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proceso mediante el cual una semilla se desarrolla dando origen a una nueva planta, esto ocurre
cuando el embrión aumenta de tamaño y se rompe la cubierta de la semilla. Para que esto ocurra
es necesario que la semilla reciba la alimentación de oxígenos, agua temperatura.
Esquema de semilla
El fruto
ESTRCUCTURA
Embrión, donde se encuentran la radícula (que originará la raíz) y la plúmula (que originará el
tallo y las hojas)
GERMINACIÓN
La germinación es el conjunto de fenómenos por los cuales el embrión, que se halla en estado de
vida latente dentro de la semilla, reanuda su crecimiento y se desarrolla para formar una plántula.
ETAPA DE GERMINACION
La primera expresión de crecimiento en la etapa de germinación corresponde a la aparición de la
radícula, la cual se convierte posteriormente en la raíz primaria o principal. En la parte alta de la
Radícula, pocos días después de ocurrida la germinación, se desarrollan entre tres y siete raíces
secundarias FIG 1
El hipocotilo, que corresponde a la parte subterránea del tallo principal, comienza a expresarse
uno a dos días después que la radícula y conduce a los cotiledones hacia arriba hasta posicionarlos
por sobre el nivel del suelo. El término de la etapa de germinación y el comienzo a su vez de la
etapa de emergencia, corresponde al momento en que el hipocotilo asoma sobre el suelo junto a
los cotiledones (Figuras 2 y 3).
PROSOPIS
Arbusto caducifolio de entre 1 y 2 metros de altura, glabro, espinoso, de ramas cortas, duras,
flexuosas, de color gris con el pasar de los años, con espinas duras de hasta 4 cm, de color
castaño. Es endémico de la estepa patagónica, crece en Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Crece en suelos áridos en el ambiente de la estepa arbustiva.
Hojas 1-yugadas, glabras, caedizas, pecíolo de entre 2 a 15 mm, raquis de 6 a 8 mm, folíolos
lineares, obtusos, de 4 a 13 mm de longitud, de 1 a 3 pares por pinna, os inferiores alternos.
Inflorescencia en racimos de 2 a 7 cm, axilares o fasciculadas, flores glabras exteriormente; pétalos
de 3 mm, vilosos en el interior. Estambres de 5 a 7 mm; ovario viloso.
El fruto es una legumbre o chaucha de color negro-rojizo, brillante en la madurez, grueso, sub
comprimido-falcado por 0,7 a 1,4 cm de ancho, con espiras muy abiertas o anular.
Florece en primavera.
El nombre común se debe al olor de las chauchas similar al del cerdo.
La escarificación de la semilla es una técnica que se lleva a cabo con el fin de acortar el tiempo de
germinación. Se trata de una abrasión de la pared exterior de la semilla (tegumento) para permitir
que el endospermo entre en contacto con el aire y el agua.
Astragulus cruckshanksii
Hojas de 4 a 11 cm con flores violáceas a azuladas, agrupadas en los extremos de las ramas. Fruto
legumbre de 1,3 a 3 x 1 a 1,2 cm, unilocular, inflada, subelipsoide, mucronulada, coriácea. Florece
en primavera.
En terrenos arenosos ,en Mendoza, San Juan y toda la Patagonia argentina, tanto en la zona
occidental como en la oriental. También en Chile.
Esta hierba se parece a la arvejilla Los caracteres identificatorios son las flores grandes, violáceas a
azuladas, que se disponen erguidas en los extremos de ramitas, y las chauchas infladas. Especie
atractiva con valor ornamental.
La Zampa
La zampa es una planta nativa que crece en nuestras bardas. Un peculiar tono gris y el follaje
densamente globoso son señas características que permiten reconocerla a la distancia. Este
arbusto ramoso que mantiene sus hojas durante todo el año, llega a alcanzar entre 0,50 y 1,5 m de
altura en estado adulto.
Es común encontrar a la zampa junto a los arbustos más característicos de la región del Monte,
como son las Jarillas, Monte Negro y Alpataco. Estas agrupaciones ofrecen al caminante atento la
posibilidad de deleitarse con diversas combinaciones de colores, brillos, texturas y formas, donde
el grisáceo de las zampas siempre aporta un sobrio atractivo.
Como todas las especies del desierto, presenta asombrosas adaptaciones evolutivas para vivir bien
con frugalidad. El ambiente donde crecen les ofrece escasa agua, vientos casi constantes y altas
diferencias térmicas. Sin embargo, estas condiciones que catalogaríamos inhóspitas, impulsan a la
zampa a desarrollar y sostener, tenazmente, su tendencia a la vida.
Si observamos con atención las formas de sus hojas, ellas nos revelarán cuál es el sentido de ese
aspecto que nos parecería en principio caprichoso. Sus hojas son pequeñas para reducir el área de
evapo-transpiración; gorditas, para acumular más agua; se pliegan desde la nervadura central y
arquean hacia atrás para generar sombras que ayuden a conservar la temperatura en verano.
Recursos que revelan inteligencia para administrar creativamente la cantidad de agua que toman
sus raíces.Hablando de raíces, aunque ocultas bajo la tierra revelan otra asombrosa estrategia de
la zampa. Como el agua no abunda, desarrolló un extenso sistema radicular que explora el suelo
mucho más allá que su proporción aérea, buscando tomar la cantidad necesaria para satisfacer sus
necesidades hídricas.
Y si por si todo eso fuera poco, toma sal de los suelos donde habita para luego secretarla por sus
hojas, que así cubiertas de cristales reflejarán de modo más eficiente la luz que les llega del sol.
Esa es la razón de las diminutas escamas de sal que cubren sus órganos. También podríamos
especular que lo hace para invitar al ganado a saborear el gusto tan especial de sus nutritivas
hojas.Florece cuando la primavera está bien avanzada. En ese momento nos encontraremos con
otro rasgo particular de la zampa: las flores femeninas y masculinas se encuentran en distintos
ejemplares. Por lo tanto en ese momento se aprecia la sutil diferencia entre los ejemplares
femeninos y los masculinos. Las flores son diminutas, para aprovechar al máximo su observación,
amerita observarlas bajo una buena lupa de botánico. Las flores masculinas, densamente
agrupadas, son esféricas y presentan una coloración que va desde el amarillo al rojizo. Las
femeninas están cubiertas por hojas membranosas, que se denominan brácteas, de color verde
grisáceo a rosado.El fruto que también está acompañado de brácteas en forma de abanico, no
supera los 3 mm.
Y para terminar, quiero decirles que pretendo a través de esta descripción, de una especie entre
cientos de nativas, sea una invitación a observar cada “yuyito” que crece en las bardas. Será una
experiencia interesante, que le permitirá advertir la diversidad inagotable que esconde esa
aparentemente monótona flora del monte.
Jarava
FICHA INFORMATIVA
En Mendoza no supera los 0,8m de altura, en zonas más húmedas pueden llegar al 1,2 m.
Hojas: Vainas glabras estriadas violáceas o amarillo pajizo; lígula membranosa pestañosa; láminas
plegadas glabras de 10-30 cm de largo.
Especie muy apetecida por el ganado a tal punto que no se la encuentra en espacios abiertos casi
siempre protegida por arbustos espinosos.