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¿Puedes explicar esa sensación de estar como en casa pero mejor?

Estoy justo
en ese terreno, ahora. Una copa de delicioso vino, con mis pies sobre el suelo
alfombrado y el tiempo perfecto para la escritura, mientras espero que los videos
pasen del formato por defecto a formato AVI.

#El camino más ligero:

Paula esta en cuatro patas, los tobillos esposados, con un vibrador a máxima
potencia en el coño y un plug anal firmemente incrustado en medio de sus dos
nalgas, rojas de las incontenibles bofetadas que le di al llegar; sus pechos
cuelgan con pinzas en los pezones. Nada de esto incomoda a la bella pecosa,
que tiene toda su atención enfocada en sostener con sus labios, dientes y
lengua un bolígrafo azul. El estrés de la perturbación de su cuerpo se disipa, y la
fuerza a concentrarse en el camino más ligero para su psique, obedecer,
someterse, perder todo intento de ejercer su libre voluntad, porque la libertad
implica dolor y la sumisión placer. La transcripción de sus ordenes la sume más
y más profundamente en el trance, hasta que las ordenes se integran afínmente
a su intimad, esculpiendo su consciencia sin consentimiento.

“Soy Paula Castillo externamente, soy una esclava estúpida internamente. Soy
una esposa fiel externamente, soy una puta barata internamente. Soy dueña de
mis pensamientos externamente, mi amo es dueño de mi cuerpo y mente
internamente, y esta es mi yo real, un juguete sexual para los caprichos del amo.
No pienso, obedezco, obedezco, obedezco….”

Ella escribe lenta y detalladamente cada letra fundiéndose en su ser, en la


memoria muscular de su mandíbula y boca.

Es buen momento para rememorar, hace dos años tuve una ‘clínica terapéutica’,
allí practique con gran esmero lo que aprendí como amateur en el campo de la
hipnosis, y formalice mis habilidades. No contaba con títulos que me respaldaran
como especialista en salud mental, y siendo honesto no buscaba ser terapeuta,
solo deseaba cumplir aquellas fantasías que anhelaba desde la adolescencia.
Buscando, por medio de contactos y trucos mentales, halle un lugar aceptable,
en un tercer piso, afuera, en la recepción estaría Kassia, una polaca de veinte
años, vino de intercambio por la universidad, trabajábamos tres terapias de una
hora y media a dos, de lunes a viernes.
Arregle mi problema de los títulos, con algo de edición, universidades
extranjeras, y elegantes marcos de madera. Al principio llegaba gente mayor, o
personas cerca de los treinta con asuntos existenciales densos. Mi sueño
parecía haberse vuelto una monótona ironía, podría sentirme satisfecho con que
la mayoría de pacientes se sentían ‘Entusiastas y renovados’ luego de pocas
terapias; observando en retrospectiva esos tres meses de tedio, me dieron
invaluables reflejos que agradezco al día de hoy, aun así en esa época, luego de
ver mis ilusiones pinchadas, pensé en cerrar el lugar.

#La chica asiática:

Rostro ovalado, pelo negro largo y liso, nariz fina, labios rosados. La mire
sorprendido, no podía creerlo, al fin.

Aquí la llamare Hye, su nombre real es más común, pero prefiero Hye, sus
padres biológicos eran o son coreanos, dándole esos rasgos tan característicos,
por eso mi asombro cuando hablo con un dialecto tan claro y reconocible, ella es
adoptada. Encontró mi clínica por recomendación de uno de los ancianos que
había atendido. Son los frutos de un trabajo bien hecho.

Hablamos pocos minutos, me dijo acerca de un problema con los olores,


particularmente los olores fuertes, sin mucho detalle, excepto cuando su tono se
atenuó, desilusionada de sus visitas a médicos y psicólogos, “….Sugestión,
efecto placebo, algunos incluso pensaron que los estaba tomando por tontos.
Hace un año me rendí, pero mi sensibilidad sigue allí. Mis padres han hecho
todo lo posible, pero nada funciona, incluso la paciencia de ellos tiene un
limite….”, y acotó “No quiero que piense mal de mí, pero venir aquí jamas fue mi
primera opción..¿Por que tener un consultorio arriba de un ‘Centro espiritual’? Es
muy sospechoso.”, la observe fijamente y callé en signo de desaprobación; debo
admitirlo, no mentía, en el primer piso leían el tarot, en el segundo practicaban
yoga y meditación. Pero el espacio era económico, los dueños reservados y
poco curiosos. Ella continuo: “Aun así la transformación del viejo Josh no miente,
es buena persona y verlo libre de esos tics es impresionante.” Gracias viejo
Josh. Fijamos el horario de 5:30 a 7:00 p.m. los jueves, sus padres no sabrían
de estas consultas, si lo hubieran sabido se habrían negado rotundamente con
solo ver la fachada. Hye pagó un mes por adelantado con parte de su
mensualidad, a los dos días empezaría la sesión.

#Primera sesión:
Estoy sentado frente a ella, le pido que se recueste en el diván, cierre los ojos y
se ponga cómoda. Apago la luz, aunque la persiana americana deja filtrar rayos
del exterior, la sombra de mi cuerpo cubre a Hye. Tomo aire y bajo el tono de mi
voz.

“Hye quiero que respires profundamente, lo más que puedas, siente como tu
pecho se llena de aire puro.”

Sus generosos pechos subieron hasta detenerse.

“Mantén el aire, muy bien Hye. Contaré hasta cinco y lo soltaras todo. Uno. Dos.
Tres. Cuatro.”

Espere unos segundos.

“...Cinco. Lento Hye, muy lento deja que fluya muy lentamente.”

Noté como su diafragma se contraía por completo. Volví a intervenir en su


oxigenación.

“Otra vez Hye, por favor toma aire, con más calma que antes, disfruta el aire fluir
por tu nariz, traquea y pulmones, muy lento Hye, deja que tu cuerpo y mente
tome una pausa.”

Demoro más que antes, su cabeza se balanceo ligeramente hacia un lado, abrió
los ojos un instante, centro su cabeza y los volvió a cerrar.

