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Descenso y ascenso del alma por la belleza

Capítulo I: Argumento
 Va a hablar sobre la belleza, el amor y la felicidad, tomando como base el texto de San Isidoro de Sevilla: Sentencias (ca.
612-615), y dando sus aportes
 “Por la belleza de las cosas creadas nos da Dios a entender su belleza increada que no puede circunscribirse, para que
vuelva a el hombre a Dios por los mismos vestigios (= huellas) que lo apartaron de Él” (S.I.)
 Plantea una forma de perderse y encontrarse
 Orden: 1° que es hermosura creada (C II y III). 2° vocación alma (C IV) 3° belleza creada nos pierde de la belleza del
creador (C V) 4° forma del creador (C VI)

Capítulo II: La belleza creada


 -> es relativa, creada y perecedera, comparada a la BELLEZA absoluta, creadora y eterna.
 Las creaturas toman su hermosura de la BELLEZA infinita.
 Va a empezar analizando la belleza de las creaturas tal como puede contemplarla
 Belleza: es algo que da felicidad verlo. Ver = conocer algo por un medio de la inteligencia.
 Nos llega la belleza que es el esplendor de lo verdadero, de la forma y del orden. Comienza con los dos primeros
 -> Según los platónicos, es esplendor de lo verdadero. La verdad de una creatura viene de su forma única y original. La
belleza viene de su verdad o de su forma.
 Propone dos ideas sobre que es el Esplendor:
o Parecido al tono de verdad que tiene una persona al habar
o Algo que la forma contiene desde su origen racional y que excede a la materia. La belleza de todo lo creado es
similar, por lo que la belleza es esplendor del creador. Consecuencias: 1. La belleza es el esplendor del creador que
resplandece las cosas, pero sin entrar en cada una.

Capítulo III: De qué manera conozco lo bello


 Mediante la inteligencia. Es distinta de la lógica. No se puede demostrar, solo mostrar. La razón no puede expresar su
esencia, solo una idea. La mente ve y luego puede brindar solo una imagen de la cosa, no a la cosa.
 Conocer directamente, experimentarla. No se puede comunicar.
 Detrás de la belleza, conozco su verdad y amo su bondad.
Todo lo hermoso es verdadero y amable
No todo lo verdadero es amable
Toda verdad ilustrada por la belleza es amable
Detrás de lo bello conozco lo verdadero y amo la bondad
La voluntad se dirige al bien y solo se sacia poseyendo lo bueno
Hay que dar a la inteligencia el esplendor de lo verdadero y a la voluntad el amor de lo bueno
Nadie ama algo bueno que no conoce
 Nosotros vemos diferencia entre Belleza, Verdad y Bien del Ser único.
 Como mediante la belleza las creaturas lleven al alma a un “ascenso y descenso”

Capítulo IV: La vocación del alma


 Dialogo Diotima y Sócrates: La felicidad se consigue al poseer el bien para siempre. Esta es la vocación del alma
 San Agustín toma esto para buscar la idea de Dios. Habla de que la felicidad es deseada porque la conocemos, y la
queremos buscar en la verdad, no en la mentira
 Es la felicidad eterna que se consigue al poseer el Bien Único (no hay otro, si los hubiera, la voluntad seguiría
buscándolos) e Infinito (sino, al poseerlo se terminaría): Dios.
 Todo lo que hacemos con el alma va en torno a su vocación. Los errores son una equivocada respuesta a esta. En el
próx. Capítulo analiza cuál es su esencia.
Capítulo V: El descenso
 A pesar de su vocación, el alma se queda con las creaturas porque necesita la felicidad, entonces busca el bien que estás
le ofrecen y lo llaman por medio de su hermosura, pero este bien es infinitamente menor al bien eterno.
 Este error se debe a la falta de inteligencia amorosa: la posesión de un objeto al momento de conocerlo. El conocimiento y
la posesión del ser se dan en un único acto.
 La inteligencia amorosa es nuestra imagen y semejanza de Dios, que es su forma plasmada en el hombre. Al alejarse de
ella, también se aleja de Dios y de sí mismo, cambiando su forma por la de aquello que ama.
 Si desciende por su inteligencia, no cambia de forma. Si lo hace por el amor, si cambia.
 “El alma posee mediante la inteligencia, y es poseída por lo que ama”
 Dios nos ama sin cambiar su forma, no porque desciende, sino porque nos hace ascender a Él, mediante el darse a
conocer a través de Jesús.
 El hombre que ama la creatura se convierte en la creatura, si ama a Dios se convierte en Dios (su forma).
 El cambio de forma es arriesgado: lo creado no lo sacia, tiene muchos amores perdiendo su unidad, no consigue
descansar.

