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La Masonería y su relación con “Los Templarios”

La masonería y su relación con los templarios 3


¿Hay grupos templarios reconocidos por la iglesia? 8
Adopción del rito escocés antiguo y aceptado del templarismo 15
Grados templarios Rito Escocés Antiguo y Aceptado: 30° Caballero Kadosch o del águila blanca y negra 24
Cronología del templarismo escocés 40
Discurso de Andrew M Ramsay 1737 43
El secreto de la lápida templaria de Arjona 58
¿La masonería nació de la herencia templaria? 95

Existiendo numerosos artículos sobre los Templarios y su relación con la Masonería, resulta un desafío algo temerario
tratar el tema, luego de registrar numerosos y magistrales escritos de autores que dedicaron su atención e intelecto a
explicar este de por sí, amplio y nebuloso tema de la relación entre masones y templarios.
No se trata entonces de reseñar la historia, vida y obra de la Orden Templaria sino tratar de establecer con cierto rigor,
en el espacio otorgado para este escrito, la importancia del hecho histórico o mito que rodea a la orden del temple y su
intrusión y relación (¿origen?) con la masonería.
Se debe señalar brevemente la diferencia entre historia y mito, entendido el primero como un hecho documentado que
utiliza datos que pueden ser sometidos a escrutinio científico y el mito que generalmente es desechado como
irrelevante pues se considera como un embellecimiento espurio que debe ser re-chazado. Aun así, se ha establecido a lo
largo del trasegar de la humanidad que la historia consiste no solo en hechos y acontecimientos, sino que también
influye la relación entre ellos y la interpretación que con frecuencia imaginativa entran en concordancia con elementos
míticos y por lo tanto hace parte inseparable de la historia.
A pesar de cientos de escritos, lo cierto es que el origen de la masonería no está claro. Cada historiador posee su propia
creencia por la falta de documentación clara sobre el origen exacto de la Orden. Sin embargo, coinciden la mayoría de
ellosen fechas como la del paso de la masonería operativa a especulativa en 1717 y otros eventos claros.
Los autores sobre el origen de masonería han intentado establecer la herencia genealógica y todo nos indica que los
orígenes de la orden se encuentran en infinidad de relatos que van desde las historias de Hiram Abiff enraizada en el
Antiguo Testamento como también que desciende del Rey Athestan cuando su hijo se unió a una fraternidad de
albañiles, entre otros.
Igualmente es conocido que
una de las teorías que se man-

tienen es el origen Templario

de la masonería. Los historia-

dores que afirman este origen,

consideran que los primeros

masones especulativos fueron


los Templarios sobrevivientes

a la persecución ordenada en

1307 por el Papa Clemente V a

petición de Felipe IV “el Her-

moso” de Francia.

La leyenda comenzó a for-

jarse el mismo día de la muer-

te en la hoguera de su último

Gran Maestre Jacques de Mo-

lay y la persecución tuvo su fin

en el 1314 con su muerte en la

hoguera. O eso se creyó, dado

que muchos templarios con-

siguieron escapar de Francia

hacia otros países donde el poder

del Papa no era tanto como para po-

der ordenar la persecución. El he-

cho documentado es que la flota de

barcos del temple amarrada en el

puerto de La Rochelle (Francia) ha-

bía desaparecido al día siguiente.

Se dice no sin razón, que para ex-

plicar sus orígenes la masonería es-

peculativa, expone con la tradición


interna de la Orden y en defensa

celosa de su tradición templaria,

que Jacques de Molay hizo crear

poco antes de ser quemado en la

hoguera, cuatro grandes logias ma-

sónicas.

Esta preocupación se ha venido

estudiando 300 años atrás y la pre-

gunta durante mucho tiempo ha

sido, ¿existe una conexión entre

templarios y masones? ¿No será

una de las tantas leyendas que en-

vuelve a la masonería? Son innu-

merables los escritos dedicados al

tema que han especulado en torno

a la vinculación histórica y tradicio-

nal que existiría entre los caballe-

ros templarios y los masones. Quie-

nes niegan la existencia de tales

conexiones, en muchos casos los

hacen por condicionamiento y mo-

tivaciones que parten de prejuicios

de todo tipo y otros en interpreta-

ciones de fuentes históricas, La in-

tención es buscar la verdad a través

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de las fuentes.

Pero otro grupo de historia-

dores, en esencia masones, han

sostenido a lo largo del tiempo

que fue en ese proceso donde

se inicia el mito de la masonería

especulativa. Según esta hipóte-

sis, luego de la orden de exter-

minio del Soberano francés, mu-

chos Templarios huyeron a las

altas tierras de Escocia para re-

cibir protección del rey Robert

Bruce (Robert I) y se vincularon

a la economía local, en especial

al gremio de los constructores.

En este sentido, se conoce la

historia apoyada por la inves-

tigación de Baigent y Leigh en

“Masones y Templarios” que re-

seña con detalle la construcción

de la capilla de Rosslyn en Esco-

cia a cinco kms. de Edimburgo

y la leyenda de la columna del

Aprendiz en un relato de 1774

y cuyo constructor, Sir William

Sinclair de Rosslyn, en 1737,


como masón, sometió su nom-

bre para Gran Maestro, resultan-

do electo y que diera vital apoyo

a Roberto I (Robert Bruce), rey

escocés que estuvo relacionado

con la Orden de Kilwinning del

Heredom.

Otros documentos que regis-

tran elementos de especial interés sobre la estrecha relación

existente entre los templarios y la masonería operativa medie-

val, son los estudios del masón Paul Naudon, en su obra “Los

Orígenes Religiosos y Corporativos de la Masonería” que relata

entre otros hechos, como los templarios instalados en Metz a

fines del siglo XIII, se reunía con una fraternidad de masones de

Metz, confirmando, con una prueba historiográfica irrefutable,

esta vinculación.

Reconocidos estudiosos han querido demostrar con argumen-

tos convincentes que la masonería tuvo sus orígenes en la he-

rencia templaria. Tal es la hipótesis de los investigadores bri-

tánicos Baigent y Leigh en “El Templo y la Logia”, y también la

del historiador norteamericano John J. Robinson en “Nacidos en

sangre”. En ambas obras se llega a la misma conclusión desde

diferentes caminos. Para Baigent y Leigh, la continuidad de los


templarios habría partido de Escocia, mientras que Robinson

investigó los orígenes de los ritos masónicos actuales, viéndose

también conducido por esa pista hasta los templarios.

Es así que debe señalarse que, en la masonería actual de ori-

gen inglés, se registran en varios de sus importantes grados for-

mas y ritos que guardan relación directa con los templarios que

se evidencian específicamente en el Escocismo, al incorporar

exclusivos rasgos relacionados con los Caballeros Templarios y

el Templo de Salomón.

Si bien esto es así en la actualidad, hoy puede decirse que en

nuestra masonería simbólica ya es poco por no decir desapare-

cido los rasgos de los elementos templarios que pudieran iden-

tificarla expresamente, salvo alusiones y detalles característi-

cos en ciertos grados que ya se mencionaron. Es más, podemos

decir sin temor a equívoco, que hoy, con las reflexiones hechas

hasta aquí, se demuestra prima facie que existió una estrecha

relación entre los Templarios y la Masonería.

¿Hay grupos templarios reconocidos por

la Iglesia?

Un experto explica qué hay detrás de ellos

Luis Santamaría explica la relación de la Santa Sede con las


órdenes ecuestres y la relación con los templarios

Numerosas películas y novelas se han alimentado de los tem-

plarios mostrando siempre una mezcla de misterio y misticismo.

Muchos grupos dicen ser hoy herederos de estos caballeros e

intentan utilizar una supuesta identidad católica para realizar

sus ceremonias en iglesias.

Ante la confusión que esta situación puede generar entre sa-

cerdotes y muchos católicos acerca de los templarios y sus he-

rederos, el sacerdote Luis Santamaría, experto en sectas y gru-

pos New Age, arroja luz en un reportaje en Aleteia:

¿Qué hay bajo las capas blancas con cruces pa-

tadas rojas?

En primer lugar, nos encontramos con grupos que tienen toda

la apariencia de ser órdenes nobiliarias. En España, por ejem-

plo, se encuentra la Orden Soberana y Militar del Temple de

Jerusalén (OSMTJ), fundada en los años 80.

Tiene todo un organigrama con maestres y priores, celebra

actos de investidura y juramento… y hasta forma parte de la

denominada Alianza Federativa Internacional Templaria. Según

los expertos, se trata de una “orden ilegítima” que, por supuesto,


no tiene nada que ver con la Orden del Temple original, disuel-

ta en el siglo XIV.

Otro ejemplo semejante es el de la Soberana Orden Monástico

Militar de los Caballeros Templarios Gran Priorato de Sicilia Fe-

derico II de Sicilia, cuyos miembros son conocidos como “Tem-

plarios Federicianos”. Lo mismo que en el caso anterior, han

constituido una plataforma más allá de su país de origen (Italia),

creando la Asamblea Internacional Templaria.

La lista completa sería interminable. Coinciden todos estos

grupos en la organización de actos con la indumentaria propia

de los caballeros templarios (o damas templarias, en los casos

en los que se ha integrado a la mujer), en la reclamación que

hacen de ser los verdaderos sucesores del Temple originario…

y hasta en su insistencia, a veces, en ser reconocidos por el Vati-

cano, dirigiéndose a los Papas para solicitar su restauración (al

final de este artículo veremos cuál es la respuesta permanente

de la Santa Sede).

Otros grupos autodenominados templarios son más modestos

en sus pretensiones y en su ámbito de acción. Fundados por

personas aficionadas a lo medieval y a lo misterioso, en muchas

ocasiones sirven para mezclar lo estético, las ínfulas de nobleza

y una cierta actividad más allá de sus ceremonias, ya sea social

(beneficencia), ya sea cultural. A veces incluso pueden tener

motivaciones religiosas (católicas). Suelen ser grupos que no

presentan mayores riesgos que la fantasía o, si la cosa deriva


así, una espiritualidad sincretista de tipo New Age.

Masonería y grupos esotéricos

Y conectando precisamente con esto último nos topamos con

un tercer tipo de grupos templarios que, con más o menos am-

bigüedad en su presentación pública, no son otra cosa que gru-

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pos esotéricos, rosacruces y hasta directamente masónicos. La

masonería ha querido hacerse, en gran medida, sucesora natu-

ral de la Orden del Temple, que habría custodiado y transmitido

el saber oculto procedente del Templo de Salomón. Así que el

relato caballeresco se convierte en una tradición legitimadora

muy querida para “los hijos de la viuda” (hermanos masones).

Un ejemplo de esta ambigüedad que busca la confusión es el

de la “Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. Estricta

Observancia Templaria”, que utiliza de forma ilegítima el nom-

bre de una orden de caballería reconocida por la Santa Sede

(como veremos más adelante) y lo mezcla con el elemento tem-

plario.

Con motivo del centenario de la muerte del último maestre del

Temple, en el año 2014 representantes de este movimiento in-

tentaron organizar Misas en algunas diócesis de España. Cuan-

do las diócesis investigaron, descubrieron que se trataba de


una orden iniciática, cuyo líder actual se refería a sus miembros

como “los francmasones de la Estricta Observancia” y afirmaba

sin tapujos que es “una Orden masónica y caballeresca a la vez”.

Y como este grupo, otros muchos se aferran a la terminología

o simbología templaria para constituir movimientos esotéricos

que se apartan totalmente de lo que fue la Orden del Temple y,

sin lugar a dudas, de lo que es el cristianismo. El neotemplaris-

mo, alentado por la masonería y diversas corrientes del ocultis-

mo moderno y contemporáneo, no tiene nada que ver con los

templarios medievales.

También hay que recordar que una de las sectas más conoci-

das a finales del siglo XX fue la Orden del Templo Solar, centro

de la actualidad en la década de los 90 porque protagonizó dos

episodios de suicidios colectivos, en Francia y en Suiza, además

de otros sucesos.

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No hay continuidad histórica

Tal como recoge en un artículo Miguel Pastorino, Massimo In-

trovigne afirma que “a comienzos del siglo XV –como muy tarde–

los Templarios habían desaparecido por completo”, y “la idea de

que los Templarios, oficialmente suprimidos, habrían proseguido

clandestinamente su actividad hasta el siglo XVIII, se difunde so-

bre todo entre la masonería francesa y alemana”.Y así, concluye


Pastorino, queda claro que “no hay conexión histórica alguna en-

tre los Caballeros Templarios y el esoterismo moderno”.

Es sabido que en 1312 el papa Clemente V suprimió la Orden

del Temple, en un episodio histórico controvertido que conclu-

yó, finalmente, con la ejecución en la hoguera del último maes-

tre de la Orden, Jacques de Molay, en 1314. En este momento

terminó la historia de los templarios.

Además, en la bula Vox in excelso (1312), el pontífice no sólo

disolvió la organización de los monjes soldados, sino que dejó

claro lo siguiente:“prohibimos enteramente Nos que nadie, en lo

sucesivo, entre en la Orden o reciba o use su hábito o presuma de

comportarse como un templario. Si alguien actuare en este senti-

do, incurre automáticamente en excomunión”.

El vacío que dejaron los templarios lo llenaron otras órde-

nes similares, que ejercieron algunas de sus funciones o que

ocuparon sus lugares para seguir ejerciendo una labor defensi-

va, caritativa y eclesial. En las tierras hispanas, por ejemplo, en

la Corona de Castilla cobraron protagonismo las órdenes –ya

existentes anteriormente– de Calatrava, Santiago y Alcántara,

y la Corona de Aragón creó la de Montesa tras la supresión del

Temple.

Lo que ha dicho la Iglesia

En 2012, la Secretaría de Estado del Vaticano publicó un bre


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Miembros de la Orden de Malta con el Papa Francisco

ve documento puntualizando algunas cosas sobre las “órdenes

ecuestres” o de caballería en relación con la Iglesia Católica. Y

no era la primera vez que tenía que hacer un comunicado so-

bre este tema, lo que nos da una idea de los problemas que se

generan en torno a lo “caballeresco” y, concretamente, con mu-

chos grupos que aseguran representar al Temple con un senti-

do eclesial.

En este documento se dice claramente que además de las

órdenes propias,“la Santa Sede reconoce y tutela solamente a la

Soberana Orden Militar de Malta […] y a la Orden de Caballería

del Santo Sepulcro de Jerusalén, y no tiene intención de hacer

innovaciones en este sentido”. Es decir, que fuera de las órdenes

erigidas por la propia autoridad papal, sólo hay dos reconoci-

das oficialmente por la Iglesia a nivel universal: la Orden de

Malta y la del Santo Sepulcro.

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También es importante esa aclaración de que “no tiene inten-

ción de hacer innovaciones”, ya que algunos grupos aseguran

estar en proceso de reconocimiento, en diálogo con la Santa

Sede… pues nada de nada. Una cosa es conseguir la foto, vesti-


dos con capa y espada, con un cardenal o con un obispo, y otra

cosa es que haya un aval eclesiástico serio.

Por ello, la notificación continúa diciendo que “todas las otras

Órdenes –sean de nueva institución o derivadas de las medieva-

les– no son reconocidas por la Santa Sede, no pudiendo la misma

hacerse garante de su legitimidad histórica y jurídica, de sus fina-

lidades y de sus sistemas organizativos”.

Y termina con algunas indicaciones concretas: “para evitar

equívocos desgraciadamente posibles, también a causa de la

expedición ilícita de documentos y del uso indebido de lugares

sagrados, y para impedir que se sucedan abusos que después re-

sultan dañinos para muchas personas de buena fe, la Santa Sede

confirma que no atribuye ningún valor a los diplomas de caba-

llería y a las correspondientes insignias que sean expedidas por

asociaciones no reconocidas, y no considera apropiado el uso de

las iglesias y capillas para las llamadas ‘ceremonias de investidu-

ra’”.

Queda claro, entonces, que por parte de los pastores de la

Iglesia, tanto obispos como sacerdotes, no deben cederse los

templos ni entrar en el juego de la parafernalia templaria, por

muy buenas intenciones u obras de caridad que traigan por de-

lante estos grupos que, como hemos visto, son de lo más va-

riopinto. De lo contrario, habrá una complicidad directa en la

ceremonia de la confusión.Y a río revuelto…


Tomado de:

Religión en Libertad el 13-05-2019

https://www.religionenlibertad.com/cultura/59294/hay-grupos-templa-

rios-reconocidos-por-iglesia-experto-explica-que.html

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ADOPCION DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO DEL

TEMPLARISMO

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ADOPCIÓN DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y

ACEPTADO DEL TEMPLARISMO

El Consejo Supremo, trigésimo tercer grado, del Antiguo y

Aceptado Rito Escocés de la Masonería, es una organización

neo-templarios, no representa lo espiritual, si no la superviven-

cia histórica de los Caballeros Templarios, y que es evidente en

la estructura su jerárquica, en los títulos de sus funcionarios, y

en su ajuar.

En la actualidad encontramos un templarismo vigente en los

grados Masónicos, ya que entre el grado 15 y el 33 se muestran

innumerables rasgos relacionados con los Caballeros Templa-

rios y el Templo de Salomón. Así por ejemplo tenemos que los

grados dieciséis y diecisiete se denominan respectivamente

«Caballero de Jerusalén» y «Caballero de Oriente y Occidente».


Demostrativo de su carácter templario, los últimos seis Grados

más alto y conferidos por el Rito Escocés, son todos Grados de

Caballeros Templarios, más que por cualquier otro rito regular

de la Masonería.

GRADO 27º COMENDADOR DEL TEMPLO

La Legenda o historia tradicional de la Licenciatura, conserva

la leyenda de la supervivencia de “Los Caballeros del Templo de

Salomón” en Alemania. La Legenda comienza con el asedio en

Acre en 1191, y continúa a través de la disolución oficial de los

Templarios en 1312, y la posterior absorción de los sobrevivien-

tes templarios por la Orden Teutónica, donde se les permitió a

los templarios a adoptar el manto rojo con cruz de color negro,

ya que aparece ahora en este grado.

GRADO 29º CABALLERO ESCOCÉS DE SAN ANDRÉS

La historia tradicional de la Orden da la historia de la Orden

del Temple desde su formación en el año 1118, a través de su

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traición en 1307, y el juicio y el martirio de su Gran Maestro en

1314. Conserva aún más la leyenda de su alianza con el rey Ro-

berto el Bruce de Escocia en la batalla de Bannockburn, día de

San Juan de 1314, donde fue derrotado el ejército Inglés del rey

Eduardo II. Para conmemorar su servicio, el rey Robert Bruce


creó, y recibido en estos caballeros, la Orden de San Andrés de

Escocia du Chardon, que significa “del Cardo”.

La historia de la orden dice que la herencia Gran Maestrazgo

de la Orden pasa de rey Robert a Bruce en la sucesión a tra-

vés de la familia real de Stuart con el príncipe Charles Edward

Stuart, el último Gran Maestre en Escocia, que, después de su

derrota por los Ingleses en1745, escapó al exilio en Francia y se

estableció un Capítulo de Rosa Cruz de Heredom, que engloba-

ría a la Orden de San Andrés.

La Orden estaba en posesión de los fundadores del Rito An-

tiguo y Aceptado Escocés de la Masonería en su formación en

1801, momento en el que se combinó la leyenda del Grado to-

davía con la Rosa Cruz, como parte del Grado 18º. Posterior-

mente se separó desde el Grado 18º. Posteriormente se separa

del Grado 18 y se trasladó a su actual posición como el Grado

29º.

GRADO 30º KADOSH CABALLERO DEL ÁGUILA

BLANCA Y NEGRO

El drama de este grado tiene lugar después de la muerte del

vigésimo primero y el último Gran Maestre de los Caballeros

Templarios, Jacques DeMolay. Sus iniciales,“JBM” son evidentes

sobre su tumba, en el escudo de un caballero Kadosh, y en la

Cruz de la Orden. Durante la carrera, el Beauseant, el estándar

de color blanco y negro de la Orden, ocupa un lugar promi-


nente. Entre los oficiales de un Consejo, o Receptoría, son por-

tadores del estándar de color blanco y negro de la Orden, y el

Beauseant.

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El Comandante de los Caballeros Kadosh abre un Consejo con

las palabras, “Caballeros de la Santa Casa del Templo, pobres

compañeros del Templo de Salomón...” En la recepción de un

candidato para el grado que se conoce como “el que aspira al

rango de Caballero Kadosh o Caballero del Temple.

La historia de los Caballeros Templarios medievales es una

parte valiosa del Grado, aunque a menudo abreviado durante

la Ceremonia. Conserva la leyenda de la supervivencia de los

Templarios y sus tradiciones en los grados masónicos del Rito

Escocés, de la duplicidad de los rivales, Caballeros de San Juan,

y los Hospitalarios, también llamados los Caballeros de Malta,

que se beneficiaron con la caída de los Templarios, la perse-

cución de los Hospitalarios a la Masonería con fecha tan tardía

como mediados de los años 1700, y de la enemistad especial

reservada para la Orden de Malta por los Caballeros Kadosh.

En la mitad del siglo XVIII, el grado Kadosh Fue el Grado 24º

de la Orden del Real Secreto de 25 grados, el predecesor inme-

diato del Rito Escocés. En la formación del Rito Escocés en 1801,

el Grado de Kadosh figuraba como el Grado 29º, y más tarde fue

trasladado al Grado 30º.


GRADO 31º GRAN COMANDANTE INSPECTOR

INQUISIDOR

Este es el segundo de los tres “Grados Kadosh” del Rito Esco-

cés. En el Manifiesto de 1802, este grado, junto con el 30º y 32º

se muestran simplemente como “Príncipe del Real Secreto.” El

grado representa el poder judicial de la Orden de los Caballe-

ros Templarios, y siempre se ha utilizado como la prueba final

del candidato antes de ser admitido en el Trigésimo Segundo

Grado.

Después de la supresión de los Templarios era imperativo que

alguien decía ser un caballero fugitivo en busca de asilo en un

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refugio Templario en donde no se le conocía, ser sometido a

prueba para determinar si era digno, y no un espía o un enemi-

go de la Orden. En una primera versión del Grado, al candidato

se le puso a prueba en su conocimiento de los ocho Grados de

Aprendiz, Compañero, Maestro Masón, [perfecto] Electo Mason,

Maestro Escocés, Caballero de Oriente, Soberano Príncipe Rosa

Cruz, y Caballero Kadosh, antes de ser autorizado para avanzar.

El “Tribunal de los Muertos” de la mitología egipcia es una ale-

goría de este Juicio Final, y es la prueba final de la marcha antes

de que se le dé el Grado de Maestro del Real Secreto.


