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Doctora
CLAUDIA PATRICIA ALONSO PEREZ
Magistrado Ponente
Tribunal Administrativo del Meta
Villavicencio, Meta

REF: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA


DTE: BERTILDE BARRETO VIVAS Y OTROS
DDO: LA NACION – MINIDEFENSA NAL - EJERCITO NACIONAL
RAD: 50001-33-002-2010-00390-01
DETALLE: PRESENTACIÓN DE ALEGATOS

JAMES HURTADO LOPEZ, mayor de edad, vecino y residente en la Ciudad de Florencia


Caquetá, identificado con la cédula de ciudadanía 7.533.082 de Armenia, abogado en
ejercicio portador de la tarjeta profesional 49.275 del Consejo Superior de la Judicatura,
conocido en su despacho como apoderado de la parte demandante dentro de las
plenarias de la referencia, con todo respeto y comedimiento me permito descorrer el
traslado para alegar de conclusión, dentro de la causa de la referencia, en los siguientes
términos, que confirman, los planteados en el escrito de apelación, presentado ante el
Juzgado Quinto Administrativo de Descongestión Judicial de Villavicencio.

Se busca que el Tribunal Administrativo del Meta, con el recurso presentado en contra
de la sentencia de fecha 30 de abril de 2014, emitida por el Juzgado Quinto
Administrativo de Descongestión Judicial de Villavicencio.

De manera amplia y contundente, en nuestro escrito “sustentación del recurso de


apelación”, argumentamos nuestra inconformidad, con la sentencia en comento

En esta instancia, reiteramos lo solicitado, y es procedente por las siguientes razones:

Aparecen plenamente probados en el plenario, los siguientes hechos:

El EJERCITO NACIONAL debió probar que el señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO


era un delincuente y que disparo en contra de miembros del batallón de infantería
aerotransportado No 20 general MANUEL ROERGAS SERVIEZ, adscrito a la séptima
brigada de Villavicencio, el día 11 de febrero de 2008 en la finca “san Benito“ vereda los
desplazados jurisdicción del Municipio de Puerto Gaitan Meta y por tal motivo fue dado
de baja por miembros de esa institución,debio probar que el occiso era una persona
perteneciente al grupo criminal de alias “cuchillo”, situación que no ocurrió y el Juez de
primera Instancia absolvió a la demanda basadose en informe de inteligencia, olvidando
que el Tribunal de cierre de esta jurisdicción ha manifestado que su contenido no es
desinteresado ni objetivo por lo cual les resta credibilidad a versiones de los militares,
toda vez que lo que pretenden es justificar su accionar1.

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Sentencia del 18 de enero de 2012,expediente 20841.C.P.ENRIQUE GIL BOTERO
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Llama la atención que no se demostró en el proceso que el señor GILBERTO BERMUDEZ


BARRETO, fue asesinado con arma de dotación oficial, aunque los miembros del
EJÉRCITO NACIONAL, aceptaron que lo dieron de baja con sus armas de dotación, y se
supone que las armas de fuego que portan todos los miembros de la fuerza pública son
armas de dotación oficial, por lo que debió solicitarse el informe de balística en el
proceso penal, absorción atómica entre otras que dieran certeza de ello, Toda vez que es
al EJERCITO NACIONAL a quien desde el proceso penal le interesa el impulso de las
investigaciones con el fin de demostrar que sus actuaciones fueron legítimas y
proporcionadas.

El fallador de primera instancia absolvió a la NACIÓN EJÉRCITO NACIONAL, puesto


que para esté, no existió prueba que demuestre la falla del servicio de la demandada, no
se encontró prueba de que la muerte del señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO, se
ocasiono por disparo de arma de fuego de dotación oficial, toda vez que este se basó
solamente en informes militares, un testimonio dudoso y la falta de análisis de otras
pruebas que demostrarían el homicidio en persona protegida que fue víctima el señor
GILBERTO BERMUDEZ BARRETO.