“Disfruta de la pausa, permítete relajar los hombros, el cuello. Siente como tu


cuerpo parece perder peso. Mantén el aire una vez más Hye, contare hasta diez
y luego liberaras el aire gradualmente. Uno. Dos. Tres….Cuatro.
Cinco...Seís….Siete. Ocho...Nueve.”
“….Diez. Así se hace Hye, lo estas haciendo muy bien.”

Proseguí con el ejercicio respiratorio por media hora, dándole refuerzos


positivos, y cambiando el tiempo entre soltar y tomar aire, para distraer su mente
consciente. Los últimos diez minutos deje de llamarla por su nombre tan
seguido, el foco esta en captar su rol consciente y disociarlo progresivamente.
Con la cabeza sobre el hombro, la boca entreabierta, y su mano derecha
colgando a un costado del diván, la Hye que entro al consultorio ya estaba lista
para la segunda fase.

“Escucha como mi voz resuena en tu cabeza, como arrulla dulcemente tus


pensamientos, cada vez más somnolientos. ¿Como te sientes Hye?”

“….Yo...me siento...relajada...” Dijo ella, mascando las palabras con dificultad.

“Chica relajada, percibo tu cansancio, es lo que sientes, un enorme cansancio.


En tu mandíbula pesada, en tus brazos flojos, las piernas inmóviles y el pecho
que sube y baja, lentamente fuera de control. Tu mente se esta disolviendo
como un cubo de azúcar en agua traslucida. Y tus pensamientos se hacen
traslucidos, inertes.”

“Tu mente ya disuelta, viaja a la punta de tus pies, toda tu mente esta en esos
diez pequeños dedos. Todas tus sensaciones concentradas allí, capta la calidez
que los cubre, el sudor contra la tela de las medias. Allí se centran recuerdos,
sueños, ideas, emociones, tu voluntad y personalidad, aun así, es imposible
para tí conocerte por completo, mientras se enfría el dedo chico del pie derecho,
algo se ha perdido, algún aspecto de tu mente se ha ido, y no puedes hacer
nada al respecto. El frío invade tus dedos paralizados, quedando solo la leve
calidez del pulgar izquierdo, reside en él los restos de tu mente. Yo soy el único
capaz de salvarla, ¿Hye, quieres salvar tu mente?”

“¡Sí! ¡Mi mente no debe desaparecer!” Su rostro se contrajo de terror.

“Esta bien, pero debes asumir un riesgo, ¿Estas dispuesta a sufrir el riego?”
“Mi mente soy yo, por supuesto.”

“Ahora tu mente se refugiá en la punta del pulgar, aunque puedes tomar la


decisión con calma, probablemente no debes recordar cual es tu color favorito.
¿Lo recuerdas?”

Frunció el ceño, forzándose a recordar. “¡No! ¡Oh, no!¡Por favor, salva mi


mente!”

Me senté a sus pies en el sillón, un viejo recuerdo vino a mi. Cuando niño, una
prima se quedo dormida en medio de un festejo familiar, al ‘despertar’, buscaba
la puerta del baño, que estaba al costado de la pared donde ella graciosamente
tanteaba buscando una perilla inexistente, me miro reclamándome, pensaba en
su letargo que yo le había cerrado la puerta con seguro, se podía ver con
claridad que el baño estaba al costado, y me contuve lo mejor que pude para no
reír, poco sabia en ese tiempo que mi prima sonámbula estaba en un trance
natural.

“Esta a punto de extinguirse, no más sueños, no más emociones ni recuerdos.


Te advierto que tu mente estará bajo mi control, debo dominar la voluntad para
que se mantenga en tu cuerpo, y no volverás a ser la misma. ¿Procedo?”

“Lo que sea ¡Hazlo!”

Desate sus tenis blancos, le quite los zoquetes con gatos rosados, debajo sus
pies con uñas pintadas de negro, estaban rígidos, excepto por el pulgar
izquierdo moviéndose erráticamente. Los rodee con mis manos.

“Tus pies están retornando el calor con mi toque” Entrelace mis dedos con los
suyos “entrelazando por medio del tacto tu mente a mis manos. Puedes recordar
tu color favorito fácilmente, ¿Cierto? ¿Cual es, Hye?”
“¡Purpura!” Esbozo una sonrisa emocionada. “Es grandioso, mi men..”

“Callá Hye.” Sus labios terminaron la silaba restante, pero ningún sonido salio de
ellos. “Recuerda, tu mente no se ira, pero sigue en tus pies, ¿Donde reside la
mente?”

Lo pensó más de lo necesario.

“En la cabeza.”

“Correcto, eres una chica brillante. Necesitamos que tu mente vuelva a su sitio.
Como esta atada a mis manos, debo recorrerte de los pies a la cabeza. Es
normal, la única manera. Dilo conmigo, solo tocando con mis manos tu cuerpo
puedes recobrar tu mente.”

“Solo mi cuerpo al ser tocado por tus manos puede recobrar su mente.”
“Desnudate Hye, es necesario que recorra cada centímetro de piel. Buena
chica.”

Bajo ella quedaron sus prendas, era increíblemente hábil para desvestirse con
los ojos cerrados. Masajeé sus pantorrillas y muslos, la piel suave y tersa de la
asiática, me cautivo, estaba excitado, deseaba follarla de inmediato, pero no
podría ser, había mucho por hacer.

“He desbloqueado tus piernas, ábrelas para mí Hye, hay un lugar que requiere
mucho calor, para que tu mente fluya.”

Bombee mis dedos indice y corazón dentro de su coño, con la otra mano
circularmente estimule su clítoris. Un gemido agudo salio de ella, debe ser por
su baja estatura, menos de 1.60 m seguro, sentí la humedad en mis dedos y
frene dejándolos dentro.

