Entonces, Junior se dio cuenta que habían encontrado
ese lugar maravilloso en el que nunca más se sentirían
solos y abandonados. El perrito comprendió finalmente que mientras estuviesen juntos siempre tendrían una esperanza de sobrevivir, y fue así como se quedaron en aquel lugar durante todo el invierno y por muchos largos años, celebrando la gran familia en la que se habían convertido.