En el proceso de primera instancia no obro prueba de absorción atómica para verificar si


el señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO - acciono algún arma de fuego contra los
uniformados, Dejando a la parte demandante la carga de probar aspectos propios de
eximentes de responsabilidad que deben ser probados por la parte demandada, tal como
lo ha establecido el CONSEJO DE ESTADO del 11 de febrero de 2009, expediente 16641.
C.P. MYRIAM GUERRERO DE ESCOBAR, en la cual determino:

“no resultaba suficiente en este caso con acreditar que al lado de cada uno de los
cuerpos se hubiesen encontrado algunas armas de fuego, esta circunstancia no
demostraba en manera alguna que dicho armamento les perteneciera a las víctimas
como tampoco demostraba que hubiera sido utilizado por éstas. La entidad
demandada estaba en la obligación de acreditar que aquellas hicieron uso de
las armas que atacaron a los miembros de la fuerza pública y que los militares
repelieron el ataque con el propósito de defender sus vidas, y para el efecto
requerían de un informe de balística, además de una prueba de absorción
atómica que no se hizo. En cambio las pruebas obrantes en el plenario no
permiten ser conclusivas de las imputaciones hechas por la entidad
demandada en cuanto al ataque perpetrado por las victimas contra los
miembros de la fuerza pública, tampoco evidencian que su muerte obedeció a
un enfrentamiento militar, mucho menos que fueran integrantes de la guerrilla
de las FARC”.

En el presente caso se evidencia la carencia total de pruebas de balística y absorción


atómica que debieron solicitarse su práctica en el proceso penal por parte del EJÉRCITO
NACIONAL, las cuales pudieron dar certeza sobre la legitimación de su actuación, y ante
esta ausencia probatoria deja entrever la voluntad de la demanda de ocultar el crimen
cometido en la persona de señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO.

El CONSEJO DE ESTADO en sentencia del 13 de noviembre de 2013, expediente


30376,C.P. HERNAN ANDRADE RINCON, ha considerado que no basta la prueba de
absorcionatomica para demostrar que los occisos dispararon con las armas encontradas
en sus cuerpos, si no que se requiere además las pruebas de huella en las armas y
funcionamiento de los cartuchos encontrados en esta, al respecto la citada sentencia
preciso:
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“La prueba de absorción atómica por si sola no es indicativa, en grado de certeza,


de que una persona haya disparado un arma, sino que el resultado positivo da fe de
una gran probabilidad de que se haya manipulado un arma de fuego, como quiera
que en algunas ocasiones puede darse un falso positivo, en tanto, el resultado
puede ser el mismo si la persona examinada estuvo cerca de alguien que disparo o
de quien recibió el disparo, así como por la manipulación de elementos que
contengan las trazas características del disparo, tales como explosivos a base de
pólvora, por ejemplo (…) conforme a lo anterior (…) la posibilidad de determinar si
una persona disparo un arma de fuego, depende no solo del resultado de una
prueba de absorción atómica que revele la presencia de residuos compatibles con
los de disparo, sino también, de la existencia en el proceso de otros medios de
convicción que permitan aceptar como plausible la ocurrencia de tal hecho”.

Es preciso aclarar que la parte demandante no tuvo acceso a la zona de ocurrencia de los
hechos y no puede dar certeza de cómo ocurrieron estos; como ver los cuerpos cuando
fueron en el momento abatidos, y ante la complejidad que representan probar la
existencia de una ejecución extrajudicial es imperativo que la demandada EJÉRCITO
NACIONAL tenga la carga de la prueba en allegar la absorción anatómica, necropsia del
cadáver y huella en el arma, que fundamente su eximente de responsabilidad, ante lo
cual el CONSEJO DE ESTADO, ha establecido la prueba indiciaria como elemento
probatorio en los casos de ejecuciones extrajudiciales o exceso de fuerza. En sentencia del
14 de abril de 2011, numero interno: 20145,C.P, STELLA CONTO DIAZ DEL CASTILLO,
el alto tribunal manifestó:

EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES - Responsabilidad estatal. Prueba /


EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES - Prueba indiciaria / PRUEBA INDICIARIA -
Ejecuciones extrajudiciales / EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES - Inactividad
probatoria / EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES - Ocultamiento de información

En casos como el presente, en los que varias personas mueren como consecuencia
de múltiples impactos por arma de fuego, en hechos en los que en principio no
resulta posible identificar a los autores materiales del delito, la prueba indiciaria
resulta idónea y única para determinar la responsabilidad, pues aquélla compagina
elementos debidamente comprobados para arribar con ellos a la certeza de otros,
para efecto de endilgar responsabilidad a los inculpados.

