requerirá una voluntad política características de sus roles, de la misma manera que los actores en
expresa y concreta. una obra de teatro se atienen al «papel» escrito por el autor.
Cada rol implica pautas específicas de comportamiento en con-
textos determinados, pero no iguales en todos los contextos diferen-
7. LOS ROLES SOCIALES tes, ya que los actores sociales desempeñan diferentes roles; así el
profesor desempeña también el p'ol de padre, o de esposo en su hogar,
Las relaciones de los individuos en la sociedad no suelen produ-
de «hincha» en el fútbol, de «afiliado»en un sindicato u organiza-
cirse de forma aleatoria y poco predecible. Más bien al contrario, los
ción profesional, etc. En cada caso se esperará de él una forma de
actores sociales tienden a comportarse de acuerdo a unos patrones
comportamiento distinta, según las costumbres y usos sociales esta-
y pautas de actuación establecidas, de acuerdo al papel, o papeles
blecidos. De un juez se espera, por ejemplo, un comportamiento
sociales, de cada cual. Esto es lo que los sociólogos llamamos rol,
solemne, riguroso y justo con los acusados, pero en su rol de padre
Todas las personas tienden a actuar en contextos sociales determi-
o de esposo, se espera que sea afable y cariñoso, de la misma mane-
nados de acuerdo a las pautas concretas y formas de comportarse
ra que se espera que sea respetuoso y considerado con sus padres.
propias del rol que desempeñan.
En términos del lenguaje común, la expresión rol o papel se relacio- El juez se comporta de una manera determinada ante los acusa-
na con los personajes que interpretan los actores en una obra de tea- dos cuando desempeña su rol de juez, y de una manera distinta, a
tro. Debemos recordar que la expresión «persona»también tiene un su vez, cuando está con sus colegas profesionales, o cuando impar-
origen en un símil teatral, ya que «persona»era la mascara que uti- te una conferencia. Sin embargo, cuando está en casa con sus hijos,
lizaban los actores en sus representaciones de teatro. o con unos amigos, desempeña el rol de padre o de amigo, actuan-
do de una manera completamente diferente. Nadie entendería que
El concepto rol está, pues, íntimamente relacionado con el con- cambiase sus formas de comportamiento, o que actuara de idéntica
cepto de persona como actor social. Lo «que vemos en la sociedad manera en el desempeño de unos y otros papeles. Si esto ocurriera
-como ha señalado Nisbet- son personas-en roles y roles-en per- se produciría una gran desorientación y nadie sabría a qué atenerse
sonas » 6 6 . en sus relaciones con los demás.
En nuestros días la popularización de los llamados «juegos de
De esta manera, la sociedad puede ser vista como un conjunto de
rol» permite entender esta expresión como la asunción del papel de
roles sociales que los individuos desempefian en una forma que les
determinados personajes por los jugadores (rey, guerrero, mago, etc.).
orienta en su comportamiento y les permite prever el comportamiento
que los otros tendrán de acuerdo al rol que desempeñan en cada mo-
-- mento concreto, como maestro, o como juez, pero también como
66 Robert Nisbet: El vínculo social, op, cll,, plig, 149. esposo, como padre, como amigo, etc,
226 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 227

Por eso decimos que cada persona en la sociedad desempeña un puede hacer un uso legítimo de la violencia y quienes no, por eso la
conjunto variado de roles en el desenvolvimiento de sus actividades policía puede reprender o detener, pero no cualquiera, de la misma
y tareas en la esfera de la economía, de la política, de la familia, del manera que el médico puede realizar ciertas preguntas o exámenes
vecindario, etc. que se considerarían «fuera de lugar* en el caso de personas que
desempeñan otros roles sociales. En quinto lugar, los roles forman
La sociedad, pues, es un complejo entramado de relaciones entre
parte del sistema de autoridad más amplio, e implican el cumpli-
actores sociales que se encuentran en determinadas posiciones socia-
miento de determinados deberes y obligaciones para uno mismo y
les y que realizan distintos roles en sus relaciones con los otros acto-
para los demás; por ejemplo, el rol de alumno implica los deberes
res sociales. Los diferentes roles desempeñados en el gran «escena-
de acudir a clase, de estudiar, de atenerse a las indicaciones del pro-
rio» de la sociedad dan lugar a que cada actor se oriente en su
fesor, e t ~ . ~ ~
comportamiento por los roles de los demás actores y, en consecuen-
cia, «actúe»de acuerdo a las expectativas que los demás tienen de Los roles hacen referencia, pues, a los modos de conducta social-
su comportamiento y de las reacciones «previsibles»que este com- mente establecidos. Lo cual significa que estos modos de conducta
portamiento despertará en los demás actores sociales. se encuentran institucionalizados y forman parte de la estructura de
la sociedad, teniendo una entidad como tales, al margen de las per-
El concepto de rol ha sido definido por los sociólogos como «un sonas concretas que los desempeñen o representen en un momento
sector del sistema de orientación total de un actor individual que se determinado.
organiza sobre las expectativas en relación con un contexto de interac-
ción particular, el cual está integrado con una serie particular de Toda sociedad tiene establecido, en este sentido, un conjunto de
criterios de valor que dirigen la interacción con un alter o más en los roles-tipo que adquieren un mayor o menor grado de prevalencia
según los contextos sociales y la misma evolución histórica. Por ejem-
roles complementarios adecuados~67.
plo, Nisbet ha referido un conjunto de roles básicos que es posible
Los roles están caracterizados básicamente por cinco rasgos: en identificar a lo largo de toda la historia de la humanidad: el de patriar-
primer lugar son modos de comportamiento estandarizados y social- ca, el de mujer en el matriarcado, el de profeta, el de mago, el de jefe
mente establecidos que son transmitidos de generación en genera- guerrero, el de hombre político, el de intelectual - o sabio-, el de
ción. En segundo lugar, los roles «enmarcan una serie de normas», artista, el de empresario, el de rebelde...69.En definitiva, se trata de
es decir, están conectados a un orden normativo que con frecuencia roles standard, similares a los que es frecuente encontrar en muchos
se expresa en términos del lenguaje común cuando se habla de «ser de los llamados «juegos de rol».
una buena madre», o un «buen hijo», o un «buen profesor». En ter- El desempeño de los diferentes roles implica posiciones sociales
cer lugar, todo rol forma parte de un «círculo o estructura social» diferentes. Lo que supone que cada rol lleva aparejado un status espe-
que supone un conjunto de relaciones de interacción concretas; por cífico. Algunos sociólogos consideran que en realidad los conceptos
ejemplo, en el sistema educativo se ubican el rol de profesor, el de de status y de rol son dos caras de la misma moneda. Con el con-
alumno, el de director del centro, el de inspector educativo, etc.; y cepto de rol se hace referencia a las obligaciones en el desempeño de
todos los que desempeñan cada uno de estos roles saben a qué ate- un papel social y con el de status a los derechos y al honor o presti-
nerse, qué deben hacer y cómo hacerlo. En cuarto lugar, los roles gio social que se atribuyen a los que desempeñan dicho papel. Por
sociales definen campos de acción legítima dentro de las competen- ello se ha llegado a decir que «toda posición social es un status-vol»
cias propias del rol; por ejemplo, en toda sociedad se define quién

68 Robert Nisbet: El vínculo social, op. cit., pAgs. 144 y SS.


67 Talcott Parsons: El sistema social, op. cit., pBg. 46. 69 Ibld., pAgs, 158 y SS.
228 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA S O C I O L O G ~ LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 229

que «tiene dos aspectos: uno consiste en las obligaciones y otro en en el reparto ciertamente puede proporcionar ciertas ventajas de par-
los derechos. Se dice que una persona «ocupa» una posición social tida, pero el prestigio y la posición social de un buen actor se alcan-
si tiene una serie de obligaciones y goza de determinados derechos za con unas buenas cualidades y un trabajo y un esfuerzo constan-
dentro del sistema social. A estos dos aspectos de la posición social te por representar bien los papeles.
los llamaremos rol, refiriéndonos a sus obligaciones, y status, refi- El concepto de vol implica en principio también una cierta idea
riéndonos a sus derechos»70. de ajuste. Cada actor social tiene que realizar un esfuerzo por aco-
Los grupos de status pueden llegar a ser tan numerosos como los plarse al rol social que desempeña y que, como hemos dicho, está
roles sociales específicos que existan en una sociedad concreta, de institucionalizado y despierta unas ciertas expectativas de compor-
forma que una persona puede pertenecer a diversos grupos de sta- tamiento en la sociedad, a las que los actores deben atenerse.
tus, por ejemplo, como empresario, o más específicamente como ban- Sin embargo, el hecho de que todo individuo tenga que desem-
quero, que a su vez es catedrático o economista, es directivo de una peñar simultáneamente varios roles conlleva, en sí mismo, un cier-
asociación o club, desempeña un rol como padre, como promotor de to germen potencial de conflictividad y de tensión entre los requi-
actividades culturales, o como represéntate público, etc. sitos y características de los diferentes roles. Solamente en
En las sociedades complejas, los actores sociales desempeñan un sociedades muy elementales, en las que se pudiera dar el supuesto
número apreciable de roles, cuya consideración social y status pue- de que un individuo realizara un solo rol, que no entrara en situa-
den ser diferentes, de forma que el status final dependerá del rol ciones de conflicto con otros roles, podríamos pensar en un desem-
predominante que tenga mayor impacto social, o bien de una influen- peño no conflictivo de ese rol social. Pero lo cierto es que en las
cia con-junta de todos ellos. sociedades de nuestros días existe una gran cantidad de tareas socia-
En las sociedades más elementales, el status generalmente es un les y actividades de todo tipo que dan lugar a que las personas con-
status adscrito que depende de las circunstancias personales de los cretas desempeñen simultáneamente una gran cantidad de roles que
individuos y de su rol o roles principales, sobre todo en función de es difícil que no presenten algún grado de tensión, desajuste o con-
la edad, el sexo y la estructura de relaciones familiares; en estas flicto.
sociedades el ser hombre o mujer, niño, joven o viejo, o miembro Cuanto más activa socialmente sea una persona, más posibilida-
de una u otra familia, lleva aparejado el desempeño de unos deter- des tendrá de encontrarse ante conflictos de roles. Un ser solitario,
minados roles y funciones sociales que implican distintos status en que saliera cada mañana de su casa para realizar su trabajo y regre-
la sociedad71. sara al final del día al hogar sin apenas relacionarse con nadie, es
Las sociedades complejas están más abiertas a los status adqui- posible que tuviera pocos conflictos de roles, mientras que un tra-
ridos que en gran parte dependen del despliegue de la propia activi- bajador casado y con hijos, que se relacione con sus padres y sus
dad de los individuos y de los logros en su competencia profesional, suegros, que desempeñe un puesto de representación en un sindica-
en riqueza, en tareas especiales. En estos casos, lo que se es depen- to de su empresa, que sea el presidente de su comunidad de vecinos
de básicamente de lo que se hace y no del papel que se desempeña. y que escriba en un periódico de su barrio, seguramente se encon-
Como en una obra de teatro, el desempeño de un papel destacado trará en su vida con más conflictos de roles.
Pero no se trata solamente de que los individuos tengan que
desempeñar en su vida social concreta roles múltiples en diferentes
situaciones (como trabajador asalariado, como representante sindi-
Harry M. Johnson: Sociologfa. Una introduccidn sistemática. Paidós, Buenos Ai-
res, 1965, p6g. 38. cal, como padre, como amigo, como miembro de un partido, como
7 ' Vid., en este sentido, Ralph Linton: Estudio del hombre. EC.E., Mexico, 1942, capl- católico, etc.), sino que tambikn hay que tener en cuenta que cada
tul0 VIII, pflgs. 122 y SS. situación social especifica «implica- c o m o subrayó Merton-no s610
230 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

un papel asociado, sino un conjunto de papeles asociados»72.Es decir, los que no sean muy agudos, se resuelvan sin que lleguen a explici-
las personas se encuentran en realidad ante el desempeño de un set tarse de manera claramente consciente.
de roles que implican un haz de relaciones sociales a distintos nive-
les. Un profesor, por ejemplo, desempeña un rol específico como
docente con sus alumnos, y, a su vez, un conjunto de roles asociados
8. PROCESOS SOCIALES Y FORMAS DE INTERACCI~N
a este desempeño docente, en sus relaciones con sus colegas, con las SOCIAL
autoridades académicas, con las organizaciones profesionales, con La realidad social, como vemos, está formada por un conjunto de
los responsables de las editoriales donde publica sus libros, etc. estructuras, instituciones sociales, grupos primarios y secundarios, ro-
Las fuentes o causas específicas de conflictividad en el desempe- les, clases sociales... Pero, hay algo que se mueve en todas esas instan-
ño de roles sociales son muy variadas73. Pueden estar relacionadas cias en torno a las que se nuclea lo social. Los seres humanos esta-
con el simple hecho del crecimiento biológico, que afecta, por ejem- blecen sus relaciones con los demás por medio de un conjunto de formas
plo, el rol de hijo, el rol de adulto, etc.; pueden tener que ver con cam- de interacción estandarizadas, que unas veces les llevan a competir,
bios sociales, por ejemplo, con la introducción de la figura de miem- otras a cooperar, otras a oponerse, a conformarse, a aislarse, diferen-
bro de un jurado en la Administración de la Justicia, o con alteraciones ciarse... A estas formas estandarizadas de interacción las calificamos
en los usos y las costumbres sociales; también pueden surgir los con- en Sociología como «procesos sociales». Los procesos sociales son
flictos como consecuencia de encontrarse en contextos sociales con como la sangre, o el fluido, que mueve lo social, que vincula y orien-
sistemas de valores o prioridades distintas, en familias de origen cul- ta la acción de las personas en los grupos y las instituciones sociales.
tural o étnico distinto, o con diferentes religiones. Y, sobre todo, los En el segundo epígrafe de este tema señalamos que la posible ten-
conflictos de roles se producen en el desempeño de papeles que entran dencia a la rigidificación y cosificación en los enfoques estructurales
en colisión entre sí. Esto es lo que puede ocurrir en el desempeño de sólo podía subsanarse y evitarse con una consideración conjunta de
una función social concreta, por ejemplo, la de policía y padre de un los conceptos de estructura y proceso. Las estructuras sociales no deben
hijo delincuente, o la de médico militar que cumple órdenes u obli- ser vistas, por tanto, como arealidades))rígidas y cristalizadas, sino
gaciones, y a su vez es miembro de una organización religiosa con como conjuntos interdependientes y dinámicos. Pues bien, esta ópti-
determinadas convicciones, o bien respecto a tareas sociales en las ca dinámica no sólo debe aplicarse a nivel macrosociológico,sino tam-
que uno mismo se encuentra implicado, por ejemplo, como inspec- bién a nivel de los procesos sociales concretos en torno a los que se
tor fiscal y como contribuyente con problemas, o como trabajador articula la interacción social. Es decir, la sociedad no sólo debe ser vis-
asalariado y como representante sindical con voz y voto en la adop- ta como una realidad dinámica en su dimensión global, a partir de una
ción de determinadas decisiones en la empresa. perspectiva histórica, sino también en sus más inmediatas plasmacio-
Los conflictos de roles pueden dar lugar a distintos tipos de trastor- nes cotidianas.
nos psicológicos y ciertas formas de perturbación de la personali- Los procesos sociales están relacionados con el aspecto dinámi-
dad, de anomia, de conductas desviadas, etc. Sin embargo, lo más co de lo social, con las maneras en que se conducen los hombres en
frecuente es que la mayor parte de los conflictos de roles, sobre todo el tejido social. Los procesos sociales han sido definidos como «las
formas repetitivas de conducta que se encuentran habitualmente en
la vida como «cadenas o complejos de interacciones diri-
72 Robert Merton: Teoría y estructura social. F.C.E.,México, 1964, pág. 369. Vid. tam-
bién «The role set: problems in sociological theoryn, en Alberto D. Ullman: Sociological
foundation of personality. Hougthon, Miffin, Boaton, 1965, págs. 261 y SS.
73 Vid. Siegfried F. Nadel: Teoda de la rrrructura social. Guadarrama, Madrid, 1966, 74 Paul B. Horton y Chestcr L. Hunt: Sociología. Ediciones del Castillo, Madrid, 1968,
pAgs. 1 13 y SS. phg. 308.
232 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOG~A 233

gidas a un fin» (dotadas de sentido)75, o como los lazos o vínculos términos de conformismo o desviación, al tiempo que, como ya hemos
«que existen entre las personas y los gruposn76. En definitiva, pode- subrayado, llenan de contenido y dinamicidad los cortes analíticos
mos decir que los procesos sociales son las formas tipificables y repe- transversales, es decir estructurales, en el análisis de la sociedad.
titivas de interacción social en que las personas organizan y orien- Sin embargo, lo cierto es que la óptica dualizadora, y la persis-
tan sus conductas sociales ennlas diferentes instancias grupales e tencia de fuertes preocupaciones latentes por el ajuste y la solidari-
institucionales que constituyen el entramado de la sociedad. dad social, reaparecen también con otras presentaciones en muchos
Para algunos teóricos sociales las formas de relaciones sociales planteamientos procesualistas. De esta manera, con cierta frecuen-
estandarizadas constituyen, precisamente, la verdadera realidad de cia los procesos sociales tienden a ser clasificados y englobados en
lo social, y por lo tanto, el objeto específico de estudio de la Socio- nuevas dualidades, por ejemplo, cuando se habla de seis grandes pro-
logía. «Un grupo de hombres -dirá Simmel- no forma sociedad cesos básicos, clasificados en dos grupos: los procesos sociales con-
porque exista en cada uno de ellos por separado un contenido vital juntivos, que tienden a reforzar la integración social (la cooperación,
objetivamente determinado o que le mueva individualmente. Sólo la acomodación y la asimilación) y los procesos sociales disyuntivos,
cuando la vida de estos contenidos adquiere la forma del influjo que tienden a producir un mayor distanciamiento entre las perso-
mutuo, sólo cuando se produce una acción de unos sobre otros - nas, debilitando la integración y la solidaridad (el conflicto, la opo-
inmediatamente o por medio de un tercero-, es cuando la nueva sición y la c ~ m p e t e n c i a ) ~ ~ .
coexistencia espacial, o también la sucesión en el tiempo de los hom- Nisbet considera que los procesos de interacción social básicos y
bres se ha convertido en una sociedad... Encontramos -subrayará universales son cinco: el intercambio, la cooperación, el conformis-
Simmel- las mismas relaciones formales de unos individuos con mo, la coerción y el conflicto, a los que añade, desde otra perspecti-
otros, en grupos sociales que por sus fines y por toda su significa- va diferente, cuatro grandes procesos históricos o tendencias de cam-
ción son los más diversos que cabe imaginar. Subordinación, com- bio: las de individualización o «liberalización»,las de innovación, las
petencia, imitación, división del trabajo, partidismo, representación, de politización y las de secularización79.
coexistencia de la unión hacia adentro y la exclusión hacia afuera, e
infinitas formas semejantes se encuentran, así en una sociedad polí- Los estudiosos del tema han elaborado muchas otras clasificacio-
tica, como en una comunidad religiosa; en una banda de conspirado- nes, combinando unos y otros elementos y atendiendo a diferentes
res, como en una cooperativa económica; en una escuela de arte, criterios clasificatorios: a los fines que se persiguen, a los compor-
como en una familian77. tamientos a que dan lugar, al contexto en que se producen, etc. Pero
lo cierto es que, a medida que se profundiza en el estudio de los pro-
La casuística de la interacción social puede llegar a ser tan amplia cesos sociales concretos que se dan en los diferentes ámbitos de la
y variada que resulta difícil tipificar unos pocos modos estandariza- sociedad, se comprende que éstos presentan tal variedad y tal rique-
dos de interacción que nos permitan comprender mejor la forma en za de matices que no es fácil encasillarlos en clasificaciones excesi-
que ésta se produce en la realidad social. Los enfoques procesualis- vamente simplistas.
tas, en este sentido, han permitido superar la rigidez de los esque-
mas analíticos que veían la conducta social de los individuos sólo en Aun a riesgo de caer también en una cierta simplificación puede
proponerse un esquema clasificatorio de acuerdo a la consideración
conjunta de dos grandes criterios o pautas de orientación: el acti-

75 Jakobus Wossner: Sociología. Introducción y fundamentación. Herder, Barcelona,


1976, pág. 261.
76 Joseph H. Fichter: Sociologia. Herder, Barcelona, 1969, pág. 235. 70 Joseph H. Fichter: Sociologia, op. cit., págs. 239 y ss.
77 Georg Simmel: Sociologfa. Estudios sobre las formas de socialización, op. cit., págs. 79 Robert A. Nisbet: El vfnculo social. Introduccibn a la Sociologfa, op. cit., págs. 61
17-19. y SS. y 361 y SS.
234 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

vismo/pasividad, y la integración/desviación. Esta clasificación nos


permite entender diversas formas de interacción, no como situacio-
nes totalmente cristalizadas, sino como posiciones dentro de un con-
tinuo de graduaciones que resultan de la combinación de los dos ele-
mentos o criterios de clasificación a que hemos hecho referencia.
De acuerdo a una clasificación de esta naturaleza, cuya ilustra-
ción está recogida en el Gráfico 5, buena parte de los principales pro-
cesos sociales podrían ser ubicados en los cuatro cuadrantes del eje
de coordenadas formado por las variables de activismo/pasividad (eje
vertical) e integración/desviación (eje horizontal).
En el primer cuadrante (superior-izquierda) tendríamos los pro-
cesos de integración activa, a través de los que las personas contri-
buyen al logro de fines sociales colectivos de una manera activa. Los
principales procesos sociales ubicables en este cuadrante son la coo-
peración y las formas de competencia no disfuncionales para el sis-
tenla, es decir, las que se producen en forma de emulación en el gru-
po y no se basan en una sobre-imposición sobre los demás. También
habrfa que ubicar en este cuadrante, con un menor grado de activi-
dad positiva, el intercambio y, con menor grado de integración acti-
va, lu coerción. La comunicación, como forma de integración activa
en principio presenta, como luego veremos, diferentes plasmaciones
y peculiaridades.
En el segundo cuadrante (inferior-izquierda) se sitúan los proce-
sos de integración pasivos, es decir, aquellos en los que los lazos socia-
leo n o son puestos en cuestión, pero sin darse una orientación acti-
va y positiva de la conducta; entre estos procesos estarían los de
conformismo y acomodación y, en menor grado, la asimilación.
El tercer cuadrante (superior derecha) nos permite ubicar los
procesos de desviación activa, de acuerdo a los distintos grados de
activismo y las distintas posiciones posibles de desviación o modifi-
cación de las inercias sociales. El mayor grado de activismo en la
desviación daría lugar a los procesos de resistencia, oposición y con-
flicto, mientras que el menor grado de desviación daría lugar al sim-
ple disentimiento. A su vez las manifestaciones activas de una des-
viación moderada dan lugar a los procesos de innovación y mediación
o, si es poco activa, a la simple diferenciación. De igual manera, una
competencia agresiva y con sobre-imposición sobre los demás podria
ser ubicada en los límites de este cuadrante.
236 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 237

Finalmente, el cuarto cuadrante (inferior derecha) corresponde a «inclusión»o «integración»social. Es decir, la expresión «exclusión
los procesos de desviación pasiva, en los que la no asunción de los social))implica, en su raíz, una cierta imagen dual de la sociedad, en
patrones colectivos se traduciría en mecanismos de retraimiento o la que existe un sector «integrado» y otro «excluido». En conse-
aislamiento. cuencia, el estudio de la lógica de la exclusión social nos remite en
Lógicamente, un esquema bidimensional de esta naturaleza no primer lugar a todo aquello que en un momento dado determina la
puede recoger toda la complejidad de la realidad. Por ejemplo, no ubicación de los individuos y los grupos sociales a uno u otro lado
refleja los fines que orientan los comportamientos colectivos, ni los de la línea que enmarca la inclusión y la exclusión.
soportes estructurales en que se desarrollan los procesos sociales, y Aunque el fenómeno de la exclusión que se está dando en las sacie-
que pueden tener que ver con la división del trabajo, con la compe- dades de principios del siglo XXI presenta rasgos específicos, debe
tencia política, con relaciones entre las clases sociales, etc. situarse en la perspectiva general de los procesos de dualización y
De igual manera, hay que tener en cuenta que en la realidad con- segregación que han existido a lo largo de toda la evolución social.
creta no todos los procesos sociales tienen una orientación y una Procesos que, aún en sus dimensiones particulares y microscópicas,
significación tan clara en el continuo integración/desviación.Es decir, como es el caso de las clases, forman parte de la lógica específica de
no todos los procesos son fácilmente calificables como asociativos o los grandes alineamientos sociales, que pueden situarse en una dia-
disociativos, sino que en bastantes ocasiones son de carácter mixto, léctica de «inclusión-exclusión)).
implicando tanto elementos que refuerzan la cohesión grupa1 o la La intensificación de los procesos de exclusión está alimentando
funcionalidad social, como elementos que la pueden alterar y poner el desarrollo de sectores sociales cada vez más perfilados, a los que
en cuestión, generando determinados niveles de tensión. Esto es lo una parte de la literatura sociológica-sobre todo anglosajona-tam-
que ocurre, por ejemplo, con los procesos de competencia, que algu- bién califica como «infraclases».En este sentido, hay que tener en
nos analistas consideran como disruptores para la solidaridad y la cuenta que, en su origen, tanto esta expresión como la de exclusión
cohesión social, mientras que otros los valoran como emulativos y han surgido para describir realidades sociológicas nuevas que no se
funcionales para el logro de ciertas metas y objetivos de la Sociedad. podían «referir»adecuadamente empelando conceptos tradicionales,
A partir de los últimos lustros del siglo xx los especialistas en como «pobreza», «clases sociales)), etc. Por lo tanto, en su concre-
ciencias sociales han utilizado profusamente un nuevo concepto refe- ción y desarrollo analítico (de las causas y los procesos), existe un
rido a los procesos no integradores: la exclusión social. En los medios cierto paralelismo entre ambas nociones.
de comunicación, en los foros académicos y en las organizaciones Podemos decir, pues, que con el término «exclusión»se pone el
voluntarias se escucha frecuentemente esta expresión. Pero, ¿cuál es acento básicamente en los procesos sociales que están conduciendo
la utilidad de este concepto para entender algunos procesos sociales al establecimiento de un modelo de «doble condición ciudadana»,
que están teniendo lugar?, ¿por qué hablamos de exclusión social?, mientras que los «excluidos»,o al menos algunos grupos de cierta
idesde cuándo?, ¿qué se entiende, en suma, por exclusión social? homogeneidad y localización concreta, están configurando nuevas
El término «exclusión social))se empezó a emplear a finales del «infraclases».Es decir, la exclusión es un proceso de segregación social,
siglo xx para referirse a todas aquellas personas que, de alguna mane- mientras que las infraclases son grupos sociales o cuasi-clases forma-
ra, se encuentran fuera de las oportunidades vitales que definen una das por las víctimas principales de dichos procesos de exclusión.
ciudadanía plena en las sociedades avanzadas. Básicamente, se tra- El elemento clave a considerar en el análisis de los procesos de
ta de un concepto cuyo significado se define en sentido negativo, en exclusión social nos remite al concepto antagónico en el que, como
términos de aquello de lo que se carece. Por lo tanto, su compresión negación, adquiere la noción de exclusión su significado más preci-
cabal sólo es posible en función de la otra parte de la polaridad con- so; es decir, la concepción de ciudadanfa social, a partir de la cual se
ceptual de la que forma parte, de su referente alternativo: la idea de pueden identificar los procesos sociales concretos que están dando
238 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 239

lugar a la dinámica de la exclusión social, en su doble vertiente de Pero no se trata solamente, como resaltó Marshall, de una cues-
proceso social interno -el camino personal por el que se puede ir tión de rentas, sino de una experiencia social que en el fondo apun-
de la integración a la exclusión-, como en su dimensión global, es ta hacia un «enriquecimiento general de la sustancia concreta de la
decir, como proceso de transformación general que da lugar a una vida civilizada, una reducción general de los riesgos y la inseguri-
nueva caracterización de la «cuestión social))que implica quiebras dad, una igualación a todos los niveles entre los más y los menos
sociales profundas con graves riesgos de «desvinculación»o cdesin- afortunados, los sanos y los enfermos, los empleados y los parados,
serción social». los jubilados y los activos... ». Y lo importante es que la conquista de
El concepto de exclusión connota una visión sobre los modos de esta nueva experiencia social se basaba en un compromiso del Esta-
estar o pertenecer a una sociedad que cubre una gama de posicio- do para con la sociedad en su conjunto. Cuando ese compromiso
nes que van desde la plena integración a la exclusión, pasando por social, y público, se debilita o desaparece para algunos ciudadanos
diversos estadios intermedios caracterizados por cierto grado de ries- se puede hablar de un proceso de exclusión social.
go o vulnerabilidad social. Pero, ¿qué puede llevar a unas personas Una de las virtudes del concepto de exclusión social es que, de
desde posiciones razonablemente integradas hasta los límites de la alguna manera, recoge en una nueva síntesis elementos proceden-
exclusión social? Para entender cabalmente este continuo de posi- tes de diversas aproximaciones sociológicas anteriores. Es decir,
ciones sociales se necesita partir de un referente, de una interpreta- tiene una dimensión cultural (como las nociones de segregación,
ción sobre lo que en un momento histórico dado se entiende en una marginación, etc.), una dimensión y unos efectos económicos (como
sociedad como el standard. Este mínimo referencia] lo proporciona la pobreza) y, a su vez, permite situar el análisis de la cuestión
la noción de ciudadanía social, tal como fue formulada por Thomas social en la perspectiva de procesos sociales relacionados con la
Humphrey Marshall, en sus célebres conferencias pronunciadas en problemática del trabajo como mecanismo fundamental de inser-
Ici Universidad de Cambridge en 1949, en las que analizó el desen- ción social (al igual que en la teoría de la alienación, pero en un
volvimiento histórico de la noción moderna de ciudadanía en tres sentido distinto). Esta concurrencia de perspectivas analíticas con-
clcipus: la civil, la política y la social. Marshall puso el acento en la fiere a este concepto una densidad teórica y una riqueza analítica
nueva etapa de conquista de la ciudadanía social como algo que no que lo hace bastante útil y pertinente para focalizar una proble-
s6lo implicaba derechos civiles y políticos, sino también «todo ese mática que cada vez se está haciendo más acuciante en las socie-
espectro que va desde el derecho a un mínimo de bienestar econó- dades del siglo X X I ~ ~ .
mico y seguridad, al derecho a participar plenamente del patrimo- La popularización de la expresión «exclusión social» ha propi-
nio social y a vivir la vida de un ser civilizado de acuerdo con los ciado varios intentos de dotar a este concepto de mayor precisión y
estandares predominantes en la sociedad». «Lasinstituciones conec- rigor. Los elementos comunes presentes en la mayor parte de las apro-
tadas más directamente con ello -añadirá- son el sistema educa- ximaciones al tema tienden a coincidir, en primer lugar, en que la
tivo y los servicios sociales»80.De ese conjunto de derechos sociales exclusión es un fenómeno estructural (y no casual o singular), en
y oportunidades vitales es del que quedan excluidos algunos ciuda- segundo lugar, que está aumentando, en tercero, que tiene un cariz
danos en las sociedades de nuestro tiempo a partir básicamente de multidimensional (y, por lo tanto, puede presentar una acumulación
las políticas de recortes sociales y de la crisis del trabajogl. de circunstancias desfavorables) y, en cuarto, que se relaciona con

T. H. Marshall y Tom Bottomore, Citizenship and Social Class, Pluto Press, Lon- Un desarrollo más amplio y sistemático de la problemática de la exclusión social
dres, 1990, pág. 8. puede verse en JosC FClix Tezanos (ed.), Tendencias en desigualdad y exclusión social. Ter-
Vid, sobre esta crisis, José Félix Tezanon, El trabajo perdido. (Hacia una sociedad cer Foro sobre Tendencias Sociales (2." cdici6n actualixuda y ampliada), Editorial Siste-
postlaboral?, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, ma, Madrid, 2004.
240 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

procesos sociales que conducen a que ciertos individuos y grupos se déficit estructural creciente de posiciones laborales estandarizadas
encuentren en situaciones que no permiten que sean considerados (empleos de calidad), que garanticen un grado razonable de inte-
como miembros de pleno derecho de la sociedad. Es decir, la exclu- gración social. Lo cual da lugar, entre otras cosas, a que tiendan a
sión social connota carencias no atendibles -ni resolubles- a par- cristalizar zonas de diferente densidad en las relaciones colectivas,
tir de la lógica «espontánea»del mercado, al tiempo que da lugar a con un riesgo general de pérdida de consistencia del tejido social. En
la difusión de sensaciones de «vulnerabilidad social~,«apartamien- cierta medida es como si estuviéramos viéndonos afectados por una
to» y «pérdida de sentido de pertenencia social». especie de ~osteoporosissocial» y la sociedad fuera perdiendo poco
a poco vertebradura, médula social.
La expansión de los estudios sobre exclusión social se acentuó a
medida que se difundió entre los analistas la impresión de que esta- La exigencia de entender la exclusión en sus raíces sociales como
ba aumentando el número de individuos que se encontraban ubica- un proceso complejo, y no como una mera resultante de un destino
dos en la estructura social en una situación como de «flotación», personal más o menos casual, está permitiendo llegar a una cierta
como de «gravidezsocial», sin un espacio ni un papel específico sufi- convergencia analítica entre los estudiosos del tema, que presentan
cientemente valioso; en zonas sociales fronterizas. Se trata de indi- una imagen espacial de la integración social (o de la misma estruc-
viduos parados, subempleados y, a veces, a caballo de vivencias labo- tura de pertenencia en la sociedad), diferenciando analíticamente al
rales difusas, con experiencias intermedias entre el trabajo formal y menos tres zonas en el continuo que va de la integración a la exclu-
la desocupación, adaptándose a subsistir en ((modalidadessecunda- sión. La primera es la «zona de integración» en la que se encuentran
rias de inserción», o intentando simplemente hacerse a la idea de los individuos que tienen un trabajo estable y también una estruc-
vivir a largo plazo de las contribuciones sociales. La realidad es que tura de relaciones sociales bien asentada. La segunda es una «zona
muchos excluidos ni siquiera tienen la oportunidad de «ser explota- de precariedad y/o vulnerabilidad» en algunas de las grandes varia-
d o s ~ quedan
; fuera de los circuitos socio-económicos ordinarios, bles de riesgo (vid. Cuadro 2). Finalmente, cuando se acumulan diver-
sufriendo una alteración importante en sus modalidades de inser- sos elementos de vulnerabilidad social se acaba entrando en un ter-
ción social global, en una forma que pone en crisis su propia condi- cer nivel o estrato de pertenencia societaria devaluada, o «zona de
ción de actores sociales. La situación de los excluidos, por ello, es exclusión social».
presentada en términos de cdualización social~,«inadaptación», En esta perspectiva dinámica, la exclusión social vendría carac-
« marginalidad~,«invalidación social», «precariedad», adescalifica- terizada como una situación de alta vulnerabilidad, en la que los
ción social», «prescindibilidad», «inempleabilidad», «desinstitucio- mecanismos de prevención, de asistencia o de apoyo social-relacio-
nalización social»,etc. De ellos se ha dicho que son «no-indispensa- nal no existen o no son capaces de restablecer un mínimo equilibrio
bles», «no-fuerzas sociales», «normalesinútiles», «población residual de reinserción o integración. O si queremos decirlo de una manera
por substracción», «los nuevos pobres - o parias- de la Tierra», «el más rotunda, la zona de exclusión es el punto crítico al que se lle-
cuarto mundo», etc. gar «cuando todo falla» y alguien queda convertido de hecho en un
ciudadano de segunda o tercera categoría (vid. Gráfico 6).
La dinámica que se está viviendo en las sociedades de nuestro
tiempo está dando lugar a que la «cuestión social» se manifieste más Finalmente, otro proceso social específico que merece cierta aten-
agudamente en aquellos terrenos fronterizos en los que se hace más ción particularizada es el de comunicación, o más bien los procesos
palpable la crisis del trabajo y en los que se producen nuevas moda- de comunicación, ya que en realidad se trata de un conjunto de pro-
lidades de vivencias sociales. En estos momentos existen poderosos cesos de cierta complejidad social, que implican un haz bastante
procesos subyacentes de desinserción social (por el inempleo y la amplio de elementos sociales de interacción.
precarización laboral) que operan como una ((máquina centrifuga- En los procesos de comunicación se produce uno de los más altos
dora» de exclusión social, en un contexto en el que se hace notar un grados de interpenetración entre individuo y sociedad, en la medida
242 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

GRAFICO6
Grandes ámbitos de exclusión/integración en la sociedad

que lo social se haya en gran parte recogido y proyectado en el len-


guaje. Por eso se ha podido decir que el lenguaje lleva en si mismo
la matriz de lo social y que la sociedad penetra en el individuo con
cada término que emplea. De ahí que el descubrimiento de la xestruc-
turación lingüística>>del comportamiento interhumano haya sido un
hallazgo que ha permitido enriquecer el conocimiento de todas las
ciencias sociales.
La comunicación no se realiza solamente a través del lenguaje
formal, sino a partir de un contexto comunicativo preciso en el que
han intentado profundizar distintas corrientes sociológicas, desde
la fenomenología, hasta el interaccionismo simbólico y la etno-
metodología. Aunque aquí no es posible detenernos en la exposi-
ción de todas estas teorías, vamos a señalar algunas de las apor-
taciones fundamentales que se conectan con el contenido de este
epígrafe.
244 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

Una de las aportaciones más importantes del interaccionismo De esta manera, los «otros»-es decir, la sociedad- influyen
simbólico es la que nos permite situar la comprensión de los proce- con sus formas de comunicación lingüística y gestual en los com-
sos de comunicación a partir del concepto de ((situaciónsocial)),que portamientos mutuos, en los que cada uno de los actores se pone
hace referencia a la complejidad de los contextos sociales, especial- en el lugar de los otros y actúa guiado por gestos y formas de comu-
mente en lo concerniente a sus significados simbólicos y a las pro- nicación que le hacen saber el comportamiento que los otros espe-
pias percepciones de los actores sociales. Las situaciones sociales ran de él. En este proceso recíproco de influencias comunicativas,
implican no sólo unas determinadas condiciones objetivas, sino tam- la sociedad como tal ejerce una influencia importante en la con-
bién la propia ((definiciónde la situación)) por parte de los indivi- ducta de los individuos, mediante lo que los interaccionistas sim-
duos y los grupos, en la que se implican actitudes, valores, deseos, bólicos califican como «el otro generalizado» que refleja la actitud
etc. Probablemente uno de los ejemplos más claros que nos permi- de la sociedad.
te entender la influencia de la «situación social» es el que formuló
William Isaac Thomas (1863-1947))y que en la Sociología actual cono- En definitiva, como han señalado Gerth y Mills, «el contexto que
cemos como el «teoremade Thomas~, cuando afirmó que «silos hom- da significado a las palabras es social y conductual tanto como lin-
bres definen las situaciones como reales, son reales en sus conse- güístico. Esto está indicado por la falta de significado de palabras
cuencias~.Un Banco, por ejemplo, puede ser una institución tan que oímos sin conocer el contexto en el cual se las emite o se las
sólida y solvente como la mejor, pero basta que muchas personas escribe. La mayor parte de las situaciones lingüísticas contienen
crean «erróneamente» que está al borde de la quiebra para que se referencias ocultas o inexpresadas que debemos conocer para que
produzca una psicosis que acabe dando lugar a que muchos clientes la expresión sea significativa ..., cuando hemos internalizado los ges-
retiren sus ahorros, acabando por situar al Banco en una situación tos vocales de otros hemos internalizado, por decirlo así, ciertos
ob.jetiva de quiebra o colapsog3. rasgos claves de una situación interpersonal. Hemos incorporado
a nuestra propia persona los gestos que nos indican lo que los otros
George Herbert Mead (1863-1931), por su parte, en su libro esperan y requieren. Y entonces podemos tener ciertas expectati-
Mind, Self and Societys4, puso el énfasis en el papel desempeñado vas sobre nosotros mismos. Las expectativas de los otros se han
por el gesto como elemento de señalización recíproca en la con- convertido así en las auto-expectativas de una persona auto-dirigi-
ducta social. El gesto es entendido como un elemento de transición da. El control social y la guía que los gestos de otros nos propor-
desde la acción al lenguaje. Hay gestos, como la sonrisa o las seña- cionan, se han convertido en la base del auto-control y de la ima-
Ics no verbales de aprobación, que animan a realizar una determi- gen de sí de la persona~85.
nada conducta, mientras que otros gestos o señales de enfado y
desaprobación la desaniman. Posiblemente la corriente de pensamiento sociológico más sin-
gular que ha puesto el énfasis en los procesos de comunicación y,
Hay que ser conscientes de que en los procesos de comunicación sobre todo, en las «otras formas» tácitas, o no suficientemente expre-
intervienen distintos elementos codificados que adquieren su significa- sas, de lo social ha sido la etnometodología.
do en grupos determinados que los entienden y son influidos por ellos,
Los etnometodólogos han intentado fijar la atención de la Socio-
en la medida que forman una comunidad de discurso».
logía en la vida cotidiana, procurando desvelar la «otra»estructura
de la vida social, o lo que algunos analistas han calificado como las

ti' Robert Merton ha estudiado estos procesos en su libro Teoría y Estructura Socia-
les, o!). cit., págs. 4 19 y SS.
H4 Traducido en castellano como Espíritu, personcr .v sociedad. Paidhs, Buenos Aires, 85 Hans Gerth y C. Wright Mills: Curdcrer y esrructitru sociul. Paidbs, Buenos Aires,
s.f. En realidad sc trata de una recopilacldn ofectuudu por siis disclpulos. 1963, p8g. 95.
24k - LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA
LA SOCIEDAD, OBJETO DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

«normassuperficiales»aparentemente, pero que conforman un subs-


Las interacciones sociales han sido estudiadas por Goffinan no
trato fundamental de lo social.
sólo en sus dimensiones espaciales, sino también en sus contextos
Esta «otra»estructura de lo social es algo tan familiar que se da generales más amplios. Desde el punto de vista especifico de la comu-
por sentado y pasa inadvertida, casi como parte «invisible»de la rea- nicación, la interacción implica una disposición corporal que com-
lidad social. Los etnometodólogos han puesto el acento en la ~estruc- prende un ((lenguajesimbólico corporal. (gestos, vestidos, expresio-
tura de las reglas y el comportamiento conocido y tácito -vale decir nes emocionales...) y un proceso comunicativo como tal que supone
habitualmente inexpresables- que hacen posible una interacción un intercambio de información conceptualizada, y también un con-
social estable))... Para los etnometodólogos, «loque cohesiona el mun- junto de posiciones o disposiciones mutuas (de apertura, de evasión,
do social no es una moralidad con un matiz sagrado, sino una den- de subordinación, etc.).
sa estructura colectiva de entendimientos tácitos (aquello que los
Goffman ha puesto especial énfasis en subrayar los componentes
hombres saben y saben que los demás saben) referentes a los asun-
de expresividad no verbal en los procesos de comunicación, por medio
tos más mundanos y triviales, entendimientos a los cuales, si se les
de los que las personas despliegan, en el gran escenario de la vida
advierte, no suele atribuirse ninguna importancia especial y mucho
social, una exhibición deliberada de elementos a través de los cua-
menos una significación sagrada»86.
les intentan ofrecer las «características sociales» con las que pien-
Los etnometodólogos se han esforzado en «desvelar»todos estos san que quedan mejor «presentados»en sociedad.
aentendimientos tácitos» en la vida cotidiana, por ejemplo, en los
La forma general en que los actores sociales «se presentan» con
leater y ademancs, en la distancia social en que uno se coloca de
el fin de definir la percepción que los demás tienen de ellos es lo que
para hablar con él, en la utilización de ciertos «latiguillos~del
Goffman califica como ((fachada»(front). Los elementos que integran
i n p a j e , etc., empleando métodos de investigación provocativos que
esta «fachada»son, en primer lugar, el «medio»(setting) «que inclu-
deraricntan a los individuos, poniendo en cuestión los criterios de
ye el mobiliario, el decorado, los equipos y otros elementos propios
comunicacic)n e interacción social, y dando lugar, en ocasiones, a
del trasfondo escénico, que proporcionan el escenario y la utillería
reacciones airadas y violentas, en las que se ha pretendido encontrar
para el flujo de acción humana que se desarrolla, ante, dentro y sobre
la demostraci6n palpable sobre la importancia de esta «otra»estruc- él~sg.En segundo lugar está la «apariencia» (appearance). que puede
tura invisible de lo social.
dar información sobre el status social del actor social, por medio de
Finalmente, uno de los enfoques sociológicos que en nuestro tiem- sus vestidos, perfumes, etc., o de elementos identificativos del papel
po mfis ha profundizado en el análisis de los contextos de los pro- social que desempeña, con sus eventuales tocados, uniformes, insig-
cesos de comunicación es posiblemente el de Erving Goffman. Goff- nias, etc. En tercer lugar están los ~modabsn(manner), a través de
man entiende la interacción como un proceso gradual y escalonado los que se desarrollan estímulos que intentan reforzar el rol que se
que va desde la .indiferencia educada» que implica un repertorio de desempeña, bien con un tono y ademanes y modales agresivos, humil-
unormas del cruzarse., de estar con otros sin prestar atención, por des, persuasivos, etc.89
ejemplo, en una plaza o en un espacio público, hasta «el encuentro»
En definitiva, podemos decir, para concluir, que los procesos de
que implica un conjunto de gestos de reconocimiento, de saludos,
comunicación implican elementos de contextualización social, de
miradas, sonrisas, etc.87
definición de las situaciones y de simbolización muy diversos y com-

no Alvin Gouldner: L.u crisis de la Sociologfu occideri~ul.Arnorrortu, Buenos Aires,


1973, n4u. 359. Erving Gofí'man: La preseniuciilti de la prrsonu en ku vidu cotidiana. Amorrortu,
n 7 ' ~ k i Goffrnan:
n~ Relaciones en público. Allanxu, Madrid, 1979. Buenos Aires, 1971, pág. 34.
ny Ibld., p4g. 36.
plejos. Por ello la comunicación se realiza, a partir de estas situa-
ciones, con las Erases y palabras del lenguaje, a través de las que se
expresan en contextos específicos los contenidos de lo social, y tam- 1) Valorar la dimensión que ha alcanzado el cambio social en
bién con el llamado paralenguaje (que abarca, acentos y énfasis espe- las sociedades de nuestros días. Poner algunos ejemplos.
cíficos en las palabras y tonos de voz diferentes), así como emple-
ando los componentes cinéticos de la comunicación (gestos. miradas, 2) Diferenciar entre elconcepto de estructura social y los deproce-
modales. movimientos, pausas, posturas y formas de presentación y sos y relaciones sociales.
apariencia). A través de todos estos elementos se proyecta una par- 3) ¿Hasta qué extremos llevaron los sociólogos organicistas sus
te importante, aunque a veces poco perceptible, casi invisible, de la comparaciones entre la estructura de la sociedad y el cuerpo
realidad social. humano?
4) ¿Cuáles son las características de los grupos primarios? Poner
varios ejemplos de grupos primarios.
5) (Cuáles son las características de los grupos secundarios?
Poner ejemplos.
6) ¿Qué es una institución social? Poner ejemplos de institucio-
nes sociales de diferentes tipos y explicar qué funciones socia-
les cumplen cada una de ellas.
7) Definir y comparar los conceptos de poder y autoridad.
8) Hacer una reflexión sobre lo que suponen las clases sociales
en las sociedades de nuestros días, analizando en qué dife-
rencias están basadas y qué consecuencias principales tienen.
9) Comparar los conceptos de clase social y estrato social.
10) ¿Cuálesson las nuevas tendencias en estratificación que están
dándose en las sociedades de nuestros días?
11) Dibujar y explicar la «escalera» de la estratificación social.
12) ¿Qué se entiende en sociología por rol?
13) ¿Qué utilidad tienen los roles sociales para la orientación del
comportamiento de los individuos?
14) Poner ejemplos de los diferentes roles que puede desempe-
ñar una misma persona, indicando las diferencias en com-
portamientos, actitudes, lenguaje, ademanes, etc., que pue-
dan darse en el desempefio de los distintos roles.
15) ¿Qué es el status social? Comparar los conceptos de rol y
status.
250 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

16) ¿Cuáles son los principales procesos sociales?


17) ¿En qué consiste la <<otraestructura social» invisible de la
que hablan algunos sociólogos? Poner ejemplos.
18) ¿En qué consiste exactamente la exclusión social?
19) (Qué son las infraclases?
20) ¿Cuáles son los principales elementos que intervienen en la
comunicación?
2 1) Hacer un esquema de las diferentes partes y aspectos de una
sociedad, señalando -y ubicando- algunos temas de inte-
rés que puedan ser objeto de estudio por los sociólogos. CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD
Lo primero que se puede comprobar cuando se estudia una socie-
dad, es que existen multitud de comportamientos, pautas de actuación,
formas de organización y agrupamientos y costumbres similares y repe-
titivas entre unos y otros individuos. Precisamente la Sociología basa
sus estudios en el carácter repetitivo y regular de los comportamien-
tos humanos. Lo social se produce en nuestras sociedades conforme a
una determinada lógica y a un cierto orden. Y estas regularidades socia-
les permiten situar los estudios sociológicos en unas coordenadas de
cierta coherencia lógico-racional.
Pero {cuáles son los referentes generales, a partir de los cuales los
sociólogos nos enfrentamos con el estudio del comportamiento social
humano? En el capítulo segundo ya vimos que uno de los conceptos
sociológicos fundamentales para entender la naturaleza de lo social es
el concepto de «cultura».Pero este concepto, a su vez, no puede enten-
derse al margen de los propios conceptos de «personalidad»y de aso-
ciedad».
Como ha señalado Chinoy, para ((dar cuenta y explicar las apa-
rentes regularidades de las acciones humanas y el hecho de la vida
colectiva, los sociólogos han desarrollado dos conceptos, cultura y
sociedad, que pueden considerarse básicos para toda investigación
posterior. A pesar de variaciones considerables en la forma precisa de
utilizarlos, estos conceptos definen de un modo general la naturaleza
y los límites del objeto de análisis sociológico. Aunque podemos dis-
tinguir entre ellos conceptualmente, los fenómenos a que se refieren
no pueden existir independientemente uno de otro; la sociedad no pue-
de existir sin la cultura y la cultura sólo existe dentro de la sociedad»l .

Ely Chinoy: Introducción a la Sociología. Paidós, Buenos Aires, 1966, págs. 26-27.
254 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~N
A LA SOCIOLOG~A CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 255

1. CULTURA Y SOCIEDAD De la misma manera que el hombre ha sido calificado como ~ a n i -


mal constructor de cultura.3, la cultura ha podido ser descrita, a su
El análisis realizado en el capítulo segundo sobre «el hombre y vez, como el verdadero «nicho ecológico del hombre^^, o la «heren-
la sociedad>> no puede cobrar su pleno sentido si no es a partir del cia social de la humanidadn5.
desarrollo del concepto de cultura. La respueste a la pregunta de por El hombre no sólo hereda unos determinados rasgos biológicos,
qué ha sobrevivido el hombre y por qué se ha logrado adaptar satis- sino que hereda también un importante componente social. En con-
factoriamente al medio, en un proceso de evolución, quizás, poco traste con otras criaturas, los seres humanos no nacen con un h e r -
.previsible)>,a partir de la lógica de lo natural-originario, sólo pue- te instinto social, sin embargo nacen con una estructura psicomoto-
de obtener cumplida satisfacción por medio de la utilización de este ra fuertemente dependiente, desarrollando lentamente una capacidad
concepto nuclear. de aprendizaje que les permite ir interiorizando el componente social
La cultura es el rasgo distintivo de lo humano; los hombres nos de su herencia. Es decir, mientras que la vida social de otros seres
diferenciamos por nuestra cultura. Los estudios realizados por los vivos está fundada básicamente en el instinto, la nuestra está basa-
etólogos han permitido comprobar -como veremos en el capitulo da en el aprendizaje.
siete- que en las sociedades de los monos más desarrollados, sobre «En el momento del nacimiento -dirá Johnson- la criatura
la base de una importante inclinación gregaria, hay un significativo humana es incapaz de tomar parte en ningún tipo de sociedad... Y
desarrollo de las prácticas sociales que tienen que ser objeto de apren- sin embargo los niños se convierten en miembros más o menos ade-
dizaje. En estas sociedades existen unas formas básicas de sociali- cuados de sociedades humanas ..., este desarrollo es en gran medida
zación y unos ciertos esquemas generales de ~protoculturas»,que un proceso de aprendizaje. La socialización es el aprendizaje que
pueden llegar a contener gérmenes susceptibles de evolución, pero capacita a un individuo para realizar roles sociales... La cultura es
no existen «culturas»desarrolladas en el estricto significado socio- lo que se aprende en la socialización.~6
lógico del término. De ahí la importancia que tiene la clarificación
de este concepto para una adecuada comprensión de lo social, en el La comprensión de lo que verdaderamente es el hombre, y de lo
contexto expositivo más general de la argumentación que estamos que lo social supone en nuestro caso, resulta imposible, por tanto,
trazando en este libro. sin entender correctamente qué significa la socialización, o lo que
es lo mismo, sin captar la importancia del proceso de aprendizaje
En efecto, como ha señalado Herskovits, la «tendencia a desa- por el que los seres humanos llegan a adecuarse a las características
rrollar culturas consolida en un conjunto unificado todas las h e r - y al mismo sentido de lo que hoy entendemos por hombre.
zas que actúan en el hombre, integrando para el individuo el ambien-
La socialización ha sido definida de muchas maneras; en un sen-
te natural en que se encuentra él mismo, el pasado histórico de su
grupo y las relaciones sociales que tiene que asumir. La cultura reú- tido general ha sido descrita como «lo referido a todos los factores
ne todo esto y así aporta al hombre el medio de adaptarse a las com-
plejidades del mundo en que nació, dándole el sentido, y algunas
veces la realidad, de ser creador de ese mundo, al mismo tiempo que 3 Ibíd., pág. 30.
criatura de él ..., la cultura -concluirá- es la parte del ambiente James F. Downs y Herman K. Bleibtreu: Human variation. Glencoe Press, Beverly
hecha por el hombre)?. Hills, 1969, pág. 49.
5 Así por Ralph Linton: Cultura y personalidad. F.C.E., México, 1967, pág. 45 (aun-
que ésta no será, como veremos, la definición que Linton dará de cultura). Igualmente,
en R. M. Maciver y Ch. H . Page: Sociologia. Tecnos, Madrid, 1963, pág. 57.
6 Harry M. Johnson: Sociobgia. Una introduccidn .si.steniática. Paidós, Buenos Aires,
Melville J. ~ e r u k a v l t i8
:1 hambrr y sus nbma. EC.E., Mexico, 1964, pdg. 29. 1965, pAg. 137.
256 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 257

y procesos que hace que un humano se encuentre preparado para Precisamente, en virtud de la manera en que se desarrollan estos
vivir en compañía de otros~7,y, en sentido más preciso, como «el procesos de socialización y de interacción en la cultura, y en la medi-
proceso por medio del cual: a) los individuos desarrollan una per- da que los comportamientos sociales se producen repetitivamente de
sonalidad como resultado del aprendizaje de los contenidos de una acuerdo a pautas relativamente predecibles, resulta posible que lo
cultura dada y por medio del cual: b) una cultura es transmitida de social sea objeto de un estudio científico. Estudio que, obviamente,
una generación a otra»8. sería imposible sin una regularidad de los comportamientos huma-
La cultura se aprende mediante un proceso de socialización por nos y sin su ubicación en la lógica de los patrones de una cultura
medio del cual los individuos son enseñados - e impelidos social- determinada.
mente- a comportarse de acuerdo con los patrones culturales que Corno ha subrayado Kluckhohn, «la cultura determina en par-
una determinada sociedad ha desarrollado a través de largos proce- te cuál de los muchos caminos de conducta elige característica-
sos históricos de acumulación. En este sentido, en la medida que en mente un individuo de una determinada capacidad física y men-
las sociedades existen diferentes patrones sociales y diferentes pau- tal. El material humano tiene tendencia a adoptar formas propias,
tas de conducta establecidas y, también, diversas formas de presión pero de todas maneras una definición de la socialización en cual-
social orientadas a buscar la conformidad individual a estos patro- quier cultura es la posibilidad de predicción de la conducta diaria
nes y pautas, puede decirse que las personalidades humanas son mol- de un individuo en varias situaciones definidas. Cuando una per-
deadas e influidas por los contextos culturales en que se desarrollan. sona ha sometido mucha de su autonomía fisiológica al dominio
Como vimos en el capítulo cinco, en toda sociedad existen cultural, cuando se comporta la mayor parte del tiempo lo mismo
determinadas formas de conducta institucionalizadas socialmente que lo hacen los demás, en la ejecución de las rutinas culturales,
establecidas, a las que calificamos como roles sociales, y que impli- está ya socializada. Los que conservan demasiada independencia
can unas obligaciones y unas pautas de comportamiento que todo -concluirá- necesariamente se encuentran recluidos en el mani-
el mundo espera que sean cumplidas. De esta forma, en las socie- comio o en la cárcel^^.
dades todos los individuos tienden a ajustarse a sus papeles y a actuar En definitiva, el concepto de cultura es no sólo un concepto
conforme a lo que de ellos se espera en cada caso, de acuerdo con fundamental para entender muchos de los interrogantes que plan-
el papel social que desempeñan en cada circunstancia y con los dife- teamos en el capítulo segundo sobre los orígenes y la evolución de
rentes roles que se pueden asumir en unos u otros momentos de la la humanidad, sino que es también, al mismo tiempo, una herra-
vida cotidiana (el profesor respecto a sus alumnos, respecto a sus mienta metodológica de gran utilidad, que nos permite situar y
colegas, o como padre con sus hijos, o como miembro de una aso- precisar la verdadera naturaleza y contenido de lo social. Por ello
ciación...). ha podido decir Linton, con razón, que «el trabajo del sociólogo
debe comenzar con la investigación sobre las culturas, o formas
características de vida de las diferentes sociedades»lO.En este sen-
7 Peter Kelvin: The bases of social behaviour. Holt, Rinehart & Winston, Londres, tido, pues, es en el que el concepto de cultura ha podido ser con-
1969, pág. 270. siderado como el concepto «de mayor importancia para la Socio-
8 Bernard S. Phillips: Sociology, Social Structure and change. MacMillan, Londres,
1969, pág. 67. En un sentido aún más específico, la socialización puede ser definida, de
logía»' l .
acuerdo con Rocher, «como el proceso por cuyo medio la persona humana aprende e
interioriza, en el transcurso de su vida», los elementos socio-culturales de un medio am-
biente, los integra a la estructura de su personalidad bajo la influencia de experiencias
y de agentes sociales significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe yClyde Kluckhohn: Antropologla. EC.E, Mtxico, 1962, págs. 21 1-212.
vivir. (Cuy Rocher: Introducción a la Sociolo~(ageneral. Herder, Barcelona, 1973, págs. loRalph Linton: Cultura y personalidad, op. cit., pdg. 44.
133-134). " J. E. Goldthorpe: Introduccidn u la Sociologla. Allanza, Madrid, 1977, plg. 27.
258 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 259

En las páginas que siguen vamos a detenernos, en primer lugar, habiendo llegado a hablarse de ellos, incluso, como verdaderos ~ c o -
en el análisis de la problemática que plantea la definición del con- términos»l4,como conceptos cuyo sentido no puede entenderse cabal-
cepto de cultura, para pasar a continuación a delimitar sus campos mente si no es en su mutua relación.
específicos, acabando finalmente con algunas consideraciones sobre
las relaciones entre cultura y personalidad)).Sin embargo, antes de Como se ha subrayado, «estan estrecha la integración entre indivi-
pasar a estas cuestiones, conviene hacer algunas precisiones sobre duo, sociedad y cultura, y tan continua su acción recíproca, que el
los propios conceptos de cultura y sociedad, en lo que tienen de con- investigador que intente trabajar con alguna de estas tres entidades,
ceptos mutuamente imbricados y complementarios. sin tomar en consideración las otras dos, bien pronto llegará a un
callejón sin salidasl5.
En efecto, a veces ocurre que los conceptos de cultura y socie-
dad, en esta perspectiva general que aquí hemos trazado, tienden a El matiz que puede establecerse en estos conceptos es básicamente
ser utilizados prácticamente como términos equivalentes. Esta com- de naturaleza analítica, según consideremos lo social preferente-
paración ha intentado ser explicada como resultado de la influencia mente en referencia a sus componentes organizativos, a sus marcos
intelectual que en determinados ambientes europeos ejerció la escue- estructurales, o en referencia a los contenidos sociales más genera-
la de Durkheim, que en opinión de algunos tendía a atribuir al con- les heredados. En esta perspectiva la complementariedad de tales
ccpto de sociedad contenidos parecidos, pero más radicales, que los conceptos se entiende en función del mayor énfasis que se ponga, o
que habia planteado Tylor en su definición de cultural2. bien en los contenidos, o bien en los continentes de lo social.
Sin en~bargo,la cuestión, tal como está establecida hoy en día, Las características de un libro como éste nos llevan a poner más
prcecnta m6s complejidades y matices que los que tienen que ver con énfasis, en este momento, en los aspectos del contenido de lo social,
una mcrn cuestión de preferencias terminológicas. en cuanto que nos situamos en el campo de las aclaraciones y defi-
niciones básicas sobre la naturaleza de lo social -como uno de los
La culiiira, como veremos en el epígrafe siguiente, sea cual sea requisitos previos para comprender mejor qué es la Sociología-, en
IR dcfinlcidn que de ella adoptemos, presenta diferentes facetas y tanto que el tratamiento más sustantivo y sistemático de lo social,
contenidos, pudiendo identificarse en ella, al menos, un componen- en cuanto sociólogos, nos llevaría, entre otras cosas, al estudio deta-
te eocio-estructural, un referente conductual y una base materiall3. llado de las estructuras sociales concretas existentes en determina-
Si cl concepto de cultura lo ciñéramos básicamente a los aspec- dos tipos específicos de sociedades, como ya vimos en el capítulo 5 .
tos organizativos de lo social, entonces el contenido del concepto de
sociedad se solaparía con aquél, precisamente, en los aspectos socio-
estructurales de la cultura. Sin embargo, es obvio, y por ello casi 2. EL CONCEPTO DE CULTURA
ocioso recordarlo, que el concepto de sociedad es un concepto mucho
más global e inclusivo, en el que resulta más difícil separar los con- Una de las peculiaridades del concepto sociológico de cultura
tenidos de los continentes. Por ello los conceptos de cultura y socie- estriba en que este término es utilizado por los científicos sociales
dad deben considerarse como conceptos íntimamente imbricados, con un significado específico diferente al que tiene en el lenguaje
común. La mayor parte de la gente identifica la expresión «cultura»
con determinados conocimientos o aficiones por el arte, la literatu-

12 Rogelio Rubio Hernández: «Cultura»,en Salustiano del Campo et al.: Diccionario


de Ciencias Sociales. UNESCO e Instituto de Estudios Politicos, Madrid, 1975, págs. 601-
602. 14 Haridas T. Muzumdar: The grantnrar o/'Sociologv, Mari i i societ.~.
~ Asia Publishing
Barton H. Schwartz y R. H. Ewald: Culrure and Society, Ronald Press, Nueva York, House, Bombay, 1966, pdg. 523.
1968, pdgs. 4 1 y SS. '"alph Linton: Cultura .y personalidad, op, olt., pAg, 20.
260
....
. LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 26 1

ra, la música... Por ello se dice que una persona es culta si practica, utilización por sociólogos y antropólogos. Difusión que, en algunos
o conoce bien, alguna de estas expresiones artísticas o intelectuales. aspectos, ha corrido también pareja a una cierta diversificaciónsobre
Sin embargo, el concepto de «cultura» en las ciencias sociales es su sentido y alcance. Así la cultura se ha entendido, básicamente,
mucho más concreto y específico. como elemento de determinación de las conductas, como mecanis-
Los antecedentes de este desarrollo conceptual particular pueden mo adaptativo, como sistema coherente, como «comportamiento pau-
rastrearse en distintas direcciones. Sin embargo fue en determina- t a d o ~etc.
, Kroeber y Kluckhohn en un célebre libro sobre este tema,
dos círculos intelectuales alemanes donde se fue forjando un signi- inventariaron más de 150 definiciones de cultural7, y es evidente que
ficado bastante similar al que ha llegado a adquirir el concepto de en nuestros días aún sería posible añadir algunas más.
cultura en las ciencias sociales en nuestros días. Por esta razón, en las páginas que siguen vamos a limitarnos a
Aunque existen varias aproximaciones definitorias importantes a exponer algunas de las definiciones recientes de cultura que han logra-
este tema, principalmente en la obra de Gustav Klemm, la primera do un mayor grado de aceptación, para intentar perfilar a continua-
definición moderna de cultura la dio Tylor en 1871. «La cultura o ción algunos de los rasgos fundamentales con que puede ser descri-
civilización, en sentido etnográfico amplio -dijo-, es aquel todo to este concepto, terminando con una breve referencia a los diferentes
complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, elementos que integran la cultura.
el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacida- Un hito importante en el desarrollo del concepto de cultura lo
des adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad. La encontramos en la obra de Malinowski. Malinowski se referirá a la
situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie huma- cultura como «el conjunto integral constituido por los utensilios y
na, en la medida en que puede ser investigada según principios gene- bienes de consumo, por el cuerpo de normas que rige los diversos
rales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento grupos sociales, por las ideas y artesanías, creencias y costumbres.
y la acción del hombre. Por una parte, la uniformidad que en tan Ya consideremos -dirá- una muy simple y primitiva cultura o una
gran medida caracteriza a la civilización debe atribuirse, en buena extremadamente compleja y desarrollada, estaremos en presencia de
medida, a la acción uniforme de causas uniformes; mientras que, por un vasto aparato, en parte material, en parte humano y en parte espi-
otra parte, sus distintos grados deben considerarse etapas de desa- ritual, con el que el hombre es capaz de superar los concretos, espe-
rrollo o evolución, siendo cada una el resultado de la historia ante- cíficos problemas que lo enfrentan. Estos problemas surgen del hecho
rior y colaborando con su aportación a la conformación de la histo- de tener el hombre un cuerpo sujeto a varias necesidades orgánicas
ria del futuro»l6. y de vivir en un ambiente natural que es su mejor amigo, pues lo
En esta definición de cultura nos encontramos, por un lado, con provee de las materias primas para sus artefactos, aunque es tam-
una clara ubicación del concepto en una perspectiva evolutiva y bién peligroso enemigo, en el sentido de que abriga muchas fuerzas
comparativa, y, por otro lado, con una intima conexión con el con- hostiles»lg.
cepto de sociedad («en cuanto miembro de la sociedad», «uniformi- Entre los aspectos de esta definición general que Malinowski
dad», etc.). quiso subrayar, hay que referirse, en primer lugar, a su acento en
No obstante, la decantación del concepto moderno de cultura ha que «la teoría de la cultura debe basarse en los hechos biológicos»,
venido directamente asociada a la generalización más reciente de su

'7 A. L. Kroeber y C. Kluckhon: Culture. A critica1 review of concepts and definitions.


Random House, Nueva York, 1963.
".l Edward B. 51or: %Laciencia de la cultura., en J . S. Kahn (ed.): El concepto de 18 Bronislaw Malinowski: Una teorfa cientffica de la cultura. Edhasa, Barcelona, 1970,
cultura: textos fundamentales. Anagrama, Barcalona, 1975, pág. 29. pág. 42.
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A ULTURA, PERSONA, SOCIEDAD

en cuanto que «los seres humanos constituyen una especie ani- ad es el agregado organizado de individuos que siguen un mismo
ma1))19. iodo de vida ...; una sociedad está compuesta de gentes; el modo
omo se comportan es su cultura»24.
En segundo lugar hay que precisar que, «con todo el equipo de
artefactos, con su aptitud para producirlo y valorarlo, el hombre crea Recapitulando, pues, podemos decir que la cultura puede ser
un ambiente secundario~20,para mejor adaptarse al medio y para enmarcada a partir de los siguientes rasgos:
mejorar sus condiciones de vida y de ser. - La cultura es básicamente una característica específica de los
En tercer lugar, Malinowski insistirá en que la definición de cul- seres humanos. Aunque actualmente se ha puesto mucho énfa-
tura ha de tener en cuenta otro «concepto esencial», como es el de sis en las protoculturas de algunos primates, y no puede excluir-
«organización»,ya que «con el propósito de lograr cualquier obje- se la hipótesis de que a lo largo de la evolución hayan existi-
tivo o alcanzar un fin, los hombres deben organizarsen21. «El ras- do formas intermedias entre las protoculturas de los simios y
go esencial de la cultura, tal como lo vivimos y experimentamos, las culturas humanas más primitivas hoy conocidas, lo cierto
como lo podemos observar científicamente, es la organización de es que desde la perspectiva de nuestro tiempo el hombre es el
los seres humanos en grupos permanentes. Tales hechos -dirá Mali- único ser con cultura como tal, el único ser viviente capaz de
nowski- están relacionados por cierto acuerdo, por leyes o cos- crear y transmitir una cultura humana.
tumbres tradicionales, por algo que corresponde al contrato social - La cultura es el factor fundamental de la sociabilidad huma-
de Rousseau. Los vemos siempre cooperando dentro de un deter- na, y sólo puede desarrollarse en sociedad. La cultura pro-
minado ámbito material: un sector de ambiente geográfico reser- porciona el componente básico de referencias que identifica
vado para su uso, un equipo de herramientas y artefactos, una por- a las sociedades y da a los individuos vocación y sentido de
ción de riqueza que les pertenece por derecho. En esa cooperación pertenencia a las comunidades.
ellos siguen tanto las reglas técnicas de un status o profesión, las - La cultura es una adquisición. Constituye algo que no es inna-
normas sociales de etiqueta y consideraciones consuetudinarias, to al hombre, lo que supone que los rasgos culturales son asu-
como las costumbres religiosas, jurídicas y morales que informan midos por medio de procesos de aprendizaje y socialización.
su conducta»22. Por tanto, la cultura precisa del establecimiento social de sis-
Ralph Linton, por su parte, propondrá definir la cultura de mane- temas de transmisión cultural adecuados, así como de meca-
ra más elemental y sintética, como ala configuración de la conduc- nismos eficaces de endoculturación, es decir, de interioriza-
ta aprendida y de los resultados de la conducta, cuyos elementos ción de los rasgos culturales, y procedimientos de coerción y
comparten y transmiten los miembros de una sociedad~~3. sanción social, para lograr una efectiva conformidad de los
Herskovits, como ya hemos visto, se referirá a la cultura como individuos a los patrones culturales.
ala parte del ambiente hecha por el hombre» y proporcionará una - La cultura está articulada institucionalmente, de forma que
definición simultánea y paralela de cultura y sociedad. «Una cultu- en toda sociedad existen determinados mecanismos institu-
ra -dirá- es el modo de vida de un pueblo; en tanto que una socie- cionalizados de comportamiento -pautas culturales estable-
cidas- que tienden a conformar la personalidad de los indi-
viduos de acuerdo con los papeles sociales que desempeñan y
con los estereotipos de comportamiento existentes.
Iy Ibíd., pág. 42.
20 Ibíd., pág. 43.
2' Ibld., pág. 43.
22 Ibld., pág. 49.
23 Ralph Linton: Cultura y personalidad, o;). c s i r . , pág. 4 5 24 M.J. Herskovits: El hombre y sus obras, op. cit., ptíg. 4 2 .
264 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 265

- La cultura hace posible una mejor adaptación del hombre al el mundo físico y social, así como los sistemas y métodos de cono-
medio físico, con la utilización de todo un componente de cimiento), las creencias (todo el cuerpo de convicciones que no pue-
medios materiales e instrumentos muy diversos que, unidos de ser objeto de verificación), los valores y normas (los modelos de
al componente físico originario, nos permiten elevarnos por conducta pautados y los principios que los orientan, entre los que se
encima de las posibilidades originarias fijadas por la lógica comprenden no sólo los valores predominantes, sino también los
natural. Mediante la cultura el hombre «recrea»un cambien- secundarios), los signos (que incluyen las señales y símbolos que orien-
te» propio, que le proporciona una autonomía y una libertad tan las conductas y los que permiten la comunicación entre ellos y
de posibilidades sobre la naturaleza muy importantes, aunque principalmente el lenguaje), y finalmente las formas de conducta no
a su vez -y paradójicamente-queda «atrapado»por la nue- normativas (todas las formas de comportamiento que no son obli-
va lógica de su obra histórica. El hombre es al tiempo artífi- gatorias y que generalmente se realizan de manera inconsciente,
ce y esclavo de sus creaciones culturales. como los ademanes, los gestos, las posturas, etc.)26.
Finalmente, respecto a los componentes y contenidos de la cul- Clasificaciones aún más exhaustivas de los componentes de la
tura, de lo hasta aquí señalado ya se desprende que éstos pueden ser cultura pueden encontrarse en Goodenough, por ejemplo, que se
bastante amplios y variados, dependiendo de los diferentes tipos de refiere: al lenguaje, a las obligaciones sociales, a las formas en que
culturas, de su complejidad y desarrollo, etc. Sin embargo, por enci- la gente organiza sus experiencias (en diferentes planos), a las pro-
ma de estas variaciones posibles, los componentes de una cultura posiciones, a las creencias, a los valores, a las reglas y valores públi-
pueden ser divididos en varios tipos de elementos diferentes. Por ejem- cos, a las recetas, a las rutinas y costumbres, a los sistemas de cos-
plo, Linton se ha referido a los elementos materiales de la cultura (los tumbres, a los significados y a las funciones, etc.27
productos de la artesanía, de la industria), a los elementos cinéticos
(las conductas manifiestas) y a los elementos psíquicos, es decir, «los
canocimientos, las actitudes y los valores de que participan los miem-
bros de una «sociedad»,lo que constituye el «aspecto encubierto* de 3. CULTURA Y PERSONALIDAD
la cultura, en oposición a los otros elementos que constituyen los Una dimensión importante en la consideración de la problemáti-
aspectos manifiestos y tangible+. ca de la cultura es la determinación del influjo real de lo socio-cul-
Los inventarios y clasificaciones que pueden hacerse sobre los tural en la personalidad. Este influjo debe ser valorado teniendo en
elementos de una cultura son muy numerosos, incluso partiendo de cuenta que para las ciencias sociales también el concepto de perso-
unos grandes alineamientos generales como los antedichos. Así por nalidad tiene un significado diferente al de individuo o al de tempe-
ejemplo, Johnson, refiriéndose sólo a los elementos no materiales de ramento; lo que exige algunas precisiones iniciales.
la cultura, en una clasificación más amplia, hace mención a: los ele- En todo tipo de sociedad se pueden encontrar distintos tipos de
mentos cognitivos (todos los conocimientos teóricos y prácticos sobre individuos con caracteres diferentes, influidos por las propias incli-
naciones innatas de carácter biológico. Sin embargo, en estos casos,
lo que nos encontramos no son realmente personalidades diferentes,
2 5 Ralph Linton: Cultura y personalidad, op. cit., pág. 5 1. En un sentido muy simi-
sino distintos tipos de temperamentos (flemáticos, coléricos, etc.).
lar para Leslie A. White, el «locus de la cultura)>está formado por las «cosas» y
acontecimientos «que se manifiestan en el tiempo y en el espacio, en: a) los organismos
humanos en forma de creencias; conceptos; emociones; actitudes; b) en el proceso de
intcracción social entre los seres humanos, y c) cn los objetos materiales... que rodean 26 H. M. Johnson: Sociologia, op. cit., págs. 1 1 1- 12 1.
a los organismos humanos integrados en la8 pautar de interacción socialu (Leslie A. Whi- 27 Ward H. Goodenough: Cultura, lenguaje y sociedad, en J . S. Khan (ed.): El concep-
te, en J. S. Kahn, ed.: El concepto de cultura, k t o s fundamentales, op. cit., pág. 140). to de cultura, op. cit., pAgs. 198 y SS.
LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 267

Por ello, en la consideración de esta problemática es necesario empe- nalidad concordantes con el «orden total de las instituciones))de una
zar por precisar que el concepto de personalidad es más amplio y rico determinada sociedad. Tal conclusión, en la medida que coincidía
que el de individuo. En concreto el concepto de personalidad hace también con los resultados procedentes de otras fuentes diversas de
referencia específicamente a los «contornos sociales estereotipados información, no era otra cosa, como el mismo Kardiner señaló, que
conformados por la cultura», tal como son asumidos por los indi- «el perfeccionamiento de la observación de sentido común de que
viduos. un hindú es «diferente»que un esquimal. Cada uno de ellos es pro-
ducto de una cultura diferente^^^.
La mayor parte de la gente tiene asumida la idea de que toda cul-
tura suele influir en determinados contornos de la personalidad, Aunque las interpretaciones sobre la verdadera naturaleza y alcan-
como lo demuestra el hecho de que existen estereotipos nacionales ce del «carácter nacional», o de «la personalidad nacional)) no son
bastante perfilados que se atribuyen a los habitantes de unos u otros unánimemente compartidas por los analistas, lo interesante de los
pafses o regiones. De acuerdo a estos estereotipos se dice: el escocés estudios de Kardiner y Linton fue que, al centrarse en los desajustes
es ((tacañon,el alemán «disciplinado»,el francés «chauvinista», el de los individuos a las instituciones, contribuyeron a aportar luz a
suizo «preciso»,el italiano «extrovertido»...; de manera que en cada un campo de investigación de tanto interés como el de las relacio-
uno de estos estereotipos se piensa que se encuentran reproducidas nes cultura-personalidad.
lus pec~iliaridadeshistóricas, geográficas, culturales y sociales, que
representan los rasgos más significativos y de mayor identidad para La importancia de las interrelaciones entre cultura y personali-
cadu zona geográfica o nacional. dad ha dado lugar a que los sociólogos hayan intentado situar su
Aunqiie la experiencia demuestra que los estereotipos nacionales análisis en una amplia perspectiva, reivindicando el uso de una teo-
nunca se dan en toda su puridad y para todos los individuos por ría general de la personalidad y del conocimiento de las caracterís-
Igual, lo cici.to es que cuando se habla de «personalidades básicas ticas distintivas de las personalidades de los participantes en el sis-
tlgan, o u estereotipos nacionales », simplemente se está haciendo refe- tema social, tanto en su totalidad como en sus subsistemas principales
rencia u hechos tan sencillos como que en todas las sociedades exis- y en sus roles particulares. «Aunque la acción de los individuos en
ten distintas ti pologías predominantes de personalidad y que en cada cualquier situación es personal -dirá Inkeles-, sin embargo en su
sociedad existen determinadas peculiaridades más arraigadas. Por mayor parte refleja determinadas influencias del contexto social. Y
ello se dice que un zulú o un mongol son distintos de un inglés o un el contexto social, por su parte, puede ser reflejado en la acción indi-
sueco. vidual sólo en la medida en que está mediatizado a través de los sis-
temas personales o de personalidad. En consecuencia, una com-
Con el concepto de personalidad, pues, se hace referencia a las prensión plena de cualquier situación social y de sus consecuencias
formas más típicas de comportarse de una determinada cultura. probables -concluirá-, debe comprender no sólo el conocimiento
Como ya hemos visto, toda cultura ejerce una fuerte presión en todos de los principales factores de la estructura social-cuya acumulación
los individuos, que tienden a comportarse según unas determinadas es presumiblemente la parte especial del estudio sociológico-, sino
personalidades, que reflejan las características propias de los con- también de los principales factores relativos a las personalidades
tornos sociales estereotipados de dicha cultura. Esto es lo que los actuantes en determinada estructura»29.
científicos sociales llaman personalidades básicas.
Las investigaciones de Kardiner y Linton sobre varias comuni-
dades primitivas y la sociedad norteamericana, constituyeron una
28 Abrarn Kardiner: El individuo y su sociedad. F.C.E., México, 1968, primera edi-
fuente importante de aportaciones empíricas orientadas a intentar ción de 1939 en inglés, pág. 442.
demostrar que cada cultura tiende a crear una cierta ((personalidad 29 Alex Inkelcs: ~Pcrsonalityand social slructurc», en R. K. Merton, L. Broom y L.
básica tipo)),formada por el conjunto de caracteristicas de la perso- S. Cottrell (eds.):Sociology today. Busic Books, Nueva York, 1959, págs. 272-273.
268 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 269

De esta manera, pues, el concepto sociológico de personalidad medio de las cuales la personalidad se desenvuelve y se estructura,
debe considerarse también como uno de los elementos importantes y cómo se ejerce el control social en orden a minimizar el compor-
para una adecuada intelección de lo social. En torno a este concep- tamiento desviado. La segunda perspectiva lleva a plantear la cues-
to se han desarrollado una buena cantidad de investigaciones en las tión de cómo la personalidad contribuye al mantenimiento y fun-
que se ha intentado profundizar en la comprensión de los modelos cionamiento de los sistemas sociales y cómo la personalidad
sociales de personalidad propios de las sociedades de nuestro tiem- determina las características de las instituciones sociales. Una ter-
po; lo que ha contribuido a dar un impulso notable a esta área de cera forma de contemplar las relaciones entre personalidad y estruc-
referencia. tura social es la de ver ambas como niveles de análisis separados
aunque interdependientes~33.
Así, por ejemplo, algunos estudios importantes de esta clase son
los de Whyte sobre el «hombre organi~ación»~O, los de Karen Hor- Sea cual sea el enfoque predominante que se adopte, lo cierto es
ney sobre la «personalidadneurótica de nuestro tiempon31. O el famo- que la idea de que existe una interdependencia entre los referentes
so estudio de Riesman sobre las correspondencias entre determina- de los conceptos de cultura y personalidad, y de que en toda cultu-
dos ((caracteres sociales» típicos y las distintas fases de evolución ra se plasman ciertas formas estandarizadas de comportamientos
demográfica y el desarrollo económico de las sociedades; lo que lle- sociales-tipo, se basa en una serie de supuestos que es conveniente
v6 a distinguir entre «el tipo de personalidad dirigida por la tradi- explicitar.
cidn», propio de las sociedades agrarias y de alto potencial demo- Así, un primer punto de referencia lo constituye la convicción de
grdfico, «el tipo dirigido internamente», por sus propios criterios, que que en toda sociedad existen determinadas experiencias y determi-
ac corresponde con las sociedades en fase de crecimiento industrial nadas necesidades comunes a todos los hombres, y también deter-
y can un crecimiento demográfico transicional, y «el tipo dirigido minadas formas institucionalizadas de enfrentarse con tales expe-
por /os otros))orientado desde fuera por los demás, que se localiza riencias y de resolver tales necesidades. Por ejemplo las necesidades
prlnclpalmente en las sociedades terciarizadas, altamente industria- de reproducción y renovación de la población dan lugar a las insti-
Ilzadas y en fase de declinación demográfica incipiente32. tuciones familiares, las necesidades de socialización de nuevos indi-
En cualquier caso, la diversidad posible de desarrollos de este viduos generan las instituciones educativas, las necesidades de man-
campo de atención permite que los análisis puedan ser situados en tenimiento y sustento, son resueltas mediante las instituciones
varios planos analíticos diferentes. Como ha señalado Stephan Spit- económicas, e t ~ . ~ ~
zer, la urelación entre personalidad y estructura social puede ser vis- Kardiner ha sido uno de los analistas que más enfáticamente ha
ta desde varias perspectivas. La personalidad puede verse como un reclamado la «universalidad de determinadas experiencias comunes
producto de la estructura social, o recíprocamente, la estructura a todos los seres humanos cualquiera que sea la cultura de que pro-
social puede contemplarse como un producto de las características ceden~35,e igualmente ha subrayado que «el número de posibilida-
de la personalidad de sus miembros. La primera perspectiva nos lle- des de intentar la satisfacción de ciertas necesidades biológicas del
va a plantear la cuestión de cómo las instituciones sociales transmi- hombre es limitadan36. Las instituciones, es decir, las modalidades
ten los valores y orientaciones, cómo se determinan las formas por

