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Gustavo Piñeiro
∗
Registro de la Dirección Nacional del Derecho de Autor N° 5001008.
Índice
Introducción…………. pág. 5.
1. Presentación; 2. Las primeras experiencias; 3. El enfoque histórico; 4. La necesidad de libros de texto
específicos.
Bolzano?; 5. El Teorema de Bolzano Generalizado; 6. ¿Hay conjuntos conexos “a secas”?; 7. Sobre los
homeomorfismos; 8. Actividades.
2
Capítulo 7: Conjuntos compactos…………. pág. 95.
1. Conjuntos adecuados; 2. Conjuntos acotados; 3. Puntos de acumulación; 4. Conjuntos cerrados; 5. La
frontera; 6. La clausura; 7. Actividades.
3
Notaciones
∖ : diferencia de conjuntos, ∖ =
∈ ∶
∉ .
Algunas de las notaciones usadas en este libro.
4
Introducción
§1. Presentación.
Este trabajo nace de mi propia experiencia como docente a cargo de la materia
Topología en los profesorados de matemática del Instituto de Enseñanza Superior Nº 1
“Alicia Moreau de Justo” y del Instituto de Enseñanza Superior Nº 2 “Mariano Acosta”
(ambos dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). Cabe aclarar, sin
embargo, que las reflexiones que aquí se harán tienen un alcance que excede esta
materia en particular o las instituciones arriba mencionadas. Por otra parte, y desde un
punto de vista aún más amplio, la problemática que se discutirá aquí atraviesa muchos
aspectos de la formación docente, y esta discusión, por lo tanto, es aplicable a una
gran diversidad de situaciones.
5
ejemplos “concretos” (hecho comprensible, ya que esos ejemplos no afectaban la
esencia de la exposición, que era axiomática y abstracta y, desde el punto de vista de
los alumnos, completamente arbitraria). A la larga los alumnos lograban un manejo
más o menos mecánico de las definiciones con la habilidad necesaria para aprobar las
instancias de evaluación sin la posibilidad de apropiarse realmente de los conceptos
(que carecían para ellos de un significado relevante).
6
Por ese motivo, en el año 2005 replanteé los cursos de Topología de tal modo
que su objetivo fuese lograr que los alumnos vivencien el proceso de abstracción que
lleva del Cálculo a la Topología y vean, por ejemplo, de qué manera las nociones de
conjunto conexo, conjunto compacto, punto de acumulación u otras fluyen
naturalmente del estudio del Teorema de Bolzano, de la definición de derivada y de
otros conceptos clásicos del Cálculo. Este proceso, a la vez, contribuye a un recorrido
helicoidal sobre estos conceptos, circunstancia que permite profundizar en ellos,
recreándolos y resignifcándolos. Es casi hacia el final del curso (y casi al final de este
libro) que se llega como conclusión natural a la noción de Espacio Topológico.
El replanteo de los cursos de Topología sobre esta base fue altamente exitoso.
Desde luego, hubo y hay todavía detalles para pulir o mejorar, pero el enfoque general
de la materia se ha mostrado eficaz a la hora de exponer la conexión profunda entre la
Topología y el Cálculo.
7
Ahora bien, la falta de libros de texto adecuados ¿es un defecto de nuestra
manera de organizar la materia o bien es una manifestación de la carencia de libros de
texto específicos orientado a la formación docente? Nuestra conjetura es que la
respuesta está en la segunda alternativa. Más aún, conjeturamos que esta carencia se
extiende a otras ramas de la matemática y, más en general, a otras áreas del
conocimiento.
La Topología no tiene el mismo significado para un futuro profesor de
matemáticas que para un psicólogo o un licenciado en matemáticas. Para el psicólogo
será un medio de abordar, por ejemplo, algunos de los textos de J. Lacan. Para un
licenciado será un potencial tema de investigación científica. Para un profesor de
matemáticas será, entre otras cosas, un medio para vivenciar el proceso de
abstracción de los conceptos del Cálculo. Estas diferentes formas de ver el tema, todas
igualmente válidas en sus respectivos contextos, necesitan de libros de texto
específicos que las reflejen, libros que, hasta donde sabemos, en su gran mayoría, aún
están faltando. Este texto intenta, en su modesta medida, satisfacer en una mínima
parte esa necesidad en el caso de los profesorados de Matemática.
8
Capítulo 0
La necesidad del rigor lógico
que “% es continua en [&, ']”, estamos diciendo que el gráfico de % se puede dibujar
gráficamente los elementos que intervienen en él. Observemos que, cuando decimos
sin levantar el lápiz del papel. (Estamos haciendo aquí una interpretación intuitiva del
9
concepto de continuidad de una función. En breve discutiremos la validez de esta
interpretación.)
10
continuación algunos enunciados relativos a funciones
funciones continuas. En cada caso,
intentaré convencerlos, mediante razonamientos intuitivos basados en ideas gráficas,
de que la propiedad enunciada es verdadera. Sin embargo, algunas de ellas serán
falsas. El desafío para ustedes, estimados lectores, consiste en tratar de distinguir
cuáles de las propiedades son verdaderas y cuáles son, por el contrario, falsas. (Las
respuestas aparecen al final de este mismo capítulo.)
§2.
2. La primera afirmación.
El primer enunciado que vamos a intentar justificar mediante un razonamiento
“intuitivo” es el siguiente: Sea % ∶ → una función continua en todo . Si la función
no es derivable en
= & entonces existe un número , - 0 tal que % sí es derivable en
& . ,, & " , ∖ &.
todo punto del conjunto &
Para justificar gráficamente el enunciado, recordemos que, desde el punto de
vista del dibujo, en los puntos donde una función no es derivable su gráfico tiene un
ángulo o un vértice.. Por ejemplo, es bien sabido que la función %
|
| no es
derivable en
= 0 y que su gráfico tiene allí un vértice bien visible.
11
angulosos. Más abajo vemos, a modo de ejemplo, el gráfico de una función con puntos
angulosos en
& y
'.
§3.
3. La segunda afirmación.
La segunda afirmación dice lo siguiente: Si % ∶ !0,1( → es una función continua tal
que %0 0 y %1 1 entonces existe algún * ∈ 0,1 tal que % es derivable en
12
Para comenzar, observemos que la función % no tiene por qué ser creciente en
todo su dominio. Por ejemplo, su gráfico podría tener un aspecto similar al siguiente:
sig
En segundo lugar, notemos que también puede suceder que % no sea derivable
en todo su dominio. Sin embargo, el enunciado que estudiamos en la sección anterior
nos dice que la derivabilidad de % fallará, a lo sumo, en unos cuantos puntos aislados.
aisla
Finalmente, como %0 0 y %1 1,, entonces la función no podrá ser
siempre decreciente. En algún momento el gráfico debe “subir” y allí donde el gráfico
tenga un tramo suave y ascendente, la derivada será positiva.
Como antes, quedan planteadas las preguntas: ¿Es verdadera la afirmación?
¿Es válido el razonamiento?
13
En el dibujo,
' es un punto de discontinuidad, mientras que en
& la
función es continua. Puede verse en el gráfico que, un poco antes y un poco después
de cada punto de continuidad, el gráfico no tiene saltos. En el trayecto
inmediatamente anterior e inmediatamente posterior al punto &, %&
&, el lápiz no se
ve obligado a separarse del papel.
Es decir, alrededor de todo punto de continuidad
& existen intervalos
& . ,, & y &, & " , donde la función es continua. Lo mismo sucede con todos los
puntos de continuidad
nuidad de cualquier curva. El enunciado queda entonces probado (…¿o
(…
no?).. Una vez más, nos preguntamos: ¿Es verdadera la afirmación? ¿Es válido el
razonamiento?
§5.
5. Solución del primer ejemplo.
función es continua en 1
La primera afirmación dice, esencialmente, que si una función
entonces es derivable en todo su dominio, excepto eventualmente algunos puntos
aislados. Esta primera afirmación, en realidad, es falsa. Es interesante observar, sin
embargo, que la afirmación resulta tan convincente que durante décadas
década fue
considerada como verdadera.
verdadera Inclusive, en 1806, André-Marie
Marie Ampère publicó
public una
demostración de ella.
Ahora bien, la idea de límite recién fue introducida en el Análisis hacia 1860,
por Karl Weierstrass. Por
or lo tanto, a principios del siglo XIX, en la época en que Ampère
publicó su demostración, las nociones de continuidad y derivabilidad todavía estaban
muy asociadas a conceptos puramente geométricos. De hecho, en ese momento, la
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definición misma de función estaba todavía muy ligada a la idea gráfica de “curva”. En
ese contexto, la demostración de Ampère era correcta.
Sin embargo, a lo largo del siglo XIX tuvo lugar lo que se llamó la
fundamentación del Análisis. Éste fue un proceso a lo largo del cual gran cantidad de
matemáticos se dedicaron a establecer definiciones rigurosas para los conceptos
involucrados en el Cálculo y a determinar claramente los alcances de sus métodos. Una
consecuencia de este proceso fue la reformulación del concepto de función, que
gradualmente se transformó en la idea general de “regla arbitraria de asignación de
números”, sin que necesariamente esa regla tuviera una curva asociada.
Al ampliarse de este modo el rango de objetos considerados funciones, la
afirmación probada por Ampère pasó a ser falsa. El primer contraejemplo conocido
para ella fue presentado por el ya mencionado Weierstrass en 1872, en una
de funciones que son continuas en todo 1, pero que no son derivables en ningún
conferencia ante la Academia de Ciencias de Berlín. Allí Weierstrass exhibió una familia
2
= ∑∞
;4 56 sen2 :
.
4
15
A primera vista parece decepcionante, pues tiene toda la apariencia de tener
tramos suaves en los cuales la función es derivable. Sin embargo, si miramos con más
cuidado nos daremos cuenta de que no es así.
Si ampliamos cualquiera de esos tramos que, en apariencia, son suaves,
veremos que contienen picos en los que la función no es derivable. Y si esa ampliación
hay, a su vez, tramos que parecen suaves, al ser ampliados nuevamente veremos que
=
= 5.
4
16
A continuación, dividimos el primer y el tercer tercio, cada uno de ellos en tres
partes iguales. En el segundo paso de la definición establecemos el valor de =
para
cada
en uno de los dos novenos centrales. Para
∈ > , @ definimos =
= ; para
4 5 4
A A B
∈ > , @ definimos =
= .
C D ?
A A B
En el segundo paso hemos tomado cada una de las partes del dominio donde la
función aún no estaba definida. Dividimos cada una de ellas en tres partes iguales y
4 ?
luego definimos la función como B y B para los puntos de los tercios centrales.
En el tercer paso tomaremos cada una de las secciones del dominio en las que
la función aún no está definida y las dividiremos en tres partes iguales. Luego,
17
4 ? E C
D D D D
definiremos la función como , , y en cada uno de los tercios centrales de esas
secciones.
Y así seguimos “hasta el infinito”.
decir, al definir =
en los puntos del Ternario no tenemos libertad de elección, si es
determinado por los valores asignados a los puntos que no están en el Ternario, es
18
Podemos visualizar el gráfico como el resultado de pegar segmentos
horizontales que, tal como se deduce de la definición de =
, son cada vez más
pequeños y cercanos entre sí.
continua en todo un intervalo alrededor de ese punto. Esta tercera afirmación, como
las dos anteriores, también es falsa. Un contraejemplo posible está dado por la
siguiente función % ∶ ℝ → ℝ:
GH
∈ ℚI
%
= F
0 GH
∉ ℚ
19
No es difícil probar que esta función es continua en
= 0, pero discontinua en
cualquier otro número real. Por lo tanto, no es continua en ningún intervalo alrededor
de su punto de continuidad.
§8. Conclusión.
¿Por qué fallan los razonamientos gráficos? ¿Por qué la intuición puede engañarnos de
modo tan tajante? Una respuesta posible, aunque seguramente sólo parcial, es que
cuando pensamos en el gráfico de una función solemos pensar en curvas que son
continuas y suaves, salvo eventualmente en unos pocos puntos.
Sin embargo, los gráficos, aun los gráficos de las funciones continuas, pueden
ser mucho más complicados de lo que podemos imaginar. El gráfico de la Función de
Cantor, mostrado más arriba, que es en realidad un fractal, o el gráfico de la Función
de Weierstrass, que es también un fractal, son muy difíciles de visualizar en toda su
complejidad.
No podemos confiar ciegamente en la intuición gráfica. Sólo las demostraciones
formales nos pueden dar la seguridad de que lo que estamos demostrando realmente
es cierto. El razonamiento puramente gráfico es una gran herramienta didáctica, pero
debemos ser plenamente conscientes de sus limitaciones.
Aun el Teorema de Bolzano, aparentemente obvio desde el punto de vista
gráfico, requiere una demostración formal, ya que aun en este caso la intuición podría
estar jugándonos una mala pasada.
20
hacer fracasar los razonamientos de nuestros padres y nunca sacaremos de ellas más
que eso.” La cita está tomada de (Lakatos, 1978, pág. 40).
Sin duda, Poincaré contaría como monstruos a los tres contraejemplos
descriptos más arriba. En defensa de estos monstruos podríamos decir, en primer
lugar, que no son creados meramente para “hacer fracasar los razonamientos de
nuestros padres”, sino para delimitar claramente su campo de validez, y es con tal fin
que en este libro haremos un gran despliegue de funciones o conjuntos
“monstruosos”.
Pero, además, Poincaré nos dice que estos monstruos nunca nos servirán para
algún fin práctico. Esto podría haber sido cierto durante el dominio de la física de
Newton y de la geometría de Euclides (dominios que en 1908 comenzaban a decaer),
pero ciertamente no lo es ahora.
¿Poincaré se equivocaba al decir que los monstruos no servían a ningún fin
práctico? Como todos, Poincaré era un hombre de su tiempo, sujeto a las ideas y a los
prejuicios de su época. En aquel tiempo, es verdad, los monstruos carecían de fin
práctico y en eso Poincaré tuvo razón. Pero se equivocó al arriesgarse a decir que
“nunca” obtendríamos de ellos nada bueno. La historia lo desmintió pocas décadas
después.
Hoy en día sabemos que el movimiento browniano (el movimiento de una
partícula de polen o de polvo en el aire o en la superficie del agua) se describe por una
función continua y nunca derivable como la de Weierstrass, o que los fractales (objetos
que Poincaré habría sin duda considerado monstruosos) describen muchos fenómenos
naturales de manera mucho más precisa que las curvas o superficies suaves de la
geometría euclidiana.
La matemática cambia, sus conceptos evolucionan y, por eso mismo,
deberíamos tener mucho cuidado antes de emplear frases como “esto siempre será
así” o “aquello nunca sucederá”.
§10. Actividades.
1) Investiguen cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cuáles son falsas.
21
a) Existe una función % ∶ ℝ → ℝ que es continua en todo número racional y
derivada no es continua.
22
Capítulo 1
Funciones continuas
Definición 1.1: Una función es una regla que a cada elemento de un conjunto J
§2. ¿Qué es una función?
23
conjunto = (llamado el codominio de la función). (En casi todos los ejemplo, tanto el
de ℝ , con K ≥ 1.)
dominio como el codominio de las funciones que consideraremos serán subconjuntos
general diría que una función es un subconjunto del producto cartesiano × = tal que
Existen otras definiciones posibles del concepto de función. La más abstracta y
para todo ' ∈ existe un único * ∈ = para el cual el par ', * pertenece a la función.
Sin embargo, para nuestros objetivos, la definición 1.1 es perfectamente válida.
Observemos que nuestra definición no solamente pide la unicidad del elemento
que se le asigna a cada miembro del dominio, sino que también pide su existencia. En
ℎ ∶ [1,2] → ℝ, ℎ
= M sí definen funciones. En ambos casos la fórmula de la función
4
1) % ∶ ℝ → ℝ, %
=
5 2) N ∶ [0,1] → 1, N
=
5
Ejemplo 1.2: Consideremos las cuatro funciones siguientes.
3) ℎ ∶ ℝ → ℝ , ℎ
=
5 4) P ∶ ℝ → ℝ , P
=
5
Todas ellas están definidas mediante la misma fórmula, es decir, en todos los
casos la regla que asigna las imágenes es la misma. Entonces ¿son cuatro funciones
diferentes o solamente una misma función repetida cuatro veces (con variaciones
menores)?
La respuesta es que las cuatro funciones son diferentes. Para convencernos de
24
La conclusión que obtenemos de este ejemplo es que el dominio y el codominio
de una función forman parte esencial de su definición y no son consecuencias
secundarias de la misma. (En particular, volviendo a la pregunta que motivó este
o de “la función =
5 ” sin especificar dominios o codominios. En aras de la
Sin embargo, es muy frecuente que se hable, por ejemplo, de “la función seno”
brevedad, este abuso de lenguaje es aceptable siempre y cuando quede claro que,
25
Definición 1.3: Una función % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ es continua en
= * si y sólo si
2) Existe SHTM→U %
.
3) SHTM→U %
= %*.
26
La primera pregunta que nos hacemos es si %
es una función continua. Si
leemos las definiciones 1.3, 1.4 y 1.5 llegamos a la conclusión de que sí, %
es
realmente una función continua. (Para
= 0,
= 1,
= 2 y
= 3 vale la misma
continua en
= 4 simplemente porque %4 no existe (falla la primera condición de
situación muy incómoda: acabamos de decir unas líneas más arriba que %
es
la definición). Sin embargo, si mantuviéramos esta idea, surgiría inmediatamente una
continua, entonces ¿cómo puede suceder que una función continua sea al mismo
27
Definición 1.3 bis: Una función % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ es continua en * ∈ J si y sólo si
cumple que SHTM→U %
= %*. Si * ∉ J entonces % no es continua ni discontinua en
ese punto.
Sea % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ, %
= Q
5
− 1. Nos habíamos
preguntado en la sección 2 cuál es el mayor conjunto J que puede tomarse como
Ejemplo 1.7:
que la función “raíz cuadrada” es continua en todo su dominio (es decir, en 1 , que es
Comencemos por la segunda cuestión. Sabemos, por lo aprendido en Análisis I,
que la función ℎ ∶ ℝ → ℝ, ℎ
=
5
− 1 es continua en todo ℝ.
el conjunto que usualmente se toma como dominio de esa función). Sabemos también
Por otra parte, los libros de texto de Análisis I nos enseñan que la composición
de dos funciones continuas es también una función continua. Como consecuencia, si la
definición clásica de continuidad es consistente, debemos concluir que la función
% ∶ J ⊆ ℝ → ℝ, %
= Q
5
− 1 es continua. Este análisis, aparentemente,
resuelve la segunda pregunta.
¿Cuál es entonces el conjunto J? Queda como tarea para Uds. verificar que el
mayor conjunto J que puede tomarse como dominio de % es J = 0 ∪ [1, +∞
(véase la actividad 1 al final de este capítulo). Como dijimos que % es continua,
deducimos entonces que % es continua en cada
que pertenece al conjunto J. En
28
particular, % es continua en
= 0, y en consecuencia limM→ %
= %0. He aquí
una afirmación sustentada por todo el corpus del Análisis I.
limM→ %
= %0, pero, por otra, nos dice que ese límite no puede calcularse.
En resumen, por una parte la definición clásica de continuidad nos dice que
Hemos llegado a una contradicción, a una paradoja. Pero esta paradoja nace en
realidad de no tomar en cuenta la suposición implícita en la definición 1.3, la
29
Definición 1.8 (límite en un punto): Sea % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ una función. Entonces,
SHTM→U %
= ℓ si y sólo si * es un punto de acumulación de J y, además, para todo
Z - 0 existe algún , - 0 tal que si 0 < [HG\
, * < , entonces [HG\%
, ℓ < Z.
(Donde [HG\&, ' = |& − '|, es la distancia entre dos números reales.)
“0 < [HG\
, *” porque la hereda de la definición de límite. Ahora bien, en muchos
La Afirmación 1.9, en cuanto definición de continuidad, contiene la condición
30
“0 < [HG\
, *” no es necesaria en una definición de continuidad y puede quitarse de
la Afirmación 1.9.
b) ¿Por qué la afirmación dice que * debe ser un punto de acumulación del
*, y distintos de *, como se desee. De ahí que la definición clásica de límite pida que *
Para que esto tenga sentido, necesitamos que haya puntos del dominio tan cercanos a
entonces [HG\]%
, %*^ < Z” (ya hemos suprimido la condición de que la distancia
deba ser mayor que cero). Para cualquier
que esté a una distancia menor que , de *
se debe cumplir que [HG\]%
, %*^ < Z. En particular, esto nos dice que para todos
* que esté en J, debe existir un , - 0 para el cual todo punto del intervalo
* − ,, * + , esté también en el dominio de %.
aislados (como
= 0 en el Ejemplo 1.7), sino que nos limita seriamente los dominios
Esta suposición no solamente nos bloquea el analizar la continuidad en puntos
suposición la que nos obliga considerar a los puntos & y ' como casos especiales
cuando el dominio de % es un intervalo [&, '] (ya que a la derecha de ' o a la izquierda
de & no hay puntos del domino).
