Está en la página 1de 4

República Bolivariana de Venezuela

Ministerios del poder popular para la educación superior

Universidad politécnica territorial Andrés Eloy Blanco

Barquisimeto Edo-Lara

Ensayo.
Tenciones creativas de la Revolución

Alumno: Daniel Olívar # 21 127 058

Distribución y Logística 1210


En esta línea de pensamiento e intervención política entendemos que se
inscriben las reflexiones que nos entrega Álvaro García Linera en Las
tensiones creativas de la revolución. La quinta fase del proceso de cambio en
Bolivia, cuya edición argentina está a cargo de los amigos de Ediciones
Luxemburg.
A lo largo de su trabajo, el autor presenta las diversas fases que, a su entender,
ha ido atravesando el proceso revolucionario en Bolivia conducido por el
presidente Evo Morales a partir de que en diciembre de 2005 ganó las
elecciones generales con el 53,7% de los votos, constituyéndose en el primer
presidente electo sin acuerdos políticos con los partidos con representación
parlamentaria desde la recuperación de la democracia en su país en 1982.
La elección de Evo Morales sacudió las estructuras político-burguesas del
hermano país, llevando a un, hasta ese momento, negado primer plano a la
mayoría indígena sojuzgada, incorporando a Bolivia al núcleo de países que
en nuestra América avanzan por el camino de la emancipación.
El éxito de la opción encarnada por el Movimiento al Socialismo (MAS) y
Evo Morales fue lograr una gran síntesis entre el ancestral ?pero
poderosamente vigente? reclamo indígena y otras corrientes políticas de
carácter anti-neoliberal y nacionalista, todas columnadas tras un único
proyecto político. Esa fue, sin dudas, la explicación de la emergencia del
liderazgo de Evo Morales por sobre otros referentes: su capacidad para
expresar políticamente a los campesinos de las regiones marginadas del
interior, pero también a indígenas y mestizos urbanos incorporados a los
mercados más modernos, y que en muchos casos ya han abandonado
definitivamente el quechua y el aymara. En suma, pudo expresar un vasto
contingente social agredido por un poder dominante ancestral e inmerso a la
vez en la ?modernidad neoliberal?.
La convocatoria a una Convención Constituyente para refundar el país, la
recuperación de la centralidad del Estado en el control de los recursos
hidrocarburíferos y la aprobación de una Reforma Agraria han constituido tres
pilares fundamentales de lo que el gobierno de Evo Morales y García Linera
han denominado ?revolución democrática y cultural?.
Como suele sucederle a todo proyecto de cambios profundos y de
transformación de estructuras político-culturales, el proceso boliviano ha
enfrentado enormes desafíos y resistencias por parte tanto de las viejas clases
dominantes, como de sus socios imperialistas, que han visto con creciente
disgusto como vastas zonas de nuestro continente se han ido transformando de
patio trasero de los Estados Unidos en una zona de resquebrajamiento de su
hegemonía.
En este contexto, García Linera identifica cinco fases en el proceso boliviano:
la primera, el revelamiento de la crisis de Estado; la segunda, el empate
catastrófico; la tercera, la capacidad de movilización convertida en presencia
estatal gubernamental; la cuarta, el punto de bifurcación o momento jacobino
de la revolución; y la quinta y actual fase del proceso revolucionario, la
emergencia de lo que el autor denomina las contradicciones creativas.
Es a esta quinta fase a la que el autor le presta especial atención en este
trabajo, planteando que estas son ?tensiones propias de un proceso
revolucionario que tiene que afrontar problemas, contradicciones y nuevas
luchas no previstas ni planificadas con anterioridad porque así son las
verdaderas revoluciones?.
Estas tensiones creativas, que García Linera identifica al interior del bloque
popular, son: la relación entre Estado y movimientos sociales; la flexibilidad
hegemónica frente a firmeza en el núcleo social; los intereses generales frente
a intereses particulares y privados; y el socialismo comunitario del Vivir Bien.
Más allá de las diversas consideraciones que puedan hacerse a la
periodización del proceso boliviano y a la caracterización de las tensiones que
en la actualidad enfrenta, el trabajo de García Linera posee el mérito de
encarar, en tiempo real podríamos decir, una teorización sobre los desafíos
políticos de la etapa en su país. Y esto lo hace, a la vez, desde el lugar de ser
uno de los intelectuales más respetados del continente y como protagonista
central del proceso boliviano desde su cargo de vicepresidente del Estado
Plurinacional de Bolivia.
En esta particularidad, desde la que García Linera aborda la realidad
boliviana, radica la originalidad e importancia de este trabajo que introduce
temas de enorme trascendencia para los procesos en marcha en América del
Sur.
En momentos de preparar esta presentación, pocas horas han pasado de un
golpe de Estado parlamentario contra el presidente Fernando Lugo en
Paraguay, en donde la resistencia al mismo comienza a organizarse.
En Bolivia, mientras tanto, una protesta policial, metodología que se está
repitiendo con preocupante regularidad cuando se busca desestabilizar a un
gobierno popular, busca imponerle condiciones al presidente Evo Morales en
uno más de los intentos del imperialismo que, como jugador tanto externo
como interno en nuestros países, no cesa en su búsqueda de horadar los
procesos de emancipación.
Y es en este contexto donde la mirada planteada por García Linera sobre las
tensiones que estos procesos deben enfrentar se ubica en el centro del debate y
de las preocupaciones que enfrentamos todos aquellos que trabajamos en la
construcción de instrumentos frentistas, amplios en su convocatoria y
profundos en su contenido programático, para sostener e impulsar los procesos
de segunda y definitiva independencia que van tomando cuerpo en buena parte
de la región.
En nuestra opinión, el proceso boliviano se enfrenta, al igual que el conjunto
de los procesos de la región, a exigencias que se han convertido en una suerte
de leyes de cuyo cumplimiento depende en buena medida la posibilidad de
frustrar los planes de las derechas y seguir avanzando.
La primera de ellas es ser consciente que, más allá de las importantes
transformaciones realizadas por Evo Morales.

También podría gustarte