GRADO 32º MAESTRO DEL REAL SECRETO

El objetivo del tercero de los Grados Kadosh del Rito Escocés,

es reunir a todos los Grados del Rito Escocés en el Campamen-

to Simbólico. El traje de un Maestro del Real Secreto es la de un

Caballero. Kadosh, y Caballeros Kadosh son los legítimos su-

cesores de los Caballeros Templarios medievales. El sombrero

distintivo Rito Escocés es el último vestigio de la regalía caba-

lleresca de un Kadosh del Trigésimo Segundo Grado. En la Le-

genda del Trigésimo Segundo Grado se nos enseña que “sólo

por el trabajo constante en los paseos diarios de la vida... pue-

den los Caballeros Kadosh convertirse en la verdadera tropa de

la Santa Casa del Templo de Salomón”. En “Las lecturas de la

Grado 32 “, encontramos” el Dogma Templarios”, en el que se

explica a ultranza una guerra entre la Luz y la Oscuridad.

GRADO 33º INSPECTOR GENERAL

Conferidos sólo por el Consejo Supremo, el 33°, el Grado de

Inspector General es un Grado Templario por todas partes, tan-

to en lo sustancial, como en el simbolismo. Los oficiales del Con-

sejo Supremo son los oficiales de una Gran Preceptoría de los

Caballeros Templarios, presidida por un Gran Comendador. El

Símbolo del Gran Comendador, con la Pequeña Cruz de Salen,

es el símbolo del Gran Maestre de los Caballeros Templarios. El

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hecho de que el Rito Escocés es el descendiente espiritual de

“Los Pobres Soldados miembros del Templo de Salomón” (La

Orden de los Caballeros Templarios), es sin embargo, traicio-

nado en el nombre completo de “El Consejo Supremo (Consejo

Madre del Mundial) de los Inspectores Generales Caballeros

Comandantes de la Casa del Templo de Salomón del Trigésimo

Tercer Grado del Rito escocés Antiguo y Aceptado de la Franc-

masonería de la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos de Amé-

rica”.

Según se puede apreciar la adopción templaria que ha realiza-

do el rito escoces antiguo y aceptado, en varios grados.

“El Kadosh, además de los tradicionales valores caballerescos,

incorpora las tradiciones de la teúrgia, la cábala y la alquimia

y, por ello, a la vez que empuña la espada enarbola el Caduceo

de Hermes, con toda su profundidad filosófica, al mismo tiempo

que anhela beber de ese Vaso Sagrado que la Tradición conoce

como el Grial.

Sello de los Caballeros Templarios. En él se advierten dos

Caballeros en el mismo caballo, signo exotérico de la inicial

pobreza de la Orden, y emblema esotérico de la dualidad, tan

importante para el Kadosh. El lema Sigillum Militum Xpisti sig-

nifica “El Sello de los Soldados de Cristo”. Algunos interpretan

la palabra «baussant», «beaucent» o «beaussant» como: “Tengo

mi parte de blanco y de negro”


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LOS 33 GRADOS DEL REAA

21

22

GRADOS TEMPLARIOS

Rito Escocés Antiguo y Aceptado

30° - Caballero Kadosch

o del

Aguila Blanc23a y Negra

GRADOS TEMPLARIOS

Rito Escocés Antiguo y Aceptado

30° - Caballero Kadosch o del Águila

Blanca y Negra

La categoría de los grados llamados Templarios, Tiene su ori-

gen en las tradiciones que se incorporaron a la masonería, pro-

venientes de las Órdenes de Caballería que actuaron durante

las cruzadas. Se exalta la figura de los caballeros templarios o

de Occidente, que recibieron en Jerusalén los secretos conser-

vados por los caballeros que más tarde como víctimas de los “ti-
ranos”. Estos grados en el Rito Escoces Antiguo y Aceptado se

inicia con el grado 27 y continúa con el grado 29 “Gran Escocés

de San Andrés de Escocia o Caballero de San Andrés”, le sigue el

grado 30 “Caballero Kadosh o del Aguila Blanca y Negra”.

En el grado 29 “La tolerancia de la religión es una lección

central de este grado. La masonería tolera todas las religiones y

afirma que ningún hombre puede dictar lo que debe creer otro.

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La libertad de pensamiento es esencial para el ejercicio por el

hombre del libre albedrío. La fe de un hombre le pertenece a él

solamente. Libre para elevarse a un plano espiritual más alto, él

puede conquistarse a sí mismo cuando someta al animal dentro

de sí y haya aprendido a controlar sus pasiones y superarse en

masonería”.

La Cruz de San Andrés ha sido siempre el emblema de hu-

mildad, paciencia y abnegación y, aún más, el de la caridad y

la indulgencia para con el débil, el pobre y el desamparado. El

Deber incluye el de los superiores. Con la asunción del poder

vienen obligaciones y deberes. Para mantener el poder supre-

mo, uno debe aprender las responsabilidades de gran poder.

Un buen hombre puede ser capitán de una nave pero un mejor

hombre puede inspirar respeto.

El grado 30 “Gran Elegido Caballero Kadosch o del Águila Blan-


ca y Negra”, contiene elementos que lo vincula a los templarios.

Fue creado en 1756 en París, por un grupo de disidentes de la

Gran Logia de Francia y fue el penúltimo de los 25 grados que

constituían el Rito de Heredom o de Perfección. Transportado

a los EEUU, y en Charleston al crearse la nueva serie de los 33

grados del R.E.A.A. fue incluido en su trigésimo lugar.

La lucha de los Caballeros Kadosch es ante todo espiritual,

pero tienen también la obligación de hacerlo por todos los me-

dios que estén a su alcance, porque luchar por la libertad po-

lítica y religiosa asegura la libertad de conciencia, el librepen-

samiento.

Este grado apareció en Francia en la mitad del siglo XVIII,

bajo el nombre de Kadosh, aunque también se le encuentra

bajo otros calificativos más caballerescos. Este grado Kadosh

primitivo, o primero, que ha prolongado el del Elegido y como

grado de venganza presenta por primera vez la leyenda tem-

plario-masónica.

25

Asi el candidato es introducido y colocado entre los coman-

dantes de las columnas, Al cabo de algunos minutos de silencio,

dice el presidente:

P .- ¿Qué pedís?

R .- Ser recibido caballero Templario.


P .- ¿Quién os ha inclinado á presentaros á nosotros para eso?

R .- El deseo de hacer nuevos progresos en la virtud.

Como se puede observar el aspirante desea ser recibido

como “Caballero Templario” un miembro de los caballeros del

Templo y del Santo Sepulcro.

Más adelante, llega a la entrada del campamento dando siete

golpes. El segundo capitan

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P.- ¿Quién está ahí?

R.- El caballero N .. .. . , Real Arco, mason recibido en todos los

grados, que pide el favor de ser admitido en el número de los ca-

balleros del Templo y del Santo Sepulcro.

Luego de haber dado tres vueltas al campamento lo colocan

entre los comandantes de las columnas.

P.- Preguntad a.l candidato si conoce alguna palabra o signo de

los caballeros templarios.

R.- No.

P.- Pues si no podeis dar ninguna palabra ni signo de nuestra ór-

den, tendreis que viajar siete años como peregrino. Durante ese

tiempo, probaremos vuestra paciencia y humildad. -¿Estais re-

suelto?

R.-Lo estoy.
Luego de varios otros aspectos finalmente el Presidente dice:

P.- En virtud del poder que me ha sido trasmitido, y que he adqui-

rido por mi discrecion, penosos trabajos, celo, fervor y constancia,

os recibo Gr:.El:.,Caballero templario Kad:.de Herendom,de San

Juan de Jerusalen, de Malta, de la Palestina, etc.Acordaos siempre

de la dignidad de nuestra clase, y de cumplir sus santos deberes.

De esta manera el candidato es recibido como Caballero

Templario.

En el ritual del Grado 30 se puede leer lo siguiente:

La tolerancia de la religión es una lección central de este gra-

do. La masonería tolera todas las religiones y afirma que ningún

hombre puede dictar lo que debe creer otro. La libertad de pen-

samiento es esencial para el ejercicio por el hombre del libre

albedrío. La fe de un hombre le pertenece a él solamente. Libre

para elevarse a un plano espiritual más alto, él puede conquis-

27

tarse a sí mismo cuando someta al animal dentro de sí y haya

aprendido a controlar sus pasiones y superarse en masonería.

Hermano mío, deseas unirte a una Orden que ha trabajado en

el silencio y en las sombras por mas de 500 anos,, con una sola
mira; pero que ha logrado solo un éxito parcial hasta a la fecha.

Si te unes a nosotros, tendrás que dedicarte a esta magna tarca.

Hasta cierto punto has sido preparado para este en los Grades

anteriores, y hoy estas ligado a nosotros por un Juramento So-

lemne. En el grado de Maestro sentiste simpatías por la leyenda

del .cruel asesinato del Maestro Hiram o Khirum, aun cuando los

criminales eran solo tres malhechores miserables y desconoci-

dos entre una multitud que ha muchos anos paso al olvido.Tú no

tienes por ello a nadie a quien vengar o castigar. Vamos ahora

a revelarte una tragedia mas bárbara y sangrienta que aun esta

sin castigo, y cuyos autores principales se encuentran entre los

muertos desde hace mucho tiempo. Los verdaderos criminales,

culpables de ese crimen, y de diez mil mas, parecidos, aun vi-

ven y gobiernan, y los hombres les rinden adoración y home-

naje. Es ahora tu destino ayudarnos a tomar venganza justa y

legal de estos criminales de alta categoría. Quizá tu perspicacia

ha descorrido el velo parcial que oculta nuestros designios y

que no descorremos totalmente hasta que hayamos probado tus

cualidades por medio de nuevas pruebas.

Recordaras como se representan en los grades de los Elegidos

de los Nueve y de los Quince la persecución y el castigo de las

asesinos de Hiram.

Probablemente quedaste sorprendido al ver la sangrienta fi-

gura de la Venganza aparecer empuñando su daga en los rei-

nos pacíficos y tranquilos de la Masonería, y pensaste que aquí

no deberíamos ensenar la venganza y la siniestra retribución,


sino al contrario, la misericordia y el perdón. Quizá pensaste

que toda esa trama no era sino una alegoría cuyo sentido eso-

térico te seria explicado mas tarde. Si pensaste así, lo hiciste

28

con acierto. Ese tiempo ha llegado. La Orden de los Caballeros

Kadosch tiene como fin la venganza de un enorme crimen, no

precisamente castigando a los instrumentos que lo cometieron,

pues ellos han sido juzgados desde hace mucho tiempo por el

Gran Juez de la Humanidad; sus huesos se han convertido en

polvo, y el recuerdo de los que no han pasado al olvido ha sido

infamado por la Historia. Nuestra Orden cooperando con otras,

ha logrado ya, con sus influencias silenciosas, grandes resulta-

dos, y aún trabaja con empeño y constantemente hacia el gran

fin.

Al principio era hostil a ciertos individuos, a ciertas dinastías,

a un sacerdocio que usurpaba y abusaba de su tremendo poder

temporal y espiritual, reclamando el derecho de decidir lo que

el hombre debe pensar, perdonando los pecados y recibiendo

dinero a cambio de indulgencias por crímenes cometidos, y a

una Orden corrompida, que se había enriquecido a expensas

de otra que había terminado sus días de utilidad. Ahora perse-

guimos con pies infatigables y ojos que no duermen, las per-

sonificaciones de los tres Asesinos, las encarnaciones del Mal,

y trabajamos sin descanso en bien de la Humanidad y por la

libertad de los hombres.


No debes imaginarte que somos conspiradores, enemigos del

buen Gobierno, ni que laboramos contra la paz de las Naciones.

Trabajamos en secreto y somos cautelosos, para con aquellos

que ingresan en nuestro seno, porque solo así obraremos con

eficacia; pero no hemos olvidado nuestras obligaciones como

Maestros Masones. No somos Apóstoles de credos inaceptables

y vulgares. No buscamos el establecimiento de una utopia. Sa-

bemos que los pueblos tienen las instituciones que merecen y

que es imposible darles otras contra su voluntad. Jamás exci-

tamos a la rebelión a pueblos no preparados para la libertad,

impulsándoles a un peligro que no podremos evitar después.

No enseñamos doctrinas nuevas ni filosofías superficiales y

29

falsas, que traten de generalidades y paradojas.

Luchamos por restaurar esa devoción y desinterés para con

la Humanidad que impulsaron a ocho franceses de linaje noble,

hombres de honor y de hacienda, a dedicarse a servicios arduos

y a proteger a los peregrinos desarmados que por sus ideas

piadosas hacían visitas a la ciudad Santa de Jerusalem. Allá por

el año de 1118 esos franceses comparecieron ante Guarimond,

el Patriarca de Jerusalem, y entre sus manos juraron cumplir

fielmente los deberes que se habían impuesto al ingresar entre

los pobres Soldados Compañeros del Templo de Salomon. De


ahí tomo raíces lo que fue después una Gran Orden, formada

por Soldados de la Cruz, defensores de Palestina y de Siria con-

tra los Sarracenos y de España contra los Moros.

El trono cristiano de Jerusalem fue derrumbado. La Mezquita

de Omar ocupa actualmente el lugar del Santo Templo. Las Cru-

zadas con toda su pompa y aparato de guerra y de romance pa-

saron al olvido. Una idea nueva ha tornado su lugar, con nuevas

instituciones y nuevas miras; y si el Santo Sepulcro llega nueva-

mente a pertenecer a una Potencia cristiana, será como resulta-

do de una guerra entre las grandes naciones, o de un convenio

pacifico, y no como resultado de una nueva Cruzada.

Pero existen otros campos en que los Caballeros Kadosch, la

Masonería militante del Templo, pueden obtener nuevos triun-

fos.Ya sabes que la Masonería Escocesa es enemiga de la opre-

sión, de la injusticia y de la usurpación. Admitiendo en las filas

de sus iniciados, bajo una forma de perfecta igualdad, a hom-

bres de diversos credos y nacionalidades que sean merecedo-

res de tal compañerismo, trabaja con el fin de emanciparles de

su propia ignorancia, de los prejuicios y de los errores que les

esclavizan, librándoles así del yugo, del despotismo y de la ti-

ranía espiritual.

Ella no abrirá sus puertas a todo el mundo para quedar inde-

30
fensa, como otras Ordenes que han brotado de las raíces del

Kadosch, impotentes para obrar en el momento precise. Ni tam-

poco aceptara, a menos de que sus templos hayan caído bajo el

dominio de un poder usurpador, dogmas impuestos por rey o

emperador alguno. Una Orden caballeresca jamás debe ser im-

potente, a menos de ser despreciable. El Rito Antiguo y Acepta-

do no acepta sus oficiales de manos de los monarcas, ni recibe

sus leyes y dogmas de ningún poder civil y eclesiástico.

¿Estás presto a dedicarte sin otros informes mas precisos a

los grandes propósitos que te he indicado; a convertirte en ser-

vidor juramentado de la Orden; a obrar como tal, realmente y

no solo de palabra, confiando en recibir después explicaciones

mas amplias?

La palabra Kadosch es hebrea y quiere decir: “puro”, “santo”,

“santidad”, “santificado”, “consagrado”, “purificado”, “sagrado”.

Con el articulo definido, significa “santo”, “lugar o santuario”;

MA KADOSCH,“el Templo”, se encuentra en el libro de los cró-

nicas como sinónimo de HAIKAL “el Templo de Jerusalem” el

cual también se llama HA KADOSCH. Se puede usar igualmen-

te el nombre de HAIKAL KADOSHIK. “Tu Templo Santo”. Así es

que Caballero Kadosch quiere decir literalmente, “Caballero

del Templo”.

La orden quedo desintegrada y la Gran Maestría ceso con la

muerte de De Molay (no es de admitirse la existencia legitima

de una verdadera sucesión) y desde entonces cada ramificación


de la Orden se ha gobernado por si misma. Los Caballeros Ka-

dosch tuvieron su origen en Escocia; se extendieron en Francia

y después se fusionaron con los Masones del Rito de Perfección.

El Grado llego así a pertenecer a la escala de dicho Rito, sien-

do el Gran Maestro de los Kadosch el Comendador del Gran

Consistorio de Sublimes Príncipes. Cuando este Grado llego a

formar parte del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, compuesto

de 33º. grados, el Gran Comendador de cada Supremo Consejo,

31

en su jurisdicción, fue el Gran Maestro de los Kadosch, o de la

Orden Masónica del Templo del Rito Escocés. Los Comendado-

res de los Grades Consistorios fueron los Grandes Priores de la

Orden.

Hermano mío, la Masonería, a semejanza de la Tierra, entre-

ga sus tesoros únicamente a los trabajadores infatigables. Solo

con el tiempo y con el estudio llegaras a conocerla, y hasta en-

tonces comprenderás el por que de su grandeza y por que los

hombres generosos la estiman mas que a los honores y a las

riquezas del mundo. A semejanza de la Verdad, la Masonería

se oculta dentro de sus símbolos, y estos son presentados a sus

iniciados para su estudio, porque solo con esfuerzo continúe lle-

garán a apreciarla.

Para llegar a ser un bueno y verdadero Caballero Kadosch de-

berás adorar y amar al Dios de la Beneficencia Infinita; trabajar


en bien de la raza humana procurar adquirir el conocimiento

de las maravillas de la Naturaleza, las verdades sublimes de la

Sana Filosofía y la practica de todas las Virtudes.

Muchos hombres son capaces de lograr el conocimiento; pero

pocos llegan a ser buenos, generosos, desinteresados y magná-

nimos. Solo la Masonería puede unirlos con lazos indisolubles

porque ella es el Amor y Summun de todas las perfecciones.

Este Grado tiene como uno de sus fines lograr esa unión.

Su objeto es poner en practica los mas nobles sentimientos de

volver al hombre todos sus derechos y prerrogativas, y aproxi-

marle a la Deidad de quien es imagen, según la tradición.

Al ingresar a la Masonería, prometiste amar y ayudar a los

“hijos de la Viuda”. Esta frase se refiere únicamente a los MA-

SONES. Para ti, como verdadero Caballero Kadosch debe signi-

ficar que amarás y ayudaras a TODOS, a los perseguidos por el

32

Infortunio, la Falsedad y el Fanatismo. Los Templarios, hermano

mío, han visto en el Grado de Maestro una semejanza muy nota-

ble con el fin trágico de la Orden y de su Gran Maestro Jacobo

de Molay. Repetidas veces se ha dicho que en este persona-

je deberíamos ver a nuestro Gran Maestro Hiram y en los tres

asesinos, a los tres primeros denunciantes de los templarios; a


Esquino de Florian, a Noffodei, y al Prior Montfaucon.

No, Hermano mío: De Molay fue una victima; pero hubo una

victima mas noble que el: la Orden de la cual formaban par-

te. En la persecución y destrucción de esa Orden, por haberse

opuesto al Poder Real y a la ambición del Papado, y porque pro-

clamaba el Libre Pensamiento y la Acción Libre, vemos nueva-

mente, y bajo forma distinta, la lucha entre Osiris y Tifón, la Luz

y la Obscuridad, los principios del Bien y del Mal.

En los tres asesinos del Hijo de la Viuda,, vemos representados

a Felipe el Hermoso (el poder real de Francia a Clemente V (el

Poder Papal) a la Orden rapaz de los Caballeros de Rodas o de

Malta, que también se llamaron Caballeros de San Juan de Jeru-

salem representantes de la Casta y del Privilegio,

Después de haber leído la Leyenda, sabrás contra cuales ene-

migos luchan los Kadosch.

En la mayor parte de los rituales de este Grado, se encuentra

un espíritu de Venganza. Todo eso, hermano mío, es solamente

alegórico. La Venganza, en la acepción ordinaria de la palabra,

no tiene cabida en las enseñanzas filosóficas de la Masonería,

solamente la Virtud, los buenos ejemplos, la paciencia y la ener-

gía para oponerse al Mal, un valor resuelto, y, si es necesario, la

lucha abierta, espada en mano, pueden asegurarnos el éxito de

nuestra empresa.
La muerte de De Molay y el aniquilamiento de la Orden no pi-

den ya venganza de nuestra parte. Solo tenemos obligación de

33

impedir la repetición de esos hechos y de luchar por medio de

la palabra y de la pluma, con nuestras influencias, con nuestro

oro, y si es necesario, con nuestra espada, por la causa de la Hu-

manidad. Donde quiera que una Nación luche por su indepen-

dencia, y el pueblo reclame sus derechos inalienables, allí irán

nuestras simpatías mas sinceras.

En nuestra Patria, jamás nos sometemos a una Tiranía ni per-

mitiremos una usurpación; y a la voz de mando del nuestro Gran

Maestro, tomaremos las armas diciendo:“Es la voluntad de Dios”,

“Dieu Veut”, prefiriendo la muerte a la deshonra.

Esta es la verdadera venganza, representada simbólicamente

en los grados de los elegidos; una venganza elevada y noble

contra la opresión. La oposición a la Tiranía Monárquica, dio por

resultado, la Democracia en el Gobierno Interior de la Maso-

nería. El odio a la intolerancia y a la usurpación sacerdotal fue

la causa por la cual las Logias Azules fueron dedicadas a los

Santos Juan, y adoptaron como su héroe a un artífice en metales,

el hijo de una pobre viuda, así como los compañeros de este,

que se esforzaron por encontrarlo, fueron igualmente hombres

pertenecientes al pueblo trabajador, obreros en las maderas y

en las canteras.
La Masonería del verdadero Kadosch se condensa en las si-

guientes frases: Amor al pueblo; odio a la Tiranía; Partidarismo

sincere de los derechos del Libre Pensamiento; Libertad de

Palabra y de Conciencia; odio a la Intolerancia; odio a la Arro-

gancia y a la Usurpación del Sacerdocio; desprecio para los

charlatanes y para los impostores, ya sean profetas, sacerdotes

o demagogos; el respeto y el aprecio para el Trabajo que enno-

blece al ser humano, y Oposición a todos los monopolios que

oprimen a las clases laborantes.

En este Grado, la Masonería te llama una vez mas para hon-

rar la memoria de un Hombre injustamente asesinado, así como

34

en los grades anteriores te llamo la atención hacia las heridas

sangrientas del Maestro Hiram o Kirhum. Natural es que no ha-

yas sentido pesar por la muerte de uno que fue asesinado hace

mas de 30 siglos, como lo sentirías si se tratase de un hombre

que hubieses conocido y amado. Fue en vano que te excitasen a

lamentar su muerte, como la de aquellos que han estado cerca

de ti; es igualmente inútil el que te exhortemos a lamentar la

muerte del mártir que hoy honramos.

