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‫= וישׁב‬Vayésheb = Y Residió / Y Moró

Bereshít (Gn) 37:1 al 40:1-23

Introducción

L os planes y propósitos de Yahwéh se enmarcan al interior del medio oriente


y más específicamente en la Eretz de Yisraél. Es decir, Yahwéh ha escogido
el pueblo de Yisraél para instaurar su reino a través de la Toráh. Aunque por
la naturaleza del corazón de este pueblo, Él no lo ha podido hacer. De ahí que
miraremos algunas características de este pueblo en el que residió, no solo Yaaqóv
sino su padre Abraham y su descendencia.

¿En donde se estableció Yaaqób?

Br 37:1 Se estableció Yaaqób en la tierra por donde había peregrinado su padre, en


el país de kenáan.

‫=יָשַׁׁב‬Yasháb=raíz primaria; propiamente asentarse; por implicación morar,


permanecer; establecerse, afirmar, habitar, residir, vivir.

Asentar: Fijar [una persona o una población] su residencia en un lugar


Morar: Residir o habitar en un lugar determinado.
Habitar: Vivir habitualmente [una persona o un animal] en una zona o lugar
determinados.
Vivir: Pasar la vida o parte de ella en un lugar determinado.
Afirmarse: Ponerse firme [una persona] en un lugar, una creencia, idea
Permanecer: Mantenerse sin cambios en un determinado lugar, condición o
situación.

¿En qué tierra peregrino Abraham?

Br 12:1 Pero Yahwéh había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de


la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

¿Cuál es la tierra que Yahwéh le va a dar a Abraham y a su


descendencia?
Bereshít 17:8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que
moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Elohim de ellos.
12:7 Y apareció Yahwéh a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y
edificó allí un altar a Yahweh, quien le había aparecido.
12:6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de
More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
13:14 Y Yahweh dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos,
y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
15:18 En aquel yom hizo Yahwéh un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia
daré esta tierra, desde el río de Mitzrayim hasta el río grande, el río Éufrates;
26:3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a
ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a
Abraham tu padre.
28:13 Y he aquí, Yahwéh estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Yahwéh tu
Elohim de Abraham tu padre, y el Elohim de Yitzjaq; la tierra en que estás acostado
te la daré a ti y a tu descendencia.

Shemót 33:1 Yahwéh dijo a Moshéh: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste
de la tierra de Mitzrayim, a la tierra de la cual juré a Abraham, Yitzjaq y Yaaqóv,
diciendo: A tu descendencia la daré;

Devarím 11:10 La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de


Mitzrayim de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu
pie, como huerto de hortaliza.

¿Qué características tiene esta tierra en la que se estableció Yaaqóv?

Casa de Yahwéh y puerta de shamayim

Bereshít 28:10 Salió, pues, Yaaqóv de Beersheva, y fue a Harán.


28:11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y
tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
28:12 Y tuvo una visión: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su
extremo tocaba en el cielo; y he aquí Malajim de Elohim que subían y descendían
por ella.
28:13 Y he aquí, Yahwéh estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Yahwéh, tu
Elohim de Abraham tu padre, y el Elohim de Yitzjaq; la tierra en que estás acostado
te la daré a ti y a tu descendencia.
28:14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente,
al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en
tu simiente.
28:15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y
volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he
dicho.
28:16 Y despertó Yaaqóv de su visión, y dijo: Ciertamente Yahwéh está en este
lugar, y yo no lo sabía.
28:17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de
Elohim, y puerta del cielo.

Tierra de trigo, cebada, de viñedos, higos granados, olivos, aceite y miel

Devarím 8:8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos,
de aceite y de miel;
8:9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra
cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
8:10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Yahwéh tu Elohim por la buena tierra
que te habrá dado.