“Grandioso, tu coño ahora esta en fase con tu mente, este es su estado natural,
caliente y húmedo, una mente caliente y húmeda. Cada vez que chasquee los
dedos tu cuerpo volverá a este estado cachondo.”
*Chasquido*

Volví a sentirla fluir en mis dedos *Chasquido* y otra vez sin fallo, en ese
momento sus caderas se balanceaban para delante y atrás, seguía manteniendo
mis dedos estáticos en su coño. *Chasquido* Saque mis dedos, pero ella
buscaba torpemente con su coño clavarse en ellos.

“Tranquila, deja diluir tu mente en el placer. Imagina que flotas desnuda en el


mar, decides salir a la playa, te vistes y hablas con conocidos, sientes algo
encajado en tu tobillo, observas unas cadenas salir del agua, intuyes a quien se
dirigen esas cadenas, pero te niegas a ver tus tobillos, temes que solo un
chasquido pueda llevarte al fondo del mar. Pero es inevitable.” *Chasquido*

“Eso fue intenso, relajate Hye, relajación y paz. El fondo del mar es hermoso.”
Acaricio su abdomen y capturo sus tetas gelatinosas, juego con sus redondos
pezones. “Ahogarte en el mar es ahogarte en placer.” *Chasquido* “Te gusta
sentir mis masculinas manos en tus pechos, sueñas que te sometes y pierdes el
juicio con su tacto y calor.” *Chasquido* “Nadar al exterior solo hace la cadena
más tensa, tus intentos de escapar son inútiles.” *Chasquido* “Muy inútiles.”
*Chasquido* “Ya no puedes ejercer resistencia alguna, el mar es muy grande y
tu solo eres una inofensiva chica perdida en el mar.” *Chasquido* Subí por su
cuello, mentón e introduje mi pulgar en su boca jadeante. “Divisas entre la
turbulencia un tubo que va a la superficie, si quieres sobrevivir al mar debes
succionar todo lo que puedas, succiona Hye.” Su delicada lengua rodeo
obscenamente mi dedo “Buena chica. El mar se ha evaporado y la arena se ha
ido, solo quedas tu en el mundo, dos botones flotan a tu alrededor, uno azul y
otro rojo, van en direcciones opuestas, tu decisión es única. Si eliges el azul
regresaras al mar, estarás sumergida en placer todo el tiempo, cuando tu mente
regrese a tu cabeza solo seras una puta insaciable, adicta a las pollas, tu vida en
familia se perderá. Si eliges el rojo, caerás en un pozo profundo, en ese pozo no
cabe la razón, quedando excluida, y al salir del pozo no podrás recordar nada de
lo que paso en él, ni en esta sesión. Elige Hye.”

Puse mi mano derecha sobre su frente. Pasaron tres minutos.

“Elijo el rojo.” Dijo secamente.

“Buena elección. Arrodillate y abre los ojos.” El trance estaba hecho.

Su cutis nívea contrastaba con lo oscuro del suelo. Su mirada enfocada en mi


rotunda erección. Le pedí que bajara mis pantalones, sus palmas se posaron en
la hebilla de mi cinturón, soltándolo y cayendo al piso, la chica coreana teniendo
mi erección apuntándole, incapaz de procesar cualquier pensamiento complejo
sobre lo que sucedía.

“Abre la boca, más amplio, perfecto.”


Cuando mi polla rozaba sus labios, paso algo inesperado, arrugo la nariz, movió
la cabeza hacia atrás, se miro a sí misma y me miro desde abajo.

“Es...” *Chasquido*

No le permití formar palabra, chasquee mis dedos unas veces más y me agache
para tenerla frente a frente, sus parpados pesaban, pero sus ojos intentaban
mantenerse atentos, los cerré con mis yemas y le susurre al oído. Al
desvanecerse la resistencia, ambos estábamos sentados en nuestros sillones.
Yo con los pantalones puestos, el corazón a punto de estallar y ella aún desnuda
en el diván. Si fuera el mismo que en mis primeros años, me habría tomado por
sorpresa, parecía haber salido del trance, pero la reacción fue demasiado tenue,
se agarro con los dedos en la entrada del pozo y mis chasquidos fueron aceite
para sus manos. 7:37 p.m. me estaba excediendo en los horarios.

“¿Me oyes Hye”

“Sí, oigo”

“Estas en el pozo ahora, en el fondo tus píes están enterrados en fango, solo
puedes ver la luz proyectada por mi voz desde las alturas. Mi voz te produce un
hormigueo que se desliza como una serpiente por tu cuello, espalda y entre tus
muslos. Estas manchada de barro, sucia, pero te encanta estar sucia. Sucia,
desnuda y cachonda.” *Chasquido* “Tu forma natural, es desnuda, sucia y
cachonda.” *Chasquido* “¿Cual es tu forma natural?”

“Desnuda, sucia y cachonda.”

“No te escucho bien, ¿Cual?” *Chasquido*

“¡Desnuda, sucia y cachonda!” Deslizó sus manos a la entrepierna.

“No tienes permitido masturbarte.” Sus manos se detuvieron en el acto. “Contaré


hasta diez, en ese lapso, te vestirás, luego recostaras tu espalda en el diván, y al
llegar a diez, saldrás del pozo, olvidaras todo lo sucedido en esta sesión, y
ocultaras tu naturaleza, aún presente, siempre presente. Cuando aplauda
volverás al fondo del pozo desnuda, sucia y cachonda.”

“Uno, necesitaras darte placer en casa. Dos. Tres, amas dejarte llevar, amas
obedecer. Cuatro. Cinco. Seis, imploras volver al pozo lo más pronto posible.
Siete. Ocho. Nueve, esta ha sido una de las experiencias más maravillosas de tu
vida y la repetirás.”
Prendí las luces.

“Diez, despierta Hye. ¿Como te sientes?”

Bostezó, se frotó los ojos adormilada.

“Realmente bien, pensaba que la hipnosis se realizaba en espectáculos con un


reloj y una persona actuando como gallina.”

No sabía si reír o llorar.

