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PROGRAMA CON EL CUAL EL SEXTO AÑO DE

EDUCACIÓN BÁSICA “B” REALIZA EL


MOMENTO CÍVICO.

Entre sus notas se encierra un caudal de ternura,


porque se formó tu música con el alma nacional y
en ella se canta la libertad y nacionalidad.
1. Himno Nacional del Ecuador coreado por todos
los presentes.
Sin hechos pasados no tendríamos una historia,
una identidad, esa historia es la responsable de
nuestro presente.
2. Conferencia Alusiva a la fecha: Día del Escudo
Nacional
Lo que somos hoy proviene de los pensamientos
del ayer, y nuestro pensamiento de hoy construirá
nuestra vida mañana.
3. Valor de la semana: Trabajo

4. Recomendaciones generales.

5. Ingreso de los estudiantes a sus aulas.


El Escudo Nacional del Ecuador es un símbolo de civismo e identidad patrio que
refleja las glorias pasadas e ilumina el sendero hacia las renovadas conquistas que las
nuevas generaciones deben a la historia.

Los ecuatorianos deben saber que antes del último modelo existieron otros 6 escudos
de arma que fueron evolucionando con los años.

ESCUDO DE ARMAS DE 1820


Cuando se proclamó la Independencia de Guayaquil, el 9 de
octubre de 1820, se adoptó como escudo del movimiento
emancipador el que está formado por una estrella de cinco
puntas sobre fondo azul, inscrita en un óvalo encerrada y
rodeada de dos ramas de laurel entrelazadas por una cinta roja
y posteriormente se le añadió la leyenda “Por Guayaquil
Independiente”

ESCUDO DE 1822
Este fue el Escudo de Armas de la República de
Colombia, conocida conceptualmente como La Gran Colombia,
según decreto del Congreso Constituyente, sancionado el 6 de
octubre de 1821.
Estuvo vigente en nuestro territorio desde la incorporación de
Quito a la República de Colombia, el 29 de mayo de 1822, hasta
la creación del Estado del Ecuador en la República de
Colombia, cuando el Congreso Constituyente de Riobamba lo
cambió.

ESCUDO DE 1830
La historia del Escudo de Armas de la República del Ecuador se
remonta a 1830, cuando el Departamento del Sur se separa de la
original República de Colombia. Al separarse, los tres estados que
la habían integrado (Venezuela, el Departamento del Norte; Nueva
Granada, el Departamento del Centro; y, Quito, el Departamento
del Sur), Quito pasó a denominarse Estado del Ecuador en la
República de Colombia.

ESCUDOS DE 1833
En 1833 se adoptó, no con decreto específico, sino indirecto sobre moneda, un Escudo
de Armas del Estado, diferenciándolo del de la República,
que no fue desconocido o reemplazado.
Este Escudo del Estado se utilizó en conjunto con el de la
República en monedas y en papel sellado, como vemos en
la imagen, donde están las armas de Colombia a la izquierda
y el escudo del Estado a la derecha.
ESCUDO DE 1835
En 1835, cuando terminó la ficción del Estado del Ecuador
en la República de Colombia y pasó a ser simplemente
República del Ecuador, otra vez se adoptó un escudo sin un
decreto específico. En la Convención Constitucional de
Ambato se dio un decreto sobre papel sellado el día 10 de
agosto, en el cual se dice en su artículo dos: En el sello se
pondrán las armas de la república con el lema República del
Ecuador…

ESCUDO DE 1843
La Convención Constitucional de 1843 decretó un nuevo Escudo de Armas que fue el
primero que se ajustó a reglas de heráldica (estudio de las
armerías o armas). El escudo era rectangular en la parte superior
y elíptico en la parte inferior. Todas las partes dentro del escudo
mismo tenían significado y en el decreto se hacía una descripción
detallada de cada elemento, con su significado individual. No se
especificó el significado de los elementos de adorno exterior, como
el cóndor, las banderas con sus astas, o los trofeos de guerra.

ESCUDO DE 1845
El 6 de noviembre de 1845, la Convención Constitucional de
Cuenca decretó un nuevo escudo de armas, basado en el
diseño presentado el 30 de octubre por el Dr. Pablo Merino,
presidente de la Convención.