Las páginas dolorosas de la historia del mundo están sem-

bradas con nombres de mártires. En todas épocas y en todas

las edades, la Tiranía, el Fanatismo y la Brutalidad, han hecho


multitud de victimas. En esta nuestra edad de agitación y de lu-

cha, la vida es demasiado barata para lamentar la muerte de un

hombre que paso a la historia hace varíes siglos, y si fuese po-

sible tal dolor, ¿por qué no lamentar la muerte de Sócrates, de

Seneca, la de Coligny, la de Manuel Servet, o la de tantos após-

toles de la Humanidad, que fueron crucificados, decapitados y

quemados vivos, victimas eminentes de las sospechas y de las

cobardías del déspota, de la intolerancia del sacerdote, de la

rapacidad del noble, o de la crueldad o ingratitud del pueblo?

Si has meditado sobre los grades anteriores, habrás comprendi-

do que la leyenda de Hiram y los lamentos de los Masones por

su fin trágico, tienen un sentido mas profundo de lo que parece

a primera vista, puesto que es evidente que el pueblo masónico

no podía haberse dedicado desde hace tantos siglos a lamentar

la muerte de un hombre, solo por haber sido bueno, y que no se

distinguió por actos sublimes de filantropía y de virtud. Pregun-

taras por que se te llama de nuevo a lamentar la muerte de otro

cuyas hazañas no registra la historia, asesinado por dos malhe-

chores de mas alto rango que los que asesinaron a Hiram en el

Templo, pero que, como individuos, ocupan tan bajo nivel como

los tres compañeros traidores y crueles. Igualmente te pregun-

taras que lección encierra para la Humanidad el hecho de que

tres bandidos, donde quiera que haya sido, asaltasen y diesen

muerte a un hombre, con el solo fin de lucrar, y te quejarás de

35

que muchas veces se te ha prome-


tido una explicación que jamás has

recibido; y debemos admitir que tu

impaciencia es fundada. La Masone-

ría es la Filosofía que enseña por me-

dio de signos, así como la Historia es

la Filosofía que enseña por medio de

ejemplos.

Hiram el Maestro era un hombre

del pueblo un mecánico, que traba-

jaba principalmente el hierro y el

bronce, en medio de un pueblo di-

vidido en castas, en donde todo el

poder, tanto real como sacerdotal,

estaba en manos de ciertas familias.

La masonería lo eligió como tipo de

las clases trabajadoras, de las masas

del pueblo cuyas manos producen lo

que las clases consumen y crean las

fortunas que malgastan los afortuna-

dos. Es también el tipo de aquellos

artesanos de las grandes ciudades

que durante la Edad Media empeza-

ron a derribar el Trono y la nobleza,

y levantaron las primeras barricadas

de la libertad contra el poder brutal

y la tiranía legalizada.
El asesinato de ese hombre es el

tipo de la suerte de los que prime-

ro proclamación los derechos de las

masas sufrientes y mudas de la Hu-

manidad y las exhortaron a vindicar

esos derechos; la suerte de los GRA-

COS, de los RIENZI, y la de tantos

36

otros que se han interpuesto entre

el pueblo y sus opresores, recibien-

do el puñal o el cadalso como único

premio. Todos han caído por culpa

de uno o de otro de los tres enemi-

gos; la voracidad de los Reyes y de

los nobles; el fanatismo del sacer-

docio, y las violencias insensatas y

bestiales de la plebe ignorante.

La Masonería igualmente simbo-

liza con esa muerte la somnolencia

entupida de un pueblo sumergido

en esclavitud denigrante, que besa

sus cadenas y abraza los pies de

aquellos que lo pisoten; conforme

con ser esclavo, con tal de que pue-

da comer y beber; murmurando sus


plegarias incoherentes a un Dios

que desconoce, dictadas por un sa-

cerdocio al que venera como si hu-

biera recibido de Dios el poder de

dar o de quitar la vida eterna.

Los tres asesinos del pueblo son

los mismos que han dado muerte a

todos los Apóstoles de la Libertad; a

todos los Caudillos de los pueblos;

Herodés el Tirano, Caifás el Gran Sa-

cerdote, y la plebe que pedía a gri-

tos la libertad de Barrabas el Malhe-

chor, y la muerte de Jesús el Cristo.

La Masonería sabiamente ha es-

cogido a Hiram el Artífice y a Jesús

de Nazareth como ejemplares de

37

Virtud y de Fidelidad, y como tipos de todos los que han pro-

curado emancipar al mundo de la tiranía Espiritual mantenida

por Pontífices, Demagogos y Déspotas; de ahí que la Masonería

no repita la Leyenda con el objeto de inspirar tristeza o dolor

por los Asesinos. No exige monumentos a su memoria a causa

de su muerte y de la perdida que ha sufrido, sino para ense-

nar a su iniciados, por medio de estos ejemplos, a maldecir la


existencia de esos tres asesinos, los mas grandes enemigos de

la felicidad humana, y a luchar contra ellos con una hostilidad

inquebrantable. Más tarde sabrás contra quienes tenemos que

combatir; basta decirte por ahora que aquí, como en otras par-

tes, no pedimos de ti un dolor ficticio o un simulacro de tristeza.

Aquí, como en otras partes también tenemos una mira diferente.

No es una farsa lo que representamos, sino algo muy serio en el

fondo. La Leyenda de Hiram es solo una parábola, una leyenda

que simboliza varias cosas. La Masonería procura por medio de

la unión, aumentando sus miembros y su fuerza, ensenar sus no-

bles y sublimes doctrinas para evitar hasta donde sea posible

una repetición de asesinatos como el de Jesús de Nazareth por

los Jerarcas de Judea, de Hipatia, por Cirilo de Alejandría; de los

sacerdotes de Francia por los revolucionarios y de los horrores

inauditos de la Inquisición.

Procura también establecer en todas partes el reinado de la

Libertad, de la Paz, de la Tolerancia; de esa Libertad y Toleran-

cia para los pueblos que no están aptos para una Libertad com-

pleta; pero que les asegura, cuando menos, leyes justas y los

derechos comunes a la Humanidad, la protección contra la ra-

piña y la licencia, la plena libertad de venerar a, Dios como les

parezca y la emisión libre de sus Opiniones. Si no puede evitar

la guerra entre Naciones, ni las guerras civiles, cuando menos

procura mitigar sus horrores y atrocidades. No permanecerá

tranquila cuando los ciudadanos pacíficos sean robados y ultra-

jados; cuando la barbarie y el salvajismo se hayan injertado en

la civilización, o cuando la crueldad y la villanía sean premiadas


con honores y distinciones.

38

39

Cronología del Templarismo

Escocés

- año 1738: El Discurso del caballero-masón escocés Andrew

Ramsay es leído en las Logias francesas donde aparece la céle-

bre frase:“Nuestros ancestros, los Cruzados...”

- año 1742: Lord Kilmarnock, el Caballero de la Pluma Roja

(Eques a Penna Rubra) y otros exiliados Jacobitas y templarios

inician al barón Karl von Hund en los ritos del Templarismo ma-

sónico de la Herencia (Heredom) Escocesa. Los Superiores In-

cógnitos son mencionados como los Maestros Secretos de los

Jacobitas y protectores de la Herencia Templaria escocesa. El

clan Sinclair juega un rol predominante en la custodia de la tra-

dición del Templarismo Masónico escocés.

- año 1745, 24 de Septiembre: El príncipe Charles-Edward

40

(Stuart), Señor del Temple, ofrece una velada para la Caballería

escocesa de la Herencia Templaria en el palacio real de Holy

Rood (Santa Cruz), hecho registrado en una carta del duque de


Perth a lord Ogilvie.

- año 1746, 16 de Abril: Los ejércitos de la Escocia Jacobita son

derrotados en terrible batalla de Culloden-Moor. Se produce

una sangrienta masacre y persecución que no perdona a niños,

ancianos ni mujeres de las aldeas vecinas. La Masonería Tem-

plaria Escocesa de Heredom es diezmada y sus Grandes Maes-

tros son ejecutados.

- año 1746, 8 de Diciembre: Sir Charles Radclyffe, lord de

Derwent–Water, y Gran Maestro de la Masonería Jacobita de la

Herencia Templaria, es decapitado en la Torre de Londres luego

de ser tomado prisionero en la batalla de Culloden.

- año 1747, 15 de Abril: Charles-Edward Stuart, el Joven Preten-

diente al trono, funda en la ciudad francesa de Arras el llamado

Capítulo Primordial de la Rosa+Cruz de Heredom bajo el título

de “Ecosse Jacobite”. De este modo, la Masonería Templaria de

Heredom ya no es exclusivamente escocesa de sangre y se ex-

tiende por toda Francia y desde allí al resto del mundo.

- año 1754: Cónclave en el Colegio de los Jesuitas de Clermont

(Francia) donde se reúnen tanto padres de la Compañía como

los sobrevivientes del Templarismo Escocés y de la Masonería

de Heredom. De allí surge el efímero Rito Masónico de Cler-

mont que posteriormente dará origen a diversas Obediencias

Masónicas también desaparecidas.


- año 1760: Reorganización secreta de la Masonería Templaria

de Heredom, en Edimburgo.

- año 1796: En Escocia, Alexander Deuchar se convierte en he-

redero de una línea del legado templario-jacobita.

41

- año 1807, Enero: Alexander Deuchar reúne un cónclave tem-

plario en Edimburgo.

- año 1808, 28 de Marzo: El abad Clovet pronuncia una oración

fúnebre para los mártires de la Orden del Temple en la iglesia

de Saint-Paul, en París.

- año 1810: Alexander Deuchar se convierte en Gran Maestre

de la Militia Templi Scotia y heredero del linaje estuardista del

Templarismo. Conservó este cargo hasta 1835.

- Durante los siglos XIX y XX el Templarismo Masónico escocés

se expandió por todo el mundo con distinta suerte, alojándose

al interior de diversas órdenes y tomando también diversas po-

siciones en las nomenclaturas de grados de las órdenes que les

recibieron.

Así, encontramos al sistema templario y en particular al Ca-

ballero Kadosch, en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en el

antiguo Rito de Heredom o de Perfección, en el Rito de Swe-


denborg, en el Rito de Misraim, en el Rito Americano, en el Rito

de Kilwinning, en el Rito de Memphis, en el Rito de Ramsay, en

el Rito del Capitulo de Clermont, en el Rito del Capitulo Metro-

politano de Francia, en el Rito del Capitulo Primordial de Rosa

Cruz Jacobita de Arrás, en el Rito del Escocismo Reformado de

Tschoudy, en el Rito de la Orden de Cristo, en el Rito de la Or-

den de la Estrella Flamígera, en el Rito de la Orden de la Estricta

Observancia Templaria, en el Rito de la Orden del Temple, en

el Rito de la Orden de los Caballeros Humanitarios de la Ciudad

Santa de Jerusalén en Palestina, en el Rito de la Orden de los

Hermanos Negros, en el Rito de los Caballeros de la Orden, en

el Rito de los Escoceses Fieles, en el Rito de los Filaletes, en el

Rito Antiguo y Aceptado, en el Rito Irlandés, etc., etc., etc., y en

muchas ordenes masónicas y ordenes de caballería esparcidas

por el mundo.

42

DISCURSO DE ANDREW M.

RAMSAY 1737

43

DISCURSO DE ANDREW M. RAMSAY 1737

Discurso pronunciado en la Recepción de los Francmasones

por el Señor de Ramsay, Gran Orador de la Orden [1737]


Señores, el noble entusiasmo que ustedes demuestran para

ingresar en la antigua y muy ilustre Orden de los francmasones

es una prueba evidente de que ya poseen todas las cualidades

necesarias para formar parte de ella. Estas cualidades son la fi-

lantropía prudente, la moral pura, el secreto inviolable y el gus-

to por las bellas artes.

Licurgo, Solón, Numa y todos los demás legisladores políticos

no lograron que sus instituciones perduraran; por muy sabias

que hayan sido sus leyes, no han podido extenderse a todos los

países ni adaptarse al gusto, al genio y a los intereses de todas

las naciones. En efecto, no se fundamentaban en la filantropía.

El amor por la patria mal entendido y llevado al exceso destruía

a menudo en todas estas repúblicas guerreras el amor por la

humanidad en general. Los hombres, fundamentalmente, no se

diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que llevan,

los países que habitan ni por las dignidades de las que están

investidos.

El mundo entero no es más que una gran república, en la cual

cada nación es una familia y cada individuo un niño. Nuestra

sociedad se estableció para hacer revivir y para propagar las

antiguas máximas tomadas de la naturaleza del hombre. Quere-

mos reunir a todos los hombres de mente preclara y de humor

agradable no sólo mediante el amor por las bellas artes, sino

además mediante los grandes principios de la virtud; en ellos,

el interés por la confraternidad se vuelve interés por todo el

género humano, por su medio todas las naciones pueden obte-


ner conocimientos sólidos y todos los súbditos de los diferentes

reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia y quererse

mutuamente sin renunciar a su patria.

44

Nuestros ancestros, los Cruzados, procedentes de todos

los lugares de la cristiandad y reunidos en Tierra santa,

quisieron de esta forma agrupar a los súbditos de todas las

naciones en una sola confraternidad. Qué no le debemos a

estos hombres superiores quienes, sin intereses vulgares y sin

escuchar el deseo natural de dominar, imaginaron una institu

que los diferentes estados exigen, formar con el tiempo una na-

ción espiritual en la cual se creará un pueblo nuevo que, al tener

características de muchas naciones, las cimentará todas, por así

decirlo, con los vínculos de la virtud y de la ciencia.

La sana moral es el segundo requisito de nuestra sociedad. Las

Ordenes religiosas se establecieron para que los hombres lle-

garan a ser cristianos perfectos; las Ordenes militares para ins-

pirar el amor por la gloria noble; la Orden de los francmasones

se estableció para formar hombres y hombres amables, buenos

ciudadanos y buenos súbditos, inviolables en sus promesas, fie-

les adoradores del Dios de la amistad, más amantes de la virtud

que de las recompensas.

Polliciti servare fidem,

sanctumque vereri Numen amicitiae,


mores, non munera amare.

Sin embargo, no nos limitamos a las virtudes puramente ci-

viles. Tenemos entre nosotros tres categorías de hermanos:

principiantes o aprendices, compañeros o profesos, maestros

o perfectos. A los primeros les damos a conocer las virtudes

morales y filantrópicas, a los segundos las virtudes heroicas; a

los últimos las virtudes sobrehumanas y divinas. De manera que

nuestra institución encierra toda la filosofía de los sentimientos

y toda la teología del corazón. Es por esta razón que uno de

nuestros venerables hermanos, en una oda llena de noble entu-

siasmo, dijo:

Francmasones, ilustre Gran Maestro Reciban mis primeros

45

arrebatos En mi corazón la orden los hace nacer; ¡ Feliz ! si no-

bles esfuerzos Me hacen merecedor de la estima de ustedes,

Me elevan a lo sublime verdadero A la primera verdad A la

esencia pura y divina Del alma celeste origen Fuente de vida y

de claridad.

Puesto que una filosofía severa, solitaria, triste y misantrópica

les quita a los hombres el gusto por las virtudes, nuestros an-

cestros los Cruzados quisieron que ésta resultara amable con

el atractivo de los placeres inocentes, de una música agrada-

ble, de un gozo puro y de una alegría moderada. Nuestros sen-


timientos no son lo que el mundo profano y el vulgo ignorante

se imaginan. Todos los vicios del corazón y del espíritu están

desterrados, así como la irreligión y el libertinaje, la increduli-

dad y el desenfreno.

Es con este espíritu que uno de nuestros poetas dice:

Seguimos hoy senderos poco recorridos Nos esforzamos por

construir y todas nuestras construcciones. Son o cárceles para

los vicios O templos para las virtudes.

Nuestras cenas se parecen a los virtuosos banquetes de Hora-

cio en los cuales uno se sustentaba de todo lo que podía ilumi-

nar el espíritu, perfeccionar el corazón e inspirar el gusto por lo

verdadero, lo bueno y lo bello:

O! noctes, coenaeque Deum...

Sermo oritur non de regnis domibusve alienis ...

sed quod magis ad nos Pertinet,

et nescire malum est, agitamus;

utrumne Divitiis homines, an sint virtute beati,

Quidve ad amicitias usus rectumve trahat nos

Et quae sit natura boni, summumque quid ejus.

Aquí el amor por todos los anhelos se fortifica. Desterramos

46
de nuestras logias toda disputa que podría alterar la tranquili-

dad del espíritu, la dulzura de las costumbres, los sentimientos

de amistad y la armonía perfecta que tan sólo se encuentra en

la eliminación de todos los excesos indebidos y de todas las

pasiones discordantes.

Por lo tanto, las obligaciones que la Orden les impone son:

proteger a los hermanos por medio de la autoridad, esclare-

cerlos con sus conocimientos, edificarlos con las virtudes que

ustedes poseen, socorrerlos en sus necesidades, sacrificar todo

resentimiento personal y buscar todo lo que puede contribuir

a la paz, a la concordia y a la unión de la sociedad. Tenemos

secretos: son signos figurativos y palabras sagradas que consti-

tuyen un lenguaje a veces mudo y a veces muy elocuente, con el

fin de transmitirlo a grandes distancias y reconocer a nuestros

hermanos sin importar su lengua o país. Eran, aparentemente,

palabras de guerra que los Cruzados se intercambiaban para

protegerse de las sorpresas de los Sarracenos, que a menudo

se infiltraban disfrazados para traicionarlos y asesinarlos. Estos

signos y estas palabras nos recuerdan un aspecto de nuestra

ciencia, una virtud moral o un misterio de la fe.

Ocurrió con nosotros lo que muy difícilmente ha sucedido con

otra sociedad.

Nuestras logias se han constituido y se difunden hoy en todas

las naciones civilizadas y sin embargo, a pesar de tanta multitud

de hombres, nunca ningún hermano ha traicionado nuestros se-


cretos. Las personas más frívolas, las más indiscretas y las me-

nos instruidas a guardar silencio, aprenden esta gran ciencia

tan pronto como entran en nuestra sociedad. ¡ Tan grande es el

poder que la idea de unión fraterna tiene sobre los espíritus!

Este secreto inviolable contribuye de forma poderosa a vincu-

lar los súbditos de todos los países y a volver fácil y mutua la

comunicación de las buenas acciones.

47

Encontramos muchos ejemplos de lo anterior en los Anales

de nuestra Orden: nuestros hermanos que viajaban a diferentes

países de Europa, al encontrarse en una necesidad, se dieron

a conocer a nuestras logias y enseguida fueron colmados de

toda la ayuda necesaria. Incluso en las épocas de las guerras

más sanguientas, algunos ilustres prisioneros encontraron her-

manos donde no creían encontrar más que enemigos. Si alguien

rompiera las promesas solemnes que nos vinculan, ustedes sa-

ben señores, que las penas más grandes son el remordimiento

de la conciencia, la vergüenza por su perfidia y la exclusión de

nuestra sociedad según las bellas palabras de Horacio:

Est et fideli tuta silentio Merces;

vetabo qui Cereris sacrum Vulgarit arcanae,

sub isdem Sit trabibus,

fragilemve mecum Solvat phaselum...

Sí señores, las famosas fiestas de Ceres en Eleusis, de las que


habla Horacio, así como aquellas de Isis en Egipto, de Minerva

en Atenas, de Urania entre los Fenicios y de Diana en Escitia

tenían relación con nuestras solemnidades. En estas fiestas se

celebraban misterios donde se podían encontrar muchos vesti-

gios de la antigua religión de Noé y de los patriarcas; luego se

cerraban con banquetes y libaciones, pero sin los excesos, los

desenfrenos y la intemperancia en que cayeron poco a poco los

paganos. Admitir personas de uno y otro sexo en las asambleas

nocturnas, oponiéndose así a la primitiva institución, fue la cau-

sa de todas las infamias. Es para prevenir semejantes abusos

que las mujeres están excluidas de nuestra Orden. No es que

somos injustos por considerar el sexo como incapaz de mante-

ner un secreto, sino que su presencia podría alterar ligeramente

la pureza de nuestras máximas y de nuestras costumbres:

Si el sexo está desterrado, que no haya alarma

No es un ultraje a su fidelidad

48

Sino que tememos que al entrar el amor con sus encantos

Produzca el olvido de la fraternidad

Los nombres de hermano y amigo serían débiles armas

Para proteger los corazones contra la rivalidad.

La cuarta cualidad que se requiere para entrar en nuestra Or-

den es el gusto por las ciencias útiles y por las artes liberales
de todo género; así la Orden exige de cada uno de ustedes con-

tribuir con su protección, su liberalidad o su trabajo a una gran

obra para la cual ninguna Academia y ninguna universidad pue-

den ser suficientes, porque todas las sociedades particulares, al

estar compuestas de una cantidad muy pequeña de hombres,

no pueden abarcar con su trabajo un objetivo tan inmenso. To-

dos los Grandes Maestros de Alemania, de Inglaterra, de Italia

y de toda Europa exhortan a todos los eruditos y a todos los

artistas de la confraternidad a unirse con el fin de proveer la

documentación para un Diccionario universal de todas las artes

liberales y de todas las ciencias útiles, con la única excepción

de la teología y la política. Ya se ha comenzado la obra en Lon-

dres; pero con la unión de nuestros hermanos se podrá llevar

a su perfección en pocos años. En ella se explicará no sólo el

vocablo técnico y su etimología, sino que se presentará también

la historia de la ciencia y del arte, sus grandes principios y la

manera de trabajar con ellos.

De este modo se reunirán las inteligencias de todas las na-

ciones en una única obra, que será como un depósito general,

y una biblioteca universal de todo lo bello, grande, luminoso,

sólido y útil que existe en todas las ciencias naturales y en to-

das las artes nobles. Esta obra aumentará cada siglo, a medida

que aumenten los conocimientos; es así como se difundirá una

noble emulación en el gusto por las Bellas letras y por las Bellas

artes en toda Europa.

El nombre de francmasones no debe por lo tanto ser tomado


en sentido literal, vulgar y material, como si nuestros instructo-

49

res hubieran sido simples trabajadores de la piedra o del már-

mol, o simplemente genios curiosos que querían perfeccionar

las artes. No sólo eran hábiles arquitectos que querían consa-

grar sus talentos y sus bienes a la construcción de los templos

exteriores, sino también príncipes religiosos y guerreros que

querían iluminar, edificar y proteger los templos vivos del Al-

tísimo. Es lo que seguidamente daré a conocer desarrollando

para ustedes el origen y la historia de la Orden.

Toda familia, toda república y todo imperio cuyo origen se

pierde en la noche de los tiempos tiene su fábula y tiene su ver-

dad, su leyenda y su historia, su ficción y su realidad. Algunos

consideran que nuestra institución se remonta al tiempo de Sa-

lomón, de Moisés, de los patriarcas, de Noé mismo. Otros pre-

tenden que nuestro fundador fue Enoc, el nieto del Protoplas-

ta que construyó la primera ciudad y la llamó con su nombre.