La Torah describe el territorio de Yisraél como una tierra de colinas y valles,


llanuras costeras y mesetas, ríos y manantiales. Tiene tanta variedad de suelos y
climas desde las nevadas montañas del norte hasta el reseco desierto del sur que
no sorprende la diversidad de cultivos que produce. El mismo Moshéh, para
entusiasmar a los Israelitas con la “buena tierra” que les esperaba, la describió
como una “tierra de trigo y cebada y vides e higos y granadas, tierra de olivas de
aceite y miel”. ¿Qué tienen de peculiar estos siete productos?
Todavía hoy se utiliza la expresión “las siete especies” para referirse a los productos
del país. De hecho, hasta han aparecido en monedas y sellos de correo locales como
símbolos de la fertilidad de esta tierra. ¿Cómo se cultivaban estos productos en
tiempos remotos? ¿Y cuánta importancia tenían en la vida de la gente? Veámoslo.
Trigo y cebada Ambos cereales se siembran en otoño, pero la cebada se recoge un
mes antes que el trigo. Durante el tiempo fijado por Yahwéh Léjem Matzót, en
marzo o abril, se ofrecía en el templo de Yahweh una gavilla de las primicias de la
cosecha de cebada. Por otra parte, los Lejením de trigo se ofrecían en mayo,
durante el tiempo señalado de Shavuót, Vayiqrá 23:10, 11, 15-17.
Durante siglos y hasta tiempos recientes, los agricultores de Yisraél llevaban las
semillas en un pliegue de la ropa y las esparcían a mano. En el caso de la cebada,
bastaba con dejarla caer. Sin embargo, el trigo debía quedar hundido en la tierra,
ya fuera haciendo pasar los animales de tiro por encima o volviendo a arar el
campo.
En la Biblia se habla a menudo de sembrar, cosechar, trillar, aventar y moler el
grano. Todas estas etapas del proceso requieren mucho esfuerzo físico. Además,
cada familia molía grano todos los yamim para hornear su propio lejem. De ahí que
Yahshua enseñara a pedirle a Yahwéh “el lejem nuestro de cada Yom” Mateo 6:11.
En tiempos bíblicos, el lejem hecho a base de harina integral de trigo o de cebada
era uno de los alimentos básicos.
“Vides e higos y granadas” Tras dirigir a los Israelitas en el desierto durante
cuarenta años, Moshéh les hizo ver la maravillosa perspectiva que tenían ante sí:
saborear los frutos de la Tierra Prometida. ¿Recuerda qué habían llevado al
campamento los enviados Israelitas cuarenta años antes para probar que dicha
tierra era fértil? “Un sarmiento con un racimo de uvas” tan grande que para
cargarlo se necesitó “una barra sobre dos de los hombres”. También llevaron higos
y granadas. ¿Se imagina la reacción del pueblo? Seguro que, viniendo del desierto,
la boca se les hizo agua solo de pensar en todo lo bueno que les esperaba Bemidbar
13:20, 23.
Las vides solían plantarse en las laderas y necesitaban cuidados constantes: había
que podarlas, regarlas y recoger sus frutos. Los viñedos bien cuidados tenían un
muro alrededor, terrazas bien alineadas y una caseta para el vigilante. Ya en la
Tierra Prometida, los Israelitas llegaron a familiarizarse con el duro trabajo que
suponía cuidar los viñedos y comprendieron el resultado de no prestarles atención
Yeshayáhu 5:1-7.
La producción de vino comenzaba en cuanto se recogía la uva. Los racimos se
pisaban en un lagar o se exprimían en una prensa. El jugo extraído se hervía para
obtener su azúcar natural o se dejaba fermentar hasta que se convertía en vino.
Aquella tierra en verdad tenía las condiciones ideales para el cultivo de la uva y la
producción de vino.
A menos que usted viva en un lugar donde se den los higos, es posible que solo
conozca la versión seca de este fruto. ¡Qué diferente del tierno y jugoso higo recién
arrancado del árbol! El tiempo para recoger el higo maduro es muy breve. Por eso,
a fin de que duren más tiempo, se secan al sol y se prensan. En la Biblia se
mencionan varias veces las tortas de higos comprimidos 1 Samuel 25:18.
Otro delicioso fruto de la Tierra Prometida eran las granadas. Al abrir su dura
piel, quedan al descubierto cientos de frutitas apiñadas, listas para comer o hacer
jugo. ¡Qué sana, nutritiva y refrescante delicia! Obviamente, las granadas estaban
muy valoradas, pues adornaban las columnas del templo de Salomón y el dobladillo
de una prenda de vestir del sumo sacerdote Shemót 1 Reyes 7:20.
“Olivas y miel” El olivo y su fruto —valiosa fuente de alimento y de aceite⁠— se
mencionan casi sesenta veces en algunas traducciones de la Biblia. De hecho,
todavía hoy abundan los olivares en la mayor parte de Yisraél Devarím 28:40.
La recolección, que tiene lugar en octubre, sigue siendo un acontecimiento familiar
en muchas comunidades. Los trabajadores hacen caer las aceitunas golpeando las
ramas del árbol. Luego se ponen en conserva para alimentar a la familia durante el
año o se llevan a una prensa comunal para extraer aceite. En varios yacimientos
arqueológicos se han desenterrado cientos de antiguas prensas de diversos tipos.
Aun hoy resulta fascinante ver a la gente llenar los recipientes de un aceite verde
pálido, sea para el consumo anual de la familia o para venderlo. Además de servir
de alimento, el aceite de oliva se utilizaba con fines cosméticos y como combustible
para lámparas.
¿Y qué hay de la miel mencionada por Moshéh? Había de dos tipos: el producto de
las abejas y un jarabe extraído de los dátiles y las uvas. En la actualidad todavía se
utiliza este último tipo de miel como endulzante. Sin embargo, está claro que la
miel mencionada en los relatos bíblicos de Sansón y Jonatán era miel silvestre de
un panal Shoftím 14:8, 9; 1 Samuel 14:27. No hace mucho se descubrió en Tel
Rehov, en el norte de Yisraél, un apiario con más de treinta colmenas. Esto
demuestra que la apicultura en estas tierras se remonta como mínimo a los tiempos
del rey Salomón.

