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Tener �ue confesar tal desliz, �aberme salido Jel

camino � �aber caído en la Luz, es mis �ue una


�eriJa en mi or�ullo. f1arc�ita � abrasa mi 'Voluntad,
Je manera �ue �a ni si�uiera lamento lo �ue �e
perJiJo. Sin embar�o, el recuerdo Je esa pena (o su
fantasma) permanece. Ya �e �ablaJo antes, o lo �aré
en tiempos 'Venideros, Je la forma en �ue el tiempo
se retuerce � serpentea. 8 pasado � el futuro me
abruman a todas �oras, tan \'Í"ViJo � doloroso como el
presente. Los recuerdos � las "Visiones tienen dientes
� �arras tan i"ViJas como las Je cua!�uier cambia­
formas.
En los hajos fonJes Jel R.eiM Unido, mi prote�iJc
(tan solo una pe�uef\a 'VÍctima Je sus des\'enturas)
me conJ0o a un lu�ar Je si�nificati"Vo poder.
C�anrtonhu� R.in� está en el condado de Sussex.
Es una colina solitaria, coronada por un círculo Je
irholes, �ue los locales Jken �ue es estimado por el
Enemi�o, el mismo Satin. Para lle�ar a él, tienes �ue
subir una buena caminata por una sinuosa carretera
forestal � cruzar una loma, mis alli Jel sencillo tc�ue
del mundo moderl'\0. Las le':lenJas Jken �ue a�uellos
�ue allí pasan la Mc�e atraen la curiosidad del
Enemi�o. Vendri a ellos, � su destiM JepenJeri por
completo de Su estado Je �umor, �a �ue el Anillo es
un lu�ar al �ue lo dh1no no alcanza. fuimos allí,
pasamos la noc�e entre los irboles, 'j en las pe�uef\as
�oras Je la maf\ana, la Oscuridad 'ViM por mí.
Resistí Sus tentaciones.
No fue ficil. f1i hús�ueJa �abía siJo lar�a 'j

fati�osa, y me hahía lle"VaJo a muc�os lu�ares extra­


tíos. La OscuriJaJ no me �ahló, ni se identificó. Se
aproximó a mí por medio Je mis poderes. Se me
ofreció dariJaJ de "Visión para mirar atris �asta el
mismísimo principio, para Jescuhrir por fin la \'erJaJ
--
Je lo �ue somos y dónde comenzamos. La "Visión
-- - -
esO-ha et\ el f()t\JC> Je mi met\te, esperat\J() a �ue le
diri�iera mi atet1ciót1 pC>r tAt\ it1sO.t1te. L() supe CC>t\
tat\ta Se�uridaJ CC>mC> CC>t\C>ZCC> mi met\te. Ut\ hC>mhre
mis Jéhil p()Jría haber afemd() el p()der, perC> si hay
ut\a CC>Sa �ue he apret1did() de mi hC>�ar, es �ue
siempre ha� ut\ precÍC>, � �ue l()s preciC>s mis altC>s
SC>t\ lC>s �ue t\C> puedes Ver. Mi alma M esti et\ Vet\ta.
Cuat\dC> la Oscuridad perdió it1terés et\ mí � se
hr�ó a d()t\Je fuera, William VC>mitaha de mat1era
cC>mpulsiva. S()l() et\tC>t\ces me di cuet\ta �ue él hahía
esO.d<> chillat\d() de d()lC>r Jurat1te tC>da la visitadót1.
Se recureró cuat\d() desput1taha el amat\ecer' �
aun�ue estaba déhil, pudt> camit1ar.
'1is tarde, lt>s Resplat1decientes me mC>strart>t\
cÓmt> ()htener las mismas CC>taS de p()der (Uf'\ nmiM
Je esfuerzC>S ct>nsiJerahles) . '1i visión t1unca me había
falladC>, � M Se me C>Currió �ue pC>drfa Ser re�ueriJC>
rara sacrificarme a mí mismC>.
¿De �ué parte estis? Puede ser la cuestión mis
impC>rt3t1te a�uí.
Ha� una planicie vasta � vacía, �ris p()r la mezcla
de ceniza � hueSC>S reducidC>s a pt>lVC>. Se sit\í.a detris
Je mis t>jC>s, Je mi met\te. (s it1mensa � anti�ua.
Mn�ún humat\C> la ha hC>lladC> jamis, aut1�ue tC>JC>s
MSC>trC>S estamC>S allí, t()J()s l()s eScC>�iJC>s. A�uí es
d()t1de lt>s Jit>ses vienet\ a mC>rir. (s tiempt> ut\a vez:
mis Je luchar. Se MS llama a la batalla, hermanas �
hermat\t>S mÍt>S. Las fuerzas Je la Luz � la Oscuridad
St>t\ ferC>ces e implacables, mC>rtales et\ su mtAtuC> ()Ji().
Han pelead() mil veces at1tes, � ct>mhatirit\ de t\ueVC>
'
C>tras mil. )C>m<>S piezas Je Su jue�C> m<>rtal.
¿(n �ué Pat\d() estis? ¿Luz u Oscuridad?
¿osaris rechazar amh()s � P()t\erte Je parte Je la
humat\iJad?
La tercera ()pelón f'\C> es una sC>hre la �ue �uierat\
llamar la atet1cÍÓt1 t\uestrC>S sef\C>res � maestrC>s, per<>
1"1<> tiet<es p�.>r�ué traici�.>t<arte a ti mism�.>. Puedes
t<esarte a recibir ¿;rdet<es � decret�.>s, misi�.>t<es �

,
empresas, tet<taci�.>t<es � dev�.>ci�.>t<es. Ha� ut<a ruta
hacia )�.>s más alt�.>S srad�.>s de p�.>der eli e) it<teri�.>r de
t�.>d�.>s li!.>S�.>tr�.>s. G__uizá sea parte del pr�.>ces�.> �ue li�.>S
hace ser 1(> �ue Sl.>mi.>S. Est(>� sesurl.> �ue si l(>s
R.espbt<deciet<tes pudierat< cerrárMsla, 1(> haríat<. S�.>t<
c�.>m�.> ut< padre demasiad�.> pr�.>tect�.>r, reticet<te a dejar
�ue su t<if\1.> desarr�.>1!e b it<depet<det<cia.
Esta tercera vía re�uiere sacrifici�.>s. v'a�a �ue sí.
Per�.> uf)(> tiet<e �ue dejar de bd1.> bs distracci�.>t<es
para c�.>t<cet<trarse realmet<te. Esf�.>rzát<d�.>te, puedes
et<c�.>t<trar la set<da para alcat<zar tu p�.>tet<cial e
interpretar tu papel c�.>mplet�.> en el drama �ue ha de
vet<ir. Serás capaz de hacer !1.> �ue tu c�.>t<ciet<cia � tu
Verdadera V�.>lut<tad dictet<, �a �ue aÚt< tet<drás
c�.>t<ciet<cia, la cual !'11.> te dejarát< tet<er c�.>li b Oscuri­
dad, � sesuirás tet<iet<dl.> V�.>lut<tad Verdadera, )a cual
!'11.> es permitida cuat<dl.> Uf\1.> sirve a b Luz. L(> sé r(>r
11.> �ue pued�.> ver en mis recuerd�.>s � visi�.>t<es. L�.>s
J' R.espbndecientes me m�.>strar�.>li el camiM � )�.> sesuí. . '
J
y Cl.>ml.> resultad�.>, me he C!.>liVertidl.> ef\ Uf\ Sesuidl.>r.
1 .
Sit< emhars�.>, el fat<tasma de l(> �ue ut<a vez fui es
p�.>der�.>S�.>, c�.>m�.> tambiét< 11.> fue mi V�.>lut<tad. f.'1e .
. ·,
• • .\
alimet<ta, dát<d�.>me fuerzas, p�.>sibilitat<d�.> estas pala­ :- -· .. ..

bras �ue escrib�.>. N(> �.>bstat<te, cada una de elbs


Cl.>liSume U!i ri.>CI.> de él, � pr�.>!itl.> dejaré eSta pluma -·

·, . .
c�.>m�.> mi maestr�.> exise � �a M escribiré más, �a �ue ·� . . • .
. . : . .
. . ·; :... � ,• .� .

!'11.> �uedará t<ada de mí. L�.>s resc�.>)J�.>s de ut< viej�.> ·•·


. �

fues�.> ardet< et< mi alma, � et<clet<det< b suficiet<te


rebeli¿;li para este últim�.> act�.> de des�.>bediencia. : .•
.. ...

Presta atet<CÍ¿;li. �s últim�.>s frasmet<t�.>s de mi


independet<da se c�.>t<Sumeli para �ue puedas �.>Ír esta
última � más srat<de advertet<da. Siempre ha� Uli predi.>.
Es ine'\'itable. Perl.> puedes eScl.>ser a �uiét< rasar!(>: a h
--
Oscuridad, a l�.>s R.esphndecientes 1.> a ti mism�.>.

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El m undo eslá lleno de la grandeza de Dios. Cuando 1·oh·ieron a MI furgone ta. t:l 'L' quitó b chaqueta y se
Ardercí en llamas. resplandeciendo como u n /embloroso flore/e. puso una cazadora grande y sin forma�. Disimulaba la pistole ra ele su
hombro mucho mejor que la chaquet a .
No había ni una nube en el cielo. Era de un azul brillame. casi -¿Y ahora qué' -pr egumó Ju..,tinc.
doloroso. Las flores abiertas en toda su g loria parecía n irradiar 'u -¿Táctica o estratég icame n te?
propia luz, y el sol golpeaba con alegre calidez. -Oh, por el amor de Dios. . .
Era un día precioso para un fu neral . pero los pocos invitados al -Tácticamente, reg res amos al hotel para que puedas recoger
servicio no estaban en el exterior, al fresco aire, sino en el cr e matorio . tus cosas. Estratégicamente, continuamos contra la impía escoria que
La soli taria mujer lle1·aba un vestido negro que era un p oco pe­ acabó con nuestra camarada .
queño para ella. Se ajustaba de mala manera a sus espinillas )' se -\Venclell, están todos 111/lertos. ¿R ecuerd as siquiera el jaleo'
ct'1'1ía sobre sus hombros. llahía pertenecido a la muchadw que iba ¿Los gritos ele ·· Dio� te odi a.., Los hiciste peda zos a t odos con esa
hacia la s llamas . cosa. el C-1.
El hombre vestía un traje negro con raya demasiado marcada de -Eso no era má� que un nido. llay más.
auténtico poliéster. Se erguía con atema rigidez, ceñido el entrecejo. -¿:\i siquiera ,.a.., a tomarte un respiro y guar dar luto por Karla'
con un rosa rio enrollado entre los dedos. -El mejor modo en que p ued o guarda r luto por ella es l·en-
Las única� personas presenres apane ele est as eran el sacerdo­ gá nd ole .
te, que no sabía nada de los d oliemes. y el operario que manejaba -Sí. estoy segura que eso es lo que querría .
d horno. \'i"endell estu1 o a punto de arrancar la furgoneta, pero se I"Oh·ió
El sacerdote parecía darse prisa con la ceremonia. Por lo gene ral. hacia la mujer en lugar de girar la lht1·e.
la gente no miraba al cofre entrdf en las llamas, pero el hombre. -¿Qué significa e-.o' -pregunto.
\X'endell. h abía insistido. La sala era pequeña. ast:ptica. funcional. :\o -Que la caza de mon�truo.'> er.I 111 cru L ada , no la suya.
había siquiera un atril, por lo que el cura tenía que sujetar su 13ihlia. -Está daro que también '>\.' con 1 irtió en la suya.
Después. la mujer, cuyo nombre era Justine, le pr eguntó a \\"ende!! -Oh, seguro. Cuando arroja., a alguien al barro, se em.ucia de
si q uería las ceniza s . barro -dijo Just ine .
-Pensé que pod ríam os espaiTirlas, solo para estar sl'guros - -¿Piensas que ella quería que ellos sobrc1·i1·icran una Yez que
dijo él. Ella suspiró. supo la ,· erdad1
-Por supuesto que no. Pero me pregunto si ella quería sobre­ chila, pero no estaban ni lustrosas ni nuevas. Un ojo experto (como
,.i,·ir. el de :-.leal Broderburg) la consideraría como alguien que podría
Wendell golpeó el salpicadero y justine dio un respingo. Ella ya pasar una semana en el bosque sin caravana y llamarlo diversión.
había visto su temperamento antes, y casi retrocedió, pero no esta Tenía buena pinta.
,·ez. La brillante luz del sol hacía que toda la situación pareciese irreal. No pasaba nada, así que 1eal decidió acercarse más.
El incómodo vestido la irritaba. Y echaba ele menos a Karla, quien se Aunque no se lo había dicho a nadie, a Neal le gustaba el aspec­
había convertido en su amiga. to que tenían los pies de mujer dentro de unas pequeñas y ajustadas
-Es mejor morir conociendo la salvación de Cristo... botas de montaña. No era un fetichista ni nada de eso. Tan solo le
-Ésa es tu respuesta para todo. Era mejor para ella morir como gustaban. Los pies de esta mujer en particular le parecían bonitos, y
una cristiana a los 19 que ,·ivir hasta... se preguntó cuánto tiempo iba a estar en la ciudad. A1·anzó unos
-¡Síl Es mejor morir como un cristiano... ¡a cualquier edad! ¿Crees pasos de forma casual, intentando acercarse lo suficiente para vislum­
que no lo lamento"� ¿Crees que no me atormento, preguntándome brar un anillo de casada.
cómo podría haberla salvado? Había algo parecido a una bandera en su mochila (dos círculos y
-Te diré cómo podías haberla sah·ado. ¡Podías haberle dejado ir una flecha). Cuando estuvo a un metro. se cogió el ala del sombrero.
en lugar de reclutarla para tu ..ejército'·! -Buenos días --dij o .

-¿Qué quieres decir con "dejarla ir"'' Haces que suene como si -Bon... Buenos días, oficial -replicó ella.
estuviera cautiva. Neal sonrió. Un acento. Todo hombre americano se vuelve
-¿No era así! Sin dinero, a cientos de kilómetros de casa, sin gilipollas por un acento, ¿verdad? Sonaba francés quizá, o italiano o
trabajo. ¿Qué se suponía que iba a hacer? En especial contigo algo así. El parque tenía unos cuamos visitantes de Europa, aunque
acojonándola todo el rato, diciéndole que si los chupasangres tal, los solían ser alemanes.
pútridos cual. Tenía una ancha y abierta sonrisa, y ningún anillo. Pero había
-¡Le decía la ,·erdad! algo en sus ojos. Algo a dos grados de lo normal. Algo que le hacía
-Qué gran favor. En caso de que no lo hayas notado, la verdad pensar menos como un adulto creído al que le quedaba bien el uni­
apesta. Muchísimas personas son perfectamente felices sin conocerla. forme y má s como un hombre que había jurado servir y proteger.
-¿Cómo te gustaría estar a ti? --dijo Wendell. -¿Haciendo un poco de camping?
-¡Sí! Sé que no puedo volver atrás, pero eso no significa que -Sí. Estoy esperando a unos amigos. Vamos a subir el Río Snake.
..
quiera hacerlo. Ella pudo. ¡Habría podido dejarlo todo y vivir una -Dijo esperando" y .. río" con un extraño acento... como si hubiera
vida de verdad! una ''g" gutural por ahí escondida.
-!!abría estado enganchada otra vez en un mes. -Espero que no lleve mucho esperando.
Justine le abofeteó. Durante un momento, ella vio cómo se abrían Ella se encogió ele hombros.
sus fosas nasales y se dilataban sus pupilas, y se dio cuenta de que -¿Cómo es su aspecto' Quizá les haya visto.
había ido demasiado lejos. Él se lanzó hacia el asiento de ella. Ésta -Oh, no necesito su ayuda, gracias -Inclinó la cabeza, como si
fue lo bastante rápida para poner sus brazos y piernas entre ellos, estuviera escuchando-. Yo... aprecio su ayuda, sin embargo. Es muy
pero él era fuerte, fuerte de un modo histérico. En un instante, ella amable. Cuando haya vuelto de mi excursión, ¿quizá pudiéramos ver­
tuvo las piernas inmovilizadas contra el pecho y las mul'iecas atrapa­ nos de nuevo'
das en una presa aplastante. Intentó patearle en la entrepierna, pero Ella era bastante atractiva. Pómulos altos, cabello largo, un pre­
no podía moverse. cioso acento, las botas... Pero algo en el tono hacía que Neal estuviera
Él se movió para... hacer algo. ¿Cogerle las muñecas con la mis­ más nervioso que estimulado. Sus ojos eran un tanto ... inexpresivos.
ma mano, para poder golpearla y estrangularla con la otra' Desespe­ -Eso sería fantástico. fantá tico -respondió él. Miró su reloj-.
rada, Justine lo intentó con las palabras. ¡Guau! Tengo que comenzar mi patrulla. ¿Cuándo va a volver'
-Karla me dijo que una vez también le pegaste a ella. -Emh, no lo sé, lo siento. Le buscaré cuando vuelva.
Funcionó. -Claro -Volvió a tocarse el ala del sombrero-. Me llamo Neal
Como al sacar el tapón de una bañera, toda la rabia se fue por el Broderburg.
desagüe. Retrocedió hasta el ,·olante. Ella sonrió. Él esperó.
-Wendell --dijo ella con cuidado-, ahora me 1·oy a ir. -¿Y usted es...' -apuntó él finalmente.
Él asintió. Ella abrió la boca, la cerró, y después dijo: -¡Oh, qué tontal Me llamo Beatrice. Er, Ueatrice Duchamps.
-tvlira... Sé que la salvaste. Ella me dijo eso. Y también me sal­ -Encantado ele conocerla. -Neal se volvió (no demasiado rápi-
vaste a mí... en un montón de sentidos. Pero una vez que salvas a do) y regresó a su coche patrulla. Después condujo (no demasiado
alguien, tienes que dejar que se 1·ayan. deprisa), aparcó en una esquina, entró en un supermercado y la ob­
-Pues vete --dijo con voz apagada. serYó con discreción a través de la ventana frontal.
Jusrine se mordió un labio. Por fin, llegó una camioneta. Tenía un cartel en la ventana trase­
-Wendell... ra con cuatro anillos unidos. 13eatrice mostró esa enorme sonrisa a la
-Vete ahora... gente del interior y subió.
Cuando ella se marchaba, él acercó la furgoneta y le alcanzó el Neal casi la dio por perdida. Pero en lugar de eso, llamó a un
bolso. Ella sintió inmediatamente el peso y vio una pistola en su compañero del servicio de aparcamiento y le pidió que le echara un
interior. l\o fue hasta más tarde que encontró los 500 dólares que él le ojo a la camioneta, para descubrir a dónde iban.
había puesto también. -¿Piensas que son sospechosos' -le preguntó su amigo.
- nn ... naaaah. La chica y yo estuvimos algo así como flirteando.
t t t Quiero asegurarme que no es de esas que se las van pasando como si
fuera un porro. Ya sabes.
Consolador. ¿dónde. dónde está tu consuelo? Su compañero rió.
L a mujer pequeña no resaltaba. , o era del lugar, pero por -Oh, me asegur<�ré de echarle un ojo si es de esa clase de gente.
Pollock pasaban un montón de forasteros camino del parque na­
cional. Llevaba unas buenas botas de montaña y una bonita mo- t t t
Nueslra 11ocbe se acerca: Jlllesll·a Jzocbe nos acosa. 11os acosa. y El otro hombre inc\in<'> la cabeza y jugueteó con el ba:>tón.
acabará con nosolros. -Ella ya no está en la lista -murmuró Lou.
-¿Estás seguro de que <.\�te servidor es seguro? -preguntó -¿Alguna idea acerca de cómo dar con ella'
Wendell. Lou meneó la cabeza. \\"endel\ asintió,. se lel·antó para marchar­
-Yo también me alegro de verte -dijo el hombre apoyado en se. Al llegar a la puerta, se giró.
un bastón. Su nombre era Lou-. Sí, es seguro. -Son elecciones muy perras, Lou. :'\o te sientas mal por tu debi­
Wendell se conectó. lidad. Hay muchas cosas buenas que puedes hacer... muchas cosa�
-Vaya, hacía tiempo que no te veía -Wende\1 respondió con ohl'iame111e buenas.
un grui1iclo--. ¿Qué les pasó a las dos jovencitas que iban contigo la
última ,·ez? t t t
-Una murió -Wenclell ni siquiera alzó la mirada de la pantalla.
Lou tragó saliva-. Según lo último que he oído, la otra iba a reunirse Me desperté y sen!Í la caída de la nocbe. 110 el día.
con Henrv Eames. -Hay algo aquí -dijo el hombre regordete con 1·oz ca,·erno­
-Ah. Conductor. Pobre bastardo. sa-. ¿Puedes sentirlo?
-Al menos su hija sigue viva. -Siempre hay una presencia con nosotros. lllOII ami -rephcó
-La chica que murió... ¿No era...? l3eatrice.
-�o. Solo alguien a quien sah·é -\'ilendell suspiró-. ¿Dónde El hombre regordete no habría pasado la inspección de Neal.
eslá todo el mundo? Su equipo de acampada era el mismo. todo flamante y barato. �o­
-¿A quién buscas? piaba y resoplaba, cargándolo hacia los bosque>. Su nombre era
-A Salomón. Rick y era un ingeniero eléctrico de,peclido. En cierta ocasión, ha­
-Dejó la lista, ¿recuerdas! bía con,·encido a un fantasma para que cesara en su n�nganza y se
-Recuerdo que echaron a Arreglador. ¿Y :VIotosierra? reconciliara con el m:ís allá.
-Oh, lío -dijo Lou-. No ha mandado mensajes, pero tengo Las otras dos personas de la camioneta eran \"ancy, quien reali­
noricias de él ele Europa. Se fue detrás de algún colmillo con un grupo zaba el im·entario de una compañía de suministros para pastelería, y
de otros chicos. Armamento pesado, explosiones, toda esa clase de Patrick, un inspector de hacienda. La mujer de Patrick había 1·uelto de
mie... er... cosas de policías. su rumba y él y i'iancy se habían enfrentado juntos a ella.
-Típico de Motosierra. ¿Cincuema por ciento de bajas? -Es algo ... algo malo -dijo Rick.
-¿Dices en su bando' Sí. Cien por cien, empero, en el otro. Por -Quizá sea algo que no conocemos --{\ijo Patrick. pero no pa-
lo que he oído. recía muy seguro.
-Y él ha sobrevil'ido. La noche había caído, y habían instalado el campamento en la
-Ajá. ribera de Idaho del Río Snake. La hoguer& era muy pequel'la. pero para
-Es ''erdad, el Sei1or cuida de los idiotas. los ojos que obsen·aban desde los árboles. era claramente ,·isible.
-Sí, bueno, después del 1l-S, Motosierra perdió la cha1·eta. Dijo El observador oculto era el amigo del guardabosques, Sco!l.
que iba a ir a lraq. l lombre felizmente casado. no pensaba demasiado bien de ninguna
-El Sel'lor cuida de los locos. también. ¿Queda alguien en la lista otra mujer. En pri,·ado. pensó que \"eal estaba "necesitado".
que merezca la pena? Scott retrocedió hasta su camioneta y llamó a :-leal por radio.
-.VIemphis, pero sé que no os llel"áis bien. Soldado se conecta -Lo único sospechoso de tus campistas es que no han hecho
de ,·ez en cuando. mah·a,·iscos. Están en la plaza diecisiete, la que está junto al mean­
-También es un idiota -dijo Wencle\1. desestimándolo-. ¿Qué dro del río.
hay de Viajero' -¿La diecisiete) Eso es donde aquellas dos chicas...
-Ni una palabra en meses. -Sí. Pero no pensarás que tenga nada que ,·er. ..
-Y él es nuestro enlace con Pedro. -\"ah. \inguna conexión. e,toy seguro. Si es que no est<ín, ya
-Ya sabes. estoy yo -dijo l.ou-. Quiero decir, ya no puedo ir sabes, bacie11do nada...
por ahí de juerga, pero no soy un inútil. -Parece que ,·an a salir en canoa por la mal'lana -Scou estaba
-Esperaba conseguir un trío al menos, pero puede ,·a\er con fuera de la camioneta. apol"ándose contra un costado con el cable
nosotros dos. No me gusta, pero quizá podamos reclutar a un tercero del micrófono estirado a tra,·és de la ,·entanilla-. Yo diría que todo
mientras rastreamos nuestro objetivo. está en orden.
-¿Un objeti1·o' Suena a palabras mayores. ¿Algún tipo de cam- -Fantástico. Cambio y corto -replicó :\'ea!.
biante? ¿Un colmillo 1·iejo de \Wdad> Scott se encogió de hombros de modo imperceptible, como si
Wendell sacudió la cabeza. la com·ersación le hubiera molestado ele alguna manera. El guarda
-Reatrice Tremblay. alzó la vista hacia el cielo. intentando l'aticinar el tiempo del día
Lou palideció. siguiente. Probablemente. despejado como el cristal. .\liró a la iz­
-¿Quieres decir. .. Oráculo� quierda, reflexi,·o. y se sobresaltó por algo que parecía estar a cen­
-Tenía que haberme encargado hace tiempo. tímetros de su rostro. Después se percató ele que era un murciélago,
-¡Pero ella es uno de los nuestros! en absoluto cercano sino a unos metros, lo cual significaba que su
.
-Ya no. La última,·ez que la, i. dudé... pero sentí algo raro. Fui em·ergadura era...
débil. Seguí mis sentimientos humanos en lugar de la voluntad diYina \i siquiera tuYo tiempo ele gritar.
-Mientras hablaba, la voz de Wenclell se hacía más gélida-. 'o
Yoh·eré a cometer ese error. t t t
-Lo siento. tío. '1/o cuentes conmigo.
Wendell dirigió a Lou una mirada tranquila y despreciativa. �Aplaudir a quién, empero.' ¿Al béroe cuya ex/rema bahilidad me
-�o me sorprende. Tan sólo no te pongas en mi camino. arrojó al suelo. como comida pisoteada. a .t>lÍ.'
-¿Qué? De \'uelta en su oficina, 'ea\ se sintió incómodo por algo.
-l.ou, lo sabes bien. �la, no era nada de lo que preocuparse, se convenció. y empezó a
recoger para irse a casa. Su coche estaba aparcado cerca de Alma­ -Al menos es cristiano -murmuró Wendell mientras se ajusta­
,�:nó \\'oodsmoke, y mientras pasaba al lado vio un hombre den­ ba las gafas de visión nocturna y revisaba el silenciador de su rifle
tro de la tienda. francotirador.
:'\eal estuvo a punto de seguir su camino, pero había algo en Susurró un rápido acto de contrición y le enfermó (que no
el homhre que le hizo detenerse. Algo en su postura. en sus ges­ sorprendió) ver la maldad en la tierra. Por el momento estaba en
tos. atrajo la atención de :\eal. El hombre estaba hablando con letargo, pero flotaba como humo en el aire, recorría cada árbol como
.
: lorris. el dueño. quien parecía inquieto. \leal había sido policía si fuera savia, golpeaba en la sangre de cada animal que observaba
durante un tiempo. De manera instinti\'a. recorrió una lista ele po­ a tra\·és ele la maleza.
sibilidades: maltratador de esposas. borracho, ladrón armado, con­ Wendell se adentró en los bosques a paso rápido, intentando
duclür desquiciado. encontrar el río. Quizá pudiera flanquear al grupo, y cogerles por
'\cal no podía decir qué era con exactitud, pero le hubiera gus­ sorpresa. Trastabilló un par de veces. Quizá la tierra estaba despertan­
tado poder apostar dinero a que. en las circunstancias adecuadas, do a su presencia, intentando detenerle. Sin embargo, no se cayó, y al
aquel tipo sería \·iolento. Emró y escuchó: final atravesó los arbustos hasta la orilla rocosa.
-:vlira, sé que la has \'isto. Tus ojos me dicen cuándo mientes. Detectó movimiento y alzó la vista a tiempo de ver elevarse enor­
:\lentir es un pecado. Deberías dejarlo ahora mismo. mes formas de murciélagos, mientras uno desplegaba las alas y otro
-Huenas tardes -dijo \'eal con amabilidad. se abalanzaba sobre él.
El hombre se giró. se enderezó con lentitud y dejó caer los hom­ El rifle que llevaba era grande, potente y difícil de manejar. Ade­
bros. Estaba claramente intentando parecer relajado. más. aquella noche estaba equipado con una mirilla telescópica. que
-Oficial... --dijo. no podría usar sin quitarse las gafas de visión nocturna. Wendell le­
�vlientras :"leal se acercaba, creyó haber \·isto los ojos del hombre vantó el arma y disparó a ojo de buen cubero. El monstruoso animal
bajar hasta la pechera de su camisa, para luego Yoh·er a su rostro. cayó al agua en dos pedazos. pero tres de sus compañeros se dispu­
:\e:�! mismo bajó la mirada, pregumándose por qué el hombre había sieron para el ataque.
mirado su alfiler de corbata de los Caballeros de Colón. y preguntó: \Venclell dejó caer el rifle y saltó hasta la floresta, sacando una
-¿A!g(m tipo de problema' pistola de su sobaquera. Se dejó caer de espaldas, intentando pre­
-:\ingún problema -replicó el hombre. sentar un objetivo oblicuo mientras hacía un disparo, dos. Ambos
-Está buscando a alguien -dijo l \orris. murciélagos cayeron, uno muerto y el otro lisiado. Ignoró el aterriza­
-Quizá yo pueda ayudar. je ele las criaturas heridas al tiempo que el tercero se lanzaba contra
Antes que el extraño pudiera detenerle. el tendero le dio a Neal su pecho, mordiendo su chaleco ele malla. Gruñendo, \Venclell apar­
un trozo de papel. tó la cosa con la mano izquierda, pegó la pistola contra su peludo
Era de una impresora a color, y tenía una foro de Beatrice cuerpo, y apretó el gatillo.
Duchamps. Solo que decía que su nombre era 13eatrice Tremblay y La sangre de la criatura le salpicó. la cercanía del disparo cha­
que era una peligrosa criminal buscada en Canadá. muscó un poco sus ropas, pero estaba ileso.
-¿Conoce a esta mujer' -preguntó Neal. Antes que Wenclell pudiera tomarse un respiro, oyó un disparo
-La cuestión es, ¿la conoce usted' distante y unos gritos. Alguna parte de su mente registró que el mur­
-¿Por qué no \·iene conmigo' Ambos podremos encontrar algu- ciélago muerto encogió hasta un tamaiio normal. Pero ya se había
nas respuestas. puesto en pie tambaleándose, recuperado su rifle y empezado a bajar
El hombre dudó. �Iiró a l\orris. y después a Neal. corriendo hacia la playa.
De repente. la estancia se llenó de un espeso humo negro. -Padre nuestro que estás en los cielos -musitó, renovando la
-¿Qué coj.. ? -:'-leal estiró la mano hacia su pistola y se sorpren-
. visión sagrada mientras lOmaba una Cll!va. Espió el fulgor del fuego a
dió ele encontrar allí una mano ya. Puso ambas manos sobre su pisto­ través ele sus gafas nocturnas. Arrastrándose sobre el estómago, reptó
lera, solo para sentir el cañón de otra pistola contra la sien. hacia la base de un árbol.
-Estoy poco dispuesto a matar a un oficial ele la ley, pero lo Con p:ute de su atención, desplegó el trípode del rifle, se quitó
haré si no me dice dónde está. las gafas, y se cubrió con el árbol lo mejor que pudo. Con otra parte,
-:'\o ... no puedo... contempló la maldad que tenía ante sí. Una mujer ya estaba muerta,
-¡Campamento diecisiete1 -Por un instante, !\ea! no reconoció boca ahajo sobre la arena. Otros dos portaban teas encendidas. Grita­
la voz de \,'orris. Era chirriante y temerosa-. Ella y sus amigos com­ ban mientras esquivaban los murciélagos que caían en picado, y aplas­
praron un mapa. iPregumaron la dirección' taban las garras ele las raíces y unos insectos enormes, de pesadilla.
-�·le gustaría comprar el mismo mapa. con las mismas indica­ Wenclell vio al comisario (quien debía conocer una ruta más rápida)
ciones. de pie al borde de una senda, con el rostro retorcido por la incredu­
-¡]';orris. no' lidad, disparando una escopeta. Pero la mayor parte ele la atención ele
-Oficial. por fa\'01'. tiéndase en el suelo. -La petición se vio Wendell estaba enfocada en las otras dos figuras que quedaban.
reforzada por el chasquido del percutor de un revólver amanillánclose. Una era !3eatrice Tremblay. Se erguía de espaldas a él, con una
linterna en cada mano, apagadas y apuntando al suelo.
t t t La otra era un oso, pero no un oso en realidad . vlirando
. con
la visión del ángel, Wendell pudo ver que la maldad que rodeaba
Que pueda resucitar .r lemntarme. Se1lor. y utilizar Tu fuerza para el lugar estaba concentrada en el interior de la bestia. Era algo
romper. golpear. quem ar. y bacerme alguien nueuo. profundo, desquiciante, y más viejo que las estrellas. Era odio sin
Wendell se sintió realmente mal por tener que esposar al comisa­ límites. y fuerza sin forma, flotando a través y alrededor de l a
rio y al dueño del almacén. Pensó que no les lle\·ara más de diez criatura e n el modo e n que un viento que arrastrara una plaga
minutos liberarse. De�pués. el policía se dirigiría hacia el campamen­ soplaría sobre un alféizar.
to diecisiete. Con algo de suerte, solo encontraría el cuerpo del trai­ la misma vileza se movía a través de Tremblay.
dor. Si no, hallaría los horrores del 1 nfierno. -¡Tu elección está clara! -gritó Beatrice-. ¡Venir a la luz o ser
Cuando aparcaba cerca del cam¡xunento. \Vende!! oyó un grito. quemado y destruido'
El policía no tendría suerte. La réplica del oso rue es¡xmtosa.
-¡NO :-.lE ARRO DILLO A:\TE :'\1 'GÚ\ HQ;..Il3RE. DIOS... NI
DE/110:-\10!
Beatrice b·antó los brazos y enfocó ambas linternas hacia su
pecho, pero la abominación eructó una nube de sangre y oscuridad
que bloqueó y absorbió la luz.
El comisario gritaba mientr<�s una enorme araña atravesó con un
mordisco limpio su bota.
-Hágase t u \'oluntad . . . -susurró Wendell al tiempo que tiraba
del gatillo, disparando a diestro y siniestro sobre los murciélagos )'
las bestias. Algunos blancos. Algunos fallos. Pero en su interior,
sabía _que era inútil. Seguían llegando, girando en espiral desde la
oscu ridad de lo más alt o y adent rándose en l a maleza. Incluso mien­
tras rezaba, sintió surgir la rabia de su interior. E incluso mientras
rezaba, contaba balas.
¿Qué podía hacerí ¿Seguir disparando hasta quedarse sin mu­
nicióní Eso no ,·alía para na da, \' tan solo retrasaría lo inevitable.
¿Apuntar al oso? Aunque una bala pudiera matarlo, perdería su
oportunidad de matar a Tremblay, la judas, la traidora. O podría
dispararle a ella, dejando libre al oso y permitie ndo que destroza­
ra a los demás.
Cuando le quedaba un solo tiro, la rabia era abrumadora. :-Jo
podía sal1·arles. ;\o podía sah·ar a nadie. Era ineficaz y débil. In­
útil, miserable, pequeño, y no le q uedaba más que el horrible sa­
bor del rencor.
-Así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden ... -
murmuró mientras centraba la miril la en la espalda de 13eatrice
Tremblay. ;'1/o se había mo1·ido. fuera cual fuese la fuerza impía que
portaba como una enfermedad, estaba paralizad a, en tablas con el
otro. Igu al ados en poder y maldad, ninguno podía sobreponerse.
Y entonces, sintió la presencia.
Había leído que algunos de los Elegidos volvían a saber ele los
ángeles , después de su bendición inicial. 1I ab ía tenido envidia de
aquel contacto, pero ahora que le hablaban ele nue1·o , recordó el
terror desnudo que traían cons igo .
--soLO TC Pl'ED ES SALVARLES'', oyó.
-i.Cómo' -susurró-. Por favor. Por favor, decidme cómo.
La presencia en su interior parecía tan poderosa . wn 1·asra, que
sentía como si su piel fuera a ajarse. Entonces se incrementó aún m;b.
trayendo consigo una currienre de imágenes. Comprendió de manera
intuith·a que la� p;1bbras no eran el camino, que su lenguaje verdade­
ra era b realidad misma.
\'io un altar. l ' n fuego. \'io la Eucaristía desde arriba. l'n gran
crucifijo. Un carnero con las cuernos atrapados en un arbusto.
-Un sacrificio -musitó-. Lo daré. Absolutamente todo.
1\lás imágenes. No podía apartar la mirada, porque no estaban
solo en su mente: eran su mente . Eran sus recuerdos y estaba revi­
viéndolos.
La mirada horrorizada de la dama del parque. ·¿Qué le has he­
cho. Wende/1? r,"QIIé has hecho' "
La ardiente l'ergiienza mientras eljuez decía ··¡Pareces un JÓL'en
educado. pero debes colltrolar tu temperame11to!"
El miedo en /os ojos de/ ujier cuando Wende/1 se arrodilló sobre el
pecho del hombre. hacie11do 1/ouer golpes sobre su mstro.
La gélida calma cuando \f'ende/1 hacía min1íswlos ajustes en su
puntería mientras el objefil•o caminaba por el aparcamiento. comien­
do 1111 do111lf. listo para 1111 día ele masacres.
Hl gozo de su corazón cuando disparaba bala sobre bala sobre la
espalda de un mmpiro m ien lras éste se cm·astraba, mienlras perdía la
sanwe robada. lloriqueando y suplicando.
/;'/ modo en que el chulo de Karla temblaba mientrc1s el hombre
miraba Sill t'er e11 fa 11iebla del ángel. ignoran/e del arma que lflende/1
apuntaba a su cara.
El escfal'o de sc111gre. 1/orctlldo mielllras \Vemiel/ ¡;olpeaba el bate
de béisbol colltra los brazos exlendidos del hombre.
La t•indicación que conoció wando abofeteó a Karla y le gritó El hombre tenía una pistola en la mano, y cuando disparó con
·¡Puta' ¡Nl/1/lerat ¡?.01mr ella a un murciélago. hubo un resplandor cegador, como un bre1·e
l')ustine en el asiento delantero. los ojos brillantes de miedo wan­ momento de luz diurna empalmado en la noche. Los dos hombrt!s
do él se arroJó contra ella. junto al fuego estaban tan cansado� y atormentados que cayeron de
Los ojos dt! \X'endell estaban húmedos de lágrimas cuando dijo : rodillas al suelo, agitando sus antorchas débilmente, mientr.ts las som­
-Sí. Tomad lo. Tomadlo todo. bras circundantes se aproximaban para la matanza. Pero cuando el
recién llegado entró en el mdio de su luz, gritó :
t t t -¡Fuera'
Y los monstruos huyeron.
!Yo, co1r.welo canmiero. Desesperació11. 110 me entregaré a ti. Una pequeña y extraña esperanza se instaló en el corazón de
-G e rard Manley H opkins Neal y empezó a correr, rambaleúndose hacia esre misterio, este sal­
El primer disparo a lo loco había sido rea lizado con pánico, pt!ro vador.
el segundo alcanzó su blanco y eso le tranqu ili zó . El t iempo parecía El hombre conrinuó disparando al aire, mucho después de que su
ralentizarse mientras el puro terror de lo que estaba presencian do revó!l·er debiera haberse quedado sin ba las. Apu ntó con la pistola al
parecía saturar su capacidad de tener miedo. Sus dispa ros tercero y raro, monstruoso e infernal ser. . . y ele pronto, no fue más que un
cuarto se hicit!ron en una suerte de estado de fuga. sin pensar, sin simple oso marrón. Se alejó del f uego y desapareció en la oscuridad.
sentir, solo actuando. �las sabía que su escopeta únicamente tenía La mujer, Beatrice Duchamps, Beatrice Tremblay , se l'olvió hacia
cinco disparos )', de�pués de eso, iba a morir. el ex rraño . Los rayos de sus linternas parecían difuminarse. débiles
�liemras hacía saltar el casquillo de su cuarto tiro. Keal 1·io a luces elécrricas que cayeron sobre el rostro del hombre.
alguie n lcl·antado sobre la orilla que a1·anzaba con resolución . Tu1·o -\·ue!l·e -le dijo a ella. Su cara em una pura máscara de rran­
un momento para pensar: -Es el tipo de la tienda. También 1·a a mo­ qu i lidad ser:ífica.
rir", antes que lo� murciélagos con1 ergieran .
· En silencio. ella huyó en la noche.
INDICE
PRiíLOGO: LA ULTIMA CRUZADA 4

INTRODUCCIIíN 14

CAPITULO UNO: EL SOLITARIO CAMINO 18

CAPITULO DOS: AGRIETADO COMO EL SUELO DEL DESIERTO 3B

CAPITULO TRES: LO MALO CONOCIDO 52

CAPITULO CUATRO: REGLAS Y NARRACIIíN 72


Si, entonces. be hallado gracia a tus ojos. bazme COIIO­
cer 111 cai/ÚilO, para que yo le conozca y halle gracia a tus
ojos. Co11sidera que este ¡meh/o es 111 pueblo.
-Éxodo, 33: 1 3

EL PRECIO DEL PODER


(se permite al cazador despertar del sueno que antes empanaba su
mente), pero se encuentrd l'irtualmente solo en su conocimiento, y
está forzado a habérselas con una miserable ,·ida nuel'a.
Cuando una persona es exaltada. es arrojada de cabeza hacia un Sujeto a estas presiones. muchos cazadores no lo consiguen.
mundo de pesadilla del que nunca sospechó s u existencia. Es Caen bajo los clientes y garra� de las bestias. se conl'ierten en jugue­
despertada a una horrorosa realidad en la cual los monstruos. cosas tes de los amos ele las marionetas o se suicidan porque no puede
salidas de las fantasías de los niños, presentan pruebas de su existen­ soportar más sufrimiento. Otros, no obstante, consiguen aguantar.
cia. No son solo las criaturas de la verdadera noche, las que acechan Es posible que carguen con un rencor intenso o se hayan
en las sombras, manipulan a los incautos y cazan a los indefensos. l'n autoimpuesto una misión contra lo sobrenatural, y simplemente no
cazador recién elegido podría ser capaz de l'oh·erle la espalda a las puedan dejarlo o no puedan ser vencidos. Puede que sientan una
cosas por un momenro. pero probablemente no pase mucho tiempo p�na tan inmensa o un perdón tan generoso hacia los monstruos
. que se nieguen a dejar de reconciliar criaturas. O que tengan una fe
antes que los reconozca en su trabajo o en cualquier sitio. , al final se
dé cuema de que la gente. los lugares y las cosas que le importan tan ciega o aspiraciones tan nobles en el mundo que soportan todos
están en peligro. Tiene que hacer algo. los sufrimiemos para conseguir un bien mayor.
Los primeros días, noches, semanas e incluso meses de un caza­ Estos cazadores que sobreviven indagan más y m[ts en la caza.
dor son un tormento. Se atre1·e a enfrentarse a lo sobrenatural a ries­ Sus l'iclas anteriores se convierten en poco más que recuerdos. y se
go de su Yida, su cuerpo, su mente y su <tima. Puede que intente esfuerzan por enfrentarse a más monstruos o en salvar más fragmen­
destruir a todo ser con el que se cruce, para hacer ver a las cosas el ros ele esperanza. Mientras esta tenaz minoría consigue éxitos y en­
error de sus actitudes y obligarlas a l'iYir en armonía con la sociedad, cuentra más retazos ele la 1·erdad , obtienen un poder cada 1·ez mayor.
o puede tr:nar de aprender los secretos que hay detr.ís de los mons­ �lanifiestan nue1·as y extrañas facultades que les permiten continuar
truos. l\o importa cuánto se aproxime ni qué re�puestas obtenga, su misión. Se desconoce si estas capacidades son adquiridas como
cada lección que aprende y cada l'iCtoria que logra cuesta un ojo de la recompensa por sus 1·ictorias o como herramienta� con las que conse­
cara. :\lagulladuras. huesos rotos, clepresione,, distanciamiento con guir ,·ictoria�. Los �lensajcros (o lo que sea o quienes sean que des­
.
los amigos, carreras acabadas , muertes familiares. Ver el mundo real piertan a los elegidos) no ofrecen respuestas. Pero con e8tos crecien­
y conocer una porción de la verdad puede parecer un don precioso tes poderes, los cnadores supervi1 ientes pueden llevar a cabo mayores
proezas, enfrenrarse a seres más poderosos y resolver misterios inclu­ de una Virtud (Misericordia, Visión o Celo). Es a Virtud 7 que empie­
so más desconcenantes acerca de lo sobrenatural. zan a desarrollarse desarreglos en estos campeones en panicular, y es
Sin embargo, estas facultades, ventajas y revelaciones tienen un también a estas cotas de poder que sus vidas e identidades comien­
precio. La inmersión en la caza distancia a los elegidos de todo lo que zan a colapsarse en serio.
solían ser, tamo que pueden perder contacto consigo mismos y con Anteriores libros de Cazador han hablado de los extremistas,
su cordura. Quizá sea la carga de conocer verdades horribles, o de ser quiénes son, y cómo los demás exaltados tienden a comprender y a
testigo de espectáculos horrorosos, o por ser simples humanos tmtar con ellos. No es hasta este libro que a estos ·excémricos", "psi­
im·estidos de poderes inhumanos. La razón no importa. El hecho es cópatas" y "santos" se les aplica sus propios conceptos, guías y reglas,
que los cazadores que perseveran, irónicamenre. se \·ueh·en locos. para uso de jugadores y Namtdores. Obtendrás ideas acerca de cómo
Parece lamentablemenre injusto que la recompensa por cumplir una retratar y manejar estos personajes en tu partida, ya tengan una Virtud
misión encomendada sea la locur&, pero no se sabe lo que tienen en 7 ó 10, ya tengan varias facultades de nivel bajo o un poder de ni\·el
mente los llamados '·Heraldos'· , o qué esperan de sus elegidos. Todo 4. También sacarás ideas de cómo decidir objetivos para tales exalta­
lo que parece claro es que permanecer leal contra la corrupción y dos, y ayuda sobre cómo interpretar sus agobiantes trastornos.
obtener capacidades más diversas y sorprendentes erosiona la mente Caída del Paraíso no se deliene ahí, empero. Este libro es la
y la identidad del cazador al ser fonalecido. contribución de Cazador al Año de los Condenados. Se hace la pe­
Los exaltados que alcanzan estos asombrosos extremos demues­ ligrosa pregunta ele hasta dónde están dispuestos los exaltados a
tmn el precio que han pagado por ello. Parecen erráticos, motivados llegar para completar sus misiones contra los monstruos. Qué están
por impulsos y metas que son incomprensibles para los cazadores dispuestos a pagar por el poder de convenir en realidad sus retorci­
"menores". Estos extremistas pueden acabar siendo oponentes de dos sueños. Con la formulación de estas preguntas, esle libro rompe
compañeros exaltados cuando sus intenciones u objetivos chocan. Un los moldes establecidos con anterioridad. Se exploran los caminos y
grupo de cazadores podría planear mostrarle a un vampiro cómo so­ maneras de obtener facu ltades de nivel 5. Por último, los cazadores
bre\·ivir absteniéndose de cazar a la gente, al tiempo que un cazador pueden exceder las limitaciones impuestas sobre ellos desde que
"excéntrico'' tiene como objeti\'0 para su de�trucción a la criatura, a fue elegida la primera persona. Las puertas hacia los poderes
los cazadores y a cualquiera que se afilie con ellos. ya que. ·'sin lugar omnisciemes se abren.
a dudas·, contribuyen a lo que �ea que alimenta lo desconocido. Pero el acceso a tal poder... ¿es positi\'0, en especial a lo 10cante
No se sabe durante cuánto tiempo puede un cazador sobrelle\·ar a ·maníacos", ·'lunáticos·· y "quemados"' ¿Pueden los extremistas ha­
un poder tan alarmante, al tiempo que lucha contra un trastorno men­ cer frente a las presiones y exigencias ele ponar un poder que, se
tal que le nLeiYc loco. Al final, puede ir demasiado lejos y entregarse supone, la humanidad nunca iba a poseer? ¿Cuánto tiempo pueden
a su clemencia. Podría tomar decisiones en apariencia absurdas acerca resistir los frágiles cuerpos y mentes de estos cazadores! ¿Qué ocurre
del ·'enemigo" que forzaran a otros exaltados o autoridades mortales a cuando caen, y quién debe caer con ellos? Dicen que una estrella
eliminarle. O podría juntar todo lo que tiene para enfrentarse a los moribunda brilla más al final . . .
monsrruos y descubrir demasiado tarde que es demasiado poco. En Quizá la cuestión más hiriente pro\·ocada por este libro sea: ¿De
este punto. el cazador ha tenido una larga "carrera·· como elegido. dónde ¡•ienen estos poderes? Queda lejos de un suplemento de juego
pero no suele terminar bien ni para él ni para nadie a su alrededor. dictar los términos, la visión o la dirección de lU partida. Caída del
Sin embargo, ¿y �i no tuviera por qué acabar a:.í' ¿Y si hubiera Paraíso ofrece tres posibles orígenes pam los poderes épicos de los
cotas aün más alta:, a las que un extremista pudiera llegar en la perse­ exrremistas, ideas generales y términos que se espera ayuden y apo­
cución de su causa' ¿Y si hubiera un poder a su disposición aún yen tu crónica. en lugar de someterla o rescribirla. Tü como jugador o
mayor, si es que puede sufrir, esforzarse. pre\·alccer o comprometerse tú como Narrador decides lo que es posible para el extremista defini­
lo suficiente para obtenerlo' ¿Qué podría enronces conseguir' ¿Qué l ivo ele tu partida, y tú decides cómo se desarrollan sus epopeyas. y
milagrosas hazañas podría lle\·ar a cabo? Y. al igual que todo lo aso­ su interpretación en el Mundo de Tinieblas.
ciado con la caza, ¿qué precio habría que pagar para estos logros? Esle libro cuenta tres historias sobre extremistas que alcanzan la
O, lo que es toda\'Ía m�ís terrible, ¿qué fuerzas, seres o entidades cúspide del poder exaltado, y demuestra cómo incluir en tu partida
podrían ofrecer tale� recompensas y ele\·ar a algunos exaltados más destinos similares.
allá de los límites a los que los demás están confinados' Estos raros Capítulo uno: El solitario camino muestra una ruta hacia la sor­
elegidos. ¿tienen simplemente en su interior lo que les hace destacar­ prendente fuerza que conoces, obtenida a trJvés de los credos y del
se por encima de otros exaltados y extremistas? ¿O hay otros "grupos" sistema "estándar" ele Cazador. Sin embargo, no hay nada ··estándar''
en juego, interesándose en lo que los cazadores representan o pue­ en los exaltados que toman esta ruta independiente.
den llegar a convertirse? Capítulo dos: Agrietado como el suelo del desierto ilustm lo que
Solo hay un modo de descubrirlo . . . siempre y cuando llegar a un puede ocurrir cuando los exaltados persiguen sus objetivos de modo
acuerdo no implique una caída del paraíso. tan ferviente que se olvidan de todo lo demás, incluso de ellos mis­
mos. Tales esfuerzos son tan impresionantes que atraen la atención

AUGE Y CAlDA de fuerzas que solo podrían definirse como divinas.


Capítulo tres: Lo malo conocido explora las profundidades de lo
Caída del Paraíso es un libro que será un hito en Cazador: La que algunos elegidos penurbados y fanáticos están dispuestos a hacer
Venganza. Está dedicado a interpretar y narrar a los más obsesos, para lograr sus perversos o dementes fines. Esta senda cormpta pue­
resueltos, poderosos y dementes exaltados: los extrcmisras. Son per­ de prometer un inmenso poder, pero es un pacto con el diablo.
sonajes que han visto y realizado cosas \'alcrosas, peligrosas, terrorífi­ Capítulo cuatro: Reglas y narración investiga ideas, posibilidades
cas y trágicas en nombre de la caza. Comenzaron como todos los y sisrcmas para jugar con e interpretar extremistas, y aquellas heroicas
elegidos. con la exaltación, pero han conseguido sobrevivir y luchar o trágicas figuras que alcanzan las facultades de nivel 5.
lo suficiente para convenirse en expertos, quizá incluso habituados a
cumplir la misión. Sin embargo, con este estatus viene un estrés men­
tal y emocional, y al final una abierta locura.
MATERIAL DE APOYO
En términos ele juego, "extremistas" son aquellos personajes que Las historias sobre gente que lo da todo y que n1 demasiado
alcanzan una puntuación de 7 o más en una Virtud primaria, o en más lejos para conseguir sus objetivos no son nuevas. Se han contado
durante eones, y se puede encontrar inspiración para un cazador ex­ asesino de su mujer; su muerte es el último recuerdo que tiene. Se
tremista casi en cualquier lugar. Aquí hay unos cuantos ejemplos. tatúa las pistas de lo que le pasa en el cuerpo y se dedica nada más
Moby Dick, de Herman Melville: El clásico. Un capitán marino que a la venganza, sin saber cuánto tiempo ha estado así. La historia
deseoso de venganza contra la criatura que le lisió años atrás. Una es narrada al revés pero desunida, desde el final hasta el principio.
metáfora ideal de un cazador que acosa al primer monstruo que en­ h'scalofrío: Aunque no es perfecta como manual de Caída del
contró en su exaltación (y que va enloqueciendo en el proceso). Eso, Paraíso, es una película de Cazador ideal en todos los aspectos. El
y que Acab no tiene miedo de acabar con su enemigo y de arrastrar personaje principal (Bill Paxton) lleva a cabo su misión de "asesinar a
con él a cualquiera ele sus propios aliados. demonios que parecen personas" sin hacer preguntas, con una men­
El corazón de las tinieblas: Ya sea el libro de Conrad o la inter­ talidad simple y resuelta. Además, es casi imposible ele atrapar. Inclu­
pretación de Coppola Apocalipsis Now. Kurtz es, en definitiva, u n so mete a s us hijos en el ajo. Una inquietante historia acerca de lo que
hombre demasiado peligroso para estar cerca, u n l unático con una podría salir mal con un cazador (¿o ya es así?)
misión moral que va demasiado lejos. Sexy Beast: Una película sobre un ex convicto que intenta retirarse
Mislery Walk, de Roben McCammon: Un libro acerca de dos chi­ y vivir de manera pacífica con su mujer en España. 13en Kingsley inter­
cos, Billy Creekmore y Wayne falconer, educados en diferentes reli­ preta a un cerebro criminal de Londres que está reuniendo un equipo
giones (la choctaw y el cristianismo evangelista). Los niños se odian para un robo, y va a España a reclutar al convicto retirado. Kingsley no
el uno al otro y, en esencia, se desean la muene. Pero entonces en­ aceptará un no por respuesta, y le acosará para que se una al grupo.
cuentran un "Cambia formas" y pierden la cordura, ganando poderes Kingsley resulta amenazador y decidido en su insistencia.
en el proceso ele combatirlo. Cada personaje ejemplifica a una perso­ V de Vende/fa, ele Alan Moore y David Lloyd: Un anarquista/
na con poderes inesperados que se sacrifica en la batalla contra la terrorista/mesías enmascarado lucha contra un gobierno inglés fascis­
maldad sobrenatural. ta. "V" actúa de acuerdo a sus propios planes, y sus métodos son
You Come \Vhen J Call You, de Douglas Clegg: Una novela de peligrosos e inexplicables; hace pasar a su protegido por meses de
terror con similitudes con Cazador. Básicamente, hijos de obreros que tortura psicológica para quebrar su espíritu y recrearle a su propia
han crecido y se han vuelto locos al enfrentarse a una cosa llamada imagen. Resulta sencillo emplear el estilo y los actos de V como plan­
'·El Ángel de la Desolación''. Algunos ven visiones, otros sueñan con tilla de los de un extremista violento.
demonios, y otros simplemente han sido empujados demasiado lejos. La Cosa del Pantano, ele DC Comics y Brian K. Vaughn: No el
Un día defuria: Esta película ya ha sido mencionada en anterio­ antiguo, sino el nuevo con protagonista femenino. Un gran cómic
res libros de Cazador, pero sigue siendo referencia reveladora en éste. sobre una chica que una vez fue en apariencia humana, pero que
Un tipo normal se obsesiona al verse separado de su mujer y su hijo, empieza a darse cuenta de su cruel destino. Tiene muchas decisiones
y pierde toda noción de lo que está bien o mal. Sus palabras finales que tomar por el camino mientras se va volviendo más fría, y empieza
pueden ser pronunciadas por cualquier cazador, en tono de incredu­ a dar pasos extremos para mostrar a los humanos el error ecológico
lidad, en especial por un extremista: ·'¿Soy yo el malo?" de sus conductas. Su progresión es muy natural desde una chica ele
,

Memento: Una película sobre un hombre que pierde la capaci­ instituto hasta una mujer-planta, quien también acaba por considerar
dad de hacer nuevos recuerdos. Está obsesionado con encontrar al el asesinato en nombre de "Los Verdes".
Se ha desplazado el derecho, J' la justicia sigue
al margen. pues la l'erdad tropieza en la misma pla­
za p1Íblica, y la bomvdez 110 tiene entrada.
-lsaías, 59: 1 4

10·1 CUno tt5 Cogtr cnhot r� �u opo1lamcntc. !!r qu� rs!uto ma(. pno (o ltirr.
rnrrnhr mr olrnó. ,_,�o ltabio ningún rnurbCr. o nrcprión de un tirjo rohr. '-'todo rofgon­
�o qur

do de Cos pmrdc�. g;n cotliuos. pno con Ca� trnlonas empopcfodos. g¡u Ctbw�. n i H'tis­
.Quirtcn que ro.r•tibrr un (ihto. 0ln niolio . ..Arguno rlo�r dr c�!tipido lfrrtiro dr ge�Hnrr lo�. peto ron ntonlonrs � ntonlonr� de pettódtro�. 1.lno d;nt inulo lrtrtisión rn hCnnro �
de( firntpo que o,r �upongo que me oy11dr n ..otganl501 mio, Jlfn�ornlento�" y r• "trglshm nti nrgto g un trCrj-todto. 1.lnro. cuantos pCoio�. uno lo3o. un lcncdot y uno rurltmo. 1.lno
p.togtrso" . �-ir ptinfipio f>fno,r qur no una gt(tpo(fca dr tdro. Jlfla no Cr d;¡r. rPmr r<;tó. iroC(o. qJ no mur�o ntós. :;fa mujrt t itío romo un mrnjr. Obiuto un montón de dtnno rn rf
�-\froto roo,i �09 ndirlo o c(Co. 8�r.tiho todoo CM días. ([)r ntodo que aquí r�to9. cntpr:srwdo dilOiriO. ¿f?,n qué Po gn�lobo0
obo Cthto de noto�. CJJ Cucgo rdó �u OfJOtirnNo. <i1lo p(ldido 10 ó !S bCos. 'J:lubo un tirmpo en qur roo.i
:¡}lo9 me f,c dado rucnto qur CCc•o ro,piondo o _,l\o19 8CCen desde ftrrrr nrós de un ofir. frnio oCgún mirbrCin . �-Uo1a r� ronto uno bownd;((o. .:Pwrc ftohn ganado aCgr dr ntúsru(o.
...,�unro c<:prtr rstm llgtCóndoCo duwntr lonto tirnr¡l(l. qjo Cr (Cam(l ob�twirn drlo((odo. ftCIO no de Ca lotnta c�lifi0ado g w(t�dabCr rn q rr Co gano� rn un gimno�io. Cflmrrr nrós ronro
8�taho <:egQtO qur pndnin infrlí<. dr�purs de uMs srmona�. '-"�o rnr. strntr ronto si cslt�tirto �¡ ftubitS! rsiodo pirando ptediO ron unn rodrno de ptro,tdiotio. O qut3ó o,ro su rolle dr peCo
ofm�ionodo. Cflr.to no puedo pa101. así qur qui06 Co 1st1. 'Jrngo hrs ruodr.tnos romo rstc. (e que me ftoN jlPMO\ en Ca f l li�ión. 8ofío ra(ICP jlOI dehn jO dr ro� ftornbtos. '-'·Htow ( sló lon
C(r no� de rtolos. pe1o ,,¡ �iquirto 90 '"r moCrslo en lcrtfos. 8� rvnto si guo1do1 r�to� trgisho� r·o1to que pwrr un ltomlnr. la llrjo -.�l\my 8flr11 tmdio po�m� rC dio cnlc10 tnohólldo�
¡,ifsr ntrrw� impmtontr que f•oro(os. .:2u131í rbsruo1 o _,llmy 8((rn sro �n(udahfr. rlr tOflO c11 ��otd�hou··�- �.(f,�to •i�lr romo fll un rornf>On•rnto de 11lu�iadoo.
afgu11o r•hoño (cuna. .Q¡¡i0ó ntr oyudr o ftor�tCr {trnlr. gu too,hr. �ur11o. yo ftr r�rtilo anlcs sobtr rso. 8s ¡nofx>hfr que tuc�o o lrornfo.
vllrota fl(ln posado uuoq r¡¡nntas lrow�. _,�o puedo rlotnlit . 'r1k r�forlo prrt�ondo 111 (o f>llO oftOIO 111( (S illtf>OSibCr.
qur r�l·tibí o11feq. �o tr,)dod es q11r �r "'"Y hirn q11r Co qur ro,toy l•ortrndo no r� �nC,dobCr.
..��o ���� wtgiicn0o rrdntifil qur �o soy ntó� qur un �o(Hotio. _,\·o tengo rtinqún dncrbr o
ftoh(mCr o '-'l10)9 8fCrn o de mcr.fCowr rn �" •ido. {1('10 guo1do1 tcqishr dr �u pmrllo f,orr
ACOSTARSE TARDE
qt.c me �irnlo r·oncrtodo a rCCo. Újo(ó ¡wdirto ornr·mmr. fl¡oCrí pudirto c{11rr)Cr mi a9udo Duermen, pensando que están a sall·o. Pero lo que son es blan­
de oCg«n modo. ,_,�crr�ito 0911da. Cn �r hir n . ..Autrs drC dilo.trio. r.)lt uno p)crio�o rnu¡r) dos. Vulnerables. Indefensos. Nada ino carne débil oculta haj o una
soriohCr qur lit'io rn u11o 1·oso de 400.000 dóCoH� o (o q11r Ce enrnrtlr•ho rlm {ir.stos dr fina coraza ele paredes y puertas y cerraduras sencillas. Les im·ado.
norltr. �-\how ticnr un opmtonrrnto dr llno f,obtfr•ri6n rn uno 0oM <i>tdida dr Co Ciudad. y •o . fe deslizo entre sus defensa s. Penetro en sus fronteras como un
\
tLwndo romo tunpotrto. qjo no te o utnguno dr sus ontig11os omtgoo. y no J>lltrrc borr.t 1·irus. Les meto bien adentro mis toxinas en sus cuerpos, donde
n inguno nun·r. ..��rurro firnc ti�ifoq. hagan más daño. Du e rmen , y examino los artefactos mundanos que
L hay puestos por su hogar como pensamientos descartados. Su basu­
ra descuidada me ofende. Una revista porno sellada con plástico.
Se!'lor F : Un cuenco de cereales con incrustacione s de leche agria, rancia.
Destruya e s t o después que lo lea, como Una otomana verde manchada de salsa marrón. Un vaso que huele
otra ve c e s . a bourbon. Una polilla atrapada entre dos cristales de ventana. ¿Por
¿Dónde ha estado? De j é e s t e mismo mensa­ qué nadie pone estas cosas es el lugar adecuado' ¿Por qué soy siem­
j e en los otros dos lugare s . Hasta donde l e pre la única en hacer las cosas bien'
puedo d e c i r , u s t e d y yo somos los Únicos que Pero esta no es mi preciosa casa. 1o es mi bonita vida. Ya no
s obrevivieron la s emana pasada. A menos que pertenezco a este lugar. He sido exiliada de la tierra del cuarro ele
cuente a L , a quien visité ayer en e l hospi­ estar. Si dej o de mirar a mi alrededor, me m arco y tengo que morder­
tal. AÚn no habla con claridad y el doctor me el labio para recordar dónde estoy. Este es el mundo de otro. El
cree que no lo hará enseguida. hogar del feliz ignorante que no se da cuenta que algo muerto y
lúe gustarí a , chi c o s , que me d e j arais enterrado en cierta ocasión podría estar olfateando su basura y apre­
involucrarme más. Creo que comprendo vues­ tando la nariz contra la ventana.
tras razon e s , pero me cuesta imaginar lo que i\o llevo calzado. Necesito silencio. Siento la pelu sa de la alfom­
ha pasado. Ahora que ha pasado algo de tiem­ bra a través de los calcetines, cosquilleando mis plantas como miles
p o , l a seguridad en la e s t ación de tren e s t á de diminutos dedos. ¿Dónde están mis zapatillas de ballet, las que
b a j ando otra vez . lú e di u n garb e o hará unos llevaba cuando tenía ocho años? Yo quería ser bailarina de ballet pero
días y eché un vistazo. Obtuve algunas imá­ mi madre decía que estaba gorda. Pero mírame ahora, caminando con
genes de la lucha. Encontré una caseta de tanto cuidado, con tanta precisión, bailando por el suelo de alguien.
mantenimiento con l a ce rradura rota. Estaba No qu iero que la casa me oiga. Parece qu e me lleva una eternidad
llena de basura, pero mezclado con los tras­ cruzar la sala, abriéndome paso entre los muebles baratos, rozando al
tos habÍa un extra!'lo montón de cosas más pasar estanterías abarrotadas de chillones animales ele porcelana.
nuevas . Como un reloj despertador, un En el vestíb ul o delantero , el débil fulgor amarillo ele las luces
reproductor de CD, una corbata de hombre , del porche se filtra a tra1'és de las cortinas. Esta gente. Dejan la luz
algunos cuchi l l o s y cucharas , un mando a del porche encendida toda la noche mientras su patio trasero es
distancia de t e levisión. Nada de valor. Sin abandonado a la oscuridad. Tienen vallas altas alrededor para pro­
embarg o , todas estaban más limpias que la teger su privaciclacl de los vecinos a los que nunca hablan ni visi­
basura, y puestas apart e como si hubieran tan. Lo sé. He estado observando. Es probable que ni sepan los
sido utilizadas hace poco . Peor fue encon­ nombres de los otros. Quizá vis ite también a los vecinos. Hay un
trar un par de zapatos de lona de ni!'lo, un fuego en mi interi or, y mientras siga ardiendo puedo estar despier­
libro de c o l orear (con t r e s páginas pinta­ ta toda la noche. Nada puede tocarme. Entré por la puerta trasera.
das) y algunos animales rellenos. No conse­ No tiene cerrojo de seguridad. Ni alarma. Sólo una cadena que
guí ninguna imagen de e l l o s . saltó como el cliente ele un bebé.
Supongo que e s t á bastante claro que nues­ La alfombra continúa escaleras arriba, al igual que yo. Mi can­
tra amiga no nos lo ha dicho t o d o . Quiero ción favorita resuena en un rincón de mi mente: Fa fa fa fa/fa fa fa fa
decirle porqué estaba tan seguro de que de­ fa ... Soy una pesadilla que busca un sueño que estropear. A veces me
b e ríamos trabajar con e l l a . El día ant e s que
siento como en un sueño, solo que es el ele otro, no mío. En la parte
e l l a nos encontrara, vi algo. Las palabras
superior de las escaleras, me convierto en una estatua. Mis ojos se
de un poema que estaba leyendo eran, de sú­
entrecierran, escucho, oigo. Leves sonidos de resuello (ronquidos)
b i t o , diferent e s , y decían: "Los forasteros
que vienen del dormitorio principal . Es difícil estar seguro por encima
se convierten en aliados". Cuando lú . E . apa­
del ruido quedo del aire acondicionado. Pero ese mismo sonido amor­
r e c i ó , pensé que las palabras se referían a
tiguará cualquiera que yo pudiera hacer.
e l l a . AÚn creo que hay algo grande coc iéndo­
Oh, Dios, el pasil lo. La alfombra está casi deshilachada, y se
s e . S o l o que no estoy seguro de cómo actuar.
encuentra manchada de manchas pálidas. Parece que perteneciera a
Fuese lo que fuese el monstruo con el
un motel . Las paredes están llenas ele tablones y son horrorosas.
que ust e d combat i ó , parece que s e ha i d o .
Tengo náuseas. No quiero estar aquí. Esta fea subdivisión prefabri­
Creo que podemos sentirnos b i e n por eso.
cada no es mía. Quisiera estar en mi propia casa, pero aquella casa
¿Vio e n e l periódico e l artículo sobre el
ya no existe, y la gente que vivía allí se ha ido, incluida la persona
chico Rooney? Los policías arrestaron a su
que solía pensar que era yo.
t í o . Las pruebas me parecen bastante ende­
Susurros a través del césped. Una mano en la oscuridad. El aro­
b l e s . ¿Le implicaría alguien? ¿Será cosa de
ma del tabaco. Me lleva solo estas imágenes volver al asunto que
l a policía? Sigo pensando en esos zapat i t o s
tengo entre manos.
de lona. Eran a z u l e s y rojos, de un ni!'lo
Al fin, llego a la habitación ele l os niños. Está al final del pasillo.
pequeño. Quizá me e s t é imaginando algo que
Lo sé por mi v igilancia sobre la casa, por el escudriiiam icnto con
no es. Pero v o s o t r o s , tíos , decís que soy
binocu lares a través de las ventanas y los bosquejos ele planos realiza­
bueno en e s t o , ¿verdad? lú . E . dijo que des­
dos en la base de una caja de pizza. Cuando rememoro el mapa ,
aparecerían más ni!'los s i n o hacíamos algo .
puedo oler el queso.
Sigo recordándome l o .
La puerta cst;í entreabierta . Apenas necesito moverla. Me deslizo
S i e s t á ahí , por favor, cont e s t e . Sabe
en la habitación como un fantasma. La niña pequeña está durmiendo.
dÓnde estoy. Tenemos que decidir qué hacer
Ponis y flores sonrientes se persiguen los unos a los otros a lo largo
ahora. Pensemos en un plan.
de su edredón acolchado. Su m und o eternamente soleado sube y baja
c.
con su resp iración. Me dirijo a la cama, me sit(Jo cerca, y puedo oler
la pasta de clientes en su aliento. Sus mejillas parecen muy redondas
y ruborosas, como caquis. Sus oídos son pequeñas cochas marinas. puerta, un renacuajo moreno y nacucho con gruesas gafas y la cara
Quiero tocar su pelo, besar su cuello. i\lamá está aquí, Amber. Pero sucia. Se parecería un tanto a Harry Potter, si Harry Potter se pasara
no me hago falsas ilusiones. Sé que esta no es Amber. De verdad. Los el día jugando en los 1·errederos y los barrizales. Por un segundo,
juguetes )' los animales rellenos están dispue�tos alrededor de su cama me pregunto si es imaginario, si mis temblorosas piernas se apoyan
como un círculo de discípulos. Una muñeca del tocador me mira, sus en la realidad. El estómago me gruñe y tengo la garganta tan seca
ojos muertos brillando a la luz de la luna. Mis herramientas están en la como 1·acía. Le dedico al feo preadolescentc mi mejor mirada de
mochila, guardadas con cuidado para que no hagan ruido. :lle quito la enfado. Él se remanga una de las mangas para mostrarme uno de los
mochila y empiezo mi �angriento trabajo. signos dibujados en su brazo. Dibuja una sonrisa rota, sin saber que
Cuando acaba, cuando ya he dejado la casa, cuando ya he regre­ algo ha puesto hue1·o� en mí.
sado a mi escondite del momento, cierro mis ojos y me imagino a 1:! -No -le contesto-. 1\li nombre no es Mary Ellen. Y no estoy
niña pequeña. �le pregumo cuál sería su nombre. .\le pregumo quié­ interesada. -Empiezo a empujar la puerta cerrada.
nes serían sus amigos, cómo son sus profesores. qué dibujos anima­ -Espera -dice-. ¡Te he buscado por todos los sitios! ¡Tengo
dos miraba. Una cosa que no me pregunto es si alguna vez entenck:rá que hablar contigo! -Pone el pie enfrente de la puerta. Cuatro días
lo que he hecho por ella. Sé que no lo hará. ;\laiiana será un día de ayuno me han dejado demasiado cansada para hacerle retroceder.
traumático. Quedará aterrorizada por el grito de sus padres cuando -Ltrgo -le refunfuño--. Te equivocas de persona. -¿Quién le
vean las letras rojas que he pintado en la� paredes. :\o entenderán las em·ió' El enfado hace que mis puños se aprieten como los anillo� de
implicaciones de la cerradura rota. o las huellas de barro que dejé en u na boa constrictor.
el porche tra:.ero. Pero sus padres captarán el mensaje. Cuando la -No -dice él-. Sé quién eres. Te he ,·isto antes. Tú a mí no.
policía se haya ido, pondrán buenas y fuertes cerraduras en las puer­ pero has oído hablar de mí. Soy C.
tas. 1!ablarán de hacerse con un sistema de alarm:t o con un gran
perro. Quedarán para hablar con los l'ecinos. Lt comunidad al com­
t t t
pleto se 1·oh·erá cauta. Se voh·erán desconfiados ante los extraños.
Vigilarán la espalda del otro. Cuidarán de �us hijos más de cerca.
El sitio más cercano para comer es uno de esos restaurantes de
Y la cosa real que ha estado acechando este 1·ecindario decidirá
pollo frito. \Jn sonriente polluelo en la puerta no parece darse cuenta
marcharse sola e irse a cualquier otro lugar.
de que está en el menú. Ya he l'iMo esa pinta ames. El chico no solo
insiste en comerlo todo con las manos, sino que también consigue
PEDUEAAS CRIATURAS embadurnarse toda la boca de grasa ele pollo. Le hago limpiarse la
El sueno se está alejando de mí (o soy yo la que me alejo de cara y comer con cuchillo y tenedor antes de hablar con él. Parece
éll. como una piedra arrojada a un río. Hay un niño humano en mi como si hubiera llerado la misma camiseta durante un mes. Está cu-
bierta de manchas de comida y está ensanchada casi hasta los hom­ -¿Cómo llegas a todos esos lugares' Eres demasiado joven para
bros. Su postu ra es horrible. conducir.
-Empieza por decirme cómo me encontraste -le digo, porque -Oh, me lleva el tío Pete -Se echa hacia delanre y susurra-.
ra no puedo soportar más el \·erle masticar con la boca abierta. �lis Está un poco tonto. Consigo de él todo lo que quiero.
palabras parecen rodear mi cabeza como moscas. La visión del motel Ahora que hemos comido, siento que mis fuerzas \'Ueh·en. Sien­
me ha abandonado. Ya n o puedo recordarla, pero aún estoy mareada . to el fu ego arder emre las costillas. Mis músculos están calientes y
-Oh, simplemente lo supuse. Pensado en ello y todo eso. Su­ siento que necesito actuar, hacer cosas, irme de aquí. Necesito sepa­
pongo que tengo un poco ele suerte. Después del combate en l a esta­ rarme de esta sucio chiqu illo. con sus atroces modales en la me ·a y
ción de tren ele Qu incy. em·ié algunos mensajes a hunter-net. .. sus cientos de preguntas. :\ecesito llegar a algún pueblo llamado Trinity.
-¿Adónde? Eso es lo que elijo la ,·oz muerta.
-¿Hunter-net? ¿Jnternee ¿:--lo lo usas' Algo ha cambiado desde mi visión en el motel. En algún Juga r
-Odio los ordenadores -le digo-. 1 o comas mientras ha- dentro ele mí, los huevos están eclosionando y sus ocupantes están
bles. -;'{o tengo nada que decir, pero mantengo la com·ersación . culebreando. Minúsculos monstruos en mis venas. Debería deja r al
Esta no soy yo. chico aquí, pero no puedo. Est<í pegado a mí como una lapa y tendré
-Da igual -y suelta un muslo de pollo-, recibí un rnail de que lle\·arle a casa. �o puedo abandonarle aquí. Quiero hacerlo, pero
este, bueno, tipo que conozco. i\le elijo que él y a lgunos otros tíos se no puedo. Demasiados niños no regresan a casa.
reunieron contigo y planearon algo. Así que fui a su casa y esperé un -He estado pensando mucho en el combate en Quincy -<lice-.
rato. Tú ya te habías ido. Pero entonces recibí un mensaje y ... A excepción de ti, solo sobrevivió otra persona. Este tío, el sd1or F .. .
-¿Un mensaje de quién' -Una vez que oyes voces, tus días est:ín contados . Tienes que
-De. .. ya sabes... lo!> �lensajeros -Su \"OZ bajó un poco-. Los entender eso. -Si espera que me haga respon�ablc de la muerte de
recibo desde hace unas semanas. sus compañeros (Kyle y el resto), va a quedar decepcionado.
¡ lensajeros. Heraldos. lle oído a otros cazadores emplear estos
v -Fue cul pa mía -<lice-. .\1ira, soy, era, una especie de líder
términos. Son pa labras cargadas de asunciones erróneas. Yo las llamo para el grupo. Yo les convencí de que fueran contigo. Ahora me doy
las voces, sean lo que sean, porque ele lo único que estoy segura es cuen ta de que fue un error. Lo hice por un mensaje que recibí. Me
ele que me hablan. Creo. decía que te ayuda ra. Pero he estado pensando en ello y ahora sé que
-Estaba leyendo mi libro de poesías -dice C-. Poetas ame­ el mensaje era para mí. .. personalmente. Se supone que tengo que

ricanos contemporáneos. Ahí es donde siempre me hablan. ¿Te ayudarte. Por eso Yine en tu busca . Para ayudar.
gusta la poesía? Tan solo puedo qu edarme mirando al muchacho, sintiendo abra­

-Solo los Talking lleads. Ce que j'aifail. ce soir la. Ce qu "el/e a sadoras fuerzas deslizándose bajo mi piel, preguntándome por cuánto

di!, ce soir la -Se me queda mirando-. Acaba ru historia -le digo . tiempo puedo mantenerlas a raya. Durante una fracción de segu ndo.
-Pues eso, que estoy mirando este poema ele E. E. Cummings, y nos imagino a mí v a este chico como un par de hormigas en un
de rcpenre las palabras se reordenan, y forman la frase ··cASA DE LA camino de entrada. absortos en una miga de pan mientras un Ford

LUi\A DCJU\11ENTE.'. i\lola. ¿eh? A í que estm-e pensando en ello du­ Explorer sale del garaje y rueda hacia nosotros .

rante un día más o menos, y enronces recuerdo que aquí estaba el


motel este o lo que sea, llamado Luna Durmiente, en la Autopista 13. GLDSDLALIA
Cuando tenía nueve años mi tío me trajo a ver la exposición de Rocas
y Minerales. Compré un pez fosilizado del período Devónico. Es cuando Ahora estoy en algún otro lugar, agachada sobre el suelo. Las
los peces empezaron a desarrollar mandíbulas. ¿Sabías que hoy en día manos apretadas contra el pecho de un hombre moribundo. F-� �lichacl.

solo existen dos especies ele peces sin mandíbula' El mixino y ... Bue­ Estoy mojada. Está llo\·iendo. Estaba corrom pido. L'no de ellos. Le

no, que me colé en el hotel y, ya sabes, encontré tu habitación. han disparado. l\'o impona. Sangre caliente entre mis manos. Disol­
Sorbió ele la pajita hasta que acabó toda la soda del vaso, y siguió viéndose en la lluvia. Aprieto sobre la herida. ¿Está la bala dentro de
sorbiendo haciendo un molesto ruido. él? Está tosiendo. No puo::do detener la hemorragia. No importa. No
me molesta. ¿Debe ría'
-:VIírame -dice el que le disparó. Tiene una pistola apuntándo­
L me. Hay pintura ele camuflaje en su cara. ¿Le conozco'-. Te he visto
e hablar con esa marioneta -<lice-. No estuvi. �te tan habladora ni con­
migo ni con los demás en Q ui ncy . ¿Recuerdas'
He estado f�.¡era, pero ya te lo contaré
Entonces le sitC1o. Uno de los del grupo de C. '·F". El superYiviente.
en otro h'loh'lento. Espero qlle recibas este
-Te ha cambiado la cara -le digo.
mensoje. Por favor, ponte en contacto -No quiero matarte si no tengo por qué, 1\lary Ellen.
conh'ligo de inh'lediato. Hice alg�.¡nas -Ese ya no es mi nombre -le digo-. Dispara si quieres. :\o me
coh'lprobaciones. Esa t114i er de Q�.¡incy no importa.
es trigo lih'lpio. No está en s us cabales .He Me ignora. ! labia como un profesor de instituto que ha cogido
hablado con otros con qllienes ha trabaj a­ fumando a un chico. Ha estado pensado en su discurso mucho tiem­
po, supongo.
do, íodos dicen qlle es peligrosa.5i apare­
-He hablado con mucha gente desde aquella noche -<lice-.
ce de n�.¡evo, no te acerqlles a ella. í e lo
Con otros c:.zadores que han resultado heridos, gracias a ti.
digo, e, no dej es qlle t�.¡ c�.¡riosidad te ¡\fichael ha dejado ele respirar. Apallo la mano ele la herida. Suspira
p�.¡eda. Eres lln chico listo, así qlle hazh'le como un amante. Me muevo con lentitud. Equilibro mi peso. Me preparo
caso, ¿vale? Contacta conh'ligo y decidiré para saltar. Inclino la cabeza pa1�1 que la llu\·ia no me entre en los ojos.
lo qlle hay ql.le hacer. í (¡ aléj ate de ella. Está nerYioso. Sus manos están temblando. :\ole tiene miedo.