“La hipnosis terapéutica, es un asunto serio.” Señalo mis títulos falsos en la


pared. “Se requieren años de estudio para realizarla, hay diversos métodos para
poner en trance a alguien. Todo lo que entra por los sentidos y todo lo que llega
a la mente nos sugestiona. Así de fácil.” *Chasquido*
Ella se remueve en su asiento incomoda.

“¿Te pasa algo?”

“No….nada...”

Le pedí una lista de olores a los que fuera susceptible, requería arreglar su
problema antes de jugar con ella o arreglar sus problemas jugando con ella. No
más errores, si se cometen errores en las primeras sesiones, su mente
inconsciente los registrara generando barreras. Una persona que ha sido
hipnotizada previamente es cada vez más sencillo ponerla en trance, una con la
que se ha fallado más de una vez bloquea su mente.

#Segunda sesión:

El olfato es un sentido subliminal, ligado a experiencias variadas, la comida


materna, el perfume de su primer pareja, el amargo olor del tranvía. Ese el punto
con el cual lidiar, trucar las sensaciones conflictivas con sensaciones
placenteras, y reconstruir el universo olfativo de Hye. Por supuesto, a mi
manera.
Ella trae una falda oscura hasta las rodillas, una blusa clara y zapatos negros de
tacón bajo. Le explico en que consistirá la sesión:

“Llamaré a mi asistente Kassia, y ella traerá 5 envases, cada uno con una
fragancia, testeare tu reacción a esos olores ahora. En trance te ayudare a
tolerarlos hasta un punto ‘normal’.”

“Ehm, ¿Puedo saber que traen los envases? Enserio temo enfrentarme a olores
fuertes.”

“Claro, aunque prefiero que no sepas, para evitar que te autosugestiones.”

“La curiosidad me gana, no me gusta perder el control y los olores desconocidos


me espantan.” Replico ella.

“Ok,” Informo a Kassia por el intercomunicador. Traé una bandeja con los
envases plásticos sellados. “cierra los ojos, te diré, aunque no te mostrare cual
corresponde a cada uno. El primero tiene cebolla y ajo picados. El segundo
queso roquefort. El tercero leche caliente, miel y canela. El cuarto lavanda. El
quinto trozos de pescado crudo. Sera solo una pasada leve, actuá como si fuera
habitual, no hay temor, solo serán unos segundos. ¿Preparada?”

Meditó, respiró y respondió:

“Sí, espero funcione.”

Gire tapa por tapa, a una palma de distancia de sus fosas nasales. De peor a
mejor: Cebolla y ajo, pescado, lavanda, queso y leche. Me parecía evidente que
la leche, no le disgustaría, al contrarío. Los demás le asquearon, odia el olor a
lavanda, presento arcadas y empujo mi mano alejando el envase de ella. Le dí
un vaso de agua, descansamos unos minutos, me relato con más confianza su
experiencia en los hospitales y psicólogos.

“...Entonces la enfermera hablo con mis padres, como si yo….” *Aplauso*

Interrumpí su discurso, esa tarde no era para dialogar. La expresión neutra, la


mandíbula floja. Se levanto de la silla y empezó a desvertirse, primero la blusa y
el sostén, luego los zapatos, la falda y las bragas, hechas un bulto al lado del
diván, de vuelta en el fondo del pozo. La hice realizar respiraciones unos quince
minutos, preparándola para el primer plato.
“Bienvenida al pozo, estas de nuevo desnuda, sucia y cachonda. Hundida en el
fango, hasta el cuello. Empieza a solidificarse, no puedes escapar, las paredes
resbalan, y tu voluntad es débil, tu voluntad esta sometida a la luz que emite mi
voz, dilo.”

“Mi voluntad..es débil..y esta sometida a tu voz.” *Chasquido*

“Estas enterrada en la tierra, paralizada.” Su torso y piernas adquieren rigidez.


“Ves como se va formando una flor espontáneamente frente a tu nariz, parecida
a una bella margarita.” Abro el tarro de leche y canela. “Expelé humo violeta,
este humo ingresa a tu nariz, es su olor, estas resignada a olfatear, no puedes
moverte, no puedes parar, ¿Te gusta su olor?”

“Sí, es muy agradable.” *Chasquido* “..Mmnm..ah”

“El humo violeta se aloja en tus pulmones, viaja por tu sangre a tu cerebro. Te
concentras en ese olor, y pierdes el tacto, el habla, solo escuchas mi voz y
olfateas la fragancia, el pozo es oscuro. La esencia de la flor se mezcla con tu
ser inexorablemente.” *Chasquido*
Destape el envase de queso, en esta ocasión, su reacción fue nula, abastecida
de olor a leche, miel y canela. Paso lo mismo con la lavanda, su mente disipada
en la bruma. Al intentar con el pescado, su nariz se arrugo, lo cerré con
prontitud, no quería repetir la misma situación de la semana pasada.

“El humo se vuelve denso, el pozo se alumbra, la flor a muerto. El suelo se


resquebraja, sacudes el cuerpo, y observas una puerta verde oxidada, decides
entrar. Mala elección.” Destapo otra vez el tarro con pescado, lo dejo a la
suficiente distancia para que la alcance un poco de aroma. “La puerta se cierra
detrás de tí, luz tenue permanece, humo gris te rodea.” Muevo el envase de lado
a lado. “Desea entrar en tus pulmones, la puerta esta sellada, ¿Que sientes
ahora, Hye?”

“Siento nauseas, necesito salir de aquí.”

“¿Cual es tu naturaleza?”

“Estar desnuda, sucia y cachonda.” Dice ella con convicción.


“Puedes salir cuando quieras, solo debes permitir al humo gris entrar en tus
pulmones, poseerte.”

“Me niego, eso...eso no debe estar dentro de mí.” Rechazo tajantemente,


girando la cabeza de lado a lado.

“Elegiste entrar, la culpa es tuya.”

“...Sí, pero...”