Mencioné brevemente este origen fabuloso antes de llegar a

nuestra historia verdadera. He aquí, por lo tanto, lo que he po-

dido recoger en los muy antiguos Anales de la historia de Gran

Bretaña, en las actas del Parlamento de Inglaterra, que hablan

a menudo de nuestros privilegios, y en la tradición viva de la

nación británica que, desde el siglo once, ha sido el centro y la

sede de nuestra confraternidad.


Desde la época de las guerras santas en Palestina, muchos

príncipes, señores y ciudadanos se unieron, hicieron voto de

restablecer los templos de los cristianos en Tierra santa y, por

medio de un juramento, se comprometieron a emplear sus ta-

lentos y sus bienes para devolver la arquitectura a su consti-

tución primitiva. Adaptaron de común acuerdo varios antiguos

signos, palabras simbólicas tomadas del fondo de la religión,

para diferenciarse de los infieles y reconocerse con respecto a

los Sarracenos. Estos signos y estas palabras sólo se comunica-

ban a los que prometían solemnemente, incluso con frecuencia

a los pies del altar, no revelarlos nunca. Esta promesa sagra-

da ya no era entonces un juramento execrable, como se cuenta,

sino un vínculo respetable para unir a los hombres de todas las

naciones en una misma confraternidad.

Tiempo después, nuestra Orden se unió íntimamente con los

caballeros de San Juan de Jerusalén. Desde entonces nuestras

logias llevaron el nombre de las logias de San Juan en todos los

países.1 Esta unión se llevó a cabo a imitación de los israelitas

cuando construyeron el segundo templo, mientras trabajaban

con una mano con la llana y el mortero, llevaban en la otra la

espada y el escudo (Esdras cap. IV, v. 16).

Nuestra Orden por consiguiente no se debe considerar como

una renovación de las bacanales y una fuente de excesivo de-

rroche, de libertinaje desenfrenado y de intemperancia escan-

dalosa, sino como una Orden moral, instituida por nuestros an-

cestros en Tierra santa para hacer recordar las verdades más


sublimes, en medio de los inocentes placeres de la sociedad.

Los reyes, los principes y los señores, regresando de Palestina

a sus países, establecieron diferentes logias. Desde la época de

las últimas cruzadas ya se observa la fundación de muchas de

ellas en Alemania, Italia, España, Francia y de allí en Escocia, a

causa de la íntima alianza que hubo entonces entre estas dos

naciones.

Jacobo Lord Estuardo de Escocia fue Gran Maestro de una

logia que se estableció en Kilwinning en el oeste de Escocia en

el año 1286, poco tiempo después de la muerte de Alejandro III

rey de Escocia, y un año antes de que Jean Baliol subiera al tro-

no. Este señor escocés inició en su logia a los condes de Glou-

cester y de Ulster, señores inglés e irlandés.

Poco a poco nuestras logias, nuestras fiestas y nuestras so-

lemnidades fueron descuidadas en la mayoría de los países en

los que se habían establecido. Esta es la razón del silencio de

los historiadores de casi todos los reinos con respecto a nuestra

Orden, a excepción de los historiadores de Gran Bretaña. Sin

51

embargo, éstas se conservaron con todo su esplendor entre los

escoceses, a los que nuestros reyes confiaron durante muchos

siglos la custodia de su sagrada persona.


Después de los deplorables reveses de las cruzadas, la deca-

dencia de las armadas cristianas y el triunfo de Bendocdar Sul-

tán de Egipto, durante la octava y última cruzada, el hijo de En-

rique III de Inglaterra, el gran príncipe Eduardo, viendo que ya

no había seguridad para sus hermanos en Tierra santa los hizo

regresar a todos cuando las tropas cristianas se retiraron, y fue

así como se estableció en Inglaterra esta colonia de hermanos.

Puesto que este príncipe estaba dotado de todas las cualidades

del corazón y del espíritu que forman a los héroes, amó las be-

llas artes, se declaró protector de nuestra Orden, le otorgó mu-

chos privilegios y franquicias y desde entonces los miembros

de esta confraternidad tomaron el nombre de francmasones.

Desde este momento Gran Bretaña se volvió la sede de nues-

tra ciencia, la conservadora de nuestras leyes y la depositaria

de nuestros secretos. Las fatales discordias de religión que in-

flamaron y desgarraron Europa en el siglo dieciséis hicieron

que nuestra Orden se desviara de la grandeza y nobleza de su

origen. Se cambiaron, se disfrazaron o se suprimieron muchos

de nuestros ritos y costumbres que eran contrarios a los pre-

juicios de la época. Es así como muchos de nuestros hermanos

olvidaron, al igual que los judíos antiguos, el espíritu de nuestra

ley y sólo conservaron su letra y su apariencia exterior. Nues-

tro Gran Maestro, cuyas cualidades respetables superan aún su

nacimiento distinguido, quiere regresar todo a su constitución

inicial, en un país en que la religión y el Estado no pueden más

que favorecer nuestras leyes.


Desde las islas británicas, la antigua ciencia comienza a pasar

a Francia otra vez bajo el reino del más amable de los reyes,

cuya humanidad es el alma de todas las virtudes, con la inter-

vención de un Mentor que ha realizado todo lo fabuloso que se

52

había imaginado. En este momento feliz en que el amor por la

paz se vuelve la virtud de los héroes, la nación más espiritual

de Europa llegará a ser el centro de la Orden; derramará sobre

nuestras obras, nuestros estatutos y nuestras costumbres, las

gracias, la delicadeza y el buen gusto, cualidades esenciales en

una Orden cuya base es la sabiduría, la fuerza y la belleza del

genio.

Es en nuestras logias futuras, como en escuelas públicas, don-

de los franceses verán, sin viajar, las características de todas

las naciones y es en estas mismas logias donde los extranjeros

aprenderán por experiencia que Francia es la verdadera patria

de todos los pueblos. Patria gentis humanae.

¿SOLO UN DISCURSO?

El discurso de Ramsay en París en 1736 podría haber sido

un discurso de circunstancia que, habría caído en el olvido. En

cambio, ha sido traducido y publicado con éxito en muchos

idiomas extranjeros. Pero lo que es más importante, aún propor-

ciona los fundamentos en los que se basa la masonería francesa.


Ramsay es una de las figuras más románticas de la historia

de la masonería, nació en Ayr, Escocia, el 9 de junio de1686.

Ingresó en la Universidad de Edimburgo a la edad de 14 años y

estudió a los clásicos, matemáticas y teología. En sus estudios,

asumió el puesto de tutor en la casa del conde de Wemyss.

En 1706, Ramsay abandonó Inglaterra para ir a Flandes, donde

se unió al ejército del duque de Marlborough, que participaba

en la guerra de la sucesión española, esencialmente una guerra

entre Francia y España contra Inglaterra y Austria. En 1710 se

reunió con el arzobispo de Cambrai, Fenelon, y se convirtió en

su compañero hasta la muerte de Fenelon en 1715.

Ramsay se convirtió a la fe católica romana bajo la enseñanza

53

de su amigo oficial de la Iglesia. Ramsay luego se mudó a París,

donde trabajó para el duque de Chateau-Tierry, quien le pre-

sentó al Regente, Philippe d’Orleans, hermano del rey Luis XIV.

El Príncipe también fue el Gran Maestro de la Orden de Lázaro,

por lo que a través de ese conocido Ramsay pudo ser admitido

en su Orden, que de ahora en adelante lo calificó para ser cono-

cido como el Caballero de Ramsay y para recibir una pensión

de la Abadía de Signy.

En 1723, Ramsay se convirtió en tutor en Roma de los dos hi-


jos pequeños del Viejo Fray, el católico James Francis Edward

Stuart (James III), que había huido de Charles Edward Stuart

después de perder la corona ante el protestante Príncipe Wi-

lliam de Orange. De 1725 a 1728, Ramsay se quedó como invita-

do del Duque de Sully y fue durante este período que escribió

la famosa novela Los viajes de Ciro, que se publicó en 1727. Fue

un éxito de ventas en su día y sirvió para establecer el La repu-

tación de Chevalier en Inglaterra y en el continente.

En 1728, Ramsay viajó a Londres y después se fue a Escocia,

donde fue invitado por el duque de Argyle en Inverery. Luego

a Oxford como invitado del Marqués d’Abais. Al año siguiente

se unió a la Sociedad de Caballeros de Spalding, compuesto

en gran parte de destacados masones como Sir Isaac Newton,

Alexander Pope y el Dr. John Desaguliers. Ramsay nunca dijo

cuándo se unió a la masonería, probablemente fue iniciado en

el oficio por uno o más miembros de la Sociedad y ocurrió, se-

gún informó el London Evening Post el 17 de marzo de 1729, en

el Horn Lodge. en el Palace Yard, Westminster, con su Gracia el

Duque de Richmond en la Cátedra del Maestro. Ramsay tam-

bién fue miembro de la Logia “Louis l’Argent”, que se estableció

en París bajo una orden de la Gran Logia de Inglaterra.

En Oxford, Ramsay se unió a St Mary’s Hall y en 1729 se le

otorgó el título de Doctor en Derecho Civil, convirtiéndose así

en el primer sujeto católico romano en recibir el honor desde

54
la Reforma. En 1730, Ramsay regresó a París y entró al servicio

del Conde d’Evreux del Tour d’Avergne, que tenía vínculos con

la Corte jacobita. Retuvo una posición en esa familia hasta 1741.

Desde su regreso a Francia en 1730, Ramsay se había vuel-

to muy activo en la masonería y en 1736 pronunció la oración

que hizo famoso su nombre en los anales de The Craft. El dis-

curso se publicó más tarde con el título “Relation apologique du

Franc-Masonnerie” y fue quemado públicamente en Roma por

orden del Papa.

Ramsay murió el 6 de mayo de 1743 en St. Germain-en-Laye,

donde fue enterrado; más tarde, su corazón fue removido y tras-

ladado al convento benedictino de San Sacremento en París.

Afirman que Ramsay fue el creador de la primera serie de

los Grados Templarios. Pero aunque no hay pruebas que lo de-

muestren, el discurso de Ramsay, sin embargo, posiblemente

proporcionó la inspiración para la fundación del Arco Real.

Diversos autores han manifestado su opinión respecto a Ram-

say y asi dicen que: fue un firme partidario de la Casa de Estuar-

do e introdujo un sistema de Francmasonería creado en Edim-

burgo por un Capítulo de la Logia Kilwinning (al cual el Rey

Perteneció) en interés de los Estuardo y con el objetivo final de

someter la masonería al catolicismo romano.


Que Ramsay introdujo a propósito los Grados Superiores para

que pudiera hacer una selección de las filas de la Hermandad

en interés de los Estuardo y para recaudar fondos de esas nue-

vas Logias en favor del Pretendiente que Estaba preparando

otro intento de recuperar el trono británico.

Por decepcionante que sea, esta visión de la figura del Caba-

llero de Ramsay, ¡revela que nuestro héroe masónico era princi-

palmente un jacobita en una cruzada política!

55

56

El secreto de la LÁpida Templaría de

Arjona

Marino de Armas Benítez 33º

57

El secreto de la LÁpida Templaría de

Arjona

Marino de Armas Benítez 33º

A lo largo de la historia de la humanidad mucho se ha hablado

y escrito sobre el rey Salomón, los Masones y Templarios; sin


embargo la grandeza del un rey se mide por el nivel de bien-

estar de su pueblo. Muchos fueron los reyes que ascendieron al

trono de Israel, pero la época de oro se inició bajo el reinado de

David y continuó con Salomón. El rey David (1004-965 aC) hizo

de su reino una importante potencia al unir las doce tribus en un

solo reino, colocando a Jerusalén y la monarquía en el centro de

la vida nacional del país; Salomón por su parte gobernó con sa-

biduría y consagró su reinado a grandes proyectos de construc-

ción. Hoy pretendo en esta conferencia, mostrar otro personaje

al cual no se le otorga adecuada relevancia y de quien poco se

habla y escribe.

Dicen que el Papa es el vicario (representante) de Dios en la

tierra, pero ¿las decisiones que un Papa toma y hace cumplir;

responden a los designios de Dios o intereses personales? A

caso el llamado Deus Vult (Dios lo quiere) del Papa Urbano II

en el Concilio de Clermont, era cumpliendo los designios de

Dios; ese fue el primer paso del asedio a Jerusalén entre el 7 de

junio y el 15 de julio de 1099 durante la Primera Cruzada. Cuán-

tos pueblos (mujeres, hombres y niños) han sido masacrados

en nombre de la fe, cuántas personas han sido excomulgadas y

juzgadas por sus ideas.

Existe una gran diferencia entre los atributos de una persona

y su apariencia física. Los atributos de una persona son aquellos

que permiten distinguirla de las otras: su nombre sin él sería

una ardua tarea distinguir a una persona de otra, y su capacidad

de obrar la cual va paralelamente a su personalidad; conocien-


do estos atributos de una persona, nos permitirá realizar una

imagen mental de una persona. Por otro lado la apariencia físi-

58

ca de una persona, es cómo la ven y perciben otros individuos;

agregando que esta es cambiante pues en la niñez tenemos una,

en la adolescencia y vejez otra. Con estos aspectos claros pode-

mos afirmar sin temor a errores, que de Dios solo conocemos

sus atributos, no su apariencia y en base a ellos cada cual rea-

liza un personal juicio de valores;…A Dios nadie le vio jamás;

el unigénito Hijo, que está en el seño del Padre, él le ha dado a

conocer… (Juan 1:8). Se dice…el hombre fue creado a su imagen

y semejanza…esta afirmación es teniendo en consideración los

atributos, no la apariencia física; de ser lo contrario ¿Era hom-

bre o mujer? Pues creo a Adán, Lilith y Eva en el inicio, en esa

búsqueda de respuesta se basa el surgimiento de la Geometría

Sagradateniéndose en consideración lo conceptual, lo visual, lo

relacional y lo práctico.

Muchos vinculan al rey Salomón con el secreto del Shem

Shemaforash, sin percatarse que incurren en un error. Aarón,

hermano mayor de Moisés tenía linaje levítico y junto a Moi-

sés condujo a los israelitas fuera de Egipto; muere en el Monte

Hor entregando el sumo sacerdocio a su hijo Eleazar. Aarón de

la tribu Levita fue el primero en ocupar el cargo de Sumo Sa-

cerdote de Israel, sólo sus descendientes podían ejercer este

cargo y poseían el secreto del Shem Shemaforash. Sadoc des-


cendiente de Eleazar, fue el primer Sumo Sacerdote de Israel al

construirse el Primer Templo de Salomón; Josué hijo de Josedec

fue el primer Sumo Sacerdote en épocas del Segundo Templo

de Jerusalén, tras la vuelta de los judíos desde la cautividad de

Babilonia 515-490 a. de C.

Zacarías fue sacerdote descendiente de Aarón (Lucas 1:5-25),

vivió en época de Herodes el Grande, muere entre el templo y

el altar (Mateo 23:35), fue profeta del islam y padre de Juan el

Bautista; poseían el secreto del Shem Shemaforash. Dentro de la

vestimenta sacerdotal que usaba el Sumo Sacerdote estaba el

Jóshen (pectoral); fijado por delante del efod y adornado por

doce piedras preciosas, cada una grabada con el nombre de

59

una de las tribus israelitas. Quedando demostrado que el rey

Salomón, no era poseedor de tal elevado secreto.

¿Por qué representar geométricamente del nombre de Dios?

El Corán prohíbe cualquier representación icónica de Dios; por

ello la composición geométrica se usó para evitar toda repre-

sentación humana de la divinidad. La Estrella de David (de seis

puntas) símbolo que identifica al judaísmo, sus dos triángulos

equiláteros superpuestos o entrelazados expresan la íntima re-

lación que existe entre Dios y la humanidad. Estos conceptos

entroncan con la masonería y su método geométrico de edu-

cación, el cual permite unir hombres y mujeres de diferentes


procedencias y creencias. Por ello la armonía constituye una ex-

periencia mística, que permite comprender a Dios como geo-

metría en estado puro.

En el 587 a.C. Jerusalén quedo arrasada por el ejercito babi-

lonio y Nabucodonosor, obligándose a sus ciudadanos a vivir

un exilio forzado; comenzaron a regresar a la antigua capital en

60

538 a.C. bajo el rey persa Ciro II el Grande. Posteriormente en

el año 70 d.C. el ejército romano dirigido por Tito con Tiberio

Julio Alejandro conquistó la ciudad, saqueo y destruyo su Se-

gundo Templo reconstruido por Herodes. En la revista Biblical

Archaeology Review, plantea que el Coliseo fue construido con

el botín del saqueo del Templo de Jerusalén de parte de legio-

nes romanas. La teoría surge a partir del texto de una piedra

esculpida colocada justamente en el Coliseo, que describe los

trabajos de reparación hechos en la estructura años después de

61

la terminación de la construcción…Era costumbre usar parte del

botín de guerra para obras públicas…afirma Feldman.

Poco se ha dicho sobre los objetos saqueados del templo de

Salomón, tras la conquista romana; encontramos referencias en

Éxodo 31:2-11 de que Moisés explica a los artesanos el cómo


y porque los objetos ritualisticos que deben construirse de un

modo especifico, los artesanos encargados del mobiliario del

tabernáculo y vestimentas del Sumo Sacerdote de Israel Aarón

fueron Bezaleel de la tribu de Judá y Aholiab de la tribu de Dan.

En Éxodo 37:1-29 explica el mobiliario del tabernáculo:…Hizo

también Bezaleel el arca de madera de acacia; su longitud era de

dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de

codo y medio; con dos querubines de oro… Hizo también la mesa

de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un

codo, y de codo y medio su altura…También hizo los utensilios

que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas, sus

cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino…

Hizo asimismo el candelero de oro puro…Hizo también el altar

del incienso…

Una mesa es mucho más que el punto de reunión de una fa-

milia para comer; sus orígenes se pierden en la noche de los

tiempos y sus formas suelen ser muy variadas al igual que los

materiales de construcción.También las grandes decisiones so-

ciales, familiares, políticas, históricas y religiosas se han tomado

alrededor de una mesa; al igual que muchas son las leyendas en

la que este mueble tan importante en la historia de la humani-

dad, se encuentra presente.

Los godos, fue un pueblo germánico de cuyas ramas los vi-

sigodos y los ostrogodos; tuvieron relevancia en la caída del

Imperio romano de Occidente y el surgimiento de la Europa

medieval. En el año 409 el pueblo visigodo cruzo los Pirineos y


se asentó en la Península Ibérica creando su capital en Toledo,

conservando al sur de la Galia hasta la desaparición del reino

62

de Toledo ante los musulmanes en el 711. El 24-08-410 Roma fue

saqueada por los visigodos comandados por Alarico I, de esta

acción bélica surge una leyenda sobre como el tesoro saqueado

viaja de Roma a España hasta la Cueva de Hércules; las crónicas

de la época avalan que esta cueva se encuentra ubicada en el

callejón de San Gines, 3, cp. 45001 en Toledo.

Cuenta la leyenda que…Hércules escondió un tesoro símbolo

de la codicia y ambición humana, el cual fue custodiado por los

reyes que gobernaron en Toledo – España; siendo el propio Hér-

cules que coloco el primer cerrojo a la puerta que daba acceso

al tesoro. Comenzando la tradición de que cada rey antes de mo-

rir, colocaría un candado en esa puerta que nunca se abriría; fue

el rey visigodo Don Rodrigo (710-711), quien primero comete la

tentación de descubrir el tesoro escondido en la Cueva de Hércu-

les destruyendo los candados para abrirse paso. De lo que des-

cubrió el rey visigodo no se sabe nada, lo que si le fue revelada

la invasión y conquista de la ciudad de Toledo por los árabes… El

rey Rodrigo fue derrotado por Táriq ibn Ziyad general musul-

63

mán, en la batalla de Guadalete entre el 19-26 de Julio del 711.


La ciudad de Toledo aparece en los famosos cuentos de Las

Mil y una Noche (Alf Layla wa-Layla) célebre recopilación me-

dieval en lengua árabe de cuentos tradicionales, originada al-

rededor del año 850. En sus cuentos narra…Aquella ciudad se

encontraba en al-Andalus y la conquistó Táriq Ziyad aquel mismo

año bajo el califato de al-Walid b. Abd al-Malik, uno de los ome-

yas. Encontró grandes tesoros en la ciudad: más de ciento setenta

diademas de perlas y jacintos, piedras preciosas y una sala de

audiencias tan grande que los hombres a caballo habrían podido

celebrar fiestas.También halló vasos de oro y de plata, imposibles

de describir y la mesa que había pertenecido al profeta Salomón

hijo de David…Táriq ibn Ziyad general de los bereberes Nafza

dirigió la conquista musulmana de la Península Ibérica (Hispa-

nia Visigoda); quien al conquistar Toledo respeto a los lugare-

ños y no tocó sus Iglesias.

64

En 1546 el cardenal Martínez Silíceo, mandó practicar un reco-

nocimiento en las Cuevas de Hércules buscando el tesoro que

en ella se escondía. Según los anales de la ciudad los obreros

salieron consternados y aterrorizados,… Hizo pues limpiar la

puerta, que como hemos dicho está calafeteada y cerrada en la

Iglesia de San Ginés; buscando y previniendo los hombres de más

animo, y los que braveaban de osados y valientes mandó que les

diesen zurrones de comida. Entraron pues estos bravos, y a cosa

de media legua toparon con unas estatuas de bronce puestas so-


bre una mesa como altar,… estas son las palabras que el sacer-

dote Cristóbal Lozano, quien en 1671 escribió las crónicas de

este acontecimiento. Otra búsqueda la protagonizo hacia 1929

el sacerdote toledano Ventura López, quien dedujo que la cueva

habría albergado un templo asirio fenicio.

Don Luís Rodríguez Bausa profesor de la Universidad de Cas-

tilla la Mancha aporta información referente a este tema al afir-

mar que la enigmática Mesa de Salomón, estuvo en la ciudad

de Toledo. Veamos sus citas: …Las crónicas de Flavio Josefo en

su libro octavo cita textualmente la mesa, cuando el cesar Tito se

la lleva de Jerusalén… Procopio de Cesarea historiador bizantino

del siglo VI, cita la mesa como uno de los objetos robados del

Templo de Júpiter…La crónica de Alkitab señala que la mesa es-

tuvo ubicada, donde la Iglesia Mayor de los Godos en Toledo…En

enero de 2010 la Cueva de Hércules ha sido reabierta, con una

nueva restauración para el disfrute de toledanos y turistas.

