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“Un bombero, pero mami dice que mi carro de juguete se puede estropear con el
fuego.”
(Estuvo a punto de formar una sonrisa, pero mantuvo su expresión seria.)
“¿Que demonios? Te llevo casi una década, Karen. Vamos, somos ambos
adultos. Me estas tomando del pelo.”
Me siento violado.
“Exacto, soy una mujer directa, decido con quien follar y hoy no es tu día
de suerte. Te lo dejare pasar esta vez, si vuelves a ser imprudente, te
echare de tu apartamento...quiero decir mi apartamento.”
Su reacción fue sutil, lamió el labio inferior lentamente, entrecerró los ojos para
disimular el enfoque de sus pupilas en mi bragueta. Unos cortos segundos de
sensualidad y descaro.
“Chupar...polla...amo…..”
“¡Genial! Perdón por ser tan dura. Prefiero dejar en claro las cosas, no eres
mi tipo.”
“No.”
“¿Ni un poco?”
“No, ni un poco.”
(El sonido de mi bragueta bajando la hace agitarse. Abre los ojos impactada.)
(Con la boca entreabierta, desliza su húmeda lengua por sus dientes. La punta
de sus pies mira hacia dentro.)
Tomo su mano y la coloco sobre mi hebilla, sus dedos exploran el metal brillante.
Sus pupilas se dilataron al pronunciar las ultimas palabras. La tenía tan cerca del
rostro, como para darle un beso, con su torso combado hacia mí. Colapso contra
mi pecho, jadeando secamente, aferrándose con sus manos a mi camisa.
“Jamás...ah..ah...Jamás..Ja...ahha..más..”
Se puso de pie, dándome la espalda, dio dos pasos hacia ninguna parte. Su
falda entubada resaltaba realmente bien la redondez en su culo.
Apretaba los puños y sus piernas se tambaleaban. Dio media vuelta, vi sus
mejillas sonrojadas por la excitación, imposible de ocultar. Cayo en cuatro patas,
al parecer sus piernas ya no podían mantener su peso, gateo con avidez hacia
mí. Paso su lengua ensalivada por mi pantalón, intento alcanzar mi hebilla y
desabrocharla para disfrutar de su manjar apetecido.
Pero no se lo permití, ella estuvo jugando conmigo, ahora yo jugare con ella.
Tome sus muñecas y las subí sobre su cabeza.
“Uh..ehmn..yo”
“¿Cuanto lo quieres?”
“Eso es correcto, harías lo que fuera por chuparme el pene, ¿Estoy en lo cierto?”
“Tú, estas en lo cierto.” Dijo, rendida ante una batalla que no ganaría.
Masajeé sus tetas deliciosas, suaves y tiernas. Le bese el cuello, mientras con
una de mis manos apreté su culo firme y con la otra jugué con su vagina
caliente.
Recompensa y castigo, con una orden post-hipnotica simple: ‘Me chuparas cada
ves que alague tus tacones rojos’. Había logrado obtener control absoluto sobre
una mujer tan terca como Karen. Dispuesta a hacer lo que sea por una buena
dosis de pene.
“Muy bien, muy bien. Inclinate contra la mesa, y repítelo, para que no lo olvides,
perra.”
“Tu...tienes ¡Ah!...el..mn..control.”
“Tu..mnsm..tienes..hah..el control...ah”
“Tu..tu...tienes..ah...mn..ah..el control.”
“Tengo un amigo obeso que le gustan mucho las rubias, ¿Te dejarías follar por
él, para chuparme el pene?”
“¿Que cosa?”
“Eres una guarra. Apuesto a que te gusta que te follen el culo, perra.”
“No te atrevas.”
“Yo...”
“De rodillas, Karen. Voy a recompensarte por ser una buena chica. No te
muevas hasta que lo permita.”
#Cambio de gatillo:
“Lo que sucedió desde que comimos la pizza, hasta este momento, ha sido una
fantasía, sabes que no es real, porque tu nunca te someterías a un hombre de
esa manera. Suplicándome sumisa chuparme la polla. Aunque en el fondo ese
es tu real deseo, dejar de pensar, obedecer y chuparme.”