31
En realidad, la suposición está fuertemente ligada a una idea gráfica según la
cual las funciones continuas son aquellas cuyo gráfico se puede dibujar sin levantar el
1.7. En efecto, veamos cómo la definición 1.10 nos permite demostrar que %: 0 ∪
Esta nueva definición nos permite resolver el dilema planteado por el Ejemplo
[1, +∞ → ℝ, %
= Q
5
− 1 es continua en * = 0. Para ello debemos probar
entonces [HG\%
, %0 < Z.
32
Normalmente, el valor de , depende del Z elegido. Sin embargo, en este caso
en particular no es así y es posible elegir un valor de , que sirva para todo Z - 0
Observemos que si
pertenece al conjunto −,, , ∩ J = a− , b ∩ 0 ∪
4 4
5 5
∈ a− , b ∩ 0 ∪ [1, +∞ [HG\%
, %0 =
4 4
5 5
Luego, si entonces
1
Según la definición 1.10, la función:
% ∶ ℝ ∖ 0 → ℝ, %
=
33
La cuestión que los textos de Análisis I relacionan con el concepto de
“discontinuidad evitable” o “discontinuidad esencial” se vincula en realidad con la
función N̅ ∶ ℝ → ℝ que sea continua y que coincida con N en ℝ ∖ 2? Dado que
la continuidad se conserve? Formulemos la pregunta con más precisión: ¿Existe alguna
limM→5 N
= 4 la respuesta es que sí. Este límite nos dice además que en
= 2 la
función extendida debe tomar el valor 4. En resumen, la función N̅ ∶ ℝ → ℝ se define
así:
5 − 4
N̅
= d
− 2 GH
≠ 2I
4 GH
= 2
limM→ %
= ∞ entonces no hay modo de extender la función a
= 0 de modo
modo que la continuidad se conserve? En este caso la respuesta es que no. Como
34
§7. Conclusión.
¿Cambian las definiciones matemáticas a lo largo del tiempo? La respuesta,
definitivamente, es que sí. La definición de función, la definición de derivada, la de
integral, la definición de continuidad, entre muchas otras, se ha ido modificando a lo
largo de las décadas. Pero este cambio no es azaroso ni arbitrario, sino que siempre es
impuesto por la necesidad de resolver algún problema.
En este capítulo nos hemos visto en la necesidad de modificar la definición
clásica de continuidad. Esta decisión fue causada por la paradoja que mostramos en la
sección 4: la definición clásica nos llevaba a concluir simultáneamente que la función
% ∶ J ⊆ ℝ → ℝ, %
= Q
5
− 1 es, y no es, continua en
= 0. La nueva
definición salva esta situación al permitirnos demostrar que % sí es continua en ese
punto.
Finalmente, recordemos que en la primera sección habíamos formulado varias
preguntas: ¿El dominio de una función es parte de su definición o sólo una
consecuencia de esa definición? ¿Es verdad que una función es continua si y sólo si se
puede dibujar su gráfico sin levantar el lápiz del papel? ¿Existe una función continua
cuya imagen esté formada exactamente por dos números diferentes? Los invito,
después de haber leído el capítulo, a responder las preguntas y a comparar las
respuestas con las que dieron (o hubieran dado) antes de comenzar la lectura.
§8. Actividades.
1) Sea % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ, %
= Q
5
− 1. Verifiquen que el mayor conjunto J que
puede tomarse como dominio de % es J = 0 ∪ [1, +∞. (Véase el ejemplo 1.7).
−1 GH 0 ≤
≤
4
5I
a)% ∶ [0,1] → ℝ, %
= g
1 GH <
≤1
4
5
35
−1 GH 0 ≤
<
4
5I
b) % ∶ [0,1] ∖ i j → ℝ, %
= g
4
1 GH <
≤ 1
5 4
5
GH 0 ≤
≤ 1I
c) % ∶ [0,1] ∪ 2 → ℝ, %
= i
1 GH
= 2
d) % ∶ 0 → 1, %0 = 1
e) % ∶ 0 → 1, %
=
+ 1
1 GH
∈ ℚI
aislados, en el que cada una de las siguientes funciones sea continua.
a) %
= [
] (parte entera de x) b) l
= F
0 GH
∉ ℚ
Nota: l
es conocida como la Función de Dirichlet.
36
entonces también es continua según la nueva definición que hemos adoptado en este
capítulo. Decimos entonces que la nueva definición extiende a la anterior.)
37
Capítulo 2
Funciones en ℝ
a ℝ . ¿Debe existir una notación diferente para las funciones de una variable y para
las funciones de varias variables? La verdad es que muchos libros de texto tienden a
marcar una diferencia demasiado tajante entre el modo de referirse a las funciones de
una variable y el modo de mencionar a las funciones de varias variables.
Inclusive algunos textos les atribuyen nombres diferentes a las funciones, según
cuál sea la dimensión correspondiente a su dominio o a su codominio. En estos últimos
38
textos, a las funciones %
∶ J ⊆ ℝ → ℝ se las suele llamar “funciones escalares”; a
las funciones %
n ∶ J ⊆ ℝ → ℝ (con K - 1 y una flechita sobre la
) se las llama
veces la
indicará un número real, a veces será un vector de K componentes, y en ese
caso será
=
4 , ⋯ ,
. A veces, también,
será la primera coordenada del par
, o de la terna
, , q.
De la misma forma, a veces %
será un número y a veces un vector de T
coordenadas, y en este último caso %
será %4
, ⋯ , %
. El contexto nos
a la distancia entre dos números reales, o a la distancia entre dos puntos del plano, o
entre dos puntos del espacio o, en general, entre dos puntos de 1 . Recordemos que
si
∈ 1 e ∈ 1 entonces [HG\
, se define como:
39
[HG\
, = rs
t − t 5
t;4
40
1) Decimos que % es continua en * ∈ J si y sólo si para todo Z - 0 existe algún
, - 0 tal que si
∈ J y [HG\
, * < , entonces [HG\%
, %* < Z.
2) Si ⊆ J, decimos que % es continua en si y sólo la condición anterior se
cumple para todo * ∈ .
3) Decimos que % es continua (“a secas”) si y sólo si la condición anterior se
cumple para = J.
4) Si * ∉ J entonces % no es continua ni discontinua en *.
§3. Entornos.
En el capítulo anterior, inmediatamente después de la definición 1.10, acotábamos que
la condición “
∈ J y [HG\
, * < ,” es equivalente a “
∈ * − ,, * + , ∩ J”, es
decir, si * ∈ ℝ entonces el intervalo * − ,, * + , es exactamente el conjunto de
todos los números reales cuya distancia a * es menor que ,. ¿Cómo se traduce esta
idea al caso en que * ∈ ℝ , con K ≥ 1 cualquiera? La siguiente definición nos
41
Por lo tanto, en el caso general, la condición “
∈ J y [HG\
, * < ,” es
equivalente a “
∈ u * ∩ J” y entonces el primer punto de la definición 2.1 puede
a) % ∶ J ⊆ ℝ5 → ℝ, %
, =
4
QM x yx z4
b) % ∶ J ⊆ ℝ5 → ℝ, %
, = |M||y|z5
M
1 GH
+ ∈ ℚI
a) % ∶ ℝ5 → ℝ, %
, = F
0 GH
+ ∉ ℚ
b) % ∶ ℚ × ℚ → ℝ, %
, =
+
42
Capítulo 3
El Teorema de Bolzano (1ra parte)
continua y %& y %' tienen distinto signo entonces existe algún * ∈ &, ' tal que
%* = 0.
43
Observación: En muchos libros de texto la condición que se pide para %& y
%' es que su producto sea negativo. Esta modificación no representa ninguna
diferencia ya que la expresión %&%' < 0 no es más que una manera elegante y
económica de decir que %& y %' tengan distinto signo. Observemos que cuando
decimos que dos números tienen distinto signo estamos implícitamente afirmando que
son distintos de cero (ya que los números en cuestión tienen algún signo, mientras que
el cero no lo tiene).
Todo teorema, como bien sabemos, tiene una o más hipótesis y una tesis (o
conclusión) y su enunciado afirma que siempre que las hipótesis se cumplan entonces
la tesis será cierta. El teorema, podemos decir, tiende un puente que relaciona las
hipótesis con la tesis. La noción fundamental que hace válido el teorema, tiene que
estar en ese puente y para descubrirla vamos a (metafóricamente hablando) atacarlo,
a retorcerlo y a estrujarlo para ver de qué está hecho.
Propongámonos entonces la siguiente cuestión: ¿qué hipótesis del Teorema de
Bolzano pueden ser removidas o modificadas de modo tal que la conclusión siga siendo
cierta? Ésta es la pregunta que guiará nuestro trabajo a lo largo de este capítulo.
44
La tesis afirma que existe * ∈ &, ' tal que %* = 0. Ahora bien ¿por qué dice
“* ∈ &, '”, y no “* ∈ [&, ']”? En principio es obvio que * debe estar en el dominio de
%, de lo contrario no tendría sentido escribir %*=0. Por lo tanto, no sería incorrecto
que la tesis afirmara que * ∈ [&, ']. Sin embargo, como explicábamos antes, al decir
que %& y %' tienen distinto signo estamos afirmando implícitamente que %& y
%' son ambos distintos de cero. Por lo tanto, el número * de la tesis no puede ser &
ni tampoco ', y como * ∈ [&, '], * ≠ & y * ≠ ' entonces podemos asegurar, con más
precisión, que * ∈ &, '. (Más precisión en el sentido de que hemos ubicado a * en un
conjunto un poco “más pequeño” que el dominio de %.)
En resumen, sería perfectamente correcto que la tesis dijera “* ∈ [&, ']”, el
enunciado clásico dice “* ∈ &, '”, por una parte porque también es correcto, y por
otra porque es más preciso.
pregunta es, entonces, la siguiente: ¿Podemos suprimir la hipótesis que dice que % es
En esta sección nos dedicaremos a las dos primeras hipótesis del teorema. La primera
una función continua? En otras palabras ¿es válida la siguiente afirmación (que es el
Afirmación 3.1: Si % ∶ [&, '] → ℝ es una función tal que %& y %' tienen
Teorema de Bolzano clásico sin la primera hipótesis)?
Si la Afirmación 3.1 fuera verdadera esto nos diría que es posible suprimir la
primera hipótesis, en otras palabras, que su presencia no sería indispensable. Por el
contrario, si la afirmación es falsa, sabríamos que la primera hipótesis es esencial y que
no puede omitirse.
Por otra parte, para justificar que la Afirmación 3.1 es verdadera (si ése fuera el
caso) deberíamos dar una demostración de ella (es decir, un razonamiento lógico que
la pruebe). Si la afirmación fuera falsa, para justificarlo bastaría con dar un
contraejemplo, es decir, mostrar una función que cumpla las hipótesis 2 y 3, pero que
no cumpla la tesis.
45
Queda como tarea para ustedes demostrar que la Afirmación 3.1 es, de hecho,
la primera hipótesis (aquella que afirma que % es continua) es esencial para el teorema
falsa (véase la actividad 1 al final del capítulo). En consecuencia, podemos afirmar que
¿Será también esencial la segunda hipótesis (aquella que afirma que %& y
y no puede omitirse.
%' tienen distinto signo)? En otras palabras, ¿es cierta la afirmación siguiente (que
Queda también como tarea para ustedes demostrar que esta segunda
que afirma que %& y %' tienen distinto signo también es esencial y no puede
afirmación es falsa (véase la actividad 2 al final del capítulo). Por lo tanto, la hipótesis
conjunto diferente del intervalo [&, ']? ¿Podríamos tomar, por ejemplo, el intervalo
&, '? Antes de analizar esta posibilidad debemos hacer algunos ajustes en la segunda
hipótesis y también en la tesis. En efecto, si tomáramos al intervalo &, ' como
dominio de % entonces no tendría sentido que la segunda hipótesis dijera que %& y
%' tienen distinto signo, ya que %& y %', simplemente, no existirían.
que hay dos números en el dominio de % donde la función tiene diferente signo, no
En realidad, la verdadera potencia de la segunda hipótesis está en el hecho de
hipótesis por la afirmación más general y más simple de que % cambia de signo.
importa cómo estos números se llamen. Podemos entonces reemplazar la segunda
46
En cuanto a la tesis, su formulación original (“existe * ∈ &, ' tal que…” ) está
fuertemente ligada a la suposición de que el dominio es el intervalo [&, '].
Necesitamos una formulación que pueda adaptarse a cualquier dominio. Ahora bien,
“existe * ∈ J{T% tal que %* = 0”. Tomaremos como tesis esta última afirmación.
como decíamos en la sección 2, sería perfectamente correcto que la tesis dijera que
Hip. 1: % es continua.
la siguiente manera:
función al intervalo abierto &, ' en lugar del intervalo cerrado [&, ']? Es decir, ¿es
Retomemos la pregunta sobre la hipótesis 3: ¿podemos tomar como dominio de la
en la hipótesis 3 de este teorema es posible tomar al conjunto J como dominio sin que
por ello se pierda la validez de la afirmación. En otras palabras, J es adecuado para el
Teorema de Bolzano si y sólo si toda función continua con dominio J que cambie de
Podemos afirmar entonces que todos los intervalos cerrados [&, '], así como
signo tiene necesariamente una raíz.
también todos los intervalos abiertos &, ', son adecuados para el Teorema de
Bolzano. ¿Qué otros conjuntos tienen esa propiedad?
47
Les propongo que determinen cuáles de los siguientes conjuntos son
adecuados para el Teorema de Bolzano, y cuáles no lo son (véase la actividad 4 al final
del capítulo):
Una vez que hayan resuelto esta actividad, conjeturen cuál es la propiedad que
distingue a los conjuntos que son adecuados de aquellos que no lo son. Las respuestas
a estas actividades aparecen en la sección siguiente, les propongo entonces que traten
de resolverlas antes de continuar la lectura.
ejemplo, enmarcados en el caso a) están, por ejemplo, los conjuntos [0,1] ∪ [2,3],
conjunto, sino que cada uno de ellos abarca toda una familia de conjuntos. Por
|−2, √2~ ∪ [3, 11], etc. En esos casos la respuesta, eventualmente, podría ser que
algunos conjuntos de la familia son adecuados, mientras que otros no lo son (queda
para ustedes determinar cuál es la respuesta).
El caso e), en cambio, como es obvio, habla de un único conjunto y en ese caso
la respuesta es por sí o por no.
Al resolver las actividades del final de la sección anterior habrán notado que todos los
conjuntos que son adecuados para el Teorema de Bolzano tienen en común una
característica que podríamos describir gráficamente como de “ser de una sola pieza” o
“estar formado por un solo trozo”. Un segmento cumple esta condición, mientras que
un conjunto formado por dos segmentos disjuntos no la cumple. En este último caso el
48
conjunto está “desconectado”, “partido en dos”. El concepto que estamos tratando de
aprehender se llama conexidad o conexión, y su definición formal es la siguiente.
aplica la definición 3.5 en el caso de los conjuntos [&, '], &, ', que son arco-conexos,
Antes de relacionar esta noción con el Teorema de Bolzano, veamos cómo se
y _, que no lo es.
Ejemplo 3.6: Para probar que todos los intervalo cerrados [&, '], o abiertos
&, ', son arco-conexos hay que ver que si y están en algunos de esos intervalos
entonces todo camino que los conecta está también contenido en el intervalo.
Ejemplo 3.7: Para ver que ℚ no es arco-conexo basta con mostrar dos números
racionales y tales que ningún camino que los conecte esté totalmente contenido
en ℚ. Ahora bien, como dijimos en el ejemplo anterior, esencialmente el único camino
que conecta con es el intervalo [, ]. Por lo tanto, basta hallar dos números
racionales y tales que [, ] ⊈ ℚ. Esto es muy sencillo, si tomamos = 1 y = 2,
ya tendremos nuestro contraejemplo porque [1,2] ⊈ ℚ dado que √2 ∈ [1,2].
49
Ahora bien, las dos actividades finales de la sección anterior nos llevaron a
conjeturar que todos los conjuntos arco-conexos son adecuados para el Teorema de
Bolzano. Según esta conjetura, el teorema podría reescribirse en esta forma más
§7. ¿Conclusión?
Hemos establecido que la continuidad de la función y el hecho de que ésta cambie de
signo son hipótesis esenciales e ineludibles del Teorema de Bolzano y hemos
conjeturado que la tercera hipótesis podría ser “el dominio de la función es un
conjunto arco-conexo”. Sin embargo, varias preguntas han quedado todavía
pendientes. Veamos dos de ellas:
a) ¿Es realmente válido el teorema 3.8? En otras palabras, ¿es correcta la
conjetura de que los conjuntos arco-conexos son adecuados para el Teorema de
Bolzano? En el próximo capítulo veremos que la respuesta es que sí.
b) ¿Cuál es la idea detrás del Teorema de Bolzano? Ésta es la pregunta que
planteamos al principio del capítulo y que todavía no hemos respondido. La
contestaremos en el próximo capítulo.
1) Demuestren que es falso que si % ∶ [&, '] → ℝ es una función tal que %& y %'
§8. Actividades.
tienen distinto signo entonces existe * ∈ &, ' tal que %* = 0. (Por lo tanto, la
hipótesis que dice que % es continua no puede omitirse en el Teorema de Bolzano.)
2) Demuestren que es falso que si % ∶ [&, '] → ℝ es una función continua entonces
existe * ∈ &, ' tal que %* = 0. (Por lo tanto, la hipótesis que dice que % cambia de
signo no puede quitarse del enunciado del Teorema de Bolzano.)
50
3) a) Demuestren que si % ∶ &, ' → ℝ es continua y % cambia de signo entonces
existe * ∈ &, ' tal que %* = 0.
51
Capítulo 4
El Teorema de Bolzano (2da parte)
§1. Arco-conexos en ℝ .
En este capítulo vamos a continuar con el análisis del Teorema de Bolzano que
aplicarse a subconjuntos de ℝ (tal como hicimos en el capítulo 3), sino que también
Ahora bien, si leemos la definición con cuidado, veremos que no sólo puede
52
Es obvio que si y están en el conjunto entonces existe un camino
totalmente contenido en él que conecta los dos puntos.
dar una aproximación física: un camino que conecta con (formalmente se lo llama
que hasta ahora veníamos manejando sólo a nivel intuitivo. Para comenzar, podemos
53
un arco, de ahí la denominación de “arco-conexo”) es la trayectoria que describe un
punto móvil P que se desplaza desde la posición hasta la posición .
Esa trayectoria (que supondremos que está contenida en un conjunto J ⊆ ℝ )
puede describirse matemáticamente mediante una función N ∶ [&, '] → J, donde
[&, '] es el intervalo de tiempo durante el cual se realiza el movimiento y N\ es la
posición del punto P en el instante \ (el tiempo puede medirse en segundos, minutos o
cualquier otra unidad, ese detalle no es importante aquí). La posición inicial es N& y
la posición final es N'. Si el camino conecta con entonces N& = y N' = .
54
es ℎ1 = 1,0. Sin embargo, esta diferencia entre N y ℎ no será relevante para
Por otra parte, notemos también que
: [0,2:] → 1 5 ,
\ = *{G \, GK \ y
nosotros, sólo nos interesará la trayectoria en sí, no el sentido en que se la recorra.
arco puntual, que es aquél que queda definido por una función N: [&, '] → 1
Un ejemplo extremo de arco (podríamos llamarlo un “arco degenerado”) es el
55
Si N ∶ [&, '] → TN ⊂ ℝ es biyectiva (donde TN designa a la imagen de N)
§3. La geometría de la lámina de goma.
deformado”, ya que aplicarle a un conjunto (en este caso, al intervalo [&, ']) una
entonces podemos visualizar al arco definido por esa función como un “segmento
función continua, biyectiva y con inversa continua tiene el efecto gráfico de estirarlo o
contraerlo como si estuviera hecho de goma, pero sin romperlo y sin pegar entre sí
partes que estaban separadas.
56
Una esfera puede transformarse en un cubo. Sin embargo, por motivos que
veremos más adelante, no es posible deformar una esfera para transformarla en una
rosquilla, como tampoco es posible deformar un círculo para transformarlo en un
anillo o corona.
Las deformaciones biyectivas y bicontinuas jugarán un papel fundamental en
este libro, por ese motivo introduciremos una palabra específica para referirnos a
ellas: las llamaremos homeomorfismos, palabra que viene del griego homoios (misma)
y morphē (forma). En consecuencia, podemos decir, por ejemplo, que una
circunferencia y una elipse son homeomorfas, porque una puede obtenerse de la otra
por aplicación de un homeomorfismo.
Ustedes podrán objetar que una circunferencia y una elipse no tienen “la
misma forma”. Eso es verdad, pero sólo si lo pensamos desde el punto de vista de la
Geometría Euclidiana. Para la Topología, en cambio, una elipse y una circunferencia sí
tienen la misma “forma”, en el sentido de que ambas figuras tienen exactamente las
mismas propiedades topológicas. Esto se debe a que la Topología puede definirse
como la rama de la Matemática que estudia las propiedades que son invariantes por
la propiedad. (El hecho que antes mencionamos de que una esfera no pueda
deformarse en una rosquilla se debe a que ambas superficies tienen propiedades
topológicas diferentes.)