El Reino de Toledo fue una de las taifas de Al-Ándalus que

finaliza con la conquista cristiana en 1085 por Alfonso VI, incor-

porándose al reino de Castilla. Durante la estancia de la reina

Isabel I de Castilla en Sevilla entre 1477 y 1478, el dominico

sevillano Alonso de Ojeda prior del convento de San Pablo, la

convenció de la existencia de prácticas judaizantes entre los

conversos andaluces. El 1-11-1478 el Papa Sixto IV promulga la

bula Exigit Sincerae Devotionis Affectus, por la cual quedaba

constituida la Inquisición para la Corona de Castilla.


65

Tomás de Torquemada (1420-1498) presbítero dominico, con-

fesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general

de Castilla y Aragón en el siglo XV. Torquemada inició el mayor

periodo de persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530;

en sólo 16 años envió a más de 2.000 personas a la hoguera

(según las cifras más moderadas) y otras 25.000 fueron proce-

sadas, conduciendo a la unificación religiosa de España. Si al-

guien alguna vez escribiese la crónica criminal de las buenas

intenciones de la Iglesia Católica, sin lugar a dudas Tomás de

Torquemada ocuparía en ella un lugar central. Quedando de-

mostrado una vez más que la realidad supera a la ficción, plan-

teada en la película Assassin`s Creed de 2016 desarrollada en

Andalucía – España en 1492.

Por mucho que lo niega una y otra vez la Iglesia Católica y

otros lo llaman Leyenda Negra, la historia demuestra que ellos

persiguen y practican el conocimiento pagano llamado Magia

Negra. Diversos papas y clérigos que han escrito grimorios ta-

les como Honorio, León III, San Cipriano, etc. destacándose el li-

66

bro Malleus Maleficarum (Martillo de las Brujas) el tratado más

importante que se haya publicado en el contexto de la persecu-

ción de brujas; publicado en Alemania en 1487. …En la Iglesia

Católica, lo que no es religioso se convierte en un secreto muy


bien guardado…

Las búsquedas de la legendaria Mesa de Salomón, realizadas

por el rey godo Don Rodrigo y la iglesia católica (Cardenal Mar-

tínez Silíceo y Sacerdote Cristóbal Lozano) no fueron las únicas.

En 1936 se reabre la historia cuando José Moreno Salcedo rea-

liza el inventario de bienes en la Catedral de Jaén, señalando

en sus notas al Obispo Alonso Suárez de la Fuentes Sauce (el

constructor) y al Barón de Velasco como buscadores del antiguo

objeto.

En el censo de las víctimas del Franquismo en la provincia

de Jaén, aparece un especial señalamiento José Moreno Salcedo

(27-06-1941 – fusilado). Débase señalar que el obispo Alonso

Suárez de la Fuentes Sauce, en 1494 fue inquisidor general por

Isabel I de Castilla, y en 1496 comisario de la Santa Cruzada.

Ocupa la sede de Jaén en el año 1500 donde permaneció hasta

el 5-11-1520, en que falleció. El obispo Alonso Suárez realizo

construcciones y excavaciones en lugares relacionados con la

Mesa de Salomón, también conocida como la Tabla o el Espejo

de Salomón; nunca se supo el origen del dinero con el que cos-

teaban esas construcciones. ¿Por qué motivo el franquismo fusi-

lo a José Moreno Salcedo? Tal vez querían que no se supiera su

investigación, pero su libreta de notas apareció años después.

D. Fernando Ruano Prieto el último Barón de Velasco (1876-

1940), señalado en las notas de José Moreno Salcedo. Alrededor

de este personaje también existe una leyenda:…A finales del


siglo XIX el último Barón de Velasco, crea una sociedad llamada

Los Doce Apóstoles. En sus reuniones secretas reprodujeron vie-

jos ritos olvidados, intentando descifrar el código que escondía el

Shem Shemaforash; dejando huella de su oculta búsqueda en la

67

cripta familiar que construye…

Muchas son las hipótesis faltas de evidencias, que se han

creado alrededor del grupo fundado por Fernando Ruano Prie-

to último Barón de Velasco llamado los Doce Apóstoles. Unos

aseguran que era una logia masónica, sin embargo en 1939 des-

aparece la última Logia de la Masonería Regular en Jaén deno-

minada Lealtad; Fernando Ruano Prieto último Barón de Velas-

co nunca fue masón, todo lo contrario según testimonio de Juan

Pérez Laguna conocido como el Naranjero Alcalde de Arjona, y

miembro del Frente Popular de Arjona… cuando los franquistas

tomaron el pueblo Fernando Ruano Prieto sería nombrado juez

militar de la zona… El general Franco ante el fracasado plan de

68

Mola, para someter a Andalucía Oriental pronuncia la frase Jaén

me quita el sueño…

El 5-11-2011 surge en Jaén, la logia Andrés de Vandelvira 175

dependiente de la Gran Logia de España; pero ¿Qué relación


guarda el nombre de esta logia masónica, con Jaén? Según la

Primera Crónica General de España Fernando III de León y de

Castilla (el Santo), convirtió a la antigua mezquita Aljama o Ma-

yor en la actual Catedral de Jaén; en 1246 el Obispo de Córdoba

Gutierre Ruiz de Olea consagro la mezquita Aljama al culto ca-

tólico; posteriormente en 1548 se realizaron restauraciones las

que fueron realizadas por el arquitecto Andrés de Vandelvira, a

quien la iglesia católica nombra como título de Maestro Mayor.

Otros señalan que la sociedad los Doce Apóstoles era una

sociedad neo templaría creada con personas de la alta socie-

dad (integristas de la nobleza y clero) vinculándola con la alta

aristocracia europea. ¿Qué es el Neo-Templarismo? Son asocia-

ciones que alegan ser derivación directa de la antigua orden

Los caballeros Templarios; surgen a partir del siglo XVIII (1701-

1800) y afirman que antes de la muerte de Jacques de Molay

este confió su cargo al caballero Jean-Marc Larmenius (o de

l’Armenie); quien escribiese la llamada Carta de Larmenius. Sin

embargo el Papa Clemente V en la bula Vox in Excelso el 22-03-

1312 suprimió la Orden del Temple, y toda forma de reconstitu-

ción de la orden bajo pena irrevocable automática excomunión.

El neotemplarismo, diversas corrientes del ocultismo moder-

no y contemporáneo, no tiene nada que ver con los templarios

medievales. La Secretaría de Estado del Vaticano en documento

sobre las órdenes ecuestres o de caballería en relación con la

Iglesia Católica. Donde dice…además de las órdenes propias,

la Santa Sede reconoce y tutela solamente a la Soberana Orden


Militar de Malta […] y a la Orden de Caballería del Santo Sepul-

cro de Jerusalén, y no tiene intención de hacer innovaciones en

este sentido… Es decir, que fuera de las órdenes erigidas por la

69

propia autoridad papal, sólo hay dos reconocidas oficialmente

por la Iglesia a nivel universal; no pudiendo la misma hacerse

garante de su legitimidad histórica y jurídica, de sus finalidades

y de sus sistemas organizativos. Esta aclaración deja sin funda-

mentación que fuera una sociedad neo templaría la creada por

Fernando Ruano Prieto.

Es innegable que la condición social de Fernando Ruano Prieto

último Barón de Velasco, le permitió relacionarse con personas

de la alta sociedad europea, permitiéndole buscar un conoci-

miento vedado para otras personas. Entre 1820-1920 en Ingla-

terra existió una sociedad secreta que llega a Gibraltar-España,

llamada los Doce Apóstoles.

Los Apóstoles de Cambridge, también conocidos como la

Cambridge Conversazione Society o Grupo de Bloomsbury; fue

una sociedad fundada en 1820 por la élite intelectual de la Uni-

versidad de Cambridge en Inglaterra que existe hasta 1920. El

70

nombre de los Doce Apóstoles, se debió a que fueron doce los


fundadores:

• George Tomlinson, Obispo de Gibraltar

• Frederick Maurice, escritor socialista cristiano

• Erasmus Alvey Darwin, hermano de Charles Darwin

• John Sterling, escritor y poeta

• John Mitchell Kemble, historiador

• Arthur Hallam, poeta

• Alfred Tennyson, poeta inglés, miembro de la Cámara de los

Lores

• Sir William Harcourt, Chancellor of the Exchequer

• James Clerk Maxwell, físico

• Bertrand Russell, filósofo, miembro de la Cámara de los Lores

• G. E. Moore, filósofo

• E. M. Forster, escritor

• Lytton Strachey, escritor y crítico

• Leonard Woolf, escritor y editor, marido de Virginia Woolf

• John Maynard Keynes, economista y parlamentario

71

• Ludwig Wittgenstein, filósofo

• Eric Hobsbawm, historiador

• J. M. E. McTaggart, filósofo

• Jonathan Miller, (1934), escritor y director

• Anthony Blunt, Consejero de arte de la reina, oficial del MI6

espía del KGB

• Julian Bell, poeta


• Guy Burgess, oficial del MI6 espía del KGB

• Lewis Daly, antropólogo, implicado en el Círculo de Cambri-

dge

Los Apóstoles guardaron un diario de cuero de su membrecía

con notas manuscritas de nombres y datos de sus miembros;

surgiendo una duda ¿Por qué no figura el nombre de Fernando

Ruano Prieto en citado libro? Cabe señalar que el diario de la

sociedad los Apóstoles posee una singular colección de docu-

mentos llamados el Arca, con los temas tratados y los resulta-

dos del debate. Alrededor de 1920 miembros de esta sociedad

los Doce Apóstoles, se relacionaron con el espionaje soviético

conociéndose bajo el nombre de Círculo de Espías de Cam-

bridge. El reverendo George Tomlinson fundador de la socie-

dad secreta los Doce Apóstoles de Cambridge, llega a Gibraltar

ocupando el cargo de Obispo de la Diócesis de Gibraltar hasta

su muerte.

La Diócesis de Gibraltar (también denominada Diócesis de

Europa, pues, con su catedral en Gibraltar -La Santísima Trini-

dad- abarca Marruecos, Europa, Turquía y la Antigua Unión So-

viética). The Ecclesiastical Gazette. Or monthly register of the

affairs of the Church of England, and of its religious societies

and institutions, from July 1842 to June 1843, núm. 54 del vol. V,

London, Charles Cox, 1843, en su número correspondiente al

13-12-1842 (páginas 119 a 125 del volumen), comunicaba…el

obispo había sido entronizado en Gibraltar el día 6 de noviembre

y había hecho notar en su sermón que la iglesia Anglicana era una


rama integral de la iglesia Católica…

72

Tras este viaje en el que hemos conocidos como reyes, religio-

sos, intelectuales, aristócratas, etc. sea por poder o conocimien-

to, buscaban el secreto del rey Salomón en España. Llegando

al hecho que en 1956 se realizaron obras de restauración en la

capilla construida por Fernando Ruano Prieto, descubriéndose

una lápida de mármol de Carrara con extraño grabado, en estos

momentos expuesta en Ayuntamiento.

Teniendo en consideración:

• Que las esculturas de las virtudes teologales existentes en la

capilla y la lapida son de mármol de carrara

• Que el escultor de las citadas fue el escultor valenciano José

Capuz Mamano

Podríamos considerar que las manos del maestro cantero José

Capuz Mamano (1884-1964), fueron las que realizaron tan sin-

gular y especial grabado, en lapida de Arjona. ¿Cuál sería el

conocimiento no revelado de este escultor? Agregando que el

73

monumento realizado en piedra al arquitecto Justino Flórez Lla-

mas (1929), situado en la plaza del Deán Martín de Mazas, de

Jaén; también fue obra de este relevante escultor.


A lo largo de este artículo hemos descorrido el velo, que cubría

la figura de Fernando Ruano Prieto el último Barón de Velasco

y los grupos sociales con los cuales posiblemente se relaciona-

se. Múltiples han sido los autores de apasionantes libros en los

que esta lapida es el eje central, quedando en todos dudas sin

solución ¿Qué es el Shem Shemaforash? ¿El rey Salomón tuvo

alguna mesa sagrada?

TRAZADO GEOMÉTRICO:

Los llamados signos lapidarios o signo grabado en piedra,

eran realizados con un cincel fino y en la actualidad podemos

hallarlos en múltiples edificaciones y catedrales. La ciencia

que estudia, clasifica e investiga las marcas de cantero se lla-

74

ma gliptografía. Los gremios cantero y carpintero en sus inicios

formaban parte del mismo grupo; los carpinteros marcaban las

vigas de igual manera que los canteros, pero su obra apenas ha

trascendido debido a los incendios frecuentes en la época me-

dieval, las eliminaron en su gran mayoría. Cada marca de can-

tero no sólo representa al maestro que la trabajaba, también al

grupo al que pertenecía compuesto generalmente entre 6 y 15

personas entre mujeres, niños, aprendices, peones y ayudantes.

Existían otras marcas cuya finalidad era dejar a la posteridad un

mensaje, que sería interpretado con arreglo al observador.


Débase señalar que en España existe la Sociedad de Inves-

tigaciones Gliptográficas (SIGNO), la que con su trabajo de

catalogación permite ampliar respuestas a estudiosos de este

apasionante mundo que aún se conservan en las construcciones

75

medievales. Masónicamente hablando podemos decir que el

16-12-1841 George Godwin presenta en la Sociedad de Anti-

cuarios un manuscrito referente a las marcas de canteros, do-

cumento publicado el 2-02-1843 en el Comité de Artes y Monu-

mentos de Paris por M. Dieron. Ambos estudiosos concuerdan

que el uso de esas marcas corresponden a una ley masónica

surgida en la Logia de San Juan de Berechin basada en el cono-

cimiento aportado a ellos por los Escoceses, consistente en que

cada masón debía registrar su marca en el libro de su logia y no

la podía cambiar a placer.

La regla para la creación de las marcas masónicas plantea que

debían tener al menos un ángulo, el circulo debía ser evitado

a menos que una línea formase un ángulo con él; dado el caso

de existir en una reunión de la misma obra dos albañiles con la

misma marca uno de ellos debe asumir una distinción denomi-

nada heraldos (símbolo que le diferencia). Existen dos estatutos

que hablan al respecto, el Nº 51ª del 1266 por Enrique III y el Nº

13 del 1285 establecido por Eduardo I; ambos estatutos realizan

las alusiones más tempranas referentes a la necesidad de la co-


locación de estas marcas. Lo anteriormente planteado demues-

tra la antigüedad y uso de las marcas masónicas, las que se han

trasmitido a través de las diversas civilizaciones llegando a hoy

día, a pesar del paso del tiempo se siguen empleando por los

francmasones actuales.

Cuando analizamos el grabado existente en la Lapida Templa-

ría de Arjona o Piedra del Letrero, comprobamos que estamos

ante un trazado geométrico realizado por capas. El primer tra-

zado posee 10 círculos (uno que contiene 9 más en su interior)

cuatro con centro en vértices de un cuadrado y cinco de mayor

a menor conteniendo en su interior a los siguientes.Y un segun-

do trazado formado por una estrella de doce puntas, ¿Geomé-

tricamente que expresa este grabado? Realizado en pieza de

mármol de Carrara de 75 cm de lado y 25 mm. de grosor.

76

SEGUNDA CAPA DE TRAZADO GEOMÉTRICO:

Estrella de Doce Puntas.

La Geometría Sagrada es un lenguaje matemático perfecto,

permite entender el origen único de las cosas. La Estrella de

David, símbolo compuesto por dos triángulos equiláteros su-

perpuestos formando una estrella de 6 puntas, hexagrama o

hexágono regular donde todos sus ángulos son de 60º; aportan-

do un conocimiento incalculable.
Estudiosos de la estrella de seis puntas plantean que se deno-

mina en hebreo Maguén David (Escudo de David), atribuyén-

dosele a este rey tras enfrentar a Goliat y unificar al pueblo de

Israel en un solo reino; siglos más tarde recibe la denomina-

ción de Sello de Salomón. Dentro de los múltiples simbolismos

atribuidos a la estrella de seis puntas, el más acertado es que

representa las Doce Tribus de Israel que se agruparon en dos

reinos: Judá (Tribu de Judá, Benjamín y Levita) e Israel (Todas

77

las demás).

Los Landmarks Masónicos o Antiguos Usos y Costumbres es-

tán vinculados a la geometría, demostrando que los principios

matemáticos poseen relevancia filosófica y moral; por medio

de las enseñanzas, alegorías y simbolismo del oficio del maes-

tro cantero, con las de distintas tradiciones esotéricas. Llegando

al punto culminante con el Rey Athelstan (895 – 939 ev:.), las

Constituciones de York escritas en el año 926 ev:. (Era Vulgaris)

y el Arco Real donde encontramos a: las 12 tribus de Israel, Es-

dras, Nehemías, etc.

Geométricamente hablando, la segunda capa del trazado de

Lapida de Arjona, posee una estrella de doce puntas que aporta

diversas interpretaciones:

• 4 triángulos superpuestos (Dalet)


• 3 cuadrados superpuestos (Gimel)

• 2 estrellas de David superpuestas (Bet) (4+3+2= 9= Tet)

• dodecágono (Lamed) figura geométrica de doce lados igua-

les

• 2 hexágonos (Vav) superpuestos

• Las tres letras, describen un triangulo

78

Las doce puntas representan el tiempo: …Una cosa para cada

tiempo y un tiempo para cada cosa…Al medir con prudencia el

alcance de nuestros actos, se alcanza la sabiduría y madurez…

• Doce son los signos zodiacales

• Un año tiene 12 meses.

• El día tiene 24 horas dividido en dos periodos (12 hrs. a.m. /

12 hrs. p.m.)

• Doce son las columnas, que sostienen la bóveda celeste de un

templo masónico.

• La primera herramienta que recibe un aprendiz es una regla

de 24 pulgadas, recordándole dos cosas primero las 24 hrs del

día y con arreglo a su edad el tiempo se dividirá en tres grupos

de 8hrs. (8hrs. de trabajo, 8hrs. de descanso y 8hrs. activida-

des diversas comer, disfrute personal, etc.) Geométricamente

le recuerda que la línea recta es la distancia más corta que une

79
dos puntos, en su caso de la Piedra Bruta a la Piedra Pulida. El

francmasón empleando correctamente la regla de 24 pulgadas

corrige su conducta, otorga un orden inherente a las cosas, ad-

quiere una disciplina diaria y compromiso en la construcción

de su templo interior.

La letra Lamed es la letra número 12 del alfabeto hebreo, coin-

cidiendo con cada una de las puntas de la estrella de doce pun-

tas de lapida de Arjona. Las tres consonantes (LMD) que com-

ponen la palabra lamed forman la raíz hebrea que comprende

las tres acciones (enseñar, aprender, instruir) las cuales llevan

al conocimiento; en el Talmud considera que esta letra explica

una revelación transmitida vocalmente. Si analizamos que en el

Tarot se asocia al arcano (el Colgado), y revisamos la tradición

oral de la francmasonería constatamos que se interrelaciona

con la frase…Va a llover o Está lloviendo… Dicen las antiguas

leyendas masónicas que: …muchos profanos en la antigüedad,

80

estaban deseosos de conocer los secretos de la orden para poder

infiltrase en el gremio de canteros. Cuando eran sorprendidas fis-

goneando, por el Guarda Templo Exterior se les aplicaba un cas-

tigo ejemplarizante; colgarlo de un pie en el alero de la catedral

para que se empapasen con el agua de lluvia… Esta historia ma-

sónica expresa con claridad meridiana el significado de la frase

masónica que es dicha cuando hablamos delante de profanos.

También expresa porque nadie que no fuese el Sumo Sacerdo-


te, podía tener acceso al secreto del Shem Shemaforash.

Letra Bet segunda letra del Alfabeto Hebreo, significa tienda,

carpa, en o adentro; porque la familia vive en la casa. Con este

conocimiento podemos considerar que hace referencia, a la

mesa sagrada que estaba en el Tabernáculo durante el éxodo;

alrededor de la cual la tribu de Levi se reunía para orar. Éxodo

40:4-32…Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás tam-

bién el candelero y encenderás sus lámparas…Cuando entraban

en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se

lavaban como YHWH había mandado a Moisés…

La cuarta letra es Dalet, significa puerta; en el hebreo picto-

gráfico antiguo, su dibujo era como una puerta de carpa colgan-

te. Teniendo en consideración el mensaje anterior de la Lapida

de Arjona, vemos que nos remite a la puerta del Tabernáculo.

Juan 10:9…Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y

entrará, y saldrá, y hallará pastos…

La tercera letra del Alfabeto Hebreo Guimel, significa juntar,

caminar, llevar, maduración, actos de bondad; es la eterna be-

neficencia del creador hacia los hombres. Existe una gran dife-

rencia entre Caridad que se practica de arriba hacia abajo, hu-

millando a quien la recibe y sin alterar las relaciones de poder;

y Beneficencia que es horizontal y se ejerce de igual a igual,

pues compartimos con los necesitados aquello que tenemos. La

letra Gimel da respuestas a la beneficencia masónica.


81

Toda tradición tiene una determinada lengua, motivo por el

cual adquiere un carácter de lengua sagrada; si desaparece

una tradición se perderá su lengua correspondiente. Escritores,

francmasones y personas en general buscan incesantemente un

nombre o palabra que se remonta a épocas bíblicas; surgiendo

una curiosa pregunta ¿Si usted supiera esa palabra, que haría?

En Israel existieron dos clases de Sacerdotes, en la época de

Abraham (1813 a.C- 1638 a.C) estaba Melquisedec quien fue

Sacerdote y rey de Jerusalén, según Hebreos 7:1-3 no tiene día

de nacimiento, ni fin de vida. Durante el Éxodo surge el Sacer-

docio Levita con Moisés y Aarón (aprox. 1301 a.C.-1274 a.C.)

esta línea sacerdotal es la vinculada al secreto del Shem She-

maforash.

¿Sabían los reyes David y Salomón el secreto del Shem Shema-

forash? NO los reyes David y Salomón eran descendientes de la

linea de Judá. La ley de Moisés dice que de la familia de Judá na-

die puede ser sacerdote, y nunca un sacerdote ha salido de ella.

¿El rey Salomón tuvo alguna mesa sagrada? NO la única mesa

sagrada que existió se encontraba en el Tabernáculo durante el

éxodo, y en el Santo Sanctórum tras construir el Primer Templo;

solamente tenían acceso a la mesa sagrada la Tribu Levita y los

únicos que conocían el secreto del Shem Shemaforash fueron

los Sumos Sacerdotes (Moisés, Aarón, Eleazar, Josué, Zacarías

padre de Juan el Bautista).


Masónicamente hablando la búsqueda de la palabra perdi-

da está directamente relacionada con Juan Bautista patrono de

la francmasonería…En (Lucas 1:13) Gabriel anuncia a Zacarías

que tendría un hijo, al que debía llamar Juan; pero duda y por

ello queda mudo. En (Lucas 1:63-64) tras el nacimiento del hijo

de Zacarías, este escribe su nombre en una tablilla (Juan) y re-

cupera el habla que había perdido… Es Juan el Bautista quien

hace que Zacarías, recobre la palabra perdida. Para remediar la

pérdida de esa palabra sagrada perdida y la consecuente bús-

queda, los masones reciben una palabra sustituta que algunos

82

llaman reencontrada. Por ello la necesidad de tres maestros mí-

nimo en una logia, pues tres la gobiernan y crean el teorema de

Pitágoras (3-4-5).

