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REVISTA FAMILIA IPUC Junio 13 PDF
REVISTA FAMILIA IPUC Junio 13 PDF
DE
Familia
Recopilación de material:
Elkin Torres
Rosalba Escobar de Ceballos
Carolina Henao de Sierra
Edición de material:
Departamento Nacional de Comunicaciones, DECOM.
Editorial:
MANANTIAL, carrera 45 No 58-63
Teléfono (4) 292 0115 311 479 9604
Efraín Arango
Medellín
Colombia, 2015
AUTONOMÍA Y
PROYECTO
DE VIDA
“Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como
obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.”
Hechos 20:28
“ Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?”
1 Timoteo 3:4-5
INTRODUCCIÓN
El presente material es el resumen del trabajo realizado con las parejas pastora-
les, esperamos sirva de reflexión y fuente de formación para nosotros los ministros
del Señor. Autonomía y proyecto de vida” está orientado a fortalecer el desarrollo
del proyecto de vida personal, de pareja y familiar.
CAPÍTULO 3
AUTONOMÍA DE LOS PADRES
La importancia ................................................................................................................... 28
La autonomía autoestima y auto-concepto ...................................................................... 29
Desarrollo de la autonomía ............................................................................................... 30
Competencias .................................................................................................................... 30
¿Cómo impacta esto a los padres? ...................................................................................... 30
Primeros pasos ................................................................................................................... 33
Recomendaciones .............................................................................................................. 35
Acciones a considerar ......................................................................................................... 35
Acciones a promover .......................................................................................................... 35
Educar en la autonomía y la responsabilidad (adolescentes) ............................................. 36
Cuestionario para hijos menores ....................................................................................... 38
Cuestionario para adolescentes ........................................................................................ 39
Herramientas didácticas .................................................................................................... 39
CAPÍTULO 1
PROYECTO DE
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VIDA CON LOS HIJOS
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Objetivo General
Ayudar como padres a definir el proyecto de vida de nuestros hijos, entendiéndolo como el camino
que pueden trazarse y que les servirá para alcanzar las metas y objetivos que se hayan propuesto en la
vida.
Igual que en el diseño de cualquier otro proyecto, se requiere tener en cuenta unos pasos básicos
mínimos:
Analizar lo que es necesario hacer, lo que hay que cambiar, lo que no se puede cambiar, lo que no se
debe cambiar, los porqués de cada paso y lo que se debe impulsar o fortalecer.
Sin un buen proyecto de vida los adolescentes no podrán cumplir con sus objetivos en los estudios, en
el deporte, en la búsqueda de trabajo, y mucho menos en los aspectos espirituales. De adultos les
quedará muy difícil o imposible salir avante cuando ya tienen una familia, afectará sus ingresos, y será
difícil el tema del ahorro. Siempre serán los perpetuos adolescentes que duran así infinidad de años, sin
madurar, por no tener ningún proyecto de vida; los conocidos ahora como la generación de los Ni-Ni: ni
trabajan, ni estudian, ni hacen nada; que se encuentran inmersos en la problemática familiar siendo
carga para sus padres o parejas.
Todo proyecto de vida, sea para quien sea, ha de tener cosas en común:
• Debe estar bien pensado y estudiado para que puedan realizarse.
• Tiene que ser realista, coherente, conciso, claro y centrado en la personalidad de cada hijo y en
su edad física y mental.
• Tiene que tener bien definido los tiempos, los objetivos, los medios a emplear y la forma de
analizar los resultados parciales y totales, de forma que se pueda conocer el rumbo que va toman-
do y la forma de hacer las correcciones necesarias.
• Tiene que visualizar el futuro y poner los medios necesarios presentes para alcanzar los objeti-
vos propuestos.
En cuanto a los padres:
• Tienen que mediar e influir de tal forma en sus hijos para que puedan ser los faros que los guíen
en la neblina de la adolescencia; donde suelen haber muchas luces, pero también muchas
sombras.
• Tienen que ayudar de tal manera, que sus consejos sean como semillas caídas en tierras, y que
previamente han abonado durante la niñez y la pubertad.
