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RESUMEN EL CABALLERO CARMELO

El caballero Carmelo es la dulce y tierna historia de un


integrante muy especial en la familia de nuestra amigo,
Un día pues llegó su padre con una sorpresa que sería
pronto muy querido, este era un gallo precioso, que tenia
las plumas brillantes era gallardo como un caballero
medieval, por eso fue pronto la envidia dentro de nuestro
corral, Y creció muy engreído por todos en realidad lo
querían bastante, y pronto le llegarían las ofertas de
pelea, y así fue un día en el almuerzo su padre les dio la
noticia y el querido Carmelo no solo pelearía, sino que lo
haría con ají seco que era el gallo más temido Había
aceptado una apuesta para la jugada de gallos de San
Andrés, el 28 de Junio. Nosotros recibimos la noticia con
profundo dolor. El "Carmelo" iría a un combate, y a luchar
a muerte, cuerpo a cuerpo, con un gallo más fuerte y más
joven. Hacía ya tres años que estaba en casa, había él envejecido mientras
crecíamos nosotros, ¿Por qué aquella crueldad de hacerlo pelear?...Mis hermanos y
yo no podíamos dejar de pensar que aquel dia se acercaría. Llegó el día terrible.
Todos en casa estábamos tristes. Un hombre había venido seis días seguidos a
preparar al "Carmelo". A nosotros ya no nos permitían ni verlo. Llegamos a San
Andrés. El pueblo está de fiesta. Banderas peruanas agitaban sobre las casas por el
día de la Patria, que allí sabían celebrar con una gran jugada de gallos, a la que
solían ir los hacendados y ricos hombres del valle El pueblo los invadía, parlanchín y
endomingado con sus mejores trajes Nos encaminamos a la cancha. Una frondosa
higuera daba acceso al circo, bajo sus ramas enarcadas. Mi padre, rodeado de
algunos amigos, se instaló. Al frente estaba el juez y a la derecha el dueño del paladín
"Ajiseco". Al empezar cada dueño salio con su gallo Lanzaron al ruedo con singular
ademán. Brillaron las cuchillas mirándose los adversarios, dos gallos de débil
contextura, y uno de ellos cantó. Colérico respondió el otro echándose en medio del
circo; mirándose fijamente, alargaron los cuellos, erizadas las plumas, y se
acometieron. Hubo ruido de alas, plumas que volaron, gritos de la muchedumbre, y
a los pocos segundos de jadeante lucha cayó uno de ellos. Así continuó la pelea uno
caía el otro atacaba cada uno daba lo mejor de si, Carmelo al lado del otro gallo lucia
más viejo así que la mayoría apostaba por el ají seco, y fue un lucha cruel entre
costes picotazos, hasta que al final después de ver tanto sufrir pues ya casi vencido
y sin fuerzas dio su ultimo esfuerzo y con un picotazo venció al ají seco este
enterrando el pico, entonces la felicidad nos embarcó había ganado, demostrando
su gallardía hasta el final, pero después vino lo peor pues había quedado muy herido,
entonces el resto de los días que le quedo fueron muy tristes lo cuidamos dando lo
mejor de nosotros, pero ya era la hora, Carmelo tenía que descansar lo vimos morir,
y nos echamos a llorar, no podíamos soportarlo el caballero y compañero de
aventuras se había ido Así pasó por el mundo aquél héroe ignorado, aquel amigo tan
querido de nuestra niñez: el "Caballero Carmelo”
RESUMEN EL CABALLERO CARMELO

El caballero Carmelo es la dulce y tierna historia de un


integrante muy especial en la familia de nuestra amigo,
Un día pues llegó su padre con una sorpresa que sería
pronto muy querido, este era un gallo precioso, que tenia
las plumas brillantes era gallardo como un caballero
medieval, por eso fue pronto la envidia dentro de nuestro
corral, Y creció muy engreído por todos en realidad lo
querían bastante, y pronto le llegarían las ofertas de
pelea, y así fue un día en el almuerzo su padre les dio la
noticia y el querido Carmelo no solo pelearía, sino que lo
haría con ají seco que era el gallo más temido Había
aceptado una apuesta para la jugada de gallos de San
Andrés, el 28 de Junio. Nosotros recibimos la noticia con
profundo dolor. El "Carmelo" iría a un combate, y a luchar
a muerte, cuerpo a cuerpo, con un gallo más fuerte y más
joven. Hacía ya tres años que estaba en casa, había él envejecido mientras
crecíamos nosotros, ¿Por qué aquella crueldad de hacerlo pelear?...Mis hermanos y
yo no podíamos dejar de pensar que aquel dia se acercaría. Llegó el día terrible.
Todos en casa estábamos tristes. Un hombre había venido seis días seguidos a
preparar al "Carmelo". A nosotros ya no nos permitían ni verlo. Llegamos a San
Andrés. El pueblo está de fiesta. Banderas peruanas agitaban sobre las casas por el
día de la Patria, que allí sabían celebrar con una gran jugada de gallos, a la que
solían ir los hacendados y ricos hombres del valle El pueblo los invadía, parlanchín y
endomingado con sus mejores trajes Nos encaminamos a la cancha. Una frondosa
higuera daba acceso al circo, bajo sus ramas enarcadas. Mi padre, rodeado de
algunos amigos, se instaló. Al frente estaba el juez y a la derecha el dueño del paladín
"Ajiseco". Al empezar cada dueño salio con su gallo Lanzaron al ruedo con singular
ademán. Brillaron las cuchillas mirándose los adversarios, dos gallos de débil
contextura, y uno de ellos cantó. Colérico respondió el otro echándose en medio del
circo; mirándose fijamente, alargaron los cuellos, erizadas las plumas, y se
acometieron. Hubo ruido de alas, plumas que volaron, gritos de la muchedumbre, y
a los pocos segundos de jadeante lucha cayó uno de ellos. Así continuó la pelea uno
caía el otro atacaba cada uno daba lo mejor de si, Carmelo al lado del otro gallo lucia
más viejo así que la mayoría apostaba por el ají seco, y fue un lucha cruel entre
costes picotazos, hasta que al final después de ver tanto sufrir pues ya casi vencido
y sin fuerzas dio su ultimo esfuerzo y con un picotazo venció al ají seco este
enterrando el pico, entonces la felicidad nos embarcó había ganado, demostrando
su gallardía hasta el final, pero después vino lo peor pues había quedado muy herido,
entonces el resto de los días que le quedo fueron muy tristes lo cuidamos dando lo
mejor de nosotros, pero ya era la hora, Carmelo tenía que descansar lo vimos morir,
y nos echamos a llorar, no podíamos soportarlo el caballero y compañero de
aventuras se había ido Así pasó por el mundo aquél héroe ignorado, aquel amigo tan
querido de nuestra niñez: el "Caballero Carmelo”

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