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HISTORIA DEL DERECHO AMBIENTAL

La evolución de las normas ambientales ha seguido diversas etapas. La primera,


comprende los preceptos orientados en función de los usos de un recurso (riego, agua
potable, navegación, etc.). La segunda, más evolucionada, encuadra la legislación en
función de cada categoría o especie de recurso natural, coordinando los distintos usos
(aguas, minerales, forestales, etc.). La tercera, orienta la normativa hacia el conjunto de los
recursos naturales. Finalmente, la cuarta etapa toma en consideración el entorno como
conjunto global y atiende a los ecosistemas. Esta última comprende las normas
ambientales en sentido estricto. Estas etapas de la evolución legislativa, aunque sucesivas,
no se excluyen unas a otras.
El Derecho Ambiental se desarrolló como lógica respuesta a la necesidad de explotar los
recursos naturales en un marco de racionalidad, aprovechamiento sostenible y protección
del ambiente. Su evolución ha sido rápida y progresiva, incorporándose paulatinamente en
todas las ramas jurídicas y adquiriendo, a su vez, autonomía propia como disciplina
vinculada con casi todas las ciencias.

Un poco de historia:
Aquí mostramos algunos acontecimientos que impulsan el avance del Derecho Ambiental y
que van creando y modificando conceptos fundamentales.
• Primavera Silenciosa (1962) de la bióloga norteamericana Rachel Carson, fue el bestseller
que fundó las bases del ecologismo moderno. La autora habla acerca de la gran cantidad de
venenos en forma de insecticidas, plaguicidas y herbicidas que el hombre vierte al medio
poniendo en peligro su supervivencia y la de todos los organismos que en él habitan.
• La Conferencia de Estocolmo de 1972 centró la atención internacional en temas
medioambientales, especialmente los relacionados con la degradación ambiental y la
contaminación transfronteriza. Este último concepto era muy importante, ya que señalaba
el hecho de que la contaminación no reconoce los límites políticos o geográficos y afecta a
los países, regiones y pueblos más allá de su punto de origen. Estos problemas medio
ambientales mundiales tan importantes incluyen, por ejemplo, todo tipo de
contaminación, el cambio climático, la reducción de la capa de ozono, el uso y
administración de los océanos y los recursos de agua dulce, la deforestación excesiva, la
desertificación y la degradación de la tierra, los vertidos peligrosos y la disminución de la
diversidad biológica.
• En la Cumbre para la Tierra de 1992 se reconoció internacionalmente el hecho de que la
protección del medio ambiente y la administración de los recursos naturales deben
integrarse en las cuestiones socioeconómicas de pobreza y subdesarrollo. Esta idea ha sido
recogida en la definición del término desarrollo sostenible (o sustentable) hecha por la
Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (la Comisión Brundtland) en 1987
como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este
concepto fue diseñado para satisfacer los requisitos de los partidarios del desarrollo
económico así como los requisitos de los que están interesados principalmente en la
conservación medio ambiental.
La reunión de Río de Janeiro señaló que los diferentes factores sociales, económicos y
medio ambientales son interdependientes y cambian simultáneamente. El objetivo
principal de la Cumbre fue introducir un programa extenso y un plan nuevo para la acción
internacional en temas de medio ambiente y de desarrollo que ayudarían a guiar la
cooperación internacional y el desarrollo de programas en el próximo siglo.
• El Protocolo de Kyoto es un instrumento internacional, consensuado en 1997 y
auspiciado por la ONU, para luchar contra el cambio climático. El objetivo es que los países
industrializados reduzcan en forma gradual sus emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) en promedio un 5,2% en relación al nivel de 1990. Hay compensaciones financieras
para facilitar el cumplimiento de la meta.