F -Estamos en guerra. ¿sabes' -dice. Se muerde en labio infe­


rior-. :-\o es una metáfont. Estamos en guerra. Quizá sea nuestn1
r última oportu nidad. Creo que has oh-idado de qué lado estás.
-1\o quic:ro. . . -c:mpic:zo a decir. pero las palabras cambian. Salc: )rnío qur lwbélntc(o supucsfo. l:lobio �rg11ido uR I>Oflón dt ou�cnrios de
de mí un chorro de: luz. de calor o de energía. �lis ojos . .\!i boca. �lis �rrnonos dutonfc un firntpc. y Cos drsopolirionr� �e �ohían ido �orirftdo 1>1rís
poros. Tengo calor. .\li cansancio ha desaparecido. .\le le\·anto. Extra­ ro�gos. _,�uRrO pudt stguil(a pOI ltti hohajo. ..,..l /1010 �r ltO ido y no frngo (Nma
ñas sílabas resuenan en mis oídos: dr cnronhol(a. il)ur sr su poRr qur ddJO harc1?
-:\ABA !A \"EDDL":\ .'-10.\Dl ESSET U!.\!ll.\1. -Ahora. ningu­
na bala me tocará. Puedo alcanzarle en un parpadeo. si quiero. Qui­
MI VIDA EN EL
tarle el arma.
Pero entonces la luz �e apaga y me deja vacía. BDSDUE DE LDS FANTASMAS
-Oh-oh-Dios -tartamudea . tambaleándose pero aún apuntán­
dome-. ¿Lo h as oído? ¿Han sido el/osJ -No sé de qué esü hablan­ -¿Estás segura de lo que esrás hablando? Esta es la tercera no­

do-. Supuse que habías ido demasiado lejos -dice-. Que ya no te che y nada. Te lo digo, esramos empezando a pensar que podríamos
hablaban. Pero yo lo he oído. -Se pone un poco más derecho. hacer mejores cosas con nuestro tiempo, ¿sabes? Matar al enemigo en

-lla d icho ··ESTE DON SERÁ TUYO CUA!\DO TE LO GANES". lugar de matar el tiempo.
¿Entiendes lo que significa? Los ángeles. :'-lo te han abandonado. Su nombre es Kyle o Kevin o algo que empieza con K, lo que

¿Los ángeles? Los Mensajeros. Los Heraldos. Las \·oces. t-Ic duele sea. De eso estoy segura. Tenía dos modos de pasar el tiempo:
la cabeza. ,\li corazón está latiendo como un pájaro arrapado. Durante parlotear como un mono capuchino o tamborilear los dedos sobre

una fracción de segundo, todo tiene sentido. Lucho por aprehender la el salpicadero. :'-lunca ambas cosas al mismo tiempo. Sus uñas es­

n�rdad que se me ha susurrado. Lo sé. Por lo meno� sé, al fin , quiénes tán sucias. Está nerrioso pero intenta que no lo parezca. Tiene un
son mis verdaderos enemigos. :\iños en peligro. Complicidad del arma y cree que n o l o sé. L a pistola está bajo s u camisa , metida en
marido. :'\o se puede confiar en nadie. \
, Ionsrruos por todas partes. los pantalones. Siempre me ha parecido estúpido cuando un hom­
��a�. ¿quién <.:Stá detrás ele los monstruos� ¿Quién lo sabe todo acerca bre lle\·a un arma así. como en la tele. Un poder mortal apuntando
de ellos? ¿Quién me lo� ha re\·elado' a su propia entrepierna. Aparté los ojos de él para mirar la noche
Cuando yo era .\!ary Ellen, ¿quién me dejó mirar mientras se que enmh·ía el coche y se disponía a engullimos. l.lna \·ez no
lle\·aban a mis hijos. y no me dio el poder para sah·arb? hubo noches. solo días. Ke,·in o Kyle toma un sorbo de café. Se
-Los .\lensajeros -digo. Re�pira. Comrólare. Ya no \'a a dis­ deturo en un Starbucks anres de reunirse conmigo. Un Starbucks.
parar-. Nos dan piedras y palos para luchar contra un huracán. :\i �le concentro en mis ejercicios de respiración. La respiración es l a
se percatan de nuestro dolor ni les importa. -Mamén su ate nción \"ida. ·· The u·ind i n my heart/The dus/ i11 111)' head·. L a \'ida e s res­
un poco más. pirar. Empieza a hablar otra vez.
-Estús loca -Ex:.tgera una postura de disparo, algo que ha \·isro -No somos una panda de principiantes, ya sabes. Claro, la he­
en TV-. Me lo temía. Lo siento . De \·erdad que sí. ! las sufrido mu­ mos cagado un par de veces, pero ahora ya hemos tirado de la cacle­
cho, eMoy seguro, pero no me das elección. Ser<í mejor que acabe­ na. 'os cargamos a un montón de sucios cabrones -Otro trago de
mos . . . Puedes rezar antes, si lo deseas. café. Un arpegio en el volante-. Alguien me dijo que habías estado
-1'\o tengo por qué rezar. cazando durante. a \·cr, hace ahora más de un año. Eso es un montón
Detrás de él. Una sombra gigante enmarcada por la llu\'ia. de noches -Sorbo-. ¿Cómo es después de ramo tiempo? Apuesto a
llna enorme ma no hace pedazos la pisrola \" los dedos. Los huesos que has ,·isto algo ele mierda bien seria.
se rompen como el apio. Otra mano aferra su cuello. l'n chasqu i ­ Ignoro su lenguaje obsceno. Busco el fuego en mi estómago.
do. Ret rocedo y recojo la barra que había traído. �le sitl!o. Dema­ justo debajo de la caja torácica. Las cosas no \·an bien. Después ele
siado cansada para correr. Demasiado cansada para trucos. :'-lo sé tres noches de nada. el fuego se está apagando. Tengo que ali­
si puedo hacer esro. mentarlo. echarle combustible, hacerlo crecer, fortalecerlo. Si no
El gigante deja desplomarse el cu erpo de ·r en el a�falto moja­ lo hago. \'Oh-eré a los malos tiempos, cuando se hacía doloroso
do. r\ !e preparo. La criaturJ me ignora. Se inclina sobre el cuerpo de incluso salir ele la cama.
�lichael. Cnos dedos como salchichas tocan su pecho, se enredan en En esre momento, Kyle me dice que las cosas están cambiando.
su pelo. Se le\·anta. Tre� metros de carne retorcida. "'rl l'ieu• lo remember que los cazadores se están uniendo y pronto acabarán con el imperio
.
The ce11ler is m issiiiR .. Jirones ele ropa, piel chamuscada, sangre co­ del mal que ha estado escla\·izando la humanidad. Comienza un de­
r-riendo negra en la l l u\·ia. Olor a pelo quemado. Estú herido. Quizú bate acerca de si los enemigos son alienígenas de otro planeta o mons­
tenga una oportunidad. Me mira. Hay llm"ia en mis ojos. Hay algo truos sobrenaturales. Cuando no digo nada, discute consigo mismo,
exrraño en las sombras de su rostro. poniéndose de una pane y luego de la otra. Él y su grupo creen que
-Deberías dejar este lugar -digo en alto, esperando que me impona de dónde provenga el enemigo, el porqué están aqu í. cuál es
entienda. Ser'la lo el cadáYer de Michael-. Tu maestro está muerto. su \·erdaclera naturaleza. No se dan cuanta que la única batalla que
,\le habla. importa es la que re involucra en ese momento.
-Te equi\·octs. ro soy el maestro. -Escucho las palabras, pero -Cierta noche -digo, interrumpiendo su tediosa perorata­
su significado parece flotar sin ser captado por mi cerebro, como el estaba en una ciudad llamada Bethlehem, en Pensilvania. Estaba ma­
agua que atra\·iesa un tamiz, y entonces caigo en el largo )" oscuro gullada y agotada. y apenas podía caminar. Estaba lloviendo. Tenía
rl!nel de la nada. que coger un autobús en tres horas, )' tenía miedo de que si me
quedaba dormida en algún �itio, no me de�pertaría a tiempo. Vi u n

10·3
coffee shop )' decidí entrJr. Había una� quince personas por allí sen­
tadas esperando a que alguien subiera al escenario. Pedí algo de sopa
\" me senté al fondo. Una chica jo\·en se puso anre el micrófono. :\o
....lhr1do. q'jchnio ltolli'ICo < isfo <fnil. f!sfo mo�ono mr po<:i jlOI 0,11 opmforttrnlo. podía tener más de \·einte. :\o lle\·aba i nstrumentos. l'\o se presentó.
l'nffobo cC popcC de (o� lCnlonos. �os Cures cslobon rnrcndido� y p11dr tn grnfr drnho. Tan solo comenzó a cantar sin acompañamiento .
T>mrrio romo o,¡ rf ducPo rsh�tino rnsrPondo e[ (ugm o unos posihCr� inqui(iltO�. 1J;l¡rr romo Mi YOZ es ronca y mon ótona , inexperta, cantarina. como si rec i­
�¡ !rlf�r ''" omlgo dr _,tlot� 8Cfrn que hobio estado !urw de• (o Ciudod. 2f dunir dijo qur �� tara de memoria, lo que desde luego estoy haciendo. No suelo hablar
ltflhin nlUdl•do. [!;mplnttrltfr �e (l(lhio mo.1rhodo. 'Tlr•�ó un �oh.1r dr dinrlo drhc•jo dr ��� mucho con los demás. Las palabras pueden usarse contra uno, por­
punfo � �o �(' (l(lhio ido po.w rrwndo 1� (o ob.tió. que nunca sabes quién más pod ría estar escuchando. Cuando me
detengo, se ' ueh·e hacia mí y se me queda mirando, esperando más. minable. Pero la primera lección que aprenden los padres es la pa­
1\c,·in cree que le estoy contando la historia a él. Continúo. ciencia. Esa lección debe estar aún en mí. solo que enterrada.
-Su voz era la música más exquisita que jamás había oído. El -¿Quién es Vincent? ¿Tu marido?
dolor se disipó. �lis heridas mejoraron. Era como una nana. Como Casi me río ante el contraste entre t-lichael, quien no haría daño
e-,tar a sah·o en la cama mientras tu madre que cuenta un cuento . . . ni a una mosca. y Vincent, quien considera que todos excepto él son
� I i ,·oz se traba por u n instante mientras una imagen del libro de insectos. Cómo un soñador como �lichael llegó <l pasar la escuela de
cuentos favorito de mi hermana pequeña flota en mi mente. Aclaro mi derecho ... Empiezo a preguntarme dónde estará ahora, pero pensar
garganta y sigo. en tllichael solo me hace más débil, así que contesto a la pregunta.
-Era como una promesa de paz. Como la paz misma -Respiro -Vincent era un cazador que conocí al poco de irme de casa -
con profundidad-. Cuando 1·oh·í la 1·ista, ,.i que la sala estab�1 llena le digo, esperando que mi YOZ evite que el chico llene el aire con la
de e�píritus (al menos tres por persona). Todos miraban al escenario, suya-. Me enseñó un montón de cosas que necesitaba para sobrevi­
escuchando cada nora. Incluso los que no tenían rostros (o cabezas) vir. A combatir, a disparar, a robar. Al principio pensé que lo hacía
parecían estar en la dicha. Entonces miré a la cantante. No era ella la porque quería meterse en mi ropa interior. Más tarde, me di cuenta
que cantaba. Era algo enmarai'lado en su interior, que la controlaba que era peor. Quería meterse en mi cabeza. Llenarme de sus ideas y
como a una marioneta. conYertirme en otra \'ersión ele él. Casi lo consigue.
Kyle interpone un silbido lento. -¿Y qué le pasó a él'
-jo-der. No sabía que pudieran hacer eso. Me dijeron que po­ -Está muerto. Yo le maté. En realidad, algo le mató mientras yo
dían subírsete para dar una I"Uelra, ¿sabes' Pero no tres o más. me hacía a un lado y dejaba que ocurriera.
-r�speré a que el sirio cerrara. Algunos de los amigos de la chica Espero que mi franqueza impresione al chico ha�ta d punto de
la acompañaron a casa. pero les dijo que se marcharan una manzana queclar�e callado, pero no pierde ni un segundo en replicar:
antes de llegar a su apartamento. Cuando abrió la puerta del portal, -Supongo que tenías rus razones.
entré deprisa y la derribé. Rompí tres de sus costillas antes que el
parásito dejara su cuerpo. Después lo paralicé ,. lo empalé. Obsen·é
cómo se diluía como el pro,·erbial pilar de sal. Dejé a la chica lloran­
ASESINO PSICiíPA TA
do en el suelo. Cuando estuve a unas manzanas de distancia, me Despierta. Hierba. ¿Dónde estoy' ¿Tirada enfrente de la casa de
detm·e en un callejón para mmitar. l\lary Ellen' ¿Viendo otra ,·ez cómo se quema' No. La luz del día em­
Keirh se gira para mirar el parabrisas. con la boca abriendo y paña mis ojos. Viento fresco. C se inclina sobre mí, llamándome para
cerrándose en silencio. Sus dedos ya no tamborileaban. Como colo­ que despierte. Mis ojos se enfocan. Cielo gris. Valla.
fón. añado: -¿Estás bien' -me pregunta C. Pregunta estt:"1pida. Me ofrece la
-Eso es lo que se siente. mano. La ignoro y me pongo ele pie. Aún estoy en la estación de
La memoria ha hecho su trabajo. El fuego vuelve a arder, cons­ Trinity. C me guiña un ojo.
tante, en mi interior. Por ahora, ele todos modos. -Ya tienes otro amigo muerto -le digo-. Un tipo crispado
llamado ·p .

CARRETERA A NINGUN LUGAR Asiente.


-El señor Franklin . . . El. .. el periódico. Dice -traga saliva- que
Estoy conduciendo por una autopista sombría. No puedo condu­ hay otro niño desaparecido. Dos o tres pueblos más allá, en jure.
cir lo bastante rápido. Xo hay suficientes horas en el día para encon­ Algo en el rabillo de mi ojo. Una figura oscura retorciéndose en
trar y herir y matar a todos los que odio. Dentro ele mí, algo ham­ la hrisa. Miro hacia ella.
hrienro me aconseja que sea paciente. -)¡o me preocupa -le contesto.
El chico que habla es C. -Pero...
-¿Cómo sabes de eMe coche? -pregunta. Aún no se ha puesto -:"'o es mi problema -le digo. Los niños desaparecen. Michael
el cinturón, aunque se lo haya dicho hasta tres veces. está muerto. ··Facts are simple cmd facts are straight/Facts are /azy
-Vincent me lo dijo -le contestó. La com·ersación me está can­ andfacts are late"'. Mary Ellen se preocuparía , pero yo no. Estoy cerca
sando. Las cosas en mi interior, las serpientes que se enroscan, están del final. De algún tipo de final. lJna delgada voluta ele humo flota
calladas, como si estuvieran esperando algo-. Pertenece a uno de enfrente de mí. Un extremo se dirige de vuelta a la estación. El otro
nosotros, que se lo deja a los demás. Solo has ele devolverlo con atraviesa la carretera y desaparece. ¿II ice yo la voluta? Parece impro­
gasolina y suficiente dinero. -Estoy harta ele este interrogatorio inter- bable. Quizá fuera un don. O un soborno.
e está mirándose los pies .
..J -Me llegó otro mensaje esta mañana. Sobre ti. Decía . . .
-No me importa. No trabajo para las voces. Los Mensajeros.
MI DIA EN EL PARDUE Como sea que los llames. Ya no. -Se acerca a mí, abriendo la boca

Por Amber K. para decir algo. Mi mano está alrededor de su cuello antes de poder

Clase 3°B detenerla-. Tú eres la criatura de ellos -le digo-. Quizá si re mato.
Colegio ele Primaria ele Fernville pueda hacerles daño. -Eso sería justo. Satisfaciente. t-li mente está

Estaba en el Parque el sabado y entonces estaba ju­ tranquila, pero mi cuerpo se agita de rabia. Casi no me doy ni cuenta

gando en los columpios y entonces me subi a l tobogan. Y cuando se atraganta, jadeando para respirar. Sus ojos se agrandan, se

entonces una señora guapa dijo, como te llamas y parecia humedecen. No lucha. No levanta los brazos. Está tan lacio como una

muy divertida y tenia una ropa muy graciosa y entonces muñeca de trapo. Sería sencillo. Siento cómo mi mano se cierra, ex­

me entro sueño. l\le dijo mira esto amber y me enseño el primiendo. Su cuello está caliente.

poni bonito de jugere y dijo que podia queclarmelo. y en­ No es la misericordia la que me detiene. 'i la debilidad ni la falta

tonces un perro ladro y la muger se fue y mama dijo que de resolución. Es algo que no puedo nombrar. Alguna pieza de Maty

era hora de ir a casa ojala tuviera ese poni. Finn. Ellen que aún está dentro ele mí. sin quemar, aún no.
-Por eso es por lo que tus maestros te escogieron como su por­
tavoz -le digo al chico. Cae. Echo un vistazo al sol. É l tose y tiene
arcadas, y se agarra la garganta. Todal'ía es temprano. La giganta ha L
sido herido de gravedad . No puede haber ido lejos. Le encontraré.
Y encontraré a los bebés ele Ma¡y Ellen. No porque los necesite. ®.ueridcr olfarp Gi.Jie11.
No porque me necesiten. Sino porque los " Mensajeros" no quieren cYecrcepcr Ira mua dude mi tíltimcr ccrrttr. 'Üt1 re1Jua!tr me
que lo haga. d ::Jd cltrrtJ que ntJ quiera Jtrbcr 11trdtr de mí, pem he decidtdtJ que ""
Mas, cuando los encuentre, ¿que puedtJ d::JtTr tp�e trCdbe tCJi d<d puet& tfZtechrme¡xmtdd mimlrtD·
-�le YOY a la ciudad -le digo a C-. No me sigas. -Y a conti­
me edttrJ de tu ¡;¡dtr. CJSé tfl'e lltJS lremtJs dislmtcitrdtJ dude t(lle le
nuación, alguna parte ele mí anacle-. Por fa1•or, Cah•in. �1antente
c.rr,rrte. d<d nos ltemtJs VISM dude tfl'C me mudé cr "12mvr:ll<JtT
alejado de mí.
"12n11 era mi ltemttllttr p Jiempre !tJ JertiJ. ®uiertJ u!ttr ¡xmr lt
6'm1 tp�efoe llll mrtJr "" dg;mttJJ k trljimenrL @!?Jcr!d ntJ ltubt!r.r­
LA VIDA EN TIEMPOS DE GUERRA jjistc. @!}jcr!d lllJbiercr a1trd11 <IIIí par¡r
nttJJ !ttdttJ CtiStJ cr h tfl'C 11/JJ d
Es mi cuarta noche en QL1incy, vigilando la estación de tren en crpudr�tt: 61��:mdtJ CJfeemppptJ htrbil1111tJJ de hs 1111itJJ, "" puedt�
el maloliente Nova abollado de Kevin. La situación está decayendo. tfl71!trr edlt1171te ti /hrtn: CI<O puedtJ tintigfl1tir el dtJhr pt7r el tfll&
El fuego de mi interior arda abrasador. '·7bree-bundred-sixz¡•-five
. ptiJtD1t:. que mífl t:JtdJfJ<rrtflldd. ®uicd htibrítrJ ml i ig"tidtJ llll /t11tltJ
degrees/Go1111a burst i111o jlame. . :\'le sorprende que no me salga
d .íd.•r JT lmbiertD· ,raldtdtJ ti 11/JJtJlros.
humo ele las orejas. Tengo picazón. Y calambres. Quiero salir de
esta herrumbrosa tumba de dos puertas. l\le siento como atrapada O<Pj/isM tfliC 11/J /r,rbítlJ htrbftrdtJ Cdl1 Otric/ltie/ dCJdC el J¡:
en un submarino a diez kilómetros de la superficie. No quiero respi­ rorcto. c:IiJoji1e flirce CtiSt dtJJ trlitJs. ci(YtJs tllitJs. CTro /t1 mtitmdo.
rar el mismo aire que este estudiantillo de instituto de 25 af1os. Su Oil'tJJtJlmJ dt1s /(JfiÍtfi.r li!Tti relticidll ""'!'foerte. 0ffitJ t(lleperder tí
aliento rancio. Su olor corporal a ajo. Si no hubiera sido exaltado, loJ nititJJ /t1 etrmbid todtJ parcr mnbtJs, pero lgltl1rtiroJ el lllltJ cr/ o/rtJ
probablemente Kyle pasaría las noches en el porche trasero de al­
1117 titme JmiTdtJ. .3.11/(Jf tJJ 11t!Cl'o11tibtris el tmtJ ti! tJirtJ, p cm• que
guien, envenenándose con alcohol de cereales y narcótico. El para­
iTIÍII u ,lJi @Ca:uerdtJ tí oJ.(¡cftlfel CdllltJ ti u11 !ttJmbre &1/Ctl!l/d­
brisas del coche está sucio de hollín y cagadas de pájaro. Todo lo
dor 1!:!1.1r_/(n;or. r(fC(JilSidt7d lo dt! hcrbltrr Cdll él Ofu!tJ h,rbltír
que toco está o pegajoso o grasiento.
Esta noche es la (lltima oportunidad. Si líder, ·-e, el único al que 0ffimr bu(JfltJ ¡wrti ,rmbtJs.
no me dejarán l'er, les ha com·encido. Se refieren los unos a los otros ""V2orfartJt; cUarp Gi.Jh11, Cdllftffltr¡ne. $2!trm,r. �11'-'J
por las iniciales . como lo personajes de una película de james Bond. 111/ti VIJl!tr. Cl-Cwt& ltr ,rb,mdtm,rré c::Ji'x:mutJJ ltemltflTtD" de 11uertJ.
Una última oportunidad, y si la criatura ele la que les he hablado no se 6't711 11711/JI;
muestra, me quedaré sola. ¿Por qué el ultimato' ¿Hay algo controlan­
OiJartrf¡
do a este líder suyo� ¿Por qué está tratando de socavarme? Haré que
Kyle me diga quién es C. Esperaré al final de la noche, cuando esté
cansado. Me sentará bien. Quemar algo de energía. Ensenarle a no
usar un lenguaje obsceno. Odio las obscenidades. Me aseguraré de Obtuve una panorámica de la cosa mejor que la que nunca tuve,
quitarle antes la pistola. de pués de todos los meses que había estado siguiéndola. l\lide tres
O quizá no importe. Quizá esto sea doble o nada. A lo mejor la metro de almra, quizá tres y medio, aunque suele caminar encorva­
monstruosidad que estoy buscando ya haya dejado la ciudad. Es lista do. Algo le pasa en la espalda. Tiene una especie de abrigo largo y
(eso lo sé) y huidizo. Parece preferir los viajes en trenes de carga, arrugado, que siempre parece mojado de sudor o de aceite. jirones de
aunque a veces se desvanece en un sitio y aparece en otro. Le encon­ cabello enmaranaclo, como sucios gusanos amarillos, le cuelgan so­
traré. No me rendiré. Cuando pienso en la persecución, algo se eleva bre los ojos, poblando su cabeza y también sus brazos. Sus manos,
en mi pecho, se convierte en un sabor ácido en mi boca, y pugna por casi esqueléticas, terminan en garras.
salir atravesándome la garganta. Las palmas de las manos me sudan. flli cara se calienta. lle visto antes esas manos. Ya he obsen·ado esa
L1 piel de la frente se me estira. Cna oleada de calor im·acle mi estó­ silueta distorsionada, mo1·iéndose por mi césped. No hay duda. Esta es.
mago. Es el mismo sentimiento ele cuando tomas algo entre las manos Esta es la criarura que se lle1·ó a mis hijos.
y empiezas a exprimirlo hasta que se quiebra. El gigante se mueve entre lo� cazadores moribundos como una
rata correteando enrre pilas de basura. Se inclina sobre casi todos,

SIN CDMPASIUN susurrándoles algo al oído, retorciendo a continuación sus cabezas


hasta que el cuello se rompe.
Estoy de rodillas junto a Keith mientras gime y solloza. Espero a que la criatura se 1·uelva hacia mí. Cuando se acuclilla
-�o puedo ver -dice. Su cabeza está deformada como una sobre ·'K" y aferra su cabeza entre las manos, e1·oco a mis propios
fruta podrida. Huelo la sangre y los sesos-. Oh, Dios, duele. ¿1\lamá� hijos. El rostro ele Ethan. La voz de Chloe. La pequena mano de
Ayúdame. Amber dentro de la mía. Refuerzo mi presa sobre la barra de hierro
Es el último . ..So u·ake up!Young lovers/Ihe u•bole thi11gs is over.. :· y casi la siento arder con mi furia. Planeo la secuencia de ataque en
Hice bien en utilizar su grupo para comprobar las defensas del mons­ mi mente, igual que Yincent me ense!'ió a hacer: Acercarse, golpear,
truo. Me enteré de información valiosa. Observé caer a cada uno de alejarse. Tres segundos.
ellos. Vi cómo .. M", un fornido segunda línea, corrió tras la criatura, Entonces, lo que parecía imposible, el brazo de K se alza, soste­
blandiendo un hacha. Conté en silencio mientras la cosa se dio la niendo u n clestornillaclor al rojo vivo. Huelo la carne quemada cuan­
vuelta (un segundo), le cogió por la cara (dos segundos) y se arrojó do empala la herramienta en la boca de la criatura para salir por la
contrJ una pared (tres segundos). M no se mo1•ió después ele eso. nuca. Esta aúlla y me tapo los oídos.
Después contemplé cómo los demás cazadores se ponían en El monstruo retrocede tambaleándose. lejos ele K, indeciso, des­
posición, con redes y una escopeta. Les oí burlarse del monstruo, orientado. l\le sitúo en el ángulo correcto, justo en su ángulo muerto.
como ninos en un patio ele colegio. Unos pocos latidos de corazón y golpeo con mi barra su columna. Es como golpear un saco de ce­
después ya estaban tirados en el suelo, claveteados con las púas que mento. Mis hombros estallan en dolor, pero el monstruo cae de rodi:
habían salido de los dedos de la criatura para hundirse en sus rostros. llas. Siento temblar la barra de hierro, amenazando con caérseme.
-¡Ethan1 -grit<r-. ¡Amber! ¡Chloe! ¡Eso� o;on su� nombres! ¿�le
estás escuchando? -i\le siento enfebrecida, eléctrica, como un rayo a
punto de caer a la tierra. Nada me detendrá .
Debería golpear de nuevo. pero me siento invencible. ebria con
la idea de que esta cosa fea esté sufriendo. Escupe un diente gris y
entonces habla. Su 1·oz es como pelo creciéndote en las orejas.
-Chico� malos, muy malos -dice. Después se pone en pie.
en absoluto herido. Se da la 1·uelta para mirarme directamente. Su
mandíbula, que colgaba de un j irón han: un momento, está otra 1·ez
en su sitio, sin fractura s-. Castigo -dice, esperándome la palabra
como un insulto.
Una oleada de aire. un hedor a excrementos mezclados con vio­
letas, Oota ;t mi alrededor. Es asqueroso, pero inofensivo. Levanto la
barra para golpear otra vez, pero el gigante ya est<Í corriendo. Me
estiro para agarrarlo y me suelta un re1·és en la ch11·ícula. J'l,le acuerdo
de protegerme la cabeza y rodar en la caída. La ropa me protege las
rodillas, pero algo del suelo me acuchilla el muslo. Está pasando de
nue1·o, me doy cuenta. Parece 1·encido, pero cuando me mue1·o para
matarlo se vueh·e fuerte otra vez.
La cabeza de K oscila a un lado y otro. Sus ojos miran de direc­
ciones diferentes. l'vle reclino sobre él.
-F.snkhame -le dig<r-. ¿Tenéis a alguien de reserva' ¿Cono­
ces a otros a los que podamos llamar?
-�le dijo que em mi madre . . . Oh, Dios, ¿dónde est<Í mi madre
¿Dónde estoy' ¿�lamá' �Iamá. ¿eres tú?
-Soy yo -le miento, con las palabras arrastrándose por mi gar­
ganta como escorpiones-. Soy mamá. ¿Sientes mi mano'
-Quincy, Trinin·, Jure -pronuncia con una 1·oz que no es la
suya, y muere.

DUlDA TE EN LA LUZ
C me ha ller<tdo " l<ts ;¡fueras de Bear Creek, un<t ciudad que
pasaría por un p:mtano si estuviera un poco m{ts limpia. No me dirá
por qué estamos :tquí. Necesito abandonarle, dejarle aquí y dedicar­
me a lo que tengo que hacer. Pero no puedo. No es más que un niño.
Es increíble lo listo que es, sí, pero carece de sentido común. Su�
anteriores amigos también lo sabían. Por eso eran tan protectores con
éL :\o tiene a nadie más. Vive en una cara1·ana con una tía y un tío.
cuyo Cl combinado sería una impresionante ta�eta de golf.
Sin embargo. le he contado demasiado. Debería empujarle a una
alcantarilla y acabar de una 1·ez.
Pero no es más que un chaval. Cazador o no. es un niño.
Por ahora. le seguiré el juego. No estoy sola en este cuerpo.
Dentro de mí crecen unos agresores feroces. que se alimentan de
mi odio. Puedo sentirlos. Me siento como si nuncl necesitara ,·ol­
,·er a dormir.
-En cualquier momento -dice, <�puntando a un campo sin
interés cubicno de hierba desigual y a la curiosa pieza de coche.
Tiembla cuando el viento sopla. Debería llevar un jersey-. Mira ­
dice ahora. y la forma en que lo dice me indica lo que quiere decir.
De modo que sigo su indicación y entonces yo también lo veo. Algo
que �ale del suelo, y otro. y otro. Son manos, manos humanas, algu­
nas lo basranre cerca para ver un anillo en el dedo, o un reloj en la
muñeca. Con lentitud . las manos preceden a los brazos. y estos a los
hombros. -Sei'ell limes fit•e!Tbey trere lil'ing crea/ures. . ." . Aparecen
las cabezas. Los torsos, las piernas. Los cuerpos transparentes están
brillando. pulsando con colores como las medusas que ves en las
exposiciones de naturaleza. Los cuerpos fantasmas que fulgen con
�uaridad flotan hacia arriba. rotando con lentitud. El aire está lleno
de ellos. Docenas. cientos.
�lientras levitan. los cuerpos brillan con m;ís intensidad y pier­
den su forma, hasta que ya no son cuerpos sino ruedas de fuego,
estrellas de lu1. pura. Orbitan las unas sobrl' las otras, llenando el
aire de neones de color, arcos iris llamas pintados sobre el cielo culta. preciosa, como la de una cantante de ópera . No áspera como
nocturno. Algunas de las formas chocan y ;,(;! unl:!n, mezclando sus todo lo anterior.
luminosos colores en espectaculares fuego� de artificio. Otras se -Tienes algo que decirme. niña -dice. Habla con la perfecta
cli\'iden en l lu1·ias de luz fragmentada que llamean en la noche dicción de un profesor de lengua.
como estrellas fugaces. Los orbes de luz bailan los unos con los -Puede que huelas el queroseno. Estás empapada en él. Toda la
otros, describiendo círculos, dando \'liCitas y cruzándose. Uno pasa estancia estú mojada . Tengo una bengala encendida . .
junto a nosotros, y casi puedo ver una cara en el intl:!rior del res­ -La oigo arder.
plandor 1·ioleta. No sé c uánro tiempo ha pa.'>aclo antes de hacerse -En el instante en que me sienta amenazada, las llamas entrarán
e1·idente que ha\' menos apariciones en el ciclo, y compruebo en contacto con el fuego nos iremos tocios al cuerno. 1\o me importa
entonces que están parpadeando. una a una, hasta que no queda lo rápido que te mue1·as, no llegarás hasta mí a tiempo. Créeme.
nada que otra I'CZ oscu rid ad . -Te creo. querida niña -<Jice-. Te conozco. Sé que me ha'
-¿Qué te parece� -dice C, y odio SU \'OZ por romper el silencio. estado siguiendo, intentando detener mi trabajo. l\o me amenazas en
-¿Para qué me trajisw aquí' ¿Qué es esto( vano. Pero si tu objetii'O es matarme, ¿por qué no lo has hecho' Tienes
-:\o lo sé. Lo encontré por casualidad, pero ocurre cada l'ein- algo que decirme. Te escucharé. Ahor<�, apaga la bengala y ven aquí.
tiún días. Como un reloj. Trato ele no perdérmelo si puedo e1·iwrlo. E� -lnrenta eso de nue\'0 -le digo-. y todo habrá terminado.
importante oh�l:!t'\'arlo. -1\Juy bien ... �li nombre es l\larcella.
-¿Y por que> -No me importa. -Estoy temblando un poco. Está bien. i\le
-f'lueno, porque . . . ya sabes, me recuerda a la gente como no- pregunto por un momento si los vapores del gas podrían encender la
sotros, los que sabemos que las rosas no son en re alidad como todo antorcha.
el mundo dice que son. Pero eso no significa que lo sepamo� todo. -Sé quién eres, l\lary Ellen. Sé por q ué has ,-eniclo aquí.
Quizá solamos 1·cr la parte fea ele las cosas, pero puede que haya ,\Ji rostro enrojece. .. o sabes nada", pienso. -ya no soy �Jary
más en marcha ele lo que siquiera sospechemos. Si tratá ra mos de Ellen. Te odio. Te mataré. Hazlo ahora. Arroja la bengala a la cara de
1·er el cuadro en general en lugar ele concentrarnos en las partes la cosa".
feas, tal 1·ez nos iría mejor. En su lugar, formulo una pregunta:
No comesto. ?'lo le miro. No quiero que 1·ea la lágrima que está -¿Dónde están los niños?
cayendo por mi mejilla. Tengo calor. estoy agotada , y siento el fuego
enredado y �erpenteante en mi interior; la lágrima parece hielo �obre
mi piel. :\o lloro por sus palabras. Es porque acabo ele presenciar la
LA SOBRECARGA
cosa más bella que jamás haya visto, y en todo lo que puedo pen�ar Estoy en unos ele esas tiendas K-Mart, o \XIal-Mart. Necesitaba
es en la urgencia con que qu iero destruirla. nuevas herram ientas. Me marché de la última ciudad ele manera
precipi tada y tu,·e que dejar atrás a lgunas cosas. Odio estos l ugares.

Y ELLA ESTABA ... Son enormes. :\o están diseñados a escala humana. Querían cons­
truir uno en nuestra ciudad. :'llos opusimos. . o en nuestro \'ecinda­
El túnel es estrecho. Apenas hay espacio para mo1·er los brazos. rio. Nada ele basura blanca cutre obrer,¡ atrayendo el tráfico cerca ele
El suelo y las paredes son cun·a;, como en una madriguera. J Jay nuestras casas, gracias. Les combatimos con papeleos y abogados, y
basura asomando por las rocas y la tierra. Muebles ele plástico, latas les convencimos de que construyeran en otra parte. La Mary Ellen
de sopa , pañales. ¿Por qué un túnel atral'esando la ladera ele un l'er­ que fui estaba orgullosa de aquella lid. La Mary Ellen que fui enton­
tedero? ¿Cómo fue excal'ado' Siempre es de noche bajo la tierra. l 'na ces pensaba que era importante.
1·ez no hubo noches, solo días. Dentro de poco no habrá día�, solo Estaba buscando en el departamento de hardware. En serio. No
noches . .. 71Jere is tmler al !be bollom of /be ocemu[;'nder !he u·afer tengo razones par,¡ buscar juguetes de nii
ios. Sé cómo evitar esos
CanJ• !he tmler. . ." El rastro de humo es difícil de 1·er. Tengo una pasillos. '' \fla/k li¡;bl/¡{lbink of a lime . . .''. Pero me perdí y aquí estoy,
linterna de campamento con correa alrededor ele la cabeza, pero las rodeada de bicicletas, de bates de softball y de coches de control
pilas se está n acabando. �le llel'ó mucho tiempo conseguir las cosas remoto. Veo una estantería llena ele dinosaurios de plástico. Asesinos
que necesitaba. :\o me siento mu1· bien. 1\o estoy segura de lo que ele garras afiladas con piernas y colas articuladas. De la clase ele la
estoy haciendo aquí. No hay fuego en mí. No hay 1·íboras ele fuego. ¿Y que Ethan nunca tenía bastante. Cno de los grandes T-Rex es igual al
si no están allí cuando las necesite' que i'.l icha el le regaló a Ethan en su octavo cumpleaños. Lo cojo. Lo
El rastro termina. El túnel se ensancha. J Jay un montón de basura dejo. Me 1·uc!vo para marcharme y entonces veo a Ethan.
y un gigantesco pie sobresale por detrás. Las uñas de los dedos están El corazón me late. .l\le mareo. Intento l lamarle por su nombre.
curvadas como ganchos. Codos como la trompa de un elefante. La Mi voz no sale. Me mira. Los azules ojos de un ángel. El cabello rubio
cabeza como un globo terre�tre. El gigante está encogido como un ele su padre. Corro hacia él. Casi me caigo.
enorme feto, duerme caso sin respirar, y sus manos están apretadas -Ethan -digo al fin, ahogada-, ¡soy yo' -Se da la vuelta.
contra los ojos. Las q uemaduras aún no se han curado. Aferro su> hombros con mis manos y le digo-: Erhan, soy mamá.
Trabajo con rapidez. Abro las latas. Derramo su contenido. Escucha, tenemos que darnos prisa. Tenemos que irnos de aquí, cie­
Me estiro . . lo. Tú y yo, tenemos que . . .
Un borrón en mm·imiento. .\Ji atención se dbpara. La criatura se Pero algo sucede. De repente, l a cara que estoy mirando no es
despierta. s� pone en pie en un insmnte. con la cabeza hinchada por la Ethan. Es la de algún otro niño de diez años. Cabello oscuro.
abscesos supuranres. Olfatea el aire como una hiena. Aunque acabe gordas mejillas, en absoluto como Eth:tn. 'unca fue Ethan, y me ha
conmigo, dirijo la escasa luz de mi lámpara hacia su cuerpo. �le doy vuelto a ocurrir. Como la l'ez en el autobús, cuando oí que alguien
cuenra por primera 1·ez de que el gigante es femenino. Dil'iso un decía los nombres ele Ethan y Chloe. Les seguí a su casa, irrumpí en
pecho marchito a través ele un desgarrón de su abrigo. su hogar y fingí ser un ladrón que buscaba dinero. Pero no tenían
Y entonces me percato ele que la gigante est:\ ciega. 1\o tiene nada que decirme. Lo único que tenían era miedo. eran gente nor­
ojos. Solo una suave carne rosada. mal, inofensi1·a. estúpida.
Habla, la boca como un corte en un melón. Los dientes son Por fortuna, este chico es de los que se queda callado cuando
como clavos enmohecidos. Sin embargo , su 1·oz es todo lo contrario: se asusta , en lugar ele gritar. Qu iero decirle que lo siento, limpiar
MIS lágrimas, pero está sollozando y a punto de encontrar su \'OZ.
:-ole giro r me my. con cuidado de no mO\·erme demasiado deprisa
como para llamar la atención, incluso aunque quiero correr y co­
rrer y nunca parar.
Ethan, Amber y Chloe (mis niños) se han ido. Están por ahí, en
algún sitio fuera de mi alcance. El monstruo que se los llevó tam­
bién se ha ido. Eché a perder mi primera oportunidad real de atra­
parle y castigarle y herirle y obligarle a que me dijera lo que había
hecho con ellos. No sé a dónde se ha ido ni en dónde surgirá la
próxima vez que lleve a cabo su odiosa tarea. Toda la prisa y los
escondites y la lucha y las matanzas me han llevado exacta y única­
mente a esto: yo durmiendo con la ropa puesta en un colchón lleno
de manchas, en un basurero llamado !lote! Luna Durmiente, dema­
siado rota por dentro como para llorar.
El fuego se ha ido. Me rindo.
Creo que mañana me quedaré en la cama.

n-21
Sfo - ol iriftO • 1•e �o 1•nndodo o es le pequeño purbCo rn lliCdio dr �ingún
Silio rron•odo glini[�. Ss 11110 gwn példido de tiempo. CuoRdo �Cegué oC l•otrC.
¡nr·rnhf un ntrnso jc que decía qu¡ l•n hohido un con•bio dr ¡1Cones � que n•e
mNdino hosto que leeibicln 1•ós inshurrioncs. �o noto 110 Co dcrín osí. pew
r�n cw Co esenrio. 'Jodo esto situorirn ts n•oCrsto. 8sloho ton iuilodo que de
lCidod conside1é eC qucjo.ln•e. 'Pe.w o•e lwnquiCirr. po.1 �upurslo. g¡ que1íon
qur n•r quedow mewdcoodo c11 un pueb�o Pu!.IC duwntc uno semon n o osí. Co
l1(l,I Í(I.
8s pN Cn espe.10. v-lquí l•o or11ntdo oCg11no mie1do muy r�Ltofio. CCljoM no lmbic1o
rogi do rC peliódiro Coco�. '3Jare unos se11111110S. dcsopo1ericwn lu:s ni1ios duwule
un pírntr dr� roCegio. cp¡enson q11e sP n•rlie.1on en oOgunc•o. r.ur'LOf: deQ Ou�crl y qur
nü pudiewo soCiL .)po.11e d e Co l•onibCe que tiene en sí misoro. Cee1�o nrc l•orr
pcnso1 rn mis pwpios hijos. COtos, Ces erl•ü de '"rnos . ._;�O surCo prnso1 ro c��os
po1qur es dn,osiodo doCowso. IJCIO �en rstr inrtdcnle n•r l•o CCClodo o r(Co. 'floso
eC dío en "' l10btloción de hotcC inlrnlondo oo CCo1o1 en oCio.
,.�Uoñooo. se suponr que (o o!irtno mr (Con•mó ron nuflllS inshurr;oors. "'o� o \cunll·
.
111e rmo o ('(llO ron n•i -supcnLso1 . p01 plimno lC0. Sslog nwio<:o. &1) si Ion soCo n•r
(mgmo dr (o Nudod tlllo nOI'hr. ronducirndo l•oslo qur sr mr orohmo rC dinno. � despurs
r.o<¡lcto un hoho¡;(Co Colando p(olos o oCgo o�tl Clut rs!upidra de idro.
vll! cnronbmíon.

GENTE EVASIVA
Ahora que he cortado sus gargantas, los tres parecen humanos.
Estaban a la luz del día, acti1·aban la visión, sangran cuando les cor­
tas . . . Mi suposición es que eran marionetas. Esclavos ele los bebedo­
res. Solían ser los más clifíciks ele matar. Siempre estaba la t<:nsión ele
intentar salvarles. Ahora estoy por encima de eso.
Pero he sido chapucera. Me dejé llevar por la emoción. Mere­
cían ser castigados, cierto, pero debí dejar a uno vivo para interro­
garle. ¿Por qué estaban escondiéndose por la estación de Trinity'
Les seguí durante tres horas, desde las nue,·e al mediodía, y les l'i
entrar en un vagón de carga hecho pedazos. ¿Por qué? Debería
haberme parado a pensar. En lugar de eso, encendí un cigarrillo,
lo aspiré profundamente en mis pulmones y sentí el humo mez­
clarse con el fuego de mi interior. Después fue sencillo escupir la
oscuridad y hacer que les rodeara para cegarles. Tras eso, un cor­
te, dos cortes, tres corres. \le sentí bien. "A II'Orld of light!She·s
gonna open your eyes up. . ." .
Solo que ahora estoy en un vagón de tren lleno de basura.
Periódicos con l a portada rasgada. Ropa y calcetines que no casan.
Cubiertos doblados. Tiritas. Le doy una patada a la basura. o, no
hay suficiente porquería. Demasiado limpio. Demasiado nuevo. Es
más como una colección. Me inclino para un examen más cuida-
doso. Alguien trajo esto aquí. ¿Por qué? Marcos de cuadros con Están muertos porque yo les he matado. Seccione sus gargantas mien­
restos de fotografías rasgadas. Una tostadora aún llena de migas. tras no podían 1·er. Esa es su sangre por todo el suelo. F$ta es su sangre
Osos de peluches y conejitos rellenos. Un reloj de pared de plásti­ en mis manos. �le habrían matado si me hubie!>en 1·isto antes. y ha­
co. Una caja de zapatos . . . brían esperado para matarte a ti. Sus amigos están fuerJ. en algún
L a caja está llena d e fotos. Las tiro e l suelo, u n a cascada de colo­ lugar, y no me importa si tus colegas te ponían antes a cubierto. Si no
res, sonrisas y postur<ts. Una llama mi atención, pero está demasiado dejas de considerar estos como �i fuera algún tipo de puzzle que: haY
oscuro para echarle un buen vistazo. Saco mi linterna y la paso por que resoll·er. 1·as a acabar así. ¿Comprende ?
toda la pila. Y entonces . . . entonces. . . Entonces mis manos tiemblan y Libero sus hombros e imenta ponerse de pie, alejarse: ele lo>
mis tobillos se convierten en agua. Estoy en el suelo, a gatas, ponien­ cuerpos. Cuando sus manos tocan el suelo, siente la pegajo.•;;¡ hu­
do una foto delante de la luz tenue, luego otra. Luego otra. medad y se aparta. Se lleva las manos a la cara, mira la sa ngre y 13
Amber. Chloe. Chloe y Ethan. Ethan. Ethan y Amber. Mis niños. suciedad que hay sobre ellas con los ojos como platos, y se mece
Mis niños . Me devuelven la mirada desde las fotografías. Aprieto una para ponerse en pie sin volver a tocar el suelo. Sorbe por la nariz
contra mi mejilla, mi frente. Es real. Pongo las fotografías juntas y no y hace un gorgoteo. Puedo decir que está intentando no llorJr
puedo verlas lo bastante rápido . Salto de una a otra, y he mirado unas cuando dice:
veinte de ellas cuando me doy cuenta de lo que está mal . -Vale. . yo . . . vale, ya 1·eo. Ya veo. ¿Podemos .. .' Quisiera ... '.ili�
Estos s011 mis hijos, pero llevan ropas que nunca les compré. ele aquí.
Están de pie frente a alguna casa que no reconozco. El pelo de
Amber es diferente. Lo tiene ondulado. !'\unca se lo peiné así.
Chloe sentada sobre un caballo, sonriendo a la cámara. Yo nunca
BIZCO E INDOLENTE
le di un paseo a caballo. Ethan parece. . . distinto. Él. .. Dios mío, ha -Tus hijos están bien -<lice, inclinando la cabe7�1 mientras acerco
cambiado. Es mayor. 1-lás alto. �1ás delgado. :>lo es el mismo chico un poco más la bengala al suelo-. Kstán bien cuidados y felice'.
que conocí. Le doy la 1·uelta a una de las fotos. La fecha es ele hace No están felices. :\o pueden estar felices.
solo unos meses. 1\le pongo tensa cuando este engendró dice mi nombre. .\li anti­
Estas son fotos ele mis hijos. Están vil·os. Quiero estar feliz por guo nombre. Ya no soy yo, ¿1·ale?
haber visto sus caras. Pero están lle1·ando vidas que no conozco. Es­ -Mary Ellen -repite-. Te será difícil aceptar esto, pero de­
tún creciendo y cambiando, y l'iviendo en otro lugar, sin mí, sin saber bes saber que lamento lo que te ha pasado a ti, a tu marido. a
ele mí, sin mi contacto. Están 1·ivienclo en la casa de otro. 1-le lel'anto vuestras l'iclas.
y mis manos destrozan las fotos, las hacen jirones, las arrojan al suelo. -Asqueroso pedazo ele mierda -le espeto-. ¡Cómo te atre1·e,
Algún otro está educando a mis hijos. a decir eso!
Las llamas arden en mí, dentro ele mi pecho, mi garganta, mi -Es verdad, niña. Michael me sirvió bien. Le cogí cariño. Se
cabeza. Algo se retuerce y gira bajo mi piel. Mis niños. Lejos ele mí. merecía lo mejor. Por favor, compréndelo, no todo lo que ha ocurri ­
Levanto mis brazos, lista para arrojar una explosión de destrucción. do ha sido por mi voluntad. Incluso los que son como yo tenemo�
Serpientes de puro fuego. .1-li pecho se llena de veneno. Arde, pienso, amos a los que no podemos desobedecer. Órdenes que no pode­
arde y muerde y em·enena y mata. mos ignorar. . . aaahh . . . -De súbito, su I'OZ pierde su suavid ad . Pa•
-: 1
-¿Estás bien? a ser u n resuello ronco.
.1-lc doy la \'LICita y e está ele pie en la puerta.Abrásate, :0.1ichael era su perrito, por fin lo entiendo. Su lazarillo .
parece susurrarme una voz. ¿Es mi 1·oz? Te está calmaudo. Te -Dime -refuerzo mi apretón sobre la bengala. Aún no. :\ún
está rete11ie11do. Comproba11do el poder que puedes in¡·ocar. Alzo no-. dime por qué te los llel·aste. Dímelo ahora.
mis manos hacia el chico. Las 1·oces. los así llamados .1-lensajeros . -:\o es algo que... se pueda explicar con facilidad. Tus hijo.-. ..
quisieron que él me encontrara. ¿Para espiarme? Piensan que no están ahora con nosotros. Son necesarios. El final ele los tiempos ... LJ
le haré daño . t.·.Yo sería mejor para él morir ahora? ,\'ullca te11drá estrella roja se ele1·a... medidas drásticas. . . no estamos a sall·o aquí.
una vida normal. Nunca tendrá citas ni se casará 11i teudrtí 1111 l'iene un danzante ...
trabajo. Está condeuado a unos cuantos m)os miserables de bus­ -Estás farfullando un galimatías. ¿Dónde están? ¡Respóndeme�
car en alaiídes y asaltar cemenlerios hasta que al final a lgo con Agito la bengala. ¡\le mira directamente con ojos lechosos, con la
diellles le atrape y le male. . . o peor. boca torcida en una mueca. Doy un paso a un lado. Su cara es como
Si tan solo se diera la vuelta, se girara y corriera, se que:: podrí<t una fea herida. Los brazos y las piernas retorcidas de manera lastimo­
matarle. Pero que queda ahí, dándome la cara, esperando. Apaciguo sa. La espalda jorobada. Enormes jirones de piel le cuelgan por toda>
el fuego. 13ajo mis brazos. partes. Veo músculos, costil las. Sangre seca por todos sitio�. "Al/ that
-¿Qué estás haciendo aquí? ¡Creí que te había dicho que re que­ blooci!Gonna swallowyou u·bole . . . ". ;.Cómo puede nada estar l il·o con
'

claras en el pueblo!
-Estaba preocupado. Hacía tamo que te habías ido. Pensé que
debería 1·er si estabas bien.
Detrás ele él, el sol casi se ha puesto. Apenas era mediodía cuan- '1ic�ae!,
do entré en el 1·agón. ¿Cuánto tiempo he estado aquí? Ue.9aré tres �..ras desrués de b ruesta de Sbl_
-¿i\o te dije que no te quería aquí?
!retroS junt<>S a b estaciér, de "frinit�. ausearefi\<>S !es
t-li cuerpo siente cómo me enfría. :'\ecesito pensar. ,\lis bebés...
-Lo sé, pero me cansé de esperar. Tenía curiosidad. Quería 1-er tres peenes de 1\uestros er'e"'i.9os. tstudia ce!\ cuidade
qué . . . -Se sube al vagón. Ve los cuerpos. La luz roja del ocaso hace !as fotes a4ju11tas para �ue puedas rec<>n<>cer!es. N.,
que la sangre casi parezca negra-. ¿Están ...' -Tartamudea, parpa­
�ab!es c<>n nadie. N., Yeas a nadie. N., dejes tu
deando-. ¿Están muertos?
-Sí -le digo-. Están muertos -Le pongo una mano en el �ahitación �asta �ue �" He.9ue. E1 ene"'i.9e está cerea,
hombro y le meto del todo en el vagón-. :vlírales. ¡Mírales! -Le '1arce!1a
pongo de rodillas. Intenta salir a gatas y alejarse ele los cadáveres pero
no se lo permito-. ¡Mírales! ¡Esto no es un juego' ¡No es una película!
heridas tan horribles? So bresaltada , siento que la bengala se suelta de manos en los bolsillos y los hombros encorvados , nervioso, deseando
mi mano. Cae dando vue ltas ha cia el sue lo empapado ele queroseno. estar en cualquier otro lugar menos aquí. Disfrutaré haciéndole daño.
Estiro el brazo. La bengala deja de sisear. Flota en el aire. La luz cam­ Espero a ver su cara a ntes de atacarle. ·· W'hy don 't/u•e pretend /fbere
bia. Y el tiempo . . you go/Uttle man . . ·
S e detiene. Se da la vuelta y miro la cara de mi marido.
Hay una presencia detrás de mí. Me giro despac io. El hombre
sombra del motel está aquí. Esta vez puedo ,·er su rostro.
-Vincent -digo.
BRACIAS POR ENVIARME UN ANGEL
El esqueleto humano es una cosa preciosa. No debería estar

AHORA ocu lto por demasiada carne. Mi m a dre solía decirme eso. Era su
divertida forma de instarme a no coger esa tercera ración durante la
Ahora. Ahora. Ahora. Entiendo lo que está ocurriendo. El tiem­ cena. G ra cias , mamá.
po se derrit e, se rompe , y i\lary Ellen Kramer está ardiendo. Las A lo mejor ahora se sentiría orgullosa ele mí. No he comicio en
blancas llamas lamen su piel. Se llevan su cabellos. 13esan sus ojos. tres días. Solo agua. Pero no es lo que pensáis. �o es depresión . Sé lo
Agonía/miedo/confu sión consumidas como la niebla de la mañana. que estoy haciendo. ··we are bom u•ithout e)lesight!lfle are hum without
Lo que queda de ella soy yo. Mientras me uno a la s l lamas , me doy sin . . . ··. Cuando era una niiía, mi madre me miraba de cierta manera y
cuenta que el tiempo es una sugestión , una opción, no algo absolu ­ cloqueaba la lengu a cuando yo andaba hacia la cocina. Entonces yo
to. Los pensamiemos saltan entre los diferentes segmentos de su sabía q u e me estaba p oniendo demasia d o go rda . demasiado
vida. Yo vivo en cada momemo como un nautilos enrollado en su asquerosamente gorda . Que estaba inundando mi cuerpo de dema­
concha. ¿Quién está allí conmigo. observando' Las pala bras vuelan siadas calorías, y que la única sol ución era dejar de deslizar comida
desde mi mente como pájaros. ¿Adónde irán a parar) Solo conozco en mi tripa. Aprendí entonces cómo viene el hambre, como un lobo,
mi necesidad de conta r la historia. Las llamas se abre como una vora z. rasg<í ndote, pero si aguantas lo suficiente retrocede , y te mira
cortina . Me empujo a mí misma hacia los desordenados fragmemos desde el borde de tu consciencia.
del pasado de Mary Ellen. Lo intenté de nuen> hace un año. Aprendí a exhalar la oscuridad
antes que me inundara.
VISTO Y NO VISTO Cuando era una adolescente. en realidad no recha zaba la co­
mida por las calorías o la masa corpora l . sino por el control. para
Les he estado contemplando durante una hora. No quiero acer­ proba r que nadie podía obligarme a hacer lo que no quería. :\i mis
carme demasiado. Son dos. Un hombre delgado vestido de manera padres. ni mi hermana, ni el médico. N i n adie . Si querían qu e
informal, nervioso y qu e mira a los lados continuamente. Con él hiciera al go , tenían que darme una razón. Tenían que hacer que
está el gigante, obvias sus deformidades incluso a distancia. Camina mereciera la pena para mí. F.sta vez, no es mi familia a quien quie­
como si una pierna fuera más corta qu e la otra, y su cabeza deforme ro castigar Es a los bastardos que han empu ja do su horrible fu ego
se cae hacia un lado. Cuando pasa por debajo de una de las tenue� ardiente por mi garganta.
luces de seguridad, puedo d i, isar extraños bultos por su espal da,
· Si queréis que haga vuestro trabajo sucio. dadme algo. Necesito
marcándose contra el abrigo. Sus manos parecen exagera damente un nuevo truco. No puedo matar a esta cosa que dispara cuchillos ele
graneles, hasta para su tamaño. Está llo,·iendo. La lluvia ocultará mi veneno por los dedos y que no cae cuando le golpeo. Sé que este es
olor. Enmascarará mis sonidos. el monstru o que se l levó a mis hijos, y si le hago sufrir me los devol­
El hombre pequeñ o dirige las acciones del gigante. Creo que es verá . Entonces, todo irá bien de nuevo.
su guardaespaldas , sus músculos . Pone la mano sobre la espalda del Y después , el tiempo para y quiero decirle a las voces que lo
monstruo y le empuja hacia aquí y hacia allá. Tira de su brazo y la siento. L o siento, estaba enfadada. Por favor, n o m e abandonéis aho­
criatu ra le sigue. Es obvio que están buscando algo. En ocasiones, el ra. Os necesito. Seré buena. por favor..
gigante toca el suelo con las man os, o pone una oreja en la tierra. /vle No sé si es ele día o de noche. hace frío o calor, Coca-cola o Pe psi.
hago una idea de lo que está n buscando. cuando oigo el chirrido de una puerta abriéndose, y un unos pasos
Van al vagón de carga y se deslizan al interior, el hombre caminan de forma pesada y ruidosa hacia mí. La sill a está vacía. Sólo
mandando primero al gigante. "'o encontrarán los tres cuerpos. cuando miro ele reojo ,·eo una figura en sombras sentada en ella.
Los he movido. �o puedo ver dentro del coche, pero no quiero encorvada con los codos sobre las rodillas. con la cabeza inclinada.
arriesgarme a mo,·erme ahora, así que espero. No m ucho después . Oebería tener miedo, lo sé. ¿Es una de las voces hecha realidad? Esto
salen y veo cómo hablan el uno con el otro. De repente, el gigante no había pasado antes .
se yergue en toda su longitud y dirige un oído hacia el cielo. Con­ Se sienta, con pa ciencia.
gelada . No respiro. Me han encontrado. Pero no, el gigante se -Vale -grazno �ti fin-. ¿Qué quieres saber)
i ncl ina hacia su amo y despu és se van (corriendo en dirección

11·28
opuesta a m í. tan rápido que es imposible ) . Espero cinco minutos.
obsc1vando, escuchando. Diez minutos. Quince. El hombre se apoya
contra el coche . espera ndo .
Me muevo más cerca. J-\Cgo pn�n r o11 '-'Umy 8CCrn.

