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Proyecto de Tesis Doctoral

Expertos y Ciudadanos en la esfera pública.


Un modelo de análisis de las dimensiones
epistémicas, políticas y culturales
de la Comprensión Pública de la Ciencia

Doctorando:

Programa de Doctorado: Ciencia y Cultura

Departamento de Lingüística, Lenguas Modernas,


Lógica y Filosofía de la Ciencia, Teoría de la Literatura
y Literatura Comparada

Director:
Fecha
1. Antecedentes y estado actual del tema

Dar cuenta del estado del arte en el campo de Comprensión Pública de la Ciencia1 supone
intentar dotar de coherencia y consistencia a un espacio en el cual lo predominante, a primera vista,
resultan la fragmentación y dispersión. Ello implica, por una parte, captar la pluralidad de agentes
e intereses que lo constituyen –cognitivos y prácticos-; los consecuentes solapamientos que lo
atraviesan –investigación y acción, descripción, prescripción y evaluación-; la diversidad de
perspectivas disciplinares que en él confluyen –cada una con sus respectivos compromisos
epistemológicos, marcos teóricos y abordajes metodológicos- y los diálogos que se entablan o no
entre ellas.
Diversos autores coinciden en señalar la década de los ’80 en los EE.UU. y el Reino Unido
como el inicio de una serie de estudios cuantitativos sistemáticos y a gran escala acerca de la
relación de sus ciudadanos con la ciencia, que durante los años subsiguientes se reprodujeron con
modificaciones poco sustanciales en otras naciones desarrolladas como Japón y Canadá, y en el
espacio de la Unión Europea en su conjunto. (Gregory y Miller, 1998; Pardo y Calvo, 2002 y 2004;
Miller, J., 2004; Miller, S., 2001). Sin embargo, también existe consenso en que los fundamentos
de esta empresa deben remontarse al estudio dirigido por R. Davis en 1957 en Norteamérica, con el
patrocinio de la National Association of Scientific Writers. Según Pardo y Calvo (2002:163), este
trabajo fue pionero en el planteamiento de las variables de investigación que constituyen hasta hoy
el núcleo fuerte de las encuestas de medición de la cultura científica de los miembros de una
sociedad: a) grado de interés; b) grado de información; c) fuentes de información; d) comprensión
de nociones científicas –conocimiento de contenidos-; e) comprensión de lo que significa estudiar
algo científicamente –conocimiento acerca de los métodos de la ciencia-; f) actitudes hacia los
efectos y límites de la ciencia; g) imágenes y predisposición hacia la profesión de científico.
“Interés por la ciencia”, “disposición de conocimientos científicos” y “actitud hacia la ciencia”
conforman desde entonces un triángulo de referencia que resultará difícil desmontar. De los
resultados obtenidos en aquella oportunidad, además de constatarse el escaso nivel de
conocimiento científico de la población norteamericana, se infería por primera vez una correlación
entre las dimensiones cognoscitivas y actitudinales de la percepción social: entre los sujetos
indagados, un bajo nivel de interés (a) e información (b), de conocimiento acerca de contenidos (d)
y métodos (e) científicos, aparecía asociado con actitudes de mayor temor y escasa valoración de la
ciencia (f) y sus profesionales (g), y viceversa. La conjetura fuerte del programa, vigente en
esencia hasta la actualidad, estaba planteada: la falta de conocimiento en la sociedad no sólo es
notoria, sino que aparece empíricamente asociada con actitudes negativas o de desinterés hacia la
ciencia. El hoy ampliamente reconocido como “Modelo del Déficit Cognitivo” tuvo hace ya medio
siglo su formulación original.
El recorrido que va de aquel estudio que sentó las bases del campo hasta una de las
herramientas actuales más poderosas de medición de la cultura científica 2 involucró en un primer
momento el trabajo de sendos grupos de investigación. El primero, dirigido por Miller en los