Tome su nuca y la empuje hacia mi polla, tirando un largo chorro en su garganta.
“Esta noche. Olvidaras que estas desnuda, incluso si te miras en el espejo. Cada
vez que escuches una frase mía, diciendo ‘Patata’ en ella, obedecerás mi orden.
¿Entendido?”
Mi ultima terapia había terminado hace diez minutos, recibí una llamada de
Clara. Alexa, su pareja tenía una cita programada conmigo en quince minutos.
¿Que necesitaría?
Alexa ingreso a la sala, una falda floral blanca, blusa de tiras amarilla y zapatos
de meter rosados. Su figura acentuaba elegantemente su ropa, además de un
sexy labial fucsia. Alexa con su pelo castaño claro y liso, junto esos impactantes
ojos esmeralda, contrastaba completamente con Clara, sus personalidades
diferían tanto como sus cuerpos. Decidí, no comentarle la deserción de Clara.
Ya tenía un problema, no quería dos.
Llame a Kassia, trajo dos vasos y nos sirvió a ambos. Ella es una mujer muy
atractiva y peculiar, gracias a eso podía analizar las reacciones de mis pacientes
y determinar rasgos de su personalidad. Clara se la comió con los ojos, Alexa
por el contrario los apartaba como para evitar caer en el ‘hechizo’. Clara más
agresiva y rebelde, Alexa más reservada y cauta, excepto bajo los efectos del
alcohol.
“Estira los brazos, que el reverso de la mano toque el marco. Muy bien.”
“¿¡Que te conté!?”
“...Esto..no es posible.”
“Ja! Es tan posible como que dormirás cuando toque tu frente, en un sueño
profundo e inevitable.”
Choque mi palma contra su frente, sus ojos se cerraron, sus piernas se doblaron
y su cuerpo cayó sobre mí. Muy, muy fácil. Sería una buena tarde.
Uniendo este efecto con algunas mentiras piadosas que debiliten la seguridad
mental del paciente, la hipnosis se puede facilitar en gran medida. Aun así Alexa
era un caso especial, el espectro de sensibilidad hipnótica en relación al censo
poblacional, se puede graficar como una campana gaussiana, los extremos
corresponden a aquellos individuos anormalmente resistentes o susceptibles.
Alexa pertenece al segundo grupo selecto, una sumisa de fabrica, una esclava
perfecta.
Me senté con su cabeza recostada sobre mis piernas, acaricie su cabello liso.
En alrededor de cinco minutos, la tenía lista para la sesión.
“Alexa, vas a abrir tus ojos, pero seguirás dormida, mi voz es la guía de tu
sueño. Abre los ojos, enfoca tu mirada en mi mano derecha. Mi mano es muy
atractiva para tí, sientes el calor fluir por tu vientre cuando la percibes cerca de
tu rostro.”
Jadeó levemente mientras acariciaba sus labios y mentón con mis dedos.
Toquetee sus tetas por encima de la blusa, mientras la linda chica se aferraba a
mi dedo medio, la deje disfrutarlo.
“Ponte de pie, Alexa. Espalda recta, pies juntos y brazos a los costados. Tu ropa
pesa toneladas, no puedes moverte y es difícil respirar. Vamos a jugar, un
concurso especial que va a ayudarte, me vas a responder honestamente y por
cada respuesta tienes permitido quitarte una prenda.”
“Fuera blusa.”
“El brasier.”
“Debes ser muy flexible, ¿Que es lo mejor que puedes hacer con eso?”
“Sé más explicita, recuerda que aún tienes unos cuantos kilos encima.”
“Mi ex-novio no me satisfacía sexualmente. Salí a un bar deprimida por una
pelea, ese día conocí a Clara, nos vimos cada vez más seguido,
haciéndonos amigas. Hasta que un día me excedí con el alcohol y termine
en la cama con ella. No había tenido un orgasmo como ese en toda la
relación con mi ex. Ya ha pasado casi un año de aquello.”
Sobre el pie derecho, tenía tatuada la palabra ‘Love’, Clara tenía el mismo
tatuaje en el pie izquierdo.
