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Los textos académicos

Los textos académicos son elaboraciones intelectuales que abordan un tema particular o profundizan en él, y
lo hacen de una manera formal. El ámbito donde se emplean los textos académicos es la academia, es decir,
aquellos espacios donde se adquiere y difunde conocimiento formal sobre determinada disciplina. Es durante
los procesos de enseñanza y aprendizaje que se elaboran los textos académicos. Ello se hace con el objetivo
de comunicar, difundir e intercambiar conocimiento, así como discutir acerca de este. Los autores de este tipo
de textos suelen ser estudiantes, profesores e investigadores.

Características
Si hay algo que caracteriza a un texto académico es que este es el resultado de la realización de un trabajo
intelectual llevado a cabo sistemáticamente. Para su creación, no bastará con las ideas que nosotros
podamos tener acerca del tema sobre el cual queremos escribir, sino que necesariamente tendremos que
consultar diversas fuentes . Producto de la consulta de dichas fuentes , las cuales deben ser confiables y
académicas, es muy probable que tengamos que presentar opiniones de los distintos autores a los que
hayamos leído. Ahora bien, nuestro trabajo no consistirá únicamente en la presentación de dichas opiniones,
sino que tendremos que sustentarlas de la manera más razonable y rigurosa posible.

Es así que para la creación de este tipo de textos necesitaremos, además de contar con información para el
desarrollo de nuestro tema, poner en prácticas ciertas habilidades discursivas tales como la síntesis, el
análisis, la evaluación y, especialmente, la argumentación. A continuación, sintetizamos las características que
debe reunir todo texto académico.

Estructura
En líneas generales, los textos académicos suelen compartir la misma estructura, con algunas diferencias
según la tipología a la que correspondan y sobre la cual trataremos en el siguiente acápite. A continuación,
presentamos las partes que conforman la estructura de un texto académico y el orden en el cual se presentan.

Introducción
En la introducción, el autor presenta el tema sobre el cual va a tratar, hace su declaración de intenciones,
etcétera. Es a partir de esta primera parte del documento que el lector se forma una idea del texto que tiene
en las manos y puede decidir si le interesa o no, si debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo
general, esta parte es la última que se redacta, pues en ella decimos sobre qué vamos a hablar. Por tanto,
para hacerlo correctamente, será necesario que tengamos nuestro texto terminado.

Cuerpo
En el cuerpo, el autor desarrolla propiamente el tema; para este desarrollo, se vale de la información que ha
obtenido de las distintas fuentes que ha consultado. No solo expone lo hallado en las fuentes, sino que trabaja
esa información, ya sea comparando posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones,
etcétera. Es aquí donde el lector podrá encontrar el desarrollo del núcleo argumental de la exposición.

Cierre
En el cierre, el autor presenta las conclusiones a las que ha arribado en su trabajo. Asimismo, puede
presentar recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se dejan sentados los resultados de los
análisis que se hayan hecho y es donde se consignan los conocimientos nuevos a los que se haya podido
llegar en la investigación realizada. Ya que esta parte representa, en alguna medida, un balance de la
investigación, podrían también dejarse abiertos nuevos temas que desarrollar en un futuro.
Tipología
Los textos académicos pueden tener objetivos diferentes, pueden presentar características particulares, así
como pueden necesitar extensiones diferentes para exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir.
Es en vista de esto que existen diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también
distintas. Se consideran textos académicos a los siguientes documentos:

‒ El resumen

‒ El informe

‒ La reseña

‒ El ensayo

‒ La monografía

‒ La tesis

‒ El libro

En nuestro curso, solo abordaremos los cuatro primeros, es decir, el resumen, el informe, la reseña y el
ensayo, ya que el tratamiento de los otros tres corresponde hacerlo propiamente en un curso de Metodología
o Seminario de Investigación.

El resumen
El resumen es un documento en el que se trata de reducir el tamaño de una redacción más extensa. Para
elaborar un buen resumen, será necesario que hayamos comprendido plenamente el texto que vamos a
resumir, así como que expresemos su contenido con nuestras propias palabras, a la vez que ordenamos la
información según nuestro propio criterio. Es decir, no tenemos por qué seguir al pie de la letra la estructura
que el autor del texto leído maneja. Nosotros podemos y debemos recrear esa estructura mediante la
agrupación de los conceptos que el texto presenta. No perdamos de vista que aun cuando para redactar el
resumen lo hagamos empleando nuestras propias palabras, debemos cuidar de hacer uso del lenguaje formal,
tal como lo exige la redacción de todo texto académico.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen resumen:

‒ Consignemos los datos bibliográficos del documento que resumamos.