1
Comprensión o Percepción Pública de la Ciencia son los modos más habituales con que se refiere en lengua
española el área de Public Understanding of Science –por su denominación predominante en su vertiente
europea, gestada originalmente en el Reino Unido-. En general, en lo que sigue optamos por emplear el
primero de esos términos por considerarlo no sólo una traducción más ajustada sino también más
significativa para los intereses y alcances de nuestro propio enfoque. Referido en mayúsculas aludirá al
campo disciplinar, mientras que utilizaremos minúsculas cuando “comprensión...” remita al objeto en sí.
2
Por el alcance geográfico, la cantidad de sujetos observados, los recursos con que cuentan y las
repercusiones de sus resultados, tanto las series de Eurobarómetros“Europeans, Science and Technology”, de
carácter general, como aquellas vinculadas con temas específicos como medio ambiente o biotecnologías,
constituyen actualmente las encuestas de percepción pública más relevantes a nivel mundial.
EE.UU., condujo desde 1979 la serie bianual Science Indicators de la National Science
Foundation. Una década después, en 1988 se iniciaron las encuestas en el Reino Unido a cargo de
Durant y sus colaboradores (Durant, Evans y Thomas, 1989). En un trabajo conjunto basado en
experiencias previas, ambos equipos realizaron el primer estudio comparativo de alfabetización
científica y actitudes hacia la ciencia de ciudadanos de ambos países. La homogeneidad entre
diseños e instrumentos de investigación resulta imprescindible para comparar resultados y
tendencias en el tiempo; por lo tanto, no es de extrañar que las técnicas de construcción de datos,
una vez que se las ha probado y evaluado como válidas y confiables, tiendan a estandarizarse y
replicarse con escasas o ninguna modificación. Cuando el modelo de medición de Miller y Durant
se consideró estabilizado, se reprodujo en diversos estudios a escala nacional y transnacional.
El déficit cognitivo como modelo de explicación de la comprensión pública de la ciencia –y
como fundamento de las políticas públicas destinadas a mejorarla- comienza a ser debatido desde
diversas posiciones hacia comienzos de la década de los ’90, y ese cuestionamiento se mantiene
vigente. Algunas críticas se mantienen dentro de la lógica del enfoque cuantitativo de las surveys,
si bien ponen en tela de juicio la forma de construcción y medición de los conceptos, las
herramientas estadísticas empleadas, y aún apuntan al núcleo fuerte del modelo al enfatizar las
reiteradas oportunidades en que fue refutada empíricamente la hipótesis de asociación lineal entre
conocimientos y actitudes del público. Otras, más radicales, se dirigen a los fundamentos
epistemológicos, teóricos y metodológicos del campo en su totalidad: no se trata de señalar las
falencias del modelo sino de afirmar que su valor heurístico es nulo para dar cuenta de las
relaciones entre ciencia y público, y que los métodos cuantitativos empleados no son acordes a la
complejidad del objeto. Entre las primeras, Pardo y Calvo (ob.cits.) realizan una crítica penetrante
a varios aspectos propios de la tradición cuantitativa de investigación. En particular, a la hipótesis
de la correlación positiva entre las variables de actitud hacia la ciencia y conocimiento disponible,
refutada por lo menos parcialmente por diversos estudios empíricos que muestran que la relación
entre ambas categorías no resulta estadísticamente significativa. En la misma línea de
argumentación, Peters (2003) sostiene que la mayoría de las investigaciones revelan que las
relaciones entre nivel de conocimiento y actitudes hacia la ciencia –aun cuando se las encuentra
positivas- resultan variadas, habitualmente débiles y no-monótonas. Otros cuestionamientos
(Gaskell et. al., 2006; Pardo y Calvo, 2004) se dirigen hacia el modo en que cierto tipo de juicio
normativo acerca de lo que constituye un ciudadano científicamente alfabetizado determina el tipo
de indicadores que se emplean en la construcción de escalas de conocimientos. Las cuales, en la
evolución de las surveys, quedaron reducidas a conceptos y proposiciones acerca del mundo
natural y de algunas características –estereotipadas o estilizadas- del método científico.
Por otra parte, un embate profundo y abarcativo a la tradición cuantitativa en el campo de
Comprensión Pública de la Ciencia es el que se inicia con una serie de estudios de casos realizados
a partir de la década de los ’90. Los autores involucrados en el “giro etnográfico” (Irwin y Michael,
2003), “enfoque contextual” (Miller, S., ob.cit.), o “perspectiva constructivista” (Wynne, 1995),
introducen aportes propios de la sociología del conocimiento científico y de las diversas corrientes
de estudios culturales sobre ciencia y tecnología, con lo cual no sólo inauguran una etapa de crítica
global en el campo sino que, asimismo, impactan sobre su estructura disciplinar. El enfoque
etnográfico-contextual pone en tela de juicio de manera holística al programa empírico: se
cuestionan a la vez y en un mismo movimiento sus presupuestos epistemológicos, la definición de
conceptos básicos y el método de investigación. Desde su aproximación, el modelo de déficit no
permite describir ni interpretar adecuadamente el modo en que se vinculan ciencia y ciudadanos;
de hecho, postular la existencia de una brecha cognitiva es el gran error sobre el cual se construyó
el campo. Por otra parte, dado que todo saber se construye, circula y valida en un contexto
particular mediante procesos complejos de negociación de significados entre los agentes, es
necesario un abordaje metodológico que permita dar cuenta de esas interacciones, del modo en que
los sujetos construyen sentidos para la ciencia por referencia a cuestiones específicas en escenarios
concretos. Aquello que los estudios de generalización omiten por fuerza, los estudios de caso
cualitativos, situados y en profundidad, permiten poner de relieve: la historicidad no sólo de las
formas de circulación y apropiación colectiva del conocimiento científico, sino de lo que éste
signifique para los individuos en cada circunstancia en particular. Desde su irrupción en la década
de los ’90, el programa etnográfico-contextual contribuyó de manera significativa a ampliar y