33 Stephan P. Spitzer: The sociology of personality. Van Nostrand Reinhold, Nueva


Williams H. Whyte: El hombre organización. F.C.E., MCxico, 1961. York, 1969, pág. 1.
Karen Horney: La personalidad neurótica de nuestro tiempo. Paidós, Buenos Ai- 34 K. Young y R. Mack: Sociologia y vida social. Uteha, México, 1967, págs. 117 y SS.
res, 1968. 35 A. Kardiner: El individuo y su sociedad, op. cit., phg. 93.
32 David Riesman et al.: La muchedumbre solitaria. Paidós, Buenos Aires, 1964. 36 Ibid., pAg. 432.
270 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA CULTURA. PERSONA. SOCIEDAD 271

fijas y aceptadas para resolver tales necesidades en cada cultura fue- duos los desajustes con los marcos institucionales de la cultura. En
ron divididas por Kardiner en dos grandes grupos: las instituciones este sentido, la idea de «desajuste cultural» está abriendo en nues-
primarias (organización de la familia, formación del grupo propio, tros días nuevas y sugerentes perspectivas al campo de la enferme-
las disciplinas básicas, la lactancia, el destete, el cuidado institucio- dad mental, a partir de la toma en consideración no sólo de los desa-
nalizado del niño, la educación anal, los tabúes sexuales, las técni- justes de los individuos respecto a la sociedad, sino también del
cas de subsistencia, etc.) y las instituciones secundarias (sistemas de mismo carácter perturbador que algunas formas sociales sumamen-
tabús en general, la religión, los ritos, los cuentos populares y las téc- te competitivas, agresivas o individualistas pueden tener en el pro-
nicas de pensamiento)37. pio desarrollo de la personalidad. Es el caso, por ejemplo, de los estu-
dios sobre la «personalidad neurótica de nuestro tiempo» de Karen
Teniendo en cuenta que el ser humano es bastante moldeable y
H ~ r n e y o~ la
~ , misma posibilidad, más claramente planteada por
que, como hemos visto, es un producto de la cultura, podremos lle-
Erich Fromm, de considerar el carácter enfermo o enfermizante de
gar fácilmente a la conclusión de que todo esto implica que las estruc-
determinados tipos y formas de sociedad, que no satisfacen adecua-
turas básicas de personalidad son imitadas fundamentalmente
damente las verdaderas necesidades humanas39.
mediante la asunción de las pautas culturales establecidas. La expe-
riencia, sin embargo, demuestra que aunque la mayor parte de los Sin embargo, y sin necesidad de llegar a plantear las cosas en
individuos de una sociedad se adaptan bastante bien a los tipos pre- estos términos, la realidad es que los datos empíricos en las socie-
dominantes de personalidad -buscando una aproximación a la idea dades complejas demuestran que: a) realmente existen más clases de
de «normalidad»,de «comúndenominador»,etc.-, siempre hay gru- variación en los tipos de personalidad que los que se establecen en
pos e individuos no adaptados, no integrados culturalmente. Estas algunas clasificaciones esquemáticas; b) en las sociedades concretas
faltas de adaptación revelan que la relación individuo-sociedad no se dan distintos grados de ajuste y acomodo a las pautas culturales
es siempre una relación armónica, exenta de tensiones y conflictos. dominantes y que, por tanto, c) hay también bastantes tipos de desa-
Lo cual nos lleva a plantear dos cuestiones importantes y mutua- rreglos y conflictos de personalidad como consecuencia de los pro-
mente relacionadas. blemas y tensiones de ajuste entre las diversas influencias cultura-
les posibles y hasta en las mismas diferencias en los papeles sociales
En primer lugar, al hablar de las relaciones entre cultura y
que deben desempeñar simultáneamente los individuos y que, lógi-
personalidad, es necesario precisar cuáles son los límites y el alcan-
camente, pueden dar lugar, como ya vimos en el capítulo 5, a dis-
ce de la capacidad conformadora de la cultura. Evidentemente los
tintos tipos de colisiones y conflictos de roles.
seres humanos poseemos importantes márgenes de libertad e inde-
pendencia que, a un nivel global, garantizan las posibilidades de de- El hecho de que en sociedades complejas como las actuales todo
sarrollo dinámico, innovador y creativo de las culturas, y a un nivel individuo tenga que desempeñar simultáneamente varios roles lleva
particular, hacen posibles las propias singularidades personales, e aparejado un importante germen de conflictividad. «En cierto senti-
incluso las «desviaciones»,por muy fuertes que sean las presiones do -dirá Nisbet-, el conflicto -al menos en una medida leve- se
sociales y por muy sutiles y eficaces que puedan ser los procedi- edifica en la propia naturaleza de los roles y de su interrelación. Sólo
mientos de endo-culturación. si un individuo asumiera un rol único en su vida, y dicho rol que-
En segundo lugar, es necesario plantear cuáles son las consecuen-
cias y cuáles los problemas que crean, o pueden crear, a los indivi-
38 Karen Horney: La personalidad neur6tica de nuestro tiempo, op. cit.
.. --- 3y Erich Fromm: Psicoanáiisis de /u sociedftd conlenipordnea. F.C.E., México, 1969.
Téngase en cuenta que el tltulo origlnal de esta obra en ingles era, precisamente, The
l7 Ibtd., págs. 432 y SS . sane society.
272 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCIÓN
A LA SOCIOLOGÍA CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 273

dara aislado de algún modo de los roles asumidos por otros, resul- Si a todo esto añadimos que la interdependencia mundial y la
taría posible imaginar la desaparición total del conflicto. Pero en revolución en los sistemas de comunicación han multiplicado enor-
cualquier sociedad moderna occidental han de existir -en virtud memente en toda sociedad las posibilidades de conocimiento - y de
del elevado nivel de diferenciación social en tal sociedad- muchas influencias- de formas culturales muy diversas, comprenderemos
más posibilidades de conflictos de roles. Los conflictos de rol nos por qué se ha podido decir que el concepto de influencia cultural,
van acompañando a lo largo de toda nuestra vida. Cuanto más varia- entendido en un sentido rígido, lineal y uniforme, ha entrado en una
da sea ésta, cuantos más roles se asuman y cuanto mayor sea el cierta crisis. En las sociedades complejas y diversificadas de nues-
número de normas y aspiraciones a las que se está expuesto, mayor tros días resulta más pertinente y exacta, por tanto, la utilización del
será, evidentemente, el número de conflictos de rol en la propia concepto de pluri-cultura.
vidan40. A veces, incluso, en algunas sociedades actuales, la aceleración
No resulta, pues, extraño que en estas complejas situaciones pue- de los cambios, el creciente pluralismo cultural, y los mismos con-
dan surgir diversos tipos de conflictos y de colisiones de roles, que flictos de patrones culturales, están conduciendo a nuevas situacio-
incluso lleguen a producir «incertidumbres» de conducta, compor- nes y experiencias sociales, en las que muchos individuos empiezan
tamientos atípicos y no esperados y perturbaciones de personalidad a sentir que han perdido criterios de orientación claros. Posiblemente
(anemias, agresividades, pasividades, etc.). la emergencia de nuevos tipos de personalidades, muy dúctiles y ~ d i r i -
gidas por los otros», como aquellas de las que hablara Riesman, no
En suma, pues, todo lo hasta aquí indicado nos lleva a la con- obedece sino a una situación en la que se conjuga un fuerte deseo
clusión de que la idea de ajuste absoluto a los patrones culturales no de conformismo y de adaptación a los criterios mayoritarios, con la
se corresponde con la realidad. Y no se corresponde, en primer lugar, búsqueda inmediata entre los seres circundantes de los criterios
porque la cultura absolutamente homogénea no existe en nuestro - y expectativas de conducta- a partir de los que poder actuar con
tiempo. Solamente una forma muy simple de cultura en una socie- cierta seguridad.
dad muy rígida daría lugar a modelos con muy pocas «desviaciones»
posibles. En las sociedades de nuestro tiempo se puede constatar también
la existencia de importantes tendencias culturales grupales, a partir
En las sociedades complejas de nuestro tiempo, lo que en reali- de la acentuación de las diferencias con el conjunto social en modos
dad existe es una cultura predominante y otras culturas secundarias, de vestir, de peinarse, de actuar, etc. Un ejemplo de estos procesos
más o menos diversas y plurales; lo que abre la posibilidad de que de diferenciación y de identificación socio-grupa1 se está dando a
los individuos reciban las influencias de ambientes culturales dife- través de las llamadas «nuevas tribus urbanas juveniles».
rentes y, a veces, contrapuestos. Hay, incluso, quienes opinan que se
En una perspectiva mucho más general el aumento de los proce-
ha llegado a un punto en el que «las normas de toda sociedad for-
sos migratorios, y la mayor complejidad social, tienden también a
man una mezcolanza inconsistente y contradictoria (en especial en
agudizar en las mismas sociedades las interinfluencias de tradicio-
las sociedades grandes y complejas), de manera que si un individuo
nes culturales de raíz histórica y geográfica muy diferente. Por ejem-
viola una norma es bastante posible que al mismo tiempo se esté
plo, esto es lo que está ocurriendo con muchas de las influencias que
conformando con otra~41.
se están ejerciendo en determinados sectores de la población de occi-
dente por el pensamiento oriental, especialmente en cuanto a orien-
taciones religiosas y formas de entender la vida y la dialéctica hom-
40 Robert A. Nisbet: El vínculo social. Introduccibn a la Sociologia. Vicens Vives, Bar- bre-naturaleza.
celona, 1975, phgs. 153-155.
'' Philip Slater: aLas bases sociales de la personalidad*, en N. Smelser (ed.): Socio- Finalmente -y como matización a todo lo que hemos señalado
logia. Euramerica, Madrid, 1970, phg. 697. hasta aquí- hay que tener asimismo en cuenta que los ajustes entre
274 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA CULTURA, PERSONA, SOCIEDAD 275

cultura y personalidad están también influidos por otro conjunto muy


diverso de circunstancias, entre las que no podemos dejar de men-
cionar las propias cualidades innatas de los individuos, o la misma 1) ¿En qué se diferencian las sociedades humanas de otras
manera diferenciada en que los distintos individuos experimentan sociedades animales?
los procesos de socialización y aprendizaje, así como la eficacia rela- 2) Establecer una comparación entre la concepción del sentido
tiva de los diversos sistemas de socialización, etc. común del término «cultura» y el concepto sociológico de
Por todo ello, pues, hay que tener en cuenta que, más allá de deter- cultura.
minados niveles básicos y elementales, realmente la cultura influye 3) ¿Qué partes o facetas básicas implica una cultura?
en los individuos -como ha señalado Linton- a dos niveles y por 4) ¿Que diferencias existen entre el concepto de «cultura» y el
dos vías diferenciadas. Por una parte «a la cultura se debe el grueso de «sociedad»?
del contenido de cualquier personalidad y, también, por el énfasis
que pone en determinados intereses y objetivos, una gran parte de
5 ) Explicar qué es y en qué consiste el proceso de socialización:
poner varios ejemplos.
la organización superficial de las personalidad es^^^. Sin embargo,
por otra parte, la organización central de las personalidades indivi- 6) Realizar un esquema de los principales aspectos de la cultu-
duales, es decir, «los tipos psicológicos, no pueden explicarse com- ra señalados por Malinowski.
pletamente sobre la base de las influencias c~lturales»~3, ya que las 7) Comparar las principales definiciones de cultura formuladas
personalidades en sus perfiles más concretos y detallados son el resul- por distintos autores.
tado de la interacción de factores extraordinariamente múltiples y 8) Hacer una clasificación de los diferentes elementos de una
variados. cultura, según las propuestas de Linton, Johnson, etc.
En resumen, y como conclusión, podemos decir que la dialécti- 9) Diferenciar entre los conceptos de «individuo», atempera-
ca cultura-personalidad es una dialéctica muy compleja que se pro- mento» y «personalidad».
duce tanto a partir de las influencias ejercidas desde la sociedad,
10) ¿A qué nos referimos cuando hablamos de temperamento?
como a partir de opciones que pueden ser libremente desarrolladas Poner algunos ejemplos.
por los individuos -e incluso pueden ser estimuladas culturalmen-
te-, en unos contextos sociales caracterizados por unas crecientes 11) ¿Quése entiende por estereotipos nacionales y por (~personali-
complejidades y una considerable heterogeneidad de las influencias dades básicas tipo»? Poner ejemplos.
culturales. 12) Hacer una relación de algunos de los estereotipos regionales
que se dan en la sociedad española.
13) La interacción entre la «orientación individual» de cada
personalidad y el ((contextosocial», ¿suele, ser siempre armó-
nica? {Por qué?
14) ¿Cómo se lleva a cabo la dialéctica de influencias entre cul-
tura-personalidad en las sociedades complejas de nuestro
tiempo?
15) Analizar los principales desequilibrios y conflictos que pue-
den darse en las personalidades de los individuos en las sacie-
42 Ralph Linton: Estudio del hombre. F L E , MCxico, 1961, pág. 44. dades más avanzadas, profundizando en sus causas. Poner
43 Ibfd., pág. 468. ejemplos.
SOCIEDADES HUMANAS
Y SOCIEDADES ANIMALES
Augusto Comte, en la lección 48 de su Curso de fllosofiu positi-
va, al referirse al método comparativo como una de las tres gran-
des vías de la indagación científica, subrayó la manera en que dicho
método podía ser empleado con provecho no sólo para comparar.
«losdiversos estados coexistentes de la sociedad humana en las di fe-
rentes partes de la superficie terrestre))', sino también para procc-
der -dijo- a la comparación sociológica del hombre con otros
animales y sobre todo con los mamíferos superiores»2. A Comte no
parecía caberle duda de que esta perspectiva analítica sería nece-
sariamente introducida -con «utilidad permanente- en la Socio-
logía, tan pronto como «losestudios sociales fuesen adecuadamente
dirigidos por el espíritu positivon3. La importancia de la acampa-
ración racional entre las sociedades humanas y las sociedades ani-
m a l e s ~venía reforzada, en opinión de Comte, por el ((carácternatu.
ral de las principales relaciones sociales)) y el interés en conoce1
«los primeros gérmenes de las relaciones sociales, las primera2
institu~iones»~.
Después de Comte esta perspectiva ha sido objeto de un ciertc
interés, aunque discontinuo y desigual, por parte de teóricos socia,
les entroncados con muy diferentes escuelas, desde aquellos direc,
tamente situados en la estela de la influencia de Danvin, hasta los
que como Kropotkin consideraban la sociedad como algo anterior a
hombre, o los que como Engels juzgaban imposible que el hombrc

1 Augusto Comte: Cours de Philosophie pasitive. Hcrmann, Paris, 1975, vol. 2, phg.146
Ibfd., pdg. 144.
Ibfd., pAg. 144.
Ibfd., pdg. 145.
280 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 281

descendiera de un antepasado próximo que no fuera sociables. Inclu- se ocupa del estudio de los comportamientos y las costumbres o hábi-
so, más recientemente no han faltado sociólogos que han llegado a tos de los animales.
afirmar enfáticamente que ala reflexión sociológica comienza con la Las razones que explican por qué se ha producido una gran popula-
pregunta sobre qué diferencia al hombre de otras especies»6. rización de los estudios etológicos, incluso más allá del campo de los
El mismo Parsons, en un artículo publicado en The Amevican especialistas, son de dos órdenes. Por una parte, en las últimas déca-
Sociological Review en 1964, se refirió críticamente a las «viejas das han visto la luz una considerable cantidad de investigaciones rea-
perspectivas» en el análisis del sistema social y cultural, por su lizadas básicamente por biólogos sobre la vida social de diversas espe-
encapsulamiento «antropocéntrico»,por no tener en cuenta la «con- cies animales. Especialmente en los años posteriores a la 11 Guerra
tinuidades con el resto del mundo vivo», y por no «considerar las Mundial, la atención por la vida social de los animales se va a incre-
perspectivas humanas en directa continuidad con las sub-huma- mentar, ampliándose de las especies que habían merecido tradicio-
nas»'. nalmente una mayor atención (termitas, hormigas, abejas e incluso,
aves), a determinadas especies de primates (macacos, chimpancés,
gorilas, babuinos, etc.). Algunas de las investigaciones sobre la vida
social de los grandes monos produjeron resultados llamativos, y en
algunos casos incluso sorprendentes, lo que, a su vez, contribuyó a
Durante muchos años los hombres hemos intentado establecer
animar varias experiencias singulares, especialmente en el campo de
rígidas barreras con el resto de los seres vivos. Nuestra forma de ser
los intentos de socialización y aprendizaje de primates y, sobre todo,
sociales se ha visto como una manifestación singular y única, dis-
en la perspectiva de intentar lograr su adiestramiento en el campo
tinta a cualquier otra forma de vida en este planeta. Sin embargo, la g
de la comunicación y del lenguaje .
realidad es que los hombres no podemos ser contemplados como los
únicos seres sociales, ya que, a pesar de tantas resistencias psicoló- A su vez, desde otra perspectiva, al impacto causado por muchas
gicas y de otro orden, existe un cordón umbilical que nos mantiene de estas investigaciones y experimentos, se unió la influencia de las
unidos a la lógica global de lo social. nuevas orientaciones analíticas de aquellos investigadores que par-
tiendo de unas metodologías propiamente etológicas han abordado
Durante los últimos años una gran cantidad de estudios nos han
-a veces con trabajos de considerable impacto popular- el estudio
permitido conocer mejor la realidad de otras «sociedades animales»,
de la realidad social y biológica del hombre. Así ha ocurrido, por
como los hormigueros, los termiteros, las colonias de aves, las comu-
ejemplo, con los estudios y proyecciones de Lorenz sobre la agresi-
nidades de primates, etc., dando lugar a que el debate sociológico
vidadg, con los estudios de Desmond Morris sobre el «mono desnu-
acuse una incidencia específica importante de estos temas, a partir,
donlo y, con los de Tiger y Fox sobre el «animal imperial»" y, desde
entre otras cosas, de la popularidad adquirida por los estudios rea-
lizados desde el campo de la Etología, es decir, desde la ciencia que

8 Un resumen de la amplia bibliografía existente sobre este tema puede verse en R.


y B. Gardner, P. Lieberman, D. Premack, D. Rumbaugh y otros: Sobre el lenguaje de los
5 «No es posible d i r á Engels- buscar el origen del hombre, el más social de los antropoides (Compilación de textos de Víctor Sánchez de Zabala), Siglo XXI, Madrid,
animales, en unos antepasados inmediatos que no viviesen congregados» (Federico Engels: 1976.
El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, en KarI Mam y Federico 9 Konrad Lorenz: Sobre la agresión el pretendido mal. Siglo XXI, Madrid, 1980 (pri-
Engels: Obras escogidas. Akal, Madrid, 1975, vol. 2, pág. 80). mera edición en alemán en 1963).
Lewis A. Coser y Bernard Rosemberg (eds.): Sociological theory. MacMillan, Nue- ' 0 Desmond Morris: El mono desnudo. Un estudio del animal humano. Plaza Janes,
va York, 1976, pág. 17. Barcelona, 1969 (primera edición en ingles en 1967).
Talcott Parsons: ~EvolutionaryUniversals in Societyn, The American Sociological 1 1 Lionel Tiger y Robin Fox: The imperial animal. Holt Rinehart y Winston, Nueva
Review, vol. 29, Nueva York, febrero, 1964, pág. 339. York, 197 1.
282 LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 283

otra perspectiva, con los de Raymond Dart y Robert Ardrey sobre la Las reacciones que han tenido lugar desde los círculos socioló-
«hipótesis del cazador» y «el mono asesino»12,etc. gicos ante tales pretensiones de absorción disciplinar y de reduc-
cionismo biológico, a veces han combinado - y acumulado- ele-
En bastantes de estos casos, lo que se ha perseguido en buena
mentos de defensa de un campo de especialidad científico propio
medida ha sido utilizar las perspectivas metodológicas de la Etolo-
(el de la Sociología), junto con valoraciones y consideraciones crí-
gía para llegar a un mejor y más amplio conocimiento sobre la rea-
ticas de mayor entidad analítica (la verosimilitud del reduccionis-
lidad social humana, o como ha señalado Robert Hinde, utilizar los
mo biológico). Sin embargo, en ocasiones ocurre que la sensibili-
conocimientos que proporcionan «algunos estudios de las especies
dad despertada por esta polémica es asociada a otras perspectivas
no humanas» en la medida en «que pueden ayudarnos a entender la
conducta social del hombrep13.De ahí la importancia de estos temas críticas más generales sobre los enfoques evolucionistas en general
-lo que ha dado lugar a que se reabran nuevamente algunos vie-
para la Sociología.
jos debates sociológicos-, al tiempo que las específicas tesis de la
Sin embargo, en los últimos años el impacto causado principal- Sociobiología han sido tratadas y enjuiciadas, con harta frecuen-
mente por libros como el de Wilson, Sociobiología. La nueva sínte- cia, de manera conjunta con las perspectivas etológicas a las que
sis14, o el de David Barash, Sociobiology and Behaviov15, ha contri- nos hemos referido.
buido a dar un sesgo distinto a estas cuestiones, al tiempo que ha De esta forma se ha llegado incluso a una cierta situación de cla-
pi.oporcionado un nuevo impulso a la discusión de muchos de los ra «desconfianza» entre determinados círculos sociológicos ante las
temas relacionados con esta problemática, sobre todo en la medida nuevas perspectivas abiertas desde estas, en muchos aspectos varia-
en que la Sociobiología pretende no sólo buscar, como vimos, una das y plurales, plataformas analíticas, a las que frecuentemente se
liindamentación biológica del fenómeno social, sino también, y espe- pretende reducir intelectualmente a un común denominador.
cialmente, en cuanto intenta re-encontrar el cordón umbilical que
nos mantiene unidos a los hombres a la lógica global de lo social. El tema de las relaciones, diferencias y similitudes entre las
Existe -sostendrá Wilson- un fuerte hilo conductor que «va desde sociedades humanas y las sociedades animales no puede ser despa-
las conductas de las colonias de termes y hermandades de pavos has- chado de forma sencilla ni simplificadora, debido no sólo a unos
ta el comportamiento social del hombrenl6. mínimos imperativos de honestidad intelectual -que obligan a con-
siderar y evaluar con objetividad e imparcialidad todos aquellos datos
La Sociobiología será definida por el propio Wilson precisamen- que sean fruto de una tarea investigadora científica y rigurosa-, sino
te «como el estudio sistemático de las bases biológicas de todo también por importantes razones de fondo relacionadas con la sig-
comportamiento social»17. nificación específica de los fenómenos sociales.
Por ello, antes de continuar con el hilo de nuestra exposición,
parece necesario que nos refiramos aquí, siquiera sea brevemente, a
l2 Robert Ardrey: La evolución del hombre: la hipótesis del cazador. Alianza, Madrid, algunas de las causas que nos pueden permitir comprender mejor la
1978. especial sensibilización que toda esta problemática despierta en algu-
l3 Robert A. Hinde: Bases biológicas de la conducta social humana. Siglo XXI, Méxi- nos círculos sociológicos, en el contexto general del debate sobre el
co, 1977 (primera edición inglesa en 1974).
«continuo social».
l4 Edward O. Wilson: Sociobiología. La nueva síntesis. Omega, Barcelona, 1980 (pri-
mera edición en inglés en 1975).
1.5 David P. Barash: Sociobiology and Behavior. Hodder y Stoughton, Londres, 1982.
Se trata de una edición corregida y aumentada de una obra publicada en 1977. 2. EL DEBATE SOBRE EL CONTINUO SOCIAL
16 Ibld., pág. 133, Vid. también Edward O . Wilson: On human nature. Harvard Uni-
vcrsity Press, Cambridge, Massachusetts, 1978. Aparte de las razones de fondo que es posible plantear ante algu-
' 7 Edward O. Wilson: Sociobiologta. L . nuevu stnte.si.s, o p . cit., p8g. 4 . nas de las tesis a las que nos hemos referido en el epigrafe anterior,
284 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~N
A LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 285

es preciso tener en cuenta que en la reacción que en bastantes ambien- «En el curso de la evolución cultural -apuntó Freud-, el hom-
tes sociológicos despiertan los análisis de los sociobiólogos y los et6- bre se consideró como soberano de todos los seres que poblaban la
logos, en general, hay cierto componente de afirmación -incluso tierra. Y no contento con tal soberanía, comenzó a abrir un abismo
territorial, podríamos decir- de la especificidad del propio campo entre él y ellos. Les negó la razón y se atribuyó un alma inmortal y
profesional de la Sociología. En tal sentido este fenómeno, a veces, un origen divino, que le permitió romper todo lazo de comunidad
se ha pretendido explicar a partir de la propia peculiaridad y ambi- con el mundo animalJ0. Para Freud, como es sabido, las teorías evo-
valencia de las relaciones entre la Biología y la Sociología que se han lucionistas de Danvin y sus seguidores fueron -de acuerdo con está
producido desde los mismos orígenes de la Sociología, debido a las interpretación- una de las tres grandes ofensas históricas al narci-
necesidades de afirmación de la especificidad diferenciada de sus sismo de la Humanidad: «la ofensa biológica». Ofensa que, obvia-
campos temáticos en relación con los propios de la Biología18. mente, se amplifica con la posibilidad de extender y completar el
esquema biológico de la evolución al campo de lo socia121.
En las primeras etapas de desarrollo de la Sociología parecía que
sc habían abierto importantes vías de comunicación y empalme con De igual manera, otro factor de resistencia frente a la aceptación
pcrspectivas próximas a la Biología, precisamente de la mano de la de la tesis de la continuidad de las formas sociales, procede también
inlluencia de los enfoques spencerianos. Sin embargo, la línea ini- de la manera en que la llamada «hipótesis del cazador)),como ele-
cialmente abierta por Spencer vino dificultada muy pronto no sólo mento decisivo en determinadas explicaciones sobre la evolución de
por la lógica de las propias necesidades internas de la Sociología para las organizaciones sociales en los homínidos, aparece asociada a
alcanzar un desarrollo autónomo y suficientemente diferenciado de interpretaciones que llevan a contemplar dicha hipótesis con cierta
otras disciplinas, sino también por la misma proyección y alcance antipatía e incluso con «repugnancia».
socio-político más general que adquirieron los enfoques del llamado
danvinismo social, unidos a la misma mala prensa de que gozaron El desarrollo de la práctica social de la caza debió jugar un papel
algunos de los planteamientos más ingenuos del organicismo spen- fundamental en todo el proceso de hominización, no sólo desde el
ceriano. Lo cual en su conjunto contribuyó a bloquear muchas de punto de vista de la subsistencia, sino también en todo lo que se rela-
las posibilidades de colaboración mutua en este campo19. ciona con el perfeccionamiento, especialización y evolución de las
primeras formas de organización social, en cuanto que la práctica
Por otra parte, junto a la influencia de tal tipo de factores de descré- de la caza implicaba un desarrollo de la división del trabajo, un estí-
dito histórico, a veces también se ha querido ver un componente de mulo para el perfeccionamiento de los útiles de acoso y ataque, de
((resistencia psicológica» para una consideración imparcial y dis- despiece, de condimentación, etc., y una clara complejización de los
tanciada de esta problemática. Sigmund Freud (1856-1939), por ejem- sistemas de comunicación asociados a todo lo anterior (coordina-
plo, interpretó algunas de estas resistencias, como una reacción psi- ción práctica de las tareas de acoso y ataque y organización de la
cológica defensiva a lo que todas las teorías de la evolución pueden producción social de útiles y herramientas propias de una «cultura
implicar de cierta agresión y ofensa al narcisismo humano, tal como de cazan).
éste se ha formado a través del desarrollo de las concepciones tra-
dicionales sobre el hombre.

20 Sigmund Freud: Una dificultad de psicoanálisis, en Obras completas, vol. 11, Biblio-
teca Nueva, Madrid, 1948, pág. 1018.
'Wilary Callan: Etologia y sociedad. F.C.E., MBxico, 1973, págs. 25 y SS. 2 1 Las otras dos grandes ofensas al «amor propio))de la Humanidad han sido, según
I Y Sobre algunas de las implicaciones ideológico-polftlcaa del usocialdanvinismon, Freud, la uofensa cosmol6gica, infligida por Copérnico al refutar la ilusión de que la Tie-
vid., por ejemplo, Hans Widmer: «El danvinismo rocial. Su valor como prueba de ideo- rra es el Centro del Universo, y la .ofensa psicológica» inferida por el Psicoanálisis al
logizaci6n de la concienciaw, Sistema, n." 21, Madtld, 1977, plgri. 49-67. demostrar que el Yo no es completamente soberano (op. cit., págs. 1016-1020).
286 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 287

Sin embargo, algunos datos arqueológicos han dado lugar a la Richard E. Leakey ha puesto en duda que los destrozos en los crá-
formulación de ciertas hipótesis de acuerdo con las cuales en el lar- neos de las cuevas de Makapan hayan sido resultado de acciones vio-
go camino de la hominización, el proceso de diferenciación respec- lentas voluntarias, sugiriendo la posibilidad de que se hayan produ-
to a otras especies, tanto en la misma práctica de la caza, como en cido como consecuencia de la presión de diversos objetos duros y
la más necesaria y enfática defensa del territorio, acabó gestando un punzantes como resultado del peso de los sedimentos, que llegaron
componente social fuertemente agresivo y violento. Es lo que se cono- a alcanzar en estas cuevas hasta 30 metro+.
ce como la hipótesis del amono asesino». Robert Ardrey se ha refe- Sin embargo, lo que no puede negarse es que la historia conoci-
rido a esta hipótesis, en tono bastante enfático, señalando que «si da del hombre ha estado fuertemente marcada, junto a otras cosas,
entre todos los miembros de los primates el ser humano es único, por una práctica muy intensa de la guerra y la violencia. El hombre,
aun en sus más nobles aspiraciones, ello es porque sólo nosotros, a en este sentido, puede ser considerado específicamente como el ser
través de incontables millones de años, nos vimos continuamente vivo por antonomasia que practica la guerra organizadamente den-
obligados a matar para sobrevivir». «El hombre es hombre -dirá tro de su especie. La especialización en el «arte de la violencia» de
Ardrey-, y no un chimpancé, porque durante millones y millones las antiguas partidas de caza y el desarrollo de los ((ejércitosorga-
de años en evolución ha matado para nizados~es, quizás, uno de los elementos que explica por qué nues-
Algunos descubrimientos arqueológicos -especialmente los de tra especie pudo adaptarse y sobrevivir, especialmente en contextos
las cuevas de Makapan en Suráfrica- en los que se encontraron res- hostiles, a pesar de la insuficiente capacidad y la parca dotación natu-
tos de australopithecus junto con cráneos de papiones y restos de ral de elementos de ataque y defensa. ¿Y si esto ha sido así -se pre-
muchos otros animales, permitieron a Dart lanzar la hipótesis del guntarán algunos- en el pequeño período de historia conocido, qué
«monoasesino)),después de comprobar que muchos de estos cráne- no habrá sido a lo largo del dilatado período de la hominización?
os, tanto de papiones como de australopithecus, habían sido destro-
Por esta razón, y debido a la antipatía que despiertan estas teorí-
zados violentamente con instrumentos punzantes. Ciertamente, si aso-
as, y quizás a la misma resistencia inconsciente a profundizar en sus
ciamos los descubrimientos de este tipo con las prácticas de
orígenes, se comprende la frecuencia con que las comparaciones a que
canibalismo, aún bastante recientes en el tiempo, con los sacrificios
se recurre para establecer la diferenciación entre los modelos sociales
humanos, y con la inveterada y sangrienta práctica de la guerra, com-
propios de los primates, por un lado, y los hombres, por otro, caen en
prenderemos cómo se pueden formar los principales elementos de
la falacia simplificadora de «prescindir»de una gran cantidad de eta-
un rompecabezas, a partir del que no resulta difícil -ni extraña-
pas y estadios intermedios que se prolongaron durante cientos de miles
la presentación de nuestra evolución humana como especialmente
de años y que, sin duda, nos podrían permitir conocer mejor los orí-
sangrienta y violenta.
genes remotos de las formas de lo social. Así un gran número de estu-
Hoy en día, no obstante, las hipótesis de Dart y de los que con él dios han puesto énfasis en intentar resaltar, antes que nada, las dife-
coinciden, han sido objeto de una viva contrastación, tanto a lo que rencias entre las sociedades humanas y las de primates. Éste es el caso,
hace a la propia validez de las pruebas arqueológicas como a la expli- por ejemplo, de Washburn y Devore, que en su estudio sobre la vida
cación antropológica del papel de la agresividad23. Por ejemplo social de los babuinos reproducen un claro esquema en el que se refle-
jan muy palmariamente las diferencias entre las sociedades de babui-
nos y las humanas en lo que se refiere a su adecuación al «nichoeco-
22 Robert Ardrey: La evolución del hombre: la hipótesis del cazador, op. cit., págs. 17
Y 18.
2-n este sentido, por ejemplo, puede verse el libro de Ashley Montagu: La naturafe-
za de la agresividad humana. Alianza, Madrid, 1978, y Ashley Montagu (ed.): Hombres y z4 Richard E. Leakey: La formacidn de la humanidad. Ediciones del Serbal, Barcelo-
agresidn. Kairós, Barcelona, 1970. nu, 1 YH 1 , p6gs. 223 y SS.
SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 289

lógico»,a su «sistema económico»,a su «sistema social» y a su modo pales primates, sin tener información sobre tan amplio conjunto de
de «comunicación»25.Pero, en este tipo de comparaciones general- etapas y referencias intermedias.
mente se piensa en términos de las sociedades humanas modernas, Pero los interrogantes no sólo surgen por estas vías, sino que tam-
sin tener en cuenta la verdadera naturaleza de ciertos tipos de socie- bién desde el punto de vista de las comunidades actuales de primates
dades muy primitivas llegadas hasta nuestro tiempo, como, por ejem- hay algunas cuestiones aún bastante controvertidas, y desconocidas
plo, las sociedades cazadoras-recolectorasde los K ~ n gcomo
~ ~ la
, «des- hasta hace bien poco, especialmente las que hacen referencia a los sis-
conocida~«tribu tasa-dayn27, o como los desaparecidos tasmanos, así temas de comunicación y a la misma fabricación y utilización de herra-
como otras comunidades primitivas australianas, etc. mientas; temas de los que nos ocuparemos más adelante.
Sin embargo, el verdadero salto en las comparaciones es el que Llegados a este punto, es necesario precisar aquí que el objetó de
se establece entre las comunidades de simios más inteligentes y este capitulo no es profundizar en todas estas polémicas, ni tampo-
desarrollados actualmente existentes (como pueden ser las de chim- co, claro está, entrar directamente en la discusión sobre la Socio-
pancés y gorilas), y las de todo aquel amplio conjunto de comuni- biología, sino que lo que aquí nos ocupa es la consideración de las
dades de homínidos hoy desaparecidos, y de las que sólo dispone- relaciones y diferencias entre las sociedades humanas y las socieda-
mos de algunos pocos restos fósiles y otros indicios arqueológicos. des animales con más amplitud.
Ciertamente, y por citar solamente a los homínidos más cercanos Como hemos podido ver en los capítulos anteriores lo social en
a nosotros, lo que sería preciso conocer, para poder establecer con el hombre no es un simple impulso general, ni una mera tendencia
rigor la verosimilitud de la hipótesis del continuurn social, es cuál agregatoria compartida con el común denominador, o al menos con
f~iela verdadera naturaleza de las sociedades de oreopithecus, de rarna- la mayoría de los seres vivos, sino que la sociedad es para los huma-
pithecus, de australopithecus, de horno habiíis, etc., que vivieron en nos parte constitutiva de su propia realidad. Por ello venimos insis-
este planeta hace millones de años. Lo que, a su vez, nos lleva a reco- tiendo en que, sin lo social, sin la cultura, el hombre, lo que hoy
nocer la necesidad de no entender el concepto «horno»,como un con- entendemos por hombre, no sería posible, ni siquiera sería concebi-
cepto completamente cerrado y delimitado. ble como tal. De ahí que los sociólogos siempre hemos reclamado la
En este sentido debe tenerse en cuenta, como ya hemos señala- especificidad de lo social en el hombre.
do, que actualmente se estima que el horno sapiens cuenta con más
No obstante, en los últimos tiempos no es infrecuente que la
de 150.000 años de vida sobre la tierra, y que los rastros de los homí-
reivindicación de lo social-humano, como una realidad substantiva-
nidos pueden datarse en más de cuatro millones de años28.Lo que
mente distinta de cualquier otro fenómeno de «agregación»,haya
nos obliga a considerar el proceso de hominización como un proce-
querido ser presentada, a veces, como una reivindicación insufi-
so sumamente dilatado en el tiempo y del que aún carecemos de
cientemente fundada, y ajena y desconocedora del principio general
mucha información. Por lo que es difícil establecer las comparacio-
de «unidad de la lógica de lo vivienten, lógica que cada vez va a ser
nes precisas entre las formas sociales humanas y las de los princi-
reclamada más enfáticamente desde otras disciplinas29.
En la mayoría de los manuales de Sociología lo usual, hasta hace
poco tiempo, era encontrar toda una serie de argumentos iniciales
25 S. L. Washburn e Y. Devore: «Lavida social de los babuinos)),en Selecciones Scien-
con los que se pretendía fijar unas barreras diferenciadoras cualitati-
t ific American, Biología y Cultura. Herman Blume, Madrid, 1975. págs. 144-145.
*"Algunas interesantes y significativas referencias al sistema social de este gru- vamente distintas y absolutamente claras y netas entre el tipo de socie-
po pueden verse en Richard E. Leakey: La formación de la humanidad, o p . cit., págs.
99 y SS.
27 La existencia de esta comunidad primitiva no fue conocida hasta 197 1 .
2 W d . capitulo segundo. 89 ?rati~.olsJacob: La ldgica de lo viviente. Laia, Barcelona, 1973.
290 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 291

dad humana, por un lado, y las restantes sociedades animales y un Sin embargo, a pesar de que resulte factible encontrar esquemas
más general «estado de naturaleza», por otro. Sin embargo, actual- de comportamientos sociales bastante comunes en el mundo vivien-
mente - y al margen de que se compartan o no se compartan algunos te, la realidad es que los tipos de agrupamientos sociales son muy
de los planteamientos a los que hasta aquí nos hemos referido- la diversos y, desde luego, resulta muy difícil que puedan ser com-
verdad es que, aun reconociendo las diferencias, la «claridad»de estas prendidos en su totalidad en la clásica trilogía formulada por algu-
líneas arguméntales tiende a quebrarse, al tiempo que las barreras de nos analistas, referida solamente a las formas de apareamiento, a los
diferenciación empiezan a aparecer como mucho más difuminadas. núcleos familiares y a las manadas o rebaños, como las tres grandes
Como ha señalado entre otros Philip Slater, «sidefinimos la existen- categorías de las formas de sociabilidad animal. En realidad en cada
cia en sociedad (en oposición al «estado de la naturaleza») como un una de estas tres dimensiones son tan numerosas las variedades que
permanente vivir dentro de un grupo definible que se distingue profun- podemos identificar que la misma clasificación llega a perder bue-
damente de otros grupos similares, en condiciones tales que: a) sea na parte de su sentido y utilidad.
imposible la supervivencia fuera del grupo; b) la interrupción del proce- La propia naturaleza de este libro nos impide desarrollar aquí
so normal de socialización impida que se alcance un comportamien- esta temática en toda su amplitud y complejidad, pero, sin embar-
to plenamente adulto, y c) el comportamiento adulto de cada día se go, para lograr una adecuada comprensión de la naturaleza de lo
encuentre limitado, controlado y conformado por otros miembros del social parece necesario detenernos, siquiera sea brevemente, en dos
grupo, habremos de admitir en tal caso que la mayoría de los prima- formas de sociedades animales que, en cuanto que constituyen arque-
tes viven en sociedades y no es un «estado de naturalezado. tipos bastante diferenciados, nos pueden ayudar a comprender mejor
Hoy en día, un gran número de estudios muy pormenorizados las especificidades de la sociedad humana. Aunque un análisis más
nos permiten tener un conocimiento bastante completo sobre los fenó- riguroso y detenido de las formas sociales en la naturaleza, nos lle-
menos societarios, no solamente referidos a los tipos de agrupa- varía a distinguir, al menos, tres grandes categorías (lo que Wilson
mientos más próximos a los nuestros, como pueden ser los de los califica, junto a las sociedades humanas, como «los 4 pináculos de
grandes monos, sino también respecto a las sociedades de insectos, la evolución social»): las colonias de microorganismos e invertebra-
de castores, de aves, de lobos, etc. El desarrollo de los estudios eto- dos, los insectos sociales y los mamíferos no humanos32; aquí vamos
lógicos está permitiendo, así, profundizar en los distintos tipos de a considerar específicamente, en primer lugar, las sociedades de
relaciones sociales (las asociadas a la territorialidad, las relaciones insectos y, en segundo lugar, las sociedades de primates.
de dominio, las de jefatura, las de cuidado materno y estimulación
mutua), así como en las distintas funciones que puede cumplir la 3. LAS SOCIEDADES ANIMALES
sociabilidad (desde las meras funciones de «defensa contra las pre-
siones del medio», hasta las mayores oportunidades de organizar Las sociedades superiores de insectos (abejas, hormigas y termi-
mejor la alimentación, de autocontrolar la reproducción en función tas en sus múltiples variedades) constituyen, según una opinión bas-
del territorio y la escasez de alimentos, de optimizar la capacidad de tante generalizada, uno de los tipos de sociedades animales más anti-
adaptación mediante el establecimiento de tradiciones sociales que guas conocidas. Algunas de estas sociedades, como las de las termitas,
son transmitidas y aprendidas de generación en generación, e t ~ . ) ~ l . presentan formas de organización social muy sofisticadas, con una
rígida división del trabajo que se traduce en la existencia de distin-
tos tipos de individuos muy diferenciados entre sí (reproductores de
30 Philip E. Slater: <<Lasbases sociales de la personalidad)),en N. J. Smelser (ed.):
Sociologfa. Euramérica, Madrid, 1970, pág. 682.
3' P. H. Klopfer: Introduccidn al comportamiento aninral. EC.E., Madrid, 1976, págs.
245 y SS. Edward O. Wilson: La Sociobiologla, sp, cit., pAp. 395 y SS.
292 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 293

varios tipos, obreros, soldados de distinta clase: con trompa lanza- Tal tipo de conformaciones diferenciadas han permitido, incluso,
dora de líquidos, con mandíbulas cortantes, etc.), que tienen su pro- hablar del enjambre, del hormiguero y del termitero, casi como de
pio sistema de comunicación, que construyen edificaciones con com- una especie de estadio intermedio entre determinados tipos de orga-
plejas y sofisticadas formas arquitectónicas (produciendo una especie nismos elementales integrados y las propias formas de agrupación
de cementos ensalivados con mezclas de madera y excrementos), que social de los animales individualizados. En cualquier caso, lo cierto
regulan la temperatura de sus moradas, que cultivan algunas varie- es que se trata de formas de organización social bastante distintas a
dades de hongos, que «estabulan»una especie de pulgones que les aquellas otras que, también como mecanismo adaptativo, permitie-
sirven como fuente de alimentación, etc. ron el desarrollo humano.

Las sociedades de insectos son, sin embargo, sociedades básica- En este sentido no resulta extraño que el carácter sorprendente
mente estáticas en las que no se producen modificaciones y en las de algunas de estas sociedades, de las que el termitero constituye el
que no existen márgenes significativos de variación en el comporta- arquetipo más claro, haya dado lugar a reflexiones profundamente
miento de los individuos. En estas peculiares formas de organiza- pesimistas sobre determinadas formas de organización social. El ter-
ción, lo social es morfológico y la diferenciación de papeles sociales mitero, así, se ha presentado a veces como ejemplificación aberran-
viene acoplada a la misma diferenciación biológica de los individuos. te de a dónde puede conducir la rigidificación perfeccionante de las
El comportamiento social es automático, mecánico, rígido, sin cam- organizaciones sociales. Maeterlinck, por ejemplo, ha puesto un gran
bios años tras años. Las sociedades, en su conjunto, funcionan con énfasis en subrayar el peligro del modelo social del termitero, al que
una extraordinaria y sorprendente precisión, casi como si fueran una presentará como la forma de civilización «más antigua», «más curio-
especie de gran «organismo»viviente. sa», «más inteligente» y, en cierto sentido -dirá-, la más lógica,
mejor adaptada a las dificultades de la existencia», al tiempo que la
¿Se parecen en algo este tipo de sociedades a las sociedades huma- más «feroz, siniestra y a menudo repugnante». «Se diría que estas
nas? Como ha señalado Marcel Sire, «las sociedades de insectos y sociedades de insectos -observará Maeterlinck- que nos preceden
las humanas tienen como puntos comunes los siguientes: división en el tiempo, han querido ofrecernos una caricatura, una parodia
del trabajo, jerarquía, reparto de los individuos en clases o castas, anticipada de los paraísos terrestres, hacia los cuales se encaminan
construcciones colectivas, lenguaje, nuevo enjambre cuando la pobla- la mayor parte de los pueblos civilizados; y se diría, sobre todo, que
ción se hace superabundante en un lugar dado, y equilibrio cualita- la naturaleza no quiere la felicidadJ4.
tivo y cuantitativo de las poblaciones por autorregulación. Estas con- Sin embargo, la realidad es que este tipo de gregarismo, esta cla-
vergencias -añadirá Marcel Sire- nos obligan a admitir, hasta que se de instinto social de los insectos, no se presenta de la misma mane-
se demuestre lo contrario, que los insectos (sobre todo los hime- ra en las sociedades de animales vertebrados. Estos animales, espe-
nópteros) y los hombres, representan el término de dos vías según cialmente los monos desarrollados, están vivamente orientados a la
las cuales se ha efectuado la evolución a la vez orgánica y psíquica sociabilidad, pero sin embargo sus sociedades no están tan rígida-
del mundo animal ..., pero se trata, repetimos, de convergencias y no mente estructuradas y los individuos mantienen márgenes bastante
identidades, pues... las sociedades de insectos, se basan en lo auto- amplios de independencia y libertad. Así, mientras que los inverte-
mático y lo orgánico, mientras que las de los vertebrados están basa- brados aceptan pasivamente una situación de subordinación tiráni-
das en lo psíquico~33. ca al todo social, entre los primates la jerarquía social (que también

Marcel Sire: La vida social de los animales. Martlnez Roca, Barcelona, 1968, 34 Mauricio Maeterlinck: La vida social de los termes. Espasa Calpe, Madrid, 1967,
pAg. 185. pAgs. 13- 14 y 109.
294 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 295

suele ser bastante rígida) y las situaciones de dominación (que tam- aprendizaje y la misma práctica de la sociabilidad. El carácter vital
bién son bastante despóticas), no vienen determinadas por los ras- de la sociabilidad en este tipo de comunidades explica, pues,el vigor
gos morfológicos diferenciados heredados, sino que se producen e incluso el carácter altamente emocional de los vínculos sociales,
entre individuos iguales, en procesos de afirmación en los que influ- que tanto ha llamado la atención de algunos estudiosos.
yen tanto los rasgos propios del individuo (su fuerza, su agresividad,
etc.), como la experiencia social del grupo; experiencia en la que la Intentando reflejar la complejidad de estas sociedades, Melotti ha
dominación ha de afirmarse y mantenerse cotidianamente y en la señalado la necesidad de distinguir, al menos, entre .siete grados de
que las jerarquías pueden ser contestadas, y cambiadas, como de vida social, correspondientes a otras tantas formas de organización
hecho ocurre. social)) y «cuatro tipos fundamentales de sociedades de primates)).
Las siete formas, o grados de vida social, según Melotti, son: a) «el
La realización durante las últimas décadas de una gran cantidad grupo materno constituido por una hembra adulta y su prole inma-
de estudios sobre sociedades de primates (babuinos, chimpancés, duran; b) «el grupo biparental, constituido por dos individuos adul-
gibones, gorilas, macacos, etc.) ha permitido completar bastante tos de sexo distinto y por los hijos inmaduros de la hembra»; c) «el
nuestra concepción tradicional sobre la naturaleza de los agmpa- grupo promiscuo simple, constituido por la asociación estable, pero
mientos sociales entre estos animales. Lo primero que se ha podido poco organizada, de una pluralidad de individuos de ambos sexos y
comprobar con estos estudios es que las sociedades de los primates de todas las edades»; d) «el grupo múltiple monomasculino, consti-
-como antes apuntábamos- son más complejas y variadas de lo tuido por la asociación de un macho adulto con varias hembras adul-
que a primera vista pudiera parecer. tas y sus crías»; e) el grupo complejo coactivo, integrado por varios
Refiriéndose en concreto a los babuinos, Washburn y Devore han machos y varias hembras adultas con sus crías, así como por grupos
subrayado muy enfáticamente, tanto su fuerte e intensa motivación juveniles, que se caracteriza por su carácter estable, impuesto por
social como el carácter marcadamente adaptativo de la forma de vida las duras exigencias del medio; f) el grupo plurimasculino ordenado
grupal; «la tribu -dirán- comparte una considerable tradición por edad (varios machos adultos de diferentes edades, hembras adul-
social. Cada tribu tiene su propio territorio y una segura familiari- tas, jóvenes y pequeños) (con gran tolerancia recíproca y más hem-
dad con las fuentes de alimentación y de agua, caminos de huida, bras que machos), y g) el grupo complejo abierto, «constituido por la
refugios seguros y lugares para dormir. Como consecuencia de este convivencia libre de varios machos adultos, hembras, jóvenes y peque-
sistema de vida social, las actividades de todos los miembros de la ños, gracias al desarrollo de la tolerancia recíproca, consecuencia de
tribu se hallan coordinadas en todas las etapas de la vida. Contem- un aumento considerable del control de la corteza cerebral sobre los
plando el hecho en el contexto de la evolución -concluirán- pare- comportamientos instintivos»36.
ce claro que, a la larga, sólo han sobrevivido los babuinos socializa-
A su vez los cuatro tipos básicos de sociedades que Melotti conside-
dos»35.
ra imprescindible distinguir son los siguientes: 1) las sociedades de
La vida en este tipo de comunidades, incluso con sus reglas de los primates arborícolas del bosque (prosimios, simios arborícolas e
adaptación y selección, ha ido determinando la desaparición de los hilobatinos); se trata de sociedades poco organizadas, con una vida
animales menos gregarios, bien por exclusión, bien por los mayores arelativamente pacífica, pero a menudo individualista y conflictiva»,
riesgos de muerte de los individuos aislados y solitarios, al tiempo que se desarrolla en un «medio seguro., con muchos refugios en
que se han ido reforzando todos los factores que potenciaban el escondrijos, árboles, etc.; 2) sociedades de los primates terricolas de

35 S. L. Washburn e Y. Devore: «La vida soclal de l o bahuinosm,


~ en Selecciones Scien- 36 Umberto Melotti: El hombre, entre la naturaleza y la historia. Península, Barcelo-
tific American: Biologla y cultura, op. cit., pAg. 145, na, 198 1 , p8gs. 204-209.
296 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 297

la sabana (simios rojos y babuinos): se desarrollan en medios peli- El segundo rasgo que es posible identificar en estas comunida-
grosos que exigen una organización social rígida, o una gran capa- des es el de la autorregulación demográfica, que se plasma en el
cidad de dispersión; 3) sociedades de los primates terrícolas de las zonas mantenimiento de las dimensiones del grupo mediante las prác-
áridas (gelada, homadriada), que se localizan en medios pobres en ticas de la exclusión. Los elementos excedentes juveniles son situa-
recursos y carentes de refugios, lo que da lugar a una dispersión diur- dos en la periferia social y con frecuencia se ven segregados y obli-
na de grupos mono-masculinos en busca de alimento y a la «agru- gados al éxodo y a la fundación de nuevas colonias en otros
pación nocturna en manadas muy numerosas»;y finalmente, 4) socie- territorios.
dades de grandes antropoides (gorilas y chimpancés), que son las más
evolucionadas y las que presentan una «mayor variabilidad intraes- En tercer lugar, en estas sociedades existe una clara diferencia-
pecífican, en función de los diferentes habitáis en que se localizan y ción de lazos sociales y de estructuras de dependencia que reflejan la
los diferentes sistemas de a l i m e n t a ~ i ó n ~ ~ . misma complejidad de sus sistemas sociales. Así, por ejemplo, Jane
Beckman Lancaster, en un interesante libro-resumen sobre esta temá-
En su conjunto, las observaciones registradas en numerosos estu- tica39, se ha referido, en primer lugar, a las jerarquías generales de
dios sobre las sociedades de monos permiten establecer, aun sobre dominación, que aunque presentan cierta variedad, dan lugar en las
considerables variaciones, algunos rasgos comunes a casi todas ellas. sociedades más desarrolladas a un sistema despótico de jefatura, con
En primer lugar, se ha podido constatar la existencia de sentimien- sus oligarquías y cuasi-castas perfectamente identificadas...); en
tos de territorialidad. Cada sociedad se desarrolla en ámbitos geo- segundo lugar se encuentran los lazos entre madres e hijos (que cons-
gráficos concretos, que defienden contra los intrusos. Los territo- tituyen la principal estructura de nucleamiento familiar, aunque tam-
rios sirven como fuente de obtención de alimentos. A su vez el propio bién se han detectado afinidades y solidaridades entre «hermanos»
sentimiento de territorialidad influye en la estructura de domina- y comportamientos amparadores entre padres e hijos); en tercer lugar
ción interna del grupo, en la medida en que son también los machos están los lazos entre machos y hembras (aunque en la mayoría de los
dominantes los encargados de velar por la integridad territorial y casos no existen lazos estables, las formas de relación observadas
por la misma defensa del grupo. Igualmente los sentimientos de terri- son bastante variadas y van de los consorcios esporádicos a los per-
torialidad actúan como mecanismos autorreguladores en la dimen- manentes, pasando por los temporales, tanto en formas de relación
sionalización del grupo, que ha de acoplarse a las mismas (~posibi- de un macho con varias hembras, como de varios machos con varias
lidades alimentarias prácticas» que ofrece el territorio. Para algunos hembras en grupos diferenciados, habiéndose observado incluso rela-
analistas, no obstante, el concepto de «territorio» en sentido clási- ciones monogámicas)40.
co no existe en los primates superiores; «en cambio hallamos
-dirán- en los gorilas y los chimpancés lo que los antropólogos
anglosajones denominan «home rangen, que podríamos traducir por
39 Jane Beckman Lancaster: Primate bekavior and tke emergency of kuman culture.
((espacio económico» o «espacio trófico», concepción del espacio Holt, Rinehart y Winston, Nueva York, 1975.
que, por otra parte, querrá verse como bastante similar a la de las 40 Jane Beckrnan Lancaster: Primate bekavoir, op. cit., págs. 31 y SS. El sistema de
tribus o bandas de los pueblos cazadores-recolectores actualmente asociación de varios machos con varias hembras que se ha podido observar entre los
conocidos ~38. babuinos del centro y el sur de África ha llamado poderosamente la atención de muchos
analistas. Perinat, por ejemplo, ha puesto cierto énfasis en subrayar cómo «este sistema
"familiar" constituye un verdadero enigma social, ya que su estabilidad y cohesión supo-
ne una complicada dinámica de grupo» (Adolfo Perinat: los fundamentos biológicos
de la sociabilidadn,en J. E Marsal y B. Oltra (eds.):Nuestra sociedad. Vicens Vives, Barcelo-
3' Ibid., pig. 210. na, 1980. pág. 83.). Referencias sobre estos temas, especialmente sobre relaciones mo-
38 J. Sabater Pi: El chimpanck y los orígenes de la cultura. Anthropos, Barcelona, nogámicas en los primates, pueden verse tambiCn en R. H. Hinde: Bases bioldgicas de la
1978, p6g. 92. conducta social humana, op. cit., phgs. 307 y SS.
LA EXPLICACIÓN SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Junto a estos lazos entre machos y hembras, en las sociedades de A primera vista, estos dos tipos de sociedades presentan externa-
primates también se ha podido observar -en cuarto lugar- el mente unos perfiles generales bastante diferenciados. En las socie-
establecimiento de relaciones afectivas entre individuos del mismo sexo, dades de primates lo social tiene un carácter menos rígido y mecá-
en forma de nexos de solidaridad entre lo que algunos etólogos han nico y el margen de autonomía para las manifestaciones individuales
llamado «grupos de compadres» y otros han calificado como «cama- es bastante considerable. Incluso no han faltado los que quieren ver,
rillas~,lo que ciertamente supone una mayor diversificación de las en la misma manera en que se afirman los sistemas de jefatura, una
relaciones sociales. Finalmente a todo este tipo de lazos hay que aña- clara plasmación de este papel de lo individual: por ejemplo, en el
dir los existentes entre jóvenes, entre grupos «marginados»y expul- propio instinto de dominación que traduce la lucha por afirmar la
sados, entre hermanos, etc. Estos lazos pueden mantenerse durante jefatura, en las disputas que se producen para alcanzarla, en la dia-
bastante tiempo y dan lugar a significativos movimientos de solida- léctica resistencia-obediencia que se produce continuamente, etc. Es
ridad en situaciones de conflicto y tensión, lo que hace que los enfren- decir, en estas sociedades hay un tipo de tensiones de competencia
tamiento~y rivalidades entre «camarillas»y «grupos de compadres» y confrontación que no son posibles sino a partir de un cierto desa-
y grupos de afinidad constituyan otro aspecto más de la vida social rrollo de los sentimientos de individualidad.
en estas sociedades. Por otra parte, en las sociedades de primates, y aun a despecho
A todo esto debemos añadir también la existencia de una cierta de la complejidad de sus estructuras, hay un considerable grado de
diferenciación de papeles por sexo y edad (en relación sobre todo a dinamismo interno e incluso de aparente desorden, que contrasta
la protección del grupo, a la obtención de alimentos y a las tareas de con las características del termitero o del hormiguero. A veces, se ha
cuidado y «adiestramiento» de las crías) e, incluso, por función, en descrito el funcionamiento de estas sociedades como el resultado de
el desarrollo de ciertas actividades de cooperación instrumental de una combinación de rígidas obligaciones con un conjunto de movi-
caza. Con todo ello podemos tener una imagen bastante completa mientos demasiado desordenados. Como ha señalado Edgar Morin,
sobre la complejidad de los sistemas sociales existentes en las comu- «la complejidad aparece en esta combinación individuos/sociedad
nidades de primates, sistemas sobre los que disponemos de descrip- acompañada de desórdenes e incertidumbres y se conforma a partir
ciones bastante precisas y detalladas en un buen número de libros y de la permanente ambigüedad de su complementariedad, de su com-
monografías científicas. petitividad y en el límite de su antagonismo~41.
Finalmente, un último bloque de cuestiones relacionadas con las La manera en que esta peculiar conformación social puede influir
sociedades de primates a las que es preciso prestar atención, para tener en las propias posibilidades dinámicas de innovación y cambio revis-
una adecuada visión de conjunto sobre ellas, nos conduce directamente te una importancia indudable. Como el mismo Morin subrayará «el
a algunos aspectos cruciales del debate sobre el continuum de la natu- desorden (conductas aleatorias, competiciones, conflictos) es ambi-
raleza de lo social: estas cuestiones hacen referencia, en primer lugar, guo, pues de una parte es uno de los componentes del orden social
a la naturaleza de los sistemas de comunicación entre los primates, en (diversidad, variedad, flexibilidad, complejidad), mientrae que de
segundo lugar a la «fabricación»y utilización de utensilios, y en tercer otra sigue comportándose estrictamente como desorden, en decir,
lugar a las características de las «protoculturas»de los primates y a como amenaza de desintegración. Aun en esta última faceta es la
la manera en que se produce la «innovación cultural». amenaza permanente representada por el desorden la que otorga a
Ahora, sin embargo, y como paso previo indispensable antes de la sociedad su carácter complejo y vivo de reorganizaci6n perma-
pasar a estos temas, debemos retomar el punto inicial de nuestra
exposición para preguntarnos nuevamente sobre cuáles son los prin-
cipales rasgos diferenciadores entre las sociedades de primates y las 4 1 Edgar Morin: El purudigtnu perdido: el paraíso olvidado. Kairós, Barcelona, 1974,
sociedades de insectos a las que antes no, hemos referido. pág. 45.
298 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 299

Junto a estos lazos entre machos y hembras, en las sociedades de A primera vista, estos dos tipos de sociedades presentan externa-
primates también se ha podido observar -en cuarto lugar- el mente unos perfiles generales bastante diferenciados. En las socie-
establecimiento de relaciones afectivas entre individuos del mismo sexo, dades de primates lo social tiene un carácter menos rígido y mecá-
en forma de nexos de solidaridad entre lo que algunos etólogos han nico y el margen de autonomía para las manifestaciones individuales
llamado «grupos de compadres))y otros han calificado como «cama- es bastante considerable. Incluso no han faltado los que quieren ver,
rillas~,lo que ciertamente supone una mayor diversificación de las en la misma manera en que se afirman los sistemas de jefatura, una
relaciones sociales. Finalmente a todo este tipo de lazos hay que aña- clara plasmación de este papel de lo individual: por ejemplo, en el
dir los existentes entre jóvenes, entre grupos «marginados»y expul- propio instinto de dominación que traduce la lucha por afirmar la
sados, entre hermanos, etc. Estos lazos pueden mantenerse durante jefatura, en las disputas que se producen para alcanzarla, en la dia-
bastante tiempo y dan lugar a significativos movimientos de solida- léctica resistencia-obediencia que se produce continuamente, etc. Es
ridad en situaciones de conflicto y tensión, lo que hace que los enfren- decir, en estas sociedades hay un tipo de tensiones de competencia
tamiento~y rivalidades entre «camarillas»y «grupos de compadres» y confrontación que no son posibles sino a partir de un cierto desa-
y grupos de afinidad constituyan otro aspecto más de la vida social rrollo de los sentimientos de individualidad.
en estas sociedades.
Por otra parte, en las sociedades de primates, y aun a despecho
A todo esto debemos añadir también la existencia de una cierta de la complejidad de sus estructuras, hay un considerable grado de
diferenciación de papeles por sexo y edad (en relación sobre todo a dinamismo interno e incluso de aparente desorden, que contrasta
la protección del grupo, a la obtención de alimentos y a las tareas de con las características del termitero o del hormiguero. A veces, se ha
cuidado y «adiestramiento»de las crías) e, incluso, por función, en descrito el funcionamiento de estas sociedades como el resultado de
el desarrollo de ciertas actividades de cooperación instrumental de una combinación de rígidas obligaciones con un conjunto de movi-
caza. Con todo ello podemos tener una imagen bastante completa mientos demasiado desordenados. Como ha señalado Edgar Morin,
sobre la complejidad de los sistemas sociales existentes en las comu- ala complejidad aparece en esta combinación individuos/sociedad
nidades de primates, sistemas sobre los que disponemos de descrip- acompañada de desórdenes e incertidumbres y se conforma a partir
ciones bastante precisas y detalladas en un buen número de libros y de la permanente ambigüedad de su complementariedad, de su com-
monografías científicas. petitividad y en el límite de su antagonismo~~l.
Finalmente, un último bloque de cuestiones relacionadas con las La manera en que esta peculiar conformación social puede influir
sociedades de primates a las que es preciso prestar atención, para tener en las propias posibilidades dinámicas de innovación y cambio revis-
una adecuada visión de conjunto sobre ellas, nos conduce directamente te una importancia indudable. Como el mismo Morin subrayará «el
a algunos aspectos cruciales del debate sobre el continuum de la natu- desorden (conductas aleatorias, competiciones, conflictos) es ambi-
raleza de lo social: estas cuestiones hacen referencia, en primer lugar, guo, pues de una parte es uno de los componentes del orden social
a la naturaleza de los sistemas de comunicación entre los primates, en (diversidad, variedad, flexibilidad, complejidad), mientras que de
segundo lugar a la «fabricación» y utilización de utensilios, y en tercer otra sigue comportándose estrictamente como desorden, es decir,
lugar a las características de las «protoculturas»de los primates y a como amenaza de desintegración. Aun en esta última faceta es la
la manera en que se produce la «innovación cultural». amenaza permanente representada por el desorden la que otorga a
Ahora, sin embargo, y como paso previo indispensable antes de la sociedad su carácter complejo y vivo de reorganización perma-
pasar a estos temas, debemos retomar el punto inicial de nuestra
exposición para preguntarnos nuevamente sobre cuáles son los prin-
cipales rasgos diferenciadores entre las sociedades de primates y las 4 ' Edgür Morin: El parudigma perdido: el puraiso olvidado. Kairós, Barcelona, 1974,
sociedades de insectos a las que antes nos hemos referido. pig. 45.
300 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 301

nente, el desorden -dirá- se ve constantemente absorbido por la difundió más ampliamente, la tribu de macacos extendió su territo-
organización, recuperado y metamorfoseado en su contrario (jerar- rio por las zonas costeras, empezando también a ampliar su dieta
quía), o bien expulsado al exterior (desviados), o mantenido, en la con pequeños crustáceos, mariscos, e t ~ . ~ ~
periferia (bandas marginales de jóvenes). Absorbido, expulsado, recu-
Es decir, las propias características y formas de comportamiento
perado y metamorfoseado, el desorden renace sin cesar y lo mismo
de las sociedades de primates, hacen posible el «descubrimiento»de
hace por su parte el orden social. Aquí es donde aparece la lógica, el
nuevas pautas de conducta socialmente útiles, que pueden pasar a
secreto, el misterio de la complejidad y el sentido profundo del tér-
formar parte del acervo de sus ~proto-culturas»y ser transmitidas,
mino auto-organización: una sociedad se autoproduce sin cesar por-
por tanto, de generación en generación. El equilibrio de elementos
que constantemente se está auto-destruyendo~42.
de orden-desorden-libertad hace posible, por consiguiente, que en
Uno de los principales efectos de esta combinación de elementos ciertas sociedades se produzcan innovaciones que dan lugar a una
de organización y conformación social, por un lado, y de desorden y cierta evolución socio-cultural, con unas posibilidades de acumula-
de cierta autonomía y libertad individual, por otro, es que ofrece la ción cuyos límites son difíciles de evaluar, más allá de la considera-
posibilidad de cambio y de innovación social. La concurrencia de ele- ción de determinados niveles de dotación natural (posibilidades del
mentos de conflicto y tensión y las posibilidades de experimentación cerebro y de la mano de los primates) y más allá de determinadas
individual se pueden trocar no pocas veces, de acuerdo al propio capacidades de aprendizaje, no sólo en cuanto a las mismas capaci-
componente de «curiosidad»de los individuos, en experiencias socia- dades naturales, sino también en cuanto al desarrollo de los siste-
les nuevas, que serán transmitidas al conjunto de la comunidad, si mas de socialización y memorización colectiva.
se demuestra prácticamente que pueden ser de utilidad.
Un ejemplo de la manera en que se produce esta dialéctica de
cambios e innovaciones es el «acontecimiento»tantas veces narra-
do por etólogos y sociólogos, por medio del cual los macacos de la
Como ya hemos señalado antes, la mayor parte de los sociólogos
isla de Koshima -cuyo comportamiento estaba siendo estudiado-
han venido insistiendo durante bastantes años en la especificidad de
«inventaron»una nueva pauta de alimentación, a través del ~descu-
la sociedad humana y en la existencia de claras y radicales diferen-
brimiento casual» por parte de un individuo, que luego fue ~trans-
cias cualitativas entre las formas sociales humanas y las que pueden
mitido» y asumido socialmente por la colectividad. En efecto, el estu-
identificarse en el mundo animal. En muchos casos, incluso, la pro-
dio sistemático y prolongado de este grupo de macacos permitió
pia sociabilidad humana se ha definido a partir de las diferencias
hacer un seguimiento muy preciso del impacto que tuvo el descu-
con el componente social de los animales: Wossner, por ejemplo, defi-
brimiento casual de una joven y curiosa hembra macaco -1mo- de
ne el campo de lo social humano a partir de la consideración de seis
las ventajas de lavar la tierra de los tubérculos con que se alimenta-
puntos que, en su opinión, constituyen los verdaderos elementos dife-
ban en el agua del mar, en vez de limpiarlos más lentamente con las
manos. La rapidez de la operación y el efecto salazonador adicional
dio lugar a que esta joven hembra repitiera habitualmente esta ope-
ración. La primera imitación de esta costumbre vino de su madre y 43 S. Kawamura: «The process of sub-culture propagation among Japanese maca-
quesn, Journal o f Primatology, 2 ( l ) , 1954, págs. 43-60, y M. Kawai: «Newly acquired pre-
del agrupo juvenil de juego)),luego de sus hermanos, de las madres cultural behavior of the natural troop of Japanese monkeys on Koshima isletx, Primates,
de sus acompañeros de juego juveniles)),etc. Cuando esta pauta se 6 (l), 1965, págs. 1-30. Investigaciones ulteriores sobre la misma comunidad de prima-
tes refieren otras «innovaciones» proto-culturales, algunas de ellas también debidas a la
misma hembra, como separar los granos -que también comían- de la tierra median-
te el sistema de cogerlos en pufiados y arrojarlos al agua, recogiendo entonces cómoda-
mente 10s granos quc quedaban flotando en el agua.
302 LA EXPLICACI~N
SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 303

renciadores. Así, hace referencia a la superior capacidad de apren- barrera diferenciadora verdaderamente cualitativa. En este sentido,
dizaje del hombre; al lenguaje como algo propio de la especie huma- la vieja afirmación de Max Scheler cuando señaló que «entre un chim-
na; al carácter no instintivo de los sentimientos humanos; a la posi- pancé listo y Edison (tomado éste sólo como técnico) no existe más
bilidad de innovación y desviación de las pautas sociales establecidas, que una diferencia de grado, aunque ésta sea muy granden46, ha per-
merced a la libertad; a las limitaciones del potencial psicofísico de dido casi toda su carga provocativa, de la misma manera que el gran
propulsión y carga; y al encuadramiento de la realidad humana en impacto que en su día causaron los experimentos de Kohler4', hace
la «herencia cultural»44. que éstos aparezcan actualmente bastante superados y relativizados.
Estas observaciones, y otras similares, es posible encontrarlas en Sin embargo, a un nivel general, aún son muchos los interrogantes
buena parte de los manuales de Sociología editados hasta hace unos que se pueden plantear legítimamente, por ejemplo, sobre el verda-
pocos años. Pero ¿qué vigencia y utilidad tienen todos estos plantea- dero carácter del significado radical de la libertad humana, sobre el
mientos en nuestros días? componente ético de la conducta, sobre la naturaleza de los senti-
Thorpe, en un interesante estudio sobre «la naturaleza animal» y mientos «religiosos»en el hombre, sobre las capacidades y cualida-
la «naturaleza humana», ha intentado profundizar en la propia sig- des artísticas, y desde luego, en relación con la manera que es posi-
nificación de la aparente «sima» diferenciadora que las interpreta- ble llenar las lagunas que aún existen para un conocimiento exacto
ciones tradicionales han venido estableciendo entre estos dos ámbi- y detallado de todas las etapas del proceso de hominización. Lagu-
tos de la realidad viviente. «Hace cuarenta años o más -dirá-, los nas que ciertamente existen, pero que sólo pueden ser adecuadamente
psicólogos y los moralistas acostumbraban a enumerar puntos en los valoradas si tenemos en cuenta que este proceso, como se ha seña-
que los animales difieren claramente del hombre. Se decía -apun- lado con razón, y como ya hemos apuntado anteriormente, puede
tará- que: 1) los animales no pueden aprender; 2) los animales no ser estimado como un camino de -darios millones de años48.
pueden planear por adelantado; 3) los animales no pueden concep- Resulta evidente que en este epígrafe no podemos entrar en la
tualizar; 4) los animales no pueden utilizar y mucho menos fabricar consideración de todas las complejas cuestiones relacionadas con esta
herramientas; 5) se decía que no poseían lenguaje; 6) que no podían problemática, ya que implican más elementos de atención que los
contar; 7) que carecían de sentido artístico, y 8) que carecían de todo que estamos en condiciones de poder desarrollar en un libro como
sentido ético~45.El mismo Thorpe se encarga en su libro de pro- éste. Por ello es importante precisar que aquí sólo nos interesa esta
porcionar los argumentos y los datos pertinentes que demuestran la cuestión en la medida en que la aceptación o el rechazo de una con-
inexactitud de muchas de estas concepciones, al tiempo que deja plan- cepción sobre la «unidad de la vida» puede influir muy importante-
teados serios interrogantes sobre otras. mente nuestra propia visión sobre lo social.
Obviamente, aquí no es posible entrar con detalle en el tema, des-
de luego, no sociológico de las «diferencias profundas» entre los hom-
bres y los animales más próximos. Tema sobre el que algunos estu- 46 Max Scheler: E2 puesto del hombre en el cosmos. Losada, Buenos Aires, 1960, pág.
dios científicos y descubrimientos arqueológicos recientes han venido 62.
a introducir algunas matizaciones e interrogantes que cuestionan en 47 Las experiencias de Kohler con chimpancés se orientaron a comprobar cómo éstos
superaban los obstáculos que se les ponían frente a algún objeto que querían conseguir
cierta medida la vieja concepción de la «inteligencia» como una (por ejemplo, una fruta, un plátano): Los chimpancés para lograr sus objetivos utiliza-
ron cajones, palos, cuerdas e incluso ensamblaron varios palos cuando con uno de ellos
no lograban alcanzar las frutas.
48 Pierre Biberson: «Un camino de cinco millones de aAos», en El origen de2 hom-
44 Jakobus Wossner: Sociologfa. Herder, Barcelona, 1976, págs. 47-48. bre. Salvat, Barcelona, 1973, págs. 7 y SS. Esta cifra generalmente se sitúa entre los 4 y
4WW. H. Thorpe: Naturaleza animal y narurakzu huntuna. Alianza, Madrid, 1980, los 7 millones de afios, aunque últimamente se ha llegado incluso a utilizar la cifra de
phgs. 269-270. 14 millones de aAos para situar el origen de lor homfnldor,
304 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 305

En el contexto de las influencias cruzadas a las que nos estamos Para algunos analistas la continuidad de este proceso socio-cul-
refiriendo, lo que debemos preguntarnos es ¿hasta dónde se puede tural es una posibilidad que descansa en ciertos paralelismos impor-
llevar la analogía etológica entre las sociedades humanas y las socie- tantes, que pueden ser considerados como verdaderos prerrequisitos
dades más desarrolladas de los primates? Generalmente, la tenden- para el desarrollo de una cultura verdaderamente humana. Así, por
cia de sociólogos y antropólogoS ha sido, como ya hemos señalado, ejemplo, Barton M. Schwartz y Robert H. Ewald situarán estos «para-
la de establecer una clara barrera cualitativa diferenciadora en tor- lelismos))en torno a los siguientes polos: « 1) la habilidad de los pri-
no al mismo concepto de cultura. La capacidad de tener, hacer y mates para manipular objetos y herramientas proporciona las bases
transmitir la cultura viene a ser considerada, así, como el verdade- para la emergencia del uso humano de herramientas; 2) la capaci-
ro rasgo diferenciador entre las sociedades animales y las socieda- dad de los primates para comunicarse mediante el empleo de siste-
des humanas. De esta manera el propio concepto de cultura tendría mas de llamada ha sido probablemente -dirán- la precondición
la virtualidad de situarnos ante nuestra misma especificidad, y por para el desarrollo del lenguaje, y 3) la capacidad de los primates para
ende, la de permitirnos delimitar claramente el campo de atención implicarse en acciones concretas proporciona las bases biológicas
de antropólogos y sociólogos. para la aparición de la cooperación~50.
El área de interrogantes se desplaza, entonces, al campo de la Sin embargo, lo que en el análisis de estas cuestiones casi siempre
indagación sobre el tiempo y la manera en que surgen las culturas se mantendrá en penumbra será la manera en que se produce -o se
humanas, y en torno a los polos en que se nuclea su desarrollo. Un ha podido producir- la dinámica del desarrollo de estas potenciali-
triple orden de cuestiones a considerar aparecen entonces asociadas: dades. De esta manera, el proceso de evolución acaba, generalmente,
en primer lugar, las hipótesis sobre la influencia cooperativa de la presentándose con una profunda quebradura, que marca una especie
caza; en segundo lugar, los orígenes de la producción social de úti- de «frontera en el vacío),,a partir de la cual se sitúa, un tanto súbita-
les, armas y herramientas, y en tercer lugar, el papel específico del mente, la aparición de la realidad socio-cultural de lo humano.
lenguaje humano: Como es sabido, un buen número de antropólogos suelen coin-
Así planteadas las cosas, lo que permanece vigente es la interroga- cidir en situar el elemento decisivo de la aparición del horno sapiens
ción más general sobre las posibles líneas de continuidad en la evolu- en asociación con la aparición y desarrollo del lenguaje verbal. Por
ción entre las sociedades animales y las sociedades humanas. En este otra parte, numerosos lingüistas han venido insistiendo en las dife-
sentido, John Tyler Bonner, entre otros, ha manifestado su convic- rencias del lenguaje humano con cualquier forma de comunicación
ción en que es posible «seguir»el rastro de la capacidad cultural animal51, al tiempo que se subraya que «mientras la comunicación
humana «hasta los primeros pasos de la evolución biológica. No tar- de los animales se funda en signos que son ante todo señales acerca
dará en resultar evidente -dirá- que no soy un catastrofista y que de sus estados individuales, sus necesidades o sus relaciones con otros
no creo que la cultura como el diluvio universal apareciera de repen- individuos de su misma especie, la comunicación humana se basa
te como caída del cielo, en un momento determinado de la historia primordialmente en signos que hacen referencia a cosas... Los siste-
remota del hombre ..., sino que creo que todos los cambios evoluti- mas de comunicación animal -se nos dirá- carecen de especifici-
vos fueron relativamente graduales y que podemos encontrar la dad referencial. Los animales pueden expresar emociones, pero no
simiente de la cultura humana en los primeros pasos de la evolución
biológica»49.
50 Barton M. Schwartz y Robert H. Ewald: Culture and Society. Ronald Press, Nue-
va York, 1968, pág. 132.
5 1 Vid., por ejemplo, J. C. Marihall: rblologla de la comunicación en el ser humano
49 John 51er Bonner: La evolucibn de la cuiturú en los animales. Alianza, Madrid, y en los animalesu, en John Lyoni (d.): Nwvos horizontes de la lingüfstica. Alianza, Ma-
1982, pAgs. 12 y 13. drid, 1975, pAgs. 241-253.
306 LA EXPLICACIÓNSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 307

pueden hacer referencia directa o específica a ningún objeto. La de este tema han observado la utilización de vocalizaciones por
información que transmiten se infiere de manera indirecta, sobre la monos en su propio hábitat natural, llegando en algunos casos
base de asociaciones habituales de determinadas señales con situa- incluso a identificar 36 sonidos perfectamente diferenciados, tan-
ciones concretas~5~. to por el oído humano, como por el espectrógrafo (aunque de
Por su parte algunos psicólogos sociales vendrán a añadir su pro- manera diferente)54.
pio matiz a la interpretación del lenguaje verbal, como forma En lo que, sin embargo, casi todos los analistas coinciden es en
específicamente humana de comunicación, situándolo en el contex- que mientras que los monos tienen un sistema de comunicación bas-
to más general de las necesidades derivadas de procesos tan largos tante complejo y sofisticado para expresar su propio estado emo-
de socialización y cuidado de los hijos como son necesarios entre los cional, en cambio apenas tienen capacidad de comunicación en todo
hombres, como consecuencia de lo más dilatado del proceso de depen- lo que se refiere a su entorno físico.
dencia e inmadurez psico-motora de los niños.
La importancia con que se ha destacado este tema en algunos
No se nos puede ocultar que una diferenciación tan enfáticamen- debates ha dado lugar a que sean varios los investigadores que han
te subrayada deja flotando en el aire importantes interrogantes sobre intentado la experiencia de enseñar a hablar a chimpancés y gorilas.
la manera en que se ha llegado a tal tipo de diferenciación. Lo que, Los esposos Gardner, por ejemplo, después de las experiencias de
obviamente, no resta validez alguna al hecho de que tal diferenciación Keith y Hayes, enseñaron a un chimpancé los rudimentos de un len-
exista o no exista. Sin embargo, los estudios de los etólogos nos están guaje basado en gestos, similar al que utilizan los sordomudos, del
proporcionando nuevos tipos de informaciones sobre la complejidad que llegó a dominar 550 símbolos (entre ellos, dulce, sucio, abrir,
y la riqueza de los sistemas de comunicación en el mundo animal, jugar, etc.), que empalmaba haciendo frases mediante la utilización
que, aun sin cuestionar la existencia de las diferencias apuntadas, nos de una sintaxis elemental. Igualmente Premack enseñó a hablar a
obligan a abrir nuevos interrogantes sobre la verdadera profundidad otro chimpancé utilizando un lenguaje hecho a base de símbolos escri-
de las líneas de ruptura que suelen establecerse entre los sistemas de tos en fichas, al tiempo que la psicóloga de la Universidad de Stand-
comunicación de los distintos seres vivos en su conjunto. ford Francine Patterson enseñó un lenguaje de 300 símbolos basa-
La observación sistemática de las comunidades de monos, por dos en el lenguaje de los sordomudos a un gorila que llegó a construir
ejemplo, demuestra que algunos de estos primates son sumamen- frases de una cierta complejidad55.
te expresivos y comunicativos: gestos, llamadas, actitudes, cari- Un aspecto destacado de las experiencias recientes en este tema
cias, olfateos y algunas sonorizaciones, constituyen todo un com- es la constatación de la capacidad de estos animales incluso para
pleto arsenal comunicativo, en el que «ponen todos sus sentidos)). inventar nuevos términos, a partir de la combinación de los ya ense-
Como ha señalado Jane Beckman Lancaster, «una de las generali- ñados, por ejemplo, calificando a un pato -que no se había visto
zaciones más significativas que se puede obtener del campo de estu-
dios sobre los primates es que el sistema de comunicación entre
los monos es extraordinariamente complejo en comparación con
54 Ibíd., pág. 60.
el de muchos pájaros y mamíferos primitivos.53. Algunos estudiosos 55 R. y B. Gardner, P. Lieberman, D. Premack y otros: Sobre el lenguaje de los antro-
, cit. Sobre este tema, vid. también Edgar Morin: El paradigma perdido, op. cit.,
p o i d e ~op.
págs. 53 y SS. Descripciones sobre estos y otros procesos de enseñanza a chimpancés se
encuentran también en el libro de Jane Beckman Lancaster: Primate behavoir, op. cit.,
s2 John Gumperz y Adrian Bennet: Lenguaje y cultura. Anagrama, Barcelona, 1981, págs. 70 y SS.; en el de W. Thorpc: Natirraktzci utiit?iul .Y nutirraleza humana, op. cit., pág.
pAgs. 13-14. 280; en el de Edgar Morin y Massimo Piutclli-Priimiiiini (eds.): El primate y el hombre.
" Jane Beckman Lancaster: Primate behavior and the emergency of human culture, Argos Vergara, Barcelona, 1983, y J. Subuter PI: ti/ ~ ~ h i t t r p u tyi clos
~ origrnes de la cultu-
np. cit., pAg. 5 8 . ra. Anthropos, Barcelona, 1978, etc.
308 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 309

nunca anteriormente-como «gallinade agua))y a un frigorífico como machacadas; recoger agua; limpiar el suelo, el alimento, etc.; ahu-
«meter-sacar-comida y bebida», etc. yentar insectos; asustar congéneres o bien al hombre; arrojar obje-
tos como proyectiles en actividades agónicas, en actividades lúdi-
Si a todas estas experiencias unimos todas aquellas otras reali-
cas, etc. »57.
zadas con chimpancés, desde Kohler hasta nuestros días, para pro-
bar su capacidad de dar respuestas innovadoras ante ciertas dificul- A la luz de todos estos datos, si las comparaciones entre los
tades y para emplear útiles - e incluso «fabricarlos»-con el fin de tipos de sociedades animales y las humanas las situamos, por un
lograr algunos objetivos, nos acabaremos formando una idea más lado, entre aquellas más desarrolladas entre los simios actuales y,
exacta y matizada sobre las diferencias y similitudes entre los hom- por otro, entre las más primitivas de los humanos contemporáne-
bres actuales y algunos de los monos más inteligentes que han logra- os (algunos con esquemas lingüísticos muy elementales y con un
do sobrevivir hasta nuestros días. reducido equipamiento de útiles), entonces resultará más claro que
las lagunas en el proceso de evolución socio-cultural, que tan enfá-
En concreto Jorge Sabater Pi se ha referido a un ((conjuntode
ticamente subrayaron algunos, quedan situadas en unos términos
capacidades conductuales básicas del chimpancé, también com-
que distan bastante de poder ser presentados como verdaderas
partidas por el hombre»,que configuran -dirá- «unesquema con-
«simas insalvables».
diictual cuyos elementos integrantes podrían ser los siguientes:
1 ) Capacidad para el conocimiento del esquema corporal-noción Si tenemos en cuenta que el proceso de hominización se ha
de la muerte. 2) Capacidad comunicativa a nivel emocional, pre- prolongado durante millones de años, y que cientos de especies de
posicional y simbólico. 3) Capacidad para el uso y fabricación de primates y de homínidos de diversa caracterización social han desa-
simples herramientas. 4) Capacidad para la actividad cooperativa parecido por completo en este complejo y difícil proceso de evo-
-caza y distribución de alimentos entre adultos-. 5) Capacidad lución, estaremos en condiciones de llegar a la conclusión de que
para mantener relaciones familiares estables y duraderas a nivel más que pensar en términos de un dudoso proceso de evolución
de madres-hijos-nietos. 6) Capacidad para mantener relaciones plagado de quebraduras y lagunas, nos encontramos ante una cier-
sexuales no promiscuas -evitación del incesto primario-. 7) Capa- ta línea de puntos, en la que la falta de algunas piezas y los vací-
cidad estética~56. os de información aún existentes, no nos impiden prefigurar las
líneas maestras de todo el proceso en lo que a su orientación gene-
De manera más particular, el estudio de campo de las diferen-
ral se refiere.
tes áreas proto-culturales de los chimpancés en África -«de los
bastones», «delas piedras» y «delas hojas»- ha permitido a Saba- Parece, pues, evidente que existe una inter-imbricación impor-
ter trazar un inventario bastante amplio de la utilización de herra- tante entre los procesos de evolución fisiológica y de evolución socio-
mientas por los chimpancés: «para machacar alimentos o mate- cultural. Si la teoría de la evolución de las especies se puede consi-
riales sólidos; romper huesos, caracoles, etc.: examinar alimentos derar correcta en su dimensión puramente biológica, cualquier
i i objetos desconocidos que sería peligroso tocar directamente con intento de establecer a priori rígidas barreras a las posibilidades de
la mano; apalancar objetos para moverlos o abrirlos; abrir termi- un continuum de evoluciones entre el comportamiento social de los
teros; hurgar al objeto de expulsar insectos, gusanos, etc.; cavar animales y el del hombre, puede llegar a ser una forma de recrear
hoyos, canales, agujeros; remover la tierra para comerla; absorber convicciones no científicas, ni fundadas, en la explicación de la con-
agua o líquidos orgánicos por empapamiento con hojas secas formación de lo social-humano o, cuanto menos, aceptar por prin-

5b J . Sabater Pi: El c.liit?ipuricr' y io.v orlyrnrx <Ir /u r~rtltrtm,op. cit., pdg. 107.
310 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA SOCIEDADES HUMANAS Y SOCIEDADES ANIMALES 31 1

Apio la perspectiva de dejar sin explicar la forma en que ha surgido EJERCICIOS Y TÓPICOS PARA LA REFLEXIÓN
jsta realidad.
En definitiva, podemos acabar concluyendo, con Moscovici, que
1) ¿Por qué no ha existido hasta época reciente una atención
suficiente sobre el estudio comparativo entre las sociedades
de la misma manera que ya estamos «acostumbrados a la idea de
humanas y las sociedades animales?
que nuestra fisiología, nuestra anatomía, desciende de la de los pri-
mates, debemos aun hacernos a la idea de que sucede lo mismo con 2) ¿Qué tipo de estudios han puesto de actualidad el interés por
nuestro cuerpo las sociedades animales?
3) ¿Qué explicación dio Freud a los intentos de buscar rígidas
barreras entre la naturaleza del hombre y los restantes seres
vivos? ¿Tiene vigencia esta interpretación? ¿En qué sentido?
4) (Qué es la Etología? ¿Y la Sociobiología?
5) ¿En qué consiste la hipótesis sobre el «mono asesino«? For-
mular una crítica a esta hipótesis.
6) ¿Cuáles son las tres formas clásicas de agrupamiento en el
mundo animal definidas por algunos analistas? ¿Puede ser
considerada suficiente esta clasificación?
7) ¿Cuáles son las principales similitudes y diferencias entre las
sociedades de insectos y las sociedades y grupos de primates
desarrollados? Hacer un esquema.
8) ¿Qué puntos comunes y qué diferencias tienen las socieda-
des de insectos y las sociedades humanas?
9) ¿Por qué el termitero es considerado como una ejemplifica-
ción absurda de la rigidificación social?
10) ¿Cuáles son las características comunes de las sociedades de
primates?
11) ¿Cuáles son los principales «lazos sociales)) que se pueden
identificar en las sociedades de primates?
12) Explicar la forma en que se producen las innovaciones de
costumbres y pautas de comportamiento en las sociedades
de primates. ¿Qué características y qué formas de organiza-
ción y de conducta hacen posibles estas innovaciones? Poner
algunos ejemplos.
13) Valorar varios ejemplos de formas de comunicación entre
..... -
animales y de experiencias cienttficas para enseñar sistemas
58 Scrgc Moscovici: Socsiedad contra Natura, Slylo X X I , Mhxico, 1975, p6g. 182. de comunicación.
14) {Qué siete grados de organización social observa Melotti en
cuatro tipos fundamentales de sociedades de primates?
15) ¿Cuálesson las principales capacidades conducíales del chim-
pancé señaladas por Sabater?
16) ¿En qué se diferencian las proto-culturas de las sociedades
animales de las culturas de las sociedades humanas?
17) Hacer una lista de posibles argumentos a favor y en contra
de la teoría del «continuo social».