Evolución de los Principios Ambientales

a) El Derecho Romano y la naturaleza

Desde el punto de vista del derecho romano, los recursos naturales-la tierra, el agua, los
yacimientos minerales, la flora, la fauna, los recursos panorámicos y el ambiente en sí- son,
en términos generales, “res communi”, es decir, cosas de la comunidad, que pueden ser
empleadas por todos, salvo en cuanto hubieren determinado derechos particulares sobre
pequeñas porciones individuales.
Mientras los usos particulares de los recursos no afectaron en general la naturaleza (por
ser relativamente inidóneos para provocar verdaderos desastres ecológicos), ningún
obstáculo legal o económico impidió el uso y el abuso de tales bienes.

b) Derecho al uso

Mientras “el desastre ecológico” no existió, los malos usos de la naturaleza no fueron
advertidos, ni por la técnica ni por la política, ni por el derecho. Y los principios de
propiedad establecidos fueron eficientes para regular el uso de los bienes naturales.
Pero la estructura jurídica empezó a dar síntomas de obsolescencia e inoperancia y las
leyes empezaron a disponer primero normas de uso técnico, que implicaron, antes que
nada, normas morales incorporadas al derecho positivo.

c) Espíritu de las normas legales

Así, por ejemplo, el derecho de aguas trae, desde el siglo pasado, principios y
recomendaciones que tienden un uso sustentable del recurso, y tal tipo de normas fue
también instrumentándose en otras regulaciones.
Nuestro Código Civil en su reforma de 1968, al abandonar el principio del abuso y disponer
de algunas normas tendientes a la conservación de recursos y adecuado parcelamiento de
inmuebles, demuestra un cierto espíritu de reacción contra los postulados hasta entonces
existentes.
Un concepto moral, en el uso de la propiedad, empezó a exhibirse en la legislación, que
tiende en primer lugar a restringir usos no sustentables.
Pero el resultado de tal tipo de regulaciones no produce un efecto espectacular e
inmediato. Al contrario, pese a las buenas intenciones del legislador no existen medidas
plenemente efectivas de reacción, y así, en nuestro país, presenciamos evidentes formas de
uso no sustentable de dificil corrección por la legislación.

d) Nuevas regulaciones

Nace entonces un verdadero ilícito de daño civil aplicable a la destrucción de la naturaleza,


especie que en lo particular admite incluso un ilícito penal.
Para resolver la situación, crea y regula el Estado diversas formas de impuestos,
gravámenes, y servicios económicos, cuya base moral cabe cuestionar, dado que debe
pensarse primero en resolver la situación producida, en la que los actuales contribuyentes
no han sido los causantes del daño.
Frente a tal aserto, cabe fijar nuevas pautas. Buscar a su vez que sean justas. Evitar que
deban afrontar el pago de tributos quienes no provocaron el daño. Y, al contrario,
garantizar la justicia de la contribución en quienes lo hubieran provocado.

EVOLUCIÓN DEL DERECHO AMBIENTAL EN AMÉRICA LATINA

En la evolución del derecho ambiental en América Latina es posible distinguir tres