renovar el campo en diversas direcciones, epistemológicas, conceptuales y metodológicas.
En su relativamente breve historia, el estudio de la cultura científica tuvo una evolución
fructífera en muchos aspectos: la interacción entre ciencia y públicos adquirió de manera
progresiva la visibilidad que registra actualmente, y se consolidó a la vez como objeto de estudio
relevante y como espacio sobre el cual ejercer una acción metódica; la investigación se hizo
sistemática y la intervención, planificada y controlada; al interés por contar con información
instrumental a los fines de las políticas públicas se añadió el interés por producir un conocimiento
más penetrante y reflexivo, situándolo en la intersección de diversos marcos interpretativos.
Al momento, en el campo de Comprensión Pública de la Ciencia coexisten dos programas de
investigación alternativos. Desde una perspectiva lakatosiana, podría afirmarse que el fundacional
se encuentra en fase regresiva: severamente cuestionado su núcleo central –tanto en lo sustantivo
como en su escasez de elaboración teórica- y, para los más críticos, agotado en su capacidad de
explicar la complejidad y variabilidad de la comprensión pública de la ciencia y de predecir la
aparición de nuevos fenómenos relativos a ella. Sin embargo, la caducidad definitiva de un
programa sólo puede afirmarse taxativamente a posteriori, ya que el mismo puede recuperar su
carácter progresivo; en este sentido, la reorganización visible que se está gestando al interior del
abordaje cuantitativo puede significar la transición hacia una nueva etapa. Agotado o en
recomposición, los cuestionamientos epistémicos no han logrado hacer mella en su valor
instrumental: las encuestas de percepción pública de la ciencia y la elaboración de indicadores de
generalización gozan de financiamiento público y respeto a sus resultados en todo el mundo
desarrollado. En el plano de las prácticas, si “comunicar la ciencia al público” fue un imperativo
derivado de la interpretación en términos de déficit cognitivo, entonces el énfasis contemporáneo
que se le confiere no muestra otra cosa que la persistencia del modelo en que fue originado.
El programa etnográfico-contextual, por su parte, estaría en una etapa de desarrollo y expansión
de su heurística positiva: su aproximación al objeto ya no destaca sólo por la novedad u
originalidad que representó en su momento, sino por algunos aportes sustantivos a la comprensión
de las peculiaridades y matices involucrados en el encuentro entre ciencia y sociedad. Sin embargo,
no logra despegar del todo de una instancia de autoafirmación que se demuestra en la reiterada
insistencia en poner de manifiesto las debilidades del otro. Asimismo, por lo pronto aún no se
advierte con claridad cuál será el aporte conceptual relevante que este programa pueda realizar al
campo, algo que efectivamente lo diferenciaría de los escasos alcances teóricos de su predecesor.
En este sentido, su énfasis en la casuística apunta, en todo caso, en la dirección contraria.
Desde nuestro punto de vista, hasta el momento la disciplina no ha logrado desarrollar una
producción teórica consistente, o aún avanzar en la apropiación creativa del marco de una teoría
social más amplia en el cual inscribir la comprensión del objeto. Transcurrida más de una década
de controversia acerca del objeto, consideramos que la dinámica del campo se ha estabilizado en la
discusión permanente alrededor de un modo particular de entender la cultura científica y sus
implicaciones para la relación ciencia-sociedad. Tanto sea que se lo revise minuciosamente desde
dentro o se lo cuestione agudamente desde fuera, la reflexión se encuentra entrampada dentro de
los límites de problemas y categorías que él impone. Ensayar vías alternativas de aproximación
constituye una opción legítima para comenzar a superar ese panorama, en la medida en que éstas se
orienten sobre aspectos hasta el momento menos tematizados. De allí que entre las propuestas de
renovación del campo señaladas por diversos autores (Dierkes y von Grote, eds., 2003) las más
relevantes son precisamente las que mueven los ejes de la investigación hacia ángulos poco
explorados de la relación entre ciencia, ciudadanos e interfaces. Entre ellas, cómo intervienen en el
vínculo mediaciones tales como la confianza en la autoridad de los expertos; su credibilidad en
tanto sujetos individuales o colectivos; sobre qué fundamentos se establecen dichas mediaciones, y
en qué circunstancias se expanden, se retraen o se deniegan; cuál es el papel que cumplen –o
deberían cumplir- las prácticas comunicacionales en esos procesos.
La perspectiva que proponemos desarrollar en esta Tesis se sitúa en ese movimiento: su
objetivo, como se detalla en el apdo. 2, es construir un modelo para el análisis de la cultura
científica que desplace la relevancia teórica hacia otras facetas del problema y, por ende, permita
reorientar los énfasis de la indagación. Dicho modelo surge de la articulación de elementos
provenientes dos fuentes conceptuales: en primer lugar, de los aportes de ciertas corrientes de
Epistemología Social (Fricker, E. 2002; Fricker, M. 2007; Goldman, 2001, 1999; Hardwig, 1991,
1985; Holton, 1994; Kitcher, 2001, 1992) que indagan en las relaciones socioepistémicas que
contribuyen a la circulación social del conocimiento del conocimiento, la adscripción de autoridad
cognitiva a los expertos y la adquisición de conceptos por vía testimonial; en segundo lugar, de la
Teoría de las Representaciones Sociales (Abric, 2001, 1993; Christidou, Dimopoulos y Koulaidis,
2004; Deaux y Philogéne, 2001; Duveen y Lloyd, 1990; Farr, 1993; Farr y Moscovici, 1984;
Jovchelovitch, 2006; Moscovici, 1979), centrada en el modo en que ciertas construcciones
simbólicas –las representaciones de los sujetos- inciden sobre su modo de entender el mundo y
relacionarse con él y entre sí. De acuerdo con las conclusiones alcanzadas en exploraciones
previas3, la confluencia de ambos marcos teóricos es valiosa a los fines de construir una
perspectiva más amplia y sólida para el análisis de las relaciones entre ciencia y públicos,
reorientar el planteamiento de los interrogantes disciplinares y mejorar sus aspectos explicativos.