• Deben ayudar de forma conveniente a sus hijos a hacer un proyecto de vida para que sean
hombres de provecho el día de mañana con principios y valores.
• Debe ser positivo y futurista, debe que contener, además de las virtudes y valores.
• Poseer optimismo ante las adversidades para convertirlas en oportunidades, y perseverancia
frente a las situaciones difíciles.
• Necesitan desarrollar sabiduría, prudencia y humildad para resolver los casos de convivencia
con sus familiares y amigos, que de no abordarse correctamente pueden significar un escollo en
sus planes.
• Deben tratar de ser Creativos ante la solución de problemas cotidianos y tener determinación
para enfrentar los retos que la sociedad les imponga.
EDUCACIÓN PERSONALIZADA
• Cómo es un niño de esa edad.
• Cómo es él en realidad.
• Cuáles son sus gustos.
• Cuáles son sus fortalezas y debilidades.
• De cuáles oportunidades se pueden valer los padres para ayudar a ese hijo.
RECONOCER Y ESTIMULAR LAS ACCIONES BUENAS DE LOS HIJOS
• Tener fe en los hijos.
• Potenciar el hábito bueno opuesto al malo.
• La educación es un proceso de mejora continua que debe tener constancia y paciencia.
• Todo lo que vale cuesta esfuerzo.
• Enseñar a elegir bien. Dar pautas y dejar que ellos lo hagan.
• Los primeros educadores de la voluntad son los padres.
FORMACIÓN CONTINUA
Algunas frases que pueden motivar
• Sabes que te quiero mucho: Amor.
• Estoy seguro de que eres capaz de hacerlo: Soy capaz.
• Muy bien, yo sé que lo harás: Puedo lograrlo.
• Puedes llegar adonde tú quieras: Soy capaz.
• No dudo de tu buena intención: Soy bueno.
• Si necesitas algo, pídemelo: Soy tu amigo.
• Sé que lo has hecho sin querer: Confianza, no lo repetiré.
PAUTAS
PROPONGA a su hijo que se formule un proyecto de vida valioso.
OFREZCA SU APOYO de manera abierta, y no condicionando lo que usted quiere que sea. Recuerde que
cada uno de nosotros tiene derecho a tener su propio proyecto de vida, incluso su hijo. No decida por él.
FACILITE dentro del ámbito familiar el desarrollo de sus destrezas y habilidades, así como el reconoci-
miento de sus debilidades. Que él pueda ir conociéndose así mismo.
ANALICE, entre los 7 y los 11 años los juegos de los niños suelen mostrar sus tendencias y habilidades.
Ayude a su hijo a observar con atención las características de sus juegos y el disfrute que obtiene con
ellos.
EXPLORE con su hijo la clase de juegos que más disfruta: los que exigen concentración, o movimiento, o
expresión artística, o manejo de público. Esto dará un indicativo del terreno futuro en que se pueda
desempeñar de manera innata.
AYUDE a su hijo a elaborar una lista de las características que tienen en común los sitios en donde más
le gusta jugar. Ello le dará pistas sobre el espacio en el cuál se podrá desempeñar con mayor éxito y
satisfacción cuando sea adulto.
ESTIMULE en su hijo la capacidad de soñar y de soñarse. Propicie la representación de roles y funciones
que le ayude a clarificar sus sueños.
FOMENTE en su hijo la capacidad de análisis crítico, la búsqueda de relación entre causa y efecto. Eso le
ayudará a desarrollar una visión de futuro coherente con el presente.
ESTABLEZCA un equilibrio entre su interés por conocer el proyecto de vida de su hijo y el respeto por su
intimidad, permitiéndole asumir sus propias responsabilidades.
LA EDUCACIÓN DEL DECIDIR:
Es diferente “desear” que “querer”: Desear es pretender algo desde el punto de vista afectivo y sentimen-
tal, y querer es aspirar a una cosa anteponiendo la voluntad. Muchas personas se quedan en un quisiera
o me gustaría, y nunca terminan nada importante en sus vidas por indecisos.
HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS
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OYECTO DE VIDA PROYECTO DE VIDA CON LOS HIJOS
AD VS MINISTERIO
DEPARTAMENTO DE FAMILIA
1 Corintios 7. 32- 34
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Desde muy temprano las personas construyen en compañía de otros, llámense padres, abuelos, tíos,
hermanos, sus anhelos sociales y espirituales; aspiraciones que son elementos fundamentales para su
proyecto de vida. Los anhelos son bases para crecer proyectados hacia la construcción del cómo vivir
desde la individualidad en relación con la familia y la conyugalidad.
Se supone que las dificultades halladas en la tarea que cada quien tiene con Jesucristo están asociadas
con el desempeño del ministerio y los cumplidos que debe tener cada cónyuge con el proyecto de vida
de pareja. Este tema se hace interesante porque en esta conjugación de ministerio y vida en pareja se ven
reflejados dilemas que, cuando no se articulan de la mejor manera, se mantienen al interior de las
familias y la dinámica conyugal, afectando en algunos casos la salud emocional, la calidad de vida de la
persona, de la pareja y de la familia.
En este contenido se propone un significativo esfuerzo en sensibilizar al cónyuge en relación con su
proyecto de vida marital a través de la palabra de Dios y otras ayudas de vida práctica, de tal modo que se
inicien tareas fortalecedoras de la autonomía de cada uno en particular, que les permita privilegiar el
proyecto de vida individual y de pareja; y que al mismo tiempo el ejercicio pastoral al interior de la
familia mantenga sus buenos significados, y sus beneficios sean anhelados por los miembros no solo de
la congregación que administra, sino también de la misma familia del pastor.
Objetivos
• Ayudar a los cónyuges a delinear los bordes de la vida en pareja teniendo en cuenta su propia
autonomía y el ministerio pastoral en la construcción del proyecto de vida conyugal, sin desmeritar
las fuerzas del contrato individual y matrimonial.
• Señalar que el sentir que tiene el pastor por la fuerza del ministerio no lastime el proyecto de vida
individual y la vida en pareja.
• Puntualizar que el ministerio se debe atender sin descuidar a la pareja.
AUTONOMÍA
“Jesús tuvo un crecimiento normal en todos los aspectos de su vida”.
Lucas 2. 52
“La instrucción hacia la propia conducta del niño apunta hacia su propia vida autónoma con la cual
responderá aun cuando fuere viejo”.
Proverbios 22. 6
El fundamento y desarrollo de la autonomía y la autovalidación se dan en la familia en el contexto socio
afectivo. Estos acontecimientos en la vida familiar son elementos básicos para ayudar a que el individuo
crezca como ser humano.
Los proyectos de la pareja comprenden todas las dimensiones: espiritual, afectiva, física, intelectual,
familiar, social, laboral, recreativa, entre otras; que pueden ser a corto o a muy largo plazo; pueden
sucederse en el tiempo o irse ampliando en el día a día, dichos proyectos pueden llamarse cambio de
casa, viajes, tener hijos, adoptar animales, adquirir compromisos o desarrollar una empresa. Todos son
buenos cuando de una u otra manera hacen que nuestra vida en pareja se renueve, y en vez de sobrevivir
como pareja.
La pareja es, al mismo tiempo, un camino propicio para descubrirnos, para crecer y evolucionar como
personas. Cuando somos capaces de llevar a cabo un proyecto de vida juntos que nos motive y nos haga
sentir plenos como personas, empezamos a conocer el amor incondicional, ese que significa el placer y
dolor de vivir juntos. El o los proyectos que van a integrar ese proyecto común son los cimientos de las
buenas relaciones de pareja, son la luz en el camino, lo que nos permite mantenernos unidos tanto en lo
bueno como en lo malo. Son también la fuerza que nos impulsa a avanzar hacia las metas que nos hemos
fijado y que forman parte de nuestro compromiso personal.