Existe una analogía inmediata entre esta idea y lo que sucede en la Geometría
Euclidiana. Para ejemplificarlo, pensemos en un cuadrado e imaginemos que le
aplicamos varias rotaciones, traslaciones y simetrías. Al cabo de todos estos
movimientos obtendremos una figura que, desde el punto de vista de la Geometría
Euclidiana, tiene exactamente las mismas propiedades que la inicial. La única
diferencia con la Topología consiste en que ésta admite una gama más amplia de
transformaciones. (El hecho de que una circunferencia y una elipse sean figuras
diferentes para la Geometría Euclidiana se debe a que una no puede obtenerse de la
otra por aplicaciones sucesivas de rotaciones, traslaciones y simetrías.)
Estos conceptos nos colocan en el contexto del Programa de Erlangen,
formulado en 1872 por el geómetra alemán Félix Klein. En esos años, el desarrollo de
57
las geometrías no euclidianas comenzaba a introducir la idea (casi inconcebible antes
de esa época) de que la Geometría Euclidiana no era la única geometría posible.
Entonces, si hay potencialmente muchas geometrías, la pregunta que aparece
naturalmente es ¿qué es una geometría? Klein, en su Programa de Erlangen, trató de
dar una respuesta a esta cuestión.
Sin entrar en demasiados detalles podemos decir que, según Klein, una
geometría se define a partir de una serie de objetos (por ejemplo, conjuntos de
puntos) y de un grupo de transformaciones biyectivas que se pueden aplicar a esos
objetos. La geometría en sí misma es el estudio de las propiedades de esos objetos que
son invariantes por la aplicación de las transformaciones elegidas.
En este contexto, la Geometría Euclidiana Plana se vería como el estudio de las
propiedades de los polígonos, círculos, elipses, etc. que son invariantes por la
aplicación de los movimientos rígidos (rotaciones, traslaciones y simetrías). Por su
§4. ¿Y Bolzano?
Parece que nos hemos olvidado del Teorema de Bolzano, pero no es así. Por el
contrario, hemos llegado justamente al fondo de su análisis porque, ahora podemos
decirlo, la idea que está detrás del Teorema de Bolzano, esa noción fundamental que
lo hace verdadero (y que venimos buscando desde el capítulo anterior), es
esencialmente el hecho de que la propiedad de “ser arco-conexo” es topológica.
Con más exactitud, como veremos en la próxima sección, el Teorema de
Bolzano es verdadero porque al aplicar una deformación continua a un conjunto arco-
58
conexo siempre se obtiene un conjunto arco-conexo (no importa en realidad si la
deformación es biyectiva, o no).
útil: indicaremos como % (que se lee “la imagen de por %”) al resultado de aplicar
Antes de desarrollar esta idea, introduzcamos una notación que nos será muy
la función % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ al conjunto ⊆ J.
Observemos que % es siempre un conjunto, el cual se define como
% = %
∶
∈ . A modo de ejemplo, podemos decir que %J no es otra cosa
que la imagen de %. Otros ejemplos pueden verse en las actividades al final del
capítulo.
59
Por el contrario, hay otras demostraciones que simplemente van fluyendo a lo
largo de las definiciones de los conceptos involucrados. Tal es el caso de la
demostración del teorema 4.5 (y también, dicho sea de paso, de muchas de las
demostraciones que se piden en las actividades). Una demostración de este tipo se
puede pensar a partir de una sucesión encadenada de preguntas y respuestas, que en
el caso del teorema presente podría ser ésta:
60
Como y están en %, entonces existen P y G en tales que %P = y
%G = .
61
Consideremos la función % ∘ N ∶ [&, '] → %. Dado que % ∘ N es continua
(porque N y % lo son) entonces la imagen de esta composición es, por definición, un
arco contenido en %. Además, % ∘ N& = %]N&^ = %P = y % ∘ N' =
%]N'^ = %G = , por lo tanto ese arco conecta con . (Como dijimos antes, la
idea es que el arco que conecta con se obtiene deformando con la función % el
arco que conecta P con G.)
Hemos demostrado así que para todo par de puntos y en % existe un
camino totalmente contenido en el conjunto que los conecta. Luego, % es arco-
conexo, como queríamos probar. ∎
62
§5. El Teorema de Bolzano Generalizado.
Bolzano.
63
Un subconjunto arco-conexo de ℝ que contiene un número positivo y uno
negativo contiene necesariamente al cero. Por lo tanto 0 ∈ %J, es decir, existe
* ∈ J tal que %* = 0. ∎
biyectiva y con inversa continua. Al leer esta definición pudo surgirles a ustedes la
siguiente pregunta: ¿es necesaria la aclaración “con inversa continua”? Es decir,
64
¿puede suceder que % sea continua y biyectiva, pero que su inversa no sea continua?
La respuesta a ambas preguntas es que sí, la aclaración es necesaria, precisamente
si
∈ [0,1] I
%
= F
− 1 si
∈ 2,3]
[0,1] ∪ 2,3] en [0,2] que sea a la vez continua, biyectiva y con inversa continua ¿por
pero que su inversa no es continua. (De hecho, es imposible que exista una función de
Es interesante decir que, por el contrario, sí es cierto que si % ∶ [&, '] → [*, []
qué?)
a) ℝ ∖ ℚ b) −∞, 0
arco-conexos:
a)
, ∈ ℝ5 ∶ |
| - 0 b)
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 ≠ 1
arco-conexos:
c)
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 = 1 d)
, ∈ ℝ5 ∶
- 0
e)
, ∈ ℝ5 ∶ |
| - || f)
, ∈ ℝ5 ∶
≥ 0
g) El conjunto de todos los puntos cuyas dos coordenadas son racionales.
h) El conjunto de todos los puntos una de cuyas coordenadas, al menos, es entero.
i) El conjunto de todos los puntos una de cuyas coordenadas, al menos, es racional.
65
3) Definición: Un conjunto J ⊆ ℝ es convexo si y sólo si para todo ∈ J y ∈ J el
segmento que los une está totalmente contenido en J.
a) % ∶ ℝ → ℝ, %
= 1 +
+
5 = ]−√2 , − 1~ ∪ [0,1]
b) % ∶ ℝ5 → ℝ, %
, =
5 =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 ≤ 1
c) % ∶ ℝ5 → ℝ, %
, =
+ =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 = 1
conexo ⊆ ℝ tal que % no sea conexo. En caso de que no exista, expliquen por
5) Para cada una de las siguientes funciones, hallen, si es posible, un conjunto arco-
si
≤ 1 I
qué.
a) % ∶ ℝ → ℝ definida como %
= F
− 1 si
- 1
5
b) % ∶ ℝ → ℝ definida como %
= F4 −
si
≤ 2I
5
+ 1 si
- 2
66
9) Demuestre que si y son conjuntos arco-conexos de ℝ y su intersección es no
vacía entonces ∪ es también arco-conexo. Si la intersección es vacía ¿es posible,
no obstante, que ∪ sea arco-conexo?
11) Sea J =
, ∈ ℝ5 ∶ 1 ≤
5 + 5 ≤ 4. Hallen, si es posible, una función
continua % ∶ J → ℝ tal que %J = [−2, −1] ∪ [1,2]. En caso de que no exista,
expliquen por qué.
12) Existen funciones que no son continuas, pero que, sin embargo, cumplen que para
todo arco-conexo % es también arco-conexo. Un ejemplo es la función % ∶ ℝ → ℝ
definida como:
1
%
= dGK si
≠ 0I
0 si
= 0
c) Deduzcan de que todo polinomio de grado impar tiene al menos una raíz real.
67
Capítulo 5
Aplicaciones del Teorema de Bolzano
§1. Introducción.
En los capítulos 3 y 4 hemos estudiado la estrecha relación que existe entre el Teorema
de Bolzano Generalizado (TBG) y la noción de “conjunto arco-conexo”. Pero… ¿qué
aplicaciones tiene este teorema? ¿Qué otros teoremas o propiedades se relacionan
con los conjuntos arco-conexos? En este capítulo vamos a ver diferentes aplicaciones
del TBG y de los conjuntos arco-conexos, especialmente al Análisis Matemático.
% ∶ J ⊆ ℝ → ℝ, hallar = % =
∈ J ∶ %
- 0 y =z % =
∈ J ∶ %
< 0.
exactitud, el problema que estamos planteando nos pide, dada una función
68
destacar qué papel juegan el Teorema de Bolzano y los conjuntos arco-conexos. Para
mayor simplicidad, desarrollaremos la idea sobre un ejemplo concreto.
Supongamos, entonces, que queremos hallar los conjuntos de positividad y de
negatividad de la función %: ℝ ∖ 0 → ℝ, %
=
− M. El modo clásico de hacerlo es
4
calcular primero las raíces de %, que en este caso, como ustedes pueden verificar
fácilmente, son −1 y 1.
arco-conexos. En nuestro caso, esos intervalos son −∞, −1, −1,0, 0,1 y 1, +∞.
−3 en −∞, −1; − 5 en −1,0; en 0,1 y 4 en 1, +∞. El método nos dice que el
4 4
5
signo de % en cada uno de los puntos elegidos es el mismo signo que tendrá % en todo
el intervalo que contiene al punto. Por ejemplo, como %−3 < 0 entonces % es
negativa en todo el intervalo −∞, −1 y, en consecuencia, −∞, −1 es parte de
=z %.
Concluimos así que = % = −1,0 ∪ 1, +∞ y que =z % = −∞, −1 ∪ 0,1.
La cuestión que nos interesa destacar aquí es que la justificación del método
está dada por el contrarrecíproco del TBG, que puede enunciarse así:
69
es que ninguno de ellos quede dentro de alguna de las partes en que se divide el
dominio). Luego, como % no cambia de signo en cada intervalo, el signo que tenga en
uno cualquiera de sus puntos será el mismo que tendrá en todos los demás.
había sólo una variable. Como antes, comenzamos calculando las raíces de %:
procedemos exactamente de la misma manera que en el ejemplo anterior, en el que
? −
5 −
+ = 0
− 1
5 − = 0
= 1 o
5 =
Las raíces de % ya no son puntos aislados, sino que forman, en este caso, dos
curvas: la recta de ecuación
= 1 y la parábola de ecuación =
5 . Esto no significa
ninguna diferencia esencial. Tal como hicimos en el caso anterior, graficamos las raíces
en el dominio:
70
que las delimitan). En cada una de ellas se cumplen las hipótesis del contrarrecíproco
Por lo tanto, podemos afirmar que en cada una de las regiones % no cambia de
del TBG: la región es conexa, la función es continua en ella y no tiene raíces allí.
que tenga % en cada uno de esos puntos será el mismo signo que tendrá % en toda la
signo. Basta elegir, entonces, un punto en A, otro en B, otro en C y otro en D. El signo
región correspondiente.
En A, por ejemplo, podemos elegir el punto 2,6. Como %2,6 < 0, entonces
A forma parte del conjunto de negatividad de % y lo indicamos poniendo un signo
menos (–) en la región. Queda como tarea para ustedes determinar el signo de % en B,
C y D.
71
cualquiera en el tiempo y una escala para medir la temperatura (puede ser la escala
función continua
que a cada punto de su superficie le asigna un número real.
Comencemos la demostración. Tenemos la esfera que representa la Tierra y la
Debemos probar que existen dos puntos diametralmente opuestos de la esfera en los
cuales la función
tiene el mismo valor. Como primer paso, cortamos a la esfera
con un plano que pase por su centro.
72
radio que ella (el ecuador y los meridianos son, por ejemplo, círculos máximos de la
esfera terrestre).
Fijando convenientemente un sistema de coordenadas podemos suponer que
Observemos que si
es un punto de 4 (y, por lo tanto, un punto de la
%−
= −
− ]−−
^ = −
−
= −%
Es decir, %−
= −%
y, en particular, %−& = −%&. Por lo tanto %& y
%−& tienen distinto signo. En resumen, el dominio de % es arco-conexo, % es
73
continua y % cambia de signo. Por el TBG, existe algún punto * ∈ 4 tal que %* = 0.
Por la definición de %, ese punto verifica que * = −*.∎
74
…los puntos
y
serían ambos diametralmente opuestos a
. Esta situación, sin
{ si y sólo si es simple y cerrada, y además cumple que toda recta que pasa por { corta
Definición 5.2: Una curva (o una superficie) es regular con respecto a un punto
En una curva (o en una superficie) que sea regular con respecto a un punto { es
posible generalizar la noción usual de “puntos diametralmente opuestos”:
75
Teorema 5.4: Si = es una curva regular con respecto a un punto {, y ∶ = → ℝ
es continua entonces existen * ∈ = y * ∈ = diametralmente opuestos con respecto a
{ tales que * = * .
Demostración: Tomemos una circunferencia centrada en {. Podemos fijar un
sistema de coordenadas de tal modo que esa circunferencia sea 4 . (En el dibujo, la
curva = es interior a 4 , pero esta condición no es esencial.)
demostración). Por el teorema 5.1, existe algún * ∈ 4 tal que %* = %−*. Por lo
dificultoso de probar rigurosamente, por lo que nosotros lo aceptaremos sin
tanto * = * , donde * y * son los dos puntos donde = es cortada por la recta
que pasa por los puntos * y {, y que son, en consecuencia, diametralmente opuestos
con respecto a {. ∎
{. Bajo estas condiciones, todo corte de la superficie realizado con un plano que pase
la suposición, más realista, de que su superficie es regular con respecto a algún punto
por el punto { dará como resultado una curva regular con respecto a ese punto. Por el
76
instante de tiempo hay dos puntos diametralmente opuestos de la Tierra con la misma
temperatura.
− −
%
=
|
− −
|
continua.
¿Cuál es la imagen de %? Observemos que si & ∈ ℝ y & - 0 entonces || = 1. En
cambio, si & < 0 entonces || = −1. Por lo tanto, para todo
∈ 4 vale que %
= 1
77
o %
= −1. Es decir, T% ⊆ −1,1, que también podemos escribir como
% 4 ⊆ −1,1.
Por otra parte, un cálculo sencillo nos muestra que %−
= −%
. Esto
significa que si % vale 1 en
entonces vale −1 en −
, y viceversa. Por lo tanto 1 y −1
están ambos en la imagen de %, es decir, −1,1 ⊆ % 4 .
Deducimos así que % 4 = −1,1. Pero esto es una contradicción, porque 4
es arco-conexo y % es continua y entonces % 4 debería ser arco-conexo. Sin
embargo, % 4 = −1,1, que no lo es. La contradicción proviene de suponer que la
afirmación que queremos probar es falsa, por lo tanto debe ser verdadera. ∎
Del teorema 5.1 podemos deducir, una vez más, que en cualquier instante hay
dos puntos diametralmente opuestos de la Tierra en los que la temperatura es la
misma. Por otra parte, la demostración que acabamos de hacer nos sugiere una
%
≠ 0 para todo
∈ J. Podemos definir entonces la función N ∶ J → ℝ como:
Demostración: Probemos el teorema por el absurdo. Supongamos que
%
N
=
|%
|
Una respuesta muy frecuente a esta pregunta es un rotundo “sí”, y una justificación
78
habitual para esa respuesta es que “la derivada de % es siempre negativa” y que “si la
derivada es negativa entonces la función es decreciente”.
¿Es correcta esta respuesta? ¿Es correcta la justificación? Ante la duda, siempre
debemos recurrir, antes que nada, a las definiciones precisas de los conceptos
involucrados. Es decir, debemos preguntarnos qué significa que una función sea
5 ∈ y
4 <
5 entonces se cumple que %
4 - %
5 .
79
5) % es creciente (resp. estrictamente creciente, decreciente o estrictamente
decreciente) “a secas” si y sólo si lo es en todo su dominio.
porque, por ejemplo, −1 < 1 pero %−1 ≱ %1. Entonces… ¿es falso que “si la
derivada es siempre negativa entonces la función es decreciente”?
Para comprender qué es lo que está sucediendo, analicemos con cuidado cómo
sería la demostración de: “si la derivada es siempre negativa entonces la función es
decreciente”.
Esta afirmación es, en realidad, una consecuencia del Teorema de Lagrange,
también llamado Teorema del Valor Medio, cuyo enunciado es el siguiente:
80
¿Vieron el error? ¿Notaron el as que salía de la manga? ¿O el prestidigitador
dominio de %, pero ¿cómo podemos asegurar que todos los puntos del intervalo
[
4 ,
5 ] también están? La respuesta es que no podemos asegurarlo. El intervalo
[
4 ,
5 ] puede, en principio, contener puntos que no están en el dominio de % y en
consecuencia es incorrecto aplicar el Teorema de Lagrange. Precisamente esto es lo
dominio J sea un intervalo abierto &, ', aunque también podrían tomarse intervalos
En los textos de Análisis I, cuando se enuncia el teorema anterior, es usual que
del tipo −∞, ' o del tipo &, +∞, o inclusive −∞, +∞. La razón por la que los
intervalos son abiertos, y no cerrados, será analizada en el capítulo 10, donde
hablaremos de conjuntos abiertos.
En conclusión, la función % ∶ ℝ ∖ 0 → ℝ, %
= M es decreciente en el
4
81
Nota: Algunos libros, e incluso algunos prestigiosos sitios de Internet como
http://mathworld.wolfram.com/IncreasingFunction.html, optan por definir las
nociones de “creciente” o de “decreciente” solamente en intervalos, es decir,
solamente en dominios arco-conexos. Esta decisión, sin embargo, no es coherente con
el hecho de que esos mismos libros, o sitios, hablan de sucesiones crecientes o
decrecientes, siendo que una sucesión no es otra cosa que una función cuyo dominio
es el conjunto de los números naturales positivos. Es decir, el hecho de que podamos
82
El vagón se va a mover a lo largo de una vía rectilínea desde un punto A hasta
un punto B. El vagón no tiene porqué moverse suavemente ni a velocidad constante,
por el contrario, puede avanzar en algunos momentos y retroceder en otros, puede
acelerar o desacelerar bruscamente, etc. La única condición es que antes de que el
viaje comience tendremos una descripción completa y precisa de todos los
movimientos que el vagón va a hacer (sabremos, por ejemplo, en qué momentos va a
acelerar y de cuántos metros por segundo cuadrado será esa aceleración, sabremos
cuándo la velocidad será constante, y así sucesivamente).
La pregunta es: ¿existe alguna posición inicial de la palanca que nos asegure
que al llegar al punto B ésta se encontrará en posición perpendicular al suelo del
vagón?
Este problema fue planteado por primera vez por Richard Courant y Herbert
Robbins, en 1941, en su famoso libro “¿Qué es la Matemática?”. La respuesta que se
da allí es que sí existe una posición inicial que asegura que la palanca terminará en
posición vertical. La justificación que se da en el libro es así:
Llamemos
al ángulo que forma la palanca con el suelo del vagón y definamos
la función % ∶ [0, :] → [0, :] como aquella que a cada ángulo inicial de la palanca le
trabe cuando está en posición horizontal implica que %0 = 0 y que %: = :. Luego,
0 y : están en la imagen de %. Por el Teorema de los Valores Intermedios (§5 del cap.
83
3) deducimos que también está en la imagen. Es decir, existe algún * ∈ [0, :] tal que
5
siempre exista una posición inicial de la palanca que asegure que la posición final es
vertical.
Para entender el razonamiento de Poston, observemos el gráfico siguiente:
De cada ángulo inicial (estos ángulos se leen en el eje vertical, entre 0 y :) parte
forma a palanca con el suelo.
eje vertical y seguimos la curva que allí se inicia hasta su punto final. La segunda
84
coordenada de ese punto final es el valor de %
. Obviamente, la imagen de % está
formada por las segundas coordenadas de todos los puntos finales de las curvas.
c) d)
suelo. La imagen de % en este caso es el conjunto i0, 5 , :j, que es arco-disconexo. Esto
85
Por otra parte, en el gráfico b) la imagen de % es 0, :. Por lo tanto, también es
esté siempre en la imagen de %. Es decir, es falso que siempre exista una
5
falso que
posición inicial de la palanca para la cual la posición final es vertical. Esa posición
puede existir, o no, dependiendo del plan de viaje del vagón.
Los gráficos c) y d) simplemente nos muestran que las curvas pueden ser
mucho más complejas de lo que podríamos imaginar a priori.
función N como N ∶ ℝ ∖ ℤ → ℝ, N
= [
] (parte entera de
). ¿Cuál es el máximo
conjunto J que puede tomarse como dominio de %? ¿Cuánto vale la derivada de % en
cada punto de J? ¿Cuánto vale la derivada de N en cada punto de ℝ ∖ ℤ? ¿Es
constante N? ¿Es constante %?
86
a) Si % es estrictamente creciente y derivable entonces %
- 0 para todo
∈ ℝ.
b) Si % es estrictamente creciente entonces es derivable.
c) Si % es derivable y %
- 0 para todo
∈ ℝ, entonces % es estrictamente
d) Si % es derivable y %
≥ 0 para todo
∈ ℝ, entonces % es creciente.
creciente.