periodos: el primero comprende el prolongado interregno de producción legislativa
iniciado en el siglo XIX con la promulgación de las primeras constituciones y códigos
civiles. Herederas de disposiciones dispersas sobre el uso de los recursos naturales, las
piezas legislativas promulgadas en este período, ajenas a consideraciones ecológicas y,
especialmente, al concepto de derechos ambientales, operaron más como filtro burocrático
para asegurar el control de la oferta ambiental que como mecanismo de administración
pública. Buena parte de ese material legislativo sobrevive como legislación sectorial. Este
periodo alcanzó su clímax en la posguerra, a través del modelo de «desarrollo» propagado
por las instrucciones Breton Woods. La Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en
Estocolmo en 1972 inauguró un segundo período en la historia de la normativa ambiental
latinoamericana. En menos de una década se iniciaron proyectos para recuperar y
sistematizar elementos de derecho ambiental esparcidos en multitud de decretos y
reglamentaciones sobre los recursos naturales renovables y no renovables, reunir piezas de
legislación dispersas sobre los recursos naturales, la salud pública, las aguas, los bosques,
la caza, la pesca, el control sanitario y el sistema de parques nacionales. Este proceso
condujo, en algunos casos, a la promulgación de códigos ambientales o marcos normativos
de legislación ambiental. Entre 1974 y 1990 varios países adoptaron una ley marco en
asuntos ambientales .
Aunque la perspectiva patrimonial del ambiente mantuvo su hegemonía, durante este
período se gestaron concepciones críticas sobre el modelo de desarrollo dominante en
América Latina y se ensayaron metodologías para incorporar la "dimensión ambiental" en
los planes y proyectos de desarrollo. Si bien durante este período cada país contaba, por lo
menos, con una agencia gubernamental dedicada al manejo de los recursos naturales y el
control ambiental, esta época se caracterizó por la ausencia de voluntad política y por la
falta de una significativa inversión pública para hacer efectiva la protección ambiental. Por
regla general en la práctica administrativa de la mayoría de estos países la protección del
ambiente fue una tarea secundaria, desligada de las restantes prioridades públicas de la
planeación económica nacional. La dimensión ambiental no estuvo incorporada en las
políticas económicas, de asentamientos humanos y ordenamiento territorial, mientras que
el nivel de «conciencia ambiental» fue especialmente bajo entre los ejecutores de
decisiones públicas. La percepción de la crisis ambiental a escala mundial fue
contemporánea del reporte «Nuestro Futuro Común» de la Comisión Mundial de Medio
Ambiente y Desarrollo, con cuya publicación en 1987 se inicia el proceso global de interés
ambiental a escala planetaria que concluye cinco años más tarde con la Cumbre de la
Tierra en Río de Janeiro (1992). El tercer periodo en la evolución del derecho ambiental
latinoamericano fue contemporáneo de este proceso de institucionalización política del
ideario ambiental que, en el orden jurídico se ha distinguido, especialmente, por el
reconocimiento del derecho a un ambiente sano y su consagración como derecho
fundamental y/o colectivo en las constituciones de la mayoría de los países de la región.
Entre los diferentes países del continente no existe uniformidad en cuanto al grado de
desarrollo de sus instrumentos legales y de política ambiental. Esta diferencia se extiende a
todos los estratos de la jerarquía normativa y a las múltiples materias reguladas, y la
consolidación de algunos de sus muchos aspectos, como la adopción de una ley nacional
del ambiente por el Estado respectivo, o el nivel de participación ciudadana en la gestión
ambiental, pueden ser indicadores para determinar la madurez o desarrollo del sistema
jurídico ambiental en un país dado.
La adopción de una ley orgánica o ley marco ambiental es un prerrequisito para garantizar
la existencia de un sistema jurídico coherente de política y gestión ambiental y en este
sentido las diferencias se han disipado en la última década, pues 17 de los 20 países de la
región cuentan con una ley marco ambiental, y aquellos que aún no la poseen están
comprometidos en su formulación. Esto ha llevado a Raúl Brañes a considerar que el
balance del derecho ambiental en la región es alentador. En este orden de ideas el paso
más significativo ha sido la consolidación en la década de los noventa de la tendencia a
elevar los principios ambientales a rango constitucional. En las constituciones de los países
latinoamericanos se encuentran, en primer lugar, preceptos que consagran el dominio
público y la propiedad del Estado sobre el ambiente y los recursos naturales del país; en
segundo lugar, principios de política ambiental y, finalmente, aquellos que reconocen el
derecho al ambiente como derecho fundamental, colectivo o social, así como principios de
equidad intergeneracional y «derechos de la naturaleza». Otro avance significativo ha sido
la consagración de instrumentos y remedios legales de justicia constitucional para
garantizar los derechos humanos que han estimulado la democratización del acceso a la
justicia como vías efectivas y eficientes para garantizar la protección de los derechos
fundamentales. Respecto a las tarifas legales de responsabilidad daños ambientales, la
tendencia es hacia el establecimiento de la responsabilidad objetiva y la presunción de
responsabilidad asociada a actividades peligrosas o de riesgo ambiental. La ampliación de
los mecanismos de control y la definición precisa de sanciones administrativas y medidas
preventivas es un rasgo sobresaliente de la administración ambiental. La normativa penal
ecológica se viene perfilando como un campo especializado del derecho penal y la política
criminal en medio ambiente es un tema significativo en la agenda académica.
El campo de los recursos genéticos constituye por si mismo uno de los mayores desafíos
que deberá enfrentar el derecho ambiental en el inmediato futuro, especialmente respecto
a la amenaza que representa la manipulación genética sin limites éticos y legales para la
biodiversidad y la integridad del ambiente. En este sentido será necesario avanzar hacia
una armonización regional del marco legal de la bioseguridad.
Otro campo no menos desafiante es el transporte motorizado, “núcleo duro” de la gestión
ambiental, entre cuyas externalidades deben contabilizarse tanto por los graves impactos
sobre la calidad del aire en las ciudades y su contribución al incremento de los gases de
efecto invernadero como sus costos sociales.