Cualquiera que recorra hoy día un mercado en Yisraél encontrará vistosas


panaderías, así como puestos de frutas y verduras, con numerosas existencias de
“las siete especies” en sus diversas presentaciones. Claro, estas especies son solo
una pequeña muestra de la enorme variedad de alimentos del país. Las técnicas
agrícolas modernas permiten cultivar productos originarios de otros lugares. Tanta
abundancia demuestra que esta franja de tierra relativamente pequeña aún está a
la altura de su reputación y sigue siendo “muy, muy buena”

Tierra de Arroyos, de fuentes, y manantiales

Dv 8:7 Porque Yahweh tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de


aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;
Dv 11:11 La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que
bebe las aguas de la lluvia del cielo;
Br 26:18 Y volvió a abrir Yitzjaq los pozos de agua que habían abierto en los días de
Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de
Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.
26:19 Pero cuando los siervos de Yitzjaq cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo
de aguas vivas,
2Cr 26:10 Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque
tuvo muchos ganados, así en la Sefela como en las vegas, y viñas y labranzas, así en
los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.

Tierra que fluye leche y miel

Shemót 33:3 (a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti,
porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
3:17 y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Mitzrayim a la tierra del cananeo,
del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye
leche y miel.
Bm 14:8 Si YAHWEH está complacido con nosotros, entonces El nos llevará a esta
tierra y nos la dará – una tierra que fluye con leche y miel.

‫ =זוּב‬Zub =raíz primaria; fluir libremente (como agua), i.e. (Específicamente) tener
emisión (sexual); figurativamente desperdiciar; también desbordarse:- brotar, correr,
derramamiento, derramar, deshacer, destilar, fluir, flujo, padecer.

Tierra en la que Yahwéh la cuida todo el año

Dv 11:12 tierra de la cual Yahwéh tu Elohim cuida; siempre están sobre ella los ojos
de Yahwéh tu Elohim, desde el principio del año hasta el fin.

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