5) Sea % ∶ [0,1] → [0,1] una función continua. Demuestren que existe algún * ∈ [0,1]
tal que %* = *. (Es decir, existe un * que es un punto fijo de %.)
5 − 4 si
≤ 2
7) Hallen los conjuntos de positividad y de negatividad de las siguientes funciones:
1 si
∈ ℚ I
a) % ∶ ℝ → ℝ, %
= F b) % ∶ ℝ → ℝ, %
= d 0 si 2 <
< 3 I
−1 si
∉ ℚ
4 −
si 3 ≤
87
8) Nos plantean el problema de graficar el conjunto:
=
, ∈ ℝ5 ∶
B -
? 5 +
− ?
b) Resuelvan el problema.
88
Capítulo 6
El Teorema de Weierstrass (1ra parte)
Antes que nada, conviene aclarar los conceptos que aparecen en el enunciado.
Comencemos con la noción de función acotada. El adjetivo “acotado” o “acotada”, en
realidad, aparece mucho en Matemáticas, especialmente en Análisis, y suele aplicarse
a funciones, sucesiones o conjuntos. Pero en todos los casos, independientemente del
objeto a que se aplique, el adjetivo “acotado” viene asociado a la idea de “no irse al
89
acotada significa que existen un “techo” y “un piso” (representados por dos rectas
horizontales) los cuales nunca son atravesados por el gráfico de %.
%
= 1 + zM (que verifica que 1 ≤ %
≤ 2 para todo
∈ ℝ). Otros ejemplos
x
bien conocidos de funciones acotadas (también con dominio en ℝ) son seno y coseno.
aunque sí resulta ser acotada si restringimos su dominio a cualquier intervalo [&, ']
que no contenga al cero. (Una vez más, vemos que es esencial indicar el dominio de las
90
Un ejemplo de función acotada con dominio ℝ5 es ℎ
, =
4
4M x yx
, que
verifica que 0 ≤ ℎ
, ≤ 1 para todo
∈ ℝ5 . Otro ejemplo es P
, = M x y x .
Mx
91
§2. Alcanza máximo y mínimo.
vimos, dice que si % ∶ [&, '] → ℝ es continua entonces es acotada. La segunda parte
Volvamos al Teorema de Weierstrass. La primera parte de su enunciado, como ya
dice que % alcanza máximo y mínimo absolutos en [&, ']. Veamos qué significa esto
para todo
∈ .
Por otra parte, es claro que, cuando el dominio de % es el intervalo [&, '], no
necesariamente sucede que el máximo o el mínimo absolutos de % se alcancen en & o
en '. Un ejemplo es N ∶ [−1,1] → ℝ, N
=
? −
(véase el gráfico siguiente), cuyos
92
§3. El Primer Teorema de Weierstrass.
que % alcanza máximo y mínimo absolutos en [&, '] la estudiaremos más adelante. Nos
centraremos entonces en la siguiente afirmación, que llamaremos Primer Teorema de
Weierstrass:
dominio es el intervalo [&, ']) y una tesis (que % es acotada). Queda como tarea para
ustedes verificar que la primera hipótesis, la que habla de la continuidad de %, no
puede ser eliminada (véase la actividad 1 al final del capítulo).
[&, '], podríamos tomar como dominio de una función continua % de modo tal que el
La pregunta ahora es: ¿qué otros conjuntos, además del intervalo cerrado
Queda como tarea para ustedes determinar cuáles de los siguientes conjuntos
son adecuados para el Primer Teorema de Weierstrass y cuáles no lo son. (Pueden
c) [0,1 d) [0,2] ∖ 1
e) [1, +∞ f) ¢√2, :, 7¤
g) 1 h) [0,1] ∪ 2
93
Como segunda tarea, conjeturen qué característica tienen en común los
conjuntos adecuados, y que falta en los conjuntos que no son adecuados. Las
respuestas se encuentran en el próximo capítulo.
§4. Actividades.
1) Demuestren que en el Primer Teorema de Weierstrass no puede quitarse la
hipótesis de que la función es continua.
2) Para cada uno de los conjuntos siguientes, hallen una función continua y no acotada
que lo tenga como dominio. (En todos los casos existe una función así, eso demuestra
que cada uno de estos conjuntos no es adecuado para el Primer Teorema de
a) =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 < 1
Weierstrass.)
b) =
, ∈ ℝ5 ∶ |
| ≤ 1
c) = =
, ∈ ℝ5 ∶ 0 <
5 + 5 ≤ 1
94
Capítulo 7
Conjuntos compactos
[0,1, [0,2] ∖ 1, [1, +∞ y ℝ, no son adecuados. (Si antes no resolvieron la actividad
pueden ahora justificar, antes de continuar la lectura, por qué la respuesta es ésta que
hemos dado.)
Resumamos la información en una tabla:
Adecuados
[&, ']
No adecuados
0,1, [0,1
[0,1] ∪ [2,3] [0,2] ∖ 1
[0,1] ∪ 2 ℝ
95
adecuados? En lo que sigue responderemos esta pregunta (si antes no lo hicieron,
pueden ustedes pensar la respuesta antes de seguir leyendo).
inmediata, según la definición, es que [1, +∞ no es adecuado porque existe alguna
función continua con dominio [1, +∞ que no es acotada. Una función así, por
ejemplo, es % ∶ [1, +∞ → ℝ, %
=
.
Ahora bien, ¿por qué % no es acotada? La respuesta es que el conjunto
[1, +∞, dado que “se va al infinito”, le da a la función el “espacio” suficiente para
crecer indefinidamente. Es decir, % se va al infinito porque el conjunto [1, +∞ se va al
infinito. Esto nos sugiere que la condición de “no irse al infinito” es, en efecto, una
∈ J (es decir, J está “confinado” entre dos valores tal como decíamos antes). En ℝ5 ,
el conjunto J es acotado si y sólo si puede encerrarse en un círculo suficientemente
grande; y en ℝ? , si puede encerrarse en una esfera. (La definición formal establece que
96
el centro de ese círculo o esa esfera sea el origen, pero podría ser igualmente cualquier
otro punto).
acotada si y sólo si T% es un conjunto acotado. Esta equivalencia vale inclusive para
funciones con codominio en un ℝ cualquiera. Podemos dar entonces la siguiente
definición alternativa para el concepto de función acotada:
El siguiente teorema muestra que “ser acotado” es, en efecto, una condición
necesaria para ser adecuado para el Primer Teorema de Weierstrass.
% ∶ J → ℝ como %
= |
|. Es fácil ver que % es continua. Ahora bien, si % fuera
acotada, existiría algún - 0 tal que |
| < para todo
∈ J. Por lo tanto J sería
De este modo hemos visto que un conjunto adecuado debe ser necesariamente
acotado.
Sin embargo, si observamos la tabla que construimos más arriba, notaremos
que la condición de ser acotado, aunque necesaria, no es suficiente. Por ejemplo, 0,1
es acotado, pero no es adecuado para el Primer Teorema de Weierstrass. ¿Cuál es la
97
característica que nos falta considerar? Responderemos esta pregunta en la sección
siguiente.
Para responder la pregunta debemos mostrar una función continua y no acotada con
limM→ ¦ %
= +∞.
Observemos lo siguiente: por una parte, existen puntos del dominio de % que
limM→ %
. Pero, al mismo tiempo, 0 no está en el conjunto. Esto último permite
están tan cercanos a 0 como se quiera, éste es el hecho que hace posible calcular
¦
que limM→ ¦ %
sea +∞ sin que por ello % deje de ser continua (si 0 estuviera en el
dominio, para que % fuese continua, debería ser limM→ ¦ %
= %0 ∈ ℝ).
En el conjunto [0,2] ∖ 1 = [0,1 ∪ 1,2] se produce el mismo fenómeno: el 1
tanto, es posible definir una función que sea continua en [0,2] ∖ 1, pero que a la vez
no está en el conjunto, pero sí hay puntos tan cercanos al 1 como se quiera. Por lo
definir una función % que sea continua en J, pero tal que limM→ %
= ∞. Esta idea
Primer Teorema de Weierstrass. El motivo es que en esas condiciones sería posible
limM→ %
, donde % es una función con dominio J.)
cumple la condición que se necesita para que sea posible plantear la definición del
, - 0 existe algún
∈ J tal que
≠ & y [HG\&,
< ,.
98
Ejemplo 7.4: Si J = 0,1, entonces 0 y 1 son puntos de acumulación de J (es
evidente, por ejemplo, que se pueden encontrar puntos de J distintos de 0 pero tan
cercanos a 0 como se quiera; lo mismo sucede con el 1). Pero también se da la misma
Del mismo modo, concluimos que ningún punto fuera del [0,1] es de
acumulación de J. En resumen, los puntos de acumulación del conjunto 0,1 son
exactamente los puntos del conjunto [0,1] y ningún otro.
intervalo &, ' es el intervalo [&, ']. Los puntos de acumulación de &, +∞ es el
Generalizando esta idea, el conjunto de todos los puntos de acumulación del
Obviamente esto no es así, por esa razón el dibujo debe tomarse solamente como una
figura de análisis y no como una representación fiel de la “realidad”.)
99
Después de lo visto en el ejemplo anterior, es claro que todos los puntos entre
0 y 1, ambos incluidos, son puntos de acumulación de J. Pero… ¿qué pasa con el 2? Es
claro que no existen puntos de J, distintos de 2, tan cercanos al 2 como se quiera (la
distancia entre el 2 y otro punto diferente de J nunca será menor a 1). Por lo tanto, el
conjunto de todos los puntos de acumulación de J es exactamente el intervalo [0,1].
El número 2 es un punto aislado de J. Aunque el significado de la expresión
“punto aislado” es intuitivamente claro, demos igualmente la definición formal:
, - 0, u∗ & ∩ J ≠ ∅.
100
En este caso, el conjunto de todos los puntos de acumulación de J está
formado por el propio J.
Todos sabemos que lim→ = 0. Esto significa que hay números de la forma
4
4
tan cercanos al 0 como se quiera. En otras palabras, 0 es un punto de acumulación de
J. Pero ¿qué sucede con los demás números del conjunto? Por ejemplo, ¿es también
101
…el segmento vertical del extremo izquierdo indica al 0; cada uno de los demás
4
5
El segmento que representa al punto es, por supuesto, el que está en el lugar
4 4
marcado con 0,05. El segmento ubicado inmediatamente a la derecha del 5 es el 4A ,
4 4
el ubicado inmediatamente a la izquierda es el 54. Vemos así que 5 es en realidad un
punto aislado de J. Lo mismo sucede con cada uno de los puntos de la forma ; . Por lo
4
102
En efecto, si & es un punto de acumulación de J que no pertenece al conjunto
entonces podemos definir una función continua con dominio J tal que
limM→ %
= ∞. El que & sea punto de acumulación del dominio le da sentido al
hecho de que se pueda calcular limM→ %
y el que & ∉ J permite que el límite sea
infinito sin que por ello deje % de ser continua.
Ejemplo 7.12: Tanto 0,1 como [0,2] ∖ 1 no son cerrados, ya que en ambos
casos hay puntos de acumulación del conjunto que no pertenecen a él.
Ejemplo 7.14: Como [&, '] = [&, '] entonces todos los intervalos cerrados
[&, '] son, como su nombre sugiere, conjuntos cerrados. También son cerrados los
intervalos de la forma [&, +∞, ya que [&, +∞ = [&, +∞.
103
que se definen como aquellos cuyo derivado es ℝ . Un ejemplo es ℝ ∖ 0, que es
En el extremo opuesto del espectro de los discretos están los conjuntos densos,
Ejemplo 7.18: El conjunto ¢√2, :, 7¤, como todo conjunto finito, es discreto, y
por lo tanto es cerrado.
%
= ª«¬,M es continua. Por otra parte, es fácil ver que limM→ %
= + ∞. Por lo
4
En conclusión, ser cerrado y ser acotado son condiciones necesarias para ser
adecuado para el Primer Teorema de Weierstrass. ¿Serán condiciones suficientes?
Antes de contestar esta pregunta planteemos una nueva definición:
104
El siguiente teorema enuncia que “ser compacto” (es decir, “ser cerrado y
acotado”) es condición suficiente para que un conjunto sea adecuado para el Primer
Teorema de Weierstrass.
demostración de este teorema En el capítulo siguiente. Así como antes vimos que el
Teorema de Bolzano Generalizado es verdadero esencialmente porque “ser arco-
conexo” es una propiedad topológica, de la misma manera veremos que el Primer
Teorema de Weierstrass Generalizado, y también el Teorema de Weierstrass clásico,
son verdaderos porque “ser compacto” es una propiedad topológica.
§5. La frontera.
Muchos libros de Análisis, especialmente los libros de Análisis II que introducen
informalmente algunos conceptos topológicos, suelen decir que un conjunto es
cerrado si y sólo si “contiene a todos los puntos de su frontera”. La pregunta que
queremos discutir es si esa afirmación es correcta.
105
Pero antes de responder esta pregunta debemos, a su vez, plantearnos lo
siguiente: ¿qué es la frontera de un conjunto?
106
Ejemplo 7.24: Cuando una idea intuitiva se vuelca en una definición formal,
ésta suele habilitar dentro del concepto definido cierto número de ejemplos que la
conjunto J =
, ∈ ℝ5 ∶ 0 <
5 + 5 < 1, que es el círculo de radio 1 centrado
idea intuitiva inicial no pretendía abarcar. A modo de ejemplo, consideremos el
llamamos 4 ) son parte de la frontera de J. Pero además, aunque tal vez no sea
Es claro que todos los puntos de la circunferencia de radio 1 (recordemos que la
J. Para probar esto último tenemos que verificar que para todo , - 0, u 0,0 ∩ J ≠
intuitivamente tan obvio, el origen de coordenadas también es parte de la frontera de
∅ y u 0,0 ∩ JU ≠ ∅.
En cuanto a la primera intersección, es evidente que para todo , - 0,
u 0,0 ∩ J ≠ ∅ (excepto por la falta del centro en J, son dos círculos concéntricos
sin borde). Acerca de la segunda intersección, u 0,0 ∩ JU = 0,0. Por lo tanto,
como dijimos antes, (0,0 ∈ ®J.
Ejemplo 7.25: Queda como tarea para ustedes verificar que ®ℝ = ∅ y que si
& ∈ 1 entonces ® & = &.
El hecho de que ® & = & nos muestra que no es verdad que la frontera de
J esté formada necesariamente por puntos de acumulación de J; sin embargo, sí hay
en realidad una vinculación entre frontera y puntos de acumulación. Esa relación
queda establecida en el teorema siguiente:
107
Para la segunda afirmación, observemos que si & es punto de acumulación de J
entonces para todo , - 0 vale que u & ∩ J ≠ ∅. Por otra parte, por la suposición
de que & ∉ J, para todo , - 0, u & ∩ JU ≠ ∅ porque & ∈ u & ∩ JU . Por lo tanto,
para todo , - 0, u & ∩ JU ≠ ∅ y u & ∩ J ≠ ∅. Luego & ∈ ®J. ∎
108
Intuitivamente, podemos pensar que la clausura de un conjunto consiste en
agregarle todos los puntos que le faltan para ser cerrado (es decir, lo estamos
f=J
f y JU U = J (es decir, aplicar dos veces
clausura, luego el complemento, etc. No tiene sentido aplicar dos veces consecutivas la
J = 0,1 ∪ 2
J z = [0,1] ∪ 2
JzU = −∞, 0 ∪ 1,2 ∪ 2, +∞
JzUz = −∞, 0] ∪ [1, +∞
JzUzU = 0,1
JzUzUz = [0,1]
JzUzUzU = −∞, 0 ∪ 1, +∞
J zUzUzUz = −∞, 0] ∪ [1, +∞
J = 0,1 ∪ 2
JU = −∞, 0] ∪ [1,2 ∪ 2, +∞
109
JUz = −∞, 0] ∪ [1, +∞
a) _ ∩ [0,1] b) −∞, 0]
acotados y cuáles son compactos. Justifiquen su respuesta.
;4[2K, 2K + 1]
c) ⋃ d) _
a)
, ∈ ℝ5 ∶ |
| + || ≤ 1 b)
, ∈ ℝ5 ∶
5 + ≤ 1
acotados y cuáles son compactos. Justifiquen su respuesta.
c)
, ∈ ℝ5 ∶ |
| < || d)
, ∈ ℝ5 ∶ |
| = ||
110
5) Sea J ⊆ ℝ un conjunto que cumple esta condición: “toda función continua
% ∶ J → ℝ es acotada inferiormente”. Demuestren que J es adecuado para el Primer
Teorema de Weierstrass.
c) & d) ℚ
e) J = i ∶ K ∈ ℕ j ∪ 0
4
a) =
, ∈ ℝ5 ∶ 1 <
5 + 5 < 4
cerrados, cuáles son acotados y cuáles son compactos:
111
Capítulo 8
La completitud de los números reales
§1. Introducción.
En este capítulo vamos a formular los resultados previos que necesitaremos para
desarrollar la demostración del Primer Teorema de Weierstrass Generalizado (PTWG),
compacto entonces % es acotada. Nuestra intención final es ver que este teorema es
una consecuencia inmediata del hecho de que la imagen de un conjunto compacto por
una función continua es también un conjunto compacto. En otras palabras, el PTWG es
verdadero esencialmente porque “ser compacto” es una propiedad topológica.
máximo y mínimo absolutos en [&, ']) como en su versión generalizada, que afirma
que si una función % ∶ J ⊆ ℝ → ℝ es continua y J es compacto entonces % alcanza
máximo y mínimo absolutos en J.
Pero en última instancia todas estas afirmaciones están estrechamente
relacionadas con la propiedad topológica fundamental de los números reales, la
propiedad que los define como conjunto: su completitud. Por ese motivo,
comenzaremos este capítulo con un estudio breve, aunque profundo, de las
propiedades esenciales de los números reales.
112
¿Cómo podemos asegurar que existe el número 0? ¿O el número 1? ¿O el número −4?
§2. Los números reales.
4
5
¿Cómo podemos asegurar que existe el número ? ¿Cómo podemos asegurar que
113
El undécimo axioma establece la validez de la propiedad distributiva.
Los siguientes cuatro axiomas hablan de la relación de orden (es decir, la
relación “menor que”). El primero dice que el orden es una relación transitiva; el
segundo establece la llamada Ley de Tricotomía (si dos números son diferentes entre sí
entonces uno de ellos es mayor que el otro). Los dos últimos axiomas, que hablan de la
compatibilidad entre el orden y las operaciones de suma y producto, no serán
esenciales para nosotros.
Hasta aquí hemos listado quince de los dieciséis axiomas que mencionaremos
en esta sección. Antes de enunciar el último, analicemos qué nos dicen estos primeros
quince acerca de las preguntas que planteamos al principio.
ordenamiento. Si hubiera, por ejemplo, tres números diferentes &, ', * que no
pueden ordenarse de menor a mayor sin que haya ninguno que “escape” a ese
114
asignarle el número 1 a un punto de la recta, que debe ser diferente del que hemos
asignado al 0.
Un axioma nos dice que todo número diferente de cero tiene un inverso
multiplicativo, esto demuestra la existencia de todos los números racionales de la
forma ± . Multiplicando estos últimos números por todos los enteros probamos la
4
115
4
¿Cómo podemos asegurar que existen números de la forma tan cercanos al 0
como se quiera? En otras palabras ¿cómo sabemos realmente que lim→ = 0? Esta
4
Gráficamente, el axioma nos dice que si tenemos dos segmentos, uno de menor
longitud que el otro, entonces copiando una cantidad finita, pero suficientemente
grande de veces el segmento menor llegaremos a superar la longitud del mayor.
Teorema 8.1: Para todo 0 < Z < 1 existe algún número K ∈ ℕ tal que
demostración:
[HG\ a , 0b < Z.
4
116
Demostración: Si 0 < Z < 1 entonces, por el axioma de Arquímedes, existe
Teorema 8.2: Si & y ' son reales cualesquiera tales que & < ' entonces existe
números racionales y dice lo siguiente:
[ son reales cualesquiera tales que [ − * - 1 entonces existe algún entero T tal que
* < T < [.
Sean ahora & y ' reales tales que & < '. Si ' − & - 1 entonces, por el hecho
antes mencionado, existe un número entero (y por lo tanto, racional) entre & y '. Si,
por el contrario, es ' − & < 1, entonces, por el axioma de Arquímedes, existe algún
K ∈ ℕ tal que K' − & - 1. Luego, K' − K& - 1 y en consecuencia existe algún
entero T tal que K& < T < K'. Dividiendo por K obtenemos que & < < '.∎
&, ' existe al menos un número racional. De hecho, no es difícil deducir que en todo
Otra forma de expresar el teorema 8.2 es diciendo que en cualquier intervalo
Para probar que ℚ es denso en ℝ tenemos que ver, entonces, que todo
número real es punto de acumulación de ℚ. Esto quiere decir, que hay que probar que
117
para todo
∈ ℝ y para todo , - 0 el entorno reducido u∗
=
− ,,
∪
,
+
, contiene al menos un número racional. Y esto último es cierto porque tanto el
intervalo
− ,,
como el intervalo
,
+ , contienen ambos infinitos números
…no le corresponde ningún número racional. Ahora bien… ¿cómo podemos asegurar
Los matemáticos de fines del siglo XIX expresaban esta propiedad diciendo que 1 es un
recta le corresponde un número real y a cada número real le corresponde un punto.
