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Por varias razones, cada caminante vive y aprovecha este retiro en forma
diferente. Por una parte, aunque cada día Jesús nos toca la puerta para
entrar a nuestras vidas y quedarse con nosotros, depende de nosotros,
de nuestras dudas, nuestras expectativas y nuestra disponibilidad,
cuándo y cómo decidimos aceptar su invitación y abrirle puerta. Por otra
parte, Dios tiene un plan diferente para cada persona y Él decide cuando
actuar en el corazón de cada caminante. Es decir, como no sabemos en
qué momento va a actuar el Espíritu Santo, ni tampoco se puede predecir
en qué momento se va a abrir cada persona, ese encuentro íntimo y
personal con Dios se puede dar de diferentes maneras y en diferentes
momentos del retiro o después del retiro. Lo que sí es seguro, es que
nadie pierde y todos ganan. Unos más que otros, pero todos ganan.
El propósito principal del retiro es comprender y experimentar que
Jesucristo siempre camina a nuestro lado. Por mucha tristeza o dolor que
sintamos, por muy dura que sea nuestra vida, Él está siempre ahí
acompañándonos, aunque nosotros no nos demos cuenta de su
presencia. Somos nosotros quienes no lo reconocemos. Pero cuando
logramos sentir Su amor, ¡no hay emoción más impresionante que esa!
Los recuerdos del retiro se quedan en el corazón por mucho tiempo y nos
sirven de empuje para iniciar el camino de peregrinaje para alcanzar
nuestros propósitos. La buena noticia es, que la parroquia que organizó
el retiro, luego realiza reuniones semanales para darle una continuidad a
lo vivido en ese fin de semana, así como reuniones de formación para
aquellas personas que desean servir en futuros retiros.
2. ¿Quién puede participar en estos retiros?
Hay retiros para hombres, retiros para mujeres, retiros para adolescentes
y retiros para personas religiosas, pero cada uno se realiza por separado,
en forma independiente.
Los retiros están aprobados por la Iglesia Católica, pero no los organiza
ninguna congregación religiosa en particular. Bajo la supervisión de un
sacerdote, los laicos de una parroquia se entrenan y organizan estos
retiros. Es decir, que, aunque es un retiro de laicos para laicos, cuenta
con el acompañamiento espiritual del sacerdote de la parroquia. De
hecho, los retiros de Emaús se consideran como un ministerio o un
apostolado parroquial, de acuerdo con el movimiento de la nueva
evangelización que involucra a los laicos en la Iglesia.
7. Bibliografía y Videos
Minet Aceti
minetaceti@gmail.com