FORMAS LEGALES EN USO EN LA ARGENTINA

Antes de considerarlas, cabe preguntarnos si existe en las hipótesis a describir la


posibilidad de encontrar el germen de un derecho fiscal ambiental.
Veamos algunas leyes y su contenido fiscal.

a) Ley 13.660, de seguridad y salubridad de instalaciones.


Por esta ley del año 1949 se establecen las normas a que deberán ajustarse las instalaciones
de elaboración, trasformación y almacenamiento de combustibles sólidos materiales,
líquidos o gaseosos, a fin de satisfacer la seguridad y salubridad de las poblaciones.

b) Ley 13.577, de 1949, y su modificatoria ley 20.324, Ley Orgánica de la


Administración de Obras Sanitarias de la Nación.
La ley promulgada en 1949 fijó atribuciones para prevenir la contaminación de las aguas.
Autorizó a Obras Sanitarias de la Nación a tomar las medidas necesarias para sanear los
cursos de agua en cuanto pueda afectar la salubridad de las poblaciones.
La ley prevé la clausura de los establecimientos industriales cuyos propietarios no
cumplieren con las normas establecidas.
Además, encarga al organismo administrador la vigilancia de los vehículos que trasporten
líquidos residuales y se autoriza a imponer multas por contravenciones.

c) Ley 20.284, Normas para la Preservación de los Recursos del Aire


Se expresa en sus fundamentos “que el aire, el agua y el suelo son los elementos que
conforman el ambiente ecológico en que se desenvuelve el hombre y toda acción que tienda
a preservarlos en las mejores condiciones posibles está dirigida a las sociedades que se
sirven de ellos”.

d) Ley 24.051, que regula los residuos peligrosos y la importación de basura.

e) Ley 5965/58 de la Provincia de Buenos Aires, de protección de las fuentes


de provisión y de los cursos y cuerpos receptores de agua y de la atmósfera. Su
objeto es evitar la contaminación de dichos elementos.
Así, por ella, se prohíbe el envío de efluentes residuales, sólidos, líquidos o gaseosos de
cualquier origen, a la atmósfera, canalizaciones, arroyos, acequias, riachos, ríos y a toda
otra fuente, que importe una degradación del aire o de las aguas, sin que previamente se
efectúe un tratamiento de depuración o neutralización de tales residuos que los convierta
en inocuos e inofensivos para la salud de la población.