118
continuo, hoy en día el lenguaje ha cambiado un poco y se prefiere decir que 1 es
completo (el concepto, de todos modos, es el mismo).
Los matemáticos que, a lo largo del siglo XIX, se dedicaron a fundamentar el
Análisis Matemático sobre bases lógicamente sólidas, se encontraron, hacia la segunda
mitad de ese siglo, ante la necesidad de expresar de un modo riguroso esta propiedad
de completitud. A esta necesidad se la conoció en aquella época como “el problema
del continuo”. La pregunta era, entonces: ¿cómo se puede expresar la completitud de
los reales?
Ahora bien, así expresado, “el problema del continuo” parece bastante trivial.
Si la cuestión es formular la completitud de los reales ¿por qué no se puede decir
simplemente, como hicimos nosotros más arriba, que la completitud significa que “a
cada punto le corresponde un número real y a cada número real le corresponde un
punto”?
La respuesta a esta objeción es que los conceptos geométricos no proporcionan
una base lógica sólida para el Análisis. Ya vimos, por ejemplo, en el capítulo 0 que la
idea geométrica de continuidad puede llevarnos a conclusiones incorrectas. Los
matemáticos del siglo XIX fueron los primeros en darse cuenta de esto y buscaron
sustentar el Análisis, no en la Geometría, sino en la Aritmética y la Teoría de Conjuntos.
Por lo tanto, el problema del continuo no consistía meramente en hallar un
modo de expresar la completitud de los reales, sino en expresarla sin apelar a
conceptos geométricos tales como “punto” o “recta”.
Unos pocos matemáticos lograron este objetivo, los más destacados fueron
Karl Weierstrass, Richard Dedekind y Georg Cantor. Cada uno de ellos logró su objetivo
de una manera diferente, aunque en todos los casos los números que “faltaban” para
completar la recta (los irracionales) eran definidos esencialmente como
aproximaciones sucesivas de números racionales.
Cantor, por ejemplo, definió a los irracionales como límites de ciertas
sucesiones de racionales, a las que llamó “sucesiones fundamentales” (y que hoy se
conocen como “sucesiones de Cauchy”). Unos años después, el matemático francés
Charles Méray modificó la idea de Cantor y definió a los irracionales a partir de lo que
llamó “encajes de intervalos”.
119
Ninguna de estas definiciones (ya sea la de Weierstrass, Dedekind, Cantor o
Méray) era de tipo axiomático. En todos los casos, los racionales se suponían dados sin
una base lógica explícita y con todas sus propiedades implícitamente aceptadas. A
partir de los racionales se definían los irracionales, se probaban las propiedades
básicas de estos y se demostraba, como teorema, la completitud de los reales.
Pero algunos matemáticos, entre ellos David Hilbert, consideraban que este
estado de cosas era insatisfactorio ya que la falta de una base lógica para los racionales
era un “talón de Aquiles” del sistema. Es así como Hilbert propone en 1899 el sistema
de axiomas que venimos estudiando, a modo de fundamento tanto para los racionales
como para los irracionales.
Para Weierstrass, Dedekind, Cantor y Méray los irracionales se definían a partir
de los racionales y la completitud era una propiedad que se deducía de esa definición.
Para el sistema de Hilbert, en cambio, todos los números reales están dados desde el
principio y la completitud se postula como un axioma más; la única cuestión es elegir el
modo de formular ese axioma. (Bertrand Russell era totalmente contrario al enfoque
de Hilbert. En 1918 Russell escribió que: “postular axiomáticamente las propiedades
que se desea que se cumplan tiene todas las ventajas del robo sobre el trabajo
honrado”. Sin embargo, aunque tal vez no unánimemente, hoy por hoy suele
preferirse mayoritariamente la presentación axiomática de los números reales por
sobre el enfoque genético de Weierstrass, Dedekind y Cantor). En su sistema de
axiomas, Hilbert eligió expresar la completitud mediante los encajes de intervalos de
Méray. Por lo tanto pasaremos a estudiarlos en la sección siguiente.
.
120
Ejemplo 8.5: a) La sucesión definida por = >0, @, es decir la sucesión
4
lo forman.) Por ejemplo, en el encaje del ítem 8.5 a) la intersección de todos los es
entendemos por “intersección del encaje” a la intersección de todos los intervalos que
En relación a los otros ítems del ejemplo 8.5, la intersección de los ± es vacía,
no vacía y está formada solamente por el número 0.
intervalos = [& , ' ] cuya intersección contuviera por lo menos dos números. Sean
Demostración: Supongamos, por el absurdo, que hubiera un encaje de
e , con
< , dos elementos de esa intersección. Esto quiere decir que para todo
K ∈ ´,
∈ [& , ' ] e ∈ [& , ' ].
121
El intervalo [
, ] está entonces incluido en todos los [& , ' ] y en
consecuencia, la longitud de cualquier intervalo [& , ' ] nunca será menor que la del
intervalo [
, ]. Esto contradice la hipótesis de que la longitud de los [& , ' ] tiende a
cero. ∎
sus respectivos puntos de la recta y que hay un punto que ha quedado innominado
Supongamos entonces que ya hemos asignado todos los números racionales a
(podría ser, por ejemplo, el punto del dibujo al final de la sección 2). Tenemos que
probar que al punto le corresponde un número real (que será, necesariamente,
irracional).
122
Este número quedará determinado por un encaje de intervalos
cualquiera a la izquierda de (es decir, un número racional cuyo punto en la recta está
convenientemente elegido. Para definir el encaje tomemos un número racional
encaje.
123
El axioma de completitud nos dice que existe un único número * ∈ 1 que está
como segmentos, entonces es claro que es el único punto que está en la intersección
en la intersección de todos los intervalos. Por otra parte, si pensamos a los intervalos
que los extremos superiores, 0,11; 0,1011; 0,1010011;…, son sucesivas aproximaciones
convergen a 0,1010010001 …
por exceso. Ambas, en definitiva, son sucesiones de números racionales que
§5. La completitud en ℝº .
¿Cómo se extiende la idea de completitud a un ℝ cualquiera? Para visualizar mejor la
respuesta, comencemos analizando el caso de ℝ5 , en que los encajes de intervalos se
transforman en encajes de rectángulos. Desarrollemos esta idea por partes.
¿Qué es un rectángulo? La respuesta parece obvia, pero recordemos que la
intención es no dar definiciones de tipo geométrico. Por otra parte, sólo
124
Necesitamos ahora definir una medida que sea, para los rectángulos, el
equivalente de lo que es la longitud para los intervalos, concretamente nos interesa
que cumpla esta propiedad: si las medidas de una sucesión de rectángulos tienden a
cero esto debe significar necesariamente que los rectángulos se están reduciendo a un
punto. Por ejemplo, el área del rectángulo no serviría como medida, ya que puede
tender a cero sin que los rectángulos se reduzcan a un punto.
J = [&, '] × [*, [], se calcula así: [H&NJ = Q' − &5 + [ − *5 .
Estamos ahora en condiciones de definir la noción de encaje de rectángulos.
125
De manera similar al caso de ℝ se demuestra que si la intersección de un encaje
de rectángulos es no vacía entonces está formada solamente por un único punto. La
completitud de ℝ5 se expresa de esta manera:
Teorema 8.8: La intersección de un encaje de rectángulos es no vacía. (Nótese
entonces que [& , ' ], por un lado, y [* , [ ] por el otro (geométricamente, las
proyecciones de cada J sobre los ejes cartesianos) forman respectivos encajes de
126
una sucesión de T −rectángulos, cada uno contenido en el precedente, y tal que sus
partir de ahora es establecer una relación entre los dos conceptos: puntos de
acumulación y completitud. Esta relación es la que nos conducirá a nuestro objetivo
final, que es demostrar que la imagen de un conjunto compacto por una función
continua es también un conjunto compacto. El nexo que relaciona los dos conceptos
está dado por las sucesiones. (Para las definiciones básicas relativas a sucesiones,
pueden dirigirse al apéndice I).
Para ver claramente qué relación existe entre las sucesiones y la completitud,
volvamos al comentario con el que cerramos la sección anterior. Si generalizamos lo
que allí dijimos para el número 0,1010010001… podemos decir ahora que si
|P4, G4 ~, |P5, G5 ~, |P?, G? ~, ⋯ es un encaje de intervalos entonces * está en la intersección
del encaje si y sólo si las sucesiones P ; 4 y G 4 convergen ambas a *.
Axioma de completitud: Si P 4 y G 4 son dos sucesiones tales que:
1) P 4 es creciente y G 4 es decreciente.
127
2) Para todo K ∈ ℕ , P < G .
3) [HG\P , G tiende a cero.
Entonces existe algún * ∈ ℝ tal que para todo K ∈ ℕ , P ≤ * ≤ G .
Esta reformulación del axioma nos muestra que éste, en el fondo, habla
esencialmente de sucesiones. Se lo enuncia habitualmente en base a encajes de
intervalos porque de ese modo se logra una expresión más concisa y elegante (y,
Vemos entonces que, en efecto, existe una estrecha relación ente las
sucesiones y la completitud. La pregunta ahora es qué relación existe entre las
sucesiones y los puntos de acumulación. La respuesta a esa pregunta estará dada por
el teorema 8.10, cuya demostración requiere de un resultado previo que tiene mucho
128
de acumulación de J. Esta idea se formaliza así: tomemos ,4 - 0 tal que ,4 <
TíK [HG\&,
4 , ⋯ , [HG\&,
t . Entonces u∗¶ & ∩ J = ∅, y esto contradice el
hecho de que & es punto de acumulación de J. ∎
elementos de J que converge a & entonces & es punto de acumulación de J (ya que
Demostración: Es claro que si existe una sucesión formada por infinitos
hay puntos de J tan cercanos a & como se quiera). Tenemos que probar la afirmación
Sea & un punto de acumulación de J, hay que demostrar que existe una
recíproca.
sucesión formada por elementos de J, todos diferentes de & y diferentes entre sí, que
converge a &. Consideremos la sucesión de entornos reducidos centrados en &, de
4 4 4
radios 1, 5 , ?
, B ,… Por el teorema anterior, cada uno de esos entornos contiene una
Tomamos
4 ∈ 4∗ & ∩ J cualquiera. A continuación tomamos un punto
siguiente manera:
sea distinto de
4 y
5 . Y así sucesivamente… (Como cada entorno contiene infinitos
elementos de J estas elecciones son siempre posibles.)
129
Por construcción, es claro que
4 ,
5 ,
? , ⋯ está formada por elementos de J
todos diferentes entre sí. Por otra parte, también sucede que [HG\
, & < , por lo
4
tanto
converge a *. ∎
El teorema 8.10 nos permite dar una demostración alternativa del hecho de
que ℚ = ℝ. El teorema nos dice que basta probar que para todo * ∈ ℝ existe una
sucesión de números racionales (todos diferentes entre sí) que converge a *. Si * ∈ ℚ,
Teorema 8.12: Todo conjunto J ⊆ ℝ, que sea infinito y acotado, tiene al menos
de acumulación se ven finalmente las caras.
un punto de acumulación.
Demostración: La idea general de la demostración es construir un encaje de
intervalos tal que el punto que éste define es punto de acumulación de J.
Como J es acotado, entonces existe un intervalo [&, '] tal que J está
contenido en él. A este intervalo [&, '] lo llamaremos 4 y será el primer intervalo del
encaje que queremos definir. Además, llamaremos
4 a un elemento cualquiera de J.
Nótese que
4 ∈ 4 .
Tomamos ahora el punto medio de 4 , que divide al intervalo en dos partes
iguales. Como J es infinito y está totalmente contenido en 4 , entonces alguna de las
130
dos mitades de 4 (quizás ambas) contiene necesariamente infinitos elementos de J.
Porque si ambas mitades contuvieran finitos elementos de J entonces éste sería, en
total, finito. Tomamos entonces 5 como la mitad de 4 que contiene infinitos
elementos de J (si esto sucede con ambas mitades, entonces elegimos una
cualquiera). A continuación, llamamos
5 a cualquier elemento de J que esté en 5 y
que sea diferente de
4 . Destacamos que
5 ∈ 5 .
Consideramos ahora el punto medio de 5 que, por supuesto, divide al intervalo
en dos partes iguales. Como 5 contiene en total infinitos elementos de J entonces
alguna de esas dos mitades de 5 contiene por sí misma infinitos elementos de ese
conjunto (porque si ambas mitades contuvieran finitos elementos de J entonces 5 en
su totalidad contendría solamente finitos elementos del conjunto).
Definimos entonces ? como aquella mitad de 5 que contiene infinitos
elementos de J (si esto sucede con ambas, elegimos una cualquiera de ellas) y
llamamos
? a cualquier elemento de J que esté en ? y que sea diferente de
4 y
5 .
Destacamos que
? ∈ ? .
Y así sucesivamente… En el paso K −ésimo de este proceso tenemos definido
un intervalo que contiene infinitos elementos de J. Para obtener el intervalo
siguiente, es decir 4 , tomamos una mitad de que contenga infinitos elementos de
J y a continuación definimos
4 como un punto de 4 que esté en J y sea
diferente de todos los elegidos en los pasos anteriores. (El hecho de que, en cada paso,
el intervalo seleccionado contenga infinitos elementos de J nos garantiza que siempre
será posible elegir un nuevo elemento de J que sea diferente de todos los anteriores.)
Es fácil ver que la sucesión 4 , 5 , ? ,… es un encaje de intervalos, porque cada
uno de ellos está contenido en el precedente y además porque S{KN = 56¹¶ . Por
z
131
Por lo tanto. [HG\
z
, * h S{KN y en consecuencia lim→
*.
56¹¶
T −rectángulos. Esbozaremos
anterior, sólo que reemplazando el encaje de intervalos por un encaje de
ozaremos la demostración para el caso T 2.
Como J es acotado, existe un rectángulo !&, '( !*, [( que lo contiene
completamente, éste será el primer rectángulo del encaje. Llamamos
4 a un punto
cualquiera de J.. A continuación dividimos en dos partes iguales
iguales a los intervalos !&, '( y
[*, [(,, lo que equivale a partir al rectángulo en cuatro partes, también iguales.
132
Teorema 8.13: Toda sucesión acotada en ℝ tiene al menos una subsucesión
Llegamos finalmente al teorema principal de este capítulo:
Demostración: Sea =
4 una sucesión acotada en ℝ , queremos
convergente. (Para la definición de “subsucesión” puede consultarse el apéndice I.)
probar que tiene una subsucesión convergente. Hay dos casos que tenemos que
considerar. El primero, que es el más simple (aunque a la vez es el que menos nos
133
Es claro, por construcción, que
¶ ,
x ,
½ , … es una subsucesión de y que
converge a *. ∎
§7. Actividades.
1) Muestren un ejemplo de...
a)...una sucesión de números irracionales que converja a √2.
134
2) Demuestren que ℝ ∖ ℚ = ℝ.
135
Capítulo 9
El Teorema de Weierstrass (2da parte)
%
→ %& (sobreentendiendo que % puede aplicarse a todos los términos de la
4 contenida en J tal que lim→
= & vale que lim→ %
= %&.
136
manera si % es continua
Gráficamente, el teorema puede visualizarse de esta manera:
en & y nos acercamos a ese punto mediante una sucesión
4 entonces las
imágenes de
4 se acercarán a %&.
137
y, por lo tanto, para K suficientemente grande, [HG\%
, & < Z. Deducimos así que
%
→ %&.
Recíprocamente, tenemos que probar que si el hecho de que
→ & implica
siempre que %
→ %&, entonces % es continua en &. Supongamos, por el absurdo,
que % no sea continua en &; si negamos la definición de continuidad, esto significa que
existe algún Z - 0 fijo tal que para todo K ∈ ℕ existe algún
∈ J tal que
[HG\
, & < y [HG\%
, & - Z . Por lo tanto, la sucesión
4 converge a &,
4
sucesión
= −1 a1 + b. Observemos que la subsucesión
5 4 converge a 1,
4
138
Recordemos que un conjunto es cerrado si y sólo si contiene a todos sus puntos
de acumulación. Sea entonces * ∈ ℝ un punto de acumulación de %, tenemos
que demostrar que * ∈ %.
Como * es punto de acumulación de % entonces, por el teorema 8.10, existe
una sucesión 4 formada por elementos de %, todos diferentes entre sí, tal
que → *. A su vez, el hecho de que ∈ % significa que para cada K ∈ ´ existe
algún
∈ tal que %
= . Además, dado que los son todos diferentes entre
sí, deducimos que los
son también todos diferentes entre sí (piensen ustedes por
qué). Ahora bien, por la observación 9.2, el que = %
→ * no nos garantiza que
4 converja. Sin embargo, sabemos que es compacto y, en particular, que es un
conjunto acotado; en consecuencia
4 , que está incluida en , es también una
sucesión acotada y por el teorema 8.13 tiene una subsucesión ]
Á ^
t4
convergente.
a%]
Á ^b = ]Á ^ es una subsucesión de 4 y por lo tanto tiende al mismo
t4 t4
139
b) Probemos ahora que ¿À es acotado.
4 no acotada, formada por elementos de % todos diferentes entre sí.
Supongamos, por el absurdo, que no lo es. En ese caso, existe una sucesión
∈ tal que %
= , y también deducimos que existe alguna subsucesión
]
Á ^ que converge a un punto ' ∈ . Luego, %]
Á ^ = Á → %'. Y como
t4
suposición inicial tiene que ser falsa. Es decir, % es acotado, y como ya probamos
que era cerrado, deducimos finalmente que % es compacto. ∎
En particular esto nos dice que “Ser compacto” es una propiedad topológica. El
Primer Teorema de Weierstrass Generalizado, como veremos inmediatamente, es una
consecuencia de este hecho.
140
De este modo cerramos el largo camino que iniciamos en el capítulo 6 al
preguntarnos cuáles son los dominios adecuados para el Primer Teorema de
Weierstrass. En ese camino hemos pasado, entre otros conceptos, por la idea de punto
de acumulación, la idea de sucesión y por la definición misma de los números reales.
Finalmente, acabamos de probar que los dominios adecuados son los conjuntos
compactos y que esto se debe esencialmente al hecho de que “Ser compacto” es una
propiedad topológica.
Ahora bien, nos quedan todavía algunas preguntas por resolver. La primera es
de Weierstrass? Recordemos que este teorema dice que si % es continua en [&, ']
¿los conjuntos compactos son también dominios adecuados para el Segundo Teorema
entonces % alcanza máximo y mínimo absolutos en [&, ']. Analizaremos esta cuestión
en la sección siguiente.
Pero hay también una segunda pregunta que podemos formularnos: sabemos
que “Ser cerrado y acotado” es una propiedad topológica, pero ¿”Ser cerrado” y “Ser
Observemos que en la demostración del teorema 9.3 para probar que % es cerrado
acotado”, cada una por separado, son por sí mismas propiedades topológicas?
no nos bastó con la hipótesis de que es cerrado, sino que necesitamos también
suponer que es acotado. De la misma forma, para probar que % es acotado
necesitamos asimismo la hipótesis de que es cerrado. ¿Podría probarse que % es
cerrado (resp. acotado) basándose solamente en el hecho de A es cerrado (resp.
acotado)? En las secciones siguientes trabajaremos sobre estas preguntas.
El Segundo Teorema de Weierstrass clásico, como ya dijimos, afirma que si % ∶ [&, '] →
§3. El Segundo Teorema de Weierstrass.
141
Los
os conceptos topológicos que hemos desarrollado hasta ahora nos permiten
142
interesante hacer la demostración general, en la que sólo suponemos que J es
[4 , *4 ]. Para definir el segundo intervalo del encaje, tomamos el punto medio de
La idea es definir un encaje de intervalos que comenzará con el intervalo
no es cota superior de %J entonces existe algún & ∈ %J tal que
y¶ U¶
5
Si
< &; en este caso tomamos 5 = & y definimos *5 = *4. Una vez más obtenemos
y¶ U¶
5
[5 , *5 ] es, entonces, nuestro segundo intervalo. A partir de aquí repetimos una y otra
143
vez el mismo procedimiento y obtenemos así un encaje [4 , *4 ], [5 , *5 ], [? , *? ], ⋯ en
el que cada pertenece a %J y cada * es cota superior de %J. Por el axioma de
completitud, existe un número [ en la intersección de todos esos intervalos.