LA SOCIOLOGÍA
Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
Una vez que hemos cubierto en nuestra exposición los primeros
pasos para dar una explicación adecuada sobre qué es la Sociología,
indagando en la realidad de lo social, en la cultura, en los primeros
avances de esta disciplina, en los perfiles de la estructura social y en
las diferencias entre los distintos tipos de sociedades, nos corres-
ponde ahora profundizar en la forma en que influyó en el nacimiento
de la Sociología el contexto específico en que surgió y se desarrolló,
es decir, la sociedad industrial.
Para ello es necesario detenerse, tanto en el análisis de las transfor-
maciones sociales ocurridas al hilo de la revolución industrial, como
analizar los cambios políticos e ideológicos que hicieron posible no
sólo la misma revolución industrial, sino también la emergencia de
las actitudes, valores y mentalidades que caracterizaron todo este
período histórico y a las que nos hemos referido en el capítulo tres.
Como vamos a ver en este capítulo, el proceso de nacimiento y evo-
lución de la Sociología se encuentra directamente conectado en
muchos aspectos a la emergencia y a la dinámica de la propia socie-
dad industrial. Por ello las nociones de la Sociología y la Sociedad
industrial forman parte de unas realidades inseparables.

1. EL TRÁNSITO DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL


A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
Los dos grandes acontecimientos que marcan nuestra época
histórica son la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. Y
en estos dos magnos acontecimientos, precisamente, se encuentran
también las claves del proceso que permite comprender la génesis
de la Sociología.
316 LA EXPLICACIÓN
SOCIOLÓGICA:
UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA
Y LA SOCIEDAD INDUSTFUAL 317

Tanto la Revolución Francesa como la Revolución Industrial for- incluso, a que algunos analistas manifiesten ciertos reparos ante la
man parte de un mismo haz de transformaciones interrelacionadas, misma expresión de revolución industrial, no sólo por lo que puede
que coincidiendo en un período histórico determinado, dieron lugar haber de inapropiado en calificar como «revolución» a un proceso
a uno de los procesos de cambio social más impresionantes que que no fue en absoluto repentino, sino claramente progresivo y pau-
hemos podido conocer. Sin embargo, este proceso de cambio no pue- latino. Al igual que también se considerará poco exacta la denomi-
de ser visto solamente como un fenómeno político, ni como un fenó- nación de industrial, para referirse a cambios que, como Ashton
meno meramente económico. La Revolución Francesa fue la expre- subrayará, fueron «también sociales e intelectuales»3,«La revolución
sión política de las necesidades surgidas del derrumbe del viejo orden industrial -dirá Ashton- debe concebirse como un movimiento
social ante la presión de los imperativos de una nueva época histó- social... Siempre va acompañada por el crecimiento de la población,
rica. De la misma manera, los procesos de crecimiento económico por la aplicación de la ciencia a la industria y por un empleo del
que conocemos como revolución industrial fueron el resultado de un capital más intenso y más extenso a la vez y también coexiste con la
conjunto muy amplio de cambios. conversión de comunidades rurales en urbanas y con el nacimiento
de nuevas clases sociales... n4.
La revolución industrial fue un fenómeno social muy complejo,
en el que influyeron muchos factores y, «cada uno de estos factores En una perspectiva amplia, en la que podamos considerar los
-como se ha subrayado-tiene su propia cronología y significación; procesos de transformación a que nos estamos refiriendo como pro-
su importancia varía de acuerdo con su cronología... Los factores cesos bastante dilatados en el tiempo, y como abarcadores de muy
decisivos fueron... tanto sociales y culturales, como económicos y variados elementos de cambio, lo que debemos preguntarnos, de cara
tecnológicos. Esta amalgama de cambios supuso una revolución en al hilo general de nuestra exposición, es: jcómo y por qué se produ-
las últimas décadas del XVIII y primeras del XIX a consecuencia de jo la transición de la sociedad estamental a la sociedad industrial?,
que muchas líneas separadas de desarrollo convergieron al mismo y jcómo podemos evaluar, en cuanto a sus magnitudes básicas y en
tiempo en un punto determinadonl. En este sentido es en el que pue- cuanto a su impacto en los hombres, el cambio de modelos sociales
de hablarse de la «revolución industrial» como un «fenómeno social que se operó en ese proceso de transformación?
global», que supuso «una ruptura total con toda la historia humana
En lo que al primer punto se refiere, parece evidente -como se
anterior»*.
ha señalado con insistencia- que el proceso de transición desde la
Más adelante nos ocuparemos de analizar con algún detalle cuá- sociedad estamental a la sociedad industrial moderna no se puede
les fueron las consecuencias sociales de la revolución industrial y entender si no es a partir de ciertos requisitos previos de índole
cómo contribuyeron al desarrollo de la Sociología; ahora, sin embar- económica, tecnológica y social, así como, a partir del ((allana-
go, lo que nos interesa subrayar, de acuerdo con la lógica general de m i e n t o ~de determinados obstáculos ideológicos y culturales que
nuestra exposición, es la amplitud con que debemos entender el con- limitaban las posibilidades de cambio ep la sociedad tradicional,
cepto de revolución industrial. sin olvidarnos tampoco de determinadad «rupturas» instituciona-
La gran cantidad de elementos que aparecen implicados en el les y políticas.
proceso que conocemos como revolución industrial ha dado lugar,

3 T. S. Ashton: La Revo2ucidn Industrial. EC.E., MCxlco, 1965, pág. 147. Aunque la


popularización de esta expresión a veces se ha atríbuldo iToynbee, este concepto ya fue
N . W. Flinn: Orígenes de la revolución industrial. Instituto de Estudios Políticos, utilizado por Saint-Simon, Comte, los economlitii cllilcor, Marx y Engels, etc. Sobre
Madrid, 1970, pag. 180. el concepto de revolución industrial puede verse: 0 , M ~ r lkvolucinn
: industrial. Histo-
2 David Brown y Michael J. Hirrlion: A sociology of'industrialisation. MacMillan, ria y significado de un concepto. Comunicacl6n, A l h Conmbn, Madrid, 1970.
Londres, 1978, pág. 14. 4 Ibíd., pág. 147.
LA SOCIOLOGÍA
Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 319

Desde un punto de vista más concreto e inmediato, entre las diver- to de la destreza de cada obrero» en la medida en que se especiali-
sas condiciones previas que hicieron posible la revolución industrial zaban en la realización de tareas más concretas; b) permitía un «aho-
hay que citar, en primer lugar, el considerable incremento de la pro- rro de tiempo» debido a que se anulaban los tiempos muertos de
ductividad agrícola. Así, la superación de una agricultura de subsis- pasar de una tarea a otra, y c) hacía posible la utilización de «un
tencia permitió la producción de excedentes agrícolas importantes, gran número de máquinas que facilitan y abrevian -decía- el tra-
con los que se podían cubrir las necesidades alimentarias de todos bajo capacitando a un hombre para realizar la tarea de muchos». En
aquellos ciudadanos residentes en un creciente número de núcleos suma, la división del trabajo permitía un ({considerableaumento de
urbanos cada vez más densamente poblados. A estos núcleos urba- la cantidad de mercancías que es capaz de realizar el mismo núme-
nos se fueron trasladando un número cada vez mayor de personas ro de personasn5.
procedentes del campo, y que constituyeron la base de reclutamien-
La afirmación progresiva de la fábrica sobre el viejo taller gre-
to para la población activa de la industria y los servicios.
mial fue, a su vez, considerablemente potenciada por el ritmo cre-
La revolución agrícola hizo posible que cada vez menos personas ciente de innovaciones tecnológicas, que dieron lugar a una extra-
produjeran más recursos alimenticios, de forma que este aumento ordinaria revolución en la utilización de fuentes de energía, con un
de la producción, unido a un mayor crecimiento demográfico, dio inmediato y fundamental impacto, a su vez, en los aumentos de pro-
lugar a un importante incremento de la fuerza de trabajo potencial ducción y reducción de costes.
no agrícola. Lo que constituyó un decisivo elemento de estímulo para
Igualmente, y como requisito relacionado con el anterior, la acu-
el desarrollo de nuevas formas de producción.
mulación de capital y el desarrollo de un sistema monetario ágil y
La revolución agrícola se produjo debido a la aplicación en la moderno, fue también un elemento fundamental que hizo posible
realización del trabajo agrícola de nuevos útiles, fruto de las inno- un desenvolvimiento adecuado de las prácticas de inversión e inter-
vaciones tecnológicas, así como por el empleo de nuevos métodos de cambio dinerario, sin las que el crecimiento industrial no resulta
explotación en la ganadería, por la mejora de las técnicas de culti- posible.
vo, por la ampliación de la superficie de tierras cultivadas, etc.
Finalmente, en este breve, y necesariamente esquemático, repa-
Otro factor fundamental que precedió e hizo posible la revolu- so de los factores coadyuvantes a la revolución industrial, no pode-
ción industrial fue la potenciación de los transportes y de las comu- mos dejar de mencionar también aquellos otros cambios relaciona-
nicaciones. La mejora de las redes de caminos, vías fluviales y puer- dos con el aumento de la población y especialmente con la tendencia
tos facilitó el transporte de mercancías, aumentando los intercambios, a su concentración en grado creciente en núcleos urbanos. Lo que
y dando lugar a mercados de mayores dimensiones y, por tanto, más daba lugar a mayores disponibilidades de fuerza de trabajo concen-
óptimos para la comercialización de los productos elaborados en gran- trada en espacios reducidos, y, a su vez, a un mayor número de con-
des cantidades. De esta manera frente a la vieja producción artesa- sumidores localizados en ámbitos territoriales más reducidos. De
nal, destinada a pequeños mercados de ámbito comarcal o regional,
surgieron nuevas formas de fabricación a gran escala, para merca-
dos nacionales mucho más extensos. Lo cual fue dando lugar a la
sustitución de los pequeños talleres gremiales por unidades de pro- 5 Adam Smith: Indagaciones acerca de la naturaleza y causas de la riqueza de las nacio-

ducción mucho mayores, en las que era posible una más acusada nes. Aguilar, Madrid, 1961, pág. 12. De igual manera, Ferguson (1723-1816) insistió rei-
teradamente en sus obras en la idea de que el progreso material de los pueblos se hace
división del trabajo, con todas las ventajas económicas que ello impli- posible con la división creciente del trabajo. «Con la separación de las artes y las profe-
caba. siones -dirá- las fuentes de riqueza se abren, cada tipo de material es trabajado con
la mayor perfección y cada gdnero are produce con la mayor abundancia* (A. Ferguson:
Tal como lo expuso Adam Smith (1723-1790), las ventajas de la Un ensayo sobre la historia de la soclrdad civil, Instituto de Estudios Politicos, Madrid,
división del trabajo estribaban on que daba lugar a un: a) asumen- 1974, p8g. 228).
320 UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
LA SOCIOLOG~AY LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 321

igual manera también fue decisivo en este proceso, la emergencia de este mundo llevaba a los calvinistas a un escrupuloso cuidado en el
sectores sociales fundamentales para el crecimiento industrial cumplimiento de sus cometidos profesionales, que veían como una
(empresarios, técnicos e ingenieros, clases medias, etc.), sin olvi- actividad bendecida por Dios y hecha en su propia gloria («Diosayu-
darnos del desarrollo de sistemas educativos más adaptados a la lógi- da a quienes se ayudan a sí mismos»).
ca y a las necesidades profesionales u ocupacionales del nuevo tipo Como el mismo Weber señala, este hecho ya había sido observa-
de sociedad, etc. do por Sir William Petty, para quien «el poderío económico holan-
Sin embargo, todos estos requisitos previos dieron lugar en el con- dés en el siglo XVII» podía reputarse a que los calvinistas «eran gen-
texto especifico de Occidente, y no en otros lugares, a la revolución tes que consideraban el trabajo y la industria como un deber para
industrial en virtud también, muy verosímilmente, de la concurren- con Dios». Así los calvinistas -señalará Weber- tenían la ~seguri-
cia de otra serie de circunstancias específicas de índole no econó- dad tranquilizadora de que la desigual repartición de los bienes en
mica. este mundo es obra especialísima de la providencia divina, que por
medio de estas diferencias y del particularismo de la gracia persi-
Los estudios de Max Weber, por ejemplo, han contribuido de guen finalidades ocultas desconocidas para nosotros». De ahí que el
manera muy importante a enfatizar la manera en que los factores éxito en los negocios pudiera ser considerado como un signo de pre-
ideológicos y culturales influyeron también en la propia dinámica destinación. Y de ahí también la influencia de estas concepciones
del desarrollo industrial capitalista. De manera concreta algunos de religiosas en el desarrollo del moderno espíritu capitalista.
los estudios de Max Weber, como ya vimos, se orientaron a «deter-
minar la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de Como ya vimos, Weber estudió otras civilizaciones en las que se
una mentalidad económica, de un ethos económico~6. daban muchos de los rasgos y de las condiciones necesarias para el
surgimiento del capitalismo (incluso con otras formas de racionali-
Como podemos recordar la concurrencia de la doble circunstan- dad), pero en las que no existía nada que pudiera compararse a la
cia de que el capitalismo surgiera en Occidente, y se desarrollara ética protestante occidental. Y de ahí, aplicando el criterio de la
especialmente en países protestantes, en donde, a su vez, se podía ausencia, llegó a establecer la conclusión general de la importancia
constatar la existencia de una mayor proporción de «empresarios» decisiva del factor religioso (como factor causal) en la génesis del
con ideas «protestantes»,llevaron a Weber a considerar la relación capitalismo occidental7.
que se producía entre ciertos rasgos que definen el espíritu capita-
lista necesario para triunfar en los negocios (actuación racional y En su conjunto, los análisis de Weber han tenido la virtualidad
calculadora, orden, disciplina, puntualidad, afán de trabajo, bús- de contribuir a poner de relieve algunos aspectos del proceso social
queda del éxito, etc.) y la ética calvinista. de industrialización poco tenidos en cuenta en otros enfoques,
construyendo explicaciones muy incisivas de cómo determinados
Para Weber existía una adecuación importante entre el espíritu
elementos ideológicos pueden jugar un papel fundamental en la
del capitalismo y el espíritu del calvinismo, que descansaba en algu-
dinámica interna de determinados sistemas económicos. Sin embar-
nas concepciones específicas de la ética protestante: el libre albedrío,
go, resulta obvio que el análisis de los factores no económicos que
la idea de la predestinación y de la Providencia divina, en relación
influyeron en la transición de la sociedad estamental a la sociedad
incluso al éxito o fracaso en esta vida, etc. La angustia sobre la pre-
industrial no se agota en la consideración de estos aspectos de la
destinación y la preocupación por seguir los designios de Dios en
cuestión.

o Max Weber: La etica pmtrstanlr y rl rsplritu del capi/ali.smo. Penlnsula, Barcelona, 7 Ibfd., ptígs. 255, 252-253 y 257.
1969; vid. capltulo 4 .
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A
LA SOCIOLOG~AY LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 323

El contexto en que fue posible la revolución industrial no se pue-


ra diferente de concebir la política. El Estado cobró nuevas funcio-
de entender únicamente a partir de la concurrencia de los elemen-
nes: el desarrollo de las burocracias, el establecimiento de ejércitos
tos de estimulo e influencia positiva para la industrialización, sino profesionales, la vocación unificadora y, en suma, la consolidación
que es preciso tener en cuenta también la compleja dialéctica de supe-
de las bases necesarias para la conformación precisa de los «merca-
ración de resistencias, tensiones y rupturas ideológicas y políticas a
dos nacionales))serán parte de los elementos fundamentales para el
partir de las que la revolución industrial fue posible.
desarrollo del nuevo orden económicog.
El conjunto de cambios que iniciaron e hicieron factible la revo- De igual manera una profunda revolución intelectual, vigorosa-
lución industrial fueron posibles porque se había creado un clima mente reclamadora de la «libertad de espíritu», y proclamadora de
propicio para tales cambios y se habían allanado muchas de las difi- nuevas formas de indagación e investigación, coadyuvó a todo el pro-
cultades y obstáculos que presentaba el viejo orden tradicional. Lo ceso de transformación social como una de sus principales fuerzas
que en muchos aspectos supuso una verdadera tarea de demolición activadoras. El impulso de la libertad y el desarrollo del espíritu cien-
intelectual y política. tífico pueden ser considerados, en este sentido, también como impor-
Como han señalado David Brown y Michael Harrison, ano hay tantes elementos dinamizadores en el advenimiento de la sociedad
duda de que el "derrumbamiento" de las instituciones feudales fue industrial.
necesario para la emergencia de la sociedad industrial, en la que las A veces, las relaciones de causa-efecto entre revolución industrial,
instituciones y actitudes que eran precisas para una sistemática exten- desarrollo científico y liberalismo, han sido objeto de cierta polemi-
sión a la totalidad de la vida social de una «racionalidad instru- zación, en la que no siempre se tiene adecuadamente en cuenta la
mental~eran incompatibles con ella, y no podían sobrevivir - y mutua interpenetración de los factores ideológico-culturales y los eco-
menos aún prosperar- en el "cerrado contexto tradicionalista del nómicos, y el papel específico de los primeros.
feudalismo... La ruptura con el feudalismo puede ser vista -dirán-
Sin embargo, lo cierto es que en el siglo XVII se van a producir
como un proceso en el que las relaciones económicas se desemba- unas especiales circunstancias de florecimiento intelectual en el con-
razan de las antiguas relaciones sociales marcadas por el sentimiento,
tinente europeo, de cuyo estimulante influjo social no puede dudar-
el poder tradicional, las consideraciones sagradas y los vínculos per-
se. Por ello, el siglo XVII ha podido ser considerado como el siglo de
~onales))~.
los genios. En él viven Cervantes, Shakespeare, Bacon, Kepler, Gali-
Este proceso de ruptura con la lógica del orden estamental se leo, Maquiavelo, Descartes, Pascal, Newton, Locke, Spinoza, Leib-
produjo a partir de una doble vía de influencias: desde el campo niz, etc.
específicamente político, y desde una perspectiva intelectual más Por esta razón es por la que algunos analistas, como Nef, han
general. sostenido la tesis de que «fue el pensamiento mismo y no las insti-
La aparición del Estado moderno vino a marcar, en este sentido, tuciones económicas o el desarrollo económico, el que dio los tonos
el principio de una nueva época histórica. El orden político se va a y las variaciones que los más grandes científicos aplicaron después.
independizar del orden moral y religioso, poniendo fin a la vigencia Los revolucionarios descubrimientos científicos de Gilbert, Harvey,
práctica de la concepción medieval de los dos poderes. La aporta- Galileo y Kepler, como las nuevas matemáticas de Descartes, Desar-
ción teórica de Maquiavelo reflejó ya prácticas políticas en vigencia, gues, Fermat y Pascal, no fueron de uso práctico inmediato. La liber-
contribuyendo a dar una especial proyección intelectual a una mane-

9 Sobre la conexi6n entre la conrolldacl6n del Estado nacional y los mercados, vid.

D. Brown y M. J. Harrison: A socloioly o~lnduvfdullsariori,op. cit., pAgs. 21 y 23. Carlos Moya: «Estado Nacional y mercado Naclanaln, Sistema, número 29-30, Madrid,
1979, pAgs. 27-41.
324 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

tad, más que la necesidad, fue la fuerza principal que impulsó la confianza en el progreso histórico y en la razón humana, fue, en este
revolución científica... La primera revolución industrial -concluirá sentido, un buen exponente del espíritu de la nueva época que se
Nef- se unió a la revolución intelectual para hacer de los tiempos estaba fraguando.
de Shakespeare y Milton en Inglaterra, Cervantes y Rubens en Euro-
pa continental, la época crítica en que buscamos la génesis del indus-
trialismo. Fundamentalmente, no fueron adelantos materiales los 2. LAS CONSECUENCIAS SOCIALES
que aproximaron a los europeos más potencialmente al industrialismo DE LA REVOLUCI~NINDUSTRIAL
a mediados del siglo xvrr de lo que habían estado cien años antes.
Una vez apuntados los factores fundamentales que contribuyeron
Fue más bien la consagración del pensamiento humano a los valores
a hacer posible la transición de la sociedad estamental a la sociedad
cuantitativos y a los métodos cuantitativos del razonamiento, a la
industrial, nos resta por considerar cuál fue la significación general
evidencia tangible y verificable, como base del conocimiento cientí-
de este proceso de transformación, tanto desde el punto de vista de
fico, y a una matemática más compren~iva»'~. lo que supuso de cambio en los modelos sociales globales, como en
Al margen de la manera en que pueda valorarse la influencia de cuanto al impacto causado en los propios individuos.
los factores intelectuales en el establecimiento del nuevo orden social, No es necesario subrayar que ambos aspectos revistieron la mayor
político y económico, lo que no puede negarse es la concurrencia en importancia, no sólo debido a que la sociedad tradicional y la socie-
el horizonte histórico al que nos estamos refiriendo de una serie muy dad industrial constituían modelos de organización bastante dife-
importante de factores ideológicos y culturales que contribuyeron de renciados, sino también porque el contexto general en que se pro-
manera decisiva a la alteración de muchos de los supuestos ideoló- dujo el proceso de transición de uno a otro modelo de sociedad, se
gicos del mundo tradicional. Entre estos factores se encuentran: el caracterizó por la intensidad y la diversidad de los procesos de cam-
humanismo, con su desconfianza hacia el escolasticismo y su ape- bio: intelectuales, políticos, tecnológicos, científicos, demográficos,
lación a las libertades; y que va a influir en una preocupación mayor sociológicos, etc.
por los hechos que por las verdades; el protestantismo, que supone
En este contexto, pues, de grandes transformaciones de diferen-
un germen de rebelión frente a los principios de autoridad y de tra- te signo, el cambio específico en los modelos sociales constituye un
dición; el racionalismo, «que desalojó lo sobrenatural del ámbito del aspecto más de un proceso global y profundo de transformación.
mundo y emplazó al hombre en el contorno del universo material»,
orientándole a la búsqueda de explicaciones racionales, y no sobre- Desde un punto de vista sociológico, los cambios que supuso la
naturales, de las cosas; el espíritu burgués con su afán de medida y transición de la sociedad tradicional a la sociedad industrial pueden
de control, que influyó en una orientación cuantitativista, de bús- ser analizados de diversa manera. Goldthorpe, por ejemplo, ha inten-
queda de las cantidades y no de las cualidades, etc. l l tado resumir los contrastes fundamentales entre uno y otro tipo de
sociedad en el esquema que hemos recogido en el cuadro 112.
Todos estos factores, en suma, con sus mutuas influencias, con-
Por supuesto, dicho esquema puede ser ampliado con algunas
tribuyeron a formar el talante de una época, caracterizada por un otras dimensiones complementarias, pero lo cierto es que, a efectos
gran optimismo y fe en el progreso. La filosofía iluminista, con su de nuestra exposición, las características fundamentales que definen
a la sociedad tradicional pueden ser resumidas en unos pocos ras-
gos básicos, que contrastan radicalmente -como veremos en el epí-
' 0 John V. NeE: Fundamentos culturales de la civilización industrial. Paidós, Buenos
Aires, 1964, phgs. 94-95.
1 1 Salustiano del Campo Urbano: & Sociolagla cientffica moderna. Instituto de Estu-
dios Polfticos, Madrid, 1969, pl8, 22, '2 J. E. Goldthorpe: Introduccldn a la Soclologla. Alianza, Madrid, 1977, pdg. 144.
LA SOCIOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 327
326 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

grafe siguiente- con los propios de la sociedad industrial. Siguien-


do a Giddensl3 podríamos coincidir en señalar los siguientes rasgos
característicos principales de la sociedad tradicional, en contraste
con la sociedad industrial:
- «En el feudalismo existía un reparto autoritario del trabajo».
«Cada hombre debía llevar a cabo obligatoriamente las tare-
as que entrañaba esa vocación... a la que había sido destina-
do dentro de una jerarquía de ocupaciones sancionadas por el
poder divinon. El nuevo orden, por el contrario, se basó en la
libertad de trabajo.
- «La sociedad tradicional estaba dividida en ~estamentos
legalmente diferenciados», de los que los individuos no podí-
an salir y a cuyas normas estaban sometidos. La sociedad
industrial liberó a los hombres de estas «ataduras»medieva-
les, y los situó ante un mercado competitivo de trabajo.»
- «La economía feudal, basada en la comunidad señorial, impli-
caba principalmente que la producción se efectuaba para el
conjunto de necesidades de consumo locales conocidas, lo que
fue reemplazado por la producción en gran escala, regulada
por las leyes de la economía monetaria, instaurándose meros
mecanismos dinerarios de vinculación entre productores y
consumidores.
- «Las pautas de dominación y subordinación en la sociedad
feudal... eran sobre todo de tipo personalista..., los vínculos de
fidelidad y de servidumbre constituían el fundamento esencial
de la estructura feudal», «lo que será sustituido por un siste-
ma impersonal de relaciones» y de «igualdad formal de opor-
tunidades. »
- «En el sistema feudal, el poder económico y político estaban
fusionados «y su declive» fue acompañado y promovido por
una incipiente separación de estas dos esferas instituciona-
les, el comercio y la industria, por una parte, y el Estado, por
otra.»

' 3 A. Giddens: La estructura de clasrs rn lar swlrdades avanzadas. Alianza, Madrid,


1979, phgs. 92-94.
328 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A
LA SOCIOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 329
- «El feudalismo, de carácter primordialmente agrario, estaba
necesariamente ligado al campo, mientras que el nuevo orden ((industriabasada en las decisiones..., en el uso productivo e inteli-
gente del capital y la venta del trabajo. Las normas rigen la fábrica»,
económico dependió del crecimiento de las ciudades, cuya
existencia se fundamentaba, a su vez, sobre el comercio y la ciencia, basada en conceptos»..., etc. '5.
manufactura. » Ciertamente los análisis de Tonnies implican más elementos y
matices de los que se desprenden de esta clasificación esquemática,
El alcance de las diferencias entre ambos modelos sociales ha
transluciendo dos dimensiones diferentes de lo social, que merecen
intentado ser objeto, incluso, de un cierto tratamiento conceptual
valoraciones muy distintas. De hecho en la distinción entre «comu-
diferenciado. En este sentido la distinción, propuesta por Tonnies
nidad» y «sociedad»se reflejaba un fuerte contenido de crítica social,
(1855-1936) entre Comunidad (Gemeinschafi) y Asociación o Socie-
y a la vez, un cierto intento de conceptualizar la superioridad de unas
dad (Gese1lschaft)l4,vendría a recoger, entre otras cosas, algunos de
u otras formas de lo social.
los aspectos más significativos implícitos en el proceso de transición
de la sociedad tradicional a la sociedad industrial. En estas apreciaciones Tonnies coincidía con una importante co-
rriente del pensamiento sociológico, que orientaba su esfuerzo a sen-
Dicho muy esquemáticamente, lo que supondría esta transición, tar las bases de lo que podía entenderse como la «buena sociedad».
de acuerdo con tal interpretación, no sería sino un ciclo de cambio De hecho, la mayor parte de los «padres fundadores)) de la Sociolo-
de un período caracterizado por el predominio de las formas socia- gía y de las primeras generaciones de sociólogos van a ligar esta ima-
les propias de un modelo de Comunidad (Gemeinschafi), a un pe- gen de la «buena sociedad» a la idea de comunidad, habiéndose lle-
ríodo caracterizado por las formas de Asociación o Sociedad (Gesell- gado a considerar en algunos casos, incluso, que tanto en Comte como
schaft). en Durkheim «el referente de lo "socialn» fue casi invariablemente lo
Como el mismo Tonnies dirá «la Comunidad se caracteriza por comunal y no lo societal.
la voluntad social como armonía, ritos, costumbres y religión; la Esta conceptualización comunal de la naturaleza de lo social con-
Asociación mediante la voluntad social en calidad de convención, firió un carácter más sustantivo a los primeros enfoques sociológi-
legislación y opinión pública. Los conceptos corresponden a los tipos cos sobre esta cuestión, que lo apartaban completamente de las per-
de organización social externa que pueden clasificarse como sigue» cepciones propias del pensamiento conservador, que contemplaban
-dirá Tonnies-, para incluir a continuación un doble esquema en lo «comunitario»en términos de añoranza hacia un pasado que el
donde la Comunidad es caracterizada en relación a «vida familiar)), nuevo orden industrial estaba triturando.
«vida rural de aldea = ritos y costumbres», «vida de ciudad = reli-
gión», «economía doméstica», «agricultura basada en los hábitos», Por lo tanto, en el desarrollo de la Sociología -y del pensamiento
«arte, basado en la memoria»; mientras la Asociación es caracteri- político moderno- hay que diferenciar claramente las dos apro-
zada en relación a «vidaurbana = convención... intencionalidad indi- ximaciones distintas que se producen en torno al concepto de comu-
vidual),... «vida nacional = legislación... cálculo privado», «vida cos- nidad. Por una parte, están las reacciones del pensamiento conser-
mopolita = opinión pública», «comercio basado en la deliberación, vador ante el envite de los cambios sociales, que intentaron encontrar
a saber, en la atención, la comparación, el cálculo, el contraton, en la idea de la comunidad tradicional y patriarcal el mejor y más
seguro baluarte defensivo contra los nuevos vientos que traía la his-
toria a través de los dos grandes procesos revolucionarios (la revo-
lución francesa y la revolución industrial). Por otra parte, estaba el
' 4 Aunque en ocasiones Gesellschaff ha sido traducido al castellano como .Socie-
dad», aquí nos referimos indistintamente a ente concepto como «Asociación»,siguiendo
la traducci6n de Jose Francisco Ivari y Salvador Qlner: vid. Ferdinand Tonnies: Comuni-
dad y Asociacidn. Península, Barcelona, 1979,
'5 E Tonnies: Comunidad y koclaoldm, op, olt,, pA#r. 277-278.
LA SOCIOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 33 1
330 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

es una amalgama artificial regida por lazos de competitividad


nuevo pensamiento sociológico que veía en la idea de comunidad la y egoísmo. Las interacciones sociales no son vistas como fines
imagen de la buena sociedad, más estable e integrada. en sí, sino como medios para obtener otros fines; incluso las
Tonnies se sitúa, precisamente, en esta segunda dirección, utili- relaciones más personales, como el matrimonio y la amistad,
zando los conceptos de comunidad y asociación, en una perspectiva se ven afectadas por ese afán instrumentalizador de todo. En
analítica e histórica más compleja que la que algunos divulgadores la asociación los lazos son «invisibles»,abstractos, los hom-
simplistas de su obra han intentado reflejar. Por tanto, para com- bres están juntos aisladamente; prima la competencia, el ego-
prender adecuadamente como entiende Tonnies estos dos concep- ísmo, la acción calculada e interesada y las convenciones. Es
tos, o «tipos ideales»,no basta con atenerse solamente al famoso cua- propio de la «asociación» el afán de lucro, las desigualdades
dro-esquema publicado al final de su obra, y al que nos acabamos extremas y la «ostentación»de las riquezas y los bienes, como
de referir, sino que es necesario seguir con mayor atención sus pala- símbolo de diferenciación, y no de acuerdo al valor intrínse-
bras y precisiones a lo largo de toda su obra. Una lectura más aten- co de las cosas. La «asociación»es la esfera del derecho mer-
ta nos permite situar su dualidad de referencias, en los siguientes cantil, en donde el dominio es el referente; es el reino del inter-
términos: cambio, en donde el valor de las cosas está en función del precio
(como el «necio»de Machado que ((confundía valor con pre-
- El concepto de comunidad connota vínculos personales natu-
cio»).La mercancía es vista como un valor en sí mismo, en un
rales y afectivos, motivaciones morales, altruistas y coopera-
contexto regido por el dinero, el precio y el contrato, en don-
tivas, «vida orgánica y real», convivencia perdurable e íntima
de se produce el dominio de «losseres humanos sobre los seres
(se vive en comunidad, mientras que se accede o se está en
humanos». En la «asociación»prima el escepticismo y la paz
«asociación»).La comunidad es un organismo vivo, cohesio-
es entendida como resultado de las convenciones y el ((miedo
nado por el afecto, la simpatía y la voluntad de compartiv, don-
recíproco». Como decía Adam Smith -recuerda Tonnies-:
de opera el consenso entre copartícipes próximos físicamente,
«enesta perspectiva todo hombre... se convierte en cierta medi-
con disposición para la armonía y el espíritu de concordia. En
da en un comerciante... », adquiriendo un lugar prevalente los
la comunidad existen lazos sociales visibles e identificables
banqueros que son «los intermediarios de la mediación»16.
primariamente, prevalece el espíritu de cooperación, la ayu-
da, la acción social altruista y las convicciones (frente a la pre- En definitiva, el tránsito de la comunidad a la asociación supone
valencia de las convenciones en la «asociación»). Es propio la modificación de los vínculos sociales primarios y las formas de
también de la comunidad la satisfacción en el uso y disfrute relación directa y su progresiva sustitución por formas abstractas e
de los bienes comunes. La comunidad es la esfera del derecho instrumentales de relación, marcadas indirectamente por la lógica
natural, de los derechos humanos y sociales. La iniciativa es del mercado.
considerada como una inclinación positiva, primando la
El principio regulador central de la asociación es el mercado. La
generosidad, la confianza y la estimación de las cosas por su
asociación, podríamos decir, es el reino del Mercado; la lógica del
valor intrínseco.
mercado tiende a imponer modos de relación y formas de organiza-
- Por el contrario el concepto de asociación está ligado a las ción social y política, cada vez menos naturales, primarias, inme-
relaciones impersonales, instrumentales y ((tácticas», propias diatas y aprensibles, ya que el mercado no enmarca una relación
de la ((sociedadde masas)),a motivaciones racionales e inte- natural, sino procesos de intercambio impersonales.
resadas, a una ((estructuraimaginaria y mecánica» de lo social,
y a la mera coincidencia ptlblica transitoria y superficial. La
(<asociación»es un «artefacto, un uafiadido mecánico)),cohe-
sionado por meros lazor jurídicoi o de necesidad interesada,
332 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOG~AY LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 333

Por ello, pues, en la obra de Tonnies hay una crítica acerba a la nernos en la consideración de los aspectos más característicos de la
lógica social que conduce a reducir toda la sociedad a la condición sociedad industrial, en la medida en que estos aspectos forman la
de un mero mercado. base de algunas de las más importantes vivencias sociales de los ciu-
En su conjunto la transición desde la sociedad tradicional a la dadanos de nuestro tiempo, y constituyen, por lo tanto, áreas de refe-
sociedad industrial supuso un cambio sustancial en los modelos rencia básicas en el estudio sociológico.
sociales globales, que -al margen de que pueda hacer necesario La sociedad industrial ha sido definida de maneras diferentes por
incluso la utilización de conceptos diferenciados- de lo que obvia- los distintos sociólogos que se han ocupado del tema. Aron, por ejem-
mente precisa -como señalábamos al principio- es de una con- plo, ha considerado que se «puede formular una definición simple
ciencia analítica muy clara sobre el significado de «fenómeno social de sociedad industrial» como la «sociedad en donde la industria, la
global))que tuvo la revolución industrial. gran industria, sería la forma de producción más característica»19.
Como se ha señalado con razón, la «transformación económica De una manera más específica,los caracteres de la sociedad indus-
que trae consigo la industrialización no afecta tan sólo a un sector trial, según Aron, son los siguientes: «la empresa se halla radical-
de la producción. Trastoca la agricultura, de la que es inseparable. mente separada de la familia»,lo que constituye una importante sin-
Transforma la distribución. Y... renueva las condiciones de ejercicio gularidad respecto a otras formas de organización social anteriores;
de las profesiones más alejadas de la industria. Está claro que el cre- ala empresa industrial introduce un modo original de división del
cimiento económico que la industria ha hecho posible, afecta a la trabajo, una compleja y variada división tecnológica del trabajo));«la
vida económica todap. Pero no sólo a la economía, sino que también empresa industrial supone una acumulación de capital. La civiliza-
«el desarrollo de la industria supone un tipo de poder: apoyado en ción industrial exige que cada obrero trabaje sobre la base de un
leyes, en un aparato jurídico estable, sustraído a la arbitrariedad» y, capital importante y que éste se renueve));la necesidad de un «capi-
a su vez, la revolución industrial supone «no sólo máquinas y pro- tal importante»,en permanente «víade expansión, requiere, a su vez,
ductos, sino una nueva cultura..., una visión del mundo~l7. la implantación práctica de la idea de "cálculo racional", el cálculo
En suma, pues, podemos concluir afirmando, con Friedmann, que económico; finalmente, una característica fundamental de la socie-
la «diferencia entre sociedades pre-industriales y sociedades indus- dad industrial es la de la "concentración obrera en el lugar de tra-
triales no se refiere tan sólo al número de los altos hornos o a la pro- bajo".*O.
porción de agricultores. Contrapone asimismo, tipos de institucio- En otro lugar apuntará también Aron un rasgo específico de las
nes, prácticas y convicciones, estilos de vida y una cultura»lg. sociedades industriales, que de alguna manera puede considerarse
que forma parte de un contexto más general de influencias. Así, en
:). PRINCIPALES CARACTERISTICAS su obra Progreso y desilusión, subrayará cómo una de las caracterís-
ticas principales de la sociedad industrial es la de orientarse a lograr
DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL el máximo de producción y de eficiencia, entre otras cosas, median-
Antes de referirnos a la manera específica en que diversos pro- te la «renovación de los instrumentos y de la organización del tra-
cesos sociales, económicos e intelectuales confluyeron, haciendo posi- bajo según el progreso de la ciencia))21.
ble -y necesario- el surgimiento de la Sociología, vamos a dete-

19 Raymond Aron: Dieciocho lecciones sobre /u socierlad industrial. Seix Barra], Bar-
l7 George Friedmann: uLa aocicdrid Induntrial y su porvenir., en Historia General celona, 1965, pBg.81 .
del Pahajo, tomo IV, Grijalbo, Barcelona, 1965, pQ&x.436, 437 y 438. 20 Ibfd., p8gs. 81-83.
I H Ibfd., p8g. 439. 2 ' Rayrnond Aron: Progreso y desllusldn, Monto Av~lr,Caracas, 1969, p8g. 192.
334 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
LA SOCIOLOGIA 335
El tema de la caracterización de la sociedad industrial no se ago- titividad en el mercado, con unas mayores posibilidades de beneficio,
ta, por supuesto en los rasgos apuntados por Aron, siendo muy nume- que actuaron, a su vez, como poderoso estímulo para la inversión.
rosas las aportaciones disponibles en la literatura sociológica sobre
este particularz2. En segundo lugar, el sistema de producción industrial dio lugar
a una creciente división del trabajo, acompañada de una importan-
Por nuestra parte, y desde una óptica preferentemente atenta hacia te modificación en su propia naturaleza y significado. La mecani-
aquellos aspectos de este magno proceso de transformación que en zación y la tendencia a la creciente complejización de los sistemas
mayor grado constituyen elementos de cambio social, o de modifica- productivos, se tradujo en una creciente división del trabajo y en
ción en las estructuras de referencia tradicionales de los individuos y una especialización de tareas y oficios que acabaron conduciendo a
los grupos sociales, vamos a ocuparnos en las páginas siguientes de un verdadero ((desmenuzamiento))del trabajo24,acompañado por
esbozar un breve esquema sobre algunas de las principales dimensio- una creciente pérdida de las «visiones de conjunto)).Los trabajado-
nes básicas del fenómeno de emergencia de la sociedad industrial. res fueron perdiendo, así, la conciencia - y hasta la misma ima-
En primer lugar, la industrialización puede ser caracterizada princi- gen- de estar produciendo mercancías concretas, para pasar a tener
palmente por la implantación hegemónica de la fábrica y la máquina percepciones sobre su trabajo ceñidas a la ejecución de tareas limi-
en el sistema de producción. La invención de la máquina de vapor por tadas y rutinarias, en más o menos complejas y parceladas cadenas
James Watt en 1769, y su perfeccionamiento en 1782, fue uno de los de producción.
cambios más revolucionarios y que mayores consecuencias prácticas La sustitución de las formas de trabajo gremiales, basadas en
ha tenido en nuestra era. La máquina no sólo reemplaza a la mano relaciones personales y en un tratamiento más unitario de las mer-
humana en la realización de determinadas tareas -con todo lo que cancías producidas, por las formas de organización fabriles fueron
ello implica-, sino que supone también un cambio tremendo, en la acompañadas por un conjunto de cambios muy diversos que afec-
medida en que ((lautilización del vapor como fuente de energía... des- taron, no sólo a la naturaleza del trabajo en sí mismo considerado,
plaza las demás formas hasta entonces comunes: energía muscular, sino también a las propias características de las relaciones labora-
energía animal, energía eólica e hidráulica»23. les, y a la misma manera en que éstas se ubican en el conjunto de
La utilización de máquinas, cada vez más perfeccionadas en el siste- la sociedad.
ma de producción permitió un gran salto adelante en la utilización de Los trabajos se hicieron impersonales y los vínculos laborales se tro-
los sistemas de energía, a la vez que produjo una quiebra fundamen- caron fundamentalmente en vínculos abstractos, quedando regidos por
tal en los sistemas y procedimientos tradicionales de trabajo. La máqui- las neutras y Mas leyes del mercado, en donde el único vínculo real era
na dio lugar al desarrollo de un sinnúmero de innovaciones tecnoló- el vínculo del salario. Los trabajos se hicieron más inseguros y fluc-
gicas de muy diverso tipo, inaugurando una fase de producción fabril tuantes, al tiempo que quedó más claramente marcada la tendencia a
en masa. Las fábricas desplazaron los viejos sistemas gremiales de pro- la segmentación entre trabajo y vida, y entre la propia función origi-
ducción y de trabajo a domicilio, permitiendo producir grandes can- naria del trabajo y la manera alienada en que éste se ejecuta25.
tidades de mercancías con una mano de obra poco especializada; lo
que hizo posible un abaratamiento de los costes y una mayor compe-

24 En este sentido, vid. George Friedrnann: El trabajo desmenuzado. Editorial Suda-


mericana, Buenos Aires, 1958.
22 Sobre este tema puede verse, por ejemplo, también Phylis Deeane: La primera
2 5 A toda esta problemhtica del trabajo me he referido con cierta amplitud en mi
rtvolucidn industrial. Penlnsula, Barcelonu, 1968. libro, Alienación, dialLctica y librrtad, Fernando Torrca, Valencia, 1977, asi como en mi
2 3 Claudc Fohlen: .Nacimiento dc una clvllixuciOn industrial)), en Historia General tesis doctoral, Ortgenes y desarrollo da1 cemcrpto da allrnacidn y su utiiizacidn en la socio-
~ P rrahajo,
I op. cit., tomo 111, pdg, 9, logía contempordnea.
LA SOCIOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 337

En tercer lugar, la industrialización supuso también la implanta- facciones que hagan posible el ahorro para mayores inversiones futu-
ción práctica de nuevos valores sociales y económicos y de nuevas ras, todo ello, en suma, formará parte de un trasfondo de valores sin
pautas de conducta. Por una parte el orden económico quedó regu- los que la sociedad industrial no hubiera podido llegar a desarro-
lado por nuevas leyes económicas, fuertemente impregnadas por los llarse plenamente.
principios de racionalidad y cálculo. Todos los elementos que inter- De la misma manera que Weber destacó la relación causal entre
vienen en el sistema de producción se mercantilizaron y se traduje- los factores religiosos (calvinismo) y el espíritu del capitalismo, los
ron en términos monetarios. Lo que importa ya no será tanto el valor teóricos de la modernización insistirán también en nuestros días en
de uso de las cosas, como el valor de cambio, por lo que las mer- el papel prevalente que juega la difusión de estos valores para la indus-
cancías, más allá de su clase, calidad, etc., acaban siendo traducidas trialización de las sociedades tradicionales. Apter, por ejemplo, ha
en términos dinerarios. enfatizado cómo el proceso de modernización puede entenderse bási-
El sistema de producción se organiza y orienta de acuerdo con camente como un proceso de difusión de valores y ((roles de tipo
los requisitos de la nueva lógica económica: la empresa se entiende industrial en medios no industrialesm26.
como un orden abstracto de factores traducibles en dinero, que fun-
De igual manera, Moore ha subrayado conclusivamente como
ciona de acuerdo con la ley del mínimo coste y del máximo benefi-
((amplioscambios de valores son la condición más fundamental para
cio, y al margen de cualesquiera otras consideraciones de tipo moral,
la transformación económica^^^, al tiempo que Kerr, Dunlop, Har-
polttico, religioso que no sean imprescindibles para incrementar los
bison y Myers, han puesto bastante énfasis en señalar la manera en
beneficios.
que la ((cultura tradicional» puede condicionar de manera funda-
El nuevo orden económico, con su sistema de valores, sus leyes, mental el proceso industrializador. .La cultura preexistente-dirán-
sus requisitos, será objeto de importantes teorizaciones, en las cono- debe adaptarse o rendirse ante el avance de la industrialización ...
cidas exposiciones sistemáticas de los grandes padres de la Econo- Los moldes culturales de industrialización pueden incorporarse rápi-
mfa Política. De esta manera, de la mano de las obras de Adam Smith, damente, avanzar lentamente o recluirse en una sociedad en parti-
de Adam Ferguson, de John Millar, etc., una nueva disciplina-la Eco- cular... La industrialización impone sus propios moldes culturales a
nomía- acabará adquiriendo carta de naturaleza propia, autono- la cultura preexistente. Esta transición -concluirán- es más rápi-
mizándose de la Política, de la misma manera que ésta, de la mano da si la cultura preexistente tiene las siguientes características: a) un
de Maquiavelo principalmente, se había independizado anteriormente sistema de familia nuclear que tienda a acentuar los incentivos indi-
de la Moral y de la Religión. viduales a trabajar, ahorrar e invertir; b) una estructura social rela-
Sin embargo los valores del nuevo orden económico no aparece- tivamente abierta que estimule la igualdad de trato y el progreso sobre
rán ceñidos solamente al ámbito propio de la regulación de las ins- la base de la capacidad; c) valores éticos y religiosos que sean favo-
tituciones económicas, sino que se harán presentes en la totalidad rables a la ganancia y el incremento económicos, las innovaciones y
del conjunto social. Las ideas de racionalidad, cálculo, previsión, ren- el cambio científico; d) un sistema legal que estimule el crecimien-
tabilidad, inversión, etc., formarán parte de un conjunto más amplio to económico mediante la protección de los derechos de propiedad
de valores que influirán decisivamente los comportamientos de los ante el poder arbitrario y caprichoso, y e) una fuerte organización
ciudadanos de las sociedades industriales. gubernamental central y el sentimiento de ser una nación que pue-
La difusión de los valores individualistas, las ideas de responsabili-
dad, de actuación racional y calculadora, las aspiraciones de éxito,
la especial valoración del esfuerzo competitivo, la eficacia, la disci- 26 David Apter: Estudio de la modernlzacldn. Amorrortu, Buenos Aires, 1970,
plina y la puntualidad, el espíritu de esfuerzo y dedicación al traba- p8g. 289.
jo, junto a una cierta capacidad de ascetismo orientado a diferir satis- 27 Wilbert E . Moore: Cambio Social. Utehi, Mlxlco, 1966, pAg. 156.
LA SOCIOLOGÍAY LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 339
338 LA EXPLICACI~N
SOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

de desempeñar un papel decisivo en el desarrollo económico. Dicho bién por los nuevos perfiles de la estratificación y del conflicto de
de otra manera, la cultura de la industrialización se caracteriza por clases. Uno de los principales efectos de la industrialización fue el
estos factores y experimenta menos dificultades en suceder a una surgimiento de un nuevo tipo de estructura de clases, que dio lugar
cultura más antigua, si algunos de los factores culturales necesarios a nuevas formas de conflicto y de antagonismo social, de una inten-
ya se encuentran presentes, o si la rebelión social ya ha contribuido sidad y de unas características no conocidas hasta la fecha.
a desarraigar la cultura más antigua&. Del tema de la estructura de clases en las sociedades industriales
En definitiva, pues, el proceso de industrialización implica nue- me he ocupado en diversas ocasiones29 y por esta razón no me voy
vas necesidades en la conformación del orden político. Unas de estas a extender aquí sobre este particular. Sin embargo, es preciso subra-
necesidades derivan de los imperativos de la delimitación precisa de yar que la industrialización corrió paralela al inicio de una época de
los mercados, especialmente de los mercados nacionales, como ele- grandes conflictos sociales, que adquirieron una muy significativa
mento condicionante de la posibilidad de realizar ofertas masivas proyección política. Uno de los rasgos principales que va a caracte-
de mercancías. El Estado moderno, en este sentido, vendrá a ser un rizar a este período histórico, es el enfrentamiento de las dos gran-
elemento importante para la consolidación de estos grandes mer- des clases surgidas del hilo de la revolución industrial: la clase bur-
cados nacionales. De igual manera, la necesidad de garantizar gran- guesa y la clase trabajadora.
des inversiones no rentables a corto plazo, así como la de potenciar
Durante las primeras etapas de la industrialización, las duras
las obras de infraestructura industrial básica (ferrocarriles, minas,
condiciones de trabajo y de vida de las clases trabajadoras, que tan
siderurgia, etc.), requerirá de la existencia de un clima político esta-
vivamente fueron descritas por algunos analistas de la época, dieron
ble, capaz de generar la confianza suficiente como para emprender
lugar a que el conflicto de clases se planteará como un conflicto dota-
unos tipos de inversiones cuyas ganancias no se producen a corto
do de una especial proyección política, impregnada por profundas
plazo.
aspiraciones de cambio del sistema de producción.
Por esta razón, los nuevos sistemas políticos tuvieron que cubrir
ciertos requisitos de estabilidad y ser capaces, a su vez, de esta- De esta manera, los bajos salarios, los largos horarios laborales,
blecer unas reglas de juego político eficaces, y dotadas de la flexi- la escasa seguridad en el trabajo, la carencia de las formas más
bilidad precisa cómo para adaptarse a las nuevas exigencias eco- elementales de seguridad social, la falta de reglamentación del tra-
nómicas, sin olvidar, al mismo tiempo, la necesidad de ser lo bajo de mujeres y niños, las deficientes condiciones físicas de tra-
suficientemente firmes como para remover los obstáculos surgi- bajo, unidas a unos niveles generales de vida que podemos califi-
dos de la persistencia de rigideces heredadas del viejo orden tra- car como «críticos»,dieron lugar al desarrollo de una especial
dicional. sensibilidad social entre las grandes barriadas fabriles. En estos
ámbitos concretos el pensamiento de los teóricos socialistas encon-
La traducción de muchas de estas aspiraciones y necesidades se tró las condiciones apropiadas para una recepción positiva de sus
vehiculizó con la emergencia política de la nueva clase burguesa, en mensajes, surgiendo fuertes movimientos sindicales y políticos, cuya
cuanto principal agente protagonista del nuevo orden social en ascen-
so. El especial protagonismo político de la nueva clase burguesa fue,
asi, uno de los aspectos más importantes de la revolución industrial.
En quinto lugar, por tanto, la sociedad industrial se caracteriza tam- 29 Vid., por ejemplo, José Félix Tczanos: «La estratificación social, desigualdad y
jerarquizaciónn, y «Principales teorlas sobre la estratificación social)), en Salustiano del
Campo (ed.): Tratado de Sociologh. Taui.us, Madrid, 1984, págs. 235-313; Estructura de
c1ase.s y conflictos de poder en la Espuflu po.s/fruriqui.s/u. Edicuha, Madrid, 1978; Las nue-
28 Clark Kerr, J. T. Dunlop, F. H. Harbison y Ch. A. Myers: El industrialismo y el hom-
vas clases medias, Edicusa, Madrid,1973,y &'risis dr la coiicic,ni.icl obrera?, Mezquita,
-
bre industrial. Eudeba, Buenos Aires, 1963, paga. 101 102. Madrid, 1982.
340 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
LA SOCIOLOGÍA

dialéctica acabó dando lugar a un conjunto importantísimo de trans- se están modificando de manera bastante importante los sistemas
formaciones de toda índole, en cuyo análisis no podemos detener- productivos, entre otras cosas merced al impacto de las nuevas tec-
nos aquí. nologías y a la creciente utilización de robots industriales y sistemas
Finalmente, un sexto rasgo con el que podemos caracterizar el automáticos de trabajo en el sector servicios. En el contexto de esta
proceso de industrialización, en términos mucho más amplios, es nueva situación, las estructuras de clase también tienden a cambiar,
el de la intensificación generalizada de los procesos de cambio complejizándose considerablemente, incluso con la aparición de sis-
social y de movilidad. No sólo se trata de subrayar aquí la impor- temas duales de desigualdad, o con la aparición de ainfra-clases»,
tancia de los procesos de urbanización y de crecimiento demo- etc., al tiempo que se modifican también las relaciones de poder y
gráfico, a los que ya nos hemos referido, sino que junto a ello hay las bases sociales de éste30.
que tener en cuenta que la industrialización supuso también cam- Como ha señalado Daniel Bell, entre otros, la sociedad post-indus-
bios muy sustantivos en prácticamente todas las estructuras y sis- trial no se caracteriza sólo por la transición de una economía pro-'
temas de relación del viejo orden tradicional. Como se subrayará ductora de mercancías, a otra productora crecientemente de servi-
con frecuencia, la revolución industrial, entre otras cosas, marcó cios -según ya apuntó Colin Clark-31, y por una automatización
el tránsito de una sociedad estable a una sociedad en cambio per- ascendente del proceso de producción, sino porque «la habilidad téc-
manente. nica -dirá Bell- pasa a ser la base del poder, y la educación el modo
Los principales ámbitos de movilidad que impulsó el cambio hacia de acceso a él, los que van a la cabeza (o la élite del grupo) en esta
la sociedad industrial fueron los de carácter geográfico (éxodo rural, sociedad -concluirá Bell- son los científicos~3~.
urbanización, etc.), los de carácter profesional (del orden gremial a
Aquí no resulta posible entrar en el análisis de las nuevas formas
la significativa homogeneización indiferenciada del primer indus-
y modelos de sociedad que están sustituyendo a las sociedades
trialismo y, después, a la creciente especializaron y diversificación
industriales, ni tampoco en otros aspectos importantes sobre la diver-
derivada de la progresiva división del trabajo), así como los de carác-
sidad de formas que puede revestir el proceso industrializador y el
ter social (movilidad de clase, mejora en las condiciones de vida y,
desarrollo económico33 porque ello desborda el marco de nuestro
en general, todos aquellos que son posibles en contextos más o menos
análisis, que no es otro que el de delimitar el contexto histórico en
meritocráticos regidos por la lógica éxito-fracaso). Si a esto añadi-
mos los elementos de cambio -económicos, culturales, tecnológi-
cos, ideológicos, etc.- implícitos en los anteriores rasgos que aquí
hemos enunciado, comprenderemos hasta qué punto una de las carac- 30 Sobre estos temas puede verse José Félix Tezanos: ((Clasessociales y desigualdad

terísticas fundamentales de la industrialización fue, como dijimos, en las sociedades tecnológicas avanzadas», Revista Internacional de Sociología, n." 8-9,
diciembre 1994, págs. 89-135, y «Las infraclases en la estructura social», Sistema, n."
no sólo la intensificación del cambio, sino la difusión radical de la 131, Madrid, 1996, págs. 5-34.
((vivenciasocial del cambio». 3 l Colin Clark: Las condiciones del progreso económico. Alianza, Madrid, 1967.
32 Daniel Bell: El advenimiento de la sociedad post-industrial. Alianza, Madrid, 1976,
En su conjunto, la concurrencia de todos estos procesos de pág. 412. En parecido sentido, vid. también Alvin Gouldner: El futuro de los intelectua-
transformación darán lugar a que la sociedad industrial tenga, en sí les y el ascenso de la nueva clase. Alianza, Madrid, 1980.
misma, un importante componente de dinamismo interno que hoy 33 Aunque los teóricos del industrialismo han insistido en el carácter socialmente

en día prácticamente nadie niega. «homogeneizador»del proceso de industrialización, no se puede negar que, desde una
perspectiva actual, este tema reviste ciertas complejidades que hacen preciso tener en
En esta perspectiva dinámica, la acumulación de cambios ocu- cuenta no sólo la manera en la que la industrialización se produjo históricamente en
rridos durante las últimas décadas en las sociedades industriales ha algunos paises comunistas (principulmente la URSS), sino también las especificidades
con las que en nuestros dlas algunon pulncn del icrcer mundo plantean su propio proce-
ido dando lugar a la emergencia de un nuevo tipo de sociedad: la so de desarrollo. Lo que ha pcrmltldo hirblur, ul mcnos, de un doble modelo de
sociedad postindustrial, o sociedad tecnológica avanzada, en la que industrialización y de don o tres tlpar dlfemnter da nocledades industriales.
342 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA
LA SOCIOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 343
que surge y se desarrolla la Sociología. Pero en cualquier caso, lo
que aquí hemos apuntado, en la medida en que se relaciona con las rido en las páginas anteriores, de igual manera que en el capítulo
perspectivas más generales de evolución de tan intensos procesos de diez nos referiremos a aquella que jugó un papel específico más deci-
transformación, nos puede servir para resaltar el verdadero alcance sivo: el desarrollo de una mentalidad y de un método científico.
y profundidad de los elementos de cambio social que puso en mar- Sin embargo es preciso subrayar que la incidencia de los facto-
cha la revolución industrial. res intelectuales que influyeron en el nacimiento de la Sociología
operaron a través de una doble vía: por una parte la relacionada con
aquellas aportaciones que contribuyeron al desbloqueamiento del
4. LA CUESTIÓN SOCIAL Y LOS ORIGENES mundo tradicional, y por otra parte, las surgidas directamente de la
DE LA SOCIOLOGIA reflexión sobre las consecuencias del proceso de industrialización y
de transformación de la sociedad tradicional.
En todo el complejo contexto económico, social e intelectual al
que nos hemos referido en las páginas anteriores, puede decirse que En lo que al primer bloque de cuestiones se refiere, a lo que ya
estaban dadas las condiciones necesarias para que surgiera y se hemos señalado en páginas anteriores, sólo podemos añadir aquí, a
desarrollara la Sociología. modo de recapitulación, que sin ese específico clima intelectual hu-
biera sido muy difícil el desarrollo de una disciplina científica co-
Como reiteradamente se ha señalado, en «elsiglo XIX... el pensa- mo la Sociología. En este sentido, Durkheim, en la obra colectiva La
miento político-económico, sociopolítico y científico natural se une Science francaise, publicada en 1915 con motivo de la Exposición
con las grandes corrientes filosóficas de la ilustración y del roman- Internacional de San Francisco, pudo presentar la Sociología casi
ticismo, creando una forma mental desde la que pudo desarro- como fruto de la aportación francesa, en virtud, precisamente - y de
llarse la Sociología bajo la presión de las tensiones sociales ..., con- acuerdo con su argumentación- de que en Francia se daban plena-
secuencia de algunos cambios fundamentales y, sobre todo, mente las dos condiciones necesarias para su nacimiento: es decir,
extraordinariamente rápidos... La llamada revolución industrial, que se «hubiera puesto fin al imperio del tradicionalismo» y que exis-
los movimientos obreros, el socavamiento de la idea de legitimi- tiera una verdadera fe en la fuerza de la razón como instrumento de
dad aplicada a la forma monárquica de gobierno, la conciencia de cono~imiento~~.
sí de los hombres como unidades más o menos igualitarias, el cre-
ciente contacto entre un sinnúmero de grupos humanos como con- Precisamente cuando se hicieron más claras y explícitas las conse-
secuencia del rápido crecimiento demográfico, de los nuevos y cuencias sociales de los grandes procesos de cambio a que nos veni-
eficaces medios de comunicación y de las nuevas instituciones mos refiriendo, surgió otra vía importante de reflexión intelectual
sociales ...; todos estos factores contribuyeron a crear una presión que estimuló el desarrollo de la Sociología: nos referimos, obviamente,
real tan fuerte a través de los procesos sociales y socio-económi- a la reflexión sobre la llamada «cuestión social».
cos, que casi de necesidad tenía que formarse una ciencia del tipo Como ya hemos indicado, la dinámica práctica de la industriali-
de la Sociología~3~. zación dio lugar a que muy pronto quedara de manifiesto que su
Así pues, la Sociología surgió a partir de determinadas condicio- implementación no sólo producía un fuerte proceso de convulsión
nes intelectuales y en el contexto de una situación social muy preci- social, como consecuencia del derrumbe del viejo orden tradicional,
sa. A algunas de estas condiciones intelectuales ya nos hemos refe- sino que también generaba toda una compleja problemática social

34 H . Schorck: Historia de. la Soclol~~la,


Hordcr; Bui.celona, 1977, piíg. 146. J W d . , en este sentido, Carlor Moya: Socldlapos y Sociologfa. Siglo X X I , Madrid,
1970, pdgs. 13 y su.
LA SOCIOLOG~AY LA SOCIEDAD INDUSTRIAL 345
344 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

De acuerdo con Tony J. Watson, podemos resumir las principa-


asociada a las nuevas formas de organización del trabajo industrial, les contradicciones específicas, surgidas como consecuencia del desa-
a las nuevas condiciones de vida de las masas de trabajadores que rrollo industrial, en los siguientes ocho grandes bloques:
se hacinaban en torno a los núcleos de expansión industriales, así
como a todo un conjunto muy amplio y variado de problemas sur- - Aquellas que surgen como consecuencia de la instalación de
gidos de las características de las «sociedades de masas» que esta- gran cantidad de trabajadores en un mismo lugar de trabajo,
ban emergiendo. con unas mismas condiciones e intereses, lo que crea las cir-
cunstancias apropiadas para el desarrollo del sindicalismo y,
La llamada «cuestión social»,es decir, la sensibilización por la en general de la acción clasista.
situación social de los sectores que vivían y trabajaban en peores
condiciones, se convirtió bien pronto en uno de los puntos fun- - La acumulación de demandas crecientes de libertad políti-
damentales de referencia para todo el pensamiento social de esta ca y mayor participación democrática surgidas como con-
época, desde los teóricos socialistas, hasta Papas como León XIII, secuencia de la «extensión»de la lógica de los principios libe-
que en su encíclica «Rerum Novarumn denunció las consecuen- rales, que eran imprescindibles para allanar las dificultades
cias negativas del nuevo orden económico. De esta manera, bajo del orden feudal y para permitir el libre juego de intereses
el impacto de la «cuestión social» se empezó a producir una cier- necesarios para el desenvolvimiento de la economía de mer-
ta inflexión en la evolución de las concepciones que, basadas en cado.
una extraordinaria fe optimista en el progreso, habían alentado y
- Los problemas surgidos como consecuencia de las contradic-
estimulado de manera tan decisiva la dinámica de la industriali-
ciones entre las necesidades de los empresarios de control y
zación.
coordinación, y las aspiraciones de mayor independencia e
En este sentido, como ha recordado Dahrendorf, en «losaños vein- iniciativa de los sectores más cualificados de los trabaja-
te y treinta del siglo pasado, hallaron expresión en la literatura de la dores.
economía política y de la política social los primeros signos de cier-
- Las contradicciones que generan los métodos racional-
to escepticismo a propósito de los efectos sociales de la forma indus-
burocráticos de organización del trabajo, con su tendencia a
trial de producción~36.
la rigidez, al formalismo, etc., y que pueden acabar implican-
Después de un cierto período de exaltación optimista, se podía do ciertos elementos de ineficacia.
comprobar que el sistema industrial no era solamente «eficiente,
dinámico y destructor de tradiciones»37,sino que también generaba - Las consecuencias de la división del trabajo que si bien pro-
nuevas contradicciones, conflictos y problemas sociales específicos. duce una mayor eficacia en la producción, al mismo tiempo
De estos conflictos y contradicciones -que se añaden a los surgidos tiende a generar monotonía en el trabajo, alienación, falta de
como consecuencia del derrumbe del orden tradicional- se ocupa- estímulos y de motivación, etc.
ron casi todos los grandes teóricos sociales de los siglos XIX y xx,lle- - Los riesgos de anomia y de relaciones sociales impersonales
gando a desarrollar unas líneas de análisis y unas teorías extraordi- y poco satisfactorias, surgidas como consecuencia de la susti-
nariamente densas y complejas. tución de los viejos valores tradicionales por los principios de
individualismo, cálculo, interés, espíritu de competencia, aspi-
raciones de éxito, etc.
36 Ralf Dahrendorf: Sociologla de la industria y de la empresa. Uteha, México, 1965, - Los problemas generales de desmotivación en el trabajo según
pAg. 20. aumentan ciertos nivele8 econbmicos,
" 7, Miller y W. Worm: Soclolopia Indurrdal. Rlulp, Madrid, 1969, pAg. 56.
346 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA

- Las cuestiones relacionadas con los límites del crecimiento-y


Sin embargo, ateniéndonos al horizonte histórico que aquí esta-
con sus consecuencias- no sólo en sus aspectos físicos, sino
mos analizando, es evidente que el impacto causado por toda la pro-
también en sus aspectos sociales (problemática real de la desi-
blemática general a la que nos hemos referido, tenía que conducir
gualdad), etc.38.
de manera directa y lógica no sólo a una mayor atención hacia lo
Y por supuesto, junto a todo esto, hay que considerar igualmen- social como campo de estudio y de consideración, sino también a un
te la manera especifica en que influye la problemática acumulada nuevo planteamiento analítico. Por ello es por lo que puede decirse
que es consecuencia del crecimiento demográfico y de la rápida urba- que «la Sociología... está muy íntimamente unida en sus comienzos
nización, así como las específicas condiciones de trabajo, sobre todo con la aparición de los problemas sociales. Nació cuando el proceso
en las primeras etapas de la industrialización (bajos salarios, largas de la convivencia dejó de desarrollarse por sí solo y cuando fue pre-
jornadas laborales deficientes condiciones físicas en los lugares de ciso comenzar a ocuparse de la sociedad, pues en este dominio de la
trabajo, falta de seguridad social, de asistencia sanitaria y de otras vida humana se habían planteado problemas que reclamaban solu-
ventajas sociales, inestabilidad en los puestos de trabajo, etc.). c i ó n ~Por
. eso la Sociología surgió en un contexto histórico y social
preciso, en el que la «cuestión social» dio lugar a que se suscitase
A su vez, hay que tener en cuenta también que toda sociedad indus- una problemática específica con una intensidad como antes no se
trial presenta un cierto grado de tensión interna y de conflictos refe- había conocido.
ridos especialmente a la persistencia de residuos importantes de la
No es extraño, por tanto, que desde los primeros momentos del
sociedad tradicional. Eisenstadt, por ejemplo, ha subrayado cómo
desarrollo de esta disciplina la atención temática central de los soció-
todo proceso de industrialización implica una doble dialéctica de
desorganización y dislocación estructural de la sociedad tradicional logos se produjera en torno al binomio orden-desorden social. La
Sociología surgió a partir de la difusión de una sensibilización inte-
y de ((problemassociales, rupturas y conflictos entre los diversos gru-
lectual bastante general ante todos los problemas de desorganiza-
pos y movimientos de protesta y resistencia al c a m b i o ~ 3 ~ .
ción social que había puesto en marcha la revolución industrial. Des-
Evidentemente, desde una óptica actual, aun sin olvidarnos de de el mismo Comte el telón de fondo de la reflexión sociológica será
los indudables y muy importantes aspectos positivos que ha supues- el mismo: la «gran crisis social».
to la industrialización, habría que añadir nuevas contradicciones, Ya en 1822 Comte abrió su obra Plan de trabajos científicos necesa-
conflictos y problemas a los que aquí hemos recogido: los desequi- rios para reorganizar la sociedad, con estas palabras: «Unsistema social
librio~entre países ricos y países pobres, los deterioros medio-ambien- que se acaba, un sistema nuevo que ha llegado a su madurez com-
tales y la ruptura de los equilibrios ecológicos, la explotación ((depre- pleta y que tiende a constituirse: tal es el carácter fundamental que
dadoran de algunos recursos naturales, las contradicciones entre las asigna a la época presente la marcha general de la civilización. De
políticas de pleno empleo y las necesidades de modernización tec- acuerdo con este estado de cosas, dos movimientos de diferente natu-
nológica y de recuperación de la tasa de ganancia del capital, el raleza impulsan hoy a la sociedad: uno de desorganización, otro de
desempleo masivo, etc. reorganización~~~.
La Sociología será la manera específica en que algunos teóri-
cos sociales intentarán enfrentarse -de acuerdo con los plantea-
38 Tony J. Watson: Sociology, Work and Industty. Routledge & Kegan Paul, Londres, mientos propios del método científico- con la misma problemá-
1980, págs. 90-91.
3Y S. N. Eisenstadt: Modernizacidn. Movimientos de protesta y cambio social. Amo-
rrortu, Buenos Aires, 1968, pBg. 41, Alaln Taurriinc, por su parte, verá en esta contradic-
ci6n espcclfica uno de los factorer Imporlintcr que *permite e impone el desarrollo de la
40 Augusto Comte: .Plan de trrbajor clantlflcoi n c c c ~ a r i opara
~ reorganizar la so-
Sociologla*.Vid. Alain Touralno: &ulo&qtr ¿a la accidn. Ariel, Barcelona, 1969, pág. 454.
ciedad*, en A. Comte: Primeros ensayos. P,C,E,,
Mdxlco, 1977, pAg. 71.
348 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A Y LA SOCIEDAD INDUSTRIAL
LA SOCIOLOGÍA 349

tica con que se enfrentaron también los especialistas en otras áreas EJERCICIOS Y TÓPICOS PARA LA R E F L E X I ~ N
del saber.
En conclusión, podemos decir, con Nisbet, que las «ideas fun- 1) ¿Por qué se dice que la revolución industrial fue un fenóme-
damentales de la Sociología europea se comprenden mejor si se les no social global?
encara como respuesta al derrumbe del viejo régimen, bajo los gol- 2) ¿Cuáles fueron los requisitos y condiciones previas que hicie-
pes del industrialismo y la democracia revolucionaria, a comienzos ron posible el desarrollo de la revolución industrial? Hacer
del siglo XIX,y los problemas de orden que éste creará... Los ele- un esquema clasificando los requisitos económicos, tecnoló-
mentos intelectuales de la Sociología -dirá Nisbet- son producto gicos y científicos, sociales, culturales, etc.
de la refracción de las mismas fuerzas y tensiones que delinearon el 3) ¿Qué ventajas implicaba la división del trabajo, según Adam
liberalismo, el conservadurismo,y el radicalismo modernos. El colap- Smith? ¿Y según Adam Ferguson?
so del viejo orden en Europa... liberó los diversos elementos de poder,
riqueza y status consolidados, aunque en forma precaria, desde la 4) ¿Qué explicación dio Max Weber sobre la influencia de los
Edad Media. Dislocados por la revolución, reunidos confusamente factores culturales en la génesis de un proceso económico
por el industrialismo y las fuerzas de la democracia, encontraremos como el capitalismo?
a esos elementos recorriendo a tumbos el paisaje político de Euro- 5) ¿Cuáles fueron los principales factores ideológicos y cultura-
pa durante todo el siglo XIX, en la búsqueda de contextos nuevos. Del les que tendieron a modificar en el siglo XVII los supuestos
mismo modo que la historia política del siglo XIX registra los esfuer- del mundo tradicional? {Qué papel jugaron estos factores en
zos prácticos de los hombres por volver a consolidarlos, la historia el advenimiento de la revolución industrial?
del pensamiento social registra los esfuerzos teóricos realizados en
tal sentido; es decir, las tentativas de ubicarlos en perspectivas de 6) ¿Qué cambios supuso la sociedad industrial en la sociedad
tradicional? Hacer un esquema, siguiendo las propuestas de
importancia filosófica y científica para la nueva era»41.
Goldthorpe y Giddens.
7) ¿En qué se diferencian, y a que se refieren, los conceptos de
«Comunidad»y «Asociación»de Tonnies?
8) ¿Cómo se ha definido la «sociedad industrial»? Poner varios
ejemplos.
9) ¿Cuáles son las principales características y dimensiones de
la sociedad industrial? Hacer un esquema.
10) ¿Qué papel e influencias atribuyen los teóricos de la mo-
dernización a la difusión de valores y pautas de carácter eco-
nómico para el desarrollo de la industrialización?
11) ¿Qué rasgos culturales y características sociales tienden a
favorecer y facilitar el proceso de industrialización de una
sociedad?
12) Describir y analizar las principales condiciones sociales en
4 ' Robert Nisbet: La f o m a c i d n del prnsamlento sociol6gico. Amorrortu, Buenos Ai-
que vivieron la mayoría de trabajadores durante las prime-
res, 1969, vol. 1 , pAg. 37. ras etapas de la revolucidn Indu,trial,
350 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

13) ¿Quése entiende por «cuestión social»?¿Cómo influyó y esti-


muló la «cuestiónsocial»el desarrollo de la Sociología, y algu-
nas de sus aplicaciones concretas?
14) ¿Cuáles son las principales contradicciones específicas surgi-
das como consecuencia del desarrollo industrial?
15) ¿Por qué la mayor parte de las reflexiones de las primeras
generaciones de sociólogos se produjeron en torno al bino-
mio orden-desorden?
La complejidad y la esterilidad de algunas disputas metodológi-
cas sobre el ser y el hacer de la Sociología han dado lugar, como ya
hemos apuntado, a que algunos autores hayan intentado pasar por
encima de estos debates diciendo que la Sociología sencillamente es
«lo que hacen los sociólogos». Pero ¿qué hacen realmente los soció-
logos? Posiblemente muchas personas sin conocimientos especiali-
zados en estas cuestiones tienen las mismas dificultades para con-
testar a esta pregunta que para responder al interrogante general
sobre ¿qué es la Sociología?

Con bastante frecuencia la actividad de los sociólogos está rode-


ada de oscuridades e, incluso, de misterios. ¿Cómo pueden los soció-
logos adivinar el curso de los acontecimientos? -se preguntan
muchas personas- ¿Cómo pueden averiguar quién va a ganar las
próximas elecciones, o saber si la gente va a consumir un determi-
nado producto, o conocer si en un barrio concreto va a surgir un
problema social específico...?

Como ya señalábamos al principio de este libro, los sociólogos


muchas veces son vistos como una especie de nuevos gurús, bru-
jos, o adivinos de nuestra época. Pero el problema generalmente
no es de los sociólogos, sino de las presiones y las demandas que
se les plantean desde la sociedad, así como de las propias expec-
tativas que su actividad genera. En este capítulo vamos a analizar
esas expectativas, intentando situar el conocimiento sociológico en
sus propios límites reales, al tiempo que vamos a precisar cuáles
son los principales campos de orientación profesional y ocupacio-
nal de los sociólogos y los principios que deben inspirar su que-
hacer práctico.
354 LA
- E X P L I C A C I ~ NNO<'IOI.C)(;ICA: UNA I--N T--R--O D U C C ~ ~-AN LA SOCIOLOC~A
- -- 1.A ACTIVIDAD DE LOS SOCI~LOGOS
-
-
.
u u.-
-. 355

conscientemente, de ellos esperan quienes les encargan los estudios


sociológicos.
En el mundo clásico cuando los reyes o los militares pensaban em-
prender alguna expedición bélica, o tomar alguna decisión, consulta- Por ello es necesario empezar por tener muy claro cuáles son
ban a los oráculos. Actualmente cuando los políticos o los empresa- las verdaderas posibilidades y límites del conocimiento sociológi-
rios tienen ante si la perspectiva de alguna iniciativa que les plantea co, despejando las dudas existentes sobre este particular, y acla-
rando que los sociólogos no son unos nuevos gurús y oráculos, que
dudas acaban acudiendo a los sociólogos, esperando informaciones o
puedan jugar el mismo papel de aliberadores de las angustias de
indicios que despejen sus incertidumbres.
las incertidumbres» que generalmente desempeñaban las pitonisas
Plutarco, en su obra Vidas Paralelas, cuenta una divertida anéc- y los adivinos de la antigüedad.
dota que resulta muy ilustrativa sobre las expectativas que des-
piertan estas prácticas previsoras o adivinatorias. Antes de empren- La labor de los sociólogos es una labor científica, que debe ins-
der su expedición contra los persas, Alejandro Magno decidió pirarse en principios de objetividad, rigor y seriedad, más allá de
algunas pretensiones y expectativas sociales equivocadas y desme-
consultar el oráculo de Delfos. Y como quiera que los días en que
llegó a Delfos eran días considerados como «nefastos»,en los que suradas.
no estaba permitido consultar el oráculo, ((10 primero que hizo La Sociología ha alcanzado en estos momentos un determinado
-nos explica Plutarco- fue llamar a la profetisa; pero negándose grado de desarrollo y cuenta con un conjunto de herramientas ana-
ésta, y objetando la disposición de la ley, subió donde se hallaba y líticas y procedimientos de investigación, que permiten llegar has-
por fuerza la trajo al templo. Ella entonces, mirándose como ven- ta unos límites concretos. Conocer esos límites y precisar las posi-
cida por aquella determinación, "¡Eres invencible, hijo mío!", expre- bilidades reales de la Sociología resulta imprescindible para evitar
só; lo que oído por Alejandro, dijo que ya no necesitaba otro vati- bordear las fronteras que separan y diferencian un verdadero que-
cinio, sino que había escuchado de su boca el oráculo que hacer profesional serio, de algunas prácticas espurias más propias
apetecía»l . de aquellos charlatanes de feria, que con tanto grafismo nos han
En las sociedades de nuestros días ocurre algo parecido. General- dibujado algunas películas del oeste, que recorrían las ciudades ven-
mente se ponen muchas expectativas en los pronósticos y análisis diendo sus mágicos e inútiles elixires curativos de todos los males.
de los sociólogos, y con harta frecuencia se les presiona para lograr Si se quieren evitar algunos conatos de linchamiento o desprecio
de ellos los datos o las orientaciones en sus análisis que se desean como aquellos a los que, a veces, se hacían merecedores dichos char-
obtener previamente. Y también se reacciona críticamente contra latanes, es preciso que los sociólogos fijemos con claridad y since-
ellos cuando no proporcionan los resultados esperados. De esta ridad los propios límites de nuestro quehacer profesional y empe-
manera, el quehacer de los sociólogos no puede substraerse de las cemos por ser suficientemente modestos respecto a las posibilidades
expectativas y demandas concretas que se generan desde la socie- existentes, hoy por hoy, de realizar pronósticos y previsiones total-
dad. Los sociólogos hacen los trabajos y se ocupan de las tareas que mente certeras.
les son encomendadas en la sociedad, y tienen que realizar un gran Una de las precisiones previas, de carácter básico, que resultan
esfuerzo de objetividad para no verse presionados en la forma de imprescindibles para acotar el propio carácter y contenido de la
plantear sus análisis y sus encuestas en una dirección encaminada Sociología es la que se conecta con la delimitación general del cam-
a obtener los resultados que de manera sutil o expresa, más o menos po temático del que se ocupa esta disciplina, diferenciando lo que es
propiamente Sociología, de todo aquello que no lo es.
La necesidad de proceder a una mínima clarificación de los gran-
l Plutarco: Vidas Paralelas. Planeta, Barcelona, 1991, vol. 11, pág. 498. des marcos en los que es posible situar la labor práctica de los soció-
logos hace necesario que nos refiramos aquí, siquiera sea esquemá- cológicas, normativas y se le puso al recipiente una etiqueta que
ticamente, a esta importante cuestión, que será desarrollada con más decía: Sociología. En realidad -concluirá Simmel- sólo se había
detalle especialmente en el capítulo catorce, en donde intentaremos ganado un nombre propio»2.
precisar cuál es el objeto específico de la Sociología y cuáles son los La expresiva argumentación de Simmel refleja bastante bien la
principales procedimientos, a través de los que es posible delimitar realidad de un determinado período de desarrollo de la Sociología,
sus campos temáticos concretos. a partir del cual era muy difícil determinar con un mínimo de pre-
Desde una perspectiva general, a la hora de evaluar la propia am- cisión sus límites y hasta su mismo contenido. Sin embargo, la evo-
plitud temática de esta disciplina, es necesario recordar que también lución de esta disciplina hacia una mayor atención a temas de refe-
en este aspecto los planteamientos comtianos ejercieron un consi- rencia cada vez más concretos y específicos, unida al mismo desarrollo
derable influjo en buena parte de los desarrollos sociológicos poste- diferenciado de los otros saberes sociales, ha permitido ir trazando
riores, sobre todo en lo referente a ciertas pretensiones de conside- fronteras y perspectivas de dedicación y de especialización profe-
rar a la Sociología como la síntesis no sólo de todos los saberes en sional cada vez más claramente perfiladas.
general, sino también y más específicamente de los saberes sociales; Así las viejas pretensiones «absorbentes»de la Sociología han
como el verdadero vértice de todos los conocimientos desarrollados ido dando paso a planteamientos mucho más modestos y contempo-
a partir del binomio de referencia «hombre-sociedad». rizadores. La Sociología, en la conciencia de la gran mayoría de
los sociólogos de nuestros días, es entendida como una más de las
Como subrayó Simmel (1858-19 18), esta pretensión inicial de
disciplinas sociales, que tiene que operar sabiendo que las inter-
presentar a la Sociología como vértice de todos los saberes sociales
dependencia~entre algunas de estas disciplinas son sumamente
fue fruto de muchos de los supuestos latentes que hicieron posi-
importantes.
ble el desarrollo histórico de la Sociología. «Adquirida la cons-
ciencia de que toda actividad humana transcurre dentro de la socie- De todo lo que hasta aquí hemos señalado se comprende, pues,
dad sin que nadie pueda sustraerse a su influjo, todo lo que no que el esfuerzo por definir la Sociología3, que caracterizó las pri-
fuera ciencia de la naturaleza exterior tenía que ser ciencia de la meras etapas de su desarrollo, haya sido superado por una perspec-
sociedad. Surgió ésta, pues, como el amplio campo en que concu- tiva más práctica, orientada preferentemente a proporcionar expli-
rrieron la Ética y la Historia de la Cultura, la Economía y la Cien- caciones más amplias y comprensivas del por qué, cómo y qué de la
cia de la Religión, la Estética y la Demografía, la Política y la Etno- Sociología. Esta forma de proceder se basa en la convicción de que
logía, ya que los objetos de estas ciencias se realizaban en el marco la necesidad de fijar los marcos y límites precisos de esta disciplina
de la sociedad. La ciencia del hombre había de ser la ciencia de la no se logrará mediante definiciones, sino a través del desarrollo de
sociedad. A esta concepción de la Sociología, como ciencia de todo un quehacer práctico de verdadera utilidad social.
lo humano -recordará Simmel- contribuyó su carácter de cien- Estos nuevos enfoques están permitiendo superar en la historia
cia nueva. Por ser nueva adscribiéronse a ella todos los problemas de la Sociología una cierta fase de interminables discusiones con-
que eran difíciles de colocar en otra disciplina; a la manera como ceptuales, de muy dudosa utilidad científica, para centrar una mayor
las comarcas recién descubiertas aparecen cual Eldorados para
todos los sin patria, para todos los desarraigados, pues la indeter-
minación e indefensión de fronteras, inevitable en los primeros
tiempos, autoriza a todo el mundo a establecerse allí. Pero bien 2 George Simmel: Sociologfa. Revlwta de Occidente. Madrid, 1977, págs. 12-13.
3 Los inventarios de deflnlcloner de Soclologfu son bastante numerosos, no faltan-
mirado, el hecho de mezclar problemas antiguos no es descubrir do incluso los estudios empfrlcoi iobm Iai pmplir deflnlciones. Algunas referencias a
un nuevo terreno del saber. Lo que ocurrió fue, simplemente, que este tema pueden verse en Joi6 Cartllloi lnlduooldn a la St)ciologla. Guadarrama, Madrid,
se echaron en un gran puchero todai las ciencias históricas, psi- 1968, ptígs. 27 y SS.
358 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

cantidad de esfuerzos en la investigación concreta y en el desarrollo libertad, pueden modificar el sentido y la orientación de las pre-
de áreas específicas de conocimiento sociológico. dicciones. Y se ha insistido, en fin, en que la complejidad de lo
social hace muy difícil la tarea de establecer con precisión las redes
Como ha subrayado Mendras, «a principios de siglo sociólogos
de causalidad y hasta la misma lógica de bastantes comportamientos
y especialistas en diferentes ciencias sociales discutieron amplia y
sociales. A todo ello nos referiremos con más detalle en los próxi-
vanamente la definición del objeto de la Sociología, intentando
delimitar su terreno y precisar la postura científica del sociólogo. mos capítulos.
Ese dossier está archivado y no lo vamos a desempolvar nosotros.
Dar una definición de una ciencia en su punto de partida carece
casi de sentido: ¿Acaso los físicos del siglo XIX hubieran podido
definir los problemas que la física nuclear plantea a los científicos
del siglo x x ? » 4 . Los problemas actuales concernientes a la actividad sociológica
no son solamente de índole temática o metodológica, sino que se
Sin embargo, obviando el problema de la definición no siempre
extienden, como ya indicábamos en el capítulo primero de este libro,
se logra resolver satisfactoriamente todos los complejos problemas
al campo de su propia comprensión e identificación como tarea social
de la delimitación y clarificación de los campos propios de la Socio-
específica. Así, incluso en países donde la Sociología ha alcanzado
logía. El problema no es exclusivamente un problema de fronteras y
un notorio grado de desarrollo, los ciudadanos medios no siempre
de relaciones con las demás disciplinas sociales, sino que es también
tienen una idea clara del qué y para qué de la Sociología y las más
una cuestión de concepciones, de clarificación de su papel y de su
de las veces la actividad ocupacional del sociólogo aparece pública-
alcance, de precisar sus relaciones con las «ideologías»y con los ((valo- mente dibujada con cierta imprecisión y preferentemente referida al
res», y también, claro está, de cuál sea su propia naturaleza cientí- campo de la «reflexión intelectual».
fica. Cuestiones todas ellas que deben ser objeto de diversas mati-
zaciones y aclaraciones. En la mayor parte de los casos, la verdad es que el papel social y
ocupacional de los sociólogos se encuentra aún muy centrado en las
Así, se ha repetido hasta la saciedad que la Sociología tiene un
esferas de la actividad docente e intelectual, y su ocupación es vis-
objeto sumamente sutil y complejo que hace difícil la predicción
ta, de esta manera, como una actividad que aún no se ha extendido
científica, máxime cuando el propio sociólogo reúne la doble con-
suficientemente en contextos laborales distintos al de las Universi-
dición de observador y actor de la situación que es objeto de estu-
dades y los centros de enseñanza.
dio científico. Se ha recordado «la doble hermenéutica que carac-
teriza a las ciencias sociales», «con el doble proceso de traslación Como señaló Betty Yorburg hace algunos años, en referencia a
e interpretación que ello implica» (los significados de los fenóme- una de las sociedades donde se ha producido un mayor desarrollo
nos y los significados de las descripciones sociológica^)^. Se ha práctico de la Sociología -los Estados Unidos-, «lossociólogos son
dicho también que la propia condición de los hombres, en cuanto primordialmente profesores e investigadores-pensadores antes que
seres dotados de libertad, hace que las probabilidades de predic- hacedores ...- La mayoría de los sociólogos (85%) enseña en Escue-
ción científica, basadas en el «conocimiento» de leyes regulares, las Superiores y en Universidades. Otros (en torno al 10%) trabaja
sean más provisionales, ya que los seres humanos, en virtud de esta en la industria o en actividades económicas, y unos pocos (en torno
al 5%) son empleados par la Administración Pública~6.

