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Las Sociedades Irregulares
Las Sociedades Irregulares
INTRODUCCION
Las sociedades, como entes del intercambio comercial en nuestro País, se encuentran
debidamente reguladas por su ley de la materia, en consecuencia para poder iniciar y
efectuar sus actividades deben cumplir con los requisitos establecidos en la ley.
Pero, puede darse el caso de que dichas sociedades, no cumplan con los requisitos
estipulados por la ley, para su normal desenvolvimiento dentro del proceso productivo
y del mercado, es allí que la ley de la materia califica a estas sociedades como
irregulares y les dedica toda una sección normativa dentro de la ley general de
sociedades, que se analizara en el presente trabajo.
Así mismo es necesario indicar que para poder comprender cuando se habla de
sociedades irregulares, debemos conocer cuando y cuales son las clases de sociedades
irregulares que conoce la doctrina, por consiguiente ese será otro punto de estudio en
el presente trabajo.
Dado que al presentarse una sociedad irregular, esta va a tener efectos jurídicos, tanto
para los socios, como para con los terceros con los cuales dicha sociedad a efectuado o
mantenido relaciones orientadas al cumplimiento del objeto de la sociedad, es
necesario determinar cuales son esos efectos y cuales las consecuencias, por lo que es
tema también es materia del presente trabajo.
I. CONCEPTO.
Richard, Escuti y Romero, Citado por Zaida Osorio Ruiz[3] aseveran que “las sociedades
no constituidas regularmente... son aquellas que tentativamente han querido asumir
uno de los tipos previstos, pero cuya constitución regular ha sido frustrada por un
defecto formal cualquiera (v.gr., instrumentación, publicidad: periodística o Registral),
así como también aquellas que sin instrumentar tienen un objeto comercial o
desarrollan actividad comercial.”
La sociedades en formación son aquellas que realizan una o varias actividades antes de
haber cumplido con las formalidades propias de su inscripción es decir antes de poseer
personería jurídica.
Existen diferentes pautas propuestas por los autores (Voluntad de los socios de
formalizar la sociedad, temporalidad, etc), pero nuestra legislación societaria ha
adoptado el criterio del vencimiento de los plazos
En ese sentido los futuros socios de la sociedad en formación están obligados a cumplir
determinados plazos en el proceso de formación, así tenemos:
- 60 días para solicitar el otorgamiento de la Escritura Publica, contados desde que los
socios fundadores firmaron el Pacto Social, cuando se trata de Constitución
simultánea.
- 30 días si se trata de constitución por oferta a terceros, contados desde que la junta
general designo a los firmantes de dicha escritura.
- Inscripción en el Registro en un plazo no mayor a los 30 días desde que se otorgo la
Escritura Publica de Constitución, para cualquiera de los casos anteriores.
Constituyen aquel grupo de personas, que realizan actividad negocial sin contar con
una base instrumental de constitución (pacto social, Estatuto)o, contando con algún
documento escrito similar, sea este muy precario o no se adecue a ningún tipo
societario admitido por ley. No obstante ello, este grupo humano se desenvuelve en el
comercio, e incluso en sus relaciones internas, con espíritu y comportamiento
societario.
Por otro lado, una sociedad también es irregular cuando ha incurrido en una de las
causales previstas en el pacto social, estatuto o la ley. En consecuencia una sociedad
será irregular si continua operando vencido su plazo de duración, cuando haya
transcurrido más de 06 meses desde que perdió su pluralidad de socios, etc.
Dentro de los efectos que acarrea o trae consigo la calidad de irregular de una
sociedad y atendiendo a lo que, manifiesta Ulises Montoya Manfredi[6] podemos
indicar como efectos de la irregularidad entre otros los siguientes:
3.1. En las relaciones entre los socios, el pacto social mantiene su eficacia vinculante,
originando un primer derecho de los socios a pedir la regularización del contrato, que
no es sino una consecuencia del derecho mas general de pedir la formalización de los
actos informales.
3.2. Los socios pueden pedir su separación de la sociedad y liquidación de la cuota que
les corresponde. Este presupuesto se configura cuando la junta no accede a la
formalización o regularización o en todo caso a la solicitud de disolución. Al respecto
Elías La Rosa, citado por Zaida Osorio Ruiz[7] puntualiza que el derecho de separación
a causa de la irregularidad “... es una vía legal para que cualquier socio abandone la
sociedad irregular o de hecho, recuperando su aporte. Sin embargo, dad la naturaleza
de la situación, la ley establece, correctamente, que la separación no libera al socio de
la responsabilidad que pueda corresponderle con motivo de la irregularidad. Inclusive,
queda supeditada a ello la recuperación del aporte.”
3.3. Obligación de los socios de efectuar los aportes a los cuales se hubiesen
comprometido, los mismos que se deberán hacer en partes iguales si no se hubiese
hecho determinación en otro sentido. Es decir que deben efectuar los aportes y las
prestaciones a que se hubiesen obligado en el pacto social o acto posterior, en todo lo
que sea necesario para cumplir con el objeto social o, en caso de liquidación de la
sociedad irregular, para cumplir con las obligaciones contraídas con terceros.