Ahora bien, los números forman una sucesión que converge a [. En cuanto a
esta sucesión, hay a su vez dos posibilidades. Una posibilidad es que la sucesión se
exista algún K tal que © = © 4 = © 5 = ⋯. En ese caso el límite de la sucesión
haga constante a partir de algún punto, ya que la definición del encaje admite que
dado que la sucesión completa converge a [, lo mismo sucede con esta subsucesión.
obtenemos así una subsucesión formada por elementos todos diferentes entre sí; y
Por lo tanto, por el teorema 8.10, [ resulta ser punto de acumulación de %J, y como
%J es cerrado, entonces [ ∈ %J.
quiere decir que G es cota superior de J y que también vale que si & < G entonces &
no es cota superior de J. Otra forma de expresar esto último es diciendo que si * es
cota superior de J entonces necesariamente G ≤ *.
Por ejemplo, no es difícil probar que ' es el supremo del intervalo &, ', así
como del intervalo [&, ']. Este ejemplo, además, muestra que el supremo de J no
necesariamente pertenece a J.
144
En caso de que el supremo de J exista, puede probarse que es único. En efecto,
si G y G son supremos de J, como G es supremo y G es cota superior entonces vale
que G ≤ G , y como G es supremo y G es cota superior entonces también vale que
G ≤ G. Luego G = G.
Pero… ¿existe siempre un supremo? La respuesta es que sí. En realidad el
[
, *4 ], [
5 , *5 ], [
? , *? ], ⋯ en el que cada
pertenece a J y cada * es cota superior
acotado superiormente entonces podemos definir un encaje de intervalos
clásico, dijimos que los únicos subconjuntos arco-conexos de ℝ son los intervalos. Este
Ahora bien, más arriba, al demostrar el Segundo Teorema de Weierstrass
145
algún [5 ∈ J tal que
< [5 . Como [4 , [5 ∈ J y J es arco-conexo concluimos que
[[4 , [5 ] ⊆ J. Finalmente, como
∈ [[4 , [5 ] ⊆ J entonces
∈ J. Hemos probado así
que si
∈ &, ' entonces
∈ J, es decir, hemos probado que &, ' ⊆ J, y dado que
J ⊆ &, ' entonces J = &, '.
De manera similar se prueba que si & ∈ J y ' ∉ J entonces J = [&, ', y que si
& ∉ J y ' ∈ J entonces J = &, '].
Si J es acotado superiormente pero no inferiormente, entonces se puede
probar que J = −∞, ' o J = −∞, ']; y que si es acotado inferiormente, pero no
superiormente, entonces J = &, +∞ o J = [&, +∞. Finalmente, si J no admite
cotas superiores ni inferiores entonces J = −∞, +∞.
propiedad entonces % también la posee. Con esta definición en mente veamos que
146
un punto de acumulación de , y dado que es cerrado, entonces % z4 * ∈ . En
* ∈ %, tal como queríamos probar.
consecuencia * = %% z4 *
Sin embargo, no es verdad que si % ∶ J ⊆ → es continua y ⊆ J es
cerrado entonces % deba ser necesariamente cerrado. Para mostrar un
contraejemplo tomemos la función % ∶ 5 → dada por %
,
y el conjunto
=
, ∈ 5 ∶
∧
- 0; tenemos que % es continua y que es cerrado, sin
embargo % 0, "∞ no es cerrado.
Es por eso que en la parte a) de la demostración del teorema 9.3, para probar
que % es cerrado fue necesario usar tanto la hipótesis de que es cerrado como la
hipótesis de que es acotado, ya que, como acabamos de ver, la hipótesis de que es
ado por sí sola no garantiza que % sea cerrado.
cerrado
En cambio “Ser acotado” no es una propiedad topológica,, en efecto, un
\N
que es
contraejemplo está dado por la función %: a. 5 , 5 b → , %
biyectiva, continua y con inversa continua, pero que, a pesar de esto, transforma el
conjunto acotado a. 5 , 5 b en el conjunto no acotado . Esto significa que la
147
“fuera” de la Topología). Por otra parte, como veremos en la sección siguiente (así
como en los capítulos 11 y 12), esta definición “parcialmente no topológica” de la
compacidad dificulta el llevar el concepto a contextos más generales.
La reflexión anterior nos dice que necesitamos una definición diferente de la
compacidad, una definición basada exclusivamente en conceptos que sí sean
demostrar que % también es compacto resulta ser la siguiente: “toda sucesión
contenida en tiene una subsucesión convergente”. Ésa será entonces nuestra nueva
definición de compacidad:
148
Si no es cerrado, entonces existe algún * que es un punto de acumulación de
no contenido en . En consecuencia existe una sucesión
4 contenida en que
converge a *; observemos que esta sucesión
4 está contenida en pero que
ninguna de sus subsucesiones converge a un elemento de (porque todas ellas
convergen a *). Esto contradice la hipótesis, luego es cerrado.
Si no es acotado, entonces es posible definir, tal como hicimos al probar el
teorema 9.3, una sucesión
4 contenida en tal que [HG\
, 0 - K y no difícil
probar que cualquier subsucesión de
4 no es acotada y en consecuencia no es
convergente; esto contradice la hipótesis, por lo tanto es acotado. ∎
§5. Compactificaciones.
están contenidos en ℝ . Comencemos con la siguiente idea: el intervalo &, ', como
En esta sección, por primera vez en el libro, vamos a considerar conjuntos que no
& y ' obtenemos el conjunto [&, '], que sí es compacto. Es decir, conjuntos que no son
ya sabemos, no es compacto; sin embargo, si le agregamos los puntos de acumulación
Por ejemplo, = = [&, '] es una compactificación de = &, ', en efecto, [&, ']
es un compacto que contiene a &, ' y cada punto que hemos agregado es un punto
de acumulación de &, '. Pero ¿por qué decimos “una compactificación de &, '” y
no “la compactificación de &, '”? Esto se debe a que un mismo conjunto no
compacto admite muchas compactificaciones diferentes (los conjuntos que son
esta idea mostraremos una compactificación de &, ' diferente del ya mencionado
compactos sólo se tienen a sí mismos como compactificación trivial). Para ejemplificar
conjunto [&, ']; un detalle que es interesante destacar que es en este ejemplo, tal
como dijimos antes, que por primera vez en este libro tendremos que “salir” de 1 .
149
Comencemos por observar que el intervalo &, ',, que gráficamente es un
segmento sin sus extremos, es homeomorfo (es decir, topológicamente equivalente) a
una circunferencia a la que se le ha quitado un punto.
punto En
n efecto, el siguiente dibujo
muestra una deformación continua que transforma a la circunferencia sin un punto en
un segmento sin extremos:
&, ' deben ser identificados con el mismo punto Â. La nueva compactificación
ambos” ess decir, los dos extremos de
compacti de
&, ' es entonces = &,, ' ∪ Â, donde este  no es un número real, ni tampoco
un punto de (observemos que, dado que  no está en ningún , entonces = está
fuera de cualquier ). El punto  es un elemento “nuevo” que queda definido
defini por la
siguiente propiedad: cuando \ ∈ &, ' (pensada como una sucesión contenida en =)
tiende a cualquiera de los extremos del intervalo &, ' entonces \ no tiende ni a & ni
a ' sino que tiende a Â. Por ejemplo, en el contexto de este conjunto
conju = vale que
4
lim→ & " Â.
150
La compactificación de un conjunto que se obtiene agregando un único punto
2=1∧
≠1, es decir, la circunferencia con centro en el origen y radio 1 a la que se le
ha quitado el punto de coordenadas 1,0 y consideremos también la función
% ∶ &. ' → 4 ∗ definida como %\ = *{G z \ − &, GK z \ − &. No es
5 5
difícil ver que % es un homeomorfismo entre &, ' y 4 ∗ (esta función representa la
Consideremos ahora, una vez más, el conjunto = = &, ' ∪ Â, donde  se
transformación del segmento sin extremos en la circunferencia sin un punto).
define como antes, es decir, como el elemento tal que cuando \ ∈ &, ' ⊆ = tiende a
cualquiera de los extremos del intervalo &, ' entonces \ tiende a Â. La función %
puede entonces extenderse a un homeomorfismo %f : = → 4 con sólo definir
% ̅ \ = %\ si \ ≠ Â y % ̅ Â = 1,0 (nótese que la continuidad de % ̅ está garantizada
precisamente por la definición de Â). De este modo probamos que = es homeomorfo a
4 y como éste conjunto es compacto, entonces también lo es =.
151
§6. Dos compactificaciones de .
hemos mostrado dos compactificaciones de &, ', una
En la sección anterior hemos
“compactificación de dos puntos”
puntos y otra de “un punto”. De una manera muy similar es
posible definir dos compactificaciones para .∞, "∞, veámoslass a continuación.
Una de estas compactificaciones
compactificaci de se obtiene agregando dos nuevos
puntos, que no son elementos de , y a los que llamaremos .∞ y "∞
f ∪ .∞, "∞ al conjunto así obtenido. Debemos
respectivamente;; llamemos
hacer una aclaración importante: cuando en el contexto de decimos, por ejemplo,
que \ → "∞ este “"∞”” es solamente una forma de decir, en realidad estamos
afirmando que, tomando K suficientemente grande, podemos lograr que \ supere
cualquier número real positivo fijado de antemano;
antemano por
or el contrario, en el contexto de
f el símbolo "∞ representa un elemento concreto. Así por ejemplo, en la sucesión
f esa misma sucesión \ converge al elemento "∞.
\ K5 diverge, mientras que en
152
ℝ5 , agregando en este caso un punto “impropio” ∞ que transforma
ma al plano en una
esfera de superficie infinita.
con dominio &, ' ∪ Â es continua o no a menos que sepamos qué significa que una
acumulación o de funciones continuas. Por ejemplo, no podríamos saber si una función
sucesión converja al punto “impropio” Â.. Como veremos en capítulos posteriores, esto
suele expresarse diciendo que estamos definiendo cuál es la “topología” del conjunto
con el que estemos trabajando (volveremos a este comentario en la sección 2 del
capítulo 13).
153
En el capítulo 1 cometamos que si % ∶ J → ℝ es continua y J está incluido en un
§7. ¿Y esto para qué sirve?
coincide con % en los puntos de J. Vimos, por ejemplo, que la función continua
% ∶ ℝ ∖ 2 → ℝ, %
= puede ser extendida con continuidad a ℝ, pero que eso
M x zB
Mz5
sigue siendo ℝ.
f ).
representan elementos de ℝ
f permite extender más funciones que ℝ∗ ,
Observemos que toda función que ℝ
con más precisión, toda función % ∶ ℝ → ℝ continua que pueda extenderse con
f , pero no vale la recíproca; por
continuidad a ℝ∗ también puede extenderse a ℝ
f y ℝ∗ , mientras que ℎ ∶ ℝ →
ejemplo N ∶ ℝ → ℝ, N
= zM puede extenderse a ℝ
x
154
La importancia de esta idea de extender funciones continuas con dominio en ℝ
intervalo &, ', que vimos en la sección 5, y que llamamos = = &, ' ∪ Â. La
a compactificaciones; para ello consideremos la compactificación de un punto del
definición de  implica que una función continua % ∶ &, ' → ℝ puede extenderse de
manera continua a una función % ∗ ∶ = → ℝ si y sólo si los límites limM→¦ %
y
limM→¹ %
existen, son finitos y además son iguales entre sí (en ese caso % ∗ Â se
En otras palabras, una función % ∶ &, ' → ℝ que cumpla las condiciones que
define como el valor común de esos dos límites).
sobre circunferencia. Para expresar esta idea con más precisión, recordemos que = es
acabamos de mencionar puede verse, esencialmente, como una función definida en
*{G z \ − &, GK z \ − & si \ ∈ &, ' y ÅÂ = 1,0. En consecuencia, si
5 5
155
% ∶ &, ' → puede extenderse a una función continua % ∗ ∶ = → entonces
% ∗ ∘ Å z4 ∶ 4 → es una función “equivalente” a % ∗ pero definida sobre 4 .
156
Pero por otra parte, el teorema 5.1 nos dice que si ∶ 4 → ℝ es continua
entonces existen dos puntos diametralmente opuestos de 4 en los que toma el
mismo valor. Estas reflexiones se combinan en el siguiente teorema.
4 ,
5 ∈ [&, '] tales que |
4 −
5 | = y %
4 = %
5 .
z
5
opuestos en la circunferencia”.
tales que % ∘ Å z4 4 = % ∘ Å z4 5 ; luego, %Å z4 4 = %Å z4 5 .
Tomamos entonces
4 = Å z4 4 y
5 = Å z4 5 ; como 4 y 5 son
157
extenderse a ℝ∗ ambos límites,
límites además, deben ser iguales entre sí.. En consecuencia,
por ejemplo, la función seno, % ∶ → , %
GK
, no puede ser extendida a
ninguna de las dos compactificaciones. Nuestro objetivo es que la compactificación
f y además permita extender
® permita extender todas las funciones que extiende
f y, obviamente, también
la función seno; por lo tanto, ¬Æ será “mejor” que
“mejor” que ∗ .
f agregamos un punto “a la izquierda” y un punto “a
Recordemos que all definir
la derecha” de la recta real; de manera análoga, para definir ¬Æ agregamos, tanto a
la derecha como a la izquierda de la recta, una copia del intervalo !.1,1
1(; esta elección
se debe simplemente a que !.1,1( es la imagen de la función seno.
uir una y otra copia del intervalo, llamaremos ̅ al intervalo que
Para distinguir
agregamos a la izquierda y
̅ a sus elementos, e ̿ al intervalo de la derecha y
̿ a sus
elementos;; así por ejemplo 0̄ es el punto medio de ̅ y 0Ç es el punto medio de .̿ Una
observación importante es que estos intervalos, aunque “inspirados” en números
reales, no están contenidos en ni en ; estos elementos
̅ y
̿̿ son, podríamos
decirlo así, “números impropios”.
Definimos además que no hay sucesiones de números reales con límite "∞ o
.∞, esos límites quedan totalmente excluidos en ¬Æ . Una
na sucesión
∈ no
acotada en el sentido usual y que tienda,, digámoslo así, hacia la “izquierda” de la recta
158
sólo podrá converger,, si es que tiene límite, a un elemento ¯ ∈ ;̅ mientras que una
sucesión no acotada que tienda hacia la “derecha” de la recta sólo podrá tender, si es
que tiene límite, a un elemento Ç ∈ .̿ Concretamente, definimos que una sucesión no
acotada
∈ que “se va hacia la izquierda” converge a ¯ ∈ ̅ si y sólo si GK
converge de la manera usual al número real ; y similarmente hacia la derecha.
limM→ %
* entonces definimos su extensión %à ∶ ¬Æ → de esta manera:
%Ã
%
si
∈ (como no podía ser de otra manera, ya que extiende a %),
%Ã
̅ ' si
̅ ∈ ,̅ y %Ã
̿̿ * si
̿ ∈ .̅̿ Es decir, en todos los números impropios a la
izquierda de la recta la extensión vale ' y en todos los números impropios de la
* No es difícil probar que %Ã es continua,, es decir, % tiene, tal
derecha la extensión vale *.
como afirmamos, una extensión continua en ¬Æ .
Nos falta definir la extensión de la función seno, a la que llamaremos
GK É
GK
;
É ∶ ¬Æ → . Si
∈ entonces, por supuesto, definimos GK
mientras que si
̅ ∈ ̅ entonces definimos GK
É
̅
y si
̿ ∈ ̿ entonces definimos
É
̿
;; es decir en los números impropios la extensión vale tanto como el
GK
número real asociado, por ejemplo, GK ¯¯¯¯^ 0,5.
É ]0,5
Puede probarse que GK
É es continua en ¬Æ ; no haremos aquí la demostración
o observemos que, dado que
K:
formal de este hecho, sólo a modo de ejemplo
159
converge a 0Ç en ℝ¬Æ , entonces debería suceder que GK É 0Ç y, en
É
converja a GK
É 0Ç.
É
= GK
→ 0 = GK
efecto, GK
ℝ¬Æ , pero sí es posible definir una nueva compactificación de ℝ, aún mejor que ℝ¬Æ ,
La función coseno, en cambio, no puede ser extendida de manera continua a
160
Capítulo 10
Conjuntos abiertos
%& + ℎ − %&
y es finito:
lim
Ê→ ℎ
La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué condiciones deben cumplirse para
que esta definición tenga sentido? Destaquemos que no nos estamos preguntando
suceder para que sea posible escribir el cociente el cociente incremental de % en &, un
qué debe suceder para que el límite exista y sea finito, sino meramente qué debe
cociente aparece la expresión “%&”, entonces necesariamente debe suceder que &
Para contestar esta pregunta, observemos en primer lugar que, dado que en el
161
La segunda condición surge del hecho de que en el cociente también aparece la
expresión “%& + ℎ”, donde ℎ representa un número real no nulo muy cercano a 0.
Esto implica, entonces, que si ℎ está suficientemente cerca de 0 entonces & + ℎ
también debe pertenecer al dominio de %. Pero ¿qué significa exactamente “muy
, - 0 tal que si |ℎ| < , entonces & + ℎ ∈ J. Tomamos |ℎ| ya que ℎ tiende a cero por
cercano a 0”? Esta idea se expresa con más precisión de la siguiente manera: existe un
dijimos “ℎ representa un número real no nulo”) nos induciría a poner 0 < |ℎ| < ,,
derecha e izquierda, por otra parte, la definición de límite (y el hecho de que antes
pero como antes vimos que para ℎ = 0 también vale que & + ℎ = & + 0 = & ∈ J
entonces no hay error en decir que & + ℎ ∈ J si |ℎ| < ,. Por otra parte, si |ℎ| < ,
entonces los valores que toma & + ℎ barren todo el intervalo & − ,, & + ,; por lo
tanto, que & + ℎ ∈ J si |ℎ| < , equivale a decir que & − ,, & + , ⊆ J.
escribir el cociente incremental de % en & son que & ∈ J y que exista algún , - 0 tal
En resumen, las dos condiciones que deben cumplirse para que sea posible
que & − ,, & + , ⊆ J (la segunda condición, obviamente, implica la primera). Estas
condiciones inspiran la siguiente definición.
162
Observación: Es fácil ver que si & ∈ J es un punto aislado entonces & no es
interior a J; esto implica que, aunque sí tiene sentido preguntarse si % ∶ J ⊆ →
es continua en un punto aislado de J,, en cambio no tiene sentido preguntarse
preguntars si es
e el caso de J !0,1(,, como veremos a continuación, 0 no
derivable. Por otra parte, en
es un punto interior, sin embargo si % es una función con dominio !0,1(( sí tiene sentido
hablar de “derivabilidad a derecha de % en 0”,, pero la “derivabilidad lateral”
la no tiene
las mismas propiedades que la derivabilidad usual.
usual
ningún intervalo centrado en 0 está contenido en J (la “mitad izquierda” del intervalo
“se sale” de J). Análogamente 1 tampoco es interior.
). Análogamente,
En cambio, todos los puntos intermedios sí son interiores; en efecto, si & es tal que
0 / & / 1 entonces basta tomar 0 / , / TíK [HG\&, 0, [HG\&, 1 para asegurar
que & . ,, & " , ⊆ J;; intuitivamente, si nos movemos a la izquierda y la derecha de
& una distancia que sea menor que la que hay hasta los extremos del intervalo
entonces no nos “saldremos” de éste.
Desde luego, lo mismo vale para un intervalo cerrado cualquiera, sus extremos no son
puntos interiores, pero sí lo son todos los puntos intermedios.
2) Si J 0,1 entonces todos sus puntos son interiores, el razonamiento es el
mismo que hicimos en el ejemplo anterior para 0 / & / 1;; en un intervalo abierto
abier
cualquiera todos sus puntos son interiores.
163
3) Si J = ℚ entonces ninguno de sus puntos son interiores; en efecto, si algún
∈ ℚ fuese interior a ℚ debería haber un , - 0 tal que − ,, + , ⊆ ℚ, es decir,
debería haber un intervalo abierto (centrado en ) formado exclusivamente por
números racionales, pero esto es imposible ya que todo intervalo abierto contiene
infinitos números irracionales.
derivable en &. Según lo dicho más arriba, para que esta definición tenga sentido
debería suceder que todos los puntos de J sean interiores; esta reflexión inspira la
abierto (no es cierto que todos sus puntos sean interiores, ya que [0,1]° = 0,1), pero
0,1 sí es un conjunto abierto. Observemos que el lenguaje topológico es coherente
con la designación usual de los intervalos, los intervalos cerrados son, topológicamente
hablando, conjuntos cerrados, mientras que los intervalos abiertos son conjuntos
164
4) El conjunto vacío es abierto; en este caso la explicación es puramente técnica
abierto si y sólo si la siguiente implicación es válida “Si & ∈ J entonces existe algún
, - 0 tal que & − ,, & + , ⊆ J”. Ahora bien, cuando J = ∅ la implicación vale
cualquiera sea & ya que el antecedente de la misma es falso, por lo tanto ∅ es abierto.
Una justificación de tipo conjuntista puede consistir en observar que ∅° ⊆ ∅ y por lo
tanto ∅° = ∅, igualdad que equivale a decir que ∅ es abierto.