Decidir vivir juntos es el compromiso que asumen dos personas que resuelven compartir una vida en
la que se plantean proyectos de futuro en las más diversas áreas: social, familiar, profesional, financiera,
etc. Estos proyectos sirven principalmente para nutrir la relación, para que sea más productiva, y para que
ambas partes puedan aportar, desde la transparencia y de corazón, su propia verdad. Es importante
hablar y sincerarse sobre aquello que esperamos de la vida en común y de la relación.
Muchas parejas sienten que el amor ha muerto, que ya no existe atracción ni química, que no interesa,
que han descubierto que son muy diferentes, que no siguen el mismo camino, que tenían razón cuando
decían que no eran el uno para el otro. Pues bien, cuando se llega a esa situación es que ya se está al
borde de la ruptura y, consciente o inconscientemente, se comienza a creer que es la otra parte la que no
va bien, la que no encaja en la pareja.
Recordemos que en el matrimonio uno más uno son tres, es decir, tu + yo = nosotros. “… Se unirá a
su mujer y serán una sola carne”. Es el nosotros que nace con el matrimonio y se fortalece en la entrega
que cada uno hace desde su propia existencia, sin dejar de “ser” ella o él en cuanto a proyectos y metas
personales.
“Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”
Eclesiastés 4. 1
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E LOS PADRES
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OBJETIVO GENERAL:
Orientar e identificar con los padres de familia, aspectos
que promuevan su vinculación en el proyecto de vida
y autonomía de sus hijos.
OBJETIVOS DESARROLLO DE
RECOMENDACIONES
ESPECÍFICOS LA AUTONOMÍA
Objetivo General
Vincular a los padres en el desarrollo de la autonomía personal de sus hijos, teniéndolo como un
objetivo prioritario en su educación.
LA IMPORTANCIA
No debe confundirse la autonomía con el individualismo ni con el peligro que tienen. En la actualidad,
los niños y niñas pueden caer en un cierto aislamiento autosuficiente favorecido por el hecho de que sus
padres les emancipan entregando las llaves de la casa a su menor de edad, y en su habitación pueden
llegar a disponer de todo tipo de aparatos electrónicos (TV, vídeo, tablet, computador, celular, juegos...),
lo cual los acostumbra a ir a su capricho.
Los padres y las madres pueden hacer mucho para mejorar la autoestima de sus hijos. Además, nume-
rosas investigaciones demuestran que la familia es un estamento clave para que los individuos desarro-
llen una autoestima sana y adquieran plena confianza en ellos mismos y sus capacidades.
En el caso de los niños, la autoestima está muy mediatizada por las valoraciones de los demás (primero
por la de los padres y posteriormente, y cada vez más, por las de sus iguales). Es por tanto, muy importan-
te el papel que tiene aquí la familia, pues es la responsable de fomentar una buena autoestima en los
hijos. Aquellos que crecen en familias en las que se aprecian sus cualidades tienen un mejor concepto de
sí mismos y, a la larga, tendrán mayores aptitudes para afrontar los desafíos que se les presenten en la
vida y para fijarse metas más elevadas que los que carecen de este estímulo.
“Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo, no lo harán nunca, aunque tengan las
aptitudes”.
Indira Gandhi
Es muy importante tener en cuenta la personalidad y las capacidades del niño, ya que para fomentar
la autonomía realmente necesita que las tareas asignadas sean adecuadas a su edad, y las metas sean
realistas; de otro modo, la frustración de apoderará de él al no poder alcanzar sus objetivos. La responsa-
bilidad no surge de manera espontánea sino que es fruto de la educación y de la experiencia. Fomentar
la autonomía desde temprana edad favorece el pleno desarrollo de la responsabilidad de los pequeños.
Durante los primeros estadios de los hijos resulta particularmente importante la observación de los
padres, su constante acompañamiento. Lo cual no significa, ni ejercer una presión permanente (no dejar
ni respirar), ni manifestar una actitud permisiva (que el niño o niña haga lo que le venga en gana).
Ambos extremos pueden conducir a que los hijos desarrollen a futuro actitudes negativas e inadaptadas
que tienen poco que ver con una autonomía bien entendida que promueva las actuaciones de los hijos.