Estoy detrás del vagón de carga. Empujo el fuego desde mi cen­ vlle dijCIOil Co tcldad ollorltc. 8s dertl. me dijelon oigo de lo te,ldod. 9t�po 11go
tro. Dejo que corra por mis múscu los, mis brazos y piernas, llenándo­ que 110 e�loy scgu\0 de �o que sigllitico. ::Pomírw omiosos. si os (o podéis WR
los de fuerza y vel ocidad . Le gol pearé duro y rápido, y ,·eré si cae. Si J-\Ogo (W(.If'O de un �r.l "'don¡¡ontr·· f'll lo oOIIO. 6tJrmcn o los 1'01NJ9IO/íos? CDcbo
me da problemas, liberaré las víboras y reiré mientras le comen. :VIe CS[O.I prldirndo ce juiriO.
siento invencible. Nadie puede ponerse en mi camino. 13ajo la vista 'Zllw' r·�todo Cry1.ndo mi dimio. 9upongo qt�P eso signitil·o q11c ocnGo,1611 Cr�endo
hacia sus pies. Cu a ndo pueda decir que está mirando en la otra direc­ r�tos poColnos lombién. 6C0rbc1ío qt�muo,l eslc CibiO de uotos? úCDqm de MNillill)
ción, daré un rodeo al coche y le veré de l todo. Parece mal igno ante Jllr dijcton qur· mr rsloho11 "li�i0o,,do po1o obsr,llal ron di.lorre o Jllo.lg 80ie11. :Po1
la ,·isión. Eso es ob,·io. Le veo en la posición correcta. Al siguiente eso '"r eu>iO,IOII o V:unily . po1que c.1 ecn q1tC JUo1g 81Cen podllo opn.tcr:c,l po1 nq11í.
segu ndo , puedo decir que va no es u na amenna. Está de pie. con las Guil.ICII qt�c Cn obse11c. qt�c Co uigiOe. JLli �:upelli�ol se ICuJli.\{¡ ror11uigo oq11i y J.�abojo·
i/Po.l QIIP r�lón illfClCgodn� Cll riCo? M211 q¡¡r podiÍ(I r�IOl mearlodo fl(ll!l rro- -Piens:1s que estoy loco -me dice. meneando la cabeza-. Por
111(1\ ��� olrnrión� úCuón cg!úpido �oy? Glc Ctilodo rf ronlal'lo ron r(Co lodo rslr fa,·or, carino. coge mi mano. Sé que suena a locura, pero por fan>r.
! lempo . prnsondo qur rfCo pod lio rmp130' dr nuno dr�puh dr que yr onuinmo ��� Dios. créeme. Los niños no estaban en ese incendio. Aún eMán 1·inls.
<ido. f'n fugo1 dr r�o. fr� hr r�lorlo dondo armo o rflo . .fr 1rgo.1ío ¡, .:Oto� qur Quiero que sepas eso. 1 le querido decírtelo hace mucho tiempo. ¡To­
...,lloty f'fCrn no Of>OlCI'iOo pm �Quí. <:i no funo potqur .:Oic� no rti�lr. o �� no (urtr• dal·ía están l'i\'Os1
polque 110 ll(ly wa6n poto que f'C \(�f'Nlfl(l (1 Cog pCrgoti(ICJ de ofg uicn COill(l yo. Sus manos me parecen hielo. Casi puedo ver la corrupción em­
badurnada bajo su piel, como los rastros de una babosa . Él ya no es

DEJA DE INTENTAR COMPRENDERLO Michael . me digo a mí misma. pero la idea no penetra en mi cerebro.
-¿Sabes ... ? -Tengo que tomar aire antes de poder formular la
E�te no e� :\lichael. obviamente. no puede ser. :\o hay motín> pregunta-. ¿Sabes dónde están?
para que esté aquí. merodeando por la e�taci(m de Trinity bajo la -Están bien ---<lice, mirando fijamente en la distancia-. Tienen
lluvia con un gigante a su serl"icio. No tiene sentido. Está fuera de buenas vidas, ellos . . . ,·iwn mejor que con nosotros. Tienen todo lo
comexto, como encontrar una manzana en u n retrete. Es un truco, , Jarr Ellen. Están juntos y. . . Consigo fotos ele ello� con fre­
mejor, \
alg(m tipo de truco. Uno que funciona incl uso aunque le mire con la cuencia. Se suponía que iban a darme toda una caja ele fotos hoy. . .
,-isión a pleno rendimiento. Y o. . . -Empieza a sollozar otn1 1·ez. Pero yo n o lloraré. :'\o. Tiro d e él
Excepto. . . excepto que la primera cosa que hace cuando me ve hacia mí. Siento cómo se e.'itremece su cuerpo cuando le abrazo-. Lo
es pont:rse una mano sobre el corazón. Un ge�to estúpido, inn>lunta­ siento tanto -jadea-. lo siento tanto. . .
rio, como si su cm:tzón eswl·iera literalmeme en pe ligro de pararse. -1\'o e� cu l pa tuya -le digo-. En realidad n o. . . -No sé quién
, lichael. siempre tan mclodramátko, con el cerebro lleno
Igual que \ está hab lando, si soy yo o al guien que se hace pasar por mí. 1 labio 'iin
de tantas imágenes de pelícu las malas y telel"isión mediocre que MI� escoger las palabras-. Fue por mí -le d igo-. Lo hicieron por mi
clichés se han imbuido en su sbtema ncrl'io�o. culpa. Lo hicieron por aquello en lo que me había con,·ertido, para
La impresión de 1·er su cara ha agotado el fuego m mí. t\ l is hacerme pagar el estar luchando contra ellos. Oh, �lichael. .. -Intento
m(isculos están frí os y pesados, pero la 1·isión aún me causa picazón detener las palabras ahora, pero es inútil-. Oh, cariño, yo traje el
en los ojos. Y me doy cuenta de que, si... si . . . este es ele 1'\:'rdad peligro a nuestra casa, y ojalá permitiera Dios que nunca hubie�e
.
,\lichael, est(t corrompido. Es malo. Tiene algo t:n sí, alguna manch:t sucedido. !\o sé por qué ha ocurrido pero hay monstruos ahí fuera ,
de lo maligno que puebla e�te mundo. yo empecé a 1·erl os. y maldito sea lo que fuese que me hizo 1·erlos. ­
-Oh, Dio� ---<lice-. Oh Dios. eres tú. Oh Dio�. -Da un p�t'o :\o estoy llorando. ¿verdad' El cuerpo de a lguien está temblando.
adelantt:. ahora medio paso :llnís, y junta �us
manos como �¡ estul iera haciendo algo en lugar de llorar. ¿Es el mío�
rezando. Su cuerpo no sabe qué hacer-. !\huy Ellen -dice, encon­ 7\lkhael se deshace de nuestro abrazo para poder mirarme.
tt·ando la YOZ. Se dirige hacia mí-. .\•lary Ellen, tienes que sa lir de -T\1 . . . :\o entiendo . . . Tú sabías. . . ¿Sabías lo de los nit'los?
aquí. No es seguro. , o lo entiendes. Estar aquí no es seguro para ti. -Llegué a casa aqtrella noche. y . . . lo Yi llevárselos. Tenía que
Sus palabras me golpean como si fueran puños. Despuó de todo hacer algo . En l a lucha. el fuego empezó. . .
lo que ha ocurrido aquí, hay preocupación por mí en su 1 oz. :\o Retrocede, y su ro�tro t:� una máscarJ.
puedo procesarlo. Es como si me habla ra en un idioma extranjero. Y -Oh, Dios ---<lice, con \·oz plana-. Oh, Dios mío.
ahora que ha aparecido un elemento extraño. debería correr. no pt:n­ �li entumecido cerebro pugna por despertar.
sar. 1\le digo a mí misma que este no es 1\!iclwel. No es más que un -�lichael-lc digo-, � l ichae l . espera, e�pera. i,Cómo supiste
extraño en el l ugar equii"OGtdo. Quiero amenazarle, asustarle. Pero 1·crdad? -Tengo un zumbido en los oídos-. ¿Cómo supiste que 1 ,
en 1·ez de eso. le digo: niños no l;!staban muertos?
-¿Qué estás haciendo aquí' Se aleja de mí. gateando como u n cangrejo.
Está llorando. Retrocede. -¡�le ob ligaron a hacerlo! Yo . . . yo se los prometí... Tu n'
-Todo a la mie rda , i\lar)' El l en , todo �e ha ido a la mierda, y sabías. \o te dije lo mal que me iba con lo� clientes. Estábanw' e:•
es culpa mía. Oh, no hay manera de intt:ntar. .. no puedo . . . t\t no . . . la ruina , Mary Ellen. y esttl \· e robando dinero a l os clientes. Debe­
o h Dio.�. ría haber ido a la drcel. E llos me dieron el dinero para solucionar·
Parece a punto de caer. Le agarró por Jo, hombros y los dos no� lo todo. Pasaron lo� �u'los . 1\Ji siquiera pen�é que se llamarían
agachamo� hasta que se sienta en el frío hormigón. pero entonces me dijeron que tenía que entregarles los ni !'los. \lar�
-.\lich:t<:'l -digo, porque puede que en realidad sea él, quizá Ellen. no sabes lo que son . '\o sabes lo que habrían hecho �� no
quiera que sea él-. Por fal'or, tan solo habla conmigo. :\o pien­ le� hubiera obedecido.
ses. No intentes comprender l o . Deja que las pa l abras salgan. Solo Ahora estoy en cuclillas, preparado para levantarme en un ins­
habla. Dime. tante. �ti mano flota sobre el cuchi llo.
-Había imaginado este momento tantas Yeces. ya sabt:s --casi -�lichael. . . ¿Estás diciendo. .. estás diciendo que le diste nue�­
reía-. \'erte de nuen> y decírtelo todo. Y ahora no estoy seguro de tros hijos a estas cosas� -Enfádate. F.l((ádate y bazlo.
poder hacerlo. -¡Se �uponía que solo iba a ser temporal! -Grita las palabras.
Necesito sacarle ele aquí antes que regrese el gigante. Pero antes y n teh e a gritar-. ¡Sólo iba a ser una semana' ¿:\o lo entiendes'
de poder hacer eso. tengo que tranquil izarle. Peino �u cabello, espe­ Iban a hacerles pruebas o algo así. Oh, Dios mío . . . -Su cuerpo
rando que mis manos no tiemblen. parecía aflojarse-. Entonces ocurrió el incendio . . . -dice. con la
-Shhh ... -le digo-, puedes hacerlo . Recupera el aliento. ,·oz redu cid a a un murmullo-. Cuando la casa ardió y todo el mun­
-¿Piensas que es culpa tuya� --casi susurra-. Los niños. ¿Te do pensó que nueMros hijos había muerto, fue cuando decidieron
culpas porque sobre,·il'iste al incendio y ellos no? Escu cha, 1-lary Ellen . . . que tenían que qued:írsdos. Porque . . . porque habría demasiadas
t:llos no estaban e11 el incendio. -Se seca los ojos y me pone las preguntas si . . . si volvían a la 1 ida.
manos en las mej i llas-. Ya se habían ido. No estaban entre el fuego. �le incorporo. No hay fuego en mí.
El funeral fue una farsa. ¡Todo era mentira' -\o lo sabía -susurro-. Se estaban llevando a mis niños. . . -
Siento como si me carent. Como si el mundo pasara H>lando '\o sabía si .\lichael me estaba siquiera escuchando. Alguien me est:í
ante mí, demasiado r.ípido para poder a�inne. Tengo que resoher hablando al oído . .\"o estás lo !Jastante.furiosn. E>te es tu momento. So
esto. ¿Qué está diciendo� ¿Qu0 sabe? esperes. 1 'énwae. Ahora. Abora. Pero todo es confuso. Los acto� de
Michael. Mis actos. Monstruos. Voces. Fuegos. Mentiras. ¿Le estaban El hombre en sombras parece afirmar con la cabeza.
hubieran devuelto de verdad a mis hijos? ·· We are
mintiendo a él? ¿Me -¿Quieres que siga? -le digo-. Está bien. Más tarde, aquella
min/And we are hlind'. Soy cómplice. No sé qué hacer. No sé cómo noche, estoy volviendo a casa y veo. . . Estoy atravesando nuestro pa·
reaccionar. Asistí al funeral de nuestros hijos, cada uno pensando que tio trasero, bajándome las mangas para que la niñera no vea mis heri­
sabíamos la \·erclad, pero ocultándosela al otro. No quiero más \·ercla­ das. Estoy casi en la puerta de atrás cuando oigo voces. No puedo
des. Quiero \'oh·er a \·ivir bajo el refugio de las mentiras. discernir las palabras, pero el vello del cuello y ele los brazos se me
.\le siento romper en pequeñas piezas. eriza. Es la voz de Chloe. Está asustada. -Le cuento el resto .
Entonces oigo dispararse una pistola. La puerta de la bodega se abre.
La silueta de una figura se dibuja contra el cielo nocturno. Un

UNA VIDA MUY SALVAJE gigante retorcido. Las manos como garras. La luna sale de entre las
nubes y veo retazos inconexos del cuerpo de la criatura. Un colmillo
Mi cuerpo está aún en la habitación del motel, embrollado en los amarillo. Una rosada oreja con cicatrices. Las fosas nasales brillantes
acordes del espacio y el tiempo. pero mi mente se ha liberado. giran­ como las alas de un murciélago. El monstruo sube los escalones de
do como una rueda, y le estoy contando al hombre en sombras las una zancada, seguido ele tres figuras diminutas perdidas en su som­
primeras semanas después que mis ojos fuesen abiertos. Mis palabras bra. Mis niños. Se mueven como sonámbulos.
me llevan allí. Estoy con otros tres tocados, y somos lo bastante estú­ La bestia habla:
pidos para pensar que le estamos cogiendo el truco. Exploramos un -Vamos, niños. , o tengáis miedo. Estoy aquí. Mamá está aquí.
túnel donde dos comedores de carne patéticos se esconden. Persigo a Salgo hacia delante y chillo algo. Es probable que no sean ni
uno que se nos ha escapado. Está arrapado contra una valla. Le\·anto palabras. El monstruo parece encogerse, un geto casual que me hace
un bate de béisbol de aluminio, y lo siento cargado. Pero entonces la caer. Intento levantarse, pero tropiezo con mis propios pies y caigo
criatura se va, y en su lugar hay una niña pequeña. Sé que es un truco, por los escalones hacia la puerta abierta ele la bodega. Vuelvo a oír la
pero eludo lo suficiente para que el monstruo salte la \'alla de dos voz en algún lugar del exterior.
metros y medio y salga por patas. El bate se parte mientras yo me -Está bien, niños míos Por aquí. Vamos a pasarlo genial.
quedo mirando, boquiabierta e impotente. El sótano está sin acabar. Uno de los proyectos de lllichael. Siem·
pre era '"lo próximo ele la lista". En realidad, nunca empezó. El suelo
está frío. Sucio. Tengo que levantarme. Estoy muy cansada. Cuando
.J L
siento que algo se em·uelve en mi tobillo, tengo un sentimiento de
inevitabilidad. Clam, pienso. Hay otro esperándome aquí abajo.
'ias�a
Recordar estas cosas despierta el fuego en mi interior, el calor
Ya 1\1> est<>� sesuf"<l �e este rurnh<> �ue �ernos abrasador que crece en el corazón de mi ser. Tres veces en mi vida, se
t<>rna�<>. R.eunir parientes � cac�crros per¿iJos �a� rnás han dividido y dividido y di\·idido células microscópicas para confor­
mar una diminuta persona.
fuerte la tribu, lo sé, per<> �acerl<> MÍ. . . Q¡..izá el
El hombre en sombras parece más oscuro, y ahora hay sombras
pensarnientc ¿e e�ucar uM ¿e elles corno si fuer<l rníc, má� profundas llenando los rincones de la habitación, como telara­
¿e ensañar rr.i esterilidad, rne �iz<> acceder con t-ant-a ñas. He estado hablando durante horas. Tengo un regusto a sangre.
Creo que me desmayé. Ahora vuelvo a estar despierta. La som­
r<lpi¿ez. ¿Sabes �ue rne lle�c ccsillas si11 irnp<>mncia de
bra está al pie de mi cama. Puedo mirarle de frente y no se des\·anece,
sus casas? Las toco, las ates<>r<>, las lleve cerne aunque diviso las resquebrajadas paredes del motel a través de su
fetie�es, � rne Ve<> a rní rnisrna �h·iendc la aburrida � cuerpo de humo. Entonces, el mundo gira, y estoy tumbada en la
hierba del exterior de nuestra casa, con los pulmones ardiendo, el
circunscrit-a vi¿a ¿e una rnadre �urnana. Par<l �ue \'eas le
aire nocturno golpeando mi cara. Los recuerdos luchan por mi aten­
rruc�c �ue he lle.9adc a despreciar em vida de fu.9iti� ción. l.Jn aroma animal en la oscuridad. La cosa salvaje clavándome
C<>l"l la �ue he nacid<>. las garras. Una oleada ele fuerza imposible. El horno estallando. Veo
muros ele llamas alcanzar los costados de nuestro hogar. A través de
Em Mche V<>� a enfrent<lrrne a la "rn<>lestia" �ue
una ventana, veo danzar al fuego sobre nuestro sofá nuevo. '· The
rne ha est-ad<> si.9uiend<>. Necesit-aré te!"ler cuidado extr<l, .
li'Orld crashes in/Into my liuing room. . . Me arrastro. Mi pierna iz­
.

p<>r�ue el Danza!"lte está cerca, persi.9uiéndcrne cerne �" quierda no funciona. Dolor en un cost.ado. Dificultades de respira­
ción. Me estoy muriendo.
le persi.9<> a él. Deh<> rnatarle pr<>nt<> <> se terna� su
El dolor retrocede y estoy de Yuelta en el hotel. El hombre en
vensanza por lo ¿e Lisboa. Tarde " ternpr<lno. sombras sostiene fuego en la mano izquierda. ;\1iro más de cerca y
Nc sé si s<>hrewiré. Las c<>sas han ic "'"� rnal. t1 \·eo que las llamas son en realidad feroces serpientes, retorciéndo­
se las unas sobre las otras, siseando, cascabeleando y chisporro­
e11erni.9o se acerca. JV\e persi.9uen. JV\e ernhcscan. JV\e
teando. La sanguinolenta luz roja que arrojan no ilumina la som­
�uernan. He escapado, pero esto� débil. JV\ ha rnuerto. bra que las envuelve. Es como si el sonido que hacen susurrara:
1/., tenso alia¿cs. Esto� caMada. Dscansaré ah<>a, ¿Cuánto odias�
Dirige hacia mí el nudo crepitante ele serpientes. Me levanto de
eper<lnd<> le�!"ltrrne ferte. Si no es asf, esprc �ue
la cama, temblorosa, y estiro la mano para aceptar el regalo. Entonces
encuer.tres mis huesos, � este mn�e. veo que las serpientes se están mordiendo las unas a las otras, mor­
�rcias pr Sr mi amsa � �rrnna, 'iasha, a pesar de fe diéndole a él. Reculo, pero antes de poder huir las YÍboras saltan de
su mano a la mía, deslizándose bajo mi piel. Las náuseas sacuden mi
�ue se�.
cuerpo y me pongo a gatas junto a la cama, enferma. El mundo a mi
JV\arcella alrededor gira hasta llevarme a una pequeña habitación mohosa, con
muebles de ocumen y una fea alfombra.
r -Quincy -recuerdo-. Después Trinity, después June ...
Alguien llama a la puerta. Sin pensar, me tambaleo ha�ta la entra­
da y abro . .\le aroyo contra las jambas de la puerta, estupefacta. En el
pasillo hay un chico (doce, quizá trece años). �le quedo mirando y
me seco la sangre de la nariz. Él inclina la caheza a un lado y dice:
-Tú debes ser �·huy Ellen.

DEVUILVEME MI NOMBRE
El hombre en sombras (Vincent, me doy cuenta al fin) est<Í
hecho de humo y sombras pero aún tiene la misma so nris a afectada
,

de siempre.
-Ahora deja que te cuente una historia -canturrea-. El diablo
tiene un nombre . . . -Su boca parece estar llena de telarañas-. 13ueno
-dice entonces-, ha pasado m u cho tiempo. -Su 1·oz no est{l
sincronizada con el movimiento de sus sombríos labios.
-!\o me asustas -le digo.
-Lo sé -me contesta-. :\o quiero hacerlo. '\o estoy aquí para
cobrar viejas deudas, si es lo que piensas. Eso para mí no tiene senti­
do ahora. Además, ni tú ni yo somos las personas que éramos la
última 1·ez que nos 1·imos.
-¿Y quién eres ahora?
-Piensa en mí como en tu comadrona. alguien asignado para
alumbrarte en tu segundo nacimiento. Ya casi has nacido. Est;b ca�i
lista para comenzar una 1·ida nueva.
-¿Asignado' ¿Por qu ién1
-Dime, ahora mismo, rápido. ¿Cuál es tu deseo más profundo1
¿Qué quieres más que nada1
Hago una pausa, y después conteslO.
-Mis hijos. Mis . . . Los hijos de Mary Ellen.
-Venga, 1·amos. Has dejado atrás a Ma1y Ellen. Olvida sus limi-
tadas ambiciones. ¿Qué es lo que realmente quieres1
J\.liro al suelo como un niño llamado anre un padre enfadado.
-Las voces. Quiero hacerlas daño. Quiero . . . Quiero oír cómo
gritan.
Vincent asientt! .
-Eso está mejor. ,\lucho mejor. Y nosotros Oos poderes a lo�
que represento) podemos mostrarte como hacerlo.
En mi interior, algo gime con sua1·idacl, relajándose como �i an­
ticipara su libertad.
-Pero. . . pero qué...
-¿Qué queremos a cambioí Lo mismo que siempre has querido.
La muerte de los monstruos. Pero no 1·amos a atarte con una cuerda
como a un perro que suplica unas caricias. Te daremos todas las
herramientas que necesitas, y algunas más. ¿�o te hemos dado ya
nuestro don' Todo lo que tienes que hacer es utilizarlo.
Se11ala con el dedo. Me doy la vuelta para enfrentarme al gigan­
te, paralizado como un monumento.
-Mata a esa cosa -dice Vinccnt-. Invoca a las serpientes. Haz
que escupan su feroz ven eno. Deja que se enreden y se estiren y
acaben con su penosa existencia. Haz que muera, sufriendo. Enton­
ces estarCts en la senda hacia un poder m ayor inclu so .
Contem plo al monstruo y mis ojos se detienen en las garras de
sus manos . . . otra 1·ez. Las manos de un animal, en realidad. Las manos
ele un depredador. �lucho más largas que las m ías.
-Hazlo. tú que una vez fuiste \larY Ellen Kramer. Reclama un
nue1·o nombre y un nue1·o poder. :\o es que no hayas cambiado
nunca, ¿no7 En el instituto. pensaste que serías una inconformista el
resto de tu 1·ida, mientras escuchabas rock underground producías
cantidades industriales de poesía pretenciosa. Y diez años después.
eras la típica madre obsesionada con la limpieza de las 1·entanas y las
ensaladas de pasta. Despu és te com·eniste en una guerrera en la os­
curidad. Ahora tienes la oportunidad de cambiar ele nuevo. Pero acr(Ja
con ra pidez . Se aprox ima otro enemigo. Uno que te atravcsar{t en dos
para matar a esta bestia. 1-!azlo ahora y te sacaremos de aqu í .
Estoy paraliz ada; recuerdo la última vez que vi esas manos. Aca­ familiar, con su constante ardor, esperando con paciencia incluso aun­
riciaban el pelo de M ichael, tocaban su cara . Ahora me doy cuenta de que le he dado la espalda a los que lo pusieron ahí.
los sentimien tos que expresaba n. Ternura. Pena. Arrepentimiento. Para una ,·iuda psicót ica , atrapada baj o tierra a solo Dios sabe
Quizá fuese una actuación en mi beneficio. Debía haber ave riguado cuántos metros de profun didad, en un túnel empapado de queroseno
que yo estaba allí. Pero incluso como maniobra fingida, era más emo­ con un monstruo de tres metros y medio, lo estoy haciendo bien.
ción de la que yo era capaz de demostrar por el padre de mis hijos. Examino a la cosa . :\le obl igo a decir su nombre.
por el hombre con quien compartí una cama duranre años. Y cuando -�Iarcella.
me di cuenta de eso, me percaté de que quería voh·er a ser :\lary Descansa sobre su espalda . con la cabeza mo,·iéndose con brus­
Ellen. La cansada, solitaria, asustada l\lary Ellen que había sido ,·acia­ quedad. Cn charco de sangre oscura se ha formado debajo de ella.
da por una vida de fútil ,·iolencia. Veo que las heridas son mayores de lo que pensaba. Emite sonidos
-Vincenr -digo-, tus amos, sean quienes sean, escogieron al sin sentido. Me acuclillo junto a ella, aguantan do la repul::.ión y el
embajador incorrecto. Te miro a ti y recu erdo lo que yo solía ser. Creo miedo, y me inclino hacia una oreja rasgada casi tan grande como la
que prefie ro ser eso que en lo que quieres que me convierta .. Que en palma de mi mano.
lo que tú te has convertido. -:'\o sé si puedes oírme -le digo.
Y entonces se ha ido. -;\lamma, mamma. por fa,·or nao me deixa aquí. Eu n¡lo quero
La bengala cae al suelo . permanecer com eles. Eu estou receoso ... -Su wz es débil. De niiia.
Ni los tonos controlados ni lo� gruñidos ásperos que he oído antes.
-Escucha -<ligo-. Escucha. no podemos quedarnos aqu í. Es
NACIDO ENTRE PUAETAZDS pel igroso. Algo viene, no sé qué ...
Ca i al instante de atrapar la bengala , siento el dolor en mi estóma­ Hace más ruidos delirantes que no puedo interpretar.
go. Caigo de rodillas, intentando mantener la antorcha por encima de mi -No sé qué nüs hacer. Tenemos que hacer algún tipo ele pacto.
cabeza, mientras algo se abre paso dentro de mí, sube por mi garganta. Tli y )'O. ¿Entiendes' -Mi mano está sobre su mu l'ieca . 1'\o puedo
mi boca. Está frío y sabe metálico. l\.le ahogo y tengo náuseas, y me obligarme a tocarla-. Es todo en lo que puedo pensar. 1 Iacer lo
arráganto hasta que siento que se desliza entre mis dientes y labios. Estoy único que n ingún bando qu iere que haga. -Tengo que limpiarme las
segura ele que no puedo abrir más la boc-J, de que mis mandíbulas se \·an lágrimas de la cam-. Todo lo que quiero es que ellos estén a sah·o.
a romper. cuando de repente cesa la presión. Espero ver una anaconda :\lb niiios. Es todo lo que quiero. Yo no puedo cuidar de ellos. :\o
tan gruesa como una tubería de alcantarilla que cae de mi boca, pero solo estarían a salm conmigo. :\i siquiera puedo lle gar a ellos, pero tú
distingo un contorno casi tmnspareme, una especia de mancha negruzca puedes y. . . -Oh Dios. l'vlichael está muerto. Concéntrate-. ;\li her­
de aire que sopla desde mí y baja por el poco iluminado túnel . mana ... Sarah. Ella ,·ive en Francia. Ella podría cuidar de ellos. Tienes
Me siento mejor, con la cabeza despejada. No hay rival es que se qu e. . . -¿Qué es ese ruido' ¿Alguien más, acercándose? No puedo
retuercen mientras anidan entre las capas de mi piel. Solo el fuego decirlo--. Estoy cansada de ser una fugitiva , u n monstruo. -EMoy
pa rloteando-. :\o puedo sino hacer lo que ninglin bando quiere. -
L ¿Debería intentar arrastrarla fuera del túnel? :'\o parece tan grande
como pensaba. ¿Cuánto pesa'
®Iteridtr o�Crrp @:)!en En tonces sé qu e algo ha llegado. Una gran pesadilla con cabeza
O(.(c S/Cllk1 rtmr acribimdd ato, St:rbicndt1 'fl'C lfmtc.r Id w­ de hiena. Colmillos y garras. Una ilustración de ;\laurice Sendak harto
rds. fC'd el tcrtrpcll!tr era: que me ap11dtmf. de ácido. Una bestia asesina con ojos a rdientes y un enorme cuchi l lo
U11cr tl @/¡,.m Cdll 11t1Sdlrds &J un miltrgm C:iJiempre le goteante en la mano. Sus fauces se abren como si fueran a encontrar­
se con su nuca, y respira el aire cerrado de la cámara.
..6 pesar de w djlculttTd&J P"' ltr!· tf!te hrrptu,rdo, a!d
-Ah -dice con una voz como la de un bosque lleno de abe­
tf'ICtrcmds.
l!md de tid,r ..6. t-a&J CdlreP"' Id CáStT Cdllld tlll llldJzslmd. 'Cra-c
jas-, te encontré.
Mllltl diTJcr.,1tf11 p mcrgítr tr llli&Jirtr CdJtf...
:'\o hay tiem po para pensar. \'i para súplicas ni engaños. Le,·anto
CJ{itllCd podré d!ndtrr Id lltXIlc tf''e me Id lrtf!t7dn. tKds el brazo. El gesto es el moYimiento más certero que he realizado en
j¡tJrdll iMd h tf''Cf!d<litm 'l.J!n,, de clhJ:
tl:Jmle.··dd:Jdblcnld lldS d toda mi ,·ida. Lo que sale de mí no es la luz pura y fría que experi­
untT lll!IJCI' ,r/t,r, lenÍtr tllláplilltl eztrtnitf. �liS !!Jt1S mm lrisl&J¿; menté cuando me enfrentaba a la pbtola de F, ni la � retorcidas ser­
tlllltrblc..• 6>o11 ltlll Sdlt1 minrrlds me CtTimé. cYep mucl!m CdStiS pientes de llamas que el hombre de las sombras me dio. Alguna parte
de mí se rasga. Una llamarada de energía salta como un rayo
tfliC ltd tJIIItmdt1 p '[Zieprdbdblcmm!c ltd Clltcllderé. -.::iltlbtl micdd
ahorquillado. Quema el aire como un soldador, y alcanza al mons­
r9omo lt1 de '[Zie efllrmteis en elprogrtlln
tr deprdlt:ecidtl
truo. La criarura aú lla como el metal que se dobla. Un humo aceitoso
cscucltáT/a:.(
de lt:Jtl:fdS tR.,r.r lw
1 ontrJ de ta¡xrdcrd tlccretr dddi�JcJrclo¿; elincm· se elel·a desde su pelambre chamuscada \' retrocede, gimiendo.
i �crd Sl'f<Jll:fd tf'lt' los detailcs lid tilffJOrltfll.
dd. ··Ami ll'hen they split tbose atoms lt s hotter tban tbe S/111 .. :·. Pare­
CI.s /dJJ ti}JIIS/d. cS;(Jlcs¡wéf de lddd Id t¡ue ku1-,.rsádd. dt· tdtid ce que el suelo tiembla . .\le ,·eo empujada por el retroceso, me quedo
ar· liClltp.J =ndténdMs. !tí, O(.Ocltcrcl¿; !tu mlt
i CJ mreb,tlcrdos de �in aliento, me duelen los diemes, mis manos y pies se entumecen. La
d OCddd m dmommtt1 mddc­
mtrc nt1sdlrospor I.IS!trr en dl":farCt[lr cosa-bestia se tambalea hacia delante y gruñe. Lo nrelvo a hacer. Esta
vez, la fuerza me hace perd er pie. Me levanto indecisa. El monstruo
�or rcr d/gd tf!'e tmos cnillliltrlcs 110 tflierltl!T tf!tC 1icrais.
está tendid o de espaldas, inmóvil. El aire está pesado por el pelo y la
cutrdl'J.
Cff:¡¡ C!i..thm1 tmnbié11 llllbicrtr J7do tiSI.ISintrdo, ¿l�trblidlltoJ dcscu·
carne ardientes. Me duele el cuello. Me laten los tímpa nos. La luz )' las
btcrto Ü rcn:úd? CJ<d me!f11Sidpensar e11 dld. sombras danzan a mi alrededor. Algun o' charcos de queroseno se
'l?ielb;' c11 11 Cd.ftr dítr @htlll J<' alti Cdllrirticll.lo en 1111 han prendido. El humo me abrasa los ojos, y se me mete en la nariz .
clCd
u .fom ep 'Tf"M'' u cd1d de mmt7s t-larcella se ha ido. Donde eMaba �u cuerpo hay ahora tierra seca
6'dll tll/10(, y sangre coagulada.

�mm Corro. .\li linterna se ha perdido . ;'llo recuerdo qué le pasó. ¿He
dado b vuelta' ¿Acabaré de nuevo en la cámara? No, sigo cuesta ascen­
r dente. Y cuando el túnel acaba, una pared de rierra bloque:1 mi camino.
Pánico. Tengo que salir. Clavo los dedos en la tierra. O�curidad. ciente, se darán cuenta de quiénes son sus verdaderos enemigos. Se lo
Mi mente se desquicia. Me convierto en un animal. Gnu'lo las palabras dirán a los demás. /'l'o confiéis en los Mensajeros. No luchéis en sus
que puedo mientras escarbo en la tierra, intentando aferrarme a mi batallas. No seáis peones. l:"ncontrad la forma de luchar COilfra ellos.
sentido ele mí misma. Ese es mi mensaje. Esa es mi venganza.
-!\li nombre es Maty Ellen Kramer. Nací el diecisiete ele sep­ Cada vez que desato el rayo, se hace más difícil de controlar. La
tiembre de mil novecientos sesenta y tres, en Youngstown, Ohio. -La última vez, no dejará mi cuerpo. Surgirá de mi interior. La� llama' me
suciedad parece calar mi vo7. como el agua-. El nombre de mi madre atravesarán como garras.
era Anne. -Ahora es difícil respirar-. Yo ... estudiaba ... historia del Todo lo que solía ser se ha ido. ;\le doy cuenta de que d fue.:o
arte en . . . la universidad... Solía ... ir... a nadar. .. los juc,·es . . y . . . los
. que he estado llel·ando dentro de mí proviene del futuro. \"eo J 1:1
domingos ... -!\·lis dedos están sangrando-. Conocí. . . a 1\lichael... en gente y a los monstruos arrapados en un conflicto sin fin. ign• rJnte'
un . . . concierto... ele los Talking Heacls . . . Mi hcrm;ma . . . vive en ... Fran- de las llamas invasoras que les pisan los talones. Si tan solo il:1 .murJ:1
cia . . . Mis hijos . . . se han . . . ido. . . la cabeza, 1·erían que el mundo es un tablero de juego para lo' u:Jne'
N o es más que u n a capa ele basur:.t compacta, suciedad y peque­ Los Mensajeros y sus oscuros oponentes nos miran desde altur:t' un­
ñas piedras que se han derrumbado en la boca del túnel. Me abro posibles. enfrentándose con cautela en círculos, poniendo pJ!JbrJ.•
paso, hacia el frío aire libre. Caigo sobre el barro y lloro como una en las bocas de los hombres moribundos. :'l-lueven sus peontc• Jde !l­
recién nacida. te y atrás con fría indiferencia.
El tiempo se extiende a mi derecha. el espacio a mi iz•ou.cr

AHORA donde se cruzan reposa el mundo. Los poderes de la oscu•Ja


luz colerean como serpientes. ignorantes de una tercera dír<:C 1
Ile utilizado el relámpago blanco quizá una docena de ,·eces. sale justo de entre ellos. Lo último de mí se apaga y me e'iuerz
buscando grupos de cazadores, escuchando sus tediosas historias. Me seguir ese camino de en medio. :\"o ,·co nadie que se gire plrJ rr:

ofrezco como solución a sus problemas. Ellos deciden dónde y cuán­ me. Es el ojo sin párpado de la soledad. Una marat'la infinn.� de ,
do. Me emplean como su arma secreta. :\"o me importa. En cada gru­ cio. Algo utópico. Obsen·a los ejércitos en lid, paciente. e'¡x-n
po, elijo uno o dos. Les hago una pequeña ,·isira. Les indico lo que que el estúpido juegueciro termine de una vez.
está pasando en realidad. Planto unas pocas semillas. Si ,·il·en lo sufi- En mis últimos momentos. trato de cogerlo.
e
AIITADD

Ellos vacilarán. caerá11. y nosotros en pie 1ws mal/lendremos.


-Salmos. 20:9

Mi piel está reseca. Como el interior de mi nariz. Ya he tenido alrededor del sol, y me lo quedo mirando uno minutos para 1·er si
hemorragias nasales por el aire enrarecido de este lugar. No recuerdo rengo alguna visión. Fueron las visiones las que me atrajeron a casa,
que fuera así cuando er& joven. Desde luego, hay un montón de cosas paso a paso. hasta este lugar. esta roca. Tengo una tarea. Sé que e::.
que no recuerdo de entonces. Quizá siempre fuera así. Quizá el dia­ una labor de amor. pero aün no he descubierto cuáles son las cualida­
blo a mi espalda ha hecho que así fuese. des específicas. Vendrá a mí. Hasta entonces, aquí estoy.
¿Cuámo tiempo hace que el diablo está aquí. en Collbran7 ¿De­ �liraré el sol hasa
t que una l'isión me diga lo que he de hacer. Así
bería ir "Diablo" con "D" mayl!scula1 ¿Es el Diablo' ¿El del Á rbol del obtengo muchas ele mis ideas. Veré algo en una bombilla, en un semá­
Conocimiento' ¿El ángel expulsado del Cielo' Dios, no lo sé. :\o foro, algo en el sol o en la luna . .\le taladra el lóbulo frontal. ¿Esa es la
conozco la diferencia entre diablos, o entre tipos de diablos, supon­ parte correcta7 ¿El lóbulo frontaP Quizá quiera decir el córtex cerebral.
go. Solo sé que hay uno y está en esta roca. Escondido. Durmiendo, O esa pequeña zona con forma de caballito de mar, el hipocampo. i\o
incluso. �o sé si está atrapado aquí, o prisionero, o si solo . . . ¿qué? soy una cirujana del cerebro. Solo una chica vulgar de ,·einte años. Tan
¿Aguardando, quizá' Creo que está con un pie en este mundo y el solo umt estúpida chica, llamada Loma. que quiere ayudar a t<xlas las
otro pie en orro, dondequiera que sea eso. Tengo miedo ele descu­ pesadillas del mundo. Recibí unas cuantas clases de anatomía en la
brir lo que ocurre cuando por fin se re1·ele. Ahora mismo, es en esta facultad de la comunidad, pero las dejé muy rápido.
extraña zona donde tus ojos pueden no estar abiertos y aun así De modo que, sí, veo la 1·erdad en la luz. Como Pablo o Saúl
seguirías t•iendo cosas, cosas que podrían ser reales o cosas que o quien fuese, en el camino haci:t Damasco. Ren�lación instantá­
nunca deberían ser reales. nea. Añádase un resplandor de luz. Algunas 1·ícrimas de secuestro
Yo veo muchas de esas cosas. por parte de alienígenas dicen que esto� tienen l:t misma cosa. l'n
Esas cosas son las que me han traído aquí, de vuelta a casa. láser rojo apuntado a sus ojos, y de repente tienen los planos ele la
Puedo ver la ciudad desde aquí, con la espalda aporada contra la máquina anrigra,·edad en sus cabezas. sin saber de dónde l'inie­
roca, mientras el sol se ele1·a sobre la nwseta. Puedo imaginar el halo ron. ¿;\o es extraño?
Supongo que son mensajes de los Buenos Doctores. Algunas estaba predestinada a ser. A algunos de ellos no les gustaba, y decían
personas que he conocido (y he conocido a muchas) les llaman que iba a fallar. Otros decían que me trasformaría en luz blanca, y que
los .\1inistros. o los l leraldos, o solo "Las Voces··, pero yo recibo un me seguirían si yo se lo pedía. Incluso ahora, si escucho el aire, pue­
infierno de cosas más, aparte de ,·oces. Y no son mensajes. ··�ten­ do oírles hablar de ello. Es un sonido parecido al de los grillos. A
..
sajes suena a algo que te toca en una galleta de la fortuna. Yo veces suenan como palabras.
recibo auténticas películas. La moralidad cincelando mi mente. Re­
velaciones a todo color.
Estoy divagando. \'ayamos al asunto. He venido a esta roca, al
LA PRIMERA VISIIíN
diablo que bay en es/a roca. Y lo que es más importante. creo, a la Vino y se fue como un ladrón en la noche. Era mi hijo. No
ciudad donde crecí hasta cumplir los trece. He ,·enido aquí para curar digo que nunca tm·iera un hijo. Estu\·e embarazada una ,·ez, por l a
todo el lugar. Tengo muy poca comida. Un par de libros, mi \Valkman, violación. U n a chica estúpida, d e trece años, con un bollo e n e l
pilas de repuesto y un par de auriculares estropeados. Estoy lista para horno. Nacido d e u n a violación, erigido a partir d e sangre de vio­
entregarme. Solo que no sé cuál es mi destino. ¿sabes1 Lo que el ladores. Mis padres me consiguieron un aborto. Si hubiese tenido
destino me tiene resen·ado. Destino. Sino. Me gusta eso. Esas dos el bebé. habría sido un niño, y lo habría llamado t.lickey. 1\o por
palabras adquieren sentido al juntarlas. el ratón. Por mi abuelo, que fue médico y un buen hombre que
Así pues, considerad esto mi Última Voluntad y Testamento. Loma curaba enfermedades. Así que Mickey (el hijo, no el abuelo ni el
\XIillbom está en casa y durmiendo con el Diablo, y es probable que ratón) \'ino a mí hace cinco minutos, cerca de la medianoche, y
aquí mismo ,·aya a morir. me explicó algunas reglas del juego.
Sonrió y me dijo:

REGRESO AL HOGAR -Esto es lo que hay. Tenemos una ciudad llena de personas,
muchas de las cuales son malas. t. luchas ele ellas piensan cosas malas
La población se llama Collbran. Puede que ya lo haya dicho. Está de ti, del mundo, de todo. 'o es culpa suya. Repite esto: No es wlpa
alojada en el oeste de Colorado, junto al Gran Cañón, cerca de la suya. Hay un diablo en la roca. Tampoco es culpa del diablo. El
fronterJ con Utah. En la distancia, puedes ver todas las mesetas cu­ diablo es un sueño. l!na pesadilla viviente atrapada entre dos mun­
biertas de árboles, pero aquí no es así. Calibran es un pueblo areno­ dos. La pesadilla de un gigante durmiente con un gran ojo rojo arriba
so, poh·oriento, casi rojo, corno si estuviéramos en el desierto. Jesús en el cielo oscuro . .Juntos, vamos a perdonarlos a todos y a despertar­
estuvo en el desierto. jesús fue tentado en el desierto por el Diablo. los del mal sueño. Prepárate, Loma . Esto va a ser duro.
Yo no estoy siendo remada. Yo soy la que tienta. Sonreí y le dije que de acuerdo. r.Ie dijo que si perdonaba a la
Crecí aquí, en la otra parte de la ciudad, en un vecindario ciudad y ayudaba al diablo, podría curar el mundo. Espero que
llamado Red Rock North. Mi padre y mi madre bebían un tanto, tu\'iera razón.
pero eran majos y me querían. N'o soy una de esas chicas cuyos Después me enseñó un párrafo de El Profela, de Kahlil Gibran.
padres les pegan o no atienden sus necesidades básicas y tal. Eso Es uno de los libros que traje conmigo. Quería que leyera sobre el
es para las demás. Mi cruz, la carga en mis hombros, fue la viola­ bien y el mal. '·¿Qué es el mal, sino el bien torturado por sus
ción. Lo recuerdo como si fuera algo que le ocurrió a otra persona. propios hambre y sedl", decía el libro. Estuve de acuerdo con mi
Ahora no me moleMa, en realidad. Cuatro adolescentes. Yo tenía hijo. Entonces se marchó así, como el vapor que sale de algo ca­
trece. Ellos tenían . . . ¿cuántos, dieciséis, dieciocho1 Aún iban al liente. Le llamé, pero ya era tarde. De nuevo, él ya no existía. 1o
instiwto. Erad, Hicks, Scorry y Shaun. No recuerdo sus apellidos. es la primera vez que le veo.
�lis padres estaban fuera, en alguna convención de negocios en
Century, cerca de Boulder, donde mi papá ,·endía hardware de
puerta en puerta. Yo estaba en el patio, escribiendo poesía mala, y
ENTRAS EN MI MENTE CON SUTILEZA
ahí fue donde me encontraron. Rompieron mis poesías y me ''iola­ Mickey fue mi primera visión real. Las demás veces solo fue una
ron hasta la salida del sol. ,·oz en mi cabeza. un sonido tronanre, de muerte, que no hablaba
Pensaréis que les odio, pero la cosa no funciona así. Quizá fuera tamo para mí como hacia mí. "LA MUERTE NECESITA AMOR". '·LA
así, pero una vez que decidí perdonarles, las cosas fueron más fáciles. SANGRE CONLLEVA SUFRJMIENTO". "ELLOS SIGUEN ADELANTE" .
El perdón, esa es la lla,·e de todas las puertas de la ,·ida. Atraviésalas, Cosas por e l estilo. l'nas las recuerdo, otras no. Pero solo eran reta­
me digo. Ciérralas. Abre cada puerta diciéndote a ti misma y a los zos, en plan y-tal-y-tal, que no valían para mucho más que para acer­
demás: Lo siento. ¡Y entonces, hermana, estás curada' Todo se cura tijos y jeroglíficos. Y emonces encontré a la hechicera .
así. ¿Sabes lo que significa "Amén"? Significa sea. O deja que así sea. Odio esa palabra, "hechicera". Rima con ·'ramera". Totalmente
Algo por el estilo. 1\le lo dijo un ángel. :\le lo susurró al oído cuando negati,·a hacia las mujeres. ¿Por qué la empleé? Xi siquiera era una
dormía una noche. Y ahí lo tienes. Ese es el secreto. mujer. Era un hombre. Diría "brujo'', pero eso suena ridículo, como si
Tras la violación, estuve un tiempo en el hospital . Después nos fuera algún personaje estrafalario de Oz con una túnica morada y un
mudamos a Century, una especie de copia de Colorado Springs. Los mostacho a lo Snidley Whiplash. Digamos que lo encontré en una
arquitectos de la ciudad utilizaron el mismo diseño de las calles (todo escalerJ de incendios en Century, y no había ninguna túnica morada.
se reciclaba en aquellos días). Así que allí estaba yo, una chica ca­ Solo una sudadera de franela, un par de pantalones con agujeros en
breada hasta que fui bendecida por el entendimiento. Vino rápido. las rodillas y sin cordones. Los 13uenos Doctores me habían conduci­
llabía estado enferma todo el día. :'>le ocurría a veces, desde la ,·iola­ do hasta él, dejándome mensajes por toda la ciudad para guiarme
ción. :'llareos, como si ruvierJ n(luseas matminas. Pesadillas, también. hasta allí. Cuando di con él mi ,·isión se acti,·ó, y pude ver lo raro que
Nada que pudiera recordar. Solo sueños que me dejaban vacía para el parecía, como la enfermedad del SIDA o una herida fea ele verdad.
resto del día, tambaleante y sin sentirme demasiado bien. Estaba abrazándose y temblaba (a pesar de ser una tarde llu,·iosa
Y entonces. después, me concertí. Fui elegida. l'\o lo vi así, al y cálida de mayo). Se \'oh·ió hacia mi con esos grandes y hermosos
menos al principio, pero con el tiempo supe que fui bendecida. Parte ojos y me dijo:
de ello fueron las visiones. No tardaron en indicarme en qué me -Creo que los he matado a todos.
había convertido. Podía incluso oír a la gente que pasaba por la acera Entonces algo se deslizó de su mano (un bote de pastillas, des­
o en el banco murmurar sobre mí, todos juntos, hablando de lo que cubrí más tarde), y se cayó de la escalera. Su cabeza se quebró contra
el paYimento y se rompió el cuello. El ángulo de su cabeza era extra­ hice con el brujo. A Yeces el cuerpo no hace lo que quiere la mente.
ño, y su cuerpo se sacudía. ¿1·erdad? Sé que mi cuerpo me traicionará y que en algún lugar de la
De todos modos, acabó por pararse, o ralentizarse. Incluso las línea querré huir y conseguir agua y comida y lo que sea, pero esa no
gotas de llu1·ia se retardaron. Y después. '.Iickey se mostró. Saltó de�­ es la mzón de que esté aquí. Tengo que ser firme. Así que me esposo
de la escalera de incendios y cayó en cuclillas en total silencio. Se las piernas por los tobillos. Cojo la llm·e y la lanzo lejos. Rebota en
incorporó cerca de mí y me cogió del brazo como si me estu1·iera unas cuamas piedras rojas y se 1•a. Por un segundo, me pregunto para
lle1·ando al altar. Expelió un suspiro triste y me dijo: empezar por qué traje unas esposas. ¿Dónde las he conseguiclo1 ¿A
-Oye. Mamá. quién le importa? Están aquí y las necesito.
Casi me muero. Aqu í estaba mi hijo. Y yo sabía que era mi hijo. Voy a hacer esto. Soy algo especial. Algo que no se ha 1·isto en
No hubo ni confusión ni preguntas. ¡Era Mickey' Parecía tener trece mucho tiempo. Jesús podría haber sido lo que yo soy. Mahoma tam­
años, más o menos la edad que yo tenía cuando fue concebido, aun­ bién. Y ese Profeta. Buda. Zaratustra. Toda la gente buena. Buenas
que aquello no tenía sentido (veinte menos trece son siete, así que personas que sabían que curar era ser curado. Que sabía que para
¿por qué no tenía siete a'li os? Después, en otras visiones, así sería ). No entrar en el Reino ele Todas las Cosas Buenas, nosotros mismos tene­
obstante, me importa un comino. Le quería a él y a la forma en que se mos que ser buenos.
pegaba a mí (cálido, sólido y definitivamente rea{). Pod ría decir que En el desierto, apuntando a la roca a mi espalda, hay dos
él también me quería. Como si me leyera la menre, me dijo: ángeles . Querubi nes , cada uno de ellos como una vieja mu1'ieca ele
-Solo el amor podría dejar que atra1·esara el tiempo, el espa­ porcelana desportillada, con las barbillas descansando sobre man­
cio, la muerte r la \'ida para l erte, ¿l·erdacl? -Sonrió-. Últimamen­
' gos de espadas. Estas están en llamas. Los ángeles se están susu­
te, has estado tras la pista correcta. Hay gente ahí arriba obserYán­ rrando el uno al otro cosas sobre las puertas del Jardín del Edén.
dote, y estás sacando un sobresaliente en Esfuerzo ... hasta ahora. Se están diciendo secretos, pero yo sé que no estoy preparada
-i\Ie palmeó el hombro. para escucharles. Cuando los días pasen, estaré lista. Seré introdu­
-Te quiero -le dije. cida en sus secretos.
-Tienes que querer a todo el mundo, ahí está la cosa. o me
ames solo a mí. Ámalo todo. ¿Y qué es el amor' El amor es la capaci­
dad de perdonar, no de ol1·idar. :--lunca de oh·iclar. El perdón es la
SIMPATIA PDR EL DIABLO
puerta hacia tu poder. r tú tienes mucho poder en ti, i\lamá. La noche era fría y cruel, como todo lo demás aquí fuera. Recuer­
Encontré aquello maravilloso. El perdón es poder. l_;na idea do eso ele cuando era joven. Quiero hablar un poco del diablo y la
por completo abstracta. pero me identifiqué con ella como la abeja roca. Esta es muy grande, diez veces más que yo, quizá. Una cosa
con la miel. Antes, me sentía mal por todo. Por todo el mundo, por enorme, roja y peñascosa que parece un dedo que apunta a Dios. El
mí mis ma, por quien fuese . Me sentía mal y quería que todos se color herrumbroso me recuerda al ele la sangre seca. Lo he visto de­
sintieran mejor, así que intenté ayudar. Pero el perdón y el pode r. . . masiadas veces. Pero el perdón está en la sangre (no hay más que leer
Asentí, con las lágrim as cayé ndoseme ele los ojos, y le pregunté a la Biblia), así que me parece bien. Sin embargo, ha habido mucha
\1ickey por dónde empezar. sangre en mi vida. Empezó cuando tenía trece años. Después ele lo
1 lizo un gesto con el pulgar hacia el cuerpo. del palio, hubo mucha sangre seca en mis muslos. También en mis
-Podrías empezar con él. En tu interior hay un corazón dis­ labios y mi vestido. Espera, iba a hablar de la roca y el diablo, y ya
puesto a perdonar. Tan solo 1·e ahí y dale un gran beso, y lo sen­ estoy divagando otra ,·ez.
tirás salir de ti hacia él. \'oy a dejarte por un momento, pero I'Oive­ El diablo está en la roca, como he dicho. :\o sé cómo se metió
ré. Traeré amigos. Te dirán orras cosas. Si todo 1·a ele acuerdo con ahí. :\o es un diablo físico, creo, es más uno ... ¿espiritual? ¿Es esa la
el plan, bueno ... digamos que nos 1·eremos. Los ojos están obser­ palabra correcta' ¿Quién sabe? La cosa es que, si pudiera romper la
vando. Te quiero, Mamá. Te 1·eré algún día en el Reino de Todas roca en dos con algún tipo de poder sagrado (un poder que no tengo,
la� Cosas Buenas. o al menos no aún), no ,·erías ningún diablo. Estaría ahí, contenido en
.. cada pequeña esquirla ele piedra, pero sin estar ahí realmente. No
i\-Iusité la palabra ,·ale", pero ya se había ido, y el mundo recu­
peró su l'elocidad. \'islumbré una imagen rá pida del rostro de mi hijo como la gente normal lo entendería.
nonato en un lóbrego charco de aceite, y me dediqué por completo al Aún no he recibido ninguna imagen completa del diablo. En
brujo. Seguí las instrucciones ele Mickey sin dudar. ¿Cómo podría verdad, ninguna en absoluto, a parte d e l a que mi mente s e imagina.
equivocarse mi hijo? No podía. El don que me dio era poderoso. .Junté Tan solo oigo que está dormida. ¿He dicho dormida' Es extraño, has­
mis labios con los del hombre, y la cosa fluyó de mí hacia él. Era ta ahora no tenía idea ele que el diablo fuese mujer, pero tiene mucho
amor. Era perdón. De oro puro. El hombre se sacudió y despertó. sentido. La mayor parte del tiempo, p uedo tratar mejor con una mujer
Estaba vivo, sano. Preparado para seguir con el que fuera el gran que con un hombre. Por eso era consejera ele mujeres \'iolaclas en
destino que tenía en la vida. Su cabeza estaba en su sitio. El cuello no Century. Ayudaba a las mujeres a perdonar a sus monstruos, a veces,
estaba roto, ni nada. Parecía confuso y no podía hablar bien. cara a cara. Encontrarse con sus monstruos permitía que liberaran su
Parecía una estupidez, pero estaba tan abrumada que le desabro­ dolor. Incluso les instaba a no presentar cargos. Castigar a sus atacantes
ché los pantalones y le hice el amor allí mismo. lile senté a horcajadas no era más que otra forma ele seguir con el dolor. Excusaclme por
sobre él y dejé que nuestro amor se mezclara. Parecía asombrado. decirlo, pero pasar la bola de esa forma es una mierda. Una mala
pero yo tenía un montón de amor que dar. ¿Qué puedo decir' De�­ idea, si es que alguna 1·ez hubo alguna.
pués le besé en la frente y le dije que, fuese lo que fuese, no era culpa Lo que estoy intentando decir es que, si este diablo es en reali­
suya. Quienes fuerJn los que hubiesen muerto le perdonarían, y le dad una mujer, nos lle1·aremos bien. Le ayudaré a dejar este lugar.
aguardarían en el Reino de Todas las Cosas Buenas, si era un hombre Ayudaré a la pesadilla a acabar con el gigante durmiente.
bueno y esperaba con paciencia . Y me marché .

LA SEGUNDA VISIIíN
DETERMINACIIíN Estaba hamb rienta y sedienta, por lo que devoré la bolsa de
Esposas. Son la clave, lo he decidido. He estado aquí sentada, pistachos que había traído. El suelo rojo debajo ele mí estaba cu­
preguntándome acerca de mi propósito, y pensando en cuando lo bierto ele cáscaras rojas que recordaban a la sangre. Sangre del
cordero. Sangre del perdón. Sangre de los condenados. De repen­
te. se formó un charco de auténtica sangre. y me habló. Suena
extraño, pero no tanto como podríais pensar. :--lo es peor que u n
arbusto e n llama� que habla.
:-Jo había ninguna boca, pero me imaginé una de todo� modos,
porque tenía más sentido.
-Dios le concedió un don a la Iglesia -dijo la sangre-. El don
del exorci5mo. Pero ellos ya no lo utilizan. No como deberían. Por
eso estás aquí. Hay un montón de diablos en el mundo, y para cada
diablo hay un exorcismo. T:ste diablo es muy grande y muy Fuerte,
pero si eres digna y conoces tu pmpia sangre. perse\·erar{ts. Ttí eres la
exorcista. Ahora, por favor, abre tu Biblia por ;'vlareo, 10:1.
file apresuré a sacar la Biblia que había traído conmigo. lile
!b·ó un minuto, pero encontré el pasaje. "llabienclo reunido a sus
doce discípulos, les dio el poder de arrojar a los espíritus inmundos
y de curar todas las enfermedades \' dolencias". Xo comenté otra
cosa que lo perfecto que sonaba. ¿"Espíritus inmundos"? Incluso
pensar en las palabras me hizo representar una imagen automática
de la ciudad, y ele todos sus habitantes tambaleándose por ahí con
tubos de \·eneno cla\·aclos en sus corazones. Le agradecí a la sangre
parlante el haberme sermoneado sobre mi importancia. Es maravi­
lloso que le necesiten a una.

FUEGO Y PERDUN
A Yeces les enseño a los monstruos a perdonarse a sí mismos. La
llla\·oría del tiempo enseño a los demás a perdonar a los monstruos, a
mostrarles que esas criaturas no siempre saben lo que esrán haciendo.
¿Crees que a los monstruos se les pregunta de qué manera quieren
ser7 Fueron \'iolados. La oportunidad de ser lo que son no fue en
absoluto una elección. Convertirse en monstruo es un acro ele pene­
u·ación. La \'iolación ele ru propia naturaleza humana. A \·eces he
tenido que mostdrselo incluso a los monstruos.
llna vez hubo uno, un pobre bebedor de sangre, llamado Stewart.
Era un chico encantador. Qué divertido, era mayor que yo tanto en
edad humana como en edad \·ampírica. y le llamo ·chico". Me elijo
que su madre Annalise se fue a Río de Janeiro a morir. En realidad,
mencionó, un gran monstruo se despertó en la jungla y com·ocó a
muchos de sus hijos para que voh·ieran a su hogar, v Annalise era una
ele ellos. O quizá una de sus nietos. Mucha gente fue y nunca volvió.
Dijo que su madre hacía pactos con demonios. Él lo \·io todo, pero
nunca dijo nada. Le creí. ¿Por qué iba a mentim1e? Su madre era de
verdad un monstruo. he oído. Supongo que era odiada por algunos,
pero creo que estaba controlada por el gran monstruo. El hambre de
Annalise no era W\'a. :\i de Stewart. En apariencia. era pasada de
monstruo a hijo. de hijo a hija, como un cruel favor.
Le enseñé a Stewart a rechazar el favor. Le dijo que fue violado
por un Yiolaclor, y que su propio \·iolador (su madre) era ella misma
\'Íctima de \·iolación. Así es como funciona. Tú me violas a mí, des­
pués yo \·iolo a alguien. Por \'enganza. Pero esa es una mala idea, y
me di cuenw de ello. Tm·e que ser la portai'OZ de este concepto que
la gente tiene tantos problemas para entender. Si se le hubiera deja­
do a su aire, es probable que Stewart hubieran molestado a alguien
dc:l mismo modo que él lo había sido, y así se lo dije. Llevó u n
tiempo. Semanas d e charla, echando raíces e n l a idea. taladránclole
nm las mismas preguntas. una y otra l'ez. Le pedí que buscara su
propia humanidad. Sabía que estaba allí, durmiendo como el diablo
en la roca. ¡Ya era hora de despertarla! Sacudirla de su sopor y
mostrarla al mundo.
Funcionó. Se sentía mejor. :-io., sentamos y ohsen·amos el am<t­
nccer. Estaba exhausto. l'acío, cansado. Lloró sangre que cayó por
�u mejilla. �le recordó al agua mohosa que oxida las viejas tube­
rías. Sonrió. y ardió en mis brazos con la primera luz del sol. Yo
también me quemé, por su carne. Aún tengo cicatrices en la parte
interior de los brazos. Las quemaduras son recordatorios de lo pensé, un fantasma del pasado repiqueteando sus sangrientas cade­
bien que funcionan mis enseñanzas. Vi el sol, el sol que le dio el nas contra el suelo del desierto.
verdadero perdón, y se me permitió tener mi segunda visión real. Le dije que había acertado, que era yo, Lorna. Que él y otros tres
Ahora no la recuerdo, todo está u n poco borroso, pero vi como un chicos me violaron en el patio. Que me tuvieron en el tobogán, en los
parpadeo del Día Final. Figuras oscuras alzándose de la tierra y los columpios, en el cajón de la arena. Le conté que los médicos tuYieron
océanos. Cuerdas ele marioneta. Dientes y garras. Un león negro. que sacarme arena de las rozaduras ele mi espalda. Retrocedió tamba­
Ojos que se abren en el Cinturón de Orión. Pirámides estallando leándose e hizo un ruido como ele animal herido. Me sentí muy mal.
en granos ele arena que aguijonean mis ojos. Un ojo rojo que par­ No quería hacerle daño. Solo que recordara. Así que le dije (y esa fue
padea. Un mundo de sangre. la bomba que cayó sobre Hiroshima) que le perdonaba.
-No sé qué es lo que te obligó a hacerlo -le dije-. Quizá los

EL VIDLADDR otros tres te obligaron. Quizá aquel día jugasteis entre vosotros en el
vestuario, y me hicisteis lo que me hicisteis para no sentiros homo­
Era casi de noche y mis ojos estaban cerrados, pero a través de sexuales. O a lo mejor tu padre te vestía como a una hija dentro del
mis pestañas vi rojo, luego azul, después rojo, y otra vez azul. Los john Deere y te hacía cosas que ni siquiera deseas recordar. Está bien.
abrí para ver un coche de policía a unos treinta metros. Lin agente Todos nosotros somos parte ele una gran cadena de violaciones. Pero
salió y se acercó a mí con una mirada de confusión en el rostro. Me ahora soy libre, así que está bien. Perdónate a ti mismo, y después ...
llevó un solo segundo reconocerlo: uno de mis cuatro violadores. deja que salga el dolor. -Como una corriente eléctrica, pensé.
Scotry Kessler. El bromista. El running back. El joven adolescente No se lo tomó bien, pero supongo que era de esperar. Es decir,
que trabajaba en el negocio de .fohn Deere de papá. El tío de dieci­ esta idea ele perdón no es como controlar el tráfico en hora punta.
séis años que apretaba su flaco cuerpo contra el mío mientras los Es un asunto serio. Cosa de ángeles y profetas. Es la luz que nos
calcetines del gimnasio de alguien eran empujados más allá de mi dejará ciegos. Comenzó a recular y dejó caer la linterna. Antes de
lengua. i\o me reconoció. correr de vuelta al coche, le dije que tenía que dejarme aquí para
Aún no estaba oscuro de verdad, pero encendió su lámpara terminar mi trabajo. Que le agradecería de verdad que me dejara
hacia mí. Casi esperé tener una visión en ella, pero no fue así. En­ sola, para que todo saliera mejor. Dio un portazo, las luces rojas y
tonces la enfocó hacia las esposas alrededor de mis tobillos. La ex­ azules se apagaron, y los neumáticos escupieron polvo y gravilla
presión de su cara no tuvo precio, como dicen en esos anuncios de mientras enfilaba ele vuelta a la ciudad.
tarjetas ele crédito.
-¿Qué estás haciendo' -preguntó.
-No lo sé. Espemr. -Me miró como si fuese alguna tía loca.
ESPIRITUS INMUNDOS
Seguía sin reconocerme. Bueno, he engordado algunos kilos desde Esta ciudad siempre ha estado llena ele gente extraña. Lo esta­
entonces. Ahora tengo tetas de verdad. Pero su cara estaba tan cerca de ba cuando yo era joven, y puedo oler en el aire que ahora es lo
la mía aquella noche, que supuse que me reconocería de inmediato. mismo. La gente era mala. No querían serlo, pero lo eran. Como
-Me temo que voy a tener que pedirte que re marches -me mis violadores. Cuatro chicos que no sabían lo que estaban ha­
elijo. Le pregunté el porqué-. Esto es terreno ele la OGT. ciendo. Las consecuencias no se aplican. Son ignorantes y estúpi­
-No sé lo que es eso -le dije. Él suspiró. dos, y no hacían más que pasar la coronas de espinas que algún
-Oficina de Gestión Territorial. Es de su propiedad. Es pro- otro les puso en las cabezas.
piedad del gobierno. 1\o puedes . . . -Pero no acabó su frase, y por Los violadores no fueron los únicos metepatas. También hubo
un minuto, pensé que iba a descubrir quién era yo en realidad. No otras personas. Gente con problemas. Tenía una tía en la ciudad.
hubo su erte. Dabney. Vaya nombre, Dabney. Ella tenía un marido que no era mi
Así que le pregumé: tío natural (nunca le conocí). Era alguien con quien se casó cuando
-¿i\o puedo, qué? yo tenía unos nueve o diez años. Fue Boina Verde o algo así en
-No sé -dijo. Parecía confuso-. ¿Q ué estás haciendo aqu í? Vietnam. Un tipo de ojos furiosos, como obsesionados. Contaba his­
Pensé en mentir, pero supuse que me quedaba poco tiempo torias ele la guerra, no como si fuera La Chaqueta Metálica, sino como
aquí. Las mentiras no sientan bien en el Reino ele Todas las Cosas algo sacado ele una película ele Schwarzenegger. Sus historias eran
Buenas. me imagino. ¿r o dicen que la verdad nos hará libres? Soy recuerdos excitantes, no pesadillas mata-niños. Mi tía lo amaba, pen­
toda libertad. La libertad es lo que hay al otro lacio ele la puerta cuan­ sé. pero un día decidió atacarle con una lámpara mientras dormía.
do comprendes el perdón. Así que se lo dije. Le expliqué que estaba Después se divorció de él e intentó que le expulsaran del ejército
esperando hasta ser potenciada, hasta tener el poder ele Greyskull o diciéndoles que era homosexual. ¿Qué hace que una persona haga
lo que sea, hasta poder salvarles, liberándoles. Se aflojó como un esa clase de cosas a alguien a qu ien ama?
balón pinchado, e inclinó l a cabeza. decepcionado. Probablemente, Luego está el tipo en la tienda de informática. Venía todos los
esperaba un manifestante o a una chica cumpliendo una estúpida días y hablaba con mi padre como si fueran colegas. Hablaban ele
prueba de alguna asociación estudiantil femenina. cebo:; para la pesca y de cartuchos, y un día entró en la cafetería del
-Genial, una chiflada --dijo para sí, sacuclienclo la cabeza-. hogar del jubilado y comenzó a apuñalar a los ancianos con un cuchi­
Ahora voy a tener que llevarte conmigo. llo. Como suena. Su padre estaba allí. lin hombre Yiejo, ele ochenta y
f'\o podía dejar que aquello pasara. Y no parecía que Scotty Kessler tres ai'los o así. Fue el único perdonado. No sé por qué.
fuese a tener ninguna revelación por su parte (no a mi conveniencia, Sin embargo, así en Collbran. Una h istoria de violencia domés­
al menos), así que puse todas las cartas sobre la mesa . tica y gente que ya no puede más. La ciudad nunca alcanzó un
-Me violaste cuando tenía trece años -le dije. Sus ojos ro­ punto ele ebullición, pero siempre se movió justo por debajo, con
daron como si yo estuviera delirando. Pero entonces, un segundo una fiebre que la gente no podía curar. Muchos pasaron por el gran
después, se dio cuent<l de lo equinKado que estaba, y fue un aro de mierda. Gente haciendo daño a gente porque alguien les
momento fantástico, humillante. Pánico. Miedo. Casi podía oír cómo había hecho daño a ellos, y tal y tal. Pero en algún sitio del camino,
daba vueltas su estómago. ahora lo sé, un diablo llegó y entró en la roca. Desconozco si ya
-Lorna. -Eso es lo que dijo. Mi nombre . Lo susurró, como lo estaba aquí o si la manera en que las personas se trataban entre sí le
harías si estuvieras revelando el nombre secreto de Dios. Aquí estoy, llamó. Es una enfermedad.
Pero, al igual que con ellos, no es culpa suya. No hay culpa. F-� donde se me había hecho daño ele ,·erdacl. Y quizá no me había
el producto ele una mente cósmica perturbada. No de Dios. Algún enfrentado a ello lo bastante (o nada en absoluto).
otro. No sé quién. De todos modos, el veneno no fue tomado, fue De modo que regresé. Vagué por la ciudad unos días. �le quedé
inyectado. Como ya dije, esta cosa de los monstruos e� un acto de en el Trébol de Cuatro llojas. un ,·iejo y mohoso motel que ha visto
penetración . Todo el mundo es inocente. Tan solo necesitan recordar­ más días malos que buenos. La ciudad no era muy distinta de cuando
lo, que alguien les muestre el camino. Yo soy la linterna, como la que había estado por última vez, hacía siete años. Parecía puesta en equi­
dejó caer Scotty. Yo atm,·ieso las sombras y muestro el camino. librio al borde de un gran suspiro, preparado para exhalar su último
Tenía mucha hambre. Quedaba algo de comida: una barrita de aliento antes de morir. Todo el mundo tenía la misma mirada hechiza­
Snickers y una bolsa de CrJisins (esas pasas de arándano). Me comí da. Pisando en las grietas ele la acerca , con pinta de haber acabado de
los Craisins y pude saborear una pizca de sal\'ación. romper las espaldas ele sus madres.
Luego, los Buenos Doctores me enseñaron el camino. J\le mos­

LEYANT ANDO POSTILLAS traron los wbos invisibles de succión que les conectaban a todos.
Extrayendo ele ellos su bondad, alimentándose de los agujeros de sus
Tenía calor al mediodía. :'>1i frente parecía más caliente que el almas. ¿Adónde iban los tubos? Tenía que descubrirlo, y seguí los
suelo. Empecé a preguntarme: ¿Por qué ,·oh·í aquí? ¿Por qué voh-ería mensajes como si fueran el proverbial rastro de miguitas ele pan. ¿Qué
a un sitio como Collbran? Por el objetiYO, me dije. enconrrél Una roca con un diablo en su interior.
�lira, siendo lo que somos, vernos pequeños objetivos. Minúscu­ Y aquí estov ahora. Esperando a que se me muestre el camino.
las metas por las que nos preocupamos con nuestros estúpidos pa�i­ l lay una ciudad llena de gente rora, una ciud:1d que me dio a luz, que
tos de bebé. Esa era yo. Vagando por Century r otras ciudades loca­ me dio la vida, y que me violó a mí y a todo lo que tenía. Pero en
les, curando y perdonando, uno a uno. Los monstruos necesitaban realitbd, eso era u n regalo. Y ahora estoy aquí para devo!l·er el regalo.
mis palabras, y yo les bendecía lo mejor que podía. Estoy aquí para la liberación.
i\unca pensé en n>h·er al lugar del que procedía. En realidad.
casi bloqueé el pensamiento en mi cabeza. ¿Por qué \'Olver y pensar
en ello' ¿Por qué levantar la postilla? Pero mientras hacía más y más
LA TERCERA VISIIíN
trabajos, acabé dándome cuenta de que a \'eces tenemos que levantar Ahora parece como si todos los Santos me estuvieran hablando.
la postilla para dejar que la infección se airee. A veces, la herida Pronto. todos me habr;'tn dado sus dos monedas de centavo, y yo
necesita ser lavada. Y aquí, en mi pasado, había una postilla gigante, tendré [()das las cartas.
encostrada y rezumante. Estaba lista para unos buenos tirones. Des­ Tres cuervos me dijeron la verdad. Eran ,·isiones, y ya no lo
pués de wdo. ¿no había decidido que teníamos que enfrentarnos a son. Para ser más precisos, los cuen·os eran reales. Lo sentí con
todo el dolor que se nos había hecho? Collbran era el único lugar claridad. Eran pájaros graneles, negros y brillantes, que se cambia-
ban la pata de apoyo sobre un fragmento de la roca del diablo. Las nazi). Oí que Hitler cogió el símbolo de los nativos americanos y lo
voces eran las 1·isiones. empleó por sus propios motiHJS enfermizos. En realidad es un tipo de
Dejadme que aclare una cosa aquí. Cuando digo 1·isiones. no cruz poderoso. creo, algo primario y pagano que Hitler. probable­
quiero decir que no sean de verdad, o que tan solo sean tontas mente, ni siquiera comprendía. �le pregunto qué dolor le tuvo que
alucinaciones provocadas por el humo o algo así. Las visiones son ocurrir para pasárselo él a millones de personas. Tuvo que ser algo
más reales que lo que vemos la mayor parte del tiempo. Son men­ muy malo, fue e lo que fuese.
sajes secretos enviados desde algún lugar, ¿sabes lo que quiero De modo que una cruz, una estrella y una esl"ástica. A conti­
decir? Trasmisiones desde seres (como Dios) que no son sino pura nuación pu�e uno de nuestros símbolos, una parte de nuestra len­
,·erdad, perdón y comprensión. �le lo dijo un pajarito. O en este gua ancestral. Un símbolo que parecía significar ··atormentado ··,
caso, tres cuervos. creo, por encima de los demás. Así es como está esta roca. este
Los cuen·os me dijeron que tenía un mensaje del CuerHJ, como diablo. Todo este mundo. Atormentado. Torturado. Burlado. Y en
si tu1·iera ··e mayúscula o algo por el estilo. Dijeron que ese Cuer­ el proceso, solo por que ahora me da por las palabras que acaban
vo era un antiguo dios apartado por manos bhmcas, pero que aún en ··do", corrompido. Corrompido por su propio tormento. Para mí
seguían rondando por las nubes y los árboles 1·ie jos. Supongo que tiene mucho sentido.
el Cuervo había tenido una buena vida, pero que ahora el Día Cuando acabé, me arrastré de vuelta hasta donde estaba senta­
Final se acercaba y pasar un buen rato se estaba haciendo cada da. y me chupé el pulgar. La sangre sabía bien. En algún punto, me
vez más complicado. desmayé.
-Es importante salvar el mundo -me dijo uno de los cuervos, y
el segundo acabó la frase-, porque si el mundo se va al infierno en
una bolsa de basura, nadie podrá 1·olver a reír.
MIRA DUifN HABLA
El tercer cuervo habló: .
La gente habla de mí. De ello. De lo que , a a suceder, ¿sabcsi
-El mundo se está yendo al infierno, no lo dudes. Ahora mismo llay un sentimiento palpable acerca ele todo el asunto, un zumbido
la válvula está girada por completo, y las compuertas est{m totalmente como las alas ele una abeja. Así es como suena. O quizá como un
abiertas. El infierno está saliendo a chorros a razón de cuatro mil litros millón ele hormigas murmurando. �liro a trm'és del desierto plano,
por segundo, y está inundando el mundo con su dolor. Pero tus ma­ yermo, más allá de las rocas y los matorrales, y veo la ciudad. Y en la
nos están en la \"á!l·ula. Empieza a girarla. Derecha apretar, izqu ierda ciudad hay gente. Y ahora mismo, están hablando.
aOojar. Apriétala. Empieza a cerrar las esclusas. Creo que quizá se lo dijo. El diablo. No puedo prometer nada,
-Nunca la cerrarás del todo --dijo el primer cuervo. pero eso es lo que supongo. :\o sé si habla directamente a sus
-
No Pero incluso cerrJrla a medias --nmtestó el segundo--
. cabezas o les pasa notas. A lo mejor les habla como los Buenos
sería una hazaña por sí sola, ¿no crees? Doctores le hablan a los ele mi especie. E. ORMES PALABRAS
-El dolor ocurre -anunció el tercero, práctico--. Es una fuerza TRO:\A:\TES. \lE ·sAjES. 1:-\FOR�IACI Ó . GALI\lATÍAS CRÍ PTICO
existente. No te puedes librar de la mayor parte sin perecer, pero se Y OTRAS COSAS. Podría ser.
puede reducir a la mínima expresión. Ese es nuestro plan. Eso es lo La cosa es que me están hablando. Saben que se llega a un final .
que tienes que hacer para ayudarnos. Tan solo tengo este miedo ele que ya hayan hojeado el final de la
-De acuerdo -concedí. Yo era la mano que gira la válvula. El historia y hayan arrancado la última página, únicamente para fasti­
Día Final se acercaba. Pregunté, no obstante, si no podríamos dete­ diarme. ¿Qué significado tendría eso? ¿En qué me deja' Incertidumbre.
nerlo. ¿No sería mejor' Los tres cuer�·os menearon la cabeza. l\o quiero quedarme con la duda. No sé cómo acabará esto. l\i siquie­
-Es como un accidente de coche -dijeron a la vez-. No pue­ ra sé del todo por qué estoy aquí, solo que tengo que curar a todo el
des e\·itarlo, pero puedes guiar el coche pard que no mate a nadie. mundo, a mi misma, al diablo y a �u hogar.
Habrá dolor. Habrá rechinar de metal. Pero mantén firme el volante, y
podremos salir de esta con todos los dedos ele las manos y los pies.
Después los cuef\'OS despegaron, y me dejaron con el estómago
LOS CHICOS SON ASI
retumbando. Los Craisins se habían acabado. Al igual que los Snickers, Primero, pensé un poco en Scotty Kessler. En lo que debía
aunque ni siquierJ recuerdo habérmelos comido. Tomé un buen tra­ haber sentido después de verme de nuevo tras todo este tiempo.
go de agua para ayudar a que mi estómago se calmara, y dejé que la Después, como si lo hubiera invocado de la nada, le vi conducien­
mañana ,·iniera y se marchara. do a lo lejos. Su coche de policía soltó una nube ele polvo rojizo
mientras se marchaba. Pude ,·erle mirándome. Se sentía mal, diría
yo. La culpa salía de él como el polvo ele �u coche. f\o pude evitar
MARCAS sentirme horrible. Espero ver le de nue,·o. Quizá por eso sea ahora
Señales . llay señales en todas partes. policía, en un intento por maquillar las brechas de su propia mo­
Hoy quise hacer algo de ejercicio. El mediodía había pa ado, y ral. Sería lo justo.
empecé a reptar sobre las manos y los pies. Correteé alrededor de la Siempre fue un chico guapo. Estrella del deporte. Explorador.
roca, con las manos y las rodillas punzando, mientras me arrastraba Realmente bueno en el equipo de tiro con fusil. No tenía muchas
como un animal. Al otro lado de la roca, totalmente opuesto a donde citas. Erd patoso para ello. Tener los amigos equivocados es, con
yo había estado sentada, ,.i una señal. Estaba esculpida en la roca, probabilidad, lo peor que la gente podía decir ele él. Y aun así, fue
escarbada en la piedra enmohecida con alguna herramienta o algo. capaz de 1·iolar a alguien. A mí. Apenas una chica adolescente que ni
Era una espiral. Torcida y desigual, pero una espiral. La tanteé, la siquiera había menstruado por primera 1·ez. i\1e pregu nto qué le obli­
recorrí con los dedos. Era probable que la estuYiera imaginando, pero garía a hacerme aque llo. ¿Que le ocurriría antes en su vida que le dejó
la sentí cálida, como un niño con fiebre. :.1e dio una idea . tan yermo por clentroi Tu1·o que ser malo de ,·eras.
Comu1·e el aliento, me preparé para el dolor y me mordí el pul­ Le observé marcharse conduciendo, y se dirigió de vuelta a la
gar. Lo bastante para arrancarme un trozo de piel. La sangre comenzó ciudad. Quizá estaba dando una ,·uelta. para echarme un ,·israzo. para
a caer en el polm, y dibujé símbolos cerca ele la espiral. Primero una 1·er si me encontraba bien. Aquello me hizo sentir bien, que se pre­
cruz ... o un crucifijo. Sé que hay diferencia pero no recuerdo cuál es. ocupara de mí así. Ahora sé que cuando pienso en la violación, ya no
Luego una Estrella de Da1·id. Después una esvástica (y no por el tema me duele. Espero que a él le pase lo mismo antes que esto termine.
EL VIOLADOR, OTRA VEZ visiones. No son algo que te pasan Desde Arriba. Son cartas de
amor desde tu propia cabeza, que te cuentan cosas ele tu relación
Scorty condujo ele vuelta para verme. Vi venir el coche, que pa­ con el mundo que quizá te has perdido (o que temiste ver). Este
recía como un Hot Wheels en el horizonte. sueño no fue diferente, tan solo saltó de entre los desperdicios
Se apeó y se quedó allí. ·o me estaba mirando, miraba mi con­ mentales y me dejó revolver entre los desechos, para ver las joyas
torno. Sus ojos se movían a mi alrededor, pero nunca recayeron en que allí se escondían.
mí. La culpa reptaba encima ele él como una marea ele arañas, y mi Cuando estaba en Century, me uní a un grupo ele personas como
corazón se angustió por éL yo. Trabajamos juntos durante unos seis meses. Habían pasado una
-¿Tengo que irme? -le pregunté. época muy dura, cuando un montón de cosas malas bajaron a la
Él meneó la cabeza. ciudad. Me lo perdí todo porque aún no había abierto mis ojos. Du­
-No. Solo estaba comprobando cómo estabas. rante un tiempo, en su mayor parte cuando estuve ayudando a Stewart,
-Te sientes mal por mí, aquí sola. Piensas que estoy haciendo hubo un desfile de hombres bestia, de bebesangres y violencia. La
esto para probarte algo. O para probar algo sobre ti. Pero no es así. Ni mayoría ele ellos consiguió salir de aquella. Había una mujer que
siquiera eres la razón por la que estoy aquí. La ciudad al completo quería acabar con las criaturas a cada segundo. Estaba aquel enorme
está enferma. Ahora puedo verlo. Los Buenos Donores quieren que boxeador, dulce, tontorrón y maravilloso, que lo único que quería era
la opere. y eso es lo que voy a hacer. acabar con la violencia. Y otro al que nunca conocí. Siempre se que­
Se frotó los ojos con la punta de los dedos. Después buscó algo daba emre bambalinas. Hablaba por teléfono y en los chars, y eso es
en un bolsillo y lo sacó para mí. Dos paquetes rebotaron sobre m i todo lo que supe ele él. Me hizo conectarme a aquel foro ele Internet.
muslo. Pipas d e girasol en uno. Mezclaclitos e s el otro. Mi nombre era Consejero o algo así. Ni siquiera lo escogí yo, lo hicie­
-Toma -elijo-. Come. Tengo que irme. No te hagas estúpidas ron ellos. Trabajamos juntos por un tiempo.
ideas en la cabeza sobre nada. Solo eres una chica loca aquí fuera, Pero me encargué sola por mi cuema de una chica. Dicen que
imaginando cosas. era un fantasma, pero ahora ni siquiera sé si los fantasmas existen.
Luego se dirigió al coche, cuyo motor no había apagado, y vol­ Quiz:í sean algo diferente, ¿sabes? Fuera lo que fuera, estaba perdida
vió a la ciudad. Aún había esperanza para él, pensé, y abrí los y sola, y vagaba por las autopistas que circunvalan Centwy, vacías e
mezcladitos con los dientes para comenzar a clei'Orarlos. inhóspitas. Quise ayudarle. Mucho. Y lo hice. Ella y yo pasamos mu­
chas noches caminando. 1 Iablamos y nos hicimos preguntas. Habla­
ESTATICD mos ele las cosas que ella echaba de menos de estar viva. 1o se lo dije
a los demás. :--;o podía. Era yo quien tenía que salvarla, no ellos. Así y
Me pongo los auriculares, los enciendo, y escucho algo de todo, no lo entendieron.
esa horrible música pop para chicas que se lleva ahora. Seamos Mas una noche le hice una pregunta:
honestos, estas chicas vacilan, a los hombres no les gusta ser vaci­ -¿Cómo son tus padres?
lados, y esta música les vacila. Les da ideas acerca de lo que quie­ Ella se quedó paralizada, olisqueando como un jabalí. Sus labios
ren las chicas, pero las chicas no quiere eso en realiclacl. Quizá sea apenas se movían, y dijo en voz muy baja:
porque hay hombres que consumen pop para chicas por todas -Ahora has hecho que él se cabree.
partes. Alguien tiene que pararlo, para que podamos seguir con el -¿1° 1, quién? -contesté.
plan de curarnos los unos a los otros. Mis padres siempre me dije­ Y entonces apareció de la oscuridad un enjambre de moscas con
ron que era una soñadora. aguijones. Ella gritó y me empujó con una fuerza que no sabía que
De todos modos, odio ese tipo ele música, aunque supongo que tuviera. Debí ele haber sido lanzada unos cinco metros, y me golpeé
tiene algo de dulzura, a su manera. Mientras pienso que la música la cabeza. Estaba fuera ele juego. La última cosa que recuerdo antes
hace más daño a las chicas adolescentes de lo que cualquiera querría de desmayarme es que yo me preguntaba quién era "él'", quién la
admitir, dejo que suene. estaba controlando. Alguien le confirió esa ira, y me elije que descu­
Pero entonces se convirtió en estática, y un mensaje vino. Sona­ briría quién había sido, no importaba cómo.
ba como la \·oz de fondo ele uno ele los álbumes de esos Bearles, Pero nunca tuve oportunidad.
donde se supone que dice '·¡ 13uried Paul". ¿O era Ringo? No, eso no Los demás descubrieron lo que había ocurrido. Quizá se lo dije
suena bien. Esta decía que debía abrir de nuevo El Profeta. · o sabía yo cuando estuve medio inconsciente, o a lo mejor les llegó una
qué estaba buscando con exactitud, pero lo sabría cuando lo encon­ visión como las que me llegan a mí. La encontraron y emplearon la
trara. Mareada, empecé a leer el párrafo sobre el dolor. Esto es lo que semana que yo estuve en el hospital para encontrar roelas las cosas
decía: ·Tu dolor es la rotura de la cáscara que envuelve tu entendi­ que ella amaba y había dejado en este mundo. Y las cogieron y
miento'·. No lo entendía, así que seguí leyendo. prendieron fuego. Esa pobre chica se difuminó, derritiéndose o des­
"Mucho de tu dolor es autoimpuesto. Es la poción amarga con la vaneciéndose o lo que sea, y eso fue todo. "'unca la ayudé. Nunca
que el médico de tu interior te cura tu enfermedad'', escribía Gibran y la curé. Nunca volví a verla.
leía yo. '·Por lo tanto, confía en el médico, y bebe su remedio en paz Todo el tiempo, me estuve comunicando por la web con alguien
y en silencio". que se hacía llamar Raronclebiblioteca. Agradable, amistoso, una bue­
Las palabras me sanaron como aguas milagrosas. Como la sal en na persona. Le conté lo que había pasado. Le descubrí mi corazón por
una herida. Sé que esa frase significa que cuando viertes sal sobre una e-mail y le hablé de mi error. Me hizo sentir mejor diciéndome que
herida duele más, pero te curas. La sal es buena. Se lleva los venenos, todo estaba bien, que tenía que perdonarme y que todas estas cosas
fagocita la infección en una suerte de ósmosis. que hacíamos eran un proceso, como cuando un bebé echa a anclar,
Cuando terminé de leer, la noche cayó con rapidez y me dormí. y que no podemos esperar milagros. Le di las gracias y nunca volví a
escribirle, pero siempre tendré un lugar reservado para él en mi cora­
SUEA..S HUMEDDS zón. En cuanto a los demás, los dejé y jamás volví a verlos. Ile oído
que ahora están muertos. Es una lástima.
Soñé otra vez con el pasado. A veces, el pasado re hace esas Ratondebiblioteca, sin embargo, tenía razón y se equivocaba
cosas. Se desliza en tu vida cuando estás de espaldas y te muerde al tiempo. Tenía razón en lo del perdón. Tenía que perdonarme a
el trasero para llamar ltl atención. Y los sueños no son como las mí misma. De otro modo, me hubiera comido la cabeza hasta que
no quedara nada, ¿sabes? Pero se equivocaba en algo. Podemos Le expliqué que estaría bien, gracias, no había necesidad de pre­
esperar milagros. Eso es lo que espero yo aquí. Con la espalda ocuparse por mí.
contra la roca, y el diablo escondido en su interior, espero un -¿No lo entiendes, chica? Este lugar está corrupto. Lo que duer­
auténtico milagro de Dios. Y yo voy a ser el conducto, supongo me a tu espalda es un demonio que ni siquiera puedes comprender.
que diréis. O al menos, espero serlo. No puedo fallar. No hay Otros como él ya están sueltos. Están ahí fuera, tirando ele la cortina
lugar para el error. Si le doy la espalda a la luz y dejo de mirar al que tapa tocio esto, y estás en medio como si nada. Uno consiguió
sol, se acabó, finito, y perderé mi oportunidad de realizar mi acto liberarse no hace ni un año. Causó un dolor terrible. Tú estás en el
final de bondad. ¿Y luego qué? Se me dejará con vida, una cáscara camino de este. Te tomará y te utilizará. Lle\·a años utilizando la ciu­
vacía, estúpida, idiota, compadeciéndome ele mí misma hasta que dad esa de ahí. Así que, ele nuevo, te sugiero que te quites esas cosa.,
se me ponga la cara awl. Siento las eludas. Terribles eludas. He ido de las piernas y te marches. ¿Me comprendes'
demasiado lejos. Esto ha ido demasiado lejos. Dejé que se calmaran, y después, con el corazón a la carrera,
respondí:
CICATRICES -Primero, no me impona, y era en serio cuando elije que estaría
bien. Segundo, la cosa detrás de m í no es una cosa, es ella, y tan solo
Alcé la vista hacia las estrellas antes ele ir a dormir y me imaginé está herida en su interior y necesita algo ele atención. Por último -
líneas que las conectaban todas. Una gran constelación. Pero las lí­ elije-, no hay nada que puedas hacer para obligarme a marchar. Lo
neas eran cortes (profundas cuchilladas blancas) que terminaban tor­ mejor que puedes hacer es volver al lugar del que viniste. Todos
cidas e hinchadas, como cicatrices. vosotros estáis muy enfadados. Puedo sentirlo. Tenéis que claros un
Me quedaron cicatrices ele cuando aquella chica triste me empu­ tiempo para apagar ese fuego, o todos vais a arder.
jó. Una en la parte trasera de mi cabeza que volvió blanco mi cabello. El hombre escondido cambió ele pie ele apoyo, incómodo, y los
Tan solo un pedacito, del tamaño ele una moneda de diez centavos. tres lobos le miraron como si esperaran una respuesta.
Luego está la quemadura de mi espalda, ele cuando fui violada. Aún La respuesta fue:
puedes sentir fragmentos ele arena ahí, si tienes cuidado con los de­ -Que así sea. Matad a la chica.
dos. De todos modos, las cicatrices todavía están entre mis omoplatos. Yo no iba a dejar que aquello sucediera. N i siquiera quería
Como una porción ele terreno accidentado. hacer lo que hice, pero tenía mucho sentido y salvó mi trasero, así
Después están las quemaduras ele mis antebrazos de Stewart. que estoy encantada ele haberlo hecho. Cuando los lobos se acer­
Parecen distintas ele las marcas ele m i espalda. Son rojas y con man­ caron, me encendí como la estrella de un árbol de Navidad, blanca
chas, como un sarpullido, pero no lo son. Son recordatorios. y feroz, la Estrella ele David, la Estrella del Norte, la Estrella de
Después ele ser violada, me convertí en un "cuner''. Me gustaba Belén, la estrella con la que los marinos navegaban. Le enseñé a
hacer cicatrices. No era un grito ele ayuda. Eso fue lo que dijeron los los lobos y al hombre que podía rasgar mi piel y revelar la pura
médicos, pero no estoy ele acuerdo. Tan solo me gustaba marcarme. santidad de mi interior, que todo el perdón tenía un cuerpo y un
Eso es todo. Lo dejé más o menos un año antes ele convertirme en lo nombre, y que este era Lorna. 1unca había realizado este truco
que soy en la actualidad. Pero más tarde, no hace mucho (no mucho antes, pero era bueno, y los tres lobos se alejaron corriendo.
después ele empezar a ver a Mickey), comencé a cortarme de nuevo. aullantes. El hombre desapareció.
Cuando lo hacía ele niña, me hacía los cortes en lugares clonclc la Esperaba que más tarde pudieran reunirse para discutir lo que
gente no pudiera verlos. En la parte superior de los muslos, más arri­ había ocurrido, que lograran entender que tenían algunos problemas
ba ele los bíceps. ¿Y ahora? Ahora me gusta que la gente lo vea. Las serios que atender. Parte ele mí tenía miedo y es�ba triste por no
cicatrices son marcas de un viaje. Postes ele señales. Me gusta darle a haberles ayudado justo aquí, en el momento, pero otra parte sabía
todo el mundo un pista ele donde me dirijo. Les ayuda a prepararse. que lo que estoy haciendo aquí es más grande que esos animales.
Nos ayuda a prepararnos a todos. Una vez que lleva a cabo mi plan aquí, otros seguirán mi ejemplo.