Henri Mendras: Elemento8 dr Soclalogka. Ediciones de Cultura Popular, Barcelo-


na, 1968, phg. 17. 6 Betty Yorburg: Introductlon lo &lolo@, Harpcr & Row, Nueva York, 1982, págs.
Qnthony Ciddens: Tho conslltutlon afrwlrty, Pollty Prrss, Cambridge, 1984, p6g. 284. 43-44.
LA ACTMDAD DE LOS SOCI~LOGOS 36 1

Esta situación, sin embargo, ha ido evolucionando en los últimos te de la profesión; la búsqueda por una sociología «aplicada»,tiene
años, y cada vez se están abriendo más perspectivas de trabajos una larga tradiciónng.
aplicados en la esfera de la previsión social, el análisis de problemas
sociales, la asesoría y estudio en el ámbito local y regional, etc. En cualquier caso, lo cierto es que la popularización creciente de
la Sociología ha ido cambiando durante los últimos años las pers-
El abanico de trabajos «nodocentes,, de los sociólogos en el merca- pectivas de trabajos sociológicos aplicados. La propia complejiza-
do de trabajo se ha ido abriendo paso de una manera paulatina, y, a ción social y la emergencia de nuevas incertidumbres y problemáti-
veces, referida a ámbitos de actividad muy diversos, incluso en cas sociales, especialmente en los ámbitos urbanos, ha dado lugar a
sociedades altamente industrializadas. Betty Yorburg, por ejemplo, que se difunda una nueva conciencia no sólo sobre la necesidad de
en un claro esfuerzo por concretar las perspectivas ocupacionales de intensificar los estudios sociológicos, sino también de extender la
los sociólogos en Estados Unidos, enumeraba 20 tipos de empresas formación y el conocimiento sobre estas materias entre sectores más
-o actividades- específicamente contratadoras de sociólogos»: amplios de la población.
centros de investigación, departamentos de marketing, hospitales,
De esta manera la afirmación realizada hace algunos años por
bancos, fundaciones, agencias de ventas, compañías de seguros, edi-
Goldthorpe, cuando señaló que «aunque la Sociología es una mate-
toriales, librerías, etc. Es decir, en algunos casos, como vemos, la
ria sobre la que muchas personas deben saber algo, es una ciencia
idea de «empresas típicamente contratadoras de sociólogos» apare-
de la que pocas personas pueden esperar vivir»9,mantiene su vigen-
ce dibujada con bastante amplitud7.
cia en lo que se refiere a la necesidad a una amplia formación socio-
El hecho de que estas polivalencias en la proyección ocupacional lógica, pero ya no es del todo exacta en lo que se refiere a la exten-
de la labor de los sociólogos se produzcan en sociedades con una lar- sión de los trabajos sociológicos aplicados.
ga trayectoria de institucionalización académica de esta disciplina Las perspectivas ocupacionales de los Sociólogos, lógicamente,
no deja de ser significativo. Máxime si tenemos en cuenta que en varían bastante de unas a otras sociedades, dependiendo del grado
algunos países esta trayectoria - y esto es importante subrayarlo- de institucionalización de la Sociología y de las propias demandas
generalmente no ha estado divorciada de un importante esfuerzo por específicas existentes en cada sociedad concreta.
potenciar un «mercado» real de tareas sociológicas fuera del propio
ámbito de la Universidad. En España, por ejemplo, se produjo una tardía institucionaliza-
ción de esta disciplina, no contando con una carrera universitaria
En Estados Unidos, por ejemplo, «desde que la Sociología llegó de Sociología hasta la década de los años setenta. Este hecho dio
a ser una disciplina académica, ha existido un esfuerzo continuo por lugar a que hasta finales de dicha década no existiera un número
crear papeles prácticos de sociólogos, lo que a menudo se ha califi- suficiente de sociólogos titulados que pudieran satisfacer las deman-
cado de Sociología aplicadan. El objetivo ha sido colocar sociólogos das ocupacionales que surgían desde la sociedad.
fuera de la Universidad para servir a una gran variedad de clientes
específicos en el conjunto de la sociedad. Sin embargo «la cantidad Este mayor retraso, en comparación con otras sociedades, en
de sociólogos comprometidos en tareas sociológicas fuera de la Uni- la institucionalización académica de la Sociología, y en el corres-
versidad es mucho menor que la de psicólogos o economistas. La pondiente desarrollo de un campo ocupacional específico, ha dado
ausencia de un efectivo elemento aplicado en Sociología -como se
nos ha recordado- no es el resultado de la indiferencia de una par-
Morris Janowitz: aProfescilonalizatlonof Sociologyn, en Robert K. Merton, Howard
S. Becker y otros: Varieties of Political rxpnrrion in Soclology. The University of Chica-
go Press, Chicago, 1972, pAg. 106.
' Betty Yorburg: Introduction to Sociolopy, op, cit., phg. 44. J. E. Goldthorpe: Introduccidn a & Sock>k,gkr, Alianza, Madrld, 1977, phg. 91.
362 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA [.A ACTIVIDAD DE LOS S O C I ~ L O G O S 363

lugar a que apenas se disponga de datos concretos que nos permi-


tan saber con precisión en qué trabajan actualmente los sociólogos
españoles.
La única información global disponible en el momento de escri-
bir este libro corresponde al año 1983, en que el Colegio de Licen-
ciados en Ciencias Políticas y Sociología realizó una encuesta a una
muestra de licenciados en Ciencias Políticas y en Sociología. Esta
encuesta nos permite hacernos una cierta idea sobre las perspecti-
vas ocupacionales de los licenciados en ambas carreras en un
momento, aún, de insuficiente desarrollo de la Sociología. Los resul-
tados de dicho estudio, tal como podemos ver en los datos de la
Tabla 1, indican que un 34% de los licenciados trabajaban en la Admi-
nistración Pública, un 26% desempeñaba su tarea en empresas pri-
vadas o mixtas, fundamentalmente del sector servicios, un 14% se
dedicaba a la enseñanza, un 5% realizaba un ejercicio libre de la
profesión y un 2% trabajaba en organismos, fundaciones y entida-
des no lucrativas. Igualmente es de destacar la existencia de una
proporción significativa de personas que no trabajaba, bien por estar
parados (13%), por ocuparse sólo de tareas domésticas (4%), o por
continuar estudiando o disfrutando de alguna beca (1%). Lo cual
supone que los no activos en su conjunto llegaban a alcanzar una
proporción superior al 18%, ascendiendo a un 29% entre las muje-
res y a un 23% entre los que se licenciaron en el último período con-
siderado en esta encuestalo.
Una imagen complementaria a la que se desprende de estos datos,
nos la proporciona la encuesta realizada entre los asistentes al V Con-
greso Nacional de Sociología celebrado en Granada en 1995. De
acuerdo a los datos de esta encuesta, un 48% de los delegados que
habían acabado sus estudios se dedicaban a la Enseñanza, un 14%
trabajaban para las Administraciones Públicas, un 13% eran inves-
tigadores, un 6% trabajaban en empresas privadas, mientras que un

'0 Francisco Alvira et al.: El papel de politblogos y socid~ogosen la sociedad española.


Madrid, 1984. Informe sin publicar. Hay que tener en cuenta que los datos se refieren
tanto a licenciados en Ciencias Pollticas, como en Sociologfa, por lo que el perfil laboral
espectfico de los soci6logos -Incluro en 1983- no queda suficientemente reflejado en
esta encuesta.
364 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA ACTIVIDAD DE LOS SOCI~LOGOS 365

6% declaraban dedicarse al ejercicio libre de la profesión y un 13% SO, en las Administraciones territoriales (Ayuntamientos y Comuni-
se encontraban en paroll. dades Autónomas), en las que existe cada vez una mayor cantidad
de gabinetes de Sociología, en donde un número creciente de titula-
Aunque estos últimos datos son más similares a los de otros paí- dos trabaja en tareas de asesoría, estudios y evaluación de las nece-
ses en los que la Sociología ha alcanzado un mayor desarrollo, hay sidades sociales.
que tener en cuenta que el perfil típico de los asistentes a los Con-
gresos de Sociología se corresponde preferentemente con profesores La «investigación» sociológica también ha experimentado un
e investigadores, tal como queda reflejado en los datos de dicha significativo crecimiento durante los últimos años, tanto en lo que
encuesta. se refiere a investigación básica, en centros públicos y en departa-
mentos universitarios, como en la investigación aplicada, en orga-
En los últimos años, la Sociología ha experimentado un consi- nismos públicos (el CIS, por ejemplo), así como en un buen núme-
derable desarrollo en España, especialmente en lo que se refiere al ro de empresas privadas que realizan continuamente encuestas,
aumento del número de Facultades de Sociología que se han abier- sondeos y estudios pre-electorales, investigaciones sobre hábitos,
to en varias Universidades. La Sociología, en estos años, también se orientaciones y preferencias de consumo, estudios sobre costum-
ha ido convirtiendo en una ciencia más popular, al tiempo que se bres, opiniones y actitudes sociales, de los que frecuentemente dan
han ido diversificando las perspectivas y las demandas y oportuni- cuenta los medios de comunicación social. Todas estas actividades
dades de trabajo -al menos «en teoría»-para los sociólogos. han dado lugar a que una de las tareas propias de los sociólogos que
Los campos de trabajo concreto en los que los sociólogos pue- más se ha popularizado durante los últimos años a través de los
den plasmar su actividad laboral en países como España son en este medios de comunicación sean las encuestas electorales y los son-
momento básicamente cuatro: la enseñanza, la Administración deos de opinión.
Pública, la investigación y la empresa privada. En el campo de la Finalmente, en las empresas privadas también se ofrecen posi-
enseñanza la apertura de varias Facultades nuevas de Sociología y bilidades de trabajo para los sociólogos, en gabinetes de estudio y
el desarrollo de los estudios Universitarios en general ha abierto asesoría, en relaciones públicas, en estudios de imagen y de impac-
una demanda mayor de docentes cualificados no sólo en las Facul- tos, en relaciones laborales en la empresa y, cada vez más, en el lla-
tades de Ciencias Políticas y Sociología, sino también en las de Cien- mado «tercer sector» de la economía, que está llamado muy posi-
cias Económicas, de Psicología, de Filosofía, de Ciencias de la Infor- blemente a experimentar un crecimiento importante en las sociedades
mación, etc. A esto se han unido las necesidades formativas en de un futuro inmediato, y que se relaciona con las actividades reali-
materias sociológicas en otros estudios medios como Trabajo Social, zadas por empresas y entidades que no son públicas ni privadas, como
así como la progresiva implantación de las áreas de Ciencias Socia- las cooperativas, las fundaciones, los organismos con fines sociales
les en la Enseñanza Secundaria en general. y asistenciales -como Cruz Roja, Caritas, etc.-, así como un amplio
Las Administraciones Públicas ofrecen posibilidades de salidas número de Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) y platafor-
profesionales en los cuerpos técnicos de la Administración, en los mas a través de las que se realizan tareas de voluntariado social.
que ya existen algunos ámbitos específicos de dedicación sociológi- El desarrollo de la Sociología ha ido acompañado también de una
ca, así como en el campo de las ((estadísticassociales)),en las áreas mayor potenciación de las organizaciones profesionales de sociólo-
que se ocupan de la atención a sectores marginados, como el INSER- gos, así como de las plataformas de encuentro (Congresos, Simpo-
sios, etc.) y de las revistas especializadas.
En estos momentos existen en Espafía dos grandes organizacio-
1 1 Boletln de la FES, n . O 13, Mdrld, rrpllembre-diciembre de 1995, pág. 38. De los
nes profesionales en las que re integran los soci6logos: el Colegio
datos se han excluido las encuritri corroupondlcntca u los *estudiantes*. Nacional de Licenciados en Cienciri Politicas y Sociología y la FES
366 LA EXPLICACI~N
SOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

(Federación Española de Sociología), que celebra periódicamente larlo de otra manera: jse orientan realmente la mayoría de los soció-
Congresos Nacionales y que cuenta con Asociaciones específicas en logos de acuerdo a criterios propios del quehacer científico?
prácticamente todas las Comunidades Autónomas. Para dar una respuesta global a esta pregunta lo que hay que com-
Los Congresos, Simposios, Conferencias, etc., están sirviendo para probar es si en los diferentes trabajos que realizan los sociólogos se
divulgar públicamente los trabajos teóricos y aplicados realizados en aplica realmente en la práctica el gran objetivo de lograr el desarro-
número creciente por los sociólogos españoles y que, en muchos casos, llo de un saber construido sobre escrupulosos criterios científicos de
son publicados en las revistas especializadas. De hecho, en estos mo- investigación empírica, elaborados a partir de planteamientos teóri-
mentos se editan varias publicaciones sociológicas relevantes de dife- cos pertinentes.
rente signo, entre las que podemos citar la Revista Española de Inves-
En tal sentido, los datos aportados por algunas investigaciones,
tigaciones Sociológicas (REIS), la Revista Internacional de Sociología
como la realizada por Ken Menzies sobre los artículos publicados de
(RIS), Sistema, Zona Abierta, Papers, Política y Sociedad, etc.
1970 a 1979 en las más importantes revistas de Sociología america-
La opinión de los expertos, en cualquier caso, no es muy conclu- nas, británicas y canadienses, así como los análisis sobre los conte-
yente a la hora de determinar si todo este desarrollo de la Sociolo- nidos específicos de varios libros de texto de Sociología, proporcio-
gía en España, con sus diversas actividades y posibilidades ocupa- nan una información empírica muy reveladora sobre la manera
cionales, será suficiente para absorber el número creciente de concreta en que se ha venido desarrollando el «trabajo científico de
licenciados en Sociología que salen cada año de las Universidades los sociólogos»12.
españolas. Pero ése es un problema de carácter general que no afec-
ta sólo a los licenciados en Sociología, y que está directamente vin- La investigación de Ken Menzies permitió constatar, entre otras
culado con la evolución reciente de nuestras sociedades y el preo- cosas, la existencia de un significativo gap, o desfase, entre teoría e
cupante aumento del paro juvenil. Precisamente la evolución de los investigación empírica, al tiempo que reflejó muy expresivamente,
sistemas económicos, las alteraciones de los mercados laborales y el tal como podemos ver en los datos de la Tabla 2, la manera en que
mismo fenómeno del paro juvenil, son algunas de las cuestiones prio- el pluralismo teórico real de la Sociología queda traducido en la pro-
ritarias de cuyo estudio y análisis de consecuencias y previsiones ducción «intelectual» de los sociólogos. El estudio de Ken Menzies
también tendrán que ocuparse los sociólogos. permitió validar empíricamente la impresión bastante extendida de
que la existencia de un amplio pluralismo teórico y una «difícil»cone-
En definitiva, podemos decir como conclusión que la expansión xión entre teoría e investigación, son dos rasgos característicos de la
y desarrollo de la Sociología aplicada está en función de la propia Sociología.
dinámica de la complejización social y del surgimiento de nuevos
problemas sociales, de los que es necesario ocuparse. Otros datos significativos que fueron puestos de relieve por la
investigación de Menzies fueron la reducida proporción de referen-
cias a «investigaciones actuales)) contenidas en los libros de textos
3. L ~ ;O DIVULGADORES?
~ ~ ~ ~ Í ~ ~ ~ ~ ~
Finalmente, parece necesario referirnos aquí a la manera en que l 2 Ken Menzies: Sociological theory in use. Routledge & Kegan Paul, Londres, 1982.
la problemática de la ((aplicabilidadpráctica))de la Sociología -en La investigaci6n se basó en una muestra aleatoria de 570 artículos de investigación publi-
conexión también con todo lo concerniente a la manera en que los cados en: American Sociological Review, American Joumal o f Sociology, Pacific Sociolo-
gical Review, Canadian Revicw of Soclologv and Anthropology. Esta muestra se comparó
sociólogos desarrollan su actividad profesional-se relaciona con el con otra muestra estratiflcadr de 110 rrtlcular tc6rlcos aparecidos en las mismas publi-
importante tema de la forma en que se produce un empalme ade- caciones, así como ucon un grupo da oonooldo~Ilbrou de texto sobre teoría sociológica»
cuado entre teoria e investigaci6n empfrica. O si queremos formu- (op. cit., pAgs. 5-8 y ap0ndber),
-12,5%- (op. cit., pág. 179), así como una cierta tendencia de des-
fase más general entre los enfoques teóricos a los que se presta más
atención en los libros de texto y los que utilizan en la práctica una
mayor proporción de sociólogos. Así, por ejemplo, las referencias
teóricas más frecuentes en los libros de texto eran al funcionalismo
(18,3%), al interaccionismo simbólico (17,9%) y al behaviorismo
(13,6%), mientras que en los artículos analizados sólo se partía de
estos enfoques en un 3,5%, 6,3% y 0,7% de los casos, respectivamente,
dándose la circunstancia, además que desde el período 1970-1974 al
de 1975-79 la tendencia observada fue que los artículos basados en
enfoques funcionalistas decrecieron en un 3,5%, los basados en el
behaviorismo en un 0,9%, mientras que los que partían del interac-
cionismo simbólico crecieron sólo en un 0,3%. Por el contrario, Men-
zies comprobó que los libros de texto dedican poco espacio a algu-
no de los enfoques cada vez más utilizados en la práctical3.
El desarrollo de la Sociología durante los últimos años, como ya
hemos indicado, ha dado lugar a un mayor crecimiento de los estu-
dios aplicados, por lo que algunos de los debates y enfoques de las
décadas de los años sesenta y setenta han quedado bastante desfa-
sados. Por ello, lo que aquí más nos interesa subrayar es el compo-
nente de pluralidad de enfoques con el que se opera en Sociología y
las dificultades para el progreso de la teoría sociológica.
En su conjunto, el esfuerzo teórico y aplicado de los sociólogos
hasta la fecha sólo se ha podido traducir en unas cuantas ideas-base
o teorías específicas, que gozan de un cierto grado de valoración posi-
tiva entre la comunidad científica. El sociólogo Martin Slattery, por
ejemplo, en un libro titulado Key ideas in Sociology, en el que inten-
ta presentar y resumir las grandes ideas o aportaciones teóricas cla-
ves de la Sociología, que puedan equipararse a las leyes o teorías
establecidas por otras ciencias, sólo llega a presentar un inventario
de cincuenta teorías o «ideas clave»l4.Y la verdad es que muchas de

13 Ibíd., pdgs. 173-187.


14 Martin Slattery: Key Ideas In Socfolopy, MacMlllan, Londres, 1991. Las ideas y teo-
rías resefiadas por Slattery pueden mor completadar y ampliadas por otras aportaciones
que no considera. De igual manera, exliton dgunoi arpectos controvertidos sobre los
enfoques subrayados y sobre la mayor o mnor portlnrnclr de algunos autores. Pero en
370 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

las teorías que enumera, y que han sido recogidas en el Cuadro CUADRO 1
n." 1, distan mucho de contar con una aceptación suficientemente Cincuenta grandes ideas o aportaciones teóricas
generalizada, y de presentar las mismas condiciones y característi- claves en la Sociología según Slattery
cas de validación empírica que son usuales en otras ciencias. ALIENACI~N,Karl Marx. C ~ D I G O SLINGUÍSTICOS, Basil
ANOMIA, Emile Durkheim. Berstein.
En suma, pues, si las fronteras de la Sociología con otras cien- TEORÍA DE LA MODERNIZACI~N,
BUROCRACIA, Max Weber.
cias sociales aún no aparecen suficientemente delimitadas, si el méto- Walt Whitman Rostow.
CONSUMO COLECTIVO, Manuel
do científico encuentra ciertas resistencias y dificultades prácticas Castells. PARADIGMAS CIENTÍFICOS, Thomas
para ser aplicado correctamente al campo propio de la Sociología y TEOR~ADEL CONFLICTO, Ralf S. Kuhn.
si la determinación del mismo objeto de esta disciplina da lugar a Dahrendorf. PATRIARCADO, Feministas.
cierta controversia y ambigüedad, se comprende perfectamente que TESIS D E LA CONVERGENCIA, Clark FENOMENOLOGÍA, Edmund Husserl,
Kerr et al. Alfred Schutz.
el recurso de explicar la Sociología a partir de su génesis social e his-
CORPORATISMO, Raymond E. Pahl, POSITIVISMO, Augusto Comte.
tórica, y el método de definirla a partir del propio trabajo concreto Jack Winter. SOCIEDAD POST-INDUSTRIAL, Daniel
de los sociólogos (aun con sus limitaciones), sea postulado por bas- TEORÍA CRÍTICA, Escuela de Frankfurt. Bell.
tantes analistas como una de las pocas vías expeditas para evitar, al DESESCOLARIZACI~N, Ivan Illich. ELITE DEL PODER, C. Wright Mills.
menos, la sensación de esterilidad que produce la repetición ad infi- DEscuAL1F1CAC16N* Hany Braverman. ÉTICA PROTESTANTE-CAPITALISMO,
nitum de los mismos debates y de los mismos argumentos formalis- TEO~A DE LAS ELITES, Vilfredo Max Weber.
Pareto.
tas y generalizantes. AUTONOMÍA RELATIVA DE LO
ABURGUESAMIENTO D E LA CLASE POLÍTICO, Nicos Poulantzas.
Qué duda cabe que, aun con estas precisiones, permanecen abier- OBRERA, John Goldthorpe, David
G E S T I ~ NCIENTÍFICA, Frederick W.
Lockwood.
tos varios elementos de complejidad. Pero de la misma manera que Tylor.
ETNOMETODOLOGÍA, Harold
los sociólogos han tenido que asumir con modestia su papel y reco- Garfinkel. SECULARIZACI~N,Bryan Wilson.
nocer que la Sociología es sólo una más entre las ciencias sociales, FALSACI~N,Karl Popper. PROFECÍA QUE SE CUMPLE A SÍ
MISMA, Robert Rosenthal, Leone
de la misma forma hay que reconocer también que la Sociología, en SOCIOLOGÍA FORMAL, Georg Simmel.
Jacobson.
cierta manera, es una ciencia que aún está perfilando y delimitando COMUNIDAD-ASOCIACI~N,Ferdinand
DARWINISMO SOCIAL, Herbert
sus objetos de estudio, en sociedades muy dinámicas que están some- Tonnies.
Spencer.
GÉNERO, Feministas.
tidas a crecientes procesos de cambio. Como ha señalado Aron, «por SOLIDARIDAD SOCIAL, Emile
HEGEMONÍA, Antonio Gramsci.
ser la última en llegar entre las ciencias sociales, la Sociología se ve Durkheim.
MATERIALISMO HIST~RICO, Friedrich
precisada a buscarse su objeto y esta búsqueda es parte integrante Engels.
SOCIOLOGIA D E LA CIENCIA, Robert
K. Merton.
de la misma»l5. CLASES RESIDENCIALES, John Rex,
Robert Moore. STIGMA, Erwing Goffman.
Pero aun asumiendo que la propia práctica sociológica actual es ECOLOGÍA HUMANA, Robert E. Park. ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO,
la que mejor puede ayudarnos a delinear las fronteras de esta disci- Talcott Parsons.
RELACIONES HUMANAS, Elton Mayo.
plina, resulta evidente que continuamos enfrentándonos a un haz de IDEOLOGÍA, Karl Mannheim. MARXISMO ESTRUCTURALISTA, Louis
Althusser.
LEY DE HIERRO DE LA OLIGARQUIA,
Robert Michels. INTERACCIONISMO S I M B ~ L I C O ,
George Herbert Mead.
T E O R ~ ADEL ETIQUETAJE, Howard
Becker. URBANISMO, Louis Wright.
cualquier caso, como ya hemos indicado, lo que aquf nos interesa no es valorar el carác-
ter m8s o menos completo y adecuado de au caqucma, sino subrayar el número limita- CRISIS DE LEGITIMACI~N,Jurgen «GESTORES» URBANOS, Raymond E.
do de ideas-clave y de teorfas sociol6~icaaiurtantlvaa h a ~ t aahora desarrolladas. I labermas. Pahl.
' 5 Rayrnond Aron: La Sociologta akmana conlrmporánea. Paidós, Buenos Aires, 1965,
p8g. 1 1 .
372 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

referencias temáticas de contenidos y de enfoques extraordinaria- La experiencia cotidiana revela, con harta frecuencia, que la
mente amplios. Lo que, entre otras cosas, plantea al problema de preocupación de muchos sociólogos por demostrar la utilidad social
fijar unas coordenadas razonables en torno a las cuales se puedan de su profesión, junto al esfuerzo por acercar más la Sociología a la
orientar, y puedan seleccionar sus fuentes de información quienes comprensión de los ciudadanos medios, ha dado lugar a un cierta
quieran iniciarse en su formación sociológica. eclosión de un tipo específico de sociólogos-divulgadores muy típi-
cos de nuestra época, que son capaces de «disertar»- y de genera-
La considerable amplitud de iniciativas, estudios, publicaciones,
lizar- sobre todo lo divino y lo humano en «tertulias»radiofónicas,
etc., que se hacen bajo el rótulo genérico de Sociología y el extraor-
en «artículos»de prensa y en cualquier forma o plataforma de divul-
dinario crecimiento de las producciones sociológicas especializadas
gación que se les proporcione. Lo más curioso, y preocupante, es que
e n las ultimas décadas, ha dado lugar a que la sistematización de las
este tipo de «sociólogos~,en muchas ocasiones, no tienen ningún
fuentes de esta disciplina resulte una tarea bastante compleja.
empacho en presentar lo que no son sino meras opiniones políticas,
Los factores fundamentales que influyen en la complejización de o juicios valorativos muy personales, como verdaderos axiomas cien-
esta tarea, aun dentro de una franja más específica y profesionali- tíficos, avalados por el conocimiento sociológico.
zada, son de dos órdenes: de carácter cuantitativo, en primer lugar, A partir, pues, de la concurrencia de este conjunto de situaciones
debido al aumento considerable que cada año se produce en la lite- parece evidente que el trabajo actual de los sociólogos debería
ratura sociológica disponible, y cuyo crecimiento, incluso en áreas orientarse a buscar un difícil equilibrio entre las aspiraciones exce-
temáticas bastante especializadas, hace cada vez más ardua la labor sivamente utópicas y ambiciosas propias de las etapas fundaciona-
de seguimiento pormenorizado. En segundo lugar ocurre que, debi- les y la fácil tendencia a la trivialidad de algunos «sociólogos-divul-
do a la específica conformación actual de la Sociología en compa- gadores)), al tiempo que debe evitarse toda proclividad al
ración con el modelo monoparadigmático de otras ciencias, la his- enclaustramiento dentro de la propia comunidad científica, al mar-
toria de la teoría sociológica experimenta sólo en un grado muy gen de la sociedad global.
escaso los procesos de selectividad habituales que dan lugar a un
mayor acotamiento de la literatura pertinente en otros campos cien-
tíficos.
Por esta razón, el sociólogo se encuentra en nuestros días con un
campo de referencias bibliográficas muy extenso, en el que junto a
los últimos desarrollos concretos en áreas específicas debe conside-
rar una amplia gama de aportaciones que hunden sus raíces en una
doble dirección: temporal, por una parte (antecedentes, «padres fun-
dadores)),etc.), y espacial, por otra (aportaciones procedentes de dis-
ciplinas cercanas o conexas).
En suma, pues, la caracterización de la Sociología actual, como
disciplina teóricamente plural, supone que la labor intelectual de los
sociólogos debe continuar teniendo, en nuestros días un fuerte com-
ponente de amplia erudición. Lo que muchas veces da lugar a que
el sociólogo tenga que situarse en una posición de cierta ambiva-
lencia en cuanto a su papel: ~cbrnodebe actuar?, ¿como un divul-
gador o como un científico?
LA ACTIVIDAD DE LOS SOCI~LOGOS 3 75

11) ¿De qué va a depender que se produzca un crecimiento de


las ocupaciones y los puestos de trabajo para los sociólogos
1) ¿Qué diferencias y similitudes existen en la «presión social» en los próximos años?
sobre el «pronóstico»,ejercida en las sociedades clásicas y en
las sociedades actuales? 12) La labor de los sociólogos (responde siempre a las exigen-
cias propias del método científico? ¿Por qué?
2) ¿Qué debe hacer el sociólogo para evitar las expectativas
desmedidas y las presiones sociales sobre su trabajo profe- 13) ¿Qué demuestran los datos de la investigación realizada por
sional? Ken Menzies sobre las publicaciones científicas de los soció-
logos?
3) Según Simmel, ¿qué circunstancias concurrieron en los orí-
genes de la Sociología que permiten explicar una cierta con- 14) ¿Cuántas ideas básicas o teorías claves se han desarrollado
fusión sobre sus campos temáticos? en la Sociología, según Martin Slattery? Hacer un inventario
de aquellos autores que se conozcan, detallando los princi-
4) {Qué ha supuesto para la Sociología la obsesión excesiva por pales postulados de su propuesta o teoría. ¿Qué significado
las definiciones que ha caracterizado algunas etapas de su tiene el listado realizado por Slattery?
evolución? ¿Cuál es la opinión mayoritaria de los sociólogos
actuales sobre estas cuestiones? ¿Qué consecuencias prácti- 15) ¿Qué papel desempeña en la Sociología el esfuerzo por bus-
cas tienen estas opiniones? car un objeto propio de estudio?
5) (Cuáles son los límites y posibilidades reales del conocimiento 16) ¿Qué dificultades se le presentan al sociólogo a la hora de
sociológico en estos momentos? buscar las fuentes y antecedentes para sus estudios? ¿A qué
se deben estas dificultades?
6) {Cuáles son las imágenes predominantes en estos momentos
sobre las labores a que se dedican los sociólogos? 17) ¿Quécríticas se pueden formular a algunos ~~sociólogos-divul-
gadoresn propios de nuestra época que tienden a pronunciarse
7) ¿Qué resultados prácticos han tenido los esfuerzos de los
sobre los más diversos temas, sean o no de su especialidad?
sociólogos de varios países por abrir nuevos mercados labo-
rales para su trabajo?
8) ¿Qué dijo Goldthorpe sobre las personas que esperan vivir
trabajando como sociólogos? ¿Tiene razón? (Por qué?
9) ¿En qué trabajan la mayor parte de los Sociólogos Norte-
americanos? ¿Qué datos se conocen sobre la actividad labo-
ral de los sociólogos españoles? ¿Son suficientemente válidos
y actuales estos datos? ¿Es posible que hayan cambiado en
los últimos años? ¿Por qué? Comparar lo que reflejan los
datos sobre Estados Unidos y los de España, valorando a que
se deben las diferencias.
10) (Cuáles son las principales ocupaciones en las que pueden
trabajar los sociólogos en las sociedades de nuestros días?
¿Qué nuevas tareas se podrlan realizar? Hacer un listado
intentando poner ejemplos e n aquellas áreas que se conoz-
can mejor.
Posiblemente uno de los acontecimientos más importantes que han
~ciiidolugar a lo largo de la historia de la humanidad ha sido el desa-
i.i*ollode la ciencia moderna. El nacimiento de la Sociología, como ya
vimos, se produjo en función de la aparición de los nuevos enfoques
cicntíficos. Pero jqué es realmente la ciencia moderna?, jen qué con-
siste el método científico?, jcómo surgió, y a partir de que antece-
dcntes, la ciencia moderna?

En este capítulo vamos a intentar dar respuesta a estas preguntas.


Pero, antes de ello, es necesario hacer notar que la tarea de historiar
y definir adecuadamente a la ciencia es una cuestión bastante com-
pleja y no exenta de controversias. Como Lakatos ha recordado, «la
historia de la ciencia es frecuentemente una caricatura de sus recons-
t rucciones racionales;... las reconstrucciones racionales son frecuen-
temente caricaturas de la historia real; y... algunas historias de la cien-
cia son caricaturas de ambas: de la historia y de sus reconstrucciones
racionales»l.

Sin embargo, a despecho de esta observación, resulta evidente que


el ciclo explicativo que hemos emprendido en este libro, para delimi-
tar el concepto de Sociología, no se puede completar si no es con un
análisis de la génesis y evolución de la ciencia. En este sentido es en
el que puede decirse que el desarrollo del método científico constitu-
ye uno de los requisitos principales y básicos para el surgimiento de
la Sociología.

1 Imre Lakatos: Historia de la ciencia y sus reconstmcciones racionales. Tecnos, Madrid,


1974, pág. 73.
380 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODOCIENTÍFICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 38 1

1. GENESIS Y EVOLUCI~NDE LOS MODOS a su vez, con la propia evolución de las ciencias. «Puede suponerse
DE CONOCIMIENTO indudablemente con Piaget -dirá Madeleine Grawitz- que (las pri-
meras etapas de la formación del espíritu científico) fueron bastante
Los antecedentes más remotos de la ciencia generalmente se sitú- parecidas a las observadas en el desarrollo mental del niño, que com-
an en los antiguos imperios de Oriente, aunque no faltan los que pien- prende con más facilidad la física aristotélica -lo alto, lo bajo, el aire,
san que su génesis más profunda hay que buscarla en el horizonte de el fuego- que la física modernan4.
la propia evolución del hombre como especie. Si contemplamos esta cuestión con una perspectiva muy amplia
Así, por ejemplo, Friedrichs ha insistido en recordar que a pesar y general, resulta correcto considerar que «la ciencia muestra una
de que «la mayoría de los estudios contemporáneos rastrean los historia de continuidad y de acumulación desde los orígenes de la
comienzos de la ciencia en los registros y cálculos de los aconteci- prehistoria del hombre hasta el presente~5.Pero, sin embargo, con
mientos astronómicos y de las reacciones geométricas de los antiguos un cierto rigor no debe confundirse lo que es la ciencia moderna
babilonios y egipcios, podría demostrarse que su origen se remonta -caracterizada por una metodología muy específica y concreta-
por lo menos a los tiempos en que surgió el lenguaje, durante la evo- con las diferentes formas o esfuerzos, más o menos sistemáticos y
lución del primate. Porque con el surgimiento del primate -dirá rigurosos, de conocimiento que han existido a lo largo de la histo-
Friedrichs- los progenitores del horno sapiens pudieron por prime- ria de la humanidad.
ra vez establecer generalizaciones conceptuales susceptibles de ser En las sociedades cazadoras y recolectoras, por ejemplo, se desa-
compartidas con sus semejante y transmitidas de generación en gene- rrolló un importante acervo de saberes y habilidades prácticas poco
ración. A decir verdad, podríamos retroceder aún más hasta acercar- especializadas que eran patrimonio común del grupo. Los niños des-
nos a la raíz misma del árbol de la evolución orgánica. El vocablo lati- de pequeños ayudaban a preparar los vivaos, los abrigos, o las cho-
no scientia deriva de selre, aprender o conocer -dirá-, y sabemos zas, a realizar flechas y a «tallar»útiles de madera, hueso y piedra. Y
que la capacidad de aprender, de establecer entre los elementos del mientras ayudaban aprendían todos los conocimientos disponibles.
entorno relaciones que determinan una modificación sistemática del Las artes de caza y los sistemas de supervivencia eran sencillos y fáci-
comportamiento, existe en formas de vida muy simples. Esta conducta les, y se aprendían como un juego, como algo natural. En estas socie-
((adaptativa))implica generalizar de un estímulo primario a otro, y la dades prácticamente todos sabían de todo y el grupo en su conjunto
generalización basada en la experiencia empírica es la actividad fun- tenía en depósito todos los conocimientos y los aplicaba sin mayores
damental de la ciencia»*. especializaciones, salvo las que en la interpretación de lo desconoci-
A veces, la búsqueda de los orígenes de la ciencia ha llevado tam- do y en las artes curativas se fueron reservando los brujos y los cha-
bién a establecer ciertos paralelismos entre el desarrollo científico y manes.
los propios procesos del desarrollo mental del niño, en una perspec- Con la emergencia de las sociedades horticultoras empezó a sur-
tiva general de covariación entre individuo y sociedad, como la apun- gir una significativa división en el trabajo, que acabó abriendo la posi-
tada por Piaget3. Proceso que también guardaría ciertos paralelismos, bilidad de enfrentarse al reto del «conocimiento»de una manera dis-
tinta. Según sostienen algunos antropólogos, en las sociedades

Robert Friedrichs: Sociologfa de la Sociologfa. Amorrortu, Buenos Aires, 1977, págs.


204-205.
.3 Sobre las ideas sociológicas de Piagct, vid. Lucicn Goldman y otros: Jean Piaget y Madeleine Grawitz: MLlodos y técnicas de las ciencias sociales. Editorial Hispano
Ius ciencias sociales. Ediciones Sfgucmc, Salamuncu, 1974. Un resumen sobre sus plante- Europea, Barcelona, 1975, pAg, 30.
amientos en John Phillips: Los odprnes do1 lntrlrcto según Piaget. Fontanella, Barcelona, "ernard Barber: uThe raclology af rclcncen, en lnternational Encyclopedia of the
1970. Social Sciences. MacMlllan, Nuwa York, 1968, vol. 14, phg. 93.
382 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A 383

cazadoras y recolectoras seminómadas el cambio climático produci- Un aspecto importante en la evolución de las sociedades, y en la
do al final de la gran glaciación, dio lugar a una progresiva extensión división de las tareas, es el que se produjo como consecuencia del desa-
de las masas boscosas en las zonas en que antes pastaban los rebaños rrollo de las sociedades agrarias, con la consolidación de grandes
de animales, reduciendo poco a poco las oportunidades de la caza. En poderes políticos y con la emergencia de diferentes grupos sociales
estos contextos, se cree que los efectos de la escasez de la caza, y posi- con mayor poder y riqueza. La existencia de estos poderes y la acu-
blemente la mayor presión demográfica, dio lugar a que las mujeres, mulación de «excedentes»en pocas manos dio lugar al surgimiento
que se quedaban cuidando de la prole en los asentamientos semi-esta- de unos sectores sociales con suficiente riqueza y poder como para
bles, fueran desarrollando los conocimientos que permitieron com- poder vivir sin- tener que trabajar. Así, en las nuevas ciudades en
pletar la dieta alimenticia mediante el cultivo artificial de frutos y gra- expansión surgió una clase «ociosa»que disponía de esclavos o de sier-
nos diversos en «huertas» próximas a los asentamientos. El mayor vos para hacer los trabajos y que podía dedicarse a las tareas de
conocimiento por parte de las mujeres de la lógica de la fertilidad, de gobierno, a la guerra o a la contemplación y la reflexión. A partir de
los ciclos naturales y de las estaciones, habría hecho posible así una esta situación se pudieron realizar las grandes obras de arte y arqui-
selección de las semillas más adecuadas para el cultivo y una even- tectura de las grandes civilizaciones de la antigüedad y, sobre todo,
tual crianza en cautividad de cachorrillos de algunas de las especies fue posible el surgimiento de unas nuevas figuras sociales, de sabios,
animales que fueron objeto de domesticación. filósofos y pensadores dedicados al cultivo del conocimiento.
El desarrollo de las técnicas y conocimientos que hicieron posible En el ámbito de la Civilización Griega, y más tarde en Roma, estas
los primeros cultivos y las primeras técnicas de almacenamiento y con- nuevas figuras sociales acabaron adquiriendo una mayor notoriedad.
dimentación impulsaron, a su vez, el perfeccionamiento de distintos El progreso del conocimiento en estas sociedades, hace miles de años,
útiles de cultivo, de jofainas y vasijas, etc., mientras la importancia no deja de ser sorprendente, contemplado desde la óptica de nuestros
alimentaria de la caza poco a poco decaía, al mismo tiempo que se días. En los imperios asirios y babilónicos y en el antiguo Egipto se
ampliaban los ajuares domésticos y se afianzaban los asentamientos. desarrollaron extraordinariamente las más variadas técnicas y arte-
Los nuevos conocimientos sobre la fertilidad y los cultivos, y las sanía~,así como el arte, la arquitectura, la astronomía, los sistemas
técnicas a ellos asociadas, acabaron convirtiéndose en patrimonio de cálculo, la medicina, etc.
común de los grupos y fueron perfeccionándose poco a poco hasta que Pero fue posiblemente en Grecia donde todos estos conocimien-
el desarrollo de las sociedades agrarias, dio lugar a una mayor divi- tos y técnicas alcanzaron un mayor desarrollo. Sabemos que los grie-
sión del trabajo, más allá del reparto natural de tareas entre personas gos, amén de sus conocimientos en medicina, metalurgia, astronomía,
de diferente sexo, edad o rango social. etc., construyeron complejos artilugios, máquinas, e incluso autóma-
La revolución en las técnicas agrícolas permitió producir ali- tas articulados, y que progresaron considerablemente en sus conoci-
mentos para poblaciones cada vez más numerosas, que empleaban mientos químicos, matemáticos y ópticos. Por ejemplo, es conocido
en su vida diaria útiles y bienes cada vez más diversos; lo que se que Arquímedes en el siglo 111 antes de Cristo destruyó la flota roma-
tradujo en el desarrollo de diferentes especialidades artesanas, en el na que asediaba Siracusa utilizando la energía solar proyectada a tra-
cuero, los tejidos, las cerámicas, las armas, etc. La metalurgia y los vés de espejos, y que diseñó distintas máquinas y sistemas de poleas,
inventos de la rueda y la vela permitieron, a su vez, el desarrollo de atribuyéndole Leonardo da Vinci la invención de un cañón metálico
nuevas actividades productivas y comerciales, en las fraguas, en las que utilizaba la energía del vapor. A su vez el ingeniero alejandrino
minas, en los transportes, etc. De esta manera, cada una de estas Herón, que vivió en el siglo ri antes de Cristo, inventó la primera tur-
especialidades fueron desarrollando conocimientos técnicos parti- bina de vapor, el Aelópilo, que utilizaba la energía de vapor, calentando
culares que permanecían udepositados~en colectivos artesanales o agua en una esfera para hacorlr girar sobre un eje, impulsada por el
profesionales específicos, vapor que salía a gran prerfbn por uno8 pequefios tubos. Herón y sus
384 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGIA 385

colaboradores también inventaron algunos otros ingenios automáti- contrario, a los primeros incapaces de doblar su erguido cuerpo para
cos, como un dispositivo que abría las puertas de un templo al encen- dedicarse a trabajos duros y destinándolos solamente a las funciones
der el fuego del altar, o unos pájaros mecánicos que cantaban y se de la vida civil, repartida para ellos entre las ocupaciones de la gue-
movían impulsados por una rueda de agua, o un «corode figuras dan- rra y las de la paz~6.
zantes))movido por una turbina de vapor. Igualmente fueron notables Esta visión negativa del trabajo fue propia de las grandes socie-
los experimentos y aplicaciones con bombas y otros aparatos que uti- dades agrarias de la antigüedad, en las que existió la esclavitud y duras
lizaban aire comprimido, realizados por el alejandrino Ctesibius y por formas de servidumbre.
el bizantino Filón, también en el siglo 11 antes de Cristo.
De esta manera, la rígida separación entre las tareas de quienes se
Sin embargo, en los antiguos imperios y en la Grecia clásica, y des- ocupan de indagar sobre las primeras causas y principios, es decir,
pués en Roma, todos estos conocimientos técnicos fueron patrimo- entre los cultivadores de la sabiduría, y los que se ocupaban de satis-
nio de unos grupos muy exclusivos y reducidos. En algunos casos, facer necesidades prácticas, es decir, los esclavos y trabajadores que
como los Pitagóricos, es sabido que tenían prohibido, bajo graves res- conocían y aplicaban diversas técnicas, dio lugar a que el proceso de
ponsabilidades, revelar públicamente sus descubrimientos. El cono- avance de los conocimientos no tuviera la traducción práctica de todo
cimiento se consideraba como una cuestión exclusiva de seres libres su potencial cognitivo.
y privilegiados que amaban la sabiduría y buscaban el conocimiento
por el conocimiento, más allá de sus posibles aplicaciones prácticas. El declive de la cultura griega y la decadencia de Roma dieron paso
De ahí que toda aquella acumulación de saberes y técnicas apenas se en Occidente a un período en el que los progresos en el conocimien-
aplicara a los procesos productivos, es decir, a las «ingratas»tareas to sufrieron un cierto estancamiento. Los avances que se habían dado
de las que se ocupaban los esclavos y los siervos. en Grecia y Roma con el desarrollo de papeles específicos de perso-
nas que se ocupaban de profundizar en el conocimiento -los sabios,
De esta manera los avances en el conocimiento se mantuvieron des- los filósofos, los matemáticos, los médicos ...- permitieron un consi-
conectados de las realidades concretas, de sus aplicaciones prácticas, derable desarrollo de los saberes. Todas estas personas intentaron esta-
o para decirlo en términos actuales, no surgió un pensamiento cien- blecer la base de conocimientos sistemáticos dando un paso de gigan-
tífico porque la reflexión y el análisis no tenían una finalidad aplica- te respecto a lo que había sido la práctica habitual de las sociedades
da, una dimensión práctica. A su vez las técnicas se desarrollaron anteriores, en las que el «conocimiento»no era otra cosa que un con-
considerablemente, sin conexión con los saberes básicos, orientados junto de prácticas y de generalizaciones empíricas, sin más preten-
a la determinación de los principios o leyes de la naturaleza. siones ni alcance. En Grecia y Roma incluso se llegaron a institucio-
Una de las principales causas de esta falta de conexión entre nalizar «escuelas»muy relevantes en las que se enseñaban y aprendían
conocimientos y práctica aplicada se debió a la existencia de la escla- los diferentes saberes.
vitud y al predominio de concepciones y valoraciones muy negativas Durante la Edad Media, sin embargo, estas escuelas prácticamen-
sobre el trabajo físico, que suponían en la práctica la existencia de dos te desaparecieron o declinaron en el mundo cristiano, e incluso
categorías humanas y sociales muy diferentes: la de los seres libres y muchas de las obras de la intelectualidad clásica desaparecieron o fue-
la de los esclavos y operarios. Aristóteles llegó a afirmar que «la uti- ron quemadas. Solamente en algunos monasterios y centros religio-
lidad de los animales domesticados y la de los esclavos son más o sos se mantuvieron ciertos rescoldos de aquella cultura, gracias a la
menos del mismo genero. Unos y otros -decía- nos ayudan con el labor de los «copistas»y a las ((relecturas))efectuadas por ciertos eru-
auxilio de sus fuerzas corporales a satisfacer las necesidades de nues-
tra existencia. La naturaleza misma lo quiere así, puesto que hace a
los cuerpos libres diferentes do los esclavos, dando a estos el vigor
necesario para las obras penoru de la sociedad, y haciendo, por el
386 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:U N A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA EL MÉTODO CIENTIFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 387

ditos, desde la óptica del cristianismo, de las obras de algunos de los medidas. Pero fue incapaz de formular la ley de la gravedad, porque le
grandes filósofos griegos y romanos. faltaba una concepción moderna sobre el proceder científico, es decir,
No obstante, hasta que se inició el desarrollo de la ciencia moder- porque no se habían establecido aún los pvesupuestos fundamentales
na se produjeron algunos nuevos inventos concretos y algunos avan- en que se basa el método científico: en primer lugar, la convicción de
ces en el conocimiento, que más tarde contribuyeron a hacer posible que existe un orden determinado en la naturaleza y que, por lo tanto,
un extraordinario desarrollo científico. los hechos se producen de acuerdo con ciertas leyes regulares rela-
cionadas causalmente, y en segundo lugar, que esas leyes pueden ser
Los trabajos de los alquimistas, los botánicos, los galenos y los me-
investigadas y conocidas de manera experimental a partir de la veri-
talúrgicos medievales, así como los viajes y los intercambios cultura-
ficación empírica de modelos de explicación racionales; para lo que
les fueron haciendo posible una paulatina acumulación de conoci-
fue fundamental el desarrollo de la lógica y las matemáticas.
mientos. El desarrollo del álgebra y el «invento» del cero por los
árabes, el perfeccionamiento de los molinos de viento y de agua, los
dispositivos ópticos, la pólvora, etc., permitieron mejorar los instru-
mentos de conocimiento, las aplicaciones prácticas de los saberes y 2. EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO
su difusión pública, sobre todo a partir del invento de la imprenta en CIENTIFICO
el siglo xv.
Pero las condiciones culturales y sociales para que surgiera la cien- El hombre a lo largó de miles y miles de años se ha venido en-
cia moderna aún tardarían algún tiempo en producirse. La búsqueda frentando al reto, teórico y práctico a la vez, del conocimiento -
y de
de los principios generales del conocimiento y las aplicaciones prác- la transformación-de la realidad circundante. Sin embargo, no todas
ticas y experimentales de estos continuaban separados. Durante las formas de enfrentarse a este reto pueden ser calificadas como cien-
muchos años sólo una minoría muy reducida se ocupó de la reflexión, cia. La magia, la religión, la filosofía... pueden considerarse como
y de la profundización en el conocimiento, bajo la atenta mirada de importantes esfuerzos de conocimiento y explicación, especialmente
una Iglesia que ponía un especial celo en velar por la estricta ortodo- significativos en determinados períodos de evolución de la humani-
xia de los conocimientos, y que llegó a llevar a las hogueras de la Inqui- dad; pero lo cierto es que lo que se conoce específicamente como méto-
sición al español Miguel Servet en 1553, que descubrió la circulación do científico fue el final de un largo recorrido que inauguró una nue-
de la sangre en el cuerpo humano, o en 1600 a Giordano Bruno, uno va etapa en el proceso de indagación sobre la naturaleza; y ese
de los más importantes precursores de una concepción científica acontecimiento ocurrió en tiempos muy recientes.
moderna del mundo. El mismo Galileo (1564-1642) como es sabido
Como ha recordado Bertrand Russell, la «cienciacomo factor en
fue procesado por la Inquisición, acabando su vida en la cárcel a cau-
la vida humana es muy reciente. El arte -dirá- estaba ya bien desa-
sa de sus teorías, por no citar la extremada hostilidad que desperta-
rrollado antes de la última época glacial, como sabemos por las admi-
ron los descubrimientos de Copérnico (1473-1543).
rables pinturas rupestres. No podemos hablar con igual seguridad
Sin embargo, los límites al desarrollo del conocimiento durante de la antigüedad de la religión; pero es muy probable que sea con-
estos años no provinieron solamente de la separación entre una dimen- temporánea del arte. Aproximadamente se puede suponer que ambos
sión especulativa y otra práctica del conocimiento, ni del control reli- existen desde hace ochenta mil años. La ciencia, como fuerza impor-
gioso. Durante estos años tampoco existió una noción clara sobre tante, comienza con Galileo y, por consiguiente existe desde unos
cómo investigar, sobre cómo profundizar en el conocimiento. El bizan- trescientos años. En la primera mitad de este corto período, fue como
tino Juan Filipón, por ejemplo, mil años antes de Galileo realizó la un anhelo de los eruditos, sin afectar a los pensamientos o costum-
experiencia de caídas de graves de distinto peso desde una altura deter- bres de los hombres corricnter, S610 cn los últimos ciento cincuen-
minada y repitió la experiencia diversas veces, efectuando distintas ta afíos la ciencia se ha convcrtldo en un factor importante, que deter-
388 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 389

mina la vida cotidiana de todo el mundo. En ese breve tiempo ha general sobre las fuentes y sobre los diferentes procedimientos uti-
causado mayores cambios que los ocurridos desde los días de los lizados para la obtención del conocimiento. Cohen y Nagel, por
antiguos egipcios. Ciento cincuenta años de ciencia -concluirá- ejemplo, han señalado que las principales «maneras de desterrar
han resultado más explosivos que cinco mil años de cultura pre- dudas y llegar a creencias estables» han sido: «el método de la tena-
científica^^. cidad» (continuar creyendo en una proposición simplemente porque
siempre hemos creído en ella, «aislándonos de las opiniones o cre-
Pero la ciencia no sólo es históricamente muy reciente, sino que
encias contrarias a las que siempre hemos sostenido»); el «método
una de sus principales características es, precisamente, la de su
de la autovidad» (apelar «a una fuente muy respetada para susten-
extraordinaria contemporaneidad, hasta el punto que «en la actuali-
tar las opiniones defendidas»);el «método de la intuición» (capela-
dad vive entre el 80 o el 90 por ciento de los científicos que hayan exis-
ción a proposiciones evidentes por sí mismas, proposiciones tan
tido jamás. Cualquier científico que vuelva la vista atrás, después de
((obviamenteverdaderas» que la comprensión de su significado va
una biografía de duración normal encontrará que el 80 o el 90 por cien-
acompañada de una incontrovertible convicción en su verdad»), y,
to de los conocimientos científicos existentes se han adquirido desde
finalmente, el «métodocientífico»,que se basa en un sistema de reso-
que terminó su carrera y que solamente un 10 o un 20 por ciento es
lución de los problemas «independientede nuestros deseos y de nues-
anterior»; pero esta misma situación se puede retrotraer igualmente
tra voluntad» que «estimula y desarrolla las dudas todo lo que pue-
hacia un pasado inmediato: «elfenómeno que hoy comprobamos -se
de» y que progresa sobre resultados obtenidos de acuerdo con
nos recordará- se ha producido también en épocas anteriores... En
criterios que permiten que todo pueda «ser sometido a prueba repe-
1900, en 1800, y quizás en 1700, se podía mirar hacia atrás y afirmar
tidamente por todos los hombresng. Para la ciencia, pues, el cono-
que la mayor parte de los científicos de todos los tiempos estaban vivos,
cimiento no es una cuestión de «tenacidad»,de «autoridad»,o de
y que la mayoría de los conocimientos se habían conseguido dentro de
((intuición)),sino de «método».
la propia vida~8.Como más adelante tendremos ocasión de ver, esta
característica de la ciencia, que es consecuencia de su crecimiento El esfuerzo por clarificar lo que es el conocimiento científico y lo
exponencial, constituye uno de sus rasgos más decisivos. que son los conocimientos no científicos, a veces también ha sido
Ahora, sin embargo, lo que nos interesa considerar aquí, antes de considerado a partir de un intento de establecer un cierto paralelis-
adentrarnos en otras cuestiones, es cómo diferenciar la ciencia de todo mo entre la célebre distinción griega entre dóxa (el conocimiento apa-
lo que no es ciencia. Y lo primero que hay que precisar es que el rente e incierto) y epísteme (el conocimiento verdadero). Sin embar-
calificativo de «ciencia»no se puede aplicar correctamente a cualquier go, lo que caracteriza a la ciencia actual no es su pretensión de
tipo de saber, sino solamente a determinadas formas específicas de alcanzar un saber verdadero, sino la aspiración a obtener un saber
conocimiento, que proporcionan determinadas informaciones, me- riguroso y contrastable.
diante la utilización de una metodología que ha de cumplir unos requi- Como ha subrayado Popper, la ciencia no debe ser considerada
sitos concretos. como «unsistema de enunciados seguros y bien asentados, ni uno que
La cuestión de delimitar la ciencia de otras formas de conocimiento avanzase firmemente hacia un estado final. Nuestra ciencia -dirá
no sólo está relacionada con la temática de la distinción entre cien- Popper- no es conocimiento (epísteme): nunca puede pretender que
cia y filosofía, sino que hunde sus raíces en una problemática más ha alcanzado la verdad, ni siquiera el sustituto de ésta, que es la
probabilidad... El antiguo ideal científico de la epísteme -de un cono-

Bertrand Russell: La perspectiva cientlfica, Aricl, Barcelona, 1969, pág. 7.


7
W. J. S. Price: Hacia una ciencia de la cirncia. Ariel, Barcelona, 1973, págs. 33-34 Y M. Cohen y E. Nagcl: lnlduwldn a la ldglca y al método cientifico.Amorrortu, Bue-
y 48. nos Aires, 1968, vol. 11, pAg8. 8.1 3,
390 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO D E LA SOCIOLOGÍA 39 1

cimiento absolutamente seguro y demostrable-ha mostrado ser un fundamentados y contrastables, sino que ofrecen tesis sin funda-
ídolo. La petición de la objetividad científica hace inevitable que todo mento y generalmente incontrastables, así como medios incontro-
enunciado científico sea provisional para siempre: sin duda cabe lables (inescrutables) para averiguar su verdad; 111) no trazan con-
corroborarlo, pero toda corroboración es relativa a otros enunciados trastaciones objetivas de sus tesis y de sus supuestas fuentes de
que son, a su vez, provisionales... La ciencia-concluirá Popper-nun- conocimiento, sino que apelan a alguna autoridad; IV) consiguiente-
ca persigue la ilusoria meta de que sus respuestas sean definitivas, ni mente no tienen ocasión alguna de contrastar sus conjeturas y
siquiera probables; antes bien, su avance se encamina hacia una fina- procedimientos con resultados empíricos ...; V) no suscitan proble-
lidad infinita -y sin embargo, alcanzable-: la de descubrir incesan- mas, pues todo su interés es más bien terminar con la investigación,
temente problemas nuevos, más profundos y más generales, y de suje- suministrando... un conjunto de respuestas a toda cuestión posible
tar nuestras respuestas (siempre provisionales) a contrastaciones o permitida»".
renovadas y cada vez más rigurosas»lO. La cuestión, pues, de la distinción entre ciencia y no ciencia, abar-
Una vez precisado que el objetivo de la ciencia no se enmarca en ca más elementos de referencia de lo que a primera vista pudiera pa-
la aspiración de lograr un conocimiento «verdadero»,en el sentido recer.
antedicho, la distinción entre el saber científico y el no científico se Empezando por remontarnos a los propios orígenes del conoci-
sitúa en un plano diferente. El plano de la metodología necesaria para miento científico, en comparación con otras vías de aproximación a
alcanzar un tipo de conocimiento que sea práctico, acumulativo y per- la realidad, es necesario tener presente -aunque puedan parecer
fectible a la vez. obvios- las principales diferencias de la ciencia respecto a la magia
Como más adelante veremos, la verdadera superioridad de la cien- o la religión como mecanismos de conocimiento.
cia sobre otras formas de conocimiento estriba, precisamente, en que Las tres principales diferencias entre las prácticas científicas y las
parte de unos determinados enfoques metodológicos y unas capaci- propias de la magia y la religión que pueden apuntarse, siguiendo a
dades perfectivas que permiten corregir errores, al tiempo que hacen Giddensl2, son, en primer lugar, que la ciencia opera considerando
posible un constante y progresivo desarrollo del conocimiento. los sucesos que ocurren en la naturaleza como resultado de «fuerzas
La ciencia no pretende ser verdadera -dirá Bunge- ni, por tan- impersonales», mientras que la magia y la religión implican en su
to, final e incorregible, cierta, como, en cambio, hace la mitología. Lo dinámica a determinadas «fuerzas personales» (dioses, espíritus,
que afirma la ciencia es: 1)que es más verdadera que cualquier mode- demonios, etc.); en segundo lugar, que la ciencia tiene establecidos
lo no científico del mundo; 11) que es capaz de probar, sometiéndola unos procedimientos determinados para la formulación de las teorí-
a contrastación empírica, esa pretensión de verdad; 111) que es capaz as y para su verificación fomentando el debate, la crítica y la públi-
de descubrir sus propias deficiencias, y IV) que es capaz de corregir ca discusión, mientras que esto no ocurre con la magia o la religión.
sus propias deficiencias, o sea, de reconstruir representaciones par- Finalmente la magia y la religión implican ciertos aspectos de cere-
ciales de las estructuras del mundo que sean cada vez más adecua- monial, propiciación, etc., que son completamente ajenos a la reali-
das... En cambio, las especulaciones no-científicas acerca de la reali- dad de la ciencia.
dad: 1) no suelen plantear cuestiones propias y limpiamente Sin embargo, más allá de estas diferencias, lo cierto es que la
formuladas, sino más bien problemas que ya contienen presupuestos verdadera tarea de decantar los perfiles concretos de la ciencia debe
falsos o insostenibles ...; 11) no proponen hipótesis ni procedimientos

'l Mario Bunge: LA inv8zll#arl6n cirn/l/kcc.Ariel, Barcelona, 1969, págs. 46 y 47.


l o Karl R. Popper: La ldgica de la Invratlpacidn ckntlfica.Tecnos, Madrid, 1980, págs. l2 Anthony Giddens: N8w rvfrr of aoclolo~lculmethod. Hutchinson, Londres, 1976,
259,261 y 262. pág. 139.
392 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 393

situarse en una óptica de referencias más próxima a lo que han sido


sus antecedentes inmediatos, y no limitarse a inventariar dife-
rencias con otras formas de conocimiento que, en sí mismas, cons- Una vez hechas estas precisiones, el siguiente paso en nuestra expo-
tituyen aproximaciones distintas a la realidad. En este sentido es sición será explicar qué debemos entender por ciencia.
en el que hay que tener muy presente que la ciencia no partió de
La tarea de dar una definición precisa de ciencia no resulta del todo
cero, sino que se desarrolló sobre un acervo de informaciones
Mcil. En primer lugar, porque con el término ciencia se produce un
diversas que constituían el «conocimiento ordinario»; conoci-
tipo de ambigüedad especial que los lingüistas han calificado como
miento que es preciso diferenciar adecuadamente del conocimien-
((laambigüedad proceso-producto»,debido a que con el mismo con-
to científico.
cepto nos referimos tanto a una actividad como al resultado de esa
«El conocimiento ordinario -dirá Bunge- puede desarrollarse actividad. Es decir a la labor que realizan los científicos y al covpus
en alguna de las tres direcciones siguientes: 1) Conocimiento técni- de conocimientos adquiridos mediante su labor.
co: es el conocimiento especializado, pero no-científico, que carac- Por otra parte, esta ambigüedad inicial, aún puede ser extendida
teriza las artes y habilidades profesionales. 11) Protociencia, o cien- a otras perspectivas, debido -como ha apuntado Merton- al carác-
cia embrionaria, que puede ejemplificarse por el trabajo cuidadoso, ter ((engañosamenteamplio» del concepto «ciencia»que «denomina
pero sin objeto teorético, de observación y experimentación. 111) una gran cantidad de cosas distintas aunque relacionadas entre sí».
Pseudociencia: un cuerpo de creencias y prácticas cuyos cultivado- Así los significados de ciencia son para Merton los siguientes: «1) un
res desean, ingenua o maliciosamente, dar como ciencia aunque no conjunto de métodos por medio de los cuales se certifica el conoci-
comparte con ésta ni el planteamiento, ni las técnicas, ni el cuerpo miento* (la ciencia como proceso); ~ 2un ) depósito de conocimientos
de conocimientos. Pseudociencias aún influyentes -dirá Bunge- acumulados procedentes de la aplicación de esos métodos» (la cien-
son, por ejemplo, la de los zahoríes, la investigación espiritista y el cia como resultado); «3) un conjunto de valores y costumbres cultu-
psicoanálisis~1 3 . rales que gobiernan las actividades llamadas científicas» (la ciencia
Las aportaciones surgidas desde cada una de estas tres vías - como ethos), y «4) cualquier combinación de lo anterior~15.
que coinciden en gran media con tres momentos históricos deter- De igual manera también es posible referirse a la ciencia en cuan-
minados de aproximación al conocimiento científico- han sido to institución social específica, e incluso, como una concepción o
importantes para el nacimiento y desarrollo de la ciencia moderna, manera determinada de enfrentarse con la realidad y los más varia-
que pudo beneficiarse en sus orígenes de todos los conocimientos dos acontecimientos circundantes.
técnicos y habilidades desarrolladas por los artesanos a lo largo de
cientos y cientos de años, al igual que de los datos en bruto conse- Finalmente, la imagen sobre la complejidad del concepto de cien-
guidos por la «protociencia»,con sus clasificaciones y observacio- cia se completa con la referencia a todas las tareas que son propias de
nes, de la misma manera que no es infrecuente que algunas cien- la actividad científica, en la medida en que las actividades que se
cias hayan «nacido de una pseudo-ciencia», como por ejemplo la relacionan con este vocablo y que constituyen dimensiones de la cien-
química de la alquimial4. Sin embargo, estas formas de conoci- cia son extraordinariamente amplias y comprenden tareas que van
miento «ordinario» no deben confundirse con la ciencia moderna desde la específica reflexión teórica, a la observación, la medición, la
propiamente dicha. experimentación, la descripción, la definición, la clasificación, la fal-
sación, la disección, la manipulaci61-1,la previsión, etc.

'3 Mario Bunge: La investigación cfrntlflca,op. cit., p8g. 54.


'4 Ibld., págs. 54 y SS. '"obert K.Merton: Teorfay estructum aookil, F,C,II,, M6xlc0, 1964, pág. 543
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

derna no se hubiera podido desarrollar en la forma y manera en que


En consecuencia, para clarificar esta cuestión podemos empezar
lo ha hecho.
por decir que lo que caracteriza y define a la ciencia no son sólo unos
contenidos específicos y objetivos, sino un talante determinado de El desarrollo de los conocimientos que condujeron a la ciencia tie-
enfrentarse con el problema del conocimiento y de la transformación ne bastante claramente delimitado su ritmo y su itinerario. Su ritmo
de la realidad. Este talante se hizo posible a partir de determinados fue desigual. A períodos de intenso desarrollo siguieron largas etapas
contextos históricos, sociológicos y culturales, y acabó plasmándose de estancamiento; los impulsos surgidos en los imperios del Nilo y del
en lo que hoy conocemos como ciencia moderna, mediante el desa- Tigris y el Éufrates, y entre los primeros pensadores helénicos, fueron
rrollo de una metodología precisa y rigurosa que consiste en lo que seguidos por largos períodos marcados por orientaciones diferentes.
conocemos como método científico. Por ello, en los siguientes epígra-
Aunque en el desarrollo de la ciencia moderna fue muy importan-
fes de este capítulo, después de analizar el proceso de institucionali-
te el sentido práctico de Los árabes, y el influjo del Renacimiento, lo
zación social de la ciencia, vamos a detenernos, primero, en el análi-
cierto es que la ciencia no alcanzó un verdadero impulso hasta que
sis de las condiciones y de los presupuestos para el desarrollo de la no se puso en marcha la revolución industrial. Como con frecuencia
ciencia, para explicar en segundo lugar cuáles son las principales
se ha subrayado que «el trayecto seguido por la ciencia -de Egipto y
características del método científico.
Mesopotamia a Grecia, de la España musulmana a la Italia del Rena-
Como ya hemos indicado, el hecho de que la ciencia deba ser tipifi- cimiento, de ahí a los Países Bajos y a Francia, para pasar luego a la
cada como una forma de conocimiento actual, no quiere decir que ten- Inglaterra y la Escocia de la revolución industrial- es el mismo que
gamos que entenderla como resultado de una ruptura súbita con una el del comercio y la industria~l7.
tradición anterior que dio lugar al surgimiento de algo nuevo en el
En un momento histórico determinado ambos procesos se acelera-
vacío. Lo nuevo de la ciencia no significa que parta de cero y que no ron. La economía fabril revolucionó todo el campo de la producción an-
sea posible establecer un cierto hilo conductor entre la propia evolu- terior, al tiempo que los métodos de trabajo experimentaron grandes
ción socio-histórica y el desarrollo cognoscitivo del hombre, como ver- transformaciones. Estas transformaciones alcanzaron tal magnitud,
dadero substrato de una acumulación cultural que hace posible el que no es exagerado decir que fueron «menoslos cambios en los méto-
desarrollo del conocimiento científico, dos de trabajo desde el antiguo Egipto hasta 1750, que desde 1750 has-
Es evidente, en este sentido, que el desarrollo de la ciencia moder- ta nuestros días»l8,ocurriendo algo parecido en el campo del conoci-
na no hubiera sido posible sin el desarrollo de la metalurgia, de la miento científico. «Aunque en el año 1500 -ha escrito Whitehead-
alfarería, de las artesanías, de las matemáticas, de la astronomía, de Europa sabía menos que Arquímedes que murió en el año 212 antes de
la medicina, de las técnicas del transporte, etc., en Mesopotamia y Cristo, sin embargo en el año 1700, se habían escrito los Pvincipia de
Egipto; sin el desarrollo de las técnicas, la arquitectura, las mate- Newton, y el mundo estaba empezando a entrar en la época moderna~lg.
máticas y la filosofía en Grecia; sin Tales de Mileto, Heráclito, Pitá-
goras, Parménides, Demócrito, Arquímedes, etc. De la misma mane-
ra debemos considerar decisivas, como ya vimos, las aportaciones recordado, en el campo del conocimiento científico ((despuésde Ptolomeo se produce un
de los alejandrinos y posteriormente de los árabes, con un mayor sen- declive de la ciencia en la cuenca del Mediterráneo...,la química degenera en alquimia, la
tido práctico, así como la de los alquimistas, los botánicos y los gale- astronomía en astrología, la medicina utiliza los amuletos con preferencia a los principios
nos de la Edad Medialb. Sin todas estas aportaciones la ciencia mo- clc Hipócrates,y las matemáticas se transformanen aritmética» (Madeleine Grawitz: Méto-
( l o s y tdcnicas de las ciencius .sociules, op. cií., pág. 35).
l 7 Ibíd., pág. 45.
I H Bcrtrand Russcll: IA ~)ur?;prcllvu o p . cit., pág. 1 16.
~-icnl//ic~u,
l 9 Alfrcd North Whltchord: ,9cd@ncrandlhrMorlrrn Worlcl. Mentor Books, Nueva York,
16 Pese a todos los matices que reclentementc sc han introducido respecto a algunos 1964, p8g. 13.
clichbs sobre ala noche de la Edad Modlan, la clarto es que, como repetidamente se ha
EL MÉTODO CIENTIFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGIA 397

Sobre las relaciones entre ciencia y sociedad y sobre las formas en que fabricar cada vez más bienes, con medios y procedimientos cada vez
se produjeron estos cambios nos ocuparemos en los dos siguientes epí- más racionalizados. Lo que, a su vez, acabó operando como un per-
grafes. manente acicate para el descubrimiento de nuevos inventos y hallaz-
gos científicos, en un intenso proceso de influencias mutuas entre
ciencia y economía, o lo que es lo mismo entre ciencia, tecnología y
4. CIENCIA Y SOCIEDAD economía, y, por lo tanto, sociedad.
La ciencia encontró su impulso en un ambiente social específico. El nuevo modelo de relaciones entre ciencia y sociedad fue posible
Fue alentada por las nuevas condiciones culturales del Renacimien- a partir de una nueva concepción de las tareas económicas y del tra-
to, por el progreso del trabajo intelectual en las Universidades, por el bajo humano como actividad libre y productiva. Y para ello fue deci-
desarrollo del racionalismo y el empirismo, y, sobre todo, por el con- siva la influencia del pensamiento ilustrado y los aires de libertad que
texto político y social de las sociedades europeas a partir del siglo XVII, trajo la Revolución francesa, así como el nuevo espíritu burgués aso-
en el que poco a poco se fueron derrumbando los prejuicios y las con- ciado al nacimiento del capitalismo, con su afán de medida, de cálcu-
cepciones tradicionales, creándose las condiciones de libertad que lo, de racionalidad, de beneficio, de iniciativa emprendedora, de utili-
alumbraron una nueva época, a la que algunos calificaron con la era dad práctica... La concurrencia de todos estos factores dio paso a una
(le 1u Razón. En esta nueva época los cambios intelectuales y el desa- época de grandes inventos y descubrimientos, cuya aplicación prácti-
r-1-0110 del espíritu de libertad y de indagación fue alentado por todas ca produjo un cambio social sin precedentes, que ha marcado el gran
las transformaciones sociales y económicas que hicieron posible la dinamismo de las sociedades industriales. En estas sociedades la cien-
revolución industrial. cia y el progreso tecnológico han llegado a impregnar todo el proceso
La imbricación directa del proceso de surgimiento de la ciencia en productivo y la vida social en su conjunto. Por eso nuestra época ha
un contexto social concreto ha impregnado toda la evolución de la podido ser calificada también como la era científica, una era en la que
ciencia de unas claras orientaciones prácticas. La ciencia persigue la prácticamente desde todos los ámbitos sociales se promueve y apoya
obtención de conocimientos rigurosos y contrastados. Pero la ciencia la actividad científica, y en la que la figura del científico se ha conver-
es hija de una Sociedad concreta, que ha dado lugar a que su finali- tido en una de las más respetadas e influyentes.
dad sea eminentemente práctica. Es decir, la ciencia no persigue el
saber por el saber, sino explicaciones, predicciones y previsiones que Esta situación, como hemos visto, ha sido el resultado de un lar-
permitan aplicaciones prácticas, bien en el campo de la producción, go proceso de evolución. La búsqueda del conocimiento y las técni-
de la salud, de la mejora de las condiciones de vida, del aprovecha- cas prácticas inicialmente estuvieron separadas, encontrándose
miento de los recursos naturales, etc. subordinadas estas últimas en virtud de un orden político y de valo-
res primero (Grecia y el Mundo clásico) y de unos controles religio-
En contraste con otras formas de conocimiento anteriores, la cien- sos después (Edad Media). Sin embargo, la Ilustración y el espíritu de
cia actúa con libertad, sin prejuicios ni limitaciones establecidas por la nueva época estimularon el desarrollo del conocimiento sin las cor-
mitos, imposiciones o creencias tradicionales, y persigue aplicacio- tapisas de las ideas religiosas o filosóficas, orientándose después a
nes concretas. De ahí que la comprensión sobre el papel de la ciencia encontrar una síntesis entre el conocimiento científico y el desarro-
no pueda separarse de las condiciones a partir de las que surgió y del llo tecnológico. En este nuevo contexto se difundió la convicción de
nuevo tipo de sociedad industrial que impulsó y en la que encontró el que el progreso científico y económico puede llevar a la humanidad
mejor ambiente para su propio desarrollo. a encontrar las soluciones a la mayor parte de sus problemas y caren-
Las necesidades económicas del nuevo orden económico industrial cias. Por eso toda la sociedad ha llegado a implicarse en la promoción
estimularon la aplicación de los nuevos inventos y descubrimientos y desarrollo cientffico, poniendo al propio orden político al servicio
científicos al sistema productivo, en un esfuerzo permanente por de este objetivo.
398 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 399

De esta manera la ciencia se institucionaliza y, como hemos dicho, nos en el campo de la aeronáutica, la microelectrónica y la micro-
adquiere una posición social central y prevalente. Cuando decimos que biología, implican una dimensión organizativa de la actividad cientí-
la ciencia se institucionaliza en las sociedades modernas, estamos ha- fica como nunca antes había sido conocida.
ciendo referencia al hecho de que la ciencia, y la labor de los científi-
La movilización de grandes recursos económicos y humanos bajo
cos, pasa a convertirse en una de las actividades normales, y cada vez
la iniciativa de los poderes públicos, está planteando nuevos proble-
más importantes de la sociedad, que da lugar al desarrollo de las acti-
mas de gestión, de organización e, incluso, de concepción sobre la
vidades profesionales de los científicos, como una de las tareas nece-
propia actividad científica. Las decisiones sobre lo que se investiga
sarias para que la sociedad pueda continuar progresando y funcio-
y sobre las aplicaciones de los nuevos descubrimientos se han aca-
nando normalmente. El proceso de institucionalización de la ciencia
bado convirtiendo en decisiones de un gran alcance social, político
supone, en este sentido, un cambio de mayor alcance práctico, y de
y económico. Por eso todo lo que concierne a la ciencia, en las socie-
carácter cualitativamente distinto, a las posibilidades que se abrieron
dades de nuestros días, no es ya solamente una cuestión de conoci-
en las civilizaciones agrarias de la antigüedad cuando una minoría
miento, sino que se ha convertido en una cuestión de poder, es decir,
«ociosa»pudo dedicarse al arte, la contemplación o el cultivo de la
en algo que tiene mucho que ver con la evolución concreta de nues-
sabiduría.
tras sociedades.
El proceso de institucionalización de la ciencia en las sociedades
de nuestro tiempo ha tenido lugar básicamente en tres etapas o perí-
odos. Inicialmente en los siglos XVII y x v I I r se ocupaban de la ciencia 5. LOS PRESUPUESTOS DE LA CIENCIA
individuos de la aristocracia y de los sectores más acomodados de la
sociedad, a partir básicamente de sus propios recursos e iniciativas Con frecuencia la ciencia se ha pretendido explicar básicamente
personales, que generalmente ponían en común a través de algunas como resultado del despliegue de la fuerza de la razón como
«sociedadescientíficas))y «academias»que ellos mismos gestionaban. instrumento de conocimiento. Sin embargo, la ciencia ha surgido en
determinados contextos históricos y culturales y no en otros, en los
La segunda etapa en la institucionalización de la ciencia tuvo que también se había producido un importante esfuerzo de desplie-
lugar a lo largo del siglo XIX y una parte del siglo xx con el desarro- gue de las fuerzas del raciocinio. Si ello fue así, y no de otra manera,
llo de los departamentos de las diferentes especialidades científicas no debemos pensar que obedeció exclusivamente a la existencia o no
en las Universidades y los laboratorios de investigación promovidos de un mayor grado de confianza en la razón, o a un mayor o menor
por las grandes industrias. En esta segunda etapa se produjo una estímulo cultural para su desarrollo, sino a la concurrencia junto a lo
importante movilización de recursos públicos y empresariales y una anterior, de varias otras condiciones económicas y sociales que hicie-
gran profesionalización de la actividad científica. Los científicos se ron posible el desarrollo de la ciencia.
«forman»en las Universidades y se dedican profesionalmente a su
trabajo de manera exclusiva y cada vez más coordinada e interde- Como quiera que estas condiciones se produjeron específicamen-
pendiente. te en la Europa del Renacimiento, podemos entender que «laclave de
la ciencia está, pues, en la historia de esta época y región»20.
Una tercera etapa en la institucionalización de la ciencia es la que
se produjo durante la Segunda Guerra Mundial en torno al esfuerzo Así pues, la pregunta pertinente de la que debe partir nuestra inda-
bélico. El «proyecto Manhattan)),por ejemplo, fue una iniciativa del gación sobre la génesis de la ciencia, puede ser planteada en térmi-
gobierno de los Estados Unidos, que empleó recursos económicos muy
importantes y movilizó a un buen número de científicos para inten-
tar disponer de la bomba atómica antes que Hitler. Proyectos de este 2 0 Fauslino Cord6n: La fitncldn do la cloncla un L sociedad. Edicusa, Madrid, 1976,
tipo, así como los que actualmente tienen cn marcha diversos gobier- pbg. 51.
400 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOG~A

nos similares a la formulada por Joseph Needham: «¿Quéocurrió en cia no llegó a desarrollarse en Grecia, pese a las óptimas condiciones
la Europa del Renacimiento cuando las matemáticas y la ciencia se intelectuales y sociales que se dieron en el marco de esta civilización.
unieron en una combinación cualitativamente nueva y destinada a Una de las razones que explica la frustración de las posibilidades de
transformar el mundo?~21. desarrollo de la ciencia en Grecia está, según subraya Farrington, en
El análisis de Needham, en referencia al desarrollo del pensa- la influencia de la misma distinción, de raíz aristotélica, a la que ya
miento y de las matemáticas en China, le llevará a la conclusión de nos hemos referido, entre unos saberes orientados a satisfacer las
que el elemento fundamental que permitió el nacimiento de la cien- necesidades prácticas y otros orientados al «conocimiento de las pri-
cia moderna fue el desarrollo de un espíritu mercantil, calculador y meras causas y principios», y a los que sólo se podía considerar legí-
práctico, que reemplazó el viejo mundo de cualidades por un mundo timamente como «sabiduría».
de la cantidad. El desarrollo de tal tipo de cultura en Europa, y no en Aunque esta concepción aristotélica ha sido valorada general-
China o en otros lugares, fue posible a partir de la concurrencia de un mente como la más típica representación del pensamiento helénico,
conjunto de factores diversos en la ((matrizsocial europea)),«con el sin embargo la vía lógico-racional de conocimiento en realidad supu-
Renacimiento, la Reforma y el surgimiento del capitalismo mercan- so una significativa e importante ruptura con la tradición del pensa-
til, seguido por la manufactura industrial»22. miento presocrático, que estuvo caracterizado por una concepción
Uno de los presupuestos fundamentales para el desarrollo de una materialista más práctica y cuyas explicaciones científicas se desa-
nueva mentalidad en Europa fue, como apunta Needham, la inflexión rrollaron en gran parte a partir de los conocimientos técnicos. De igual
que se produjo en el mundo europeo, como consecuencia de la influen- manera la lógica aristotélica supuso también una significativa infle-
cia árabe, desde un «simbolismo antropocéntrico))hacia un genuino xión sobre los enfoques de Platón orientados a una comprensión de
interés por la ((naturalezaobjetiva)). la realidad a partir de «modelos»(teoría de las «ideas»).