“La falda. De seguro debes estar más ligera, solo quedan veinte kilos en la
bragas, ¿Clara sabe de tu debilidad por sus pies?”
“Sí, eso creo. Cuando la contradigo ella me pone los pies en la cara.
‘Lámelos’, me dice. Yo intento negarme, pero simplemente no puedo
reaccionar, estoy bajo sus pies, lamiendo y disculpándome. Lamiendo y
disculpándome por ser una mala chica. Lamiendo y disculpándome por ser
una mala chica. Lamiendo….”
Sus bragas se estaban empapando más y más. Estaba teniendo una reacción
sexual(?) extraña que solo podría describirse como la mezcla entre un orgasmo
y un tic nervioso. Otra deducción parcialmente correcta, sin darse cuenta Clara
había vuelto en una esclava sexual a Alexa. En ese momento estaba en bucle,
toque una zona sensible y su mente entro en shock.
Lo único plausible, que pude imaginar para generar reacción semejante, es que
Clara la pusiera a lamer sus pies durante horas, en varios momentos del día,
obligándola a disculparse, sin importar si ella tenía razón o no. Incluso me pone
a dudar, ¿Alexa fue una sumisa de nacimiento o Clara la convirtió en una? Sea
lo que fuere, es difícil saberlo.
Me desvestí, puse mi camisa sudada sobre uno de sus hombros, mis pantalones
en su brazo derecho. Mis zapatos en cada una de sus manos, mis medias entre
sus tetas. Limpie su rostro con mis boxers y los coloque sobre su cabeza.
Pase las yemas de mis dedos por su espalda, su culo, rodee su pelvis y bese su
cuello a la vez que masajeabá su vagina. De su mano derecha cayo uno de mis
zapatos.
*Nalgada*
“Por quien crees que estas aquí, tonta. Es por tu bien.”
*Nalgada* *Nalgada* *Nalgada* *Una nalgada más fuerte*
“¡Aaah!¡No!¡No es justo!¡Nooo!”
“¡Esta bien! ¡Soy una mala chica, señor terapeuta! Ya aprendí mi lección.”
*Nalgada*
“¡Ya aprendí! Por favor pare.”
“Entonces repite después de mí: Señor terapeuta, perdón por ser una chica
mala. Seré una buena chica.”
“Señor terapeuta, perdón por ser una chica mala. Seré una buena chica”
“¿¡Por que!?”
Masajeé su firme culo, lastimado por mis justos castigos. El coño mojado como
indicación clara de su excitación por obedecer. Cada persona posee bloqueos
que impiden que la sugestión sea efectiva, pueden ser motivos religiosos,
familiares o incluso algo tan ‘ridículo’ como la fobia por un color (Sí, me sucedió).
Pero las “esclavas perfectas” no poseen estos bloqueos. Son captadas por los
demás como personas de mente muy abierta.
“Alexa, linda Alexa. Eres tan estúpida y sumisa. Follare tanto tu mente que
rogaras cabalgarme la verga muy pronto. ¿Tuviste una mascota de pequeña,
zorra?”
“Miau...grrgr….”
Se hizo una bola tontamente con su cuerpo sobre mis piernas, acaricie su
cabeza. Me observaba con esos ojos brillantes e inocentes, sumergida del todo
en su papel. Yo no podía hacerlo, no podía dejar de ver a una mujer desnuda
actuando como gata.
“¿Quien es una linda gata?”
“¡MIAu! miau”
“¡Miaaaaau!”
Se quejo mientras bajaba del sillón. Revise el cajón de una mesa aledaña,
conservaba un poco de miel, para la relajante boca de Kassia. Deje caer un
poco sobre mi pie derecho.
“No puedes despegarte del suelo. Al chasquear mis dedos obedecerás lo que
ordene, porque soy tu amo y tu una puta sumisa sedienta de obediencia. Sal del
trance, Alexa.”
Con su lengua todavía posando contra mi empeine, alzo la vista hacía mí.
Intento levantarse, pero estaba pegada al suelo. Sonreí divertido por la situación
y eso la enojo más.