PRIMERA CAPA DE TRAZADO GEOMÉTRICO:

Círculos Concéntricos y Cuadrado.

Esta capa del trazado consiste en 10 círculos (6 círculos con-

céntricos y 4 círculos sobre los vértices de un cuadrado). Esta

representación geométrica, cual mándala aporta varias infor-

maciones:

• Círculos concéntricos, similares a los creados en el agua. Re-

presentan los grados de desarrollo, de evolución de la cons-

ciencia del ser, el perfeccionamiento y la armonía adquiridos.


• Cuadratura del círculo.

• Circulo inscrito en un cuadrado.

• Los elementales.

83

Los mándalas son representaciones simbólicas espirituales y

rituales del macrocosmos y el microcosmos, sus elementos bá-

sicos son figuras geométricas contrapuestas y concéntricas; es

representado como un círculo inscrito dentro de una forma cua-

drangular, o una forma cuadrangular inscrita en un círculo. Por

ello podríamos decir que el mándala es siempre una cuadratura

del círculo, o un círculo inscrito en un cuadrado.

De forma meramente psicológica podemos considerar mán-

dala, a las figuras que tienen elementos encerrados en un cua-

drado o círculo. Arquitectónicamente hablando, las plantas de

los edificios circulares, cuadradas u octogonales son mándalas

pues obedecen a contraposiciones esenciales representadas

en sus formas geométricas y numéricas. La contraposición de

las figuras geométricas: circulo, triangulo y cuadrado; numéri-

camente 1 y 10, el 3, 4 y el 7 poseen un papel fundamental en

los mándalas, aun cuando estos aluden siempre a un centro no

visible.

Pudiendo interpretarlos considerando como principal lo más

próximo al centro, por ello el círculo dentro del cuadrado es

una composición mas evolucionada que inversamente. El 4 los


periféricos (puntos cardinales) aporta una imagen de exteriori-

dad ordenada; en cambio el círculo exterior posee una función

unificadora del caos geométrico que ocurre en su interior. A pe-

sar que el cuadrado simboliza la tierra y el círculo el cielo, es

la idea de ordenar un espacio (Caos) dentro del anhelo místico

de un orden (integración suprema). El primer intento de obte-

ner, un cuadrado de área igual a la de un círculo dado (cuadrar

el círculo) aparece enunciado en el Papiro Rhind, documento

egipcio descubierto en 1855.

LAS TRES LETRAS DE LAPIDA DE ARJONA:

El alfabeto Hebreo posee 22 letras (3 madre, 7 dobles y 12 sim-

ples); las letras madres son aquellas que al ser repetidas ade-

84

cuadamente, originan palabras. Podemos comprobarlo en las

primeras palabras que dice un bebe, formadas por una misma

silaba repetida dos veces (ma+ma= mama). Cuando observa-

mos la Lapida Templaría, comprobamos que las letras grabadas

son: Aleph, Mem y Shin letras madres del alfabeto Hebreo, es-

tas definen la relación existente entre el Universo y el Hombre,

explicando la creación del universo y de todo lo que en él es

manifiesto; cada una de estas letras madres representa el límite

de la acción y la influencia de cada uno de los elementos de

la creación. Shin el fuego del cual se forman los cielos, Mem el

agua donde nace la tierra, y entre ambas Aleph o Alef el aliento


del que nace el aire.

Tito Flavio Josefo, en Las Guerras de los Judíos, libro V, sección

228 dijo: …el nombre sagrado de Dios, consiste en cuatro voca-

les…Sería difícil determinar en qué momento se originó esta re-

85

verencia por el nombre divino entre los hebreos, los escritores

rabínicos asocian a la prohibición de pronunciar el Tetragram-

maton (Levítico 24:16). La palabra Jehová data del año 1520, eru-

ditos ponen a Pedro Galatino como el inventor de la palabra y

Fagio como su propagador; es por ello que no sorprende que

haya sido considerada como pronunciación del Nombre Divino.

Cabe señalar que en época del Segundo Templo, encontrán-

dose como Sumo Sacerdote de Israel Simón el Justo (310-291

a. C.) la verdadera pronunciación de Yahveh dejo de utilizarse.

Según el Tamid VII, Mishnah 2 – 2 los sacerdotes en el Templo

podían emplear el verdadero Nombre Divino, mientras que los

sacerdotes fuera de Jerusalén únicamente podían nombrarlo

como Adonaí.

Otras opiniones en cuanto al origen del nombre sagrado, plan-

tean que ha estado en uso de la familia patriarcal desde que

en el Monte Horeb (Monte Sinaí) le fue revelado y explicado

a Moisés. ¿Qué recibió Moisés en el Monte Sinaí? La tradición

judía amplió el significado de la revelación original otorgada a

Moisés, estableciendo que no sólo recibió las tablas de la Ley,


sino también toda la Toráh. El Antiguo Testamento como lo co-

nocemos hoy, fue regularizado y ordenado aprox. 539 – 512 a.C.

por los Soferim Levitas, quienes lo entregaron a los Masoretas

que tuvieron la responsabilidad de hacer copias fidedignas de

las escrituras sagradas. Esto confirma porque el Shem Shemafo-

rash, era del conocimiento de los Sacerdotes Levitas.

Mientras escribía este artículo un masón formulo dos pregun-

tas:

IPH. Marino ¿Cuánto debiésemos saber los francmasones de

hoy sobre el Shem Shemaforash?

Incisiva y aguda pregunta mi querido hermano. Ritualistica-

mente hablando, la masonería especulativa actual es Hiramita

por ello el conocimiento sobre este tema es limitado. En cambio

86

si fuese usted francmasón operativo:

• Primero sabría, aceptaría y defendería nuestra condición la

francmasonería es Noaquita

• Segundo comprendería que la palabra Shem Shemaforash

consta de dos partes.

a) Shem: La genealogía antediluviana demuestra que Adán tuvo

un hijo llamado Set, de quien desciende Noé tiene tres hijos


Shem o Sem (Hijo primogénito), Jafet (segundo hijo) y Cam (el

menor); estos salvados del Diluvio. Los pueblos de lengua semi-

ta están formados por países pertenecientes al Oriente Próxi-

mo y Medio Oriente quienes constituyen la descendencia de

Shem, llegando de ese modo a Israel, al pueblo judío y Sumos

Sacerdotes. Por ello Aarón, el sacerdocio Levita, la mesa del Ta-

bernáculo, el candelabro y las letras Aleph, Mem y Shin; en su

conjunto poseen enorme relevancia para la masonería. Deba

señalarse que en Sura 23:27 del Corán se cita a Noé, familia y

genealogía antediluviana.

b) Shemaforash: Nombre explicito y oculto de Dios; se compone

de 4, 12, 22, 42 o 72 letras, la Geometría Sagrada y la Cábala fue-

ron los medios para que no fuese olvidado ese nombre.

IPH. Marino ¿Por qué usar la geometría para representar al

creador y no imágenes, cuando visitamos catedrales en ellas las

encontramos?…Mi querido hermano, el ser humano en ocasio-

nes posee mente a corto plazo para evitar afectar sus intereses

personales, veámoslo:

• Existe un punto en el que todas las religiones el cristianismo,

el islamismo y el judaísmo están de acuerdo, y es que son reli-

giones abrahámicas; por ello el Tanaj es considerado sagrado.Y

la Toráh el núcleo de la ley judía, está formado por cinco libros

Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio; estos a su

vez constituyen el Antiguo Testamento.


87

• El Evangelio de Tomás dice:…Levanta una piedra y ahí estaré,

corta la rama de un árbol y ahí me encontrarás... pero no me bus-

ques en grandes templos ni en impresionantes construcciones,

porque Dios se encuentra en todas partes, y donde me busques,

ahí estaré…

• El cristianismo nace y se desarrolla en el Imperio Romano; las

primeras imágenes cristianas aparecen entorno al año 200, lo

que significa que durante un siglo y medio los cristianos primiti-

vos repudiaron de representaciones figurativas; tampoco tenían

iglesias donde reunirse. La persecución a los paganos durante

el Imperio Romano se empezó a producir tras su legalización

con el Edicto de la Tolerancia del 380; el cristianismo no invento

imágenes nuevas, utilizo lo que conocía del mundo romano para

ocultar sus orígenes paganos. Surgiendo el arte paleocristiano

es eminentemente simbólico y nació asociado al culto funerario

en las catacumbas para venerar a los muertos.

• La Iglesia Católica comienza la veneración de las imágenes(i-

conolatría) en el segundo Concilio de Nicea en 787, el que jus-

tificó el culto de las sagradas imágenes; y el Concilio de Trento

con un decreto del 1563 aprobó y justificó el culto de las imáge-

nes y condenó aquellos que expresaban el contrario. La Iglesia

ortodoxa se limitó a permitir los iconos pintados, mantenien-

do la prohibición de las estatuas. En la Reforma del siglo XVI

los protestantes abandonan las imágenes; aunque los luteranos

mantuvieron la cruz, pero sin crucificado y sin que puede ser

objeto de culto.
• Cuando analizamos el Antiguo Testamento encontramos: Le-

vítico 26:1…No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni pon-

dréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros ante ella…

Éxodo 20:4-5…No harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que

esté arriba en el cielo; ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo

de la tierra…No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás…

• Los judíos no adoran imagen de Dios, la Toráh (Antiguo Testa-

mento) lo prohíbe.

• El islamismo es claro sobre la iconolatría y no permite estatuas,

dibujos, etc. del creador. Por eso en las mezquitas no hay repre-

88

sentaciones humanas ni de animales…Si Dios (Allah) es incog-

noscible, toda imagen suya podría llevar a la idolatría; pues no

se veneraría al verdadero dios sino una mera representación…

Masónicamente hablando, estos puntos aquí expuestos de-

muestran porque la francmasonería prohíbe las discusiones so-

bre religión, y acepta como miembros a quienes creen en la

existencia de un ser superior, sin importar su credo. También

responde porque la letra G = Geometría o Geómetraen el al-

fabeto Hebreo es Gimel (tercera letra del alfabeto hebreo),

derivada de la palabra camello. Todos nosotros tenemos el lar-

go camino de la vida, que tenemos que recorrer día tras día;

el simbolismo del camello es sinónimo de trayecto o viaje, y

recordatorio de cómo administrar nuestros niveles de energía

en distintas situaciones. Por ello simboliza templanza, humildad,


moderación y resistencia; por su hábito de arrodillarse es sím-

bolo de oración, recogimiento y meditación.

Los gnósticos alejandrinos florecieron bajo el gobierno de los

emperadores Adriano y Antonino Pío; Basílides fue uno de los

más célebres vivió en el siglo II, aproximadamente por los años

120-140 en Alejandría. Prácticamente quedan pocos escritos de

Basílides y hay que recoger su enseñanza de fuentes primiti-

vas, tales como: San Irineo, Clemente de Alejandría, San Hipó-

lito o San Beda el Venerable. San Irineo se basa en el Evangelio

de Basílides y plantea: … Basílides enseño que a partir de nous

(mente) nació logos (razón); de logos nace phronesis (pruden-

cia) de phronesis surgen sophia (sabiduría), dynamis (fuerza), y

las virtudes. El cielo fue hecho por estas huestes angelicales, sus

descendientes hicieron el segundo cielo, y los descendientes de

éstos el tercero, y así sucesivamente hasta llegar al número 365 los

días del año. El mayor de estos ángeles, es el Dios de los judíos

YHWH…

Llegados a este punto y con las evidencias de las palabras;

resulta innegable la conexión entre ABRAXAS a quien adora-

89

ron los gnósticos y YHWH el geómetra de los cristianos, judíos,

musulmanes y francmasones. Hebreos 11:10… porque espera-

ba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor

es Dios... En Qumrán fueron hallados los manuscritos del Mar


Muerto, con fragmentos del Éxodo (7Q1), Levítico (4Q119-120),

Números (4Q121), y Deuteronomio (4Q120,122); así como por-

ciones de algunos de los libros deuterocanónicos: las dos ter-

ceras partes de Sirácides (Gruta 2), porciones de Tobías (Gruta

4), de Baruc (Gruta 7) y de la Epístola de Jeremías (7Q2). En la

Cueva 4: 4Q120 el fragmento 20, aparece como nombre de Dios.

Las Cartas de Elefantina de las comunidades judías y arameas

residentes en el Alto Egipto, entre 495 y 399 a. C. en ellas encon-

tramos que para citar al creador los judíos residentes de Egipto

escribían IAW mientras que los judíos de Jerusalén escribían

IAHO = IAO; según consta en solicitud de reconstrucción de un

templo judío en Elefantina. En hebreo antiguo no existen los

nombres de Jesús, Jehová ni Yave; la aproximación más cerca-

90

na en hebreo moderno es Yehoshúa, Joshúa o Yeshúa, pudiendo

decirse Yeshúa ben Yosef (Jesús hijo de José); el nombre Iesous

(griego) y Joesus (latín) fue inventado por los romanos. Desde el

siglo XIV a.C. hasta los siglos XXI d.C. el nombre IAW ha tenido

diversas transliteraciones por citar algunas: Qumran LXX 4Q120

(siglo I a.C.); Diodoro Siculus (siglo I a.C.); Clemente de Alejan-

dria (150 – 212 EC.); San Jerónimo (347– 420 EC.);Theodoret (si-

glo V EC.); Libro de Enoc (siglo V-VI EC.); Blavatsky (siglo XIX);

etc.

La historia de la iglesia católica se ha escrito con la sangre de


filósofos, científicos, eruditos, mujeres (brujas), gnósticos, etc.

todo por mantener a los pueblos en la ignorancia e imponer

su religión; ocultando sus bases y fundamentación pagana. El

conocimiento llamado pagano trajo consigo las palabras, IAW

y Abraxas ambos también absorbidos por la iglesia católica.

Muchas fueron las comunidades gnósticas que lo reverenciaron

y existieron: en Europa los Bogomilos, por el área que hoy es

Bulgaria entre los siglos X y XIII; los Cátaros también llamados

albigenses; los Basílides en Alejandría y el Evangelium Basilidis

todos ellos exterminados de manera cruel por la Iglesia. Hoy

tras siglos de sangre vemos como el Papa Francisco estrecha la-

zos con judíos y musulmanes, sería un paso positivo si el respeto

religioso se mantuviera; cobrando fuerza mi personal frase…Si

tu Dios no se llama igual que mi Dios, que importa cómo le lla-

mes tú o yo; EL es EL…

Teniendo esta base y observando las tres letras existentes en

Lapida Templaría de Arjona, debemos tener presente que las

lenguas semíticas como el árabe y el hebreo se leen de derecha

a izquierda (primero Shin -después Aleph- finalmente Men); en

Europa nuestro sentido de escritura, es de izquierda a derecha

se denomina dextroverso. Realizar de otro modo la lectura, no

permitiría interpretar la frase; otro aspecto a tener en conside-

ración es el valor numérico de las letras pues Gematricamente

(numerología judía) su suma origina una cuarta letra, que com-

91
pleta la palabra que se dice. Lográndose descifrar el mensaje

Shin (300) + Aleph(1) + Mem (40) = 341 = 8 (Jet, Het o Heith)

octava letra del alfabeto hebreo otro análisis (341=11x31). Sa-

biendo esto comprendemos que la Lapida Templaría, posee

realmente cuatro letras (tres visibles y una oculta).

La letra Mem evoca la unión existente entre lo revelado y lo

oculto, evocando el nombre de Moisés o Moshe, quien poseía

el secreto de la Ley Sagrada a él revelada. Cuando la letra mem

es abierta como el caso de la Lapida de Arjona, alude a la Torah

Revelada la cual sirvió de fundamento al Antiguo Testamento o

Pentateuco; en casos que la letra mem es cerrada se refiere a la

Torah Oculta, conocimiento solo transmitido de oreja a oreja; la

mem abierta nos habla de lo innegable (la soberanía del crea-

dor sobre nuestras vidas), mientras que la mem cerrada habla

de la Soberanía Celestial que esta oculta al hombre. También

esta letra es relacionada con agua y el vientre materno, donde

se desarrolla el bebé en agua (líquido amniótico) la que fluye al

momento del nacimiento. Además la letra mem representa dos

aspectos de Dios mismo: Malkut (Reino) y Memshaláh (Domi-

92

nio) como dice el Salmo acróstico 145:13…Tu reino es un reino

eterno; tu dominio permanece por todas las edades…Representa

al Mesías y la redención que traerá al final de los tiempos. De

hecho la palabra para Egypto en Hebreo es Mitzrayim; tiene la

mem abierta al inicio y la mem cerrada al final.


CONCLUSIÓN:

Queridos Hermanos / as largo ha sido el camino recorrido y

tiempo dedicado, para llegar a este análisis que hoy desde mi

libertad de cátedra pongo en vuestras manos. Nadie es propie-

tario de la verdad absoluta, y desde mi libertad de expresión

les invito a continuar vuestra personal búsqueda de la verdad.

No importa que algunos mal llamados masones, les digan:...esto

no es de vuestro grado..., Mateo 7:8-9… Porque cualquiera que

pide, recibe; y el que busca, halla… Qué hombre serian vosotros,

si su hijo pidiere pan y le diese una piedra…

Va siendo hora de instruir a los jóvenes masones dentro de la

Gran Logia de España, en la verdad histórica de su país y de

93

la francmasonería española; dejando a un lado la vanidad, am-

bición de poder de sus dignatarios, actos fuera de contexto y

lugar; que solo deterioran el buen nombre de la masonería uni-

versal y de quienes buscamos en esta augusta institución más

de lo que los ojos ven.

Es cuanto se ha de decir.

94
¿LA MASONERIA NACIO DE LA HERENCIA

TEMPLARIA?

Herbert Oré Belsuzarri 33°

95

¿LA MASONERIA NACIO DE LA HERENCIA

TEMPLARIA?

Herbert Oré Belsuzarri 33°

La tradición ocultista de varias organizaciones iniciáticas, ha-

bla de los descendientes espirituales de los caballeros templa-

rios y dice que ellos viven entre nosotros, e incluso hay asocia-

ciones actuales que afirman sus herederas.

Las consecuencias de esto, son profundas y de largo alcance.

Si se dedicaron a recoger conocimientos esotéricos y alquími-

cos, cualquier supervivencia de los templarios, apuntaría a al-

gún tipo de continuidad de “secretos importantes” a través de

una tradición oculta, que aún se practicarían en nuestra socie-

dad. Si esto es real, ello nos lleva a admitir que los templarios

no se extinguieron.

El sentido común dice que es improbable que una organi-

zación bien establecida, desaparezca como corderos llevados

al sacrificio. No todos los caballeros de Europa cayeron en la


encerrona de aquel trascendental viernes trece. Eso solo ocu-

rrió en Francia, y aun allí algunos lograron escapar. En otros

países hubo actitudes discrepantes en cuanto a la persecución

y supresión. Eduardo II de Inglaterra, se negó a creer que los

templarios fuesen culpables de las acusaciones y, debatió aca-

lorado con el papa, negándose a utilizar la tortura contra los ca-

balleros.

En Aragón y Castilla los obispos procesaron a los templarios

y dictaminaron inocencia. Sin embargo, por muy tolerantes o

muy liberales que los jueces quisieron ser, la bula del papa di-

solvió formalmente la orden en 1312. ¡No se podía ignorar la

decisión papal! En Francia los ejecutados fueron relativamente

pocos; muchos recobraron la libertad después de retractarse,

y en otros países se reconstituyeron bajo un nombre distinto, o

ingresaron en otras órdenes ya existentes, como la Teutónica de

96

los caballeros alemanes.

Nada indica que los templarios desapareciesen efectivamente.

Lo natural es que pasaron a la clandestinidad para reagruparse

y reconstituirse; el procedimiento utilizado para su disolución,

paradójicamente facilitaba en la práctica su reagrupación.

Cuando se disolvió la orden, gran parte de sus tierras pasaron

a manos de sus rivales, los hospitalarios. En Escocia e Inglate-


rra hubo poca transferencia de propiedades; en 1650, todavía

algunas fincas de Londres que habían sido del Temple, estaban

en poder de familias descendientes de templarios según cons-

ta documentalmente. Los templarios fomentaron la insurrección

campesina de 1381 que ataco las propiedades de la Iglesia y las

de los caballeros hospitalarios –las dos organizaciones enemi-

gas de los templarios–, pero tuvieron cuidado de no dañar los

edificios que habían sido de los templarios antiguamente.

Aunque no hay pruebas concluyentes de que los templarios

fuesen los inspiradores de la red clandestina de alquimistas, sa-

bemos que el “circulo interior” prestaba atención a la alquimia.

Los alquimistas y los templarios, veneraban a Juan el Bautista.

Algunos estudiosos manifiestan que la francmasonería tuvo

sus orígenes en la herencia templaria: unos dicen que es una

continuidad de los templarios de Escocia, mientras otros bus-

can los orígenes en los ritos masónicos actuales. Los dos aspec-

tos se complementan mutuamente y proporcionan un cuadro de

la hipótesis.

Los templarios aislados y acogidos en Escocia, pasaron a In-

glaterra en 1603 cuando subió al trono el rey escoces Jaime VI,

con el consiguiente aumento de influencia de la aristocracia es-

cocesa, y se cree que “fue en Inglaterra donde se convirtieron en

francmasones los templarios”.

97
En cuanto al rito masónico, estos han cambiado, pero en los pri-

meros tiempos la francmasonería era una escuela mistérica con

iniciaciones solemnes basadas en las tradiciones ocultas de la

antigüedad, y expresamente encaminadas a obtener la ilumina-

ción trascendental, además de la función evidente de asegurar

la cohesión entre los hermanos. La masonería tenía el explícito

propósito de la transmisión de un conocimiento sagrado. Buena

parte de lo que hoy llamaríamos ciencia salió de esa cofradía,

una evidencia inocultable es la constitución de la Royal Society

inglesa en 1662, que se ocupaba y sigue ocupándose de reunir

y dar a conocer los conocimientos científicos.

Aunque muchos francmasones modernos tienen sus ceremo-

nias de iniciación respetando la solemnidad y el sentido de es-

piritualidad, el panorama de conjunto general, es que la maso-

nería ha olvidado su sentido originario. La corriente mayoritaria

de la francmasonería que se autoproclamó oficial o “regular”,

es de fundación relativamente reciente, se constituyó el día de

san Juan Bautista (24 de junio) de 1717. Con anterioridad a esta

fecha la masonería que llamamos operativa, había sido una so-

ciedad secreta verdadera, pero la aparición de la figura de la

“Gran Logia” marco la época de su conversión, en un cenáculo

pomposo donde se reunían unos amigos, y tomaba un carácter

semipúblico porque no tenía ningún secreto que guardar.