2. Objetivos de la investigación

El propósito de esta Tesis Doctoral es desarrollar un enfoque teórico que contribuya, en primer
término, a renovar el tipo de discusiones y abordajes vigentes en el campo de Comprensión Pública
de la Ciencia, como así también a paliar las carencias conceptuales que lo atraviesan. El aporte a
realizar supone, en segundo término, que esta reconstrucción de sus objetos, preguntas e intereses
tendrá derivaciones positivas para los planos normativo y práctico de la disciplina.
La investigación parte de la premisa de que el problema de la comprensión pública de la ciencia
involucra dimensiones epistémicas, culturales y políticas estrechamente vinculadas entre sí; las
cuales, hasta el momento, no han logrado ser satisfactoriamente integradas en las aproximaciones
al objeto desplegadas por los programas de investigación vigentes. En consecuencia, se trata de
generar y fundamentar un modelo teórico que abarque a todas ellas, y sea capaz de dar cuenta del
modo en que se manifiestan en la interacción entre las comunidades de expertos y el público.
Lateralmente, esperamos que el modelo sirva asimismo como fundamento del diseño y gestión de
prácticas más efectivas de comunicación entre los agentes científicos y ciudadanos.
En el plano empírico, lo que nos interesa en particular determinar es el modo en que la
separación cultural entre los agentes de la comprensión pública de la ciencia –manifiesta en sus
representaciones sobre la “cientificidad”, en la percepción de los objetos y sujetos, intereses,
valores y prácticas que la conforman y distinguen- puede tener consecuencias prácticas sobre su