HABLANDO CDN LDBDS IDENTIDAD


Seguí durmiendo y clespertanclo, durmiendo y clespertanclo. En He estado teniendo sueños sexuales. ¿No es extraño? Ahora no
algún momento antes del albor mi estómago me despertó, y lo noté sé cuántos. Me despierto, vuelvo a caer dormida, y empieza otro sue­
como un agujero negro. Me senté y entonces los vi: tres lobos sa­ ño. Sin embargo, solo he estado medio dormida, por lo que parece
liendo de las sombras. Uno, como una cosa moteada de gris con un que he tenido sexo ele verclacl, no en sueños. Quizá sea así. En estos
ojo y una cojera, tenía un arete. Pensé que era raro. Un arete en un días, todo es posible, y estoy pensando incluso que puedo crear rea­
lobo. Supuse que era una hembra, aunque no tenía en qué basarme. lidad con mi mente, si me concentro lo suficiente.
Los otros dos se quedaron detrás, uno blanco y otro negro, y Sabes, para cuando tenía quince años me había acostado con
olisquearon en aire. Luego oí un arrastrar ele pies en una roca, y se once chicos. Casi doce, pero estaba borracho y no se pudo empalmar
me encendió una luz ele aviso. Algunas personas dijeron que estaba intentando devolvérsela a l '
Había alguien más, ele pie detrás de ellos. Podía verle cuando me hombres, que solo quería violarles. No estoy de acuerdo. No obstar.­
obligaba a ello. Estaba intentando esconderse ele mí, pero eso no iba te, hacerlo era como estar al mando. ¿No lo llaman ·'posición ele p.­
a pasar. Le apunté con un dedo y le elije : cler"? ¿El control ele la mujer? ¿Todas esas chorradas? Lo que sea. Cu:.r­
-Te veo ahí. do tenía diecinueve, la lista era bastante larga. Había intent .....
Sabía que no eran solo lobos. Parecían extraños y borrosos, así contarlos, y no podía recordar ni sus nombres. Es sorprenclenre ..,.1t
que me figuré que eran hombres bestia como de los que había oído nunca me quedara embarazada. Quizá la violación y el aborto ar_
hablar. O lobos hombre. No sé qué es lo correcto. naran mi matriz. Creo que para cuando tocio esto acabe, daré _ -

-Te estás involucrando en algo que no comprendes -dijo la algo, pero que no vendrá necesariamente de ahí abajo. Aquellc.- �
figura que se escondía-. Hay un espíritu en esa roca, una cosa pon­ cos pudieron haberme estropeado el útero. Ahora no hay nad..
zoñosa que se comerá tu alma si te sientas ahí lo suficiente. No sé cuál pueda hacer al respecto, ¿verdad?
es tu juego, pero los vigilantes aquí somos nosotros. Te estás metien­ Pensarás que odio a los hombres, pero no. En realidad. me -
do en nuestros asuntos. to un poco triste por ellos, porque pienso que sus almas son eL-
con más rapidez que las nuestras. Siempre son tan ,·iolentos e iracun­ les que pronto obtendré mi halo, y todos me escucharían. Todo el
dos. El ,-irus del sufrimiento que se pasan los unos a los otros es mundo escucha a los ángeles.
mayor y más fuerte que el que recibimos las mujeres. Ellos son más --¡Mudad de pieJl" , les diría. "Libraos de ella. Rasgadla y encon­
crueles. Todos somos ¡nne de la tragedia. Tengo que curar a todo el trad la paz que hay debajo. Hay un profundo pozo de misericordia en
mundo. He de detener la tragedia. nuestro interior, y si tenemos que cavar hondo para encontrarla. así es
como será. Es el único camino para que rompamos el círculo··. Otros
como yo solo quieren hacer daño a los monstruos. O salvarse a sí
LA CUARTA VISIIíN mismos. \'o 1·en que la cosa 1·a de iluminación y comprensión. Yo
lle estado perdiendo y recuperando la consciencia. Es asombro­ podría mostrar el camino. Podría.
so lo mal que sienta con comer ni beber. He estado preocupada todo Ahora me arrepiento de no haber escogido aquel camino. Creo
el día por si todo es una ilusión y yo no fuera real. Por si estuviera que podría haberlo hecho. Recuerdo susurros diciéndome que podría
cometiendo un error. ser su guía. El poder que habría tenido sobre tocios ellos hubiera sido
No obstante. hacia el final del día, he obtenido algún tipo de suficiente para enderezarles. Pero elegí otra senda y ahora estoy aquí,
fuerza, algún poder interior que espero pode r seguir encontrando. derramando mi bondad en el suelo por la ciudad, el diablo y toda la
Quizá fuese por terminar mis últimos tragos de agua. Cuando ter­ gente atrapada en este asunto. Otros como yo han sido e legidos pero ,

miné de beber, l'ino un ángel. Hubo poca fanfarria. lo que me creo que podría haber más escogidos aún.
sorprendió. :\o l'ino \'Olando ni tocó una trompeta ni nada. Tan \'oy a empezar a cortarme. Encontré una astilla de esquisto al pie
solo caminó con las alas plegadas a la espalda y me secó la frente de la roca, en el otro lado, junto a las marcas. Es escamosa, pero
con un trapo húmedo. Le pregunté si ya estaba listo para contarme afilada. Cortará. Sangraré más verdad.
los secretos, y respondió:
-Mira en mi boca y observa lo que el diablo llamó una vez
EL VIOLADOR, ULTIMO ACTO
hoRm:
.\-1iré. Su boca estaba 1·acía. Sin lengua. sin dientes. Solo oscuri­ No sé qué día cs. No creo que marcara mucha diferencia el saber­
dad. con una imagen temblorosa en el fondo de la garganta. Lo que ,-i lo. Las cosas son un poco confusas. Los tajos que me hice en las pan­
era el Infierno . \'o tul'e duda. torrillas, en el dorso de las manos y en los muslos interiores (aquí es
Había sangre y fuego. Había ... maquinas. Chispas retorciéndo­ donde me gusta hacerlo en especia}) han parado de sangrar. Apenas
se y escupiendo. y relámpagos rojos. Los hombres eran aplastados puedo mantener los ojos abiertos.
en las máquinas, mientras otros hombres giraban mani1·elas y tira­ Scotty regresó otra vez. Al principio. pensé que estaba soñando
ban de palancas. Encima de unas pasarelas combadas rondaban orra l'isión, pero resultó ser real. A veces es sencillo deci r la d iferen­
bestias que parecían insectos, larvas, arañas y lobos, goteando sali­ cia. En otras, no está tan claro.
va. 1·eneno y cieno negro. En la distancia, divisé violencia y actos de Pero él era real, eso es. Extraje fuerzas del hecho de que apare­
violación. �Ji mente giraba, furios:1 y ofuscada. Entré en una carrete­ ciera. Vino en su coche y me despertó. El sol estaba en lo alto y se
ra en espira l y pasé por un montón de \'erjas, cada una de las cuales quedó a un metro ele mí, silencioso y quieto. Estu1·imos así durante lo
me daba ,·ueltas el estómago. Me sentía prisionera, atrapada. como que pareció una eternidad. L'na verdadera eternidad de Dios. En ese
si hubiera algo que me retu1·iera allí. Podía sentir como si el lugar tiempo, uni1·ersos enteros nacieron y murieron. Yo sentada allí, débil
mismo estm·iera ,·ivo, el corazón de algú n enorme monstruo, pero y temblorosa, y él ele pie frente a mí, mirándome como a tral'és. Pude
como si incluso él fuese reo de algün otro poder imparable. Había ver que había estado llorando. Finalmente, rompí el silencio.
un montón de fuerzas en funcionamiento. -Oye, Scotty -dije, y mi propia voz me sonó muy extrat'la.
El infierno, pude comprobar, no era un lugar de castigo. En cual­ Como si no fuera mía. Era mugrienta y arenosa, y ,-ibralxt muy rara en
quier caso. no de modo directo. Era un sitio que estaba siendo casti­ mi pecho. Parecía impresionado, como si le acabara de dar un bofe­
gado. Cn sitio de 1·iolación construido sobre la base de su propia tón en la cara.
l'iolación. Tenía mucho sentido. De impro,·iso, me 1·i expulsada ele la -Yo no te 1·iolé -me dijo.
boca del ángel. y devuelta contra la roca, mis tobillo aún esposados. -Sí que lo hiciste -in�istí. Sin embargo. le dije que todo estaba
Tenía un horrible sabor de boca y no podía dejar de temblar. bien, porque le había perdonado. Se sentó con las piernas cruzadas v
El ángel elijo una última cosa antes ele irse: miró su regazo.
-Si permaneces firme y actúas correctamente, incluso aunque -Lo sé. Lo siento -dijo, y empezó a llorar enfrente de mí. Voii'Í
el enemigo aparezca aquí de mal humor, el Creador te ayudará con a decirle que no pasaba nada. Luego repté hacia él, con los pies
cinco mil ángeles, provocando un terrible ataque. arrastrando, cojos. y le abracé. Él tan solo temblaba y lloraba. Sus
Parpadeé. El ángel dijo con tranquilidad, sonriendo: lágrimas caían cálidas en mi rostro. Nos abrazamos durante no sé
-Eso es del Corán. Y es cierto, además. cuánto tiempo. En algün momento, comenzó a gimotear.
Luego se fue. Miré hacia abajo y encontré el Corán en el polvo. -Todo está mal. Solo quería ser respetado . Siempre quise
¿Lo traje yo' \'o me acuerdo. Tengo problemas para recordar. De to­ respeto. Por eso me conl'ertí en policía. Quería ser estimado. Y
das formas. estaba abierto por aquel pasaje. La página estaba mancha­ entonces ,-olviste. Me lo hiciste recordar. Es como si salieras de
da con huellas sangrientas. Supongo que se me ha abierto el corte del ninguna parte para recorda rme lo que e n real idad SO) . ¡Yo era un
pulgar. Eso está bien. 1o me importa sangrar. ni1'lo! Era estúpido. Ya sabes, siempre de juerga con los chicos,
pero entonces tú, en e l jardín . . .
Le chisté. Acaricié s u cabello. Dejé que se activara l a visión e in­
LA ELEGIDA tenté mantenerla en silencio para que él no la oyera. Cada vez que la
Si tu1·iera más tiempo ( aunque creo que no lo tengo>, guiaría a acti1·o. puedo oírla, un chasquido en mis oídos como un árbol que se
todos los de mi especie a una especie de TierrJ Prometid:1. Creo que quiebra r cae. l\o podía permitir que lo oyera. Que nadie lo oyer.t.
podría curarlos a todo�. Quien quiera que fuese el que fabricó a la Pero tenía que 1·er, porque la 1·isión no miente. Tenía que 1·erle con ella
gente, puso algunos defectos en nuestros planos. File encantaría mos­ acti1·ada, y me aseguré que había una mancha en su coi�Izón. i\o la 1·eía
trarle a todos nuestros defectos, señalarlos y decir "¡Mirad' ¡Mirad cuán directamente, pero me imaginé uno de esos tubos de succión que en­
envenenados estamos por nuestra propia ira!". Después podría decir- tran por uno ele los agujeros y 1·an directos al pecho. Pobre hombre.
Le dije que solo est;�ba asuMado, y estuvo de acuerdo. perdón. Pero si no hay perdón, entonces el círculo debe �er destrui­
-Asustado, si. -Y le dije que estaba siendo un tonto-. Un do. Esa es la otra.
tonto -concedió. Y que no hte su culpa. -¿Eres real' -le pregunté al ángel-. ¿Eres elloS! ¿Los �linistros1
Alzó su mirada hacia mí. ¿Los Buenos Doctores?
-Quiero 1·oh·er. Quiero irme a casa. Quiero hacer que todo se -Yo soy lo que tú consideras como ··ellos··. l\'os comprendes de
vaya. la forma que necesitas hacerlo. y un día no muy lejano, eso te permi­
-Pero no puedes -le elije-. Ocurrió. Perdónale a ti mbmo. tirá abrir un canal. Serás capaz de hablar directamente con el Creador.
l laz lo que sea nece�ario para quir,ute la postilla y liberar tus cicatri­ ¿\- erdad que será excitante?
ces. Las cicatrices te dirán lo que hacer. Serán el mensaje de Oios. -¿Tienes nombre!
Fue emonces cuando se b·antó. se dirigió al coche y se sentó en -No, pero puedes llamarme :'lletatron. O Djibriel. O Lorna.
el asienro del conductor con la puerta abierta. \lientras llegaba el De algl!n modo, tenía semido que tm·ier:t mi nombre. Así que le
<!tardecer, Scotty Kessler se disparó en la boca. El sonido re1·erberó dije que bien, y le dediqué mi mejor sonrisa.
sobre las rocas y la ciudad, y después todo fue silencio. El ángel continuó:
-Voy a mostrarte algunas escenas del Oía Final. Escenas que

SOAAR DESPIERTO podrían ocurrir si no perse1·eras y haces lo que es necesario que


hagas. ¿Estás preparada?
Salí del aturdimiento con la noche en camino. Estaba sudando No lo estaba. En absoluto. Pero así y todo dije que sí. ¿Qué
como una cerda. Olía horrible. No podía moverme. Estaba paralizada, opciones tenía?
atrancada o clal"ada. Se produjo un re;plandor de luz. ,\le ardían los ojos. Era como si
Todo lo que podía hacer era mirar hacia arriba, y vi a Scotty mis pestañas e hubieran hecho cenizas. i\o podía cerrar los ojos. y lo
Kessler colgando de la ladera del peñasco romo una arana. Su cabeza que ,.i me aterrorizó.
eMaba retorcida de forma rara y no tenía rostro. Et�t liso, como el de Vi monstruos caminando por la tierra, dejando atrás huellas de
un muñeco de Lego, pero sin sonrisa pintada ni ojos de puntos ne­ sangre. En el interior de cada monstruo había una hueste de cien
gros. ¿Le quité yo la cara� Cuando hice que se malara, ¿hizo de algún demonios, que golpeteaban y agitaban las costillas como si de barro­
modo eso que se le borrara la cara' o lo enrendía. De hecho, me tes de prisión se tratara. La luna era roja, como un tajo sanguinolemo
pregunté si era real o solo un fantasma que mis ojos querían que yo en el cielo. No había humanos ,.i,•os, solo cuerpos apilados encima
viese. Cada vez es más difícil notar la diferencia. de otros, o incrustados en muros que se cruzaban en el paisaje. La
Solo pensar en ello hizo que se escurriera. como un cangrejo. tierra perdía sangre negra como el petróleo, filtrándose desde el sue­
hasta que desapareció al otro lado de la roca. !\!iré su coche y \'i la lo. Todo era ruinoso. Un lugar feo y sucio. Los monstruos se ,·o!l·ieron
sombra de .>u cadáver, descansando sobre el volante. :'\o es real. me los unos hacia los otros y comenzaron a comerse entre ellos. Algunos
dije. El coche. el disparo, todo el gran chiste cansino. Solo una fanra­ tenían clientes, otros garras. Había demasiada sangre. En el interior de
sía. 1\li menre inconsciente inrenrando satbfacer algo del subcons­ cada uno de ellos, Jo, demonios reían. :\o ef'J un sonido agradable.
ciente. Él me violó, así que en mi cabeza hice que �e matara. ¿Cómo Luego la luz empezó a extinguirse e imaginé polillas que golpeaban
lo llaman a eso! Satisfacción de los deseos. Eso es. Soy tan estlipida. el interior de una bombilla, re,·emando en soplidos de humo, y ca­
¿Cómo he podido ser tan tonta' yendo al suelo dibujando espirales. Ya no había nada, porque la luz
Así que, de manera oficial, decidí que era un l"isión, y esperé a que murió para siempre. Solo quedaba oscuridad.
él y su coche desparecieran en una nube de humo. como cuando el Emonces fui arrancada de allí. Hubo otro estallido de luz y el
Correcarninos huye del Coyote. Pero no lo hizo. No se fue en ab�oluto. ángel me �onrió.
-¿\·es1 l 'na visión del Día Final. Pero te hemos elegido. Tll nos

ESCA TOLOBIA ayucbrás. El Día Final llegará. Siempre hay un final. Pero quizá poda­
mos superarlo y tener un nuen> comienzo.
-Eres amdim -me dijo el ángel. alzándose ante mí otra \"C.�Z . -Cn nuen> comienzo -musité. La, palabras parecían blandas
:\o sé de dónde ha \·enido. Era de noche. Había estado durmiendo. El en mi boca, y mi aliento mncio y caliente-. Las cosas malas se están
coche de Scotty Kcssler aún estaba allí. e imaginé que todai"Ía podía liberando, ¿verdad� -pregunté.
oler la pólnmt de la pistola, aunque sabía que en realidad no podía. -¡Ah, demos todo lo que podamos dar -cantó el ángel-, ante,
El ángel conrinuó. de al Poh·o todos regresar! -Se aplaudió a sí mismo, y me guiñó un
-Tli l'res sieJYa. Yo soy ministro. Pronto, empero, �erás diferenre. ojo-. Eso es de Ruba�)'al, de Omurjayam.
Asentí, como si supiera lo que estaba diciendo. aunque no -Pero no tengo ese libro -protesté. Y el ángel se había ido,
fuese así. puf se acabó.
-Scotty se mató porque no p<xlía hacer frente a su odio por sí file 1·o!d a dormir.
mismo -le dije al ángel, pero me ignoró.
-l'ronro -dijo. pasando por mi coronilla un dedo frío y sua­
le-, tendr.ís un halo. un disco de luz que expresa tu poder. Pero
TRUCOS DE SALiíN
tienes que aguantar. Esto alln no ha acabado. ¿Sabías que el origen de Pasaron unas pocas horas antes que el sombrío hombre b�stia
la palabra ··!Jalo'· no ,· iem.: ele ""holy", o ··sagrado·· en inglés1 -;\leneé regresara para hablar conmigo. Le noté un tanto estirado. Mi visión se
la cabeza-. En realidad, es un término de agricultura. Los granjeros acri,·ó sin pensar en ella, y el sonido de la madera resonó en mis
solían trillar los Gimpos de grano en círculos que los griegos llamaban oídos. El hombre estaba solo.
halos. El círculo es un símbolo poderoso, y cuando lo vieron en el -¿!las l'isto lo que has hecho? -dijo. gesticulando hacia el co­
cielo alrededor de planetas, lo emplearon de nue1·o. che de patrulla con Scotty desplomado sobre el 1·o!anre-. Ya has
-Como los culti1·os circulares -{lije débilmente. o sé de dón­ extendido el \ eneno. Embadurnándolo todo como si fuera mermela­
de salió, pero lo hizo, y no había marcha atrás. da sobre pan. lln buen trabajo de mierda.
-Los círculos son mensajes que nos indican que todas las co­ -¿Dónde están tus amigos' -inquirí.
sas se mue1 en unas dentro de otras. La historia y el tiempo, en -Estaban demasiado asustados -dijo con brusquedad-. Pero
especial. llay do� maneras de salir de un círculo. Cna es a rra1·és del yo no.
-¿Qué hay que temer' -le pregunté. Y entonces lo entendí todo. Podía irme. Tan solo levantarme e
-¿Qué eres? ¿Qué demonios es ese truco que hiciste? ¿ ·o \·es en irme. Podía ser lo que era antes y despertar de este sueño. Pero.
lo que te estás metiendo' Estás mal de la chaveta. Los de mi especie y ¿cómo? ¿Cómo hacer que eso ocurriera?
yo hemos e;tado en esto durante miles de a1los. ¡Desde que tú y toda 1\liré el coche de policía. Scotty, muerto. De repente, todo adqui­
tu especie estaba aún en sus pañales manchados ele excremento1 Y rió sentido. É l tenía las llaves del coche. Podía arrastmrme hasta allí.
aquí \'ienes, pretendiendo ser Susie la Pequeña Salvadora. que solo Subir al coche. Arrancarlo. Y conducir lejo�. muy lejos. Irme igual que
conseguir:! que la gente se haga daño. ¿Te crees que trucos como el Scotty no lo hizo. Nunca voh·er. . unca regresar a esta \·ida.
de antes van a detener la corrupción que emana de esa roca? Cerrar la puerta sobre todo esto era ele repente una idea satisfac­
-¿Quieres ver como lo vuelvo a hacer? -dije, sonriendo. Me toria. como si pudiera darle a un interruptor y apagar las luces. No
picaba la piel. El eMómago me daba gui1'iaclas y sentía el \·ómito subir más visiones. No más nada. Me perdonaría a mí misma una (!!tima vez
por el fondo ele mi garganta. y después me iría a casa.
-Olvídalo -dijo-. Haz lo que quieras. Cuando acabes corrom­ Empecé a arrastrarme hacia el coche. Las voces golpeteaban en
pida, vendré a por ti. Llevaré tus tripas ele oropel. mi cabeza, haciéndome rechinar los dientes. "No te rindas. No te rin­
-Estás furioso -le dije con voz cantarina-. Mi madre solía das. Deja de arrastrarte. ¡Dete/1/e! Ya casi lo has conse¡.¿uido. ¡No te
decirle a mi padre que estaba quemando la vela por los dos extremos. rindas ahomt No lo eches todo a perder. Cánate el balo. Aba11dona el
:-.Junca lo entendí hasta ahora. Eso es lo que tú estás haciendo. círculo. Dates todo el perdón que necesitan."
Pero ya se había ido. dando un paso a la derecha y ya está, Pero no podía dejar de arrastrarme, y comencé a gritar mientras
desaparecido. :11c reí en alto, pero no sé por qué. la sangre me bajaba por la cara. Se me metió en los ojos y quemaba.
Una \'OZ en mi estómago me dijo lo que tenía que hacer y lo hice.

MICKEY Cogí el cuchillo y lo pasé por cada uno de mis tendones. Un corte.
Dos eones. Había sangre por todos sitios. El dolor estaba más allá de
:0.1i hijo \'Oh·ió a mí, y esta \·ez estaba bastante segura ele q u e iba lo que podía imaginarme, y todo se iba disolviendo cuando me en­
a ser la (!!tima vez que le \'iera. .\.loriría o me transformaría en otra contré cara a cara con el diablo de la roca.
cosa cuando obtu\·iera mi halo. Descendió desde la cima del peñasco,
se sentó cerca de mí )' acunó mi cabeza como si yo fuera un bebé. Le
elije que estaba débil, que no sería capaz de hacerlo.
EL DIABLO
-Lo harás -elijo-. Vas a ver una cosa más antes que todo i\lis piernas sangraban, y por una fracción de segundo supe que
acabe. Vas a comunicarte con ella. Vas a verla. todo lo que había pasado antes de aquel momento no era real. Había
-¿Ella? -pregunté. A sintió v palmeó la roca con suavidad-. El ido demasiado lejos, me había caído del risco y estaba cayendo. Y
diablo. Vas a conocerla, y menudo encuentro será. entonces la roe;¡ empezó a oscurecerse . El cielo también se ennegre­
-Tengo miedo -le dije. Y lo tenía. Muy profu ndo. El temor ció. Cuando la cara del diablo emergió, me impactó como un puño
estaba haciendo que mi corazón latiera mil veces por minmo, y podía como nada que hubiera imaginado. Ni siquiera las visiones. Era cien
oír la sangre bombeando en mis oídos como un río furioso. Imaginé por cien real. No era una lunática. F.ra alguien que había visto el
mi pecho explotando. Por un segundo, pensé que había ocurrido de círculo en el que estaba y que estaba pugnando por salir de él. No
verdad, y que había muerto. Pero Mickey me dijo que estaba bien, estaba loca, me elije, mientras el diablo venía a verme.
que solo estaba asustada. que todo iría ele maravilla si no me salía del Ella era magnífica y terrible. Su cuerpo era bulboso y segmentado.
camino. Eso me ayudó. No evitó que mi sangre se transformara en Yle recordó a un gran gusano. Surgió de la roca r apareció como un
agua helada, pero me ayudó. Sentía que quería morir, aunque no fantasma. Su horrible cuerpo era como una temblorosa imagen rota.
hubiera muerto en realidad. 1\lickey asintió y dijo que me compren­ proyectada sobre una pantalla en el fondo de mis ojos. �leclio parecía
día, y puso un cuchillo de cocina en mi mano. que estaba allí, y al tiempo que no. ¿Estaba realmente, o solo en mi
-Sabrás qué hacer si viene un bajón, si sientes demasiado mie­ mente? ¿Importaba eso)
do para quedarte -dijo-. Es muy fácil. Mi amor por ti te ayudará a Su forma traslúcida se deslizó como una serpiente, y aunque no
superarlo. Nunca te libraste de mí. mamá. Siempre he estado aquí, en tenía ojos (solo una lisa cabeza de insecto), podía sentir cómo me
tu útero. ¿Me sientes ahí dentro, haciéndote cosquillas) -Me acarició miraba y me escrutaba como una mariposa en un alfiler.
el estómago y pude sentirle allí. Habló. Entró en mi cabeza, como otra violación.
-¿De dónde sacaste el cuchillo) -le pregunté, pero no emi­ -Eres una nirla. No sé qué esperas lograr aquí. h'res una fraca­
tió más sonido que un shhh, y me dijo que lo había tenido conmi­ sada . Puedo saborear tu debilidad.
go en la mochila todo el tiempo. No recordaba haberlo traído, Di un respingo y me encogí. sintiéndome de s(Ibito muy peque­
pero era probablemente cierto. Podría haber traído el mundo con­ ña. Me sentí como alimento.
migo y no recordarlo. -¿Es /owra eso de tu interior? Sí, ¿verdad' ¿Soy yo siquiera real.'
Luego Mickey se fue, aunque aún podía sentirle descansando en ¿O hay 1111 defecto el/ la zona de tu cerebro que distiJigue entre lo real
mi interior. Si no hubiera estado allí, creo que habría muerto. Pero ni y lo imagi11ario?
siquiera su presencia detuvo el miedo. Iba a conocerla . A tratar con Escuché entonces su risa, que sonaba ... no sé . . . como bebés que
ella. El diablo en la roca . .\li razón y propósito para estar aquí. Me lloran. 1\'le percaté de que era yo quien lloraba, y quizá tenía los soni­
sobrepasaba. Vomité. Al principio, retu\·e el Yómito en la boca, pero dos confundidos en la cabeza. ·o podía concentrarme. }.li mente su­
no fue por mucho tiempo, y antes de darme cuenta estaba devolvien­ mergiéndose y saliendo a flote. Había oscuridad en los bordes de mi
do todo lo que quedaba en mi tripa. visión que intentaba que durmiera, pero no lo permitiría.
i\le sentí como una mancha. Como si el libro dentro del cual La� palabras que salieron de mi boca no emn mías, pensé. Es
estaba viviendo estm·iera lleno ele mentiras. Como si en algún mo­ decir, lo eran, y se trataba de mi voz, pero me di cuenta que todo lo
mento del camino hubiera cogido el camino incorrecto hacia el bos­ que fui como Loma era ahora ele alguien más. Y por mí estaba bien,
que malvado. Hizo que dejara ele ser una buena hija, una buena ma­ decidí. y contesté al diablo. Le dije que todo iba a salir bien, que sabía
dn:. Cogí el pedazo de esquisto que usara con anterioridad y empecé cómo se sentía, retorcida y malvada, porque erJ una esclava. No tenía
a cortarme la cara. En ese instante me odiaba a mí misma. Lo había el control, no era ella misma, y por eso expoliaba a los demás. Porque
echado todo a perder. ella estaba corrompida, su naturaleza se volvió corrupta. Le dije que
la perdonaba por ser lo que era: un ángel del que se había abusado
hasta parecer un diablo. Se río de nue1·o. Esta 1·ez sonó como el crbtal
rompiéndose. y el dolor estalló en mi cabeza como una migraña.
Sentí la luz aumentando tras mis ojo�.
-1;"/ perdón es 111w mentira -dijo-. La IÍnica cerdad es la des­
lmcción. Lo des/mimos lodo. Somos legión.
-:\o puede� destruirlo todo -le elije, y me di cuenta de que
estaba gritando. Bajé la 1·oz-. Ya basta. Perduraremos. Puedes parar.
Sáh·ate. S:íl1·at1os a todos y 1·ayámonos a casa.
-No coy a parar. So puedo parar. .\'o le equil'Oques.
-Todos tenemos que irnos a casa. El hogar es donde está el
corazón, ¿no? Bombeando, sangrando. Todos los á ngeles y los dia­
blos son mejores cuando estún en casa. -1\o estaba segura si te­
nía sentido lo que decía. Tenía que confiar en lo que fuese a lo
que ahora pertenecía.
Siseó. Sonó como el aire que sale de una rueda.
- Tengo IIIIC/ ciudad. L'no a uno. caen a 11te mí. Hay recipientes
que han sercido a mi propósito . Te conue1tiré en 11110 de mis bijas
/ambién. y en/unces es/aré más cerca aún de alraL·esar tu 11111/Uio una
l'ez más. y de despertar de mis pesadillas.
-'\o son /liS pesadillas. -Pero mis palabras fueron en 1·oz baja.
y no estoy segura siquiera si las pronuncié. Quizá solo la� pensara <¿y
no es eso suficieme? l. Todo se estaba complicando. Tenía mandíbula�
que parecían bastones de metal negro, húmedas, y de su boca salía
un largo tubo, una tubería con diemes que daba 1·ucltas. �e movió
hacia mi cabeza y lo sentí emcrrarse en mi cerebro como una aguja.
Supe entonces que podría estar perdida. Podría perderme dentro de
ella. En su laberinto de imestinos y veneno. Podría rememorar todo lo
que se me había hecho, revisitar la violación y llcl·arla como si fueran
ropajes, y entonces sería suya.
Pero algo en mi útero me dijo que podía resistir, y así lo hice.
,\le com·ertí en luz en un momento, v le mostré que yo era ama­
da. Fue un fogonazo. Yo era un ángel, y retrocedió, chillando y cris­
pándose. Sonaba como un choque de trenes. Como mi madre siendo
asesinada. Como bebés que sangran. Siseó y dijo:
-c'lncormplible? '-·Quién le prolege' <De dónde cienes? Tu menle
puede que eslé defendida. pero tu cJtelpo no. :\'o eres más que 1111
saco de sanMre blimedo. Débil. .lloribundo. Se lo voy a enl'iar. r:slús
acabada.
-Todavía re 1'0)' a ayudar -le dije. Había poder en mis pala­
bras, las cuales surgían de la nada. Sentía el cuerpo distante y frágil,
pero la mente fuerte. Como un muro.
-So seas 1t111 confiada. Eres una garrapala en el lomo de 1111 león.
-Soy poderosa.
-F:slás mue11a .
Y se fue, de l'uelta a su prisión.

HDRA DE CERRAR
Está llegando a su fin. Puedo sentirlo. Es como el o7.ono que
sientes en el aire antes que el relámpago golpee. El pelo se te eriza. El
aire zumba. Electricidad. Trueno. Y luego nada.
:\o sé si 1·oy a hacerlo. Los sacerdotes hablan a 1·ece� de cle­
mencia, y creo que quizá me esté conl'irliendo en Clemencia. con
C mayúscula, pero no lo sé. Soy diferente, eso lo sé. Soy algo que
no era ante�.
Pero ignoro si será suficiente. Puede que sea un poco tarde,
como mi padre solía decir. Es posible que este diablo ya me tenga.
Que la ciudad entera sea suya, que sus tuberías succionadoras estén
en sus corazones. Creo que l'ienc a por mí. Que 1·a a matarme. ¿Cómo
puedo hacer mi trabajo, perdonarla y enseñarle a llegar a casa �i me
matan? 'o sé si tengo el poder o la 1·oluntad de resistirles. De expul­
sarles. No puedo hacerlo. Soy débil. Ya he perdido mucha sangre.
Cansada. Hambrienta. Sedienta. Vendrán, me matadn y me violarán.
Quizá alguien ahí arriba se apiade de mí. O quizá sea despellejada -Luego \·oy a morir.
y dejada para los perros. O encuentro la fuerza para poder pasar por -Esa es la esencia. No me gusta el asesinato despiadado, pero
esto o soy mujer muerta. Apuesto a que es lo segundo. tampoco me gusta que los niños metan sus manos en mi tarro de
galletas.

PRDNTD Decidí que no estaba allí.


-Ya no creo que seas real. Probablemente. solo una alucinación
Aquel hombre en �ombras rino otra ,·ez, primero como un lobo, del otro lado que quiere hacerme salir del camino. Mi fe es inque­
para cambiar luego a persona. Trotó de subida por los matorrales. las brantable -mentí.
patas sobre el suelo quebrado, y se convirtió de nue,·o en un hombre. -;..lo me interesa tu opinión sobre mí. O tu fe. Tus payasadas lo
Aún trataba de esconderse. han fastidiado todo -Se aclaró la garganta-. A medianoche, serás
-Debí matarte cuando tuvt oportunidad -<.lijo-. Se están re­ una mancha de sangre en esa roca. Tengo que irme. Hasta siempn:.
uniendo, un montón de ellos. Están todos en el gimnasio del instituto, Lamento todo esto, ya sabes.
afilando sus herramientas de jardinería , cargando sus escopetas. Sus -Te perdono -le dije, y me reí como una mujer demente.
ojos están vidriosos. Han pertenecido a y trabajado para esa puta que Se dio la n1elta y se marchó.
duerme debajo de li. ¿l\o lo sabías' e·Quién te crees que eres.'
-Podrías ayudarme -le dije.
�leneó la cabeza.
DESPU�S
-:\o, es probable que no. Espero que tenga� más trucos de Aún estoy ,·iva. Apenas. Siento el dolor de mis huesos. ¿Sabías
salón en la manga. o estás muena. No podría ayudarte aunque quisie­ que los huesos pueden doler de verdad) Justo en la médula. Siento
ra. Me sacarían el relleno como a una piñata -Un gruñido grave como uñas que se clavan en mí. /VIe estoy enfriando y entumeciendo.
retumbó en su garganta-. Esto estaba tranquilo antes de que llega­ Eso es bueno, supongo, porque así el dolor se irá.
ras. La ciudad estaba corrupta, pero era tranquila. No se molestaban Vinieron de noche. El hombre oscuro sabía la situación. Debían
más que entre ellos, la panda de consanguíneos. Y tuviste que venir. ser al menos dos docenas de personas. Reconocí a algunos ele ellos.
Acariciando la cabeza del demonio. Le has despertado, le has moles­ El peluquero que me cortaba el pelo cuando era una niña. Otro era
tado. Ahora \'OY a tener que recurrir a las grandes armas y ver si secretaria en un instituto. Un hombre era un colega de copas de mi
podemos tranquilizarla otra ,·ez. Es mucho trabajo. Algunos de mis padre. Tenía un negocio ele jardinería en orth Street (¿o era en Green
amigos morirán en el proceso. Y eso no me gusta. Street?J. ¿Fueron siempre las marionetas del diablo1 ¿O han sido atra­
:vti visión se humedeció y se oscureció. pados en los últimos años? Al principio, pensé que quizá no fueran en
realidad de ella, que a lo mejor habían venido a buscar a Scotty y que
L pensaron que yo era, ele algún modo, responsable.
Pero ni siquiera parpadearon ante el pobre policía muerto. Cuando
Asunto: Collbran, Colorado dejé que la 1·isión se actil'ara como un crujido como un trueno, pude
De: Ratondebiblioteca55 1·er el 1·eneno, los tubos que �uccionaban sus entrañas. En alglin pun­
Para: hunter.list@hunter-net.org to a lo largo de la ,·ida. fueron ,·uinerables. Se hicieron débiles e
Si no habéis puesto la Cl'\N o visto la página de la inseguros de �í mismos, y dejaron que ella entrara. Es probable que ni
BBC o algo así ühimamente, os recomiendo que lo ha­ siquiera supieran cuando ocurrió, y seguro que no era su culpa. Pero
gáis. Allí encontraréis todos los detalles pertinentes. su­ el ciclo continúa, y ellos eran sus peones, más claro el agua.
pongo, pero os daré aquí la versión corta. Intenté hablarles. Intenté detenerles, alejarles y hacerme peque­
Era un pequeño pueblo, no lo suficiente para tener ña e insign i ficante, pero no estaba en mí. Algunos tenían armas. Uno
un semáforo. Se fundó como pueblo industrial, pero se blandía una hoz herrumbrosa. Otro tenía un rifle de caza. Otros, solo
empobreció en algún momento y apenas logró después sus puños desnudos.
una forma de existencia. Bueno, el lugar ardió. Y no con Todos hablaban con la 1·oz de ella.
el fuego que se extiende de casa en casa o de tienda en -,Pe11sabas que podías salvcmne? -preguntó el colega de co-
tienda. sino con un incendio enorme, veloz. La gente pas-. r.·Crees que el perdón impo1ta?
estaba durmiendo y se abrasó. La mayoría de los del Otra mujer en bata se rió y dijo:
pueblo murió. Ninguno de los artículos dice mucho acerca -No soy débil. No necesito tu ayuda. Soy fuerte.
de la causa. Dicen que podría haberse iniciado por un Se acercaron. El peluquero siseaba como un gato. Sacó un bate
gran escape de gas que ocurrió en la línea principal, y de béisbol de detrás, golpeándolo sobre la maleza seca.
quizá tengan razón. No sé lo suficiente sobre esos temas -Pronto acabará todo. Todo el asunto.
para tener una opinión informada. Tenían razón. Se acabaría. Pero no en el modo que pensaban .
Pero hay algo más: la CNN mostró un vídeo que es En esto, 1·inieron a mí, rápidos y decididos, y sentí algo afilado
probable que esté saltando por la Red ahora mismo. Era en el muslo. Alguien rompió la culata de su arma en mi hombro y
una grabación casera. Algún guarda forestal o alguien de sentí el chasquido de un hueso bajo su peso. Detrás de mí, el diablo
fuera lo grabó a casi un kilómetro en las afueras del golpeó los barrotes de su jaula y noté su ira y su hambre crecientes.
pueblo. La escena es horrenda: una gran roca, un coche Lo sentí tanto por ella . . . Debe ser horroroso tener ansias tan crueles,
de policía y un montón de huesos chamuscados. pensé. Haber sido retorcida y moldeada como una cosa tan horrible,
Lo que llamó mi atención fue una de las señales de empujada desde sueños placentt:ros hechos terribles, un diablo en un
la parte de detrás de la roca. El chico que sostenía la mundo que una vez fue bueno. ¡Debe ser atroz! Los golpe� y las
cámara lo filmó justo antes de la escena de lo que fuera puñaladas se transformaron en nada para mí, y noté un nlicleo cálido
que allí pasase. Lo vi y supe su significado. ··ronnenro··. ardiendo en el fondo de mi pecho. Imaginé lo malo que debía ser
¿Qué diablos sucedió allí? para toda aquella gente estar encadenada a sus propios corazones
Ratondebiblioteca comidos por los gusanos. Estar tan tristes. Ser imperfectos.
Solo puedo relatar lo que sucedió en torno al momento de
vomitar. Sienta fatal, pero una vez que acabas, es como si la enfer-
medael se marchara. Te encuentras vacío y sanado. La luz salió ele mí, Tan rápido como empezó, se detuvo, y la luz parpadeó como
ele mi boca y mis ojos. Mis brazos se movieron a sacudidas y creo si un fusible se hubiese fundido. Mis ojos tardaron un raro en
recordar a Jos lugareños caerse de espaldas. Escuché algo que me acostumbrarse.
hizo pensar en la carne que se cocina en una sartén. Burbujas de Atrás había quedado un campo chamuscado de huesos, un ce­
grasa que explotan. La luz era la cosa más brillante que jamás había menterio de cuerpos sin piel ni carne. La mayoría estaban solo a
visto. Ardió desde mí hasta el cielo. unos metros, con sus escopetas y herramientas reposando en el polm.
Los alcohólicos hablan de algo que tienen cuando se clan cuenta abrasados por el fuego. Detrás de mí, vi que la roca se había partido
ele que están mal, un ·'momento de claridad··. Yo tuve uno ele esos. en dos y presentaba una fisura profunda, y supe que ella se había
Todo lo que había a mi alrededor ardió. Cada gota de enfermedad. Yo ido. Quizá la envié a casa. Quizá hice relumbrar mi luz sobre las
era todo un ángel, y no sabía hasta cuando. partes oscuras de su corazón y no pudo soportar lo que vio allí. :'lk
La luz no se detuvo. Siguió saliendo. No podía ver nada. No gusta esa teoría. Me da fe.
había más que luz solar, aunque fuera de noche. Cerrar los ojos no me En la distancia, vi la ciudad. Estaba ardiendo. Ardía por C'Om­
ayudó. La luz rasgó los párpados, blanca, limpia y cálida. Sentí rego­ pleto. El fuego era casi blanco y me recordó al resplandor del sol
cijo. ¿No es extraño' Me sentía como si hubiera tomado un montón ele cuando me lo quedo mirando. El ojo del Creador. Todo el cuadro
tazas de café y tuviera energía, como si estuviera feliz y dispuesta a era precioso. Tranquilizador, en realidad. Imaginé que los ángeles
conquistar el mundo con mi amor y comprensión. jugueteando entre las llamas. Pensé que la ciudad ardiente presen­
Entonces el suelo retumbó. Fue como un pequei'lo terremoto, taba el aspecto que debe tener el Reino ele Todas las Cosas Buena'>.
de los que hacen rebotar las tazas en la alacena. Hubo un estampido y decidí que quería ir allí.
amortiguado, casi como un trueno, y el diablo rompió a gritar. Al 1-le roto la concha de mi propio entendimiento y he encontrado
principio podía oírlo con los oídos. Después me percaté de que era el fruto de su interior. Tengo mi halo. Si aceptamos nuestra misión y
ellos, los del pueblo, gritando por ella, chillando como parte de llegamos a comprender nuestra propia rectitud, podemos purgar cual­
ella. Luego se cortaron sus gritos, y se volvieron gorgoteos y ruidos quier odio que podamos tener. Podemos salir de nosotros mismos.
sofocados. Y no mucho más. Sin embargo, los gritos de ella conti­ salir de la duda, y curar el mundo. Todos tendremos nuestros halos.
nuaron, no en mis oídos sino en mi mente. Una broca de taladro Todos seremos ángeles. Todo se acaba. Tan solo hacemos que el
gimoteando en mi cerebro. camino que lleva allí sea un poco más fácil de recorrer.
TRES

Co11oce11 las naciones tu derrota. la tierm está lle11a de tus gritos.


El ¡;uerrero tropieza con el ¡;uerrero. y caen los dos a la cez.
-Jeremías '16: 1 2