Sin embargo, ninguno de los factores concurrentes eran, por sí Según las interpretaciones sostenidas por autores como Farring-
solos, suficientes para explicar la aparición de la ciencia. «El inte- ton, el cúmulo de conocimientos técnico-prácticos no pudo desarro-
rés por la naturaleza no era suficiente, ni lo era la predicción de los llarse plenamente en la civilización griega, ni traducirse en interpre-
eclipses y los cálculos necesarios para confeccionar el calendario; taciones generales de la naturaleza, porque «laesfera de la naturaleza
todas estas condiciones existían en China -dirá Needham-. Apa- ya estaba ocupada por una laboriosa mitología que custodiaban cor-
rentemente, sólo una cultura mercantil podía lograr lo que no pudo poraciones de sacerdotes»24.
lograr una civilización agraria burocrática: llevar al punto de fusión De esta manera, las influencias religiosas, primero, y los enfoques
las disciplinas, antes separadas, de la matemática y el conocimien- lógico-racionales aristotélicos, después, impidieron que la herencia de
to de la naturalezad3. conocimientos técnicos de la viejas civilizaciones de la Edad del Bron-
En una perspectiva analítica comparativa similar, habría que situar ce rompieran los esquemas de compartimentalización de saberes y que
también las reflexionesde Benjamin Farrington sobre por qué la cien- éstos se pudieran desarrollar - y evolucionar-en diversas formas de
conocimiento científico, como ocurrió en la Europa moderna.
«Existieron-dirá Farrington-varias formas de conocimiento en
2 ' Joseph Needham: .Las matemáticas y las ciencias en China y en Occidente»,en B. las antiguas civilizaciones de la Edad de Bronce. Había, por una par-
Barnes: Estudios sobre sociología de la ciencia. Alianza, Madrid, 1980, pág. 23. Sobre este
mismo tema, aunque en una perspectiva más general, vid. también La gran titulación. Cien-
cia y sociedad en Oriente y Occidente. Alianza, Madrid, 1977.
22 Ibfd., pág. 36. 24 Benjamin Farrington: Mano y cenbm rn la Grecia antigua. Ayuso, Madrid, 1974,
23 Ibfd., p4g. 45. pág. 44.
402 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

te, conocimiento práctico indispensable para el dominio de la natu- fundamentales que contribuyeron más directa e inmediatamente a la
raleza, en técnicas tales como las del labrador, el alfarero y el forja- formación de la ciencia. De acuerdo con Whitehead, las tres condi-
dor... Además de éstas existió un cúmulo de mitos y leyendas consti- ciones fundamentales para el surgimiento del espíritu científico fue-
tuido por una literatura anónima e inconexa, expresada con torpeza ron: «eldesarrollo de las matemáticas, la creencia instintiva en la exis-
en lenguaje hierático, que explicaba los principales fenómenos de la tencia de un orden determinado en la naturaleza y el influjo del
naturaleza, y que los dirigentes consideraban como la base necesaria 1-acionalismo~~~.
del orden social. Lo que hoy denominamos ciencia -señalará Farring-
Una de las primeras condiciones para que se pudiera desarrollar
ton- no pudo comenzar a surgir hasta que se rompieron las barre-
un tipo de conocimiento como el científico, con pretensiones de
ras que separaban las distintas esferas del saber; hasta que las suge-
generalidad, racionalidad y predictibilidad, fue la convicción en la
rencias emanadas de los procesos técnicos pudieron ser aplicadas con
existencia de un orden racional y cognoscible en la naturaleza. Esta
audacia a todos los fenómenos de la naturaleza; hasta que pudo des-
convicción implica partir de la creencia de que los hechos naturales
truirse el hechizo que envolvía el modo de explicación mitológico, y
se producen de acuerdo con ciertas leyes regulares, susceptibles de
hasta que los conocimientos matemáticos dejaron de ser parte del
indagación y de estudio, y, por tanto, supone un rechazo y abandono
equipo administrativo de los burócratas y pasaron a ser parte de la
de las interpretaciones sobre la naturaleza basadas en la creencia de
cultura de los ciudadanos libres»25.
la existencia de una voluntad todopoderosa de seres superiores, o en
Ciertamente, junto a lo anterior, no debemos olvidar que la inciden- la inexcusabilidad de las fuerzas ciegas e ignotas del destino, etc.
cia de las barreras mito-religiosas, primero, y las aristotélicas, después,
que se interpusieron entre los «saberes prácticos» y el «saber»,fue- La ciencia se orienta fundamentalmente hacia la búsqueda de un
ron posibles, y se consolidaron históricamente, también en virtud de orden, de unas regularidades existentes en la naturaleza y esta búsque-
la concurrencia de otras circunstancias económicas y sociales, entre da juega un papel fundamental en la orientación vital de los hombres,
ellas las concepciones negativas sobre el trabajo, asociadas al régimen que ya no se verán a sí mismos como un juguete impotente ante las
esclavista, que dieron lugar a importantes prejuicios sociales que esti- fuerzas del destino. En este sentido es en el que puede decirse que la
mulaban el abandono de los saberes técnico-prácticos por conside- ciencia ha contribuido a ubicar al hombre en un orden de referencias
rarlos «actividades menores», propias de «siervos y esclavos». Fue más seguro y menos efímero, reemplazando viejas concepciones sobre
necesaria, pues, una nueva concepción de la actividad económica y el mundo fuertemente penetradas de componentes «arbitrarios»e cin-
del trabajo humano, como tareas libres y dignificadas, para que se pro- controlables», por la visión de un cosmos ordenado y cognoscible.
dujera una relación directa entre los ámbitos de los saberes prácticos
Al hablar expresamente de un cosmos ordenado y cognoscible que-
inmediatos y de los saberes teorético-generales. remos hacer referencia a las dos dimensiones que se encuentran implí-
En suma, pues, muchas de las condiciones intelectuales, econó- citas en el desarrollo de la convicción en la existencia de un orden natu-
micas y sociológicas que hicieron posible la revolución industrial, tal ral, como presupuesto para el surgimiento de la ciencia. Por una parte,
como vimos en el capítulo ocho, permitieron también el desarrollo de esta convicción supone que la naturaleza está regida por una legalidad
la ciencia moderna. Por lo que aquí no vamos a repetir lo que ya hemos determinada, que no se manifiesta caóticamente, ni de acuerdo con
señalado en otro lugar. u n devenir arbitrario, y, por otra parte, supone que en ese orden pue-
Sin embargo, de una manera más específica, en las páginas que dc -y debe- ser conocido por el hombre a través de observaciones
siguen parece inexcusable hacer referencia a algunos de los factores sistemáticas y positivas, y no mediante explicaciones basadas en el

2h Alfred North Whlteheud: Sclrnor and rkr medrrn World, o p . cir., pág. 41.
404 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA E L MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 405

principio de la autoridad, o en la tradición, o en la magia, o en la meta- 1. La convicción en la existencia de un orden en la realidad, en el


física. sentido de que los fenómenos se encuentran relacionados
causalmente entre sí, de acuerdo con ciertas reglas y patrones
El afianzamiento del pensamiento racional, y el desarrollo de las
regulares, de forma que conociendo la estructura de las rela-
matemáticas, entendidas «como el lenguaje en que está descrito el
ciones causales entre los fenómenos es posible llegar a prede-
libro de la naturaleza»-según sentenció Galileo- estuvieron direc-
cir y prever cómo se desarrollarán acontecimientos que aún no
tamente ligados a un fenómeno más global de transformación social
se han producido.
y de cambio de las mentalidades y de las formas de pensar y de actuar.
En esta perspectiva de cambio general fue fundamental, como ya 2. La convicción en que este orden, esta estructura de relaciones
vimos en el capitulo ocho, la difusión de una mentalidad especial- de causalidad, puede ser conocida y de hecho es conocida por
mente sensible a la cuantificación, al control y al cálculo: nos referi- medio de nuestros sentidos, por medio de los métodos desa-
mos a la mentalidad burguesa. rrollados por las ciencias y los instrumentos de medición ade-
cuados a tales fines.
La Revolución Francesa jugó, en este sentido, un papel central no
sólo por lo que supuso para la consolidación de la quiebra del viejo En suma, pues, la ciencia surgió en la matriz social e intelectual
orden tradicional, y en lo que tuvo de aportación para el estableci- europea a partir de todo un conjunto de valores culturales concretos
miento de unos patrones políticos diferentes y más apropiados para que conformaron el espíritu de una época, en la que por primera vez
cl desarrollo del nuevo tipo de sociedad que se apuntaba en el hori- pudo desarrollarse una mentalidad científica. Estos valores cultura-
zonte histórico, sino también, y básicamente, en cuanto que la Revo- les, en cuanto verdaderos «pilares del edificio científico»,son, como
lución Francesa vino a consagrar la razón burguesa y a definir nue- nos recordará Salustiano del Campo, «elracionalismo -con el desa-
vas y más amplias hegemonías sociales y nuevos enfoques en los 1-rollode la lógica y de la matemática-; el empirismo con su hinca-
métodos de análisis y conocimiento. pié en la observación y la experimentación de los elementos anterio-
res; la creencia en la legalidad -tanto en la naturaleza como en la
El nuevo tipo social hegemónico -el burgués-, con su afán de
sociedad, que no es sino una parte de aquella-; el pragmatismo -la
medida, con su preocupación prevalente «porlas cantidades y no por
i i tilización del conocimiento para la transformación del mundo más
las cualidades», y con su mentalidad práctica y orientada al lucro,
que para la obtención de la sabiduría per se-; el ascetismo caracte-
contribuyó substantivamente a dar una nueva orientación a los sabe-
rístico de la vocación científica; el escepticismo frente a la autoridad
res en la dirección de superar definitivamente la ya referida vieja esci-
y a la tradición; y finamente, el individualismo»27.
sión clásica entre unos saberes orientados al conocimiento de las pri-
meras causas y principios y otros saberes de intención más práctica
y aplicada. Precisamente uno de los intereses prioritarios de la nue- O. LAS CARACTERISTICAS DEL MÉTODO
va clase burguesa fue superar esta escisión. El espíritu burgués, y los CIENTIFICO
intereses sociales que lo alimentan, condujeron a una potenciación
del desarrollo de un conocimiento científico basado claramente en En un libro de introducción a la Sociología, como éste, no es posi-
estos presupuestos, haciendo posible enfrentarse de una manera dife- ble que nos ocupemos en todos sus detalles de las características del
rente a la naturaleza, en función de criterios racionales y de intereses método científico. Por lo tanto, en las páginas que siguen nos centra-
mundanos e individuales. remos, en primer lugar, en presentar resumidamente sus principales
En resumen, pues, podemos decir que el desarrollo de la ciencia
se produjo en el contexto de un determinado orden de aspiraciones
prácticas y cuantitativistas, y a partir de dos presupuestos básicos 27 Salustiüno del Campo: i.u Soclolopla oianlCflca moderna. Instituto de Estudios Polí-
tomados como incuestionableri, Estor, dos presupuestos son: ticos, Madrid, 1969, p6g. 53.
LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

rasgos generales; en segundo lugar, plantearemos el problema de la El análisis que Feyerabend realiza sobre el método científico le
demarcación de las ciencias, y en tercer lugar consideraremos la llevará a la conclusión general, y más de fondo, de que «laidea de que
manera en que se produce la organización y desarrollo de los c o r p s la ciencia puede y debe regirse según unas reglas fijas y de que su
de conocimientos científicos, es decir, de los paradigmas científicos. racionalidad consiste en un acuerdo con tales reglas no es realista y
El método científico, en cuanto verdadero elemento definidor de está viciada. No es realista -dirá- puesto que tiene una visión dema-
la ciencia moderna, ha sido descrito y caracterizado de muchas mane- siado simple del talento de los hombres y de las circunstancias que
ras por los diversos autores que se han ocupado de esta temática, si animan, o causan, su desarrollo. Y está viciada, puesto que el inten-
bien hay que hacer notar que los científicos en general no se caracte- to de fortalecer las reglas levantará indudablemente barreras a lo que
rizan precisamente por haber dedicado muchos esfuerzos específicos los hombres podrían haber sido, y reducirá nuestra humanidad incre-
a la teorización sobre su método en sí mismo considerado. mentando nuestras cualificaciones profesionales~30.
En la mayor parte de las disciplinas los científicos hablan y escri- Sin embargo, a pesar de estas objeciones, lo cierto es que el méto-
ben básicamente sobre sus hallazgos y teorías, pero muy poco de cuá- do científico como tal ha alcanzado un reconocimiento explícito muy
les son los supuestos generales que orientan sus métodos de investigar. notable y puede ser considerado, con toda razón, como la verdadera
La desatención aparente a los problemas de método que se prac- columna vertebral de toda ciencia.
tica en algunos campos de la ciencia no quiere decir, por supuesto, ¿En qué consiste, pues, el método científico? A esta pregunta po-
que el método no se considere como el elemento nuclear de toda cien- dríamos responder inicialmente, de acuerdo con Bertrand Russell,
cia moderna. «Elmétodo científico-ha recordado Bunge-es un ras- señalando que el «método científico»,si bien en sus formas más refi-
go característico de la ciencia, tanto de la pura como de la aplicada: nadas puede juzgarse complicado, es en esencia de una notable sen-
donde no hay método científico no hay cienciad8. cillez. Consiste en observar aquellos hechos que permiten al observa-
No obstante, el papel prevalente y central del método en el con- dor descubrir las leyes generales que los rigen. Los dos períodos
junto del edificio científico, no quiere decir que algunos de sus aspec- -primero el de la observación, y segundo, el de la deducción de una
tos no hayan sido objeto de cierta consideración polémica, como ocu- ley- son ambos esenciales y cada uno de ellos es susceptible de un
rre, como veremos en el capítulo siguiente, con la debatida cuestión afinamiento casi i n f i n i t o ~ ~ l .
de la unidad del método científico, no faltando los que han llegado a El propio Bertrand Russell describirá de la siguiente manera el pro-
negar la existencia de un único modelo de método científico fijo y esta- ceso de la investigación científica. «Para llegar a establecer una ley
blecido. científica -dirá- existen tres etapas principales: la primera consis-
Feyerabend, por ejemplo, ha considerado que la cidea de un méto- te en observar los hechos significativos; la segunda en sentar hipóte-
do que contenga principios científicos inalterables y absolutamente sis que, si son verdaderas, expliquen aquellos hechos; la tercera en
obligatorios que rijan los asuntos científicos entra en dificultades al deducir de estas hipótesis consecuencias que puedan ser puestas a
ser confrontada con los resultados de la investigación histórica. En prueba por la observación. Si las consecuencias son verificadas se
ese momento-dirá- nos encontramos con que no hay una sola regla, acepta provisionalmente la hipótesis como verdadera, aunque reque-
por plausible que sea, ni por firmemente basada en la epistemología rirá ordinariamente modificación posterior, como resultado del des-
que venga, que no sea infringida en una ocasión, o en otra)?. cubrimiento de hechos ulteriores»32.

3O Ibld., pAg. 136.


2H Mario Bunge: La investigacidn clrntt/lcu, op. cit., pilg. 29.
31 Bertrand Russell: La prrnprctlw alrnlftlca, op. cit., p4g. 13.
ZV Paiil K. Fcycrabcnd: Contra si mltado, Arlcl, R~ircclona,1974, piíg. 1 S.
32 Ibld., phg. 48.
EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGIA 409

El método científico se caracteriza por una serie de procedimien- de la sociedad, debiendo reducirse al mínimo la intervención de cri-
tos concretos y también por un conjunto de actitudes. Los procedi- terios de propiedad privada y de secreto, así como todo aquello que
mientos que integran el método científico no son algo cerrado y fijo, pueda ser incompatible con el imperativo de comunicación de los
sino que han ido evolucionando desde los orígenes de la ciencia hallazgos; desinterés, ya que los científicos deben guiarse en su
moderna, en Galileo, Kepler, Bacon y en los Principia de Newton, has- investigación fundamentalmente por la vocación de conocimiento,
ta nuestros día+. por la curiosidad y por la preocupación altruista, y no por intere-
ses egoístas o parciales; y escepticismo organizado, en cuanto dispo-
En las páginas que siguen vamos a referirnos con algún detalle a sición a considerar provisional cualquier juicio o hipótesis, hasta
los procedimientos que caracterizan el método científico. Pero, antes que no haya sido sometido a criterios empíricos y lógicos de verifi-
de ello, es necesario subrayar que la actividad científica está inspira- cación35.
da - o debe estarlo- por un conjunto de criterios morales generales
y por unos talantes y actitudes que forman parte de un ethos concre- En suma, pues, la imagen de la ciencia queda completada en la
to, es decir, de un conjunto de principios y normas morales y de pro- medida en que a los dos presupuestos fundamentales anteriormente
cedimientos que deben inspirar el quehacer científico y subyacen en señalados (convicción en la existencia de un orden lógico en la reali-
todo el desarrollo de la ciencia. dad y convicción en que dicho orden puede ser conocido empírica-
mente), se une un ethos específico como el señalado, y un conjunto
Partiendo del criterio general de que «el objetivo institucional de de procedimientos y operaciones concretas que permiten una obten-
la ciencia es la extensión del conocimiento verificado», Merton ha ción sistemática de información empírica relevante.
recordado que los métodos técnicos cumplen el fin de suministrar «la
¿En qué consisten estos procedimientos y operaciones concretas
definición pertinente de conocimiento: predicciones empíricamente
propias del método científico? {Cómose aprenden y se practican estos
confirmadas y lógicamente coherente»,en tanto que los principios del
procedimientos? Los procedimientos forman parte de los procesos de
ethos científico no sólo tienen una «justificación metodológica»,sino
investigación concretos de cada campo científico y, lógicamente, varí-
que también «se cree que son correctos y buenos. Son tanto -dirá
an de una a otra ciencia, de uno a otro campo de aplicación, en fun-
Merton- prescripciones morales como técnicas»34.
ción de los procesos anteriores de investigación desarrollados por cada
De acuerdo con Merton, podemos decir que el ethos de la cien- comunidad científica, y que han permitido llegar a un determinado
cia «incluye cuatro conjuntos de imperativos institucionales»; el nivel o estadio de conocimientos.
universalismo en cuanto convicción de que la única prueba de vali- Por ello no es extraño que se hayan formulado distintos inventa-
dez en las ciencias procede de la aplicación de «criterios imperso- rio~y propuestas metodológicas, generalmente conectadas a campos
nales preestablecidos», y, a su vez, que la ciencia debe permanecer de conocimiento específicos.
abierta al libre juego de los talentos, sin tener en cuenta ningún tipo
de prejuicios personales, sociales, religiosos, tradicionales, etc.; Desde un punto de vista general, podemos considerar, de acuerdo
comunismo, o principio de comunidad, en cuanto que todos los con Bunge, que «los estadios principales del camino de la investiga-
hallazgos de la ciencia han de considerarse como patrimonio común ción científica, esto es, los pasos principales de la aplicación del méto-
do científico)),son los siguientes:
1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fe-
33 Una exposición detallada sobre la evolución del método científico puede verse, por
cundas.
ejemplo, en John Losee: Introducción histdricu a la filosoffade la ciencia. Alianza, Madrid,
1976.
34 Robert K. Merton: uLos imperatlvoi Initltuclanales de la ciencia*, en B. Barnes:
Es~udiossobre Sociologia de la ciencia, op, ok,plg. 67.
EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 41 1

2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastadas con la experien- una imagen coherente y lógica de la realidad, y la empírica en cuan-
cia, para contestar a las preguntas. to disposición a someter cualquier conocimiento a la prueba de los
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas. hechos.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación. La dimensión empírica de la ciencia fue estimulada históricamen-
te por la reacción intelectual contra los métodos lógico-abstractos de
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar conocimiento y por la convicción más general, a la que ya nos hemos
su relevancia y la fe que merecen. referido anteriormente, de que es necesario fundamentar «positiva-
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados. mente» todos los saberes. El empalme de esta dimensión con la tra-
yectoria de conocimientos técnicos y prácticos anteriores resulta evi-
7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad dente, de la misma manera que lo es la proyección aplicada y utilitaria
de las técnicas. que anima a la ciencia moderna.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las La dimensión teórica, por otra parte, deriva de la necesidad de dar
técnicas, y formular los nuevos problemas originados por la coherencia, sistematicidad y claridad a los conocimientos adquiridos
in~estigación~~. por medio de los métodos experimentales, que sólo permiten llegar a
A su vez, Bunge se refiere también a las reglas elementales para la resultados prácticos ubicando los procesos de verificación en estructu-
e.jecución correcta de tales operaciones: «R.1. Formular el problema ras lógicas con sentido.
con precisión y específicamente... R.2. Proponer conjeturas bien defi- El científico, como ya señaló Francis Bacon, cree que es «másfácil
nidas y fundadas de algún modo y no suposiciones que no compro- que la verdad surja del error que de la confusión».Por ello tiene razón
meten en concreto, ni tampoco ocurrencias sin fundamento visible: Rudner cuando subraya que en la ciencia «laconexión de sistematiza-
hay que arriesgar hipótesis que afirmen la existencia de relaciones bien ción y simplicidad es de máxima importancia. El sistema -dirá- no
definidas entre variables netamente determinadas. R.3. Someter las es un mero adorno de la ciencia; es el mismísimo corazón de la cien-
hipótesis a contrastación dura y no laxa... R.4. No declarar verdade- cia. Decir esto no es negar simplemente que el trabajo de la ciencia
ra una hipótesis satisfactoriamente confirmada; considerarla en el consista en amontonar pequeños fragmentos de información de for-
rnejor de los casos, como parcialmente verdadera... R.5. Preguntarse ma aleatoria o inconexa; es subrayar también que un ideal de la cien-
por qué la respuesta es como es y no de otra manera: no limitarse a cia consiste en dar una explicación organizada del universo. Es un ide-
hallar generalizaciones que se adecúen a los datos, sino intentar expli- al de la ciencia conectar, hacer encajar en relaciones lógicas, los
carlas a base de leyes más fuertes~37. conceptos y enunciados que incorporan todo el conocimiento que se
El objetivo final al que apuntan todos estos procedimientos haya adquirido. Tal organización es, de hecho, una condición nece-
científicos es obtener una serie de proposiciones generales de carác- saria para la consecución de dos funciones fundamentales de la cien-
ter teórico, dispuestas de manera lógica y ordenada y que sean s.us- cia: explicación y predicciónn38.
ceptibles de comprobación empírica. Este objetivo y la manera de Esta doble dimensión de la ciencia, a veces, ha querido ser pues-
alcanzarlo -el método lógico experimental- traducen las dos di- ta en relación con una cierta interpretación dual de la naturaleza
mensiones de la ciencia: la teórica, en cuanto aspiración a ofrecer humana: la lógica-sensorial y la racional. Sin embargo, la realidad es
que estos dos elementos de la ciencia deben ser entendidos como par-

Mario Bunge: La investigación científica, op. cit., págs. 25-26.


.'7 Ibfd., págs. 26-27. " Richard S. Rudner: F~¡o#o/?M d# & olrncia social, o p . cit., pág. 76.
412 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

te de una referencia común e indivorciable. No se trata de pensar que, profunda y exacta de los fenómenos como manifestaciones de enti-
en el proceso de construcción de la ciencia, el hombre «aporta»los dades y procesos que están detrás o por debajo de ellos, por decirlo
elementos interpretativo-racionales, como manifestación de una de así. Se presume que estos procesos están gobernados por leyes teóri-
sus propias dimensiones humanas, mientras que, con su otra dimen- cas características, o por principios teóricos, por medio de los cuales
sión sensorial, recoge la información concreta de los hechos de la la teoría explica entonces las uniformidades empíricas que han sido
naturaleza, de forma que, como resultado de la convergencia de descubiertas previamente y normalmente predice también nuevas
ambas dimensiones (una que «aporta» el hombre, y la otra que i.egularidades de tipo similar»39.
((aportanla naturaleza), y de la misma capacidad del hombre para
La manera en que se interpenetran en la práctica los procesos de
«aunarlas»,surge la ciencia como una síntesis de referencias dis-
recogida de información y de selección de los datos relevantes, en fun-
tintas. Muy al contrario, el método científico no pretende establecer
ción de informaciones anteriores y de suposiciones lógicas-en cuan-
una síntesis de esta clase, sino que fundamentalmente intenta pro-
to que éstas forman el corpus teórico de una ciencia en un momento
porcionar una vía para descubrir la propia lógica de la naturaleza;
dado- constituye uno de los aspectos centrales de la investigación
aunque dicha lógica -como está ocurriendo recientemente en algu-
científica; aspecto al que tendremos ocasión de referirnos con más
nos campos de la ciencia- no coincida, o no pueda ser entendida
detalle en páginas ulteriores.
muy bien con la lógica humana actualmente predominante, ni con
el mismo sentido común. Pero ahora, y de acuerdo con la propia argumentación de Hem-
La verdad de la ciencia está, pues, en los hechos, y no en la mera pel, lo que nos interesa subrayar es que el proceso real de investiga-
coherencia de las construcciones teóricas que dan cuenta de ellos, ya ción científica comienza con el «llamado método de las hipótesis, es
que en definitiva los sistemas interpretativos los construimos noso- decir, inventando hipótesis a título de intentos de respuesta a un pro-
tros y podemos darles el significado que queramos, pero la realidad blema en estudio, y sometiendo luego éstas a la contrastación empí-
tiene su propia dinámica. i.ican40.
Los hombres establecemos hipótesis sobre relaciones causales en- Las hipótesis pueden surgir de muchas maneras: como resultado
tre fenómenos, a los que damos una explicación lógica en forma de de las inferencias realizadas a partir de datos observados, como refle-
leyes o principios. Pero son los hechos observables en la naturaleza jo de convicciones particulares, como fruto de deducciones de otras
los que deciden la veracidad o falsedad de dichas hipótesis y leyes. hipótesis conocidas, como derivaciones de teorías de carácter más
general, o de otras variadas formas. Pero lo importante es que la for-
En el método científico la dimensión teórica y la empírica, pues,
mulación de las hipótesis constituye uno de los elementos nudales del
son absolutamente inseparables. La orientación teórica de las cien-
cias es uno de sus principales rasgos definitorios. La verificación proceso de investigación. Por ello las hipótesis han de reunir deter-
minados requisitos y características de claridad, simplicidad, rele-
empírica es una exigencia inexcusable.
vancia, contrastabilidad, etc., en cuyos detalles particulares no pode-
No obstante, aunque esto sea así, en la historia concreta de las cien- mos entrar aquí.
cias el desarrollo de teorías generales que hayan sido verificadas por
los hechos es algo que sólo se puede producir, a un cierto nivel de sig- Finalmente es preciso señalar que la misma lógica global del méto-
nificatividad, en determinados estadios de su desarrollo. Como ha do científico, con su esfuerzo por la obtención acumulativa de saber,
sefialado Hempel, las teorías «se introducen normalmente cuando con su escepticismo y su permanente inclinación por someter todo a
estudios anteriormente realizados de una clase de fenómenos han
revelado un sistema de uniformidades que se pueden expresar en for-
ma de leyes empíricas. Las teorías intentan, por tanto, explicar esas .39 Carl G . Hempel: Filosafk & 18 elrncla natural. Alianza, Madrid, 1973, pág. 107.
regularidades y, generalmente, proporcionan una comprensión mAs 40 Ibld., p8g. 36.
414 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODOCIENTÍFICO
Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 415

continua verificación, supone que el covpus de conocimiento cientí- Algunos analistas, como Hempel, distinguen dos grupos funda-
fico se encuentra sometido a un proceso permanente de renovación, mentales de ciencias: las empíricas y las no empíricas. «Lasprimeras
de crítica, y de crecimiento. -dirá- pretenden explorar, describir, explicar y predecir los aconte-
cimientos que tienen lugar en el mundo en que vivimos. Sus enun-
Esta característica de la ciencia da lugar a que sus contenidos sean
ciados, por tanto, deben confrontarse con los hechos de nuestra expe-
muy dinámicos, y a que su funcionamiento normal dé lugar a conti-
riencia, y sólo son aceptables si están convenientemente apoyados en
nuos procesos de revisión y de cambio. Lo que sirve, a la vez, de impor-
una base empírica. Este apoyo empírico se consigue de muchas mane-
tante estímulo para el quehacer científico como tal, permitiendo que
ras diferentes: mediante la experimentación, mediante la observación
éste se manifieste con el máximo componente posible de modestia y
sistemática, mediante entrevistas o estudios, mediante pruebas psi-
de ponderación, en todo el proceso de conocimiento de la realidad.
cológicas o clínicas, mediante el examen cuidadoso de documentos,
En este sentido es en el que debemos recordar, retomando algunas
inscripciones, etc. Esta dependencia de una base empírica distingue
explicaciones anteriores, que la ciencia no aspira a obtener un saber
a las ciencias empíricas de las disciplinas no empíricas, la lógica y la
absoluto y definitivo, sino distintas aproximaciones perfectibles al
matemática pura, cuyas proposiciones se demuestran sin referencia
conocimiento de la realidad.
esencial a los datos empíricos~42.
El postulado de que no hay nada indudable y de que todas las leyes
científicas tienen algo de contingentes, constituye uno de los crite- La pretensión de la mayoría de las ciencias de lograr un tipo de co-
rios metodológicos fundamentales desde los mismos orígenes de la nocimiento que sea a la vez racional y objetivo, y de conjugar, por tan-
ciencia. to, los componentes teóricos y los empíricos, ha tenido a lo largo de
Lo importante del método científico, en esta perspectiva concre- la historia del pensamiento científico diversas soluciones, relaciona-
ta, es que, por su carácter no dogmático y escéptico, tiende a organi- das, a su vez, con esa aspiración ya formulada por Galileo de tradu-
zar la labor científica como «un proceso autocorrectivo»41. Los dos cir la naturaleza al lenguaje de las matemáticas.
epígrafes siguientes de este capítulo van a orientarse precisamente a
estudiar distintos aspectos de método científico relacionados con esta Después de una etapa de fuerte crítica del primer positivismo con-
dimensión de renovación y cambio de la ciencia. tra todos los enfoques lógico-abstractos de pensamiento, el desarro-
llo del neopositivismo lógico propició una cierta rehabilitación cien-
tífica de los modos lógico-formales de análisis. Así Wittgenstein43 y
los filósofos del Círculo de Viena44insistirán especialmente en que el
7. LA «FALSABILIDAD» COMO CRITERIO criterio de distinción entre ciencia y no ciencia estribará en «el tener
DE DEMARCACIÓN CIENTIFICA sentido de los enunciados que constituyen la ciencia».

Uno de los temas fundamentales que ha continuado animando el


debate sobre la ciencia ha sido el de la propia división y demarcación
de las ciencias. La distinción entre ciencias y no ciencias, así como la 42 Carl G. Hempel: Filosofía de la Ciencia Natural, op. cit., pág. 13. La distinción, a su
vez, dentro de las ciencias empfricas, entre ciencias naturales y ciencias sociales, será algo
diferenciación entre ciencias empíricas y no empíricas continúa sien-
de lo que nos ocuparemos m8s adelante.
do por ello un tema insoslayable. 4 3 «La lógica precede a toda experiencia,,, dirá Wittgenstein en su Tractatus: Ludwig
Wittgenstein: Tractatu.~Logico-Phik)so~)hict~.s.
Alianza, Madrid, 1973, pág. 159.
44 Sobre la influencia dc Wlttgcnntcin cn los pensadores del Círculo de Viena puede
vcrsc el testimonio excepclond de Ini mproducciones taquigráficas de las conversaciones
41 M. Cohen y E. Nagel: Introduccldn a la ldglcn ,y al rndrodo cientffico,op. cit., vol. 11, entre Wittgenstein y Morltz Schllck, tomndrr por Friedrich Waismann; vid. F. Waismann:
pAg. 237. 1,udwig Wittgenstein y el Clrcula do Wna, F,C,B,, MCxlco, 1975.
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTIFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A A17

Lo importante de este enfoque es que desde él se propiciaba «la más detalle, se ha producido una aportación más específica en la cla-
clarificación de afirmaciones y preguntas», al tiempo que se dese- rificación de la naturaleza del método científico.
chaban las disputas metafísicas desprovistas de significado empíri- Para uno de los grandes teóricos de la ciencia, como Karl Popper,
.co».«Asícomenzó-dirá John Losee- la búsqueda de un criterio de el modo de proceder de hombre de ciencia no consiste en otra cosa
significatividad empírica que descalificase a los enunciados metafísi- que proponer «enunciados- o sistemas de enunciados-» y contras-
cos. Uno de los propuestos fue el de que los enunciados empíricamente tarlos paso a paso. «En particular, en el campo de las ciencias empí-
significativos son verificables: un enunciado es empiricamente signi- ricas (el científico) construye hipótesis - o sistemas de teorías- y las
ficativo -se dirá-si y sólo si, es posible especificar las condiciones contrasta con la experiencia por medio de observaciones y experi-
que harían verdadero el enunciado... Sin embargo, pronto surgió una mentos. Según mi opinión -dirá Popper- la tarea de la lógica de la
disputa acerca del significado de la expresión «posibilidad de verifi- investigación científica - o lógica del conocimiento- es ofrecer un
cación~.Existía acuerdo general en que un enunciado es empírica- análisis lógico de tal modo de proceder: esto es, analizar el método de
mente significativo sólo si es lógicamente posible verificarlo...Y se lle- las ciencias e m p í r i c a s ~ ~ ~ .
gó rápidamente al acuerdo en que la mera irrealizabilidad técnica no
En esta perspectiva de indagación metodológica, Popper negará la
basta para descalificar un enunciado.45.
absolutización del criterio clasificatorio, según el cual lo que
Los problemas prácticos que planteaba el criterio de verificabili- caracterizaría a las ciencias empíricas es la utilización de los llama-
dad, sobre todo en la medida en que conducía a la exclusión de enun- dos «métodos inductivosn.
ciados científicos, empíricamente significativos, dio lugar al desarro- Para Popper, la lógica inductiva - o probable, según dirá- pre-
llo de tres «enfoques alternativos para solucionar el problema de la senta dificultades insuperables, por lo que propondrá un «método
demarcación: 1) en primer lugar, la propuesta de construir un den- deductivo de contrastan. De acuerdo con este método, los cuatro pro-
guaje empirista. al que deberían traducirse todos los enunciados cedimientos para «llevar a cabo la contrastación de una teoría» son
empiricamente significativos; 2) en segundo lugar, «exigir que los los siguientes: «En primer lugar se encuentra la comparación lógica
enunciados empíricamente significativos»fueran «confirmables,aun- de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste
que no verificablew, y 3) en tercer lugar, buscar un criterio de méto- la coherencia interna del sistema. Después, está el estudio de la for-
do empírico en lugar de un criterio de enunciados empíricamente sig- ma lógica de la teoría con el objeto de determinar su carácter: si es
nificativos~~~. una teoría empírico-científica o si, por ejemplo, es tautológica. En ter-
La primera propuesta dio lugar a un esfuerzo de elaboración de cer término, tenemos la comparación con otras teorías, que tiene por
minuciosas .definiciones operacionales~en las que se desagregaban principal mira la de averiguar si la teoría examinada constituiría un
y especificaban todas las dimensiones, partes o componentes de aque- adelanto científico en caso de que sobreviviera a las diferentes con-
llo que se pretendía definir. En cambio, desde el segundo enfoque, en trastaciones a que la sometemos. Y finalmente, viene el contrastarla
la medida en que sólo se formulaba la «exigenciadel apoyo de algu- por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden
na observación»,no se iba mucho más allá de lo que habían plantea- deducirse de ellasn48.
do Galileo o Newton sobre los requisitos del método científico. Sin El último contraste propuesto por Popper tiene una orientación
embargo, desde la tercera propuesta, de la que vamos a ocuparnos con fundamentalmente práctica, ya sea por la vía «deexperimentos pura-

45 J o h n Losee: Introduccidn histdrica a la filosofia de la ciencia. Alianza, Madrid, 1976, 47 Karl R. Popper: La ldplca de la investigación cientffica. Tecnos, Madrid, 1980,
p6g. 193. phg. 27.
46 Ihfd., p6g. 194. 48 Ibfd., p8g. 32.
418 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:U NA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A 419

mente científicos o de aplicaciones tecnológicas prácticas». Pero en Pero (cuál ha de ser, pues, el criterio de demarcación? Ciertamente
cualquier caso este contraste tendrá también, según señalará Popper, no «el dogma positivista del significado o sentido», que exige que
un carácter deductivo: «Conayuda de otros enunciados singulares - todos los enunciados científicos -con sentido- puedan ser suscep-
que podremos denominar «predicciones»-en especial predicciones tibles «deuna decisión definitiva con respecto a su verdad».Para Pop-
que sean fácilmente contrastables o aplicables. Se eligen entre estos per, «las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si quere-
enunciados los que no sean deducibles de la teoría vigente, y, más en mos evitar el error positivista -dirá- de que nuestro criterio de
particular, los que se encuentren en contradicción con ella. A conti- demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debe-
nuación tratamos de decidir en lo que se refiere a estos enunciados mos elegir un criterio que nos permita admitir en el dominio de la
deducidos (y a otros), comparándolos con los resultados de las apli- ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse. Pero,
caciones prácticas y de experimentos. Si la decisión es positiva, esto ciertamente -añadirá- sólo admitiré un sistema entre los científi-
es, si las conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verifica- cos o empíricos si es susceptible de ser contrastado por te experien-
das, la teoría a que nos referimos ha pasado con éxito las contrasta- cia. Estas consideraciones -dirá- nos sugieren que el criterio de
ciones (por esta vez): no hemos encontrado razones para desecharla. demarcación que hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino
Pero si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han sido fal- el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo: no exigiré
sadas, esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para
lógicamente es también falsan49. siempre, en un sentido positivo; pero sí que sea susceptible de selec-
ción en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empí-
A Popper no se le ocultaba que sus propuestas de sustitución del ricas: ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema cientí-
método inductivo podían suscitar la objeción inmediata de que, de fico empírico~51.Lo que, ciertamente, viene a suponer que no debe
esta manera, se producía la disolución de los criterios de diferen- aceptarse como científico ningún postulado que no pueda ser so-
ciación de las ciencias empíricas respecto a las especulaciones meta- metido a pruebas de contraste o falsación que permitan verificar y
fisicas. Por ello puso un especial énfasis en subrayar que su recha- demostrar si es cierto o falso.
zo de la lógica inductiva era, precisamente, porque «no proporciona
un criterio de demarcación apropiado» entre unas y otras. En con- Esta práctica, propia del método científico, y orientada a inten-
secuencia, pensaba que era necesario establecer un criterio que tar «extirparteorías falsas, de encontrar los puntos débiles de una teo-
garantizase que los postulados de la ciencia «representan un mun- ría para rechazarla si queda refutada por el experimento», a veces
do de experiencia posible». -observará Popper- puede considerarse «comoparadójica; nuestra
finalidad, se dice, es establecer la verdad de una teoría, no eliminar
Los tres requisitos del sistema teórico empírico que propone Pop- las teorías falsas. Pero precisamente porque nuestra finalidad es inten-
per son: en primer lugar que «ha de ser sintético, de suerte que pue- tar establecer la verdad de las teorías, debemos experimentarlas lo más
da representar un mundo no contradictorio, posible; en segundo lugar, severamente que podamos; esto es, debemos intentar encontrar sus
debe satisfacer el criterio de demarcación, es decir, no será metafísi- fallos, debemos intentar refutarlas. Sólo si no podemos refutarlas, a
co ...; en tercer término es menester que sea un sistema que se distin- pesar de nuestros mejores esfuerzos, podemos decir que han supera-
ga -de alguna manera- de otros sistemas semejantes por ser el que do bien severos experimentos. Ésta es la razón -concluirá- por la
represente nuestro mundo de experiencia»S0. cual el descubrimiento de los casos que confirman una teoría signifi-

9 Ibfd.,pág. 40. El enunciado alloverá o no lloverá mañana»-ejemplificará Popper-


49 Ibld., págs. 32 y 33. uno se considerar&emptrlco, par el rlrnple hecho de que no puede ser refutado; mientras
" lbfd.,págs. 38-39. que a ese otro: uIlovcrA aquf mrñrnar, dabe considerársele empfricon.
420 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODOCIENT~FICO
Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A 42 1

can muy poco si no hemos intentado encontrar refutaciones y fraca- En contraste con estas visiones, Kuhn mantendrá la interpretación
sado en el intento~52. de que las ciencias maduras funcionan a partir de paradigmas es-
Con esta manera de proceder se facilita enormemente la dinámi- tablecidos, que marcan con bastante rigidez la forma en que operan
ca práctica de la ciencia en lo que se refiere a una de sus dimensiones los científicos. La idea de relacionar la madurez de una ciencia con la
fundamentales: su carácter perfectible, que da lugar a que, como ya existencia de un paradigma compartido por la comunidad científica
subrayábamos al principio de este capítulo en palabras del mismo Pop- parte de identificar preferentemente la función de la ciencia, no tan-
per, «todo enunciado científico sea provisional para siempre)). to con la exigencia de alcanzar conocimientos de una manera objeti-
va e imparcial, sino con la necesidad de dar pruebas fehacientes de
su progreso. Por ello Kuhn subrayará que, durante «el período ante-
rior al paradigma, cuando hay gran número de escuelas en compe-
8. LOS PARADIGMAS CIENTIFICOS tencia, las pruebas del progreso son muy difíciles de encontrar. Éste
es el período durante el cual los individuos practican la ciencia, pero
donde los resultados de su empresa no se suman a la ciencia, tal y
La teoría de Thomas Kuhn sobre los eparadigmas científicos» ha
como la conocemos»55.
ejercido una influencia considerable en distintas disciplinas, y
especialmente en la Sociología53, debido a que proporciona un esque- Es decir, uno de los aspectos fundamentales en los que se fijará
ma interpretativo bastante sugerente sobre la manera en que se pro- Kuhn para definir lo que es un período de ciencia normal»,es el pro-
duce la lógica del desarrollo de las ciencias, y sobre la misma forma pio funcionamiento de la comunidad científica, que se puede aplicar
en que esta lógica influye en todo el quehacer científico. a perfeccionar y desarrollar un paradigma concreto sin necesidad de
((reexaminarcontinuamente los primeros principios».Así pues, «cien-
Las interpretaciones de Kuhn sobre la manera en que tiene lugar
cia normal» para Kuhn significa ({investigaciónbasada firmemente
el desarrollo científico, «como una sucesión de períodos de tradición
en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que
eslabonados, puntualizados, por rupturas no acumulativas»54y sus
reflexiones sobre la manera en que se produce la defensa de los «para- alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiem-
digma~ científicos»por los profesionales de la ciencia, perfila una ima- po, como fundamento para su práctica posteriorn56.
gen de la ciencia que no coincide exactamente con la visión de un A estas realizaciones y prácticas compartidas es a lo que Kuhn de-
esfuerzo permanente por verificar la falsabilidad de las teorías y por nomina paradigmas. En términos muy elementales Kuhn describirá los
avanzar acumulativamente hacia el desenvolvimiento de concepcio- paradigmas como «lo que los miembros de una comunidad científica
nes progresivamente perfeccionadas, a que nos hemos referido ante- comparten», al tiempo que recíprocamente señalará que «unacomuni-
riormente. dad científica consiste en hombres que comparten un paradigrna~57.
De una manera más específica y estricta, un paradigma será defi-
nido como aun logro científico fundamental, que incluye una teoría
y alguna aplicación ejemplar a los resultados de la experimentación
52 Karl Popper: La miseria del historicismo, op. cit., pág. 149.
53 Sin embargo, en un artículo publicado en 1973 en The British Juornal of Sociology, y la observación. Más importante aún -añadirá Kuhn- es que cons-
John Urry manifestaba aún su sorpresa por la poca atención que había merecido su obra tituye un logro abierto, que deja aún por hacer todo género de inves-
entre los sociólogos, en contraste con las controversias que había suscitado en otras dis-
ciplinas. Vid. John Uny: «Thomas Kuhn as Sociologist of Knowledgew, vol. XXIV, n." 4,
diciembre 1973, págs. 462-473. No obstante, hay que tener en cuenta que el libro de Frie-
drichs Sociologfa de la Sociologfa, por cJcmplo,data de 1970. Ibld., p6g. 251.
54 Thomas S. Kuhn: La estructura ds la8 mvoluciones cientfflcas.F.C.E.,Mexico, 1971, Ibld., p6g. 33.
p6g. 3 17. 57 Ibld., pAg, 271.
EL MÉTODOCIENTÍFICOY EL SURGIMIENTO DE LA sOCIOLOGÍA 423

tigaciones. Y, finalmente, es un logro aceptado, en el sentido de que En tal sentido es en el que se piensa que la tarea del científico debe
es admitido por un grupo cuyos miembros ya no tratan de rivalizar o estar orientada no a buscar novedades, sino a perfeccionar los paradig-
de crear alternativas. En cambio-dirá- tratan de extenderlo y explo- mas establecidos, acoplando mejor los hechos a la teoría, articulan-
tarlo de una variedad de manerasda. do y desarrollando mejor la teoría, etc.
Los paradigmas proporcionan a la comunidad de científicos un En suma, pues, la imagen del científico sugerida por el ethos al que
cuerpo «seguro»de concepciones y procedimientos, que generalmente antes nos hemos referido, habría que matizarla y contrastarla con esta
se encuentran sistematizados en los «libros de texto» en que son ins- interpretación, según la cual los preconceptos y la resistencia a los
truidos durante su período de aprendizaje, y a partir de donde se gene- cambios jugarían en la práctica real del mundo científico un papel
ran marcos de referencia, sistemas de comunicación y «definiciónde verdaderamente central.
los problemas y métodos legítimos)).Es decir, la educación de los cien- A partir de estas coordenadas parece que el progreso y la innova-
tíficos, según esta interpretación, se produce de manera dogmática: ción científica resultarían extraordinariamente difíciles. Y, sin embar-
no se orienta fundamentalmente a estimular la búsqueda de noveda- go, la ciencia cambia, podríamos decir parodiando la célebre afirma-
des, sino a provocar la adhesión al «paradigmaestablecido»;adhesión ción atribuida a Galileo. ¿Cómo se producen los cambios científicos?
que queda, a su vez, extraordinariamente reforzada por las prácticas Los grandes cambios científicos se producen-dirá Kuhn-como rup-
de exclusión y aceptación que la comunidad científica pone en fun- turas totales con los paradigmas establecidos. Ésta será precisamen-
cionamiento en toda su trama social, a través de sus corporaciones, te la lógica de la evolución científica; pasar de un paradigma a otro.
publicaciones, institutos y academias, reuniones, etc. Cuando en el marco de un paradigma empiezan a detectarse
El carácter funcional de los paradigmas viene a quedar puesto de anomalías, la comunidad científica comienza a dividirse, al tiempo
relieve, como señalará Kuhn, no sólo por lo que implica de definición que se inicia la difusión de una cierta sensación de crisis. Cuando ala
de una práctica social codificada, sino también porque el progreso de profesión ya no puede pasar por alto las anomalías que subvierten la
la ciencia no es posible que se efectúe eficazmente mediante un tra- tradición existente de prácticas científicas, se inician las investiga-
bajo realizado absolutamente al azar. «Algodebe decirle al científico ciones extraordinarias que conducen por fin a la profesión a un nue-
hacia dónde mirar y qué buscar y ese algo... es el paradigma que le ha vo conjunto de compromisos, una base nueva para la práctica de la
proporcionado su educación... Dado ese paradigma y la necesaria con- ciencia. Los episodios extraordinarios en que tienen lugar esos cam-
fianza en él, el científico deja en gran medida de ser un explorador, o bios de compromisos profesionales son los que se denominan revo-
al menos un explorador de lo desconocid0~5~. luciones científicasn61.Las revoluciones científicas suponen «episo-
dios de desarrollo no acumulativo» por medio de los que aun nuevo
La tarea de los científicos -añadirá- «no es descubrir lo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nue-
desconocido, sino obtener lo conocido. Su fascinación no reside en lo vo e incompatiblen62.
que puede esperarse que el éxito permita descubrir, sino en la difi-
cultad para lograr el éxito... En lugar de asemejarse a la exploración, Ejemplificaciones típicas de revoluciones científicas son las que
la investigación normal se parece a armar un rompecabezas cuya for- van ligadas a nombres como los de Einstein, Newton y Copérnico, cuya
ma acabada se conoce desde el comienzo»60. revolución científica ha sido objeto de una disección específica por
parte del mismo Kuhn63.

Thomas S. Kuhn: «Losparadigmas clcntlficos~,en B. Barnes et al., Estudios sobre


Sociologia de la Ciencia. Alianza, Madrld, 1982, pbgs. 89-90. 6' T. S. Kuhn: La estructura da la^ nrvoluc~unescienti/lca.s, op. cit., pág. 27.
Ibld., pág. 95. 62 Ibld., pág. 149.
60 Ibld., pág. 94.
63 Thomas S. Kuhn: La rrvolucldn aoprmlcana, Arlal, Barcelona, 1978.
424 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A 425

No puede negarse que el marco interpretativo general formula- que se familiariza con ella~65.Idea ésta que, desde una perspectiva
do por Kuhn da lugar a una imagen casi darwiniana de la manera más concreta de Sociología de la ciencia, ha sido subrayada también
en que se produce el desarrollo científico; imagen que el propio Kuhn por otros analistas, como Richard Whitley, al señalar que los proce-
parece aceptar en parte, como mecanismo «selectivo» a través del sos de cambio en el conocimiento científico se producen con el desa-
que se produce el progreso de la ciencia. «El proceso descrito como rrollo de nuevas comunidades científicas con una identidad propia66.
la resolución de las revoluciones -dirá- constituye, dentro de la
comunidad científica, la selección, a través de la pugna, del mejor Finalmente, otra de las características fundamentales de las revolu-
camino para la práctica de la ciencia futura. El resultado neto de una ciones científicas, según Kuhn, es la de su invisibilidad. La imagen de
secuencia de tales selecciones revolucionarias, separado por perío- la evolución de la ciencia la proporcionan los libros en que se educan
dos de investigación normal, es el conjunto de documentos, mara- los científicos, y como quiera que cada vez que se produce una revo-
villosamente adaptado, que denominamos conocimiento científico lución científica lo primero que hay que reemplazar son los viejos
moderno. Las etapas sucesivas en ese proceso de desarrollo -aña- libros de texto, ocurre que en los nuevos libros todo el proceso cien-
dirá- se caracterizan por un aumento de la articulación y la espe- tífico es re-explicado desde la perspectiva del nuevo paradigma, lo que,
cialización. Y todo el proceso pudo tener lugar como suponemos evidentemente, da lugar a que la concepción de la ciencia que estu-
actualmente que ocurrió la evolución biológica, sin un beneficio de dian los científicos pueda ser bastante diferente a la de la historia
una meta establecida, de una verdad científica fija y permanente, de social.
la que cada etapa del desarrollo de los conocimientos científicos fue- En la ciencia, como en la célebre novela de Orwell, 1984, «la ten-
ra un mejor ejemplo~64. tación de escribir la historia hacia atrás es omnipresente y perenne~6~.
En contraste con esta visión, la verdad es que la percepción común Y los que la escriben son los divulgadores del nuevo paradigma. Por
que generalmente tenemos hoy en día sobre el progreso de la ciencia ello, en el proceso de educación científica, la enseñanza no sólo se cen-
no es precisamente la de un proceso de rupturas revolucionarias y no tra en el nivel de conocimiento definido por el último paradigma, sino
acumulativas, sino -como apuntamos antes- la de una dinámica en que todo el proceso científico anterior se reinterpreta desde el pre-
la que existe una autorregulación de los mecanismos de rectificación, sente; lo que permite presentar el desarrollo de la ciencia como un
al tiempo que una acumulación de conocimientos bastante constan- proceso acumulativo coherente. Al estudiante, por otra parte, no se le
te y ajustada. suele pedir sino tener unas nociones muy generales y elementales
sobre las teorías de los grandes científicos del pasado.
Esta percepción común será explicada por Kuhn, en cierto modo,
en virtud de una interpretación casi generacional y biológica de las El carácter exclusivo de los paradigmas, por lo demás, permite a
revoluciones científicas. Así, con frecuencia recordará una cita de Max los científicos «ignorar la obra que han rechazado. Desde el siglo XVI
Planck, como ejemplificación de la manera en que los científicos que -recordará Kuhn-sólo ha habido dos ediciones completas del Alma-
han sido educados en un paradigma se mantendrán tenazmente en gesto (de Ptolomeo), ambas del siglo XIX y dirigidas exclusivamente a
ese paradigma prácticamente de por vida. «Una nueva verdad cienti- los eruditos. En las ciencias maduras aparentemente no hay nada que
fica -había observado M. Planck en su Autobiografía científica- no cumpla una función equivalente a la de un museo de arte o de una
triunfa por medio del convencimiento de sus oponentes, sino más bien
porque dichos oponente llegan a morir y crece una nueva generación
65 Ibid., págs. 234-235.
66 Richard Whitley: aThe eitabllihment and structure of the sciences as reputational
organizations., en N. Ellai, H. Martlur y R,Whltley (eds.): Scientific Establishments and
64 Thomas. S. Kuhn: La estructura de las revoluciones cientlficas, op. cit., págs. Hierarchies. D. Reidel Publlrhln# Comprny, tondrer, 1982, pág. 3 13.
265-266. '6 T. S. Kuhn: La estructum da lar iruoluclonr~clenrlflcas,op. cit., pág. 2 15.
EL MÉTODOCIENTÍFICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 427

biblioteca de clásicos. Los científicos saben cuándo pasan de moda Para Lakatos, la mera «falsación»(en sentido popperiano) no debe
los libros... Los reemplazan las obras al día, y esto es todo lo que implicar sin más el rechazo necesario de una teoría, sino que cual-
requiere el progreso ulterior de la ciencia». quier resultado de una experimentación debe situarse en la perspec-
tiva más amplia y general de un «programade investigación»,en cuan-
«Esta característica de los paradigmas -concluirá Kuhn- se to que éstos constituyen «la guía más importante de la continuidad
relaciona estrechamente con otra «que tiene particular importancia del desarrollo científico». «La unidad básica de estimación no debe
para mi elección del término. Al recibir un paradigma, la comunidad ser una teoría aislada, ni una conjunción de teorías, sino más bien un
científica se adhiere, conscientemente o no, a la idea de que los pro- "programa de investigación" con un "centro firme" convencional-
blemas fundamentales resueltos en él, de hecho, lo han sido de una mente aceptado (y por una decisión provisional "irrefutable"), y con
vez para siempre». Por ello los científicos ~retomansu labor donde la una "heurística positiva" que defina problemas, esboce la construc-
han dejado quienes compartían el paradigma». «Este género de labor ción de un cinturón de hipótesis auxiliares, prevea anomalías y las
sólo la emprenden quienes piensan que el modelo elegido es total- transforme en ejemplos victoriosos; todo ello según un plan precon-
mente seguro. No hay nada similar en las artes, y las semejanzas en cebido. El científico registra las anomalías -dirá Lakatos-, pero
las ciencias sociales-subrayará Kuhn-son a lo sumo parciales. Los mientras su programa de investigación mantenga su fuerza, puede con
paradigmas determinan una pauta de desarrollo en las ciencias de la toda libertad dejarlas de lado. Es primordialmente la heurística posi-
naturaleza que es diferente de lo común en otros tiva de su programa, no las anomalías, la que determina la elección
En una cierta posición intermedia entre las interpretaciones de Pop- de sus problemas~70.
per y las de Kuhn, en lo que hace a la interpretación sobre la manera
en que se produce la evolución de las ciencias, podemos situar las tesis Es decir, un «programa de investigación)) puede ser revisado,
de otros autores como Lakatos, a cuyos planteamientos básicos vamos perfeccionado, o incluso eliminado, pero esto último no ocurrirá por
a referirnos también aquí de una manera breve y esquemática. el «fracaso»de algunos experimentos aislados, por muy cruciales que
éstos sean considerados, sino que un «programa de investigación»
Para Lakatos la realidad del progreso de la ciencia no se corres-
deberá mantenerse mientras «su desarrollo teórico» anticipe «su
ponde ni con el estereotipo de convulsiones y revoluciones de Kuhn, desarrollo empírico, esto es, mientras continúe prediciendo ciertos
ni con la imagen popperiana de unos pacientes, escrupulosos y hechos con cierto éxito», en mayor grado que otro «programa»com-
pormenorizados esfuerzos de falsación de teorías e hipótesis. Para petitivo71.
Lakatos, ni la resistencia que se ejerce desde los paradigmas es tan
cerrada y excluyente, ni el imperativo de exclusión de teorías e hipó- En definitiva, según la interpretación de Lakatos, la sustitución de
tesis es tan radical cuando se ha producido alguna falsación. una teoría científica no vendrá determinada por la comprobación ais-
La propuesta central de Lakatos es la de recurrir a la idea de los lada de su mera falsabilidad, sino por la existencia de otra que tenga
«programas de investigación))para ofrecer una metodología adecua- una mayor capacidad predictiva y explicativa y un contenido empíri-
da que permita comprender los «procesos de reconstrucción racional co superior.
de la ciencia». En realidad, las revoluciones científicas-dirá- con-
sisten en que un programa de investigación reemplaza a otro (supe-
rándolo de modo progresivo)»69.
Ibíd., págs. 25-26. La .heurística positiva» en la concepción de Lakatos cumple una
fiinción de rectificación y mejora de la teoría, en tanto que la ((heurísticanegativa» de un
(<programade investigaci6n~cumplc la función de ((protegerel "centro firme" de refutación
cxperimentaln, bien mediante modlflcacidn de hipótesis auxiliares, bien ((desechandootros
68 T. S. Kuhn: Los paradigma3 clrntCflcos, op. cit., págs. 84-85.
(¡posdistintos de explicaclbnn (Ibld,).
69 Imre Lakatos: Historia do la clrncla y yrrs reconstrucciones racionales, op. cit.,
7' Ibld., phg. 28.
phg. 25.
EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA 429

Por razones obvias, aquí no podemos entrar a considerar las crí- ron, a su vez, a dar carta de naturaleza reconocida a un nuevo saber
ticas de que han sido objeto los planteamientos de Kuhn o de Laka- especializado,y diferenciado de la Política, que se ocupase de todo este
tos, sobre alguno de cuyos aspectos volveremos en el capítulo nuevo e importante campo: nos referimos, obviamente, a la Econo-
siguiente, cuando consideremos la posible aplicación de sus con- mía. El siguiente paso fue la definición de una nueva esfera de cono-
cepciones al proceder de la ciencia en el campo específico de la cimiento -la Sociología- orientada a dar respuesta a todos los pro-
sociedad. Ahora, no obstante, nos queda, para completar este capi- blemas de la «destrucción y reconstrucción» del orden social que
tulo, referirnos al lugar que ocupa la Sociología en el conjunto de habían llegado a ser objeto de aguda sensibilización.
las ciencias. Esta doble perspectiva motivacional estaba ya apuntada, como vi-
mos, en el Catecismo político de los industriales de Saint-Simon, en
donde se planteó el gran tema de la «reconstrucción científica de la
9. EL LUGAR DE LA SOCIOLOGIA EN EL CONJUNTO sociedad)).En Comte, de manera más clara, nos encontramos, por una
DE LOS SABERES parte, con la explicación del objetivo «de la reconstrucción del orden
social trastornadon en un contexto caracterizado -como Comte seña-
Antes de pasar a analizar -en el capitulo once- las característi- lará- por un momento en el que «un sistema social se acaba, (y) un
cas y peculiaridades que presenta la aplicación del método científico sistema nuevo... tiende a constituirsen72.
en la Sociología, resulta imprescindible recapitular algunas cuestio- Por otra parte, a nivel metodológico, desde el mismo Comte, el
nes ya abordadas, que nos ayudan a situar adecuadamente el lugar de objetivo del nuevo saber quedará acotado como un intento de aplicar
la Sociologia en el complejo proceso de evolución y especialización el método de conocimiento de las otras ciencias al estudio de los fenó-
de los saberes. menos sociales. Así -como ya vimos-, de una forma expresa, Com-
De la misma manera que el desarrollo del método científico no se te señalará que la Física Social -
y en esta denominación ya quedaba
puede explicar al margen de la concurrencia de un complejo haz de bien claramente establecida toda la analogía- es «la ciencia que tie-
factores ideológicos, políticos, económicos y sociales, tal como éstos ne por objeto propio el estudio de los fenómenos sociales considera-
se produjeron en el contexto europeo en unos momentos determina- dos con el mismo espíritu que los fenómenos astronómicos, físicos,
dos, de la misma manera el surgimiento de la Sociología debe ser situa- químicos o fi~iológicos)>~3.
do en el curso del hilo evolutivo que dio lugar a una profunda revo-
Así pues, la Sociología, desde sus orígenes, no fue otra cosa que el
lución en la estructura tradicional de los saberes.
resultado de intentar aplicar los esquemas de análisis científico al pla-
Desde esta perspectiva que nos ocupa, uno de los acontecimientos no de la realidad social humana. Este intento ha dado lugar a una lar-
m6s significativos en la evolución de la historia europea fue, como ya ga y, a veces, oscura, disputa sobre la adecuación entre objeto y méto-
hemos indicado, la aparición del Estado Moderno. Con Maquiavelo do. ¿Es posible-se dirá- un conocimiento científico de la compleja
el orden político se autonomizó del moral, y el poder en sí mismo y sutil realidad social humana? ¿Puede aplicarse con provecho el
considerado se configuró como elemento diferenciado de atención. A método científico a tal objeto específico? ¿Algunos de los presupues-
su vez, el desarrollo del Estado Moderno corrió paralelo a la autono- tos de los que se parte en el método científico acaso no son -se dirá-
mización de la Política como saber específico y diferenciado respec-
to a la Moral y a la Religión.
La configuración del nuevo orden económico, al que nos hemos
72 Augusto Cornte: uPlan de trabajos cientlficos necesarios para reorganizar la socie-
referido en el capitulo ocho, y las necesidades económicas que reque- dad*, en Primeros Ensayos. F.C.E., MCxlco, 1977, pAg. 7 1.
rian ser atendidas en la nueva situación social, asi como los impera- 7"ugusto Cornte: ~Consideradonerflladficau sobre las ciencias y los sabios*, en
tivos de organización y racionalización del desarrollo industrial, vinie- Primeros Ensayos,op. cit., pAg. 201,
430 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:U N A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A
431

inválidos e inaplicables para entender a seres libres como los hom- rirnos a las distintas maneras en que esta disciplina ha sido ubicada,
bres? ¿Puede hablarse de un único método científico? tanto en el conjunto de las ciencias en general, como entre las diver-
sas ciencias sociales en particular.
De toda esta temática tendremos ocasión de ocuparnos en el
capítulo siguiente. Pero, sin embargo, antes de pasar a considerar estas Una de las primeras cosas que es preciso señalar en relación a esta
cuestiones con detenimiento, es conveniente enunciar aquí algunos temática, es que si bien el método científico tiene pretensiones de uni-
de los problemas que han sido planteados en torno a la ubicación de versalidad, lo cierto es que en la práctica el conjunto de las ciencias
la Sociología en el conjunto de los saberes, ya que esta problemática no puede ser objeto de una presentación absolutamente uniforme y
ha dado lugar a una cadena importante de interrogantes diversos. lineal. Lo que nos lleva a plantear la necesidad de adoptar determi-
nados criterios de clasificación.
Como ya hemos indicado, desde la perspectiva concreta de evolu-
ción anteriormente referida, la autonomización de la Sociología como Si tomamos como criterio de clasificación inicial la distinción
ciencia se produjo a partir de un proceso de diferenciación, primero apuntada por Hempel, entre dos grandes bloques de ciencias -las
de la Política de la Moral, luego de la Economía de la Política y luego empíricas y las no empíricas-, a su vez, nos encontraremos con que
de la Sociología de la Economía. frecuentemente se divide a las ciencias empíricas en dos grandes áre-
as: las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu, en cuanto
Desde esta óptica, el problema clasificatorio no plantea más dificul- ciencias que tienen por objeto la «realidad histórica social-humanan74.
tades que las de constatar que un mismo objeto de estudio -la reali-
dad del hombre viviendo en comunidad- puede ser objeto de una La experiencia práctica demuestra que los cultivadores de ambos
diferenciación progresiva de esferas de atención. Esta diferenciación tipos de ciencias constituyen comunidades diferenciadas, que parti-
se debe tanto a la propia tendencia a la complejización y diversifica- cipan de mundos académicos que tienen un desarrollo distinto, con
ción analítica que determina la evolución intelectual de la humani- procesos que dan lugar a sistemas de enseñanza no coincidentes, y
dad, como a la forma en que la propia dinámica política (Revolución que producen {{cuerposde conocimiento)) que son divulgados en
Francesa), económica (Revolución Industrial) y social (Cuestión publicaciones de signo y naturaleza disimilares.
Social), que se produjo en las naciones occidentales, hizo emerger Pese a estas diferencias, lo cierto es que los criterios en virtud de
focos temáticos de atención específica, que fueron estimulados bajo los que se establecen las distinciones entre ciencias naturales y cien-
el impacto de profundos y significativos procesos de transformación cias sociales, son mucho menos claros -como subrayará Hempel-
del viejo orden tradicional. A través de este proceso se llegó. como que los que permiten {(distinguirla investigación empírica de la no
vimos en los primeros capítulos, a delimitar un área específica de estu- empírica)).En realidad no existe un acuerdo general {(sobrecuál es el
dio -lo social- y unos campos temáticos concretos. lugar por donde ha de trazarse la línea divisoria. Por lo general se
Pero, evidentemente, junto a esta perspectiva evolutiva centrada entiende que las ciencias naturales abarcan la Física, la Química, la
en la referencia al objeto, la ubicación de la Sociología en el conjun- Biología y sus zonas limítrofes; se supone que las ciencias sociales
to de los saberes exige que planteemos la cuestión también desde la comprenden la Sociología, la Ciencia Política, la Antropología, la
perspectiva del método. Economía, la Historiografía y las disciplinas relacionadas con ellas.
A la Psicología se la incluye a veces en un campo, a veces en otro, y
A lo largo de las páginas anteriores hemos subrayado reiterada-
con cierta frecuencia se afirma que se superpone a ambos~75.
mente que lo que caracteriza a las ciencias no es el objeto, sino el méto-
do. Por ello, y debido a que la Sociologta nació en un contexto histó-
rico muy preciso, como disciplina con claras pretensiones científicas,
es por lo que, antes de pasar a analizar las específicas características 74 W. Dilthey: Introducctdn a lar olrnolar drl rapfrltu. EC.E., Mexico, 1949.
y peculiaridades del metodo clcntfflco en Sociología, debemos refe- G . Hempel: Filosofla & h Clrwda Nriturnl, op, cit., p8gs. 13-14.
432 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA EL MÉTODO CIENT~FICOY EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A 433

No obstante, muchas de estas clasificaciones distan de ser tan perspectiva: la del método científico por un lado (qué método y en qué
claras y pertinentes como a veces se ha podido pensar. El mundo forma), y la del objeto (qué aspecto o aspectos de lo social).
científico no puede ser objeto de generalizaciones simplificadoras, En los capítulos siguientes nos ocuparemos de la primera de estas
ni puede ser reflejado en toda su complejidad en clasificaciones cuestiones, intentando profundizar en cuáles son las características,
esquemáticas. Por ello no resulta suficiente apuntar las diferencias peculiaridades y limitaciones que plantea la aplicación del método
entre las ciencias empíricas y no empíricas, que dan lugar a que las científico en Sociología. Finalmente en el capítulo catorce nos deten-
llamadas ciencias exactas deban de ser objeto de una consideración dremos en las cuestiones relativas a la precisión del objeto de la Socio-
distinta que las ciencias experimentales, sino que también es pre- logía, en la doble perspectiva de su ubicación en el conjunto de las
ciso tener en cuenta el diverso grado de experimentalidad que se pro- ciencias sociales y de la delimitación de sus principales campos y áre-
duce entre las variadas ciencias llamadas de la naturaleza. Por as temáticas.
ejemplo, no es el mismo grado de experimentalidad que puede dar-
se en la Física o la Química que en la Geología o la Astronomía. De momento podemos decir que la Sociología es una ciencia que
debe ser situada en el campo de las ciencias sociales, que intenta esta-
Igualmente no faltan elementos de referencia como para que en blecer la validez de sus conocimientos sobre datos empíricos, y que
nuestros días se pueda hablar de una cierta tendencia al cambio de presenta ciertas dificultades para la aplicación de métodos
algunas ciencias tan arquetípicas como la Física, que se desagregan experimentales a su campo de estudio y para establecer previsiones
en una perspectiva experimental y otra teórica más cercana al mode- con un alto grado de exactitud.
lo matemático, con lo que surgen unos perfiles de desarrollo propios
y unos funcionamientos distintos, situados a ambos lados de la vieja
frontera entre ciencias empíricas y ciencias no empíricas.
A su vez, los problemas de más difícil y controvertible considera-
ción no sólo afectan actualmente a disciplinas como la Psicología,
como apuntaba Hempel, sino que también habría que plantear cier-
tos interrogantes de acuerdo a otros criterios, por ejemplo, sobre el
grado de exactitud y cientificidad de disciplinas como la Medicina, o
sobre el mismo grado de desarrollo teórico de la Biología, etc.
No se nos puede ocultar que algunas de las dificultades que presen-
tan los criterios clasificatorios que a veces se manejan proceden, unas
veces, de situar el criterio fundamental de diferenciación en el obje-
to y no en el método, al tiempo que en otras ocasiones, lo fundamen-
tal parece referirse a las posibilidades de alcanzar unas ciertas metas
definibles básicamente en términos de exactitud.
Si tenemos en cuenta que la Sociología es -como venimos subra-
yando-el resultado de la confluencia de un doble proceso evolutivo,
por una parte, de delimitación de un objeto específico de estudio y, a
su vez, por otra parte, de la difusión de una convicción en que el méto-
do científico es el único procedimiento que garantiza un conoci-
miento objetivo e imparcial, entonces comprenderemos que las posi-
bles dificultades de ubicacidn de la Sociología proceden de esta doble
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOG~A

13) (Cuáles son las dos dimensiones fundamentales de la ciencia?


¿Qué función cumple cada una de ellas? ¿Cómo se interrela-
cionan?
1) Trazar un esquema de las principales etapas de evolución de
los modos de conocimiento, analizando los contextos y las con- 14) ¿Quédos tipos de ciencias diferencia Hempel? ¿Cuálesson sus
secuencias. principales rasgos característicos?
2) ¿Por qué no se desarrolló algo parecido a la ciencia en la Gre- 15) ¿Qué influencia ejercieron en el desarrollo de las ciencias
cia Clásica? Wittgenstein y los filósofos del Círculo de Viena?
3) {Qué impedimentos existieron al desarrollo de una mentali- 16) ¿En qué consiste el amétodo deductivo de contrastar» que pro-
dad científica durante la Edad Media? pone Karl Popper? ¿Y el criterio de falsabilidad? ¿Quéfunción
cumple este criterio en la demarcación científica? Hacer un
4) ¿Cuáles han sido, según Cohen y Nagel, las cuatro principales esquema con las propuestas y formulaciones de Popper.
maneras o criterios a través de los que se asentaron creencias
estables antes del desarrollo de la ciencia? 17) ¿Cuáles son los principales postulados de la teoría de los
~paradigmascientíficos» de Thomas Kuhn? ¿Cuál ha sido su
5) ¿Cuáles son las principales diferencias entre las prácticas influencia en la Sociología? ¿Por qué? Hacer un esquema de
científicas y las propias de la magia y la religión? sus planteamientos y consecuencias prácticas.
6) ¿Cuál es el rasgo u orientación metodológica fundamental 18) ¿Cuál es la interpretación de Lakatos sobre la manera en que
que define a la ciencia? se produce el progreso de las ciencias?
7) Valorar el papel que desempeñaron en el surgimiento de la 19) Hacer una comparación entre las interpretaciones de Popper,
ciencia moderna todos los descubrimientos y habilidades téc- Kuhn y Lakatos sobre la forma de evolución de las ciencias.
nicas desarrolladas a lo largo de la historia. Indicar cuáles fue-
ron las principales influencias ideológicas y culturales que alla- 20) ¿Qué problemas plantea la ubicación de la Sociología en las
naron el camino para la aparición de la ciencia. clasificaciones sobre las ciencias, desde el punto de vista del
objeto y del método?
8) ¿Cuáles son las tres etapas principales de institucionalización
de la ciencia? Situar en su contexto, indicando características 21) ¿Cuál es la validez actual de la distinción entre ciencias de la
y consecuencias. Poner ejemplos. naturaleza y ciencias sociales? ¿Cómo se relaciona este crite-
rio de clasificación con el de ciencias empíricas y no empíri-
9) ¿Cuáles fueron según Whitehead las tres condiciones funda- cas? ¿Qué ciencias encajan difícilmente en estas clasificacio-
mentales para el surgimiento del espíritu científico? nes? Hacer un listado de ejemplos de unas y otras ciencias.
10) ¿Quéinfluencia ejerció el espíritu burgués en el desarrollo de
la ciencia?
11) Hacer un esquema detallando las principales características
del método científico, los procesos y etapas de la investigación
científica, las reglas de funcionamiento, etc.
12) ¿Qué es el ethos cientffico? lCu6les son los cuatro imperati-
vos fundamentales del ethos clcntffico,según Robert Merton?
LA SOCIOLOG~A
COMO DISCIPLINA CIENT~FICA
El criterio según el cual lo que realmente define a una ciencia
cs cl método, tiene su correlato en el campo de la Sociología en la
convicción de que esta disciplina se caracteriza, básicamente, por
la pretensión de aplicar el método científico a su campo concreto
clc estudio.
Sin embargo, esta aspiración metodológica ha sido objeto de no
pocas cautelas y suspicacias, debido a la gran heterogeneidad de
enfoques científicos que es posible identificar en el quehacer de los
sociólogos y a las dificultades para efectuar predicciones válidas
sobre comportamientos en los que intervienen seres libres, que pre-
cisamente en virtud de su libertad pueden alterar el valor y senti-
do de cualquier predicción.
Más allá del alcance y significado profundo de los problemas
existentes para aplicar los criterios propios del método científico al
campo de estudio de la Sociología, lo cierto es que, en estos momen-
tos, no hay consenso en torno a la forma en que puede aplicarse
este método en la actividad profesional de los sociólogos. La pre-
sencia de diversos enfoques o paradigmas antagónicos y no predo-
minantes, con distintas propuestas metodológicas, da lugar a que
la manera en que se produce el quehacer sociológico presente dife-
rencias significativas con el propio de otros campos científicos.
¿Acaso significa esto -podemos preguntarnos- que el método
científico no sea aplicable a la Sociología?, o jacaso podemos pen-
sar que los métodos aplicables a la plural y cambiante realidad social
tienen que ser tan plurales como esta realidad?, jo quizás ocurre
que la Sociología no es propiamente una ciencia, o al menos una
ciencia como las demás? Éstas son algunas de las preguntas a las
que vamos a intentar dar respuesta en este capítulo.
440 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 44 1

Las reflexiones de Bunge nos permiten situar en un contexto


más amplio los interrogantes relativos a cómo y en qué grado se
En contraste con las dudas que pueden suscitar interrogantes puede aplicar el método científico al campo propio de la Sociolo-
como los que acabamos de formular, los teóricos de la ciencia han gía. A partir de la descripción que en el capítulo anterior hicimos
insistido en mantener el principio de unidad del método científico. del método científico resulta obvio que la respuesta a esta cuestión
Sin embargo, la validez de este principio no significa que el méto- dependerá de la misma amplitud con que entendamos las caracte-
do científico deba ser considerado como patrimonio exclusivo de rísticas de este método.
los cultivadores de algunas ciencias concretas, ni que éste pueda Si utilizamos criterios muy restrictivos y excluyentes para defi-
ser objeto, tampoco, de una presentación absolutamente uniforme nir la ciencia y confundimos el método científico general con algu-
que excluya cualquier diversidad. nos de los aspectos técnicos de los métodos especiales de algunas
ciencias concretas, entonces nos encontraremos con un problema
Para comprender la manera en que tal unidad y diversidad
especialmente delicado en los mismos inicios de nuestra reflexión
pueden ser compatibles es importante distinguir, como hace Bun-
sobre la posibilidad de una Sociología científica.
ge, entre lo que es el «método general de la ciencia)) y el conjunto
de técnicas y tácticas que se siguen en cada disciplina y que cam- Como ha señalado Quentin Gibson, «si alguien se empeña en
bian con más rapidez -tanto en sus dimensiones conceptuales aplicar la palabra (ciencia) sólo a la investigación que reúna todas
como empíricas- que el método general de la ciencia que «es las características del método válido para las ciencias naturales,
metodológicamente una, a pesar de la pluralidad de sus objetos incluyendo, por ejemplo, mediciones exactas y el control experi-
y las técnicas correspondientes». «Diferenciando entre el méto- mental, inmediatamente reconoceremos que no abarca la totalidad
do general de la ciencia y los métodos especiales de las ciencias de las investigaciones sociales»2.
particulares -dirá Bunge- hemos aprendido lo siguiente: pri- Más adelante vamos a referirnos a algunas de las dificultades
mero que el método científico es un modo de tratar problemas existentes para la aplicación de determinados aspectos del método
intelectuales, no cosas, ni instrumentos, ni hombres; consecuen- científico a diversos campos de la investigación sociológica, y las
temente puede utilizarse en todos los campos del conocimiento. respuestas que han sido sugeridas frente a estos problemas. Sin
Segundo, que la naturaleza del objeto en estudio dicta los po- embargo, antes de entrar en el análisis detallado de algunas de estas
sibles métodos especiales del tema o campo de investigación co- cuestiones, parece oportuno hacer aquí algunas precisiones previas.
rrespondiente: el objeto (sistema de problemas) y la técnica van
de la mano. La diversidad de las ciencias está de manifiesto en La primera precisión se refiere a la necesidad de ser muy cau- ~

cuanto que atendemos a sus objetos y sus técnicas y se disipa en tos con algunas visiones ingenuamente absolutizadoras de la vali-
cuanto que se llega al método general que subyace a aquellas téc- dez de determinados aspectos del método científico, precisamente,
nicas»l . en unos momentos en los que, como subrayará Bertrand Russell,
los hombres de ciencia han empezado a plantearse sus limitacio-
La clasificación que pueda realizarse posteriormente entre las nes. «Las limitaciones del método científico se han hecho mucho
ciencias factuales, será una cuestión de efectos meramente clasifi- más palpables en años recientes de lo que hasta ahora habían sido.
catorios, «para la administración de la actividad científica y para Se han hecho más evidentes en Física -dirá-, que es la más avan-
los bibliotecarios» -apuntillar6 Bunge-, pero lo importante es la zada de las ciencias, y hasta el momento estas limitaciones han teni-
naturaleza del método cientifico subyacente a todas las ciencias.

Quentin Glbron: h 1611oa dr la invrstigación social. Tecnos, Madrid, 1964,


1 Mario Bunge: La invrstigaoldn olrnlflca, op. cit., pAg. 37. pbg. 15.
442 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 443

do poco efecto en otras ciencias. Sin embargo -añadirá-, ya que que su tarea es el establecimiento de relaciones y sucesiones cau-
el término teórico de toda ciencia es ser absorbida por la Física, no sales ~ 5 .
es probable que nos extraviemos si aplicamos a la ciencia en gene-
En tercer lugar, hay que tener en cuenta la observación plante-
ral las dudas y dificultades que han resultado manifiestas en la esfe-
ada por algunos sociólogos en el sentido de recordar que si bien
ra de la física^^.
muchos «estudios sobre el método científico han formulado los
En este sentido hay que tener en cuenta que algunas reacciones requisitos previos lógicos de la teoría científica ..., con frecuencia lo
que a veces surgen sobre la posibilidad de la aplicación estricta de han hecho en un nivel de abstracción tan elevado que la perspecti-
la metodología científica al campo social, no son en el fondo sino va de traducir esos preceptos a la investigación sociológica actual
reacciones contra determinadas-formas cristalizadas de entender resulta utópican6.
rígidamente la ciencia a partir de un único patrón cientifista, que El recurso a plantear propuestas generales y de principios, al
en muchos aspectos ya está desfasado. máximo nivel de abstracción y sin tener en cuenta las circunstan-
En segundo lugar, el hecho de que no se haya alcanzado un úni- cias concretas en que se produce la investigación en cada campo
co paradigma compartido en Sociología- y hasta que existan muchas especifico, resulta tan frustrante como inútil. Por esta razón, a la
dudas sobre si esto será posible algún día- da lugar a que el desa- hora de formular estos debates es preciso empezar por ser muy
rrollo científico en esta disciplina se produzca de manera distinta conscientes de cuáles son las distintas dificultades concretas exis-
a como ocurre en otros campos más avanzados. tentes para el desarrollo de la Sociología como ciencia.
La diversidad de paradigmas4 que co-actúan simultáneamente Si nos atenemos a la situación real de la Sociología, la verdad
en la Sociología contemporánea da lugar no sólo a una gran diver- es que el esfuerzo por lograr su desenvolvimiento científico supo-
sidad de metodologías, sino que también propicia que los límites ne en estos momentos prestar atención a cuestiones tales como el
que definen la legitimidad de los métodos estén configurados con desarrollo de metodologías particulares adecuadas a los objetos
una extraordinaria laxitud. de estudio, la clarificación de los conceptos y postulados y el esfuer-
zo de síntesis de conocimientos para formular interpretaciones
De hecho, en la Sociología de nuestros días se están aplicando teóricas objetivas y coherentes. Asimismo, como el propio Merton
simultáneamente, al menos, tres modelos de investigación que se indicará, la misma actividad teórica generalmente suele aparecer
corresponden con diversas etapas o períodos históricos de desa- referida o asociada a seis tipos diversos de trabajos específicos:
rrollo de las ciencias naturales. «Los tres modelos principales de ((1) metodología; 2) orientaciones sociológicas generales; 3) aná-
investigación científica que los sociólogos han tomado de las cien- lisis de conceptos sociológicos; 4) interpretaciones sociológicaspost
cias naturales -dirá Rex- son: primero, el que asigna a la ciencia factum; 5) generalizaciones empíricas sociológicas, y 6) teoría
una función principalmente clasificatoria; segundo, el que la con- sociológica~7.
cibe como una búsqueda de leyes; y finalmente, el que considera
En cuarto lugar, es preciso reconocer que la amplitud y diversi-
dad del objeto de la Sociología - y la misma disparidad de crite-
rios fronterizos- constituye una dificultad adicional importante.
Bertrand Russell: La perspectiva cientffica, op. cit., págs. 62-63.
Hay que tener presente, en este sentido, que el concepto de paradigma está sien-
do utilizado con una cierta rliberalidadn en algunos clrculos sociológicos, aplicándo-
se, a veces impropiamente,a enfoques soclolbgicoxque, por no reunir todas las caracterlsti- 5 John Rex: Problemas fundamen~alrsde la teoría socioldgica. Amorrortu, Buenos
cas propias de los paradigmas acñaladan por Kuhn, en realidad sólo pueden ser Aires, 1968, págs. 15 y sr.
considerados como tales muy parclrlmcnto, En cualquier caso, más adelante volvere- 6 Robert Merton: lbaria y rrtruatum soclaks. F.C.E.,México, 1964, pág. 95.
mos sobre este tema. Ibfd., pAg. 96.
444 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIOLOG~ACOMO DISCIPLINA CIENT~FICA 445

No se trata solamente de un problema de delimitación de campos les mediante símbolos significativos, a las que Mead refiere la rea-
entre los cultivadores de unas y otras ciencias sociales, o entre los lidad social?l7 ¿Los universos simbólicos en cuanto orientadores
especialistas de unos y otros campos sociológicos diferenciados, sino fundamentales de la experiencia de la vida cotidiana, de los que nos
que en tal disparidad se encuentran también implícitos problemas hablan Berger y Luckmann?lg...
mucho más complejos, relacionados con la cuestión nuclear sobre Ciertamente todos estos enfoques pueden ser reducibles en lo
¿qué es lo que realmente constituye el específico punto de mira cen- sustancial a tres, cuatro, o cinco esquemas analíticos generales.
tral del análisis sociológico? Pero lo que aquí nos interesa destacar es que tal pluralidad de
La diversidad de respuestas a esta pregunta mantiene abiertos ópticas de referencia constituye uno de los trasuntos más impor-
los interrogantes sobre cuál es el campo central de atención de la tantes que hay que considerar a la hora de dilucidar la cuestión
Sociología. ¿Las leyes de los fenómenos sociales, como mantenía de las posibilidades y límites de la Sociología como disciplina
Comte?8-podríamos preguntarnos-. {Las instituciones sociales y científica.
las grandes leyes de la evolución social como sostuvo S p e n ~ e r ? ~ En definitiva lo que hay que tener en cuenta al plantear esta
¿Los hechos sociales, a que se refirió Durkheim?lo ¿Los factores cuestión es que la Sociología constituye una realidad bastante plu-
básicos de producción que determinan la dinámica de los procesos ral, y esta pluralidad forma parte consustancial del ser de la Socio-
sociales de transformación, como señaló Mam?ll ¿Las interpreta- logía, tal como más adelante tendremos ocasión de analizar con
ciones causales de las acciones sociales típicas a que se refirió Max más detalle.
Weber?12¿Los fenómenos generales, como fenómenos sociales tota-
les, a los que prestó atención primordial Georges Gurvitch?13¿Las Lo importante, ahora, es ser conscientes de cómo la pluralidad
formas de socialización a que se refirió Simmel?l4 ¿Los sistemas de fáctica de la Sociología ha llevado a las distintas escuelas y autores
personalidad interactuantes en los sistemas sociales, según las cons- a utilizar esquemas de análisis diferentes, a fijar la atención prefe-
trucciones teóricas de Parsons?l5 ¿Las potencialidades ínsitas en el rente en diversos aspectos de la realidad social y también - y qui-
decurso de los procesos sociales, en que han puesto el acento algu- zás esto sea lo más importante- a utilizar conceptos que adquie-
nos sociólogos dialécticos?16¿Las comunicaciones interindividua- ren significados y matices disimilares según la óptica analítica de
la que se parta.
La cuestión no afecta únicamente a la mayor o menor confusión
y disparidad que pueda producirse en el desarrollo práctico de la
8 A. Comte: Cours de philosophie positive. Hermann, París, 1975. tarea sociológica y en el mayor o menor grado de dificultad exis-
Herbert Spencer: Principles of Sociology. McMillan, Londres, 1969.
10 E. Durkheim: Las reglas del método sociológico. Dédalo, Buenos Aires, 1964.
tente para establecer formas de comunicación precisas y claras entre
1 1 En el caso concreto de Mam, como ya vimos, un resumen de lo que él conside- los sociólogos, sino que también concierne a la misma respuesta
ró sus principales aportaciones metodológicas puede verse, por ejemplo, en el Prefacio que podamos dar a nuestra anterior pregunta sobre si la Sociolo-
a la Contribución a la crítica de la Economía Política; vid. en Obras escogidas. Akal, gía es una ciencia y qué tipo de ciencia.
Madrid, 1975.
12 Max Weber: Economía y Sociedad. F.C.E., México, 1964. La respuesta a esta pregunta no puede ser la misma si se piensa,
13 Georges Gurvitch: Tratado de Sociología. Kapelusz, Buenos Aires, 1962.
como sostienen algunos autores, que el estudio sociológico debe
14 Georg Simmel: Sociología. Revista de Occidente, Madrid, 1974.
15 Talcott Parsons: El sistema social. Revista de Occidente, Madrid, 1976.
'6 T. W. Adorno et al.: La disputa del positivismo en la Sociología alemana. Grijal-
bo, Barcelona, 1973. Sobre la Sociologfa crttica puede verse tambikn, entre la ampltsi.
ma bibliografla existente, Martln Jiy: La lmaglnacibn dialkctica. Taurus, Madrid, 1974; l7 George Herbert Mead: Esptritu, Persona y Sociedad. Paidós, Buenos Aires, s.f.
J. W. Freiberg (ed.): Critica1 Soclolow, Buropan perspectives. John Wiley & Sons, Nue- 18 Peter Berger y Thomas Luckmann: La construcción social de la realidad. Amo-
va York. 1979. rrortu, Buenos Aires, 1968.
446 LA E X P L I C A C I ~ NS O C I O L ~ G I C AUNA
: I N T R O D U C C I ~ NA LA SOCIOLOG~A L A SOCIOLOGIACO M O D I SC IPL I N A CIENTIFICA 447

orientarse al análisis del comportamiento de los actores sociales, de ser una disciplina científica en el mismo sentido, por ejemplo,
que si se cree que lo prevalente es, como consideran otros, la aten- que puede serlo la física^^^.
ción a estructuras sociales objetivables. De la misma manera la res- Alfred Schutz ha insistido en reclamar una estructura particu-
puesta variará, según se entiendan los «hechossociales» como cosas lar para las constru.cciones de las ciencias sociales, diferente a la
con «una existencia propia, independiente de sus manifestaciones de las ciencias naturales, en virtud de la particular estructura de
individuales~lg,que si se piensa que «la realidad no puede ser fija- significatividad de que está dotado el comportamiento humano. Los
da y aprendida como algo táctico..., que los hechos no son ese lími- liechos, datos y sucesos de que se ocupa el especialista de las cien-
te último e impenetrable en que los convierte la Sociología domi- cias naturales -dirá Schutz- son objeto de «construcciones inter-
nante de acuerdo con el modelo de los datos sensibles de la vieja pretativas)) dentro del ámbito de interpretación que le es propio,
epistemología..., sino que en ellos aparece algo -se nos dirá- que «pero este ámbito no «significa» nada para las moléculas, átomos
no son ellos mismos~20,o, según se crea, con afirmación muy grá- y electrones, que hay en él. En cambio los hechos, sucesos y datos
fica, que «ningúnatlas social-en sentido literal y traslaticio- repre- que aborda el especialista en ciencias sociales tienen una estructu-
senta la sociedad~21. 1.a totalmente distinta. Su campo de observación, el mundo social,
Asimismo, la respuesta a la interrogación general sobre qué tipo rio es esencialmente inestructurado. Tiene un sentido particular y
de ciencia es la Sociología dependerá de la manera en que se entien- una estructura de significatividades para los seres humanos que
da el comportamiento social humano, en lo que concierne a los ele- viven, piensan y actúan dentro de él. Éstos han preseleccionado y
mentos que lo orientan y lo estructuran. preinterpretado este mundo mediante una serie de construcciones
de sentido común acerca de la realidad cotidiana y esos objetos de
Nicholas Abercrombie, por ejemplo, refiriéndose a la crítica feno- pensamiento determinan su conducta, definen el objetivo de su
menológica sobre algunas corrientes sociológicas, ha subrayado la ucción, los medios disponibles para alcanzarlo; en resumen, les ayu-
decisiva significación que esta crítica tiene para la concepción cien- dan a orientarse dentro de su medio natural y sociocultural y a rela-
tífica de la Sociología. «Sien la Sociología convencional-dirá Aber- cionarse con él. Los objetos de pensamiento construidos por los
crombie- se ve al hombre determinado por las estructuras socia- expertos en ciencias sociales -concluirá Schutz-, se refieren a los
les, entonces se podrá adoptar la interpretación de que la Sociología objetos de pensamiento construidos por el pensamiento de sentido
es una ciencia con unos métodos y unos procedimientos que no son común del hombre que vive su vida cotidiana entre sus semejantes,
diferentes en principio de los de las ciencias naturales. Por otro y se basan en estos objetos. Las construcciones usadas por el espe-
lado, si se le ve como un ser creativo y dotado de significado, cuyo cialista en ciencias sociales son, pues, por así decir -concluirá-,
comportamiento social se origina en su conciencia, entonces se construcciones de segundo grado, o sea, construcciones de las cons-
podrá establecer una rígida distinción entre el mundo natural y el trucciones hechas por los actores en la sociedad misma, actores
social, con la consiguiente convicción de que la Sociología no pue- cuya conducta el investigador observa y procura explicar de acuer-
do con las reglas de procedimiento de su ciencia~23.
Esta circunstancia no le llevará a Schutz a formular la conclu-
'9 E . Durkheim: Las reglas del método sociológico, op. cit., pág. 40. Una considera-
sión de que las ciencias sociales son totalmente diferentes de las
ción más actual sobre el carácter de los «hechos sociales» puede verse en John Hund:
((Aresocial facts real?»,The British Journal of Sociology, vol. XXXIII, n." 2, junio 1982,
págs. 270-278.
20 Theodor W. Adorno: La disputa del positivismo en la Sociologia alemana, op. cit,, 22 Nicholas Abercrombie: C1us.s strlrcture and Knowledge. Basil BlackweII, Oxford,

pag. 22. 1980, pág. 134.