Capítulo VI: La esfinge


 El alma esta llamada a perderse en su destino, el bien único y eterno, no en una imagen de él.
 En este mundo el conocimiento del Dios invisible se nos da por medio de símbolos visibles.
 Las creaturas hacen que al contemplarlas como imágenes y símbolos vayamos conociendo a Dios.
 La esfinge que mató Edipo: planteaba un enigma, si no lo resolvías te comía.
 Las creaturas despedazan (se tienen muchos amores) y devoran (se une a ella por amarla) a los que no solucionan la
incógnita: no hay que amarlas, porque nos hacemos esclavos, y así no podemos juzgarlas.
 Fin del descenso.

Capítulo VII: El juez


 Por ser semejanza divina debe tener unidad y añadir a las creaturas a esa unidad.
 El camino del ascenso: 1. Salir de la Esfinge, 2. Devolver unidad 3. Elevar a la BELLEZA.
 Al amar las creaturas y poseerlas, se cometen 3 injusticias: exigirles algo que no pueden darme, romper la jerarquía
haciéndose menos que ellas (pierde su dignidad, su autoridad, su prestigio, su poder) y arruinar el orden establecido por
Dios.
 La tarea del hombre para con las creaturas es devolverles la Unidad original que tenían, aprovechando su semejanza
divina. Solo con la razón se puede restituir la unidad, por eso es su responsabilidad al ser el único intelectual, para que
se justifiquen y descanses en Él, siendo un puente. Es el séptimo día de las creaturas.
 Génesis: Adán, antes de caer, nombra con verdad las creaturas porque las mira en Dios. De acá: Dios le muestra las
creaturas para que lo conozcan, primer vez hombre como puente, están justificadas. Esta es la tarea del hombre: ser
juez de las creaturas. Para serlo, debe conocerlas en verdad.
 El hombre tiene que aprender a usar las creaturas cómo un espejo para ver a Dios. Esto era el paraíso: “el hombre no se
distrae de Dios por la creatura (ya que se le muestra incesantemente) y el hombre no se distrae de la visión de Dios (ve
la imagen divina en ese espejo y a la divinidad en esa imagen)
 El pecado hizo que se distorsione la imagen de Dios (se refleja en varios espejos), así se volvió un enigma, el cuál debe
resolver con el intelecto (“Sudor de su frente”).

Capítulo VIII: El microcosmos


 Es el mundo en donde tanto el hombre como la creatura alcanzan la plenitud al complementarse. Ambos están en
proceso, incompletos, hasta que el hombre las conozca e incorpore, y hasta que las creaturas sean llevadas a Dios por el
hombre.
 El hombre asimila para sí la creación, dejando de ser algo exterior para él, aunque deja de serlo por ella misma. (ej. Libro
que leo, lo incorpore al intelecto, pero sigue siendo un libro exterior) realidad = libro.
 El hombre debe adoptar el rol de juez y juzgar a lo creado para devorarlo.
 El juicio consiste en ver que nos pueden ofrecer las creaturas y compararla con lo que nuestra alma necesita: el bien
único y eterno.
 El alma baja hasta las creaturas y les pregunta, estas responden que el bien que ofrecen en temporal y relativo, por lo
que es desproporcionado a la vocación del alma.
 La creación al cuestionarla nos muestra cual es el secreto de nuestra vida: nuestra sed infinita de bien.
 El hombre podrá ser juez solo si reconoce su vocación al infinito y único bien. En cada juicio que haga comprobará su
vocación e ira ascendiendo por medio de la belleza. Puede desconocer su vocación, y desmesurar su deseo,
dificultándosele el juicio por no poder comparar bien.