Un papel muy importante de los padres es enseñar a los hijos e hijas a asumir sus propios sentimientos
y reacciones. De hecho, en nuestra sociedad cada vez se habla más de la importancia de educar la dimen-
sión emocional junto con el cuidado de los aprendizajes escolares. En gran parte el futuro equilibrio o
desequilibrio de los jóvenes y adultos depende de lo que se lleva o no a cabo en estas edades. Para
conseguirlo, es preciso que los padres sean capaces de controlar sus reacciones y evitar frases como
“mamá está triste por tu culpa”,“me harás enfermar”... En todas las situaciones es necesario mantener una
conducta equilibrada, evitando culpabilizar a los hijos.
Un peligro para educar en la autonomía es la sobreprotección que ejercen los padres cuando se dejan
llevar por sus miedos. En este punto, es preciso que los padres controlen sus propios miedos y muestren
un alto grado de seguridad ante sus hijos a la hora de confiarles ciertas responsabilidades.
Un ejemplo ilustrativo: la decisión del momento en que el hijo o hija puede quedarse solo en el jardín,
o ir solo a la escuela debe formar parte de un cierto proyecto previamente hablado por parte de los
padres; y deberá efectuarse dentro de un ambiente sereno, tranquilo cuando el hijo o hija esté en condi-
ciones de hacerlo, reforzándole la idea de que puede hacerlo con responsabilidad y sin riesgos. Lógica-
mente, para cada hijo o hija el momento oportuno será distinto, y según su grado de madurez.
Ayudar a nuestros hijos a ser más autónomos es una tarea relativamente sencilla, ya que se trata de
permitirles tomar decisiones y asumir responsabilidades. No tienen por qué ser grandes logros, sino
más bien, habilidades y tareas adaptadas a su edad como veremos a continuación.
• Debe empezar a moverse sin ayuda, caminar solo y han de pedir lo que quieren o necesitan por
su nombre, no señalando.
• A partir de los tres años se desarrolla el lenguaje de forma muy amplia y es el momento de
enseñarle a comunicarse plenamente, especialmente en lo emocional; así podrá informar sobre
sus deseos o explicar lo que quiere sin llorar o sin rabietas.
• Desde los cinco en adelante se van ampliando las tareas y las responsabilidades, incluyendo
especialmente todas aquellas que tienen que ver con el colegio y las materias curriculares. Pero
para llegar a ese momento en que el niño organice su propio tiempo para hacer las tareas,
mantenga la habitación ordenada, estudie para sus exámenes y ayude en casa, debemos empe-
zar a formarlos desde pequeño.
• Involúcrelo en buscar soluciones: “¿Quieres que lo busquemos en internet?” o “¿Te apetece que
miremos en la biblioteca algún libro sobre ese tema?” Si contestas así a alguna de las preguntas
de tu hijo, la respuesta será una aventura que además le mostrará que las respuestas están, solo
tiene que aprender a encontrarlas, lo que despertará su curiosidad y su autonomía.
• Higiene personal: ir solo al baño, lavarse, cepillarse los dientes, ducharse y dejar el cuarto de
baño sin ropa en el piso.
• Vestido todo lo que se refiere al uso de las prendas y su cuidado: elegir su ropa, ponerse distin-
tas prendas (pantalones, calcetines, abrigos, zapatos, cremalleras, botones...), guardarlas en el
lugar adecuado, elegir la propia indumentaria. Vestirse.
• Comida. Relacionado con la conducta alimentaria: Comer solo, comer de todo y sin ayuda. Uso
de los distintos cubiertos de mesa, respetar unas normas básicas de educación en la mesa.
• Acostarse: A la hora convenida en su cama y aprender a tenderla.
• Juego: Disfrutar jugando solo y compartiendo su juego con otros niños y niñas. Aprender a
recoger sus juguetes.
• Orden: Mantener ordenado su cuarto: juguetes, zapatos, libros, ropa, etc.
• Saber dónde obtener asistencia médica en caso de necesidad.
• Saber a quién acudir en los diferentes lugares en caso de pérdida.