*Chasquido*

“Eres una chica sucia, y como la chica sucia que eres. Lo que rechazas te
atrae.” *Chasquido* “El humo eriza tu piel, luchas pretendiendo evitar que llegue
a tus fosas nasales. Lamentablemente tus manos están pegadas al suelo
pegajoso.” Aproximo el pescado crudo, su rostro se arruga y respira rápido e
irregular. “Forzosamente el humo esta entrando en tu persona.” Extendí sus
piernas y masajeé su delicioso coño, mojado, caliente y expuesto. “El humo gris
esta follando tu mente y entre más lo rechazas, entre más lo repudias.” Aproximo
el tarro hasta que toca la punta de su nariz.
*Chasquido*

“Más posee tu carne, tus huesos, tu ser. Amas al humo gris.” *Chasquido*

“Amas al humo gris porque te pone como una perra en celo.” *Chasquido*

“Amas al humo gris, porque estas demasiado excitada como para pensar en las
consecuencias.” *Chasquido*

Deje de masturbarla, ella por su cuenta continuo el trabajo, se relamía los labios
mientras aspiraba profundamente el aroma a pescado.

La cebolla y el ajo fueron pan comido. La saque del pozo.


“Uno. Dos, los olores fuertes son placenteros. Tres. Cuatro, no puedes luchar
con los aromas, debes rendirte a ellos. Cinco. Seis. Siete, vas a dormir mal esta
noche, del calor descomunal que acumularas entre las piernas. Ocho, recuerda,
una mente sumisa es una mente feliz. Nueve.”

“Diez. Despierta Hye, termino la sesión.”

“¿Estoy..estoy curada?”

“Faltan unos detalles, dos citas es poco tiempo, pronto disfrutaras de tu olfato.
Como nunca antes.”

Hye salio, esta ocasión terminamos puntual 7:00 p.m. en punto. Presione el
botón del intercomunicador.

“Kassia, ven al consultorio y trae por favor la miel.”


Entro la polaca al recinto, de curvas definidas y una proporcionalidad mortal
entre piernas, culo y tetas.

“Señor ####, ¿Para que es la miel?, me parece que la jornada ya termino.”

“Dulce Boca Polaca.”

Sentado, presencie como destapaba el tarro, hundía dos dedos en ellos y se


embadurnaba la boca de miel. Luego contemplaba su lengua juguetona trabajar
en mi eje, su largo pelo rubio cobrizo revoleando sobre mis piernas. Que buena
forma de terminar la jornada.

#Tercera sesión:

“Hola! Lo siento por la demora, no era mi intención llegar tarde.”

“Hola Hye, no fue tanto retraso. Además es algo con lo que lidiar en este oficio.”
“Me alegra, ¿Que vamos a hacer hoy?”

“Profundizar, el trabajo duro ya esta hecho. No sera muy distinto a las otras
sesiones, te desnudaras y violare tu mente.”

“Jajaja...” Ríe confundida.

“Jajajajaja” Me desternille de la risa.

Hye se levanto del diván, corrió, logro tomar el pomo de la puerta.

*Aplauso*

Haló de los tirantes de su vestido, dejándolo caer a sus pies. Admito su astucia,
aunque llegara tarde.
Desamarre mis zapatos, me quite la camisa, librando tensiones. El día había
sido muy pesado al punto que deseaba irme a mi residencia pronto. Hye,
cometiste un grave error.

“El pozo es más profundo ahora, más caliente. Arqueada te sostienes sobre tus
codos, culo y pies. Manchada de barro, los pechos sensibles, ansiosos de sentir
el deslizar de una lengua varonil. La humedad del ambiente te acoge. Sientes la
luz de la boca del pozo titilar, pero la luz no se ha ido, son tus parpados, tus
parpados te indican lo lejos que estas de tu conciencia, cierras los ojos, te has
ido.”

“Sueñas, sueñas dentro del pozo, todo oscuridad y silencio. Solo mi voz te
acompaña en tu alucinación. Se forman manos en el espacio vacío, cae un baúl
desgastado con cuatro cerraduras sobre ellas. Para acceder al misterioso
contenido del baúl, debes responder las preguntas alrededor de las cerraduras.
Las leeré para tí.”

“¿Como describirías tu lugar de paz?, un lugar donde confiás que todo vaya
bien.”

“¿Quienes te acompañarían en ese lugar? Tus padres, tus amigos, alguien


más….”

“Cuando has confiado en alguna persona y esta ha roto tu confianza ¿Que


sientes?”

“¿Recuerdas los rostros de esas personas que te lastimaron?”

“Guardate esas respuestas, procesalas y siéntelas, una a una. Concentrate en


esas respuestas que son la clave para la cerradura. El baúl se esta abriendo
lentamente, dentro hay una maqueta, con personas a escala, indistinguibles,
excepto por su división, unos con camisa blanca, otros con camisa negra. Y una
chica desnuda, manchada, rodeada de ellos. Tu visión se acerca, ahora puedes
distinguir el lugar, es tu lugar, tu lugar de paz; las personas con camisa blanca
son quienes has querido allí y los otros son invasores, personas que han roto tu
confianza.” Hago una bola mi camisa sudada y la coloco sobre su nariz. Intentá
ladear la cabeza, se lo impido. “Empieza a llenarse el cielo de nubes, bajan
rápidamente en forma de niebla, quieres escapar pero las personas con camisa
blanca te toman de los brazos, escuchas al que tiene la camisa blanca más
brillante decirte ‘Solo los de las camisas negras huyen’ ” Dejó de intentar mover
la cabeza, aunque su expresión se mantenía tensa. “Los de camisa negra
efectivamente corren despavoridos, sientes todo lo que te han hecho, el dolor, la
frustración, la humillación. La niebla salvadora los atrapa, convirtiendo sus
cuerpos en polvo, las malas sensaciones que acabas de sentir se van para
siempre. Permites que la niebla ingrese en tus pulmones y se integre a tí.”
Inconscientemente agarrá mi mano y empuja sobre su cara mi camisa. Acaricio
su pelo.

Al rato, retiro la camisa de su nariz.

