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S.J.F. DE CAUQUENES
Así también hago presente y desde un punto de vista diverso al planteado por
el actor vale decir una sucesión sin un testamento, esta cuenta al menos con otras
9 personas que no han sido mencionadas por el actor y que son María Isabel,
Marcelino del Carmen todos Parra Hormazabal, José Manuel, Bernarda del Carmen,
Luis Alberto, Hilda del Carme, Rosa Ester, José Guillermo, todos Parra Gonzalez y
doña Lorena del Pilar Parra Opazo, todos hermanos y medio hermanos de don
Ramón Parra Hormazabal, los que pasan a conformar como he indicado toda la
sucesión del fallecido en virtud de lo prescrito por el artículo 980 y siguientes del
Código Civil.
Estimamos que esto hace improcedente la acción de autos toda vez que en
estos casos no hay un legítimo contradictor no podemos dejar de mencionar que
esta situación faltan absolutamente saber a quienes se puede demandar ya que el
Código Civil se pone necesariamente en el caso del hijo póstumo para efectos de
demandar ya sea la impugnación o la reclamación de la filiación o ejercer ambas
acciones en forma conjunta
Desde este punto de vista estimamos que ambas acciones debieron ejercerse
en vida de los demandados tanto de impugnación como de reclamación , ya que, al
estar fallecidos los demandados para poder emplazar con éxito a sus sucesiones y
convertirlos en legitimos contradictores se deben cumplir con los presupuestos
necesarios para el caso de la acción de reclamación que especialmente convoca a mi
parte vertidos en el ya citado artículo 206 del Código Civil, norma que aplica para
la filiación matrimonial y no matrimonial, así y sin perjuicio del artículo 208
también del mismo cuerpo legal pero que se refiere a una institución diversa de la
planteada en esta defensa como es la imprescriptibilidad, dicha norma no
excluye el hecho que deben concurrir sus presupuestos que permitan derechamente
ejercer la acción los que no se cumplen ya que el demandante a todas luces no es
hijo póstumo ni el reclamado ha fallecido 180 días después del parto. Desde este
punto de vista la acción de reclamación no puede dirigirse en contra de la sucesión
de don Ramón Parra Hormazabal como ya hemos estado indicando. De este modo
nuestros Tribunales han señalado: “6°.. Sin perjuicio de que el artículo 195 del
Código Civil consagra la imprescriptibilidad e irrenunciabilidad del derecho
a reclamar la filiación, la acción de reclamación de filiación no matrimonial,
regulada en los artículos 205 y 206 del Código Civil, establece que le
corresponde dicha acción sólo al hijo contra su padre o madre pudiendo
tener solamente el carácter de legítimo contradictor sus herederos, al tenor
de lo prescrito por el inciso segundo del artículo 317 del Código Civil, en la
situación definida en el artículo 206 impugnado, esto es, cuando el actor
sea un hijo póstumo o el demandado haya fallecido dentro de los 180 días
siguientes al parto. Esta aparente contradicción entre imprescriptibilidad
del derecho a reclamar la filiación y posibilidad de entablar la acción de
reclamación de filiación no matrimonial sólo durante la vida del padre o
madre no es tal. Como bien precisa Hernán Corral Talciani, la
imprescriptibilidad del derecho a reclamar filiación debe entenderse
referido a su extinción por el mero paso del tiempo, pero esta acción
caduca por la muerte del posible demandado (Determinación de la filiación
y acciones de estado en la reforma de la Ley 19.585, 1998, XX, Revista de
Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso, 1999, pág 64.)
Igualmente lo reconoce René Ramos Pazos (Derecho de Familia, VII
Edición, pág. 429), aseverando que la doctrina nacional ha confirmado la
caducidad de la acción por la muerte del padre o la madre y que, salvo en
los casos excepcionales contemplados por la norma legal impugnada en
autos, no puede intentarse contra los herederos. (Tribunal Constitucional, 30
de agosto de 2011, Rol 1563-2009)
3.- Así también podemos señalar que los hechos vertidos por el actor en su
demanda resultan inverosímiles, poco creíbles, toda vez que mis representados no
conocen al demandante, jamás tuvieron noticia alguna de él ni ha mantenido
contacto alguno con la familia del reclamado ya fallecido. Jamás fue tratado ni
recibido como hijo de don Ramón Parra Hormazabal ni por éste en vida ni por su
familia. El demandante jamás estuvo ni ha estado presente en reuniones familiares
de ningún tipo menos en los que menciona en su libelo, como encontrarse con el
grupo familiar que forman parte mis mandantes en algún funeral, tampoco ha
recibido noticia alguna sobre supuestas herencias que don Ramón Parra Hormazabal
haya dejado y mucho menos que dicha noticia haya llegado a sus oídos
precisamente a través de algún familiar del reclamado de autos.
Señalo además que tampoco concurren en autos los presupuestos para una
eventual posesión notoria del estado civil de hijo respecto del demandante y quien
señala ser su padre ya fallecido don Ramón Parra Hormazabal.
Sin perjuicio de ya haberse señalado latamente, no se dan los requisitos para
que la acción de autos, toda vez que la única posibilidad que otorga el legislador a
la hora de entablar acciones en contra de una sucesión se encuentra reglado en el
artículo 206 del Código Civil no cumpliéndose sus presupuestos.
POR TANTO
RUEGO A SS. tener por contestada demanda de reclamación de filiación
interpuesta en contra de mis mandantes rechazándola en todas sus partes con
costas o lo que SS estime sea pertinente en derecho