*Chasquido*
“¡Imbécil!”
*Chasquido*
“Duerme.”
*Chasquido*
Sus ojos rodaron hacia atrás y cayo sobre mí, su corazón latía con fuerza.
“Despierta”
*Chasquido*
Cerro sus delgados y suaves dedos alrededor del eje de mi polla. Ambas manos,
subiendo y bajando.
“No le hagas daño a Clara, por favor.”
“No lo haré, pero tu sí. Tu coño esta pidiendo a gritos una verga en él. Pero solo
te dejare sentir mi polla si te doy permiso.”
*Chasquido*
“No me extrañaría, que tu boca se hiciera agua, por el deseo de que te folle
salvajemente.”
*Chasquido*
Por su boca salio un hilillo de saliva, que se deslizo frío por mi cuello.
“Necesito tu polla.”
“Lo siento, seré una buena chica. No se lo que decía. ¡Carajo, follame! Oh,
como me arde el coño.”
“Porque soy una buena persona te perdono, pero no lo vuelvas a hacer ¿Vale?”
“¿¡Que!?”
En su rostro veía dramatismo mientras sus manos me transmitían otra cosa. Una
seguía subiendo y bajando por mi eje y la otra acariciaba en círculos con la
palma mi glande resbaloso por el liquido preseminal.
“Esta bien, no te obligo. Estamos en un país libre. Si no quieres terminar con ella
no te clavare mi polla. Todos felices ¿No es así?”
Empezó a llorar.
El movimiento de sus manos se torno torpe, bizco los ojos y gimió con fuerza.
Me alegraba haber adaptado la sala para que el sonido no saliera al exterior.
“No paras de venir y venir y venir. Imaginando como terminas con Clara y
montas mi palo de carne, puta ninfómana.”
*Chasquido*
Ahora solo sostenía mi verga con una mano, sin moverla, la otra se aferraba con
fuerza a uno de mis muslos, dejando marcadas las uñas. Se recostó contra mi
cuerpo, agarre con mis dos manos su cabeza y recorrí su boca con mi lengua.
Alexa fue complaciente con mis apetitos. Su boca húmeda, caliente y apacible.
“Hola ¿Clara?”
No podía escuchar lo que decía Clara, pero Alexa iba guiando la conversación.
Sin previo aviso:
Puse mis manos detrás de la nuca, relajándome. Guío con su mano mi polla, la
incrusto suavemente en su coño, ya dentro la punta, la empuje metiéndome
completamente en ella.
Rodeo mi cuello con sus brazos, su cadera subía y bajaba, chocándose contra la
mía
“¿Más?”
“mmn..más..esto se siente..¡Umn!..fantastico”
“Diablos señorita, eres una puta sucia. Cuando llegue dentro de tí, cada célula
de tu cuerpo explotara de placer. El único que puede dártelo, tan fuerte, tan
picante y adictivo, soy yo. Tu amo.”
*Chasquido*
“Tu pasado es una ilusión, Alexa. Siempre he sido tu amo, estabas buscándome
y me has encontrado.”
*Chasquido*
“Naciste en una fabrica de muñecas sexuales. Llegaste en una caja por correo y
yo te di vida. Como pinocho.”
*Chasquido*
“Mi semen mientras follaba tu boca plástica, te dio vitalidad. Gracias a mí, has
vivido una vida de mujer, pero en el fondo, siempre has extrañado tu vieja labor.
Tu real labor. Ser mi juguete sexual.”
*Chasquido*
“Al salir por completo del trance, olvidaras muchas cosas, y pensaras que esa
revelación tuya, es fantasía. Pero sabes por los latidos de tu corazón, por los
latidos de tu coño, que es real.”
*Chasquido*
*****
“Avanzamos mucho hoy ¿Que tal estuvo?”
“Realmente bien. Pensaba que no sentiría nada. Pero estuve consciente a
cada instante. La experiencia con las flores. Mi visita a la casa de mi
infancia. Gracias, enserio, muchas gracias. Mi momento favorito fue
cuando podía volar.”