LOS DESAFÍOS DEL DERECHO AMBIENTAL EN EL SIGLO XXI

El principal desafío para el derecho ambiental en las próximas décadas será desmitificar y
separar lo juridico y científico de lo "religioso o pseudo religioso y magico de corte
fetichista y politeista" que invocan en forma permanente y sistemática muchas sectas
religiosas con fachada de ONG.
Creencias estas que suelen confundir, por la prosecución de otros fines, a la población en
general haciendo creer que todo contamina y es perjudicial sin entender conceptos como
uso sustentable.
Revertir la tendencia que convierte sistema jurídico en un mero apéndice del status quo
jurídico-político, en campo singular de la inflación legal, apenas distinguible de las otras
ramas del derecho por los nuevos bienes jurídicos asignados a su tutela, las nuevas técnicas
periciales, algunos cambios procesales y la tipificación de nuevas conductas delictivas.
En el presente y hacia el futuro inmediato, el derecho ambiental deberá reflexionar sobre
sus propios fundamentos teóricos y principios jusfilosóficos a fin de avanzar hacia la
formación de una cultura legal ambiental fundada en el ejercicio democrático de los
derechos ambientales, dependientes de los derechos fundamentales y, especialmente, los
derechos a la participación, a la información y al conocimiento, es decir, del derecho a
pensar.
En esta agenda hay dos tareas sobresalientes: la primera, democratizar la justicia
ambiental; la segunda, identificar procedimientos judiciales y no judiciales para tratar los
conflictos ambientales.

Conclusión
Con la reforma constitucional de 1994 nuestro país incorporó herramientas jurídicas
fundamentales para garantizar la protección del medio ambiente, así como el desarrollo
sustentable dando pie a la promulgación de leyes en lo referente a Derecho Ambiental.
Las provincias también han adquirido instrumentos importantes para hacer respetar sus
recursos naturales.
También es importante conocer las leyes de presupuestos mínimos.
La reforma ha incorporado a la Constitución Nacional los principios universalmente
admitidos como derechos humanos en lo concerniente a la calidad de vida, disponiendo en
el nuevo artículo 41 que: “Todos los habitantes gozan del derecho a un medio ambiente
sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de generaciones futuras; y tienen
el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
“Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los
recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad
biológica, y a la información y educación ambientales”.
La tutela del ambiente tiene actualmente rango constitucional a partir de la reforma. Se
incorporan así a la Constitución Nacional los dos postulados universalmente reconocidos,
como la calidad de vida y el desarrollo sustentable o sostenible que predica la satisfacción
de las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras. Al imponer
a las autoridades el deber de proveer a la protección de aquel derecho y a la utilización
racional de los recursos naturales, establece imperativamente el deber de preservarlos
mediante el uso racional de ellos para evitar su desmejoramiento o su agotamiento si ellos
fueran no renovables.

DERECHO AMBIENTAL:

El Derecho Ambiental es una disciplina jurídica en formación. Es posible, no


obstante, identificar las que constituyen hoy sus principales características, las
cuales le otorgan en conjunto la suficiente especificidad para justificar la existencia
de un área especializada con dicho nombre.

ORIGEN DEL DERECHO AMBIENTAL:

El origen de esta especialidad se encuentra conectado al momento histórico en el


cual la "cuestión ambiental" se incorpora a la agenda pública. La sociedad civil en
determinados países, inicialmente los industrializados, encuentra en los problemas
ambientales amenazas serias para su salud y su supervivencia como sociedad en
el largo plazo, asumiendo la posibilidad de introducir reformas o cambios
institucionales capaces de enfrentar dichos riesgos. Históricamente siempre ha
existido una preocupación sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. Lo
distinto de la cuestión ambiental contemporánea deriva de una concepción
"holística". También se percibe que existe una relación entre la acción humana y el
problema ambiental que genera responsabilidad.

El problema ambiental no es fruto de azar o de los caprichos de la naturaleza, sino


es un efecto (deseado o no) de las actividades del hombre. Por ello, es posible
regularlo.