“Entra un hombre nuevo a la escena, los demás le dan espacio, están parados,
uno frente al otro. Él se acerca a tu oído izquierdo y te susurra: ‘Los otros no
pueden verlo, pero yo sé lo que eres. Eres una puta sucia.’, chasquea los
dedos.” *Chasquido*
“Te agarra el trasero. Va al otro oído y susurra de nuevo: ‘Si eres una chica
obediente, te dejare besarme un zapato, puta viciosa.’ ” *Chasquido*

“¿Eres una chica obediente?” Exploro el interior de su coño con mis dedos.

“AhaA, mmn. Soy una chica obediente” *Chasquido* “¡MnMn!, ¡Soy una chica
muy obediente!”

“El hombre se quita el zapato, te lo da. Tomas una sabía decisión, lo lames, su
hedor te somete, notas lo manchada que estas. Tu naturaleza instintiva te obliga
a masturbarte, comprendiendo el aroma que se atora en tu traquea. Todos los de
camisas blancas te miran sin mostrar expresión. Estas adorando el olor de un
extraño, en frente de tus conocidos de confianza, jugando con tu coño sin
importarte lo que piensen ellos. El olor de sus pies es más poderoso que la
niebla en tus pulmones.”

*Chasquido* *Chasquido* *Chasquido*


Observe a la coreana masturbarse, disfrutando de mi zapato de cuero. Yo hice lo
propio con mi polla.

“Él caminá hacía ti, pone su planta del pie en tu cara. Tu corazón y coño
palpitan. Placer se expande, por tu cara. Hombros. Brazos. Muñecas. Dedos.
Tetas. Abdomen. Coño. Muslos. Hasta las uñas de tus pies. Estas inmóvil,
puedes moverte, pero no debes, no quieres, es cómodo estar bajo sus grandes
pies. En esa posición te conformas con su dominio sexual sobre tí. La camisa
que él lleva, sin importar su color previo, se vuelve blanca y brilla hasta difuminar
la presencia de todo lo que lo rodea. Y te escuchas balbucear: ‘Amo ser sumisa,
amo los olores de mi maestro.’, viniendo con fuerza.”

“Amo ser sumisa, amo los olores de mi maestro….¡Oh, mierda!..mMn..


¡AAa!...mm..Ughg..”

“Una gran luz se manifiesta y despiertas en el pozo. Tus muslos están


empapados de fluido vaginal. Observas una grieta que aumenta y se torna
circular. Te aproximas curiosa al agujero en la pared, y te atrapa el aroma de
algo cilíndrico que sale de él.” Descubro el prepucio de mi polla, toqueteo su
nariz con mi glande.

*Chasquido*
“No puedes ver con claridad. Usas el tacto y el olfato para determinar que es ese
objeto cilíndrico. Tu lengua golpetea contra los dientes, quieres absorber con tu
boca el cilindro. Pero no lo tienes permitido, solo la chica fuera del pozo puede
hacerlo. Debes conformarte con apreciar todos los matices del aroma, y recordar
tus mejores experiencias sexuales, asociarlas con él. Cada toque sexual, cada
orgasmo impregnado de ese aroma, inolvidable.”

*Chasquido*

Ella esta entre mis piernas extendidas, con los ojos cerrados, sonriendo,
presionando su nariz que recorre toda mi polla, principalmente bajo mi glande,
manosea mis bolas, baja su cabeza hasta ellas. Se detiene, toma un respiro
amplio y lo suelta maravillada, muerde su labio inferior. Retoma el escaneo
varias veces, hasta que eyaculo en su cara.

*Chasquido*

“Abre los ojos, sigues en el pozo, y el pozo tiene limitaciones. No puedes


chuparme, ni tragar tu dosis de jugo masculino. Cuando salgas del pozo, al
sentir mi olor, tu voracidad insaciable, hará que chupes, sin pensarlo, sera tan
natural como parpadear; una necesidad que requiere acción, no reflexión. Mi lefa
saldrá si lo buscas, sabes que mi jugo en tu interior causara placeres
impensables.”
Sujete su barbilla, alzando su rostro manchado.

“Aunque olvides todo lo que paso, con el olfato recordaras lo que sientes y
actuaras en consecuencia.” Saque un trapo y la limpie.

“Uno, confías en mi voz. Dos. Tres. Cuatro, aceptaras la propuesta que te haré.
Cinco. Seis. Siete, el olor doblega tu voluntad. Ocho, quieres hacerlo y lo harás.
Nueve.”

“Diez, despierta.”

Alzó los brazos desperezándose. *Bostezo*

“Si alguna vez tengo problemas de sueño, ya se donde llegar.” Dijo ella.
“Me pone feliz escuchar eso. La terapia parece ir bien, pero tengo que
corroborar algo.”

“¿Que es?”

“Antes de la próxima sesión, debemos hacer una prueba en otro lugar. Si es


posible, sin otras personas y alejada de olores externos. Es necesario corroborar
que la terapia funciona en contextos distintos a este, la mente es caprichosa, por
ende es mejor prevenir.”

“Mi familia tiene una casa de campo, esta en #####, no es muy lejos de aquí.
Vamos a ella en vacaciones.”

“Perfecto, tengo auto y conozco la zona ¿El sábado?”

“El domingo, el sábado viene mi hermano de visita.”


“De acuerdo, el domingo a las 2:00 p.m. será.”

*******

Entramos a la cabaña, me comento como por medio de un intercambio


comercial sus padres la obtuvieron hacia tres años. Me indico el baño, la cocina
y la piscina exterior, un vistazo general. Traía en mi mano una bolsa con comida
y lavanda para preparar los tarros con olores. Mis ojos se posaron sobre la foto
en la mesa central.

“Ellos son mis padres.” Señaló a unos ancianos, el señor era alto y serio, la
mujer debía medir 1.70 m y exhibía una gran sonrisa. “Él es mi hermano, me
lleva 12 años de ventaja.” La alzaba en brazos, la misma altura del padre, pero
la misma expresión de la madre. “Lo quiero mucho, gracias a él, me adoptaron,
siempre quiso tener una hermana.”

“Se ve que te quieren mucho, ¿De hace cuanto es la foto?”