Capítulo IX: El ascenso


 La razón llega a la verdad reduciendo sus contradicciones por el absurdo. En cambio, la inteligencia amorosa lo hace al
darse cuenta de la mentira, ya que recién conoce la cosa al experimentarla, cuándo también la posee.
 En cada vivencia, el alma va descubriendo una por una que las creaturas no colman su deseo y las va dejando, venciendo
a la Esfinge y recuperando su unidad y semejanza divina, volviendo a sí misma.
 Ahora se queda quieta, las cosas que lo poseyeron ascienden a él y las juzga (ya no desciende) y se juzga su vocación,
que ahora ve mejor, siente el llamado.
 Escucho llamada de amor infinito -> me llama Amado Infinito
 Me llama a poseer el único bin, infinito y eterno -> me llama Bondad
 Este bien es bello -> me llama la Hermosura
 Hermosura es esplendor de lo verdadero-> me llama Verdad
 La verdad es el principio -> me llama Principio
 Si poseerlo es mi destino final -> me llama Fin
 Amado, Infinito, Bondad, Hermosura, Verdad, Principio, Fin son cualidades divinas -> Me llama DIOS.
 El alma encontró su condición de llamado mediante la hermosura creada, el sentido de su llamado y como es el que lo
llama.

Capítulo X: El “sí” de las creaturas


 Que responden cuando el hombre baja a cuestionarlas, y si se les pregunta si son el destino final del hombre, y afiman
que ellas no lo son, que debe buscarlo más arriba.
 Que las creaturas nos llamen es por algo bueno:
 El llamado viene del que llama. Las creaturas son el llamado, no el que llama. (Dios nos llama por medio de las
creaturas) Somos bellas pero no la Belleza, somos buenas pero no el Bien, somos verdaderas pero no la Verdad.
 Ellas manifiestan que el llamado es Belleza, Verdad y Bien, Principio (que las creó) y Fin (ellas son un medio)
 Todas se unirán al decir lo mismo: se podrá ver la Unidad en la multiplicidad, todo indicando al creador.

Capítulo XI: Los tres movimientos del alma


 Todo esto el alma lo hizo en tres movimientos
 Circular: deja lo exterior y se concentra en las ideas de unidad. Es el del alma
 Oblicuo: el de pensar, razonar.
 Directo: sale devuelta a lo exterior para llegar por medio de ellas a las ideas de unidad
 El alma hace un movimiento circular sobre su vocación al Bien absoluto, luego, al ver que nunca lo cumple, va hacia el
exterior en movimiento directo para interrogar las cosas, que le responden con la Unidad en la multiplicidad. Cuando
reflexiona sobre esto, se da cuenta y hace un oblicuo, para así volver al centro buscando en su centro la Unidad.
Siempre está haciendo estos tres movimientos.
 Para que los tres se vuelva uno solo que gire en el centro debe ser en espiral. Analogía.
 Cuando el alma llega al centro reposa, muere, es lo que desea, poseer el Bien para siempre, conocería a Dios y se
convertiría en Él.
 Para llegar al centro, necesita sentir la atracción de Dios, que, si lo atrae, es porque el alma le interesa, le atrae.
 Amar impliaca morir, pero lo que importa que se gana muriendo.
Capítulo XII: El mástil
 Ulises y las sierenas:
Las sirenas despedazan al que se abaja hasta ellas. Para disfrutar su canto, hay que atarse al mástil de manos y pies.
El canto le enseña, lo hace más sabio.
En la posición de la cruz podremos juzgas a las cosas: no bajando (atados pies) ni poseyéndolas (atados manos)

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