21 Theodor W. Adorno y Max Horkhelmcr: Sociologfa:Taurus, Madrid, 1966, pAg, 2Qlfred Schutz: El problema da la ruulidud social. Amorrortu, Buenos Aires, 1974,
288. pAgs. 37-38.
ciencias naturales, sino más bien, a partir de la aceptación de unos ca -como subrayarán- «que la Sociología no sea una ciencia, ni
presupuestos comunes en la lógica de investigación de todas las cien- que su método debiera ser nada más que empírico, ni que pueda
cias empíricas, y a propugnar unos «recursos metodológicos especí-. estar libre de valores. Lo que sí implica es que la Sociología se ubi-
ficosn adecuados al objeto particular de las ciencias socia1es;y «entre ca -dirán- junto a las ciencias que tratan del hombre en cuanto
.ellos -dirá- la construcción de pautas de acción ra~ional»2~. hombre; o sea, que en este sentido específico constituye una disci-
plina humana. Una consecuencia importante de esta concepción
La reflexión metodológica acabará conduciendo a Schutz a plan- reside en que la Sociología debe desenvolverse en diálogo perma-
tear el tema de la unidad de la ciencia y de los supuestos generales nente con la historia y la filosofía y si así no sucede pierde su pro-
del método científico, desde una perspectiva de afirmación, inclu- pio objeto de investigación. Este objeto es la sociedad como parte
so, de la superioridad cognoscitiva del enfoque fenomenológico, «Qui- del mundo humano, hecho por hombres, habitado por hombres y
zás el especialista en ciencias sociales -dirá- coincida con la afir- que, a su vez, forma hombres en un proceso continuo»26.
mación de que las diferencias principales entre las ciencias sociales
y las naturales no deban ser buscadas en una lógica diferente que Todas estas observaciones sobre la significación humana del obje-
gobierne cada rama del conocimiento, Pero esto no supone admi- to de la Sociología, sobre el carácter dialéctico y abierto de los
tir -añadirá- que las ciencias sociales deban abandonar los recur- hechos sociales y sobre las especificidades metodológicas que ello
sos específicos que utilizan para explorar la realidad social, a cam- exige, son correctas y están bien formuladas. Sin embargo, en rea-
bio de una unidad ideal de métodos que se basa en la premisa, lidad no constituyen otra cosa que una .anotación» pertinente, que
totalmente infundada, según la cual sólo son científicos los méto- no soluciona todos los problemas de fondo que aquí estamos plan-
dos empleados por las ciencias naturales, y en especial por la físi- teando.
ca. Por cuanto sé -dirá-, los adeptos del movimiento de la «uni- La clásica diferenciación entre ciencias de la naturaleza y cien-
dad de la ciencia), nunca han intentado con seriedad responder, O cias del espíritu, a la que ya nos hemos referido en páginas ante-
siquiera plantear la pregunta de si el problema metodológico de las riores, se vuelve a plantear por esta vía en la Sociología, aunque de
ciencias naturales, en su estado actual, no es simplemente un caso forma distinta y más relativizada, de la mano de nuevas presenta-
especial del problema más general, aún inexplorado, de cómo es ciones sobre la problemática de lo único y de lo general, de lo dado
posible el conocimiento científico y cuáles son sus presuposicioned y de lo posible, de 10 subjetivo y de lo objetivo en el plano de la rea-
lógicas y metodológicas. Mi convicción particular -concluir@ lidad social.
Schutz- es que la filosofía fenomenológica ha preparado el terre*
no para tal investigación. Muy posiblemente sus resultados demos- De esta manera, dentro de propio ámbito de la Sociología per-
trarían que los recursos metodológicos particulares elaborados por siste una doble línea de interpretación que da lugar a que esta dis-
las ciencias sociales para comprender la realidad social son m% ciplina sea presentada como (ciencia natural» por unos, y como
adecuados que los de las ciencias naturales para conducir el d e k «ciencia humana» por otros; aunque desde ambas perspectivas se
cubrimiento de los principios generales que gobiernan todo c o n a defenderá generalmente la necesidad de proceder científicamente
cimiento humano~25. en el análisis de la sociedad.
En una perspectiva general similar, Berger y Luckmann han Aquellos autores que parten de enfoques propios de las ciencias
reclamado una concepción especifica de la Sociología que no implb naturales consideran que la sociología se ocupa de un objeto de

24 Ibfd., pAg. 38. 2"eter Berger y Thomas Luckmrnn: & consrruccidn social de la realidad, op. cit.,
2s Ibfd., pBg. 85. pdgs. 232-233.
450 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~N
A LA SOCIOLOG~A LA SOCIOLOGÍA
COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 45 1

estudio que es natural, que forma parte de la naturaleza, y que por tiempo»;en tercer lugar, las «ciencias jurídicas», caracterizadas por
lo tanto debe ser tenido en cuenta como una «realidad dada», que ocuparse por el componente normativo de las sociedades, y en cuar-
tiene que ser analizada con objetividad en su propia objetividad to lugar, las «disciplinas filosóficas~,que, como el mismo Piaget
concreta. En cambio, los que entienden la Sociología como una subrayará, son las más difíciles de clasificar y las que abarcan más
ciencia humana piensan que «su objeto está dado sólo en el senti- planos de referencia y consideración28.
do de que se constituye en el proceso de la comprensión, el cual A partir de esta clasificación podemos considerar que las lla-
nunca es consumado ni por el investigador individual ni histórica- madas «ciencias humanas» constituyen un conglomerado lo sufi-
mente, ni puede tampoco serlo. El acento no recae aquí sobre el cientemente heterogéneo como para que las diferentes posibilida-
objeto -se señalará-, sino sobre el investigador en tanto actor, y des de aplicación del método científico permitan grados de
sobre su investigación en tanto acción, acción creadora. He aquí la aproximación bastante variados entre sí. Su propia diversidad, y las
cuestión fundamental que plantea este enfoque: ¿cómo investigar distintas posibilidades de aplicabilidad fructífera del método cien-
aspectos aún no elucidados de los hombres y de la vida humana en tífico, vienen a poner de manifiesto que el carácter científico de
su conjunto?^^^. unas y otras disciplinas no puede definirse en términos de absolu-
Como vemos, pues, el tema de la distinción entre unos y otros ta rigidez, ya que las posibilidades de generalidad y de predictibi-
tipos de ciencias, aparece y reaparece desde diversas perspectivas lidad varían muy apreciablemente entre sí.
con un hilo conductor subyacente cada vez más netamente plante- Sin embargo hay que recordar que las dificultades epistemoló-
ado. Este hilo conductor no es otro que la convicción de que una gicas y metodológicas de las ciencias no son únicamente privativas
de las singularidades fundamentales de la Sociología, y de las cien* de las «ciencias del hombre», tal como ya indicamos en el capítu-
cias sociales en general, es que el hombre es a la vez el sujeto y el lo anterior, de la misma manera que estas dificultades varían tam-
objeto de la investigación. Y esta doble condición implica no sólo bién apreciablemente de unas a otras ciencias humanas.
dificultades de distanciamiento de aquello que se estudia, sino tam- Por ello, es importante tener en cuenta, en primer lugar, que nin-
bién la proyección de fuertes componentes de subjetividad y de sig- guna ciencia puede aislarse del sistema global de las ciencias, y que
nificatividad. más allá de los diferentes grados de exactitud y desarrollo de cada
¿Cómo situar, pues, a las ciencias del hombre - y entre ellas a disciplina hay unos supuestos metodológicos subyacentes a todas
la Sociología- dentro del conjunto del sistema social de las cien* las ciencias, que no deben confundirse con las más o menos tran-
cias? De acuerdo con lo hasta aquí dicho parece evidente que para sitorias técnicas específicas desarrolladas por cada una de ellas en
afrontar tal cometido habría que empezar diferenciando los distin- concreto.
tos tipos de ciencias del hombre. Siguiendo la división indicada por En segundo lugar, hay que ser conscientes de que la diferencia-
Piaget, entre otros, tendríamos en primer lugar las «ciencias nomo- ción tan radical que a veces se establece entre ciencias humanas y
téticas),, es decir, aquellas que «intentan llegar a establecer leyes*, ciencias naturales, se produce a partir de una presentación inexac-
entre las que se encontrarían la Psicología, la Sociología, la Eco* ta y maniqueamente exagerada de unas y otras ciencias. Como seña-
nomía, etc.; en segundo lugar, nos encontramos con las ~(cienciaa lará Pierre Bourdieu, «la mayoría de los errores a que se exponen
históricas,,, «quetienen por objeto reconstruir y comprender el desaa la práctica sociológica y la reflexión sobre la misma radican en una
rrollo de todas las manifestaciones de la vida social a través da1

2* Jean Piaget: ((Lasituaci6n de las ciencias del hombre dentro del sistema de las

z7 Kurt Wolff: Contribucldn a una Seclolt~yfudel conocimiento. Amorrortu, Bueno4 ciencias», en J. Piaget et al.: Tendencias de la investigacidn de las ciencias sociales. Alian-
Aires, 1974, pág. 49. za, Madrid, 1973, págs. 46 a 53,
452 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA sOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENT~FICA 453

representación falsa de la epistemología de las ciencias de la natu- ha dado con más intensidad ha sido -se dirá- entre las ciencias
raleza y de la relación que mantiene con la epistemología de las sociales~~l.
ciencias del hombre. Así, epistemologías tan opuestas en sus afir- Ciertamente no se trata sólo de resaltar la creciente influencia
maciones evidentes como el dualismo de Dilthey -que no puede en la Sociología de la Estadística o de la Cibernética, o de otras dis-
pensar la especificidad del método de las ciencias del hombre sino ciplinas más cercanas, sino que también la influencia de la Física
oponiéndole una imagen de las ciencias de la naturaleza, origi- se hace notar en conceptos tales como el de entropía social, al tiem-
nada en la mera preocupación por diferenciar- y el positivismo po que el influjo de la Biología se manifiesta en conceptos como el
-preocupado por imitar una imagen de la ciencia natural fabrica- de sistema -con toda su amplia esfera de referencias asociadas-,
da según las necesidades de esta imitación-, ambos en común de la misma manera que más recientemente se apuntan nuevas pers-
ignoran la filosofía exacta de las ciencias exactas. Esta grosera pectivas de interpenetración con el desarrollo de enfoques como los
equivocación condujo a fabricar distinciones forzadas entre los de la Sociobiología.
dos métodos para responder a la nostalgia o a los deseos piado-
sos del humanismo y a celebrar ingenuamente descubrimientos En definitiva, pues, todo esto no hace sino destacar la relevan-
desconocidos como tales o, además, a entrar en la puja positivis- cia de los supuestos comunes y de las vías de intercomunicación
ta que escolarmente copia una imagen reduccionista de la expe- que existen en el sistema global de las ciencias. Y lo importante es
riencia como copia de lo rea1~29. que ésta es una evidencia que se impone básicamente por la vía del
propio desarrollo práctico de las ciencias en el conjunto del edifi-
En tercer lugar, es preciso considerar también que una de las cio científico.
tendencias actuales más significativas en la evolución científica es En cuarto lugar, y respecto a las objeciones que a veces se for-
la del incremento de los «intercambios» e influencias mutuas entre mulan sobre la cientificidad de la Sociología en relación con su
las distintas disciplinas. Esta situación ha dado lugar a que se haya objeto, debemos recordar aquí, una vez más, que lo que define real-
podido hablar, por ejemplo, de «una tendencia a "naturalizar" las mente a una ciencia no es el objeto sino el método. Y en lo que al
ciencias del hombre» y «también de una tendencia recíproca a propio método se refiere es preciso tener en cuenta que las difi-
" h ~ m a n i z aalgunos
r~~ procesos naturales.30. cultades para el desarrollo científico de la Sociología provenientes
De igual manera, cada vez más autores insisten en recordar que del campo de referencia del objeto no son exclusivas de esta disci-
«en el momento actual de expansión científica nada resulta más plina.
evidente que la caída de lo que antiguamente se consideraba como En cualquier caso, más allá de estas consideraciones metodoló-
las fronteras inamovibles y eternas de las ciencias ..., los conceptos gicas, lo cierto es que en lo social se producen las circunstancias
de una ciencia se van extendiendo dramáticamente al trabajo de imprescindibles y mínimas de regularidad y de conexión causal
otra. En la última generación, la Biología ha quedado totalmente entre los fenómenos y procesos sociales como para poder aplicar a
alterada por los elementos que ha ido incorporando primero de la su estudio la metodología científica.
Química y luego de la Física, en sus estudios sobre los elementos
de la vida. Pero donde el fenómeno de ampliación de conceptos se En resumen, pues, podemos decir que la discusión sobre el carác-
ter científico de la Sociología y de las otras ciencias sociales, con
su correspondiente problemática clasificatoria, es una cuestión que
debe ser situada en el marco general de la problemática actual de
z9 P. Bordieu, H. C. Chamboredon y J. C. Passeron: El oficio de socidlogo. Siglo
XXI,Madrid, 1976, págs. 18-19.
30 J. Piaget: La situacidn da lar clanalas drl hombre dentro del sistema de las cien-
cias, op. cit., pBg. 99. 3' Robert A. Nisbet: Bl vCnou/o roclaL Vlcann Vives, Barcelona, 1975, pág. 13.
las ciencias; y sobre todo, es una discusión que no debe ser con- 2. POSIBILIDADES Y DIFICULTADES
ducida al contexto cerrado de lo que pueden ser las técnicas y meto- DE LA SOCIOLOG~ACOMO CIENCIA
dología~concretas de algunas ciencias determinadas, sino que debe
verse en la perspectiva más amplia de lo que realmente es la lógi- La tarea de codificar las objeciones que se plantean sobre la
ca de la investigación científica. correcta aplicación de la metodología científica al campo de lo social
no presenta especiales dificultades, entre otras cosas porque buen
Precisamente, en virtud de estas consideraciones, algunas viejas número de sociólogos han venido ocupándose de sistematizar y
polémicas tienden a quedar cada vez más relativizadas-o al menos reproducir todas estas objeciones en gran parte de sus manuales y
silenciadas- en los círculos sociológicos más influyentes y diná- tratados de metodología. Incluso en muchos de estos manuales no
micos de nuestro tiempo, en donde predominan los intentos de evi- es infrecuente encontrarnos con presentaciones en las que quedan
denciar el carácter científico de la Sociología más bien por la vía perfectamente reflejados los componentes de ambivalencia y de
práctica de las investigaciones y de los resultados, que por la vía de incertidumbre que han estado presentes durante algunas etapas de
la argumentación metodológica. la Sociología.
Empero, si bien es cierto que la gran mayoría de los sociólogos Este estado de ambivalencia está bastante bien ejemplificado en
de nuestros días aceptan la consideración de la Sociología como la introducción de Duverger a su libro Métodos de las Ciencias Socia-
una disciplina que aspira a ser científica, no por ello es menos cier- les, en donde, después de señalar que «las sociedades humanas no
to que la discusión metodológica -tal como hemos visto en las pági- se sujetan por completo al análisis científico», llega a afirmar que
nas anteriores-, aún permanece abierta y animada por considera- «hay con toda probabilidad un misterio del hombre que no podrá
ciones de diverso signo. jamás ser enteramente penetrado y sobre el cual los poetas pro-
yectan más luz que los técnicos». Aunque, a su vez, añadirá a con-
Desde una óptica más amplia que la que es propia de los soció- tinuación, «muchos pseudomisterios no son más que sombras pro-
logos, el estatuto real de la Sociología aún sigue siendo objeto de
ducidas por nuestra ignorancia»33.
ciertas consideraciones marcadas por el escepticismo. Como ha
subrayado Homans, «no todos los físicos, por supuesto, estarían de Ya hemos indicado en las páginas anteriores la manera en que
acuerdo con que las ciencias sociales son ciencias. Argumentarían algunas de estas ambigüedades e indeterminaciones tienden a ser
que las ciencias sociales no son exactas y no pueden formular pre- superadas en los más influyentes círculos sociológicos de nuestros
dicción científica&. Reparos de este tipo pueden ser objeto del mis- días. Pero lo cierto es que estos esfuerzos no han logrado evitar
mo tratamiento argumentativo que hemos seguido en las páginas que la Sociología de nuestro tiempo aún aparezca caracterizada
anteriores, pero evidentemente lo que no podemos desconocer es por unos importantes componentes latentes de este mismo signo,
que reflejan un determinado estado de opinión. Por esta razón, en que dan lugar a algunas prácticas particulares bastante atípicas de
el siguiente epígrafe de este capítulo, vamos a ocuparnos de consi- la forma en que se entiende el comportamiento científico en otras
derar cuáles son las objeciones concretas que suelen formularse a disciplinas.
la posibilidad de una Sociología realmente científica, y cuáles son Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la ya mencionada
las respuestas que generalmente se ofrecen a tales objeciones des- preocupación que reflejan muchos sociólogos por reproducir y codi-
de el propio campo de esta disciplina. ficar en sus manuales y libros de texto las objeciones que se suelen

32 George C. Homana: La naturaleza de la ciencia social. Eudeba, Buenos Aires, 3 W a u r i c e Duverger: Mlrodos de las ciencias sociales. Ariel, Barcelona, 1962,
1970, paig. 14. pbg. 14.
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA S O C I O L O G ~ LA SOCIOLOGÍACOMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 457
456

plantear sobre el carácter científico de la Sociología. Esta práctica nión de una importante Fundación en la que se discutía sobre la
da lugar, entre otras cosas, a que la presentación pública y la divul- «productividad»de los fondos invertidos en investigaciones socia-
gación pedagógica de la Sociología produzca frecuentemente la pri- les. «La respuesta de Lazarsfeld -cuenta Theodore Abel- fue que
mera impresión de que es una ciencia metodológicamente confusa la Sociología está actualmente en la situación en que se encon-
y a la defensiva. traba la Física hace cuatrocientos años. En su opinión, la Socio-
logía tardará otros tantos en reunir y cotejar los datos sociales
Hay quienes piensan que estos planteamientos, que tanto influ- antes de obtener resultados apreciables. Cuando esto se hava loma-
yen a los estudiantes de Sociología desde los mismos inicios de su
. -
do, dentro de unos cuatrocientos años, aparecerán los Newton, los
"

proceso formativo, no hacen sino reflejar el mundo de dudas en Dalton, los Maxwell y los Einstein de la sociología y ésta será glo-
que se desenvuelven metodológicamente muchos sociólogos. De rificada&.
igual manera hay quienes consideran que tal situación responde Pero más allá de cuestiones generales de futuro, vamos a detener-
a la misma complejidad y problematicidad de su campo de estu- nos ahora a analizar las principales objeciones concretas que se sue-
dio. Pero también hay quienes creen, como Bunge, que no son sino len plantear actualmente a las posibilidades de una correcta y fruc-
una mera manifestación típica de la manera en que se suele pro- tífera aplicación del método científico a la Sociología. Para ello nos
ducir la práctica científica en las primeras etapas de desarrollo de fijaremos en lo que se señala en algunos conocidos manuales y libros
toda ciencia, o en las etapas de fracaso de un método determina- introductorios a esta disciplina.
do; práctica que va dando lugar posteriormente a un desplaza-
miento del interés temático por la metodología en favor de la inves- Según Horton y Hunt, las principales dificultades de la investi-
tigación aplicada. gación sociológica hacen referencia a la complejidad de los fenó-
menos estudiados, a los cambios constantes que experimentan los
«Los científicos -dirá Bunge- no se han preocupado mucho fenómenos sociales y a la imposibilidad de formular pronósticos
por la fundamentación ni por la sistematicidad de las reglas del pro- exactos de la conducta socia136.
cedimiento científico: ni siquiera se preocupan por anunciar explí- Por su parte, para Goode y Hatt, los principales «puntos en liti-
citamente todas las reglas que usan. De hecho, las discusiones de gio» que se presentan para que la Sociología pueda ser considera-
metodología científica no parecen ser animadas más que en los da como ciencia hacen referencia a los siguientes aspectos: ((1)El
comienzos de cada ciencia: por lo menos, tal fue el caso de la Astro- comportamiento humano cambia demasiado de un período a otro,
nomía en tiempos de Ptolomeo, de la Física en los de Galileo y hoy no permitiendo, así, predicciones científicas y exactas. 2) El com-
de la Psicología y la Sociología. En la mayoría de los casos los cien- portamiento humano es demasiado esquivo, sutil y complejo, para
tíficos adoptan una actitud de ensayo y error respecto de las reglas que tolere categorizaciones rígidas e instrumentos científicos arti-
de la investigación, tan implícitamente que la mayoría ni las regis- ficiales. 3) El comportamiento humano lo estudian solamente otros
tran conscientemente. Nadie, por lo visto, llega a ser consciente en observadores humanos, y éstos siempre deforman fundamental-
cuestiones metodológicas -concluirá Bunge- hasta que el méto- mente los hechos que observan, así que no puede haber procedi-
do dominante en el momento resulta fracasar»34. mientos objetivos para llegar a la verdad. 4) Los seres humanos son
Quizás la Sociología esté aún bastante lejos de encontrarse en
una situación equiparable a la de las ciencias más desarrolladas, tal
como explicó un eminente especialista como Lazarsfeld en la reu- 35 Theodore Abel: .Teorla, praxis e historia. Sobre el futuro de la teoría socio-
16gican, Revista Internacional de Ciencias Sociales. Unesco, vol. XXXIII, n." 2, 1981,
- 240.
.pBg.
j6 Paul B. Horton y Chrrtor LaHunt: Sociologia. Ediciones del Castillo, Madrid,
1968, p8gs. 41 y sr.
J4 Mario Bunge: La invastl#acldn ol#ntt/ica. Ariel, Barcelona, 1969, p8g. 29.
LA SOCIOLOGÍA
COMO DISCIPLINA CIENTIFICA A59

el sujeto de estas predicciones y tienen la habilidad de trastornar «La fuerza de las ciencias exactas -dirá Andreski- radica en
deliberadamente cualquier pronóstico que hagamosn37. el hecho de que en extensiones enormes existen relaciones de mutua
inferencia entre proposiciones sustentadas en la independiente evi-
Otros autores se referirán también a las impugnaciones al carác- dencia de la observación. En las ciencias sociales no sólo no tene-
ter científico de la Sociología por la falta de resultados y, sobre mos una red de estricta implicación mutua, sino que tratamos toda-
todo, por las dificultades de su interpretación de estos resultados38, vía de eliminar contradicciones notorias, por lo que laboramos con
mientras que otros harán referencia al mero carácter aproximati- varias desventajas a la vez: en primer lugar, hemos de apoyarnos,
vo y no exacto de los conocimientos científicos en Sociología39, no en mucho mayor grado que los naturalistas, en informaciones de
faltando los que entienden que las dificultades para el desarrollo segunda mano, que no podemos comprobar directamente; luego,
científico de esta disciplina estriban en las resistencias que se pro- nos es mucho más fácil procurarnos información de facto suscep-
ducen para la obtención y para la aceptación de los conocimien- tible de aplicar a nuestras hipótesis; finalmente, en virtud de la
tos científicos sobre lo social. «La gente -dirán- tiende a creer incertidumbre de la mayoría de los informes, tenemos que confiar
que sus opiniones personales etnocéntricas, religiosas o precipita- en mucha mayor extensión en la prueba de coherencia, que no pode-
das tienen más valor que las formuladas en cualquier investigación mos aplicar de modo tan riguroso como lo hace un cosmólogo, debi-
sociológica. Otro obstáculo con que se ha topado la Sociologia, do a que nuestros datos son más intrincados y menos precisos. Nues-
consecuencia de no considerarla ciencia pura, es la idea de que los tro problema -concluirá Andreski- se origina sobre todo en la
sociólogos deben obtener resultados prácticos... Hay otras dos difi- disparidad de magnitud y longevidad entre nosotros y los objetos
cultades -se dirá- que obstaculizan la marcha de la Sociología. de nuestro estudio. La cosmología y la geología proporcionan las
Primero, la gente tiene recelos y se resiste, por tanto, a las ideas analogías más próximas en el campo de las ciencias naturalesn41.
nuevas, sobre todo a las que se refieren a los demás seres huma- Igualmente otra dificultad importante que se asigna a la Socio-
nos. Segundo. la nomenclatura de la Sociologia, que debería ser logía, para poder lograr un tratamiento verdaderamente científico
tan precisa como la de las demás ciencias, suele ser vaga y llevar de su campo de estudio, es la de las ((resistenciasa las medidas»
un bagaje emocional»40. por falta de unidades generales de medida adecuadas. Como ha
A su vez otros autores, como Andreski, han insistido en las subrayado Piaget, «la dificultad mayor de las ciencias del hombre,
dificultades que se derivan de la desproporción de magnitudes que y, por otra parte, de todas las ciencias de la vida en cuanto que se
se produce en la Sociología entre el objeto a estudiar y el agente trata con estructuras de conjunto y no con procesos aislados y par-
investigador. Así la magnitud y complejidad del objeto estudiado no ticulares, es la ausencia de unidades de medida, ya porque no haya
se traducirá sólo en las dificultades que existen para aplicar correc- sido posible todavía constituirlas, ya porque las estructuras en cues-
tamente las técnicas de experimentación, sino que también plante- tión, pudiendo ser muy bien de naturaleza lógico-matemática (alge-
ará un problema práctico de abarcabilidad; lo que dará lugar a toda braica, ordinal, topológica, probabilística, etc.), no presenten carac-
una complicada problemática sobre la calidad, cantidad y contras- teres propiamente n u m é r i c o s ~ ~ ~ .
tabilidad de los datos obtenidos por los sociólogos. Frente a todas estas objeciones es bastante común que en la
mayor parte de los manuales de Sociología y obras introductorias.

37 William J. Goode y Paul K. Hatt: Mttodos de investigación social. F. Trillas, Méxi-


co, 1967, pág. 10.
4' dco Sociologíu
Stanislüv Andi.cxkl: E l e t t ~ e ~ i ~ s cowiparada. Labor, Barcelona, 1973,
38 G. C. Homans: La naturaleza de lo social, op. cit., págs. 79 y SS.
pdg. 41.
39 William F. Ogburn y Meyer F, Nimkof'l':Sociologfa. Aguilar, 1968, pág. 25.
4 2 Jean Piagct: La situacldn de lar clrnchs del Iionihrr dentro del sistema de las cirn-
40 Kimball Young y ~ a y m o n dW, M ~ c k :Sociologfa y vida social. Uteha, Mexico,
cius, «p. cit., pilg. 8 1 ,
460 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENT~FICA 461

se mantenga una confianza general en la validez del método cien- De todo lo que llevamos expuesto hasta aquí se desprende que la
tífico, y se ofrezcan argumentos en los que se insiste en situar el respuesta a los interrogantes que se han planteado- y se siguen plante-
tema en la perspectiva de los diferentes grados de desarrollo de las ando-sobre las posibilidades y resistencias de la aplicación del méto-
distintas ciencias y en los diversos niveles de exactitud y experi- do científico al plano de la realidad social no se puede despachar expe-
mentalidad a que da lugar la pluralidad de objetos que son sus- ditiva y fácilmente. Por ello, en las páginas siguientes vamos a intentar
ceptibles de estudio científico. dar una respuesta válida a algunas de estas objeciones, deteniéndo-
A veces ocurre, incluso, que el esfuerzo puesto en la refutación nos en la manera en que pueden entenderse las relaciones de causa-
de todos los argumentos a los que aquí nos hemos referido sea un lidad en el plano de lo social y en la nueva forma de concebir el prin-
esfuerzo mínimo, debido -como se argumentará en ocasiones- a cipio de explicación probabilística en el conjunto de las ciencias.
la consideración general de que las objeciones al carácter científico No obstante, antes de pasar a estas cuestiones, conviene hacer
de la Sociología forman parte de un debate del pasado ya superado. una precisión en torno al asunto, no totalmente carente de sentido,
En otras ocasiones, el carácter científico de la Sociología es de si una ciencia puede ser juzgada por sus resultados. Esta pre-
«defendido»en términos exclusivamente enunciativos, con una serie gunta no resulta gratuita en la medida en que la Sociología, como
de afirmaciones repetitivas que no denotan sino una mera con- rama del saber que aspira a alcanzar el rango de una ciencia madu-
fianza personal y subjetiva en las posibilidades de la Sociología ra, no puede concebirse sino como una disciplina que se orienta a
como ciencia. lograr la acumulación de un importante corpus de conocimientos
científicos y, por lo tanto, prácticos, y en la medida también en que
Tampoco es infrecuente que, desde unas perspectivas más matiza- esta disciplina hasta la fecha no ha sido capaz de ofrecer unos resul-
das, la justificación del carácter científico de la Sociología se pro- tados que puedan ser considerados como realmente concordantes
duzca en términos, no de aquello a lo que se aspira -o se cree que con dichas aspiraciones.
es posible alcanzar-, sino a partir de unas orientaciones generales
que confieren a esta disciplina dicho carácter científico. Así John- Este problema es susceptible de ser explicado mediante el recur-
son, al tiempo que indica que «la ciencia es una cuestión de gra- so al consabido argumento de que lo que define a una ciencia no
dos», afirma que la Sociología posee las siguientes características son sus resultados, sino sus objetivos y sus métodos. Lo que supon-
científicas: « 1 ) Es empírica; es decir, basada en la observación y el dría olvidar que toda ciencia se orienta a lograr conocimientos con
razonamiento, no en la revelación sobrenatural, y sus resultados no fines prácticos y no meramente a proclamar intenciones y a apli-
son especulativos... 2) Es teórica; es decir, trata de sintetizar sus car repetitiva y estérilmente métodos y procedimientos concretos
complejas observaciones en proposiciones abstractas y lógicamen- que no permiten obtener resultados prácticos.
te relacionadas, que tratan de explicar relaciones causales en el obje- Igualmente la respuesta a esta cuestión podría ser remitida a la
to de estudio. 3) Es acumulativa; es decir, que las teorías socioló- consideración sobre los problemas de desarrollo teórico de la Socio-
gicas se construyen unas sobre otras, siendo la misión de las nuevas logía, o puesta en relación con las mismas posibilidades y limita-
teorías corregir, extender y afinar a las antiguas. 4) Es no-ética (ava- ciones de las metodologías y técnicas de investigación hasta ahora
lorativa); es decir, que los sociólogos no preguntan cuáles acciones disponibles; con lo que nuevamente volvería a surgir la problemá-
sociales particulares son buenas o malas, simplemente, tratan de tica de la adecuación entre objeto y método, de relación entre suje-
explicarlas »43. to y objeto, etc.
Sin embargo, la realidad es que la Sociología es hasta la fecha
una ciencia de pobres resultados. Y esta parquedad de resultados
43 Harry M . Johnson: Sociolo~fa,
Una In~mdirccidnsistemdtica. Paidós, Buenos Ai- puede llegar a ser valorada de una manera aún más exagerada e,
res, 1965, pág. 23. incluso, frustrante, ri oomprramos su situación actual con el extra-
462 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA S O C I O L O G ~ LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA

ordinario ritmo de desarrollo que ha tenido lugar en las últimas 3. LA PROBLEMÁTICA D E LA C A U S A C I ~ NSOCIAL.
décadas en otras disciplinas científicas. PROBABILISMO, DETERMINISMO Y PREDICCI~N
Pero, como Merton ha subrayado, de la misma manera que algu-
Como indicamos en el capítulo anterior, uno de los presupues-
nos rasgos y detalles de la historia de las ciencias, como la Física, tos fundamentales de la ciencia es la convicción en la existencia de
pueden resultar útiles y estimuladores para el desarrollo de la tarea un determinado orden, de una determinada estructura de relacio-
sociológica, la comparación entre los resultados y avances de una y nes causales entre los fenómenos que acontecen en la naturaleza.
otra ciencia no pueden ser sino profundamente desalentadores. «Quie-
nes cultivamos las ciencias sociales -dirá Merton- vivimos en una Por lo tanto, la meta de toda ciencia que aspire a ofrecer una
época en que algunas de las ciencias físicas han alcanzado una pre- «imagen ordenada de la realidad)) y que quiera explicar la manera
cisión relativamente grande de teoría y de experimento, han creado en que se producen los fenómenos, en sus mutuos encadenamien-
una gran cantidad de instrumentos y utensilios y abundantes sub- tos, no puede ser otra que la de descubrir los principios que regu-
productos tecnológicos. Ante eso, muchos científicos sociales lo toman lan las relaciones de causa-efecto y que permitan prever y predecir
como norma para la autoapreciación. Quieren, comprensiblemente, el curso de los fenómenos.
comparar sus bíceps con los de sus mayores. También quieren que se No es extraño, pues, que una de las más serias interrogaciones
les tome en cuenta. Y cuando se hace evidente a todos los que lo vean que se han planteado a la Sociología se refiera a la misma posibi-
que ni tienen aquéllos el poderoso físico ni descargan los golpes mor- lidad de conocimiento de unos principios «invariables»y cccognos-
tales de sus hermanos, los jóvenes se afligen llenos de desesperanza. ciblesn de la causalidad social.
Empiezan a preguntar: {Es realmente posible una ciencia de la socie-
dad? No sólo sería más modesto y más realista, sino también, quizás, Lo social, se nos dirá con frecuencia, no es cognoscible en tér-
más remunerador desde el punto de vista psicológico -añadirá Mer- minos exactos e inmodificables, entre otras cosas porque la «lega-
ton-advertir la diferencia de edad y de experiencia duramente adqui- lidad social», se produce de acuerdo con una lógica diferente a la
rida. Percibir aquí la diferencia sería guardar las proporciones. Sería que es propia de la «legalidad natural)). La dificultad fundamental
evitar el error de suponer que todos los productos culturales exis- para el conocimiento preciso de las relaciones de causalidad en el
tentes en el mismo momento de la historia deben tener el mismo gra- campo social reside en el carácter problemático de la predicción de
do de madurez intelectual. Porque una disciplina llamada Física y los comportamientos de seres libres como son los humanos, máxi-
una disciplina llamada Sociología existen a mediados del siglo xx, se me -se añadirá a veces- cuando la predicción tiene que ser rea-
supone gratuitamente que los logros de una deben ser la medida de lizada, a su vez, por seres también humanos que pueden proyectar
la otra. Pero esto es ignorar la historia previa de cada una de ellas: en sus estudios un componente de subjetivismo, capaz de entorpe-
entre la Física del siglo xx y la Sociología del siglo xx hay miles de cer y dificultar la objetividad.
millones de horas-hombre de investigación constante, disciplinada y Por otra parte, la imposibilidad de realizar en los estudios socio-
acumulativa. Quizás-concluirá Merton- la Sociología no está aún lógicos comprobaciones experimentales, sometidas a los mismos
lista para su Einstein, porque todavía no tuvo su Kepler. Hasta el controles que en las ciencias naturales, junto al gran número de
incomparable Newton reconoció en su día la aportación indispensa- variables que intervienen, y que se están modificando continuamente
ble de la investigación acumulativa cuando dijo: "Si vi a mayor dis- en toda sociedad, convierten en extraordinariamente complejo todo
tancia, es porque me elevé sobre los hombros de gigantes"))44. intento de someter a contrastación cualquier hipótesis de relación
causal.
-- - En lo que a la dificultad de experimentación se refiere, hay que
44 Robert K. MeiTon: ?'borlay rstri4clum rocialus. F.C.E., Mbxico, 1964, pAgs. 16-17. tener en cuenta, no obrtrnte, que estas dificultades no solamente
LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 465

constituyen un obstáculo en el caso de las ciencias sociales, sino ciones de la realidad, por erróneos que fueran sus fundamentos ini-
que, como ya hemos recordado, también lo son en otras disciplinas ciales, pueden acabar haciéndose reales si la percepción colectiva
como la Astronomía y la Geología, que no por ello dejan de ser con- los toma por ciertos.
sideradas como ciencias. Consecuentemente las dificultades, o has- Si los usuarios de un Banco -ejemplificará Merton- llegan a
ta la misma imposibilidad, de experimentación no deben reputarse convencerse de que dicha entidad está al borde de la insolvencia
radicalmente como un impedimento ab initio para la consideración -aunque ello no sea cierto- y se apresuran a retirar sus depósi-
científica de una disciplina, sino únicamente -aunque ello no sea tos, el Banco acabará estando objetivamente situado no sólo al bor-
poco- como un obstáculo para lograr un avance más rápido del de de la insolvencia, sino también quizás de la más total banca-
conocimiento científico en dicho campo. rrota.
En cualquier caso, el planteamiento del tema de la causación Inversamente, puede ocurrir -«paradoja de la profecía suici-
social en Sociología se enfrenta desde un primer momento con la da»- que un pronóstico bien fundado llegue a incumplirse preci-
peliaguda cuestión de que los «objetos»de observación y previsión samente en virtud de haber sido efectuado antes de producirse. Las
sociológica son también sujetos activos libres que pueden alterar previsiones de Malthus (1766-1834), sobre la tendencia de la pobla-
en su dinámica práctica cualquier pronóstico y cualquier lógica de ción a crecer geométricamente, mientras que los alimentos lo ha-
relaciones determinadas. cían mucho más lentamente, aritméticamente, es un ejemplo de la
manera en que los seres humanos tienen capacidad para evitar los
Los científicos sociales no sólo son observadores de realidades
efectos catastróficos de una previsión que, aun habiéndose formu-
complejas y dotadas de sentido, sino que estas realidades distan lado correctamente en función de los datos reales correspondientes
mucho de ser homogéneas y exentas de contradicción y conflicto
al momento histórico en que se hizo, puede acabar incumpliéndo-
interno, al tiempo que están en continuo proceso de transforma- se totalmente, precisamente, por haber sido formulada a tiempo.
ción y cambio. Por otra parte, estos procesos no siempre siguen una La reacción inteligente y previsora frente al «vaticinio» aparente-
lógica evolutiva paulatina y lineal, sino que con frecuencia experi- mente correcto de Malthus, por ejemplo, acabó rectificando el pro-
mentan alteraciones radicales de mayor o menor envergadura. nóstico, gracias a las prácticas de control de la natalidad y a la revo-
La peculiaridad de los actos humanos da lugar a que cualquier lución agro-alimentaria.
pronóstico sociológico sea, en sí mismo, un factor nuevo que influ- Desde una perspectiva diferente, también se han formulado varias
ye en la situación social y que puede configurarla en un sentido o objeciones a las posibilidades de una predicción social totalmente
en otro, alterando en la práctica el mismo valor previsorio del pro- exacta, por ejemplo por Horkheimer, al señalar que una de las razo-
nóstico inicial. Así, por ejemplo, Merton ha hablado del «teorema nes que explican la imperfección de las predicciones en ciencias
de Thomas~,como la «paradoja de la profecía que se cumple a sí sociales estriba en que los procesos sociales «todavía en modo algu-
misma». Los pronósticos públicos sobre cualquier situación social no son los productos de la libertad humana, sino que son resul-
se convierten -se nos dirá- «en parte integrante de la situación y, tantes naturales del ciego actuar de fuerzas antagónicas. La forma
en consecuencia, afectan a los acontecimientos posteriores)),de for- en que nuestra sociedad mantiene y renueva su vida se parece más
ma que «cuando los individuos definen las situaciones como rea- -dirá- al funcionamiento de un mecanismo natural que a un actuar
les, son reales en sus consecuencias~45.La experiencia práctica plenamente determinado por sus fines. El sociólogo se encuentra
demuestra en muchas ocasiones que algunos pronósticos o percep- frente a ella como frente a un acontecer esencialmente extraño...
Los procesos sociales son producidos sin duda merced a la inter-
vención de personas, empero, son experimentados como un acon-
45 Robert K. Merton: Teorfa y rstruclura sociales, op. cit., p8gs. 419 y SS. tecer fatal separado de éstas. Buenas y malas coyunturas, guerra,
466 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA

paz, revoluciones, períodos de estabilidad, aparecen a los hombres la Sociología, en comparación con las ciencias naturales, llegan a
como acontecimientos naturales también independientes, como el trocarse en formas curiosas de presentación que implican una cier-
buen y el mal tiempo, los terremotos y las epidemias. Se debe inten- ta inversión analítica del problema.
tar explicarlos; predecirlos, sin embargo, es algo que con razón se Así, por ejemplo, al poner énfasis especial en la dimensión teo-
considera extremadamente osado»46. rético-racional de las ciencias, se ha llegado a veces a reclamar una
Sin embargo, Horkheimer sostendrá que la evolución de la mayor idoneidad científica-por su objeto- para las ciencias socia-
humanidad conducirá a un mayor control de los hombres sobre les; «de hecho -dirá Popper- hay buenas razones, no sólo en favor
los procesos sociales, en una progresiva transición «desde un fun- de la creencia de que la ciencia social es menos complicada que la
cionamiento meramente natural, y por ello defectuoso, del apara- física, sino también en favor de la creencia de que las situaciones
to social, hacia una cooperación consciente de las fuerzas socia- sociales concretas son en general menos complicadas que las situa-
les... Cuando más la vida social pierde el carácter del ciego acontecer ciones físicas concretas. Porque en la mayoría, si no en todas las
natural -concluirá-y la sociedad toma medidas que la llevan a situaciones sociales, hay un elemento de racionalidad»48. E inclu-
constituirse como sujeto racional, con tanta mayor certeza se pue- so parecerá ufanarse Popper de que nuestro conocimiento «del inte-
den también predecir los procesos sociales. La inseguridad actual rior del átomo humano es más directo que el que tenemos del áto-
de los juicios sociológicos sobre el futuro sólo es un reflejo de la mo físico», llegando a sugerir que la desventaja del físico es que
actual inseguridad social. Así pues, la posibilidad de prediction no «noestá ayudado por ninguna de estas observaciones directas cuan-
depende exclusivamente -dirá- del refinamiento de los métodos do construye hipótesis sobre átomos~49.
y de la sagacidad de los sociólogos; depende también del desa- A partir de las consideraciones que ya hemos planteado en las
rrollo de su objeto: de las modificaciones estructurales de la socie- páginas anteriores, puede comprenderse que el tema de la causa-
dad misma». Lo que finalmente acabará llevando a Horkheimer a ción social generalmente sea objeto de un tratamiento bastante
una conclusión no exenta de ciertos ribetes paradójicos. «MUY lejos escéptico. {Quiere esto decir que es imposible cualquier tipo de
de que la prediction sea posible y necesariamente más fácil en análisis causal en Sociología? Y, aun en el supuesto que esto fue-
el dominio de la naturaleza extrahumana que en el de la sociedad ra así, ¿podemos pensar que la causalidad es la única forma de
-dirá-, ella se vuelve tanto más fácil cuanto menos está subor- explicación científica y que, por lo tanto, no es posible que una
dinado su objeto a la mera naturaleza y más lo está a la libertad disciplina alcance estatuto científico si no es capaz de análisis cau-
humana. Pues la verdadera libertad humana no se puede compa- sales?
rar con lo absoluto incondicionado ni con el mero capricho, sino La respuesta a estos interrogantes requiere una explicación pre-
que es idéntica con el dominio sobre la naturaleza... merced a la via en torno a cómo debe entenderse actualmente la problemática
decisión racional»47. científica de la causalidad. Y en este sentido lo primero que se pue-
La compleja dialéctica objeto-sujeto y las singulares peculiari- de constatar es que el concepto de causalidad, así como los crite-
dades que se producen en el esfuerzo de estudio científico de la rios de determinismo y determinación, han llegado a alcanzar en
sociedad humana pueden dar lugar, como vemos, a ópticas inter- nuestros días un cierto grado de confusión. Como ha señalado Mario
pretativas diversas, que a veces acaban por traducirse en plantea- Bunge, «la palabra causalidad tiene, lamentablemente, no menos
mientos en los que las objeciones iniciales al carácter científico de de tres significados principales, lo cual es un claro síntoma de la

46 Max Horkheimer: Teoría crítica. Amorrortu, Buenos Aires, 1974, pdg. 48. 48 Karl R. Popper: La miseriu del historicismo. Alianza, Madrid, 1973, pág. 155.
47 Ibfd., p6gs. 48-49. 4Y Ibld., p6g. 153.
468 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

larga y tortuosa historia del problema de la causalidad. En efecto, ca de la Física clásica. Enfoques que ya no se corresponden con los
una sola y misma palabra, causalidad, se emplea para designar: a) criterios propios de la actividad científica actual.
una categoría (correspondiente al vínculo causal); b) un principio
En efecto, como ha señalado Rosenfeld, ((históricamente la
(la ley general de la causación), y c) una doctrina, a saber, aquella
que sostiene la validez universal del principio causal excluyendo los elaboración del concepto científico de causalidad en cuanto ele-
demás principios de determinación~50. mento fundamental del pensamiento racional es un resultado secun-
dario del desarrollo de la formulación de las leyes del movimiento
De esta manera Bunge propone distinguir entre causación y de los cuerpos materiales y del éxito de su aplicación a la dinámi-
((principiocausal», por un lado, y «determinismo causal» por otro. ca del sistema solar. Esta última circunstancia, sobre todo, es la que
La «causación» debe ser ((entendida como conexión en general» o sirvió muy pronto para orientar la reflexión epistemológica hacia
como «todo nexo causal particular». El principio causal, debe ser idealizaciones radicales tales como la ley de la inercia y la noción
entendido en el sentido de que «la misma causa produce el mismo resultante de fuerza en cuanto agente que produce aceleración y
efecto». Finalmente, el «determinismo causal» es una doctrina que que determina así el movimiento de forma unívoca. Así el concep-
postula la validez universal del principio causal. ((Mientrasel prin- to de causalidad física fue dotado desde el principio de connota-
cipio causal -dirá Bunge- enuncia la forma del vínculo causal ciones de necesidad y determinismo. La aceptación de esta cau-
(causación),el determinismo causal afirma que todo ocurre de acuer- salidad determinista se vio favorecida por el éxito inicial de la
do a la ley causal... El determinismo causal/sin ser del todo erró- tentativa que apuntaba a reducir todos los fenómenos físicos a pro-
neo -concluirá-, es una versión muy especial, elemental y rudi- cesos mecánicos»5*.
mentaria del determinismo general~51.
No obstante, el desarrollo científico ha dado lugar a una susti-
Sin embargo, no es infrecuente que en nuestros días se produz- tución progresiva de un sentido restringido del principio de causa-
ca una cierta tendencia a identificar el análisis causal en general lidad por otro mucho más amplio, en el que la descripción de la
con el determinismo, lo que generalmente es utilizado como un causa o causas de un fenómeno -según subrayará Kuhn- se pro-
argumento indirecto más para postular una presentación diferen- duce más bien en términos de explicar por qué y cómo sucede. «Aun-
ciadora entre ciencias naturales y ciencias humanas, es decir, entre que el concepto restringido de causa haya sido -dirá Kuhn- una
ciencias capaces de captar la legalidad fija del orden natural y hacer parte vital de la Física de los siglos XVII y XVIII, su importancia ha
predicciones y ciencias que sólo pueden «comprender» y «explicar» declinado en el XIX y casi ha desaparecido en el X X » ~ ~ .
lo pasado, pero no prever lo que acontecerá.
La razón de esta crisis de los principios clásicos de la causali-
Las percepciones actualmente existentes sobre el verdadero signifi- dad no ha sido otra que una revolución en la explicación física.
cado y alcance de la causalidad en la ciencias sociales están muy ((Estavez -dirá Kuhn- no en la estructura, sino en la sustancia...
influidas por las ideas tradicionales sobre este tema. Por lo que El campo electromagnético, en cuanto entidad física fundamental-
muchas de las críticas, observaciones y recelos frente a tales plan- mente no mecánica, teniendo propiedades formales y descriptivas
teamientos presentan la peculiaridad de permanecer anclados en el únicamente según ecuaciones matemáticas, sólo ha sido el punto
pasado, estando referidos en buena parte a los enfoques de la cien-
cia basados en los principios de la unicausalidad rígida y mecáni-

L. Rosenfeld: consideraciones no filosóficas sobre la causalidad en Físicas,


cn M. Bunge et al.: Las tuortus de Ir causalidad. Ediciones Sígueme, Salamanca, 1977,
Mario Bunge: Cuusalidad. El princ'ipio de (~riirsci/ichd
en la ciencia moderna. Eude- p6g. 7 1 .
bu, Buenos Aires, 1972, pág. 15. ~"homüs S. Kuhn: atar nocloncn dc causülidad en el desarrollo de la Física», en
lbld., págs. 16 y 42. M . Bunge et al.: Las troríar ¿# la cau~allrlad,opacit., p8g. 20.
LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 471

de entrada del concepto de campo en Física. El físico contemporá- Lo cual, referido a la esfera social humana, ha dado lugar a que se
neo conoce otros dominios de esta clase y su número va en aumen- llegue a esgrimir este argumento como la prueba definitiva de la
to. La mayor parte se dedica a explicar fenómenos que ni siquiera inaplicabilidad de cualquier criterio de análisis causal, ya que -se
habían sido reconocidos en el siglo XIX, pero también han desplaza- nos dice- si el principio del «libre albedrío» rige para el electrón,
do fuerzas a algunos dominios, por ejemplo, el electromagnetismo, {quién puede negar que existe para el hombre?
que anteriormente le estaban prohibidos. Lo mismo que en el siglo
xvr~r,lo que en un tiempo era una explicación, deja más tarde de ser- No obstante, en realidad la mecánica cuántica no supone una
lo. Y no son únicamente los campos, un nuevo tipo de entidad, los negación total de la lógica causa-efecto, sino solamente una nega-
que están implicados en el cambio. También la materia ha adquiri- ción de la absolutización de las relaciones causales rígidas. De igual
do propiedades formales, mecánicamente inimaginables, como el manera, el énfasis puesto por los científicos en nuestros días sobre
espín, la paridad, etc., que sólo pueden ser descritos en términos la manera en que influyen las condiciones de la observación en el
matemáticos. Finalmente, la entrada en Física de un elemento pro- comportamiento de lo observado y las limitaciones en los instru-
babilista aparentemente indeleble ha producido otro cambio radical mentos de medida -que sólo son capaces de captar momentos con-
en el principio de explicación. Hoy hay cuestiones perfectamente con- cretos de procesos sumamente complejos-, recuerdan bastante
figuradas sobre fenómenos observables, por ejemplo, el tiempo en el determinado tipo de argumentos de uso muy frecuente entre los
que una partícula alpha abandona un núcleo, fenómeno que los físi- especialistas en ciencias sociales.
cos declaran que es en principio inexplicable por la ciencia. Como Tal forma de entender las relaciones causales no quiere decir
acontecimiento concreto, la emisión de una partícula alpha y bas- que no exista ninguna lógica causal, ya que el hecho de que tales
tantes fenómenos semejantes no tienen una causa. Toda teoría que relaciones deban ser definidas en términos de probabilidad, no sig-
quisiera explicarlos conduciría a un rechazo más bien que simple- nifica que el análisis causal no continúe siendo una de las aspira-
mente a una adición de la teoría de los quantos. Quizás -concluirá ciones fundamentales de la ciencia.
Kuhn- algunas transformaciones ulteriores de la teoría Física cam-
biarán esta impresión, pero en este momento pocos físicos conside- En su conjunto, pues, a pesar de todas estas consideraciones, no
ran el hiato causal (en sentido restringido) como una imperfecciónn54. puede negarse que el estado actual de la ciencia moderna se
corresponde realmente con las verdaderas pretensiones y objetivos
En suma, pues, podemos decir que la influencia de contribu- del método científico, en tanto en cuanto la ciencia no pretende
ciones como la teoría de la relatividad de Einstein, el principio de haber alcanzado un conocimiento absolutamente exacto en térmi-
indeterminación de Heisenberg, los planteamientos de Max Planck, nos matemáticos, sino el más exacto y riguroso de los conocimien-
el papel atribuido al azar en la lógica del comportamiento de los tos posibles. Y esto es así entre otras cosas porque no puede sus-
fenómenos físicos, las investigaciones recientes sobre la antimate-
tentarse con evidencia válida que la idea de exactitud absoluta sea
ria, etc., han contribuido a quebrar la validez de la forma newto- aplicable al conocimiento de toda realidad. Como le gustaba recor-
niana del determinismo clásico; pero, desde luego, no por ello han dar a Bertrand Russell, «aunque pueda parecer una paradoja, toda
restado validez a la idea general de causalidad, pese a los esfuerzos ciencia exacta está dominada por la idea de aproximación. Si un
de algunos por presentar el principio de indeterminación de Hei- hombre os dice que posee la verdad exacta sobre algo, hay razón
senberg, por ejemplo, como la prueba de la imposibilidad de sus- para creer que es un hombre equivocado. Toda medida científica se
tentar con validez universal cualquier principio de determinación. da siempre con un error probablen55.

Bertrand Russell: La prr~prcllvuclentffica. Ariel, Barcelona, 1969, pág. 53.


LA SOCIOLOG~ACOMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 473

El planteamiento actual de las ciencias que algunos llaman de ha dado lugar a distintas propuestas alternativas y complementa-
la naturaleza, ha asumido la necesidad de operar con criterios no rias al análisis causal estricto. «A falta de la causalidad -dirá Gur-
absolutos de exactitud. Todo conocimiento científico se mueve den- vitch, por ejemplo- se debe recurrir a «correlaciones funcionales»,
tro de unos márgenes de error, por mucho que estos márgenes pue- a la «regularidad de tendencias», o a «integraciones directas en los
dan estar más o menos calculados, y más o menos previstos, en tér- conjuntos»... », para concluir finalmente insistiendo en la necesidad
minos de probabilidad. de la explicación histórica: «A falta -dirá- de esos experimentos,
Estamos, pues, ante una nueva idea de causalidad, planteada en la explicación sociológica necesita de la "causalidad histórica"~5~.
términos de probabilidad y con unos márgenes de error que pue- En definitiva, podemos decir, como conclusión, que hoy por hoy
den, incluso, conocerse y calcularse con un alto grado de precisión, la explicación científica en Sociología se orienta preferentemente a
porque «hasta el mismo azar -como ha señalado Bunge-, que a indagar las estructuras de relación y ordenación de los fenómenos
primera vista es la negación misma de la determinación, tiene tam- sociales, a partir de la convicción de que existe una determinada
bién sus leyesn56. legalidad social, que puede ser objeto de investigación y estudio, de
acuerdo a los procedimientos y las reglas propias del método cien-
A partir de este nuevo marco general explicativo, podemos conside-
tífico.
rar que el principio de causalidad, con todas las matizaciones con
que ha quedado planteado en la ciencia moderna, también es apli-
cable en el plano de las Ciencias Sociales. Pero, lógicamente, es apli-
cable con unos márgenes de error y unas probabilidades de pre-
dicción de las regularidades muy distintas a las existentes en otras
ciencias, debido al propio papel de la libertad humana y a la natu-
raleza dialéctica y dinámica de los hechos sociales, que conforman
unas complejas interacciones entre las predicciones y las propias
posibilidades conscientes de su rectificación. Todo ello da lugar a
que, en ocasiones, las probabilidades tengan que ser estimadas con
unos márgenes de variación tan amplios que, a simple vista, pue-
den llegar a producir la impresión de que no nos encontramos ante
verdaderas relaciones de causalidad. En consecuencia, la cientifi-
cidad de la Sociología, en lo que a este aspecto se refiere, queda
planteada como una cuestión de grado.
De esta manera, la evolución científica en su conjunto ha aca-
bado situando en una nueva perspectiva la discusión sobre el carác-
ter científico de la Sociología, por más que las posibilidades que
ofrece el análisis causal en esta disciplina sean aún muy limitadas
y deban ser completadas -y a veces reemplazadas-por otras apro-
ximaciones al análisis de la realidad mucho más modestas. Lo que

57 G. Gurvitch: aLrr roglrr de la explicación en Sociología. Las variaciones de las


" Mario Bunge: Causalidad, El prlnclplo de cau.salidad en la ciencia moderna, op. fórmulas del determinirmo mlolbglcan, en Georges Gurvitch: natado de Sociologia.
cit., p6g. 2 5 . Kapelusz, op. cit., pAgi, 2759276,
474 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIOLOGÍA COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA 475

E.IERCICIOS Y TÓPICOS PARA LA REFLEXIÓN 12) ¿Qué explicación ha dado Lazarsfeld sobre el mayor retra-
so de la Sociología en comparación a otras ciencias? ¿Y qué
1) ¿Cómo y en qué grado se puede aplicar el método científi- dijo Merton sobre este particular? ¿En qué coinciden ambas
co al campo de estudio de la Sociología? explicaciones?
2) ¿Cómo puede afectar la amplitud de los criterios utilizados 13) ¿Cuáles son las principales dificultades o «puntos en litigio»
para definir la ciencia, en la consideración sobre la posibi- para que la Sociología pueda ser considerada como una cien-
lidad de una Sociología científica? cia? Hacer una lista de objeciones, señalando las refutacio-
3) ¿Qué tres modelos de investigación científica se están apli- nes o explicaciones que pueden darse en cada caso.
cando simultáneamente en la Sociología actual según John 14) ¿Qué ciencias presentan una mayor dificultad para aplicar
Rex? ¿A qué enfoques conducen cada uno de ellos? Poner el método experimental? {Por qué? ¿Constituyen estas difi-
ejemplos de investigaciones sociológicas conocidas ubica- cultades un impedimento para que puedan ser consideradas
bles en uno u otro grupo. como verdaderas ciencias? Justificar la respuesta.
4) Según Merton, ¿a qué tipos de trabajos específicos suele apa-
15) ¿Por qué se puede considerar que la Sociología es una cien-
recer referida la actividad teórica-científica en Sociología?
cia?
5) ¿Qué es lo que constituye el específico punto de mira cen-
tral del análisis sociológico? Señalar las principales pro- 16) ¿Qué dificultades existen para la predicción social? (Qué es
el «teorema de Thomas»?Explicar y valorar, poniendo ejem-
puestas formuladas por los diferentes sociólogos y escuelas.
plos. ¿En qué consiste la «paradoja de la profecía suicidan?
6) ¿Qué efectos tiene la pluralidad de enfoques sociológicos Explicar y valorar poniendo ejemplos.
sobre la significación de los conceptos utilizados actualmente
en Sociología? 17) ¿Qué particularidades señala Popper sobre el conocimiento
de las realidades sociales en comparación con los objetos de
7) ¿De qué supuestos parten los que entienden la Sociología estudio?
como una «ciencia natural» y los que la conciben como una
«ciencia humana»? Hacer un esquema sobre los respectivos 18) ¿Qué diferencias existen entre los conceptos de «causación»
puntos de vista, detallando los argumentos utilizados y las en general, «principio causal» y «determinismo causal*?
consecuencias prácticas que tienen en la orientación de la 19) ¿Por qué se han sometido a crítica las concepciones del
labor investigadora. «determinicm0 causal»?
8) ¿Cómo se puede situar a la Sociología entre las ciencias del 20) ¿Con qué criterios de causalidad operan las ciencias en nues-
hombre y en el conjunto del sistema general de las ciencias? tros días? ¿Cómo afectan estos enfoques a la propia con-
Hacer un esquema. cepción sobre la cientificidad de la Sociología? ¿Cómo pue-
9) ¿Qué influencias e interpenetraciones mutuas se están pro- den entenderse los márgenes de exactitud y probabilidad en
duciendo últimamente entre las diferentes ciencias? unas y otras ciencias?
10) ¿Qué ciencias están influyendo más en la Sociología actual? 21) ¿Qué elementos complementarios, o alternativos, al análisis
¿En qué aspectos concretos? causal propone Gurvitch aplicar en Sociología?
11) ¿De qué manera están intentando demostrar la mayor par-
te de los sociólogos de nuestros dias el carácter cientffico
de la Sociologia?
En el capítulo anterior hemos visto de qué manera se ha ido
fruguando un criterio compartido entre la mayoría de los sociólo-
gos sobre la manera de entender la cientificidad de la Sociología y
Iri existencia de cierto tipo de relaciones causales en el plano de la
realidad social. Estos criterios conducen a reconocer que los fenó-
menos sociales se producen de acuerdo con ciertas leyes y pautas
regulares, que pueden, por tanto, ser investigadas y conocidas. Éste
cs, precisamente, el papel de la Sociología: investigar y descubrir
lus leyes sociales.
Pero jcómo puede la Sociología cumplir este papel? Evidente-
mente actuando de manera similar a como lo han hecho -y lo
tiacen- los profesionales de otros campos científicos.
El modelo general de actuación investigadora de los profesiona-
les de otras disciplinas está perfectamente dibujado. Como Hans Zet-
terberg recordará, los científicos en otros planos de la realidad: «par-
ten del supuesto de que existía un orden subyacente a las variadas
manifestaciones de los hechos físicos. A través de observaciones y
experimentaciones descubrieron este orden cuando encontraron regu-
laridad en el comportamiento de los fenómenos físicos. Formularon
estas regularidades en la forma más sucinta posible y obtuvieron
leyes científicas. Combinaron y relacionaron las leyes entre sí y obtu-
vieron las teorías de la Física. Estas teorías sirvieron de base para
los cálculos de los ingenieros, quienes en respuesta a necesidades
prácticas crearon las maravillas tecnológicas de nuestro tiempo»l .

1 Hans Zetterberg: Teoría y verificación en Sociología. Nueva Visión, Buenos Aires,


1968, pág. 20.
480 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Es decir, el proceso de investigación científica se basa en la los índices de la madurez de una ciencia es el estado de su teoría
observación de las regularidades, se desarrolla con la formulación sistemátican2. Lo que tiene su correlato en la famosa afirmación de
de las leyes de explicación causal de esas regularidades, y conclu- Einstein de que en ciencia «sólo la teoría decide lo que se ha de
ye con la proyección práctica de los resultados en diversos campos investigar».
de aplicación concreta. Por lo tanto, lo que validará a la larga el carácter científico de
la Sociología será su capacidad para desarrollar teorías verificables
basadas en hallazgos empíricos y que tengan alguna utilidad prác-
tica. Otra cuestión distinta es la de cuál pueda ser la amplitud y
alcance de estas teorías. De momento, sin embargo, la verdad es
que el carácter científico de la Sociología se manifiesta básicamente
Si recapitulamos todo lo que hasta aquí hemos señalado sobre en su orientación general tendente a aplicar el método científico en
la ciencia, podemos llegar a una conclusión básica de carácter gene- el estudio racional y objetivo de la realidad social.
ral: lo que define la ciencia es la finalidad y el método. La finali-
dad es práctica; El desarrollo de teorías sistemáticas en Sociología se ve obsta-
culizada en la práctica por dos graves handicaps en comparación
no se trata de alcanzar la sabiduría por la sabiduría, sino de con otras ciencias: por una parte, el derivado de todas las dificul-
obtener conocimientos útiles. El método debe ser objetivo y racio- tades metodológicas y de la parquedad de las herramientas con que
nal. Objetivo porque los enunciados han de adaptarse a los hechos; proceder a cumplir su cometido investigador, y, por otra parte, el
no han de ser meras especulaciones lógico-abstractas. Racional por- concerniente a los problemas de cómo articular teóricamente los
que la ciencia se orienta a dar una visión coherente de los hechos, complejos hechos que son objeto de su estudio y que, al ser bási-
o lo que es lo mismo, una imagen teorética de la realidad, ya que camente dinámicos y mudables, pueden alterar continuamente la
buscar una explicación en ciencia es buscar una teoría. validez de lo registrado.
Y todo esto es, precisamente, lo que diferencia una verdadera Quizás, a partir de las nuevas coordenadas en que se mueve la
ciencia de lo que no es más que una actividad de mero registro y ciencia y a partir del mismo desarrollo de la Sociología, sea posi-
clasificación de datos. ble empezar a superar realmente, y de manera fructífera, el viejo
Como ya indicamos en el capítulo diez, el bizantino Juan Fili- dilema entre objetividad y significatividad al que nos referimos en
pón, realizó mil años antes de Galileo la experiencia de la caída de el capítulo anterior. Dilema que tiene una dimensión metodológi-
graves de distinto peso, y llegó a repetirla hasta 100 veces, pero el ca, pero que también tiene mucho que ver con la misma conside-
experimento resultó a la larga irrelevante porque no estaba encua- ración sobre el objeto de estudio de la Sociología.
drado en una teoría. Galileo, sin embargo, primero formuló la teo- Las peculiaridades que presenta el campo de estudio de la Sociolo-
ría (sobre la base de informaciones y conocimientos previos) y lue- gía, dan lugar a que los enfoques que tienden a autolimitarse con
go la verificó experimentalmente. Esta doble perspectiva -teórica una pre-concepción sobre el carácter estático y fijo de los hechos
y empírica- constituye, por ello, el fundamento de toda ciencia: sociales sean incapaces no sólo de comprender científicamente la
toda teoría debe basarse en hallazgos empíricos y verificables, y realidad en su dinámica, sino también de plantearse la misma posi-
toda investigación empírica debe desarrollarse en el marco de una bilidad de tal comprensión científica.
teoría relevante. Si no se cumple el primer requisito se estará hacien-
do mera especulación ideológica. Si no se cumple el segundo se
estarán recogiendo datos sin mayor alcance ni utilidad. Por ello ha
podido subrayar Parsona - c o n rcrx6n- que «el más importante de 2 Talcott Parsoni: Enaayoa dr teoría sociollgica. Paidós, Buenos Aires, 1967, pág. 184.
482 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Así pues, el doble frente de dificultades a que hemos hecho 5 . La característica fundamental del ser humano es su capaci-
referencia sólo puede ser superado partiendo de una concepción dad para actuar como sujeto, es decir, como ser libre y crea-
dialéctica de los hechos, que intente explicar y comprender éstos tivo, y ello supone -junto a las lógicas actuaciones de ajus-
en su propia y concreta dinámica estructurada y estructurante. te y acomodación a lo dado- la posibilidad permanente de
Los postulados fundamentales, e interrelacionados, en los que desafiar y cambiar el orden existente.
resulta factible basar una concepción de esta naturaleza, pueden 6. La capacidad de transformar el orden dado forma parte de la
ser presentados resumidamente de la siguiente manera: realidad social, que ha de ser vista, en consecuencia, tanto a
1. Desde la perspectiva humana los hechos no son datos estáti- partir de lo formalmente existente, como de los procesos de
cos, sino dinámicos y dialécticos. cambio y de las potencialidades que encierra lo dado.

Todo hecho no debe entenderse como algo dado, cerrado y La complejidad de la naturaleza de los hechos sociales, obvia-
definitivo, sino como un momento de un proceso. De la mis- mente, no se agota a partir de los enunciados que acabamos de indi-
ma manera que una fotografía sólo recoge una instantánea car, y que aquí, por razones lógicas, soló podemos iniciar y sugerir3.
estática de la realidad -sin impedirnos por ello reconocer lo En cualquier caso, todas estas dificultades y problemas nos per-
que haya de movimiento en dicha realidad-, igualmente el miten comprender por qué la disputa metodológica ocupa, aún, un
análisis sociológico debe partir del reconocimiento de que la lugar tan prevalente en la actividad de los sociólogos (cosa que siem-
complejidad dinámica de lo real trasciende la imagen que de pre ocurre en las primeras etapas de desarrollo de toda ciencia) y
ella se pueda tener a través de cualquier foto-estática en blan- por qué se producen todavía una gran cantidad de investigaciones
co y negro, que haya podido obtenerse, hoy por hoy, con el empíricas planteadas sin hipótesis previas y sin encuadre teórico
primitivo instrumental metodológico que actualmente esta- alguno.
mos empleando los sociólogos. Más allá de las intenciones que generalmente se declaran en los
3. La realidad de los humanos consiste precisamente en tras- manuales de esta disciplina, la realidad es que, en la práctica con-
cender los datos de lo real (naturaleza originaria) y modifi- creta de la Sociología actual, el acople entre la dimensión teórica y
car constantemente el orden de lo dado, para construir una la empírica continúa apareciendo plagada de dificultades. Incluso,
existencia dinámica y dialéctica, es decir histórica. En la mis- más allá de las diferencias entre escuelas y enfoques sociológicos,
ma raíz de la aparición y desarrollo histórico del hombre nos el mundo de los sociólogos, las más de las veces, aparece separado
encontramos con esta realidad: hemos surgido como seres por un significativo foso de divorcio e incomunicación. A un lado
humanos, sociales, libres y creadores, porque somos capaces se encuentran los sociólogos eminentemente teóricos y al otro los
de transcender la condición real-originaria. eminentemente empíricos, en una división que suele resultar bas-
tante diferente, en la práctica, de aquella que en otros campos exis-
4. Todo hecho social es no sólo lo que aparece en un momen-
te entre los que cultivan la ciencia pura y la ciencia aplicada.
to dado de nuestra observación, sino también todas las posi-
bilidades implícitas en su dinámica. Es decir, toda realidad En el caso de la Sociología esta división es objeto también de
social humana contiene un importante germen de posibili- una singular caricaturización recíproca, de suerte que unos soció-
dades aún no explicitadas; al igual que una semilla, que a logos son descritos frecuentemente como obsesos practicantes de
partir de determinadas condiciones puede dar lugar a un
frondoso y robusto árbol, de la misma manera la dinámica
social puede conducir a desarrollos potenciales de gran mag- 3 Un desarrollo m l i rmpllo de esta terndtica puede encontrarse en mi libro Aliena-
nitud. cidn, dialLctlca y Ilbrrtd, krnrndo Turrer, Valencia, 1977.
484 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

la ((cuantitofrenia~y de la «encuestitis»,es decir, de un afán des- El problema que habrá que plantear entonces será el de qué tipo
medido de medirlo y cuantificarlo todo, al tiempo que los otros de teoría es posible en la Sociología actual. Las grandes construc-
sociólogos son presentados como oscuros especuladores abstractos. ciones teóricas de los padres fundadores obedecieron a unas deter-
Las dificultades de empalme entre teoría e investigación empí- minadas necesidades fundacionales, pero hoy en día ¿debe conti-
rica, y la excesiva «acumulación teórica» que todavía existe entre nuar orientándose el trabajo teórico en Sociología por la vía de las
sectores bastante significativos de la Sociología actual, reflejan la grandes construcciones globales, con pretensiones sintéticas gene-
herencia del énfasis especial en las dimensiones teóricas y en las rales?
construcciones lógico-formales, que se produjeron a partir de las No puede decirse que ante esta pregunta los sociólogos de nues-
primeras etapas de desarrollo de la Sociología. Lo que, en su momen- tro tiempo hayan alcanzado un grado de acuerdo razonable. De
to, respondió, en gran parte, a las propias necesidades constituti- hecho algunos de los grandes maestros de las generaciones actual-
vas de la nueva disciplina. mente vivas se han continuado manifestando inequívocamente a
Como ha subrayado John Rex, la especial atención puesta en su favor de dar prioridad al trabajo de elaboración de la «gran teoría»
dimensión teórica como ciencia ha respondido - y aún responde- sociológica.
tanto a los imperativos lógicos de toda construcción científica, como Para Parsons, por ejemplo, esta teoría sistemática «incluye el
a las necesidades prácticas de empezar a funcionar construyendo carácter del esquema conceptual generalizado que se utiliza en este
hipótesis teóricas susceptibles de ser sometidas a prueba, e inclu- campo, las especies y grados de integración lógica de los diferentes
so a la misma necesidad de acotar un campo temático propio, dife- elementos que lo constituyen y los modos en que se utiliza en la
renciado de otras ciencias sociales. investigación empírica. Sobre esta base-dirá Parsons-puede aven-
La Sociología -dirá Rex- «no tiene un objeto de estudio que turarse la tesis de que la Sociología se encuentra en el proceso de
pueda identificar mediante algún tipo de definición ostensible. Los alcanzar el status de ciencia madura. Hasta ahora no ha gozado la
datos con los que debe de trabajar el sociólogo son los mismos que especie de integración y de actividad dirigida que sólo la existencia
utilizan los estudiosos de otras ciencias sociales y consisten, en últi- y la común aceptación y empleo de un buen integrado sistema teó-
ma instancia, en conductas humanas de uno y otro tipo. Pero la tarea rico generalizado pueden dar a una ciencia... La teoría que nos ocu-
particular de aquél es idear medios para verificar las proposiciones pa... constituye, en primer lugar, un sistema y, por lo tanto, difiere
relativas a la interacción social. Estas proposiciones son de una espe- de las teorías discretas, esto es, de las generalizaciones particula-
cie teórica compleja, aunque usen la terminología del lenguaje coti- res sobre fenómenos particulares. Un sistema teórico en el sentido
diano. La diferencia entre el uso de esta terminología en el lengua- que aquí se da -dirá Parsons- es un cuerpo de conceptos generali-
je cotidiano y el que hace de ella el sociólogo radica en que éste debe zados, lógicamente interdependientes, y de referencia empírica. Un
probar lo que dice. Por esta razón, el paso más importante para la tal sistema -concluirá- tiende, idealmente, a «cerrarse lógica-
clarificación de los problemas de la investigación sociológica es de mente», a alcanzar un estado tal de integración lógica, que cada
orden metodológico, y consiste en distinguir los problemas de obser- consecuencia lógica de cualquier combinación de proposiciones del
vación de los problemas de construcción teórica. Hecho esto -con- sistema se enuncie explícitamente en alguna otra proposición del
cluirá Rex-, resulta obvio que la definición del campo de la Socio- mismo sistema~s.Por esta razón, para Parsons, el esfuerzo funda-
logía depende, sobre todo, de la conquista de la claridad teórica^^. mental que hay que realizar en la construcción de la Sociología no
es un esfuerzo práctico, sino teórico. Los sociólogos, de acuerdo

John Rex: Problemas fundamentales de la tcoria socioldgica. Amorrortu, Buenos


Alrcli, 1968, pAgs. 79-80. 5 Talcott Parnon#:lrtiryor k toorfa socioldgica, op. cit., pdg. 184.
486 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

con esta convicción, no deben obsesionarse por obtener «resulta- do formuladas y acumuladas por un gran número de investiga-
dos» a corto plazo, ya que es precisamente del esfuerzo por lograr ciones empíricas concretas y que se encuentran muchas veces dis-
«quela Sociología alcance estatura como ciencia -dirá-... (de don- persa$.
de) será posible una utilidad práctica a niveles que superen con
El debate en torno a qué tipo de teoría es posible alcanzar
mucho los actuales~6.
actualmente en la Sociología no constituye una cuestión trivial y
Una concepción diferente sobre la labor teórica en la Sociolo- carente de alcance práctico. No se trata solamente de seguir la
gía es la que ha formulado, por ejemplo, Robert Merton, quien coin- misma lógica de actuación científica que se ha utilizado en otras
cidirá con Parsons en la importancia atribuida al desarrollo teóri- disciplinas, sino de saber qué es lo que realistamente se puede
co de la Sociología, pero postulará una vía más modesta e inmediata, hacer en el actual estado de desarrollo de los conocimientos socio-
orientada a trabajar en la construcción no de grandes teorías glo- lógicos y a partir de los medios e instrumentos analíticos actual-
bales y omnicomprensivas, sino en ateorías de alcance interme- mente disponibles.
dio)). Para Merton, la tarea fundamental de la Sociología en los
momentos actuales es desarrollar «teorías intermedias entre las Como hará notar Merton irónicamente, «decir que son necesa-
estrechas hipótesis de trabajo que se producen abundantemente rias teorías generales y teorías especiales es ser correcto y trivial:
durante las diarias rutinas de la investigación y las amplias espe- el problema es dar destino a nuestros escasos recursos». Lo impor-
culaciones que abarcan un sistema conceptual dominante del cual tante es tener en cuenta que en la práctica «la Sociología progre-
se espera que derive un número muy grande de uniformidades de sará en la medida en que su mayor interés esté en producir teorías
conducta social empíricamente observadas ... Así -dirá Merton- intermedias, y se frustrará si la atención se centra sobre la teoría
general. Creo -concluirá Merton- que nuestra principal tarea hoy
sucede a menudo en las primeras fases de una disciplina nueva,
que sus expositores declaren típicamente extravagantes pretensio- es formular teorías especiales aplicables a campos limitados de datos
nes de haber producido sistemas teóricos totales, adecuados para -teorías, por ejemplo, de dinámica de clases, de presiones de gru-
todo el campo de problemas que abarca la disciplina. Como obser- pos antagónicos, o de la corriente de poder y el ejercicio de la influen-
cia interpersonal-y no buscar inmediatamente la estructura con-
va Whitehead... es característico de una ciencia en sus primeras
etapas... ser ambiciosamente profunda en sus propósitos y trivial ceptual «integrada»suficiente para sacar de ella todas esas y otras
en el tratamiento de los detalles. Los sistemas sociológicos com- teorías~~.
pletos en la actualidad -concluirá Merton-, como en su día los La disparidad de criterios existente sobre cómo entender actual-
sistemas completos de teoría médica o de teoría química, deben mente la tarea teórica en Sociología nos lleva necesariamente a plan-
dejar el lugar a teorías intermedias menos imponentes, pero mejor tear también, y en una perspectiva más general, la cuestión con-
fundadas ~ 7 . cerniente a cuál es el verdadero estatuto de todo aquello que
Una virtualidad importante del tipo de teorías intermedias que
propone Merton es que pueden permitir unificar y sistemati-
zar muchas «hipótesis y uniformidades empíricas», que van sien- 8 El gran dinamismo que ha cobrado la investigación empírica, sobre todo en las
últimas décadas, y el carácter fragmentado y disperso de los hallazgos sociológicos,
está dando lugar a una cierta -y útil- práctica de codificación y de recopilación de
los hallazgos más sobresalientes de todas estas investigaciones empíricas. Un buen ejem-
Ibfd., pág. 317. plo de tal tipo de recopilación de hallazgos empíricos lo constituye el libro de Bernard
Robert Merton: Teorta y estructura sociales, op. cit., págs. 16 y 17. Un resumen Berelson y Gary A. Steiner: Human behavior. An inventory of Scientific Findings. Har-
útil de algunos aspectos de la discusión sobre el tema «gran teorfan versus «teorías de court, Brace & World, Nueva York, 1964, donde se recopilaron un total de 1.045 hallaz-
alcance intermedio»,puede verse, por ejemplo, en Harold Fallding: The sociological task. gos basados en datos e investigaciones empiricas.
Prentice-Hall, Londres, 1968, capltulo IV. y Robert Merton: Teorta y estructura sociales, o p . cit., pág. 19.
488 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

usualmente se califica como teoría en la práctica habitual de los propiedades suplementarias: una es que las manipulaciones y las
sociólogos contemporáneos. conclusiones se expresan en forma matemática; la otra es la ten-
dencia al reduccionismo~l~.
En este sentido, es preciso subrayar que a las dos concepciones
sobre la teoría a que acabamos de referirnos, se une una cierta Sin embargo nadie piensa que la Sociología -advertirá Lazars-
tendencia más difusa - y a la que ya hicimos mención en las pri- feld- ha llegado ya a un nivel de este tipo, ocurriendo que lo que
meras páginas de este libro- a identificar la teoría sociológica con generalmente se llama teoría social se identifica a veces con algu-
toda reflexión teórica que se ha producido a lo largo de la historia na de las siguientes operaciones:
de esta disciplina, sin que, muchas veces, exista una distinción cla- - establecimiento de esquemas clasificatorios;
ra entre la teoría, o las teorías actualmente vigentes, y la historia - formulación de conceptos «teóricos»que orientan el análisis
de la Sociología. hacia determinados hechos estratégicos;
Igualmente ocurre que, junto a estas interpretaciones sobre la - «formulación de problemas de investigación))que tienen una
teoría, los especialistas en técnicas y métodos aplicados de investi- gran importancia social;
gación a veces tienden a identificar el concepto de teoría con cual-
quier forma de generalización: «teoría-dirán por ejemplo Goode - «formulación de ideas generales acerca de la manera en que
y Hatt- se refiere a las relaciones entre hechos, o al ordenamien- se producen o pueden ser provocados los cambios sociales»;
to de los mismos en alguna forma que tenga sentido»lO. - previsiones apoyadas en descubrimientos empíricos aún no
verificados (hipótesis);
En muchos casos, especialmente en el de aquellos que se sitúan
en los terrenos sociológicos con mayor vocación práctica, el con- - .puesta en relación de unos hechos empíricos con otros
cepto de teoría tiende a utilizarse con mayor laxitud que en otras hipotéticos o ya verificados (interpretación) » 12.
ciencias, llegando a calificarse como tal a simples generalizaciones Sin minimizar la importancia de todas estas actividades para el
o regularidades sociales. Por ello resultan necesarias algunas pre- desarrollo científico de la Sociología, lo que hay que dilucidar es si
cisiones sobre este particular. todo esto puede ser considerado propiamente como teoría, o si no
Siguiendo a Lazarsfeld, podemos establecer algunos criterios que sería más correcto hablar realmente de «reflexión analítica». Refle-
nos permitan precisar qué debemos entender por teoría en Socio- xión analítica que ciertamente puede tender hacia una verdadera
logía, y de qué manera debemos hacerlo, de acuerdo con la expe- teoría, pero que actualmente no constituye otra cosa que una eta-
riencia práctica de otras ciencias. «En primer lugar -dirá Lazars- pa más en el camino hacia el desarrollo de la teoría sociológica.
feld- se establece una serie de conceptos fundamentales. Algunos En cualquier caso, la equiparación del trabajo teórico de la
de ellos se prestan a medida; otros son construcciones a pviori, cuya Sociología con el de otras disciplinas científicas presenta proble-
validez se deja al principio sin determinar. Después se definen las mas extraordinariamente complejos, no sólo por lo que se refiere a
manipulaciones a que serán sometidas estas unidades elementales, las posibilidades mayores o menores de predicción, a que ya hemos
y que permitirán sacar nuevas conclusiones, que finalmente podrán hecho referencia en las páginas anteriores, sino también debido a
verificarse haciendo observaciones concretas. En su forma más ela- los grandes problemas de «simbolización)>y «cuantificación»de los
borada -dirá Lazarsfeld- estas teorias poseen generalmente dos

l 1 Paul Lazarsfeld: .La Sociología», en J. Piaget et al.: Tendencias de la investiga-


10 William J. Goode y Paul K,Hatt: Mdtodos de investigacidn social. Trillas, MCxi- cibn en las ciencias sociaks, op. cit., págs. 330-331.
co, 1967, pAg. 17. l 2 Ibld., pAg. 331.
490 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UN A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

datos sociales. La diferencia estriba en que en otras ciencias los «aumento de las necesidades exteriores» (mejora de los instrumen-
datos «no nos llegan en bruto, sino que nos llegan ya elaborados en tos de medida y previsión en Demografía, en Economía, en Socio-
un lenguaje figuradon que los hace inteligibles y accesiblesl3. logía; así como necesidades crecientes en materias de sondeos y
encuestas, etc.); en cuarto lugar, el desarrollo de técnicas y proce-
En la mayor parte de los casos, la traducción de las realidades dimientos específicos de investigación y recogida de datos (por ejem-
sociales en términos matemáticos presenta dificultades que no tie- plo, sondeos por panel, etc.), y finalmente, junto a todo lo anterior,
nen parangón en otras ciencias. La ley de la gravedad, por ejemplo, se hará notar también el efecto de «factores institucionales» (desa-
puede formularse en términos claros, que son susceptibles de medi- rrollo de la enseñanza de la metodología, de la estadística y de la
ción y verificación empírica. Sin embargo, la elaboración de un índi- matemática) y «factores sociales» (el interés creciente de los mate-
ce de «alienación en el trabajo», o de desintegración social, no pue- máticos profesionales por «las aplicaciones de las matemáticas a
de ser objeto de una traducción y una medida tan clara, ni puede las ciencias humanas»)l6.
ser contrastado de manera fácil mediante comprobaciones empíri-
cas netamente especificadas. No obstante, a pesar de las perspectivas que pueden entreverse
para un futuro más o menos cercano, la verdad es que actualmen-
El tema de la traducción matemática de la información socio- te el trabajo sociológico se desarrolla generalmente sobre la base
lógica es, sin embargo, un tema que empieza a ser contemplado de las dos grandes perspectivas teóricas a que nos acabamos de refe-
últimamente con una nueva óptica por algunos científicos sociales. rir, cuando no lo hace sencillamente sobre la base de recopilacio-
Así, Raymond Boudon ha manifestado su convicción en que las nes de hallazgos y formulación de hipótesis, como eventual traba-
((líneas de fuerza que presiden el desarrollo de una metodología jo analítico preparatorio para el desarrollo de ulteriores formulaciones
matemática... conducirán, necesariamente, a una extensión rápida teóricas más homologables a las de otras ciencias.
de las aplicaciones de las matemáticas» a las ciencias humanas, con
el consiguiente impacto en el desarrollo de la teoría sociológica~4. A tales efectos resultan útiles las indicaciones formuladas por
«Aunque es difícil hacer previsiones concretas, disciplina por dis- Galtung, que señala una serie de criterios y dimensiones que deben
ciplina -afirmará Boudon- podemos decir que en los próximos reunir las teorías (generalidad, amplitud, evaluación de las hipóte-
años se va a asistir -salvo un cataclismo imprevisible- a un desa- sis, formalización, axiomatización, relación con otras teorías, pre-
rrollo considerable de la metodología matemática y que las cien- dicibilidad, comunicabilidad, reproducibilidad y fecundidad)l7.Estas
cias humanas van a exigir matemáticas cada vez más cornplejas~~5. indicaciones constituyen un interesante prontuario de exigencias
para el investigador social de cara a alcanzar el verdadero sentido
Para Boudon las grandes líneas de fuerza que estimularán este del trabajo científico-teórico. Pero, hoy por hoy, la verdad es que la
proceso son: en primer lugar, las investigaciones tecnológicas (desa- mayor parte del quehacer práctico de los sociólogos se produce bajo
rrollo de las calculadoras electrónicas y desarrollo técnico de las imperativos mucho más relativos, modestos e inmediatos.
propias matemáticas); en segundo lugar, el considerable desarrollo
En realidad, de todas las investigaciones empíricas que realizan
de la investigación empírica que cada vez permite disponer de una
los sociólogos en nuestros días sólo una pequeñísima parte tiene
mayor cantidad de datos; en tercer lugar, lo que él califica como
una dimensión teorética verdaderamente significativa en el sentido
que aquí estamos señalando. Lo cual permite explicar que la mayo-

l3 Hans Zetterberg: Teorfa y verificucidn en Sociologfa, op. cit., pág. 19.