‒ Descubramos la idea principal de cada párrafo.

‒ Eliminemos el material secundario: los ejemplos, las aclaraciones, las digresiones, las citas textuales,
etcétera. El objetivo del resumen es precisar la idea del texto, no generalizarla.
‒ Prescindamos de la información redundante.

‒ Agrupemos aquello que tenga características comunes y que pueda identificarse con un mismo término.

‒ Expongamos las ideas por orden de importancia, desde la troncal a las secundarias, aunque el autor haya
seguido otro orden.

‒ Respetemos la terminología empleada por el autor del texto, sobre todo si el resumen es para que lo lea
otra persona.

‒ No incluyamos ningún dato o información que no esté en el original. Tampoco añadamos opiniones
personales.

El informe
El informe es un documento que pertenece a los textos de tipo expositivo o informativo. En él, se expone
algún aspecto de la realidad de la manera más objetiva y veraz posible. Podemos elaborar un informe sobre
algún evento o sobre algún proceso que hayamos observado, así como sobre alguna lectura que hayamos
realizado.

El informe suele presentar la siguiente estructura: introducción, cuerpo y cierre. En la introducción, se


consigna el tema sobre el cual versa el informe, así como el objetivo u objetivos que este tiene. La
introducción puede estar compuesta por un único párrafo. En el cuerpo, se hace un análisis objetivo de los
hechos, procesos, datos o ideas importantes que hayamos recogido de nuestra observación de algún hecho o
de la lectura que hayamos realizado. Y, finalmente, en el cierre, quien elabora el informe, presenta
comentarios, críticas, sugerencias, recomendaciones o alternativas de solución, partes que si bien son de
carácter personal deben estar debidamente justificadas. Es decir, el cierre del informe no debe reducirse a
hacer únicamente una síntesis de lo expuesto.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen informe:

‒ Contemos con un registro de datos de lo observado, ya que la redacción del informe se basará en dichos
datos. Este registro puede hacerse mediante fichas.

‒ Los datos que registremos deberán considerar aspectos particulares de lo observado; no hagamos
anotaciones generales sobre este.
‒ Elaboremos un esquema de redacción antes de redactar el informe.
‒ Indiquemos en el esquema de redacción, de la manera más precisa posible, cuál es el objetivo del informe
y qué idea o ideas centrales expondremos en él.

La reseña
La reseña es un documento crítico; en ella evaluamos y juzgamos la información que recogemos de otras
fuentes tales como libros, artículos de revistas, enciclopedias, entrevistas, películas, videos, conferencias,
etcétera.

Existen diferentes tipos de críticas. Por ejemplo, podemos hacer una crítica de una obra literaria o un docente
puede hacer una crítica del trabajo que un alumno le presenta. Los criterios para realizar cada una de estas
críticas serán, definitivamente, distintos. En el primer caso, seguramente nos centraremos en el argumento de
la obra, en su originalidad, en el estilo y la forma literaria que presenta, etcétera. En cambio, en el segundo
caso, seguramente nos centraremos en qué tanto dominio del tema tiene el alumno, si expone sus ideas con
claridad y precisión, si realiza un adecuado trabajo de argumentación, etcétera.
¿Qué caracteriza a una reseña? Al ser la reseña un texto crítico que implica evaluación, incluirá partes
informativas así como partes argumentativas. Las partes informativas presentarán la información sobre la cual
se emitirá la crítica; las partes argumentativas presentarán los argumentos con los que sustentarán y
justificarán los comentarios, opiniones y críticas que expresemos en la reseña.

Existen diversos tipos de reseñas. Tenemos, por ejemplo, que se hacen reseñas de películas, reseñas de
libros, mediante las cuales cuestionamos la información depositada en estos materiales; este tipo de reseñas
sirven para recomendar o no su consulta. En nuestro curso, nos centraremos en la reseña académica.