“Correte Alexa.”
“Deberías hablarlo pronto con ella. Una llamada es una forma muy fría de
terminar una relación.”
“Podríamos ir a tomar unas cervezas, este fin de semana hay una promoción de
2x1. Nada formal, el Doctor no se negara a tomar un descanso luego de una
ardua semana de trabajo.”
“AaaHah...mgum..mnn...Doctor...Amo...Doctor...soy tu muñeca...”
Al correrse solo diría lo que estaba pensando en ese momento, para ella, los
orgasmos se dieron de forma discreta. De ese día al sábado, ella estaría
expectante de probar mi polla, la mayor parte de su día lo dedicaría a largas
practicas masturbatorias, anhelando un poco de cariño masculino. Negándoselo,
hasta ese día.
Era un sitio de cerveza artesanal, pedí una Porter Clásica. De sabor fuerte, con
buen cuerpo.
Le hice una seña a la chica con vestido rojo, de la entrada. Alexa. Traía unos
tacones color crema. Se había maquillado bastante para la ocasión. El labial rojo
brillante le sentaba de maravilla.
“Me gusta, es rustico, pero agradable. Conozco a alguien que le gustaría mucho
venir aquí.”
“Tienes unas tetas enormes Alexa. Eres muy sensible al alcohol, para tí, tomar
un sorbo de cerveza es como tomar un chupito entero de tequila. Tomaras dos
pintas como agua, ya que te encanta tomar. Despierta.”
Ella agarro el vaso a dos manos, y de un tirón, se tomo toda la pinta. Fondo
blanco. Estaba francamente impresionado.
Otro vaso, y otro fondo blanco. Yo apenas había comenzado la segunda pinta.
Note que le faltaba uno de sus tacones a medio camino. Me tomo del brazo
reiteradamente y hablo de forma incoherente todo el trayecto. Me contó que le
gustaba que su padre la llevara en los hombros. Y que quería ser presidenta,
pero no pudo.
“Llegamos.”
Estaba abriendo la puerta del auto, cuando ella se lanzo sobre mí. La chica
borracha, estaba muy cachonda. Deslizo su lengua por mi cuello, desabotono
los botones de mi camisa con torpeza, besándome desde el pecho al abdomen.
Mi erección no se hacia esperar, así que le ayude desatando mi pantalón.
“Ghsgg...uggag..gf”
“Pinocho Girl.”
La hale del cabello, para ver su tonta expresión. Un hilillo de semen y saliva se
conectaba con sus labios y mi polla.
“¿Y tú?”
“Avísame cuando vayas a llegar ¿Vale?” Dijo ella, a la vez que volvía a tragar
completa mi polla.
Saque el móvil y grabe, la luz del flash hacia brillar sus ojos verdes. Masajeabá
mis pelotas con dulzura, saco mi polla de sus labios y se golpeteo la cara con
ella.
“Sí...”
“¿Cuanto?”
“Es mi favorita.”
“No quiero que pienses que soy una puta. Pero tienes muy buena polla.”
Me acerque a una pared aledaña, donde colgaban tres cuadros. Ella empezó a
explicarme al notar mi curiosidad.
Una foto de ella, con la cara pintada, ropa ajustada al cuerpo, las piernas
abiertas y los glúteos tensos. Colgada de la tela. Retorno mi dureza y empece a
masturbarme.
“A Clara le gusta.”
Con una mano en la cintura, falda negra, un chaleco corto, casi tanto como la
falda e imposible de cerrar por esas enormes tetas. La cabeza ladeada y
sonriendo, mientras sostiene un vaso de café. Las piernas con pantimedias
oscuras. Comparto los buenos gustos de Clara.
En el centro.
“Esta fue una broma para una amiga. Natasha, siempre ha creído que yo
soy la sumisa de la relación. Nosotras con Clara le seguíamos la
corriente.”
Clara con los brazos cruzados, estirando los dedos de uno de sus pies. Alexa
tomándolo del talón muy cerca de la cara, con la lengua afuera y los ojos
cerrados.