3
“Comprensión Pública de la Ciencia. Avances preliminares para una renovación conceptual”. Trabajo de
investigación presentado ante el Tribunal de Estudios Avanzados en este programa doctoral el 01/10/07.
interacción cognitiva. Ello implica trasladar el peso de la brecha entre expertos y públicos del
orden de la información no compartida –la forma en que, hasta el momento, se la ha abordado
teóricamente y procurado gestionar en la práctica- al orden simbólico de las representaciones no
compartidas. Desde este punto de vista, indagar en cuáles son las imágenes prevalecientes sobre el
objeto ciencia que sostienen los tres grupos de agentes involucrados en el proceso -científicos,
interfaces mediadoras, y públicos- nos permitirá dar cuenta de las condiciones previas sobre las
cuales se entabla el intercambio epistémico.

Los Interrogantes que permiten especificar el problema objeto de estudio son los siguientes:
1. ¿Cuál es el contenido sustantivo de las imágenes sobre ciencia que sostienen científicos,
divulgadores y públicos? ¿Cómo intervienen esas representaciones en las prácticas de
interacción que se entablan entre ellos?
2. ¿Bajo qué constricciones, si alguna, se produce la atribución normativa de autoridad epistémica
que permitiría a los legos el acceso a la comprensión deferencial del conocimiento científico?
¿En qué medida los diferentes contextos en que se despliega la relación con los expertos
influyen en las normas y mecanismos de asignación de credibilidad?
3. ¿Qué consecuencias tienen sobre la interacción las representaciones que –por su parte-
conforman la percepción de los expertos respecto del público? ¿Qué papel cumple su propia
imagen del ciudadano en su calidad de agente cognitivo, en favorecer u obstaculizar el proceso?
En otras palabras, ¿es el público percibido como un agente con el cual tiene razón y valor
embarcarse en un intercambio de conocimientos y promover la discusión respecto de ellos?
4. En aquellas situaciones donde la interacción entre los agentes aparece mediada por una interfaz
comunicacional, ¿es posible discernir la confianza depositada en la autoridad epistémica de los
expertos de aquella que el público atribuye a la instancia mediadora? ¿En qué medida ambas se
solapan, se complementan o contraponen? ¿Es posible suponer que, en ciertos casos, la segunda
termina por suplantar a la primera?
5. ¿Qué tipo de representaciones acerca de la ciencia contribuyen a crear y sostener los medios de
comunicación de masas, en particular la prensa gráfica, entre los ciudadanos?

Objetivos Generales
1. Construir un modelo de análisis para el campo de Comprensión Pública de la Ciencia
abarcativo de las dimensiones culturales y epistémicas que integran el fenómeno.
2. Detectar y comparar el contenido sustantivo de las representaciones acerca de lo que constituye
la “cientificidad” para los grupos de agentes involucrados en el problema de la comprensión
pública de la ciencia: científicos, mediadores, y públicos.
3. Determinar los aspectos más notorios de diferenciación entre las representaciones de los
agentes, como punto de partida para reorientar las acciones prácticas en el plano de la
comunicación pública de la ciencia.

Objetivos específicos
1. Detectar las representaciones sociales vigentes sobre el objeto ciencia -objetos, sujetos,
intereses, valores y prácticas que la configuran- entre científicos, interfaces y públicos.
2. Comparar la estructura de las respectivas representaciones en función de sus contenidos
sustantivos y la organización de sus elementos centrales y periféricos, a fin de determinar los
aspectos divergentes que obstaculizan la comunicación entre los grupos de individuos.
3. Determinar si existen autoestereotipos y heteroestereotipos grupales derivados directa o
indirectamente del contenido de las representaciones de ciencia de cada grupo y, dado el caso,
en qué aspectos intervienen en la relación que se entabla entre sus miembros.
4. Evaluar en qué medida esas representaciones condicionan el desarrollo de la interacción
epistémica, haciéndolo más o menos favorable para la apropiación social del conocimiento.