Mediante la reseña académica criticamos otro texto; y el objetivo de esta crítica es cuestionar la validez de
dicha fuente de información. La elaboración de una reseña de este tipo nos permite aproximarnos a la fuente
de información como lectores activos y críticos que cuestionan la validez y el valor que puedan tener las
fuentes de información que se consulten.

Toda reseña académica debe incluir los siguientes datos:

‒ Referencia bibliográfica: la reseña debe incluir la referencia bibliográfica completa de la obra reseñada.

‒ Presentación del autor del texto que se reseña: quién es, de qué especialidad proviene, a qué se dedica
en la actualidad. Esta información puede resultarnos útil para determinar el valor de autoridad de la obra.

‒ Presentación del contexto de la obra: en esta parte, se informa a qué género pertenece la obra o dentro
de qué disciplina se encuentra, si la obra fue escrita en el marco de un proyecto de investigación, con qué
finalidad se hizo.

‒ Objetivo e hipótesis de la obra reseñada: si bien los textos no siempre presentan una hipótesis, sí que
presentan algún objetivo. Si la obra reseñada presenta hipótesis y objetivos, en la reseña, se deben
señalar ambos.

‒ Resumen de los contenidos: la reseña debe presentar una síntesis de las ideas más importantes que
desarrolla la obra reseñada; es decir, las ideas vienen a ser las afirmaciones, los datos, las opiniones y los
argumentos que aparecen en la obra. La presentación de estos contenidos pueden hacerse solo
informando sobre ellos o, además de su presentación, se pueden hacer críticas, comentarios y
evaluaciones de ellos.

‒ Comentarios críticos: mediante la crítica, la reseña evalúa qué puntos positivos o negativos tiene la
fuente reseñada; asimismo, evalúa la utilidad que esta puede tener, la validez de sus argumentos, la
pertinencia de las fuentes que se han empleado, la claridad de sus contenidos, la verdad de sus
afirmaciones, la objetividad o subjetividad con que se abordan los temas, etcétera. La crítica consiste,
entonces, en una opinión debidamente fundamentada.

El orden en el que deben aparecer estos datos puede variar, el que proponemos es el que se suele seguir. Si
decidimos variar el orden de aparición de estos datos, hagámoslo pero vigilemos que la información guarde un
orden interno.
El ensayo
El ensayo es un texto en el que su autor presenta un comentario personal o libre. En este tipo de texto, se
defiende una tesis personal, y la defensa de esta tesis personal se hace mediante un trabajo de
argumentación.
En el ensayo, se encuentran presentes las siguientes características:

‒ Suele ser de poca extensión, aunque esto es relativo. Hay ensayos de una página o menos, de cinco o
de veinte páginas a más.

‒ Su estructura es libre, en el sentido de que no tiene contenidos predefinidos, como los de una
monografía o una tesis, por ejemplo. Pero sí es cierto que, como todo texto bien estructurado, un ensayo
debe tener una parte introductoria, un cuerpo y un cierre.

‒ Los temas que se pueden abordar en un ensayo son diversos. Así, hay ensayos sobre literatura, sobre
temas periodísticos, científicos, políticos, etcétera.

‒ El estilo con que se escribe un ensayo es formal. Esto significa que la expresión debe ser cuidadosa.

‒ El tono puede ser irónico, satírico, poético, didáctico, etcétera. Ello dependerá de los propósitos con los
cuales se escribe un ensayo y de la intención comunicativa del autor.

‒ Lo usual es que el tema o la problemática no se agote en el ensayo, pues su pretensión no es el rigor


científico demostrativo. Por ello, suele haber ensayos que terminan con interrogantes nuevas que surgieron
a partir de los argumentos expuestos.

‒ Al ser el ensayo un medio de expresión con una estructura libre, la exposición debe ser, en lo posible,
amena, y esta amenidad debe prevalecer sobre el rigor sistemático que podría caracterizar a una tesis o
una monografía.

Monografía
una monografía es un texto en el que se recopilan, seleccionan, comparan, analizan y
sintetizan los componentes de un tema restringido y delimitado, con un nivel de investigación
rigurosa. A la hora de escribir una monografía, podemos adoptar distintos enfoques: a -
Recopilar información y analizar el tema elegido, reflejando diversos puntos de vista y
expresando diferentes voces. b- Abordar un tema novedoso. Usualmente, esto se realiza
cuando escribimos un trabajo monográfico de investigación. c - Contar alguna experiencia o
relatar alguna práctica profesional

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