OBJETO DEL DERECHO AMBIENTAL:


El Derecho Ambiental tiene como finalidad regular las relaciones humanas que
tienen al ambiente como campo de batalla, la lucha por la distribución de los
riesgos modernos. El conocimiento y la percepción sobre la naturaleza de dichos
riesgos y los medios para enfrentarlos han ido desde luego variando, pero en
general se asume que existen ciertas "condiciones ambientales mínimas" que
hacen posible el desarrollo pleno de la persona humana , para que esta pueda
identificar las fuentes o causas de los riesgos ambientales y los efectos o impactos
que generan o podrían generar. Se determinan las condiciones ambientales
esperadas, la identificación de los riesgos y la definición de los mejores medios
para enfrentarlos) son traducidos a instituciones jurídicas, derivando en un sistema
de asignación jurídica de cargas y riesgos ambientales entre los distintos actores
de la sociedad, generando a su vez obligaciones y responsabilidades específicas.
La finalidad última de este sistema es el asegurar el mantenimiento de las
condiciones ambientales, o dicho en términos jurídicos, la protección del ambiente,
de tal forma que se asegure la posibilidad efectiva del goce del derecho a un
ambiente adecuado.

Esta perspectiva implica que el Derecho Ambiental debe resolver tanto problemas
de Justicia (ambiental) como de eficiencia (ambiental). Lo primero está vinculado
con criterios éticos y políticos para asignar las cargas y riesgos. Lo segundo está
ligado a criterios técnicos y de costo-beneficio al momento de optar por distintas
opciones e instrumentos de política y derecho. Desde luego, ambos procesos se
presentan interrelacionados. No obstante, el primer proceso alcanza mayor
intensidad frente a la definición tanto del contenido del derecho a un ambiente
adecuado como en la definición de la política ambiental. Lo segundo se hace más
intenso respecto de la selección de los instrumentos y su aplicación. Y
atravesando todo el proceso, el Derecho aparece interrelacionado fuertemente con
el conocimiento científico, que le brinda la base para muchas de las decisiones
críticas que deben tomarse

El entender de esta manera el Derecho Ambiental hace fácil explicar la


interrelación con las distintas especialidades dentro del Derecho. Esto sucede en
primer lugar porque instituciones jurídicas centrales, como "propiedad" y
"responsabilidad" o "derechos humanos" son necesarias para precisar el
contenido del derecho al ambiente adecuado y el sistema de cargas y riesgos. Del
mismo modo, la necesidad de atender problemas éticos, políticos, técnicos y
económicos, lleva a acudir a las disciplinas distintas a la jurídica relacionadas con
dichas materias.

FUNCIONES DEL DERECHO AMBIENTAL:


Dos ámbitos generales han sido siempre incluidos al interior del Derecho
Ambiental:

 Problemas de contaminación ambiental y de deterioro de las condiciones del medio.

 La conservación de los recursos naturales, de tal forma que se asegure el


aprovechamiento sostenible de dichos recursos.

Se habla por lo tanto de protección ambiental y conservación de los recursos


naturales. Aunque es posible diferenciar ambas áreas (cosa que también ocurre
en la economía ambiental), los principios y objetivos se encuentran estrechamente
entrelazados. Lo que se requiere sin duda es asegurar que las condiciones del
ambiente en el cual se desarrolla la vida humana reúnan las condiciones para
proteger la salud de las personas y la propia viabilidad de los ecosistemas en el
mediano y largo plazo. En consonancia con lo expuesto, la Ley General del
Ambiente (Ley N° 28611) recoge estos principios y establece como ámbito de
aplicación de dicha norma las dos materias anteriormente señaladas.