Estoy e n :'\ue,·a York. E l jefe m e em·ió a echarle u n ,-istazo a la No tengo mucho interés en quedar con los "exaltados- del lugar.
Zona Cero. Estaba sorprendido (dijo que quien lo hubiera hecho ··no Por lo que recuerdo, nadie que me interese está en NY. Esa ''ieja pura
era importante"). Parecía aliriado, aunque nunca se puede estar segu­ negra, uh . . . ¿cuál era su nombre?
ro de lo que en realidad siente. Mierda, ni siquiera estoy seguro de Memphis.
que tenga sentimientos. Ni de que él sea ··éJ". Gracias. ¿Cómo es que recuerdas lo que yo no?
Al infierno. \'ueva York es un sucio, atestado y maloliente mon­ Porque soy más listo que tzi.
tón de excrementos. Gases, eso es lo que es Nueva York. Los gases Sí, } también más modesto.
del tráfico que puedes oler incluso en medio de Centr<tl Park. La humildad es una virtud, yya sabes que ese no es mi negocio.
Veo aparecer las sei
iales (todas las figuras hechas con palitos de De todos modos. ella parecía tener la cabeza en su sitio. Pero es
los angelitos gays). Lucha, lucha, lucha. Protege, protege, protege. Es probable que no intente ni buscarla. En cualquier caso, sin Internet
como si hubit!ra al menos dos grupos, y no se pusieran de acuerdo. sería como un dolor en el trasero. Todo lo que necesito es machacar
La típica mierda de cazador. Hay un tercer juego de símbolos ( refe­ algunos colmillos.
rentes a la paz. al amor, a la amabilidad. a la comprensión ... l. Sin Sube las escaleras.
embargo, parecen muy antiguos. Parece que nadie ha pintado "(\o \le dirijo a las escaleras del andén de metro, pero hay una
podemos \Je,·arnos bien todos?" en el último año. mujer enfrente ele mí, bloqueándome el paso. una anciana diminu­
Eslóganes ele bandas para las huestes celestiales. joder. ta. Parece como si hubiera pasado la infancia intentando iiwentar el
El jefe los ve. Claro que el Jefe los \'e, él \'e 10do lo que yo miro. fuego. Una chaqueta gris llena de protuberancias, unos zapatos an­
Pero me refiero a que realmente los ,-e. Él puede decir cuáles tienen ticuados sin talón, las piernas tan delgadas que ni siquiera las me­
algo y cuáb son solo fachada. :'\o creo que los comprenda. A ,·eces dias pueden sostenerse. por lo que se agolpan en sus tobillo�. Tiene
me pregunta lo que significan. uno de esos carritos ele compra (del tamat1o de un cubo de basura,
No obstante, puede estar jodiéndome. Puede leer mi menre, o de malla, con ruedas) )' lo está subiendo por las e�caleras detrá� de
algo así. No si me molesto en tocarle las narices, pero sí la mayor ella. Recorre algo así como un centímetro por minuto. Cot'\o. Sube
parte del tiempo. Ahora, por ejemplo. un peldaño, dobla su ,·ieja espalda encorvada, coge el asa, y b·anta
Gira a la izquiertúl más adelante. el carrito un escalón. Un escalón, subir el carrito. Se detiene. como
Fantástico. Escucho y obedezco... como un asno. si estu\ iera tirando de puto� ladrillos.
Ni lospalos nilaspiedras 1'0mperán mis huesos, eshipido gordo -Oiga -le digo-. Deje que le ayude.
descerebrado. Ella levanta la vista, tímida. La car;t es como una m a pasa con
¿Tienes idea de lo molesta que es tu voz' Es como uñas sobre un dos ojos nublados.
encerado. ¿Cuándo empezaste con eso, eh' Te gusta putearme. ¿eh? -:\luy bien -le digo, y cojo el carrito. \o pesa nada. Puedo
Antes no solías sonar tan jodidamenre asqueroso. le,·anrarlo con una mano. E� probable que e'té lleno de comida de
gete a lfl
Una vez que coges elpez,jobn, se quita el cebo. Dirí gato. Eso es lo que comen estas ,·iejas arpía' ele la Seguridad So­
estación de tren. cial, ¿no'
-Gracias. -Algún tipo de acento. Se gira como un caracol y se ]ohn.
arrastra escaleras arriba hacia el andén. Pongo sus compras sobre la Doy un respingo. No puedo evitarlo.
línea amarilla cerca de ella, y a cambio obtengo una sonrisa amarilla. Baja en lapróxima estacióny vepor la salida sur.
Es elkl,john. ¿Qué, has encontrado otra mujer anciana que quieres que muera7
¿Qué? Me hieres,john. Yo recuerdo nuestro trato, aunque tzí no lo ha-
Es ella.Mátala. gas. Te gustará esta vez, /Qpt·ometo.
Me romas el pelo. La siguiente parada está en medio ele algún distrito de esnobs de
Mira, recuerdas el trato, ¿verdad? ¿Eres /Q bastante listopara la alta sociedad. La gente me mira como si no pudiera cleciclirse entre
recordareso? asustarse o sentir asco.
Recuerdo el trato, pero venga. ¿Una vieja arrugada? ¿No es llevar -Oye, tú. Sí, tú, traje ele Armani. ¡Te hablo a ti, tarado!
tocio ese rollo de lo "diabólico·· demasiado lej os' Él corre. Yo sonrío. El resto mantiene la mirada aparte. Malditos
¿Por qué te importa? He cumplido miparte del trato, ¿no? ¿O yuppies mariquitas.
prefieres volver couAmzabeUe? Impresmzante.
í Eres todo u11 hombre, ¿eh?
Vamos, no puede hacerte daño ni a ti ni a nadie. No haría daño Entonces la veo, saliendo ele una limusina como una estrella de
ni a una mosca. A menos que. . cine. Se dirige a un club, pasando ele hacer cola, por supuesto. Vesri­
Activo la visión. Nop, es normal. Sólo una vieja pájara más en clo corto rojo. Cabello rubio lacaclo reluciente como el sol sobre el
una ciudad repleta de ellas. mar. Tacones altos. Piernas perfectas. Culo perfecto. Todo perfecto.
¡\'fientras tengo activada la visión, el Jefe no puede oírme (o, al Siento movimienro en mi entrepierna y ya está hecho.
menos, no me habla). F.s bastante hermoso, tener mi mente para mí Es ella, ¿ehl
solo. Tiempo para un cigarrillo. Me lo fumo todo el camino ele bajada Te dije que te gustaría.
antes de ser interrumpido. '·Gustaría" no es la palabra correcta.
¡No HAGAS eso! za tll "visión" sobre
Que tegustaría matarla, elltonces. Ve, utili
Lo siento, jefe. ella. No me importa. Si
n e111bargo, no necesitas hace,.lo, ¿verdad? Solo
Mira, ¿vas a matarla o no? No soy lajodida Cn1z Roja,Johu. la belleza sobrerzatztralpuede...
Has sacado mucho de mí, así que tienes que pagar un poco. ¿O Uso la visión solo para que se calle. Para romper el hechizo.
quieres etifrentarte alpróximo colmil/Q sin tzada más que tu inteli· Para \·er si estoy equi\·ocaclo, si está jugando conmigo, si ella es
gencia naturaly la chatarra que sea que tus "Mensajeros"decidan real. o quizá ..
arrojar en tu camino? Nop.
Miro alrededor. A"isos sobre el tercer raíl. Nadie más a la \·ista. Muerta. Pantorrillas hinchadas donde confluyen los fluidos. El
Mierda. cabello, seco como la paja, cayendo en mechones. Marchitas manos
No creo que la vayan a echar mucho de menos. Tiene 81 mios. ele momia, labios ajados, gusanos.
Sus hijos están muertos. Si tzí 110 lo haces, se caeráy se romperá la Cruzo la calle hacia la misma puerta. Me piran los cláxones,
piema dentro de tres meses. Se resbalará en el suelo del bai
io, pero no me importa, voy a piñón fijo , y la veo desaparecer por el
meándose. Nadie la oirá, y morirá etl un completo tonnento. Lue­ oscuro pasillo.
go, se la comerá su perro. Honestamente,Joht¡, la harías Utljavor. -Q uieto, amigo.
¿Desde cuándo nos dedicamos a los ··favores"' Un portero . Chico grande. Camiseta ajustada. Un cachas de gim­
El Jefe no responde. Por lo que sé, ya no está prestando atención. nasio. Me mira desde arriba y echa un vistazo sobre su hombro, muy
Podría estar mirando a través de los ojos ele alguien más, escuchando rápido. Un par más de musculosos armarios, con la palabra '·Seguri­
los pensamientos de otro. No sé cuánros ele nosotros hay. He conocido dad'. en sus camisas, le respaldan. La visión sigue activada. El primer
a un par ele sus otros chicos y chicas ele los recados. No me deja ver a tipo es una putilla ele sangre, un esclavo.
muchos ele ellos. No confía en mí porque a veces puedo bloquearle. -Voy con ella -le digo. Lo hago lo bastante alto para que ella
Creo que soy el único ·'exaltado" con su propia correa. He empe­ me oiga , y le doy un toque extra. Un truco de ángel. ¿Quieres parecer
zado a sospechar. Pienso que algunas ele las otras personas no son exquisita ante mí, puta? Ahora yo también me sé ese truco. Soy tu
siquiera humanos. hombre. Soy tu menú ele siere platos.
Me pongo los guantes. Ella lo oye. Se gira. Me ve, y una ceja podrida se eleva sobre una
-Disculpe, senara. cavidad goteante.
Alza los ojos, otra sonrisa amarilla. -Está bien -ronronea-. Déjale entra r.
-Creo que se le ha caído algo. -Apunto. Ella mira. ¡Cristal Tengo que desactivar la visión o vomitaré.
Apenas pesa más que sus compras. justo al tercer raíl. Cristo, qué De repente, ella vuelva a ser todo lo que deseo. Tocio lo que
asquerosidad. Demasiado fácil. Una maldita lástima. Pero, ¿quién va a necesito. Es como un granizado en un día caluroso, con pollo frito y
echarla de menos? ¿Qué va a perder ella? una siesta en una hamaca.
Miro en sus compras, saco los pláta nos de arriba Y los tiro para Amarra los caballos, Romeo, a 11U!110S que quieras que esosgusa-
que caigan junto a los raíles. Tachán. Explicación racional. Puta chi­ 1lOS de tumba se cuelen e11 tu cabeza mientras te lafollas.
flada y senil deja caer sus plátanos, se estira para alcanzarlos, se fríe. -Gracias -murmuro. Cree que le hablo a ella.
A la policía no le importará. Tienen otras seis mil muertes de bobos -Un placer. -Se humedece los labios y me coge del brazo. Me
con las que lidiar. estremezco. No puedo evitarlo. ¿Lujuria7 ¿Disgusto? Ambos al tiempo.
Aún así. una jodida lástima. El club es oscuro, ruidoso, y está lleno ele gilipollas ele ciudad
ricos que bailan como idiotas, mientras enseñan sus culos moldea­
t t t dos por el aeróbic. Es como un zoo para maricones. Quizá dos ele
las camareras y uno ele los tíos ele la puerta sean reales (gente que
La noche cae. Voy en metro, sin mucho que hacer. Hay pocos ele verdad trabaja por dinero). Los demás son postizos, actores sin
fondos. Al Jefe no le gusta que tenga mucho dinero, creo. He obteni­ trabajo, o artistas, o gestores ele mercado, o mercaderes de gestión.
do limosnas de sus otros instrumentos cuando he estado sin blanca. Tarados, todo ellos. No quiero ni mirarlos. No mientras pueda man­
Creo que le gusta que sea clepenclienre. tener mis ojos sobre ella.
-¿Quieres beber algo? -Su voz es como la miel. Como dormir. Te digo c6mo acabar co11 este. Si enciendes u11 cigarrillo en
-Cerveza -murmuro. el coche, la llama la sobresaltará. ¡Ahom, activa la visi6n!
-¿Qué marca' En el fondo, sé que tiene razón. Su chófer corre para llegar a la
-La que haya en el cañero. puerta. Es un esclavo de sangre, que se inclina y se deshace en aten­
-¿No eres escogido, pues? ciones ante Miss Gusano de América. Podría ser un maligno (la facul­
-No para la ceJTeza. tad de devuelve no funciona sobre ellos de manera fiable). Es proba­
Le hace u n gesto a un camarero que me lanza una mirada celosa. ble que también renga u ración.
Cuando se marcha, ella me mira ele nuevo. La limusina tiene techo solar en el asiento trasero. Quizá sea
-¿Y cómo te llamas' importante.
-Don. La zorra deja un rastro de baba, como un caracol, cuando se hace
-¿Tienes un apellido' a un lado para hacerme sirio en el asiento. Da una palmadira en el
-¿Te importa mi apellido' cuero, remilgada. Se desprenden escamas ele piel muerta cuando lo
Se ríe. Es música, olas en una playa, una canción de cuna. hace. Pero no es más que sangre y tripas. Sin problema. Me siento.
-Yo soy Amy. -¿Puede oírnos ru conductor'
-No pareces una Amy. Ella sube el panel retráctil que separa el asiento delantero del
-¿Qué parezco? trasero. ¿Por qué no? Se imagina que soy un perdedor corriente. No
Un \·ampiro. Una supermodelo. Un cadá\·er rezumante y agusa­ una amenaza.
nado. Annabelle. -Te preguntaría '·En tu casa o en la mía··, pero no es más que un
-Creo que ya sabes lo que pareces -le digo al fin-. Si no, cliché. -Su risa suena como las gárgaras con cristales rotos.
prueba con un espejo. -De todos modos, no rengo ninguna casa -le digo.
Otra risa. Sin el poder de ángel, nunca escaparía de esto. -Entonces, ¿qué tal la mía?
-No sé lo que re parezco a ti, Don. -0 podría hacértelo aquí en el coche.
-Tienes buena pi nta . Ella alza una ceja.
Se levanta, de manera que me pone durante un momento las -¿Impaciente? -�le da un golpe juguetón en la rodilla. Yle tra­
retas delante de la cara. i\ladre de Dios. go mi Yómito.
-¿Quieres bailar? -Podría decirse así.
- o. -Bueno, vas a tener que esperar hasta que lleguemos a mi
Hace pucheros con la cara. Casi me derrumbo. Bailaré. Haré el casa. -Siento como un pequeño tirón en el cerebro. Se ha cansado
maldito baile del Aserejé si ella quiere. Pero a ella le gusta que juegue de mi juego. Está lista para pe carme, desrriparme y preparar el
con ella, de manera que me obligo a resist ir. Es como un pescador siguiente anzuelo.
profesional. Le gusta cuando tiro del anzuelo. No quiero que me arrape en su guarida. Claro, será muy tranqui­
-Si no quieres bailar, ¿por qué vienes a un club de baile? la, pero salir sería un dolor. Lo que ese retrasado de Soldado llamaría
-Soy un bailarín horrible. "extracción". Sin embargo, no quiero que para entonces haya levanta­
-Sabes, muchas mujeres observan cómo baila un hombre para do sus defensas. Hago como que estoy ele acuerdo.
\·er cómo hace el amor. -Bien -digo haciéndome el resentido. .\1e repanrigo y miro
Hace el amor. jesús. por la ventana-. ¿Está lejos?
-Cuando yo bailo, parece como si intentara hacer daño a al- - o. Al otro lacio del túnel.
gu ien. Me pongo la mano sobre la boca para esconder mi sonrisa. Un
-¿Eso es lo que pareces también en la cama? vampiro de :'\ew jersey. ¿Qué pa a , ni siquiera los vampiros inmorta­
i\l!e encojo de hombros. Ella sabe cómo descubri rlo . les pu eden permitirse \·ivir en Manharran' A lo mejor tiene miedo de
-El único motivo por el que un chico honrado baila es para que en la puerta de al lado viva algún cabrón terrorista psicópata.
conseguir follar. Yo sor un bailarín horrible. por lo que eso no me Lo haré en el túnel. Ya no falta mucho.
ayuda. Así que, ¿por qué hacerlo' La vida es demasiado corra. -Don -su mano \'Uelve a estar en mi rodilla. Espero que pien­
-En efecto, lo es -Sus ojos chispean-. Entonces, ¿vienes aquí se que estoy nervioso porque e roy cachondo-. No seas así. Soy
para follar? demasiado mayor para follar en asientos traseros.
-¿Hay otra razón' -El camarero posa mi cen·eza y consigue Puedo \·er su reflejo en la ventana. lamiéndose sus raídos labios
escuchar esta parte de la conversación. podridos. Es menos asqueroso que mirarle cara a cara. Veo cómo se
-¿Por qué no lo comprobamos' -dice Amy. Todada está de acerca la boca del túnel, cercana.
pie. para que pueda \·erle las piernas, el culo-. \'enga. vamos. .\1e giro y saco un paquete de Camel.
Tomo un largo trago de cen·eza. :\o me mue\·o. La miro de sos­ -¿Quieres uno? -Le miro a los ojos y saco dos con la boca.
layo. Estoy tirándome el pegote. Ambos sabemos que voy a ir. Otro Creo que Bogart encendió un cigarrillo para sí mismo y para Lauren
trago y me levanto. Bacall de eMa manera, en alguna \·ieja película.
-Vale. está bien. ¡Zas! Una pútrida mano andrajosa sale disparado. como la de un
Estoy siguiendo a este delicioso trasero hacia la limusina, pen­ gato, y me quita los cigarrillos de la boca.
sando en qué tal estará desnuda, recordando cómo era Annabelle -Un vicio asqueroso -me dice, haciendo un gesto de des-
cuando estaba desnuda. precio.
La visi611,]obn . Esramo en el túnel.
Métete en tus propios asuntos de mierda. Joder. Es b hora.
Tti eres mis asu11tos, de mierda o 110. Hablo en serio.Activa la -Igual que chupar sangre. -Enciendo mi mechero justo en su
visi6n. De otm modo, estarás ciego cuando te clave los cobnillos, y me rostro (una llama pequeña, pero los pútridos odian esa mierda). Re­
serás inútil.Amy te dejaría seco arúes de dejat· que se la metas. Ella trocede y saca los colmi llos al tiempo que digo La Palabra.
ya 110 tie11e sexo.Activa la visi6n, quédate a solas co11 ella,J' entonces -iVassago!
di mi.nombre. Eso acabará con el bechizo. La \·isión se apaga en mi mente como una cerilla en un huracán. La
¿Ahora me estás diciendo cómo matar un \·ampiro' sólida y ardiente luz angelical es tragada por la oscuridad ele Vassago. •VIe
inunda desde tocios los sitios, me atraviesa, me cambia. Crecen espinas en \o 1·a demasiado rápido. pero eso no importa cuando pasa por encima
mi rostro. rodeando mis r�rsgos como una barba y una corona. Salen de las de su cabeza.
palmas de mis manos, ele mis codos, y de la punta ele mis alas. Se transforma en polvo. Genial.
Ella logra darme un puñetazo rompehuesos en la cara antes de ¡Cuidado,john!
transformarme del tocio. Algo duro y afilado me golpea por el costado izquierdo. ¡ Cristo!
-¡Atrás! -Las facultades ele ángel aún funcionan, hasta con Es como si me hubieran dado con una almádena. ¡Me doy la vuelta y
Vassago operando en mi interior. De locos. Devuelve le empuja con­ es el maldito chófer' La ventana interior está bajada y se está preparan­
tra la puerta y na:lve a ser bella. todo es precioso, como todas las do para su segundo disparo. Jocler1
chicas para quienes soy demasiado pobre, estúpido y grande para Me sepMo de la puerta mientras siento desvanecerse el cuerpo
hablar con ellas. Está asustada y eso me encanta. del monstruo, las espinas volviéndose humo y las alas convirtiéndose
Abre la puerta con torpeza y un brazo sale e impacta contra la en sombras. Estoy cojeando rúnel abajo hacia el tráfico que se aproxi­
carretera en movimiento. El imbécil de su chófer no se imagina que ma. Creo que siento al jefe expulsando la bala. poniendo mis múscu­
ocurre nada malo, pero no dejaré que ella se escape. Las ganchudas los en su lugar. creando ele la nada sangre para mis venas.
manm con cuernos se aferran a esos dulces y delgados tobillos, ha­ Me pregunto si esto es lo que ellos sienten cuando curan sus
ciendo trizas piel y nylon por igual. La cle1·ueh·o al interior del coche. heridas .
El brazo que chocó con el pa1·imento está roto, pero se está curando. Estate a lo que estás,]ohn. Zigzaguea, idiota.¡Te está apulltan­
según 1-co. 1'\o importa. Sitúo los pinchos de mi barbilla por debajo de dootra vez!
sus rodi llas 1· rastrillo hacia arriba. Golpea mi cabeza. pero no tan Puedo oír cómo suenan un millón ele bocinas .. Debo parecer un
fuerte esta 1·ez. Tiene que golpear con cuidado. No quiere empalar su loco. Mi camisa y mi chaqueta están abiertas por la espalda. Los zapa­
hermosa mano en mis pinchos y espinas. tos tienen agujeros por las garras de los pies, pero aún cumplen su
Le1·anto la cabeza para otro ataque con la barbilla justo en ese
, función. Otro disparo. Reculo, pero ya ha fallado. Para cuando lo
plano y tenso estómago. Es entonces cuando el coche se sacude hasta oyes. es demasiado tarde.
detenerse. Ambos caemos rodando del asiento y sus piernas se desga­ ¡A la derecba!¡Por esapuerta!
rran, libres de mi apretón. Sale por la puerta antes de poder atraparla La puerta tiene rotas las bisagras y estoy en algún túnel de acce­
de nue\'0, pero me impulso con las piernas y las alas. Consigo propi­ so, lleno ele suciedad, excrementos ele rata y viejos periódicos.
narle un tajo en la espalda con los garfios de mis dos manos, un buen Oigo las sirenas, y por una vez es algo bueno. F.se conductor
empujón que le arranca grandes pedazos. gilipollas va a acabar con el culo en la cárcel esta noche, o pasará la
Se tambalea hacia delante. uno de los tacones se rompe. y se siguiente media hora corriendo asustado. En cualquier caso, ya no me
bambolea )' cae justo frente de una des1·encijada )' 1·ieja camioneta. disparará más.
Hago recuento. El Jefe no me curó del todo; solo lo suficiente Tu sarcasmo 110 hace gracia, john. Ypara contestar tu pre-
para que pudiera correr sin echar el bazo o algo pa recido . gunta: más de lo que imaginas.
¿Crees que mantener unido tu sarnoso
n cuerpo es cosa fácil? ¿Eh?
o es gran cosa. Tengo un truco de ángel para encargarme del Depender de ti me molesta 11uís de lo quepuedes imaginar.
resto. Ya puedo sentir mi mandíbula volviendo a juntarse. Duele la Que le jodan. Paso de esta mierda .
hostia, pero sólo es dolor. El agujero de bala lle\·ará más tiempo. Será Al menos, la pava de Nueva York me dio una buena pistola .
mejor tomá rselo con calma durante un par de días .
Bue11 plan. De hecbo, puedes d01711ÍI' en elautobzís. t t t
¿Autobús?
Hay 1111 billete de autobús esperáudote en 14 Grau Centm� cou Me bajo del autobús en Cantan, Ohio. La ciudad no parece gran
el11ombre de "Ron Charlier".¿Ves esas escaleras deúmte de ti?Stíbelas cosa. El Jefe aún no me ha dicho a qui¿n voy a encontrar aquí. l'no
y sigue elpasillo hasta la escotilhl de acceso a hls alcautarillas. de esos pelmas bocazas de hunter-net ( segú n el pla n) . Quién, no
¿Alcantarillas' ¿Otra vez? tengo ni idea. Ni siquiera se adó nde se supone que tengo que ir, así
No son más quepara desalojar agua en hls tormentas, 110 seas que imagino que podría comer algo antes que la mie rda empiece.
mariquita. Cuando salgas,ponte a caminar hacia elsuroeste. Uno de Mi mandíbu la está bien. Una pequeña herida en un lado, eso es
los míos aparecerá e�zseguida. Te dará suficie�zte diue�-opara cotzse­ todo.
guir ropa tillevay quizá un lugar domle.quedarte esta noche. Hay una cuchara grasienta junto a la estación de autobús. Proba­
Eres todo corazón, jefe. blemente. un sitio ele primera para vagabundos, holgazane s, asesinos
No quiero que estésjoduwy tose�zdo
i como 14 última vez. Necesi­ en serie ... y "exaltados". ¡Los héroes de América, ciudadanos norma­
tarás estar a tope,John. No se trata de 11ingzín colmillo 11ovato confia­ les como tú y como yo que llevan vidas excitantes. superpoclerosas y
do en exceso.¡Mierdtz, casi te matmzporque te quedaste abíparado secretas, mientras luchan comra famasmas y 1·ampiros! Y. de manera
regodeándote, cumzdo debiste haber estado corrie�zdo! incidental, pierden todo su dinero, todos sus malditos amigos, y aca­
Tu preocupación es conmovedora . ban en la cárcel o en el manicomio.
A diferencia de ti,yo no subestimo hls ame�wzas, e11 especial hls Tengo 38,64 dólares. Me arrastro hasta el mostrador y miro los
que supotwz tmestros ellellligos tmttuos. especiales. El chico de la barra se repantiga en ella.
"Nuestros enemigos mutuos". joder, te lo n1eh-o a decir, los ··exal­ -Sí, quisiera dos especiales Sunrise y un zumo de tomate grande.
tados" no son tan malos. -Un zumo de tomate grande, un especial Su nrise .
No van contra ti,Johti. Por eso es por lo que te utilzo i corltt·a -No. dos.
ellos. -¿Dos?
Parece que se saltó su segundo día de preescolar y nu nca recu­
t t t pe ró .
-El esp eci al lleva dos hue1·os, patatas y u na tostada, ¿vale'
La muje r que me recogió en :\ue1·a York estaba bien 1·estida, -El chico me mira como si acaba ra de pedirle que moviera los
conducía un Lexus. pero tenía aquella pinta enfermiza y resfriada que brazos y vola ra hasta la luna-. Bien, lo que yo qu iero es watro
toda la "gente'' del j efe parecíamos tener. Fue extraño. Cuando ella h uev os. un pedido doble ele patatas y, ya sabes, dos tostadas. Dos
1·io lo machacado que estaba. insistió en que pasara la noche en su especiales, ¿ves?
casa. :'\o en e�e sentido, sino ... como si yo fuera un primo lejano que -Cua1ro huevos, doble de patatas, doble de tostadas.
pasaba una mal:! racha. En lugar de . . . de lo que sea que somos. -Gracias.
También me dio un montón de libros para el Yiaje en autobús . Gilipolla s.
Nada bueno, claro, como Dick Francis o quizá Dave l:larry. Solo esa ¿Por qué 110pides beicon?
mierda peda nte que el jefe qu iere que lea. Dsciplina
i y casti�o. Brel'e ¿Es esa una de tus órdenes?
historia de la época. Una chorrada llamada Hl orif!ell de la conciencia No, pe�·o séque lo quieres. Huele bie11, ¿no?
en el des[!lose de la me111e bifocal. Madre de Dios. Cosas de cerebros. Ya sabes lo ele la casa de embalaje . Oll·ida esa mierda. Si no la
No entiendo ni jota . limpio yo mismo, no voy a comer carne.
No tepido que los elltielldas,]ohii.Solo que los leas. Oh, ¿ypiensas que el "chef' de ah{atrás se lava las ma11os cada
Estoy en e l los, estoy en ello. ¡Pero no pienso leer el de los vez que va al baño?
maricones! Por favor, oye ... 1 o quiero saberlo, ¿va le? No quiero saberlo.
Ecce Horno 110 es de... oh, mierda. Ta11 solo mira la págiua, Bie11.Ajérrate a tus insig11ijicantes ilusimzes. Lo que másfeliz
esttípido balauceante. te haga.
¿Qué me has llamado' ¿Desde cuándo te preocupa si soy feliz' ¿Qu ieres decirme detrás
"¡Balauceaute! Significa que te baúmceaspor los tít·boles como de qu ién 1·oy esta vez?
1111 mono. Para ser ho11estos,]ohn, t'tiO te molesta que te11ga que ha­ Dejaréquesearma smpresa,perotegustará.
bhlt• deJonna me�ws cultaparapoder insultmte? La última ,·ez que me dijiste eso me dispararon por la espalda .
¿�o te mole�ta a ti depender de un estúpido balanceante? Tli tllÍS11W te dispamstepor la espalda, pero 110 voy a discutir
\'eo mo,·imiento por el rabillo del ojo. Una mujer me mira rién­ co11tigo. Después de comet; dirígete aleste. Hay 1111 refugioparage11te
dose a tran�s del pasillo. )'
me doy cuenta de que estoy hablando en sin tecbo Uamado "Casa de Marta Samson".
alto. La miro y ella da un respingo. Le1·amo el libro y actúo como si Un refugio para 1·agabundos, ¿eh' Imagina.
esw,·iera embebido en él. Después de comer, tengo 29,62 dólares. El camarero retrasado se
Buenajugada, patoso. Esperemos que 110 le cuente a nadie lo queda sin propina .
del hombre de 1,92y 120 kilos que vio e11 el autobús hablando con­
sigo mismo. ¡Tienes que tener más cuidado!No es que sea difícil t t t
olvidmte, ya sabes.
¿Qué? ¿Quieres decir que ser un monstmo giganre me hace ... sobre­ La Casa de Marta Samson no es en realidad una casa. Es un gran
salir, de algún modo? Caramba, Jefe, no me había dado ni puta cuenta. edificio hecho de ladrillo, de ángulos rectos y tejado plano. como una
fábrica. Hay una enorme chimenea en la parte de atrás que no produce -r\a, soy de Washington.
ningún humo, y un gran aparcamiento alrededor, limitado en dos de Se lame los dientes como diciendo ·'peor para ti"'.
sus lados por maleza, arbustos y árboles. Otro lado da a la calle, y el -Si no eres de aquí, puedo darte un lugar para pasar la noche
i"iltimo tiene una valla encadenada coronada con alambre de espino, como cortesía. -Comienza a escribir en una pequeña tarjeta colorea­
común con otro aparcamiento que se le asemeja mucho. La calle está da, como una ficha de biblioteca-. No obstante, mailana tendrás que
jalonada de casas deterioradas, y de negocios de aspecto sórdido que ir a algún otro sitio.
ya eran marginales hace una década. Una tienda de juguetes. Algo -Uh, ¿qué es eso' -Apunto hacia un símbolo que hay en
llamado ··Smithberg Ice"'. Una tienda de reparación de electrodomésti­ una esquina de papel sobre la mesa. Levanta la vista con las cejas
cos. Diablos, ¿quién lle1·a a arreglar las cosas eléctricas hoy en día' Es un milímetro más elevadas de lo normal, tanto como entrecerrados
más barato comprarlas nuevas. sus párpados.
No tengo ni idea de lo que se supone que hago aquí ni de -¿Sabes lo que significa?
cómo voy a encontrar a quienquiera que sea. Tengo la dirección -Sí, es como... sacrificio. Darse uno mismo, algo de eso. -Me
sacada del listín telefónico de donde cené. Estaba a unos trece kiló­ inclino y yo mismo dibujo un símbolo: protección.
metros de la estación de autobuses. Como no tenía nada mejor que Su rostro se endurece.
hacer, vine andando. Los pies me están matando. Todavía llevo los -En ese caso, me temo que no puedo ofrecerte ni la noche de
zapatos rotos de i\ueva York. cortesía.
Fue hacia la puesta de sol cuando llegué al lugar. ¿Y ahora qué? Mierda. Los héroes sin hogar han estado aquí mismo.
El jefe no me está sirviendo mucho como guía. Fantástico. Debe estar -Bueno. Es igual. ¿Puedes decirme dónde fue el tipo que lo
de humor juguetón. dibujó'
Atravieso el aparcamiento, pasando junto a un montón de ca­ -No es asunto mío.
miones y contenedores de basura, la mayoría de ellos llenos de la -Mira. -Pongo las manos sobre la mesa y dejo que vea el ma-
porquería que la gente mete en bolsas de desperdicios de plástico. chacado dedo anular de mi mano derecha. Me inclino y le dedico una
Bastante triste. Sin embargo, supongo que yo soy más triste. Ni siquie­ mirada. Una buena, pero ya ha visto antes perdedores jodidos-. Tu­
ra tengo una bolsa de basura o un contenedor donde ponerme. visteis problemas, ¿cierto) Apostaría a que ni siquiera deseas saber
Hay un par de chicos que visten chaquetas raídas y gorras en­ qué clase de problemas. Apuesto que no quieres saberlo. Bien, si no
trando por una puerta metálica a un lado del edificio, así que les sigo. quieres más problemas, quizá te convenga deshacerte rápido ele mí.
Parece el lugar correcto. Esos chicos tienen '·pobre obrero" escrito Dime dónde está y desapareceré de tu vista.
por todas partes, es probable que como yo. -¡Oye, estás parando la cola!
Dentro hay una pequeña cafetería (suelo de linóleo, paredes de Le echo la misma mirada al tipo detrás ele mí y la voz se calla con
ladríllo, techo desportillado). Es el tipo ele sitios que te encuentras en rapidez.
un instituto, con una televisión que muestra un partido de fútbol ator­ -Está bien. -El chico de la mesa ha tomado su decisión-.
nillada al techo, y con comida no muy buena. Atestada de gente, Busca a tu amigo en el Campamento de los Locos. -Luego, me hace
también (las mesas están muy juntas y un montón de gente lleva u n un gesto para que salga de la cola.
montón de ropa con un montón d e suciedad y sudor). llay una cola Mientras me dirijo a la puerta de salida, cojo un par de naranjas
para la comida, la cual es servida por voluntarios ele la iglesia mejor y un pastelillo para la cena. Recibo miradas de desprecio, pero nadie
vestidos. Tienen el paso 1·ivaracho, metiendo y sacando con torpeza dice nada.
bandejas de comida de la cocina, intentando parecer alegres. Cada
uno ele ellos se mueve al menos dos veces más rápido que el más t t t
rápido de los sin hogar, a menos que tengas en cuenta a los niños. No
hay demasiados jól"enes (tres o cuatro sucios pendencieros con cami­ Gracias a los vagos que están fumando cigarrillos junto a la puer­
setas demasiado grandes, corriendo entre las mesas y obteniendo ce­ ta trasera, descubro dónde está (y qué es) el Campamento de los
ños fruncidos o sonrisas de los adultos). Por el momento, solo miro. Locos. Es como un poblado de chozas junto a una vieja vía de tren, a
-Perdone -<lice una voz jadeante detrás de mi. Me doy la vuel­ un paseo de la Casa de Marta Sa111Son. Es donde van los vagabundos
ta. Debo estar bloqueando el paso. Un arrugado anciano negro, con que no pueden ir al refugio. Hay un pequeño sendero que atraviesa
el rostro como el interior de una nuez se apretuja contra mí. el bosque ralo. Me como las naranjas mientras voy, limpiándome los
-Lo siento -le digo . dedos con la chaqueta. Me pregunto quién será. ¿Dictadora? ¿Hannibal?
-¿Ya has firmao' o me parecen del tipo de los que hacen trampas. Sí, hablaron un
-Uh, aún no. montón acerca de hacer graneles sacrificios, pero sospecho que ellos
-Mejor que lo hagas antes que toas las camas se llenen. hacen los suyos desde alglin lugar cómodo. Memphis puede acabar
-De acuerdo... ¿Ónde lo hago, sacramente' de okupa. Seguro que Testigol no. Ese jodido gallina de mierda debe
Apunta con el dedo. Hay un chico en una mesa de metal cerca estar en alguna parte, bien calentito, mandando mensajes acerca de
del principio de la cola del rancho. La gente se arrastra hasta allí, k cazar monstruos, mientras él caza el último Dorito de la bolsa.
enseñan una pequeña tarjeta plastificada, y después cogen la bandeja El bosque termina y ya estoy en el Campamento de los Locos. El
y son servidos. sol se ha puesto, y un cubo de basura incendiado ilumina la escena.
Me pongo a la cola. Joder, me duele el pie. Un par de vagabundos se acuclillan junto a él, quejándose y pasándo­
-Buenas noches -dice el chico de la mesa cuando llego. se una botella. Puedo oler el vómito de licor de malta cuando me
-Hola. acerco. Sí, aquí es donde pertenecen los exaltados, eso fijo.
-¿l\o tienes techo' La mayor parte del lugar está cubierto de plástico y alquitrán,
-Uh, no. pero hay una tienda ele campamento que no está cubierta por la mier­
Me echa un vistazo. da. Parecen excedentes de la guerra ele Corea, pero es una tienda,
-No estás registrado aquí -dice, como si intentara acordarse está bien montada y en un lado tiene pintado con amarillo claro la
de mí. etiqueta ··desinteresado'·. Qué chiste.
-No, no lo estoy. Saliendo de ella hay un chico negro, y me lleva un segundo
-¿Eres de la zona' reconocer al gilipollas de Travis tvliller.
El Jefe tenía mzón. Esta \'a a ser buena.
Ahom mismo, me lo puedo cepillar. Está de cara al fuego, yo
estoy en la o ·curidad. :'\o puede \·erme a menos que utilice un poder.
¿Y por qué iba a hacerlo? ¿Por qué malgastar el jugo de ángel? Puedo
apuntar con esta preciosa arma de l\uenl York )' dispararle.
¿Por qué 110 lo has hechoya?
-Oye, Travis.
joder, ya estamos.
É l salta. Le he sobresaltado. :vtira con atención a la penumbra, y
enronces sus ojos se agrandan.
-¿john Coaler' -No suena rabioso ni asustado, ni nada. Solo
sorprendido de veras.
-Que pequet'io es el mundo, ¿no?
-¿Cómo has acabado aquí?
-Oh, siempre me detengo junto al Campamento ele los Locos
cuando viajo por Ohio. -Le echo una mirada a los tipos que hay en
la fogata. Parecen distraídos, discutiendo acerca de la última resaca
con la boca llena. Podría asarle el culo a TrJvis justo enfrente de su
tienda y no se darían cuenta.
Tra\'iS (el maldito Viajero72) se acerca más a mí. Tiene pinta ele
que le \·aya mal. Está más delgado, pero su a�pecto es lastimoso.
Lleva una chaqueta dd ejército. y se sopla las manos para mantener­
las calientes, metiéndolas después en los bolsillos.
-Bueno -dice, acercándose un poco más-. ¿Qué has estado
haciendo'
-Oh, lo típico. �!atar como un loco. ¿Y tú'
]oh11, ¿por qué 110 le das cera y te !m-gas de aqui? Mira, hazlo
ahoray te co11seguiré una ca11tidad dejodido di11ero.
Miller me dedica una mirada larga y lastimera. Finalmentc, toma
alg(m tipo ele decisión.
-Sucedió en Pensilvania, ayudando a un chico y a su grupo.
Todo fue mal. Ahora, me dirijo al sur. ¿Has oído hablar de Conduc­
tor3001 ¿Henry Eames?
-�a. Quizá fuese después de que me echaran ele la lista.
La frase no le recuerda nada. Idiota.
-Voy al sur para intentar reunirme con él y con Pedro. \'amos a
intentar traer a su hermana de \'Uelta. Tiene algo de dinero...
-Cosa la cual nece�iws.
-Tú también tienes pinta ele necesitar que te echen una mano,
John. A menos que tll Rolb-Royce esté aparcado en alg(1n sitio
que no veo.
tlle río entre dientes. ;\o puedo e\•itarlo. Había oh·iclaclo lo gra­
cioso que puede ser el bastardo.
-Ped ro es un buen tipo -{ligo, recordando-. ¿No tenía alguna
movida gorda de colmillos'
Travis se queda callado por un instante.
-Cogieron a su familia -{!ice.
Mierda. Pedro era uno de los buenos. Tenía la cabeza sobre los
hombros, al menos con respecto a algunas cosas.
-Es una puta pena.
-Creo que todos hemos sufrido nuestras pérdidas -me dicc,
y de la mant!ra en que lo hace. me doy cuenta de repente que lo
siente por mí.
Ahora �í que me ha jodido. Antes de d;mne cuenta, el arma está
en mi mano, la pistola de :'\ue\·a York con el silenciador compacto y
la precisa mirJ láser situada sobre el cat'ión. EMá en mi mano. y el
punto rojo en el pecho de i\liller.
¡Dispam!¡Hazlo ahora!
Sin embargo, no lo hago, y en un momento el saca otra anna.
Desenfunda rápido. :'\o lo habría esperado de un \'endedor ambulante.
-Ttl no tienes ni idea de mis pérdidas, mamón. Hablaste mal ele
mí a toda la lista. y entonces \·osotros los gilipollas me echa�teis y me
dejasteis en la estacada. Sabíais que era un hombre marcado, pero
ninguno hicisteis una mierda. Nadie me ayudó. Estabais demasiado
ocupados simpatizando con algCm convicto no muerto, demasiado ocu­ Ya lo verás. Baja del tre11 una parada antes deAtla11ta.
pados p restando una compasiva atención a los 1·ampiros, a las brujas y ¿Estás seguro que es uno de los tuyos? Porque no necesité el
a la puta gente muerta. ¿Y ahora crees que puedes abrir sin más los cuerpo del monstruo para acabar con Miller.
brazos y ser mi colega otra vez? Como no he sido ronzado por las Sin mí, nunca le habria encontrado ni conocido.
criaturas a las que me abandonasteis. . . ¿tocio está bien' Sí, sí. . . ¿pero cuándo me voy a dedicar a los grandes?
Bravo,Johtl. Un discurso realmente bonito. Si estofuera una Oh, ¿queres
i matar a la superestrella delpop?
película, ya te hubieran tú:u:W elputo Osear. Oe hecho, le oigo reírse en mi cerebro. Es como si estuvieran
Travis tan solo me dedica una mirada triste y dice: golpeando mis tímpanos con un rallador de queso.
-No sabía que hubiese sido tan malo para ti. ]ohtl, él tiene Utl montón de tíos como tú metidos en esto. Po­
Más compasión. drías ser capaz de evitar sus guardaespaldas hu11Ulttos. Los espías
-Demasiado poco, demasiado tarde, hijo de puta. no cmifundirán tu visión. Pero sus esclavos de sangrepodrian atra­
Me mira a los ojos y baja el brazo. Abre la mano y su pistola cae parte si trabajanjuntos. Podrias encargarte de u11 par de ellos, corz
ele sus dedos. algo de suerte. No obstante, después de ellos, hay UIIOS cietl vampi­
-No I'OY a pelear contigo, john . Haz tu elección. ros que matarían con gusto a todos los que has conocido para pa­
¿Qué cojones ... ' sarlos al otro bando. Ydetrás lle ellos (y de lospolicías que vetldrúm
¡Mátale! Te está comiendo el coco. ¡Mátale ahora! corrietldo), está supropia versi611 de la Reina de los Dmdenados.Al
-¿)lo es esta la parte en la que dices '·si disparas, solo me harás et¡frentarte a ella, tie11es dos opciones. Puedes aceptar mi consejoy
.,
más poderoso , 110 activar la visi6� en cuyo caso co11vertirá tu cerebt·o en chicley
Tra1·is se encoge ele hombros. estarás de vuelta en la casilla utw, opuedes usar fa visión, y 110
-No. Si me disparas, muero. Eso es todo. tener ninguua oportzmidad de detenerla cua11do con·a, o de enco1l­
.
No puedo hacerlo. Mierda . No puedo dí �parar. \1i dedo no se trarla cuando huya.
moverá. !VIe la prometiste.
-Eh, ¿qué está haciendo? Yla tetldrás,]ohtl... cua11do estéspreparado.Perv vas a tlecesi­
¡PUM1 tar u11a serie de reclutasy de otros ayudat1tes, y tambiét1 másjuicio.
Miller cae. Y lo consegui ré por medio ele tu "pacto oscuro·'. Qué conve­
¡Es uno de los condenados 1·agos1 Se acercó tambaleándose niente.
para ver qué pasaba y . . .Cristo, me ha asustado, y he matado a Entetzdiste el trato cuando lofin/laste. Diste tu consetltimietllo
Miller. F.stá corriendo hacia el bosque, pero está borracho y l'iejo, de adulto.
y n o es difíci l ele coger. Me lo cargo, también. El otro vagabundo ¿Y Testigo!? Él no es una est re ll a del rock. ¿Cuándo podré
que había jun to al fu ego se ha desmayado, pero también debería matarle?
pasarle por la escoba. Cuatldo llegue el mometlto. Te lo gara11tizo, élno tiene un ejér­
No. Quita el silenciadory la mira láser de lapistola, limpia/a cito de lacayos, pero a los hijos deputa de tus "Mensajeros"parece
biet� ypotlla etl su matw.Asegúrate deponer todas las huellas sobre gustarles honY>res. Necesitarás acercarte a éltatl rápitlo que 110 ter1ga
eUa, en el caso de que el tipo sea zurdo. Luego registra las cosas de tiempo de huir. Y, créeme, ese cobarde montón de mierda es tm ex­
MiUer. Esprobable que tet1ga dinero, quizá comida. Coge su arma. perto en huidas.Adetnás, 11ecesitas cargártelo a laprimera. De otro
Escucho y obedezco. nwdo, estarápreparatlo contra ti.
Yasegúrate de que le has nUltado Cotl otro disparo. Vale. Lo que sea. No soy lo bastante duro para matar a un primo
tonto del culo, experto en ordenadores.
t t t ]ohn, tlO estés de mal humor. Es bastante deprimente, vinie11do
de tttl hombre de 34 años.
Maldición. Debería sentirme bien por haberme cargado a Miller,
pero por algún motivo no es así. Toda esa mierda ele "haz tu elección" t t t
al final. Me ha afectado. Sin embargo, él está muerto y yo estoy v i1·o,
así que ha merecido la pena. El pueblo en el que me apeo es un puntito en el mapa. Me
Mil\er tenía 42 dólares en la cartera, más un billete ele tren ele sorprende que incluso tenga su propia estación ele tren . El Jefe está
Columbia a Atlanra. Aún mejor, es ele coche cama, así que podré tener bastante callado, v mi capital disponible es ele menos de 20 dólares.
algo ele inrimiclael en el l'iaje. Que le jodan. Es hora de buscarse un tralxtjo.
Ir hasta Columbia no está tan mal. Desde el Campamento ele los Encuentro uno en un local ele estos de semi llas, comida y
Locos, 1·oy anclando hasta u n albergue ele mala muerte (demasiado gasolin<t . Lo típico: descargo mierda en el almacén de detrás por
para el dinero de Miller). Al día siguiente, encuentro una compañía ele cinco dólares la hora sin contrato, pagados diariamente. El dueño
transpone, y les digo que ayudaré a descargar un camión en Colum­ no sabe que dejo la puerta abierta y duermo allí la primera noche,
bia a cambio del viaje y una comida caliente. La mejor clase de trabajo o pasa de ello. Dos días de trabajo que esos maricas del pol lo frito
ilegal es el que no tienen que pagar, así que están encantados con la es probable que consideren rompe espaldas, y ya tengo cien dóla­
oferta. Luego, la mierda habitual (le1·a mar esto, ponerlo allí, esperar res, m en os algun as comi das .
un buen rato en el l'iaje, luego cargar lo mismo otra vez y llevarlo a La tarde del segundo día, el jefe me busca. Se acerca el crepús­
otro lado). El conductor está bie n, no es una cotorra. Cruzamos tal culo, y estoy caminando por este bonito pueblo . con la gente igno­
l'eZ una docena ele palabras , y me deja en la estación ele tren cuando rándome, sus cabezas dirigidas hacia sus propios traseros . El Jefe me
he acabado. Creo que su nombre es Mike. lleva hasta un parque. Es un día cálido. extrai1o pa1�1 la época, y los
F.s en el tren donde empiezo a pensar en serio acerca de Miller y padres lo están aprol'echanclo, d ejando a sus niños sueltos, gritando
de por qué no salió como yo quería . hurra una última vez antes que el im·ierno llegue, gimoteando y mi­
Porque teparaste a regodearte, como siempre haces. Si solo le rando Aladí11 por enésima vez.
hubieras tiUltado cua11doyo te lo dije, ahora mismo estarias tanfeliz La mbia,]ohn.
como un cerdo etlh'e laporqueria. ¿Qué rubia' ¿Esa ele ahí con el cochecito ele n iñ o'
Quizá. Quizá no. ¿Quién es el próximo? No,justo ef¡frente de tu estúpida cara. La niiiapequetia.
-¡:\o! -d igo en alto, pero la niña ni siquiera mira. -Corre hacia tu mamá. Dile que quieres ir a la iglesia abara
¿Qué quieres decirco11 "no"?¡Te11emos zm trato!¡Tzí lo tienes,yo mismo, ¿entendido' Si no lo haces, tendrás problemas. ¡A la igle�ia.
w te11go, ambos! ahora mismd. Llora hasta que te lleve.
Una nit'ia pequeña es demasiada putada . Se me queda mirando.
¿Qué, crees que tie11es que obedecer cua11do tiÍ quieras? Busca - ¡Ve ahoral. Estiro la mano derecha y la abro como una garra.
"Obedecer" e11 el dicci011a1"io, mira "demonio"... Es probable que se dejando que eche un ,·israzo a mi dedo anular mutilado.
metlcioue algo acerca de ser...ya sabes... maw. Funciona. Se larga co mo un tiro, chillando y gritando.
El trato es que yo te ayudo a cargane a tus enemigos, tú me �liro en dirección contraria. Estoy a mucha distancia de la e'ta­
ayudas con los míos, y trabajamos jumas por ayuda murua. lJna niña ción de au tobús . y un pueblo tan pequeño no e� que tenga mucho..,
de colegio no es un enemigo. taxis atestando las calles, pero a la mierda . Estaré fuera ele la ciudad
No sabes en qué se co11vertirá. E11 solo 1O a�ios ... antes que el Jefe pue da llegar a mí otra \·ez.
Ah, ah. Creo que me estás jodiendo. 1 o creo que pu ed as prede­ Lo consigo durante unas cinco manzanas, concentrándome al
cir eso. En Internet leo sobre todos esos tipo� que pueden tener pe­ máximo, hasta que regresa.
queñas \'isi ones, y que dicen que en JO minutos ,.a a empezar a ¡TRAIOOR!¡BASTARDO!¡JODIDA MARIONETA COMEMJERDA!
llover. Las predicciones son un misterio. Los deralles cambian. ¡PAGARÁS POR ESTO,JOHN COALER!
Oh, ¿ahom escuchas a esos imbéciles?]oh11, zm trato es U11 mal­ Cristo bendito, puedo sentir cómo me hace algo, algo horri­
dito tralp. Ttí tuviste a Amy en Nueva York.Jzmtos, cogimos a Travis. ble. Siento como un millón de gusanos me comen la� entraña'
¡Ahora es mi tumo y la elijo a ella! desde el interior. E�tá matando mi cabeza, mis oídos, mis ojos.
Ella no es una amenaza para ti. Ac rh·o de nue,·o la ,·isión y se mitiga, pero aCin estoy mareado ,.
¿Ycrees que esa vieja puta de la estací611 de treu lo era? ¿Sabes destrozado. i\le tambaleo hasta detrás ele unos arbustos para Yomi­
qué,]ohn? Te metztf acerca de eUa. Te met1ti sobt·e sus hijos. Tietze dos tar y \'eo una igles ia , una pequeña que parece como si hubiera
hijas, y una de ellas estaba /leva11do a su nieto recié11 11acidopara sido utilizada como escuela o algo así. Corro hacia ella y pru ebo
que lo viera. ¿Tefijaste e11 el bizcocho de sus compras? Iba a casa a con la puerta. El pomo me aguijonea la mano. ¿Qué cojones pa,a?
cocinar una tarta cuando... ;.E lectrici dad estática o la ira de D ios' ¿Quién sabe' Está cerrada.
Acti,·é la ,·isión. Esto es malo. Esto es una jodienda muy seria. pero es madera y no me lle\·a más de un par de golpes con d
�le acerco a la niña pequeña . Tiene una especie de conejo de hombro estar dentro.
peluche . y está peinando sus orejas como si fuera cabello. Cristo, estoy hecho una completa piltra fa. Como cuando tus p1e'
-Tú. Pequeña. se entu mecen. Ese dolor agudo cu and o la circulación se restablece.
Ella levanta la mirada y se asusta. No me sorprende. Solo que no son mis pies, es todo .
Desactil·o la \·isión. i\acla. El Jefe suena extraño ... dolorosamente airo. De nuevo, es hora
Estoy a salvo en suelo sagrado. pero ¿por cuánto tiempo' del dolor de cabeza (pero monótono, apagado). Como aquella vez
Dios, ahora que he dejado de correr. puedo notar lo que me con los Mensajeros. ¿Es un truco?
duelen las tripas. Es como la comida em·enenada. ¿Qué voy a hacer' No estás sien® engmiado. Tu desti11o es Florida. Bayonet Poillt.
Podría voh·er, encargarme de la niña pequeña, arreglármelo con el ¿No estás furioso por lo ele la niña pequeña'
Jefe . . . Na, que le den. De ningún modo. Hay una línea, y haría algu­ Elpeligro aguarda.
nas cosas muy feas, pero, ¿una niña pequeña que nunca me ha hecho ¿Estás en alguna clase ele . . . problema'
nada ni a mí ni a nadie? i\uh uh. Tu destino es Florida.
Pero si no, ¿qué va a hacerme el Jefe' Está e11 mi cabeza. i\o ¿Y si no quiero'
puedo mantenerle a distancia permanentemente. Y puede hacerme ¡Cristo! Son los gusanos en mis entrañas otra vez, comiéndome
daño cuando quiera, desde dondequiera que está. Control remoto. vivo, abriéndose paso a bocados.
¿Por cuánto puedo resistirló' Hay dos maneras de servir.
No hay salida. joder, te has salido con la tuya. ¿Cómo demonios se supone que
Bueno, quizá una. \·oy a llegar allí?
Saco la pistola ele Miller. Él elijo -Muero. Eso es todo··. A lo Chad Neal. Se necesitan alas,,
mejor tiene razón. A lo peor no. Es posible que si me mato, el Jefe Realmente extraño. Es su \·oz, pero débil o distraída. ¿Le estoy
se coma mi alma, tome mi cadáver, queme la iglesia. encuentre a oyendo por casualidad? ¿Es Chad Neal otra de sus herramientas'
la nif'ia pequeña y la mate con mi cuerpo ele monstruo. Pero al ..prepara el camino. El aeropuerto de Montgomery es el cami­
menos ya no sería yo. tw...¡GAIIIIEE!

Miro el cañón abajo. ¡Mierda! ¡El .Jefe está gritando en m i cabeza' ¡Tengo que sacarle
Que le jodan. ¿Por qué ma1arme a mí mismo' Eso es para jodidos de ahí con la \·isión1
perdedores como Anónimo52 y el tipo ese XX:,'{ Ya las he pasado Eso está mejor. Cristo, ¿qué infiernos era eso1 ¡Nunca había oído
canutas antes. Peores que esta. Estuve en el barco y salí con vida. así al jefe!
Aquella cosa del almacén por la que �liller tenía tanto cariño. Seguro, Como si apenas pudiera hablar, y por lo general, siempre se hace
Billy reaccionó exageradamente, pero habíamos pasado por unas cuan­ el listillo. No sé. Era casi como un sueño, o como cuando has trabaja­
tas mierdas. También salí ele aquella con \·ida. do veinte horas seguidas y ya no puedes pensar en las palabras pero
Annabelle. Huí de ella. aún puedes trabajar, y casi hacerlo mejor. .. esa extraña clariclacl vítrea.
De modo que es posible que el Jefe me mate. ¿Y qué? No es una ¿Estaba sonámbulo el Jefe? ¿Era una falsificación? ¿O es el rollo de
gran pérdida. ;>Ji siquiera para mí. Pero será un trabajo sucio que listillo lo que es falso, y en realidad él es así todo el rato1
tendrá que hacer por sí mismo. Suena como si necesitara mi ayuda. Quiere que vuele desde al­
¡Mierda, alguien viene! gún sitio de Montgomery y vaya a 13ayonet Point. ¿Y que haga qué'
-Hola. ¿hay alguien ahf! ¿Qué puedo hacer a algo que pueda amenazar a un nada despreciable
Cristo, es el cura. Me subo la bufanda hasta la nariz antes que demonio del infierno?
encienda la luz. Cuando ve la pistola, sus manos se alzan hasta su
boca. como una \·ieja. t t t
-¡'\o se mue\·a'
-¡Está bien. hijo mío, está bien, está bien' -Está barbotando. ]Ohll.
-¿Tiene un coche. padre? ¿Jefe'
-¡Ajá' Lo sientopor Úl confusióll de mltes.
La respuesta a mis plegarias. ¿Qué demonios pasaba' ¿Todavía quieres que \·aya a Florida?
-Muy bien, ponga las llaves en ese banco y saldrá con vida. Sí, creo que seria una buena idea.
Bien. Arrodíllese. Como si estuviera rezando, bien. ¿Alguien a quien debo matar?
-Hijo, no tienes por qué .. Demasiado tarde, El datioya está hecho, en su mayoría. No obs­
-Padre, está bien. Yo lo estoy, de verdad. Ahora, tan solo qué- tante, me gustaría que eciJaras un vistazo a la casa de Tit�aKrebbs.
dese quieto. ¿vale' Podría ser educativopara mí...ypara ti.
Está de espaldas a mí, y enn1elm la bufanda alrededor de su Esto cuenta como mi parte del trato. entonces.
cuello. Patalea y me araña un poco, pero nada demasiado grave. Cuan­ Oh, no seas ridículo.Aú11 me debes un asesinato, pero Úls cir­
do se queda quieto. le echo un \·istazo. \'o tiene marcas, y sigue cunstancias hatt cambiado.No tendrás utt objetivo ta11 sencillo como
respirando. Perfecto. No me \·io la cara. Todo va muy bien. uuajoven niña.
Con la visión preparada, el Chevy del padre me lleva hasta la Bien.
estación de tren. Dejo las llaves dentro. con el coche encerrado. }li Aún estoy decepcionadopot· tu resistencia,]ohn. Fue una dis­
bien ganado y sudado dinero me consigue billete para el próximo tracci6n. Utzo de mis enemigos se aprovechóy tiene a Tina.Asíque lo
tren, que resulta ir a Montgomery, Alabama. que lepase a ella es culpa tuya. Remerda eso.
Qué divertido. El sacerdote no puede saberlo, pero solo por es­
tar allí es probable que sah·ara mi \·ida y la ele esa niña pequeña. t t t
Ojalá pudiera decírselo.
La casa ele Krebbs es un mal escenario. o en el sentido habi­
t t t tual, ella no se ha vuelto del revés o cualquier mierda ele esas horri­
pilantes. Tan solo está loca y enferma, y demasiado ansiosa como
]oh11 Coaler. para complacer.
¡�ierda! :VIe despierto sobresaltado. Es el jefe. Es un saco viejo. Me da la bienvenida en la puerta con temor en
Tu destino es Florida. los ojos y la sangre cayendo de su nariz. Ni siquiera se da cuenta de
¿Qué narices .. .' lo hecho polvo que estoy yo, a diferencia de cada pelele gilipollas
Tu destino es Florida. entre Florida y Alabama. Cuando el Jefe llipó, un montón de venas
estallaron por mi cabeza (en los ojos. los oídos. la nariz). Parezco un este del jefe lo haya robado o r01o? Demonios, no puedo compren­
borracho inyectado en sangre con una insolación. der esta mierda.
A Krebbs le impona menos. Me pregunta si soy john Coaler y 13ucno, al menos ya no estoy en esa condenada lista. Si siguiera
cuando le digo que sí, me da un sobre de banco. Está lleno de billetes mandando mensajes allí, tendría m{ts porquerías y conjeturas de las
de cincuenta. que quisiera tener.
Mientras los cuento, corretea hacia el baño y \'omita. Cuando
\·ueh·e, hay un poco ele sangre en su boca. t t t
-No quise traicionar a \'assago. Le amo.
Reculo. Maldición, no me gusta oír el nombre del Jefe en \·oz El tipo que se reúne conmigo en D.C. es otro \·iejo cabrón. Pare­
alta. Sin embargo, e ella no parece imponarle. Está parloteando. ce como 'i hubiera escapado al servicio militar en la guemt de 1812.
-No voh·eré a hacerlo más. "'unca tmís. Nunca jamás. :\unca, El jefe me dio indicaciones hasta su puena. Un lugar bastante bonito,
nunca, nunca. en las afueras ele Georgetown.
¡Diez mil dólares! Es un fajo más pequeño de lo que se podría -Así que tú eres el. . . especialista ... que nuestro ··mutuo amigo··
pensar. Pero parece un montón cuando lo pongo en mi cartera. ha enviado.
-Las lla\·es. Las llal"t�s del coche. Son para ti. Están en la mesa ele Que se joda la cháchara de presentación.
la cocina. Vassago elijo que te diera las lla\·es del coche. Amo a Vassago. -SO)' John Coaler. si es lo que preguntas. ¿Puedo entr&r'
Y mis joyas. Se supone que debes quedártelas ... incluso mi anillo de -Claro, claro. Soy el doctor �liles Fiske. Estoy encantado de que
casada. \'assago lo dijo. Le amo. hayas llegado a tiempo. mientras el. .. -Se detiene de repente y se
¿Ves lo quepasa cumulo se me lkva la co11traria,]obn? sobresalta . Tiene una mirada asustada en la cara-. Eh, no importa.
¿Qué le has hecho) -¿Está el jefe hablándote?
Nada complicado.Ahora mismo estoy gritando en su cabeza. -No, qué va -Aparta la mirada-. ¿Puedo coger tu, eh .... )
Como be estado haciendo en las últimas... mmmh, cuarentay ocho Cuando se da la 1·uelta, le doy un buen golpe cl�trás d� la cabe­
horas.Además, he estado absorbiéttdola. La settsaci6n de "gusanos za. Con la mano abierta, nada serio en realidad. Ni siquiera como para
en las tripas"que has tenido ames. hacer daño, pero se tambalea hacia delante y rebota contra la pared.
Entonces. la estás matando. -:'lo me mientas. ¿ntle?
Oh, no. La tendré al borde tle la muerte durante años. Dejaré �le echa esa mirada, asustada, dolida y asqueada a pane� igua­
que se recupere 11n poco, quizá incluso que piense queyo era rma les, como si su propia mierda hubiera saltado de la taza del baño y le
ilusi6tly que está curada. Yentonces, cuando su alma se haya hecho hubiese mordido. Me río.
tm poco más.fuerte, me comeré otro bocado. Lo mismo que con su Déjale enpaz,Jobn. Está de 11uestraparte.
cuerpo.No es tm1placentero como túJarla seca de tm solo trago, pero De la tuya, querrás decir.
a la larga elresultado total es mayor. Es tttl millonario,]ohtt. Te puede arreglar las cosas, si le dejas.
¿Y eso es lo que yo debo esperar? -1\lira, Fiske, el Jefe dice que necesitas que mate a alguien, y yo
Ttí eres diferente. Tus "Mettsajeros"... pusieroll algo en ti. O soy el hombre para el trabajo, pero no creas que puedes tirar de mi
te devolvieron algo que se habían llevado, hace tiempo. Ellos no collar, ¿de acuerdo)
creyeron que criaturas comoyo serian capaces depasarpor la -Yo no ... no necesito . . . un asesino,
abertura que hicieron. Pet·o es probable que tampoco pensaran -¿Qué necesitas. entonces? Y no me jodas .
que tú 11os iuvitarias a e11trar. .\le vueh·e a echar �sa mirada escalofriante. crispada. Se muerde
el labio y se seca la cara. D�be estar escuchando al Jefe.
t t t -t.luy bien --<!ice-, por f;tvor, 1·en conmigo.
Pasamos de una habitación llena ele libros y antigüedades a otra
Tina tenía una vieja furgoneta cutre, pero es mejor una mierda que habitación atestada de lo mismo. Tira ele la esquina de una estantería
nada. Sus joyas eran bastante poco impresionantes. Unos 800 dólares y se mueve hacia delante. re\·elando una caja de caudales con toda
en la casa de empeños local. De modo que ahora estoy forrado de clase de cachivaches electrónicos. Distingo un transistor de un con­
dinero. El Jefe me dijo que era hora de dirigirse al norte, a Washington densador, pero no tengo ni idea de qué es este material hasta que
D.C. Es todo un viaje (diecisiete horas, más o menos). llago seis por la mete un dedo en una pequeña arandela. Después, mird por un par de
tarde, y el resto al día siguiente. Ki siquiera me importa. Es relajante. lentes incorporadas, como binoculares.
Esa noche, duermo en la pane traser& ele la furgoneta. Cogí algunas Algunos pringados de la Red hablaban ele este tipo de mierdas.
almohadas de Tina, antes de llamar al loquero, y compré un buen saco Escáneres d� huellas y de retina. Porquerías para mantener a salvo tus
ele donnir en Target. Calentito. Incluso tiré la casa por la \·entana y bienes. Una vez que termina, introduce la combinación y saca el co­
compré unas costillas a la barbacoa en Tennessee. llar hijo de puta más fino que he 1·isto en mi vida.
Tengo la visión activada ahora mismo. de modo que puedo pen­ -¿Es auténtico'
sar un poco. Espero que el jefe no se de cuenta. 1'\o me ha hablado -Interesante pregunta --<!ice. con una sonrisa un tanto afecta-
mucho, y cuando lo ha hecho parecía otra \·ez estar fuera de sitio. i\o da. Oh. fantástico. Es listo-. Los diamantes son real�s. procurados a
mal, pero. . . distraído. De modo que ahora me toca a mí pensar. un alto coste por nuestro mutuo patrón . El diamante azul central tiene
Krebbs barbotó un montón acerca de sus joyas. Dijo algo sobre cerca d� 45 quilates, y posee vetas de boro que se iluminan de rojo
.
un pendiente, que le había protegido durante años. ¿Por qué solo con la luz ultravioleta. En ese sentido, es . auténtico··. Pero no fue
uno? ¿No habría dicho "pendientes"'? excavado en Golconcla, India, y no contiene la mayor parte del alma
También rememoré cuando estaba con . . . con ella, antes ele sepa­ de Va sago, el Príncipe Demonio.
rarme ... ¿Cuándo empecé a oír al Jefe' Es difícil de recordar, pero creo Le miro por un momento.
que fue después de aquel coño con el collar de diamantes. Está todo -¿Eh'
muy confuso . . . no quiero recordar... pero sí. De hecho, creo que aquel lllira al techo impaciente, y es seguro que me gustaría voh·er a
puto collar me estaba tocando la primera \·ez que él habló. pegarle.
De modo que hay alguna especie de conexión con la joyería. -No impona. Esta es una réplica de otro collar, hecho con ge­
Y Krebbs ya se ha quedado sin su pendiente. ¿Quizá el enemigo mas reales. Tan solo necesito cambiar el otro por este.
-¿Porque el otro collar tiene dentro al jefe? ¡Me cago en ... l
-A parte de él. No estoy seguro de lo que hizo el calvito (alguna mierda de esas
Me encojo de hombros. de 13ruce Lee), y de repente los dos guardias están en el suelo. Sostie­
-¿Para qué necesitas mi ayuda? No soy un ¡odido asaltador. ne ... ¡qué es lo que sostiene! Parece como un taco de billar con un
-No preveo problemas en el cambio -dice, pero parece ner- cuchillo en el extremo, solo que ... no está aquí en realidad ... ha salido
vioso. Supongo que ha estado planeando esto poco a poco durante de ninguna parte, como una sombra.
años, y el jefe ha adelantado de repente el calendario después de lo Cuidado,john. Es una IJerramieuta de libemci611.
ele Krebbs-. Verás, soy el conser>aclor del Annenberg Hooker Hall. ¿Un qué?
que es donde el diamante real está expuesto. Tú estás aquí solo para ... Separa abmts de los cuerpos.
¡IDAHORA! E�tá viniendo derecho hacia mí. Le arrojo mi chaqueta y embisto
Ambos reculamos al mismo tiempo. El jefe suena jodido. Y hacia mi izquierda.
asustado. ¡John!¡No dejes quepase!
-¡Atrás! -grito, y utilizoDevolver contra él.
t t t Funciona a la perfección. Se le queda cara de sorpresa, y retroce­
de \'Oiando como si estm·iera atado a un cable. ¿Es el ángulo ...' ¡Sí!
]oh11, todo lo que uecesito que bagas es evitarqueMiles muera justo en el maldito guardarropía.
hasta tm poco después del ocaso. Ahora te llevará basta el Puedo sentir cómo comprueba la pared. Buena suerte. Solo ne­
Smitbso11ia11...¡Miles, pisa el acelerador! cesito ponerme en algún sitio donde no pueda alcanzarme con un
De nuevo, la interferencia ... y Miles cruza un semáforo en rojo arma (detrás del mamut, quizá).
con su Bentley. Cláxones. Frenazos. Casi aplasta a un pobre mensaje­ -¿Qué está pasando aquí?
ro en bicicleta. Tres policías de alquiler más, bajando por las escaleras. Miran
Deja lapistola aquf. No te haráfalta. hacia los guardias caídos junto a la puerta principal.
Aparcamos ele forma ilegal y Miles resopla como un motor ele -¡No lo sé! Un tipo le hizo algo a esos chicos, y ahora está en
vapor al atra\·esar la Alameda hasta la puerta. le sigo con facilidad y el... uh ... registrando chaqut:tas!
no \'eo ningún problema en ponerme por delame de él. Se apiñan. murmuran, y se despliegan hacia la puerta tras la que
Hay una mujer detrás de un mostrador. Parece algo alarmada por está escondido el tipo. Hasta ahora, todo va bien. Él e�tá atascado, y
él cuando le jadea: tiene que enfrentarse a ellos. ¿Cuánto más necesita Miles?
-Visitante ... aquí... necesitamos una ... tarjeta. -Se está ponien­ Tiene algtí11problema.
do pálido ele verdad. Sus labios son casi azules. Me está apuntando. ¡Mierda! ¡Está saliendo!
-¿Qué tipo de .. .? El tío negro sale del guardarropía y ha cambiado. Medirá más de dos
-¡Geólogo! -Se sobresalta, y en mi mente escucho un eco del metros, y está cubierto de sombms y de una especie ele fuego rojo oscuro.
jefe, diciéndole que me deje-. ¡Tengo que irme! -Se bambolea ha­ como el de una hoguera que está a punto de apaga se. r Reluce en los
cia las escaleras. bordes. articulaciones y extremos de sus andrajosas y :,ombría:. alas.
le miro a ella y me encojo ele hombros. los guardias abren fuego y yo grito:
-.\le reuniré con él en un minuto. -¡\'assagol
-¿Él se encuemra bien? Los tres pistoleros ele goma son derribados para cuando yo me
-Creo que necesita ir al tig ... uh, al servicio. he transformado.
Ella sonríe, parece a\·ergonzada, y me pregunta mi nombre. En ¡Tienes que distraerlo! ¡Detenlo, o simpleme11te volará bas­
ese momento, el altavoz se enciende y una voz culta dice que el ta Miles y lo matat·á!
museo se cerrará en cinco mimnos. -¡Oye! ¡Estoy aquí, montón de jodida mierda! -No se me ocu­
Quédate quieto,Jolm. Creo que está vinieudopor la puerta de- rre nada mejor, pero uso la facultad de atraer al ::íngel sobre él y al
lllntera. menos obtengo su atención.
¿Quién? ¿Acti\·o la \'isión? Deja que hable con él.
No necesitarás la vsión.
i --¡Usiel!El máspoteute de los Verdugosy el más despt-eciable!
Eso no suena prometedor. No sabía que el Jefe pudiera hablar a través ele mi garganta. Eso
�le quedo atrás, junro al mamut bajo la balconada, obsen·ando la detiene al sombrío monstruo. Parece conrrariado, y me apunta con su
puerta principal mientras la gente sale en fila. Me quito la chaqueta y guadaña.
me la cuelgo del brazo. -NU CA FUI MALDECIDO CON TAL TÍTULO, DEMONIO. NUN­
Mira, Jefe, si este tipo no se muestra, contará como... CA ¡\fE ARRASTRÉ POR El FANGO DE LA TRAICIÓN.
Se mosh·ará. Está un poco más cerca.
·El museo está cerrado", dice el alta\·oz de nue\·o. Debería estar -Ys11 i embargo,yafuiste C011de11ad.o.t"Crees quepuedes sobrevivir
relajado. Quiero decir, e�te lugar debe tener seguridad hasta en el yin­ lllltcbo, aplastado e111re la rabia delll'.fienroy el desprecio del Qelo?
yang, y por una \·ez estoy en el bando bueno. Pero en vez ele eso, me -¡DESTRl"YÉNDOTE, HAR É EL TRABAJO DEL CIELO!
estoy poniendo más nen·ioso. Ya me sé las frases estas. Son la clase de mierda que dices antes
-Perdone, señor... -oigo de un guardia junto a las puertas. que empiecen los mamporros. Seguro ele ello, embiste mientras ba­
Es él. lancea su palo, impulsándose con las alas. Pero estoy preparado. Él
Es un tipo menudo, flaco, negro como la bola ocho e igual de no e� el único con alas.
calvo. ¿Cuánto tiempo más necesita Fiske? No importa si es un palo de billar o una "herramienta de libera­
Tan solo reténlo dumllte tlll miuuto,]obn. ción'', hay que acercarse para que no te alcance su recorrido. Consigo
¿Esto cuenta como mi siguiente ase�inato por ti' poner mis manos en el asta antes que pueda cortarme. ¡Cristo, es
Oaro, sisobrevives. como el hielo! .\1is manos se paralizan nada más tocarlo.
El tío negro ignora por completo a los dos guardias de la puerta, Sus alas me rodean y me siento enfermo, mareado, débil, pero
y entra caminando entre ellos en el museo. Ko se preocupan dema­ bajo una mano hacia la suya, donde está sujetando el mango. No
siado. Uno le agarra del hombro, el otro busca algo en su cinturón. utilizo las garras ele diablo, empleo la marca del ángel.
-¡Arde, cabrón! Mierda, ¿qué era esa cosal
Grita (tanto ele rabia como de dolor) y me emp uja hacia atrás. Eso era elDestripador deAlmas.
fuerte. Puedo 1 er la marca penetrando en su mano. Es una que no
·

había 1·isto antes, y le atral"iesa. Sus dedos, llamas y sombras. se rom­ t t t


pen y caen al suelo.
Hace oscilar el palo con una mano y se agacha, pero siento Estoy llegando a Cincinnati. Salir de D.C. fue como un dol •r.
cómo ese entumecimicmo helado se de�liza por mis alas, ala� que en pero no demasiado malo. Cuando me 1·ie ron la cuch il lada del pechr
realid ad no son mías . . me llevaron al hospital. Balbuceé alguna historia sobre un tipo ne¡:w>
. . . y por 1111 momento. esU�I' de l'llelta en el barco. la llul'ia con un gran cuchillo. Los guardias al final se recuperaron v la prcn'·'
cellisqueando mientras las Rllrras de/ lobo rasgan mis piernas. publicó algo sobre gas somnífero, un loco solitario con un cuchill <.::1

¡MilesJ'a lo tie11e!¡Ha salido!¡Huye,]olm! el Smithsonian. bla. bla, bla , pura mierda.


-¡Atrás' -vuelvo a gritar, y ele nuevo sale volando, aunque con­ \le d ie ron de alta en el hospit;i l mucho antes ele lo que pen,ab.ln
;igue ejecutar un mandoble final mientras sale despecliclo. .\le recorre (esa jodida lanza de b muerte me hizo un tajo en el pecho lk l• '
el pecho. un escalofrío que me roba el aliento . . . centímetros y medio de profu ndidad) . l'n poco má� y me huhJ..:r.
. . .y estoy co11 11110 de los . .inuitados . . de Annabelle, a gatas y llo­ at ra1·esado el corazón. Pero estar en l a forma del Jefe y utilizar la co,;�
rando de l'ergiienza. sollozando dejiÍbilo. �/ está detrás de 1111: con los curati1·a del ángel me sanó lo suficiente, así que ni siquiera cspcrah m .

colmillos en mi wello. F.strí tomando demasiado. Siento como 111/U!ro y que estu1·icra consciente, no digamos con mo,·ilidad.
merece la pena. . Ahora voy a Cinci nnati para acabar con un col mil lo.
Cuando miro hacia abajo, l a sangre está congelada en los limp ios ¿Sabes lo que deberlas hacet;]oh11?
bordes del !ajo. ¿Qué debería hacer. Jefe?
Retrocedo tambaleándome y me caigo sentado. Tengo que irme. Deberlas utilizarla cosa esa de la seducciót� dejarque te lleve a
Un golpe más de esa cosa ,. estoy muerto. Cojo mi chaq uet:1 me , su casa, empezar afollártelay entonces... ¡ba11g!Acabar con elcuer­
giro hacia la entrada y me voy a ella con dificultad. l lago un buen po llel mo11struo.
barrido con las alas para impulsarme antes de dejar que desaparez­ Oh. 1·cnga ya.
can. Puedo ver luces brillantes en el exterior y me pongo l a cha­
. ¿Qué? Sabes que lo deseas.
queta. escond i endo la espalda rasgada de mi camisa. M i pecho está ;\'o quiero tirarme a ninguna cosa muerta.
cubierto de sa ngre . Le1·amo la� manos y grito .. ¡'\o dbparcn! .. mien­ ]oiJmm nopuedes tmgañanne. No hay 11ada que desees más que
tras me bamboleo ante 1·einte policías. matar a una vampira mientras se la clavas.
¡t\o' recom·ertido a partir del garaje de sus padres. Estamos bebiendo cer­
¿Por qué ,w? veza barata y pasándonos un canuto muy flojo. Les digo que mi nom­
No se trata de ... eso. Tan solo quiero que los malditos jodidos bre es Sean 13owler.
desaparezcan, eso es todo. Suena como si hubieran tenido la típica experiencia de conver­
No te lo crees ni tú, niyo tampoco. Siasífuera, te quedarías en sión. Vieron algo feo. Espantoso. Lo zurraron. La mitad ele ellos mu­
tm lugary lo limpiarfas. rieron acabando con ello.
Ya intenté eso. Solo atrajo más atención. Steve l'a a adentrarse en los detalles acerca del amor. Le corto o
¿Cómo es entonces que mmca te cabreas lo bastantepara matar algo así. He oído esa historia demasiadas veces. La he leído una y otra
a lospeores? 1·ez en 1nterner.
Nunca me llevas hacia los peores. -Suerte que tenía una escopeta en la camioneta -dice.
Eres injusto comnigo. No tengo interés en quévampiros matas, -¿Cazas?
sbw en hacertm esfuerzoparaproporcionmte víctimas que disfrutes. -Sí. Ciervos, faisanes, pavos salvajes... Ese tipo de cosas.
¿Puedes ,¡egar eso? -Hombre, creo que podría con una salchicha de venado. Yo
Sé lo que intentas hacer. Quieres mezclar sexo y violencia en m i solía cazar esa mierda en el estado ele Washington.
cabeza. -¡Creo que tenemos alguna! Robbie, 1·e a ver si queda alguna
Job,� ya es tardepara eso. salchicha de ciervo abajo en la ne1-er<L
:\o voy a meterle el rabo a ninguna otra cosa muerta. Y se acabó. Robbie se queda mirando mi mano mientras cojo el porro que
me pasa.
t t t -¿Cómo perdiste el dedo) ¿Fue, o sea. un monstruo?
-Sí. -En realidad fue un anzuelo de pesca, pero no quiero
Con el jefe tocándome las narices, tengo que encontrar otra for­ contarles esa historia a Beavis y l3utthead.
ma. Me lleva por Cincinnati y la veo, una pelirroja esta vez. Pantalo­ -¿Robbie' ¿La salchicha? ¿Digamos, para hoy -El chico echa a
nes ajustados de cuero y botas de motorista. lína camisa rojo brillante correr.
que parece pintada con spray sobre una percha realmente asombrosa. -Bueno, Sean. ¿Cómo es que estás en Cincinnati? -pregunta
Nopuedes cargárlela en un combate directo,]obn.No a menos Steve. Estoy preparado.
que te la tires. Un montó11 de colmillospasan del se:�:o, pem ella es -Estaba en ue1·a York y acabé con una puta colmillo llamada
u11a de las pocas nostálgicas. Y'lO habrá mordisco hasta después, Amy. Tenía una carta en su bolso de otra de aquí llamada Marisol
hasta que se haya t'ecordado a sí misma queya 110 puede con·erse. Vlacek. -Conseguí el nombre por el jefe.
Caramba, ¿a quién me recuerda eso? -¿lln ... colmillo)
Le ignoro, porque he visto algo más. F:; un cartel de un grupo que Cristo.
toca en un bar. La banda se llama ·'The Shakes", y justo en medio hay un -Un vampiro, Steve. Sí, son reales.
mensaje de ángel de arriba abajo. ''Venganza". Podría ser lo que nece�ito. Robbie 1·uelve con la salchicha y empieza �l salivar mientr<ts la
Entro. cocino.
The Shakes apestan de verdad. Están interpretando una 1·ersión -Hombre, cuánto tiempo. Por lo general, no como carne.
de -i\laster of Puppets" con mucho más volumen que talento. Debe­ -¿Eh> -Robbie me mira como si hubiera dicho -Por lo generaL
rían a1·ergonzarse. Ya veo por qué están tocando en un bar (el más no re�piro aire ·· .
viejo parece no tener más de dieciocho). Está intentando dejarse bar­ -Desperté en Seattle, junto a algunos ele mis colegas. l 'no de
ha, rala e irregular. ellos estaba trabajando en una planta de enlatado, destripando pesca­
Pido una taza de té, enciendo un pitillo, escribo un símbolo de do. Localizó a una cosa muerta trabajando en la planta de congelado.
ángel con forma de palo en una servilleta y espero a que pare la ¡Un zombi muerto viviente pülrido enlatando pescado! Quiero decir,
música. Cuando empiezan a dar las buenas noches, actil'o la l'isión. ¿quién sabe lo que estaba rezumando sobre ello? Desde aquel mo­
:\o sé si eso ocultará o no al jefe ele ellos, o �i .'>on lo bastante listos memo, me he mantenido al margen de la comida procesada.
para descubrirme. Si son lo; típicos. una 1·ez que 1·ean el símbolo no -Repugnante.
se molestarán actiYanclo en mí su 1·isión. Estarán encantados ele en­ -Ajá. -Doy otra calada al canuto y toso. Puta hierba de mierda.
contrar un ·espíritu hermano-. -1\o tenemos mucha acción por aquí -dice Ste1·e. Parece nos-
-Perdona. -Toco al guitarrista en el hombro. 'e da la vuelta y tálgico.
me echa una mirada. -¿!!abéis mirado)
-¿Dibujaste tCI el póster' -¡Claro!
-:\a, ese fue Steve -. Se gira para irse. Le pongo la mano en el -¿Cómo?
hombro y le doy la 1·uelta de nue1·o. -¡Cada 1·ez que tocamos un concierto! Siempre nos aseguramos
-¿Ste1·e1 de comprobar al público.
Trata de zafarse de mi agarrón, pero no puede. Sacude el pulgar :.le río.
hacia el batería. -Sí, porque los jodidos muertos mah·ados no tienen nada mejor
-Gracias. que hacer que salir por bares de mala muerte para escuchar a grupos
�le murmur<t ··gilipollas··, pero hay demasiada gente alrededor de ··garage··.
para llamarle al orden. Además, no es más que un estúpido chaval. -¡Oye! Nosotros no ...
-¿Ste\·e? -Mira, los vampiros quieren víctimas. Gente a la que no se eche
Se gira. Le enseño la servilleta. Su rostro se ilumina. Típico. ele menos. No Yan a ir a un lugar cálido y amigable. l.luscan perdedo­
res, colgados, vagabundos. O los más gordos, las putas engreídas que
t t t creen que son demasiado buenas para esa mierda ... 1·an cletr.ís de los
que no tienen compromiso, de solteros. Los que se arrastran por las
-Éramos nosotros dos. más Deke y Drifter -<lice Ste1·e. barras, artistas sin suerte o juerguistas nocwrno�. ¿Sabes' Alguien a
Estoy con él y con el bajista de The Shakes, un chico llamado quien puedan coger, follar, chupar y tirar sin preocuparse de un:�
Robbie. Robbie aparenta unos quince. Steve 1·ive en un apartamento esposa o de una madre que llame en ese momento a la policía. Al-
guien sin demasiado amigos. Alguien a quien poder echarle el anzuelo estar entre su tierra. Por lo g<:neral. un \·ampiro tambien suele prote­
y tirar de él todo el rato. ger su casa (guardias armados, trampas . . . ). Diablos, algunos de ellos
]ohn., se te quema la salchicha. llenan sus hogares de mierdas como gas sarín. A ellos no les afecta,
-Mierda. -La retiro del fuego y espero a que se enfríe. Aún no necesitan respirar.
est<Í deliciosa. -Suena como si alguien estul'iera asusrado.
Este pequeño subnormal me está tocando las pelotas.
t t t -¿Tú no lo estás' -le pregunto.
..
-:le. claro. ··;\o tengo miedo ni de fantasmas ni chorradas -ríe
Parloteo con los paletos durante un r&to, r luego cojo una habi­ Robbie con disimulo. Ste1·e le ignora.
tación de hotel y me I'OY a dormir. Me paso el día siguiente descan­ -Chorradas, no. Yampiros. Le aU:t\·esaré el corazón con mi ba­
sando, llamando al sen·icio de hab itaciones, mirando la tele\·isión por llesta. Cna estaca en el corazón le� maw, ¿l'erdad' -1\le apunta con
cable , y poniéndole la mira i{lser y el silenciador a la pistola de rv!iller. un dedo como si fuera una pistola-. Pum.
¡¡v!aldición, sienta bien tener algo de dinero! Ahora es sábado por la -No es tan fácil -le digo.
..
mañana. Estamos en mi habitación fumando más hierba antes de salir -\'amos, Bo\\·ler. ¿Cuántos ..colmillos has matado de t'erdacf'
a buscar a ;>,larisol. 'o creo en absoluto que \·aya a hacerme da no. no -A muchos.
la mierda ele material que tienen. Tan solo un poquito. -Seguro, pero no re dejan heridas cuando re hieren. Qué con-
�le siento bastante bien, así que le digo a Robbie la \'erdad sobre \·eniente.
mi dedo. �le le\·amo y él tiene el tiempo suficiente para abrir la boca y
-Sí. re mentí con lo del monstruo. Había �alido de pesca, po­ parecer estúpido ames de que le coja por el cuello ele su chaqueta de
niendo cebo en un sedal. El puto anzuelo se clai'Ó en mi dedo, justo cuero fabo. El culopelao del punk este es lo bastante ligero para
en el primer nudillo, y me lo desgarró por completo. Pero ruve suerte. le\·antarle con una mano y aplasta rl e contra la pared.
..
-¿Cómo' -¡ "E jjame !
-Joder. si se me hubiera cl:n·ado en la mano o en el brazo. el Le doy un bofetón. Robbie die<!:
sedal me hubiera arrastrado fuera del bote. No es tan infrecuente. La -Hey. -Se le\·anra y parece confuso. jodidos aficionados. Saco
gente muere así todo el tiempo. t.:n minuto estás aburrido de poner­ la pistola y dirijo el punto rojo hacia el pecho de Robbie.
le cebo a los anzuelos, y al �iguiente estás a quince metros de la -13ang. Estás mueno. -Apunto hacia arriba bajo el mentón de
barca y siete metros bajo la superficie, arrastrado por un anzuelo Stel'e-. Tú. también. Decidle hola a Dios de mi parte.
ciando en m carne. Doy un paso atrus, le dejo caer y bajo el arma.
-¿Así que ltll'iste que sumergirte' -Yo no soy tan rápido como un vampiro, ni tan fuerte, r I'Oso­
-¿Para qué' El dedo estaba en el fondo del mar. El chico a rros dos, gilipollas, n o podéis conmigo. ¿Os asusta la pistola? La ma­
bordo cosió el munón, lo vendamos bien y seguimos trabajando. yoría de los vampiros no las necesitan. Quiz::i no seáis del todo inúti­
-¡Imposible! les, porque al m enos tenéis la llamada, pero no penséis que \·a a ser
-¡Xo es bromal ¡Coño, era al principio del l'iaje! De ningún ni fácil ni chenido. Y ahora, ¿quién vota por hacerlo a mi mane1�t?
modo iban a dar la \·uclta r retroceder por un pequeño cone. Sería
como tirar \·einte mil pams por el relrete. El .\leclE\·ac no iba a zarpar t t t
por menos que eso. Adem:ís, si lo hubiésemos hecho, hubiera tenido
que pagar por un médico que hubiera hecho lo mismo que ellos en el Cristo, es preciosa.
barco, y habría perdido mi parte del sueldo. Y nadie me contrataría Marisol Vlacek tiene una galería, no como un museo o algo así,
después de aquello si , S<! corría la voz de que me había rajado. -Sé sino una llena de esa mierda moderna. El ti po de lugar para la gente
qLI<: t!Stoy empezando a divagar, pero me i mporta una mierda. J'vle que viste suéteres negros de cuello vuelto, que beben vino y que \'an
.
remango una pernera para mostrarles la cicatriz d<: diecisiete centíme­ a l'er "cine" en lugar de . una película''. Cn lugar para farsantes. El sitio
tros que ahí tengo-. Y ahora, por esto me transportaron por aire. perfecto para un maldito colmillo.
-¡Ostia puta! .\lerodeamos por allí antes de la puesta de sol, pero ninguno
-Los peces espadas te trinchan bien. Adem;b, �e infectó. Los de nosotros habría asomado la cabeza allí dentro con una pinta
eones por pez espada siempre lo hacen. Decidí que sería mi último tan estrafalaria. Así que cogimos algo ele ropa de Stne lo bastante
\·iaje. El din<:ro estaba bien, pero \-t!nga ya. Para aguantar eso mucho pulcra para que encajara y le dije que entrara con la boca cerrada
tiempo. tienes que amar el mar de rerdacl, y yo no lo hago. Dejé de y los ojos abiertos.
pescar, conseguí trabajo en un taller haciendo soldaduras, reparando Ahora estoy en una barra al otro lado de la calle, bebiendo con
motores, algo ele electricidad . . . El típico trabajo de 1iapas. Pero dejé lentitud una cerreza. Robbie está en la librería de al iado. Ste\·e entró
de manera definitil'a los botes de pesca. hará diez minutos .
-Así que ... ¿no tienes ninguna cicatriz por monstruos? -El pe­ Las l'entanas del bar est.ín empañadas y muy adorn:tda�. pero
queño pelma parecía decepcionado. puedo echar u n \·istazo por los borde�. La galería tiene unos enormes
-Nah . .\le han hecho heridas mm· feas, pero ahora me curo sin escaparates con exrranas pinturas en ellos (una mierda con cabellos y
dejar marcas. Raro, ¿eh' pelos y trocitos ele cuero pegado). Entre los cuadros. se \·e a los far­
-Ajá ... -Stc\·e no sonaba com·encido. Que le jodan. santes dando \·ueltas y de chúchar:t. �larisol atiende a unos y a otros
-Bueno, ¿tienes la dirección de ese vampiro tras el que 1·amos? con un vestido \·erde \·aporoso.
-me pregunta. Ajuego co11sus ojos,ya sabes.
-La tengo. pero ¿de \·erdad quieres ir tras ella en su casa de ,\le importa una mierda.
noche> Eso es juntar la <:stupidez con la idiotez. Pelirroja COII los ojos verdes se supo11e que es la combi11aci611
-¿Ah. sí' Javmita delDiablo.
-.\lira, matar en las ca:.a� puede funcionar, si entras por el día Capturo una imagen de Ste\ e entre lo� cuadros. Est<Í solo. miran­
·