Retire sus bragas. Me agache, subí sus piernas a mis hombros y le comí el
delicioso coño. Chupe sus labios, di tocaditas con la lengua en el clítoris. Estaba
más húmeda que antes.
Era hora del plato fuerte.
La hinque contra la mesa, levante su vestido. Tome una bufanda de lana que
estaba en el respaldo de una silla.
“Aahmm..mmn..aah..Mnm….¡AhaA!..ah..m”
“Eres solo una puta que no puede mantener las piernas cerradas.”
“Pinocho Girl. Aunque sientas ahogo, solo sentirás placer, no nauseas. Follar tu
laringe es como un mal vicio, no es del todo agradable, pero no puedes evitar
repetir. Despierta.”
“guaAag...gaGag..¡Galsga!..guplGhs..gags…..”
“Seré más suave con la princesa.” Dije, moviendo mi verga entre sus labios.
Entramos a su alcoba, lubrique su ano con aceite de cocina. Ese culo necesitaba
una verga con urgencia.
“No sé si sea correcto que estemos haciendo esto. Termine hace poco con Clara
y yo..”
“Pinocho Girl.”
“Mi verga en tu culo, se sentirá tan bien. Lo que te remorderá la conciencia sera
que no le este follando el culo a Clara. Sentirás cada centímetro entrando y
saliendo. Por cada empuje se inundara tu cerebro de placer. Tanto placer, que
por momentos olvidaras que soy yo quien te folla, o quien es Clara. Puede que
incluso olvides que estamos en tu casa. Lo que nunca olvidaras es sentir tu recto
lleno, como la mejor sensación del mundo. Despierta”
“No me parece correcto continuar las sesiones. Sin Clara no tiene sentido.”
“Tranquila, es normal que seas solo un juguete sexual. Zorra, adicta a la polla.”
Venía vestida, mas formal que la primera sesión. Un jean, zapatos de meter,
blusa blanca, manga larga de botones con cuello.
“Exacto, has venido a que te folle y juegue con tus pensamientos. Quítate el
pantalón, las bragas y enseñame tu trasero.”
“Propiedad privada.”
Encendí el intercomunicador.
Entro. Avanzo hacia mí, me dio un exquisito beso con lengua, muy profesional.
Un beso que practicamos en varias ocasiones. Luego se arrodillo a mis pies.
“Genial, vas a comerle el coño a esta puta. Vas a dejarla limpia y satisfecha. Si
lo haces bien, te recompensare con una follada de culo al final de la jornada.”
“Gracias Amo.”
Separó los muslos de Alexa, sacó la lengua y recorrió de arriba a abajo su raja.
Desate mi pantalón e introduje mi polla en su garganta.
Hace un Ok, con su mano derecha. Mi polla esta erecta y humedecida como
debe ser.
Agente Kassia: “Hola Alexandra, por favor siéntate. Ponte este casco, relajate y
deja que las luces te guíen a lo más profundo de tu consciencia.”
Cierra los ojos y vuelve a comerle el coño. Hago mi tono de voz más grave y
pausado.
“Giran colores, por todo tu campo de visión, siempre que intentas seguir alguna
luz, te pierdes. Estas perdida, tu cabeza pesa, pesa mucho, y tus brazos no
responden, tus piernas sudan, no deseas moverte, es muy complicado para tí,
todos tus pensamientos flojos, tu cabeza hueca y susceptible, pero pesada, muy
pesada. No sabes cuando cerraste los ojos, ¿Acaso lo hiciste? Puede que
tengas los ojos abiertos, observando hacia la nada, incapaz de procesar por
cuenta propia, lo que llega a tus sentidos. Solo escuchas mi voz, deja que la
maquina haga su trabajo, solo tienes que soñar, necesitas soñar y dejarte guiar.
Es solo un sueño, un sueño húmedo. Relajate, es solo tu imaginación actuando,
la imaginación es muy poderosa, muy poderosa.”
“La imaginación es tan poderosa que te puede hacer sentir tu culo y espalda
sobre una silla de madera, las luces tenues golpeando tu rostro. Visualizas una
mujer frente a tí. Están sentadas ambas, Clara y tú. En un bar. Estaban riendo y
cotilleando. Clara pide las cervezas y la comida a la mesera, ella se toca el coño
y le grita socarrona a Clara.”