ESCUDO DE 1900
Al terminarse el período Marcista, en 1860, el presidente
Gabriel García Moreno decretó el retorno a la bandera tricolor,
pero no mencionó el Escudo de Armas. La Convención
Nacional de 1861 ratificó el cambio de la bandera sin
mencionar el Escudo, de tal manera que el Escudo continuó
siendo el mismo, pero adornado con el tricolor colombiano en
vez del bicolor marcista.
ESCUDO DE 2003
En el año 2003, el Congreso Nacional, con la asesoría de la
Cancillería, realizó algunos ajustes en el diseño de
Travesari, pero lamentablemente en algunos casos la
asesoría estuvo fallida y se cometieron errores.
Uno de ellos es el que afecta el diseño del buque a vapor, que
sin sustento alguno se dispuso sea dibujado con su casco de
colores amarillo, azul y rojo, siendo esos colores alejados de la
realidad del buque que se quiso simbolizar, que fue el vapor mercante y de guerra
‘Guayas’, el primer buque a vapor construido en la Cuenca del Océano Pacífico y en
Sur América.
EL TRABAJO DE FILOMENO Y CELEDONIO
Filomeno trabajaba de sol para cuidar su granja y mantener limpia y ordenada su
casa. Todos los días, Filomeno se despertaba con el primer rayo de sol para empezar
con sus tareas, y no paraba hasta el anochecer. Así, día tras día.
-¡Qué vida tan aburrida llevas, Filomeno! -le decía de vez en cuando su vecino
Celedonio.
-A mí me gusta vivir así. Esta vida me hace feliz -contestaba Filomeno.
-Si el aburrimiento se te hace feliz, allá
tú -le decía Celedonio.
Celedonio era todo lo contrario a su
vecino Filomeno. Celedonio se
quedaba en la cama hasta media
mañana, tenía todo desordenado y
sucio y se pasaba mucho tiempo
tomando el sol o de cháchara en la
taberna del pueblo, muchas veces
hasta altas horas de la madrugada.
Como no le gustaba mucho trabajar
tenía pocos animales y escasos
cultivos, lo justo para ir tirando.
Un día llegó un jinete de muy lejos que
anunciaba una tragedia: un gran
tornado se acercaba. El jinete invitó a
todos a seguirle para ponerlos a salvo. Como no había ningún lugar seguro por allí
cerca todos cargaron con sus pertenencias imprescindibles, agruparon al ganado y
se marcharon de allí. Filomeno y Celedonio cerraban el grupo. Filomeno, porque era
el que más ganado tenía, Celedonio porque fue el que más tardó en recoger, no por
tener muchas cosas, sino porque no estaba acostumbrado a tantas prisas y, como lo
tenía todo desordenado, le costó mucho hacer su equipaje.
Días después todos volvieron a sus casas. El pueblo había quedado arrasado. No
quedaba nada en pie. Bajo los escombros habían quedado décadas de trabajo y
recuerdos.
-Tendremos que buscar otro lugar donde vivir -decían los vecinos.
Filomeno vendió su ganado en el primer pueblo que encontraron. Tenía a los
animales tan bien cuidados y alimentados que no le costó venderlos. Solo se quedó
con unos pocos. Con el buen dinero que consiguió con la venta y lo que ya tenía
ahorrado después de tantos años de trabajo, Filomeno pudo alquilar una pequeña
explotación y empezó de cero.
A Celedonio no le fue igual de bien. Nadie quería pagar por sus escuálidos y raquíticos
animales. Y como no tenía dinero ahorrado, pues todo lo gastaba en pasárselo bien,
y no se preocupó nunca por el porvenir, Celedonio no tenía apenas dinero. Entonces,
Celedonio se acordó de su vecino Filomeno y fue a pedirle ayuda.
-Tal vez Filomeno me dé cobijo mientras se arregla mi situación -pensó Celedonio.
Cuando Filomeno conoció la situación de Celedonio le dijo:
-Poco dinero puedo darte por tus animales y trabajo tampoco puedo darte -le dijo.
-Si no los vendo morirán de hambre -dijo Celedonio.
-Está bien, te compraré los animales -dijo Filomeno.
-Gracias, vecino -dijo Celedonio-. Con esto podré irme de aquí. Viviré la vida de
aventuras que siempre soñé.
-Pero, ¿de qué vas a vivir? -preguntó Filomeno.
-Improvisaré -dijo Celedonio.
-¿No sería mejor que intentaras empezar de nuevo haciendo lo que sabes hacer? -
preguntó Filomeno.
-¿Y tener una vida aburrida como la tuya? No, gracias. Me voy.
Meses después, Celedonio regresó. Filomeno había trabajado duro en su nueva
granja y había ganado suficiente como para reconstruir su antigua casa, al igual que
todos los vecinos. Solo la granja de Celedonio estaba aún en ruinas.
-Filomeno y Celedonio ¿Qué tal, Celedonio? -preguntó Filomeno-. No tienes muy
buena pinta.
-Mi vida de aventuras ha sido un desastre -respondió Celedonio-. He pasado frío,
hambre y vergüenza. He tenido que trabajar explotado y he recibido insultos y
palizas. ¿Podías ayudarme?
-Claro, vecino -dijo Filomeno-. Puedo darte trabajo y refugio. En tus ratos libres
podrás reconstruir tu casa.
-Al final, tendré que llevar una vida aburrida como la tuya -suspiró Celedonio.
-Mi vida no es aburrida -dijo Filomeno-. Tal vez no sea muy emocionante, pero tiene
sus momentos.
A Celedonio no le quedó otra que aprender de su vecino Filomeno y trabajar duro
de sol a sol. En pocos meses consiguió reconstruir su casa y consiguió dinero para
empezar de nuevo.
Un día, Celedonio le dijo a Filomeno:
-Sabes, vecino, esta vida no está tan mal. Es tranquila y exigente, pero es
emocionante, a su manera.
Filomeno le respondió:
-La clave está en la disciplina y el compromiso con lo que haces, vecino, hagas lo que
hagas. También hay gran emoción en las cosas más sencillas. Todo depende de los
ojos con los que mires.
VALOR EL TRABAJO
El trabajo es uno de los valores más importantes que
debemos enseñar a nuestros hijos, con él adquirimos
cualidades como la laboriosidad, perfección en la tarea
realizada, la puntualidad, la alegría, el optimismo, la
justicia, etc. que nos hacen mejores y nos ayudan a
mejorar a los demás.
Con el trabajo se desarrolla la personalidad, se enriquece
nuestra cultura, establecemos relaciones y vínculos
personales con los que podremos contribuir a servir a la
sociedad, hacerla progresar y mejorar las condiciones de
vida de los seres humanos.
El trabajo, significa hacer con cuidado y esmero las tareas,
labores y deberes que son propios de nuestras
circunstancias. También implica el ayudar a quienes nos
rodean en el trabajo, la escuela, e incluso durante nuestro
tiempo de descanso; los padres debemos mirar por el
bienestar de toda la familia y el cuidado material de sus
bienes; los hijos, además de estudiar deben ayudar en las
tareas domésticas.
31 DE OCTUBRE DIA DEL ESCUDO NACIONAL DEL ECUADOR

