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Es común escuchar que a las personas no les gusta leer, no les interesa, no tienen tiempo porque

hay otras formas de entretenerse o lo consideran aburrido si la lectura es obligatoria. Según


el Dane, los colombianos consumen 4,2 libros al año, una cifra sumamente baja y llena de excusas.
Pero leer bien resulta ser una de las herramientas más útiles en la vida diaria, ya que nos ayuda a
tener mejor comprensión de lectura, fluidez a la hora de escribir, nos brinda conocimientos de
todo tipo, aumenta el vocabulario, disminuye el riesgo de padecer Alzheimer, aumenta la
concentración, mejora la memoria, desarrolla la imaginación y reduce el estrés. Por lo anterior,
leer es el mejor método de estudio y aquí te contamos como aprovecharlo.

¡Ejercita tu cerebro!

El cerebro es un músculo más de nuestro cuerpo. Si no lo ejercitamos, si no le damos trabajo, se va


debilitando poco a poco. Leer con frecuencia modifica la estructura del cerebro, crea y refuerza el
hábito de la lectura. El psicólogo del aprendizaje Harry Maddox, recomienda la lectura de textos
que sean de tu interés, subraya los conceptos más importantes. Examina, pregunta, lee de nuevo y
haz el ejercicio de memorizar un fragmento.

Piensa en lo que estás leyendo.

Repetir una y otra vez el mismo párrafo por distracción es uno de los errores más comunes de
quienes no leen con frecuencia. Leer necesita de un alto grado de concentración y para lograrlo
debemos centrarnos al 100% en el texto, olvidar el celular, la televisión y todos los factores que
puedan ocupar nuestra mente. Aprovecha la lectura para cambiar de ambiente, analiza con
cuidado cada párrafo, esto hará la lectura activa y divertida, además te ayudará a convertirte en
una persona más centrada en el trabajo, colegio, conversaciones, etc.

Prelectura.

Es importante prepararte antes de empezar a leer un texto detalladamente. El Centro Virtual


Cervantes recomienda tomar este paso con mucha seriedad; estudia el texto que vas a leer,
conoce al autor, otros textos de su autoría y las referencias del texto. Esto servirá como
motivación para una lectura fluida.

Comprender lo que se lee.

¿Qué hace que un texto sea difícil? Es importante identificar los problemas que , una vez los
tengas claros enfócate en ellos hasta perfeccionarlo.

El texto tiene muchas palabras desconocidas.

Frases complicadas.

Tema desconocido o aburrido para ti.

Letra pequeña, párrafos largos, no hay imágenes.

El texto ha sido mal escrito.


No tienes una razón para leer.

Saber leer, es saber escribir. Saber leer bien también es una herramienta importante para el
estudio. Imaginar y comprender las ideas de un autor te abrirá al mundo de la escritura. Es mucho
más sencillo escribir un artículo o una reseña cuando tu comprensión lectora es alta, así podrás
relatar los textos con tus propias palabras pues es seguro que tendrás un vocabulario más amplio.
Además, la lectura le permite a las personas comunicar sus ideas de mejores forma.

La práctica hace al maestro.

Este dicho no es ajeno a las personas que empiezan a leer con frecuencia, mientras más leas, más
agilizarás tus habilidades de lectura, así lograrás leer más palabras por minuto y convertirte en una
persona mucho más analítica. IPLER recomienda “para generar un hábito debes realizar la misma
actividad durante veinte días mínimo. Puedes iniciar leyendo artículos de interés personal, noticias
o libros que te agraden. Luego puedes alternarlos con textos que no sean de tu agrado para
desarrollar la habilidad de leer rápido en todo tipo de texto.”

No te quedes con la duda.

A lo largo de la lectura te vas a encontrar con datos, palabras, expresiones que no conocemos. No
te quedes con la duda pues esto solo va a bloquear el proceso de aprendizaje, te vas a distraer y
perder la continuidad. Ten un diccionario a la mano para buscar aquellas palabras desconocidas.
Anota los datos que no conoces y corrobora en otros textos, así ampliaras tus conocimientos.

Fija una meta.

Siempre debes tener una meta: leer cierta cantidad de libros en el año, terminar de leer un libro
en un tiempo determinado, aprender sobre algún tema, leer una saga completa, leer más rápido y
mejor, conocer un autor nuevo. Mantente firme, recuérdalas a menudo para que sea una
motivación. Si lo necesitas pide ayuda.

Lee en voz alta.

Una excelente práctica para perfeccionar la lectura es hacerlo en voz alta. Escoge un libro de tu
agrado, tus tareas, proyectos y escritos, compártelos con tu familia o amigos; lee despacio, realiza
las pausas necesarias y al finalizar realiza un análisis del texto, discútelo con tu familiares o amigos
y pregúntales qué entendieron, esta es una forma de reforzar la lectura, estudiar, repasar y
compartir. La lectura es uno de los métodos de estudio más efectivos. Memorizar, analizar,
repasar, explicar, exponer, son algunos de los procesos que la lectura puede mejorar. Pero para
lograr un resultado satisfactorio es importante mejorar todos los ámbitos que rodean a la lectura;
la velocidad y la comprensión suelen ser los más necesarios para cumplir tus metas.
IPLER lo sabe y te invita a cumplir ese sueño “La lectura integral exige adaptar la velocidad en
función de la compresión del contenido de un texto y los requerimientos del lector”. IPLER te
ofrece cursos con atención personalizada en: lectura, lectura rápida, lectura comprensiva y lectura
crítica. Conoce más sobre nuestras ofertas de cursos.

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