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I. ENDOSO EN PROPIEDAD
Es el que transfiere plenamente la propiedad del título y en consecuencia todo lo que surja del
mismo. Este causa dos efectos: uno principal que es el de transferir la titularidad del
documento al endosatario; y otro secundario, que es el de constituir al endosante en
responsable solidario de las prestaciones que el título incorpora; el efecto secundario puede
no presentarse si el endosante de manera expresa lo impide, al insertar la cláusula "sin mi
responsabilidad" u otro equivalente que denote su intención de no obligarse.
Desde el punto de vista formal el endoso puede ser de dos maneras: 1) Endoso completo, es el
que consiste en una razón puesta al reverso del título, en la que el endosante manifiesta
ensosarlo a determinada persona, fechándolo y firmándolo. 2) Endoso en blanco, consiste en
la simple firma del endosante puesta al reverso del título (Art. 665 C. Cm.). 3) Endoso al
portador, este es asimilado en sus efectos cambiarios al endoso en blanco, pero difiere en que
incluye la expresión "por endoso al portador" o "a la orden del portador" o simplemente "al
portador", además de la firma del endosante.
Las ventajas que proporcionan el endoso en blanco o al portador son la fácil negociación, la
rápida transferencia por la simple entrega del título, y además que la cambial puede darse en
caución o prenda, garantizando otra deuda. Los inconvenientes son por su parte, que permiten
la negociación de los títulos robados o perdidos.
El Art. 668 C. Cm. reglamenta este: "El endoso con la cláusula "en garantía", "en prenda" u otra
equivalente, confiere al endosatario los derechos, obligaciones del acreedor prendario
respecto al título endosado y a los derechos incorporados, comprendiendo las facultades del
endoso al cobro.
En este caso, los obligados no podrán oponer al endosatario las excepciones personales que
tengan contra el endosante..."
Es pues una forma de establecer un derecho real de prenda sobre la cosa mercantil. El endoso
en garantía es un endoso con efectos limitados, cuyo fin es garantizar otra obligación,
mediante la constitución de una prenda sobre el título. De allí que el endosatario en garantía
tiene todos los derechos de un endosatario en procuración, porque debe tener disponible
todos los medios para la conservación del título y para su cobro. Puede por tanto, endosar el
título en procuración, protestarlo, demandar su pago, etc., pero no podrá endosarlo en
propiedad, porque no es dueño del título.
El Art. 669 C. Cm. dispone: "El endoso que contenga la cláusula "al cobro" u otra equivalente,
no transfiere la propiedad, pero facultad al endosatario para presentar el documento a la
aceptación; para endosarlo al cobro y para protestarlo, en su caso.
El endosatario tendrá todos los derechos y obligaciones de un mandatario, incluso los que
requieren cláusula especial, salvo el de transmisión del dominio..."
- El endosante permanece como titular del crédito cambiario y el endosatario solo queda
legitimado para presentar el documento a aceptación, cobrarlo judicial y extrajudicialmente,
endosarlo al cobro, protestarlo, tendrá los derechos y obligaciones de un mandatario, incluso
los que requieran cláusula especial, pero jamás podrá endosar en propiedad.
A través del endoso la letra puede llegar de nuevo a las manos de quien ya estaba obligado
cambiariamente-endosante-girador-aceptante-avalista-, pero como no se da en sentido
estricto la confusión como medio para cancelar la obligación aquí las calidades de deudor y
acreedor se mantienen, es lo que se llama ENDOSO EN RETORNO.En este caso muy a pesar de
que se suman en una misma persona las calidades de deudor y acreedor, el crédito no se
extingue; el título sigue teniendo eficacia y el obligado a cuyo poder ha venido a parar el
documento, procede endosarlo nuevamente, y lanzarlo a la circulación válidamente.
El Código no lo consagra en forma expresa, pero la permite, cuando dice en el Art. 674 C. Cm.
"El tenedor legítimo de un título valor puede testar o cancelar válidamente los endosos, y
anotaciones de recibo posteriores a la adquisición, pero nunca los anteriores a ella, pero
deberá autorizar con su firma la testadura o cancelación". Se permite tachar los endosos
posteriores, porque todos los signatarios posteriores tienen el carácter de acreedores del
endosante a cuyas manos ha retornado el título; y no permite tachar los anteriores, porque se
rompería la cadena de los endosos.
Como sería absurdo que posteriormente se persiguiera al acreedor que obtuvo el pago del
título vencido, la ley otorga a esa transmisión por recibo los mismos efectos del endoso sin
responsabilidad.
EL ENDOSO JUDICIAL
No hay que olvidar el caso contenido en el Art. 661 C. Cm. el cual se refiere a la transmisión de
un título por medio distinto del endoso que puede por medio de Diligencias de jurisdicción
voluntaria hacer constar la transmisión y dicha constancia que pone el juez se tiene como
endoso.
- Legitima al adquirente, como nuevo y autónomo acreedor cambiario (endoso que no legitima
no es endoso)
6. EL AVAL
Es un acto jurídico cambiario, unilateral y completo, que se comporta como negocio abstracto,
mediante el cual se garantiza objetivamente el pago del título, siendo para el avalista una
obligación sustancialmente autónoma, pero formalmente accesoria de la obligación avalada,
que opera como una garantía.
Bolaffio ha escrito que el aval es la garantía objetiva del pago total o parcial de un título valor,
en favor de una persona determinada que se llama avalado, independientemente de la
obligación garantizada. 1/
El avalista no puede oponer al tenedor del título otras excepciones que no sean las
consignadas en el Art. 639 C. Cm. y en consecuencia no podrá invocar las excepciones que el
avalado hubiere podido oponer al demandante cambiario.
b. La fianza no se presume. En cambio el aval si se presume, según el Art. 726 C. Cm. indica que
la sola firma puesta en la letra cuando no se le pueda atribuir otro significado, valdrá como
aval.
d. En la fianza se aplica el principio que dice que lo accesorio sigue la suerte de lo principal; por
tanto, la nulidad de la obligación afianzada acarrea la nulidad de la fianza. En cambio en el
aval, lo accesorio no sigue la suerte de lo principal, o mejor dicho, tan principal es la obligación
del avalista como la del avalado, las dos obligaciones son autónomas e independientes una de
otra.
e. El aval es una garantía objetiva, ya que compromete al avalista al pago, aun, ante el vicio o
inexistencia sustancial de la obligación avalada. La fianza puede ser considerada una garantía
subjetiva, en tanto resulta necesaria para su eficacia la validez sustancial de la obligación
principal, y es prioritario la capacidad y condiciones personales del sujeto deudor de la
obligación principal.