14 Raymond Boudon: modelos y mctodos matemáticos», e n R. Boudon et al.: Co-
rrientes de la investigacibn en las cirnciar sociales, vol. l , Tecnos-Unesco, Madrid, 1981, lh Ibíd., pág. 81.
p6g. 81. l7 Johan Galtuny: Teorfuy mtitodos de la investigación social. Eudeba, Buenos Aires,
l u b f d . , pAg. 82. 1966, tomo 11, p6gs. 546 y SS.
492 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

ría de las investigaciones sociológicas no hayan permitido hasta la Finalmente no quisiéramos dar por concluido este epígrafe sin
fecha establecer otra cosa que una serie de generalizaciones, que hacer referencia a la manera en que el trabajo teórico y el trabajo
pueden ser clasificadas de acuerdo a tipologías como la siguiente: empírico se conectan mutuamente entre sí, no solamente desde la
((11)Asociaciones empíricas, o correlaciones de distintos grados de perspectiva más general de la lógica de la investigación científica,
variación limitada entre algunos fenómenos)) (como, por ejemplo, sino también -desde un punto de vista más inmediato, práctico y
sobre la comisión de más delitos en las ciudades que en el campo, elemental- sobre la manera en que ambos aspectos -el teórico
sobre la mayor inestabilidad de la familia urbana que la rural, etc.); entendido en un sentido laxo y el empírico-, han de concebirse
11) «Generalizaciones en las que se formulan las distintas condi- como dos caras de una misma moneda, es decir, como dos aspec-
ciones bajo las que surgen determinadas instituciones o formas tos de un mismo proceso teórico-práctico de investigación, que se
sociales» (por ejemplo, el estudio de las condiciones para el desa- complementan mutuamente, constituyendo una «guía»válida para
rrollo del capitalismo que realizó Max Weber); 111) ((Generalizacio- orientar al sociólogo en su quehacer cotidiano.
nes sobre la existencia de una asociación de los cambios que se pro-
La influencia mutua entre teoría e investigación empírica y la
ducen en determinadas instituciones con los que acontecen en otras
forma en que una y otra pueden contribuir al desarrollo del proce-
instituciones» (por ejemplo, las relaciones entre los cambios políti-
so de investigación en su conjunto ha sido puesta de relieve por la
cos, sociales y culturales, con los cambios en los sistemas de estra-
mayoría de los expertos. «La clase de relación de teoría e investi-
tificación social); IV) «Generalizaciones sobre la recurrencia de
gación -se dirá- es de contribuciones mutuas. La teoría puede
determinados ritmos o fases de varias clases» (por ejemplo, sobre
apuntar hacia áreas en que la investigación promete ser fructífera,
las «etapas»del desarrollo económico); V) ((Generalizacionessobre
puede resumir los resultados de un número de estudios determi-
las principales tendencias sobre la evolución de la humanidad en
nados y puede proporcionar la base para la explicación y la pre-
su conjunto» (como, por ejemplo, la ley de los tres estadios de Com-
dicción. Los resultados de la investigación, por otro lado, pueden
te, la teoría marxista sobre la evolución hacia una sociedad sin cla-
aclarar conceptos teóricos y pueden sugerir formulaciones teóricas
ses, etc.), y, finalmente, VI) «Las Leyes que establecen las aplica-
nuevas o extender su área en las antiguas)), «La investigación esti-
ciones sobre las asunciones referidas al comportamiento humano»,
mulada por consideraciones teóricas puede hacer surgir nuevos as-
pero en las que se acaba dejando para ulterior investigación «el pro-
pectos teóricos que, a su vez, llevan a posterior investigación y así
blema de en qué grado las asunciones se corresponden con los indefinidamente»19.
hechos, y en qué medida las desviaciones pueden ser explicadas en
relación con factores perturbadores~l8. De igual manera, el papel de la teoría en este proceso concu-
A nadie se le puede ocultar que este tipo de generalizaciones rrente es justificado en tanto en cuanto que la teoría «define las cla-
presentan unos niveles bastante distintos de complejidad analítica ses de datos que se han de obtener», «presenta un esquema de con-
y ofrecen unas posibilidades de predicción muy diversas entre sí. ceptos por medio del que se sistematizan, clasifican y relacionan
De igual manera constituyen el resultado de informaciones empíri- entre sí los fenómenos pertinentes)), «resume los hechos en: a) una
cas de diferente valor, obtenidas, a su vez, por métodos también dis- generalización empírica, y b) sistemas de generalización», «predi-
tintos. Todo lo cual, en suma, no hace sino reflejar las dificultades ce hechos» y «señala claros que hay en nuestro conocimiento)).Recí-
que existen en Sociología, y en las ciencias sociales en general, para procamente el papel de los hechos empíricos está en que «ayudan
progresar en el trabajo teórico. a iniciar teorías», «llevan a la reformulación de la teoría existente»,

' W o r r i s Ginsberg: Essays In Saclo1og.v und Social Philosophy. Penguin, Har- l 9 C. Selltiz, M. Jahoda, M. Deutsch y S . W. Cook: Métodos de investigación en las
mondsworth, 1968, pags. 46-47, relaciones sociales. Rialp, Madrid, 1965, pág. 55 1.
494 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

«son causa de rechazo de teorías que no casan con los hechos», niendo los mismos resultados, de acuerdo a unos determinados már-
((cambianel foco de orientación de la teoría», «aclaran y redefinen genes de probabilidad. Finalmente, si la hipótesis es verificada y
la teoría», e t ~ . ~ O . ratificada por los hechos, podemos decir que se ha llegado a for-
mular un principio o ley sociológica que será considerada válida y
En definitiva, podemos decir como conclusión que el proceso de aplicable si demuestra alguna utilidad práctica, y hasta que el pro-
investigación sociológica debe conjugar adecuadamente las dimen- greso de la investigación sociológica y la propia dinámica de los
siones teóricas y empíricas propias de la lógica científica. El pro- hechos sociales den lugar a una nueva ley o principio que supere y
ceso de investigación se ha de iniciar mediante la formulación de perfeccione el anterior.
hipótesis, es decir, estableciendo en forma de ley o principio algún
tipo de relaciones causales entre fenómenos y procesos sociales. Las En el plano concreto, lógicamente, el proceso de investigación
hipótesis pueden surgir o bien de la observación directa de los social es mucho más complejo y presenta más especificidades, sobre
hechos, o bien de regularidades contrastadas, o de hallazgos con- todo en la fase de vevificación, en función de las distintas -
y aun
cretos obtenidos por diversas fuentes de información, o bien pue- limitadas- técnicas de investigación disponibles. La experiencia
den deducirse de forma lógica a partir de alguna ley o principio práctica demuestra, sin embargo, que las limitaciones técnicas no
sociológico ya verificado, o de alguna teoría general, o por cual- han impedido que un buen número de sociólogos hayan podido rea-
quier otro procedimiento. Pero lo importante es que las hipótesis lizar investigaciones muy fructíferas utilizando procedimientos ana-
sean claras y específicas y que puedan ser objeto de verificación líticos muy diversos, que van, por ejemplo, desde los estudios sobre
empírica. Popper ya nos advirtió sobre esta dimensión de las hipó- las relaciones causales entre el calvinismo y el capitalismo de Max
tesis, al señalar que la hipótesis «lloverá o no lloverá mañana» no Weber, basado en informaciones y explicaciones históricas, o los
cs específica, pero sí lo es si se formula en términos concretos tales estudios de Durkheim sobre el suicidio basado en series estadísti-
como «lloverá aquí mañana». De igual manera las hipótesis serán cas y sus análisis tipológicos, hasta las recientes investigaciones
tanto más valiosas cuanto más contenido teórico tengan, y cuanto sobre la anomia, la alienación en el trabajo, o el comportamiento
mSs nos ayuden a prever y predecir hechos futuros. electoral, basadas en datos de encuestas y otras informaciones empí-
ricas sobre comportamientos y actitudes. El hilo conductor común
De acuerdo con la lógica de la investigación científica, el paso a todos estos estudios es el criterio de intentar conjugar las dos
siguiente en el proceso de estudio sociológico, consistirá en la verifica- dimensiones básicas e imprescindibles de la investigación científi-
ción de la hipótesis, o conjunto de hipótesis interconectadas en una ca: la teórica y la empírica.
teoría explicativa. Para ello es necesario definir primero con preci-
sión y claridad todas sus partes o componentes en una forma que
sea susceptible de verificación, mediante el sometimiento corres-
pondiente a las pruebas de falsación. El paso final consistirá en la
aplicación de las técnicas de investigación que permitan compro- En el capítulo diez hemos tenido ocasión de examinar las tesis
bar si los hechos casan con las hipótesis. Esta comprobación habrá de Kuhn sobre la manera en que se establecen los paradigmas cien-
de realizarse de tal forma que se prevean y se controlen otras posi- tíficos en las «ciencias maduras», y sobre la forma en que éstos son
bles influencias en los fenómenos estudiados y que resulte posible reemplazados por nuevos paradigmas de acuerdo con la lógica de
la repetición de la comprobación en las mismas condiciones, obte- las revoluciones científicas.
Las tesis de Kuhn, aunque reflejan bastante bien la manera en
que funcionan en la práctica algunas ciencias, plantean sin embar-
Williarn J. Goode y Paul K . Hatt: Metodos de investigacidn .social, op. cit., pdgs. go la cuestión de hasta qué punto este modelo explicativo puede ser
17 y SS. aplicado al conjunto de las disciplinas científicas. En el caso de la
496 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

Sociología parecen existir pocas dudas sobre su caracterización entonces en determinar si tal situación puede equipararse a la de
actual como una disciplina teóricamente plural. aquellas fases de evolución de otras ciencias en las que varios para-
El mismo Kuhn, en el prefacio a su obra La estructura de las d i g m a ~se enfrentaban y pugnaban por hacerse hegemónicos, o más
revoluciones científicas, relata la manera en que la experiencia de bien, si lo que ocurre es que un componente de pluralidad teórica
«pasar un año en una comunidad compuesta, principalmente, de forma parte de la misma lógica interna del quehacer sociológico.
científicos sociales, hizo que me enfrentara a problemas imprevis- Por lo tanto, lo que parece pertinente en nuestro caso será plante-
tos sobre las diferencias entre tales comunidades y las de los cien- ar hasta qué punto las interpretaciones de Kuhn pueden aplicarse
tíficos naturales entre quienes había recibido mi preparación. Prin- correctamente en disciplinas como la Sociología en su totalidad, o
cipalmente -dirá Kuhn- me asombré ante el número y el alcance solamente en algunos aspectos.
de los desacuerdos patentes entre los científicos sociales, sobre la Así, por ejemplo, Friedrichs ha señalado cómo el análisis de Kuhn
naturaleza de problemas y métodos científicos aceptados. Tanto la adolece de una cierta «miopía intelectual» y de una carencia de «un
historia como mis conocimientos me hicieron dudar de que quie- nivel paradigmático adicional». Su miopía se debe a su posición
nes practicaban las ciencias naturales poseyeran respuestas más fir- como observador situado en el mundo de las ciencias naturales y
mes o permanentes para esas preguntas que sus colegas en ciencias consiste -dirá Friedrichs- en no tomar en cuenta «la paradoja
sociales. Sin embargo, hasta cierto punto la práctica de la astrono- fundamental que diferencia la lógica de las ciencias sociales de la
mia, de la física, de la química o de la biología no evoca, normal- de las físicas naturales. Con el creciente percatamiento de que toda
mente, las controversias sobre fundamentos que, en la actualidad, actividad conceptual específica y empírica dentro de una ciencia
parecen a menudo endémicas, por ejemplo, entre los psicólogos o depende, en última instancia, de una Gestalt "dada" más general,
los s0ci6logos»~~. las comunidades científicas -dirá- pueden llegar a aceptar que un
Aquí no vamos a abrir de nuevo el debate sobre la validez gene- pluralismo básico es el estilo de vida apropiado para el espíritu cien-
ral de enfoques como los de Kuhn, sobre los ~paradigmascientífi- tífico, de la misma manera que la gran masa de la población de
c o s ~pero
, sí nos interesa plantear, aunque sólo sea brevemente, en Occidente ha llegado a aceptar el pluralismo en la vida cívica y reli-
quC medida estos enfoques se adecuan o se aproximan más a lo que giosa como respuesta apropiada frente a la conciencia de la natu-
puede ser el marco real en que se desarrolla la actividad científica raleza repetitiva de las revoluciones en la historia cívica. Contamos
concreta de los sociólogos. ya -afirmará Friedrichs- con algunas evidencias (aunque magras
todavía) de que esto ha empezado a ocurrir en el campo de las cien-
La translación de estos debates al campo de la Sociología cho-
cias naturales. Empero, es en el campo de las ciencias sociales don-
ca de entrada con el gran handicap de que en esta disciplina no se
de sería dable esperar que el tema del pluralismo sea el primero en
ha producido hasta la fecha una única línea de desenvolvimiento
aparecer en escenad2.
teórico-empírico predominante, de forma que, como ya señalába-
mos al principio, uno de los principales rasgos que caracterizan a El segundo problema o carencia de la teoría de Kuhn -según
la Sociología actual es el del «pluralismo teórico», o si queremos Friedrichs- es que sólo presta atención a «la imagen que los cien-
decirlo de otra manera, el de su carácter «poliparadigmático». tíficos tienen de su objeto de estudio». «Una ciencia social -dirá-
Si partimos, pues, del hecho de que la Sociología no posee actual- quizás deba enfrentar una dimensión paradigmática más impor-
mente un paradigma común y compartido, la cuestión estribara tante, si se propone aprehender o extrapolar cambios radicales en

21 Thomas S. Khun: La estructura de las revoluciones cientfficas. F.C.E.,Mbxico, 2 2 Robert Friedrichs: Socioiogla de la Sociologia. Arnorrortu, Buenos Aires, 1977,
1971, pAg. 13. pAg. 325.
LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

aquélla, al considerar el nivel correspondiente a la imagen básica tensiones que -era típico sostener- eran mutuamente excluyen-
que el científico social tiene de sí mismo como agente científico. La tes e incompatibles»24.
razón por la cual esto puede ser necesario es muy sencilla. Hay entre Con el transcurso del tiempo se han ido decantado - y desta-
los científicos sociales y su objeto de estudio una interacción mucho
cando- algunos enfoques sociológicos fundamentales, pero sin
más íntima que la que existe entre los científicos que se ocupan de embargo el desarrollo de la Sociología y la formación de los soció-
los fenómenos biológicos y físicos. Y mientras los átomos y las célu- logos continúan produciéndose en el contexto de una clara imagen
las no reciben ninguna influencia significativa de la imagen que los
de pluralismo.
físicos y los biólogos tienen de sí mismos como científicos, los fenó-
menos sociales pueden ser condicionados de manera inmediata y El estudio de Lodahl y Gordon sobre las opiniones de 1.161
profunda por la imagen que el científico social ha interiorizado con científicos (físicos, químicos, biólogos, economistas, psicólogos, poli-
respecto a la naturaleza de su actividad. En otras palabras los para- tólogos y sociólogos), que contestaron a un cuestionario enviado a
digma~que dictan a un sociólogo la concepción de su objeto de 80 departamentos universitarios en Estados Unidos, demostró que
estudio pueden ser a su vez un reflejo o una función de una ima- la Sociología era considerada por todos los grupos científicos refe-
gen más fundamental: el paradigma en cuyos términos el sociólo- ridos, incluidos los propios sociólogos, como una de las disciplinas
go se ve a sí Lo que, según el propio análisis de Frie- -junto a la Ciencia Política- que menos se aproximaba al ideal de
drichs, en la práctica da lugar también a un pluralismo a nivel de desarrollo paradigmático de la ciencia, lo que, a su vez, aparecía
autoimagen. significativamente relacionado con percepciones más críticas sobre
la enseñanza y la investigación en las disciplinas con un menor nivel
La conformación plural de la Sociología en realidad hunde sus de desarrollo paradigmático25.
raíces en los mismos orígenes de su existencia como disciplina dife-
renciada. Como ya hemos visto, sus inicios corrieron paralelos a un Esta situación refleja no sólo el grado real de pluralismo teóri-
esfuerzo singular por justificar y legitimar el nuevo campo del saber co que continúa persistiendo en el funcionamiento práctico de la
por medio de la construcción de complejos «sistemas»teóricos, en Sociología, sino que responde también a la vocación de muchos
un cierto intento, consciente o inconsciente, de ofrecer una imagen sociólogos por defender y presentar tal pluralismo como una de las
aparente de similitud con otras ciencias. características fundamentales de esta disciplina. Ésta es la opinión,
por ejemplo, de BIau, cuando subraya que «la diversidad y plurali-
Por ello el siglo XIX ha sido calificado a veces como «el siglo dad de enfoques tiende a ser una de las principales fuentes para el
de los sistemas sociológicos~.«Una irreverencia trivial -apunta- desarrollo del conocimiento sistemáticon26, y de Merton cuando
rá Merton- nos tentaría a sacar la conclusión de que, en este tem- insiste en reivindicar el pluralismo como «el estado cognoscitivo
prano período, había tantos sistemas sociológicos como sociólo- más apropiado para la Sociología a largo plazo. Por la sencilla razón
gos. Pero, por supuesto, no era así. La misma multiplicidad de -dirá- de que ninguna orientación teórica con pretensión de abar-
sistemas, cada uno de los cuales pretendía ser la Sociología genui-
na, llevó de modo bastante natural a la formación de escuelas, con
sus maestros, sus discípulos y sus epígonos. La Sociología no s610
se diferenció de otras disciplinas, sino que también se diferencid 24 Robert K. Merton: «Conflicto social por los estilos de la labor sociológica», en

internamente. Pero no para dar origen a especializaciones, sino R. K. Merton: La Sociología de la ciencia, op. cit., tomo 1, pág. 98.
2 5 Janice B. Lodahl y Gerald Gordon: «The structure of scientific fields and the
en forma de pretensiones rivales a la legitimidad intelectual, pre- functioning of University Graduate Departments~,Arnerican Sociological Review, 1972,
vol. 38, págs. 57-72.
26 Peter M. Blau: uDivrrue vicws oí' social structure and their Common Denomi-
nator)), en P. M . Blau y R, K, Mcrtoii (cds.): Continuities in structural inquivy. Sage
Publicaiions, Londres,1981, plg, l .
carlo todo y mantenerlo todo firmemente unido, ha demostrado ser de aprender, aun de un Newton, tiene un límite. Una vez entendi-
capaz de identificar y de enfrentarse con la gran cantidad de pro- dos los puntos fundamentales de los Principia, es poco probable que
blemas que requieren ser investigados con detalle. Parece que lo su relectura le ofrezca, como físico, mucho más. ¡Cuán diferente es
que ocurre, más bien -dirá- es que las diversas orientaciones teó- la relación de un sociólogo con un Simmel o un Durkheim! La lec-
ricas resultan eficaces en variado grado para enfrentarse con dis- tura directa será siempre provechosa, siempre dará como resulta-
tintos tipos y aspectos, de los problemas sociales~27. do la adquisición de una información fecunda, capaz de ensanchar
los horizontes del lector. Proceso semejante al del artista contem-
En tal sentido es en el que muchos teóricos sociales consideran
poráneo que se enfrasca en el estudio de la arquitectura medieval,
que el pluralismo teórico de la Sociología no debe interpretarse
como un indicador de sub-desarrollo científico, sino como un ras- el soneto isabelino o las pinturas de Matisse. Tal es la esencia de la
historia del arte y la razón de que la historia de la Sociología sea
go adecuado que se deriva de la singularidad de su propio objeto
tan diferente de la historia de la ciencia~29.
dc estudio, que, por lo tanto, puede ser abordado en mejores con-
diciones a partir de enfoques plurales. Sin embargo la peculiar característica de considerar la historia
En la medida, pues, en que las diferencias de perspectivas con- de la Sociología casi en un mismo plano de significatividad-el fenó-
ducen a prestar mayor atención a una pluralidad de cuestiones y meno de la .actualidad viva» de los clásicos al que nos referimos al
en la medida. también, en que la diversidad de enfoques lleva a con- principio de este libro- puede llegar a tener unos efectos desorien-
siderar más o menos prevalentemente distintos aspectos de la mis- tadores entre los estudiantes de Sociología, especialmente cuando
mu rcalidad, el resultado final es que la diversidad de las teorías la historia no se acota ni se pondera adecuadamente en su pers-
sociolOgicas «frecuentemente resultan complementarias más que pectiva temporal. Una indiferenciación excesiva puede dar lugar así
contrudictorias~28. a un problema práctico, ya que ni es factible enseñar la Sociología
El prcdicamento de este tipo de interpretaciones entre los sociólo- en lo que tiene de común a partir del conocimiento preciso de todos
gas queda reflejado por la práctica bastante generalizada entre los los antecedentes que es posible identificar en el pensamiento social,
profesores de Sociología de no organizar la enseñanza de su disci- ni su historia es un proceso plano, sin avances ni desarrollos30.
plina en el marco de enfoques paradigmáticos cerrados, sino más Para el estudiante de Sociología, pues, lo fundamental es ser ade-
bien a partir de esquemas de instrucción en los que se considera cuadamente instruido en el conocimiento de los principales enfo-
que el estudiante debe conocer con cierto detalle las principales ques teóricos operantes en el quehacer sociológico, en la manera
corrientes e interpretaciones teóricas que se han producido a lo lar- precisa en que esto se realiza en la actualidad. Lo que nos lleva a
go de la historia de la Sociología. Es decir, el estudiante debe tener plantear la pregunta de cuáles son los límites y la extensión del plu-
una formación amplia, que le permita estar informado sobre los ralismo sociológico actual.
diferentes enfoques y opiniones, para poder valorar y considerar las
distintas facetas de las cuestiones abordadas y fraguarse, así, sus
propios criterios.
29 Robert Nisbet: La formación del pensamiento sociológico. Amorrortu, Buenos Ai-
Como dirá Nisbet, «éste es el rasgo que diferencia a la Sociolo- res, 1969, pág. 36.
gfa de algunas ciencias físico-naturales. Lo que el físico joven pue- 30 Sobre la discusión en torno al papel que actualmente juegan los clásicos de la
Sociología y sobre la extensión con la que debe entenderse el propio ámbito de los clá-
sicos, vid. Charles Camic: «On the methodology of the History of Sociology», American
Journal of Sociology, 198 1 , vol., 86, págs. 1 139-1 144, así como el artículo de Robert Alun
27 Robert K. Merton: ~Rernarkson theorethical pluralisrn», en P. M. BIau y R. K. Jones, «Onunderstanding a Sociological Ciassicn, American Journal o f Sociology, 1977,
Mcrton (eds.): Continuities in strirctural inquiry, o p . cit., piíg. l. vol. 82, págs. 279-319, y Buford Rhca (ed.):The fufure o f sociological classics. George
2H Ibld., p6g. IV. Allen & Unwin, Londres, 1981.
LA EXPLICACIÓN SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

En principio el pluralismo sociológico no tiene más límites que ciencia sociológica: el único criterio de esta pertenencia reside, en
los que impone el desarrollo del quehacer práctico de la sociología realidad -dirán-, en la aplicación de los principios fundamenta-
y su traducción en la literatura pertinente. Por esta razón hay quie- les de la teoría del conocimiento sociológico que, en tanto tal, de
nes, como por ejemplo Wallace, identifican once enfoques diferen- ningún modo separa a autores a los que todo aleja en el plano de
tes en la teoría sociológica contemporánea31, o como Ken Menzies, la teoría del sistema social. Aunque la mayoría de los autores han
que en su amplia investigación empírica ya referida en el capítulo llegado a confundir su teoría particular del sistema social con la
nueve, inventarió 18 enfoques fundamentales. teoría del conocimiento de lo social que abrazaban, por lo menos
A su vez, en el otro extremo de estas interpretaciones plurales, implícitamente en su práctica sociológica, el proyecto epistemoló-
no faltan quienes consideran que solamente existen dos bloques gico puede permitirse esa distinción preliminar para vincular auto-
paradigmáticos: la Sociología del consenso, que se identifica con el res cuyas oposiciones doctrinarias ocultan el acuerdo epistemoló-
enfoque funcionalista y la sociología del conflicto, que se identifi- gicon32.
ca básicamente con el marxismo. Igualmente, hay quienes consideran que la discusión mono-para-
digma versus multi-paradigma desconoce los distintos niveles a los
Estas dos visiones reflejan, al menos potencialmente, orienta-
que el mismo Kuhn sitúa el tema de los paradigmas, así como los
ciones claramente distintas ante las posibilidades de un futuro desa-
rrollo paradigmático de la Sociología. Desde la perspectiva de los distintos cortes, a partir de los que es posible analizar la realidad
que contemplan un panorama de gran diversidad teórica es evidente social. Así, por ejemplo, George Ritzer ha reivindicado la primera
que resulta imposible, o muy difícil, prever a corto plazo un desa- interpretación de Kuhn del concepto de paradigma como «matriz
i.rollo monoparadigmático de la Sociología. Por el contrario, desde disciplinal~33,para proclamar la existencia de un paradigma socio-
lógico m e t a t e ó r i ~ o ~ ~ .
las 6pticas que reducen el panorama sociológico solamente a dos o
tres enfoques antagónicos y enfrentados, la posibilidad de una evo- «Mantengo-dirá Ritzer- que hay cuatro niveles fundamenta-
Ii~ciónde la Sociología en la perspectiva apuntada por Kuhn resul- les de la realidad social que están formados por la intersección de
ta más verosímil, especialmente en la medida en que de la con- dos continuos sociológicos básicos: el objetivo (real materia1)lsub-
frontación actual pueda salir vencedor uno de estos paradigmas, o
en la medida en que de tal enfrentamiento surjan nuevos enfoques
con capacidad suficiente como para afirmarse hegemónicamente.
32 P. Bordieu, J. C. Chamboredon y J. C. Passeron: El oficio de socióbgo. Siglo XXI,
No obstante, hay quienes contemplan el pluralismo teórico de Madrid, 1976, pág. 16.
33 Kuhn diferencia dos formas de considerar el concepto de paradigma: o bien
la Sociología actual solamente como un aspecto secundario de una
como «matriz disciplinar3 («elementos ordenados de varios tipos, cada uno de los cua-
situación en la que es posible identificar otros elementos de iden- les requiere una especificación posterior que forman parte de la matriz común de los
tidad más importantes, como son los metodológicos. Ésta es la inter- participantes en una comunidad científica.; las matrices disciplínales están formadas
pretación que apuntan Bourdieu, Chamboredon y Passeron, cuan- -dirá Kuhn- por las «generalizaciones simbólicas», las ((partes metafísicas del para-
do afirman que el problema de la «filiación de una investigación digma., es decir, los acuerdos de los científicos sobre una serie de ((creenciasen mode-
los particulares» que ((proporcionan al grupo las analogías y metáforas preferidas o
sociológica a una teoría particular acerca de lo social, la de Marx, permisibles)),y los valores compartidos sobre las características y condiciones del hacer
la de Weber, o la de Durkheim, por ejemplo, es siempre secundario científico, tales como el valor de la exactitud, la simplicidad, la plausibilidad, etc.). El
respecto del problema de la pertenencia de esta investigación a la segundo sentido fundamental del concepto de paradigma entiende éste como «ejem-
plares (o ejemplos compartidos) de lo realizado en el pasado» (teorías y métodos y
reglas para resolver los problemas propios del quehacer científico). (T. S. Kuhn: La
estructura de las revoluciones científicas, op. cit., Post-data de 1969, págs. 268 y SS.).
34 George Ritzer: ((Paradigmanalysis in Sociology: clarifying the issues)),American
Sociological Review, abril 1981, vol. 46, n." 2, pág. 245.
504 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

jetivo (existente en el reino de las ideas); y el macroscópico (gran verdaderamente existente está recogido en su esquema. Pero, a su
escala)/microscópico (pequeña escala)... Esta conceptualización de vez, junto a esta objeción, habría que preguntarse también hasta
los cuatro principales niveles de la realidad social -dirá Ritzer- qué punto lo que hace Ritzer con su intento de ofrecer una imagen
no sólo nos ayuda a comprender los paradigmas existentes, sino paradigmática integrada de la Sociología no es realmente otra cosa
que también perfila la necesidad de un nuevo y más integrado para- que proporcionar la simple descripción de un campus profesional
digma sociológico. El paradigma de los hechos sociales (social facts) común, en el que se anotan, uno tras otro, los principales enfoques
se ocupa de los niveles macro-objetivo y macro-subjetivo. El para- teóricos que operan en la práctica sociológica, con su diferente aten-
digma de la definición social (social definition) se ocupa de lo micro- ción a los distintos planos de la realidad (lo macro, lo micro, lo
subjetivo, así como de parte del mundo de lo micro-objetivo que se objetivo y lo subjetivo).
relaciona con los procesos mentales (acción). El paradigma con-
La pregunta central que queda en el aire, de esta manera, es si
ductista (social behavior) se ocupa de aquella parte del mundo mi-
la inexistencia de un coy?us teórico integrado y único debe consi-
cro-objetivo que no implica procesos conscientes (conducta). Estos
derarse como un rasgo coyuntural o temporal de la Sociología, o
paradigmas -concluirá Ritzer- constituyen un corte horizontal de
más bien como un componente constitutivo de su forma de ser, que
la realidad social, mientras que el paradigma integrado establece
suscita dudas sobre su verdadera cientificidad.
un corte vertical»35(vid. gráfico 1).
No han faltado, incluso, los que han sugerido, como Salvador
Giner, que el problema que plantea la coexistencia de ala cienti-
ficidad de la Sociología con sus considerables variedades teóri-
cas», quizás se pueda solucionar «si partimos de la aceptación de
que la ciencia social posee un doble enraizamiento en las dos esfe-
ras del conocimiento humano: la racional y la afectiva. La pri-
mera -dirá Giner- hace posible la ciencia, la cuantificación y el
Hechos sociales tratamiento lógico y objetivo de la experiencia, mientras que la
segunda nos proporciona un saber vivencia1 y credencial sobre esa
misma experiencia, que se materializa en formas estéticas y mora-
les... Aceptar la dualidad de la naturaleza humana conlleva recono-
cer que la Sociología tiene que ser necesariamente una disciplina
pluralista. El pluralismo significa que la Sociología, todo y con
haber conseguido acumular conocimientos científicos y avanzar
el saber racional sobre el propio campo, no puede sino expresar-
La propuesta de Ritzer constituye una aportación sugerente, aun- se en forma de una serie de teorías que, a menudo, pretenden
que se pueden plantear algunos interrogantes sobre su verdadero explicar la misma zona de realidad de modos hipotéticos y diver-
alcance. Estos interrogantes tienen que ver en primer lugar con la gentes~~~.
verdadera «capacidad» de su esquema para recoger toda la com-
plejidad teórica de la Sociología actual, y toda la diversidad de sus En suma, pues, el pluralismo teórico de la Sociología puede
campos de estudio. Es decir, no todo el pluralismo de la Sociología ser explicado y justificado, de diversas maneras y en función de

36 Salvador Giner: El progreso de la conciencia sociológica. Península, Barcelona,


1974, pAgs. 18-20.
506 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

distintas metodologías y consideraciones sustantivas que tienen EJERCICIOS Y T ~ P I C O PARA


S LA R E F L E X I ~ N
que ver con algunos rasgos característicos importantes de la Socio-
logía37. Por ello, lo que habría que hacer para dar por zanjado 1) ¿Cuáles son las características básicas y la finalidad de la
este debate, quizás, no es tanto debatir el tema de la caracteri- ciencia?
zación multiparadigmática de la Sociología38, sino, como apunta 2) ¿Por qué las experiencias sobre caídas de graves realizadas
Urry, cuestionarse la misma pertinencia de discutir su cientifici- por Juan Filipón mil años antes de Galileo, resultaron a la
dad precisamente en los estrictos términos formulados por Tho- larga irrelevantes?
mas K ~ h n ~ ~ .
3) ¿Qué es lo que validó a la larga el carácter científico de la
Sociología? Justificar la respuesta.
4) ¿De qué manera deben entenderse los hechos sociales? Hacer
un esquema con los diferentes postulados implícitos en una
concepción dialéctica sobre los hechos sociales.
5) {Quédificultades tiene actualmente la Sociología para lograr
un acople entre la dimensión teórica y la empírica?
6) ¿Por qué los padres fundadores y las primeras generaciones
de sociólogos pusieron tanto énfasis en las construcciones
teóricas?
7) ¿Quiénes sostienen actualmente la necesidad de trabajar en
la construcción de una «gran teoría» sociológica? ¿Cómo y
por qué se justifica esta propuesta? ¿Qué se entiende por
«gran teoría».
8) ¿En qué consisten las ateorías de alcance medio» que pos-
tula Merton? ¿En qué se basa su defensa de este tipo de teo-
rías? ¿Cuáles son sus ventajas?
9) {Con qué se suele identificar a veces el concepto de teoría
en la práctica sociológica, según Lazarsfeld? Señalar las dife-
rencias.
10) ¿Qué problemas de traducción matemática existen actual-
mente en la Sociología?
37 Christopher G. A. Bryant: «Kuhn, paradigms and Sociology~,The British Jour- 11) ¿Qué grandes líneas de fuerza pueden estimular el desarro-
nal of Socioiogy, 1975, vol. XXVI, págs. 354 y 359. llo de la metodología matemática en las ciencias sociales
Un resumen de la discusión sobre este tema puede verse en Manuel Garcfa Fe-
rrando: «La Sociología. ¿Una ciencia multiparadigmática?»,en José Jiménez Blanco y según Boudon?
Carlos Moya (eds.):Teorfa socioldgica contemporánea, op. cit., p8gs. 445-464.
39 John Urry: uThomas S. Kuhn as sociologist of Knowledgea, The British Journal
12) iQuC características y dimensiones deben reunir las teorías
of'Sociolog,y, 1973, vol. XXIV,pAgri. 462-473. segdn Gal tung?
508 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA S O C I O L O G ~

13) ¿A qué tipo de resultados teóricos, o a que clase de generaliza-


ciones, se ha podido llegar hasta ahora en la Sociología?
Hacer un esquema y poner ejemplos. .
14) ¿De qué manera la teoría y la investigación empírica se influ-
yen y se estimulan mutuamente entre sí en el quehacer socio-
lógico? Hacer una lista de las influencias y del papel que
cada una tiene en el proceso investigador.
15) ¿Por qué no existe actualmente en la Sociología un único 13
CAPÍTULO
paradigma teórico?
16) ¿Son aplicables las concepciones de Kuhn sobre los paradig-
mas científicos a la Sociología? ¿Qué críticas ha formulado
LA SOCIOLOGÍAY LOS VALORES
Friedrichs a los análisis de Kuhn? Valorar unas y otras inter-
pretaciones.
17) Según las opiniones de los científicos, ¿cuáles son las discipli-
nas que menos se aproximan al ideal de desarrollo mono-
paradigmático?
18) ¿Con qué argumentos se ha explicado y defendido el plura-
lismo teórico de la Sociología?
19) ¿Por qué razones se justifica la conveniencia de que los estu-
diantes de Sociología conozcan el pensamiento de los ~ c l á -
sicos»?
20) ¿Cuántas teorías diferentes pueden identificarse en la Sociolo-
gía actual? {Qué consecuencias e implicaciones tienen las
diferentes percepciones sobre el diverso grado de pluralis-
mo existente en la Sociología?
21) Resumir y valorar la propuesta de Ritzer sobre la posible
existencia de un paradigma sociológico metateórico. {Qué
críticas se pueden formular a su propuesta?
22) {Es pertinente discutir la cientificidad de la Sociología en
los estrictos términos de la concepción sobre los paradig-
mas científicos formulada por Thomas Kuhn? ¿Por qué?
Para completar la visión que estamos trazando sobre la Socio-
logía como ciencia, nos resta considerar aquí la controvertida cues-
tión de la relación entre la Sociología y los valores.
Como ya vimos, uno de los requisitos previos para el surgimiento
de la Sociología fue la disposición a considerar los fenómenos socia-
les al margen de cualquier referente moral o religioso. De la mis-
ma manera que la Ciencia Política surgió cuando Maquiavelo se
planteó la política en el terreno específico de lo que es y no en el
de lo que debería ser -dando así lugar a la formalización de una
rama del saber autónoma de la religión y de la moral-, de igual
manera la Sociología surgió a partir de la disposición a estudiar los
fenómenos sociales tales como son -como «cosas»,decía Durk-
heim- y no como el sociólogo considera que deberían ser.
El proceso de surgimiento de la Sociología tuvo lugar bajo el
imperativo de la diferenciación de los ámbitos de lo que es y de lo
que debe ser, tanto desde la perspectiva de la separación de sabe-
res que se produjo por la vía de especialización ya referida (de lo
moral-religioso-político-económico-sociológico),como desde la pers-
pectiva más general de la lógica del análisis empírico de lo dado,
en cuanto que este tipo de análisis forma parte de los supuestos
metodológicos generales de una forma de conocimiento que recha-
za los prejuicios, la tradición, el principio de autoridad, o cualquier
referente de creencias o valoraciones como base de un conocimiento
científico.
Pero el estudioso de los hechos sociales-humanos es también un
ser humano que tiene sus propias ideas y valores y al que le resul-
ta imposible enfrentarse con realidades próximas con una total frial-
dad y distanciamiento. Por esta razón, en este capítulo vamos a ana-
1,A SOCIOLOC~AY LOS VALOJtES 5 13

lizar, en primer lugar, la manera en que en la Sociología se ha resuel- quedara prevenida contra los riesgos del subjetivismo y de la defor-
to metodológicamente la cuestión de la relación con los valores y, mación.
en segundo lugar, la forma en que puede entenderse actualmente el Sin embargo, la compleja dialéctica de identidades y relaciones
«compromiso»de los sociólogos. que se produce en la investigación sociológica entre objeto y suje-
to -como observador y como parte de lo observado, a la vez-, da
lugar a problemas de indudable entidad, que no pueden despacharse
1 . I<I,DEBATE SOBRE LA SOCIOLOGIA fácilmente.
COMO CIENCIA LIBRE DE VALORES El científico que observa y estudia fenómenos físicos, o quími-
A partir de los criterios metodológicos generales y del marco de cos, o de cualquier otra índole diferenciada de la realidad humana,
intenciones en que se situó el surgimiento de la Sociología, parece se encuentra en una situación biográfica separable de sus univer-
16gico pensar que desde sus mismos inicios debería haber resuelto sos de atención científica. Es un observador suficientemente «dis-
el tema de su relación con el mundo de los valores, precisamente tanciado~,capaz de desarrollar su trabajo de acuerdo con unos
delimitando dos planos perfectamente diferenciados: el plano de los requisitos mínimos de neutralidad e imparcialidad. Pero jes esto
hcchos objetivos y el plano de las opiniones o los criterios. La lógi- posible en el caso de los científicos sociales?
cu dc la diferenciación de la Sociología como saber autónomo y la Esta pregunta ha merecido respuestas muy diversas y ha dado
misma lógica del método científico así parecían requerirlo. lugar a un buen número de sugerencias y de propuestas metodoló-
gicas concretas, orientadas a intentar hacer posible garantizar el
Sin embargo, la verdad es que el debate sobre la Sociología y
máximo de objetividad, en un tipo de conocimiento, como el socio-
los valores ha sido una de las cuestiones más controvertidas en toda
lógico, en cuyo campo de referencia se encuentran implícitos indu-
la historia de esta disciplina. Desde el propio Comte, la Sociología
dables componentes dotados de sentido, y por lo tanto de subjeti-
ha arrastrado la influencia de un doble y contradictorio proceso de
vidad.
referencias: la pretensión de escrupulosa imparcialidad científica
(con un total respeto por los métodos objetivos de conocimiento), Alfred Schutz, por ejemplo, ha puesto el acento en la necesidad
y la vocación de reconstrucción, recomposición, reordenación, con- de distinguir entre la actitud de distanciamiento y de ecuanimidad
solidación, alteración, etc., del orden social (con sus implicaciones del científico como observador neutral del mundo social y la que,
latentes o expresas relacionadas con los diversos proyectos perso- a su vez, puede tener como ser humano particular que opera en
nales o grupales a ellos asociados). otros escenarios sociales concretos. «Una cosa -dirá Schutz- es
abordar la ciencia y los asuntos científicos dentro del mundo social,
A esta altura de nuestra exposición resulta casi ocioso recordar
y otra la actitud científica específica que debe adoptar el especia-
que el conocimiento científico exige una inequívoca disposición a
lista hacia su objeto de conocimiento... Al resolverse a adoptar la
la objetividad y que no hay conocimiento científico posible cuando
actitud neutral de un observador científico ..., el especialista en cien-
el investigador se deja llevar por sus prejuicios, inclinaciones y sim-
cias sociales se separa de su situación biográfica dentro del mun-
patías a la hora de seleccionar o registrar los «datos relevantes»
do social. Lo que se presupone en la situación biográfica de la vida
para su investigación. cotidiana puede hacerse discutible para el científico, y viceversa; lo
Precisamente por ello se considera que tanto el ethos científi- que en un nivel parece muy significativo puede no serlo en absolu-
co, al que nos referimos en el capítulo 10, como los propios requi- to en el otro. El centro de la orientación cambia radicalmente, y
sitos de la lógica de investigación científica, deberían ser capaces con él la jerarquía de planes y proyectos. Al decidirse a llevar a cabo
de «activar»los mecanismos autocorrectores suficientes como para un plan de labor científica regido por la búsqueda desinteresada de
que toda indagación efectuada a partir de tales planteamientos la verdad de acuerdo con reglas preestablecidas, que reciben el nom-
LA EXPLICACIÓNSOCIOLÓGICA:UNA INTRODUCCIÓNA LA SOCIOLOG~A
LA SOCIOLOGIA Y LOS VALORES
5 15

bre de método científico, el hombre de ciencia penetra en un cam-


El ethos científico, al que nos hemos referido anteriormente, en
po de conocimiento preorganizado... Este marco constituye su "estar
bastantes casos es más bien un desideratum a alcanzar que un des-
en una situación científica" que reemplaza a su situación biográfi-
criptor objetivo de la manera en que se produce el funcionamiento
ca como ser humano dentro del mundo»'.
científico práctico en la mayor parte de los lugares.
Sin embargo. la presunción de que es posible alcanzar la obje-
Sin embargo, antes de entrar a considerar específicamente - y
tividad y la neutralidad necesaria para el conocimiento cientifico,
más allá de los referentes generales de aspiración a la objetividad-
mediante una especie de proceso de reemplazo de los componen-
esta problemática, parece necesario hacer algunas precisiones pre-
tes de una «situación biográfica personal)),por una «situación cien-
vias sobre qué es lo que realmente puede entenderse por (~influen-
tífica)),supuestamente garantizadora de una .distante ecuanimi-
cia de los valores» en el quehacer sociológico, ya que en esta refe-
dad., constituye una forma exagerada de plantear la posibilidad
rencia general pueden estar implícitas muchas más cuestiones de
de un desdoblamiento problemático, y no siempre fácil. Y tam-
las que a primera vista pudiera parecer.
bien supone partir del supuesto de que toda comunidad científi-
ca, con su corpus de conocimientos establecidos, puede considerarse En primer lugar, como ha señalado Abraham Edel, para lograr
totalmente exenta de prejuicios y elementos valorativos extra-cien- un tratamiento adecuado de esta problemática en toda su comple-
ltficos. jidad, se precisa «como mínimo refinamientos que, al menos, nos
permitan determinar... cuatro conceptos valorativos (finalidad, acti-
En contraste con esta presentación «idealizada»de los hechos,
tud favorable, importancia y deber), los múltiples significados de
la experiencia concreta demuestra que los prejuicios y los ele-
mentos valorativos extra-científicos pueden penetrar en el mundo ciencia (al menos la distinción entre ciencia pura, ciencia aplicada
científico de muchas formas, desde la misma elección preferente
y acción social) y nuestros tres modos de inserción (finalidad exter-
na, influencia interna y parámetro valorativo), así como conceptos
de unos temas sobre otros, hasta la fijación más o menos rígida
análogos para la inserción de la ciencia en los valor es^^.
de prioridades en función de metas políticas (especialmente en los
sistemas totalitarios), desde las sutiles formas de establecimiento Es decir, junto a la polivalencia de significados del concepto
de redes de control e influencias por escuelas, por grupos de inte- valor es^, y la diversidad de perspectivas desde las que se puede
res y por partidarios de unos u otros paradigmas científicos, has- entender la ciencia, hay que tener en cuenta que los valores pue-
ta el desarrollo de mecanismos ideológicos de exclusión y ostra- den estar influyendo en las ciencias sociales de maneras muy dis-
cismo, sin olvidarnos de las filtraciones formales y de las exigencias tintas y no siempre suficientemente explicitadas. Algunos de estos
de adscripciones que se producen en determinados sistemas polí- valores tienen sus orígenes y su razón de ser en la lógica interna
ticos. de funcionamiento de los científicos, otros son introducidos des-
Por lo tanto, la objetividad y la imparcialidad del cientifico social de fuera, en forma de estímulos económicos para investigar unos
no viene garantizada per se, simplemente a partir del desempeño u otros temas, exclusiones, sanciones sociales, etc. Otros -lo que
de su papel como tal en las coordenadas de la propia lógica del Edel llama xparámetros valorativosn- operan a través de la aima-
operar científico en el seno de una determinada comunidad pro- gen específica de la naturaleza humanan que implica toda teoría
fesional. social.

' Alfred Schutz: El problema de la nalldad soclal. Amorrortu, Buenos Aires, 1974,
pdgs. 62-63.
2 Abraham Edel: «Ciencia social y valores: un estudio de sus interrelacionesw,
en 1. L. Horowitz (ed.): La nueva Sociologia. Amorrortu, Buenos Aires, 1969, vol. 1,
p8g. 255.
LA sOCIOLOGÍA Y LOS VALORES 5 17

En segundo lugar, es preciso recordar que buena parte de la dados específicamente para ello; que los sociólogos no deben expre-
discusión sobre el tema de la Sociología y los valores arranca del sar abiertamente sus opiniones; que los profesores de Sociología no
postulado a favor de una Sociología libre de valores que, a partir deben «utilizar» su docencia para exponer y divulgar sus ideologí-
del famoso alegato de Max Weber, ha venido siendo uno de los estan- as y opiniones particulares sobre las soluciones a los problemas
dartes más fervorosamente empuñados en algunos círculos socio- estudiados, etc.
lógicos influyentes. La importancia que ha tenido la famosa formulación de Weber
Sin embargo, como ha señalado Gouldner, la historia de este sobre esta cuestión, nos obliga a recordar la forma y el modo con-
postulado ha acabado dando lugar a una cierta confusión. «Metemo creto en que el propio Max Weber planteó el postulado de la «neu-
-dirá Gouldner- que muchos sociólogos actuales al concebir la tralidad valorativa» de la Sociología, más allá de las exageraciones
ciencia social como libre de valores, aluden a cosas muy diferen- apologéticas en que acabaron derivando algunos de sus epígonos.
tes; que muchos sostienen estas creencias dogmáticamente, sin haber Lo primero que hay que tener en cuenta es el contexto en que
examinado con seriedad las bases de su confiabilidad, y que algu- se produjo - y con qué intenciones- el famoso alegato de Weber
nos abogan por una Sociología libre de valores de manera ritual, intitulado «El sentido de la neutralidad valorativa de las ciencias
sin tener idea clara de lo que ello puede significad. sociológicas y económicas».
En definitiva Gouldner sostendrá que la demostración de que el La primera versión de este célebre texto se redactó, según refie-
postulado de la Sociología libre de valores se ha convertido en «un re el mismo Weber, con destino a «una discusión interna para la
mito de grupo»,queda evidenciado por la pluralidad de maneras en reunión de 1913 del Verein für So.~ialpolitik»~, en la que Weber se
que tal postulado es entendido por unos u otros sociólogos, escue- opuso a los criterios defendidos principalmente por Scholler sobre
las y grupos. la intervención y proyección política de los científicos sociales. Lo
Entre las diversas maneras en que puede ser entendido este que se discutía en aquel foro no era otra cosa que la pertinencia de
postulado Gouldner se referirá a las siguientes: la idea de que la que los científicos sociales «en la enseñanza académica hicieran
Sociología es - o debe ser- una disciplina que «excluye con todo profesión de las propias valoraciones prácticas, fundadas en la éti-
éxito los supuestos no científicos, al elegir, estudiar e informar sobre ca, en los ideales culturales, o bien en una concepción del mundon5.
un problema*; que los sociólogos «no hacen, no pueden, o no deben Weber en este debate adoptó una posición-que por cierto enton-
emitir juicios de valor concernientes a cosas ajenas a su esfera de ces resultó minoritaria- a favor de que se distinguiera claramente
competencia técnica*; «que los sociólogos son o deben ser indife- entre las cuestiones puramente empíricas y las valoraciones prác-
rentes a las aplicaciones morales de su labor»; que los sociólogos ticas, de forma que no se produjera una mezcolanza confusa de
s610 pueden formular juicios de valor señalando expresamente que ambos elementos con el único fin de atraer más alumnos a las aulas.
éstos son diferentes de los «enunciados fácticos»; que los sociólo- Weber consideraba aceptable la idea de que la cátedra se ocupase
gos no pueden deducir lógicamente valores a partir de los hechos; de ambas cuestiones, «y ello a partir -observará- de la perspec-
que los sociólogos no deben expresar «sentimientos» a favor o en tiva subjetiva de sus propios eventuales sostenedores, sólo si el
contra de las cosas que estudian; que los sociólogos no deben plan- docente se impone como deber absoluto, en cada caso singular, aun
tear las consecuencias de ciertos hechos, o sus opiniones sobre las
soluciones a ciertos problemas sociales, a no ser que sean deman-
4 Max Weber: «El sentido de la neutralidad valorativa de las ciencias sociológicas
y económicas»,en Max Weber: Ensayos sobre metodología sociológica. Amorrortu, Bue-
3 Alvin W. Gouldner: *El antimlnotauro. El mlto de una Sociologla no valorativan, nos Aires, 1978, pág. 222.
en La Sociologia actual: renovacidn y crlllca. Allunzu, Madrid, 1979, p6gs. 17-1 8. V b l d . , p4g. 222.
a riesgo de volver más insípida su exposición, mantener inexora- res, presentando la dualización que implicaba entre hechos y valo-
blemente en claro ante sus oyentes y, lo que es esencial, ante sí mis- res como un desgarro de la realidad, como una mala solución a la
mo, cuáles de sus aseveraciones corresponden a hechos deducidos dialéctica entre las dos tradiciones más profundas del pensamien-
lógicamente o empíricamente observados, y cuáles a valoraciones to occidental: la que descansa en la razón y la que descansa en la
prácticas. Hacerlo es, en mi opinión -dirá Weber-, y reconocida fe. Igualmente presentará la reflexión de Weber sobre este tema
la separación lógica de ambas esferas, un mandato de honestidad como surgida del desgarro entre la confrontación de dos pulsiones
intelectual; en este caso, es lo mínimo que puede exigirsenb. (razón y pasión); Weber «deseaba-dirá- una obra escrita por un
Esta propuesta, que constituía el punto de arranque del men- clásico, pero representada por románticos», pero su solución care-
cionado texto, condujo a Weber a plantear, como algo perfectamente cía de la convicción de ser otra cosa -añadirá- que una treguag.
diferenciado de lo anterior, el tema de «la discusión puramente lógi- Finalmente, Gouldner acabará señalando un cierto paralelismo
ca del papel que las valoraciones desempeñan en disciplinas empí- entre los supuestos de que parte el postulado de la neutralidad valo-
ricas como la Sociología y la Economía Política~7. rativa de la Sociología con la teoría averroísta de las dos verdades,
Esta cuestión fue considerada por Weber en toda su compleji- describiendo el resultado final de esta dualización mediante el cono-
dad y dificultad, extendiéndose en diversas matizaciones sobre cier- cido símil del minotauro. «La tendencia de la ciencia social a seguir
tas formas de ~pseudo-neutralidad» políticamente interesada, sobre el modelo de la física -concluirá- podrá llegar a instruirnos en
la falsa neutralidad aparente que a veces se esconde con el recurso cuestiones que no se relacionan únicamente con la investigación.
al artificio de «dejar que los hechos hablen por sí solos», sobre las Antes de Hiroshima, también los físicos hablaban de una ciencia
distintas formas en que puede entenderse el concepto de «valora- libre de valores; también ellos prometían no formular juicios de
c i ó n ~sobre
, la misma importancia que las valoraciones juegan en valor. En la actualidad, muchos de ellos ya no se sienten tan segu-
la motivación de las acciones humanas, etc. ros. Si hoy nos preocupamos exclusivamente por la habilidad téc-
En suma, pues, es en este contexto general de matizaciones, y a nica de nuestros estudiantes y rechazamos toda responsabilidad por
partir de las concretas circunstancias en que se produjo la antedi- un sentido moral o su falta de él, quizás algún día nos veamos obli-
cha discusión académica, donde hay que situar la afirmación espe- gados a cargar con la responsabilidad de haber educado a una ge-
cifica de Weber de que «los problemas de las disciplinas empíricas neración dispuesta a servir en un futuro Auschwitz»lo.
han de resolverse de manera «neutral»frente a los valores». No son Los criterios morales, por tanto, deben jugar un papel en el pro-
«problemas de valor». «NOobstante -añadirá Weber-, en el ámbi- ceso formativo y en el despliegue de la actividad práctica de toda
to de nuestras disciplinas, sufren la influencia de la relación de las ciencia, especialmente en lo que se refiere a su alcance y a sus con-
realidades con los valoresn8. secuencias. La cuestión entonces estará en determinar los límites
Lógicamente, la manera de entender la relación entre los valo- de esta relación, y el papel de cada una de las referencias básicas
res y la Sociología ha evolucionado con el tiempo. Así, por ejem- en la labor investigadora. Lo cual no siempre está exento de com-
plo, el mismo Gouldner, en su escrito citado anteriormente, puso plejidades y matices. De hecho, el mismo Gouldner, siete años más
un especial énfasis en señalar también algunos aspectos y conse- tarde de estas reflexiones, publicó un nuevo artículo en el que cri-
cuencias negativas del postulado de una Sociología libre de valo- ticó vivamente algunos trabajos de Becker, en los que éste autor

"bfd., pág. 223. 9 Alvin W.Gouldnar: El antiminotauro. El mito de una Sociología no valorativa,
Ibfd., pág. 229. op. cit. pgig. 32.
Ibfd., pgig. 242. l o Ibfd., pAg. 35,
520 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA Y LOS VALORES 521

había postulado abiertamente la necesidad de que los sociólogos tiones y preguntas acerca del sentido de las normas son científica-
decidieran claramente «de qué parte están». mente indecibles; los juicios de valor jamás pueden asumir legíti-
El desarrollo de la llamada «sociologíacomprometida))y la prác- mamente la forma de enunciados teoréticos, ni pueden ser puestos
tica de algunos sociólogos de tomar partido por los agentes socia- en relación de necesidad lógica con éstos~l3.
les implicados en la dialéctica arriba-abajo «desvelada por sus estu- Este tipo de planteamientos a veces puede conducir a una interpreta-
d i o s ~ le
, llevó a Gouldner a matizar y replantear sus reflexiones ción restrictiva y parcial del campo temático de una ciencia como la
sobre el tema de la objetividad social, alertando sobre las conse- Sociología, en la que la separación entre ambos ámbitos no siempre
cuencias de ciertas formas exageradas e indiscriminadas de xcom- es posible, ni aparece tan claramente delimitada en la también dual
promiso))sociológico; «temo-dirá en esta ocasión Gouldner- que y compleja perspectiva de interacciones objeto-sujeto.
el mito de una ciencia social libre de valores está a punto de ser
suplantado por otro mito, y que la anterior fácil aceptación de la Desde el punto de vista específico del observador, por otra par-
doctrina que prescribe la exclusión de los valores está a punto de te, no puede negarse que los valores pueden influir de muchas y
ser reemplazada por el no menos fácil rechazo de ella... Se nos dice muy diversas maneras en el proceso investigador. Por ello, la ima-
-afirmará- que, independientemente de la perspectiva que adop- gen de un científico absolutamente neutro y capaz de no tener ni
te un sociólogo, debe escribir su obra desde el punto de vista de los emitir ningún juicio o valoración, anterior o posteriormente a la
subordinados, o de los superiores))".En esta ocasión Gouldner aca- realización de un estudio, es una imagen que de hecho no se corres-
bará su alegato señalando que «un partidismo irreflexivo, incapaz ponde con la realidad.
de trascender la inmediatez de los compromisos políticos estre- «El investigador -subrayará Merton-también tiene sus valo-
chamente concebidos, es simplemente otra forma de investigación res, tácitos o explícitos, que influyen en su definición del proble-
de mercados... Los sociólogos -concluirá- deben dar su adhesión ma, las líneas de investigación que le parecen más fructíferas, las
básica a valores, no a faccionesnl2. políticas alternativas por explorar, etc. Estos valores pueden ser dis-
En cualquier caso, en el marco de la complejidad de factores y cernidos -añadirá Merton- determinando la imagen que el inves-
puntos de vista implicados en este debate, lo cierto es que el pos- tigador tiene de su propio rol: como técnico aceptará propuestas
tulado de una Sociología libre de valores descansa, como apuntá- alternativas para la adopción de políticas como bases para la inves-
bamos al principio, en la consideración general de que es necesa- tigación, siempre que tales alternativas puedan técnicamente ser
rio diferenciar perfectamente el plano de los hechos y el plano de sometidas a investigación... Como científico "socialmente orienta-
los juicios: lo que a veces ha sido denominado como «el dualismo do", sólo explorará aquellos cursos de acción alternativos que no
de hechos y decisiones». violen sus propios valores... El estudio del papel real que desempe-
ñan los valores -concluirá Merton- del que elabora políticas y del
Al ((dualismo de hechos y decisiones -apuntará Habermas- le investigador en la formulación de la investigación debe contribuir
corresponde, lógico-científicamente, la separación entre el conocer a elevar la cuestión, del contexto exclusivamente ético, al de la
y el valorar, y metodológicamente, la exigencia de limitar el campo influencia de los valores sobre la importancia, el alcance y la utili-
de las ciencias experimentales a las regularidades empíricas en los dad de la investigación misrna~'4.
procesos naturales y sociales. Los problemas prácticos o las cues-

'3 Jürgen Habermas: «Teoría analítica de la ciencia y dialéctica,, en T. A. Adorno


Alvin W. Gouldner: aEl soci6logo como partidario. La Sociologfa y el Estado et al.: La disputa del positivismo en la Sociología alemana, op. cit., pág. 161.
Benefactor», en La Sociología actual, op. cit., pAgr, 36-37. 14 Robert K. Merton: uDimensiones técnicas y morales de la investigación,, en La
l 2 Ibfd., p4g. 72. Sociologia de la ciencia, val. 1, Alianza, Madrid, 1977, págs. 138-139.
522 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA LA SOCIOLOGÍA Y LOS VALORES 523

Es decir, en la propia elección del tema y en la forma en que se Argumentaciones como las de Dahrendorf pueden conducir a
realiza técnicamente la investigación existen unas dimensiones mora- formular este problema básicamente en términos de cómo lograr que
les indudables, que no se pueden dejar de reconocer. el proceso de investigación se produzca con total y escrupulosa obje-
tividad, en una forma que al mismo tiempo permita que queden expli-
En algunas ocasiones, la influencia de las dimensiones valorati-
citados y diferenciados los posibles juicios de valor.
vas en el proceso de investigación han querido ser presentadas,
incluso, como factor de influencia en las discriminaciones y selec- Sin embargo, la verdad es que los valores, e incluso los prejuicios,
tividades que a veces tienen lugar en el propio proceso de recogida pueden acabar influyendo por medio de mecanismos muy sutiles y a
de la información. El sociólogo -se dirá- con frecuencia sólo ve veces difícilmente perceptibles; por lo que debemos dar la razón a
lo que quiere ver y está ciego para lo que no quiere ver. Gunnar Myrdal cuando subraya que «losprejuicios en la ciencia social
Sin embargo, la cuestión de hasta qué punto el sociólogo, median- no pueden ser borrados simplemente "apegándose a los hechos" y
te una selectividad valorativamente condicionada, puede conformar refinando los métodos de tratamiento de los datos estadísticos, ya que
una imagen deformada de la realidad constituye un asunto poco los datos son frecuentemente más susceptibles que el pensamiento
dilucidado, al que los analistas han prestado una atención bastan- puro de ser influidos por tendencias encaminadas hacia los prejuicios»l6.
te escasa, precisamente debido a la confianza existente en la capa- En este sentido, lo importante es tomar conciencia de la manera
cidad «depuradora» que viene garantizada por la correcta aplica- en que puede producirse latente u ocultamente la influencia de los
ción del método científico. prejuicios y adoptar una serie de cautelas y «métodos lógicos» que
Así, algunos sociólogos eminentes, como Dahrendorf, no consi- permitan conocer y purgar su influencia. «Estamos-dirá Myrdal-
deran de forma tan problemática la incidencia de los valores en la bajo la influencia de la tradición en nuestras ciencias, de la situación
Sociología, ni siquiera en la selección de temas, ni en la misma for- cultural y política de nuestro medio ambiente y de nuestras caracte-
mulación de hipótesis, ya que -dirá- la manera en que se selec- rísticas particulares. No somos autómatas como las máquinas elec-
cionan los problemas, o se formulan las hipótesis no nos dice nada trónicas usadas crecientemente por nosotros para controlar grandes
sobre su falsedad o su verdad. «Ni las valoraciones ni el proceso masas de datos. El resultado son los prejuicios sistemáticos en nues-
reflexivo del científico deciden sobre la validez de sus hipótesis; en tro trabajo~l7.
este punto sólo decide la constatación empírica, cuyos resultados, Para Myrdal los ((medioslógicos» posibles para protegernos de
por su parte, no pueden alterar en ningún punto los valores ni el las desorientaciones negativas de los prejuicios son: ((desarrollaruna
proceso reflexivo del investigador. No tienen ninguna importancia conciencia total de las valoraciones que determinan realmente nues-
-dirá Dahrendorf- para la exactitud y validez de las teorías e hipó- tra investigación teórica y práctica, observar esas valoraciones des-
tesis sociológicas, los valores que hayan penetrado psicológicamente de nuestro punto de vista respecto de la relevancia, significación y
en su formulación. Dado que la psicología y la lógica de la investi- factibilidad en la sociedad estudiada, transformarlos en premisas
gación son dos cosas distintas, que ni están condicionadas la una específicas de valor para la investigación, determinar el enfoque y
por la otra, ni se estorban mutuamente, también con relación al definir los conceptos en términos de un conjunto de premisas de
problema de la formación de las teorías, las ciencias sociales y los valor explícitamente asentadas»l8.
juicios de valor forman dos esferas distintas, cuyo encuentro no tie-
ne consecuencias desagradables~l5.
l b Gunnar Myrdal: Objetividad en la investigación social. F.C.E., México, 1970,
pág. 5 5 .
' 5 Ralf Dahrendorf: aCiencia social y julclor de valor*, en Sociedad y libertad. Tec- l 7 Ibtd., pág. 47.
nos, Madrid, 1966, p8g. 45. Ibtd., pAg, Y,
LA SOCIOLOG~AY LOS VALORES 525

Hay que reconocer que el recurso de cuidar especialmente el hasta las que sostienen que es suficiente la mera explicitación de
proceso investigador para saber exactamente cómo pueden influir los presupuestos valorativos de que parte cada sociólogo, para que
los prejuicios, eligiendo premisas de valor de acuerdo con ciertas sea posible su conocimiento público y eventual «evaluación»de su
condiciones y huyendo de los términos cargados de valoraciones, influencia. Hay asimismo quienes postulan la necesidad de distin-
puede ayudarnos a lograr una mayor explicitación de esta proble- guir entre los planos de lo factual y lo decisional, y quienes consi-
mática, y, por lo tanto, al ser más explícita resultará más factible deran que es conveniente limitar el campo de estudio de la Socio-
prevenir sus eventuales influencias distorsionadoras. Pero nada de logía a lo meramente conductual.
esto supone, ni debe suponer, una aspiración a construir una cien-
cia social caracterizada por el más absoluto nihilismo moral; lo que
consecuentemente nos conduce a plantear la importante cuestión 2. EL COMPROMISO D E LA SOCIOLOGIA
del compromiso de la Sociología, así como el tema de la misma
posibilidad de una ciencia absolutamente desinteresada y sin nin- Como hemos podido ver en el epígrafe anterior una de las
guna proyección práctica. dimensiones fundamentales de la problemática de la Sociología y
los valores, es la que concierne a la manera de entender el com-
Lo que habrá que considerar, pues, no es tanto la necesidad, o promiso práctico de la Sociología.
la conveniencia, de una práctica sociológica absolutamente neutra
-lo que ciertamente requeriría el concurso de un tipo de sociólo- Entre el estereotipo de una Sociología absolutamente neutra
gos irrealmente humanos-, sino la necesidad de una práctica inves- -y probablemente por ello volcada sobre lo trivial- y el cliché de
tigadora lo suficientemente objetiva como para evitar la deforma- una Sociología decididamente alineada con una ideología u opción
ción ideológica, al tiempo que lo suficientemente explícita y política concreta, es evidente que cabe una franja importante de
transparente como para que sea posible la identificación de los ele- alternativas y formas diversas de entender el compromiso de los
mentos valorativos o ideológicos que puedan estar «influyendo»en sociólogos.
el quehacer sociológico de cualesquiera sociólogos concretos. El problema, entonces, consistirá en fijar con un mínimo de pre-
En suma, pues, el tema de los valores y la Sociología ha sido en cisión cuáles son las fronteras en las que puede ser situado legíti-
el pasado, y continúa siendo en nuestros días, objeto de un trata- mamente el quehacer sociológico. En tal sentido, es preciso recor-
miento bastante heterogéneo por parte de unos y otros sociólogos. dar que la primera regla del método sociológico, formulada por
Pero, más allá de las diferencias, en la mayor parte de los enfoques Durkheim, fue la de la «independencia de toda la filosofía)). «Fren-
por lo general laten dos intenciones básicas: por una parte evitar la te a las disciplinas prácticas -dijo Durkheim- nuestro método per-
conversión de la Sociología en mera ideología, o en instrumento mite y exige la misma independencia. Entendida de esta manera, la
político groseramente mediatizado por ideologías concretas, y por Sociología no será individualista, ni comunista, ni socialista, en el
otra parte, la necesidad de dejar a salvo la posibilidad - y la mis- sentido que se da vulgarmente a estas palabras. Por principio, la
ma legitimidad- del compromiso práctico de los sociólogos, de for- Sociología ignorará estas teorías, a las cuales no podrá reconocer
ma que esta disciplina no tenga que verse reducida a esa imagen ningún valor científico, puesto que tienden directamente, no a expre-
deformantemente dualizada que Gouldner describió gráficamente sar los hechos, sino a reformarlos~lg.
a partir del mito del minotauro. En cualquier caso es preciso tener en cuenta que Durkheim no
Las soluciones sugeridas para compaginar estos dos puntos de desconoció la importancia de la orientación práctica de la Sociolo-
referencia oscilan, como hemos tenido la oportunidad de ver, des-
de las propuestas que enfatizan la necesidad de utilizar escrupulo-
samente los métodos de verificación y de contrastación cientifica, '9 E . Durkheim: Las reglas del mdtodo sociológico, op. cit., pág. 153.
LA SOCIOLOGIA Y LOS VALORES 527

gia. Lo que ocurre simplemente es que remitía tales cuestiones al En la Sociología, al igual que en otros campos científicos, es posi-
momento en que se hubiera concluido la investigación. ble diferenciar entre una orientación hacia la ciencia pura y otra hacia
la ciencia aplicada. Pero ello no debe hacernos olvidar que el sentido
El sociólogo, como buen científico, debe practicar la moral de último del saber científico en su conjunto apunta hacia la traducción
la objetividad; pero evidentemente su responsabilidad no se acaba práctica de los conocimientos.
con una presentación neutra y no comprometida de los hechos estu-
En tercer lugar, el carácter dinámico de los hechos y los datos con
diados. Y ello por varias razones, a las que nos vamos a referir aquí,
que se enfrenta el sociólogo confiere a su campo de estudio un significa-
aunque sólo sea de una manera sucinta.
do dialéctico muy especial, al que ya nos hemos referido en las pági-
En primer lugar, podemos decir que el compromiso general del nas anteriores; lo que supone que el investigador social debe situarse
sociólogo se produce en términos del propio ejercicio de su profesión en las antípodas de cualquier actividad de sacralización del orden esta-
y en relación con todo aquello a lo que ya nos hemos referido ante- blecido. El sociólogo tiene que ser objetivamente respetuoso en la cons-
riormente al hablar del ethos de la ciencia. Pero, junto a esto, la pro- tatación de los hechos observados, pero tiene que ser también capaz
pia singularidad del objeto temático de la Sociología da lugar a que de trascender la inmediatez de lo dado, y saber captar e interpretar la
el científico social venga obligado a asumir también un compromiso dinámica de los procesos de largo alcance en los que se sitúa cualquier
meta-profesional, orientado a crear, garantizar y defender las condi- observación parcial y temporalizada.
ciones específicas bajo las que la ciencia, y sobre todo una ciencia A su vez, en cuarto lugar, y en relación con lo anterior, el trabajo
como la Sociología, pueda funcionar y desarrollarse normalmente. del sociólogo debe ser capaz de trascender lo dado estático, no sólo
con su capacidad analítica para situar su información en perspectivas
El compromiso metateórico parte del reconocimiento de que
históricas de más largo alcance y para dotar a la realidad de sus sig-
debe existir un determinado contexto socio-político en el que resul-
nificados potenciales, sino que el sociólogo como agente social puede
te posible el libre ejercicio del quehacer sociológico; lo que conlle-
también trascender lo dado en cuanto sujeto capaz -legítimamente
va la necesidad de un régimen de libertades de investigación, de
capaz- de comprometerse en prácticas de transformación y autorre-
pensamiento, de expresión, de discusión, etc.
gulación social. La responsabilidad del sociólogo no se acaba en su
En segundo lugar, la Sociología, como toda ciencia, debe tener práctica profesional, sino que - y aun no pudiendo ser siempre divor-
una proyección y un sentido práctico. El tipo de conocimiento que ciable de ella- se extiende lógicamente a su condición de ciudadano.
busca el sociólogo no es un saber de carácter ocioso y trivial, sino A partir de estas reflexiones podemos entender, pues, que la idea
que se inscribe en el contexto de intenciones prácticas que inspi- de compromiso haya ido penetrando en la Sociología contemporá-
ran el quehacer científico. «Laciencia -se nos recordará- no inves- nea, a partir de perspectivas y posiciones que van, desde la convic-
tiga por deporte, pues en ese caso resultaría demasiado cara para ción de algunos sobre la necesidad moral de tomar partido, como
financiarla con el dinero del pueblo. La realidad empírica nos pre- desde las posiciones de aquellos que reclaman la práctica metodoló-
ocupa sobre todo por pragmatismo ... O una de las misiones de la gica de la empatía (es decir, la capacidad de ponerse en la posición
Sociología es el apoyo a ideales pragmáticos (como una de las misio- del que está siendo estudiado), como única forma de dotar de signi-
nes de la Física es el abastecimiento de energía para usos indus- ficación a la investigación, sin olvidar las perspectivas más genera-
triales) o tendrá que seguir habiendo una filosofía social que se les de quienes consideran imprescindible conectar en un sentido
encargue de ese papel»20. amplio la ciencia con la política socialn21.

20 Enrique Ballestero: El encuentro de las ciencias socia1e.s. Alianza, Madrid, 1980, *' Irving Louis Horowitz: una introducción a la nueva Sociología»,en 1. L. Horo-
p A g ~ 105-
. 106. witz (ed.): La nueva Sociología, (>p.cit., pág. 38.
528 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UN A INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A LA SOCIOLOG~AY LOS VALORES 529

Algunos sociólogos no consideran suficiente la mera afirmación ésta se refiere. Lo que da lugar a una singular y difícil dialéctica
inespecífica de la vocación práctica de la Sociología, sino que sos- entre Sociología y poder. Dialéctica que tiene, indudablemente, una
tienen que lo decisivo son la misma manera concreta y las garan- dimensión directamente política -que trasciende los limites de un
tlas en que ésta se produzca. Bottomore, por ejemplo, ha señalado libro como éste-, pero que tiene también una dimensión socio-pro-
que si se considera que «el objetivo de la Sociología es el descu- fesional más general, referida a las propias posibilidades de los
brimiento de los mecanismos ocultos de la vida social, comuni- sociólogos, en cuanto componentes de comunidades profesionales
chndose entonces en la formación de una reducida élite de inge- que se enfrentan con el reto de cómo lograr engarzar realmente las
nieros sociales, se incurre en la producción y en la reproducción de dimensiones teóricas y prácticas de toda ciencia.
una forma de dominación. Pero si se considera que el objetivo es En tal sentido, es evidente que, más allá del «activismo» o del
la difusión a través de la sociedad de la comprensión del modo en «compromiso» de los sociólogos, en la aspiración a conectar mejor
que las relaciones sociales están establecidas, persisten, o pueden teoría y práctica hay implicado también un importante componen-
scr modificadas -a modo de ilustración pública- sus efectos pue- te ~organizativon. Como ha señalado Gouldner, para enfrentarse con
den ser catalogados de liberadores»; de esta manera las preocupa- este reto hay que realizar un serio esfuerzo tendente a la «creación
ciones centrales de la Sociología serán «criticar las teorías sociales de comunidades y muy especialmente creando nuevas comunida-
con arreglo al criterio que imponen del mundo social; investigar las des teóricas. En resumen, mi tesis afirma -dirá Gouldner- que es
desigualdades y coacciones empotradas en la estructura de clases y la organización, la organización social, la que hoy proporciona la
Clites, que obstruyen el incremento de la libertad humana; y exa- mediación esencial entre la teoría social y la práctica social. Hoy la
minar el carácter y las perspectivas de aquellos movimientos socia- Sociología no necesita un Kar1 Marx o un Isaac Newton; necesita
les que contestan la estructura actual de la sociedad. Una Sociolo- un V. 1. Lenin... Los teóricos sociales -concluirá Gouldner- no
gía radical así orientada -concluirá Bottomore- lleva consigo tres pueden tener verdades sobre la sociedad sin tener verdades sobre
elementos: es al mismo tiempo teórica, empírica y política»22. sí mismos. Y no pueden tener verdades sobre sí mismos sin saber
Sin embargo, es evidente que de la misma manera que el tra- cómo organizarse para el fomento del discurso racional, y sin apli-
bajo crítico se puede plasmar fácilmente en una perspectiva prefe- car este conocimiento»23.
rentemente teórica, la aplicación práctica de los resultados cientí-
ficos de una Sociología de este signo se encuentra con dificultades
nada desdeñables, entre otras, las que hacen referencia a las con-
diciones que se dan en cada sociedad concreta, en su propia estruc-
tura social.
Lo que en definitiva acaba conduciéndonos a considerar el gran
tema del poder y la posición en que se sitúa la Sociología respecto
a las estructuras del poder establecidas.
Los imperativos de la lógica científica, que los sociólogos pretende-
mos aplicar a nuestro campo de estudio, producen unos efectos
complejos en lo que a la congruencia con la aspiración práctica de

22 Tom B. Bottomore: La Sociologla como crítica social. Penfnsula, Barcelona, 1976, 23 Alvin W. Gouldner: La Sociologia actual: renovación y crítica, op. cit., p á g s .
pAgs. 10-1 1. 83-84.
530 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGIA LA SOCIOLOG~AY LOS VALORES 531

12) ¿Qué amedios lógicos» sugiere Myrdal para proteger la labor


sociológica de las desorientaciones negativas de los pre-
1) ¿Cuáles son los principales elementos que están implícitos juicios?
en el debate sobre la Sociología y los valores?
13) ¿Cuál fue la primera regla del método sociológico que for-
2) ¿A través de que vías cree Schutz que es posible alcanzar la muló Durkheim? Valorar sus contenidos y su actualidad.
objetividad y la neutralidad necesaria para el conocimiento
científico? Valorar sus propuestas. 14) ¿Se acaba la responsabilidad de los sociólogos con su presen-
tación neutra y no comprometida de los hechos estudiados?
3) ¿De qué maneras, directas o indirectas, pueden influir los {Por qué?
valores en la investigación sociológica? Hacer un listado de
posibles influencias. 15) ¿En qué consiste el compromiso meta-profesional del soció-
logo?
4) ¿En base a qué argumentos sostiene Gouldner que el pos-
tulado de una «Sociología libre de valores~se ha converti- 16) ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que la Sociología deba
do en un «mito de grupo»? tener una orientación práctica?
5) ¿De qué diferentes maneras es entendido el postulado de una 17) ¿En qué consiste la práctica metodológica de la empatía?
«Sociología libre de valores»? ¿Puede suponer esta práctica un peligro de distorsión en los
análisis sociológicos? ¿Por qué?
6) ¿Quién fue el autor del famoso alegato a favor de la «neu-
tralidad valorativa de las ciencias sociológicas y económi- 18) ¿Por qué algunos sociólogos han dicho en ocasiones que lo
c a s ~ ?¿En qué contexto se escribió dicho alegato? que la Sociología necesita actualmente no es una figura como
Marx o como Newton, sino como Lenin?
7) Hacer un esquema con los principales argumentos sosteni-
dos por Max Weber en torno al debate sobre la «neutralidad
valorativa))de la Sociología.
8) Enjuiciar las opiniones de Gouldner sobre los valores en la
Sociología, a partir de sus reflexiones sobre el hecho de que
«antes de Hiroshima también los físicos hablaban de una
ciencia libre de valores~y de sus advertencias sobre el ries-
go de «educar a una generación dispuesta a servir en un
futuro Auschwitzn.
9) ¿Cuáles fueron las reflexiones posteriores de Gouldner en
torno a algunas propuestas extremas sobre el compromiso
de los sociólogos? {En qué sentido utilizó el símil del mito
del «minotauro»?
10) ¿A qué nos referimos cuando hablamos del «dualismo de he-
chos y decisiones»? ¿Es siempre posible la separación de
estos dos ámbitos en la Sociología?
11) ¿Por qué razones Dahrendorf no considera tan problemáti-
ca la incidencia de los valores en la Sociología?
OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO
DE LA SOCIOLOG~A
Una vez que hemos completado el recorrido explicativo que inicia-
mos en el capítulo primero de este libro en torno al qué, quién,
cómo, por qué, etc., de la Sociología, nos queda pendiente sola-
mente hacer algunas precisiones sobre los contenidos específicos
de esta disciplina, es decir, sobre aquellos temas concretos de los
que se ocupan los sociólogos.
La razón de incluir un capítulo sobre el objeto y temas de la
Sociología en un libro de introducción a esta materia obedece a la
necesidad lógica de intentar ofrecer una imagen más completa sobre
la propia realidad de la Sociología a aquellas personas que inten-
tan iniciarse en su conocimiento.
La Sociología es una ciencia muy dinámica, que está
desarrollándose en un proceso paralelo de mutua interrelación con
la emergencia de nuevas problemáticas sociales y con el surgimiento
de nuevas demandas de estudio y análisis. Por ello hay que enten-
der que los grandes campos y temas de atención sociológica aún
están en un período de desenvolvimiento e irán evolucionando con
el tiempo, en un continuo ajuste a las realidades concretas.