Estos masones ortodoxos, dicen que los masones proceden de

las cofradías medievales de canteros (stonemasons), que habían


adoptado ademanes y códigos secretos de mutua identificación,

porque eran portadores de un conocimiento tal vez peligroso, el

de la geometría sagrada. Sin embargo, y como han demostrado

las extensas y meticulosas investigaciones, esos gremios brilla-

ron por su ausencia en la Inglaterra medieval, mientras que en

Italia, Francia, Alemania y otros países europeos su presencia

era evidente. Otro mito de los francmasones es que los canteros

habían recibido dichos conocimientos secretos de los construc-

tores del fabuloso Templo de Salomón; paro a la vez enuncian

98

que el primer masón antes del diluvio fue Adán, que recibió

estos conocimientos del mismísimo dios, y que fue Set el primer

constructor de una ciudad llamada Henoch como su hijo primo-

génito..

“Adán, nuestro primer Padre, creado a imagen de Dios, el Gran

Arquitecto del Universo, debió de tener escritas en su corazón las

Ciencias Liberales, particularmente la Geometría, porque aun

después de la Caída, hallamos los Principios de ella en el corazón

de su prole, los cuales, en el transcurso del tiempo, se expusie-

ron en un conveniente Método de Proposiciones, al observar las

Leyes de la Proporción inducidas de la Mecánica. Así como las

Artes Mecánicas dieron ocasión a los entendidos para metodizar

los elementos de Geometría, así esta noble ciencia metodizada es

el fundamento de todas las artes (particularmente de la Masone-


99

ría y la Arquitectura) y la regla que las guía y realiza. Indudable-

mente Adán enseñó Geometría a sus hijos y el uso de ella en las

varias Artes y Oficios convenientes al menos en aquellos primiti-

vos tiempos; porque vemos que CAÍN edificó una ciudad, a la que

puso el nombre de su hijo primogénito HENOCH. Llegó Caín a ser

el Príncipe de la mitad del género humano y sus descendientes

imitaron su regio ejemplo, fomentando la noble Ciencia y el útil

Arte” (Constitución de Anderson 1723).

Los primeros masones especulativos prestaron mucha aten-

ción a la alquimia, y un tratado alquímico de mediados del siglo

XV alude a ellos bajo el nombre de “obreros de la alquimia”.

Uno de los primeros iniciados del que hay constancia fue Elías

Ashmole (admitido en 1646), el fundador del Ashmolean Mu-

seum de Oxford, que fue alquimista, hermético y rosacruz, y el

primero que escribió acerca de los templarios en términos elo-

giosos desde la supresión de estos.

Una de las joyas de la masonería es el curioso y fascinante

edificio llamado la Rosslyn Chapel, a las afueras de Edimbur-

go. Visto de fuera parece hallarse en estado ruinoso y que va a

derrumbarse de un momento a otro, pero el observador queda

desengañado al contemplar la robustez del interior. La capilla

Rosslyn es en la actualidad una infraestructura icónica de los

francmasones modernos y de muchas organizaciones templa-

rias. Fue construida entre 1450 y 1480 por el Laird de Rosslyn,


sir William Saint-Clair, en su origen se quiso que fuera la capilla

de la Virgen, un santuario de mayor tamaño al actual, que iba a

construirse siguiendo el modelo del Templo de Salomón, pero

se quedó tal como estaba.

Los Saint-Clair –cuyo apellido cambio más adelante a Sinc-

lair– fueron los protectores, hereditarios de la francmasonería

en Escocia desde el siglo XV en adelante; no es coincidencia

que antes hubiesen atendido a la misma misión en favor de los

templarios.

La orden del Temple estuvo conectada con los Sinclair y con

Rosslyn desde sus mismos orígenes: el Gran Maestro y funda-

dor Hugo de Payens tuvo por esposa a Catalina Saint-Clair. Este

linaje de los Saint-Clair/Sinclair, de ascendencia vikinga, es una

de las familias más misteriosas y notables de la Historia, y des-

tacaron en Escocia y Francia desde el siglo XI –el apellido de la

dama recuerda al mártir escoces Saint-Clair, que murió decapi-

tado.

Es indudable que los templarlos hizo de Escocia, uno de sus

principales refugios después de la disolución oficial. Dicho país

fue en tiempos el reino de Roberto Bruce –excomulgado tam-

bién–, un lugar donde el brazo del papa no alcanzaba. Es plausi-

ble que la “desaparecida flota templaria”, recalase en las costas

de Escocia.

Uno de los acontecimientos en la Historia de las islas británi-

cas fue sin duda alguna la batalla de Bannockburn, que ocurrió


el 24 de junio (día de san Juan Bautista) de 1314 y supuso una

101

derrota definitiva de los ingleses a manos de las fuerzas de Ro-

bert Bruce. Sin embargo, los indicios dan a entender que este

conto con una ayuda formidable: “un contingente de templarios

salvaron la jornada en el último momento”. Desde luego eso es

lo que dicen los modernos caballeros templarios de Escocia –

que se dicen ser descendientes de aquellos fugitivos–, motivo

por el cual celebran en la capilla Rosslyn los aniversarios de la

batalla de Bannockburn y afirman que fue la ocasión en que “se

alzó elVelo que cubría a los caballeros del Temple”. Entre los que

combatieron en Bannockburn al lado de Robert Bruce estuvo

un tal sir William Saint-Clair –diferente del mencionado antes–,

que murió en 1330 y fue enterrado en Rosslyn... en una caracte-

rística sepultura templaria.

Rosslyn dista de ser una capilla cristiana típica. Se dijo que el

conde Guillermo la erigió “a la mayor gloria de Dios”, pero si

es así, llama la atención que se encuentren tan pocos símbolos

cristianos en ella.

En la capilla Rosslyn, su ornamentación no solo está repleta

102

de símbolos, sino que el edificio entero se alzó con arreglo a


los elevados ideales de la geometría sagrada. Muchos de sus

elementos son innegablemente masónicos; así, por ejemplo, ex-

hibe la “Columna del Aprendiz” en explicito paralelismo con el

mito masónico de Hiram Abiff, y el aprendiz representado en

ella recibe el nombre de “el Hijo de la Viuda”, que responde a

una significativa terminología masónica. En el dintel contiguo a

esa columna leemos la inscripción: “El vino es fuerte, el Rey es

más fuerte, las mujeres son fortísimas, pero LA VERDAD vence a

todos”.

Aunque la mayor parte del simbolismo de Rosslyn sea masó-

nico, también es templario: la planta de la capilla tiene la for-

ma de la cruz templaria y algunos relieves presentan la famosa

imagen de dos jinetes sobre un mismo caballo que fue el sello

de los freires (sacerdotes). En las cercanías hay una antigua ar-

boleda que tenía forma de cruz templaria.

En la capilla Rosslyn hay mucho simbolismo que no es clá-

sicamente masón ni templario. Hay una plétora de imágenes

paganas, e incluso algunas islámicas. En el exterior un relieve

representa a Hermes, una alusión al hermetismo, y en el interior

se encuentran más de cien representaciones del Hombre Verde,

el dios de la vegetación del antiguo panteón céltico. El Hombre

Verde dicen que está relacionado con el dios babilónico Tam-

muz, una más de las divinidades que mueren y resucitan. Todos

estos dioses tienen atributos parecidos, y suele representárse-

les con la cara verde, aunque fue Osiris, el esposo de Isis, el

representado más habitualmente.


El Sinclair medieval promovió activamente celebraciones pa-

ganas y proporcionaron refugio a los gitanos, de quienes se ha

dicho que figuran “entre los últimos practicantes del culto a la

Diosa en Europa”. También es revelador que según muchas au-

toridades la cripta de la capilla Rosslyn tuviese en tiempos una

Virgen negra.

103

Los templarios no fueron los devotos soldados de Cristo del

imaginario popular. Ese camuflaje creado por ellos mismos

tuvo mucho éxito, pero evidentemente cuidaron también de

sembrar pistas que manifestasen sus auténticas preocupacio-

nes a quienes “tuviesen ojos para ver”. La ornamentación de la

capilla Rosslyn es un ejemplo más de ese mensaje críptico pero

revelador.

A estas alturas de lo que estamos tratando, queda claro que los

templarios sobrevivieron en Escocia y siguieron su actividad

externa, no solo en Rosslyn sino tambien en otros emplazamien-

tos. En 1329, sin embargo, el idilio se vio de nuevo amenazado

cuando el papa anulo la excomunión a Robert Bruce y pareció

que el largo brazo de Roma podía llegar hasta ellos. En algún

momento se discutió incluso la posibilidad de lanzar una cruza-

da contra Escocia, y aunque no llego a concretarse, los templa-

104
rios escoceses juzgaron más prudente pasar a la clandestinidad

lo mismo que muchos de sus hermanos del resto de Europa. Y

dicen que ahí nacieron los comienzos de la francmasonería, se-

gún afirman algunos autores.

Sin embargo esto resulta contradictorio a lo que se menciona

en las Constituciones de Anderson publicados en 1723: “Noé y

sus tres hijos JAFET, SEM y CAM fueron verdaderos masones que

después del diluvio conservaron las tradiciones y artes de los an-

tediluvianos y las transmitieron ampliamente a sus hijos, pues un

siglo después del diluvio, en el año 1810 del mundo y 2194 a. de

C. vemos a gran número de ellos, si no a toda la raza de Noé, con-

gregada en el valle de Sinar, ocupados en edificar una ciudad y

una alta Torre que perpetuase su nombre y evitara su dispersión.

Pero querían levantar la Torre a tan monstruosa altura, que por su

vanidad desbarató Dios su proyecto, confundiendo sus lenguas,

de modo que se dispersaron. Sin embargo, no por ello es menos

encomiada su habilidad en Masonería, pues emplearon más de

53 años en aquella prodigiosa obra, y al dispersarse difundieron

el potente conocimiento por los lejanos países en donde fundaron

reinos, repúblicas y dinastías.Y lo que después se perdió del co-

nocimiento en muchos puntos de la tierra, se conservó especial-

mente en Sinar y Asiría, donde NEMROD, el fundador de aquella

monarquía después de la dispersión, edificó grandiosas ciudades

como Erech,Acad y Calneh en Sinar, de donde pasó a Asiría y fun-

dó Nínive, Rebokoth y Retiñí” (Constitución de Anderson 1723).


Es decir antes del diluvio la masonería se originó con Adán

y su hijo Set. Después del diluvio la masonería se origina con

Noé y sus tres hijos que construyeron un gran zigurat llamado la

Torre de Babel en el Sinar (Sumeria).

Es de señalar que algunas ramas de la francmasonería han

afirmado siempre que eran descendientes de los templarios y

que tenían sus orígenes en Escocia, pero pocos historiadores

lo tomaron en serio, pese a que algunos de estos también eran

105

masones. Podemos suponer que aquellos masones “del Temple”

heredaron por lo menos una parte de los secretos templarios

auténticos. Esos conocimientos que incluyeron la sabiduría her-

mética y alquímica, además de la geometría sagrada, que toda-

vía se juzgan valiosos, tal vez porque responden a preocupacio-

nes muy diferentes de las que interesan en el mundo moderno

actual, hablando en líneas generales.

Fue otro escoces, Andrew Michael Ramsay, quien pronuncio

ante los francmasones de Paris, en 1737, lo que luego se llamó

Ramsay’s Oration. Caballero de la Orden de San Lázaro, y tutor

de Bonnie Prince Charlie –-es decir, Carlos Eduardo Estuardo,

llamado “el Joven Pretendiente”–, el “caballero” Ramsay recordó

a los congregados con especial énfasis que ellos eran descen-

dientes de los “caballeros Cruzados”, alusión apenas velada a

los templarios. Los defensores de la hipótesis del origen masó-


nico templario, manifiestan, que Ramsay, no tuvo otro remedio

que recurrir a un eufemismo porque los templarios todavía eran

anatema para la sociedad francesa. Pero por otra parte, en el

mismo discurso, dijo también Ramsay, que los masones tenían

sus orígenes en las “escuelas mistéricas de las diosas Diana, Mi-

nerva e Isis”.

En los años transcurridos el Discurso ha concitado mucha

discusión, no solo por la mención a los cultos de divinidades fe-

meninas, sino porque el caballero Ramsay había asegurado que

la Orden no descendía de los canteros medievales; los entendi-

dos en el tema de esa época, se centraron en esa proposición y

dijeron que al ser esta evidentemente incierta, quedaba en tela

de juicio todo el resto del Discurso, mientas que sus defensores

decían que: al ser demostrado, que no hubo gremios medieva-

les de canteros en Gran Bretaña, quizá convendría conceder al

buen caballero, por lo menos, el beneficio de la duda en cuanto

a esta y las demás proposiciones suyas.

Nuevamente recurriendo a las Constituciones de Anderson te-

106

nemos que: “En el año 448, cuando las guarniciones romanas de

la Gran Bretaña se disolvieron a causa de la decadencia del impe-

rio, los bretones llamaron a los anglosajones en su auxilio contra

los escoceses y pictos, y por fin subyugaron la parte meridional

de la Gran Bretaña, a la que llamaron England o sea tierra de los


anglos. Era este pueblo una especie de rama de los vándalos, tan

belicosos como éstos y como ignorantes paganos sólo se preo-

cuparon de la guerra hasta que se convirtieron al cristianismo; y

entonces deploraron demasiado tarde la ignorancia de sus ante-

pasados, que tanta Masonería romana destruyeron, y no sabían

cómo restaurarla. Sin embargo, cuando se constituyeron en pue-

blo libre (según atestiguan las antiguas leyes sajonas), y con natu-

ral disposición a la Masonería, muy luego imitaron a los asiáticos,

griegos y romanos en la instalación de Logias” (Constitución de

Anderson 1723). Esto significa que la masonería llego a Gran

Bretaña por enseñanza del Imperio romano, lo cual pulveriza

cualquier intención de vincular los orígenes de la masonería a

los Caballeros Templarios.

“El discurso de Ramsay de 1737 fue la primera insinuación públi-

ca de que los francmasones descendieran de los templarios”. Los

defensores de esta tesis manifiestan que el discurso hizo que el

papa, apenas un año más tarde, condenase a toda hermandad

francmasónica. Y más consternarte todavía, a esas alturas del

107

siglo XVIII algunos masones fueron encarcelados y torturados

por la Inquisición de resultas de esa bula papal.

Entre los francmasones franceses circulaba una curiosa leyen-

da sobre “Maitre Jacques”, un personaje mítico que fue patrono

de las cofradías medievales de canteros en Francia. Según la


narración fue uno de los maestros canteros que trabajaron en el

Templo de Salomón. Después de la muerte de Hiram Abiff salió

de Palestina y se embarcó rumbo a Marsella junto con trece ofi-

ciales. Los seguidores de su gran enemigo, el maestro cantero

Pere Soubise, le perseguían dispuestos a matarlo, y entonces

él se escondió en la cueva de Sainte-Baume, la misma que más

tarde ocupo María Magdalena. Pero no le valió de nada, porque

fue traicionado y muerto. Este lugar todavía recibe una peregri-

nación de masones cada día 22 de julio.

En la segunda mitad del siglo XV cobro un auge extraordi-

nario la afición al hermetismo y a las ciencias ocultas. Aunque

apenas se manejó por aquel entonces información nueva, lo que

sucedió fue que coincidieron muchas influencias y muchos per-

sonajes contemporáneos en el afán de explorar las consecuen-

cias de la doctrina hermética hasta donde alcanzasen sus lími-

tes. De súbito, esto pareció materia digna del debate intelectual,

sacándola de los enclaves secretos donde había permanecido

confinada hasta entonces. Si los entusiastas del Renacimiento

hubiesen podido actuar a su antojo, poco habría tardado el her-

metismo en dejar de ser “oculto”.

Esta marea de fascinación hacia todo lo hermético tuvo un cen-

tro principal en la corte de los Medicis de Florencia –que influ-

yo poderosamente sobre Leonardo da Vinci, entre otros muchos

grandes pensadores. Bajo el patrocinio de los Medicis, en espe-

cial Cosme el Viejo (1389-1464) y su nieto Lorenzo el Magnífico

(1449-1492), se emprendió la primera gran síntesis de las mu-


chas ideas ocultistas dispersas. Cosme no solo envió emisarios

en busca de obras legendarias como el Corpus Hermeticum,

108

supuestamente escrito por el mismo Hermes Trismegisto, sino

que además financio la traducción de esos textos. La corte de

los Medicis era el salón donde pontificaban pensadores tan fa-

mosos como Marsilio Ficino (1433-1499), el traductor del Cor-

pus Hermeticum, y Pico della Mirandola (1463-1494), este autor

de una aportación destacable al introducir la teoría y la práctica

de la cabalística en aquel crisol de ideas atrevidas.

Tal vez inducido por su aristocrático patrono a una sensación

de seguridad algo errónea, Mirándola proclamo con excesiva

franqueza sus ideas ocultistas y no tardo en ver sus libros pues-

tos en el índice papal de los prohibidos. El mismo fue amena-

zado por el papa Inocencio VIII y por algún tiempo pareció que

iba a correr la suerte de todos los que se enfrentaban al Vatica-

no, pero entonces sucedió algo misterioso. El nuevo papa, Ale-

jandro VI, de la familia Borgia, retiro sorprendentemente todos

los cargos y amenazas, e incluso le escribió una carta en la que

le expresaba su simpatía personal. ¿Por qué? Nunca se supo.

Claro que este fue el papa que hizo decorar sus habitaciones

particulares en el Vaticano con frescos inspirados en temas del

Egipto antiguo, sobre todo con la diosa Isis.

Como hemos visto, se creía que el fundador de la ciencia her-


mética había sido Hermes “el tres veces grande” por medio del

fragmento de la Tabla Esmeralda, en el cual condenso muchos

y portentosos secretos. Pocos herméticos creyeron esa leyen-

da en realidad, aunque si aceptaron la significación del antiguo

panteón egipcio. Sin embargo, y por más que los herméticos del

Renacimiento creyeran que sus secretos procedían del Egipto

de los faraones del tiempo de Moisés, en realidad correspon-

dían a una época mucho más próxima a la del Jesús histórico.

Las raíces de aquellas ideas en Egipto se retrotraen hasta los

siglos I a III de nuestra Era; con anterioridad a esto solo pue-

de tenerse por cierta la confluencia de numerosas culturas. No

obstante, estudios recientes han demostrado que las investiga-

109

ciones anteriores habían sobrevalorado la aportación de la fi-

losofía griega y que otras ideas, efectivamente derivadas de la

religión de los antiguos egipcios, tuvieron en el desarrollo de

las creencias herméticas una influencia mayor de la que venía

atribuyéndoseles, sin embargo la cosa no queda allí; luego que

se descifró las tablillas sumerias, diversos estudiosos concluyen

que fueron ellos los verdaderos poseedores del secreto primi-

genio, el mismo que está impregnado en el Tanaj o Antiguo Tes-

tamento de la Biblia cristiana., .

Así pues, los herméticos habían visto que si bien la antigua

Grecia tuvo mucho que ofrecer al raciocinio humano, era sobre


todo Egipto donde se encontraban las claves del conocimien-

to que por entonces se buscaba. Actualmente todo este pensa-

miento, se debe buscar en la antigua Sumeria.

Los herméticos de entonces, también comprendieron que ese

conocimiento no estaba ahí para ofrecerse a quienquiera que

lo buscase, sino que el sistema egipcio se hallaba codificado

en una escuela mistérica y que sus secretos requerían vocación

por parte del aprendiz, quien se vería obligado a recorrer las

arduas etapas de una iniciación progresiva. Sin embargo ac-

tualmente como ya dijimos estos secretos originalmente fueron

planteados en Sumeria.

Giordano Bruno llego a Inglaterra en 1583 y trabo conocimien-

to en seguida con luminarias tales como sir Philip Sydney, el

autor de la Arcadia, entre otras obras. Sydney, discípulo del doc-

tor John Dee (1527-1606), el gran ocultista inglés, fue sin duda

un personaje importante en ese mundo semi clandestino, como

lo indica el hecho de que Bruno le dedicase dos obras durante

su estancia en Inglaterra. Es posible que asistiera al encuentro

entre Bruno y Sydney otro personaje de los círculos de la socie-

dad isabelina que participaban de las aficiones ocultistas, un tal

William Shakespeare –hay quien considera significativo que el

primer Globe Theatre de Londres se construyese con arreglo a

110

los principios de la geometría sagrada–, y no falta quien opine


que la última obra de Shakespeare, La Tempestad, trata del doc-

tor Dee y hace alusión a gran número de conceptos rosacruces.

El movimiento rosacruz, uno de los más misteriosos de la his-

toria, cuya existencia la dieron a conocer dos folletos anónimos,

Fama Fraternitatis o “Descubrimiento de la Fraternidad de la

muy noble Orden de la Rosa Cruz” y Confessio Fraternitatis o

“La Confesión de la Laudable Fraternidad de la muy honorable

Orden de la Rosa Cruz”, que circularon por Alemania en 1614 y

1615. Estas publicaciones anunciaban una cofradía secreta de

adeptos mágicos, los rosacruces, que recibieron el nombre de

su legendario fundador Christian Rosenkreutz, o “Cristiano Cruz

de Rosas”.

El héroe Rosenkreutz había viajado supuestamente por Egip-

to y los Santos Lugares para recoger conocimientos secretos, u

ocultos, que transmitir a una nueva generación de adeptos. Pero

si su vida fue insólita, su muerte y sepultura lo fueron todavía

más. Se dijo que Rosenkreutz tenía 106 años de edad en 1484,

cuando murió, y fue enterrado en un lugar secreto que perma-

necía iluminado por “un Sol interior”.Y que su cuerpo permane-

ció “incorrupto”, es decir que no sufrió la habitual descompo-

sición cadavérica, suceso post mortem que por lo visto afecta

a un número extraordinario de personas, entre ellas no pocos

santos católicos.

Cualquiera que sea la verdad acerca de los orígenes de los

rosacruces, es seguro que ejercieron influencia sobre muchos


pensadores de fama mundial, como Robert Fludd (1574-1637) y

sir Isaac Newton.Y por mucho que extrañe, también Francis Ba-

con, pese a su fama de racionalista, fue, en esencia, un rosacruz.

Lo cual tiene su coherencia, porque el movimiento rosacruz fue

una síntesis de todos los conceptos herméticos y ocultos ya

existentes y la única novedad consistió en el nombre. Francés

Yates no tiene reparos en caracterizar a Leonardo, nada menos,

111

como “uno de los primeros rosacruces”.