Mesera 1: “Ja! Que cara de zorra tienes. Mejor lame el sudor de mis pies, idiota.”
“Clara le devuelve el insulto, pero a la mesera le resbala, la toma del pelo con
fuerza. Clara abre la boca para gritar y la mesera le escupe en ella.”
Mesera 1: “Reconozco una zorra lame pies cuando la veo. Apuesto mis zapatos,
a que limpiarías el piso con la lengua con tal de restregarte contra mis plantas.
Nena sucia.”
“La mesera te guiña el ojo. Clara le retira la media, esta embelesada, lame el
dedo gordo, el empeine, la planta, el talón. La mesera orgullosa de su
superioridad, con los brazos cruzados sonríe. Le da el pedido a otra mesera mas
joven, y le susurra en el oído. Ambas tiran carcajadas picaras. La segunda, te
trae las cervezas y la comida. Un hombre, se sienta en el lugar que antes era de
Clara.”
Extraño: “Al parecer tu amiga esta algo ocupada con la mesera, yo me tomare
esta cerveza.”
Extraño: “Soy director de porno, estoy buscando una buena chupa pollas.”
“Tal vez por la seriedad en su voz, o solamente por venganza. Fuiste debajo de
la mesa, abriste su bragueta y comenzaste a chupar. La sensación del tronco en
tu boca, te tranquiliza y olvidaste momentáneamente a Clara comiendo coños.”
“La mesera trae a Clara, ella te empuja debajo de la mesa y usurpa tu lugar,
para chupar la polla.”
Dueño del bar: “Han hecho algo obsceno, en mi bar. Y cuando me refiero a han
hecho, hablo de tu pareja y la de los otros muchachos. Tu gran acto de valentía,
merecía porras, de hombres y mujeres. Las mujeres debieron haberte comido el
coño.”
Dueño del bar: “Seguramente son lame pies pasivas. Tu las pondrías a tus pies
a a cualquiera de ellas.”
“Sonreíste por aquel comentario. Tenía una gran erección y deseabas chuparle
la polla. Era lo mínimo que podías hacer por un hombre tan generoso. Tocaste
su bulto, bajaste la bragueta y le hiciste oral ahí mismo. Estaba muy hinchado y
no tardo en eyacular. Al tiempo tu calor aumento y exploto. Dándote un increíble
orgasmo.”
“Ehhmn..Doctor.”
“Yo...”
“¿Sí?”
“Mmn, tendré que negarme. Salgo cansado del trabajo. Mejor otro día.”
“¡Doctor!”
“No pasa nada.” Soltando una risita tonta. “Pero en realidad necesito
follar.”
“¡Aja! ¿Por que yo? Debes tener muchos otros amigos atractivos.”
“Voy a las 9:00. Recuerda estar vestida para la ocasión y recibirme con una
cerveza. No querrás consolarte sola toda la noche.”
“Suena como si te hubieras acostado con ella. Soy muy perceptiva con
esos asuntos.”
“Del mismo lugar de donde concluyes que me acosté con ella. Ni yo tuve sexo
con ella, ni tu le chupaste el coño.”
“Dime.”
Solté mis zapatos y me quite las medias. Mis pies necesitaban libertad, así que
los puse cómodamente sobre la mesita de cristal en la sala.
Dijo con naturalidad, mientras sus manos acariciaban mis pies, sin
complicaciones.
“¡Tus pies huelen muy mal! Deberías lavarlos, antes de pedir estos
favores.”
“Admite que te gusta el olor. Patata. No tengo la culpa de que te excites con
facilidad.”
“¡No me gusta!”
“¿Que tienen que ver las patatas con esto? Hazlo o dejare de masajearte.”
“Esta bien.”
“Quiero que te laves los pies, pero no te dejare hacerlo.” Cerro el entrecejo
atareada por el sinsentido acababa de decir.
“¿Por que dices ‘patata’? Parece que me tomas por una tonta.”