3. Metodología, hipótesis y plan de trabajo

Como se expresó previamente, la primera etapa del trabajo consistirá en la elaboración y


fundamentación de un modelo teórico para el análisis de la comprensión pública de la ciencia,
sustentado en la articulación de conceptos provenientes de ciertas corrientes de Epistemología
Social y de la Teoría de las Representaciones Sociales. Es de esperar que el modelo producto de
esta fase inicial permita ajustar las hipótesis que con carácter orientativo se plantean a continuación

Hipótesis preliminares
1. Las representaciones sociales condicionan el desarrollo de la interacción epistémica entre
expertos, interfaces y ciudadanos y, por ende, inciden directamente en las posibilidades de
distribución y apropiación social del conocimiento científico.
2. La heterogeneidad en los modos en que son percibidos los objetos y sujetos, intereses,
valores y prácticas que constituyen el sentido de la cientificidad, configuran un plano de
separación simbólica entre los agentes cuyas consecuencias se manifiestan en sus prácticas
de intercambio cognitivo:
- Determinan el contexto significativo de la comunicación, en el cual cada grupo define el
sentido de los términos y conceptos que emplea en su transcurso.
- Influyen sobre un conjunto de actitudes directamente relacionadas con el desarrollo de la
interacción testimonial con que cada uno se implica y desenvuelve en el diálogo.
- Intervienen en la auto-comprensión y comprensión mutua de los interlocutores como agentes
cognitivos y, a través de ella, en los procesos de valoración recíprocas como tales.

Diseño Metodológico
La investigación se sitúa en el paradigma hermenéutico-interpretativo (cualitativo) y sus
objetivos son de naturaleza descriptiva y explicativa (con las limitaciones propias de la
concepción de explicación en el paradigma adoptado). El diseño es de tipo post-facto, el alcance
temporal es sincrónico. El estudio empírico comprende la identificación y comparación de las
representaciones sociales de tres grupos de agentes involucrados en el proceso de comprensión
pública de la ciencia -expertos, periodistas especializados en ciencia y tecnología, y públicos-
acotados al contexto de la República Argentina durante el lapso previsto para la recolección de
datos (véase Plan de Trabajo). Los datos serán analizados mediante el software Atlas ti. A
continuación se resumen los aspectos más relevantes del diseño empírico.

Fuentes de información:
Primarias: Individuos.

Poblaciones y Muestras
1. Científicos y tecnólogos: El Universo o población objeto de estudio está compuesto por
todos los investigadores científicos y tecnológicos que revisten en dos sistemas que regulan
la carrera científica en Argentina (CIC-CONICET y CDI-SPU).4 La selección de las

4
En Argentina existen dos sistemas que agrupan a los investigadores de todas las disciplinas: la Carrera
del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CIC-
unidades de observación se realizará mediante la técnica de muestreo por juicio o
estratégico. El criterio para la selección será que los individuos revisten en diferentes
escalones de los respectivos sistemas y provengan de diferentes áreas disciplinares. El
tamaño muestral no está definido a priori, sino que se determinará por el criterio de
saturación muestral –se produce cuando las nuevas unidades no aportan información
relevante de carácter novedoso. El piso muestral es de 12 casos.

2. Comunicadores especializados en ciencia y tecnología. El Universo o población objeto de


estudio está compuesto por todos los periodistas y/o divulgadores especializados en
comunicación de la ciencia y la tecnología que se desempeñen actualmente o se hayan
desempeñado en un lapso reciente en medios de comunicación masiva argentinos,
audiovisuales o gráficos; en agencias de noticias científicas; en áreas institucionales de
comunicación científica. La selección de las unidades de observación se realizará mediante
la técnica de muestreo por juicio o estratégico. Los criterios para la selección serán el perfil
especializado en temas de ciencia y tecnología, y que en su desarrollo profesional
demuestren una dedicación exclusiva o semi exclusiva al área. El tamaño muestral se
determinará por el criterio de saturación ya descrito. El piso muestral es de 12 casos.

