EL MERCADO ANTIGUO DE HUÁNUCO

Hasta finales del siglo XIX, Huánuco no tenía un mercado. Las actividades comerciales se
realizaban en las diversas casas comerciales de las firmas Lafosse, Mantero, Gallo, Carranza,
Lambruschini, Repetto, Figueroa entre otras, en donde principalmente se expendían
productos no perecibles como la coca, el café, producidas en las haciendas del oriente, el
jamón serrano, el queso traídas desde la zona andinas, junto a las frutas de las huertas y al
aguardiente que empezaba su producción a nivel industrial en las haciendas de Vichaycoto,
Pacan...

En las principales festividades nacionales como el aniversario patrio se armaban toldos al

rededor de la plaza de principal en donde se ofrecían diversas viandas regionales, la chicha
de maní o la "shacta" para calentar las noches de invierno, junto a ellos también se ofrecían
los apetitosos panes de maíz, mistishongo y los dulces prestiños. (Aurelio Miro Quezada -
Costa Sierra y Montaña)

No fue hasta inicios del siglo XX que se construye el mercado "antiguo de Huanuco" en la
parte central de la ciudad denominada calle COMERCIO, (28 de julio y Huánuco) porque
era el lugar donde concentraba a las tiendas, boticas más importantes de la ciudad.

En un principio albergó en su interior a las expendedoras de chicha y picanteras para luego

en el transcurrir de los años la plaza que esta en su costado fuera también tomada por los
pequeños comerciantes (ambulantes) que expendían diversos productos perecibles
dinamizando el comercio en la ciudad.

A mediados del siglo pasado al rededor del mercado había algunos chifas hasta un templo
donde se veneraba a Buda y la mayoría de trabajadores del centro de abastos eran chinos o
sus descendientes.

MERCADO VIEJO DEBE SER DESALOJADO POR RIESGO INMINENTE

El subgerente de Riesgo y Desastres de la Municipalidad de Huánuco, José Fernando

Chocano Cavalíe, informó que según la evaluación del estado situacional del Mercado
Central (Mercado Antiguo o Mercado Viejo), se recomienda con carácter de urgenciaa
proceder con su desocupación por el riesgo alto en que se encuentran las personas, que
desarrollan sus actividades cotidianas, y aquellas que acuden a ese centro de abastos.
En los últimos años la informalidad ha pasado de ser el escape para las personas con
niveles bajos de escolaridad de la sociedad a ser la solución oportuna de los problemas de
empleo de la sociedad latinoamericana, sugiriendo entonces un sector de baja
productividad, de pequeño tamaño, de trabajo simple y de menor remuneración