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gremial como las fuerzas de seguridad, y propongo su análisis manera que el contrato social en la esfera pública necesita del

en paralelo a este twit del Ejército español. Remarco que este contrato sexual en la esfera privada. La nación utiliza a sus sub­
mensaje tan inflamado se lanzó en el contexto de un partido de alternas para reforzar las violencias contra ellas mismas, como la
tenis de Rafa Nadal (que es tal Rafa del mensaje). pareja utiliza a las mujeres y a las personas LGTB1 para reforzar
Ejército de Tierra O
las violencias contra nosotras mismas.
®EjercilóT»erra
A finales del siglo XIX y los primeros años del XX, en Francia
La guerra no es triste, porque levanta se desarrolló un drama jurídico-militar que sirvió de excusa para
las almas... porque nos enseña q fuera
d la Bandera, nada, ni aún la vida, el antisemitismo (de hecho, antijudaísmo) latente y ha quedado
importa. registrado como la primera gran señal de alarma de lo que estaba
Gracias Rafa
I4/8/1B 21:44
por venir durante la Segunda Guerra Mundial. El caso se inicia
416 RETWEETS 304 ME GUSTA
cuando aparece en una papelera, literalmente, una carta que infor­
ma de la inminente transmisión de secretos militares a una poten­
La promesa identitaria queda recogida en este twit: nada impor­ cia extranjera. El Ministro de Guerra francés inicia la búsqueda del
ta sino el signo que nos une, en este caso, la bandera, como nada sospechoso y lo encuentra, de manera totalmente aleatoria, en
importa más allá del signo que nos une como pareja. A través la figura del capitán Alfred Dreyfus, un francés de origen judío-
de ese signo, las diferencias que podrían confrontarnos quedan alsaciano. Tanto la acusación como la opinión pública ponen de
anuladas y solo tendremos en cuenta ese vínculo superior. Sin inmediato el acento en la identidad «inconveniente» de Dreyfus.
embargo, es una promesa ficticia, pues el grupo hegemónico En el momento en que suceden los hechos, la existencia judeo-
dentro de esa identidad (y analizo las fuerzas de seguridad como europea estaba perfectamente establecida como una identidad
tal) es quien decide cuáles son las condiciones de pertenencia. articulada en dos términos que no entraban en colisión. Ser judía 139
En este caso, la sospecha recae sobre la doble vinculación afecti­ y europea era como ser lesbiana y catalana: dos categorías que
va de los soldados musulmanes al Ejército y al Islam, algo inad­ actuaban en planos distintos. Una identidad cultural y/o religiosa
misible para el Pensamiento Monógamo. La conjugación del y una identidad nacional. Israel como estado no existía y su misma
nosotros/elios usado en el artículo pone de relieve el contrato idea no tenía grandes resonancias en la población que consideraba
racial. «Algunos soldados hacen sus preguntas» y, en ningún su adscripción nacional como europea. El caso Dreyfus supone
caso, «algunos soldados hacemos nuestras preguntas». El cons- una conmoción que no solo divide Francia sino que materializa la
tiucto soldado esta dividido aquí entre «esos soldados» y noso­ posibilidad de que la identidad judeo-europea esté articulada por
tros, que somos los que «no podemos corroborar la veracidad dos querencias incompatibles, polarizadas y excluyentes entre sí:
de la traducción que nos envían», porque el nosotros-soldado o judía o europea. Se magnifica la fractura, y no es una fractura
no habla árabe. Hay, por lo tanto, cosas más importantes que cualquiera. Theodor Herlz, el gran ideólogo del sionismo, cubrió
la bandera, diga lo que diga el community manager del Ejército. en su función de periodista el caso Dreyfus, y reconoció como
Estas jeraiquías internas reflejan y refuerzan la posicionali- este caso le había convencido de la necesidad y la urgencia de la
dad del grupo frente al exterior. La esencia del Ejército español creación de un Estado judío. La polarización, por supuesto, no
decretada por el grupo hegemónico es la cristiandad originaria, afectó solamente a las poblaciones judías. Entre la población gen­
y su opuesto binario es el Islam. Y eso se refleja tanto dentro til, mayoritaria en Europa, sembró las bases para la permisividad
como fuera, y se retroalirnenta recíprocamente, de la misma o la connivencia con el Holocausto que estaba por venir.

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