“Tres años. Esta soy yo a los 19 años.” Se apunto a si misma en la foto,


rodeando el cuello de su hermano adoptivo.
Luego de la charla, aliste los preparativos. Hye sentada en una de las sillas de la
mesa, volteada hacia un costado, yo tome otra silla y me senté frente a ella, para
estar cómodo. Vende sus ojos.

“¿Estás lista?”

“Sí, estoy lista.” Soltando un suspiro.

Desenrosque la primera tapa, acerque el envase con cuidado a su nariz.

“¿Como se siente?”

“Pues...” Su cara reflejo felicidad. “Bien, normal, es el queso roquefort ¿Cierto?”

“Exacto, probemos el siguiente olor.”


Cierro el primer envasé. Pruebo con el segundo, su nariz se arruga un instante,
pero después se relaja.

“Es más fuerte, pero ya no siento nada extraño. Cebolla y ajo.” Complacida de
acertar en los olores y no caer en la nausea.

“Excelente, puede que no requieras la cuarta sesión. Prosigamos.”

Cierro el segundo envase, me pongo de pie sutilmente, procurando no hacer


ruido, bajo mis pantalones, mi erección es notable. Doy dos pasos hacia ella, mi
glande le roza el labio superior.

“¿De que es el olor Hye?” Le pregunto con voz ronca de excitación.

Automáticamente la sonrisa en su rostro se va, traga saliva, lubrica sus labios,


abre la boca, detecta mi polla. La chupa como una salvaje, asimila mi textura
con su lengua, apoya sus manos en mi trasero impulsándose, completamente
fuera de sí. Deslizo su cabello detrás de las orejas. Esta poseída por su labor,
enamorada de soplarme la sucia polla.

“Hye resultaste ser una perra follable. Te voy a dar la lección que te mereces.”

Sostuve su cabeza con mis manos, extraje mi polla ensalivada de entre sus
labios rosados. Retire de golpe las cosas sobre la mesa. La levante de la cintura,
dejándola de espaldas sobre la superficie, amplié la distancia entre sus piernas,
palpe sus bragas mojadas, tire de ellas con fuerza hasta arrancarlas. La agarre
firmemente de los muslos y junte su cadera con la mía, me introduje en su coño
con deseo, abrí la blusa agresivamente, mientras saltaban algunos botones,
amase encandilado su par de melones agitándose por mis embestidas.

“aaAah...Umn.hhah...ah….ah...AH..Joder..jjode..¡Joder!”

“¿Te gusta la polla de tu terapeuta? Puta”

“Oh, sí, sí...follame..como una..puta cachonda….aHa..¡Umn!...mi coño


arde...arde much..ughs”
“Follare tu coño, puta hermosa. Te llenare el vientre de lefa caliente.”

Baje el ritmo, retome saliendo de ella lentamente y rematando con un potente


empuje.

“..Yo lo quiero...lo quiero...umns..lo quiero todo….dentro de mí..¡AAamn!


….quiero el jugo de mi terapeuta….Mn..tanto”

Vine dentro de ella, me cepille el cabello con los dedos y observe el trabajo bien
hecho.

Limpie mi polla con sus bragas estropeadas, embadurne su cara con ellas, su
cuerpo tembló en respuesta. Semen chorreaba de su coño palpitante. Levante la
mitad de su venda, abrí uno de sus parpados, ella esta absolutamente fuera,
desmayada de placer.

Barrí el piso, hay que ser educado con las propiedades ajenas. Recupere del
marco roto la foto familiar, la sacudí, di un lengüetazo al reverso y la adherí a la
piel entre sus pechos. Que subían y bajaban.
Salí de allí y regrese a casa.

*******

El martes a la mañana recibí una llamada de Hye, mi celular se transformo en


una bocina de quejas. Logro calmarse con el tiempo, y quedamos para esa
tarde, por lo cual tuve que decirle a Kassia que no se podría trabajar ese día, y
suspender las citas obviamente.

Arreglamos para discutirlo en una plaza, la vi llegar con jeans, una camisa
manga larga holgada y gafas de sol. Nos sentamos bajo la sombra de un árbol.

“¿En algún momento me pediste permiso?”

“No avance, yo solo puse la polla enfrente y la tragaste entera.”


Se bajo levemente los lentes para darme una mirada, como pensando “No
puedo creer que hayas dicho eso”.

“Primero, me follaste en un recinto familiar, segundo, te involucraste con una


paciente ¿Acaso no piensas en las consecuencias?” Su ceño fruncido me decía
que era en serio, el lamer de sus labios me transmitía otro mensaje.

“Para mí, estuviste muy a gusta ese día.” Con mi polla en tu coño cachondo,
quise añadir, pero preferí medir las consecuencias.

“Te estas haciendo el tonto, ¿Verdad? ¿Piensas que no me doy cuenta?”

“Darte cuenta. No lo pillo.”

“Me lavaste el cerebro, jugaste con mi cabeza en esas ‘Terapias’.”


Desate mis zapatos, estuve trotando varias horas para diluir el estrés de la
llamada y estar relajado para esta conversación. Suficientemente inteligente
para deducirlo, pero no para evitarme en lugar de reunirnos. Eso solo significa
una cosa: Lo dice pero no esta convencida del todo.

“Te libre de ese grave problema de los olores.” Fingí enojo. “Y tu me acusas de
‘lavarte el cerebro’, la hipnosis se basa en la sugestión, no puedes sugerirle algo
que ese paciente no desee en su interior. De lo contrario habría, no sé,
organizaciones, empresas o sectas usando el control mental para dominar el
mundo ¿Pensaste en esa posibilidad?”

Su entusiasmo parecía haber disminuido, su mirada enfocada en el bulto de mi


entrepierna, el olfato estaba atrofiando su afilada intuición.

“…..Umn, lo siento ¿Como?..” Dijo, intentando seguir el carril de sus


pensamientos que se iban.

“Parece que no estas a nivel, para una discusión ¿Hay algo que prefieras
hacer?”

“Obede...Yo debo irme a...eh..¿Mi casa?”