TAREAS DEL DERECHO AMBIENTAL:

Tal como hemos venido sosteniendo, son tres las tareas centrales que tiene el
Derecho Ambiental. Estas son:

 Consagrar y definir el contenido jurídico del derecho a un ambiente adecuado para


vivir: Es decir es la incorporación del derecho de las personas a gozar de un
ambiente sano, saludable o adecuado en las constituciones políticas, tratados
internacionales o en otros instrumentos jurídicos. Además implica darle contenido a
dicho derecho, es decir, definir qué es exactamente un “ambiente saludable”

 Definir que acciones o relaciones son consideradas (jurídicamente) como


generadores de impactos negativos significativos sobre el derecho a un ambiente
adecuado y que requieren de la regulación legal del Estado. Identificar las acciones
que serán objeto de regulación legal, por implicar riesgos al goce del derecho al
ambiente adecuado y por ser problemas que no pueden ser resueltos sin la
intervención legal del Estado

EL DERECHO AMBIENTAL EN VENEZUELA SE ESTABLESE SEGUN LAS


SIGUENTES LEYES
Constitucion de la Republica bolivariana de Venezuela: Se establece las
Principales normas constitucionales en materia ambiental.

La Ley Orgánica del Ambiente: En esta ley se establecen los siguiente:

 Principios y definiciones fundamentales en materia ambiental.

 Utilidad pública e interés general de la conservación del ambiente

 Se especifican los Organismos involucrados en la gestión ambiental y las


Autoridades Nacional, Estadal y Municipal que se encargan de hacer valer esta ley.

 La Política y la Planificación Ambiental.

 Incentivos para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente.

 El Proceso de Educación Ambiental, la Convivencia Humana con el ambiente y la


participación ciudadana

 Políticas de conservación de los recursos naturales y de la diversidad biológica, los


servicios ambientales y los procesos ecológicos

 El Sistema de Información Ambiental;

 El Control Ambiental.

EL DERECHO FUNDAMENTAL PARA LA PROTECCIÓN DE LOS RECURSOS


NATURALES RENOVABLES EN VENEZUELA SE ESTABLECEN EN LAS
SIGUENTES LEYES:

1.- La Ley de Bosques y Gestión Forestal. Esta ley refiere:

 Objeto y Principios Fundamentales

 La Gestión Forestal y El Patrimonio Forestal

 Conservación del Patrimonio Forestal y el Uso sustentable del Patrimonio Forestal

 Desarrollo Forestal Sustentable

 Régimen Sancionatorio y Otras Disposiciones en materia Forestal.


2.- La Ley de Aguas: Se puede evidenciar en esta ley:

 El Objeto y definiciones en materia de aguas;

 La Gestión Integral de las aguas

 Conservación y Aprovechamiento sustentable de las Aguas

 Prevención y Control de los posibles efectos negativos de las aguas.

 Las regiones hidrográficas, cuencas hidrográficas y cuencas hidrogeológicas.

 - La organización institucional para la Gestión de las Aguas e Instrumentos para la


gestión integral de las aguas.

 El Sistema Económico Financiero para la gestión integral de las aguas.

 Infracciones y Sanciones administrativas.

 Disposiciones transitorias y derogatorias.

3.- La Ley de Protección a la Fauna Silvestre

 Normativa legal venezolana para la protección, conservación, y manejo de la Fauna


Silvestre.

 Especies animales consideradas Fauna Silvestre y Los habitas de la Fauna Silvestre.

 Manejo de la Fauna Silvestre: la caza, armas de cacería, planes de manejo.,


Reservas, Refugios y Santuarios de Fauna Silvestre.

 Especies y lugares de prohibida caza y pesca.

4.- La Ley de Pesca y Acuicultura. Se especifica lo siguiente:

 El Sector pesquero y de acuacultura.

 La pesca y la acuicultura como interés público y de importancia estratégica.

 Derechos exclusivos de pesca y del ejercicio y fomento de la pesca, acuicultura y


actividades conexas.

 Las infracciones, procedimientos y sanciones en materia de pesca, acuacultura y


actividades conexas.

EL DERECHO AMBIENTAL SE FUNDAMENTA EN :


Dos ámbitos generales han sido siempre incluidos al interior del Derecho
Ambiental:

 Problemas de contaminación ambiental y de deterioro de las condiciones del medio.

 La conservación de los recursos naturales, de tal forma que se asegure el


aprovechamiento sostenible de dichos recursos.