Ella estaba ignorando sus propias palabras, me encanta como la hipnosis surte
efecto en ella, es incapaz de creer que actuá fuera de su voluntad.
“Yo decido cuando hablo, patán. Voy a dejarte los pies limpios y te echare
de mi casa.”
“No quería recordártelo, pero antes de irme debo follarte el culo. Patata. Siempre
me ruegas por eso.”
“¡Eres un gran idiota! Hagámoslo rápido, follame bien el culo. Una buena
follada de culo.”
Desnuda, con sus brillantes tacones rojos, se puso en cuatro sobre el sillón,
abrió con sus manos sus nalgas, dejándome a la vista su ano follable, escupí
sobre él, y luego lo estimule con mis dedos, preparándolo para la penetración.
“Esta sera como tu primera vez, y la amaras. Siempre que me veas tendrás
presente, que te dí por culo, Karen. Despierta.”
“Ahg...más despacio.”
“...Mmn..ahg...¡No!...”
“...¡Nooo!….puedo pensar….”
“Escuche que algunas chicas perdonan cualquier cosa con un anal. Como
exterapeuta debo ponerlo a prueba ¿Correcto?”
“...ugh...mmn..ahg”
“...mmmn...msmn...”
“Amas ser follada por detrás. Patata. Te hace sumisa y revela tu débil mente.”
“….¡Ah!….”
“Patata. Tan débil de mente, que te sientes culpable por tus regaños hacia mí.”
“...Uumm...¡Oh, sí!….”
“Una puta como tú no tiene derecho a reclamarle nada a un hombre como yo.”
“...ahhg…..mmn…...¡Joder, tu polla….”
“Me amas, patata. Amas que folle tu culo, patata. Amas que te someta, patata.
Amas perder esa voluntad inútil, patata. Me amas.”
Ese ‘amor’ solo era un rugido por la excitación. Pero me bastaba en ese
momento.
“Sera un placer.”
Recorrí su culo una vez más con mis manos y lo nalguee. Ella apretó los dientes
y sonrió descolocada. Su rostro desfigurado de gozo, parecía indicar que Karen
había logrado sentir algo maravilloso.
“Para obedecer, cada frase con esa palabra que yo pronuncie, tu la obedecerás.”
“Sí, cada persona tiene unos ciertos limites que la hipnosis no puede
sobrepasar.”
Puedes preferir no tener una erección en un lugar publico, aun así cuando estas
en el bus y una chica roza su voluminoso trasero frente a tí….ok, creo que
quedo claro el punto.
Introdujo sus dedos en su coño húmedo, sus piernas abiertas dándome una
visión completa de su sexo.
“Me diste una sugerencia y yo acepte, fue muy excitante. Aun así, no
demuestra nada.”
“Esta bien, me has ganado Karen. Patata es una referencia a una serie de los
80.”
“Correte. Patata.”
“….MMMN...”
“Aaah..ummn..amn...”
“Esclava Tonta. Dormiré esta noche, en tu casa Karen. Pensaras que me fui. No
notaras mi presencia conscientemente, pero tu cuerpo me satisfará, permitirás
que haga con él lo que quiera. Si pongo mi polla en tu boca la chuparas, si abro
tus piernas, estarás húmeda y preparada para el coito, ¿Entiendes, putita?”
“Buena chica. Me gusta tu ingenuidad frente a la hipnosis. Así que sin importar lo
que pase, no creerás que te he hipnotizado, aunque tengas las pruebas. Solo
soy un amigo de Laura, el cual te tiene adicta a la polla. Contare hasta cinco, al
llegar a cinco, despertaras, pensando que eres una stripper y yo soy tu novio de
toda la vida, deseas complacerme esta noche y probar unos juguetitos que he
traído. Uno, húmeda como una concha de mar. Dos, con el coño hambriento.
Tres, sumisa y obediente para su ‘novio’. Cuatro, mi placer es tu placer. Cinco, tu
cuerpo es un juguete para explorar mis fetiches.”
Karen es una chica picante, aunque no le guste la pizza de piña como a mí.
Buenas noches.