)' sabes lo que estás haciendo. Puedes cogerles mientras est.ín ma­ do alred<:dor. parece perdido. Pobre bastardo. :\o atraiga� la atención
reados y confusos, y dejar que la luz del sol h:1ga su trabajo. ¿Pero sobre ti. chm·al. Sé frío. Tómatelo con calma.
de noche' Un vampiro totalmente despierto ya es bastante duro sin ¿Qué está haciendo ese jodido imbécil'
Cristo, lle\·a ahí diez minuros y alguien ya le ha echado el ojo. -Este es el plan, Robbie. :'\o te vas a enfrentar a ningún vampiro,
Alguien grande. no sin la mierda básica que necesitas contra ellos. Tu trabaj o consiste
Esees EdouardMa11oglio, w1o de lnsesclavos de sm1gre deMarisol. en entrar en la galería a través de la puerta delantera, encontrar a
Steve se está cagando. Ay, mal dito sea, está gritando y apun­ Steve, y sacar su culo por la parte trasera. Estaré allí aparcado, y dejaré
tando. y la gente está empezando a mirarle. Ste\·e. no lo digas. J\o lo las puertas abiertas.
hagas, Ste\·e . Ell a toda\·ía p uede pensar q ue eres un gilipollas nor­ -Pero. . . e)' si ellos están allí cuando entre'
mal y echarte . . . -Para eso es la gasolina, para asegurarnos que no estén. Vas a
Ahora Robbie está enfrente d e l a \·emana, bloqueando m i visión, golpear la puerta con un cóctel �'lolotm·. ¿entiendes? Apu nta alto.
haciéndome gestos para que salga. Sacudo la cabeza para decirle que Después rompes una ventana. o la echas abajo con la escopeta, y
se mue\·a a un lado, pero no lo pilla. Imbécil. entras por ella. ¿Puedes hacerlo'
Y aquí \·iene un coche de policía . Guau, eso sí que es una res­ Asiente, aunque no es más que un cha,·al pajillero. Podría salir
puesta rápida. Sospechosamente rápida. bien, supongo .
Tambíé11 es 1111 esclavo. -Cuando estés dentro , busca a Ste\·e. ¡No grites! Si ves a algu ien
Robbie mira de mí a la galería. �lierda. Quiere ir a joderla con el mo\·iéndose por a hí. lánzale una botella. Cuando se te acaben, em­
pol icía . Me levanto de mi asiento, y él espera que me u na a él delante pieza a disparar.
del bar. Por una vez, su indecisión es buena.
-¡Le tienen , ean ! t t t
-¿En serio' ¿Crees que deberíamos ir allí y conseguir que nos
arresten también' o es un gran plan, pero solo necesito a Robbie para que en­
-Pero... no podemos dejar que ella ... cienda el primer cóctel 1\<lolorov. Lo que pase a partir ele ahí me da
-Mira bien a l poli. ¿Ves algo extraño? igual. Voy a la parte trasera de la galería con mi propia arma y espero,
Entrecierra los ojos. apuntando a la puerta .
-¿No' Sabes, si de verdadla quieres muerta,puedo decirte los 11ombres
De repente, tengo un mal presentim iento. de algu11os vampiros de/lugar que la mataría11 C011 11111Cho gusto.
-Retrocede hasta aquí. Te estoy ignorando.
Le arrastro hasta la librería y escribo un símbolo (el nuevo de Ahora que les has dado rtllpretexto, claro. Stevepodría olérselo,
D.C., el que significa -demonio"). Cualquier cazador lo reconocería. claro, pero debes saber que lo averiguará casi co11 toda seguridad e11
-Uh ... significa ... uh . . . cualquier acci611jutura.
-¿Y este? -Dibujo cualquier chorrada. Me mira, indefenso. Ignora ndo .
-Mierda, nunca has sentido la llamada , ¿verdad? ¿Verdad? ¿Pe- Pero 11ecesítas ese toqueperso11a� lllO? Necesitas ser el que la
queño punki mentiroso? tosjodi
mate.Poraquel "Solo quiero que los maldi dos desaparezca11".
-¿Señor' -Es un tímido librero. Tiro de Robbie fuera de la tien­ Oigo jaleo en la parte delantera. Debe ser Robbie. Como predije,
da. El coche patrulla se ha ido. con Steve dentro. los asquerosos salen por detrás. Eclouarcl el primero . Le mero uno
Elpolicía va a llevarle hasta laparte trasera de w1 almacén que justo en el centro. Precioso. Cae, se levanta y se tamba lea hacia el
hay cerca de la comisaria depolicía,y a dejárselo a Edouard. coche. Qué leal. Es conmovedor, en serio.
¿Podemos pillarles? -iVassago!
No si elpolicía llama a tm mo11t611 de refuerzos. Ella sale, color verde \·enenoso, hermosa, pero cojeando. Caigo
¿Qué va a hacer Edouard con él? sobre ella como la noche. Se mueve más rápido que un gato, pero sé
Lo másprobable es que le lleve de vuelta a lagalerfa. adónde se dirige. Ni siqu iera es tan fascinante como Amy, después ele
-¿Sean' ¡Sean! Aquí Robbie. todo. La en\·ueJvo con mis alas y la hago jirones .
-¿Qué' • Acabo a tiempo de \·er a Edouarcl saliendo del aparcamiento a
-¿Qué hacemos ahora? toda mecha sin ella. Quizá no tan leal.
-Estov pensando ... Mira. i le llevan a comisaría, va a ser, no se, -¡Sea n!
cosa de desorden público con embriaguez. Alteración del orden o La dejo caer y me vuelvo. También abandono el cuerpo del mons­
alguna mierda de esas. Le meterán una noche en la cárcel y luego a truo, ya que e� la voz ele Robbie.
servicios a la comunidad. Poca cosa. De lo que tenemos que preocu­ -¡Sean! ¡T ienes que ayudarme!
parnos es de si le llevan a algún sitio y le sacuden. ¡Ostia puta, el pequeño bastardo ha encontrado a Steve! Sin
-¡Ste\·e nunca diría nadal embargo , no le ha sah·ado. Puedo \'Cr desde aquí que Ste\·e está
-Él no querría aunque... escucha, tienen formas. ¿sabes? Pero abierto desde el cuello hasta las tripas. Supongo que él le pro\'ocó a
tene mos tiempo. la zorra su cojera. Robbie está conmocionado, histérico . Ya he visto
Miro por la ve ntana. La pura todavía está paseándose por ahí, gente descontrolar así antes. Está sacando a rastra s a su colega y,
riéndose del chico que acaba de llamarle vampiro . ¿Parece un tanto maldición, Robbic también está jodid o . No sé quién, o qué, o cómo,
aturdida' Es difícil de decir. pero parece destripado .
-:'\o \·a a ocurrir nada demasiado malo mientras ella esté en la Llego hasta él cuando se cae bajo el peso de Ste\'e.
fiesta. Cuando echa a la gente, ella va a interrogarles (si no están en la -Ayúdame, Sean. Ayúclame, ayúdame ...
cárcel . Asumiremos que no) en un escenario peor, ¿vale? -Tiro de él E l chiw va a morir.
hacia el coche. Dile mi 11ombre.
Conducimos hacia donde aparcó Ste,·e para coger la escopeta de ¿Qué?
la camioneta, pero por supu esto Robbie no tiene la llave. así que ¡Mttéstl'ale mi 11ombre!Si lo tomo co1110 recípietlte, puedo salvarle.
tenemos que romper el cristal y bajar el asiento trasero. Después va­ Miro desde arriba al chaval implorante. Pobre mamón .
mos hasta mi hotel para recoger las cosas de mi habitación. Si rengo -Lo siento -le digo.
que desaparecer, no quiero dejar nada atrás. Por último, llenamos el Después me largo de allí.
depósito en la gasolinera, paramos para rellenar a sifón algo ele com­
bustible en unas botellas, y luego llenamos el depósito otra \'ez . t t t
Estoy en Chicago. Para mi dinero, no ha sido lo mismo desde que Aun así, tengo que decirle algo.
i\l.j. dejó los 13ulls, pero conseguí una buena ganancia en los bajos -Bueno, yo ... \'ivía en el oeste, en Seattle. Trabajaba en barcos,
fondos. Ahora estoy en <1lgún estC1pido suburbio en una (y no es bro­ ya sabes. Arreglando radios y motores y cosas por el estilo. -Me
ma) feria de artesanía, porque el Jefe elijo que aquí encontraría mi rasco la cabeza-. Y empecé a oír esta \'OZ. En mi cabeza.
próximo exaltado. El Jefe me ha estado interrumpiendo todo el día. -¿Qué clase de \'OZ?
Su \·oz es como poner la mano en un incinerador ele basuras. -Una voz de hombre. Diciéndome que hiciera cosas.
Creo queya be calado tus valores éticos,jobn. -¿Qué tipo de cosas'
Fenomenal. -Al principio, no demasiado malas. Ya sabes, solo, uh .. robos.
Trazaste la línea co11 la chica. Ycon Robbie. Había una mujer con un collar de diamantes ...
¿Por qué te importa? ¡No le cue11tes eso!¡Idiota!
Eh, yo tambié11podrla decit'te la verdad· quiero vaciar tu alma. Siento una punzada en las entrañas, y cambio de tema.
Qlliero librarlepor completo de todo remordimiento mm·al. Cuando -Cosas pequeñas. Ya sabes. Cosas que yo podría hacer hecho
lo haya hecho, "]oh11 Coaler"dejaráde existiryyo capturaré tu esen­ antes, de todos modos, sólo que no tenía el \'alor.
da imnortalpara mi usoperso11al. -Para hacer el mal no se requiere coraje -<lice ella. Con la \'OZ
Bla, bla, bla. Que tengas suerte, Darth. del profesor de la escuela ele verano. Inclina la cabeza. Es divertida,
¿Crees que 110 soy capaz? ahí sentada, con esta luz. Casi tiene hasta buena pinta. l\o hermosa,
Creo que soy más duro ele lo que piensas. pero, ya sabes, nada mal.
El orguUo a11tes de la caída,]oh1my. Nopodrlas hacer uaiM co11 ella, ¿verdad,]ohu?Ni siquiera aun-
Quizá me suicide antes que puedas hacerlo. Después de todo, que te lo suplicara...
hay una parte de ti en mí, ¿verdad? Si acabo conmigo mismo, todo lo -¿Te prometió algo la voz' -Otra \'ez la mirada a los ojos.
que has invertido en mí se va por el desagüe. -Eh ... sí.
No creo que te suid�Mt·as. -¿El qué?
Doblo una esquina y allí estú. Un pequeño puesto como todos Poder. Libertad. Venganza.
los demás pequeños puestos. lleno de guirnaldas hechas a mano, de -Él ... uh ... me dijo que me conseguiría dinero.
manoplas ele punto. y de toda clase de figuritas de mierda con formas Cristo, ¿por qué le estoy mintiendo' De repente. todo esto parece
ele gatitos y tal. Este está lleno de tazones y copas, solo que est<ín falso. Todo, recorrerse todo el país, hacer esto, las putas misi01zes del
todos adornados con signos de cazador. Jefe ... Es una locura. No quiero esto. ¡Solo quiero estar solo! Tan solo ...
joder. ya lo tengo. ¡Alfarera116! La más pelma entre lo� pelmas. arreglármelas, sin tener que preocuparme demasiado por el siguiente
Cristo, pensé que su apodo era un apellido o algo así. cheque del alquiler. Nunca pedí ver hombres lobo ni \·ampiros. nunca
¡Y coño. me está mirando y estoy oculto a su vista1 pedí que un ángel me llenara de mierda y me colgara como una
�o tiene mucho que enseñar: baja, gruesa y combada. con el piñata. Eso es. eso es lo que soy. lo que todos somos. Estamos llenos
pelo cortado a tazón. Viste algún tipo ele camisa africana estampada y de mierda de ángel, y cuando los bichos nos golpean lo suficiente,
un collar de cuentas lo bastante largo para amarrar una goleta. Su reventamos y les salpicamos.
rostro está pálido y su mandíbula cMá caída, como si hubiera \·isto un De repente quiero confiar en ella )' decirle todo eslo, decirle lo
fantasma (o algo peor). que he hecho y lo cansado que estoy.
Debe estar viéndome con la \'ísión. Me pregunto a qué me pa- ¡Joh7� asíes comote estájodie11
do!¡Despierla, maldita sea!¿Reater­
rezco. �Ms c6mo losgimotemlles siempre hablaba11 dea'iaJuras que tenían mz
Viene desde detrás de su pequeño mostrador y pregunta: "mome11to de ve�·�Md"?¿Crees que eso simplemente OClllre?¡Es Ull truco
-¿Qué te aflige' de állgeU¡EOa loestáusaluiosobretie�zesteillSLaute!Tesie7lles cmiSado
:\o puedo mirarla. No puedo aguantar. porque ella asílo quiere. Qlliere que te 1-iudasy que llm-es,y que se lo
¿Por qué 110 se lo dices, simplemente? cue11tes todo a mamá. Quiere quep011gas tu cabeza e7l stt hombroy te
No puedo sino murmurar: desporve11cido.¿Vas a hacerlo? ¿Vasa reudirteaotra mujer?
-Estoy poseído. Aprieto los cliente�. Él tiene razón. O quizá esté jugando conmi-
go, no lo sé. Lo único que sé es que estoy loco.
t t t -¿Solo fue dinero?
-Sí. Y lo hizo. Pero me engañó.
Jesucristo. esto es demasiado fácil. No sé por qué no lo hice -¿Te engañó, cómo'
antes. \'as donde uno de los maricas estos )' les dices que eres un -Tu\·e el dinero por un tiempo, pero ... uh ... lo perdí.
cazador. Te miran con cara divertida, preguntándose si eres un frío -¿Cómo lo perdiste'
asesino o uno de los suyos. Es como una ... cómo llamarlo... Agacha la cabezay di "apostaudo".
Pnteba de addez. -Apostando.
Sí, para ver sí tus ideas concuerdan con las suyas. Y si no, si de .\le coge la mano en un gesto de simpatía.
verdad quieres matar monstnws o algo así, se ponen en plan ofendi­ -¿Por eso nt:ct:sitabas dinero al principio'
do, altanero y engreído. Pero si eres un monstruo, joder, te reciben -Sí. -!\le esh1erzo por parecer a\'ergonzado. :\o es fácil porque
con los brazos abiertos. en realidad estoy cada \·ez más asqueado.
l lo¡a, ése es su nombre. iv1aldita sea, qué vegetariano suena. Ella Pie11sa e11 Amtabelle. O mejor a!in, e11 su amigo uegro, el de la
recogió su tenderete. Lo empacó todo para ayudarme. Si así es como grmzpolla gorda...
funciona su negocio, debe estar muy angustiada. Pero, de todos mo­ Siento cómo enrojezco. 1\le muerdo el labio. Ese es un truco
dos, lo metió todo en su coche y me lle\·ó a un resraurantt: orgánico. sucio. jefe.
Creo que le gustó cuando pedí un menú vegetariano. Qué boba. Sin embargo. funciona. Exagero mientra� \'OY en cabeza.
Ahora me está mirando con sus grandes ojos castaños y quiere -No puedo.... es decir, intenté dejarlo, pero... y ahora me dice
sabes qué me pasó. que puede conseguirme más dinero, pero que tengo que hacer 111ás
Cui�Mdo,]ohll. Está tratando de engmiarte, de hacerle sumi­ cosas. Peores cosa�. -Alejo mi mirada ele ella y susurro-. Quería
so y d6cil. que hiciera daño a una niña pequeña.
Su mano aprieta la mía. Quizá lo sea para ella.
-¿Lo hiciste? -Su 1·oz muestra urgencia. miedo. ¿De qué estás hablando?
-)lo. :\le resbtí. Pero fue difícil. -Ostia. estoy llorando de ver- A lo mejor a los "Me11sajeros" lesgusta11 los imbéciles que mmea
dad-. Se enfadó . .\le hizo mucho dailo. han teuido que eufreutarse a u11a vida de mierda. Quzá i lospacifiStas
-Tienes que resistirte, john. crédulos tenga11 supmte de laprotecció11 delleóu, mie11tras los solda­
Cristo. ¿por qué le dije mi nombre 1·erdadero? :\o pude pensar en dos de tu tipo obtiellell wl buen ataque alifes de ser utilizados. Como
otro lo bastante depris<l. Tenía que haber dicho Ron o Sean, o Don. Steve.Mata a mwy muere. Sois como gra11adas de mano:pelig1·osas
Entonces es como si la temperatura bajase. La miro y ella está perop rescilldibles. TestigoyAlfarera, por otro lado, heredan /a Tien-a
con la 1·ista en otra parte, hacia la izquierda . .\liro en esa dirección y porque son optimistas dOO/es que los á11gelespuede11 manejm·.
hay un tipo. :'\'o muy airo, pero robusto. Un poco rechoncho, pero -John? ¿Preparado para empezar''
un tipo que ha trabajado duro. Cabello color castaño arenoso, un -¿Empezar qué'
poco ele barba. Parece como si pudiera encajar un gancho y puede -Sé que has venido para ... limpiarte -dice-. Creo que ambos
que hasta de1·oh·erlo. sabemos que lo deseas más que solo en tu cuerpo.
Hoja se levanta. No dejes que lo haga,]obn.
-Perdona. -Su voz, de súbito, se ha endurecido. Se va hasta ¿Qué ocurriría?
donde el tipo. Dirijo mi oído hacia ellos y alcanzo a oír que ella dice: Tan solo 110 le dejes.
-A menos que rengas los papeles firmados, no quiero verte. -Creo que puedo liberarte de lll ... tu jinete -me dice-. Si me
É l contesta algo, en bajo. \'eo su reflejo en el re1·erso de mi dejas.
cuchara. Él parece nerTioso. Ella. enfadada. Bajan sus 1·oces. gesticulan, -¿Qué tengo que hacer?
muen�n la cabeza. \'eo que él me apunta y parece ... ¿qué' ¿Celoso' Recuerda el trato,]oh11.
Contento no. eso es jodidamente seguro. Cállate. ¿Te asusta alguien'
Cuando él pone su mano sobre el hombro ele ella y ella se la Casi activo la visión, pero no puedo obligarme a hacerlo. ¿Y si él
golpea ele repente, decido que es mi turno. tiene razón y ella me está engai'lando? ¿O y si ella es sincera pero los
-¿Este tipo re está molestando? �lensajeros la están ulilizando'
Ella e t;í roja. Su boca está cerrada pero intenta decir algo digno. -Aguanta esto -dice, pasándome dos grandes pedazos de cris­
-�o puede hacer nada para molestarme. Está más allá de mi tal de cuarzo-. Y ponte esto. -Es como un collar con un montón de
atención. piedras diferentes colgando. Se preocupa por ellas, poniéndolas en el
Ouch. lugar adecuado. Y después, una banda para la cabeza con una piedra
-Soy su ex marido -{!ice el tipo. en medio. Dios.
-Bueno, no quiero meterme ... No le dejes,]ohn. No tegustará.
-Entonces no lo hagas -{!ice él. -Siéntate aquí. -Me pone en una silla y se sienta enfrente.
-Parece que ella no quiere hablar contigo. EUa quiso que te ecbarau de la lista. ¿Recuerdas toda la mierda
Se vueh·e hacia mí y se inclina. queposteó sobre ti? ¿Crees que estaría "limpiando tu espíritu" si Sll­
-lllira. Puede que le hayas engailado a ella. pero a mí no me piem quién et-es en realidad?
engañas. -Trata ele relajarte. Cierra los ojos y visualiza toda la energía
-¿Por qué no te 1·as' -lntemo decirlo de forma amable. negativa saliendo.
- 'o, ¿por qué no te largas /([1 ¿D611de estaba eUa cumulo la necesitabas? ¿Dóttde estaba cuatt­
¡Pafl Lo siguieme que sé es que estoy tambaleándome. �li e�pal- do estabas indefensoy solo?¡Estaba ayudatufo a las cosas ttmettas,
da se golpea con el borde ele una mesa. Casi me caigo. ahí es do11de estaba!
¡El ba�wrdo ha usado Devuelve sobre mí! Ella cierra los ojos y golpeo la roca de mi mano derecha contra
-¡Oéjale en paz! -grita ella, poniéndose entre los dos. su cabeza, tan fuerte como puedo. Se cae de la silla. Antes que pueda
-Hoja, él. .. recuperarse, me pongo encima de ella y la inmovilizo.
-Al menos él no hizo daño a un niilo -dice ella. -¿Por qué ... qué .. .' -Está sangrando por la sien, mareada y
Todos en el restaurame le están mirando. El ex se pone colorado confusa.
y es bambolea hacia la puerta. Se da la 1·uelta ele m1e1·o, como si -Te dije un montón de mierda sobre la 1·oz. La oí, de acuerdo.
quisiera decir la última palabra, pero no se le ocurre nada que decir. Pero no fue por algo tan simple como el dinero. Lo que me ofreció
fue la libertad. Antes de él, yo estaba arrapado. Me tenía un vampiro.
t t t Tú lo sabes todo acerca de ellos, ¿no' ¡Probablemente tengas todo
tipo de charlas con ellos, sentados juntos, intentando enteuderlos,
Ahora estoy en su apartamento. Todo lo que tengo que hacer es intentando ver su punto de vista!
decirle a ella que he estado durmiendo en mi coche y ella me ofrece -john, deja que me le1·ante. Podemos hablar...
dejarme usar la ducha. ¿Es alguna clase de trampa o confía ele l'erdad' -¿Hablar' Sí, te encanta hablar, ¿verdad? Te encanta mandar
El Jefe está callado. Tan solo me dijo que le preguntar:.� qué mensajes a hunter-net. Todas tus teorías. Todas tus bonitas ideas
quería decir con lo de que su marido había hecho daño a un niño. y acerca de lo incomprendidos que son ellos. Que solo necesitan
lo hice. Fue en el 1·iaje hacia aquí, y ella apartó la mirada, enfadada o amor)' cuidados.
triste. Pero no quiso hablar de ello. :\o pude sacárselo, y el jefe �igue -¿Cómo sabes lo ele ...'
jugando su propio juego maldito. Típico. -¿Lo ele hunter-net' ¡Zorra, yo era Arreglado�/ ¡Sí1 ¿.\le recuer-
-¿:\o estás ... como ... nen·iosa' -le pregunto. Tengo que sa- das ahora' -Ella parece asustada, así que supongo que la puta me
berlo. recuerda.
-El Poder Viviente me protege -{!ice. Con esas palabras. La la la. -Sea lo que sea que te haya pasado, puedo ayudar. ¡Puedo
-Debe ser bonito. ayudarte a pasar por ello. por favor! ¡Déjame ayudar!
-Lo cs. Pero también es una gran responsabilidad. Se me ha -Es un poco tarde para eso, ¿no crees? ¿Dónde estaba tu
concedido mucho, pero se espera que haga mucho con ello. ayuda cuando me echaron de la lista' ¿Cuando los hombres lobo
Como si fuera tan sencillo. vinieron a por mí en el barco' ¿Cuando la zorra ele Annahelle
quiso saber qué clase de hombre podía sobrevivir a aquella mierda, ¡Necesito tu ayuda!¡Porjavor!¡Estaba desesperado por na­
cuando la puta me capturo? ¿Dónde estaban enronces todos mis contrarte!
·compañeros exaltados··, eh? -¡Te está mintiendo! -El jefe está intentando controbr m
Algo late con dolencia, pero no me importa. Quizá sea mi Estamos luchando por encima de las palabras.
corazón. -¡Que te jodan! --<:hi l la ella.
-Lo que fuese qu e ella te hiciera .... lo que pusiera en ti . . . ¡Necesito lajuena delPoder Vivietlte!bwoca mi twmbreypodri
-¡Me biza comer mierda! Me pasó por todos sus colegas. Lo salvarte deArreglador!
hice tocio. ¡Me hizo chupar sus pollas! ¿Qué piensas de eso' Yo era su -¡No le creas! -Es como intentar hablar mientras m3'Ll ,
perro. LJe,·aba un collar y me arrastraba. Estaba a cuatro patas y supli­ cas, pero consigo que salga. Intento dispararla. pero con t:. � •

caba, le rogaba que me dejara comer su co1lo muerto. ¿Crees que del monstruo y las púas en mis palmas, se me cae el arma. Fl J :: •
puedes mejorar eso? ¿Eh? por todas partes, buscando la puerta.
-john, por favor. . . ¡Hoja, di mi nOtnbt·e!¡/twítame a entrat·!¡Te lo ruego, eres ,.;
-Eso es amor. Eso es comprensión. Ella me l o enseñó bien zinica esperanza de salvaci6n!
¡Entiendo el amor de colmillo mejor que cualquier hombre vivo! Sólo puedo gritar. Embisto contra ella. Quiero a rrancar!.: 1:1 h.:: -
-Así que le diste tu alma. za, pero siento que el jefe me quema de�de dentro.
-Já! El jefe, él me devolvió mi alma. ¿Y sabes qué? Yo era feliz. -¿Cuál es tu nombre?
Con Annabclle, con la puta colmillo, era feliz. Al menos, ella me ¡Vassago!
protegía. Más de lo que los Mensajeros hicieron nunca. ¡Más de lo que -¡Vassago!
vosotros, los cabrones de la lista, hicisteis! -¡Malditos seáis! -aúllo.
Alguien está gritando, pero no soy yo. . . Después ella se ha ido, y yo me caigo.
-Xo�otros nunca quisimos . . .
-¡Sí que quisisteis! ¡Me abandonasteis y estabais encamados de t t t
que me fuera! ¡Bueno, nunca vokerás a abandonar a nadii?.
La puerta se hace astillas. Ella y yo levantamos la vista al t iem· Estoy en la 1-88 camino al oeste. El Jefe me dice que hay una
po qU<.: una mano la atraviesa y la abre. ¡Es su jodido ex marido y pareja de colmillos primerizos en esta dirección, haciendo el \·ago �
tiene un arma! engordando con habitantes de Iowa alimentados de maíz.
-¡Roble! -grita ella. Desenfundo pero es demasiado tarde. La mierda se complicó en Chicago. Tu,·e que salir por la n:n·
-¡!\o! -chilla. rana trasera. Los policías tienen mi descripción, y estoy cabreado
Joder, su arma se encasquilla' La mía no. Le he dado en las con el jefe.
tripas. Él grita, ella grita. La zorra va a atraer a la policía sobre mí si no ! l ijo de puta traidor.
la callo. Apunro con la pistola justo en su carJ. Pensé que considerabas mi mecenazgopeor que la muerte. ¿O
-Atrás.. . -<:lice él. has olvidatúJ a Robbie tanpro11to?
¡Maldita sea! \
. le debes otro exaltado.
Su ex aún tiene el Den1elve en él1 Ahora estoy a tres metros. Ella Bien, bien, lo que quieras.Alfarera va a divertirse 1111 mont6n, y
se levanta tambaleándose y me sisea. ¡Dios' ¡Duele! Es como ... ¡como si tú mereces tma recompensa po
rpr
esentánnela.
estuviera sacando al jefe de mí desde la raíz, como si él fuera mi ¿Qué la hace ser tan especial?
esqueleto y ella tratara de sacarle a través de mi piel! Nome malitzterpretes,]obn. Eres maravilloso cua11túJ se h·ata de
-¡Vassago1 - o sé si quiero su ayuda, o ayudarle a él. El ex joder a la gente. Pero eHa quiere redimit1ne. A difereucia de t� eUa
está levantando su arma otra vez pero le disparo. Esta \·ez le doy en la aríu tiene buenas intenciones. Si COilsigo corrompet·la... mmm.
cabeza y eso debería bastar. De locos. En realidad , espero que Alfarera resista.
-TL1. . . -Intento hablar, pero de repente, el jefe habla a través ¿Crees que ella resistirá do11de tú 110 pudiste?No es muy pro­
de mí. bable.
¡Hoja!¡Di mi twmbre! Sí, pero he visto un montón de mierda improbable en el último
¿Qué cojones? Apunto hacia ella y me grita . ¡Mierda! ¡. o puedo par de años.
disparar! Próxima parada, Da,·enport. ¿Dónde busco a los vampiros?
GUA

¿Cómo han caído los héroes, cómo han


perecido las armas de combate?
-Samuel 2, 1:27

Desde el momento en que un cazador es testigo ele demonios Pero el único cammo hacia delante es de descenso.
cazando gente indefensa y decide actuar, se sitúa en una senda que Los exaltados han aprendido qu�: un gran poder 110 conlleva
desciende lentamente en espiral. una gran responsabilidad, sino el caos y la locura. Los cazadores
No importa cuáles sean sus objeti1·os o sus planes (si destruir a que man ifiestan facultades muy poderosas siempre parecen tener
lo� sobrenaturales o si ayudar a los monstruos a existir junto a la algo equimcado. Quizá sea una consecuencia natural de la batalla
humanidad), el camino es duro. Los obstáculos son insuperables, sus contra la oscuridad. O a lo mejor la exaltación es básicamente in­
enemigos imparables, y sus esperanzas quizá sean tmposibles ele cum­ compatible con la mente, el cuerpo y el alma hu manos. Sea cual sea
plir. Tiene hemumentas en forma de facultades y una segunda visión. la razón, los resultados son los mismos : cazado res poderosos con
pero son inescrutables y ele poca confianza. y a veces acaban fallan­ u n a conexión con la realidad tenue como mucho. Llámalos
do. Para l ograr sus objeti1·os, un cazador necesita más recursos, más �xtremistas, profeta>, psicópatas, samos ... Las etiquetas no impor­
fuertes. Y los manifiesta. Descubre que sus habilidades crecen y se tan. Lo importante reside en su poder, su dedicación y el peligro
expanden mientras sigue sus planes, pero solo si se compromete por que suponen para lo; monstruos, para la gente normal, para los
entero con su causa. Si se consagra por completo, dejando a su fami­ demás cazadores y para sí mismos.
lia, sus amigos y su antigua vida atrás. Si está preparado para sacrifi­ Y más allá ele la locura de los extremistas, más allá incluso de sus
carlo todo, incluso su cordura, para hacer lo que sea necesario, podría sorprendentes capac idades , hay otra cosa más. Una cúsp ide hacia la
tener éxito de 1·erdad. que los cazadores flotan aunque su locura se com·ierta en algo más
Por supuesto, está la oportunidad de parar, de abandonar la cau­ allá ele la comprensión . Se convierten en una fuerza de la naturaleza
sa. Un cazador siempre puede retroceder ante el abismo, dejarlo sin que camina como un humano. Estos exaltados obtienen el poder de­
más, cortar en seco o fallar. Y aunque siga llevando las c icatrices finitivo, pero al hacerlo se alej an de los demás cazadores, y quizá ele
mentales y los trastornos que ha acumulado, puede salrarse a sí mis­ la raza humana. Ardiendo con un brillo terrible, estos exaltados tan
mo de la autodestrucción. Mas, ¿qué gana haciendo eso? ¿Qué le que­ extraiios son consumidos por su propio poder, pero a su paso dej an
da a lo que pueda vo!l·er (una vida hecha ¡irones, una l'ida que ha una huella indeleble en el mundo.
desmantelado para perseguir su misión)' E incluso si tiene algo a lo ¿Qué harían los cazadores por tener éxito' ¿Cuán lejos irían para
que regresar, ¿puede Yivir con su elección, intentando ignorar la ver­ enfrentarse a lo sobrenatural' �Pueden resistir la tentación de utilizar
dad y forzándose a vivir una mentira? toda ventaja disponible en su búsqueda (algunas de las cuales pue­
Para muchos cazadores, no hay elección en absoluto . Cna 1·ez den costar un alto precio)' Estas son las preguntas que muchos elegi­
..
que te comprometes a luchar contra lo sobrenatural, lo l'es claro, dos deben hacerse en sus .. carreras , y en una crónica de Cazador.
aunque solo sea porque no hay nada más que tenga sentido aparte de En suplementos previos ele Cazador se ha hablado de extremistas,
tu cruzada . Así que los elegidos cuadran sus hombros, aceptan el aquellos cazadores con puntuaciones de Virtud superiores a 7, quie­
nes reciben poderosos clone, pero que están sacudidos por la locura.
�lás allá de estos cazadores hay unos pocos que manifiestas faculta­ Por otra parte. algunos extremistas podrían estar locos. Están
des de ni1·el cinco (el poder definitim de los exaltados). Hasta ahora, alterados por su fanática dedicación, pero su creciente demencia
estos últimos han existido fuera de las reglas de Cazador, como perso­ podría ser debida a una incapacidad para a umir el cambio. en 1·ez
najes del Narrador. Para los cazadores ··menores··, estos extraños exal­ de a un proceso de adaptación. Tal extremista es un alma torturada,
tados pueden haber sido aliados en los que no se podía confiar mu­ obligada a seguir sus impulsos y metas, pero incapaz de hacer fren­
cho, enemigos impredecibles, campeones a los que emular u objeto te a las demandas impuestas sobre él. Distanciado de sus amigos y
de terribles lecciones. Han sido mesías y monstruos, pero nunca ha­ aliados a causa de sus dolencias, todo lo que le queda es la persecu­
bían sido ofrecidos como personajes jugadores . . . hasta ahora. ción de sus propios objeti1·os psicóticos, la única cosa que sigue
Caída del Paraíso muestra cómo llevar extremistas y las cotas de teniendo sentido para él.
la existencia ele cazador en el sistema narrativo. Este libro ofrece guí<IS Interpretar a un extremista es un reto. Requi�re llevar tu personaje
ele cómo jugar con tales estrellas cegadoras. Los extremistas son más en una dirección por completo nueva, porque tu cazador ha cambiado
que lunáticos con un poder inmenso. Hay un método en su locura, y con respecto al personaje que creaste en un principio. Puede que quie­
tienen la capacidad ele hacer casi lo que sea en la persecución de su ras reconsiderar dónde encaja tu personaje en la crónica, y cómo
objetivo. Los jugadores necesitan comprender que lograr este estatus interactúa con los demás exaltados. Y luego está el reto ele sobrellevar
significa más que añadir unos pocos puntos a una hoja ele personaje. la locura de manera realista. Cazador no ll�lta de superhéroes. Va de
Requiere cambios radicales y permanentes en el personaje, )' un pun­ gente corriente llegando a extremos extraordinarios para realizar actos
to de vista totalmente nuevo respecto a la caza y a tu crónica. milagrosos. Las siguientes guías deberían ayudarte a interpretar a al­
Los personajes ele este nivel suelen ser apro1·echables solo du­ guien que ha ido demasiado lejos, demasiado rápido.
rante un corto período ele tiempo antes de morir ardiendo o com·ertir­
se en algo irreconocible. Pero en ese breve lapso. puedes hallar nue­
,·as y desafiantes experiencias interpretativas.
EL METDDD DE LA LOCURA
Algunos extremistas sufren de trastOrnos contradictorios. Desa­

EL CAMINO A LA PERDICIUN
rrollan una enfermedad mental por cada punto de Virtud que ganen
por encima de 6, y son abofeteados de modo casi aleatorio por pen­
samientos y emociones contradictorias y sin sentido. Esta clase ele
Al haber sobrevivido a meses ele constante terror, tensión y clemencia deslavazada puede estar bien para los personajes del rarra­
disputa, tu personaje se ha hecho no solo más habilidoso, sino tam­ clor, pero interpretar tal cazador no suele ser muy satisfactorio. Puede
bién más poderoso. con altas Virtudes y asombrosas facultades de no encontrar el norte, y parecer al final inconsistente, de una escena
ni1·e! tres y cuatro. 13ueno, tiene unos cuantos trastornos con los que o sesión a la siguiente.
lidiar, pero puedes utilizar Fuerza de Voluntad para sobrelle1·ar!os si Como alternativa a esta aproximación fortuita a la representa­
se com·ierten en un problema. Lo importante es que tu personaje ción ele un extremista (lo cual se recomienda solo a los mejores
sigue siendo el mismo, solo que con más opciones y poderes jugadores de rol). intenta crear una visión del mundo coherente
mejorados. ¿Verdad' para tu cazador, como base para su locura. i\'lientras el personaje
Falso. adquiere trastornos, sus diferentes psicosis se combinan con su per­
Los extremistas son mucho más que simples cazadores con pun­ sonalidad y experiencias para crear una visión consistente (aunque
!Llaciones ele Virtud de 7 ó más y unas pocos tornillos menos. Son irracional) de la realidad, y puedes decidir el comportamiento de tu
seres tan dedicados e influidos por sus planes personales que han personaje de acuerdo a este conjunto.
dejado prácticamente todo lo demás a un lado. Para un extremista, Toma como ejemplo a Caro! \lclntyre, una cazadora que desarro­
no hay vuelta atrás a la vida normal. y quizá ni siquiera el deseo de lla los trastornos de hipocondría, obsesión. paranoia y fuga cuando se
hacerlo. Con el tiempo, todo lo que importa es su obsesi,·a visión incrementa su Virtud primaria. Estas condiciones pueden existir por sí
del mundo. Liberar una ciudad de la influencia sobrena!Llral. Des­ solas, enviando a Caro! en todo tipo de diferentes direcciones hacia la
truir la criatura que mató a su marido. Hacer que un ser en particu­ paradoja. ¿Pero cómo podrían estos trastornos interactuar para formar
lar vea el horroroso error de sus métodos. Cuando un cazador al­ una única y compleja demencia, y cómo podría ese complicado síndro­
canza tal nivel de intensidad, tiene muy poco en común con el resto me evolucionar y cambiar cuando se manifiesten más trastornos?
de los cazadores (o de seres humanos). Estos no ven las facetas de Digamos que Caro! desarrolla hipocondría cuando llega a Mise­
la verdad que ellos ven. Los demás no comprenden lo que es pres­ ricordia 7. Cuando alcanza 8 en Misericordia, gana una obsesión. ¿Y
cindible en aras de una causa mayor. Ni saben hasta dónde hay que si el objeto de su obsesión es la enfermedad, lo cual tiene conexión
llegar para marcar la diferencia. con la hipocondría' Su siguiente trastorno, paranoia, podría estar
En efecto, algunos exaltados se preguntan si estos cazadores '·ben­ relacionado con la enfermedad. Quizá esté convencida de que los
decidos·· aún son humanos. Físicamente, los extremistas parecen nor­ demás intentan infectarla una enfermedad de a!g(m tipo. En la cús­
males. A menos que utilicen facultades, siguen sufriendo las limitacio­ pide ele su poder v demencia, Caro! podría entrar en estados de fuga
nes del cuerpo humano. Sin embargo. es posible que el '·trastorno·· de cuando esté en realidad en presencia de la enfermedad, como al
un extremista no sea en absoluto locura. sino que sencillamente ya no estar en un hospital.
piensa como la mayoría de la gente. Lo que nosotros percibiríamos Ahora hay que conectar todas estas condiciones en una visión
como locura puede ser una respuesta perfectamente racional a una del mundo coherente: al tiempo que se hace más obsesi,·a con la
información y un conocimiento que nosotros (o los cazadores ·meno­ enfermedad. Caro! ·se da cuema ·· de que fuerzas malignas están creando
res.') no podemos comprender. El extremista Fyodor es un ejemplo enfermedades para destruir a la raza humana. En cada encuentro con
p<.:rfecto de esta alienación. Suele parecer que actúa ele manera errática, una criatura sobrenatural, busca los 1·irus y contaminantes que po­
cambiando de aliados sin motivo aparente y diciendo cosas que no drían estar en funcionamiento. Cada vez que es expuesta a una enfer­
tienen sentido. Pero también posee la comprensión y el conocimiento medad ( incluso a algo tan inocuo como alguien con un resfriado),
de fuerza' y realidades extrañas que son imposibles ele admitir para Caro! corre el riesgo de entrar en estado ele fuga o ele desatar sus
un humano normal o para la mayoría de los cazadores, ya no digamos facultades para destruir al '·maligno".
percibir. ¿Se ha vuelto loco por sus visiones' ¿O es capaz de recibir sus Dado que los trastornos que elijas para tu personaje surgen, como
visiones solo porque ha aprendido a pensar de modo diferente? es lógico, de su identidad y de la crónica, no debería ser difícil encon-
trar un modo de conectarlos. Véase "Interpretación de trastorno�-.
má� adelante, para más consejos acerca de la elección de trastornos y
de cómo interpretar sus efectos.
l'na \·ez que estableces la \'isión del mundo ele tu personaje,
utilízala para ayudarte a determinar sus objeti\'OS y el modo en que
los persigue. Es probable que Caro! desarrolle una mera relacionada
con las enfermedades, ya que su propia identidad gira en torno a
ellas. Quiz�t haya ele \'erclacl un \·irus sobrenatural suelto por el mun­
do, y ella dedique su vida a erradicar el origen.
Una visión coherente del mundo es una poderosa herramien­
ta para un extremista que persigue sus ideales. Los extremistas
pueden realizar conexiones y deducciones inwitivas que podrían
ser imposibles de hacer para una persona racional. O pueden ver
signos o augurios que son im·isibles para los cuerdos. Su ·'crecien­
'
te'' despertar les puede permitir percibir amenazas y peligros don­
de otros estarían ciegos.
Pero la locura es. asimismo, uno de los principales obstáculos de
un extremista. hita que interactúen de manera efecti\';t con otras
persona�. y les ciega ante cosas que podrían ser perfectamente ol)\'ias
para lo� cuerdos. Y, claro está. la demencia absoluta puede hacer que
un cazador realice conexiones entre hechos y personas donde no
existen. Podría desembocar en una manía persecutoria, o poner en
peligro ciudadanos, criaturas u otros cazadores sin ninguna pro\·oca­
ción mediant�. Por ejemplo, Caro! .\Iclmyre \·e a todo el mundo como
a una !liaría Tifoid�a en potencia, y solo se comunica con otms perso­
nas si pasan por un proceso y un ritual de esterilización. Su obsesión
con las enfermedades podría hasta lle1·arla a asumir que una persona
muerta ha sido matada por un \·irus. incluso aunque sea ob\·io que ha
sido atropellada por un coche.

LDS DJDS EN LA RECOMPENSA


Cuando los �l�gidos son exaltados. chocan contra una realidad
peligro a. Hay problemas horrorosos (pútridos atacando a la familia,
\·ampiros cazando a los inclef�nsos) a los que hacer frcme desde ya.
:\o es hasta que los cazadores obtienen algunos éxitos, experiencia y
una pausa, que pu�den aspirar a metas más altas (d�scubrir por qué
los muertos caminan de nuero, o destruir al señor del crimen \'ampiro
que controla el mercado de la droga de la ciudad). Cuando la crónica
a\·anza, los cazadores pueden organizar sus \·isiones de mejor modo.
y comprometerse más y más con las metas que escogen.
Los extremistas tienden a lle\·ar esta progresión natuml un paso
más allá, y a fijarse porcompleto a un objetivo. Incluso los �xtremistas
más caóticos )' erráticos trabajan hacia una meta propia. F.sta moti\·a­
ción puede parecer �1 fin Clltimo, tangible y de confianza de la \'ida.
Es el gran propósito que su ajada ment� exige cumplir a cmlquicr
precio, ya que poco más parece importar o quedarles. Sin un obj�ti\'O
�xt�rno en el que concentrarse, un extremista podría caer en el caos
d� su demenci�l. D�spués de todo, tratar ele localizar a todas la� cria­
turas y som�terse a la amenaza de la terrible realidad en la que está
atrapada podría s�r sobrecogedor. Ejemplos de tales objeti\'os con­
centrados son la obsesión de Fyodor por aprender los secretos de los
�Iensajeros, la decisión de Cruzado17 por eliminar lo maligno tal y
como él lo define, )' la determinación de Alfarera ! 16 por curar a toda
criatura que se cncucntrJ.
Se anima al jugador de un cazador extremista a escoger una meta
en la que el personaje se concentre y hacia la que trabaje. La e\·olu­
ción de este objcti\·o es lenta. mientras tu carácter desciende por la
senda revelada �n su exaltación, y eso casi siempre te lleva má� y más
lejos de tu antigua vida. �ecesita encontrar algo que le mantenga
motivado )' dispuesto. ya que ha perdido mucho de lo que tenía por
querido con anterioridad. Confeccionar unos buenos planes 1� confie­
re a tu personaje una razón para seguir, y un fundamento a una \'ida
que poco a poco se va ajando por los bordes. Encu�ntra así un punto
hacia el que dirigir su trabajo, y encauza sus energías en esa direc­ tan, el objetii'O se transforma para ajustarse a sus esquemas mentales.
ción. permitiéndole existir mienrras el resto de su 1·ida se colapsa. Caro! se obsesiona cada 1·ez más con encontrar y eliminar el origen de
La persecución de un objetiYO puede ser la acti1·idad principal de la plaga sobrenatural que ella sabe que está ahí, en algún lugar.
tu cazador, y un guión importante para tu crónica. \las. ¿qué tipo de Hay muchas metas diferentes que pueden ajustarse a la per­
objctil'o es el apropiado para tu personaje? sonalidad, la historia y el credo de tu cazador. Habla con tu Narra­
Debe ser lógico. I\adie se despierta un día y decide derrocar un dor acerca ele cuáles encajan en vuestra crónica. Entre los dos,
gobierno (ni siquiera un extremista). La meta de tu cazador debe seréis capaces de construir un propósito que impulse a tu perso­
surgir de manera natural de tu crónica . Debería ser algo establecido naje a tran�s del juego.
con anterioridad, que pueda ser explorado en mayor profundidad.
Por ejemplo, �i tu personaje ha estado descubriendo la corrupción NARRADOR: GRANDES OBJETIVOS EN TU CRiíNICA
sobrenatural en el gobierno de su ciuclacl, su objetil'o podría ser lim­
Los extremistas como personajes jugadores pueden suponer un
piar la corrupción ele la oficina del alcalde. Perseguir una meta que
punto de partida para grandes historias y eventos dentro de tu cróni­
haga referencia al pasado de la crónica hace que la historia sea satis­
ca. También pueden ser elementos de disrupción que descarrilen es­
factoria, r crea oportunidades ele inmlucrar a los demás personajes
cenas, distraigan la atención de otros personajes y molesten a los
en los objeti1·os ele tu cazador.
jugadores. Introducir un extremista en una crónica requiere algo de
Debe tener resonancia emocional. Así como una lógica históri­
planificación por tu parte, en particular en lo que a las metas del
ca, un objetiHl ha de tener una lógica emocional. Las moti1·aciones
personaje se refiere.
de un extremista han ele ser ele una pasión consumidora, ele modo
l1n buen motivo para un extremista es un recurso para ti, no solo
que necesita ser algo con lo que se apasione. Busca una buena
para el jugador. Es algo que le viene bien a la historia y a la dirección
razón personal, un moti,·o por el que tu cazador se preocupe tanto. de ,·uestra partida. Proporciona un punto ele partida parJ historias
Quizá quiera 1·engarse del 1·ampiro que destruyó sus negocio�. A lo
interesantes, y crea ganchos que los demás jugadores puedan utilizar
mejor se ha enamorado de ese l'ampiro y no se detenga ante nada
para inl'olucrar a sus jugadores. En cambio, un objeti1·o inapropiado
con tal de conseguir su sah·ación (y posesión). Si haces que la mera
no es adecuado para la crónica, y no puede usarse como punto cen­
de tu personaje sea algo que realmente le importe, encontrarás mucho
tral ele otras historias (o solo puede hacerse ignorando historias y
más fácil implicarte en la historia.
conceptos que ya habían �ido decididos de antemano). Cna meta
Debe ser alcanzable. Los personajes del :-\arrador pueden tener errónea también sitúa fuera al resto del grupo. Xo deja espacio para la
objetivos imposibles, pero no suele ser muy dil'ertido interpretar per­ intervención de otros personajes, haciendo que la crónica gire casi en
sonajes inmersos en una búsqueda por completo inútil. Objetii'OS como exclusil a en torno al extremista.
"destruir todos los monstruos'' o "derrocar el gobierno de los E.lJ.A" Cuando te sientes con un jugador para discutir un objetivo para
son probablemente inalcanzables, hasta para un extremista poderoso. su extremista, considera lo siguiente.
Piensa en una meta que pueda ser cumplida. Tu personaje debería no ¿Se ajusta el objetil'O al tono de tu crónica? Para cuando los perso­
ser capaz de echar abajo al gobierno federal, pero podría ser capaz de naje� consiguen altas puntuaciones de Virtud. tu crónica debería tener
realizar grandes cambios en una ciudad o un distrito. un tono bien establecido. Sin embargo, la gente puede tener diferentes
Debe ser difícil. La persecución de un objetivo ocupa a tu perso­ ideas acerca del estilo ele historias que se ajustan a la crónica. Si estás
naje durante varias historias, si es que no es la línea secundaria de tu jugando una pattida callejera, en al que los cazadores luchan por pe­
crónica. Debería no ser algo que pueda ser desentramaclo en una sola queñas victorias, y el jugador extremista quiere que su personaje revela
escena o sesión. \'o la fastidies con metas simples como "matar a la verdad acerca de lo sobrenatural en la televisión nacional, se produ­
cualquier vampiro antiguo" o "incendiar esa casa encantada··. Vete a ce un choque de tonos. Sentirás que esa meta está fuera de la temática
por algo que presente obstáculos, que requierJ un proceso. Una for­ de 1·uestms partidas, y que por tanto es inapropiada. Podría surgir el
ma fácil de hacer esto es construir una meta sencilla y hacerla com­ mismo problema si tu crónica está compuesta de historias épicas, llenas
pleja. Quizá tu personaje quiera destruir un l'ampiro específico, pero ele poder, y el objetivo de un personaje es, simplemente, dejar en fuera
tiene que enconrrarlo, detener sus planes y derrotar a todos los demás de juego a un señor 1·ampiro de los barrios bajos. AsegúrJte de que tu
vampiros que ha creado. A lo mejor tus cazadores quieren destruir jugador y tú estáis en la misma sintonía acerca del tema, el ambiente y
una casa encantada, pero tienen que descubrir por qué ha sido em­ el tono de las crónicas antes de ir más allá.
brujada y qué e1·ita que los muertos descansen en paz. ¿Puede el objetivo ser empleado para desarrollar historias intere­
Las semillas de una meta pueden sembrarse en varios lugares santes? En ocasiones, las metas propuestas pueden llev<lrse a cabo de
dentro de la historia de tu personaje. Incluso antes de alcanzar Vir­ forma demasiado lineal. Pasar el día entero en un laboratorio, estu­
tud 7 y de adquirir un trastorno, es probable que tu cazador tenga diando ele manera fanática la sangre corrupta de un 1·ampiro. puede
esperanzas r metas. Estas metas podrían haber sido establecidas ser algo que haría un extremista, pero es seguro que tú quieres desa­
antes ele la exaltación, pero ahora adquieren un nuevo significado. rrollar una, quizá dos. historias ele interés al tiempo que diriges tales
"Sall-aguardar el futuro de mi hijo" es un objetii'O que un padre experimentos. El objetivo de un extremista debería inspirar historias
podría tener, pero adquiere un nuevo sentido cuando el cazador se que requieran que él (y sería ideal que sus aliados también) actúe y
entera de la verdad sobre el mundo. Podría establecerse una meta reaccionen en un montón de diferentes formas. Es posible que prefie­
justo de�pués de la exaltación, y crecer en importancia mientras tu ras una meta que pueda tener una variedad ele diferentes desarrollos
personaje aprende más. Puede empezar queriendo rescatar a �u es­ )' repercusiones. Si un objetii'O parece tener un potencial limitado,
posa de un culto de adoración a los vampiros, solo para darse cuen­ discute con tu jugador la posibilidad ele expandirlo. Si un médico
ta de que el culto se extiende por todo el país, y que la única forma extremista quiere inrestigar la sangre ele l'ampiro en un ni1·el más
de sah·arla es destruir toda la organización. profundo, pueden surgir historias con más potencial. Necesita obte­
O puede que un objeti\'0 provenga de la sesgada visión del mundo ner muestras, capturar ··sujetos", dirigir experimentos, probar curas
de un extremista (1·er antes). algo con lo que el cazador no se habría potenciales sobre 1·ampiros, y eliminar la venganza de los no muer­
obsesionado si estm·iera cuerdo. Caro! :O.Iclntyre empieza a creer que tos. La mayoría de los objetivo� desarrollan un inmenso potencial con
las fuerza� sobrenaturales crean enfermedades para diezmar a la hu­ tan solo un poco por parte del jugador, ya lo sepa o no.
manidad, y así es como de�arrolla la mera ele salvar a la humanidad de ¿Quieres acometer ese objetivo? Es posible que una nueva meta
las enfermedades. Al tiempo que su Misericordia y su locura aumen- lleve tu crónica hacia nuevas e interesantes direcciones, haciendo
posibll! historias que anres no lo eran. Eso depende, no obstante, de J\o es difícil mencionar las peculiaridades y exccntricidacb de
si qu ieres que vaya en tales di recciones. Digamos que t u crónica ha una demencia genuina. Las segundas tendencias son diYertidas, lla­
girado en torno a los hechos sucedidos en una p equ e1'l a localidad. mat i,·as o tril'iales, mient ras que los verdaderos trastornos arruinan la
El jugador quiere que su cazador se mude a Nuel'a York, tras la pista \'ida ele tu personaje. Alguien que \·iste solo de amarillo es peculiar.
de un hermano perdido. Si quieres desarrollar historias y guiones lln cazador que llen1 un pez disecado con él todo el t iempo. e insiste
para cazadores en :-\uel'a York, genial . Pero �i no, se da un proble­ en que tenga un asiento en las comida�. es excéntrico. La pt!rsona
ma. Si la idea del jugad or merece la pena, pero no se ajusta al modo silenciosa en la esquina, que cree que su cuerpo es una marioneta
en que qui eres que d iscurra la crónica, házselo saber. Quizá se pue­ que él controla, y que tiene que seguir cortándo e los brazos y las
da remodelar la idea para que coincida mejor con tus pl anes. El piernas con una cuchilla para recordarse porqué siente dolor, está
hermano podría regresar al pueblo solo para allanar el camino de trJstornada. Por norma general, si te ríes de una persona y le dices
un culto de adoradores de demonios. El cazador sigue pudiendo "estás loco··, entonces no lo es. �olo se trata ele un excéntrico. Si
trabajar en la redención de su hermano, pero la localización de la intentas mantenerte tan lejos como sea posible y l e dices cosas
crónica permanecerá inracta. tranquilizadoras como ··está bien··. está trastornado. La clemencia nun­
¿fnmlucra el objetivo a los demás cazadores de 1111 modo títil? El ca es tli\-ertida ni agradable, y consume tu existencia por completo.
gran objeth·o de Fyodor (descubrir la l'erdad acerca de los fllensajeros
y los exaltados), incluye a muchos de los demás elegidos. Por desgra­ COMPRENDER LOS TRASTORNOS
cia, los involucra principalmente como marionetas, sujetos de experi­
Hay Yarios grupos diferentes de defectos mentales que pueden
mento y víctimas. Esa no es una buena forma de contentar a los de­
llel'ar a la locura. Estos grupos no son. necesariamente. trastornos en
más jugadores, así que esa clase de meta es probable que no le guste
sí mismo. pero son diferentes razones o maneras en que los trastor­
a ningún personaje de tus partidas. Ni tampoco un objetivo que solo
nos pueden surgir.
involucre al extremista, que disminuya la atención sobre los demás
Un p roblema subyacente bastante común es la asociacióll por
exaltados. Si el extremista intenta ganar el corazón de un vampiro, es
defecto. La víctima hace gala de una lógica retorcida. deducciones
probable que los demás cazadores no puedan aportar mucho a la
enre,·esadas e irracionales :�sociaciones negati,·as. En otras palabras,
relación, y los jugadores se aburrirán o se semirán ignorados en el
se confunden o entrecruzan ciertos conceptos o derroteros del pen­
momento en que las actividades del extremista sean el punto princi­
samiento. Esto puede manifestarse ele maneras tan evidentes como
pal. Por f01tuna, la mayoría ele los objetivos pueden ser modificados
la asociación del placer con el dolor y l'ice,·ersa, o tan abstractas
de manera que involucren a los demás cazadores de forma positiYa e
como la agrupación de objetos segün su color en ,·ez del tipo. de
interesante. Quizá el vampiro pueda corresponder al amor del extre­
modo que un 1·ehícu lo gris se correspondería antes con una acera
mista, pero no le es posible porque otros chupasangres más podero­
que con un coche azul. La asociación por defecto puede desempe­
sos le tienen atado con artes místicas. Liberar al vampiro ele tales
ñar un p ape l en afecciones como el masoquismo, el trastorno
vínculos (y enfrenta rse a las consecuencias de su liberación ) requi ere
disociatim, la a u tomut ilac ión, la disociación. la depresión, la
la ayuda de los demás personajes, y concede a esos cazadores una
sociopatía o la alucinación.
oportu nidad de ser también el foco de las historias.
La di�fimción co11ceptual se m:�nifiesta en la ausencia de ideas o
¿Se a¡usta el objetivo al personaje? Este es un pu nto básico, wnccptos específicos. En otras palabras, la vícti ma es incapaz de re­
pero que merece la pena considerar. Es posible que el jugador tener una idea u objeto concreto, así como de volver a aprenderlo.
comprenda a su cazador mejor que tú, pero aún puedes protestar Cualquier recuerdo y comprensión relacionada con ese objeto des­
ante una idea si el objetivo pa rece no ajustarse al personaje. Pu­ aparece, y el afectado lo percibirá como otra cosa distinta. De este
diera ser que el personaje t!S at raído por un concepto que no le modo, la persona podría clas ifi car todos los animales -y sus espe­
viene bien a su personaje, y debes animarle a considerar otras cies, como las aves o los reptiles- en grupos sencillos como gatos o
variantes. O el jugador pod ría sorp rende rte y mostrarte que la meta perros, por ejemplo. Donde el concepto ausente resulte más abstracto
se ajusta al personaje. 1o es probable que un cazador se sienta -una emoción o una fase del proceso racional- la� consecuencias
atraído por el vampiro que de struyó sus negocios, pero cuando serán más difíciles de predecir, pudiendo ,·ariar así desde las tenden­
ese chupasangres res u lta ser la tatarabuela ele l a esposa fal le ci da cias ps icóticas a la depresión.
del personaje, y la semejanza a través de las generaciones sea El aislamiento emocional guarda similitudes con la disfunción
asombrosa ... el juego cambia por com pleto. conceptual. Quienes padecen este problema podrían ser capaces de
se ntir emoción alguna , comprender determinadas emociones, o acep­

INTERPRETACIUN DE TRASTORNOS tar incluso la posibilidad de que los demás alberguen algo llamado
emociones. En los casos más críticos, los afectados podrían l'erse
Enfrentarse de manera correcta con la locura es uno de los as­ incapaces de comprender que el maltrato a los demás, aun el asesi­
pectos más desafiantes de un juego ele rol. Cuando se interpreta de nato, es lo opuesto al trato cordial. Otros sujeto� podrían encontrar
manera conYincente, la clemencia puede añadir capas ele profu ndi­ dificultades a la hora de relacionarse con su entorno debido a su
dad, tex(Ura y emoción a una sesión. Por otra pa rte, un jugador pu ede imposibilidad para percibir -o sentir- la ira, la amistad, el cariJ'io u
utilizarla para exigir toda la atención de l'larraclor y reducir la partida otras emociones. Estas tendencias pueden fomentar la aparición de
a una farsa. Los trastornos juegan una parte fundamental en la ,·ida de sociopatías, arrebatos p�icóticos, paran oias, depresiones y epi o­
los personaj es extremistas, y es importante saber cómo tratar su re­ dios ele fuga catatónica.
presentación sin hacer descarrilar la partida . Otro problema lo constituye la alucinación compulsiva, un tras­
Gran parte del reto reside en el hecho de que la mayoría ele la torno que te impulsa a saber algo a ciencia cierta, intelectualmente
gente no comprende en realidad lo que es la locura. Esto no es sor­ hablando. aunque sinceramente creas lo contrario. t.:n caso típico se­
prendente. Por definición, la locura incluye procesos mentales defec­ ría el de la persona que mira una lámpara . Ye una lámpara, sabe que
wosos que son tan diferentes a los del resto de la población que es una lámpara, y a un así está con,·encido de que se trata de una
interfieren con la Yida diaria. Este es un concepto muy difíci l ele ex­ persona al acecho... y actúa en consecuencia. La dctima sabe que las
.
presar en términos concretos, porque la condición desafía al pensa­ cosas que cree son flagrantemente falsas, pero se , e incapaz de actuar
miento concreto. La aproximación más sencilla es, por tanto, caer en en contra a sus sen tim ientos, por lo que la experiencia resulta suma­
el capricho y la excentricidad. mente perturbadora. El afectado siente por lo general que no puede
fiarse de sí mismo. o puede que crea ser un mero observador pasi,·o a la hora de ponerse nervioso cuando se le acerque cualquier com­
de su propia vida. Podría llegar a desarrollar rituales de comporra­ pañero cazador. Podrías describir cómo se aparta tu personaje, cómo
miento que le permitan desempeñar sus quehaceres diarios con inde­ acusa y exige ser tranquilizado. Sin embargo, serías igual ele fiel al
pendencia de lo que crea ver. Esta condición general puede desem­ trastorno si informas al Narrador de que tu personaje activa su se­
bocar en paranoias. depresiones, trastornos obsesi,·os-compulsiYos, gunda visión y sondea a todos los presentes. Este método resulta
alucinaciones y distintas fobias. menos molesto. El auténtico paranoico querrá mantener en secreto
Por última, la alucinació1z crónica se relaciona con alucinacio­ sus movimientos. Si decidiera efectivamente que son enemigos y
nes que el afectado es incapaz de distinguir de la realidad. Dichas que su única escapatoria pasa por recurrir a la violencia, podría
alucinaciones pueden ir desde meras ilusiones que impliquen un lanzar un ataque sorpresa. De hecho, la discreta c¡ecución de una
solo sentido (como percibir el olor del pan recién cocido) a modifi­ conducta impropia puede conseguir que los trastornos de tu perso­
caciones de la realidad en las que se puede llegar a pensar que todo naje resulten más perturbadores para los demás jugadores. El
el mundo ,-iste la misma camiseta roja. pasando por alucinaciones histrionismo y la sobreactuación pronto dejan paso al ridículo. Un
que impliquen los cinco sentidos y aíslen definiti\"ilmente la reali­ enfoque más sutil conseguirá que los demás jugadores se pregunten
dad, caso de com·encerse uno de haber regresado al hogar de su cuán irracional puede llegar a ser w personaje.
infancia y ,-oh·er a tener seis años. Las alucinaciones pueden ser La surileza tiene además otras dos ,-entajas que contribuyen a
ocasionales . intermitentes o continuadas, ,. los casos más graves maximizar la creclibiliclael ele tu personaje. La primera es que e\·itar la
podrían culminar con el afectado confinado permanentemente por olwia manifestación de los trastornos garantiza que tu personaje no se
su propio bien. Este tipo de trastornos pueden inducir paranoia . com·icrta a marchas forzadas en un excéntrico o un bufón . .Jugar con
esquizofrenia, depresión y fuga. un bufón no tiene nada de malo, pero suelen encajar mal fuera de los
ambientes cómicos. (El que tu personaje padezca un trastorno mental
INTERPRETAR LOS TRASTORNOS no implica automáticamente que deje de saber cómo vestirse ni que
sea capaz ele resolver complejas fórmulas matemáticas ele cabeza.)
Son ,-arios los pasos que puedes dar para conseguir que, inter­
La segunda ventaja es que la mayoría de las personas con tras!Or­
pretar a un personaje trastornado resulte una eXperiencia gratificame
nos hacen todo cuanto está en su mano por minimizar sus problemas,
para todos. Recuerda en todo momento, no obstante, que la interpn.:­
incluido intentar evitar las situaciones susceptibles de desembocar en
tación es una experiencia social. La forma en que te comportes como
una pérdida ele control o de poner ele manifiesto su enfermedad. Si
jugador influye en la manera en que comprenden a tu personaje los
pueden resoh·er una situación sin que nadie se percate, tanto mejor.
demás jugadores. hiclentemente. el método más tradicional ele repre­
llacer alarde ele los trastornos es la forma más rápida de perder de
sentar los retos de tu personaje recurre a sus palabras y acciones, la
dsta el quid de la cuestión: que el problema es horrible y ha ele
interpretación. Es asimismo posible aumentar la comprensión ele la
evitarse a toda costa.
condición de tu personaje por parte de todos siendo fiel a él tanto
dentro como fuera del personaje. Podrías representar constantemente INTERPRETAR TRASTORNOS ESPEClliCOS
una versión atenuada e inofensi\·a de sus trastornos entre sesión v
sesión de juego, ya sea manteniéndote aparrado de la mesa o com­ llay muchas enfermedades mentales por todos conocidas. aun
portándote de forma precipitada o altanera. Por cierto, puedes asumir cuando algunos conceptos erróneos impidan que las comprendamos
los trastornos ele tu personaje hasta cierto punto nada más cruzar la del todo. En esta sección vamos a echar un vistazo a los tra:;tornos
puerta para jugar. Has ele saber qué enfoque se ajusta a tus necesida­ más célebres, comentar los sentimientos que inspiran e indagar en la
des sin incomodar a tus compañeros ele juego. Forma en que afectan al sujeto.
A fin de jugar con un personaje trastornado debes determinar La paranoia no implica necesariamente que uno crea que existe
cómo opera su cerebro y de qué manera se refleja en su conducta. una gigantesca conspiración contra él (esto queda reservado para la
Una forma de decidirlo consiste en apuntar qué clase ele objetos o esquizofrenia paranoide). La raíz de la paranoia estriba en creer que
situaciones podrían detonar una respuesta inusual por parte de tu se es el centro de una atención negativa. La gente que habla por la
personaje. Si éste padece paranoia, podría mostrarse temeroso o des­ calle habla de ti. Si se ríen, se ríen de ti. Ese comentario de pasada era
confiado delante de desconocidos. Si un compañero cazador actúa de una indirecta ofensiva. Aun los buenos amigos podrían estar burlán­
forma extraña cerca ele tu personaje, éste podría ponerse nel"\·ioso. Si dose de ti aunque finjan estar preocupados por tu bien. Todo podría
ha tenido alguna experiencia con personas poseídas por fantasmas. empezar con cierta inseguridad ocasional a la que no se presta mucha
podría emplear su segunda visión cada \'eZ que un amigo haga algo atención, aunque a la larga terminará por resultar tan intensa que será
desconcertante o impropio ele él, solo para cerciorarse. Piensa en las insoportable. Esta condición puede volver a la víctima celosa, agresi­
distintas maneras en que podría reaccionar inusualmente tu personaje Ya, propensa a la depresión o a la introversión. Sea cual sea su reac­
frente a sucesos corrientes, y elabora una lista. Luego, si tu personaje ción, se sentid desdichada y perseguida. Los personajes paranoicos
se topa con alguna de dichas situaciones, sabrás que le toca compor­ podrían evitar los lugares pliblicos, reaccionar exageradamente a los
tarse de forma extraYagante. murmullos o las alusiones, y sospechar siempre que la conducta de
Con mucho, lo más importante que debes recordar a la hora de cualquier conocido se aparte de la normalidad.
jugar con un personaje trastornado es que no puedes dominar la par­ h5quizojrenia es un término que suele cubrir un amplio abanico
tida . Los trasrornos ele un personaje pueden convertirse fácilmente en de síntomas. En su forma básica, radica en una especie ele conflicto
una bola de nie,·e que termine por influir en todos los aspectos ele la irreconciliable en las emociones o deseos. y se manifiesta en forma de
partida. la concentren sobre él y termines siendo el único que hable. espejismos o alucinaciones esporádicas. Esta condición podría estar
Quizá tú te di,·iertas, pero para el resto del grupo será una experien­ relacionada con bruscos cambios ele humor. aislamiento e introver­
cia frustrante y aburrida. Para que la partida llegue a buen puerto, sión. El personaje que aún mantenga el control podría mostrarse inse­
deberán estar implicados todos los jugadores, y quien juegue con un guro o dolido, temeroso de sufrir otro ataque, o puede que decidido
personaje exigente seguirá debiendo compartir el Foco de atención. a lograr un objetivo concreto mientras pueda. En pleno ataque. po­
Ser considerado con los demás jugadores no equivale a sn dría recuperar cierta confianza en sí mismo, aunque sus alucinaciones
infiel a la conducta de tu personaje. \o requiere más que un poco abren distintas puertas a resultados impredecibles.
de sensatez por tu parte a la hora de jugar. Para el jugador con un La depresión es una enfermedad muy tergiversada. ;'.luchas perso­
personaje paranoico podría resultar sencillo montar un gran escándalo nas creen la depresión clínica es sinónimo de infelicidad. La auténtica
depresión es la ause11cia toral de emociones o motivacione� poderosa,. De ese modo tu personaje conse1'1'ará su identidad fundamental.
El sujeto deprimido no se enfada, se excita. se entristece, se alegra ni se solo que intensificada.
ofende por nada. El mundo es u n lugar gris y carente de sentido; nada :\luchas cualidades de la personalidad son fácilmente equipara­
merece la pena. Los afectados no suelen ,·oh·erse ,·iolemos -¿para bles a trastornos. La confianza o el l iderazgo pueden desembocar en
qué?- y podrían hacer lo que se les diga solo para que luego los dejen megalomanía. La precaución o el retraimiento pueden trocarse en
en paz. La depresión no vuelve infeliz a quienes la padecen porque la paranoia. La organización o el control pueden desembocar en un
persona deprimida es incapaz de sentirse infeliz. desorden obsesiYo-compulsi,·o. El sufrimiento en múltiple persona­
El trastomo obsesivo-compulsivo surge cuando uno está eles­ lidad. La frustración en e�quizofrenia. El coraje o el entusiasmo en
esperado por recuperar el control de su vida, ya sea porque pa­ histeria. El pesimismo en trastorno maníaco-clepresi1·o. La culpa o la
dezca alucinaciones o se sienta impotente. Implica la ejecución de ira contenida en fuga. La rabia desatada en agresión psicótica. La
rituales concretos para sobrellevar la rutina diaria. rituales que falta ele empatía en sociopatía.
podrían llegar a repetirse cada pocos minutos en caso de estrés. De no haber ninguna progresión de la identidad lógica para la
Las personas obsesivas son muy celosas ele sus rituales y podrían condición de tu personaje, piensa en lo que le haya sucedido re­
ponerse nerviosas o violentas si creen que algo los amenaza. La cientemente. Un suceso traumático específico podría producirle in­
víctima cree literalmente que sus riwales son lo único que impi­ somnio, paranoia, histeria o fobia. La paranoia puede brotar ele cual­
den que su mente estalle en pedazos. quier traición o ataque sorpresa. La histeria podría ser el resultado
La sociopatía es un desagradable trastorno que imposibilita la de un roce con la muerte o la pérdida de un ser querido. Un recien­
percepción ele los demás como personas reales. así como la pose­ te accidente ele tráfico podría inspirar el temor a ,·iajar en coche. del
sión de emocione� o sensaciones genuinas. El sujeto sufre un aisla­ mismo modo que un violento tiroteo podría ser el germen del temor
miento afecti\'O y hace gala de un egocentrismo desmesurado que le a los ruidos fuertes.
impide �entir�e culpable aun cuando dispense a los demá · un trato Las \'irtudes de tu personaje también de�empeñan su papel en
horrible. Sin embargo, no tienen por qué verse afectadas otras áreas los trastornos que desarrolle. Si es uno de los 1\lisericorcliosos. podría
de razonamiento. por lo que el sujeto aún podría saber que hacer manifestar un trastorno relacionado con el retraimiento, como la para­
daño al prójimo está penado. Esto impide que todos los sociópatas noia. el aislamiento o la fobia. Si es adepto ele la \'isión, su considera­
sean peligrosos. El término "psicópata" a menudo se aplica errónea­ ción podría estar relacionado con el exceso de consideración, caso
mente a sociópatas l'iolentos. del trastorno maniaco-depresivo, el ob�esi1·o-compulsivo o el insom­
El trastomo de mtíltiple personalidad se produce cuando un nio. Si se trata de un Celote, su trastorno podría implicar una cles,·ia­
trauma obliga a la mente a refugiarse en una o más personalidades ción ele su ira, en forma de múltiple personalidad, fuga o sociopatía.
ficticias a modo de vía ele escape. Cada 1 e z que el núcleo de tu Si tiene dos o tres Virtudes muy equilibradas, el conflicto generado
personalidad se sienta amenazado, las personalidades secundarias
por la tensión podría desembocar en esquizofrenia.
tomarán el mando hasla que se resuell-a la situación detonante. !.a Al dedicar algo ele tiempo a pensar en la forma en que evolucio­
mayoría de estas personalidades secundarias son niños de entre cin­ na el trastorno ele tu personaje, podrás asegurarte de que siga siendo
co y ocho años ele edad. Las demás son creaciones irreales, como
interpretable y creíble sin necesidad ele entregarte a complejas con­
personajes de los dibujos animados. Solo algunas serán adultas o
torsiones interpretati1·as.
agresivas. Hay algunas acciones específicas que podría asumir tem­
poralmente una personalidad secundaria siempre que se manifieste,
como trasponer una puerta automática. Las distintas personalidades
del sujeto no conservan recuerdos ele lo ocurrido durante su latencia.
MAS AU.A DEL UltiTE
aunque a menudo son conscientes de la existencia ele las demás y la
El cazador trastornado con una o más \'irtudes de ,·alor - ó supe­
situación suele resultarles incómoda.
rior será un personaje sumamente eficaz -aunque errático- y pro­
Con frecuencia se subestiman las fobias gra,·es. Tener fobia a
porcionará muchas sesiones de narración desafiante y dh-ertida. Si
algo no significa que lo encuentres repulsivo, desagradable o aterra­
esa suerte y papel resultan ideales para la identidad de tu personaje y
dor. Significa que hacer frente a ese algo te sume en un pánico cen·al,
contribuyen a impulsar la crónica, no será necesario buscarle más
que pensar o hablar ele ello te torna agresi1·o o asustadizo, que harás
desarrollos radicales. Esta penúltima fase de la e1·olución del cazador
lo que haga falta para evitar esa situación. que puedas sufrir un ata­
constituye una experiencia gratificante por �í ola. Pero para quiene�
que ele ne1Yios o incluso sucumbir a fugas y períodos de cataronia.
deseen ir un paso más allá, cruza r el límite, toda,·ía queda una última
Alguno sujetos temen tienen asimismo miedo ele lo que está relacio­
fase: conseguir una facultad de nivel cinco.
nado con su fobia, como trepar por una cuerda en el caso de quienes
Ningún cazador desarrolla una facultad de nivel cinco ··así porque
tienen fobia a las alturas.
sí''. Este pináculo ele poder no es algo que �e produzca naturalmente.
Tampoco es algo que el cazador reconozca en forma de "logro de carre­
CONSISTENCIA DEL PERSONAJE m" como un título o un despacho más amplio. A esta cima se llega tras
Los trastornos no surgen porque sí. Como los terremotos. mu­ dedicar enormes esfi.1erzos a conseguir el tipo de objeti\'0 descrito ante­
chos se producen en fallas de la mente, fisu1�1s en la personalidad. El riormente. o es ofrecida al cazador por fuerzas ajenas a la humanidad y
daño cerebral físico y las enfermedades actúan de otro modo. el·iden­ puede que incluso a este mundo. La guerra con los monstruos y el
temente. y dependerán ele la parte del cerebro que �e 1·ea afectada, desmoronamiento ele la propia cordura acaba con muchos ex
altados.
pero casi todos los tmstornos están \'inculados a la personalidad y Aquellos elegidos que manifiestan una facultad de ni,·el cinco son ex­
deberían amoldarse a la identidad de la 1·íctima como una e\'Oiución traordinariamente raros. Quizá no haya más de una o dos docenas en
progresi1·a de la misma. t<xlo el mundo. Por consiguiente, par..t que tu per�onaje obtenga este
:\i siquiera los rra�tornos deri1·ados de un 1·alor de \'irtud ele­ g1:1clo de potencia deberás elegir aceptar los riesgos y cerciorarte ele
,·ado surgen de la nada. Radican en la personalidad del personaje, y que tu cazador se merezca el premio. Asimbmo, el :'-larrador deberá
a menudo hacen un peligroso hincapié en alguna faceta secundaria decidir si quiere permitir tanto poder en su crónica.
de la personalidad. Si tu personaje llegara a adquirir algún trastorno, Técnicamente. cualquier cazador que posea una facultad de
piensa en su personalidad. Busca cualidades o conductas dominan­ ni1·el cuatro podría llegar a con�eguir una de ni1·el cinco. Sin em­
tes que pudieran magnificarse hasta constituir un problem:J mental. bargo, vale la pena recordar que esta adquisición es mucho má s
11
L

NARRADOR: FACULTADES Y CONVICCIIíN


Aparte de e tar locos y tener facultades de nivel alto, los extremistas son asimismo capaces de crear efectos muy poderosos
con sus facultades de bajo nivel. Todos los poderes de Cazador se basan en una reserva de dados de Virtud + Atributo. Las Virtude�
de los extremitas fluctúan entre 7 y 10, por lo que sus tiradas de facultad gozarán de entre 8 y 15 dados. Por consiguiente, los
extremistas no pueden fallar sus tiradas de facultad, lo que redunda en efectos espectaculares. El �lártir que tenga .VIisericordia 8
y Exige podría arrancar de sus goznes la puerta de la cámara acorazada de un banco. El Defensor con Celo 10 y Protege podrá crear
barreras impenetrable� para cualquier criatura.
La situación se torna más crítica aún cuando se arriesga Convicción. El juzgador de un extremista que arriesgue Convicción
podría llegar a tirar más de 20 dados con una facultad ... lo que garantiza no solo un uso increíblemente eficaz del poder, sino
también la fácil adquisición de otro punto de Convicción.
Con los personajes del Narrador se puede emplear este nivel de poder infalible para asombrar, impresionar o atemorizar a los
personajes de los jugadores. \'ingún cazador usa sus facultades tan a la ligera, pero los extremistas del Narmdor podrían acercarse.
Jugadores y personajes por igual podrían encontrar extraño que alguno de sus camaradas imbuidos no duerma nunca (gracias a la
t Vigilancia). o que: sea capaz de leer la mente de cualquier criatum con la que se encuentre (mediante Revelación). Incluso
faculad
el cazador que utilice su segunda 1·isión constantemellle puede resultar intranquilizador.
Cuando hablamo� de los jugadores que llevan personajes extremistas, las cosas se vuelven algo más complicadas. Los podere�
predecibles y de confianza son cosa de superhéroes, no de imbuidos. Si los cazadores empiezan a valerse de sus facultades a la
ligera, la tónica y el '"nivel de poder" de tu crónica podrían resentirse. Evidentemente, la acumulación de trastornos contribuye a
equilibrar este poder, pero quizá descubras que necesitas más opciones para regular las creaciones de tus jugadores. He aquí dos
sugerencias para ayudarte a contrarrestar el poder aumentado de los personajes extremistas.
Para empezar. limita la adquisición de Com·icción a los personajes extremistas. Los cazadores reciben Convicción cuando
consiguen sus objeti\·os y se comportan de acuerdo con sus credos y Virtudes. Los extremistas aspiran a metas compleja� y extrañas
que resultan sumamente difíciles de alcanzar. Debería hacer falta algo más que apaciguar a un fantasma o empalar a un vampiro
para que el extremista reciba su recompensa de Con1·icción. Tendrá que progresar visiblemente hacia su objetivo y actuar en
concordancia con su filosofía. Vale, sí, es probable que el jugador acumule Convicción asumiendo riesgos en las tiradas de dados.
pero no le des más Com·icción a menos que su personaje realmenle se lo merezca.
Segundo, las filtraciones ele poder del extremista podrían dar lugar a inusitados efectos secundarios. La lógica reacción de un
humano normal ante d empleo de tales facultades será de terror y confusión, pero cuando el extremista despliegue todo su poder,
podría afectar también a otros cazadores. Decide el '·techo de poder'' de tu crónica; un número de dados que pro\'oque efectos
secundarios cuando se lance con una facultad (15 es una buena cifra). Si se lanzan tantos dados, lo demás imbuidos sufrirán la
confusión y la amnesia propia de los humanos normales que se encuentran cerca del escenario en que se utilice una facultad. La
segunda \·isión protegerá contrd este aturdimiento, como siempre. Podrías decidir asimismo que si se utiliza una ingente reserva de
dados <digamos, \"Cinte), la segunda visión de los demás cazadores dejará de ser una defensa eficaz, y quizá los demás imbuido�
deban gastar esa Con1·icción añadida, o superar una tirada de Fuerza de Voluntad, para mantener la concentración.
Esgrimir este grado de poder no implica necesariamente que los extremistas parezcan "inhumanos·· o '·raros·· a quienes los
observen con la segunda visión. Estas plantas de energía ambulantes son sobrecogedoras, pero aún pueden aparentar estar del lado
"bueno.. delante de otros cazadores. Cuando menos, estos tarados parecerán normales hasta que cometan alguna locura o pongan en
peligro la vida de seres inocentes, monstruos inofensivos o compañeros imbuidos. Claro que, esta� cosas pasan sin avisar.

r
compleja y significatil·a que la simple adición de un punto o una está en manos de tu Narrador. Quizá le depare más historias, al menos
línea a una hoja de personaje. La facultad 1·iene acompanada ele durante una temporada... ).
una forma distinta de pensar, y de numerosos cambios radicales También deberías estar seguro de que esa evolución es lo acer­
en la personalidad de tu cazador. No te tomes esta progresión a la tado para tupersonaje. ¿Resulta apropiado para alguien tan devoto
ligera. Se trata de un cambio considerable _para lLl personaje que como un extremista alcanzar un poder que escapa a los límites de la
tendrá un profundo efecto en tu crónica. Por eso es importante razón? ¿Se trata ele una progresión natural para el cazador? ¿Está
que tengas algunas cosa� en cuenta. realmente tan obsesionado o convencido? Si lo único que quieres es
una nue1·a facultad molona o más protagonismo dentro de la cróni­
PARA LOS JUGADORES ca, lo más probable es que a tu Narrador no le haga ninguna gracia.