Se habla por lo tanto de protección ambiental y conservación de los recursos


naturales. Aunque es posible diferenciar ambas áreas (cosa que también ocurre
en la economía ambiental), los principios y objetivos se encuentran estrechamente
entrelazados. Lo que se requiere sin duda es asegurar que las condiciones del
ambiente en el cual se desarrolla la vida humana reúnan las condiciones para
proteger la salud de las personas y la propia viabilidad de los ecosistemas en el
mediano y largo plazo. En consonancia con lo expuesto, la Ley General del
Ambiente (Ley N° 28611) recoge estos principios y establece como ámbito de
aplicación de dicha norma las dos materias anteriormente señaladas.

FUNCIONES DEL DERECHO AMBIENTAL:

Tal como hemos venido sosteniendo, son tres las tareas centrales que tiene el
Derecho Ambiental. Estas son:

 Instituir y desarrollar los instrumentos jurídicos que permitirán alcanzar los


objetivos de desempeño ambiental establecidos, incluyendo las sanciones jurídicas
frente a las acciones u omisiones que los distintos actores (públicos y privados)
tomen. Esto
implica generar los mecanismos legales que permitan que los distintos actores
involucrados en la gestión ambiental puedan asegurar el goce del derecho al
ambiente sano, incluyendo los mecanismos judiciales de protección de derechos y
los instrumentos de gestión ambiental

 Consagrar y definir el contenido jurídico del derecho a un ambiente adecuado para


vivir: Es decir es la incorporación del derecho de las personas a gozar de un
ambiente sano, saludable o adecuado en las constituciones políticas, tratados
internacionales o en otros instrumentos jurídicos. Además implica darle contenido a
dicho derecho, es decir, definir qué es exactamente un “ambiente saludable”
 Definir que acciones o relaciones son consideradas (jurídicamente) como
generadores de impactos negativos significativos sobre el derecho a un ambiente
adecuado y que requieren de la regulación legal del Estado. Identificar las acciones
que serán objeto de regulación legal, por implicar riesgos al goce del derecho al
ambiente adecuado y por ser problemas que no pueden ser resueltos sin la
intervención legal del Estado
 Concepto Derecho Ambiental (opinion personal el mas completo,
pero es personal): Es el conjunto de normas y principios de
acatamiento imperativo , elaborados con la finalidad de regular las
conductas humanas para lograr el equilibrio entre las relaciones
del hombre y el Medio Ambiente, a fin de lograr un ambiente sano
y un desarrollo sostenible. (tomado del Manual de Derecho
Ambiental de Carlos Andaluz W)

 El Derecho Ambiental podriamos decir que a partir de 1972, con la


Conferencia de Estocolmo, fue la luz roja inicial al dar cabida a la
preesntacion ante el concierto de naciones de los problemas de
tip0 ambiental que ya estaban “destacándose” en el panorama
internacional. A partir de 1972 se iniciaron proyectos para
recuperar y sistematizar elementos de derecho ambiental
esparcidos en multitud de decretos y reglamentaciones sobre los
recursos naturales renovables y no renovables, reunir piezas de
legislación dispersas sobre los recursos naturales, la salud pública,
las aguas, los bosques, la caza, la pesca, el control sanitario y el
sistema de parques nacionales en especial en Latinoamerica. En
Venezuela la Legislación Ambiental tiene su base, por llamarlo así,
en la Constitución Nacional de 1999, en el Capitulo IX de los
Derechos Ambientales (artículos 127 al 129), además contamos
con la Ley Orgánica del Ambiente y la Ley Penal del Ambiente las
cuales determinan importantes alcances, responsabilidades y un
régimen administrativo y sancionatorio, en ellas se contemplan la
creación de la Jurisdicción Especial Penal Ambiental, así como, la
valoración económica del daño ambiental como instrumento para
la aplicación de sanciones por las actividades capaces de degradar
el ambiente, aplicables aquellos que incumplan normas,
procedimientos y medidas preestablecidas.

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