¡Brilla el glorioso Escudo en su día!

Un pueblo es merecedor de un símbolo que reflejen las glorias


pasadas e ilumine el sendero hacia las renovadas conquistas que
las nuevas generaciones deben a la historia.

La historia cívica de nuestro país señala el 31 de octubre de todos


los años como el Día del Escudo Nacional, que junto a la Bandera
y al Himno marcan la personificación de la Patria, eternizando sus
glorias, su cultura, su historia y el épico vibrar de los esfuerzos
humanos, hechos, antorchas de ideas y marcha cotidiana sobre la
tierra sagrada que nos brinda lo mejor para la subsistencia.

El poeta y patriota José Joaquín de Olmedo dibujó el primer


Escudo de Armas nacional según las orientaciones de la
convención reunida en Cuenca, establecida luego del triunfo del 6
de marzo de 1845 sobre el general Juan José Flores.

El Escudo de Armas del Ecuador fue adoptado oficialmente por el


Congreso el 31 de octubre de 1900, logrando la implementación
presidencial del general Eloy Alfaro Delgado, el 7 de noviembre de
1900. Días después, el 5 de diciembre, el decreto se publicó en el
registro oficial.

El diseño fue realizado por Pedro Pablo Travesari, que fue


oficialmente aprobado por el ministerio de Educación en 1916
para ser utilizado en el sector educativo. Por el detalle de su
descripción y el patrón de dibujo con que cuenta, es el que debe
ser usado por estudiantes para uso práctico.

En el año 2003 el Congreso Nacional, con la asesoría de la


cancillería, realizó algunos ajustes en el diseño de Travesari, pero
lamentablemente en algunos casos la asesoría fue fallida y se
cometieron errores.

Uno de ellos es el que afecta el diseño del buque a vapor, que sin
sustento alguno se dispuso sea dibujado con su casco de colores
amarillo, azul y rojo, siendo esos colores alejados de la realidad
del buque que se quiso simbolizar, que fue el vapor mercante y de
guerra Guayas, el primer buque a vapor construido en la cuenca
del océano Pacífico y en Suramérica.

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