NOTA DE RELATORIA: Respecto de la prueba indiciaria en casos de desaparición


forzada, Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 11 de febrero de 2009, M.P.
Miriam Guerrero de Escobar, exp. 16337.

PRUEBA INDICIARIA - Concepto. Prueba indirecta / PRUEBA INDICIARIA - Valoración.


Reglas de la experiencia. Experiencia personal de juez. Apreciación en conjunto

Se trata de un medio de prueba permitido que demanda la demostración del hecho


indicador, para así tener como probado el inferido. En este escenario, la existencia de una
serie de hechos acreditados por cualquiera de los medios probatorios previstos por la ley,
estrechamente vinculados con el ilícito, conducen necesariamente a la imputación de la
responsabilidad. Los indicios se constituyen en la prueba indirecta por excelencia, pues a
partir de un hecho conocido y en virtud de una operación apoyada en las reglas de la lógica
y en las máximas de la experiencia, se establece la existencia de un hecho desconocido. El
juez dispone muy a menudo de conocimientos generales vinculados con el hecho a probar
y útiles, de alguna manera, a los defectos de su determinación; es más, sin estos
conocimientos la valoración de la prueba sería normalmente imposible. Se trata de las
nociones derivadas de la experiencia común que encuentran su formulación sintética en las
denominadas máximas de la experiencia y que desarrollan un papel relevante en la
valoración de las pruebas. El Código de Procedimiento Civil establece que los indicios
deberán ser apreciados en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, teniendo
en consideración su gravedad, concordancia, convergencia y su relación con los demás
medios de prueba que obren en la actuación procesal. Así mismo, para que un hecho
pueda considerarse como indicio, deberá estar debidamente probado en el proceso y el
juez podrá deducir indicios de la conducta procesal de las partes.(subraya y negrilla fuera de
texto).
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En el protocolo de necropsia realizado por el INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL Y


CIENCIAS FORENSES 2004P-00310 al cuerpo del señor GILBERO BERMUDEZ
BARRETO, indican que este recibió tres impactos de bala en la espalda, ante lo cual
señora Magistrada podemos evidenciar que el cuyus fue vilmente asesinado sin que
mediara un combate y ante la ausencia de pruebas adsorción atómica, balística y huellas
en el arma, que sustente que en realidad existió un combate entre miembros del
EJERCITO NACIONAL e integrantes de las bandas criminales nos lleva a reafirmar nuestra
posición de que se presentó una ejecución extrajudicial.

Es importante señalar que crea sospecha el testimonio del señor JHONATAN ALEXIS
GARCIA ACOSTA, que en su declaración manifestó que el señor GILBERTO BERMUDEZ
BARRETO, andaba con integrantes de las BACRIM, toda vez que el testigo al momento
de rendir declaración se encontraba prestando servicio militar, de ahí que se encontraba
en una situación de subordinación frente a la demandada EJERCITO NACIONAL por lo
que lo declarado por esté debió valorarse de forma objetiva y razonable puesto que su
testimonio podría estar acomodado.

En el plenario están los testimonios de ABRELIANO BERMUDEZ Y CAMEN ROSA


BERMUDEZ BARRETO, ANGEL MANUEL BARRERA MEDINA, quienes manifestaron que
el señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO, no podía empuñar un arma de fuego toda
vez que tenía una fractura en una mano y debido a ello no fue acto para prestar el
servicio militar. Por lo que no tiene asidero la afirmación de que la víctima hubiera
podido atacar a miembros uniformados y entrenados del EJERCITO NACIONAL.

Con los testimonios de ANGEL BARRERA MEDINA, CAMEN ROSA BERMUDEZ


BARRETO Y ABRELIANO BERMUDEZ, se demostró que el señor GILBERTO BERMUDEZ
BARRETO, era una persona que se dedicaba a las labores del campo y debido a
oportunidades laborales se trasladó al Departamento del Vichada.