Si los masones fueron los descendientes de los templarios,

¿podría ocurrir que los rosacruces también hubieran sido del

mismo linaje? El propio nombre “Rosa Cruz” evoca poderosa-

mente a aquellos caballeros cuyo emblema era una cruz roja

o rosada. En las Nupcias Químicas del pastor Andrea recurre

con frecuencia el tema de la cruz roja sobre fondo blanco, y la

obra en general trae muchas connotaciones de los relatos del

Grial, material templario donde los haya. Y la presencia de lo

mismo en los papeles de Byrom, predominantemente rosacru-

ces, sugiere un origen común entre esa fraternidad y la de los

masones.

Ahora bien, así como los masones eran y son una organización

determinada, y se sabe quiénes son sus miembros y donde se

reúnen, los rosacruces han tenido siempre un perfil mucho más

huidizo, a tal punto que la denominación “Rosa Cruz” ha aca-


bado por tomar más bien el significado de un ideal, no de una

afiliación concreta. Y en efecto, los mismos Manifiestos se re-

fieren a los rosacruces como una “sociedad invisible”. Pero la

primera sociedad rosacruz “concreta y visible” fue la Orden de

la Cruz Oro y Rosa fundada en 1710 por Sigmund Richter en

Alemania, cuya finalidad principal eran los estudios alquímicos.

Sesenta años más, tarde esta Orden se convirtió en una logia

masónica dependiente de la Observancia Templaria Estricta,

manteniendo siempre, sin embargo, su naturaleza alquímica.

Bajo este nuevo avatar tuvieron muchos miembros influyentes,

como por ejemplo Franz Anton Mesmer (1734-1815) el descu-

bridor del “magnetismo animal” –pero no un precursor del hip-

notismo como se cree comúnmente. El mismo hecho de que una

sociedad rosacruz fuese admitida tan fácilmente como logia de

la tendencia antedicha demuestra la herencia común de ambos

movimientos, sostienen los defensores de la tesis templaria.

Después de 1750 los hilos de la trama se enredan de una ma-

112

nera inextricable. Si antes hubo distinciones claras entre los

masones, los rosacruces y las organizaciones que se remitían a

unos orígenes templarios, de improviso estos grupos empeza-

ron a entretejerse hasta parecer que todos eran uno y lo mismo.

En algunas obediencias de la francmasonería, por ejemplo, los

Iniciados tomaban títulos de “caballero templario” y “rosacruz”,

sin que sea posible averiguar si la filiación fue autentica o sen-


cillamente eligieron llamarse así por grandilocuencia.

Se ha calculado que entre 1700 y, 1800 se añadieron a la franc-

masonería más de 800 grados y ritos. Esta enorme proliferación

de sistemas y rituales masónicos dificulta sobremanera el pro-

pósito de trazar la genealogía entre los templarios y los maso-

nes y rosacruces. En muchos casos resulta prácticamente impo-

sible determinar cuáles de dichos sistemas fueron innovaciones

del siglo XVIII y cuales tenían autentica solera.

En la francmasonería oculta son importantes también los sis-

temas conocidos como de “Rito Egipcio”. Se diferencian de la

corriente principal de la masonería, según la imagen que tene-

mos de ella, por la atención especial que dedican al principio

femenino –en algunas de sus formas admiten logias femeninas

activas. Todos los francmasones reverencian al misterioso “hijo

de la viuda”. En los Ritos Egipcios, la “viuda” es Isis.

El Priorato de Sion, que también declara un gran interés ha-

cia Isis, empezó como circulo interior de la orden templaría se-

gún sus propias afirmaciones; como es lógico, desarrollo en el

decurso de los años y adquirió otras asociaciones esotéricas,

algunas de las cuales son bastante reveladoras por sí mismas.

Parece que fue una influencia destacada la de Jacques-Etienne

Marconis de Negre (1795-1865), que fue fundador de uno de los

Ritos Egipcios de la francmasonería oculta en 1838, llamado el

“Rito de Menfis”, el cual también se remitía a la tradición tem-

plarista.
113

Marconis de Negre trazo para su organización un complicado

“mito fundacional” en el cual planteaba la acostumbrada pre-

tensión grandilocuente que retrotraía el rito a la antigüedad y a

un grupo llamado la Sociedad de los Hermanos Rosacruces de

Oriente. El cual a su vez había sido fundado por un sacerdote

de la antigua religión egipcia, llamado Ormus, que se convirtió

al cristianismo gracias a la persuasión de san Marcos, y entre

cuyos discípulos hubo miembros de la secta esenia.

El mito de Ormus plantea cuatro influencias: la rosacruz, la

egipcia, la esotérica judía del genero cabalístico –pues se creía,

no se sabe si con fundamento o no, que los esenios habían sido

cabalistas– y la cristiana, esta quizá de alguna especie herética.

Lo que nos interesó en realidad de esa leyenda fue lo que tam-

bién saben los lectores de The Holy Blood and the Holy Grail:

que el Priorato de Sion adopto como “subtitulo” este nombre de

“Ormus”. Más adelante nos enteramos de que desde su primera

aparición, la historia de Ormus estuvo relacionada con la Orden

de la Cruz Oro y Rosa en 1770 cuando se convirtió en logia de

la Observancia Templaria Estricta. Pero como veremos luego,

hay en todo esto un trasfondo con muy extensas implicaciones.

Dicho lo anterior tal vez no sorprenderá que existan socieda-

des que pretenden ser las sucesoras oficiales de los templarios.


Muchas de ellas podemos descartarlas fácilmente, si bien la Or-

den Antigua y Militar del Templo de Jerusalén presenta creden-

ciales persuasivas y dignas de ser tenidas en cuenta. Con sede

en Portugal actualmente, dice dedicarse a obras de caridad y

estudios históricos, aunque hay un grupo escindido que ope-

ra desde una población suiza con el evocador nombre de Sion.

Pero los orígenes de esa forma resurgida estuvieron en Francia.

La Orden Antigua y Militar del Templo de Jerusalén fue funda-

da en 1804 por un doctor con el sonoro nombre de Bernard Ray-

mond Fabre-Palaprat, que decía estar autorizado por la Carta

114

de Transmisión de Larmenius, o como suele decirse abreviada-

mente, la Carta Larmenius. De ser eso cierto, desde luego cons-

tituiría una buena prueba de que Fabre-Palaprat era realmente

del auténtico linaje templario, porque esa certificación fue es-

crita supuestamente en 1324 por Johannes Marcus Larmenius,

quien recibió del mismo Jacobo de Molay el nombramiento de

Gran Maestre. También se dice que el documento lleva las fir-

mas de todos los Grandes Maestres subsiguientes de la orden,

lo cual llama la atención si se acepta el criterio de que después

del martirio de aquel no hubo ninguno más. Como era de pre-

ver los historiadores rechazan la Carta tildándola de falsifica-

ción. E incluso los autores de mentalidad más abierta, como Bai-

gent y Leigh, la consideran una impostura. Pero por lo general

los críticos no la han visto en realidad, sino que basan sus ob-
jeciones en una traducción decimonónica del latín original. El

documento escrito en latín es una transcripción basada en un

código cuya clave es la geometría de la cruz templaria. Uno de

los motivos para creer que sea una falsificación es precisamen-

te la calidad del latín, demasiado bueno para la época –como

se sabe, el latín medieval era muy deficiente–, pero lo sucedido

en realidad fue que el traductor corrigió la sintaxis. Los críticos

observaron también que la lista de declaraciones de Grandes

Maestres se repetía exactamente, palabra por palabra, coinci-

dencia difícil en un lapso tan largo como el de 1324-1804; pero

una vez más, fueron normalizadas al transcribirlas y eran todas

diferentes en el original. Se caen por la base, en consecuencia,

los dos motivos principales para rechazar la Carta Larmenius.

De hecho la Orden Antigua y Militar del Templo asegura que

la Carta existía por lo menos cien años antes de su publicación

por Fabre-Palaprat, cuando Felipe, duque de Orleans –el mismo

que luego fue regente de Francia–, la invoco al efecto de jus-

tificar su autoridad para reunir en Versalles una asamblea de

miembros del Temple. De ser cierto, tal acontecimiento consti-

tuiría en sí mismo una prueba de la continuidad de la presencia

templaria en Europa continental. Este duque de Orleans fue el

115

que introdujo al caballero Ramsay en la Orden de San Lázaro.

Ademes de la Carta Larmenius, Fabre-Palaprat tenía en su


poder otro documento importante cuya autenticidad tampoco

quiere admitir la mayoría de los comentaristas. Se trata del Levi-

tikon, una versión del Evangelio de Juan con matices de carácter

flagrantemente gnóstico, que él dijo haber encontrado en una

librería de viejo. Demasiada casualidad, diríamos una vez más,

pero si el documento fuese autentico entenderíamos mejor que

se considerase necesario guardar secreto sobre buena parte de

los conocimientos gnósticos. Porque esa variante del Evangelio

de Juan llamada el Levitikon –según algunos data del siglo XI,

que ya es antigüedad– cuenta una historia bastante distinta de

la que hallamos en el más conocido libro del Nuevo Testamento

atribuido al mismo autor.

El Levitikon le sirvió a Fabre-Palaprat como base para la fun-

dación de su Iglesia Neo templaría de San Juan en 1828. A su

tiempo recibió en ella a los seguidores que tenía y cuando mu-

rió, diez años más tarde, le sucedió un francmasón de los grados

superiores, sir William Sydney Smith, un héroe de las guerras

napoleónicas.

Traducido del latín al griego, el Levitikon consta de dos partes.

En la primera figuran las doctrinas religiosas que debe recibir

el iniciado así como los ritos relativos a los nueve grados de la

Orden templaria. Describe la “Iglesia de san Juan” y explica por

qué se llaman a sí mismos johannites,“juanistas” o “cristianos de

origen”.

La segunda parte es como el Evangelio normal de Juan salvo


algunas omisiones significativas. Faltan los capítulos 20 y 21, los

dos últimos del Evangelio. También suprime todo asomo de lo

milagroso en sucesos como la conversión del agua en vino, la

multiplicación de los panes y de los peces, y la resurrección de

Lázaro. Y elimina ciertas alusiones a san Pedro, entre estas las

116

palabras de Jesús “sobre esta piedra edificare mi iglesia”.

Aunque esto ya es bastante asombroso, lo son más, o escanda-

losas dirían muchos, las adiciones que contiene el Levitikon: se

describe a Jesús como un iniciado en los misterios de Osiris, la

deidad egipcia principal de la época. Osiris fue el consorte de

su hermana, la bella diosa Isis, entre cuyos atributos figuraban

el amor, la sanación y la magia. Este tipo de relación, aunque hoy

lo juzguemos repugnante, formaba parte de la tradición faraó-

nica, y le parecería perfectamente normal a cualquier creyente

del antiguo Egipto. Su hermano Set le envidio la posesión de Isis

y conspiro para matar a Osiris. Lo cual consiguieron los sicarios

de Set, que despedazaron el cuerpo de aquel y esparcieron sus

restos. Terriblemente afligida, Isis recorrió el mundo para bus-

carlos con la ayuda de la diosa Neftis, quien, aunque esposa de

Set, desaprobaba el crimen. Las dos diosas recobraron todos

los pedazos del cuerpo de Osiris excepto el falo. Isis rehízo el

cuerpo y con ayuda de un falo artificial concibió mágicamente

y dio a luz el infante Horus. En algunas versiones de la leyenda

tuvo más tarde una aventura con Set, cuya motivación no se ve


clara, si bien parece que debió de intervenir algún elemento de

venganza en esa relación. Esta unión enfureció a Horus, que era

ya un muchacho, por considerarla una ofensa a la memoria de

su padre Osiris. Entonces desafío a Set y lo mato, perdiendo un

ojo en la pelea. Pero sano y el Ojo de Horus se convirtió en el

talismán mágico favorito de los egipcios.

El Levitikon, además de sentar la extraordinaria afirmación

de que Jesús fue un iniciado del culto de Osiris, asegura tam-

bién que había transmitido sus conocimientos esotéricos a Juan,

el “discípulo predilecto”. Y continuaba afirmando que, por más

que Pablo y los demás Apóstoles hubiesen fundado la Iglesia

cristiana, ellos no eran los conocedores de las auténticas ense-

ñanzas de Jesús. No habían sido admitidos a su círculo interior.

Según Fabre-Palaprat fueron las enseñanzas secretas, en la for-

ma transmitida al discípulo amado, las que los caballeros tem-

117

plarios conservaron, y acabaron por sufrir esa influencia. Re-

coge el Levitikon una tradición supuestamente preservada de

generación en generación por una secta, o Iglesia, de cristianos

de san Juan en el Próximo Oriente.

Estos decían ser los herederos de la “enseñanza secreta” y de

la verdadera vida de Jesús, a quien llamaban “Yeshu el Ungido”.

En realidad, si existió esa secta la versión de la vida de Jesús

que tenían era tan heterodoxa que uno se pregunta para que se
llamarían “cristianos”. Pues según ellos, no solo Jesús fue un ini-

ciado de Osiris sino que además era un hombre corriente y no

el Hijo de Dios. Decían que fue hijo ilegitimo de María; así pues,

ni hablar de nacimiento milagroso de una Virgen, doctrina que

según ellos era una ficción ingeniosa, insultante para la razón,

que habían inventado los autores de los evangelios con inten-

ción de ocultar la ilegitimidad de Jesús, cuando en realidad la

madre no tenía ni la menor idea de quien había sido el padre.

Según las creencias de la secta de Juan, el título de “Cristo” no

era exclusivo de Jesús, ya que la palabra griega original Chris-

tos significa, sencillamente,“el Ungido” y esto podía aplicarse a

muchos, incluso a los reyes y a los funcionarios del Imperio ro-

mano. Consecuentes con ello los dirigentes juanistas reclama-

ban el título de “Cristos” para sí mismos. También el Evangelio

de Felipe, uno de los textos de Nag Hammadi, llama Cristos a

todos los iniciados gnósticos.

Se dijo que este grupo había sido una secta gnóstica que

guardo varios secretos esotéricos, entre ellos los de la cábala.

Y además concibieron un plan para transformarse en una orga-

nización clandestina destinada a ser –en palabras del escritor

decimonónico Eliphas Levi– “el recipiente único de los grandes

secretos religiosos y sociales, capaz de hacer reyes y pontífices

sin exponerlos a las corrupciones del poder”, es decir, una or-

ganización mistérica que no estaría expuesta a los altibajos e

incertidumbres de la política ni de los cambios sociales en el


118

decurso de los años. Su instrumento iban a ser los caballeros

templarios, y Hugo de Payens y los demás fundadores habían

sido, efectivamente, iniciados de la Iglesia de Juan. Pero los tem-

plarios se corrompieron a su vez por afán de riquezas y de po-

der, razón por la cual fue necesario que desaparecieran. El rey

francés y el papa no podían permitir que se divulgase la verda-

dera naturaleza del peligro templario, y por eso inventaron las

inculpaciones de idolatría, herejía y deshonestidad. Pero antes

de ser ejecutado, Jacobo de Molay, siempre citando palabras

de Eliphas Levi, “organizo e instituyo la Masonería Oculta”. De

ser verdaderos esos asertos sufriría un vuelco espectacular la

versión aceptada de la Historia. Se habría descubierto el vín-

culo directo y autorizado entre cierto tipo de francmasonería

y los antiguos templarios, de lo cual bien podríamos deducir

que esos masones en particular tenían algo que ensenarnos en

cuanto a la sabiduría templaria.

Mientras Levi era un observador y comentador del mundo

ocultista y masónico, pero espectador externo en cierta medi-

da, el americano Pike aquel en cambio estaba introducido, y

mucho. Por eso considero necesario corregir la versión de Levi,

y en vez de decir que los rosacruces adoptaron “doctrinas tem-

plarias” Pike asegura que llegaron a unirse con los grupos tem-

plarios sobrevivientes.
Pero la modificación más notable de Pike introduce un ele-

mento enteramente nuevo. Después de la frase donde dice que

Jacobo de Molay instituyo la “Masonería Oculta, Hermética o

Escocesa”, agrega Pike que dicha orden: adopto a san Juan el

Evangelista como uno de sus patronos asociándole, para no sus-

citar las sospechas de Roma, a san Juan el Bautista. Esto es cu-

rioso, y nos parece poco decir. Tanto Juan el Evangelista como

Juan el Bautista son santos católicos reconocidos, ¿porque era

necesario que la veneración dirigida a uno de ellos sirviera de

“tapadera” para la del otro? Y sin embargo Pike, el más erudito

de los estudiosos de la masonería, no habría introducido esa

119

información al reproducir un pasaje del libro de otra persona si

no hubiese tenido sus buenos motivos para ello.

El concepto de los templarios como organización secreta con

autoridad para poner y quitar reyes tiene su paralelismo en

los caballeros templarios del Grial según la versión del Parzi-

val de Wolfram von Eschenbach, y, ciertamente hay indicios de

que los templarios pretendieron ese derecho. El problema es

que la mayoría de esas reivindicaciones exóticas de un pedigrí

histórico milenario, en realidad solo se retrotraen a las organi-

zaciones neo templarías del siglo XIX. Pero cobrarían consis-

tencia si apareciesen indicios independientes que confirmasen

la relación entre sus movimientos y otras organizaciones que

demostradamente estuviesen ahí siglos antes, como ocurre con


el vínculo entre rosacruces y masones.

Otra dificultad estriba en que se plantean dos pretensiones

distintas. La una, que ciertas formas de la francmasonería son

descendientes directas de los templarios. La otra, que los mis-

mos templarios eran continuación de una tradición más antigua,

herética, y que nos lleva a la época de Jesús. Por desgracia, ni

aunque se demuestre lo primero no significa que lo segundo

sea automáticamente cierto. La insistencia alrededor de una

versión no canónica del Evangelio de Juan desde luego incita

a la reflexión, aunque parece darse alguna confusión entre Juan

el Evangelista y, Juan el Bautista. Como hemos visto, Albert Pike

cae en el absurdo cuando dice que los masones utilizaron al

Bautista para encubrir su veneración secreta por Juan el Evan-

gelista. ¿Por qué iban a ocultar su reverencia hacia ningún santo,

cuando ambos son perfectamente aceptables para la Iglesia?

Lo único que consigue Pike es llamar la atención sobre ambos

Juanes y, envolverlos en un aura de misterio e intriga.

Tenemos, pues, que Juan el Bautista era el santo patrono tanto

de los caballeros templarios como de los francmasones. Es así

que la Gran Logia de Inglaterra se fundó un 24 de junio, día de

120

san Juan Bautista.Y que todo Templo masónico tiene en el suelo

dos líneas paralelas: la una representa la vara de Juan “el Evan-

gelista” –suponiéndose que este es la misma persona que Juan–,


“el discípulo predilecto”, mientras que la otra simboliza la vara

del Bautista. Está claro que ambos Juanes revisten particular im-

portancia para la fraternidad, aunque la prioridad corresponde

al más antiguo de los dos. Pero hay más, y es que juran por los

santos Juanes, aunque los masones hoy día, no tienen ni idea de

porque se venera tanto a los dos. Pudiera ocurrir que con los

años hubiese cundido alguna confusión entre ambos persona-

jes bíblicos, y que el término de johannite comúnmente enten-

dido como seguidor del Predilecto se refiera en realidad a los

del Bautista. Pero con independencia de si el Juan reverenciado

por los masones es el joven o el viejo –o ambos–, hay un nombre

que brilla por su práctica ausencia en las logias, y es el del mis-

mo Jesús, que no tiene una presencia destacada. Se suele decir

que esto obedece a que los masones no son primordialmente

una organización cristiana; basta que uno se declare teísta para

ser admitido. Pero en este caso, ¿por qué dedican tanta venera-

ción a unos santos cristianos como son los Juanes?

Se ha dicho que los cataros poseyeron una variante heréti-

ca y esto se convirtió en una obsesión para sir Isaac Newton,

pese a sus arraigadas convicciones religiosas y gran devoción,

a veces parece que viese en Cristo a un hombre especialmente

inspirado... pero no al Hijo de Dios. De manera que tanto los

francmasones del Rito Escoces como los templarios de la “trans-

misión Larmenius” conservaron tal vez los secretos originarios

de los freires, y por ambas vías estos se retrotraen a la “secta de

Juan”. Aunque no se halla nada especialmente juanista en los Ri-

tos Egipcios de la francmasonería, todos estos sistemas derivan


de la Observancia Templaria Estricta del barón Von Hund. Y el

Priorato de Sion se vincula con los tres sistemas.

Hemos mencionado que Pierre Plantard de Saint-Clair ha di-

cho que el propósito de la orden del Temple era “ceñir espada

121

por la Iglesia de Juan y portar el estandarte de la primera dinastía,

las armas que obedecieron al espíritu de Sion”. El resultado de

ese gran designio sería un “renacimiento espiritual” que “trans-

mutaría toda la cristiandad”. Es obvio que eso no ha ocurrido...

Quedan sin respuesta todavía muchas preguntas importantes,

pero se perfila un cuadro coherente, en el que Juan el Bautista

aparece relacionado con una tradición oculta y mantenida por

vías muy diversas e intrincadas. Esto, sin embargo, es solo una

parte de lo que se concretaba como una herejía con dos temas

principales, siendo el otro la veneración secreta de la Diosa, o

del principio de lo Femenino.

Resulta difícil conciliar ese otro tema con las formas externas

de ciertas organizaciones, como los mismos francmasones or-

todoxos, que revisten una exclusividad masculina excepcional,

que poco a poco se va modificando. Pero es evidente que vale

la pena poseer los secretos que se ocultan detrás de esos temas

–el de lo Femenino y el de los sectarios de Juan–, cuando vemos

que fueron defendidos, guardados y protegidos a todo evento


y además suscitaron especial hostilidad por parte de la Iglesia

de Roma. Esto último no debe sorprender mucho porque la se-

gunda pista de los secretos esotéricos antiguos, la veneración

de lo Femenino, adopto en seguida formas de magia sexual tras-

cendental con todas las implicaciones del poderío inherente a

la mujer.

122

Finalmente se debe decir que la masonería es la gran vertien-

te al cual se fueron adhiriendo diversas escuelas iniciáticas a lo

largo del devenir de la humanidad, aportando enseñanzas para

beneficio de los hombres. Su origen antes y después del diluvio

se ubica en el Medio Oriente entre los ríos Tigris y Éufrates,

lugar donde floreció la gran civilización Sumeria, cuyas ense-

ñanzas fueron recogidas en el Tanaj o Antiguo Testamento de la

Biblia, que es la base sobre el cual descansa las enseñanzas ma-

sónicas y reúne a las tres religiones más grandes de la humani-

dad, descendientes estos del Patriarca Abraham: los cristianos,

judíos y musulmanes.

123

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