ACCIONES A PROMOVER
• Avance en las metas: No es conveniente quedarse anclado en un objetivo. A medida que va
consiguiendo logros tendremos que ir aumentando la dificultad de las metas. Recuerda que los
objetivos deben ser difíciles, pero no imposibles, de forma que le motiven, pero no le frustren.
• Acepte la equivocación como parte del aprendizaje: Los errores no son más que fases que nos
enseñan el camino correcto. Aprender de los errores es un acierto siempre, y aumentará la
resistencia de tu hijo a la frustración. Ejemplo, si se le cae al suelo un alimento, enséñale a
recogerlo sin recriminarle. De esta forma no solo aprende a que equivocarse no es malo, sino que
también se hace responsable de sus actos.
• Reconózcale su esfuerzo: Aunque falle, siempre hay que alabar que lo haya intentado.
• Felicítelo por el logro: Cuando el niño consiga un objetivo, hazle partícipe de tu alegría y no
dudes en prodigarle cariño. Celebrar los éxitos es una práctica que tenemos que disfrutar.
• Promueva su autoestima: Reforzar los avances y logros del niño le dará una imagen positiva de
sí mismo.
Hablamos, pues, del momento, en el proceso de crecimiento y desarrollo de los hijos, en que aparece
un nuevo esquema de valores, una escala de valores propia, un camino hacia la madurez de quien acepta
unos principios y se los hacen suyos. Efectivamente estamos hablando del proceso que va desde el
cumplimiento de las normas señaladas por los padres y por los modelos que son para él o ella fuente de
autoridad (una autoridad impuesta desde fuera), hasta el inicio de las primeras decisiones y elecciones
de acuerdo a criterios propios (o interiorización y formación de un sistema de valores personales). El
deseo de ser autónomos les lleva a enfrentarse con la autoridad. En esta etapa se trata de captar valores
de una manera distinta a las etapas anteriores, porque piensan de forma diferente y no se goza del
mismo apoyo social. Abandonan la imitación, y el aprendizaje, tal como se ha dicho, pasa mucho más por
la interiorización de los valores. La propia experiencia les suministra información acerca de los valores, y
hacen su valoración de acuerdo con sus vivencias.
La búsqueda de su identidad y del modo de situarse en su entorno les hace reconocer claramente
valores como la lealtad, la responsabilidad, el correcto cumplimiento de los roles y, sobre todo, la
independencia (abrirse camino sin ayudas) y la libertad. La libertad es el gran núcleo en donde afirmar
toda su identidad personal y el concepto de sí mismos. De ahí que reivindiquen esta libertad protestan-
do, negando toda colaboración, rompiendo con instituciones, rechazando las normas establecidas...
Dentro de un intervalo que va de los 11 a los 14 años, los padres se encuentran con que el hijo o la hija
empiezan a manifestar preferencias y gustos distintos, opiniones diversas, y a menudo, un cierto afán por
elegir posiciones alejadas de las de los padres. Es como si ahora entrar en crisis y en conflicto se convirtie-
ra en un signo de empezar a ser un poco autónomo, capaz de valerse por sí mismo.
1. ¿Cuál es nuestra actitud frente a los pequeños problemas de los niños y las niñas? ¿Pretendemos resol-
ver siempre sus dificultades, o bien les acompañamos permitiendo que busquen soluciones personales?
2. ¿Cómo reaccionamos ante las rabietas de los niños? ¿Hemos sido en situaciones anteriores excesiva-
mente permisivos?
3. ¿Acompañamos a los hijos a ver la TV, a jugar con el ordenador... y los usamos como espacios de diálo-
go y oportunidades para clarificar ideas o valores?
4. ¿Cómo reaccionamos frente a las pequeñas críticas de los niños con respecto a nuestro comportamien-
to?
5. Ya que es difícil educar y transmitir valores y actitudes de los que carecemos, ¿deberíamos cambiar
algunas ideas o maneras de pensar y de actuar que pueden dificultar nuestra labor educativa?
6. ¿Cuál es el grado de colaboración de nuestros hijos e hijas en las distintas responsabilidades familia-
res?
Herramientas Didácticas
• Dramatizaciones • PowerPoint • Talleres