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Un poco de historia:
Aquí mostramos algunos acontecimientos que impulsan el avance del Derecho Ambiental y
que van creando y modificando conceptos fundamentales.
• Primavera Silenciosa (1962) de la bióloga norteamericana Rachel Carson, fue el bestseller
que fundó las bases del ecologismo moderno. La autora habla acerca de la gran cantidad de
venenos en forma de insecticidas, plaguicidas y herbicidas que el hombre vierte al medio
poniendo en peligro su supervivencia y la de todos los organismos que en él habitan.
• La Conferencia de Estocolmo de 1972 centró la atención internacional en temas
medioambientales, especialmente los relacionados con la degradación ambiental y la
contaminación transfronteriza. Este último concepto era muy importante, ya que señalaba
el hecho de que la contaminación no reconoce los límites políticos o geográficos y afecta a
los países, regiones y pueblos más allá de su punto de origen. Estos problemas medio
ambientales mundiales tan importantes incluyen, por ejemplo, todo tipo de
contaminación, el cambio climático, la reducción de la capa de ozono, el uso y
administración de los océanos y los recursos de agua dulce, la deforestación excesiva, la
desertificación y la degradación de la tierra, los vertidos peligrosos y la disminución de la
diversidad biológica.
• En la Cumbre para la Tierra de 1992 se reconoció internacionalmente el hecho de que la
protección del medio ambiente y la administración de los recursos naturales deben
integrarse en las cuestiones socioeconómicas de pobreza y subdesarrollo. Esta idea ha sido
recogida en la definición del término desarrollo sostenible (o sustentable) hecha por la
Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (la Comisión Brundtland) en 1987
como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este
concepto fue diseñado para satisfacer los requisitos de los partidarios del desarrollo
económico así como los requisitos de los que están interesados principalmente en la
conservación medio ambiental.
La reunión de Río de Janeiro señaló que los diferentes factores sociales, económicos y
medio ambientales son interdependientes y cambian simultáneamente. El objetivo
principal de la Cumbre fue introducir un programa extenso y un plan nuevo para la acción
internacional en temas de medio ambiente y de desarrollo que ayudarían a guiar la
cooperación internacional y el desarrollo de programas en el próximo siglo.
• El Protocolo de Kyoto es un instrumento internacional, consensuado en 1997 y
auspiciado por la ONU, para luchar contra el cambio climático. El objetivo es que los países
industrializados reduzcan en forma gradual sus emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) en promedio un 5,2% en relación al nivel de 1990. Hay compensaciones financieras
para facilitar el cumplimiento de la meta.
Desde el punto de vista del derecho romano, los recursos naturales-la tierra, el agua, los
yacimientos minerales, la flora, la fauna, los recursos panorámicos y el ambiente en sí- son,
en términos generales, “res communi”, es decir, cosas de la comunidad, que pueden ser
empleadas por todos, salvo en cuanto hubieren determinado derechos particulares sobre
pequeñas porciones individuales.
Mientras los usos particulares de los recursos no afectaron en general la naturaleza (por
ser relativamente inidóneos para provocar verdaderos desastres ecológicos), ningún
obstáculo legal o económico impidió el uso y el abuso de tales bienes.
b) Derecho al uso
Mientras “el desastre ecológico” no existió, los malos usos de la naturaleza no fueron
advertidos, ni por la técnica ni por la política, ni por el derecho. Y los principios de
propiedad establecidos fueron eficientes para regular el uso de los bienes naturales.
Pero la estructura jurídica empezó a dar síntomas de obsolescencia e inoperancia y las
leyes empezaron a disponer primero normas de uso técnico, que implicaron, antes que
nada, normas morales incorporadas al derecho positivo.
Así, por ejemplo, el derecho de aguas trae, desde el siglo pasado, principios y
recomendaciones que tienden un uso sustentable del recurso, y tal tipo de normas fue
también instrumentándose en otras regulaciones.
Nuestro Código Civil en su reforma de 1968, al abandonar el principio del abuso y disponer
de algunas normas tendientes a la conservación de recursos y adecuado parcelamiento de
inmuebles, demuestra un cierto espíritu de reacción contra los postulados hasta entonces
existentes.
Un concepto moral, en el uso de la propiedad, empezó a exhibirse en la legislación, que
tiende en primer lugar a restringir usos no sustentables.
