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EL HERMANO HOSPITALARIO
Venerable Maestro, Queridos Hermanos todos:
En todas las logias hay un Oficial que en ocasiones pasa desapercibido, como es el hermano hospitalario.
Su función principal es la práctica de la caridad, en silencio y discretamente cubre las necesidades de los
hermanos enfermos, en desgracia, y, de los pobres o necesitados.
Esta función existe en todos los ritos y en todos los grados.
El limosnero u hospitalario es el encargado de recoger y de distribuir las limosnas, de inquirir y velar por la
buena situación de las viudas y huérfanos de los hermanos, de averiguar por los motivos de las ausencias que
no han sido justificadas ya que pueden tener que ver con sus competencias.
La existencia de este oficial se remonta a la antigua masonería, sin embargo y al igual que el tesorero, no se
encuentra entre los siete oficiales indispensables para que una logia sea justa y perfecta.
El hospitalario se sienta en el oriente, cerca del tesorero en la columna del Septentrión.
En el plano simbólico es “Jesed” la gracia en el árbol de Sefirot, la joya del hospitalario es una alcancía o una
simple bolsa.
El hospitalario administra una caja autónoma que se llama el Tronco de la Viuda.
Los masones haciendo referencia al Arquitecto Hiram son los hijos de la viuda.
Hiram fue hijo de una viuda, así como Horus que también nació de una viuda, Isis.
El hospitalario realiza lo esencial de su trabajo fuera de las reuniones y sus cualidades principales son el amor
y la entrega.
Los destinatarios de sus esfuerzos serán los hermanos en aprietos y las viudas.
Además el hospitalario se preocupará de las ausencias, independientemente de que se haya presentado o no
excusas. Deberá averiguar qué exactamente le ocurre al hermano que no asiste.
El hospitalario debe estar en permanente relación con el tesorero. Este último debe informarle de todos sus
problemas de cobro.
Además deberá visitar a sus hermanos enfermos o que sufran desgracia por cualquier causa, dando cuenta al
Venerable Maestro.
Recordemos que la masonería no es una institución de beneficencia, hay muchas otras instituciones que se
dedican a esto, sin embargo si debe funcionar como una asociación de soporte mutuo y deberá entregar su
óbolo al hermano que lo requiera. Independientemente de lo que requiera.
Si todos nosotros juramos servir y proteger a nuestros hermanos en desgracia y brindamos por ello en cada
tenida, es el hospitalario el vehículo que se utilizará para lograrlo. La desventura siempre tocará nuestras
puertas y nuestra masonería deberá correr a levantar al hermano lastimado. La masonería debe funcionar
como un monolito y canalizar su gracia a través del hospitalario.
Nuestra institución y sus inestimables miembros me han dado prueba de ello, cuando lo requerí y sin haberlo
solicitado, me resguardó con sus alas, igual ha ocurrido con mis hermanos. A veces se reclama consuelo y
afecto, a veces solamente se requiere un salario.
Pero nosotros juntos podemos ser más. Un grupo cada vez más numeroso de hermanos cautelosamente
escogidos, que juramos ante la verdad revelada servirnos unos a otros, debe ser un grupo poderoso.
Todos estamos en la obligación de brindar ternura y alivio, todos debemos servir a los hermanos en nuestras
diferentes funciones, todos nosotros conocemos a alguien que a su vez conoce a alguien que puede asistir a
un hermano en aprietos. Siempre algún eslabón de la cadena puede amparar a otro, pero es necesario
conocer lo que ocurre.
La nobleza de los masones impide que la mayoría de ellos acudan a la logia en busca de un bálsamo a sus
pesares a menos que estos sean de conocimiento público como la enfermedad, la muerte o una catástrofe,
pero que sabemos de los hermanos que guardan silencio en las columnas, yo estoy convencido que conozco
alguna persona que puede influir en beneficio de un hermano y con las indulgencias de la reserva esa
influencia no debe ser descubierta, el arma más poderosa es el silencio, nadie deberá conocer nuestra
relación para poder intervenir con libertad.
Debemos promover el crecimiento de los miembros independiente de sus actuales situaciones, no dudemos
en escoger a un masón en cualquier momento, estaremos escogiendo a un hermano.
Todos necesitan salud y trabajo, si está en nuestras manos, no dudemos.
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A L.•. G.•. D.•. G.•. A.•. D.•. U.•. Oriente de Buenos Aires, a los 19
días del mes Julio del 6019; v.•. l.•.