En consecuencia de lo anterior solicito a la señora Magistrada revocar la sentencia del 30


de abril de 2014, proferida por el juzgado Quinto Administrativo de Descongestión
Judicial de Villavicencio, y en su lugar condenar a la NACIÓN- EJERCITO NACIONAL,
por la ejecución extrajudicial de la que fue objeto el señor GILBERTO BERMUDEZ
BARRETO, en hechos ocurridos el día 11 de febrero de 2008 en la finca “san Benito“
vereda los desplazados jurisdicción del Municipio de Puerto Gaitan Meta por parte de
miembros del batallón de infantería aerotransportado No 20 general MANUEL
ROERGAS SERVIEZ, adscrito a la séptima brigada del EJERCITO NACIONAL de
Villavicencio.

Como consecuencia de la anterior declaración. solicito a la señora Magistrada se condene


a la demandada al pago de perjuicios materiales(lucro cesante)morales y Daños a la vida
y relación conforme al precedente jurisprudencial que sobre graves violaciones a los
Derechos Humanos existe en la actualidad, en lo referente a la aplicación del artículo 97
del Código Penal, que se relaciona con la indemnización por concepto de perjuicios
morales hasta por la cuantía de MIL (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes,
tal como lo manifestó el CONSEJO DE ESTADO en Sentencia del 25 de septiembre de
2013, consejero ENRIQUE GIL BOTERO, que al respecto:

No obstante lo anterior, sí le asiste razón a los recurrentes al precisar que es


posible reconocer un perjuicio moral superior al otorgado por el Tribunal de
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primera instancia, ya que existen circunstancias objetivas que permiten su


liquidación con otros estándares diferentes a los tradicionales, tal y como se
desarrollará a continuación. En relación con el perjuicio moral, debe precisarse
que la Sala en diversos pronunciamientos ha señalado que este tipo de daño se
presume en los grados de parentesco cercanos, puesto que la familia constituye el
eje central de la sociedad en los términos definidos en el artículo 42 de la Carta
Política. De allí que, el juez no puede desconocer la regla de la experiencia que
señala que el núcleo familiar cercano se aflige o acongoja con los daños irrogados
a uno de sus miembros, lo cual es constitutivo de un perjuicio moral.

En este orden de ideas, se accederá a los requerimientos elevados en la


demanda, motivo por el que los perjuicios morales serán decretados, previo
señalamiento de que conforme a lo expresado en sentencia del 6 de septiembre
de 2001, se ha abandonado el criterio según el cual se estimaba procedente la
aplicación analógica del artículo 106 del Código Penal de 1980, para establecer el
valor de la condena por concepto de perjuicio moral, considerando que la
valoración del mismo debe ser hecha por el juzgador en cada caso según su
prudente juicio, por ello se sugirió la imposición de condenas por la suma de
dinero equivalente a cien (100) salarios mínimos legales mensuales, en los
eventos en que aquél se presente en su mayor grado.

No obstante lo anterior, es preciso señalar que el parámetro empleado en las


providencias mencionadas tuvo como fundamento el arbitrio iuris, en la medida en
que se apartó de la valoración en gramos oro del perjuicio moral establecida en el
Código Penal de 1936, para adoptar la tasación en salarios mínimos legales
mensuales fijada en el nuevo Código Penal del año 2000 (ley 599) –valoración del
daño que en el Código Penal de 1980 se encontraba regulada en los artículos 103
y siguientes de ese cuerpo normativo– pero sin tener en cuenta el tope máximo allí
referido, puesto que, en criterio de la Sala, el citado monto comprende una
indemnización del daño cuando éste no es valorable pecuniariamente, es decir,
tanto los perjuicios inmateriales como los materiales cuando no exista prueba de
su cuantía.

(….)

Entonces, no puede ser indiferente la necesidad de graduar la indemnización del


daño inmaterial, pues como se indica en las directrices de Theo van Boven, “la
reparación deberá ser proporcionada a la gravedad de las violaciones”40; en
consecuencia, si el Estado colombiano reconoce legalmente la posibilidad de que
los jueces decreten indemnizaciones del perjuicio inmaterial hasta la suma de
1.000 SMMLV, en aquellas situaciones en las que el daño se deriva de una
conducta punible, el juez de la reparación no puede ser indiferente a esas
directrices objetivas que además vienen delimitadas por el derecho internacional
de los derechos humanos y que se entronizan en el ordenamiento interno,
concretamente a partir de la cláusula contenida en el artículo 93 de la Carta
Política.

