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Tala de Árboles en el Puyo

Integrantes:
Jacson Estrella, Daniel Cabrera, Andrés Lazo, Jorge Peláez, Rómulo Pérez
Introducción
En la actualidad de la totalidad de bosques existentes en la ciudad de Puyo, solo
restan un 60% de bosques primarios. No obstante, existe evidencia suficiente para
determinar cómo cierta la pérdida de elementos bióticos, cuya causa principal sería la
fragmentación y pérdida de bosque natural debido a la deforestación.
La deforestación progresiva es consecuencia de acciones propias de las actividades
humanas en exceso, del uso forestal destructivo y de actividades que, pese a no estar
orientadas a la extracción de recursos vivos, producen o facilitan la tala de varias
áreas.
Los bosques tropicales son afectados generalmente por agentes los cuales son de las
poblaciones locales y extranjeras, actores, los pequeños finqueros, las grandes
corporaciones y el estado.
Desarrollo
Si bien la colonización fue uno de los principales factores para el fenómeno de
deforestación en el país y en la amazonia especialmente, la responsabilidad de los
colonos en este hecho es compartida con el Estado, para el cual la explotación
de los recursos naturales y con ello de los bosques tropicales ha representado un
ingreso importante para la economía del Ecuador y una puerta de escape para
solucionar problemas de orden social. Sin una planificación apropiada para la
ocupación de las tierras en el territorio amazónico y sin una capacitación
constante dirigida a los nuevos agricultores de la zona, sea por iniciativa estatal o
de la Sociedad Civil, poco o nada se puede esperar por la protección de los
bosques y la riqueza biológica que estos sostienen.
Es bien sabido que en la Amazonía ecuatoriana la extracción de petróleo se ha
convertido en la actividad económica más importante, sin embargo la extracción ilegal
de maderas finas, en especial de cedro (Cedrela Odorata36) y caoba (Swietenia
microphylla G .King37) es ampliamente difundida. El problema de esto radica en que
dado que la tierra amazónica es pobre en humus, se mantiene fértil gracias a la
existencia de especies arbóreas como el cedro, cuya tala indiscriminada y antitécnica
provoca, al poco tiempo de ser cortados, que la tierra en la que se sustentaban
se endurezca, quedando yerma.
El cedro y la caoba son especies en extinción según lo ratificó la Convención
de Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES),
realizada en Santiago de Chile en noviembre del 2002. Ante esta situación el Ministerio
de Ambiente emitió el Acuerdo Ministerial #167, con fecha del 8 de febrero del 2007,
declarando la veda de estas variedades forestales en estado silvestre en todo el
territorio ecuatoriano por un período de dos años, aún cuando los sectores
ecologistas del país denunciaron que no existía el financiamiento necesario, la
voluntad política del gobierno central ni el compromiso de los gobiernos
seccionales, policía ni fiscalía para ejercer los controles pertinentes y establecer
sanciones a los infractores. Más aún, el gobierno de Rafael Correa oficializó mediante
el Decreto Ejecutivo No. 419, del 28 de junio del 2007 una nueva veda total, a nivel
nacional y durante seis meses, para toda especie de bosque nativo. Sin embargo, la
Asociación de Industriales de la Madera movilizó a sus empleados para ejercer
presión sobre el Gobierno, logrando su derogatoria en el mes de julio del mismo año
al dejar sin efecto la prohibición de talar seis especies forestales (cedro, caoba,
chanul, bateacaspi, guadaripo, pilchey y guayacán) y la veda, durante 10
años, de toda especie forestal en Sucumbíos, fundamentando esta posición en
el hecho de que para expedirlas no hubo un estudio técnico adecuado, ni un
estudio del impacto social y económico de la población vinculada con esta
actividad, como lo indica el Diario Hoy del 26 de julio de 1997. Con esta
decisión se favoreció directamente a la industria maderera y sectores vinculados en
detrimento de la conservación de los recursos forestales, ya desde hace tiempo
mermados, con la consecuente pérdida de especies traducida en eventos
concretos que sienten los habitantes de la zona como la reducción del otrora
abundante recurso de caza. En los últimos diez años se evidenció el impacto de
la tala legal y no legal en la reducción de la cobertura forestal en la provincia de
Orellana, que alcanzó ya un 8,2% de la superficie provincial en el año 2007.
Se ha podido conocer que la tasa de deforestación anual en el Ecuador está en el
orden del 2.3% anual, aunque los datos varían según el tipo de análisis en un rango
que va 0.5 al 2.4 % anual, lo que correspondería entre 60.000 y 340.000 has.
Respectivamente, la pérdida de la mega biodiversidad en la Región Amazónica
Ecuatoriana.
La explotación ilegal de la madera se ha constituido en una problemática que se viene
acarreando desde varios años sin existir control por las autoridades de turno para
evitar la tala de los bosques.

Gracias a estos procesos de tala ilegal en el presente nos enfrentamos a


consecuencias tales como:
1. Pérdida de bosques primarios en el territorio.
2. Destrucción acelerada del medio natural y desequilibrio ecológico de los
ecosistemas del bosque
3. Expansión acelerada de la frontera agrícola.
4. Disminución de los caudales de los ríos del territorio de la nacionalidad Shuar
5. Aumento de la extinción de especies nativas en el bosque del territorio Shuar.
Conclusiones
 Las autoridades ambientales han realizado controles en lo correspondiente a
la tala de árboles, después de que han sido convertidos en tablones, ya que
este tipo de materia prima es usada en diversas actividades, además de que
su venta es un negocio muy rentable por lo que existen una continua
explotación del recurso, ejemplo de ello tenemos en el 2013, donde se
incautaron 30 metros cúbicos de tablones valorados en 6000 a 7000 dólares.
 Estos valores demuestran que la actividad de tala de árboles, es muy atractiva
para ser desarrollada como una actividad económica, por lo que las autoridades
ambientales deben realizar continuos controles de dicha explotación.
 La deforestación es un hecho que ocurre y que seguirá ocurriendo
especialmente si las autoridades nacionales no toman las medidas necesarias
para provocar un cambio. No hay que dejar de lado el papel que jugamos
nosotros, los jóvenes, ya que somos los llamados a generar ideas que en un
futuro cercano lleven a una solución de este problema. Además, serviremos
como creadores de conciencia en nuestro círculo cercano y en nuestras futuras
generaciones.
Bibliografía
PLAN DE MANEJO DEL BOSQUE SHUAR, Segundo Tsakimp` Ashanka, Puyo 2013.
El telegrafo, estado de excepción en Pastaza, 2013
El comercio, Arutam cuida el Bosque de la caza y la tala.
Tala ilegal en bosques protegidos, Ivanova Mercedes Monteros Altamirano, Quito
2011

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