El hecho de que ∅ sea abierto sólo es relevante porque es un hecho necesario
parte, recuérdese que ∅ también es cerrado (ejemplo x.x), por lo que ∅ es abierto y
para darle coherencia lógica a la teoría (explicaremos la razón más adelante). Por otra
cerrado a la vez. Como veremos después, ℝ y ∅ son los únicos subconjuntos de ℝ que
Observación 10.5: La reflexión previa a la definición 10.3 nos dice que los
“dominios naturales” de las funciones derivables son los conjuntos abiertos; es por eso
que todos los teoremas relacionados con la derivabilidad, cuando están correctamente
formulados, indican a intervalos abiertos como dominios de las funciones involucradas.
funciones “continuas en [&, '] y derivables en &, '”. Otro ejemplo es el teorema que
Tres ejemplos son los teoremas de Rolle, Lagrange y Cauchy en lo que se habla de
dice que si % ∶ &, ' → ℝ es una función derivable y su derivada es positiva (resp.
negativa / nula) en todo el dominio entonces % es creciente (resp. decreciente /
165
constante) en él. Un último ejemplo es el teorema, a veces conocido como teorema de
Fermat, que dice que si % ∶ &, ' → ℝ es una función derivable que tiene un extremo
local en
∈ &, ' entonces %
= 0 (volveremos al tema de los extremos locales
en el capítulo 12).
166
2) J =
, ∈ 5 ∶ .1 h
/ 1 no es abierto ya que ninguno de los puntos
ubicados en la recta
.1 es interior a J; los puntos de la recta
1 no
pertenecen a J y por lo tanto no nos interesan a los efectos de saber si D es abierto o
, ∈ 5 ∶ .1 /
/ 1.
no. En este caso J°
3) J
, ∈ 5 ∶ 0 /
5 " 5 / 1 es abierto; para cada &, ' ∈ J si tomamos
, - 0 como el mínimo entre
ent la distancia de &, ' al origen y la distancia de &, ' a a
la circunferencia entonces u &, ' ⊆ J.
167
4) Cualquiera sea ** ∈ el conjunto u * es abierto. Para demostrarlo hay
que probar que para todo & ∈ u * existe un , - 0 tal que uÍ &
& ⊆ u *; para
ello basta tomar , como la distancia de & al borde de u * (véase el dibujo abajo).
Observación 10.9: Así como antes dijimos que, en el caso de funciones de una
variable, los conjuntos abiertos de son los “dominios naturales” de las funciones
derivables, de la misma forma para las funciones de K variables los abiertos son los
dominios naturales de las funciones diferenciables (la diferencial es el concepto que
generaliza para K variables la idea de derivada).
168
Definición 7.22: Si J ⊆ ℝ llamamos complemento de J, e indicamos como JU ,
al conjunto JU = ℝ ∖ J. (Es decir, JU está formado por los puntos del espacio total
que no están en J.)
Definición 7.23: & ∈ ℝ pertenece a la frontera de un conjunto J ⊆ ℝ si y sólo
si para todo , - 0, u & ∩ J ≠ ∅ y u & ∩ JU ≠ ∅. Es decir, todo entorno centrado
en & interseca tanto a J como a su complemento. A la frontera de J la indicamos
como ®J. Recordemos también que un punto de la frontera de J puede, o no,
pertenecer al conjunto; así por ejemplo ®0,1] = 0,1.
El siguiente teorema nos muestra que los puntos de J, o bien son puntos
interiores, o bien pertenecen a su frontera, pero nunca las dos opciones a la vez.
Teorema 10.10: Si & ∈ J ⊆ ℝ entonces o bien & ∈ J°, o bien & ∈ ®J; además
®J ∩ J° = ∅.
Demostración: Comencemos por observar que si & ∈ ®J entonces para todo
, - 0, u & ∩ JU ≠ ∅, pero esto implica que para todo , - 0, u & contiene
puntos que no pertenecen a J, es decir, para todo , - 0, u & ⊈ J, luego & ∉ J°. En
resumen, un punto de la frontera no puede ser interior, luego ®J ∩ J° = ∅.
Probemos ahora que si & ∈ J, pero no es interior, entonces & ∈ ®J; esto
probará que si & ∈ J ⊆ ℝ entonces & ∈ J° o & ∈ ®J. La demostración es similar a lo
que hicimos en el párrafo anterior, en efecto, si & no es interior entonces para todo
, - 0, u & ⊈ J, luego para todo , - 0, u & ∩ JU ≠ ∅; por otra parte, como
& ∈ J y & ∈ u & entonces para todo , - 0, u & ∩ J ≠ ∅; y entonces & ∈ ®J
como queríamos probar. ∎
anterior. Recordemos que J es abierto si y sólo si todos sus puntos son interiores; por
Demostración: La demostración es consecuencia inmediata del teorema
otra parte, acabamos de ver que todos los puntos de J son, excluyentemente,
interiores o de la frontera; concluimos entonces que todos los puntos de J son
interiores si y sólo si ninguno de ellos es de la frontera.
169
Una manera más elegante, pero mucho más oscura, de expresar el mismo
razonamiento es así: dado que ®J ∩ J° = ∅ y J = ®J ∩ J ∪ J° entonces J = J° si
y sólo si ®J ∩ J = ∅. ∎
De la misma forma, la línea que separa J de JU es una frontera para cualquiera de los
separa los países A y B es frontera tanto para los habitantes de A como para los de B.
b),dado que ambas condiciones son exactamente la misma, luego ®J = ®JU . (Dicho
cumplen la condición a) son exactamente los mismos que los que cumplen la condición
Ejemplo 10.12: Si J =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 ≤ 1 entonces su complemento
es el conjunto JU =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 - 1, la frontera común de ambos es el
conjunto ®J = ®JU =
, ∈ ℝ5 ∶
5 + 5 = 1.
170
Todos los puntos de la frontera están en J y por eso J es cerrado; pero si todos
los puntos de la frontera están en J entonces ninguno de ellos está en JU y por eso JU
es abierto. Este ejemplo se generaliza en el siguiente teorema, que expresa la relación
que expresa la relación entre los conceptos de abierto y cerrado.
171
Teorema 10.14: La intersección de una cantidad finita de conjuntos abiertos es
Ð = ⋂«;4 Ы es también un abierto; es decir, hay que probar que si & ∈ Ð entonces
existe algún , - 0 tal que u & ⊆ Ð.
Ahora bien, si & ∈ Ð entonces para todo H = 1, … , K vale que & ∈ Ы , y como
cada uno de estos conjuntos es abierto entonces para cada H existe un ,« - 0 tal que
uÒ & ⊆ Ы . Tomemos , = TíK ,4 , ,5 , … , , , o sea, , es el más pequeño de todos
los radios y por lo tanto para todo H = 1, … , K, u & ⊆ uÒ &.
Luego, para todo H = 1, … , K, u & ⊆ uÒ & ⊆ Ы y entonces u & ⊆
⋂«;4 Ы = Ð. ∎
172
;4 Ð = 0 hay que
el contraejemplo que buscamos. A su vez, para probar que ⋂
Ahora bien, 0 ⊆ ⋂
;4 Ð si y sólo si para todo K ∈ ℕ vale que 0 ∈ Ð =
∈ ⋂
;4 Ð entonces
= 0 o, equivalentemente, que
≠ 0 implica
∉ ⋂;4 Ð .
Si
≠ 0 entonces
- 0 o
< 0, en ambos casos hay que probar que
∉ ⋂
;4 Ð , lo haremos para el caso
- 0, el otro caso es igual. Si
- 0 entonces
arbitrario Ó.
que los conjuntos abiertos involucrados están indexados por un conjunto de índices
Demostración del teorema: Sea ¢ÐÔ ¤Ô∈Ó una familia arbitraria de abiertos y sea
Ð = ⋃Ô∈Ó ÐÔ , tenemos que probar que si & ∈ Ð entonces existe algún , - 0 tal que
u & ⊆ Ð. Si & ∈ Ð entonces existe algún Õ ∈ Ó tal que & ∈ ÐÔ© y como este conjunto
es abierto entonces existe , - 0 tal que u & ⊆ ÐÔ© ⊆ ⋃Ô∈Ó ÐÔ = Ð. ∎
173
conjunto abierto. La tercera manera es observar que su complemento es Ö, que es un
conjunto cerrado, y aplicar el teorema 10.13.
§7. Actividades.
1) Indiquen,, justificando su respuesta, cuáles de los siguientes subconjuntos de 1 son
a) ℝ ∖ ℚ
abiertos y hallen en cada caso su interior:
interior
b) .
.∞, 0( c) $ d) .∞, 0 ∪ 0, "∞
174
Capítulo 11
Espacios topológicos
175
§2. La reescritura de algunas definiciones.
definiciones
¿Cómo podemos expresar la definición de límite de una sucesión mediante conjuntos
sucesión
4 converge a * si y sólo si para todo Z - 0 existe algún K ∈ tal
abiertos? Laa definición de límite de una sucesión (véase el apéndice I) dice que una
176
manera (la cantidad de entornos es necesariamente infinita, en el dibujo se muestran
solamente algunoss de ellas a fin de ejemplificar la idea de la demostración del
teorema):
177
Definición 9.5: Un conjunto ⊆ ℝ es compacto si y sólo si toda sucesión
Por otra parte, la definición 9.5 nos dice que:
, - 0, u∗ & ∩ J ≠ ∅.
No olvidemos además que u∗ & se define como u & ∖ &. Tenemos así
178
Definición 11.4: & ∈ 1 pertenece a la frontera de un conjunto J ⊆ ℝ si y sólo
si para todo abierto Ð que contiene al punto & vale que Ð ∩ J ≠ ∅ y Ð ∩ JU ≠ ∅.
expresar la noción de acotado en términos de abiertos y esto se debe a que, tal como
ya vimos, el concepto de acotado no es una noción topológica.
§3. Preimagen.
En lo que sigue comenzaremos a estudiar cómo se puede reescribir en términos de
abiertos la definición de función continua; una primera alternativa sería apelar al
179
% z4 =
∈ J ∶ %
∈ . Es decir, % z4 es el conjunto de todos los elementos
del dominio de % cuya imagen cae dentro de .
No hay que confundirse con la notación, % z4 no tiene relación con la
inversa de %, de hecho % podría no tener inversa y % z4 se definiría exactamente de
la misma manera.. Ahora bien, en el caso de que % sí fuera biyectiva entonces % z4
indicaría también la imagen de por % z4 (véase sección 4 del capítulo 4 para la
correspondiente , pero en esto no hay ambigüedad ya que si % es biyectiva
definición correspondiente),
entonces la preimagen de por % y la imagen de por % z4 son exactamente el mismo
conjunto.
Notación: Para facilitar la escritura, si ' ∈ entonces el conjunto % z4 '
será indicado simplemente como % z4 '. Luego, % z4 '
∈ J ∶ %
'.
Comentario: En Análisis II, si % ∶ J ⊆ → y ∈ ,, al conjunto % z4 se lo
suele llamar el conjunto de nivel de %.
Ejemplos 11.6:
1) Tomemos la función % ∶ → , %
5 y sea !1,2( entonces
% z4
∈ 1 ∶
5 ∈ !1,2(
!1 |.√2, .1~ ∪ !1, √2(.
180
números de este intervalo no están en la imagen de % entonces no “aportan nada” a la
preimagen. Este ejemplo se generaliza, tal como dice el teorema siguiente, en el
enunciado que dice que % z4 = % z4 ] ∩ T%^; en el ejemplo anterior
T% = [0, +∞ y % z4 ]−∞, 1^ = % z4 ]−∞, 1 ∩ [0, +∞^ = % z4 [0,1.
181
Definición 11.8: % es continua si y sólo si para todo en * ∈ ℝ vale lo siguiente:
para todo abierto Ð ⊆ ℝ que contenga a f* existe algún , - 0 tal que si
∈ u *
entonces %
∈ Ð.
Sea % ∶ ℝ → ℝ una función y tomemos ahora un abierto Ð ⊆ ℝ
∈ u * entonces %
∈ Д es lo mismo que decir que “si
∈ u * entonces
182
Para probar que “ser abierto” es una propiedad topológica veamos que si
% ∶ ℝ → ℝ es un homeomorfismo y Ð ⊆ ℝ es abierto entonces %Ð es abierto.
Para probarlo observemos que %Ð = % z4 z4 Ð, donde, dado que % es biyectiva, el
exponente −1 puede indicar tanto “inversa” como “preimagen”, concretamente, el
exponente −1 interior indica inversa y el exponente exterior indica preimagen. Luego,
%Ð = % z4 z4 Ð nos dice que %Ð es la preimagen de Ð por % z4 ; y dado que % z4
es continua y Ð es abierto entonces % z4 z4 Ð = %Ð es abierto.
cuyo dominio sea un intervalo [&, '], de modo que la definición puede reescribirse de
Recordemos también que un camino es la imagen por una función continua
y ∈ J existen números &, ' ∈ ℝ y una función continua % ∶ [&, '] → ℝ tal que
%& = , %' = y %[&, '] ⊆ J.
Dado que la definición depende exclusivamente de la idea de función continua
deducimos entonces que el concepto de arco-conexo también puede expresarse en
términos de abiertos.
183
solamente en la idea de abierto. Resulta que todas esas demostraciones pueden
rehacerse partiendo solamente de tres propiedades de los conjuntos abiertos; es decir,
al rehacer las demostraciones no sería realmente necesario saber qué es un abierto
sino que bastaría con saber que los abiertos, sean lo que sean, cumplen las tres
1) ℝ y ∅ son abiertos.
propiedades siguientes:
definir una estructura abstracta, una estructura en la que esta propiedades sean
postuladas como axiomas; de manera muy similar a como la comparación de las
propiedades fundamentales de la suma y el producto de los números racionales, reales
y complejos puede llevar a la definición de la estructura de cuerpo.
Definimos entonces…
184
Dado que en un espacio topológico Ø está definida axiomáticamente la noción
de conjunto abierto, podemos entonces definir en Ø todos los demás conceptos que
hemos estudiado y demostrar asimismo todos los teoremas que hemos visto. Tenemos
11.11, constituyen por supuesto una topología en ℝ , esta topología suele ser llamada
cumplen los axiomas sino que, de hecho, sirvieron de inspiración para la definición
185
Definición 11.13: Llamamos partes de ℝ , e indicamos como Ýℝ , al
conjunto formado por todos los subconjuntos de ℝ .
Definición 11.14: La topología discreta de ℝ , que llamaremos Ùª«¬UµÆ , se
define como Ùª«¬UµÆ = Ýℝ . Es decir, en la topología discreta de ℝ todo
subconjunto es abierto. (Habría que demostrar que Ýℝ cumple los tres axiomas de
definida por %
=
; es decir, tanto el dominio como el codominio de la función es
ℝ, pero en el dominio estamos considerando la topología discreta y en el codominio, la
topología usual. La función % es continua, para probarlo hay que ver que si Ð es
abierto en la topología usual de ℝ entonces su preimagen es abierto en la topología
discreta, pero esto vale trivialmente porque cualquier conjunto es abierto en la
186
topología discreta (nótese que en este razonamiento ni siquiera importa qué función
es % exactamente).
La inversa, en cambio, no es continua. En efecto, la función inversa de % es la
función % z4 ∶ ℝ, ÙÛ¬ÛÜ → ℝ, Ùª«¬UµÆ , % z4
=
y para que sea continua la
preimagen de cualquier conjunto que sea abierto para la topología discreta debería ser
abierto para la topología usual. Sin embargo, la preimagen de [0,1], que es abierto en
la topología discreta, es el mismo conjunto [0,1], que no es abierto en la usual. Luego,
como dijimos antes, % z4 no es continua.
Observaciones 11.16:
1) Al definir la noción de “homeomorfismo” dijimos que se trata de una función
biyectiva, continua y con inversa continua; el ejemplo 11.15 explica por qué esta última
aclaración es necesaria ya que el hecho de que una función sea continua y biyectiva no
hablamos de cuáles son los abiertos de esas compactificaciones sino que en cada caso
sólo indicamos cuáles son las sucesiones convergentes. Ahora bien, al indicar en un
conjunto cuáles son sus sucesiones convergentes estamos también definiendo sus
187
abiertos, en efecto, las sucesiones convergentes nos permiten definir la noción de
conjuntos, y los abiertos son sus complementos.
función % ∶ [0,2] → 1, %
=
que, evidentemente, es continua y tomemos en el
un conjunto abierto es siempre un conjunto abierto. Consideremos entonces la
solamente a una función cuyo dominio es ℝ y concluir que la afirmación de que “una
Podríamos resolver la cuestión diciendo que la definición 11.9 se refiere
1) Demuestren que las definiciones 11.1 y 11.1’ son equivalentes, es decir que
4
§9. Actividades.
188
b) % z4 4 ∩ 5 = % z4 4 ∩ % z4 5 .
189
Capítulo 12
La topología relativa
que % es continua pero que la preimagen por % del intervalo −1,1, que es un
conjunto abierto, es el intervalo [0,1, que no lo es. ¿Cómo resolvemos esta
contradicción?
La respuesta es que, como ya vimos en el capítulo 1, para una función, por así
decir, los puntos que están fuera de su dominio no existen, al estudiar la función sólo
según esta idea, un conjunto Ð es abierto si y sólo si para todo & ∈ Ð sucede que es
Volvamos a la idea intuitiva de conjunto abierto tal como la vimos en el capítulo 10;
posible moverse una distancia , - 0 alrededor de & sin salirse del conjunto Ð. Ahora
190
bien, tomemos como Ð el conjunto 0,2 ⊆ ,, del que sabemos que es abierto… pero
¿es abierto realmente? Veamos el siguiente dibujo:
salimos del conjunto (de hecho, casi toda la circunferencia queda fuera de él), por lo
que 0,2,, contrariamente a lo que acabamos de decir, no sería abierto.
La solución
n a esta paradoja es que al dibujar la circunferencia no sólo nos
estamos moviendo fuera del conjunto, sino fuera del universo. Cuando pensamos en el
intervalo 0,2 lo pensamos en el contexto de ,, el conjunto de los números reales es
nuestro universo total
al y ningún movimiento puede llevarnos fuera de él. Es por eso
que, al movernos alrededor del número 1 sólo podemos hacerlo hacia la derecha o
hacia la izquierda, nunca hacia arriba o hacia abajo ya que esas direcciones no están
permitidas por el universo total, y con sólo esos movimiento permitidos 0,2 es, tal
como vimos en su momento, un conjunto abierto.
Pensemos ahora en el conjunto 0,2 0 ⊆ 5 , es decir, el conjunto de los
puntos de 1 5 que son de la forma
, 0 con 0 /
/ 2.. Este conjunto parece ser
sencialmente el mismo que antes sólo que ahora visto en el contexto de 5 , pero
esencialmente
este cambio de contexto es muy importante, ya que al evaluar si el conjunto es abierto
o no ahora sí podemos movernos hacia arriba o hacia abajo formando una
esulta que 0,2 0 no es abierto en 5 (de hecho, su interior es
circunferencia y resulta
vacío).
191
En resumen, la idea intuitiva debe decir entonces que un conjunto Ð es abierto
si y sólo si para todo & ∈ Ð sucede que es posible moverse una distancia , - 0
alrededor de & tanto como el universo total permita sin salirse del conjunto Ð.
Al pensar en el dominio de una función % ∶ !0,2( → nuestro universo es el
intervalo !0,2(,, ya que lo que esté fuera de ese conjunto no existe para la función.
Retomando la paradoja de la sección anterior
anterior nos preguntamos entonces,
considerando al !0,2( como nuestro universo total, si el intervalo !0,1 es abierto o no.
192
, - 0 tal que u & ∩ [0,2] ⊆ , donde u & es el entorno en ℝ definido del modo
una distancia , pero dentro de lo que nuestro universo total permita”. Y, en efecto, 0
es interior al [0,1 con respecto al [0,2] ya que ¶ & ∩ [0,2] = [0, ⊆ [0,1.
4
x 5
topología se la llama la topología relativa del [0,2], o también la topología inducida por
decir, los abiertos así definidos cumplen los tres axiomas de espacio topológico. A esta
1 en el [0,2]. Vista la situación de este modo, la definición 11.9’ del capítulo anterior
se transforma entonces en:
1) Ya vimos que [0,1 es abierto relativo al [0,2]; para probarlo, pero ahora en
Ejemplos 12.4:
base a la definición 12.1, tenemos que hallar un abierto de ℝ tal que su intersección
193
con el [0,2] sea el intervalo [0,1, hay muchas opciones que sirven, una de ellas es:
[0,1 = [0,2] ∩ −∞, 1.
2) [0,1], en cambio, no es abierto con respecto al [0,2] porque 1 no es punto
interior (aunque 0 sí lo es); de hecho el interior del [0,1] con respecto al [0,2] es el
conjunto [0,1.
3) Dado que [0,2] es un espacio topológico valen en él todas las definiciones y
teoremas que discutimos en el capítulo anterior, en particular, dado que [0,1 es
abierto relativo al [0,2] entonces su complemento, que es el conjunto [1,2], es cerrado
con respecto al [0,2] (el complemento, desde luego, debe tomarse con respecto al
universo total, que en este caso es el [0,2]).
