a Ja historia mientras que la tarea del historiador o
mejor del arquedlogo, sea descubrir las bases, las con-
tinuidades en el comportamiento, en el condiciona-
miento, en las relaciones de poder o en las condiciones
de existencia. Estas ‘bases se constituyeron en un mo-
mento dado, sustituyeron a otras y se perpetuaron, y.
estén actualmente escondidas bajo otras producciones
o estan asi simplemente porque se han hecho parte de
nuestro cuerpo y nuestra existencia; creo que es evi-
dente que todo esto tuvo una génesis histérica. La fun-
cién del andlisis arqueoldgico seria, en primer lugar
descubrir estas continuidades oscuras que hemos in-
corporado y, en segundo lugar, partiendo’ del estudio
de su formacién comprobar la utilidad que han tenido
y que atm hoy siguen teniendo; es decir, cémo actian
en la actual economfa de nuestras condiciones de exis-
tencia, En tercer lugar, el andlisis histérico-arqueol6-
gico permitiria ademas determinar a qué ‘sistema de
poder estan ligadas estas bases 0 continuidades y, por
consiguiente, c6mo abordarlas. Por ejemplo, en el do-
minio de la psiquiatria me parece interesante saber
cémo se instauré el saber psiquidtrico, la institucién.
psiquétrica a comienzos del siglo xIx, ver cémo todo
eso se imbricé con las relaciones econémicas. Intere-
sante 6 por lo menos ttil, al menos si queremos lu-
char ahora contra todas las instancias de normaliza-
cién. Para mi la arqueologia es eso: una tentativa his-
térico politica que no se basa en relaciones de seme-
janza entre el pasado y el presente, sino en relaciones
de continuidad y en la posibilidad de definir actual-
mente obietivos tacticos y estratégicos de lucha en fun-
cién de ellas.
Interlocutor no identificado:
Deleuze dice que usted es un poeta, pero ustéd aca-
ba de afirmar que no lo es, que Ja arqueologia no es un
171
‘
‘
:
:
|
|