Conseguir una facultad de ni1·el cinco es uno de los últimos y Solo deberías consultarlo con tu :-.:arrador si se trata de algo que sin

mayores logros a los que pueden aspirar los personajes. A partir


ele lugar a eludas tiene sentido para lll pc:rsonaje -si posee la incom­
ese momento quedan pocas cosas por conseguir, salvo aprovechar las bustible dedicación o la personalidad compulsiva necesarias para
facultades para apuntar a lo nüs alto. Las facultades de nivel cinco, llegar hasta ese punto- y crees estar a la altura d el reto que supone
por lo geneml, aparecerún hacia el final de la historia de tu personaje. interpretar a algu ien así.
Después de conseguir una, probablemente le aguarde poco más que Algunas facultades de ni\·el cinco son '·normales", se manifiestan
la muerte... y con suerte, un último gesto de triunfo. Tu cazador arde como cualquier otm de la senda de credo que siga el cazador. Otras
literalmente con el poder adquirido, estalla en un último fogonazo de proceden de distintas fuentes; ésas son las que escapan al control de
gloria o se limita a consumirse paulatinamente mientras lo corroe el los personajes. Depende del :'1/arrJdor decidir si esta� fuerzas externas
poder que corre por sus l'enas. Podrías dotar a ru personaje de una entrarán en contacto con tu personaje. Claro que puedes acercarte al
facultad de nivel cinco si estás preparado para verlo morir o para Narrador y comentarle tu interés en la trdnsición, pero la dc:cisión
dejar ele jugar con él poco después. (En última instancia, su suerte siempre será suya. Lo cierto es que tu personaje desconoce que exisla
siq11.iera la posibilidad de dicha transició!l. Por otra parte, el Narrador un jugador, siquiera por un breve lapso de tiempo, es estimuhlnre y
podría decidir que dicha fuerza establezca contacto con tu personaje, gratificador. Todos los miembros del grupo podrían beneficiarse ele la
aun sin contar con tu opinión. experiencia. Piénsatelo bien antes de decir sí o no, y estate preparado
para apechugar con las consecuencias ele tu decisión.
PARA LDS NARRADORES Debido a la naturaleza de las facultades ele nivel cinco ("divinas··,
··corruptas" o ·'inclepenclienres'", como se explica más adelante), algu­
La presencia de u n solo cazador con una facultad de nivel cinco
nos personajes podrían establecer contacto con entidades que les ofrez­
en tus partidas puede ejercer un impacto enorme sobre la crónica.
can este poder definitivo. Evidentemente, esta decisión depende ele
Con este nivel de poder, el personaje tiene el potencial necesario para
ti, no del jugador. Deberás decidir si las fuerzas ··divinas" o '·corruptas"'
acometer proezas milagrosas, como terminar con toda una secta o se acercan a algún personaje con facultades ele nivel cuatro. ¿Contactan
acabar con todos los fantasmas de un manicomio encantado. Para estas enridades con cualquier extremista poderoso, o tiene algo ese
acomodar tal nivel de poder, probablemente tengas que aumentar la cazador en particular que lo hace atractivo' Si no contactan con él, ¿se
fuerza ele tus adversarios y la complejidad de los argumentos de tus debe a que hay algún problema con él? ¿Cómo se desarrolla el contac­
partidas. Ahora, los encuentros con criaturas solitarias, confusas o to inicial y qué facultad le ofrecen? ¿O acaso el personaje renuncia a
débiles parecerán insustanciales. Es posible que tal nivel ele intensi­ ambas ofertas y busca su propio camino hacia el poder? A continua­
dad desbarate !lis planes para la crónica. Siempre pueden surgir pro­ ción encontrarás más información relativa a estas cuestiones, pero
blemas para los personajes que no sean extremistas, quienes quizá vale la pena sopesarlas antes ele tomar cualquier decisión.
carezcan ele la fuerza necesaria para trabajar codo con codo con sus
poderosos camaradas, lo que podría provocar una sensación de im­
potencia y frustración en algunos jugadores. Y después de que un
TRES SENDAS HACIA EL OLVIDO
personaje tan extraordinario muera o desaparezca, podría resultarte Muchos cazadores ni siquiera saben de la existencia ele las fa­
difícil restaurar el antiguo nivel ele la crónica. Los cazadores "'meno­ cultades de nivel cinco. Estos poderes son sencillamente inimagina­
res" se ven obligados a contemplar una nueva dimensión de la reali­ bles, o tan raros que casi nadie ha sido testigo de sus efectos, o se
dad para la que no están preparados y que no conseguirán olvidar reducen a rumores ridículos ... o se confunden con las habilidades
jamás. Quizá no vuelvan a ser capaces ele enfrentarse a ningún mons­ ele los monstruos. Lo cierto es que ningún imbuido sabe que algu­
truo, o dejen de respetar a los "'débiles". Por todas estas razones, no nos ele estos asombrosos poderes están relacionados en realidad
tengas miedo ele denegar la solicitud del ¡ugador que pida una facul­ con -o que difieren tanto de- las facultades ··normales'· que mani­
tad de nivel cinco para su personaje. fiestan los extremistas, como tampoco saben que ha y otras entida-
Ahora bien, dicho esto, no te apresures a descartar la posibili­ des aparte ele los Mensajeros capaces ele ofrecer esos
dad. Presentar un cazador ele tamafla magnitud como propiedad ele clones. Ni siquiera todos los cazadores imbuidos
NARRADOR: PRIMEROS INDICIOS
Las facultades corruptas y divinas proceden de fuentes externas. Estas fuerzas cósmicas no eligen cazadores al azar, sino que
buscan imbuidos cuyo aspecto, métodos y objetivos encajen en sus propios planes. Para los seres divinos, esto significa que el
personaje persiga un objetivo que implique relacionarse con lo sobrenatural de alguna manera, ya sea combatiéndolo, reconcilián­
dolo u ofreciéndole consejo, y que haga gala de una gran determinación a la hora de perseguir dicha causa. A los poderes corruptos
les da igual lo que hagan los personajes. Les interesan aquellos cazadores de personalidad dañada y antisocial, cazadores dispuestos
a derribar paredes y herir a inocentes con tal de conseguir lo que se proponen.
Estas fuerzas podrían acercarse al cazador como si, aparentemente, salieran de la nada, después de haber estado observándolo
una temporada. (Más adelante se ofrecen algunas ideas sobre la manera de ejecutar este tipo de presentaciones.) Pero es asimismo
posible que dichos poderes "prueben la temperatura del agua" durante la crónica, antes de decidirse a abordar al extremista. De esta
manera, sopesan cuán receptivo podría mostrarse el cazador a un posterior acuerdo. Esta prueba definitiva te permite comprobar
además lo interesado que podría estar el jugador en conseguir una facultad de nivel cinco para su personaje. Si el jugador reacciona
negativameme a las indirectas y las ofertas veladas, puedes descartar la idea. Si muestra interés y su personaje reacciona de la forma
adecuada, quizá merezca la pena ahondar en el pacto más adelante, cuando el personaje esté preparado.
He aquí algunas maneras de insinuar la presencia ele poderes divinos y corruptos.
• El cazador recibe mensajes o visiones de los Heraldos que apuntan a metas mayores. Estas señales pueden proceder de
poderes divinos y animar así al cazador a esforzarse un poco más. O ele poderes corruptos que usurpen temporalmente la voz ele los
Mensajeros y urjan al personaje a coger el camino más corto sin preocuparse de las consecuencias. La forma ele estos mensajes
puede variar enonnemente; consulta '"Retratar a los Ministros" y "Retratar a los Corruptores" para obtener algunas ideas sobre las
posibles vías de comunicación de estas fuerzas.
• En vez ele sondear al e:\1remista, las Autoridades podrían insinuarse a otros imbuidos que interactúen con él. De nuevo, este
acercamiento pocltia ser de lo más sutil; los poderes no ejercen ninguna autoridad sobre los demás cazadores, únicamente se limitan
a ofrecerles indicios y mensajes crípticos. Las fuerzas corruptas podrían animar a los aliados de un extremista a llevarle u n libro de
conocimientos maléficos y observar luego qué hace con él. Las fuerzas divinas podrían dirigir a otros cazadores para que soliciten
la ayuda del extremista, distrayéndolo así de su verdadero objetivo. Si el cazador se aparta fácilmente ele su propósito, quizá no sea
el candidato idóneo para recibir su don definitivo.
• El personaje podría encontrarse con un extremista corrupto o divino que ya haya entrado al servicio ele dichas fuerzas. Este
devoto podría animar al personaje a aprender más cosas si consigue intrigado con su poder y conducta. O bien el '·tutor'· podría
acmar como elemento disuasorio, atenorizanclo al cazador y convenciéndolo de que ese camino no es el adecuado para él. Este
rechazo podría provocar que todo un conjunto de poderes pierda su interés en el personaje, o conseguir que la fuerza opuesta se
interese de repente por tenerlo en sus filas.
• Por otra parte, el cazador podría encontrarse con un extremista '·independiente'· ( detallado más adelante) que haya conoci­
do a las Autoridades y las haya rechazado. Estos imbuidos son raros, pero existen, y algunos advierten a los demás elegidos de los
peligros que entraña caer bajo una influencia inhumana. Ni siquiera hace falta que los dos cazadores se vean personalmente. El
personaje en cuestión podría encontrar una copia del Apoctypha de Fyodor, que alude a las autoridades que operan a espaldas de
los imbuidos, y sospechar que el autor está bajo su influencia.
Esre tipo ele insinuación deberá ser ejecutada con delicadeza para que los personajes (y los jugadores) no sospechen lo que se
avecina. Bastarán un par de incidentes de esta clase para que los poderes intuyan la idoneidad de un personaje, y para que tú
determines si al jugador le interesa sumergirse en una historia desenfrenada de contactos con fuerzas de otro mundo.

r
ele poder que esgrimen estos poderes tienen por qué saber quién o Corruptas: Algunos extremistas toman el camino más largo hacia
qué se los ha concedido. su objetivo final y descubren que el trayecto es más arduo ele lo que
De hecho hay tres tipos ele facultades de nivel cinco a disposi­ se imaginaban. Sí, se pueden superar los obstáculos, pero solo gracias
ción de los cazadores adecuados. a un esfuerzo tremendo, con tiempo y sacrificio. Es entonces cuando
Divinas: Al perseguir la consecución de sus objetivos más anhe­ los aborda alguna entidad -sutil o abiertamente- para ofrecerles lo
lados, muchos extremistas ,·iven auténticas penalidades. El cazador que buscan de inmediato. No hay más que pagar un pequeño precio,
pierde la cabeza, pero quizá pierda además todo lo que antes le era una minucia, y a cambio el cazador recibirá un poder descomunaL
querido y se vea obligado a poner en peligro los ideales que atesora­ Pero la oferta no es del todo limpia, sino que se trata de un pacto
ba antaño, todo lo que significa algo para él. Aun así, puede que con con fuerzas ele una maldad indescriptible. El poder es real, sí, pero es
eso no baste. Quizá su objetivo lo esquive y deba esforzarse más y un cáliz envenenado. el cebo que atrae al cazador a una trampa. El
renunciar aún a más cosas. Llegados a este punto. algunos extremistas cazador no tardará en descubrir que es el peón de unas fuerzas oscu­
pueden verse tocados por un poder trascendente e inhumano, pareci­ ras, y quizá llegue a convertirse él mismo en un monstruo irredimible.
do al de los 1\tlensajeros, aunque distinto, mayor: Esta fuerza ofrece al Independientes: Algunos extremistas encuentran en su interior
cazador el poder que necesita para alcanzar su objeti\·o. Si demuestra el poder necesario para superar sus limitaciones. En estos cazado­
ser digno. Si está dispuesto a sacrificar cuanto le queda. res, consumidos por la locura y su entrega a la causa, surge la nece­
Aquellos cazadores que aceptan, los que renuncian a todo, son sidad de dedicarse en cuerpo y alma a su misión. Su inquebrantable
investidos ele un poder majestuoso -puede que sagrado- imposi­ determinación, su férrea concentración en su objetivo, su incontro­
ble ele rechazar o contrariar. Y miemras el cazador siga siendo me­ lable locura . . . herramientas rodas ellas que emplean para sortear las
recedor de dicho poder, continuará manifestándolo hasta que lo barreras que contienen a los demás cazadores. Al precio ele su ya
consuma por entero. frágil cordura, estos extremist<lS manifiestan una facultad de nivel
cinco adecuada a su credo. Sin responder ante nadie saiYo ante sí ción se sumiera en el caos. Esta 1ez se propusieron crear unos agente�
mismos, se 1·alen de este nue1·o poder para completar sus cruza­ menos corruptibles. Estos nue,·os campeones -los imbuidos- serían
das . . . o mueren en el intento. má� débiles. estarían más limitados. Al carecer ele un gran poder. no
Los extremistas pueden conseguir ese poder ültimo e imposi­ serían corrompidos por éste. Lo que les faltara en pura habilidad. lo
ble por cualquiera de estos tres métodos. Quizá cumplan su desti­ compensarían con su número. Limitándose a un contacto fugaz. �
no o quizá fracasen, destruidos por el poder que osaban ser capa­ concediendo a los cazadores una fracción infinitesimal de su poder.
ces ele controlar. los �linistros esperaban que estos agentes bastaran para contener a las
hordas de las tinieblas.
NARRADOR: LA VERDAD CON PELOS Y SEAALES Pero los Wnistros, dada su escasa comprensión de los pensa­
mientos y la mturaleza humana, no comprendieron que sus agentes
Si eres el Narrador ele tus partidas ele Cazador. es probable que a
no se conformarían con limitaciones y mera� insinuaciones. Los caza­
estas alturas te estés haciendo algunas preguntas. ¿Por qué la mayoría
dores necesitaban saber cuál era su verdadero propósito, y encontra­
ele los imbuidos se 1·en pri1·ados ele los niveles superiores de sus
ban sus habilidades insuficientes para enfrentarse a la o�curidad como
habilidades' ¿Por qué algunos cazadores reciben poder de fuentes
de�eaban. Los imbuidos buscaban ayuda . . . y las fuerzas de las tinie­
externas? ¿Qué son esas enticbcles. y cómo pueden in1·estir ele tanta
blas respondieron a su llamada.
energía a los imbuidos' El trasfondo que presentamos a continuación
Los seres más poderosos y mah·ados -demasiado vastos para
sobre los imbuidos y las fuerzas que los respaldan debería ayudarte a
exi tir siquiera en esta realidad- anhelaban recuperar su antigua
encontrar la respuesta a estas preguntas y otras que se te ocurran.
( Nótese que la cosmología mencionada a continuación se utiliza
como trasfondo en los libros de Cazador ya publicados, pero eso no .J L
significa que tenga que ser así en tus partidas. Cualquier fuerza ·cJel
bien· o ·del mal" que aparezca en ru crónica puede ser ajena a estas
LA PRIMERA VEZ DE TU CAZADOR
fuentes. Quizá tengas tu propia explicación para quién elige y dota ele La existencia de tu cazador ha sido ardua y atribulada.
poder a lm imbuidos. y te animamos a adaptar a tu antojo las fuente' Ha visto cosas que nadie debería presenciar, ha hecho cosas
y manifestaciones de los poderes que aparecen en este libro.) que nadie debería intentar y ha cargado con el peso de una
t�ta no es la primera 1·ez en la historia que surgen unos héroes de
realidad que nadie debería soportar. La primera manifesta­
la humanidad para defenderla de los monstruos y la opresión. Ha ocu­ ción ele sus facultade· pudo haber sido atermdora. ¿Cómo
rrido al menos ya una 1·ez, en partes concretas del mundo, en épocas era capaz de repente de hacer e�as cosas inexplicables? ¿De
casi legendarias. En un tiempo lejano, cuando la Creación y la humani­ ejecutar aquellos milagros? Con el paso del tiempo, no ob�­
dad toda1 ía eran jóvenes, los Cielos supef\·isaban la realidad. La huma­ tame, conforme fue concentrándose en �us objeti10s y re­
nielad vida una existencia humilde y honraba a los dioses. Aun así. el nunciando tal vez a su vida, podría haber alcanzado una
uniYerso era vasto. y exigía gran parte de la atención ele la� Autorida­ mayor comprensión ele sus facultades, puede que ahora con­
des. Aprovechando la ausencia de los dioses ele la Tierra, emergieron fíe y dependa de ellas. A lo mejor le han salvado la vida y le
cuatro sombríos señores de sus refugios, celosos del poder de los dio­ han avudado a alcanzar su meta obse!>iva cuando ninguna
ses y del favor clirino ele la humanidad. Libres para actuar a sus anchas. otra h�rramienta o habilidad podría haberlo conseguido.
e�tos demonios abusaron del mundo y ele la humanidad, impusieron Cuando tu personaje adquiere una facultad de nivel
aflicciones, inspiraron desdicha y se adueñaron ele la misma vida. cinco, sin embargo. comienza una nue1·a era para él. Alcan­
Cuando los Cielo 1·oh·ieron a fijarse en el mundo, Yieron lo za una cota de poder como jamás podría haber imaginado
que habían hecho los demonios. Como castigo por los crímenes de en los primeros días posteriores a su exaltación. Las facul­
los celosos señores. lo� dioses eligieron héroes entre la humanidad tades de nivel cinco son pura energía desatada, sin restric­
para defenderla de posibles amenazas en el fulllro. Estos guerreros ciones. Si los primeros poderes que tuvo se parecían a la�
y campeones expulsaron a los agentes de los demonios y cercena­ pilas AA, y las que consiguió más tarde eran el equivalente
ron la mano ele corrupción que atenazaba la tierra. Aconteció una de las baterías de un automóvil, un poder de nivel cinco es
Edad de Oro ele dicha y prosperidad cuando los elegidos se ocupa­
como un relámpago caído del cielo.
ron del rebaño humano.
Logr
J r esta magnitud ele poder debería suponer una
Empero, el paso del tiempo y la consecución de las tareas de los
experiencia chocante y reveladora, aun para un extremista
elegidos Yoil·ieron complacientes a aquellos guerreros. Con los agen­
maníaco } desquiciado. La experiencia se asemeja a la pri­
tes de los señores oscuros expulsados, los héroes buscaron nuems
mera vez que tu personaje hizo gala de una facultad. So­
retos y di1·ersiones. Con el tiempo. descubrieron que resultaba más
bresalta. confunde y asusta. De repente tu cazador puede
encillo obtener poder de criatura� más débiles que desempeñar su
hacer algo extraordinario e incomprensible incluso para él.
sagrada labor. Aprendieron a drenar la energía vital de su pueblo para
Quizá la mejor manera de plasmar este monumental
conseguir poder, y el descubrimiento se propagó. En la espiral descen­
suceso en tus partidas pase por repasar las sensaciones que
diente que se desencadenó. los elegidos >e enzarzaron en una batalla
experimentó tu personaje los días y semanas posteriores a su
entre sí mientras capturaban seguidores humanos, n:clamaban poder,
exaltación. Deja que vuelva a tener miedo ele sí mismo. Que
luchaban por el control y ejercían su \·oluntad �obre la Tierra .
recuerde lo que antes era importante para él: la familia, los
Cuando los Cielos comprendieron lo que había sucedido con sus
amigos y los monstmos de poca monta a que se enfrentó en
creaciones, 1'0l1·ieron a impartir justicia divina. Los héroes ele la tierra
aquella época. Por lo menos, deja que recuerde hasta que el
fueron condenados a una existencia miserable y se retiraron a sus
peso de su inexorable agenda se haga sentir de nuevo y se
solitarias guaridas. Desesperado. el Creador ele Todas las Cosas y sus
ponga manos a la obra para dominar esta nueYa habilidad .
.\[inbtros dieron 1:1 espalda a la Creación y al ciclo de las eras. Cayó
Consulta el libro de reglas de Cazador para encontrar
una sombra sobre el mundo. }' los demonios salieron de sus agujeros
sugerencias sobre cómo reflejar la manifestación de una
para sembrar el caos ele nuevo.
facultad ele nivel cinco, y aplica las mismas experiencias
Pasaron las épocas, y los poderes de las tiniebla� llegaron a do­
con facultades ele bajo nivel a estas épicas.
minar el mundo. Los 1-linistros, quizá menos sereros que el mismo
Creador. se sintieron obligados a intem:nir antes de que toda la crea-
hegemonía. Aunque no podían actuar directamente en el mundo, todm·ía podían recurrir a agentes mortales. Empleando la misma táctica que los
Ministros, algunos de estos seres han comactado con los cazadores más poderosos (e inestables) y les han ofrecido la fuerza y la información que
ansían los imbuidos. . . a cambio de algunos serYicios. Ahora estas fuerzas utilizan a los extremistas corruptos como peones y criados.
A cambio, los .\linistros han decidido prescindir de sus anteriores limitaciones voluntarias. A fin de detener la corrupción de sus sin·ientes,
los J\linistros han empezado a establecer contacto directo de nue,·o con los cazadores, como hicieran tiempo h:1. Los .\linistros ofrecen a
aquellos escasos imbuidos que consideran dignos el poder que ames les restringían, y la oponunidad de atacar el corazón de los oscuros seres
que amenazan el mundo. Ahora los �linistros y las fuerzas de las tinieblas se enfrentan directamente, empleando
estos asombrados y desquiciados imbuidos a modo de armas y campeones.

INSPIRACIUN DIVINA
¿Son los imbuidos agentes de Dios' Algunos cazadores así lo creen. Incluso a los cazadores agnósticos o ateos
les cuesta encontrar una explicación para su condición que no implique algún tipo de poder elevado. Es posible
que alguna \'Oiuntad "divina·· esté detrás del cambio de los cazadores, una fuerza tan vasta e incomprensible que
tenga poco en común con los humanos en los que influye. Esta fuerza suele conformarse con imbuir a algunos
individuos y dejar que se las apañen por su cuenta, azuzándolos en ocasiones con mensajes crípticos y
enre,·esados. Pero en algunos casos, esta divinidad vueh·e sobre a un sujeto: un extremista, cuya dedicación
y conocimientos se aproximan a los de los héroes que fueron bendecidos y aumentados en el
pasado. El poder divino ofrece al cazador una enorme fuerza y habilidades asombrosas, }' a
cambio solo le pide su mente, su alma y su incli\'idualidad.

LA DURA .PRUEBA
Para ser elegido por los poderes para recibir una facultad de ni1·el
cinco, el extremista deberá demostrar ser digno. A los sumos poderes
no les importa si el cazador es valiente, justo o pío. Solo les
preocupa que esté dispuesto a ir hasta el límite y más allá
con tal de conseguir su meta en lo tocante a lo sobrena­
tural. A fin ele convertirse en candidato a una facultad
de nivel cinco, el cazador tendrá que estar dispuesto a
sopottar toda clase ele padecimientos por la causa.
Si el cazador opta a una facultad ele nivel cinco ­
esto es, si tiene alguna facultad de nirel cuatro en su
senda de credo y un ,·alor de 10 en su Virtud prima­
ria- los sumo� poderes podrían vigilarlo y sopesar su
,·alía. Si les parece que tiene potencial -si se esfuerza
por continuar la caza cueste lo que cueste, si arriesga
,·oluntariamente cuanto aprecia con tal de tener éxito­
podrían ponerse en contacto con él y ofrecerle el po­
der. Pero antes, debed demostrar su \'alía.
A medida que avanza el personaje hacia su gran obje­
tivo. ,.a superando marcas; sus logros o desarrollos lo impul­
san hacia su destino. El cazador que pugne por demoler una
secta ador<�dora de demonios extendida por todo el mundo
da por fin con su sede. Caro! Mclntyre, obsesionada por la
conexión entre la enfermedad y lo sobrenatural, destruye
un nido ele vampiros que propaga el vit1tS del SIDA con
sus colmillos infectados. En su intento por purgar su ciu­
dad, corrompida por un espíritu maligno, Loma Willhom
se enfrenta y perdona a la persona que la 1·ioló siendo
una niña. Estas marcas son logros pero no bastan para
satisfacer al extremista. No son sino hitos en el cami­
no hacia su destino, pero no el des-
tino en sí. Sin embargo, estos lo­
gros le indican que está avan­
zando. , on éxitos que lo inspi­
mn para seguir adelante. hacia
la gloria final.
En algün momento duran­
te la crónica, tu cazador se pon­
drá un nue1·o hito como meta, igual que
siempre. Pero esta vez el camino sed duro,
peor que nunca. Si quiere alcanzar esta recompensa
\'ita! deberá llegar al límite de sus habilidades y renunciar a todo lo que
considere imponante. Sus aliados lo abandonarán, será acusado de trai­
BENDICIONES
ción, perderá su fuerza y su poder. El cazador, igual que Job en su Ahora que tu cazador ha demostrado hasta dónde está dispuesto a
manirio, se verá obligado a demostrar su rectitud empei'lánclose en se­ llegar con tal de conseguir su objetivo. los poderes divinos acuden a él.
guir adelante aun cuando no tenga motivos ni derecho a continuar. La manera en que se presenten puede adoptar di\·ersas formas. A \·eces
El cazador tiene una opción. Puede seguir el camino de espinas hablarán directamente con la mente del sujeto, como hacen los ¡\'lensa­
hasta llegar al próximo hito, sin rendirse ni aceptar la derrota. o pue­ jeros, pero más alto, con más urgencia. Podrían adoptar el aspecto de
de darse la \·uelta, abatido por la insoportable ath·ersiclacl, incapaz de imágenes, \·isiones ele sacrificio y victoria. bendiciones y ordalías. Po­
superar los límites de su dedicación. Quienes se rinden son abando­ drían aparecerse en sueños, señales, arbustos en llamas. Quizá envíen
nados por el sumo poder, rotos y sangrando (si no muenos), para incluso a una persona -<> lo que parezca una persona- para exponer
nunca jamás volver <1 ser considerados candidatos para la bendición su caso. Estas fuerzas se enfrentan a escasas limitaciones y modifican su
definitiva. El cazador que insiste y demuestra su valía quizá reciba la apariencia según con\'enga a la situación, a sus insondables deseos y a
visita de una fuerza a la que solo podemos referirnos como '·cli\'ina··. la comprensión del cazador al que se acerquen.
Ejemplo: El gmn objetivo de Ibrahim 1\"asires den-otar a /asjiterzas Los poderes harán una oferta al personaje, quizá llana y directa,
sobrenaturales que, segiÍn él. oprimen a su pueblo, musulmanes y quizá oblicua r confusa. Has demostrado tu mlía. Si haces lo que te
afroamericanos. So mpara en eifuerzos. En 1111 caso sonado se ocupa de pidamos, serás mcompensado. Los poderes di\·inos desean que el caza­
la drfensa legal del condenado a muerte T_pvne Bellemy, cazador al que dor siga sus instrucciones, que cumpla su \·oluntad en sus inremcciones
intenta sacar de la cárcel. Pero tiempo después .\'asir �ve hablar de 1111 n>O con lo sobrenatur<�l. A cambio. recibirá su consejo ... y su poder.
negm que atacó a 1111 carcelem e11 1111 incide/1/e "de origen racial". y ahí Si el cazador se niega, los poderes lo abandonarán para no re­
es donde encue11tra Nasir su L'erdadera inspiracióll. Viaja hasta Misisipí gresar jamás. Seguirá siendo él mismo, aunque todavía deberá arros­
para hablar con el n'O, que afirma ser inocente del asesinato que se le trar las consecuencias de todos los actos y sacrificios que haya come­
impllla. Nasir, ohsesio11ado con enfrentar la justicia a la tiranía de los tido para llegar hasta donde esté en esos momentos. Este cazador
monstmos, se dedica en cue1¡JO y alma a liberar al hombre. nunca podrá obtener una facultad divina, si bien aún podría conse­
Sin embargo. no tarda mucho en comprender que está solo e11 s11 guir una corrupta o independiente (\'éase a continuación). Si acepta
lucha. La Federación ,llusulmana. organismo con el que ha colabora­ la oferta. las energías divina� lo inundarán, cambiándolo para siem­
do en el pasado. 110 quiere implicarse en el caso. Los aliados de .\'asir pre, rehaciendo con ello su personalidad.
en la Federación le dicen que ban repasado las pmebas y está11 con­
t•encidos de la wlpabilidad delprisionero . .Vasir, ofendido, acusa a la
Federación de cobardes, y ésta, cansada de la exacerbada actitud de
NARRADOR: RETRATAR
su colega, lo e.\pulsa. A LOS MINISTROS
Nasir inwstiga el asesinato sin ayuda ele nadie. Los vecinos y la
Como �arrador. de ti depende que u n personaje reciba una fa­
policía local /o tildan de alborotador y se¡¿regacionisla, pero él conti­
cultad di\·ina o no. o todos los extremistas son candidatos automáti­
mía escarbando. Todas las pmebas corrobora I/ la uersión oficial de
cos a obtener este tipo de fa\'Or. Los poderes divinos escogen cazado­
los hechos. pero .\'asir no ceja en sus pesquisas. Cuando un grupo de
re� cuya dedicación a la causa no conozca límites, cazadores dispuestos
l'ecinos lo apalea por inmiswirse, sus facultades le fallall y resulta
a hacer lo que sea con tal de lograr sus sueños. Pero esforzarse por
malherido. . . pero eso no lo detiene.
alcanzar un objetivo no es suficiente. El cazador deberá perseguir un
Poco después. la búsqueda de Nasir en pos de la verdad lo po11e en
objetivo que goce ele la aprobación del .Ministro. Estos poderes crea­
contacto con imbuidos aislados. Ni siquiera ellos están dispuestos a ayu­
ron los imbuidos a fin de contrarrestar las fuerza� sobrenaturales del
darle a rescatar al prisionem. Son incapaces de apreciar la actividad
mundo. Muchos extremistas tienen objeti\·os que sati;facen este pro­
sobrenalllra/ que para Nasir salla a la vista. Cua11do cm-emete co/1/ra
pósito, ya se trate de destruir a todos los monstruos de una ciudad o
los cazadores, éstos lo 1-ecbazan como hiciera cm/es la Federació11. /..a
de abrir un "camino a la redención" para \·ampiro� penitentes. Algu­
conducta de ,\'asir. cada t•ez más errática. consigue que le nieguen el
nos extremistas, por otro lado, se concentran en meras ajenas al obje­
derecho a t•isitar al mo en la cárcel. Se ha quedado sin aliados. sin
ti\'0 primordial de lo� ¡\linistros. como crear una gran familia y \·ivir
recursos, y sus habilidades de imbuido no pueden ayudarlo. Enfm/1/a­
en armonía en un rancho en :'11onrana. Los extremitas que dan la
do a una tarea imposible, t\'asir siente la telllacióll de rendirse. . . pem e11
espalda al propósito de los Ministros no optan a conseguir ninguna
l'ez de eso, decide sacar alprisionero de la cárcel. como intentara junto
facultad divina, da igual la dedicación que n1elquen sobre sus causas
a la Federación e11 el caso del cazador T_WOile 13ellemy.
individuales. Estas personas no llaman la atención de los Ministros.
Nasir roba dinero de las arcas de la Federación Musulmana. lo
Si decides ofrecer a algún cazador la opo1tunidad ele conseguir este
que le consigue una orden de arresto. En la sombra, se t•ale de inter­
tipo de facultades, es probable que desees desarrollar una historia que gire
mediarios para sohomar a los guardias y recibir detallada iliforma­
en tomo a la ordalía del per,onaje. E.�1a historia empujará al Gt7..ador hasta
ción de los mot•imieiitos del preso. Armado con pistolas y e_,p/osilvs.
.\'asir libera al reo, biriendo a t•arios guardias en el proceso. Abara los
el límite. y si demuestra estar a la alturJ, quizá reciiYJ su recompensa.

dos son jiq¡itit•os. . . y el objeto de todas las atenciones de ,\'asirfina/­


mellle co1¡fiesa que, en realidad, sí que cometió el asesinato e11 1111
ORDALíAS
arrebato. Lo hizo por w/u111ad propia y sin que nadie "influyere(' en Los Ministros tienen que determinar si un cazador en concreto es
su decsión.
i Nasir ha arrojado su vida, sus aliados y su futuro por la merecedor de su bendición. Si el cazador sufre ya las secuelas de
borda, y todo por nada. la única manera en que podría so1'íar con alguna tragedia y muestra su disposición a darlo tOdo con tal ele lograr
recuperar lo que ha perdido pasa por devolver al hombre a las autori­ su objetivo. las Autoridades podrían darse por satisfechas. Pero en la
dades. Pem ¡\'asir t•eltce la tentación y utiliza el dinero que le queda mayoría ele los casos, ni siquiera los extremistas llegan tan lejos como
para intmducir alfugado en México. Puede que los monslntas obliga­ para satisfacer a estos seres, de modo que han de enfrentarse a arduas
ran al hombre a cometer el asesinato sin que él /o supiera, o que lo pruebas. Este tipo de pruebas dará lugar a una historia dentro de tu
utilizaran para encubrirwalquierotro crime11. Mientras tanto, 1\'asir crónica que empuje al cazador hasta el límite.
pennanece en los Estados Unidos. ¿Qué clase de historia puedes crear en torno a esta orclalía� Ten­
Hasta que 1/ IIC/ noche, los poderes se le aparecen en sueños. dría que ser algo complicado, casi imposible. Los Ministros quieren
saber que el cazador es capaz ele cuidar de sí mismo. Quieren ,·er Cuando moti,·es a un extremista para que afronte una prueba cJi,·i­
determinación. Quieren wr las emociones del cazador a flor de piel. na, no raciles a la hora ele utilizar a los �linistros y el Trasfondo de Patrón
Y quieren ,·er cómo hace caso omiso ele esas emociones y sigue ade­ del cazador para arrojar indicios, información e inspiración. Aun cuando
lante sin resen·as. el personaje no disponga de punros en Parrón, recibirá más mensajes de
¿Qué elementos son fundamentales para la personalidad y la histo­ lo habitual. Asume que el personaje tiene un ,-alor de Patrón 2 mientras
ria del personaje? ¿Tiene algún pariente predilecto. alguna posesión dure esta historia. :\ fin de cuentas. está siendo observado por los �Iinis­
f;n·orita, algún métoclo principal de im·estigación' En ese caso, dicha tros. Apro,·echa esta guía superior sutilmente. El jugador no debería sos­
faceta del personaje puede desempeñar u n papel fundamental: el per­ pechar en ningün momento que los MinL'itros están tendiendo una tram­
sonaje la perderá, al menos temporalmente. Cuando se ,·ea obligado a pa a su personaje, sino que tú, en calidad de Xarrador, estás urdiendo una
elegir entre proteger a su hermano o perseguir a su objetivo, es de histo1ia más rciOrcicla y desafiante de lo nom1aL
esperar que abandone a su hermano. Si un cazador Misericordioso in­ Por ejemplo, un personaje que aborrezca a los monstruos podría
tenta proteger a una criatura pero sus camaradas imbuidos se interpo­ oír la mz de los ministros ("LA RAÍZ DE TODO MAL ) cuando se en­
'"

nen, se espera del protector que se alíe con la criatura ... aun cuando cuentre con un ,·ampiro. El monstruo será poderoso y estará corrompi­
esto provoque las ims y represalias ele sus aliados. Ibrahim :"\asir se ,·io do, pero no tanto como da a entender el mensaje... si bien el cazador
obligado a cortar tocios Im, lazos que lo unían a la Federación i\lusulma­ no lo sabe. Los mensajes posteriores (""L\ OSCURIDAD SF. AGOLPA'' o
na a fin ele conseguir su objeti,·o, y eso que su labor con la Federación ""EL REY DE LOS MCF.RTOS SE ALZA DE SU Tli�IBA'" ) aumentar:tn la
era parte integrante ele su identidad y propósito en la ,-ida. impresión de que es ésta una poderosa criatura responsable de indeci­
Aunque la ordalía de cada candidato al fa\"Or divino es única, bles maldades, y ele que destruirla supondrá un hito imponante en la
rodas ellas comparten algunos factores en comün. cruzada del cazador. Con ese tipo ele alienro, es probable que el caza­
• La prueba debería prolongarse durante varios capítulos e im­ dor haga tocio lo posible por encontrar y exterminar al vampiro.
plicar un amplio elenco ele escenas y desafíos. La historia debería mecuercla asimismo que no todos los cazadores escuchan la voz de
ofrecer algo más que simples combates, im·estigación o debates emo­ los Mensajeros --{) Ministros- en su ,·ersión más atronadora. Algunos
cionales . . . debería ofrecerlo todo a la ,-ez. tienen ,·isiones. ,·en palabms reordenadas misteriosa y fugazmente en las
• El cazador debería Yerse despojado de las herramientas y ,-en­ t de '·guías espirituales··,
páginas de los periódicos. reciben la onírica \"isia
tajas en las que confía habitualmente. lo que podría incluir sus armas, etcétera. Sea cual sea el medio que utilicen los :\linistros, su consejo
recursos, aliado� o cualquier cosa que suela prestarle una ayuda sig­ podrá emplearse para incitar al t�t7.ador a sumergirse en su ordalía. Quizá
nificati,·a en sus historia�. Resulta sencillo seguir luchando cuando reciba la visión de un pozo abandonado y sepa que alberga una fuerza
sabes que re respalda un arsenal completo y tu grupo ele amigos. maléfica, o descubra que sus consultas del Yijing continüan empujándolo
Hesulra mucho más difícil seguir adelante cuando estús sin blanca, sin hacia un enfrentamiento con el lídt:r de los imbuidos ele la zona.)
comida y sin nadie a tu alrededor. También puedes influir en los personajes de los demás jugadores
• Las facultades y la �egunda ,·isión del cazador deberían ha­ para que pa11icipen ele la dura prueba del extremista como peones de
cerse indispensables en algün momento de la historia, y completa­ los �Iinistros. Aun cuando estos cazadores no opten a recibir ninguna
mente inútiles en otro. Es importante que el cazador demuestre que facultad dh·ina, siguen siendo susceptibles de manipulación por parte
puede utilizar eficazmente los dones de los \
, Jinistros, por lo que de­ de lus t.Iinistros. Si las Autoridades quieren que cooperen otros imbui­
bería haber obstáculos sobrenaturales que sortear merced a las facul­ dos con el sujeto de su elección, los aliados podrían recibir los mismos
tades. Pero es asimismo importante que el cazador demuestre que men�ajes que él o puede que otros, del estilo ele ··LA CAL:SA ES JUSTA""
está dispuesto a proseguir su empresa aun sin sus asombrosas venta­ o "LA LOCURA ENTRAÑA VERDAD''. Es más probable que los i\.linistros
jas. Sus poderes podrían ser inütiles durante varias escenas. Quizá enfrenten a estos cazadores con/m el extremista, no obstante, para que
deba plantar cara a gente normal, donde las facultades y la segunda demuestre lo que vale sin ayuda ele nadie. Aun en caso de que los
visión no le servirán de nada. Puede que durante ,·arias escenas deba aliados imbuidos colaboren con el extremista en un principio, podrían
hacer frente a lo sobrenaturJI y agotar su resen·a de Com·icción para mlverse fácilmente en su contra merced a mensajes como "DETÉN LA
potenciar sus facultades. O quizá su Com·icción se reduzca a cero y LOCURA"" o ·LA DESTRUCCIÓ . :\'0 CONOCE LÍi\IITES". En función ele
permanezca ahí artifici;tlmente. los mensajes que comuniques, puedes inspirar a los cazadores para que
• Los trastornos del personaje deberían desempeñar un papel trabajen en equipo ... u organizar la situación de moclo que el extremista
fundamental en la historia. Podría haber escenas en las que el cazador y sus compañeros terminen emprendiéndola a golpes.

deba resistirse a su locura con tal de tener éxito, así como escenas en Sin embargo, no es aconsejable que re excedas con este tipo de
las que deba entregarse a ella con tal de conseguir su objeti,·o a intetTenC'ión sobrenatural. Los Ministros pueden inspirar a un sujeto

despecho de su errático comportamiento. de su elección para que supere un obstáculo concreto, y pueden

• Cada nuevo suceso desgranado en la historia debería pasar manipular a otros cazadores para con,·ertirlos en obstáculos, pero lo

factura al cazador. Cada e�cena debería conib·ar el riesgo de resultar que no pueden hacer es agitar las manos sin más y dedicarse a lanzar
herido, rechazado por sus aliados. o ele perder Com·icción o Fuerza pruebas sobre el extremista. Tampoco deberías asumir el control di­

de \'oluntad. Los �linbtros tienen que ,·er cómo sufre el cazador para recto de ningún personaje. Sé justo con tus jugadores. De lo contra­
�aber que es capaz de perse,·erar. rio, podría no hacerles gracia que mangonees a sus personajes.
La ordalía ele lbmhim �asir es un buen ejemplo ele lo que estamos
hablando. Su misión -liberar a un prisionero al que cree víctima ele lo LA OFERTA DE PODER
sobrenatural- incorpora toda una gama de retos distintos: combate, Cuando un candidato divino ha llegado tan lejos como le es
entresijos burocráticos. im·estigación criminal y enfrenramientos con otros posible, renunciando a todo sin cejar en su empeño, los ,\ linisrros
imbuidos. Sacrifica su alianza con la Fecleración t-lusulmana y con otros acuden a él. Podría ser cuando cumpla por fin su misión, a pesar ele
cazadores, y se convierte en un proscrito por mah·ersación. Confía en su todo lo que le haya costado ese éxito. O quizá le resulte completa­
segunda ,-isión y sus facultades cuando busca pruebas de implicación mente imposiiJ/e lograr su objerh·o, da igual cuánto se esfuerce. En
mon�truosa, pero ha de apañárselas sin ellas cuando se enfrenra a la este caso, los Ministros podrían aparecerse ante él, prestarle ayuda y
oposición mundanal. Y su m·ance se complica tanto más que su inestabi­ darle la oportunidad de culminar su objeti\·o, después ele todo... pero
lidad mental -la auténtica inspiración ele su cruzada- lo impulsa a ma­ solo si estu1·iera dispuesto a continuar su lucha en solitario. con inde­
quinar una fuga y lo conrierte en un fugitivo de la justicia. pendencia ele bs nulas posibilidades de éxito.
Los lllinistros no siempre se presentar.ín ante el cazador en su ,·;r­ nes, comunicarse con los poderes en sueños o simplemente saber lo
riante más sutil. Quizá ya no haya ning(m moti\'O por el que deban seguir que necesite. E\·identemente, esto puede implicar además que ahora
owltándose. Aparecerán de fonna distinta según el cazador, del mismo los poderes impartan órdenes directas al personaje y le exijan que
modo que las insinuaciones de los Mensajeros difieren ele un imbuido a haga su voluntad. ¿Tendrá el coraje necesario para desafiar a sus amos
otro. Puede que el elegido escuche qxes en su cabeza, semejante� a las cuando le ordenen cometer algún acto abominable?
de los dem
ás .\lensajeros, aunque más atronadoras, más imponentes. Quizá Aura: La presencia de un cazador di\·ino electrifica a los demá�
sea arrollado por un torrente de \·isiones, imágenes de sacrificio y poder, imbuidos de las proximidades. Todos los cazadores que se encuen·
cuerpos mutilados y arbustos flamígeros. El cazador pío podría ver ánge­ tren dentro de un radio de 10 metros alrededor de tu personaje (a
les que salen a su encuentro, mientras que otro podría soñar con el excepción de los cazadores ··corruptos··; consulta ··Poderes corruptos··.
fantasma de su madre, que le infonnar.í de su bendición. más adelante) recibiriin mensajes e instrucciones ele los ,\.lensajeros
Sea cual sea la forma que adopten los :O.Iinistros, el mensaje suele como �i tuvieran Patrón 3. Aquellos personajes que ya tuvieran 3 ó
ser el mismo. El cazador ha demostrado su ,·alía, ha demostrado que es más puntos en Patrón se darán cuenta de que el '-volumen" de los
capaz de hacer lo que sea necesario con tal de culminar sus objetivos. Mensajeros sube ligeramente, lo que dora a cualquier instrucción de
Los i\1inistros están dispuestos a recompensar su dedicación ... siempre una mayor urgencia y perentoriedad.
y cuando acceda entra a su �ervicio directo. Si acepta su oferta, recibir.í Recibir este tipo de mensajes cerca de tu personaje puede suponer
un poder inconmensurable, pero los Ministros lo instarán a perseguir su una experiencia desconcertante y vertiginosa para los demás cazadores.
objetivo y el de ellos, a asumir un papel mayor en la corrección dd Puede parecerse a atravesar de nuevo todo el proceso de la exaltación.
equilibrio entre el mundo ele los humanos y el sobrenatural. El poder o a sufrir una sah·a de instrucciones pronunciadas a voz en grito. Pero
tiene un precio... esto es algo que los .\linistros saben de sobra. la experiencia también puede proporcionar mucha información y ayu­
Tanto si el cazador acepta la oferta como si no, se encontrJrá en da necesarias para la caza. Todos los cazadores que estén cerca de tu
una posición difícil tras la orclalía. Es probable que el personaje se personaje podrían recibir la misma información de los Mensajeros, cada
haya quedado sin opciones, sin amigos ni aliados, y que haya acumu­ personaje podría tener una experiencia distinta, o distintos personajes
lado una considerable cantidad de problemas legales, financieros r podrían ser capaces de interprear
t el mismo mensaje con un significado
sociales. Lidiar con las consecuencias ele la ordalía puede dar para diferente. Los demás cazadores seguirán recibiendo ese valor de Patrón
toda una historia aparte, sobre todo si el cazador rechaza la oferta de hasta que se alejen a más de diez metros de tu extremista.
los Ministros. Por otra parte, el personaje puede dar la espalda a di­ Convicción: Si tu cazador tiene una Convicción inicial de 3 (lo
chas consecuencias y proseguir la crónica en una nueva dirección. que incluye a todos los cazadores, salvo los \'engaclores, Miirtires y
(Se explorJn posibles alternati,·as para el extremista en los apartados Descarriados), su ,·alor sube a '1, permanentemente. Los poderes siem­
··El poder corrompe" e ··Independientes" , a continuación. ) pre están ahí, guiando y ayudando a nt personaje, y su presencia
aumenta su vigor para la caza.

VENTAJAS
Cuando tu cazador se haya probado a sí mismo, recibirá la ben­
INCONVENIENTES
dición de los poderes divinos. En más de un sentido, se convertirá en Si bien los cazadores divinos son tremendamente poderosos, han
algo más que humano, más que imbuido. Las entidades que están de pagar caro ese poder. Cuando el extremista consiente que las fuer·
cletr.ís de la exaltación canalizan su poder directamente a través de él. zas divinas entren en él, siente como si una corriente eléctrica lo
Tu personaje obtiene las siguientes \'entajas. recorriera de dentro afuera. Las fuerzas le confieren claridad y con­
Facultad: Manifiesta una facultad divina ele niwl cinco. Se puede centración, aliviando así gran parte de la locura que antes padecía.
seleccionar de la lista que aparece más adelante, aunque el Narrador Pero a fin de ·'hacer sitio" para su influencia, la divinidad alterará la
también puede diseñar una facultad adecuada a tu personaje. El po­ misma naturaleza y personalidad ele tu personaje. El cazador didno
der debería estar en consonancia con �u identidad y bU misión perso­ es un recipiente que alberga una llama sagrada, pero esa llama consu­
nal ( y su credo, hasta cierto punto). No es probable que ningún Ino­ me gran parte de lo que es para convertirlo en un campeón digno.
cente reciba una facultad orientada al combate, por ejemplo, y un Personalidad: La Naturaleza y la Conducta ele tu personaje pasan
Vengador quizá no reciba ninguna facultad que imparta visiones )' a ser Autócrata, Fanático o Soñador. Es decir, la aturaleza y la Con­
conocimiento. Aparte de eso, el credo no tiene por qué determinar la ducta se igualan. y ambas pasan a ser cualquier<� de esos tres Arque­
potente facultad que exhiba un cazador divino. El :\arrador puede tipos. i la �aturaleza ele tu cazador ya era cualquiera de las antes
decidir Olorgar al extremista divino una de las cinco facultades de mencionadas, se quedará igual y la Conducta cambiará para igualarse
nivel cinco que aparezcan en cualquier libro de Cazador, aunque esos a ella. La personalidad de tu personaje sucumbe ante los sumos pode­
poderes quedan resen·ados por lo general para los extremistas "inde­ res. El cambio en la aturaleza y Conducta no implica además un
pendientes··. Se adquieren básicamente al recibir poder desde el infe­ cambio en el objeti,·o primordial de tu personaje (siempre y cuando
rior de la estructura establecida por los 1-lensajeros, no desde el ex/e­ no lo haya logrado toda,·ía ). Simplemente indica que persigue ese
río¡; que es donde lo reciben los extremistas divinos. objetivo por otros motivos y ele forma distinta.
Los cazadores divinos solo pueden manifestar una facultad de Trastorno: Hasta ahora, nt personaje ha padecido diversos tras­
ni,·el cinco, y nunca recibirán otra. tornos. Elige uno que esté estrechamente vinculado a su personalidad
Patrón: Tu cazador recibe el Trasfondo Patrón con una puntua­ y objetivo. Quizá sea el que consiguió con Virtud 7, o uno que adqui­
ción de 5, permanentemente. Tu personaje no oirá a los Mensajeros riera más tarde y que defina mejor su meta y su filosofía personal. El
del mismo modo que los demás cazadores que poseen este Trasfon­ trastorno más importante de Caro! Mclntyre es su obsesión con la�
do. Ahora recibe instrucciones directas de fuerzas aún mayores. Ima­ enfermedades. aun cuando su filosofía personal comenzara con b
gínate a lo� lllensajeros como un filtro que destila la voz de esas hipocondría . Tu cazador se libera ele cualquier trastorno que padezc:1
fuerzas. Sin ese filtro, tu personaje recibe instrucciones directamente salvo de su inestabilidad principal. La di,·inidad da una nueva clan­
del origen. Eso significa que a partir de ese instanle el personaje dad a tu personaje, liberándolo de la locura que lleva tanto tiempo
recibirá distintos tipos de información sensorial. La guía de los pode­ atormentándolo. Ahora solo padece un trastorno, pero ésleya no puf­
re� sigue siendo críptica y confusa, pero será más fuerte y contendrá de controlarse median/e el gas/o de Fuerza de 1 'olunlad. La per�on:I .·

más información. Además ele oír \·oces, el cazador podría tener \'isio- dad humana no puede resistir la fuerza de lo divino sin sufrir dan
Tu personaje, 01rora capaz de mantener a raya su locura gracias a su fin, parte de un ciclo en curso. Las criaturas sobrenaturales como los
fuerza de \·oluntad, ahora no puede acumular la determinación nece­ vampiros, los fantasmas, los zombis y los nigromantes alteran este
saria para controlar su psique dañada. Cada vez que salte la chispa, la equilibrio y se mofan del orden natural. Incinera pretende enfrentarse
única afección de tu personaje arderá descontrolada. a esta blasfemia, proteger los cuerpos y almas de los difuntos y garan­
Fuerza de Voluntad: Tu cazador es ahora una persona rota. pese tizar la continuidad del ciclo natural.
a su poder. Rara \·ez consigue extraer fuerza o coraje de su rutina El cazador se concentra y surge de él una explosión de luz
diaria, únicamente obteniendo victorias en la caza y acatando las ór­ insonora. Cualquier cadáver de las proximidades será consumido al
denes de sus amos. En términos de juego, tu personaje ya no recupe­ instante por el fuego y la energía, quedando reducido a cenizas. Toda
ra Fuerza de Voluntad durante los interludios ni con una noche de criatura no-muerta que resulte atrapada en esta explosión se consu­
sueño reparador. u \·alor no se res1aura hasta el máximo entre histo­ mirá a su vez. Y aun cuando soporte el asalto, sufrir.í grJ\·es quema­
ria e historia; se queda igual. Recupera Fuerza de Voluntad compor­ duras y mutilaciones.
tándose en consonancia con su Arquetipo compartido, y quizá consi­ Sistema: Gasta cuatro puntos de Convicción y tira la Virtud pri­
guiendo hitos en su empresa, pero a menudo parecerá falto de maria de tu personaje + Fuerza (dificultad 6). Incinera afecta a todos
inspiración \' apático en comparación con otros cazadores más cuer­ los cadáveres que se encuentren dentro de un radio en metros igual a
dos. Es más, la Fuerza de Volun!ad permanente de tu personaje no los éxitos obtenidos en esta tirada. Los cuerpos se reducen a cenizas
podrá aumentarse con puntos de experiencia. Nunca podrá ser supe­ al instante. Este proceso es tan eficaz que no deja ni rastro: huesos,
rior al valor que tuviera cuando obtuvo su facultad divina. dientes, ropa y marcapasos por igual se convierten en ceniza. El calor
que enntelve a los cuerpos no incendia el entorno. Incinera solo

FACULTADES DIVINAS . afecta a los restos de los difuntos, animales y personas, no prende
fuego a la madera, aunque esta madera sea el ··cadáver" ele un árbol.
Las facultades divinas difieren de las facultades "normales·· que Una \·ez consumido el cuerpo, el fuego se extingue.
manifiestan los demás cazadore�. Los efectos de los imbuidos son Los cuerpos destruidos por medio de Incinera no pueden ser
poderes creados para ser contenidos en frágiles cuerpos humanos. La resucitados. reanimados ni poseídos o afectados por los espíritus en
facultad de nivel cinco de un cazador di\·ino es a todos los efectos el ningún sentido. Si el cuerpo de una persona es destruido vía Incinera,
poder desatado de la misma divinidad, canalizado a través de un ca­ esa persona jamás se alzará en forma de fantasma, y si el cadáver de
zador que somete a prueba los límites del potencial humano. Las una persona es sometido a Incinera después de que dicha persona se
facultades di\·inas tienen las siguientes características en común: com·ierta en fantasma, el espíritu resultará daiiado allí donde se en­
• No padecen restricción alguna por credo ni Virtud . El cazador cuentre, como si estuviera recibiendo el asalto en persona (\'éase a
puede manifestar cualquier facultad divina, siempre y cuando así lo continuación). Las cenizas resultantes del uso de la facultad son in­
decidan sus benefactores. (En cualquier caso, solo poseerá uno de munes al análisis forense. No habrá estudio ni ciencia capaz de deter­
estos poderes.) Las facultades di\·inas no dependen de ninguna Virtud minar la identidad del cuerpo, ni siquiera de que esas cenizas perte­
en particular para surtir efecto. Operan \·aliéndose de la Virtud princi­ nezcan a un cuerpo calcinado.
pal del personaje, sea cual sea. que tendrá un Yalor de 10. Si hay alguna criatura no-muerta -un \·ampiro, zombi o fantas­
• Las facu ltades divinas casi siempre resultan claramente visi­ ma- dentro del radio de Incinera, recibirá una cantidad de chuio letal
bles. Se pueden manifestar en e'tallidos de brillante luz blanca, en igual a los éxitos que obtuvieras en tu tirada. Este daño no puede
fogonazos de energía o en grandes llamarJdas. Es imposible emplear absorberse con Resistencia ni poderes. 1ncinera arrasa la misma esen­
alguna de manera sutil o en secreto. Pro\·ocan un despliegue que cia de la criatura, no solo su carne. La criatum opta a hacer una tirada
percibirán todos los que se encuentren en las proximidades. Los hu­ de Fuerza de Voluntad (dificultad 8) para reducir el daño, no obstan­
manos normales seguirán sintiéndose confusos y olvidadizos tras pre­ te. Cada éxito reduce el datio sufrido en un nivel.
senciar uno de estos efectos, pero casi todos los cazadore� y criaturas Incinera solo puede emplearse una vez por e�cena.
sobrenaturales reconocerán y recordarán los resultados.
• Muchas facultades "normales- solo afectan a un tipo de enti­ DENUNCIA
dad: criaturas o imbuidos o gente corriente. Las facultades divinas
El cazador que posee este poder canaliza la ira de lo divino en
afectan a todo el mundo por igual. No discriminan su objeti\'O. Una
una sola palabra o frase: un juicio emitido sobre alguna persona o
facultad que afecte a la mente de un monstruo surtirá el mismo efecto
criatura a la que considere indigna. El poder de esta palabra desgarra
sobre un cazador o una persona normal. Algunas facultades diYinas
el mismo ser del sujeto. No lo hiere ni mutila, sino que lo deja debi­
(como Incinera, a continuación) quizá afecten exclusivamente a un
litado y escarmentado para el resto de sus días. Al contrario que b
tipo de entidad, pero estas limitaciones suelen ser efectos �eCLmdarios
mayoría de las facultades di\·inas. Denuncia no genera juego alguno
del propósito fundamental de la facultad (en el caso de Incinera. eli­
de luz o fuego: no es más que una palabra que resuena como el
minar cualquier ra'tro y resto de los muerto� para que lo sobrenatural
trueno a los oídos del receptor.
no pueda aprovecharlo).
Del cazador dependerá qué palabra detone Denuncia. Puede ser
• El coste de activación de las facultades divinas es de cuatro
un susurro o un grito, una sola sílaba o una concatenación de pala­
puntos de convicción. en lugar de los dos que requieren la mayoría
bras. El cazador pío podría exclamar, -¡Dios te juzga!" o ¡Yo te expul­
"

de las facultades de ni\·el cinco "normales" (las que están a disposi­ .


so!. Otro cazador más parco en palabras podría limitarse a musitar
ción ele los extremistas ·'independientes" y que se detallan en el libro
"Arde'' o ''!v1archítate-. El cazador puede vocalizar una palabra o frase
de reglas de Cazador y en los distintos libros de credo).
distinta cada vez que emplee Denuncia. Lo importante es su intención
A continuación presentamos algunos ejemplos de facultades di­
de debilitar al objeto de su ira.
\·inas y su potencial. Los . arradores son libres de apro\·echar estos
Sistema: Tu personaje pronuncia una palabra o frase. Gasta cuatro
ejemplos para diseñar otros poderes que se amolden a las caracterís­
puntos de Convicción y tira la Virtud primaria de tu personaje + Carisma
ticas de sus crónicas y a los personajes de los jugadores.
(dificultad 6). Denuncia afectará a un solo objetivo específico que pue­
da escuchar la palabra. !.os objetivos sordos son inmunes a esta facul­
INCINERA
tad, así como quienes se encuentren demasiado lejos para oír la palabra
Quizá el mayor pecado de lo sobrenatural es que ha conseguido (no puede lograrse el efecto deseado por medio de megáfonos ni alta­
engañar a la misma muerte. En puridad, la muerte es el principio y el voces). Es preciso que el objetivo se encuentre en la misma zona que el
EL PODER CORROMPE
cazador, pues la palabra no puede transmitirse por teléfono, grabarse
en cinta ni reproducirse por cualquier otro método artificial. Si el obje­
tim escucha la palabra, puede resislirse superando una tirada de Fuerza
de Voluntad (dificultad 8). Los demás seres que oigan la palabrJ saldrán En su inexorable persecución de meras inalcanzables, los
inmunes: solo la persona objetivo sentirá el poder de la facultad. extremistas se enfrentan constantemente a la oposición y los obstácu­
Por cada éxito de tu tirada que perdure, el objetivo perderá un los. Algunos de estos desafíos pueden superarse con bastante facili­
punto de Rasgo permanente. Denuncia puede afectar a los Atributos, dad, caso ele las criaturas modestas que no perciben la amenaza que
Habilidades y Fuerza de Voluntad permanente del blanco. El jugador suponen los extremistas. Es de esperar cierta resistencia, superable
decidirá qué Rasgo re�ulta afectado. Tu personaje debe saber que el con algo de esfuerzo y alguna que otra pérdida . Y algunos obstáculos
objetivo posee un Rasgo determinado a fin de afectarlo, de modo que pueden parecer insuperables, de no dedicar al empeño el mayor de
las Habilidades solo pueden resultar perjudicadas si el cazador tiene los esfuerzos y toda la entrega posible. �o importa su escala, estas
alguna noción de las aptitudes del blanco. Los Atributos y la Fuerza distracciones demoran al cazador y le impiden alcanzar su objetivo, el
de Voluntad pueden reducirse a un mínimo de l. mientras que las único deseo que dota de propósito a su exi ·tencia. Ojalá dispusiera el
Habilidades pueden decrecer hasta cero, destruyendo así permanen­ cazador de alguna hermmienta útil o tuviera otra opción.
temente la capacidad del objetim para utilizar el talento, técnica o Algunos extremistas oyen un susurro en medio del zumbido de
conocimiento en cuestión (no podrán restaurarse los puntos perdidos los Heraldos. Algunos reciben sueños las raras noches en que consi­
de esta manera gastando puntos de experiencia). guen dormir a pierna suelta. Algunos oyen una voz urgente que lo'
Canalizar el inmenso poder de lo divino es más de lo que puede apremia a zambullirse en encarnizada contienda. Cualquiera que sea
soportar un envoltorio mortal. Tras emplear Denuncia, tu personaje el origen del mensaje, como quiera que se produzca, siempre dirá lo
sufrirá un nivel de daño letal que no puedt: absorberse. Denuncia mismo, Si te bacefaltCI poder, puedes conseguirlo. Y si el cazador ac­
solo puede utilizarse una 1·ez por escena. y solo puede afectar a un cede, si decide coger el camino fácil, si acepta la oferta, obtendrá
objeti1·o al mismo tiempo. Si el blanco ha perdido algún nivel de fuerza. Y estará perdido para siempre.
Rasgo merced a Denuncia -en alguna ocasión- cualquier imento de Al contrario que conseguir una facultad di1·ina o independiente
descargar la facultad sobre él una segunda vez fallará. El cazador de nivel cinco, obtener un poder corrupto no requiere t:sfuerzo ni
podrá seguir utilizando la facultad sobre un objeti1·o concreto, no sacrificio alguno, ningún dilema mental. Sí que requiere, en cambio,
obstante, si los intentos ameriores no consiguieron eliminar ningún que el cazador esté preparado para conocer al diablo, o casi; a al­
punto de Rasgo de la 1·íctima deseada. guien que (hasta cierto punto) ya es corrupto, ya comienza podrido a
medias. El cazador al que no le importen los demás, el que esté dis­
INFUNDE puesto a pisotear a la gente con tal ele conseguir lo que se propone, el
Esta capacidad, más que cualquier otra facultad divina, escucha a que quiera que sus enemigos sufran lo indecible antes de morir, o
los héroes del antiguo pasado, resplandecientes guerreros de luz do­ simplemente el que ansíe resultados inmediatos y no repare en me­
tados ele un poder asombroso. El cazador, rodeado de un cegador dios. Solo ese cazador estará dispuesto a hacer un pacto con el diablo
halo de luz y calor, es bendecido con una prodigiosa fuerza física y para obtener lo que quiere... o necesita.
una majestad que llena de miedo y temor reverencial los corazones Lo único que tiene que hacer el cazador es considerar una oferta
de aliados y enemigos por igual. y no formular demasiadas preguntas sobre quién o qué la hace. Lo
Sistema: Gasta cuatro puntos ele Convicción y tira la Virtud pri­ único que tiene que hacer es aceptar un trato sin leer la letra peque­
maria de tu personaje + Resistencia (dificultad 7). Los éxitos obteni­ ña. Sin más, recibirá una facultad de nivel cinco, una capacidad pode­
dos en esta tirada potenciarán otras tiradas y aptitudes. Se puede rosa. incomparable a las facultades de los demás cazadores. Conse­
arriesgar Convicción en esta tirada de facultad, pero no en ninguna guir una facultad corrupta es relati1·amente sencillo. Lo difícil es lo
tirada potenciada por este poder. que ocurre después ele conseguirla.
Los éxitos obtenidos pueden tener las siguientes aplicaciones:
• Añadirse como dados a la reserva ele absorción de tu cazador. EL CALIZ ENVENENADO
Si sufriera daño letal, estos dados adicionales podrán lanzarse para
absorberlo. El cJzador que obtenga una facultad corrupta de ni1·e1 cinco deberá
• Aiadirse
i a la reserl'a de daño de los ataques de Pelea o Ar­ tener un 1·alor ele 10 en su \'inud primaria, poclr..í pertenecer a cualquier
mas Cuerpo a Cuerpo. El tipo de daño que se inflige normalmente credo y deberá tener la facultad de ni1·el cuatro ele su senda ele credo. Esa
con el ataque no cambia (contundente para los puñetazos o letal para progresión de poder lo hará receptivo a la ofena de los demonios. Cual­
los cuchillos, por ejemplo). Este efecto no puede combinarse con los quiera diría que ese pocler debería estar acompañado ele una sabiduría
efectos de Atraviesa. tu cazador deberá emplear una facultad u otra. considerable, y aun así el cazador que acepta la inl'itación de las tinieblas
• Añadirse a la resemt ele dados de cualquier tirdcla Social para hace lo impensable. Permite que una fuerza maligna. primaria e incor¡x:írea
intimidar, impresionar o dar órdenes a alguien. l.a I'Oluntad ele ru entre en su alma. El im·asor -llámese demonio, diablo o espíritu malig­
cazador se torna irresistible. Esto surtirá efecto sobre humanos, caza­ no, todo 1·ale- no puede obligar al cazador a acatar sus órdenes. Aún
dores y criaturas sobrenaturales. no. Pero excava su camino hacia el cerebro del cazador por medio de
Los éxitos ele tu tirada ele Virtud + Resistencia se aplican igual­ ruegos, súplicas, amenazas. Quizá el monstruo hable claramente o se
mente a cualquiera ele las ventajas descritas, no se distribuyen ni comunique con visiones o sueños. Quizá permanezca oculto de modo
diYiden entre ellas. Es asimismo importante matizar que los éxitos se que el cJzador no se dé cuenta jamás ele que está siendo poseído, pero
añaden en forma ele dados, no ele éxitos automáticos. da igual cómo lo pintes, el extremista habrá 1·endiclo su alma. Sí, el
El halo de luz que crea Infunde no es lo suficientemente bri­ poseedor permite al cazador que utilice su poder, abatir las terribles cria­
llante para cegar a tus oponentes, pero sí lo bastante para ser perci­ R!ras visibles para su huésped. Pero a cambio, pide un favor. Solo uno,
bido aun a plena luz del sol. Infunde solo podrá utilizarse una vez pequeño al principio, y luego más )' mayores.
por escena y durará tantos minutos como éxitos se obtengan en la A fin ele seguir beneficiándose del poder del demonio, el cazador
tirada. Si tu cazador resultara Incapacitado, cesarían los efectos ele debe satisfacer sus exigencias. Al principio, éstas serán sencillas. Quizá el
la facultad. El efecto también podría determinarse con antelación si demonio pida al cazador que elimine a ciena criatura, que amenace a un
tu personaje así lo decidiera. sectario sin hacerle daño, que recupere un libro antiguo y se lo entregue
a alguien. f.<;tas tareas parecerJn inocuas, y quizá lo sean ... pero seguirán los humanos, por lo que podría acercarse al cazador en \·isiones, im­
siendo una trampa. El demonio pronto exigirá al cazador que haga algo pulsos de emoción o simplemente colocando saberes concreto� en su
aborrecible, asesinar a una persona indefensa o quemar un hospital. Se­ mente. No todos los demonios saben comunicarse de forma llana y
gCII1 la naturaleza de la posesión del cazador, el personaje quizá no com­ directa así que eres libre de inventarte cualquier forma creativa de
,

prenda siquiera que se ha convertido en un esbirro. El demonio puede interactuar con un cazador. El personaje podría recibir mensajes de
em iarle sueños o visiones en las que aparezca ejecutando tareas horr­ i correo electrónico cuyo remite no sea ninguna ISP conocida. Qu izá
bles una v otra ,·ez... hasta que el cazador haga cJso por fin a sus pesadi­ llegue a creer que su perro le susurra secretos al oído.
llas en un esfuerw por solazarse en sus fanta ías o exorcizadas. ador hace caso omiso de la� ofenas o las rehúsa, el demonio
Si el caz
F-�tas aoividades satisfacen los planes personales del demonio. pero puede darse por ,·encielo o persistir Las ofertas siguientes quizá sean más
.

también quebrantan b resistencia del cazador corrompiéndolo paulatina­


, insistentes, más sugerentes o sencillamente más oportunas. Es m;ís pro­
mente hasta el puma en que ya no ''aciJe a la hora de cometer cualquier bable que el cazador escuche una ofena de poder en momentos ele crisis
atrocidad por su amo. Con el tiempo, el extremista estará demasiado que en época de paz. Al cabo aun el corruptor más peninaz desistirá ante
,

debilitado para suble,·arse o tan corrompido que apenas si conservará la repetida negath·a ele una cazador. Muchos imbuidos terminan aceptan­
una pizca de humanidad. Sea como sea, el demonio consigue su objetim. do la ofetta, no obstante. Las exigencias de la caza son imposibles de
Intenta expulsar el alma del cazador y poseer al extremista por completo. satisfacer sin ayuda, y estos elegidos no tienen por qué saber que se están
obteniendo así un cuerpo y la capacidad de actuar directamente en el condenando al aceptar la mano que se les tiende.
mundo. Es en ese momento cuando las fuerzas de las tinieblas habrán
conseguido otrJ victoria sobre lo divino y arrebaado
t otro campeón a las lltiD PRO DUO
Autoridades, como ya ocurriera en la amigüedad. Cuando el cazador acepta la oferta del demonio y utiliza la facul­
El cazador con suerte y determinación que haya hecho algún tad ofrecida, el demonio pu ede convertirse en un parásito "residente"
pacto podría conservar las fuerzas necesarias para vol arse los sesos
en su men te y alma. El · yo del
· " demonio -la mayor parte de su
antes de sucumbir por entero . El extremi sta más débil se convertirá en esencia- permanece aislado del cazador, en alguna otra parte del
uno ele lo� seres a los que antes se oponía.
mundo. Esta precaución garantiza que la muerte del cazador no acabe
con el demonio. Quizá el ser se sienta debilitado momentáneamente,
NARRADOR: RETRATAR pero nada más. Del mismo modo, el demonio es silenciado y no \'er:í
lo que hace el cazador cuando éste activa su segunda Yisión, pero
A LOS CORRUPTORES podrá comunicarse con el imbuido y recuperar la conciencia del caza­
dor en cuanto se apague la visión.
Igual que con las facultades divinas. de ti depende que un perso­
naje extremista reciba la oferta de obtener una facultad corrupta. La
Tras dojarse,
; el demonio probablemente continúe comunic:ín­
dose con el cazador del mismo modo que cuando planteó su oferta
corrupción supone menos trabajo, puesto que no tendrás que orquestar
inicial. Eso podría deberse a la imposibilidad del demonio pa ra comu­
toda una historia en torno a las duras pruebas y ordalías del persona­
nicarse de cualqu ier otro modo ( algunos demonios son tan alienígenas
je. En "ez de eso, solo tienes que pensar un poco en lo que quiere el
corruptor, y en cómo intentará empujar al cazador hacia esa meta una que les resultan extraños conceptos como palabras e idioma). Pero
yez el personaje haya obtenido el poder que an hela .
incluso los demonios cuyas aptitudes comunicatints sean más
adaptables seguirán utilizando probablemente la misma forma ele
interacción -y las mismas mentiras sobre su verdadera naturaleza­
LA OFERTA
puesto que el cazador podría ofrecer resistencia si llegara a conocer la
La negra fu erza que tienta al cazador no es la misma que la de verdad. La elección depende ele cómo crea el corruptor que podría
los Ministros, a unque sigue teniendo más en comün con ella que con reaccionar el cazador frente a la verdad. Un extremista pragmático y
la humanidad. El ser es u n antiguo espíritu maligno que hace del sin escrú pulos como Arreglador l l l podría tomarse bien la revelación.
mundo y sus habitantes sus juguetes particulares, como ocurriera ya sin preocuparse por la condena ele �u alma. Una cazadora m<'ts sensa­
hace eones. El ser aprovecha su proximidad al mundo y sus poblado­ ta, como Oráculol-1. habrá de ser mantenida al margen de la ''erclad
res para usurpar la ··conexión" entre los t\lensajeros y un cazador para que no rebelarse contra su corruptor.
determinado, lo que le permite ofrecer al personaje asesoramiento y Como quiera que se presente y se comunique el demonio con su
fuerza a cambio de algunos favores y u n ancla en la realid ad . sien·o, pronto comenl<1rá a empujar al Gtzador para que acate sus instruc­
Cuando un demonio se fija en un cazador poderoso e intenta co­ ciones y persiga sus objetivos. Los ténninos de la relación son sencil los. El
rromperlo, planea su acercamiento con cuidado. Ni siquiera el cazador demonio da las órdenes, sugiere o ruega al cazador que haga algo, simple
más penurbado, pervertido o desesperado reaccionará positivamente o arduo. Si el cazador no coopera. el demonio retirará su ayuda y el cazador
ante una oferta de poder abiena procedente de una entidad malémla, no podrú manifestar su facultad de nivel cinco. El cazador, como cualquier
por lo que el corruptor suele disfrazarse. Algunos imitan a los �lensaje­ otro extremista obsesionado con la CJZa, seguirá encontrando obstáculos
ros, hablando directamente en la cabeza del cazador. Hacen crípticas en su camino. Si hace lo que quiere el demonio. el corruptor cumplirJ su
.
insinuaciones como .HAY UNA FORMA !IIÁS FÁCIL" o ··IA AYUDA ESTÁ parte y ayudará al e¡.,_tremista a completar �u agenda.
AL ALCANCE DE lA MANO . , ofreciendo auxilio o re �ultados. Una for­
. . Es posible que un demonio sutil pueda alcanzar y mantener su
ma más sencilla sería aparecerse en sueños o imitar la YOZ de un aliado rel ación sin que el cazador sepa siquiera que está siendo poseído o
de confianza o un ser querido El demonio tiene cierta habilidad para
. utilizado. Sencillamente, el cazador podría sentir el impulso de cometer
leer la mente del cazador, aun en esta fase tan temprana, así que puede algún acto horrendo, compulsiones que vienen acumpat'tadas de pode­
adecuar su acercamiento para golpear los puntos débiles del extremis­ rosos instintos y destellos de inspiración que le ayudan a logra r lo que
ta. Oráculo171 es una extremista corrupta. Antes creía que los Mensaje­ se proponga. Si combate esos impulsos, sus facultades e instintos lo
ros eran la Yoz angelical de su difunto padre por lo que el demonio
, abandonar.ín... para regresar de nuera cuando sucumba.E� de e'pcrar
que acudió a poseerla se le apareció como un segundo ángel, más que no pase mucho tiempo antes de que el extremista se torne depen­
sabio, una forma que ella estaba predispuesta a creer y obedecer. diente de los dones que manifiesta ocasionalmente y así el demonio
,