3. Público. El Universo o población objeto de estudio está compuesto por individuos a partir de
los 20 años de edad, provenientes de un medio urbano. El tipo de muestreo será por cuotas,
en función de tres variables: género, edad y nivel educativo. De acuerdo a los requerimientos
de la técnica de grupos focales para la recolección de información de este segmento, los
subgrupos convocados para cada sesión de discusión serán homogéneos en su interior y
heterogéneos entre sí por referencia a ellas. El modo de reclutamiento de las unidades de
observación será por contacto personal y por bola de nieve (a partir de un contacto inicial).
El tamaño muestral se estima en una cantidad que oscilaría entre los 50 y 70 casos.

Técnicas de Recolección de Información


1. Entrevistas en profundidad semi-estructuradas con los grupos 1 (investigadores científicos y
tecnológicos) y 2 (comunicadores especializados en ciencia y tecnología).
2. Grupos focales de discusión con los miembros del grupo 3 (público lego).
Los instrumentos de recolección de información (cuestionario de entrevistas y guía de discusión
grupal) serán elaborados durante el transcurso de la investigación. Se prevé que tanto las
entrevistas como los grupos sean audiograbados, y se desarrollen de manera paralela durante el
lapso previsto para la recolección de información (ver Plan de Trabajo)

Plan de trabajo (orientativo)5


Actividades
1. Actualización bibliográfica.
2. Elaboración conceptual de las muestras correspondientes a los tres grupos de agentes que
conforman la población objeto de estudio.

CONICET) y la de Docentes Investigadores de UUNN de la Secretaría de Políticas Universitarias del


Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Algunas provincias y UUNN tienen sistemas propios,
pero los primeros son los que acreditan la condición de investigador en el sistema nacional.
5
Este Plan no incluye actividades adicionales del Doctorado ni las realizadas hasta el presente, sino
exclusivamente aquellas relacionadas con los próximos dos años en los cuales se prevé finalizar la Tesis.
3. Elaboración y prueba piloto de los instrumentos de recolección de información: a)
cuestionario para entrevistas; b) guion para discusión grupal; ajustes a los instrumentos.
4. Trabajo de campo: realización de entrevistas en profundidad.
5. Trabajo de campo: realización de grupos focales de discusión.
6. Análisis en proceso de la información proveniente de las entrevistas en profundidad y de
los grupos focales de discusión. 6
7. Consolidación y análisis integrado de la información.
8. Elaboración de informe de Tesis.

Cronograma

Año 1
M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 M9 M10 M11 M12
A1 X X X X X X X X X X X X
A2 X
A3 X X X X
A4 X X X X X X
A5 X X X X X X
A6 X X X X X X X
Año 2
M13 M14 M15 M16 M17 M18 M19 M20 M21 M22 M23 M24
A1 X X X X X X X X X X X X
A7 X X X X X
A8 X X X X X X X

4. Bibliografía más relevante

Abric, J-C. (2001). A structural approach to social representations. En: Deaux, K. y Philogène,
G. (eds.) ob.cit., 42-47.
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of social representation. Papers of Social Representations, 2 (2), 75-78.
Broncano, F. (2006). Entre ingenieros y ciudadanos. Filosofía de la técnica para días de
democracia. Barcelona: Montesinos.
Bucchi, M. (1998). Science and the media: alternative routes in scientific literacy. Londres:
Routledge
Christidou, V.; Dimopoulos, K. y Koulaidis, V. (2004). Constructing social representations of
science and technology: the role of the metaphors in the press and the popular scientific
magazines. Public Understanding of Science, 13, 347-362.
Deaux, K. y Philogéne, G. (eds) (2001). Representations of the social. Oxford: Blackwell.
Dierkes, M. y von Grote, C. (eds) (2003). Between Understanding and Trust. The Public,
Science and Technology. Londres: Routledge.
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Duveen, G. y Lloyd, B. (eds) (1990). Social representations and the development of knowledge.
Cambridge: Cambridge University Press.
Farr, R (1993). Common sense, science and social representations. Public Understanding of
Science, 2, 189-204
Farr, R. y Moscovici, S. (eds) (1984). Social representations. Cambridge: CUP.

6
De acuerdo con las características de la investigación cualitativa, los primeros análisis de la información
se realizan de manera paralela a su recolección.
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History and Philosophy of Science, 33, 373–383.
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Firmas

En Madrid, a días del mes de de 2…

El doctorando

El/los Director/es de la tesis


Fdo.: _________________________________

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