1. LOS GRANDES CAMPOS DE ESTUDIO


DE LA SOCIOLOGIA
En los capítulos iniciales de este libro ya tuvimos la oportuni-
dad de referirnos a los problemas de delimitación de los campos
temáticos de la Sociología, especialmente en relación con otras cien-
cias sociales, señalando entonces que el desarrollo práctico de esta
disciplina ha venido acompañado por una singular preocupación
de «búsqueda de un objeto específico».
OBJETO Y TEMAS DE ESJJDlO Dt! 1.A SOCIOLOG~A -- -- .-. - -- - - --

La problemática de la delimitación del objeto de la Sociología temático de la Sociología, como a las influencias que recibió y a las
presenta originariamente dos tipos de dificultades: por una parte, propias pretensiones de los sociólogos en las distintas fases de su
las referidas al hecho de que la Sociología se ha desarrollado his- desarrollo.
tóricamente a partir de un conglomerado bastante amplio de cien-
Así, la tesis que hemos venido manteniendo a lo largo de estas
cias sociales poco diferenciadas inicialmente, y todas ellas aplica-
das al estudio e investigación de una misma realidad: la sociedad. páginas, a veces ha sido objeto de una lectura distinta. De acuer-
do con estas interpretaciones, la ~ o c i o l b ~no
í a habría aparecido a
Por otra parte, la tendencia a la especialización progresiva de partir del surgimiento, más o menos súbito, de un campo temáti-
los saberes ha dado lugar a que a partir de la Sociología se hayan co claramente explicitado por la revolución industrial, y del que
ido diferenciando también varias áreas de estudio concretas, que la Economía no era capaz de ocuparse adecuadamente, sino que
poco a poco han ido perfilándose con una entidad propia. se habría formado a partir de los campos temáticos que venían
De esta manera, el problema de la delimitación de los campos siendo desechados en la práctica por los especialistas de otras dis-
temáticos de la Sociología da lugar, frecuentemente, a un doble pla- ciplinas.
no de solapamientos: en primer lugar, los que se producen respec- ~azarsfeld, por ejemplo, ha señalado que la Sociología «no se ha
to a las disciplinas de las que la Sociología se desagregó para cons- ido desarrollando a partir de un tema de estudio determinado, sino
tituirse como ciencia autónoma, y, en segundo lugar, respecto a las que es el resultado de una actividad residual, cuyo papel consistía
especialidades sociológicas más desarrolladas que tienden a confi- en llenar los espacios vacíos del mapa intelectualnl.
gurarse como entidades cada vez más diferenciadas del tronco
común. Es evidente que, si se lleva al extremo este tipo de argumentos
se puede llegar a presentar a la Sociología en sus orígenes casi como
La cuestión, empero, resulta más compleja si tenemos en cuen- un cajón de sastre, donde se venían a incluir cualesquiera temas
ta las particulares y diversas circunstancias sociales y económicas sociales de 10s que no se ocupaban específicamente otras discipli-
de los países en que se produjo el surgimiento de la Sociología. nas. A su vez, este tipo de interpretaciones pueden ser utilizadas
Existe una forma sencilla de explicar la historia de la Sociolo- como argumentos colaterales para explicar la manera en que actual-
gía, a partir, como hemos visto, de determinadas situaciones de mente está teniendo lugar la tendencia a la desagregación y dife-
intenso cambio y de desorganización social, en las que la propia renciación de las distintas especialidades sociológicas.
dinámica de los hechos parecía demandar una «nueva ciencia» que Éste es, frecuentemente, el punto de vista de los que consideran
se ocupara de la «nueva problemática» surgida del hilo de la revo- que lo propio de la Sociología es el matiz social que introduce en
lución industrial. De esta manera se puede considerar que la Socio- la consideración de cualquier tema concreto. De esta manera, algu-
logía vino a llenar un hueco real en el conjunto de los saberes, bajo nos analistas han llegado a sostener que en realidad no existe una
la influencia directa de la mentalidad científica de una época; hue- Sociología, como tal, sino un conjunto de sociologías -de la fami-
co que había quedado al descubierto por la propia insuficiencia de lia, de la religión, de las clases sociales, del trabajo, etc.-, que lo
la ciencia económica para ocuparse específicamente de la «cuestión único que tienen en común es la atención a dicho matiz social, así
social». como la vocación de aplicar el método científico en sus respectivos
No obstante, en esta presentación de los hechos no faltan los campos temáticos concretos.
que quieren ver un fuerte componente de autogratificación y de
racionalización a posteriori, respecto a un proceso que en la reali-
dad fue mucho más complejo y diverso, tanto en lo que hace a la 1 Paul Lazarsfeld: «La Sociología», en J. Piaget, W. J. Mackenzie y P. E. Lazarsfeld:
manera en que se produjo la delimitación y definición del campo Tendencias de investigación en las ciencias sociales. Alianza, Madrid, 1973, pág. 287.
538 - LA E X P L I C A--C I ~ NS O C ~ Q L ~ C ~ I C
UNA
A : I N T.
R O-D-U C C I ~-NA
-LA
-- SOCIOLDG~A
-.
- -, OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO I)fr ¡.A SOCJOLOC~A -- -.. - -. - --

No se nos puede ocultar que, de acuerdo con estas interpreta- Historia del derecho y la Antropo-geografía; en España -se dirá-
ciones, la Sociología, en si misma, no tendría un objeto ni un con- fue durante un largo tiempo un apéndice de la Filosofía, en parti-
tenido temático específico, sino que serían las diversas sociologias cular de la Filosofía de la historia. En los países latinoamericanos,
concretas las que realmente lo tendrían. la Sociología se diferenció de la jurisprudencia... » 3 , etc.
Una segunda fuente de dificultades para la definición de un cam- En cualquier caso, y más allá de los matices que pudieran plan-
po temático comúnmente aceptado en Sociología estriba en la diver- tearse en algunos países, lo cierto es que la Sociología en sus orí-
sidad de influencias nacionales que recibieron las primeras gene- genes recibió de manera no uniforme unas influencias muy diver-
raciones de sociólogos, tanto por la vía de las diferentes tradiciones sas procedentes de los campos de la Economía, de la Filosofía, de
culturales, como debido a las distintas circunstancias socioeconó- la Estadística, del Derecho, de la Biología, de la Historia ..., etc. La
micas y las respectivas posibilidades y estímulos al trabajo socio- mayor o menor prevalencia e importancia originaria de cada una
lógico que se produjeron en cada país concreto. de estas áreas de conocimiento como campo efectivo para el reclu-
Aunque generalmente se admite que la Sociología surgió a par- tamiento inicial de los sociólogos, han dado lugar a que en los dis-
tir de la Economía, y que sus principales antecedentes se encuen- tintos países esta disciplina se haya desarrollado con ciertos mati-
tran en el «pensamiento social» y en los primeros trabajos de esta- ces propios, que, a veces, incluso han dado lugar a que el «pluralismo»
dlstica social (Le Play, Quetelet, etc.), así como en las primitivas de las sociologías nacionales haya podido ser presentado como un
encuestas realizadas en la Francia y la Inglaterra del siglo X V I I I ~ ,lo aspecto más del carácter pluralista de la Sociología4.
cierto es que prácticamente en cada país la Sociología recibió un Finalmente, una tercera fuente de dificultades para la delimita-
cierto tipo de influencias específicas. ción de los campos temáticos de la Sociología está relacionada con
las distintas orientaciones que se han dado en las diferentes etapas
De esta manera se considera, por ejemplo, que en Inglaterra «la
de su desarrollo. Así en el primer período fundacional, caracteri-
Sociología derivó principalmente de la Economía política, la admi-
zado por unas ambiciosas pretensiones globalizadoras y absorben-
nistración social y la Filosofía. En Alemania tuvo también algunos
tes, en las que la Sociología intentó ser presentada «como la cien-
de esos antecedentes y, además, tuvo importancia el Derecho com-
cia de las ciencias» y como el verdadero núcleo central y común de
parado. En Francia, sus raíces fueron la Filosofía y, durante un tiem-
todas las ciencias sociales, se produjo un gran esfuerzo de cons-
po, las Psicologías que allí surgieron. Entre sus variados antepasa-
dos, en los Estados Unidos se contaron el interés por las reformas trucción de amplios y complejos sistemas teóricos.
prácticas, la Economía y en cierto grado la Antropología... En Yugos- En una segunda etapa tuvo lugar una mayor amortiguación de
lavia, la Sociología se diferenció gradualmente de la Etnología, la estas pretensiones, reorientándose el trabajo de los sociólogos hacia
metas más realistas y hacia objetos de estudio más concretos. En
esta etapa, como ya vimos, se produjo una progresiva instituciona-
lización y profesionalización de la Sociología. A esta fase corres-
2 Lazarsfeld ha referido cómo en Francia los xintendentes del Antiguo Régimen»
y los ((consejerosde la Convención» realizaron ya encuestas, así como los miembros de pondieron los primeros esfuerzos por construir unos índices de
las Comisiones reales en la Inglaterra del siglo XVII (P. Lazarsfeld: La Sociología, op.
cit., pág. 291). Igualmente Duncan Mitchell consigna un amplio estudio publicado por
William Creech en 21 volúmenes entre 1791 y 1799 con el título de The Statistical
Account o f Scotland (Duncan Mitchell: Historia de la Sociología. Guadarrama, Madrid, 3 Robert K. Merton: La Sociología de la ciencia. Alianza, Madrid, 1977, pág. 97.
1973, págs. 193-194). Goldthorpe, por su parte, considera que la primera encuesta fue 4 Diversas aproximaciones al tema de las «sociologías nacionales» pueden verse,
realizada en 1824 por la revista Literavy Digest en USA ( J . E. Goldthorpe: Introducción por ejemplo, en G. Gurvitch y W. W. Moore (eds.): Sociología del siglo xu,op. cit., tomo
a la Sociología. Alianza, Madrid, 1977, págs. 64-65). En cualquier caso, los inventarios 11, en Lazarsfeld: La Sociología, op. cit., y en Alain Touraine et al.: Ciencias Sociales:
de antecedentes referidos a varios países son bastante diversos. ideología y realidad nacional. Editorial Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1970.
540 ---LA E- X
-- P-L-I C- A C I ~ NS O C I O L ~ G I C AUNA
: INTR
- O.
D--
U C C I ~ NA LA SOCIOLOC~A
-

materias sistemáticos, como forma de precisar las distintas áreas Las dificultades que presenta esta tarea han intentado ser obvia-
temáticas pertinentes en la enseñanza de la Sociologfa, y. a su vez, das, con harta frecuencia, mediante el recurso translaticio de remi-
como gufa orientativa para la investigación empírica. tir la cuestión al campo específico de la actividad profesional de los
Por último, la tercera fase de desarrollo de la Sociología, que es sociólogos. Así, por ejemplo, Huntington Cairms, entre otros muchos.
en la que ahora nos encontramos, parece caracterizarse por una ha señalado que «hasta que los sociólogos se pongan de acuerdo
acusada tendencia hacia la especialización. Tendencia que se está acerca de la definición del objeto de su estudio, no queda otro recur-
traduciendo ya en una cierta formalización de comunidades profe- so sino el de suponer que la Sociología es lo que aquellos que se
sionales de especialistas, aplicadas a una investigación cada vez más dicen sociólogos entienden por este término~6.
intensa en campos de atención sociológica bastante concretoss. En Desde una perspectiva más amplia, Inkeles ha propuesto tres
esta fase de evolución de la Sociología, la tarea de delimitación vías concretas para definir el «objeto y materia» de la Sociología:
temática tiene lugar básicamente a partir de áreas bastante res- la vía histórica, la empírica y la analítica. El criterio histórico no
tringidas, de modo que lo que a buena parte de los sociólogos les consiste en otra cosa que en buscar «en el estudio de las obras
interesa no es tanto marcar fronteras precisas e inmodificables, o clásicas de la Sociología la huella de las preocupaciones y pro-
construir inventarios exhaustivos sobre los campos temáticos pro- blemas centrales que por tradición corresponden a la Sociología
pias. sino profundizar con detalle en áreas cada vez más especiali- como disciplina intelectual. En pocas palabras, nos preguntamos:
zadas. ¿qué dijeron los padres de la ciencia?... El empírico, por el que
estudiamos las obras sociológicas de hoy para averiguar los temas
En cualquier caso, más allá de las variaciones circunstancia-
a que esta ciencia otorga atención preferente. En pocas palabras,
les propias de cada una de estas etapas, hay algo que es común a
nos preguntamos: ¿qué están haciendo los sociólogos contempo-
las tres fases de evolución de la Sociología: tener que compartir
ráneos?... El analítico, por el que dividimos y delimitamos a nues-
con otras disciplinas sociales un mismo objeto general de estudio
tro arbitrio algún tema capital y lo asignamos a alguna de las
(la sociedad). Este compartir un mismo objeto, a su vez, plantea
diversas ciencias. Nos preguntamos en realidad ¿qué nos dicta la
dos problemas: en primer lugar, tener que considerar simultáne-
razón?»7.
amente la delimitación de los campos temáticos de las otras cien-
cias sociales cuando se emprende cualquier intento de precisar el Cada uno de estos criterios de delimitación tiene sus ventajas y
propio campo de la Sociología; y en segundo lugar, tener que esta- sus inconvenientes, pero, desde luego, ninguno de ellos puede con-
blecer las relaciones y las vías de mutua influencia y dependen- siderarse por sí solo como elemento de referencia suficiente para
cia que se producen entre la Sociología y las restantes ciencias clarificar satisfactoriamente la cuestión que nos ocupa. Por ello fre-
sociales. cuentemente se propondrá utilizar estos tres procedimientos de
manera conjunta y complementaria. Lo cual no quiere decir, sin
Más adelante tendremos ocasión de referirnos a las relaciones embargo, que operando de tal manera queden totalmente allanadas
de la Sociología con otras disciplinas afines. Pero ahora, vamos a las dificultades que presenta esta tarea. Veamos por qué.
considerar, en primer lugar, la manera en que, hoy por hoy, es posi-
ble delimitar los principales campos temáticos de esta disciplina. En primer lugar. en lo que respecta al criterio de referencia his-
tórico, debemos preguntarnos hasta qué punto en los padres fun-

Es curioso constatar cómo esta tendencia a la especialización temática se está


traduciendo en la propia organización de los Congresos mundiales de Sociología, en 6 Huntington Cairms: «Sociología y ciencias sociales», en G. Gurvitch y W. E. Moo-
los que se han venido estableciendo Comités y grupos «ad hoc» en temas sumamente re (eds.): Sociología del siglo xx, op. cit., tomo 1, pág. 2.
concretos y especializados. 7 Alex Inkeles: Qué es la Sociología. Uteha, Buenos Aires, 1968, pág. 2.
542 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA 543

dadores es posible encontrar todas las perspectivas temáticas de las La dinámica de estos interrogantes nos puede acabar situando,
que puede ocuparse una ciencia en su dinamismo histórico. De la una vez más, ante la controvertida cuestión de la diferenciación
misma manera que los contenidos y perfiles de la Física actual no entre lo que realmente debe considerarse como historia de la Socio-
pueden acotarse, por ejemplo, a partir de lo que dijo Newton, o de logía y lo que debe ser entendido propiamente como teoría socio-
los temas de que se ocupó, es evidente que la vía histórica puede lógica actual. Lo que, a su vez, nos llevaría a plantear el interro-
derivar en nuestro caso hasta convertirse en un mero criterio de gante de ¿en dónde se encuentran los criterios más pertinentes para
autoridad rígidamente entendido, que no daría lugar sino a una con- una adecuada delimitación del campo temático de la Sociología?;
cepción petrificada y desfasada de la Sociología. (en la historia, o en la teoría sociológica actual?
Una visión de tal naturaleza supondría desconocer, no sólo la Ciertamente, si el criterio histórico de delimitación temática es
dinámica que implica el decurso histórico, sino también la misma tomado con todo detalle y rigor, acabaría deviniendo, en el mejor
lógica científica que, como ya indicamos, implica la negación de de los casos, en mera historia; y en historia lógicamente bastante
cualquier principio de autoridad que pueda suponer un entorpeci- heterogénea.
miento para el progreso del conocimiento científico.
Solamente mediante una práctica de exclusión parcializante de
Por otra parte, el criterio histórico lleva aparejada otra dificul- algunos de los grandes teóricos de la Sociología podría resultar
tad adicional referida a cómo lograr alcanzar un acuerdo suficiente alcanzable el objetivo de trazar algunas líneas claras de demarca-
en torno a quiénes deben ser considerados, a tales efectos, como ción temática. Esto es, precisamente, lo que ocurre en la presen-
padres-fundadores y quiénes no. Inkeles, por ejemplo, considera tación que hace del tema Inkeles, quien después de afirmar que
padres-fundadores a Comte, a Spencer, a Durkheim y a Max Weber. los cuatro padres fundadores de la Sociología -que él eligió-
Pero ¿por qué solo éstos y no otros? ¿Por qué no Montesquieu, «parecen estar esencialmente de acuerdo sobre cuál es el objeto
Comte, Marx, Tocqueville, Durkheim, Pareto y Weber, como nace de la Sociología», al final no ofrece sino un pobre y excesivamen-
Aron?8 ¿Y por qué no incluir también en esta lista a Simmel, como te genérico campo de identidades. «Primero-dirá Inkeles- todos
hacen otros auto re^?^ ¿Y por qué no extender simplemente -podrí- aceptan, y en algunos casos reclaman, que los sociólogos estudien
amos preguntarnos también- este criterio de selección patri-fun- una amplia serie de instituciones, desde la familia al Estado... En
dacional al elenco más amplio de todos aquellos que, de una u otra segundo lugar, quienes representan la tradición clásica parece que
manera, también contribuyeron al nacimiento de esta disciplina?lO coinciden en atribuir a la Sociología como objeto o materia prin-
¿Y por qué no ampliar también este criterio de autoridad a otros cipal el estudio de las relaciones entre las diferentes instituciones.
grandes teóricos de la Sociología más próximos a nuestro momen- En tercer lugar, concuerdan en la opinión de que la sociedad, en
to histórico? general, puede tomarse como unidad característica de análisis
sociológico, asignando a la Sociología la función de explicar dón-
de y por qué las sociedades son semejantes o distintas. Finalmen-
Raymond Aron: Las etapas del pensamiento sociológico. Siglo X X , Buenos Aires, te -dirá Inkeles- entre los autores clásicos en este campo se
1970, 2 vols. observa cierta tendencia a enfocar la Sociología hacia el «acto
y Bryan R. Creen y Edward A. Johns: An introduction to Sociology. Pergamon Press, social» o las «relaciones sociales», sin tomar en cuenta un con-
Londres, 1969, págs. 66 y SS. texto institucional~ll .
Asl, por ejemplo, Timothy Raison, cn su edicibn sobre los «padres fundadores*,
ha incluido a un total de 24 autores. Vid. Timothy Raison (ed.): L o s padres-fundadores
de la ciencia social. Anagrama, Barcelona, 1970. Obviamente, tan cumplida relación de
uutores de diversas epocas no hace, en realidad, sino situarnos en el contexto preciso
de la propia historia de la Sociologla en su conjunto. 11 A. Inkeles: Qué es la Sociología, op. cit., pág. 14.
544 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA 545

Sin embargo, la visión que nos ofrece Inkeles de la Sociología las posiciones "fenomenológica", "nominalista" y "realista" se basan
es a todas luces una visión parcial y limitada. Si hubiera incluido en diferentes concepciones filosóficas sobre la naturaleza de la
en su análisis a autores como Marx, como Pareto, como Simmel, realidad 12.
))

etc., se hubiera encontrado con otras percepciones diferentes en lo


En suma, pues, podemos concluir afirmando que el significado
que a la delimitación de materias se refiere. Y, desde luego, las dife-
estrictamente histórico de las aportaciones de los padres-fundado-
rencias y los matices serían mucho mayores si la aproximación teó-
res de la Sociología, junto a la pluralidad teórica actual de esta dis-
rica se produjera también en la perspectiva de las grandes corrien-
ciplina, hacen bastante difícil, e insuficiente, la tarea de dibujar un
tes de la Sociología contemporánea.
mapa preciso en el que aparezcan unívoca y específicamente tra-
El pluralismo teórico de la Sociología da lugar a una cierta diver- zados los grandes campos temáticos de estudio.
sidad de ópticas y de matices en lo que se refiere a los objetos temá-
¿Acaso-podríamos preguntarnos entonces-puede resultar más
ticos a considerar. Desde cada uno de los enfoques sociológicos se
factible esta tarea por la vía analítica a la que se refirió también
presta atención preferente a unos u otros aspectos de la realidad, Inkeles? Ciertamente el criterio lógico-racional de delimitación temá-
se enfatizan más o menos determinados campos y se utilizan pre-
tica podría ofrecer ciertas posibilidades de clarificación, siempre y
ferentemente unos u otros métodos, de acuerdo con las necesida-
cuando que con este criterio resultase factible llegar en la práctica
des de los objetos prefijados. a un mínimo grado de coincidencia.
Como ha señalado Smelser, «las escuelas en las ciencias socia- La realidad, sin embargo, es que prácticamente cada sociólogo
les se agrupan en torno a los criterios que se emplean para des- puede construir su propio esquema temático a partir del enfoque
cribir su campo de estudio y pueden clasificarse también de acuer- teórico particular que haya adoptado inicialmente. Lo que, en defi-
do con los mismos: 1. ¿Qué aspectos de la vida social deben nitiva, acaba por remitirnos nuevamente al criterio sobre lo que
estudiarse? La escuela "interaccionista simbólica", por ejemplo, dijeron los grandes padres fundadores, y sobre lo que postulan las
se ocupa sobre todo de las unidades microscópicas de la acción grandes corrientes teóricas de nuestro tiempo. ¿Pues qué otra cosa
social y subraya los diversos procesos psíquicos que acompañan han hecho los grandes teóricos de la Sociología sino intentar deli-
los actos; esto contrasta, por ejemplo, con el enfoque "estructu- mitar de una manera lógico-racional el campo temático específico
ralista" que estudia los patrones institucionales sin referencia de esta disciplina?
explícita a los aspectos psicológico-sociales de los actos discretos
o aislados. 2. ¿Cuáles son los determinantes de la conducta social? Finalmente, el tercer criterio propuesto para definir el objeto y
Las escuelas que se constituyen en torno a las variables inde- materia de la Sociología, merece ser objeto de una atención más
pendientes pueden ser muy específicas en cuanto al foco de su cuidadosa y detenida en este capítulo, ya que los otros dos crite-
interés como en el caso del enfoque del "sobre-consumo" del ciclo rios, de una u otra manera, lo único que hacen es remitirnos a la
económico; o pueden contrariamente ser muy generales, como en propia historia de la Sociología, o al análisis de la teoría sociológi-
el caso de las escuelas de la "geopolítica" o del "determinismo ca actual.
económico". 3. ¿Cuáles son los modelos o las perspectivas teóri-
cas más apropiadas? La escuela "organicista" y la "funcionalista" El criterio de delimitación empírico tiene una clara ventaja sobre
descansan en parte en una visión de la sociedad según la cual ésta los anteriores, en la medida que nos sitúa en un terreno tan con-
funcionaria como un organismo biológico; la escuela "relativista
cultural" se basa en cómo es posible comparar entre si las uni-
dades sociales, así como en nociones morales sobre el grado en ' 2 Nel J. Srnobrr: uL1 Saclologla y las otras ciencias socialeun, en P. F. Lazarsfeld
que es legítimo proclamar que una sociedad es superior a otra; et al.: La Socioiopka & h profrrlonru, Paidds, Buenos Aires, 1971, pAgw. 44 y 45.
546 LA ExPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA sOCIOLOG~A

creto e inmediato como es el de la propia actividad profesional de 1. Sociología general.


los sociólogos.
11. Sociología religiosa.
La definición de la Sociología, a partir de lo que realmente están 111. Sociología moral y jurídica.
haciendo los sociólogos, no sólo permite llevar esta discusión al pla- IV. Sociología criminal y estadística moral.
no de los datos empíricos, sino que también nos conduce a enfren-
tarnos directamente con la Sociología en su propio e indiscutible V. Sociología económica.
desenvolvimiento concreto, en su hacerse cotidiano. VI. Morfología social.
VII. Varios.
La imagen de lo que hacen los sociólogos puede captarse a par-
tir de varias instancias específicas: los planes de estudios de los cen- Otro criterio clasificatorio significativo es el propuesto por el
tros donde se forman los sociólogos, los programas de enseñanza American Journal of Sociology 14, que abarca temas como: 1 . Natu-
de las asignaturas sociológicas, los índices temáticos de los manua- raleza y personalidad humanas. 2. Pueblos y grupos culturales. 3.
les, las clasificaciones de los libros editados, los temas abordados La familia. 4. Organización social e institución social. 5 . Población
en las revistas especializadas, los inventarios de las investigaciones y grupos territoriales (a. Demografía y población, b. Ecología). 6.
concretas, los programas de los Congresos y Simposios, etc. La comunidad rural. 7. La conducta colectiva (a. El periódico, b.
Recreos, conmemoraciones, festivales). 8. Grupos antagónicos y de
De hecho, algunos estudiosos se han ocupado de inventariar y ajuste (a. sociología de la religión, b. Sociología de la educación,
cuantificar las informaciones contenidas en las fuentes de docu- c. Tribunales y legislación, d. Cambio social y evolución social). 9.
mentación a que nos acabamos de referir, para, a partir de ellas, Problemas sociales, patología social y adaptaciones sociales (a. Pobre-
intentar precisar con suficiente apoyo empírico los campos temáti- za y dependencia, b. Crimen y delincuencia, c. Salud, d. Enferme-
cos de la Sociología. En las páginas que siguen vamos a referirnos, dad mental. e. Higiene). 10. Teoría y métodos (a. Estudio de casos
aunque sólo sea esquemáticamente, a algunas de las fuentes docu- individuales, b. Teoría sociológica e historia).
mentales que han venido siendo consideradas como elementos de
referencia importantes para la delimitación del objeto de la Socio- Por otra parte, el criterio de definir la sociología a partir de los
logía. libros de texto ha dado lugar a distintos estudios específicos sobre
su contenido. En este sentido, por ejemplo, el mismo Inkeles se ha
En primer lugar, una de las fuentes de documentación -aun- referido a la existencia de doce temas fundamentales en los que, de
que ya está algo desfasada- que ha merecido una mayor consi- acuerdo con el estudio de Hornell Hert, coinciden la mayoría de los
deración es la propia clasificación de la Sociología formulada por manuales. «Estos doce temas principales» son: «el método científi-
Durkheim en su propuesta de programa de 1909; propuesta que co en la Sociologia, la personalidad en la sociedad, la cultura. las
adecuadamente enriquecida y ampliada dio lugar posteriormente agrupaciones humanas, la población, la casta, la clase, la raza, los
al esquema clasificatorio «de los capítulos de la parte bibliográfi- cambios sociales, las instituciones económicas, la familia, la ins-
ca» de los volúmenes de LIAnnéeSociologique, a partir de 192513. trucción y la religión))l 5.
En concreto, los títulos generales de estos capítulos -en los que
Igualmente, si nos fijamos en el conjunto de la literatura pro-
se incluyen, a su vez, un gran número de sub-capítulos- son los
ducida por los sociólogos, podemos encontrarnos también unos cri-
siguientes:

14 Vid. en Ezequiel Ander-Egg: Introducción a las técnicas de investigación social.


l3 A. Cuvillier: Introducción a la Sociologfa. La Pléyade, Buenos Aires, 1968, phgs. Editorial Humanitas, Buenos Aires, 1969, pág. 30.
72-73. 1s A. Inkeles: Qut es la Sociología, op. cit., pág. 19.
548 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

terios importantes de delimitación temática, a partir de uno de los de los sociólogos. En concreto, los Comités de investigación que han
principales instrumentos de explicitación de cualquier actividad funcionado durante los últimos Congresos han estado referidos a
científica: las publicaciones. De acuerdo con William M. Dobrinerl6, temas tales como: «Fuerzas armadas y resolución de conflictos»,
las principales áreas temáticas consideradas en las investigaciones «Economía y sociedad», «Investigación sobre la comunidad local»,
teóricas y empíricas de los sociólogos son las siguientes: «Sociologíade la educación),, «Relaciones,étnicas raciales y las mino-
1. Sistemas de relación: Estudio de pequeñas unidades de asocia- rías», «Sociología de la Familia., «Investigación sobre el futuro»,
ción, acción social, relaciones sociales, papeles, status y gru- «Historia de la Sociología», «Práctica y transformación social»,
pos primarios. «Participación,y autogestión», «Sociologíade la vejez», ~Sociología
del derecho», «Sociologíadel ocio», sociología de la comunicación,
2. Instituciones sociales: Estudio de las instituciones sociales del conocimiento y de la cultura», «Sociología de la salud», «Teoría
distintivas: familia, Iglesia, economía, política, educación, etc. sociológica^^, sociología de las organizaciones», «Sociología políti-
3. La organización social: Estudio de cómo se interrelacionan can, «Estado de Bienestar, políticas sociales y pobreza», «Sociología
las unidades principales de la estructura social (las institu- comparativa», «Desarrolloregional y urbano», ~Sociologíade la reli-
ciones básicas), para formar el sistema societario. gión», «Sociologíade la ciencia y de la tecnología», «Ecologíasocial»,
c Sociolingüística», K Socio-técnica, práctica sociológica», «Sociolo-
4. Sistemas societarios: Análisis y comparación del desarrollo, gía del deporte», «Estratificación social», «Desviación y control
estructura y funciones de los sistemas societarios. social», «Sociología del trabajo)), «Sociología de las migraciones»,
Asimismo, podemos considerar también como un elemento de «Mujery sociedad», «Lógicay metodología en la Sociología», «Socio-
delimitación temática importante los índices clasificatorios utiliza- logía de la juventud», «Análisis conceptual y terminológico», «Teo-
dos en una publicación como Sociological Abstracts, cuyo objetivo ría e investigación sobre la alienación», «Sociologíadel arte», (~Bio-
es recoger ordenadamente y de acuerdo con los criterios clasifica- grafía y Sociedad», «Sociología de los desastres», «Sociología de la
torios internacionales el contenido temático de todas las publica- agricultura», «Sociología de la población», «Psicología social», «La
ciones que realizan los sociólogos. La amplitud y detalle de este vivienda y el medio urbano», «Movimientossindicales», «Teoría de
índice nos impide proceder aquí a una reproducción literal de todos las decisiones», «Sociologíaclínica», «Movimientossociales y clases
sus epigrafes y sub-epígrafes, que por lo demás pueden ser consul- sociales»,«Movimientossociales, acciones colectivas y cambio social»,
tados directamente en dicha publicaciónl7. «Enfermedady salud mental», «Turismointernacional», «Sociología
de los grupos profesionalesn, c Sociología de la infancia., .Indica-
Finalmente, y sin que por ello pueda considerarse agotado el dores sociales», «Investigación del uso del tiempo», « Socio-ciberné-
tema, parece obligado que nos refiramos también aquí a un ele- tica y teoría de los sistemas sociales», «Movimientos nacionales e
mento tan importante en la actividad profesional de los sociólogos imperialismo», «Hambre y sociedad»18.
como son los Congresos. Así, los temarios de los Congresos Inter-
nacionales de Sociología proporcionan unos elementos de juicio Tal elenco de temas refleja bastante bien cuáles son las princi-
muy relevantes sobre la manera en que se está produciendo en la pales áreas de actividad investigadora de las que se está ocupando
práctica -
y en torno a qué temas preferentemente- la actividad la Sociología en su desenvolvimiento práctico. O lo que es lo mis-
mo, indican la manera en que los sociólogos se reúnen para deba-
tir y para informar sobre aquello que realmente están haciendo.
l6 William M. Dobriner: Estructuras y sistemas sociales. Trillas, Mkxico, 1975,
p8g. 35.
l 7 Vid. American Sociological Association et al.: Sociological Abstracts. San Diego, ' 8 Relación de ComitCs de Investigación, Grupos de trabajo y Grupos tematicos del
publicación periódica. Programa del XIV Congreso Mundial de Sociologia (Montreal, Canadá, 1998).
550 LA EXPLICACI~N SOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Posiblemente aún podríamos añadir otras fuentes de informa- La compleja intermediación que se produce entre los científicos
ción en torno a lo que los sociólogos hacen y sobre lo que los soció- sociales y los ámbitos de decisión social y política dan lugar, a veces,
logos enseñan en los centros docentes donde se cursan materias a una cierta tendencia hacia un enmarcamiento limitativo de las
sociológicas y sobre lo que piensan sobre los contenidos de la Socio- cuestiones a estudiar. De esta manera, los temas de que se ocupan
logía. Pero lo hasta aquí indicado puede considerarse como una los sociólogos no son siempre autónomamente seleccionados por la
muestra bastante representativa de los criterios clasificatorios y los comunidad científica, sino que, con harta hecuencia, lo son por las
temas de atención concreta de los sociólogos, más allá de los par- grandes entidades y grupos de interés que los financian. Por esta
ticularismo~culturales que en algunos de ellos se reflejan. razón, lo que en realidad ((hacen los sociólogos en la práctica» no
Una vez llegados a este punto, habría que preguntarse si de esta tiene por qué coincidir necesariamente - y efectivamente no siem-
manera hemos logrado solucionar de forma suficientemente pre coincide- con lo que los sociólogos consideran más necesario
satisfactoria el problema de la definición temática de la Sociología. y prioritario.
En este sentido, es necesario tener en cuenta que el criterio de La experiencia práctica demuestra que las grandes instituciones
definir el campo temático de esta disciplina a partir de lo que efec- financiadoras del trabajo sociológico generan una demanda temá-
tivamente hacen los sociólogos, plantea también el interrogante de tica orientada y específica, que no pocas veces ha sido objeto de
tiasta qué punto los sociólogos son plenamente autónomos a la hora denuncias por los círculos de sociólogos más críticos e indepen-
dc regular su propia actividad profesional. dientes, que han visto en esta dependencia financiera uno de los
mayores peligros para el libre desenvolvimiento de la «imaginación
Las peculiaridades de la Sociología dan lugar a que el proble- sociológica»20.
ma dc la traducción práctica de los hallazgos científicos cree un
cierto muro de distancias, que hace que los sociólogos no se sien- Esta situación ha dado lugar a que no falten los que piensan que
tan especialmente inclinados a abordar muchas cuestiones que «con unas pocas excepciones los más prominentes sociólogos de
implican especiales problemas de realización y sobre todo de tra- nuestros días sean las más directas criaturas financiadas -funcio-
ducibilidad práctica. Como ha señalado Richard Ofshe, «a dife- nalmente los sirvientes- de la soberanía civil, militar y económi-
rencia de la mayoría de las disciplinas científicas, la Sociología se ~ a » ~Lol .que, en definitiva, significa que, en buena parte, el tra-
ha desarrollado hasta el momento actual sin haber logrado gene- bajo de los sociólogos se produce a partir de un conjunto de demandas
rar soluciones a los problemas que son ulteriormente implemen- específicas, más o menos latentes o expresamente formuladas.
tados y por ello comprobados -y sin tener las ventajas que impli- Tal marco de demandas y orientaciones predeterminadas ha dado
ca un proceso de tal naturaleza-. Las razones de esto son lugar a que se hable de una «Sociología de lo posible», cuyos cam-
complicadas, pero probablemente la principal es que los sociólo- pos temáticos en buena medida se configuran a partir de la influen-
gos nunca han tenido el poder necesario como para implementar cia de instancias y prioridades extra-sociológicas. Por lo que, en
los experimentos sociales que a ellos les hubiera gustado realizar, definitiva, el criterio de delimitar los campos temáticos de la Socio-
mientras que aquellos que detentan el poder han estado más ocu- logía a partir de lo que hacen los sociólogos, no puede reputarse
pados por las realidades de la supervivencia política o de la carre- como un criterio totalmente neutro e inclusivo, especialmente si no
ra personal que por lo correctamente que pudiera estar efectuán-
dose el cambio social»'9.

20Wright Mills: La imaginación sociológica. F.C.E., México, 1964.


2'Martin Nicolaus: aThe Professional Organization of Sociology: a view from
I Y Richard Okhe (ed.):The Sociology of'the posible. Prentice-Hall, Londres, 1970, belown, en R. Blackburn (cd.):Ideology in Social Science. William Collins Sons and Co.,
p8go. XI y XII. Clasgow, 1979, phg. 5 1,
552 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

es completado con una indagación empírica paralela sobre lo que La popularización de la distinción entre macrosociología y
los sociólogos creen, por sí mismos, que se debería hacer. microsociología se atribuye generalmente a Gurvitch. Para Gur-
En conclusión, podemos decir que la imagen empírica sobre la vitch, «los ingredientes más elementales que componen la realidad
tarea sociológica «realmente existenten, obtenida a partir de los social están constituidos por las múltiples maneras de estar liga-
condicionantes mencionados, no debe considerarse sino como una dos por el todo y en el todo, o manifestaciones de sociabilidad)).
de las dos caras de la moneda de la realidad temática de la Socio- «Estos universos -dirá- son unidades'reales, dependientes de la
logía: la cara posible de la Sociología. La otra cara es la cara de la macrosociología, representan, pues, macrocosmos de las manifes-
Sociología necesaria, en la que deben reflejarse también todos aque- taciones de sociabilidad)).En suma, las «manifestaciones de socia-
llos campos que los sociólogos pueden «imaginar» en el libre ejer- bilidad -dirá- son "fenómenos sociales totales" en escala micro-
cicio de su reflexión analítica, más allá de los condicionantes a que sociológica^^^.
nos hemos referido. Macrosociología y microsociología son, desde esta perspectiva,
dos formas de aproximarnos a un mismo fenómeno de la sociabi-
lidad. Si el análisis está bien realizado, la una conduce a la otra.
Desde la microsociología se llegará irreversiblemente a la macro-
El análisis de las áreas temáticas de las que se ocupa la Socio- sociología, y al revés; «o bien, comenzando por la sociología de los
logla, que hemos realizado en el epígrafe anterior, puede ser obje- grupos -dirá Gurvitch-, se llega necesariamente, por una parte,
to de algunas consideraciones críticas. En efecto, a partir del des- a la microsociología, y, por otra, a la tipología de las sociedades glo-
granamiento de cuestiones anteriormente apuntadas puede obtenerse bales. Sin embargo, si se quiere precisar, tal vez sería útil señalar
una cierta impresión de que la labor de los sociólogos se desarro- que, ontológicamente, desde el punto de vista del ser social, la pri-
lla generalmente en torno a una casuística global poco sistemati- macía se les debiera reconocer a las sociedades globales, mientras
zada. Por ello, a veces, la delimitación de las áreas temáticas de la que, metodológicamente, la primacía más bien correspondería a las
Sociología ha intentado ser ordenada lógicamente en grandes cam- manifestaciones de sociabilidad. Es que estas últimas permiten esta-
pos de referencia. blecer -aclarará Gurvitch- los tipos sociales más generales y más
Esto es lo que se ha intentado, por ejemplo, con la distinción abstractos. Estos tipos se repiten con más frecuencia y facilidad que
que Sorokin estableció entre una Sociología general, dividida a su los tipos de grupos (que son tipos abstractos-concretos) y, sobre
vez en una Sociología general estructural y una Sociología general todo, más que los tipos de sociedades globales (que son tipos más
dinámica y unas sociologías especialeG2,o con la clasificación temá- concretos en sociología)^^^.
tica formulada por Ginsberg en torno a tres grandes bloques: la Actualmente, la distinción entre microsociología y macrosociolo~
estructura social, el control y el cambio socia123, etc. gía tiene más bien un valor clasificatorio -de la actividad de loz
Sin embargo, uno de los grandes criterios clasificatorios utili- sociólogos y de los grandes campos de la Sociología- que analítico
zados con mayor frecuencia es el que diferencia dos campos bási- Por ejemplo, Duncan Mitchell, en su Historia de la Sociología,
cos: la macrosociología y la microsociología. tomará dicha distinción -según nos dirá- «por la conveniencia dt
dividir el tema en estudios de las sociedades totales y de complejo!
institucionales principales, por una parte, y en estudios que se ocum
22 Pitirim A. Sorokin: Sociedad, cultura y personalidad. Aguilar, Madrid, 1969, pAg.
26.
23 Morris Ginsberg: Essays in Sociology and Social Philosophy. Penguin Books, Har-
24 Georgei Gurvitch: Parado de Sociología. Kapelusz, Buenos Aires, 1962, pág. 195
mondsworth, 1968, pAgs. 7 y 8.
2s Ibtd., p10, 196,
554 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

pan de aspectos limitados y a pequeña escala de la vida social, por permitan comprender mejor y de manera suficientemente fundada
otra)).«Así,a un nivel bastante abstracto -nos dirá-algunos soció- los propios procesos sociales globales.
logos estudian los órdenes normativos, los complejos con los cua- Como ha apuntado Randall Collins: «Existen varias ventajas en
les se puede constituir un sistema total o sociedad, mientras que la traslación de todos los conceptos sociológicos al plano de los
otros se interesan más por las normas particulares, siempre y cuan- micro-fenómenos. La primera ventaja es epistemológica. Rigurosa-
do influyan sobre la interacción humana, o por 'las relaciones cara mente hablando -dirá- no existe ninguna cosa como una "eco-
a cara o por las que están próximas a ellas. De ahí que sea posible nomía", una "cultura" o una "clase social". Sólo existen conjuntos
distinguir entre instituciones sociales, por una parte, y organiza- de personas individuales actuando en determinado tipo de micro-
ciones sociales y grupos sociales por situaciones -conjuntos que están caracterizados por una especie
En consecuencia podemos decir que la macrosociología compren- de miniaturización ...-. Los conceptos sociológicos sólo pueden
de las actividades orientadas a estudiar y comparar las sociedades resultar verdaderamente empíricos mediante su ubicación en una
globales, así como sus principales aspectos, a través de sus institu- muestra de los típicos micro-sucesos en que adquieren forma»27.
ciones. Esto es lo que hicieron los grandes teóricos de la Sociolo-
Por otra parte, la ubicación estratégica en una óptica de análi-
gía: Comte, Spencer, Marx, etc., y todos los que intentaron diseñar
sis microsociológico ha sido definida a partir de la consideración
las líneas maestras de una «gran teoría social)). Igualmente pode-
de que «la dinámica de cualquier explicación causal de la estruc-
mos considerar como análisis macrosociológicos todos los estudios
tura social debe ser micro-situacional, (debido a que) todas las
sobre aspectos globales de tales sociedades, sobre instituciones socia-
macro-condiciones producen sus efectos mediante su impacto sobre
les, estratificación y clases sociales, familia, sistema político, etc.
las motivaciones situacionales de los actores. Los macro-agregados
A su vez, la microsociología es aquella rama de la Sociología que de las micro-situaciones pueden proporcionar el contexto y hacer
se orienta al estudio de los grupos sociales (grupos pequeños) y las surgir los resultados de dichos procesos -dirá Randall Collins-,
agrupaciones de tales grupos, o los ámbitos inmediatos en que se pero el verdadero desencadenante es micro-situacional~2*.
desenvuelven tales grupos (es decir, la empresa, la escuela, las peque-
Aas comunidades, etc.). De esta manera, la distinción entre macrosociología y microso-
ciología queda reducida en buena parte a una cuestión de grado y
El análisis microsociológico, a veces, ha sido visto como un requi- de óptica. El análisis microsociológico, así, estaría destinado final-
sito prácticamente insoslayable para cualquier investigador que quie- mente a inscribirse en el macrosociológico, del que formaría parte
ra verificar realmente sus hipótesis. El carácter ~inrnanejable))e constitutiva, y a cuya realidad se llegaría precisamente a partir del
((inabarcable))de las sociedades globales ha sido, así, presentado más inmediato, concreto y «manejable» análisis microsociológico.
como justificación del recurso a la óptica analítica microsociológi-
ca como estrategia metodológica de traslación. Es decir, el sociólo- Sin embargo, la ubicación posible de un estudio sociológico en
go no puede pretender empezar por intentar estudiar realidades tan una perspectiva analítica microsociológica o macrosociológica no
amplias y complejas como las sociedades globales, consideradas en constituye una variable irrelevante. Por una parte, la realidad es que
su conjunto, sino que tiene que iniciar su tarea investigadora abor-
dando determinados aspectos, o partes concretas de la sociedad, a
partir de las que ir completando y mejorando conocimientos, que 27 Randall Collins: «On the Micro-foundations of Macrosociology», American Jour-
nal of Sociology, vol. 86, n." 5, 1981, págs. 987-988. Para un tratamiento más amplio de
la problemática de la integración de los niveles micro y macrosociol6gicos, vid. K.
Knorr-Cetina y A. V. Cicourel (eds.):Advances in Social Theory and Methodology. Toward
'"uncan Mitchell: Historia de la Soclolo#fa, Guadarrama, Madrid, 1973, tomo 11, an integration of Micro and Macro-sociologies. Routledge & Kegan Paul, Londres, 198 1 .
p8g. 75. 28 Ibfd., p8g. 990.
556 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

una u otra opción se encuentran en el fondo asociadas o bien con la de estudio -la sociedad- con otras ciencias, como la Antropología,
orientación «haciagrandes teorías globales»(macrosociología),o bien la Economía, la Historia, etc., sino que obedece también a la pecu-
hacia «teorías de alcance medio» (más propias de enfoques micro- liar dialéctica que se ha venido produciendo desde los orígenes de la
sociológicos). Por otra parte, la adopción de estos enfoques puede Sociología entre esta disciplina y las restantes ciencias sociales.
conducir hacia formulaciones de referencia sumamente inmediatas
y concretas, resultando también fundamental desde el punto de vis- Las fronteras entre la Sociología y otras ciencias sociales no son
ta de las aplicaciones generales que cada uno de ellos implica. siempre fáciles de trazar. Muchas de las disciplinas que tienen por
objeto la sociedad aparecen muy directamente conectadas con la
Por ello se entiende que unos y otros enfoques hayan sido obje- Sociología en lo que hace a su procedencia de un mismo tronco
t o de diversas críticas. De los enfoques macrosociológicos se ha afir- común y a su desarrollo en tiempos históricos muy cercanos.
mado que suponen una interpretación predeterminada de la confi-
guración de la sociedad29 y que dan lugar a una formulación tan Por otra parte, como ya hemos indicado, algunas disciplinas
vaga y general de las hipótesis que resulta imposible su verifica- sociales se han desgajado del tronco común de la Sociología, como
ción. Asimismo, de los puntos de vista microsociológicos se ha dicho consecuencia de la dinámica de especialización progresiva de los
que no permiten situar adecuadamente los análisis en sus contex- saberes. Por lo que no siempre es fácil diferenciar lo que aún con-
tos sociales; lo que a veces ha sido presentado como algo que pue- servan de común y de específico.
de dar lugar a la paradoja de una «sociología sin sociedad»30. En general, la problemática de las conexiones entre las distin-
Igualmente, la adopción de uno u otro enfoque también ha sido tas ciencias sociales ha atravesado al menos dos períodos muy
vista en conexión con las dos grandes corrientes metodológicas de diferenciados. El primero de ellos, que se corresponde con los
la Sociología actual, en sus mutuos referentes a enfoques objetivo- momentos fundacionales, fue de un gran esfuerzo por marcar enfá-
estructurales y subjetivo-simbólicos, con todo lo que ello implica; ticamente las fronteras y las especificidades. Fue éste el momento
«el holismo -subrayará Giner- adopta la visión macrosociológi- en que muchas de las ciencias sociales pugnaban por afirmar su
cal mientras que el individualismo tiende al estudio de los proble- existencia y por conquistar unos espacios que hicieran factible -y
mas propios de la microsociología~~31. verosímil- su reconocimiento público como ciencias con un status
y un lugar propio en el edificio científico.
3. I,A SOCIOLOGIA Y OTRAS CIENCIAS SOCIALES Sin embargo, en las circunstancias actuales este tipo de actitudes
ha dado paso a unas tendencias diferentes más orientadas a poner el
Uno de los temas de referencia obligada en cualquier manual u énfasis en los puntos de conexión entre las diversas ciencias sociales.
obra introductoria sobre Sociología es el de las relaciones entre la El intercambio de técnicas y de conceptos, la complementariedad en
Sociología y las demás ciencias sociales. La razón de que esto sea asi los enfoques y la práctica de los estudios multidisciplinares está dan-
no estriba únicamente en la circunstancia de que la Sociología, como do lugar, así, a una sustitución de la vieja obsesión por la delimitación
venimos repitiendo, tenga que compartir un mismo objeto general de fronteras, por una práctica en la que tiende a ponerse un mayor
acento en las conexiones e intercambios entre las diferentes ciencias
sociales. Como dirá Gurvitch, esta situación se basa en la convicción
2Y Edward Shils: aLa sociedad y las sociedades. Visión macrosociol6gica~,en T, de que la «Sociología y (las) ciencias sociales exigen, en primer lugar,
Parsons (ed.):La Sociologia norteamericana contemporánea. Paidós, Buenos Aires, 1969, ser situadas en relaciones de complementariedad dialéctica»32.
pdgs. 265 y SS.
30 Robert K. Merton: La Saciologla de la ciencia, op. cit., pAg. 118.
N Salvador Gincr: El progreso de la conciencia socioldgica. Pcnfnsula, Barcelona,
1974, pAg. 22 1. 32 G. Gurvitch: Dialkctica y Sociología. Alianza, Madrid, 1969, pág. 319.
558 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

En estas páginas no vamos a hacer un inventario exhaustivo y «Sociología general. (Sociología general histórica, Sociología del
detallado de las distintas disciplinas sociales y de sus relaciones con conocimiento, Filosofía de la Historia, e t ~ . ) ~ ~ .
la Sociología; pero, sin embargo, parece necesario, al menos, refe-
rirnos a los grandes alineamientos en que es dable agrupar al con- Desde una perspectiva más atenta a diferenciar, por una parte,
junto de las ciencias sociales. Así, por ejemplo, de acuerdo con Duver- la Sociología de las restantes ciencias sociales, y por otra, a deter-
ger, podemos utilizar, desde un punto de vista lógico, «dos tipos de minar cuáles son las relaciones que distintas disciplinas científicas
clasificación: una vertical, según los diversos aspectos de la vida pueden tener con la Sociología, Cazenueve, Akoun y Baile han pro-
social dentro de un mismo grupo (demografía, economía, sociolo- puesto diferenciar tres grupos de disciplinas: en primer lugar, las
gfa religiosa, ciencia política, sociología del derecho, estética, etc.); ciencias que pueden proporcionar al sociólogo instrumentos de aná-
la otra horizontal, según las diversas categorías de grupos sociales lisis (las Matemáticas, la Estadística, la Informática y las lenguas
(etnografía o estudio de las sociedades otrora calificadas de "primi- vivas); en segundo lugar, las disciplinas auxiliares o «clientes» que
tivas" o "salvajes"; historia, o estudio de las sociedades del pasado; pueden dar o recibir aportaciones (la Filosofía, la Historia, la Geo-
estudio de los grupos elementales o intermedios dentro de una socie- grafía, la Economía, la Ciencia Política, el Derecho, la Psicología y
dad más vasta, etc. Estas clasificaciones-advertirá Duverger-, har- la Lingüística), y en tercer lugar, las disciplinas sociológicas, que
to claras en principio, lo son mucho menos en la práctica, ya que son las más estrechamente conectadas con la Sociología, hasta el
frecuentemente se entreveran ..., pero a pesar de todo son útiles para punto de que a veces se confunden con ella (la Etnología, la Psico-
fijar ideas. Vamos a examinarlas -dirá- llamando ciencias socia- logía de los pueblos, la Psiquiatría social, la Psicología social y la
les particulares a aquellas que estudian un determinado aspecto par- Dem~grafía)~~.
ticular de los grupos sociales, y ciencias sociales globales a las que Obviamente, esta esquemática panorámica sobre las ciencias
estudian el conjunto de los aspectos de uno o varios grupos»33. sociales no tiene más finalidad que la de resaltar la complejidad del
contexto de disciplinas en que debe ubicarse la Sociología. A par-
Entre las ciencias sociales particulares, Duverger diferenciará dos tir de esta situación, cualquier pretensión de absorción o de sim-
grandes áreas: aquellas que se ocupan de la morfología social (Geogra- plificación no producirá sino unos efectos parcializadores clara-
fía humana y Demografía) y las ciencias sociales particulares espe-
mente negativos. De ahí que la tendencia predominante entre los
cíficas (Economía, Ciencia Política, Sociología del derecho, de la sociólogos de nuestros días no sea ni la de pretender situar a la
religión, de la moral y del arte). Entre las ciencias sociales globales Sociología en el vértice de un sistema supra-ordenado de todas las
distinguirá tres categorías: la primera estudia los «grupos sociales ciencias sociales, ni tampoco hacer de ella una disciplina auxiliar
aislados en medio de grupos más vastos», la ((Sociologíade los gru- de todas las demás, bien metodológicamente, bien en lo que hace
pos elementales» (Sociología de los partidos políticos, de los gru- a sus posibilidades de aportar el «matiz social» que le es propio.
pos de presión, de los grupos intermedios en general, Sociología de
las ciudades y las comunidades, etc). La segunda categoría estudia En suma, pues, podemos concluir afirmando que el talante con
los grupos sociales complejos que ((constituyen conjuntos más o el que la Sociología actual afronta sus relaciones con las diferentes
menos autónomos)) (la "Sociología de las colectividades", la Etno- disciplinas sociales puede ser resumido en el conocido postulado
logía, la Historia). Por último, la tercera categoría estudia ((todos de que «la Sociología no es ni la ama, ni la sirviente, sino la her-
los gmpos sociales en todas las sociedades)),lo que es propio de mana de las restantes ciencias sociales».

34Ibíd., págs. 57 y SS.


33 M. Duverger: Mdtodos de las ciencias sociales. Ariel, Barcelona, 1962, ptigs. 56 35J. Cazeneuve, A. Akoun y E Baile: Gufa del estudiante de Sociologfa. Península,
y 57. Barcelona, 1974, pags. 146 y S S .
560 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA OBJETO Y TEMAS DE ESTUDIO DE LA SOCIOLOGIA 56 1

E:JERCICIOS Y T ~ P I C O PARA
S LA R E F L E X I ~ N 13) ¿Qué consecuencias e implicaciones tienen los enfoques
micro-sociológicos y los macrosociológicos? ¿A qué enfo-
1) ¿Qué tipo de dificultades presenta la problemática de la ques teóricos y metodológicos se encuentran asociados?
delimitación del objeto de la Sociología?
14) ¿Con qué otras ciencias sociales comparte la Sociología el
2) ¿De qué manera ha sido influida la Sociología en sus oríge- mismo campo general de estudio?
nes en los diferentes países? Poner ejemplos de influencias
concretas. 15) ¿Cuáles fueron las relaciones de la Sociología con otras cien-
cias sociales en las primeras etapas de su desarrollo? ¿Y cuá-
3) ¿Qué consecuencias han tenido estas influencias? les son ahora?
4) ¿Cómo ha ido evolucionando la manera de entender la 16) ¿Qué tipo de ciencias sociales diferencia Duverger? ¿De qué
delimitación de los campos de estudio de la Sociología a lo se ocupa cada una de ellas?
largo de la historia? ¿Quéfases pueden diferenciarse? ¿Cómo
se ha entendido la definición del objeto de estudio de la 17) ¿Con qué grupos de disciplinas se relaciona directamente la
Sociología en cada una de estas etapas? Sociología según Cazeneuve, Akoun y Baile?
5 ) ¿Qué vías concretas ha propuesto Inkeles para definir el 18) ¿Es posible -y factible- en nuestros días una absorción o
((objetoy materia» de la Sociología? (En qué consiste cada fusión entre la Sociología y otras Ciencias Sociales? ¿Por
una de estas tres vías? ¿A qué resultados y conclusiones con- qué?
ducen? ¿Qué inconvenientes y ventajas tiene cada una de
ellas?
6 ) ¿Qué criterios propone Smelser para clasificar a las dife-
rentes escuelas en las Ciencias Sociales? ¿Qué característi-
cas presentan?
7) ¿A partir de qué elementos y bases de información-
y documen-
tación- podemos definir y delimitar los campos temáticos
de los que se ocupan los sociólogos? Hacer una relación, indi-
cando algunas posibles clasificaciones temáticas.
8) ¿Qué virtualidad tienen los temarios y programas de los
Congresos de Sociología a la hora de precisar las áreas de
estudio propias de la Sociología?
9) ¿Qué se entiende por «Sociología de lo posible))?Detallar los
condicionantes que mediatizan la labor de los sociólogos.
10) ¿Qué es y de qué se ocupa la macrosociologia?
11) ¿Qué es y de qué se ocupa la microsociologia?
12) ¿Qué ventajas tienen los enfoques microsociol6gicos, frente
a los macrosociol6gicos? ¿En que consiste el recurso analf-
tic0 de u translaci6nm?
El objeto de este Apéndice Metodológico es orientar a los alum-
nos en la utilización de los materiales pedagógicos multimedia
complementarios al texto de este libro.
Los materiales disponibles son: el Programa de Enseñanza Asis-
tida por Ordenador (E.A.O.) y la serie de videos «La Sociologia. Una
Introducción a la Sociología», con las correspondientes fichas temá-
ticas.
La materia se puede preparar empleando únicamente el texto de
las Unidades Didácticas. Sin embargo, la utilización conjunta de los
materiales pedagógicos disponibles puede facilitar una mejor com-
prensión y asimilación de los contenidos abordados.

2. VÍDEOS INTRODUCTORIOS

En los vídeos se pueden encontrar algunos de los elementos y


argumentos fundamentales que deberán ser objeto de un estudio
sistemático y completo en las Unidades Didácticas. Por ello, debe
quedar muy claro que los vídeos no sustituyen al libro de texto, ni
cubren todos los aspectos que deberán ser estudiados y conocidos
para poder superar correctamente los exámenes.
Los vídeos pueden ser una valiosa herramienta complementaria
de estudio, en la medida que presentan, de una manera sencilla,
una introducción general a los contenidos fundamentales de los
temas del programa, acompañada de imágenes y reflexiones que
566 LA B X P L I C A C ~ ~SOCIOL~GICA:
-- N UNA IN'I'ROI>IJCC~~N
A LA SOCIOI.OC;~A

pueden motivar mejor en el estudio y hacer comprender más cla- - Cuando se hayan preparado los contenidos completos de
ramente la razón de ser de la Sociologia. uno de los semestres, se recomienda utilizar el Programa
Con la puesta a disposición de alumnos y tutores de estos mate- de Enseñanza Asistida por Ordenador (E.A.O.), como pro-
riales didácticos, la UNED avanza en la dirección de basar sus ense- cedimiento de repaso, de auto-evaluación y de aclaración
fianzas en paquetes de materiales multi-media integrados que per- de cuestiones. El Programa E.A.O. de Sociología se podrá
mitan mejorar y facilitar el rendimiento de quienes cursan sus utilizar en un tiempo bastante breve, y repetir tantas veces
estudios de acuerdo a la metodología de la enseñanza a distancia. como se desee, en cualquier ordenador personal que se
pueda utilizar, bien en casa, bien en el lugar de trabajo, o
bien en el propio Centro Asociado de la UNED (vid. el epí-
2.1. Orientación metodológica grafe 3).

Para la utilización de los vídeos y los otros materiales pedagó- Siguiendo todos estos pasos, con regularidad y con método,
gicos se recomienda seguir la siguiente secuencia en la preparación se llegará a adquirir un buen nivel de conocimiento de una asig-
de los temas del programa: natura que, como la Introducción a la Sociología/Sociología Ge-
neral/Fundamentos de Sociología, puede proporcionar una base
- Primero visionar los vídeos y trabajar con las fichas temáti- sólida para continuar avanzando en el estudio de las Ciencias So-
cas de la manera que se explica en el epígrafe 2.3. ciales.
- Una vez visionado cada capítulo de los vídeos, plantearse las
cuestiones indicadas en los listados de «Ejercicios y tópicos
para la reflexión» que se incluyen al final de cada capítulo, 2.2. Contenido de los vídeos
acudiendo al libro para ir completando y aclarando las cues-
tiones referidas. Después de una primera reflexión deberá Las dos partes de los vídeos «La Sociología. Una Introducción a
leerse sistemáticamente el capítulo correspondiente, subrayan- la Sociologia. Primera Parte» y rLa Sociologia. Una Introducción a
do o resumiendo los temas y argumentos fundamentales. la Sociologia. Segunda Parte», comprenden los catorce temas de la
Unidad Didáctica. En su preparación han participado varios profe-
- Después de estudiar el tema, el alumno podrá comprobar que sores del Departamento de Sociología 111 (Tendencias Sociales), en
se encuentra en mejores condiciones de responder a las cues- colaboración con el Departamento de producciones audiovisuales
tiones suscitadas en los listados de «Ejercicios y tópicos para de la UNED.
la reflexión» anexos a cada capítulo.
El contenido de los vídeos es el siguiente:
- Una vez estudiado cada tema, el alumno podrá proceder a
una primera auto-evaluación de sus conocimientos, proce-
diendo a elegir al azar, con el libro cerrado, uno de los epí- LA E X P L I C A C I ~ N S O C I O L ~ G I C A .U N A I N T R O D U C C I ~ N A LA
grafes del programa, respondiendo por escrito durante una SOCIOLOGÍA. PRIMERA PARTE
hora por cada tema. En la contestación a esta pregunta debe-
rá atenderse al debido rigor y orden expositivo, a la especi- Capítulo 1.O: Introducción General. ¿Qué es la Sociología? (Guión
ficidad de la cuestión (centrándose en la pregunta elegida, y José Félix Tezanos).
no en otras similares o relacionadas), a la redacción y la cla-
ridad de letra, a la ortografía, etc. El propio alumno podrá Capítulo 2.': Hombre y sociedad (Guión: José Félix Tezanos).
cotejar su «examen simulado» con los contenidos expositivos Capítulo 3.': Los orígenes de la Sociología (Guión: José Félix Te
recogidos en ese mismo epígrafe del libro. zanos).
568 LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Capítulo 4.": El desarrollo de la Sociología (Guión: José Félix Te- Trabajo individual: Aquellos alumnos que no puedan asistir a las
zanos). sesiones tutoriales en el Centro Asociado, podrán utilizar los vídeos
Capítulo 5.": La sociedad, objeto de estudio de la Sociología (Guión: individualmente, visionándolos en su casa en condiciones que hagan
José Félix Tezanos). posible un grado suficiente de concentración. Especial atención debe-
rá prestarse, en este caso, a trabajar adecuadamente con los lista-
Capítulo 6.": Cultura, persona y sociedad (Guión: José Félix Tezanos dos de .Ejercicios y tópicos para la reflexión» una vez visionado
y Violante Martínez). cada capítulo. Lo más aconsejable es grabar las primeras reflexiones
Capítulo 7.": Sociedades humanas y sociedades animales (Guión: José personales en un magnetofón, o bien realizar un breve esquema o
Félix Tezanos y Josune Aguinaga). apunte por escrito, para poder cotejar las primeras reflexiones con
los criterios establecidos posteriormente, una vez estudiado el tema.
Trabajo en grupo: El método aconsejable para aquellos alumnos
LA EXPLICACIÓN SOCIOLÓGICA. UNA INTRODUCCIÓN A LA que pueden trabajar en grupo con su tutor, es el siguiente:
SOCIOLOGÍA. SEGUNDA PARTE
- Primero, el tutor realiza una presentación del capítulo de
Capítulo 8.": La Sociología y la sociedad industrial (Guión: María unos cinco minutos para situar lo que se va a visionar y rela-
Rosario Sánchez Morales). cionarlo con el tema o temas del programa con el que se
corresponde.
Capítulo 9.": La actividad de los sociólogos (Guión: José Félix Te-
zanos). - En segundo lugar, los alumnos ven el vídeo (catorcelquince
minutos).
Capítulo 10.": El método científico (Guión: José Félix Tezanos).
- En tercer lugar, el tutor y los alumnos realizan una primera
Capítulo 11 La Sociología c o m o disciplina científica (Guión: José
.O:
sesión de trabajo planteándose las cuestiones suscitadas en
Félix Tezanos). el listado correspondiente de «Ejercicios y tópicos para la
Capítulo 12.": Teoría e investigación empírica (Guión: Antonio reflexión» (treintalcuarenta minutos). En esta sesión de traba-
López). jo es necesario crear un clima de confianza y que todos pue-
dan hablar. Lo importante es que cada cual manifieste sus
Capítulo 13.": La Sociología y los valores (Guión: José Félix Te- propias nociones o ideas previas, antes de profundizar en el
zanos). estudio de la asignatura. Se trata en definitiva de interiori.
Capítulo 14.": Objeto y temas de estudio de la Sociología (Guión: zar motivadamente la problemática de referencia y plantear
José Félix Tezanos). se las preguntas antes de estudiar las respuestas.
- En cuarto lugar, los alumnos deberán estudiar sistemática.
mente el tema en las Unidades Didácticas y acudir a un2
2.3. Criterios para la utilización de los vídeos segunda sesión de trabajo en grupo con las respuestas y refle,
xiones de los Ejercicios, debidamente elaborados y razona,
De acuerdo con los criterios generales indicados en el epígrafe 2.1, dos. En esta sesión (sesenta minutos) se deberá dar la opor,
los videos pueden utilizarse de dos maneras diferentes: tunidad a que los asistentes puedan expresar nuevamente su!
criterios y compararlos con los que manifestaron más espon,
- Individualmente. táneamente en la sesión anterior. En esta sesión también po,
- En grupo. drán abordarse aquellas otras cuestiones o referencias de
570 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

tema que no sean objeto de atención en el vídeo o en los lis- recomienda utilizar el Programa E.A.O., como procedimiento de
tados de Ejercicios. repaso, de auto-evaluación y de aclaración de cuestiones.
Como puede comprobarse, con este método, en catorce sesiones
de trabajo se podrán preparar los contenidos del examen de cada
semestre. 3.2. Equipo e instalación
Los requisitos mínimos del ordenador personal que el Programa
3. PROGRAMA DE ENSEÑANZA
ASISTIDA E.A. O. «La Explicación Sociológica» requiere para funcionar correc-
tamente son: que tenga instalado un Sistema Operativo Windows' 98
PORORDENADOR o versiones posteriores; que funcione con un microprocesador Pen-
El Programa de Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO) «La tium 11 y tenga disponibles en RAM un mínimo de 16 MB. Además,
explicación sociológica» tiene un carácter complementario a las Uni- para su correcta visualización se requiere, preferentemente, una reso-
dades Didácticas editadas por la UNED con este mismo título. Se lución de pantalla a partir de 800*600 píxeles.
trata de un sencillo programa con el que los alumnos pueden veri- El CDIDVD E.A.O. «La explicación Sociológica» consta de una
ficar la asimilación de conocimientos, cumplimentando un cuestio- carpeta que contiene cuatro ficheros:
nario tipo test en cada uno de los temas del programa. El Programa
EAO, revisado desde el curso 2006-2007, dispone de cuestionarios
de auto-evaluación para los 14 temas que integran el programa de
Sociología General.

3.1. Modo de utilización del Programa E A 0


El Programa E A 0 «La explicación sociológica» es un programa Para instalar la aplicación se deberá abrir la carpeta y pulsar sobre
pensado para que los alumnos de Sociología puedan autoevaluar el fichero «setup.exe», que arrancará el proceso de instalación j
sus conocimientos sobre la materia y, al mismo tiempo, precisar y guiará al usuario a través del mismo.
aclarar conceptos o contenidos de los diferentes temas del progra- La primera pantalla solicitará al usuario el permiso para iniciar la
ma. El Programa EAO, sin embargo, no basta por sí solo para estu- aplicación. Se deberá pulsar sobre el botón «Aceptar».
diar la asignatura. Primero es necesario estudiar las Unidades Didác-
ticas y, a ser posible, utilizar las fichas temáticas para la reflexión La siguiente pantalla mostrará el directorio de instalación donde
o debate en grupo en las tutorías. En este sentido hay que tener en la aplicación guardará los archivos correspondientes. Para cambiar
cuenta que este programa forma parte de un paquete de materiales de directorio se deberá pulsar sobre el botón «Cambiar directorio»
didácticos multimedia, que comprende también un libro y unos ví- Una vez seleccionado el directorio, se pulsará sobre el icono que re.
deos, que han sido pensados para que su utilización conjunta, de presenta una computadora para continuar con el proceso.
acuerdo al procedimiento sugerido, haga posible una mejor asimi-
La siguiente pantalla permitirá al usuario seleccionar el grupo dc
lación de los contenidos de la asignatura Sociología General. Intro-
programas donde se guardará el enlace directo a la aplicación y per.
ducción a la Sociología.
mitirá posteriormente al usuario, a través del menú inicio, accede]
Cuando se hayan cubierto las etapas de aprendizaje y se hayan directamente al Programa ESOCIOLO. Una vez seleccionado el grupc
estudiado los contenidos completos de uno de los semestres se de programas, se deberá pulsar sobre el botón «Continuar».
5 72 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOG~A

El sistema comenzará entonces a copiar los componentes nece- a la pregunta siguiente, y así correlativamente hasta completar todo
sarios para la ejecución de la aplicación. Debido a que se debe el tema. Si se elige una respuesta incorrecta aparecerá en pantalla
asegurar la compatibilidad con diferentes versiones de Windows, una explicación tutorial, en la que se aclararán los contenidos de la
el instalador puede que trate de copiar componentes más antiguos. pregunta.
En este caso, se mostrará una pantalla de aviso al usuario por si Si no se responden correctamente las preguntas de un tema, el
desea sobrescribir tales componentes o bien conservar los origi- alumno deberá repasar nuevamente las Unidades Didácticas hasta
nales. Se recomienda siempre conservar los componentes actuales asimilar mejor los conocimientos. Entonces deberá intentar con-
de cada sistema pulsando sobre el botón « S í » en cada pantalla de testar un nuevo cuestionario sobre el mismo tema que le propor-
aviso. ciona el Programa EAO. Incluso, si lo desea, podrá emplear nue-
Si la instalación finaliza con éxito, el usuario podrá acceder al vamente este sistema de repaso contestando nuevos cuestionarios
Programa ESOCIOLO a través del menú inicio (y en el grupo de adicionales, ya que el Programa EA0 tiene un sistema que permi-
trabajo que asignara). Por defecto, se accederá a través de: te generar y combinar nuevas preguntas y respuestas sobre cada
tema. Para ello, el alumno deberá: o bien comenzar el cuestiona-
- Menú inicio rio con una identidad falsa, o bien reiniciar el cuestionario. iCui-
dado! Esta última opción borra todas las contestaciones realizadas
o Todos los programas
hasta ese momento en todos los temas que ya haya realizado el
ESOCIOLO alumno. El certificado del alumno que será válido para el profe-
+ ESOCIOLO sorado será sólo aquel cuya identidad utilizada se corresponda con
la oficial.
También se podrá acceder a la aplicación navegando hacia la Cuando se hayan cumplimentado correctamente todos los temas,
carpeta de instalación (por defecto será «Archivos de Programa1 el alumno habrá de completar su Ficha de Datos Personales. Una
ESOCIOLO)))y pulsando sobre el fichero «ESOCIOLO.EXE». vez rellenados todos los campos de esta ficha, el alumno podrá
imprimir su certificado y remitirlo al tutor de su Centro Asociado
o, en su caso, al Equipo Docente de la asignatura, como resguardo
5.3. Funcionamiento del Programa E A 0 de que ha cumplimentado correctamente todos los temas del pro-
grama, habiendo realizado un trabajo de estudio, repaso y auto-eva-
Una vez que se accede al Programa E.A.O. «Laexplicación Socio- luación que, sin duda, será muy útil para realizar un buen examen
ldgica~,lo primero que ha de hacer el alumno es identificarse con de la asignatura.
el DNI y sus datos personales. El número del DNI será siempre la
clave de acceso personal al programa, lo cual es especialmente impor-
tante cuando en el mismo ordenador trabajan varias personas. A 3.4. Programa
partir de ese momento, el alumno podrá siempre utilizar un menú
completo de Ayuda, que le guiará en el uso correcto de la aplicación Los cuestionarios del Programa E A 0 «La explicación sociológi-
informática. ca» han sido el resultado de una labor de equipo de los profesores
de Sociología General de la UNED, coordinados por José Félix Te-
En cada tema se dispone de un cuestionario de seis preguntas,
zanos.
ofreciCndose en cada pregunta tres respuestas posibles, debiendo
senalarse la que se estime correcta, bien con el ratón, bien con la Los profesores que han colaborado en esta labor han sido los
tecla correspondiente. Cuando se elige la respuesta correcta se pasa siguientes:
574 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

TEMA 1: Introducción general. ¿Qué es la Sociología?


José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales
TEMA 2: Hombre y Sociedad
José Félix Tezanos
TEMA 3: Los orígenes de la Sociología
José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales
TEMA 4: El desarrollo de la Sociología: Los padres fundadores
José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales
TEMA 5: La sociedad, objeto de estudio de la Sociología
José Félix Tezanos
TEMA 6: Cultura, persona y sociedad
Violante Martínez
TEMA 7: Sociedades humanas y sociedades animales
Josune Aguinaga Roustan
TEMA 8: La Sociología y la Sociedad Industrial
José Félix Tezanos y María Rosario Sánchez Morales
TEMA 9: La actividad de los sociólogos
José Félix Tezanos
TEMA 10: El Método científico
José Félix Tezanos
TEMA 11: La Sociología como disciplina científica
José Félix Tezanos
TEMA 12: Teoría e Investigación empírica
Antonio López Peláez
TEMA 13: La Sociología y los valores
María Rosario Sánchez Morales
TEMA 14: Objeto y temas de la Sociologia
José Félix Tezanos
Abel, Theodore, 41, 457 Becker, Howard, 3 71, 519
Abercrombie, Nicholas, 446, 447n Bell, Daniel, 341, 371
Adorno, Theodor, 96n, 98, 44411, Bendix, Reinhard, 140
446n Bennet, Adrian, 306n
Akoun. A, 559 Berelson, Bernard, 487n
Althusser, Louis, 371 Berger, Peter, 445, 448, 449n
Alum, Robert, 501n Berkeley, George, 110
Alvira, Francisco, 362 Berstein, Basil, 371
Ander-Egg, Ezequiel, 547n Biberson, Pierre, 303n
Andreski, Stanislav, 2211, 458, 459 Blau, Peter M., 499
Anomia, 122, 126, 371 Bleibtreu, Herman, 47
Suicidio anómico, 126 Bonner, John Tyler, 304
Apter, David, 337 Bottomore, Tom, 2211, 27n, 87n,
Ardrey, Robert, 282, 286 9011, 131n, 13311, 198,238n, 528
Aristóteles, 49, SO, 77, 93, 94, 97, Boudon, Raymond, 2211, 490
108, 109, 384, 385n Bourdieu, Pierre, 451, 45211, 502
Arnaud, Pierre, 120 Braverman, Harry, 371
Aron, Raymond, 92n, 121, 12811, Brown, David, 316n, 322
139n, 140, 142n, 333, 334, 370, Bryant, Christopher G. A., 506n
Arquímedes, 109, 393, 395 Bunge, Mario, 390, 3911-1,392,406,
Ashton, T. S., 317 409,410,440,441,456,467,468,
Asociación Norteamericana de So- 469n. 472
ciología, 20, S48
Autoridad, 145, 182-186, 38 Cairms, Huntington, 541
Callan, Hillary, 284n
Bachofen, 181 n Callon, Michel, 22n
Bacon, Francis, 110, 323, 408, 411 Cambios, 78,81, 137, 166,325,340
Baile, F., 559 económicos, 11, 79, 82, 83
Ballestero, Enrique, 526n históricos, 164
Barash, David, 282 ideológicos, 315
Barber, Bernard, 214, 381 políticos, 79, 114, 315
sociales, 1 1, 41, 8 1, 82, 83, 1 14, Comunidad (~;rntein.schafl),173, Estructura de clases, 163,201,33
165, 316, 317, 329, 334, 342 De Bonald, Louis, 106
328, 330, 331, 371 341,
tecnológicos, 1 1 De Maistre, Joseph, 106
Condorcet, Marie-Jean-Antoine- Estructura social, 118, 135, 16
Camic, Charles, 50 1 n Deeane, Phylis, 334n
Nicolas-Caritat, 1 1 1 165, 177, 315, 326
Campo, Salustiano del, 97n, 324n, Conflicto, 23n, 11 1, 107, 132, 235, Demócrito, 393
Desargues, Gérard, 323 definición de, 163
405 502
Descartes, René, 323 Etnometodología, 246, 368, 371
Capacidad adaptativa, 43-45, 56 de clases, 136, 339
Castells, Manuel, 371 Desviación, 235 Etología, 46, 280, 281
de roles, 230, 271, 272 Evolución, 43-45, 51, 52, 56
Castillo, José, 357n social, 20 activa, 234
Causalidad, 467,468,469,471,472 pasiva, 236 del hombre, 53, 63-67, 70
Conocimiento, social, 63-67, 70, 71
Cazenueve, J., 559 científico, 387, 392, 406, 414, Determinismo, 463, 468, 470
Centro de Investigaciones Socioló- Deutsch, M., 493n teoría de la, 50
425, 512, 542 Ewald, Robert H., 47, 305
gicas (C.I.S.), 365 modos de, 380 Devore, Y., 28811, 294
Cervantes, Miguel de, 324 Dilthey, W. 106, 43111, 452 Exclusión social, 236, 237, 239
ordinario, 392
Chamboredon, Jean-Claude, 502 Consenso, 20, 23n División del trabajo, 110, 126, 199,
Childe, Gordon, 181n 285, 333, 381 Familia, 81, 118, 176-179
Conservadurismo, 23
Chinoy, Ely, 194, 253 Dobriner, William M., 548 orígenes, 179- 183
Continuo social, 283
Ciencias, 480 Dominación, tipos de, 186,187,188 Farrington, Benjamin, 400, 4011
Cook, S. W., 493n
del espíritu, 449 Domínguez, R., 198n, 219n Federación Española de Sociolog
Cooley, Charles H., 166
jurídicas, 451 Downs, James, F., 47 (F.E.S.), 364
Cooper, David, 181 n
natural, 449 Copérnico, Nicolás, 386, 426 Dunlop, J. T. 337, 338n Fellini, Federico, 18
Ciudadanía, Cordón, Faustino, 52n, 399n Durham, William, 45n Fenómeno social, 18, 111
Social, 237, 238 Coser, Lewis A., 90, 91, 96n, 280n Durkheim, Emilio, 18, 25, 99, 105, Ferguson, Adam, 97, 110, 336
Clark, Colin, 341 Crick, F. H. C., 51n 106, 107, 111, 119, 120, 129n, Ferraroti, Franco, 86
Clases Sociales, 10, 188, 190, 193, Crow, J. F., 51n 140, 172,175,258,329,368,371, Feuerbach, Ludwig, 106
196, 198,205,209,211,216,220, Cuestión social (la), 342, 344 444, 495, 502, 511, 525, 546 Feyerabend, Paul K., 406, 407
222 Cultura, 38,48,53,54,55, 127,253, Duverger, Maurice, 455, 558 Fichte, Johann, 97
conciencia de clase, 214, 218 254, 255, 259, 256 Fichter, Joseph, 232n, 233n
definición, 214-215 dimensión cultural del hom- Edel, Abraham, 515 Filipón, Juan, 386, 480
orígenes, 197 bre, 50 Einstein, Albert, 470, 480 Flinn, N. W., 316n
Cohen, M., 389, 414n definición, 54, 56, 258, 260 Fohlen, Claude, 334n
Eisenstadt, S. N. 32, 346
Collins, Randall, 555 .de la mano», 66 Fox, Robin, 281
Engels, Federico, 131, 134, 13811,
Comités de investigación, 549 predominante, 272 Freud, Sigmund, 17211, 284, 285
180, 220, 279, 280n, 371
Comte, Augusto, 18, 20, 21, 24, 79, secundaria, 272 Freund, Julien, 141 n
Escuelas sociológicas, 31,
83-86, 95-99, 105-1 09, 111, 114, Curelaru, M., 32 Friedmann, George, 332% 33.511
115, 129n, 279, 329, 347, 371, Estado (El), 78, 87, 98, 109, 110,
Cuvillier, A., 546n 323 Friedrichs, Robert, 20, 380, 497
429, 444, 512 Fromm, Erich, 172n, 271
Comunicación, 54,57,68,172,284. Estado de Bienestar, 181, 216
Da Vinci, Leonardo, 154 Estado Moderno, 78, 80, 322, 338,
288, 298 Dahrendorf, Ralf, 12,344,371,522, Galileo, 92, 94, 323, 386, 387, 4í
animal, 305 523 428
Estática social, 41, 118 408, 415, 416, 423, 456, 480
humana, 305 Dart, Raymond, 282, 286 Galtung, Johan, 491
sistemas de, 285, 298, 306, 307, Estratificación social, 140,193-196,
Darwin. Charles. 50, 279. 285 203, 206, 213, 214 Gaos, José, 66n
422 Davis, Kingsley, 42, 43, 210, 212 García Ferrando, Manuel, 506n
Estrato social, 192-193, 206, 21 1
580 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOG~A

Gardner, R. y B., 307 Heráclito, 393 Integración, 235, 237 Lammers, Cornelia J., 89n
Garfinkel, Harold, 371 Herkovits, Melville, 56, 254, 262, activa, 234 Lancaster, Jane Beckman, 297,306,
Gerth, Hans, 143, 245 263n pasiva, 234 307n
Gibson, Quentin, 441 Herodoto, 97, 108 social, 241 Latour, Bruno, 22n
Giddens, Anthony, lOOn, 327,358n, Herón, de Alejandría, 383 Interacción social, 41,133,136,184, Lazarsfeld, Paul, 456,457,488,489,
391 Hert, Hornell, 547 209, 231, 232 537
Giner, Salvador, 505n, 556n Hinde, Robert A., 282 Interaccionismo Simbólico, 371, Le Play, Frédéric, 538
Ginsberg, Morris, 49211, 552 Hitler, Adolf, 398 544 Leakey, Richard, 44, 51, 287, 28811
Goffman, Erwing, 246, 247, 371 Hobbes, 97, 109 Interpretación dialéctica, 132, Lefebvre, Henry, 161 n
Goldman, Lucien, 380n Homans, George, C., 40, 93, 167, Investigación empírica, 477, 491 Leibniz, Gottfried Wilhelm, 97, 110,
Goldthorpe, John, E., 25711, 325, 169n, 172, 454, 458 323
361, 371, 53811 Hombre-Sociedad, (binomio), 32, Jacob, Francois, 289n Lenski, Gerhard, 43, 200, 20811
Goode, William J., 457, 45811, 488, 37, 116, 122, 166 Jacobson, Leone, 371 León XIII, 79, 344
494n Hombre, 62 Jahoda, M., 493n Liberalismo, 323
Goodenough, Ward H., 265 como ser social, 49-56, 64 Janowitz, Morris, 36 1n Lieberman, P., 307n
Gordon, Gerald, 499 Horkheimer, Max, 96n, 98, 465, Jay, Martin, 444n Linton, Ralph, 39, 55, 229n, 255n,
Gough, Kathleen, 179n 466
.-- Jiménez Blanco, José, 506n 257, 259n, 262, 264, 266, 267,
Gouldner, Alvin W., 20n,22n, 246n, Horney, Karen, 172n, 268, 271 Johns, Edward A., 542n 274
516, 518-520, 524, 529 Horowitz, H., 51n Johnson, Harry, M., 22811,255,264, Locke, John, 110, 323,
Gramsci, Antonio, 371 Horowitz, 1. L., 51511, 527n 265n, 460, Lockwood, David, 371
Grawitz, Madeleine, 381, 395n Horton, Paul B., 23111, 457 Lodahl, Janice B., 499
Green, Bryan R., 542n Hume. David, 110 Kant, Immanuel, 106 López Aparicio, J., 198n, 219n
Greer, Scott A., 174 Hunt, Chester L., 23111, 457 Kardiner, Abram, 266, 26711, 269, Lorenz, Konrad, 281
Gregarismo, 293 Husserl, Edmund, 371 270 Losee, John, 416
Grupos sociales, 165, 184 Huxley, Aldous, 178 Kaustsky, Karl, 106 Luckmann, Thomas, 445,448,449r
definición, 167 Kawamura, S., 301n Lucrecio, 180
primarios, 168-1 73 Ib Jaldun, 97, 109 Kegan, Paul, 22n Lukács, Georg, 106
secundarios, 173- 175 Illich, Ivan, 371 ~ e i v i nPeter,
, 256n
Guerra Mundial 11, 281, 398, Ilustración, 78, 106, 111, 397 Kepler, Johanes, 323, 408 Maciver, R. M., 255n
Gumperz, John, 306n Industrialización, 32 1, 322, 337, Kerr, Clark, 337, 33811, 371 Mack, Raymond W., 26911, 45811
Gurvitch, Georges, 96, 108, 119, 340, 343 Klemm, Gustav, 260 Mackenzie, W. J., 537n
133, 444, 473, 53911, 553, 557 Inkeles, Alex, 30,267,541,543,544, Klopfer, P. H., 290n MacRae, Donald G., 1 10n
545, 547n Kluckholn, Clyde, 257, 261 Macrosociología, 25, 552
Habermas, Jürgen, 371, 520, 521n Instituciones, 124, 125, 152 Kohler, Wolfgang, 92, 303, 308 Maeterlinck, Mauricio, 293
Hamilton, W. D., 45 económicas, 176 Konig, René., 18 1n Magno, Alejandro, 354
Harbison, F. H., 337, 3381-1 educativas, 176 Kroeber, A. L., 261 Malinowski, Bronislaw, 56,261,26:
Harrison, M. J., 31611, 322 expresivas, 177 Kropotkin, Piotr, 279 Malthus, Thomas R., 111, 465
Harvey, William, 323 familiares, 179 Kuhn, Thomas, 89, 371, 420-428, Mannheim, Karl, 371
Hatt, Paul K., 457, 458n, 488, 494n ideológicas, 177 44211, 469, 470, 495-496, 502, Maquiavelo, Nicolás, 28, 78, 32:
Hecho social, 124, 125 politicas, 176 503, 506 323, 428, 511
Hegel, 99, 106 primarias, 270 Marsal. Francisco, 22n
Hempel,CarlG,,412,413,415,431, secundarias, 270 Laing, R,D., lbln ~ a r s h á l lJ.
, C., 30511
432 sociales, 127, 175, 177, 548, 554 Lakatos, Imic), 379, 426, 427 Marshall, T. H., 238, 239
582 LA EXPLICACI~NSOCIOLÓGICA: UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA

Martindale, Don, 108 Moscovici, Serge, 310 Pasteur, 94 325,329,332,338,340,342,347,


Mam, Carlos, 67, 89, 99, 105, 106, Moya, Carlos, 323n, 343n, 506n Patterson, Francine, 307 396, 430, 536, 537
107,119,129,132, 140,143-145, Muzumdar, Haridas T., 259n Payne, Robert, 130n consecuencias, 325
172, 192, 200, 204, 21911, 220, Myers, Norman, 337, 33811 Pérez Díaz, Víctor, 93n Revolución Liberal, 78
280n, 444, 502 Myrdal, Gunnar, 523 Perinat, Adolfo, 44, 45 Revolución tecnológica, 202, 334
marxismo, 23, 121, 161, 196,200, Personalidad, 253, 256, 269 Rex, John, 371, 442, 443, 484
368, 371, 502 Nadel, Siegfried, 162, 230n Concepto de, 266 Ricardo, David, 106
Matisse, Henri, 501 Nagel, E., 389, 414n Petty, William, 321 Riesman, David, 268, 273
Mayo, Elton, 371 Needham, Joseph, 400 Phillips, Bernard S., 256n Ritzer, George, 503, 504, 505
Mead, George Herbert, 68,89,244, Nef, John V., 323 Phillips, John, 380n Rizzi, Bruno, 175
371, 445 Newton, Isaac, 90,92,94,323,408, Piaget, Jean, 38011, 451, 452n, 459, Rocher, Guy, 256n
Melotti, Umberto, 295 416, 423, 462, 542 489n, 537n Roles sociales, 42, 173, 224, 256
Mendrás, Henri, 22011, 358 Nicolaus, Martin, 55 1n Pitágoras, 393 definición de, 224
Menzies, Ken, 367, 36811, 369, 502 Nietzsche, Friedrich 106, 143 Planck, Max, 424, 470 Rosemberg, Bernard, 9611, 280n
Merton, Robert, K., 88, 8911, 229, Nimkoff, Meyer F., 45811 Platón, 94, 401 Rosenfeld, L., 469
230n, 24411, 371, 393, 408, 443, Nisbet, Robert A., 41, 42, 90n, 92, Plutarco, 354 Rosenthal, Robert, 371
462,464,465,486,487,498,499, Poder, 182-186, 188, 194, 206, 332, Rostow, Walt Whitman, 371
16911, 183, 224, 227, 233n, 271,
50011, 521, 539n, 556n 341, 348 Rousseau, Jean-Jacques, 106, 262
272, 348, 453, 500
Método comprensivo, 148, Popper, Karl, 94,371,389,390,417- Routledge, Paul, 22n
Nouguier, Louis-René, 66
Metodología (métodos), 25, 26, 31, 420, 467, 494 Rubel, M., 131n
448, 480, 491, 527 Posada, Adolfo, 26 Rubens, 324
Ofshe, Richard, 550
método científico, 343,377,389, Positivismo, 113, 116, 371, 452 Rubio Hernández, R., 25811
Ogburn, William F., 45811 Rudner, Richard S., 411
393,405,408,412,416,432,440, Organización, Poulantzas, Nicos, 371
471, 473, 514, Predicción, 418, 463, 465, 466 Russell, Bertrand, 387, 38811, 407
política, 83, 441, 471
en la Sociología, 428,439,441 social, 50 Premack, D., 307n
limitaciones, 441, 461 Orwell, George, 425 Probabilismo, 463, 472
Michels, Robert, 371 Proudhom, 119 Sabater Pi, J., 29611, 307n, 308
Ossowski, Stanislav, 164, 197, 201, Saint Simon, 97, 105, 106,107,111
Microsociología, 25, 552 Ptolomeo, 425, 456
204, 205, 208, 209n 115, 119, 120, 429
Millar, John, 110, 336
Quetelet, Adolphe, 96, 111, 538 Scheler, Max, 303
Miller, D., 344n Padres Fundadores, 88,91,105,152, Schlick, Moritz, 415n
Mills, C. Wright, 2211, 143, 17111, 166, 329, 485, 542, 545 Schoeck, H., 342n
245, 371, 551 Raison, Timothy, 542n
Page, Ch. H., 255n Scholler, 517
Milton, John, 324 Realidad social, 12, 18, 231, 232,
Pahl, Raymond, E., 371 248, 503, 526 Schumpeter, J. A., 132
Mitchell, Duncan, 53811, 553, 554n Paradigmas, 20, 32, 89, 406, 420, Schutz, Alfred, 371,447, 513, 514
Montagu, Ashley, 4811, 286n Renacimiento, 78, 109, 395, 396,
442, 496, 498, 503, 504 399 Schwart, Barton M., 47,25811, 301
Montesquieu, 97, 106, 109 Pareto, Vilfredo, 105, 106, 121, 371 Selltiz, C., 493n
Moore, Robert, 371 Revolución Americana, 112
Park, Robert, E., 371 Revolución científica, 324,423,424, Servet, Miguel, 386
Moore, Wilbert, 210,212,337,539n Parsons, Talcott, 162, 163, 17511, Shakespeare, William, 323, 324
426
Morgan, Lewis H., 180 176, 226n, 280, 371, 444, 480, Shils, Edward, 556n
Revolución Francesa, 78, 112, 116,
Morin, Edgar, 299, 307n 48111, 485, 486 202,315,316,329,397,404,430 Siches, Luis Recasens, 39
Morris, Desmond, 281 Pascal, 323 Revoluci6n Industrial, 79, 84, 106, Simmel, George, 105,106,232,35
Mosca, Gaetano, 106 Passeron, Jean Claude, 502 116,193,198,202,315-320,322- 357, 371, 444
584 LA EXPLICACI~NSOCIOL~GICA:
UNA INTRODUCCI~NA LA SOCIOLOGÍA

Sire, Marcel, 292 Solidaridad, 123, 126, 127 Tonnies, Ferdinand, 172,1731~ 328- 321,337,368,371,444,492,49
Slater, Philip, E., 272n, 290 colectiva, 46 332, 371 502, 516-519
Slattery, Martin, 369, 371 de clase, 205, 217 Touraine, Alain, 204 tipos de autoridad, 186-187
Smelser, Nel J., 24, 544, 545 mecánica, 126 Truffaut, Francois, 38, 55, 71n Whitehead, Alfred North, 395, 4(
Smith, Adam, 97, 106, 110, 204, orgánica, 126 Tumin, Melvin M., 213n, 214n Whitley, Richard, 425
207, 318, 31911, 331, 336 Sorokin, Pitirim A., 22n, 193, 194, Turgot, 111 Whyte, Williams H., 268
Social (lo), 18, 37, 39-42, 56, 61, 204, 552 Tylor, Frederick, W., 56, 258, 260, Widmer, Hans, 284n
64, 77, 80, 280, 289, 463 Spencer, Herbert, 24,105,106,204, 371 Wilson, Bryan, 371
Sociedad les, 53, 54, 55, 159, 127, 284, 371, 444 Wilson, Edward O., 45, 46, 69, 7
225, 228, 253, 254, 396 Spinoza, 97, 109, 197, 323 Urry, John, 506 282, 291
animales, 42, 280, 277, 291 Spitzer, Stephan P., 268, 269n Winter, Jack, 371
cazadoras, 381 Sprott, W. J. H., 174 Vico, Juan Bautista, 109 Wittgenstein, Ludwig, 415
estamental, 315 Status, 34,195,206,207,210n,217, Wolf, Kurt, 450n
humanas, 42, 277, 292, 301 218, 228, 262 Wallace, Walter L., 502 Worm, W., 344n
industrial, 107, 128, 313, 315, Steiner, Gary A., 487n Warner, Lloyd., 20811 Wossner, Jakobus, 23211, 301, 30.
332, 338, 340 Szacki, Jerzy, 89n Washburn, S. L., 28811, 294 Wright, Louis, 371
postindustrial, 340 Washington, George, 112
pre-industrial, 11 Tales de Mileto, 393 Watson, Tony J., 345, 346n Yorburg, Betty, 359, 360
recolectoras, 381 Teoría crítica, 371 Watt, James, 334 Young, Kimball, 269n, 45811
tecnológicas, 222, 224, 340 Teoría de la alienación en Marx, 67 Weber, Max, 18, 24, 25, 89, 105,
Sociedad civil, 39, 98 Teoría de la falsación, 371,4 14,418, 106, 107, 119, 121, 12911, 140, Zeitlin, Irving, 143
Sociobiología, 46-49, 282, 453 426, 427 175, 185, 186, 192, 194,207,320, Zetterberg, Hans, 479, 490n
Sociología y valores, 509, 511, 512, Teoría de la modernización, 371
5 15-525 Teoría de la productividad en Marx,
Sociología, 280 67
campos de estudio, 535 Teoría de las elites, 371
características científicas de la, Teoría de los roles, 162
440, 460 Teoría de los tres estadios, 109, 116,
como disciplina científica, 437, 119-120
443, 445, 455, 458 Teoría del etiquetaje, 371
crisis de la, 20, 26, 27, 87 Teorías de alcance medio, 25, 91,
definiciones, 19, 29, 30, 546 486
delimitación, 98 Teorías del conflicto, 371,
orígenes, 75,78-79,93, 100,342, Tercera Vía, 154
377, 430 Tezanos, José Félix, 67,181 n, 196n,
posibilidades, 355 19811, 201n, 219n, 223n, 23811,
postulados, 482 239x1, 339n, 341n
problemas, 23, 359, 481 Thierry, A., 114
término, 83-86, 96 Thomas, William Isaac, 244
Sociólogo teorema de Thomas, 244, 464
definición de, 19 Thorpe, W. H., 302, 307n
profesión de, 362, 439 Tiger, Lionel, 281
Sócrates, 1 14 Timasheff, Nicolas S., 141n
LQ e ñ p t W n rodoldgka es un manual introdlKtotro para la emidlanter de áadotogla y
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