En efecto, ya la jurisprudencia de la Corte Constitucional y de la Sala de Casación


Penal de la Corte Suprema de Justicia han avalado la aplicación en concreto del
artículo 97 del Código Penal, es decir, la posibilidad de que se decreten
indemnizaciones por concepto de daño inmaterial hasta por 1.000 SMMLV,
conforme a la libre apreciación –según el arbitrio iuris y la sana crítica–, que
efectúe el operador judicial en cada caso concreto, siempre y cuando se encuentre
acreditado que el daño es la consecuencia de la comisión de un delito, tal y como
ocurre en el caso sub examine.

Lo anterior, comoquiera que la Sala al examinar el contenido y alcance del artículo


97 del Código Penal vigente (ley 599 de 2000) –valoración del daño que en el
Código Penal de 1980 se encontraba regulada en los artículos 103 y siguientes de
ese cuerpo normativo– encuentra que, en aquellos eventos en los cuales el daño
antijurídico haya tenido origen en una conducta delictiva, como ocurre en el caso
en estudio, siempre que ese daño resulte imputable al Estado la valoración del
perjuicio extrapatrimonial podrá decretarse con fundamento en los baremos de la
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disposición mencionada, esto desde luego, dentro de los límites fijados en la litis,
esto es, las pretensiones y excepciones contenidas en la demanda y la
contestación; no obstante, se reitera, en aquellos supuestos en que el daño tenga
origen en una grave violación a derechos humanos, los principios de congruencia
y de no reformatio in pejus no operan en materia de la responsabilidad patrimonial
del causante del daño y, por lo tanto, será posible que el juez desborde el marco
contenido en la demanda y en la contestación, en lo atinente a la imposición de
medidas de justicia restaurativa.2

Postura que fue reiterada en la Sentencia (29.979) del 20 de Octubre de 2014, del
Consejero ENRIQUE GIL BOTERO, en la cual manifiesta que para que opere la
indemnización de hasta MIL (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, el
resultado del hecho dañoso provenga de una conducta punible, y en el presente caso
existió la conducta punible, puesto que el señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO, fue
ejecutado por miembros del EJÉRCITO NACIONAL, conducta que es considerada como
una grave violación a los Derechos Humanos, razón por la cual, es procedente evaluar el
perjuicio causado a los demandantes.

En el presente caso reiteramos, que nos encontramos ante una grave violación a los
Derechos Humanos de la que fue víctima el señor GILBERTO BERMUDEZ BARRETO, y
por lo tanto solicito a la señora Magistrada, en caso de no acoger el planteamiento
expuesto en el párrafo anterior, respecto al reconocimiento de MIL (1000) salarios
mínimos legales mensuales vigentes; se sirva reconocer como quantum de indemnización
por concepto de perjuicios morales a cada uno de los demandantes CUATROCIENTOS
(400) salarios mínimos legales mensuales vigentes a la ejecutoria de la Sentencia.

También solicito señora Magistrada, se condene a la demandada al pagar a cada uno de


los demandantes por concepto daños a la vida y relación (alteración a las condiciones de
existencia), el equivalente a CUATROCIENTOS (400) salarios mínimos legales mensuales
vigentes, a la ejecutoria de la Sentencia. Toda vez que los derechos a la vida, a la libertad
y la integridad personal tiene protección de tratados internacionales de Derechos
Humanos en los que hace parte Colombia, y en desarrollo de la obligación del Estado de
impedir que se presenten casos de ejecuciones extrajudiciales se debe reparar los derechos
de los familiares de las víctimas de este flagelo. Y para el presente caso no presentaría
incongruencia con lo pedido en la demanda, toda vez que el CONSEJO DE ESTADO, ha
considerado que en razón del principio de reparación integral por razones de violaciones
a derechos humanos el estado debe reparar el integrum los daños que se deriven de la
violación de derechos humanos.3

Respetuosamente,

2
Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, sentencia del 25 de septiembre de 2013, radicado
05001-23-31-000-2001-00799-01(36460)Consejero ponente: ENRIQUE GIL BOTERO

3
Sentencia de 20 de febrero de 2008, expediente 16996, C.P.ENRIQUE GIL BOTERO, en igual sentido la
sentencia de 21 de febrero de 2001, expediente 20046, C.P. MAURICIO FAJARDO GOMEZ.
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JAMES HURTADO LÓPEZ


C.C. 7.533.082 de Armenia Q.
T.P. 49.275 del C. S. J.

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