194
J ⊆ son, por definición,
Los abiertos de J nición, la intersección con J de los
abiertos de ℝ ; una pregunta que surge naturalmente es ¿valdrá lo mismo para los
cerrados? Es decir ¿será cierto que los cerrados de J ⊆ son la intersección con J
de los cerrados de ℝ ? Como veremos inmediatamente
inmediatamente la respuesta es que sí.
Teorema 12.7: Sea J ⊆ y ⊆ J; es cerrado en J si y sólo si existe
á ⊆ 1 cerrado en el sentido usual tal que á ∩ J. (O sea, los cerrados de J son la
intersección con J de los cerrados de 1 .)
Demostración: Si es cerrado en J entonces J ∖ es abierto en J; luego
existe Ð ⊆ abierto tal que Ð ∩ J J ∖ y en consecuencia ∖ Ð ∩ J .
Tomando á ∖ Ð tenemos que á es cerrado y á ∩ J.
195
Hablando descuidadamente algunos libros suelen decir que
es un máximo
ablando descuidadamente,
local (resp. mínimo local) de una función % ∶ J ⊆ → si y sólo si existe un entorno
u
tal que para todo
∈ u
vale que %
h %
(resp. %
L %
).
Según este concepto, 0 no sería mínimo local de %, ni 1 sería máximo local, porque no
es posible tomar un entorno de 0 contenido en el dominio de % y lo mismo sucede con
c
el 1.
Es decir, 0 sería mínimo global pero no local. Aunque no puede decirse que
esto esté mal en sí mismo,, la verdad es que suena muy raro que “algo” sea un mínimo
o un máximo global pero no local. Para mostrar un ejemplo de otro tipo, supongamos
s
por un minuto que el Aconcagua, que está ubicado dentro del territorio argentino,
a
estuviera además justo bordeando la frontera con Chile;; entonces afirmar que el 0 es
máximo local pero no global porque es punto frontera del dominio de % sería como
decir que el Aconcagua es la montaña más alta de América, pero no la más alta de la
Argentina porque está bordeando la frontera con Chile; una idea un tanto extraña.
Volvamos entonces a la idea anterior, afirmamos antes que algunos hablan
“descuidadamente” ¿por qué decimos esto? Hemos escrito más arriba que “
es un
máximo local (resp. mínimo local) de una función % ∶ J ⊆ → si y sólo si existe un
entorno u
tal que para todo
∈ u
vale que %
h %
(resp.
%
L %
)”.
)”. Centrémonos en la frase “para todo
∈ u
vale que %
h
%
”,
”, el descuido proviene de que sólo podemos escribir %
si
está en el dominio
de %, por lo tanto el modo correcto de escribir la definición (tal como lo hacen muchos
libros que sí son cuidadosos
cuidadosos en su modo de enunciar definiciones y teoremas) es el
siguiente:
196
Definición 12.8:
∈ J es un máximo local (resp. mínimo local) de una función
%: J ⊆ ℝ → ℝ si y sólo si existe un entorno u
tal que para todo
∈ u
∩ J
vale que %
≤ %
(resp. %
≥ %
).
La clave, por supuesto, está en poner “
∈ u
∩ J”, lo que hace que el
entorno de
sea un entorno relativo a J. De hecho, podemos reescribir la definición
Definición 12.8’:
∈ J es un máximo local (resp. mínimo local) de una función
de la siguiente manera:
entonces %
= 0.
Que puede generalizarse así:
Teorema: Si %: J ⊆ ℝ → ℝ es diferenciable, J es abierto y
∈ J es extremo
local de % entonces ∇%
= 0.
Dado que en el caso de % ∶ [0,1] → ℝ, %
=
el dominio no es un abierto
(entiéndase abierto en ℝ en el sentido usual) entonces el teorema no se aplica y no se
produce contradicción alguna por el hecho de que % tenga extremos locales en 0 y 1
sin que la derivada se anule en esos puntos.
197
propiedad es topológica si y sólo si para toda función bicontinua, %: J ⊆ ℝ → = ⊆
ℝ vale que si ⊆ J posee esa propiedad con respecto a J entonces % también la
posee con respecto a =. O, más en general, una propiedad es topológica si y sólo si
para toda función bicontinua, % ∶ Ø, Ù → Ú, Ù vale que si ⊆ Ø posee esa
propiedad entonces % también la posee.
198
que “una se acerca a la otra tanto como se quiera”. Una de estas curvas, a la que
llamaremos =4 , es el segmento contenido en el eje que conecta
coordenadas 0, .1 con el punto 0,1.
ecta el punto de
199
Como =4 es conexo y % no tiene raíces entonces % no cambia de signo en =4 , ni
tampoco cambia de signo en =5 . Pero % sí cambia de signo en J = =4 ∪ =5 , esto sólo
puede significar que la función es positiva en todos los puntos de =4 y negativa en
todos los de =5 , o viceversa. Podemos suponer entonces que se da la primera opción,
% es positiva en todos los puntos de =4 y negativa en los de =5 .
Teorema de Bolzano.
idea de “adecuado para el Teorema de Bolzano” pero el J del ejemplo 12.10, que es
no está formado por dos o más partes separadas”, y queremos que coincida con la
adecuado para el Teorema de Bolzano, está formado por =4 y =5 que son dos partes
tanto como se quiera, de modo que la idea intuitiva debería ser “un conjunto es
conexo si no está formado por dos o más partes bien separadas”.
Esta idea se formaliza así:
200
Definición 12.11 (conjunto conexo “a secas”): Un conjunto J ⊆ ℝ es
disconexo si y sólo si existen dos conjuntos abiertos Ð ⊆ ℝ y à ⊆ ℝ (nótese que son
abiertos de ℝ en el sentido usual) que cumplen simultáneamente las tres condiciones
1) Ð ∩ à = ∅.
siguientes:
2) J ∩ Ð ≠ ∅ y J ∩ à ≠ ∅.
3) J ⊆ Ð ∪ à.
Un conjunto J ⊆ ℝ es conexo si y sólo si no es disconexo. (Si Ð y à cumplen las
condiciones 1, 2 y 3 decimos que esos conjuntos desconectan a J.)
decir que Ð ∩ à sea vacío, significa por supuesto que los dos conjuntos no tienen
cumplen las condiciones 1), 2) y 3) de la definición. Que se cumpla la condición 1), es
puntos en común, pero además, al ser abiertos (y aquí radica la importancia de que Ð
y à sean abiertos) esto significa que Ð y à ni siquiera se “tocan por sus fronteras”, ya
que al ser abiertos no contienen a los puntos de su frontera. Observemos que si Ð y à
no tuvieran que ser forzosamente abiertos entonces cualquier conjunto (que no se
reduzca a ser solamente un punto) sería disconexo; por ejemplo eso sucedería con el
intervalo [0,2] ya que es la unión de [0,1 con [1,2], que son disjuntos pero no
abiertos ([1,2] no es abierto ni siquiera en [0,2]).
201
resumen, las condiciones 1), 2) y 3) corresponden, en efecto, tal como queríamos, a la
idea intuitiva de que J está formado por “partes bien separadas”.
202
Teorema 12.14: Un conjunto J ⊆ ℝ es conexo si y sólo si es adecuado para el
203
Una pregunta que surge naturalmente es qué relación existe entre el concepto
de conexo dado por la definición 12.11 y el concepto anterior de arco-conexo. La
recíproca.
Demostración: Vimos en el capítulo 4 que los conjuntos arco-conexos son
adecuados para el Teorema de Bolzano, luego, por el teorema 12.14 también son
conexos. Que la recíproca no vale está demostrado en el ejemplo 12.10 ya que el
% es conexo. (Más en general, también vale que: Si % ∶ Ø, Ù → Ú, Ù es continua
y ⊆ Ø es conexo entonces % ⊆ Ú es conexo.)
Demostración: Supongamos por el absurdo que % no sea conexo, entonces
existen Ð y à abiertos de ℝ que desconectan %. Es fácil ver que, entonces,
% z4 Ð y % z4 à son abiertos de J que desconectan , lo cual es absurdo porque
es conexo. ∎
§6. Actividades.
= [0, ½ = ¼, ½
= = 0 J = [0, 1]
ä = [0, 1 á = 0, 1
204
2) ¿Cuáles de los siguientes conjuntos son abiertos y cuáles son cerrados en
[0, 1] ∪ [2, 3] con la topología inducida?
= [0, ½ = [0, 1]
= = ¼, ½] J = [¼, ½]
a) J = i
, ∈ ℝ5 ∶ = M ∧
- 0j ∪
, ∈ ℝ5 ∶
= 0.
4
b) J = ℚ × ℚ.
c) J es el subconjunto de ℝ5 formado por la unión de los siguientes objetos: el punto
de coordenadas 0,1, el segmento que une el origen con el punto 1,0 y para cada
conocido en la jerga como el “peine roto”, sugerimos graficarlo para entender por
qué.)
205
Capítulo 13
Espacios de matrices y de funciones
§1. Distancia.
La intención de este capítulo es comentar cómo las ideas topológicas que hemos
estudiado en los capítulos anteriores pueden extenderse a otros contextos y explicar
brevemente algunas sus muchas aplicaciones.
Ya desde el capítulo 1 la noción de “distancia” ocupó una posición destacada en
muchos de nuestros razonamientos; esta noción, por ejemplo, nos permitió definir la
idea de “entorno” y a partir de ella la de continuidad, convergencia de sucesiones,
punto de acumulación y, finalmente, la de conjunto abierto. Pero en todo momento
distancia entre de dos puntos de ℝ . Ahora bien ¿tiene sentido hablar, por ejemplo,
hemos hablado de la distancia entre dos números reales o, más en general, de la
entre dos puntos de ℝ , entre dos ciudades, entre dos planetas, etc.) y el resultado,
Por una parte, siempre se mide la distancia entre dos objetos (por ejemplo,
distancia de a
.
206
Finalmente, otra propiedad nace del hecho de que “la recta es la distancia más
corta entre dos puntos”, que en el dibujo que vemos aquí arriba se traduce en que
[HG\
, ≤ [HG\
, q + [HG\q, (la igualdad vale en el caso de que los tres puntos
estén alineados).
Estas que acabamos de mencionar resultan ser las propiedades fundamentales
[HG\
, = Q∑t;4
t − t 5 es un espacio métrico; es, de hecho, el ejemplo
“básico” de espacio métrico, o sea, el ejemplo en que la definición está inspirada.
207
Ejemplo 13.4: La idea del ejemplo anterior puede extenderse a las matrices,
sólo que escritas en dos filas. En definitiva, si = &«Ô y = '«Ô son matrices en
Ejemplo 13.5: Llamemos =[&, '] al conjunto formado todas las funciones
continuas de [&, '] en 1. Si % y N son dos de esas funciones entonces |% − N| también
es continua y, dado que [&, '] es compacto, entonces |% − N| alcanza máximo y
mínimo absolutos. Definimos entonces [HG\(%, N) = máxM∈[,] |%(
) − N(
)|, es
decir, la distancia entre % y N es el valor máximo que alcanza |% − N|. Puede probarse
que =[&, '], con esta distancia, es también un espacio métrico.
Esta idea puede extenderse al conjunto de todas las funciones continuas de J
en ℝ, donde J ⊆ ℝ es un compacto cualquiera.
Una métrica completamente diferente en el mismo conjunto está dada por
[HG\(%, N) = è |%(
) − N(
)|[
.
208
Imaginemos que los lados del rectángulo del dibujo son las calles que delimitan
que los conecta”, entonces, desde el punto de vista del taxi, la distancia entre
e no
asociamos “distancia entre dos puntos” con la idea de “longitud del camino más corto
[HG\
, = máx |
« −« |. En el dibujo anterior equivale a tomar como distancia la
que también cumple los cuatro axiomas de la definición 13.1, está dada por
«;4…
Para definir esta nueva métrica observemos en primer lugar que si ∈ 1 × entonces
puede definirse una métrica diferente de la “euclídea” que vimos en el ejemplo 13.4.
209
[HG\, = máxM∈é¶ [ ] ‖mzé
‖ . Aunque la definición de esta métrica es más
función alcanza máximo y mínimo absolutos. Tiene sentido definir entonces
compleja que la del ejemplo 13.4, resulta, en cambio, más conveniente en muchas
aplicaciones prácticas.
de ℝ definidas en los ejemplos 13.3, 13.6 y 13.7; esto quiere decir que un conjunto es
misma topología; por ejemplo, puede probarse que ése es el caso de las tres métricas
abierto con respecto a cualquiera de esas métricas si y sólo si es abierto con respecto a
Por otra parte, existen topologías que no están inducidas por métricas, aunque
para mostrar un ejemplo deberíamos desarrollar temas que exceden los objetivos de
este libro.
210
Ejemplo 13.11: Ya sea que en ℝ× consideremos la métrica del ejemplo 13.4 o
la del ejemplo 13.9, en ambos casos puede probarse que la función [\ : ℝ× → ℝ,
modificamos “muy poco” los coeficientes de una matriz inversible obtenemos otra vez
una matriz inversible. Esto tiene consecuencias en Cálculo Numérico, en el estudio de
los errores de redondeo en el cálculo de la inversa de una matriz.
Ejemplo 13.12: Dado que tenemos una topología en ℝ× (la topología que
está inducida por la métrica del ejemplo 13.4, que es la misma que la inducida por la
métrica del ejemplo 13.9), tiene sentido hablar del límite de una sucesión de matrices;
en particular podemos hablar de una serie (en el sentido de “suma infinita”) de
5 +
? +. .. Si definimos la norma de la matriz como su distancia a la matriz nula
entonces tiene sentido plantear la pregunta ¿es cierto que si ‖‖ < 1 entonces −
es inversible ( es la matriz identidad) y además vale que − z4 = + + 5 +
? +. ..? La respuesta es que sí, aunque, obviamente, esto requiere una demostración.
Por otra parte, esto nos da un método numérico diferente para calcular la inversa de
una matriz.
vale que %
→ %
(vimos en el punto 4 de la observación 11.16 que establecer
211
cuáles son las sucesiones convergentes equivale a definir una topología). Puede
probarse que en los tres casos obtenemos una topología diferente, por lo que una
serie que converge con respecto a una de esas topologías podría no converger con
respecto a la otra; y también cambian las propiedades de las series, por ejemplo, si
tomamos la topología del máximo entonces una serie convergente de funciones
continuas converge necesariamente a una función continua, pero esto es falso si
consideramos la convergencia puntual.
«;4…
212
Apéndice I
Sucesiones
“Veinte minutos después la luz envió tres, uno, ocho, cuatro, once,
lo repitió, y la computadora de la nave masculló:
Pi, base doce.”
(Larry Niven & Jerry Pournelle, La Paja en el Ojo de Dios.)
§1. Convergencia.
La intención de este apéndice es resumir las definiciones básicas y los teoremas
fundamentales relativos a sucesiones que se aplican en los capítulos previos.
La idea fundamental es que una sucesión de puntos de ℝt (que incluye a ℝ
como el caso especial en el que = 1) consta de un primer punto, al que le sigue un
segundo punto, luego un tercer punto y así sucesivamente. Esta idea se traduce en la
siguiente definición formal:
Definición I.1: Una sucesión de puntos de ℝt es una función &: ℕ → ℝt .
Normalmente a los elementos &1, &2, &3, … los escribiremos como &4 , &5 , &? , … ;
estos elementos son los términos de la sucesión (nótese que sólo consideraremos
sucesiones formadas por una cantidad infinita de términos).
1,4,9,16, … La expresión & , la “fórmula” que permite calcular la sucesión, suele ser
llamada el término general de la sucesión.
3) Aunque la mayoría de las sucesiones que hemos visto en este libro están
formadas por puntos de ℝt , en el ejemplo 8.5 aparecen, en cambio, sucesiones de
intervalos.
213
La idea fundamental de la convergencia aparece bien ejemplificada por la
Una subsucesión de & 4 es cualquier sucesión contenida en ella que obtenga
§2. Subsucesiones.
eligiendo los subíndices en forma creciente. Por ejemplo las siguientes son algunas
subsucesiones:
a) &4 , &? , &E , &C , &A , … la subsucesión de los términos impares, que podemos
escribir como &5z4 4 .
b) &5 , &B , &· , &D , &4 , … la subsucesión de los términos impares, que podemos
escribir como &5 4 .
c) &C , &4E , &4A , &55 , &BA , … (no todas las subsucesiones siguen una ley simple.)
La siguiente, en cambio, no es una subsucesión: &4 , &? , &4 , &? , &4 , &? , …
&¶ , &x , &½ , &ë , … es una subsucesión de & 4 . La subsucesión se escribe así:
sucesión estrictamente creciente de números naturales positivos entonces
]& t ^
t4
.
214
Apéndice II
Conjuntos simplemente conexos
§1. Agujeros.
En este apéndice comentaremos brevemente otro concepto topológico que suele
aparecer en los libros de Análisis II; este concepto, el de “conjunto simplemente
conexo”, está asociado al Teorema de Green, al Teorema de Stokes y al problema de
existencia de función potencial. Podríamos hacer un desarrollo similar a los que hemos
hecho al analizar los conceptos de conjunto compacto o de arco-conexo, extrayendo la
idea de simplemente conexo de las hipótesis de Teorema de Green, no lo haremos
debido a que la vinculación entre el Teorema de Green y la idea de conjunto
simplemente conexo suele aparecer explícitamente mencionada en los libros de texto
clásicos. Nuestra intención aquí será solamente dar la definición rigurosa del concepto.
Normalmente los libros de texto de Análisis II dicen, apelando a la intuición,
que un conjunto es simplemente conexo si es arco-conexo y además “no tiene
agujeros”. Según esta idea en el siguiente gráfico:
215
…el conjunto de la izquierda no es simplemente conexo (porque claramente tiene un
ℝ? resulta engañosa. En efecto, por ejemplo, la idea intuitiva nos diría, correctamente,
que ℝ5 ∖ 0,0 no es simplemente conexo porque tiene un agujero; sin embargo,
como veremos más abajo, ℝ? ∖ 0,0,0, que tiene un “agujero” similar, sí es
simplemente conexo.
La verdadera idea intuitiva que define a los conjuntos simplemente conexos es
arco cerrado contenido en J puede ser deformado hasta quedar reducido a un punto
sin salirse en ningún momento de J. En esta definición debemos imaginar que el arco
cerrado está hecho de goma, como una bandita elástica que va siendo deformada
hasta transformarse en un punto.
1) El conjunto J =
, ∈ ℝ5 ∶ 1 ≤
5 + 5 ≤ 4 no es simplemente
Ejemplos II.2:
216
Sea = un arco cerrado
cerrad contenido en ℝ? ∖ ; si = está “lejos” de entonces es
claro que puede reducirse a un punto sin problemas. El peor
peor caso sería es el que se
muestra en el dibujo en el que = está contenido en un plano al que también pertenece
;; pero en ese caso podemos “subir o bajar” el arco sin tocar el punto para llevarlo
lejos y reducirlo a un punto.
3) La superficie de una esfera es un conjunto simplemente conexo; en cambio,
un toro (que es el nombre técnico de una superficie con forma de rosquilla) no es
simplemente conexo;; en el dibujo siguiente vemos un arco cerrado contenido en un
toro y que no puedee ser reducido a un punto sin salirse de esa superficie.
217
Definición II.3: Un arco contenido en un conjunto J ⊆ ℝ es la imagen de
cualquier función continua N ∶ [&, '] → J. El arco es cerrado si y sólo si N& = N'.
es posible tomar como intervalo [&, '] al intervalo [0,1]. En efecto, supongamos que =
Una primera observación importante es que en la definición anterior siempre
definido por una función N ∶ [0,1] → J constante. (En realidad un arco constante no es
otra cosa que un punto, pero resulta conveniente formular esta definición por razones
técnicas.)
Definición II.5: Sea = un arco cerrado definido por una función continua
% ∶ [0,1] → J y sea = un arco cerrado definido por una función continua N ∶ [0,1] →
J. Una homotopía en J que transforma = en = es cualquier función continua
á: [0,1] × [0,1] → J que cumpla estas condiciones:
1) Para todo \ ∈ [0,1] vale que á0, \ = %\.
2) Para todo \ ∈ [0,1] vale que á1, \ = N\.
3) Para todo G ∈ [0,1] vale que áG, 0 = áG, 1.
218
condición 1 nos dice que cuando G = 0 tenemos el arco =; la condición 2 nos dice que
cuando G = 1 tenemos el arco = ; para 0 < G < 1 tenemos todos los arcos
intermedios de la transformación de = en = .
Definición II.6: Dos arcos cerrados = y = contenidos en J son homotópicos si y
sólo si existe una homotopía en J que transforma = en = .
Finalmente, estamos en condiciones de expresar la idea de deformar un arco
cerrado hasta reducirlo a un punto y, consecuentemente, la idea de conjunto
conexo y además vale que todo arco cerrado contenido en J es homotópico al arco
constante.
219
Bibliografía
220