3.4. En las relaciones frente a los terceros, la situación es diversa, puesto que quienes
los administradores, representantes y, en general quienes se presenten ante terceros
actuando en nombre de la sociedad irregular, son personal, solidaria e ilimitadamente
responsables por los contratos y, en general, por los actos jurídicos realizados desde
que se produjo la irregularidad. Si la irregularidad existe desde la constitución, los
socios tienen igual responsabilidad. En este sentido Manuel Alberto Torres Carrasco[8],
establece que “ todos los socios adquirirán la calidad de obligados personales,
solidarios e ilimitados si es que la irregularidad se produjo desde el momento de la
constitución; mientras que para que el socio asuma dicha condición cuando la
irregularidad se produce luego de constituida, es necesario que el socio sea la vez
administrador, representante o, en general, se haya presentado frente a los terceros
actuando a nombre de la sociedad.”
Desde el punto de vista externo, es decir, en relación a los terceros con quienes los
administradores contratan a nombre de la sociedad, estos terceros pueden considerar
validamente como representante a cualquiera de los administradores sin que pueda
oponérseles las limitaciones de la representación, salvo, desde luego, que se acredite
que los terceros tenían conocimiento de los pactos limitativos. La norma protege pues,
la buena fe, es decir, la ignorancia de tales convenios. Si el tercero conoce la verdadera
situación de la administración, no hay nada que proteger.
5.1. DISOLUCIÓN.
Tratándose de los socios, que se supone están debidamente informados del contenido
del pacto y las vicisitudes de la sociedad, la disolución surte sus efectos cualquiera sea
la forma en que tomen conocimiento de ella, sin que sea necesario cumplir formalidad
alguna.
5.2. LIQUIDACIÓN.
Si las disposiciones del pacto social, establecen un régimen mas favorable a los
terceros, como seria una liquidación mas rápida y viable que la establecida en la ley,
deben adoptarse tales disposiciones.
Aun cuando no se acepte que las sociedades irregulares tengan personalidad jurídica,
su existencia de hecho y su actividad justifica que se tienda a proteger a quienes
contrataron de buena fe con la sociedad, reputándola como constituida.
La Ley General de Sociedades No. 26887, trata a las sociedades irregulares en el LIBRO
IV: Normas Complementarias. Sección Quinta: Sociedades Irregulares, artículos del 423
al 432, que a continuación se analizaran de forma sucinta.
El derecho de separación a causa de la irregularidad es una vía legal para que cualquier
socio abandone la sociedad irregular o de hecho, recuperando su aporte.
Los efectos de la regularización rigen ex nunc, pues por los contratos y actos
celebrados con anterioridad responde no sólo el patrimonio de la sociedad, sino
también el patrimonio personal de los socios y los administradores. El contraste de los
efectos de un estado a otro, se puede apreciar con mayor claridad cuando quien se
regulariza es una sociedad anónima irregular, pues es a partir de su regularización, que
sus socios y administradores gozarán del beneficio de la responsabilidad limitada.
De acuerdo al art. 163º del Reglamento del Registro de Sociedades aprobado mediante
Resolución del Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nºº 200-2001-
SUNARP-SN, la inscripción de la resolución firme que ordene la regularización de las
sociedades no inscritas, se efectuará en mérito del parte judicial correspondiente, así
como de la escritura pública de constitución.
Según el art. 162º del citado Reglamento del Registro de Sociedades, la regularización
de las sociedades con irregularidad sobreviniente se inscribe en virtud o en mérito del
acuerdo del órgano social competente adoptado con las formalidades y requisitos de la
Ley y del Reglamento.
Esto quiere decir que en nuestro sistema así como en aquellos en los que se exige el
cumplimiento de la inscripción en el Registro se identifica la inscripción de la sociedad
con la partida de nacimiento de la persona jurídica, tal es el caso de la Ley de
Sociedades Anónimas de España, Ley 1564 de 1989, cuyo art. 7º prescribe que con la
inscripción la sociedad anónima adquirirá personalidad jurídica.
Apoyándose en lo dispuesto por la Ley, un sector de la doctrina considera que las
sociedades irregulares de origen no tienen personalidad jurídica por no encontrarse
inscritas, así se pronuncian autores como el español Joaquín Garrigues y el peruano
Elías Laroza, por citar algunos ejemplos:
El Doctor Paz – Ares señala “las sociedades irregulares poseen una personalidad
jurídica limitada, restringida en el sentido que pueda realizar actos con terceros.
Empero, dicha personalidad limitada puede ampliarse con la inscripción, hecho que
producirá la plenitud de la personalidad jurídica del tipo social”.
En tanto que Gonzalo Mercado Neumann sostiene que “Si se reconoce aptitud legal a
la sociedad irregular para realizar externamente actos con terceros, respondiendo con
el patrimonio social de las consecuencias de su actuación en el tráfico, es porque la
sociedad irregular tiene una personalidad jurídica imperfecta, limitada o básica en
contraposición de la personalidad jurídica plena y completa que surge de la
inscripción...En síntesis, se puede afirmar que la sociedad irregular posee un grado de
subjetivización jurídica con entidad suficiente para ser parte activa y pasiva de
relaciones con terceros, respondiendo de su actuación en el tráfico.”
CONCLUSIONES
La ley general de Sociedades, de una u otra manera protege a las personas que
contratan o mantienen relaciones con las sociedades irregulares, a fin de que no se
vean perjudicados por los actos realizados por dichas sociedades, teniendo bien
marcadas las responsabilidades a las que están sujetas dichas sociedades.