“¿Me estas pidiendo permiso? No es como si tuvieras que obedecerme.”

La rodee por los hombros, ella se combo hacia mí.

“No, yo tenia que….ehm..tenia que decir...” Sus ojos aún no se despegan de mi


erección.

“Voy a repetir la pregunta ¿Hay algo que prefieras hacer?”

Tome su mano izquierda y la pose sobre mi entrepierna.

“No...yo...yo..no puedo.”

Baje la bragueta, ella retiro su mano, dejándola sobre mi muslo derecho,


empece a masturbarme. Sacudió la cabeza, me miro a los ojos y dijo lucida:
“...¿Estas enfermo? Ya no debería estar aquí...”

No se retiro, solo siguió mirándome intensamente a los ojos, a través de esos


lentes.

“Puedes irte cuando quieras.”

“...No va a pasar como la ultima vez….yo no haré lo que pretendes..yo”

“Permiteme darte lo que que necesitas.”

“...Yo no voy a caer….estas loco si piensas que voy a chupar tu deli..no...estas


loco.”
“Nadie te presiona.” La tomo de la nuca.

“No me voy a inclinar...tengo..tengo voluntad de ace...ggaguhhg...”

“Maravilloso, supe desde el inicio, que esos eran labios de sopladora experta.”

Recostado sobre el árbol, nada viene mejor al animo después de una disputa,
que una buena mamada de una asiática adicta a las pollas apestosas. Cuando
termine, ella alzo la mirada, aparte sus gafas, sus ojos entreabiertos me
observaban extraviados, la lengua afuera, escurriendo el resto de la lefa espesa
que no llego a su garganta. Su expresión indicaba que si no estaba en trance, se
acercaba bastante.

La hipnosis no actuá como una droga exactamente, la droga altera por medios
exógenos, estos químicos externos alteran de manera irregular la regulación
hormonal del cuerpo, generando reacciones impredecibles para el mismo. En
cambio la hipnosis colabora con los procesos naturales del cuerpo; la ocasión
previa Hye no estaba acoplada a las expectativas inconscientes de sus ordenes
ocultas. Cuando llegue dentro de ella, su dopamina actuó de forma irregular
dejándola inconsciente. En esta ocasión su cuerpo acostumbrándose, regula la
reacción producida, tolerando mejor la dosis. Otra forma de decirlo: A menos que
intervenga, la adicción de Hye a mi polla solo ira en aumento. Los trances
siempre son sorpresivos, porque siempre son distintos; pero si cada ser humano
fuera completamente distinto el uno de el otro, no habría humanidad, y en esa
humanidad recae el control.
*Aplauso*

Su cabeza cayo sobre mi muslo derecho, mi pene flácido seguía recibiendo


débiles lamidas instintivas de Hye. Organice sus ideas, no la hice olvidar, ese
era un día que debía recordar hasta su vejez.

“Debo descansar un poco...No sé lo que me pasó.”

“Entiendo, recuerda si necesitas hablar, nos vemos en la sesión que viene.”

“No sé si volvamos a vernos.” Me dio la espalda y tomo su camino.

#Cuarta sesión:

Salio una viuda cuarentona del consultorio, a su lado cruzo Hye, dispuesta a
entrar a la sala, con una falda corta y tacones, luciendo sus bellas piernas. Se
agacho dejando expuesto su culo y coño, no llevaba bragas.

“Señora se le cayo esto.”

“Muchas gracias, deberían existir más jovencitas como tu. Eres un ejemplo para
tu generación.”

Muda, ingresó al consultorio, cerré la puerta tras ella.

“Me dijiste que no sabi...”

Se abalanzo sobre mí, encajando un profundo beso con lengua, masajeé su


trasero. Acariciamos nuestros cuerpos y la folle en el diván, cabalgaba mi verga
extasiada. Las sesiones con ella acabaron allí, la historia con Hye no. Le
confeso a sus padres las sesiones, me dieron las gracias personalmente, incluso
fui a pescar con su padre.
#Modo automático:

Me excedí tomando vino y el tiempo se paso volando. Llamo a Paula, viene a


gatas, con las hojas en su boca. Reviso el papel, las mismas frases unas sobre
otras. Le hago repetirlas:

“Soy Paula Castillo externamente, soy una esclava estúpida internamente. Soy
una esposa fiel externamente, soy una puta barata internamente. Soy dueña de
mis pensamientos externamente, mi amo es dueño de mi cuerpo y mente
internamente, y esta es mi yo real, un juguete sexual para los caprichos del amo.
No pienso, obedezco….”

“Genial. Dame una pata, la otra, muy bien. Ahora gira, excelente, eres una
esclava espectacular.”

Acaricio su cabello, ella me mira con devoción.

“Puedes correrte, nena.”


Pone los ojos blancos, el vibrador que apenas colgaba, cae de su coño, sus
piernas tiemblan y se estiran luchando con la limitación de las esposas.
Zarandea las pinzas de sus tetas al arquearse.

“Vamos a repasar la lección de hoy. Si te llama tu esposo y estoy aquí, ¿Que


debes hacer?”

“Debo colocar el altavoz, buscar a mi maestro y chuparle la polla.”

“¿Si llega algún extraño a la casa?”

“Me visto rápidamente con la bata y lo echo a ser posible. Luego informo al amo
lo sucedido.”

“Si son más de las 6:00 a.m. y estoy durmiendo con una erección palpable...”
“Complazco las bolas y el tallo del amo, hasta eyacular.”

“Cuando estas consciente, y deseas masturbarte ¿En que piensas primero?”

“Mi culo siendo llenado por el amo, en la alcoba.”

Estoy cansado y con demasiado alcohol en el cuerpo para conducir. Le retire las
esposas de los tobillos y el plug anal, pero esas pinzas se ven extremadamente
sexys. Dormiré en casa de Paula hoy, le ordene que se quede toda la noche de
pie en el cuarto, susurrando lo que ordené. En modo automático.

Los días de terapia eran emocionantes y angustiosos.

Buenas noches cielo. Buenas noches mar.

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