Los medios utilizados para establecer contacto dependen ade­ podr.í ,·er cómo el cazador se corrompe sin avuda de nadie.
más de la capacidad del demonio para comunicarse con un cazador. Este acuerdo quid pro quo continuará hasta que alguna de las
Quizá el espíritu sea incapaz ele expresarse de forma intelig ib le para panes obtenga lo que desea, momento en el que el demonio arreme -
terá contra su lacayo e intentará destruir su alma y adueñarse de su
cuerpo (consulta "El final del trayecto'', más adelante).
INCONVENIENTES
¿Qué planes tiene el demonio' La mayoría quieren afianzar su poder Mancilla: La aceptación del poder de un corruptor aísla al extre­
en la Tierra ele alguna manera: reunir seguidores, destruir a sus enemigos, mista de sus compañeros imbuidos ... todada mús. Para los demás elegi­
conseguir potentes reliquias o libros versados en saberes ocultos. La ver­ dos, tu personaje va no es uno de ellos. Es otro monstruo. El cazador
dadera esencia del corruptor quizá esté contenida en algún objeto, y corrupto se muestra "raro'' a la segunda visión, y las facultades ele ob­
apoderarse de dicho objeto podría ser el objetivo fundamental del demo­ servación como Contempla e Ilumina pueden indicar que está mancilla­
nio. Es m{ts, los diablos son criaturas del mal absoluto; su existencia gira do de algún modo. Quizá aparezca envuelto en una tiniebla constante.
en tomo a la destrucción y la corrupción. Quizá algunas de las peticiones Quizá proyecte una sombra con alas o ele forma inhumana. Es más, el
de la bestia no contribuyan a lograr sus planes directamente, pero seguirá extremista es vulnerable ahora a las facultades que afectan a las criatu­
solazándose en el horror resultante cuando su cazador asesine a personas ras. De este modo, los demás cazadores podrían ocultarse ele él em­
inocentes u obstaculice los esfuerzos de otros imbuidos incorruptos. pleando Esconde, o retenerlo mediante Protege.
Cuando decidas qué planes tiene tu demonio, no te compliques. Estos cambios son permanentes y se aplican aun cuando el extre­
Querrá un objeto determinado, que muera cierta persona o que se mista no utilice su facultad demoníaca en esos instantes. Aunque el caza­
instaure determinado gobierno. El objetivo final debería ser difícil ele dor consiguiera expulsar al demonio de su alma ele alguna manera, con­
alcanzar, pero no imposible. Este objetivo debería ser asimismo com­ servaría su mancilla hasta el fin de sus días (y puede que incluso después).
patible con la obsesión del cazador para que ambos puedan perseguirse Revulsión: El contacto con un demonio es más de lo que puede
al mismo tiempo . Un buen ejemplo sería el deseo ele john Coaler de sopottar walquieralma humana. Atender a la YOZ del demonio o some­
matar a los cazadores que cree que lo abandonaron, lo que elimina terse a su influencia puede provocar que el cazador se sienta asqueado y
convenientemente además posibles amenazas para su demoníaco se­ violado. .. o aún peor, puede fortalecer la oscuridad ele su alma. En aque­
t1or. El diablo que posea a un cazador obsesionado con la enferme­ llas escenas en que tu cazador interactüe con su demonio (bien sea acep­
dad podría ayudarla a acabar con los focos de infección de Londres, tando una orden, haciéndole preguntas, siguiendo sus consejos) o se
fosas comunes ele la época ele la Peste 'iegra. Qué feliz coincidencia valga ele su facultad corrupta, tira Fuet7a ele Voluntad. La dfi icultad co­
que en esas fosas se esconda el rival infernal del de monio. mienza siendo 7, v podría aumentar en función ele las barbaridades que
Inventa algunas acciones que el demonio necesite que realice el cometa tu personaje. La dificultad final dependerá del .\arraclor. Si supera
cazador para alcanzar el objetivo del ser, y algunas solo para enfangado la tirada, tu cazador conseguirá tolerar un poco más la presencia del
hasta las cejas, como el asesinato de gente normaL Estas "pequeñas·· demonio. Si la falla, perderá un punto de Fuerza de Voluntad. Si fracasa,
atrocidades cumplen una doble función: por una parte satisfacen el odio perderá un punto de Fuerza de Voluntad permanente.
que siente el demonio por toda la humanidad y por otra socm·an la Segunda visión y facultades: Tu personaje ha perdido el contac­
resistencia del cazador a los esfuerzos del poseedor por apoderarse de éL to con los Mensajeros. Ya no recibe sus sugerencias ni lo guían sus
visiones en la caza. Sin embargo, todavía puede manifestar las facul­
VENTAJAS tades que tuviera antes ele ser corrompido, igual que puede activar la
segunda visión. Estando ésta activa, su demonio es silenciado y no
Facultad: El cazador obtiene una facultad ele nivel cinco. Se puede sabrá qué piensa, ve o hace el personaje en ese momento. La protec­
seleccionar ele la lista que aparece más adelante, aunque el Narrador ción ele la visión corta temporalmente el lazo ele unión entre el co­
también puede diseñar una facultad adecuada a tu personaje. El poder rruptor y el alma del cazador. Pero si el cazador manifiesta su facultad
debería estar en consonancia con su personalidad y métodos. Podría corrupta estando activa su segunda visión, ésta concluirá ele inmedia­
tener una aplicación positiva si el cazador desconoce que está poseído, to y solo podrá reactivarse cuando terminen los efectos ele la facultad.
o podría tener efectos devastadores si el imbuido acepta a sabiendas las Del mismo modo, activar la segunda visión mientras esté en uso una
consecuencias del pacto. La Vi rtud primaria y el credo no influyen en la facultad demoníaca interrumpirá ele inmediato dicha facultad. En cual­
facultad infernal que reciba el personaje. De hecho, el Narrador podría quier caso, tendrás que gastar Con,·icción para reactivar la visión o el
decidir recompensar al extremista corrupto con una facultad de nivel poder en cue�tión con posterioridad. Aparte ele estos cambios, la se­
cinco ele las que aparecen publicadas en el libro básico ele Cazador. Sin gunda visión del cazador funciona igual que antes ele su caída.
embargo, estos poderes suelen ser potestad ele los extremistas '·inde­ Corrupción: El principal inconveniente del pacto ele tu cazador
pendientes". Se adquieren básicamente al recibir poder desde el inte­ es, evidentemente, la constante tentación que acarrean los consejos
rior ele la estructura establecida por los Mensajeros, no desde el exte­ del demonio, y que con el tiempo desembocará en su destrucción.
rior, que es donde lo reciben los extremistas infernales. Puede que el demonio nunca admita que eso es lo que se propone,
Los cazadores divinos solo pueden manifestar una facultad ele pero ¿no ocurre siempre lo mismo con los pactos con el diablo' Cuan­
nivel cinco, y nunca recibirán otra. do la Fuerza de Voluntad permanente de tu personaje descienda a
Patrón: Tu cazador recibe el Trasfondo Patrón con una puntua­ cero (consulta "Revulsión'·, arriba), será poseído permanentemente
ción ele 5, permanentemente. El demonio le proporciona constante­ por el demonio. Su alma será destruida.
mente órdenes e información. Si el personaje ya tenía algún punto en Cuando se libre la batalla interna de tu personaje, ¿se resignará a
Patrón antes de la posesión, reemplaza ese valor por el nuevo. Los la condenación o luchará por conservar lo poco que quede de éJ?
Mensajeros ya no pueden transmitir sus pistas y misterios al cazador. ¿Intenta mantenerse limpio, confía en el poder del demonio solo en
Recibe instrucciones solo ele su corruptor, que tendrá su propia forma situaciones desesperadas y luego se castiga por su clebiliclad1 ¿O llega
de contactar, su estilo y sus planes. Puede que el demonio no revele a aceptar su vulnerabilidad, quizá regocijándose incluso en la libertad
al cazador que su compañero ele asiento en el tren sea un zombi, pero para quebrantar la ley y desafiar la moralidad? ¿Se convertirá tu perso­
sí podría decirle que el objetivo que persigue está hablando por el naje en un monstruo o logrará salvarse antes ele sucumbir por com­
móvil en la siguiente parada. El demonio puede comunicarse median­ pleto' Éstos son los retos que plantea jugar con un cazador corrupto.
te visiones, a imitación de los Heraldos, en tono informal o emplean­ Lo que suceda con tu personaje si pierde la batalla dependerá ele
do palabras arcaicas. Quizá proporcione información más clara e in­ tu Narrador. Podría pasar a ser propiedad del Narrador, otro antago­
mediatamente útil que los Mensajeros ... pero solo un estúpido olvidaría nista al que los demás cazadores perseguirán y combatirán. Podría
que el demonio tiene sus motivos para compartir dicha información convertirse en uno de los condenados irredimibles, los enemigos de
(suponiendo que el extremista sepa siquiera que está poseído) . Demonio: La Caída. O puede que el espíritu infernal que ocupe el
cuerpo de tu personaje se sumerja en la realidad del ser humano )' • El nümero total de éxitos que consiguieras se añade en fonna
busque expiar sus pecados, com·irtiéndose así en un personaje juga­ de puntos extra a los Atributos Físicos de tu personaje. Cada éxito
dor de Demonio. Todo depende del rumbo de tu crónica y del interés empleado suma un punto a un Atributo, hasta un máximo total ele -.
de tu grupo de juego por explorar nue\·os escenarios. Tú eliges qué Atributos quieres aumentar, y poclr:tn ser distintos cada
\'eZ que el personaje emplee esta facultad. Si consiguieses seis éxitos

FACULTADES CORRUPTAS en la tirada, podrías aumentar en cuatro tu Destreza )' en dos tu Resis­
tencia, sin cambiar la Fuerza.
Las facultades corruptas son menos "normales'' incluso que las • Tu personaje puede absorber tanto daño contundente como
di\'inas. on complewmeme alienígenas. fruto de la canalización de letal con su valor de Resistencia . Si su Resi tencia ha sido mejorada
los poderes corruptos de un demonio a través de tu cazador. F.st:1s con el cambio, absorberá el daño empleando el ntle\·o \·alor.
facultades a menudo tienen efectos extraños y monstruosos. Las fa­ • Las garras y los colmillos de tu personaje son como cuchillos
cultades corruptas tienen las siguientes características en común: y hacen Fuerza + 2 de daño letal. Tira Dest reza + Pelea para golpear
• Como las facultades divinas. los poderes ele las tinieblas no se con estas armas.
ven restringidos por el credo ni la Virtud. El cazador puede manifestar • Las espinas que surgen ele la piel ele tu personaje dañarán a
cualquier facultad corrupta, siempre y cuando la criatura de su inte­ cualquiera que lo roque o lo ataque clesarm;1do. Quien gol pee al ca­
rior sea capaz de manifestar el efecto. Las tiradas ele facultad se basan zador de esta manera sufrirá dos dados de daño letal .
siempre en la Virtud primaria ele tu personaje y su \·alor es de 10. • Valiéndose de sus alas. tu personaje puede \'Olar a una \·eloci­
• Cna facultad corrupta puede permitir a tu cazador realizar dacl igual a su velocidad de carrer& normal. Si su Destreza se ha visto
proezas inalcanzables para la mayoría de facultades: cambiar de for­ mejomcla por la metamorfosis. calcula su \·elocidad con el nue\·o \'alor.
ma, levantar a los muertos, deformar la realidad y alejarse del mundo Estando en forma demoníaca, tu cazador no podr.í hablar ni co­
materiaL Sin embargo, es harto difícil crear efectos sutiles con esto' municarse con normalidad. Ha asumido una forma asesina, diseñada
poderes. Son almádanas, no bisturís. principalmente pam destruir. Si el cazador llegara a Incapacitado, los
• Ver una facultad corrupta en acción suele aterrorizar y con­ efectos ele la facultad cesarían y recuperaría su forma normal.
fundir a los humanos normales, así como a los cazadores que no se
protejan con la segunda \·isión. El resulwclo mecánico es el, mismo ESCLAVIZA
que con la confusión provocada por los poderes de algunos mons­
El cazador puede influir en la mente de las personas e incluso ele
truos. Los testigos de facultades corruptas sucumben al miedo, la re­
los monstruos \·aliéndose de palabras engañosas y apasionados dis­
vulsión y un horror enloquecedor.
cursos. No estamos hablando ele telepatb ni ele control men tal (no del
• Igual que las facultades divinas, las corruptas rara vez discrimi­
todo). El cazador se torna tan carismático a los ojos de su audiencia
nan su objetivo. Donde una facultad normal podría afectar solo a criat u ­

que ésta hará todo cuanto le pida. llajo la in fl uencia de Esclaviza, la


ras. sin tocar a cazadores ni mortales, la corrupta afectarí1 por lo general
gente acepta formar sectas. derrocar gobierno:; o induso sacrificar a
a cualquiera o a cualquier cosa que se encuentre en las proximidades.
sus seres queridos si eso es lo que quiere el cazador. Las criaturas
• Dada su \'ersatiliclad y naturaleza alienígena, activar las facul­
sobrenaturales son ligeramente más resistentes a esta facultad.
tades corruptas cuesta cuatro puntos ele Com·icción en lugar de dos.
Sistema: El cazador se dirige a un objeti\'O o grupo de objeri\·os.
A continuación mencionamos algunas posibles facultades
Deberá hablar al menos durante un minuto, por lo que este poder no
corruptas. El Narrador puede crear las suyas par& tu personaje basán­
es factible en combate. Pueden resultar afectados al mismo tiempo
dose en estos ejemplos.
tamos objeti\·os como puntos de t.lanipulación tenga el cazador. Si
hay más de una persona a la escucha, el cazador decidirá quién resul­
CANALIZA
ta afectado. Los objeri\·os deberán estar en presencia física del perso­
Todos conocemos la imagen del �demonio'' clásico: una mons­ naje; no surtirán efectos los di,cursos teb'isados ni gr&bados.
truosidad de pesadilla con garras y cuernos. alas y escamas . .'llediante Gasta cuatro puntos de Con\·icción y ti ra la Virtud primaria de tu
el poder de su señor oscuro. el cazador corrupto puede conwrtir�e personaje + :\1anipulación (dificultad -). Los objeti\'os se resisten con
en semejante criatura, llegando a cambiar ele forma por un bren� una tirada de Fuerza de \'Oluntacl (dificultad 8 para humanos y caz:� ­
espacio de tiempo . dores, 6 para los monstruos; se puede hacer una sola tirada para
Al transformarse, la visión del extremista será espantosa. Surgen todos los miembros del grupo, aunque el l'larraclm puede decidir tirar
púas de su piel escamada, sus dedos terminan en largas garras y unas individualmente para sujeto, como prefiera ) . Si los sujetos no obtie­
alas de murciélago le adornan la espalda. El cazador se deforma hasta nen más éxitos que tú, tendrán a tu person aje por alguien sabio, un;1
tal punto que deja de parecer humano. Es un monstruo. También es persona estupenda que ha ele ser obedecida o incluso adorada.
una máquina de matar: más fuerte y rápido de lo humanamente posi­ Los efectos de la facultad duran indefinidamente (aunque tu per­
ble, capaz de desgarrar la carne con sus garras y colmillos, protegido sonaje puede anularlos por completo cuando lo d esee, a voluntad ). Los
por una piel semejante a una armadura. objetivos afectados seguirán \·enerando al cazador aunque esté Incapa­
Sistema: Gasta cuatro puntos ele Convicción y tira la Virtud pri­ citado y aun después ele su muerte. elevándolo a la posición ele un
maria ele tu personaje + Astucia (dificultad 7). Si super&s la tirada, tu mesías que ohsern desde el Cielo a sus demtos seguidores. Los sujetos
cazador se transformará en una criatura demoníaca. Se trata ele una podrían llegar a sobreponerse a los efectos de F.scla1·iza si el c-azador
transformación real y física que resultará evidente y aterradora para los obligara a actuar en contm de su naturaleza o su propia integridad
todo el que la presencie. Su ropa se desgarra, aparecen alas, sus ma­ físic-a. Del Narrador depende qué acciones podñan desencadenar la
nos deformes ya no pueden empuñar ninguna arma. La forma infer­ rebelión de un sujeto. Sacrificar a un familiar, desafiar las propias creen­
nal durará tantos turnos como éxitos obtuvieras en tu tirada, aunque cias religiosas o que el cazador dé muestras de su naturaleza corrupta
el personaje puede renunciar antes a ella si lo desea. Tmnscurrido ese podrían ser buenos motivos. Los seguidores indecisos tendrán otra opor­
tiempo, el cazador recupera su forma normal . Canaliza solo puede tunidad ele resistirse con una nue\·a tirada de Fuerza ele Voluntad, y
utilizarse una vez por escena y requiere una acción completa; no se podrán sumar los éxitos a cualquier tirada anterior perteneciente a an­
permite realizar acciones múltiples dumnte la transformación. tiguos intentos de fuga. Cuando los éxitos acumulados excedan por fin
La forma demoníaca proporciona las siguientes ventajas al ca­ los ele tu tirada de facultad inicial, el sujeto se desembarazará ele los
zador: efectos ele Escla v iza. Tu personaje no podrá utilizar esta facultad sobre
el mi�mo seguidor hasta que éste se l ibere, aunque no es probable que se subleven mu-
chos de ellos �i el extremista procura no llel·arlos demasiado lejos.

r
El Narrador podría decidir que los monstruos particularmente poderosos o anti­
guos mue�tren una resistencia especial a Escla1·iza y hagan sus tiradas de Fuerza de
Voluntad contra una dificultad inferior a 6, o que obtengan uno o más éxitos auwmá­
ticos en la tirada.
Los cazadores con Conl"icción acti1·a son inmunes a Escla1·iza, pero se les
pu ede lavar el cerebro como a los dem{Js si tienen su segun da visión ina ctiva.
Si un cazador es captado y acti1·a más tarde su segunda visión, los efectos ele
Esch11·iza podrían desaparecer por completo o el personaje podría recu­
perar el control por espacio de una escena, tras la que se restaurará la
obediencia. El Narrador decidid si el uso reiterado de la segunda vi­
sión puede anular Esclaviza.
Esta facultad solo pued e emplearse una vez por escena.

TRANSPORTA
Los imbuidos. pese a todos sus poderes, son seres de
este mundo, de esta realidad. Algunos han atisbado los mun-
dos que hay más allá , nin�les ele existencia im·isibles a la
realidad, pero solo percibe n destellos. El cazador con Trans­
porta 1·e algo más que destellos. Puede alargar la mano y tocar
el tejido ele un espacio diferente. De hecho, puede desgarrarlo
y abrir un tú nel .
lm·isible para el ojo humano, se abre un portal un i nstan te,
el tiempo suficiente para que el personaje lo cruce antes de que
se cierre a su espalda. En ese espacio a lien ígena , el tiempo y la
distancia no significan gran cosa, y el cazador será bombardea­
do con estímulos incomprensibles. Moviéndose a través de un
"túnel" en ese espacio, el cazador saldrá por el otro lado, a
cientos de metros del l ugar de entrada.
Sistema: Gasta cuatro puntos de Convicción y tira la Vir-
tud primaria de tu personaje + Astucia (dificultad 7). Si supe­
ras la tirada, se abrirá un portal invisible por un instante r
em·olverá a tu personaje. Los cazadores que tengan su se­
gunda 1·isión acti1·ada percibirán un fugaz destello de un
agujero irregular en el e�pacio, lleno de energía arremoli-
-" nada y de nubes de luz negra. Para cualqu ier otro testigo,
es como si tu personaje simplemente desapa reciera .
Al turno siguiente, tu personaje reaparecerá lejos de
su posición original. Las paredes y otros obstáculos no signifi­
can nada. El personaje se muere al margen del mundo real con
Transporta. Lo único que pod ría detener a ru extremista es Sus­
pende, la facultad de nivel cinco de los Redentores, que bloquea
el movimiento fuera de este plano de la realidad.
La distancia recorrida dependerá de tu tirada, hasta 100 me­
tros por éxito conseguido. Tu personaje puede "apuntar" a cual­
quier destino que esté a la vista, sabiendo instintivamente hasta dón­
de podrá llegar la facultad al activarla. También es posible que el
cazador aparezca en un destin o que no pueda ver siempre y cuan­
do su demonio mentor intuya la localización y dirija los efectos
de la facultad (cuestión que queda a elección del l\arrador).
No existe el peligro de reapa recer en el interior de un objeto
sólido; el guía infernal de tu cazador se ocupa de eso. Si
así lo prefiere. tu personaje podr.í cubrir menos distancia
de la que indiquen �us éxitos.
Atra1·esar el espa cio alienígena del túnel es u na
experiencia trau mática y perturbadora. La primera vez
que se utilice la facultad en una escena requiere
que se supere una tirada de Fuerza de Voluntad
para que tu personaje supere la "revulsión" que
le inspira su condenación (consulta la p. 91).
Cada empleo posterior de la facultad en l a misma
escena aumenta en uno la dificultad de la tirada de
11
Fuerza de voluntad. El ca zador que abuse de esta facultad pronto lidad del cazador. ra erosionada. Hubo un tiempo en que fue una
sucumbirá a la presión de \·er lo que los humanos no están prepa­ persona normal. Con el paso del tiempo, conforme aumentaban sus
ra do� para cont<::mpl ar , y ráp idamente cederá bajo el peso de la \'irtucles. creció también su inestabilidad. Al obtener una facultad de
corr u pció n de �u mentor. ni\·el cinco, no obstante, tu personaje apenas si piensa o acnb como
:\adi<:: , ni cazadore� ni humano�. puede acompañar a tu persona­ un ser humano. Todo cuanto es. hasta su último pensamiemo, girJ en
je en este \·iaje . torno únicameme a su filosofía y objeti\·o personale�. Ya no es capaz
de controlar la locura contra la qu e llent luchando tanto tiempo. Y la

INDEPENDIENTES
mayoría ele las \·eces, ni siquiera lo intenta.
El extremista independiente ya no es una persona norm al , es
una fuerza de la naturaleza. Aunque los caza dores divinos y corruptos
No todos los extremistas oyen los susunos de las fuerzas divinas ta m b ién experimentan cambios de person al idad , éstos no son tan
u oscuras. Y hay quienes son tentados por estas entidades y consi­ extremos ni incontrola bl es como los sufridos por los llamados
guen rechazar sus ofertas ele poder. Para cada clas<:: de cazador, hay extremistas "independientes", cazadores que han alcanzado sus facul­
otro modo. . . d suyo propio. tades de nivel cinco gracias a su propia fuerza ele \'Oi untad.
En el fondo. los imbuidos sufren limitaciones. Se dispusie ron
barrera� de contendón a propósito para imped irles alcanzar las fa cu l­
tades mis poderosas. Pero un puñado de cazadores ob�esionados y
MORIR DE PIE
enloquecidos descubren sin proponérselo que estas ba rrera s 110 son Algunos extremistas inde pendientes nunca son contactados por
infranq ueables. Con gran esfuerzo y una dedicación a la que ninguna fuerza� corruptas ni divinas, sino que se afanan en solitario hasta que
persona en su sano juicio podría aspirar, algunos cazadores extremistas les sobre\'iene la transformación. Qu izá trabajen encubiertamente a lo
trascienden �us límites y alcanzan la cúspide del poder: las faculrades largo ele toda su existencia como imbuidos sin llamar la atención.
de ni\'el cinco de us respecti\·os credos. Quizá su trayectoria sea tan agresiva que las fuerza� cósmicas pre­
Este poder conlle\·a un ele\·ado precio. El esfuerzo necesario sientan la futilidad de intentar reclutarlo . Estos extremistas ··puros··
para traspa sa r la barrera alzada desde las alwra� de�troza la persona- no abundan, empero. La mayoría ele los fu turos independientes reci­
ben algún tipo de contacto ele Arriba o Abajo en algún momento, y
.J L rechazan roelas las ofertas de ayuda o promesas de poder.
¿Qué hace que algu ien rehúse todo apoyo y decida perseguir su
NARRADOR: UN AMO, DOS VOCES sueño en solitario? ¿Por qué rechaza un extremista los pactos divinos
A lo mejor te estás preguntando en qué se diferencia y corruptos para condenarse a una lucha solitaria? Imagina que dedi­

un extremista independiente de otro divino. A fin de cuen­ cas toda tu vida a un proyecto ( constru ir una casa , pongamos por
tas, los dos trabajan para los Ministros, ya sea a distancia o caso ). Has diseñado los planos tú mismo, te has preocu pa do ele con­
codo con codo, y los dos recibe n sus facultades y su se­ seguir los permisos necesarios. Esta casa lo es todo para ti, y estás
gunda visión de la misma fuente. Pu ede que la diferencia di�puesto a pagar lo que sea y trabajar lo que haga falta con tal ele
sea m ínima , pero es fundamental. \·erla le\·antada a tu gu sto. A lo mejor a \·eces has tenido que contratar
El per onaje divino recibe su poder directamente de mano de obra, pero tus empleados siempr<:: han seguido tus órdenes
los .Ministros. Otra personalidad mayor ocupa parte de la y han trabajado según tus especificaciones.
mente del cazador, lo dirige y aconseja. lo utiliza para su� Ahora se presenta un constructor profesional. Es{tt dispuesto a

propios fines. contribuir a levantar tu C'JSa, prestándote mano ele obra, herramientas .

Por el contrario, el extremista independiente aún reci­ materiales y toda su experiencia por un precio ridículo. Solo hay un
be su poder a través de los -canales habituales', a tmvés ele problema: Tiene que re\·isar los planos. Dice que empezaste bien, pero
los mecanismos que instalan los M ensajeros cuando resulta que tienes que amoldarte a su \·isión ... y quie re cambiar el diseño.
Ésta es la casa ele tus sueños . Toda tu vida. ¿Vas a permitir que
imbuido todo cazador. Sigue recibiendo información de los
Mensajero , aunque oblicua y críptica. El cazador indepen­ otra persona se apodere de ella, �iqu iera un poco? ¿De qu ién es la
diente no es manipulado ni di rigi do por otra fuerza. Toma casa, tuya o del otro?
sus propias decisiones ba sándose en su s deducciones y co­ Ahora extrapolemos ese ejemplo hasta proporciones absurdas ­
nocimientos. Busca su propia manerJ de enfrentarse al mal, batallar con monstruos en una realidad donde lo sobrenatural exis­
según sus condiciones, por retorcidas que sean éstas. Inclu­ te- y obt endremos un cazador extremista. El personaje ha dedicado
so es posible que los Ministros no sepan que un cazador toda su \'i da a un único propósito, su obsesión. Es el princi pio y el fin
independiente ha trascendido sus limitaciones. Le prestan de su existencia . Se ded ica a su objet i\'O con locura; ninguna persona
poder como harían con cualquiera ele los el egidos, sin pres­ en sus cabales se entrega ría de ese modo .
tar atención a la f01ma en que lo emplea. Quizá confíe hasta tal punto en sus posi bilid ades para conseguir
Por usar un paralelismo nllgar, imaginemos a los im­
su o bjeti\·o que las ofertas de ayuda le parezcan un insulto. Quizá �ea

buidos como empleados de oficina. El cazador di\'ino tie­ pura cabezone ría ; no \·a a ceder el control a nadie, da igual las \·ema­
ne un inmenso poder, pero su jefe no lo pierde de \ iSta. El ja.� que eso pudiera reporta rle. Quizá el cazador no se fía de las inten­

cazador independiente escala posiciones lentamente y ter­ ciones de unas fuerz as inidentificables y pue de que alarmantemente

mina por conseguir un poder sin1ilar, solo que no padece sutiles o exige ntes. y no está dbpuesto a dejar de lado :-u objeti\·o por

el mismo ni\·el de supen·isión. Su jefe no sabe más que lo nadie (ni nada).

que él le cuema, si es que le cuen ta algo. En el fondo, esta determinación de mantener el rumbo y rehusar

Los extremista s independien tes son muy diferentes toda ayuda es cuestión ele iclenticl:.td. La dedicación a la cruzada es la
de Stts equ iva le n t es di\·inos , y nada garant iza que ten­ parte más im portante de la person al idad del cazador. Cambiar ese
gan los mismos objeti\·os ni que se recon ozc an siqu iera
objetivo siquiera un poco, ceder el control o incl uso aceptar consejos
como al iado s. de fuera sería como negar la propia nmu ra leza.
El cazador que posea esta dedicación podría resistirse a las ofer­
tas y tentaciones de una senda distinta o más fácil. Al hacerlo , se
quedará solo. y en su soledad, quizá descubra que su propia fuerza es que a los aliados de Caro/ fes cuesta menos simpatizar con ella ahora
no tiene nada que envidiar a la que ha rechazado. que antes de su cambio de comportamiento. Ahora está demasiado ob­
sesionada con fa enfermedad para preocuparse de fa "coraza emocio­

ABRIRSE PASO nar de /os insultos. y demasiadopreocupada por Sil objetivopara seguir
ocultándose tras una .fachada de mal genio.
Las reglas siguientes proporcionan un sistema para alcanzar una Debería transcurrir algún tiempo en tu crónica entre el cambio
facultad de nivel cinco siendo un extremista independiente, descri­ de identidad de tu personaje y la manifestación de una facultad ele
biendo el camino de ·'simple·· cazador a gigante solitario. Estas reglas nivel cinco. No basta con los interludios entre partida, será preciso
se publicaron originalmente en la Guía del jugador de Cazador y se todo un período en el que puedas demostrar la nueva personalidad
han elaborado a partir de ahí. ele tu personaje. Lo ideal sería que transcurriera toda una historia
entre el cambio de Arquetipo y el siguiente paso del proceso.
CONVERTIRSE Fuerza de Voluntad: Lna vez transcurrida la debida cantidad de

Trascender las limitaciones del poder de los cazadores es u n tiempo interpretando la transformación de tu personaje, el cazador po­
proceso , no algo que ocurra d e sopetón. S i bien las facultades de dría manifestar su facultad de nivel cinco. Este brote no suele producir­
nivel cinco pueden manifestarse espontáneamente, esto no sucederá se en períodos ele calma. Probablemente ocurra en plena crisis, cuando
hasta que el extremista haya atravesado una serie de cambios de per­ tu personaje necesite desesperadamente hacer lo que sea para sobrevi­
sonalidad. Fste proceso tendrá lugar a lo largo de la crónica, no en los vir o impedir que sus planes se vayan al garete. Puede que se trate de
interludios, y aquellos jugadores que deseen obtener una facultad de un hombre lobo a punto de esfumarse con las muestras ele tejido infec­
nivel cinco para sus personajes deberán interpretar dichos cambios. tadas. Puede que unos zombis estén a punto ele demrar al hermano
Para que tu cazador opte a una facultad de nivel cinco deberá desaparecido de tu personaje, y que tu cazador esté desarmado o se
tener un valor ele 10 en su Virrucl primaria, así como disponer de una sienta demasiado débil para pelear. O puede que john Coaler le ponga
facultad ele nivel cuatro en su senda de credo. una pistola en la sien a tu personaje y amarrille el percutor. Este mo­
Personalidad: Para empezar, el cazador experimenta un gran cam­ mento deberá ser crítico y no podrá tratarse de pasada. Es una situación
bio en su Naturaleza y Conclucw conforme va dejando atrás su anti­ tan traumática y vital como la exaltación que empujó a tu personaje a
gua personalidad y se dedica exclusiYamente a la caza. La :\aruraleza seguir el camino que lo ha conducido hasta aquí.
del personaje se torna Autócrata, Fanático o Perfeccionista. Llegado a Frente al desastre, el cazador hará un colosal esfuerzo de volun­
este punto, el cazador ya es incapaz de ocultar su verdadero yo (o, de tad, desgarrando las barreras espirituales y adueñándose del poder
hecho, ele comprender por qué debería hacer tal cosa). Se pierde la que pretendían negarle los :Vlinistros. La mecánica del proceso es sen­
correlación enrre el credo o la Vinud del cazador y su nueva 1 atura­ cilla: El valor de Fuerza ele Voluntad permanente ele tu personaje cae
leza. El cambio depende del personaje como persona, no de sus fa­ en cinco puntos. En términos ele interpretación, es infinitamente más
cultades ni aptitudes. complicado, se trata de un acto de voluntad supremo, la desintegra­
Si la :\laturaleza de tu personaje era ya alguno de estos tres Ar­ ción de la personalidad, una vorágine de esfuerzo y dolor que ningCm
quetipos antes de llegar a este punto, podría permanecer inalterada y ser humano normal podría soportar.
ser su Conducta la que cambie, o adoptar cualquiera ele los otros dos Cuando se reduzca la Fuerza de Voluntad ele tu personaje, éste
Arquetipos. A tu elección. manifestará una facultad ele nivel cinco amén de otras ventajas, y
Este cambio no debería producirse '"así porque sí"· . Conforme tu algunos inconvenientes de consideración.
cazador ha ido creciendo en poder y ha desarrollado diversos trastor­
nos, también ha cambiado y se ha vuelto más errático. Como reacción
VENTAJAS
a los rigores y exigencias de la caza, da la espalda a su antigua vida y
es consumido por el deseo ele completar una misión obsesiva (sea la Facultad: Tu personaje manifiesta una sola facultad de nivel cin­
que sea). Piensa ahora en cómo reacciona tu personaje frente a los co adecuada a su senda ele credo. Puede ser cualquiera de las reseña­
acontecimientos de la crónica y esta transición, y efectúa el cambio de das en el libro ele reglas ele Cazador o en el libro de credo apropiado.
Naturaleza en un momento en el que verdaderamente parezca el si­ Asimismo, el 1arrador puede crear una facultad exclusiva tomando
guiente paso lógico para tu cazador. como ejemplo alguna de las ya publicadas. El cazador no podrá obte­
Ejemplo: En el momento de su exaltación, Caro/ Mclnt¡we era ner una t:1cultad de nivel cinco de ninguna otra senda de credo, aun­
rma enfermera voluntaria que se preocupaba de sus pacientes, si bien que posea 10 en la Vinud adecuada y una facultad de nivel cuatro
camuflaba sus sentimientos bajo una .fachada pétrea e irritable. En peneneciente a otra senda. (Imaginemos un personaje con Celo 10 y
términos dejuego, su Naturaleza era Protector y su Conducta, llosco. la facultad de Juicio ele ni1·el cuatro, así como Visión 10 y la facultad
Pero eso .fue bace mucho tiempo. Cuando Caro/ roza la culminación de Visionario de nivel cuatro. Sin embargo, es un juez, por lo que
de su objetivo, acabar co11 todas las enfermedades infecciosas. su per­ solo podd conseguir la faculrad de juicio ele nivel cinco.) Por añadi­
sonalidad cambia para ajustarse a su dedicación y propósito. dura, el cazador solo podrá manifesrar una facultad de nivel cinco.
Si Caro/ se tornase Autócrata. podría exteriorizar su devoción em­ Nunca podrá conseguir otra.
pleando a los demás como ayudantes y herramientas. Podría crear una Patrón: Tu cazador recibe el Trasfondo Patrón con un valor de 5.
cábala de médicos y enfermos y orde11arles que recabaran información Si ya poseía el Trasfondo , su valor aumentará a ). Roras las barreras
por todo el paL\. Como Fm1ática. Caro/podría ser una ··terrorista médi­ que cercaban su alma, tu personaje se sumerge en un imparable to­
ca ·· que asaltase hospitales en busca de archivos y provisiones sin impor­ rrente ele información y guía por parte ele los Heraldos. Esto resulta
tarle las consewencias ni fa inte{iridad de fospacientes. Opodría trocarse útil, puesto que le ayuda a alcanzar su meta personal y soliraria a
Pe¡feccionista y obsesionarse con fa ermdicación de walquier riesfiO de través ele mensajes. información sensorial y visiones. Pero supone
infección o enfermedad que la aflija. En este caso. adoptará rituales y asimismo una tremenda carga y distracción, como tener una corneta
procedimientos q11e fa mallfellfiC/11 alejada de la enji.mnedad o los infec­ bramando instrucciones incomprensibles al oído. El cazador podría
tados. proporcionándole así el ellfomo esterilizado que precisa para sentirse aturdido y desorientado en ocasiones, tan bombardeado con
combatir el contagio. Antes Caro! se preocupaba de sus pacientes por­ información que no sea capaz de reaccionar.
que los trataba como a per:>onas. Ahora no son sino especimenes y por­ Comprende que la información recibida de Arriba mediante Pa­
tadores de la enfermedad a repudiar o e11·adicar. Pero lo s01prendente trón "5 es igual a la que recibiría walquier otro cazador con ese Rasgo.
El hecho de ser un extremista independiente únicamente vuel\·e a tu gastando Fuerza de Voluntad. Los extremistas son erráticos, imprede­
personaje más receprh·o a la información de los Heraldos. 1 o lo sitúa cibles y sumamente poderosos.
a su entera disposición más que a. pongamos. cualqu ier cazador con Los imbuidos ',lisericordiosos ( Inocentes, � l á rti re:- y Redento­
un 1·a!or de \'irtud bajo y Patrón 5. Tu personaje seguirá teniendo que res) quizá consideren que los monstruos son merecedores de per­
deducir qué sign ifica el conocimiento impartido por los /llensajeros, dón y comprensión. Estos cazadores podrían emplear su poder para
solo que ahora será más recepti1·o a esos conocimientos, quizá sea evitarle cualquier daño a la criatura. . . aunque se trate de una mons­
víctima de ellos, incluso. truosidad obcecada en sus ansias ele matar. El cazador qu izá no sea
Los Narradores que busquen ideas para retratar este elerado ni­ capaz de explicar por qué protege a la c riatura , o puede que ni
vel de Patrón encontrarán más consejos y sugerencias en el Libro de siquiera se moleste e n j ustificar sus actos ante nadie. Una vez por
Cazador: Ermitaño. historia, el Narrador puede decir al ju gador de un extremista Miseri­
Dedicación: Tu personaje se conviene en la encarnación ambulan­ co rdioso que cierta criatura posee un gran pote n c ial y ha de
te de su cruzada personal . Prácticamente nada podrá desviarlo de su perdonársele la vida, a cualquier precio.
camino. Su personalidad y devoción son tales que apenas si podrán Los cazadores que pertenezcan al credo de la Visión ( Ermitaños,
alterarse, aun por medios sobrenaturales. Tu personaje goza ele la pro­ Visionarios y Descarriados) quizá se crean sabedores de la 1·erdad en
tección de fuerzas sobrenaturales que afectan su mente, cuerpo y emo­ cualquier circunstancia. Puede que se con�ideren los auténticos líde­
ciones en tocio momento, como si estuviera activada su segunda visión. res ele los imbuidos, destinados a regir el destino de sus camaradas
Aunque reciba constantemente la protección de la segunda visión, no cazadores . Cualquiera que exprese lo contrario será un perturbado o

obstante, no percibe ninguna de sus 1·entajas sensoriales. Par& que tu un enem igo. Una , ez por historia, el Na rrador puede decirte que tu
·

personaje distinga las ilusiones o detecte la obra de lo sobrenatural, personaje sabe algo con absoluta certeza, da igual lo imp robable que
deberá gastar un punto ele Convicción. como ele costumbre.
parezca. Deberás actuar en concordancia con este conocimiento sin
reparar en oposiciones n i discusiones. Quizá "comprenda ·· que el
améntico propósito de los imbuidos es destruirse mutuamente, para
INCONVENIENTES que solo los más fuertes ascienda n al Cielo y derroquen a D ios . O
puede que decida que los miembros de determ inada etnia están co­
Conseguir unas habilidades tan asombrosas por méritos propios
tiene sus c onsecuencias . Los extremistas independientes pagan caro rrompidos por lo sobrenatu ral y deben ser aislados para su estudio.
su desafío a las Autoridades.
Los extremistas Celotes ( Vengadores , Defensores y Jueces) pue­
den ser susceptibles de cometer actos tremendamente violentos, sin
Virtudes: Cuando tu cazador obtiene una facultad de nivel cinco,
señal aparente de pronKación. Estos Celotes podrían castigar a cual­
sus demás 1·a!ores de Virtud se paralizan. Ya no podrás aumentar las
quiera por crímenes en apa riencia menores o incluso inexistentes,
otras Virtudes del cazador cuando gane 10 puntos de Convicción. Tu
tanto si la víctima es un monstruo como un cazador o una persona
personaje es la encarnación de su Virtud primaria. Ya no puede per­
normal. Una vez por historia, d Narrador puede decretar que deter­
mit irse el l ujo de cuidar de las demás. Si tu personaje tiene algún
minado individuo es un adversario o alguien merecedor de castigo, y
pu nto de Virtud anterior sin gastar, lodavía puede gasta rlos para con­
que w personaj e es el encargado de impartir justicia. El Celote podría
seguir nue1·as facu ltades.
fijarse en un detective corrupto qu e vende d rogas y armas a las ban­
Presencia inquietante: Tras la exaltac ión , algunos cazadores se
das callejeras, pero lo mismo podría decidir que un pi lar ele la comu­
preguntan si e dibtinguen en algo de las criaturas a las que se enfren­
nidad, alguien que siempre se haya portado bien con él, es en reali­
tan. De hecho, a medida que los imbuidos persiguen su causa, se
dad un monstruoso peder.tsta degenerado que ha de ser castigado.
alejan cada 1·ez más de sus antiguas \'idas y profundizan en la locura.
La inhumanidad se hace pal pable en aquellos independentistas que
renuncian a su identidad por la misión. Su mera presencia perturba a
la gente normal y a los demás imbuidos. Esto puede manifestarse de
NARRADOR:
distinta manem según el in dependentista en cuestión. Algunos desde­
ñarán a la gente corriente, a sus compañeros imbuidos e incluso a los
monstruos ··ele poca monta"'. Otros serán completamente incapaces
FIN DEL IRAYECTD
de respetar las normas sociales de cortesía. Cuando el cazador recibe una facultad de n ivel cinco, comienza
Da igual cómo se manifieste, esta despreocupación o inhuma­ el Llltimo acto de su historia personal. Pocas cosas se interponen entre
nidad tiene un efecto bien simple: Reduce a la mitad las reservas de él y su meta. Y pocas cosas impedirán que muem, consumido o com­
dados Sociales de tu personaje (redondeando hacia abajo). Est a pe­ pletamente desquiciado con el tiempo . La energía que esgrime es
nalización se aplica rá siempre que w personaje interactúe con per­ demasiado potente para que el cuerpo, la mente y el al ma hu manos
son as normales e imbuidos "'menores"'. Los únicos que no se verán lo soporten mucho tiempo.
afectados por su conducta serán las criaturas sobrenaturales, los Hay una regla sencilla que puedes imponer a estos extremistas,
imbuidos con valores de Virtud de 7 ó más y los cazadores de los si lo deseas: wando un personaje reciba unafawllad de nivel cil1co,
credos Ermitaño o Descarriado . Estos indil· iduos están tan alejados solo dispondrá de una hisloria más a111es de /ener que abandonar la
de la comprensión del día a día que la conducta de tu extremista no crónica. Ese límite no solo reneja los desesperados esfuerzos del per­
les resultará nada inquieta n te. sonaje y la abrumadora tensión que experimenta, sino que además
Compulsión: Aparte de los trastornos que ya sufra tu personaje, impide que un personaje extremadamente poderoso ponga rus parti­
la mente y la percepción del ex1remista independiente se alteran to­ das patas arriba. Un cazador de esta magnitud que campe a sus an­
davía más tras conseguir una facultad de ni1·e! cinco. Tu cazador es chas por tu crónica podría sembrJr una destrucción sin precedentes
ahorJ la encarnación de su Virtud primaria, y todo cuanto 1·ea y pien­ entre lo sobrenatural, impartir un insondable perdón a todos los mons­
se estará innuido por ese Hasgo. Esta personificación de la misión truos y anular su innuencia sobre la humanidad, o conducir el mundo
pu ede proYocar que a veces tu personaje sea víctima de una compul­ al más aciago ele los destinos. Quizá sea ése el fin que deseas para tan
sión irresistible, u n impulso que quizá coincida con su cru zada perso­ mon umental personaje, y puede que encaje. Pero suponiendo que
nal o quizá se oponga a todo cu anto desea l ograr. Una vez por histo­ quieras atenerte a un escenario reconocible en el que seguir contan­
ria, el Narrador podrá instruir a tu personaje que actúe o piense de do historias, es recomendable que a los cazadores con facultades de
determinada manera, directiva que no podrá ser negada , ni siquiera ni1·el cinco se les acabe pronto la suerte. Sí, puedes crear una crónica
distinta que cambie el mundo, pero si aceptas el desafío es por tu quiera exista, o decidir destruir a todos los habitantes ele una pequeña
cuenta y riesgo. Quizá lo mejor sea preguntar al grupo de jugadores ciudad a los que cree corrompidos por el mal. Quizá haya una pizca
cómo les gustaría que se desarrollaran los acontecimientos, aunque de verdad en sus presunciones o creencias, pero las soluciones adop­
sin revelar realmente qué destino aguarda al personaje en cuestión tadas implican tremendas pérdidas y sufrimiento, sin que el extremis­
hasta que caiga sobre él la aplastante realidad. ta repare en ninguna alternativa.
Si concedes una última historia a alguno de estos extremistas, En una historia trágica, la empresa del extremista acaba mal.
qu izá sea mejor concentrarse en sus intentos por alcanzar su gran Igual que en la h istoria épica, la trama comprende el final de su cru­
objetivo, qu e podría haber surgido hace tiempo en su carrera como zada, pero sus esfuerzos van mal encaminados y sus acciones no
cazador y es lo que lo ha llevado tan lejos. Aunque tenga éxito y logre redundarán en nada bueno. Nada garantiza que Caro! Mc!ntyre esté
lo que se propone, su historia podría haber tocado a su fin . Ahora en lo cierto al atribuir un origen sobrenatural a las enfermedades. Lo
puede descansar, reunirse con su hacedor, salir ele su cuerpo o consu­ que sí es cierto es que ella es una paranoica inestab le, capaz ele cual­
mirse como una estrella moribunda. quier cosa con tal de detener el contagio ele la Tierra. Esa obsesión
'' ''

Hay d os tipos de historia que resultan apropiados para este capí­ fácilmente puede desembocar en una historia trágica en la que ataque
tu lo final: Una historia épica que lleve la crónica hasta el límire y a un objetivo inocente o provoque una devastación descontrola da .
permita al personaje desaparecer en medio de un fogonazo ele gloria ,
y una historia trágica que permita al extremista liberarse ele la cegue­
ra impuesta por su trasrorno, enfatizando así el horror de la locura y
las funestas consecuencias del fanatismo.
NARRADOR: VIAS ALTERNATIVAS
HISTORIAS IPICAS El p otencial inherente a los extremistas divin os,
corruptos o independientes con facultades de nivel cinco
En una historia épica se eliminan todas las barreras y se aumenta es en verdad extraordinario y puede generar estupendas
lo que hay en j uego dentro ele la crónica, sin perder de vista al extre­ pa rtidas ele Cazador. Pero si bien sobrevivir lo suficiente
mista y su principal obj etivo. Esta historia quizá precise varios capítu­
para obtener un elevado valor ele Virtud ya es toda una
los (sesiones de ju ego) y exija u n gran esfuerzo por parte ele todos los
proeza, conseguir un poder tan sobrecogedor supone una
cazadores, pero promete fantásticas recompensas. La clave ele una
labor hercúlea. A tus jugadores quizá no les interese con­
h istoria épica consiste en hacer que gire en torno al último y más
ducir a sus personajes en esa dirección. Según las reglas
importante hito ele la empresa del extrem ista.
del juego, alcanzar la cúspide del poder exige que la
Volvamos a Caro! Mci ntyre . Su hi storia final se centra en su
"carrera del personaje siga una trayectoria determinada
"

creencia ele que todas las en fermedades tienen un origen sobrenatu­


en la que obtendrá facultades concretas. Deberá seguir
ral. El Narrador decide enfrentarla a un virus sobrenatural, que ella
su senda ele credo y tendrá que emplear todos sus pun­
cree la fuente ele todos los monstruos, y es una amenaza que puede
tos de Virtud a esa vocación. El jugador ele un Redentor
erradicar ele una vez por todas. Estructuremos ahora una historia
deberá in vertir toda la M isericordia ele su personaje en
gratificante con esa premisa.
Redención y consegu ir sus facultades, por ejemplo, en
Supongamos que una virulenta enfermedad se propaga entre
vez de gastar Misericordia alguna para obtener poderes
los vecinos ele Caro! y sus aliados. Este virus es resistente a todo
ele Inocencia o Martirio. "Apartarse" ele la senda niega al
tratamiento y algunas de sus víctimas vuelven a alzarse en forma de
personaje las mayores facultades que están a s u disposi­
ca dáveres ambulantes. El primer capítulo ele la historia imp lica que
ción, las de nivel cuatro y ahora las ele nivel cinco.
Caro! y los cazadores se enfrenten a los zombis, comprendan que
¿Qué ocurre si, aun así, quieres contar alguna histo­
hay un virus implicado y siga n su rastro hasta dar con una secta que
ria acerca ele personajes con poderes milagrosos y no se
adora la muerte e infecta a la gente cleliberaclamente. En el siguiente
aviene ninguno ele los jugadores? Los jugadores han gas­
capítulo, los cazadores descubren que la secta está muy extendida y
tado puntos ele Virtud primaria en distintas sendas de
la persiguen por todo el país para encontrar a su líder. Éste es un
credo. O quizá seguir un camino tan estricto hacia el
goberna dor de los Estados Unidos que está poseído por un podero­
poder les parezca demasiado restrictivo. En ese caso, haz
so fantasma, una criatura que pretende infectar al mundo entero.
caso omiso ele la norma que dice que un personaje ha de
Cuando los cazadores se libran por fin ele los segu idores del sena­
tener una facultad de nivel cuatro en su senda de credo y
dor, Caro! consigue exorcizar al fantasma y destruir el virus .. pero .
un valor ele Virtud primaria ele 10 para consegu ir una
sacrifica su vida en el intento.
Ésa es una historia épica y satisfactoria. Alcanza graneles cotas, facultad de nivel cinco. Quizá no necesite más que una
Virtud de 10, con un am pl io abanico ele facultades. Es la
tiene importantes repercusiones y deja a los cazadores supervivientes
Virtud 10 lo que impone tantos trastornos al cazador, a
con un punto ele vista distinto ele las cosas. Han conseguido mucho.
fin de cuentas . Si está igual ele chiflado que cualquier
Va a resulrarles difícil volver a abatir tambaleantes ··comunes'' en ce­
estricto seguidor ele su credo, ¿por qué no van a poder
menterios de pueblo Pero sin el apoyo ele Caro!, ¿qué otra cosa pue­
.

conseguir ambos las mismas habilida des?


den hacer' Como poco, a los supervivientes les queda la alentadora
De modo que siéntete libre de invitar a los persona­
certeza de que los cazadores pueden cambiar el mundo.
jes a conseguir facultades ele nivel cinco (o impón esos
poderes a los cazadores) en cuanto sus Virtudes lleguen
HISTORIAS TRAGICAS
a 10. Tanto si el cazador tiene cuatro facultades ele una
Cazador es un juego de horror, y muchas historias ele horror misma senda de credo como toda una gama de distintas
terminan mal. El cazador extremista es un lunático. Algunos sirven a facultades, a ti re es igual. Lo que importa es narrar histo­
poderes sobrenaturales. Cabe la pos ibilidad incluso ele que, debido a rias apasionantes, y permitir que los imbuidos tomen el
la locura y la confusión del personaje, su búsqueda ele un desastroso ca mino recto, el ca m i no torcido o que encuentren su pro­
giro. Quizá tome un a decisión espantosa o decida que ha ele pio camino dará pie a estupendas narraciones.
emprenclerse alguna acción abominable por el bien de la empresa. El
extremista podría liderar una cruzada contra un enemigo que ni si-
En este tipo ele final, los aliados de Caro! podrían encontrarse con que poder actuar en el mundo. Puede que el cazador disponga de una
un ghoul que trabaje de día en el hospital de la zona. Caro! se toma el tirada ele Fuerza de Voluntad para resistirse a esta resignación absoluta,
descubrimiento con la prueba definitiva de que el hospital es un foco pero el demonio jamás ceja en su empeño y con el tiempo conseguirá
de virus sobrenaturales. Seguro que el ghoul ha estado desarrollando lo que se propone. Quizá el último recurso del cazador sea activar su
pestes para su amo no-muerto en el laboratorio del hospital. Invesligan­ segunda visión, aislar a su poseedor siquiera por un instante y aprove­
clo, Caro! descubre que el hospital está abarrotado de enfermos, lo que char esa oportunidad para quitarse la vicia en muela penitencia o con un
era ele esperar. Sin embargo, eso le indica que todos los ocupantes del gran juego ele luces. Si fracasa, el demonio se adueñará de su cuerpo y
edificio están mancillados, que hay que destruir el hospital entero. Cuan­ probablemente se convierta en uno de los principales antagonistas de
do sus preocupados aliados intentan hacerle entrar en razón, ella com­ los restantes cazadores ele la crónica. Este personaje puede representar­
prende que todos han sido corrompidos y se libra ele ellos. Caro! asalta se empleando las reglas de Demonio: La Caída.
el hospital, asesinando a pacientes y médicos por igual. Sus antiguos Independiente: Estos cazadores están a merced de sus trastornos, y
amigos deberán detenerla antes ele que mueran más inocentes. se empujan ellos solos hacia la consecución ele sus objetivos, quizá más

Las historias trágicas tienen su intríngulis, sobre todo cuando el que ningún otro extremista. El valor ele Fuerza ele Voluntad del cazador
independiente es lamenrablemenre bajo, lo que no se presta a que pueda
personaje principal -el extremista- probablemente asuma el papel
controlar con faciliclacl sus desquiciados impulsos. Por si eso fuera poco,
de antagonista ele los demás personajes jugadores. Por tanto quizá pre­
el cazador padece compulsiones inspiradas por su Vittud primaria a las
fieras proponer este tipo de clímax antes ele abordarlo para asegurarte
que no puede resislirse. Hacia el último acto ele la función, el cazador
que el jugador y los demás componentes del grupo se sienten cómodos
podría estar conu·olado completamente por sus trastornos e impulsos,
con esa clase de final. También puedes atenuar la tragedia concediendo
que lo empujarán hacia un enfrentamiento final con lo sobrenaturJI al
pequeñas victorias a cambio ele una gran derrota. En la historia pro­
que no es probable que sobreviva. Empero, esa entrega absolua
t define
puesta, Carol podría descubrir que algunos vampiros están robando las
su vida y dota ele su significado su muerte y su misma existencia.
reservas de sangre del hospital, motivo por el que tienen a un ghoul
trabajando allí. Caro! no alcanzará la gran victoria liberadora que busca,
pero denunciará el robo de sangre antes de ser destruida.
Encontrarás más consejos sobre cómo dirigir historias trágicas en EXTREMISTAS DESTACADOS
el apartado "Narrativa trágica" del Manual del Narrador de Cazador.
Los cazadores que presentamos a continuación comenzaron igual
MUERTE Y PRINCIPIO que tantos otros imbuidos, aterrados, confusos y aislados. Pero cuan­
do lograron sobrevivir a repetidos encuentros con seres inhumanos,
Es bastante posible que el jugador de un extremista, que habrá
adquirieron poder sobre esas criaturas y encontraron solaz en la per­
alzado a su personaje de unos modestos orígenes a su inimaginable
secución ele empeño personal contra lo sobrenatural. Quizá las criatu­
final, se sienta complacido con la pasión ele su cazador. Una crónica ras ele la noche les hayan arrebatado sus antiguas vidas, pero dejarán
con un final grarificante podría encajar con el auge de su personaje, y huella en sus opresores. Con el tiempo, no obstante, la presión y las
su creación desempeñará un papel fundamental en esta última cace­
exigencias de estas empresas les pasaron factura y erosionaron su
ría. Puede que todos los jugadores te den palmaditas en la espalda y cordura. Sí, consiguieron importantes victOrias sobre el otro bando,
te digan que se lo han pasado ele miedo, y que el jugador sin perso­ pero ¿a qué precio� Ahora estos imbuidos sobreviven, siguen persi­
naje se disponga presto a presentar uno nuevo en rus partidas. guiendo sus planes, pero a menudo en medio de una nube de locura,
Sin embargo, a algunos jugadores les cuesta perder a sus perso­ y con repercusiones para los monstruos, la gente corriente y los ele­
najes. Quizá quieran seguir jugando con poderosos extremistas, a toda más cazadores. Como Narrador, puedes presentar a estos personajes
costa, y se irriten o molesten si sugieres que habría que jubilar a su en tu crónica como aliados o adversarios de los cazadores.
personaje. Por suerte, la misma naturaleza del extremista re ayudará a
poner punto y final a la historia del cazador. Es casi imposible que
uno de estos personajes no se pase ele la raya en una historia final.
IBRAHIM NASIR
Las sugerencias que proponemos a continuación pretenden ayu­ En u n principio, Ibrahim N asir tomó la decisión ele convenirse al
dar a determinar el destino final de un extremista, esperamos que de Islam como algo político, no espiritual. Su trabajo como activista a
forma satisfactoria. Es importante que no te limites a decretar la muer­ favor de los derechos de los afroamericanos era su pasión, pero esta­
te de un cazador, ni que arrebates el control del personaje a su juga­ ba solo. Abrazar el Islam, cambiarse ele nombre, unirse a la Federa­
dor. Así no se lo pasará bien nadie. Sé justo y deja que sean los ción Musulmana . . . decisiones todas ellas prácticas y meditadas. La
jugadores quienes tomen las decisiones. . . pero no permitas que pa­ religión no tenía nada que ver.
sen por alto la insoportable tensión que sufren sus personajes. Pero ya antes ele su exaltación, Nasir empezó a darse cuenta de
Divino: A los Ministros les trae sin cuidado que su esbirro muera que su decisión no era tan calculada como pensaba. El Islam apeló a
en el cumplimiento de su deber. Solo les importa que lo cié todo de sí algo que había en su interior. .. un ansia de fe, de formar parte de una
y que haga su voluntad para eliminar la amenaza sobrenatural que se gran comunidad. Con el paso del tiempo, pasó de ser un pragmático
cierne sobre el mundo. Los mensajes y las visiones que envían lo activista político a convertirse en apasionado defensor del Islam den­
motivan a seguir adelante con su misión, sin darle tiempo a recupe­ tro de la comunidad afroamericana.
rarse de sus heridas o recobrar el juicio. Añádase a esto la irresistible Su exaltación no logró sino alentarlo. Nasir pronto se erigió en
compulsión del trastorno del cazador y el extremista tendrá poco en líder y voz importante de los imbuidos ele Atlanta, dándolo todo por
lo que pensar aparte de su vocación. En un último y dramático giro, el lo que él consideraba la obra de Alá. Gracias a sus contactos y maqui­
poder ilimitado de los Ministros podría consumir por completo al naciones, los cazadores de Atlanta consiguieron protección legal, co­
extremista, reduciéndolo a mera energía y cenizas. ordinación y recursos. Y si Nasir apovaba más a los cazadores
Corrupto: Lo infernal intenta constantemente debilitar y corrom­ afroamericanos que a los de otras etnias ... en fin, era justo. Alguien
per al cazador poseído por un demonio, animándolo u obligándolo a tenía que echar una mano a personas como Tyrone Bellemy, cazador
realizar actos abominables. Cuando el cazador llegue a la última escena encarcelado por un sistema jurídico parcial. .. un sistema corrupto y
de su historia, quizá esté agotado y falto de Fuerza ele Voluntad. Es comrolaclo por lo sobrenatural. asir lo dio todo por la Federación
entonces cuando ataca el demonio, en un intento por barrer el alma del Musulmana y los Imbuidos, y empezó a creer que el éxito y una edad
cazador y poseerlo por completo, consiguiendo así un cuerpo con el de oro se encontraban a la vuelta de la esquina.
Como Arreglaclor l l l Coaler era un conocido -e impopular­
" ,

colistero ele hunter-net. Decía lo que pensaba y le importaban un


bledo las normas, la etiqueta o los modales. No pensaba que nada de
eso valiera un caraja en la vida real en un mundo saturado ele mons­
,

truos. Terminó pasándose ele la raya cuando publ icó los nombres y
detalles ele otros cazadores ele la lista, imbuidos que lo "incomoda­
ban". Testigol lo expulsó de la lista, y Coalcr ha perd ido el contacto
con el grueso de la comunidad imbuida.
Al principio, le pareció estupendo. De todos moclos, ¿para qué
necesitaba a esos gilipollas? Pero solo, Coaler no era rival para los
monstruos con que se cruzaba. Volvió al trabajo de mierda que había
dejado ele lado e intentó hu ir, pero Annabelle lo encontró. Annabelle
era un vampiro que sentía predilección por las atrocidades refinadas ,
se aclueiló ele Coaler aprovechando su debilidad y lo convirtió en su
esclavo. Coaler pasó meses siendo la maltrata da mascot a de la
chupasangres y fue obligado a degradarse para divertirla.
Luego lo rescató Vassago.
Cuando el monstruo se introdujo en su mente y le hizo una
oferta, Coaler no se lo pensó dos veces. Con ayuda del demonio,
escapó de Annabelle. Volvía a ser libre ... pero en realidad solo había
cambiado ele dueno.
Sin recuperarse de las cicatrices emocionales y psíquicas ele su
tortura-cicatrices que quizá haya soporrado durante toda su frustra­
da existencia- Coaler solo busca venganza. Quiere vengarse ele los
Eso fue antes del once de septiembre de 2001. monstruos, pero sobre todo, quiere vengarse de los imbuidos. Arries­
De repente los Estados Unidos se volvieron menos cordiales para ga la vida una y otra vez, ¿y cómo se lo agradecen los capullos ele
con los musul manes , ya fueran éstos negros o de origen :írabe. Las hunter n e¡? Abandonándolo para que sea el pen·o de un vampiro .
-

amistades de Ibrahim recelaban de los desconocidos, sus contactos se Ahora Coaler recorre los Estados Unidos, viviendo como un por­
volvieron distantes. Incluso los imbuidos, los cazadores por los que diosero. Vassago -la fuerza demoníaca que él llama "jefe - lo guía

tanto había luchado, mantenían las distancias, siempre en busca de para encontrar vampiros y cazadores todo para que Coaler destruya a
,

indicios ele traición. los vampiros que le recuerdan a Annabelle, y a los colisteros ele hunter­
Nasir se negaba a permitir que la desconfianza y el estrés hicieran nct que lo traicionaron. A cambio. el Jefe pide los servicios de Coaler
mella en él y se volcó todavía más en su vocación. Trabajó sin descanso para combatir a sus enemigos y proteger sus intereses. También in­
para proteger a los imbuidos de la zona -sin recibir efusivas muestras tenta obligar a Coaler a cometer flagrantes asesinatos y atrocidades, lo
de agradecimiento por ello- y para mejorar la imagen del Islam en la que sea con tal ele socavar su voluntad para que Vassago pueda po­
comunidad. L a presión y la falta ele sueno no tardaron en pasarle factu­ seer su cuerpo permanentemente.
ra, y la mente de Nasir se resintió. Arremetió contra los miembros de Al principio, a Coaler le pareció un trato justo. Él tenía su ven­
otra federación y denunció una vendetta de la sociedad contra los ne­ ganza, se cargaba vampiros y mariquitas por igual, y los asesinatos
gros y musulmanes. La gente dejó ele devolverle las llamadas. que le encargaba el Jefe tampoco le suponían ningún problema . Pero
Luego Nasir empezó a soñar con Nate Altman, un reo ele color ele paulatinamente, john ha empezado a rebelarse contra su nuevo amo.
Misisipí condenado por asesinato. Alentado por unos sueños que le
,
Hasta un hijoputa sin escrúpu los como él tiene un límite, y el demo­
hablaban ele la importancia ele Altman, Nasir se obsesionó con la idea nio no deja de intentar que lo cruce . Pero lo más importante es que
ele rescatarlo. Al final, el cazador lo arrojó todo por la borda -su
carrera, su li bertad y su cordura- para liberar a Altman.
Tras su arrebato, con la vida arruinada, Nasir creyó que el Profeta
lo visitaba en un suei'lo. I Iabía sido elegido para gobernar, y eso era
lo que debía hacer. El Islam estaba si endo atacado y necesitaba un
paladín, alguien que repeliera la oscuridad que aspiraba a apagar la
luz de la fe. Nasir se despertó obsesion ado por un solo propós ito y
con el poder necesario para que la gente escuchara y creyera.
Nasir es aún un fugitivo, perseguido por el FBI por su panicipación
en la fuga ele Altman. Viaja ele un piso franco a otro, cobijado por radica­
les islámicos, y predica su nuevo evangelio, su verdad acerca del mundo.
La fuerza maligna que amenaza al Islam, cree, es la misma que ha mante­
nido oprimido a su pueblo durante siglos, la misma raza que dirige las
instituciones que mantienen a su gente enferma, rota y derrotada.
Pronto, cree Nasir, su ejército se alzará conrra las tinieblas . Ten­
drán las armas, la voluntad y el poder. Y, dice, contarán con la bendi­
ción del Creador.

JDHN CDALER, ALIAS ARREGLADDR111


En toda su vida, nadie hizo una mierda por john Coaler. Ni su
familia , ni sus empleados,
ni mucho menos los condenados imbuidos.
Coaler empieza a darse cuenta de que asesinar imbuidos no lo satisfa­ para toparse con un monstruo que estaba raptando a sus hijos . . . una
ce. �o llena el 1·acío que hay en su interior. criatura que se deshizo de ella como si fuese una muñeca de trapo.
De momento, Coaler sigue haciendo la voluntad del Jefe y con­ Cuando recuperó el conocimiento en el hospital, su marido, Michael,
tinúa su 1·endeua personal, pero cada nuevo asesinato lo acerca un le elijo que su casa había ardido hasta los cimientos y que Ethan, Aber y
poco más al desafío. Con suerte, esa resistencia podría prender la Chloe habían perecido en el incendio. Pero !llary Ellen no estaba dis­
chispa de la rebelión ames ele que \'assago demre toda su alma. puesta a aceptar aquello. Era imposible. y en 1·ez de considerar siquiera
la posibilidad, recibió la locurd con los brazos abienos.
PERFIL �lary Ellen dejó atrás su antigua vida -su esposo, su trabajo, su
estilo ele vida y su cordura- y se entregó a la búsqueda ele sus hijos.
Atributos: Fuerza ( Grande) 4, Destreza 2, Resistencia ([)uro) 4 ,
Siguió sin descanso cada pista, cada indicio, aun aquellos que solo
Carisma 2, Manipulación 2, Apariencia 2, Percepción 3, Inteligencia 2 ,
existían en su desquiciada mente. La guerra con lo sobrenatural
quedó
Astucia (ingenio) 4
relegada a un segundo plano, enterrada por su obsesi<ín. Los demás
Habilidades: Ale rra 2, Armas de Fuego 3, Callejeo 3, Conducir 2,
monstruos no contaban cuando sus hijos seguían estando ahí fuera .
Demoliciones I , Esquivar 2, Informática 1, Intimidación ( matón) 4,
Los aliados ele Marv Ellen empezaron a tenerla por una psicópata
Pelea ( uppercuts) 4, Pericias 2, Poderío 3, Seguridad 1, Sigilo 1, Sub­
peligrosa. Tenía a los demás imbuidos por necios que intentaban fre­
terfugio 3. Supervivencia 3
nar el caos absoluto. También empezó a albergar cada vez más sospe­
Trasfondos: Gracia bajo presión 3, Voluntad ele hierro 2. Patrón
chas acerca de los motivos que había detrás ele la exaltación y las
5, '-ler�·ios ele Ace ro 3
,·erclacleras intenciones ele los �lensajeros. Si esos seres realmeme
Facultades: ( Defensa) Protege, Rejuvenece. �larca, Campeón,
querían combatir el mal, ¿por qué ocultaban tantas cosas a los elegi­
Canaliza
dos? ¿Por qué no se limitaban a decirle dónde estaban sus hijos en vez
Visión: 1 , Celo: 1 O. Convicción: 5. Fuerza de Voluntad: )
ele orquestar estúpidas funciones ele títeres? La ca7A1 y los t\lensajeros
Trastornos: Trastorno antisocial ele la personalidad, Agresi1·o com­
eran una memira. no significaban nada para una mujer cuyo mundo
pulsi,·o, .'-1aníaco-clepresivo, Trastorno de estrés post-traumático
giraba en torno a una sola idea: encontrar a ms
i hijos.
Hicieron falta meses de búsqueda, meses que acercaron a Mary
MARY ELLEN KRAMER Ellen al abismo cada 1·ez más, hasta que al fin descubrió la verdad.

Cna mujer flacucha, sucia y cubierta de harapos recorre Jo Esta­ Sus hijos seguían con 1·ida, y jamás volvería a verlos. Su marido, Michael,
el padre ele sus hijos, se los había entregado a los monstruos, a unas
De vez en cuando, se
dos Unidos siguiendo sus erráticos impulsos.
cruza con algún grupo de imbuidos y los ayuda a enfrentarse a lo criaturas que afirmaban estar más unidos a ellos que ella misma. El

sobrenatural. Pero ella sabe que estos coquetos son una mera distrac­ mismo hombre que un día amara la había destruido. Sus hijos nunca

ción, un simple entremés, y en ocasiones habla ele la verdadera re­ habían sido suyos. Siempre habían pertenecido a las tinieblas. Y los
presentación a quienes estén dispuestos a escuchar. :\llel/sajeros babían permitido que owrriera.

Mary Ellen sabe la verdad: Los Mensajeros son el enemigo. Aquel la revelación debería haber acabado con M�uy Ellen. Qui­
No siempre pensó así. Algunos días, rodada recuerda su exalta­ zá lo hizo. Su mente saltó en pedazos, pero en su locura descubrió
ción, cuando aún estaba ciega. Como una marioneta, se enfrentó a los un nuevo objeti1·o contra el que dirigir la venganza que anhelaba:

monstruos que infestaban su comunidad. Embistió molinos ele viento y los !llensajeros. Los misteriosos ojos que desde el cielo modan tos
gozó ele algunas discretas 1·ictorias. Hasta que una noche 1·olvió a casa hilos y se reían mientras los niños se convertían en sombras. En su
locura, la rabia ardió en el interior de !llar-y Ellen y descubrió la
forma ele controlarla, de desvelar los secretos de los Heraldos y
expulsar el fuego de su cuerpo.
Pronto, ese fuego la consumirá. Pronto, pero toda1·ía no. No mien­
tras le quede trabajo por hacer. Mary Ellen ya no busca a los hijos que
nunca podrían ser suyos, sino que alimenta el fuego y colabora con
otros imbuidos en sus pantomimas. A quienes quieran escuchar, quie­
nes sepan ver más allá ele su locura y el brillo de sus ojos, susurra lo
que sabe con certeza . . . les pide que co rten los hilos.

PERFIL
Atributos: Fuerza 3, Destreza 3, Resistencia ( I nfatigable) 4, Caris­
ma 3, Manipulación 2, Apariencia 2, Percepción 3, Inteligencia 3, As­
tucia 3
Habilidades: Alerta 2, Armas Cuerpo a Cuerpo 2, Atletismo 3.
Empatía 1, Esquivar 2, Interpretación 1, Intuición 3, Pelea 3, Resisten­
cia 3, Seguridad 2. Sigilo 3, Super1'i1·encia 2
Trasfondos: Contactos 3. Destino 3. Patrón 'i
Facultades: (�1artirio) Exige, Contempla; (Venganza) Atraviesa.
Sigue, :\"ubla, Potencia. Aplasta
Misericordia: 3, Celo: 1 O, Convicción: 8. Fuerza de Voluntad: 3
Trastornos: Disociación, Maníaco-depresivo, Obsesil·o/Compul­
sivo, Esquizofrenia

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