Pero el resultado de tal tipo de regulaciones no produce un efecto espectacular e
inmediato. Al contrario, pese a las buenas intenciones del legislador no existen medidas
plenemente efectivas de reacción, y así, en nuestro país, presenciamos evidentes formas de
uso no sustentable de dificil corrección por la legislación.
d) Nuevas regulaciones
El principal desafío para el derecho ambiental en las próximas décadas será desmitificar y
separar lo juridico y científico de lo "religioso o pseudo religioso y magico de corte
fetichista y politeista" que invocan en forma permanente y sistemática muchas sectas
religiosas con fachada de ONG.
Creencias estas que suelen confundir, por la prosecución de otros fines, a la población en
general haciendo creer que todo contamina y es perjudicial sin entender conceptos como
uso sustentable.
Revertir la tendencia que convierte sistema jurídico en un mero apéndice del status quo
jurídico-político, en campo singular de la inflación legal, apenas distinguible de las otras
ramas del derecho por los nuevos bienes jurídicos asignados a su tutela, las nuevas técnicas
periciales, algunos cambios procesales y la tipificación de nuevas conductas delictivas.
En el presente y hacia el futuro inmediato, el derecho ambiental deberá reflexionar sobre
sus propios fundamentos teóricos y principios jusfilosóficos a fin de avanzar hacia la
formación de una cultura legal ambiental fundada en el ejercicio democrático de los
derechos ambientales, dependientes de los derechos fundamentales y, especialmente, los
derechos a la participación, a la información y al conocimiento, es decir, del derecho a
pensar.
En esta agenda hay dos tareas sobresalientes: la primera, democratizar la justicia
ambiental; la segunda, identificar procedimientos judiciales y no judiciales para tratar los
conflictos ambientales.
Conclusión
Con la reforma constitucional de 1994 nuestro país incorporó herramientas jurídicas
fundamentales para garantizar la protección del medio ambiente, así como el desarrollo
sustentable dando pie a la promulgación de leyes en lo referente a Derecho Ambiental.
Las provincias también han adquirido instrumentos importantes para hacer respetar sus
recursos naturales.
También es importante conocer las leyes de presupuestos mínimos.
La reforma ha incorporado a la Constitución Nacional los principios universalmente
admitidos como derechos humanos en lo concerniente a la calidad de vida, disponiendo en
el nuevo artículo 41 que: “Todos los habitantes gozan del derecho a un medio ambiente
sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de generaciones futuras; y tienen
el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
“Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los
recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad
biológica, y a la información y educación ambientales”.
La tutela del ambiente tiene actualmente rango constitucional a partir de la reforma. Se
incorporan así a la Constitución Nacional los dos postulados universalmente reconocidos,
como la calidad de vida y el desarrollo sustentable o sostenible que predica la satisfacción
de las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras. Al imponer
a las autoridades el deber de proveer a la protección de aquel derecho y a la utilización
racional de los recursos naturales, establece imperativamente el deber de preservarlos
mediante el uso racional de ellos para evitar su desmejoramiento o su agotamiento si ellos
fueran no renovables.
DERECHO AMBIENTAL:
Esta perspectiva implica que el Derecho Ambiental debe resolver tanto problemas
de Justicia (ambiental) como de eficiencia (ambiental). Lo primero está vinculado
con criterios éticos y políticos para asignar las cargas y riesgos. Lo segundo está
ligado a criterios técnicos y de costo-beneficio al momento de optar por distintas
opciones e instrumentos de política y derecho. Desde luego, ambos procesos se
presentan interrelacionados. No obstante, el primer proceso alcanza mayor
intensidad frente a la definición tanto del contenido del derecho a un ambiente
adecuado como en la definición de la política ambiental. Lo segundo se hace más
intenso respecto de la selección de los instrumentos y su aplicación. Y
atravesando todo el proceso, el Derecho aparece interrelacionado fuertemente con
el conocimiento científico, que le brinda la base para muchas de las decisiones
críticas que deben tomarse
Tal como hemos venido sosteniendo, son tres las tareas centrales que tiene el
Derecho Ambiental. Estas son:
El Control Ambiental.
Tal como hemos venido sosteniendo, son tres las tareas centrales que tiene el
Derecho Ambiental. Estas son: