Está en la página 1de 56

Este libro llega a ti gracias al trabajo desinteresado de otras lectoras

como tú. Es una traducción de fans para fans, hecha para quienes
disfrutan de la lectura.

Librería Digital no pretende sustituir al libro original, ni desvalorizar el


trabajo de los autores, ni de ninguna editorial. Apreciamos la
creatividad y el tiempo que les llevo desarrollar una historia para
enamorarnos, por eso queremos que mas personas les conozcan y
disfruten de ellos.

Nuestras traducciones están hechas sin ánimo de lucro, ningún


colaborador de traducción de Librería Digital recibe retribución por
estos libros, nuestra única satisfacción es dar a conocer el libro y a su
autor(a) para que cada vez mas personas puedan perderse en este
maravilloso mundo de la lectura del habla hispana. Nuestra mayor
satisfacción es compartirlo contigo.

Por lo que queda totalmente PROHIBIDA su venta en cualquier


plataforma.

En caso de que lo hayas comprado, estarás incurriendo en un grave


delito contra el material intelectual y los derechos de autor, en cuyo
caso se podrían tomar medidas legales contra el vendedor y el
comprador.

Para incentivar y apoyar las obras de los autores, les invitamos (Si les
es posible) a hacer la compra del libro en físico, si llega a publicarse
en español en sus países o el original en formato digital.

También pueden apoyar al autor con una reseña, siguiéndolo en las


redes sociales y ayudándolo a promocionar su libro.

¡Disfruten de la lectura!
Nota
Los autores (as) y editoriales también están en Wattpad.

Las editoriales y ciertas autoras tienen demandados a usuarios que


suben sus libros, ya que Wattpad es una página para subir tus propias
historias. Al subir libros de un autor, se toma como plagio.

Algunas autoras ya han descubierto los foros que traducen sus libros
ya que algunos lectores los suben a Wattpad, y piden en sus páginas
de Facebook y grupos de fans las direcciones de los blogs de
descarga, grupos y foros.

¡No subas nuestras traducciones a Wattpad! Es un gran problema


que están enfrentando y contra el que luchan todos los foros de
traducción. Más libros saldrán si no se invierte tiempo en este
problema.

Igualmente por favor, no subas capturas de los PDF a las redes


sociales ni etiquetes a las autoras, no vayas a sus páginas a pedir la
traducción de un libro cuando ninguna editorial lo ha hecho, no
vayas a sus grupos y comentes que leíste sus libros, ni subas capturas
de las portadas de la traducción, recuerda que estas tienen el logo
del foro o del grupo que hizo la traducción.

No continúes con ello, de lo contrario: ¡Te quedaras sin Wattpad, sin


foros de traducción y sin sitios de descarga!
Staff

Traducción Moderacion

Corrección Traducción

Corrección

Diseño y Montaje

Revisión

Lectura final
Sinopsis
¡Ven a visitar las montañas con Olivia T. Turner y encuentra al más
exagerado y dominante macho alfa más que hayas visto!

Soy un solitario. Un recluso.

Un hombre de las montañas.

Pero todo eso cambia cuando la veo.

Ella es lo más hermoso que he visto, y quedo instantáneamente


obsesionado.

Cuando mi dulce e inocente chica se mete en problemas con los


borrachos con los que acampa, yo estoy mirando.

Me acerco a su lado.

Cree que está a salvo conmigo.

Pero lo que no sabe es que estoy a punto de reclamarla.

Y esa dulce cereza que ha estado guardando ahora me


pertenece.

¿Te gusta algo intenso? ¡Este es un libro de Olivia T. Turner, lo que


significa que posee a un macho posesivo y totalmente obsesionado
que no tiene miedo de tomar lo que quiere! Si te gusta un libro de
enamorados dulces y esponjosos puedes cerrar la computadora,
apagarla y salir. Si te gustan los héroes, ásperos, sucios y posesivos al
extremo, puedes seguir y divertirte...
1
Anna
— Vamos Anna. Bebe un poco.

Miro fijamente la botella marrón oscura mientras mariposas nerviosas


se acomodan en mi estómago. Todo el mundo me está mirando.
¿Cómo puedo decirles que no quiero beber?

— Estoy bien. — Digo tratando de actuar casualmente. — Voy a


esperar a la hoguera esta noche.

Algunas chicas sueltan risitas y unos tipos ruedan los ojos. Pero no
Ryan, el tipo insistente y detestable que está sosteniendo la botella de
cerveza. — Solo un sorbo. — Dice, y la sacude delante de mí.

Mis mejillas arden mientras deseo que solo me dejen en paz. Debí
saber que esto sucedería. ¿Alguna vez hubo un campamento de
adolescentes en la historia del planeta que no involucrara toneladas
de alcohol?

— No quiero. — Digo con un poco más de fuerza en mi voz. Los


otros adolescentes perdieron interés y se dirigen al lago, pero Ryan es
un persistente hijo de puta.

Él lo intenta una vez más acercándomela al rostro pero yo la


empujo lejos mientras lo miro. — Dije que no. Ahora sal.

Solo se ríe y luego toma un sorbo antes de arrancarse la camisa


mientras se apresura para alcanzar a los otros chicos.

Mi corazón late muy rápido. No debería estar aquí.

Esta fue una muy mala idea.

Una amiga del trabajo, Hailey, me convenció de subir con ella y


unos amigos el fin de semana.
— Vamos a acampar en las montañas. — Dijo, haciéndolo parecer
increíble, cuando en realidad es todo menos eso. — Conozco a un
chico llamado Ryan que creo que te va a gustar mucho.

Trabajo en una cafetería con Hailey y no conozco a ninguna de sus


amigas, pero desde que mi madre me dejó, y he estado sola, he
tenido que salir a divertirme un poco. Así que dije que sí.

Lo que resultó ser un error. Llegamos al mediodía y Hailey y su novio


solo se quedaron dentro de su tienda todo el día, gimiendo y
retorciéndose allí durante horas.

El resto del grupo, cuatro chicos y tres chicas, decidieron todos caer
de cabeza en el lago, así que los seguí a regañadientes. Era eso o
quedarme en el camping y escuchar la serenata de gritos de placer
de Hailey.

Inmediatamente todos comenzaron a beber y a quitarse la ropa. Es


un día caluroso de verano... Pero siento un frío constante recorriendo
mi espalda. No quiero estar aquí. No conozco a esta gente y por lo
que he visto, no estoy tan interesada.

— Ven a bañarte con nosotros Anna. — Dice uno de los chicos.


Creo que su nombre es Greg.

No se necesita mucho para convencer a las tres chicas de


desnudarse, en poco tiempo se están quitando la ropa hasta que se
quedan solo con sus bragas, que no cubren mucho de todos modos.

Trago mientras se desabotona los pantalones y los deslizan por sus


piernas junto con su ropa interior. Las chicas comienzan a reír mientras
caminan hacia el lago con nada más que una sonrisa.

Siento un vacío en mi estómago cuando el resto de los chicos se


desnudan y siguen a Greg al agua, jugando y riéndose con él para
que las chicas los sigan.

Me muerdo los labios mientras miro hacia atrás por el camino que
vinimos. Ojalá Hailey estuviera aquí. Lo quería, había venido por ella a
este viaje en primer lugar.
Siempre odié beber y nunca tomé más que un sorbo de alcohol. Mi
padre bebía mucho antes de que él abandonara a mi madre y
siempre odié eso. El olor, los ojos de él cambiaban, la forma en que su
tono se afianzaba cuando hablaba con mi madre. No hay nada
bueno en eso en mi opinión.

Debería haber sabido que habría una tonelada de bebidas, pero


solo tenía que huir. Una mañana hace tres meses, bajé y vi la vieja
maleta de mi madre hecha en la puerta. Me dijo que se iba en un
viaje de cinco días con su novio a Europa. Eso fue hace tres meses.

Aún no sé dónde está. Recibí una postal por correo hace dos
semanas diciendo que estaba en París pero el sello era de Idaho,
¿Quién diablos sabe?

— Anna. — Grita Ryan, levantándose en el lago. El agua le llega


solo hasta las rodillas, así que su polla esta a la vista, no era lo que yo
estaba buscando. — ¡Quítate esa ropa fea y métete al agua!

Mi corazón palpita aceleradamente mientras mi respiración


comienza a salir rápida y feroz. Tal vez hubiese sido una mejor idea
quedarme en el camping, incluso con Hailey constantemente
gimiendo. Cualquier cosa es mejor que esto.

— No me siento muy bien. — Digo sosteniendo mi estómago. —


Volveré al campamento.

Las tres chicas se están riendo en el agua con sus pechos a plena
vista. Al diablo con estas personas. Tengo que salir de aquí.

— Los veo más tarde. — Digo y vuelvo por el camino mientras me


llaman para que regrese.

Mi corazón se acelera con cada paso que doy hacia el camino de


tierra, pero es mejor que estar allí atrás como una retardada, mientras
intentan presionarme para que me emborrache y me desnude.

No tengo idea de por qué Hailey pensaría que estaría interesada en


un tipo como Ryan, o alguna de esas personas en todo caso. Por lo
que he visto hoy, Ryan es inmaduro y actúa como un niño mimado.
Busco a un hombre de verdad, no un desastre adolescente como él.

Hailey cree que es gracioso que siga siendo virgen a los 18 años,
pero como podría no serlo cuando estoy rodeada de chicos
inmaduros como Ryan. Estoy esperando a que un hombre de verdad
me quite la virginidad.

Y no será Ryan.

Mierda. Giro mi cabeza hacia atrás y alrededor, cuando oigo el


sonido de unos pasos viniendo atrás de mí.

Hay un bosque denso a mi alrededor, pero no hay donde


esconderse. Estoy usando una camisa rosa que sobresale en medio
del denso bosque.

Tengo un mal presentimiento sobre esto y miro alrededor en busca


de una roca o palo que pueda utilizar como protección cuando Ryan
se acerca corriendo alrededor de la curva, todavía completamente
desnudo.

— Solo me iré. — Digo tragando con dificultad apuntando al


camino detrás de mí.

Fue entonces cuando me di cuenta de que esta situación era


realmente peligrosa. Estoy en medio del bosque, muy profundamente
en las montañas y un borracho desnudo se acerca a mí. Ryan me ha
mostrado en solo unas horas que es sexualmente agresivo con su
constante intercambio de miradas no deseadas.

Tengo un poco de miedo.

— Vuelve al lago. — Dice sonriendo cuando se detiene delante de


mí.

Mi garganta arde tanto que apenas puedo respirar. Es mucho más


grande que yo, con un cuerpo musculoso y ancho. Si quiere ser
agresivo no tendré oportunidad.
— No me siento bien. — Digo deslizando mi mano sobre mi
estómago. — Nadaré mañana.

No, no lo haré. Tan pronto como vuelva al campamento, le exigiré


que Hailey me lleve a casa. Si ella se niega robare su coche. No hay
manera de que vaya a pasar el fin de semana con estos locos.

— He dicho que vuelvas al lago, ahora. — Dice. Sus ojos vagan


sobre mi cuerpo enviando escalofríos a través de mí.

— No. — Le digo firmemente para que se de cuenta de que no


estoy interesada. — Voy a volver.

Me doy vuelta para partir, pero él me agarra de la muñeca con un


puño de hierro y me mantiene en el lugar. Mi estómago se aprieta
cuando me giro hacia él y veo en sus ojos una maliciosa intención.

— Muy bien. — Dice con una sonrisa maligna. — Nada de lago.


Podemos coger aquí.

Trato de sacar mi brazo de sus manos, pero no se mueve en su


firmeza. Abro mi boca para gritar pero la cubre con su mano. El
terrible sabor del agua del lago golpea mis labios cuando las lágrimas
comienzan a fluir por debajo de mis ojos.

Con un gemido Ryan vuela lejos de mí cuando alguien choca


contra él. Giro mi cabeza hacia un lado mirando con ojos muy
sorprendidos, cuando un gran hombre que nunca he visto antes
agarra a Ryan por el cuello y le golpea contra el tronco de un enorme
árbol.

Aplasta a Ryan en el tronco tan fuerte que agita las ramas con la
fuerza del impacto y docenas de piñas llueven sobre nosotros.

Puedo ver a través de su sucia y apretada camiseta que su espalda


es puro músculo fuerte. Es más bajo que Ryan, pero es un hombre de
verdad donde Ryan es solo un niño.
— Si la chica guapa no estuviera aquí tendría que matarte. —
Gruñe el hombre al aterrorizado rostro de Ryan mientras presiona su
grueso antebrazo en el cuello de Ryan.

Ryan no responde. No puede con el brazo cortando su aire. Su


boca se abre y se cierra cuando su piel comienza a ponerse azul.

El hombre golpea su puño en el estómago de Ryan y lo lanza al


suelo. — Sal de mi montaña. — Ordena agudamente. Mi respiración
comienza a acelerarse por otro motivo. No es miedo. Es que ese
hombre y su presencia lo dominan todo.

— Si te veo en mis montañas de nuevo, o alrededor de mi chica, te


mataré.

Mi corazón se salta un latido cuando él me llama su chica. ¿Salí de


la olla y salté al fuego con este tipo?

Se ve tan robusto con su cabello desordenado, barba gruesa, jeans


y camisa que se aferran perfectamente a su musculoso cuerpo. Sus
ojos son oscuros e intensos. Sus labios parecen cielo puro. Él es sexy en
el medio salvaje, un hombre de las montañas.

Podría ser solo un fuego que no me importa pisar.


2
Colton
Mis oídos están zumbando mientras la adrenalina corre por mis
venas. Esa mierda desnuda tiembla a mis pies y requiere todas mis
fuerzas el no tomar la piedra al lado de su cabeza y golpear su
cráneo con ella.

Estaba tratando de lastimarla. Merece morir por ello.

— Si te veo en mis montañas de nuevo, o alrededor de mi chica, te


mataré. — Digo, mis palabras salen en un gruñido. Yo la llamo mi
chica porque eso es lo que ella es ahora.

Mi chica.

Le salvé la vida, lo que significa que ella me pertenece.

Ella está detrás de mí y aún no me he vuelto para mirarla de cerca.


La expectativa de verla a centímetros de mi rostro es pura tortura...
Pero me encanta. Es como ser un niño en la mañana de Navidad,
pero en lugar de un árbol y regalos voy a ver a un ángel en carne y
hueso.

El tipo finalmente se levanta en sus pies descalzos y corre por el


camino en dirección al lago de donde vino. Si mi chica no estuviera
aquí, lo seguiría y mantendría su cabeza bajo el agua hasta que deje
de respirar y se hunda en el lodo donde pertenece.

Respiré profundamente y me dirigí hacia ella con cada célula de mi


cuerpo en llamas.

Estaba caminando cuando escuche a unos adolescentes riendo y


chapoteando agua por todos lados. Esta montaña es mi tierra, en
realidad esta y las próximas tres montañas alrededor también. A
veces la gente viene al lago del camping que está cerca para nadar.
Normalmente no me importa. Es un hermoso lago y parece un crimen
mantenerlo solo para mí, así que dejo que otras personas lo disfruten
también.

Bajé para comprobar la conmoción cuando la vi de pie a la orilla


del lago en su blusa rosa brillante, más hermosa que cualquier cosa
que había visto. Su cabello largo ámbar estaba ondeando en la brisa
cuando apretó juntas sus delicadas manos delante de ella, viendo
cómo los otros chicos y chicas se emborrachaban y se desnudaban.

Mi pulso se aceleró mientras los chicos se desnudaban delante de


ella. Quería correr allí, tapar sus ojos y alejarla de la situación. Ella no
debería estar mirando a esos hombres desnudos así. Eso arruinaría su
dulce inocencia.

Me sentí aliviado cuando rechazo el alcohol y el quitarse la ropa,


pero entonces el idiota desnudo la siguió de vuelta. Casi lo golpeo
cuando vi que sus genitales se elevaban y luego corría detrás de ella.
Afortunadamente lo detuve o él estaría tomando su inocencia ahora,
y ella no sería capaz de entregármela.

Mi corazón está palpitando contra el interior de mis costillas cuando


lentamente me doy la vuelta y la miro. Su belleza me golpea como un
puñetazo en el estómago y mis piernas casi colapsan con el shock.

Su rostro es impecable. Es realmente perfecta.

Sus ojos de color miel me miran arañando el aire de mis pulmones.


Sus dulces labios rosados tienen forma de corazón, y toma todo mi
autocontrol no aplastar mis labios contra ellos y deslizar mi lengua
entre ellos, tomando su boca como si fuera mía.

La suave brisa sopla un mechón de su cabello ondulado en su rostro


mientras podemos mirarnos uno al otro en estado de shock. Es como si
nuestros corazones se miraran en el espejo por primera vez y vieran el
reflejo de sí mismos. Nuestros corazones son uno. Ellos tocan la misma
música. Ellos se pertenecen.

Nos pertenecemos el uno al otro.


— Gracias. — Dice con una voz temblorosa mientras me mira a los
ojos.

Ella parece nerviosa y su rostro tiene una sombra de miedo en él.


Me rompe el corazón verla balancearse delante de mí. ¿No sabe que
nunca la lastimaría?

Moriría antes de dejar que sintiera un poco de dolor. Mataría a


todos los hombres del planeta antes de dejar que cualquiera de ellos
se acercara a ella.

— ¿Te lastimó? — Cierro mis puños preguntándome qué haría si ella


dijera que sí. Pero sé exactamente lo que haría. Me cargaría una vida.

Ella sacude la cabeza y deja caer su mirada al suelo. — No.

Mi cuerpo se siente frío sin su mirada en mí, entonces tomo


suavemente la punta de su barbilla y levanto lentamente su cabeza,
se eleva hasta que sus hermosos ojos están de vuelta en los míos.

Me hormiguean los dedos cuando libero su barbilla. Acabo de


recibir un toque de su dulce piel... Pero ya está haciendo girar mi
cabeza. Mi corazón palpita mientras mi cuerpo grita por más.

Quiero hacerla mía con tanta fuerza. Quiero tenerla desnuda y


descubrir cada pulgada de su tentadora piel dulce y joven. Parece
demasiado joven e inocente para lo que quiero hacer con ella, pero
sé que no seré capaz de detenerme cuando llegue el momento.

La quiero con todo mi ser. Puedo sentir la necesidad comenzar a


poseerme. Ella está tomando control de mi... Y como yo quiero que
me quiera de vuelta, sé que la tendré de cualquier manera.

La bañaré con amor. La trataré tan bien que eventualmente querrá


quedarse. Ella verá que le pertenezco como ella me pertenece a mí.

— ¿Te vas a quedar con esos tipos? —Pregunto cuando finalmente


encuentro mi voz.
Ella asiente. — No sé de ellos. Vine con mi amiga del trabajo y
trataron de emborracharme, además no tengo mi coche. — Dice. Su
voz es dulce y rápida.

Tomo su suave mano y una invasión de calor corre a través de mí


tomando mi núcleo. — Esta bien. — Digo suavemente. — Te quedarás
en mi lugar. Quédate donde estés a salvo.

Sus ojos parpadean y sus hermosos labios se abren mientras me


lanza una mirada de shock. Me preparé esperando que ella discutiera
conmigo sobre esto, pero ella solo asiente con un sí.

Mi corazón casi explota. Ella es tan preciosa, y es toda mía.

— ¿Cuál es tu nombre? — Pregunto aguantando la respiración


hasta que ella responde.

— Anna. ¿Y el tuyo?

— Colton. Colton Andrews. Recuerda esta última parte porque se


adjuntará a tu nombre algún día.

Un día muy pronto.

Su risa y su sonido son tan hermosas que mi polla se pone dura


como una roca cuando veo su rostro alegre.

Extiendo mi mano y ella desliza la suya dentro. Cierro los ojos


cuando un calor, una electricidad, o algo fluye entre nosotros.

— Ven conmigo. — Le digo.

Y ella lo hace.
3
Anna
Caminamos a través del denso bosque durante casi una hora.
Principalmente cuesta arriba y estoy luchando para mantener el paso
como Colton, que sube la cuesta empinada con facilidad como si
estuviera dando un paseo de domingo.

Me encanta cada segundo.

Le conté todo sobre mi familia y mi madre, hablándole sobre mi


padre y diciéndole cosas que nunca antes le había dicho a nadie.

No sé qué es, pero me siento muy segura con él. Estaba en un lugar
aterrador allá atrás con Ryan, y Colton solo apareció y me salvó el
pellejo. Podría haberme hecho lo mismo que Ryan planeaba hacer,
pero no lo hizo.

Pero no es solo eso. Puedo decir a propósito de su mirada cálida,


que cuando me mira piensa que soy especial. Hace que mi rostro se
caliente y mi corazón se acelere.

No debería ser tan fácil seguir a un hombre extraño por la montaña


y dentro del bosque, pero lo es. Todo sobre él me hace sentir bien. Es
una sensación reconfortante. Me siento en casa.

Por eso es tan fácil seguirlo a lo desconocido.

— ¿Y tú? — Pregunto mientras paso sobre un árbol caído. — He


estado parloteando todo el tiempo.

— Tú no estás parloteando. — Dijo volviéndose hacia mí con una


mirada intensa. Su mirada me da buenos escalofríos. — Podría oírte
hablar durante todo el día.

Colton es un hombre de verdad. Grande, fuerte, feroz y protector. Él


es todo lo que Ryan y los chicos de mi edad no son.
Tomo mi ritmo para acercarme un poco más a él, queriendo borrar
toda la distancia entre nosotros. Sus ojos oscuros todavía están fijos en
mí, sosteniendo mi mirada mientras estudia mi rostro.

Tiene un aspecto robusto que me parece muy sensual. Pantalones


descoloridos, rasgados y sucios, abrazando su hermoso trasero
perfecto. Lo miro cada vez que puedo, que es mucho mientras
subimos esta cuesta empinada. Camina por la montaña fácilmente
como si lo hiciera todos los días. Estoy luchando para mantenerme,
pero no me importa quedarme atrás con esa deliciosa vista frente a
mí.

Tiene una barba larga que combina con su cabello sal y pimienta y
hermosos ojos oscuros que reclaman atención.

Me siento como si lo conociera íntimamente, pero me doy cuenta


de que en realidad no sé mucho más que su nombre.

— ¿Estás acampando aquí? — Le pregunto admirando sus


musculosos brazos cuando rompe una rama.

Se ríe mientras sacude la cabeza. — Yo vivo en esta montaña. —


Dice con una voz suave como chocolate. — Esta es mi casa.

— ¿Tienes una casa? — Pregunto con la esperanza de que diga


que sí. Espero tenga una con cocina. Necesito un aperitivo después
de esta larga y bonita caminata.

— Ya casi llegamos allí. — Dice mientras caminamos por el tronco


de un árbol caído. Es grueso y alto sobrepasando mi ombligo.

Colton toma mi cintura con sus fuertes manos y fácilmente me


levanta sobre el árbol muerto, colocándome suavemente del otro
lado. Mi pecho palpita cuando se sube uniéndose a mí al otro lado.

Apunta a la cima de la montaña y al sendero, sigo con la mirada


por su bíceps tallado y bajo el resto del brazo levantado hasta que
puedo ver hacia donde él está señalando: Una espectacular mansión
descansando en la cima de la montaña.
— ¿Qué? — Suspiro mirándola con los ojos muy abiertos. No lo había
imaginado.

— Es mi casa. — Dice suavemente. — Y espero que también sea tu


casa algún día.

Trago con dificultad mirando a sus ojos. — Yo también. — Susurro.

Él solo se va.

Esto es una locura. Es peligroso e imprudente, pero parece ser lo


correcto. Hay algo sobre Colton que no puedo explicar, pero parece
como si mi destino está entrelazado al suyo.

Mi instinto me dice que vaya con él, así que voy.

Me dice que es el dueño de la mayor empresa de tala en el


noroeste del Pacífico.

Colton Lumber, por favor…

Empezó a los veinte con nada más que un hacha y creció hasta ser
una compañía multimillonaria.

— Esta es mi casa. — Dice cautivándome con sus ojos oscuros. —


Pero quiero que sea tu casa también. Si me sigues hasta adentro será
más que una estancia de fin de semana. Tengo que mantenerte en
mi vida Anna. Si entras por mi puerta no podré dejarte salir. No estoy
intentando asustarte o echarte. Pero necesito que lo sepas. Si vienes
conmigo. No habrá vuelta atrás.

Sonrío mientras camino por su lado hasta entrar en la casa.

— Entonces ¿Qué estamos esperando?


4
Colton
La llevo a mi casa con mi cuerpo en llamas. Ella está sudando
mucho debido a la caminata, y el dulce olor de su sudor me pone
hambriento como un león.

He estado al límite todo este tiempo. No puedo relajarme o


tomarme un respiro hasta tenerla en mi casa, segura, donde
pertenece. El pensar que regresaria al campamento para estar con
esos borrachos cachondos me estaba volviendo loco. No podré
relajarme otra vez hasta que deslice mi dura polla en su dulce coño
mojado, goteando y reclamándola como mía.

— Es tan hermosa. — Dijo mirando hacia mi cabaña. Es más una


mansión. Construida en la cima de la montaña, con vistas al
espectacular paisaje. Cada vez que miro la vista de 360 grados pierdo
el aliento, pero ahora, todo lo que puedo mirar es a ella.

Es joven e inocente para lo que le he estado guardando, pero yo


solo llegaré hasta donde ella quiera.

Nunca le causaría ni un segundo de dolor y si eso significa que


tengo que contenerme para hacerla feliz, lo haré. Voy a darle nuestro
primer beso cuando me lo pida. Solo voy a tocarla cuando esté de
rodillas, rogando por mí.

Me inclino hacia adelante inhalando su perfume natural que casi


me mata. Espero que ella me lo suplique pronto.

O este león hambriento descubrirá lo que realmente es la tortura.

— No puedo creer que esta sea tu casa. — Dice mirando alrededor


maravillada.
— La construí para ti. — Digo mirando su suave rostro. Su piel es
suave y todo en lo que puedo pensar es en presionar mis labios contra
cada pulgada de ella.

Ella se ríe y se vuelve hacia mí. — ¿Qué quieres decir? ¿Qué lo


construiste para mí? No nos conocíamos.

Es cierto que esta tarde es la primera vez que la miro, pero también
es cierto que la construí para ella.

Estaba en mi mente y en mi corazón cuando la construí, aunque no


lo sabía en ese momento. Es un pequeño oasis aislado donde
podemos pasar el resto de nuestros días uno en los brazos del otro, sin
las distracciones del mundo exterior arrastrándose sobre nosotros.

Es un lugar donde puedo tenerla todas las noches, hundir mi dura


polla en su dulce coño y follármela hasta que los dos estemos
demasiado agotados como para mantener los ojos abiertos un
segundo más. Es un lugar donde podemos despertarnos por la
mañana en los brazos del otro y hacerlo todo de nuevo.

Es perfecto para nosotros.

— Quiero decir exactamente lo que dije. — Digo tomando sus


suaves manos con las mias. — Todo esto es para ti. El destino me hizo
construir esto en primer lugar, y el destino te trajo aquí para mí. Es todo
trabajo del destino. Tú y yo estamos destinados.

Ella sonríe mientras me observa y luego se vuelve hacia la casa. —


Yo sentí lo mismo cuando te vi por primera vez. — Susurra. Su voz es
tan baja que el viento casi se la lleva.

— ¿Qué hay de ahora?

Su sonrisa es aún más grande cuando se vuelve hacia mí. — Ahora


estoy segura de ello.

Doy un paso al frente mientras un cálido escalofrío fluye a través de


mí, miro sus angelicales ojos mientras coloco un mechón de su cabello
suelto detrás de su oreja.
Su cuerpo se pone tenso cuando me mira con sus ojos color miel, los
más bellos jamás creados. Sus labios son tan jodidamente sensuales.
Ella tiene pequeñas perlas de sudor que puntean su piel lisa y solo
quiero lamerlas como un animal y ver qué sabor tiene.

He conocido a muchas chicas a lo largo de mi vida, pero ninguna


de ellas ha tenido este efecto en mí. Mi cuerpo desea el suyo.
Literalmente gritándome que la consuma.

Pero ella es muy inocente no puedo saltar sobre ella como un


animal salvaje. Tengo que tomarlo con calma. Tengo que hacer que
me ame primero.

Pero todo eso no me impide pensar qué pasaría si le aplastara los


labios en este momento.

Para mi sorpresa, ella se coloca de puntillas y me besa primero, a


punto de hacer que mi mundo se venga abajo. Sus labios son lo mejor
que he probado y su suavidad me endurece la polla.

La tomo en mis brazos hambrientos y la devoro, sumergiendo mi


lengua en su boca en un beso salvaje y sin vergüenza. Quiero probar
cada centímetro de su dulce boca y lo hago enmarañando nuestras
lenguas mientras nuestros labios trabajan juntos en el mejor beso de mi
vida.

Su delicado cuerpo se derrite en mis brazos y gime en mi lengua,


haciendo que mi polla este dolorosamente dura. Estoy tratando
desesperadamente de controlar los impulsos animales que tratan de
salir. Algo profundo y oscuro dentro de mi quiere arrancar cada pieza
de su ropa, tirarla por encima de mi hombro, cargarla para caminar
hacia arriba y no dejarla salir hasta que su vientre esté redondeado
llevando a mi hijo.

De repente me alejo y ella me mira en estado de shock.

— ¿Estás bien? — Pregunta con una voz jadeante. Sus labios y su


barbilla están rojos por el roce de mi barba, y me odio por lastimarla
aunque sea un poquito.
Mis brazos están flexionados para sostenerla lejos de mí, temblando
pues es necesario un poco del autocontrol que poseo para no dejar
mis labios caer de vuelta en los de ella. Sé que si lo hago no seré
capaz de detenerme. No seré capaz de dejar de besarla.

La tendré desnuda y con mi dura polla enterrada hasta las bolas


dentro de ella, lo quiera o no. Y no puedo hacer eso. No puedo
obligarla a hacer nada que no quiera hacer.

Tanto como la quiero, y la quiero muy intensamente, quiero que se


sienta segura amada y confortada. Es mi principal preocupación, no
importa lo que diga el animal hambriento dentro de mí.

— Siento haberte besado. — Dice ella sonando molesta y bajando


su mirada al suelo.

Me rompe el corazón. Ella me dio el regalo más dulce... Y ahora se


siente mal por eso.

— No. — Digo sacudiendo la cabeza. Mi voz es tan inestable. Mi voz


nunca es inestable. — Eres perfecta. Eres exactamente lo que he
soñado por décadas y ahora te tengo aqui.

— ¿Pero no quieres besarme?

Cierro los ojos y sacudo mi cabeza en frustración. Si tengo que mirar


su dulce e inocente rostro una vez más, no sé si podré contenerme por
más tiempo.

— Claro que quiero besarte. — Digo con un hormigueo recorriendo


mi piel. — Quiero besarte y hacer cosas contigo que te harán mía
para siempre.

Sus labios rosados, sexys se curvan en una sonrisa mientras ella me


mira. — ¿Cómo qué?

— Cuidado nena. — Digo respirando pesadamente mientras intento


mantenerme bajo control. — Si me provocas entonces no seré capaz
de ser bueno por mucho tiempo.

— Quizás no quiera que seas bueno por más tiempo.


Mi polla salta con sus palabras. Ella me da una sonrisa traviesa...
Cuando sus ojos recorren mi pecho, mi abdomen, entonces hacia mi
dura polla que sobresale contra mis jeans.

— ¿Qué quieres hacer conmigo? — Pregunta mordiendo su labio


inferior mientras mira mi polla. Traga con fuerza antes de volver a
mirarme a los ojos. — ¿Qué vas a hacer conmigo que me haga tuya
para siempre?

Esta chica ya es cielo puro y ni siquiera he comenzado con ella


todavía. No puedo esperar para pasar el resto de mi vida
complaciéndola.

— Quiero besar cada parte de tu cuerpo. — Digo sonriendo


mientras ella se estremece con mis palabras. — Quiero arrancarte esa
ropa y arrastrar mi lengua a través de tu suave y cálida piel, hasta
haber probado cada maldito centímetro de tu cuerpo.

— ¿Cada centímetro? — Pregunta con una ceja levantada.

Asiento en un sí. Ella suspira cuando pongo la palma de mi mano en


el interior de su muslo y lentamente la arrastro hasta correr mi dedo en
su coño. — Cada uno. Cada pulgada.

Ella traga con dificultad mientras muevo mis labios y hablo al pie de
su oreja. — Primero, vas a abrir estas hermosas piernas para mí y voy a
enterrar mi lengua profundamente en tu apretado coño. Así que
después de correrte en mis labios media docena de veces, voy a
pasar a tus perfectos senos y chuparlos, apretarlos, lamerlos y
mordisquearlos hasta que me estés rogando por mi dura polla.

Su pecho está subiendo y bajando tan rápido mientras ella me


escucha con completa atención.

— Solo cuando grites por mi verga me meteré en tu coño caliente y


te haré mía otras diez veces.

Su cuerpo esta temblando cuando me alejo.


— Nunca he hecho algo así antes. — Dice mirándome
avergonzada.

La adrenalina corre por mis venas cuando escucho sus palabras. Es


virgen. Intocada e inmaculada. Pura e inocente como la soñé. Como
sabía que lo era.

— ¿Nunca has sido tocada por un hombre?

Ella sacude la cabeza y yo sonrío ante la hermosa vista de su


cabello ámbar fluyendo en el viento. — Soy virgen. Nunca he estado
desnuda delante de un hombre.

Tomo su mano de nuevo y la llevo lejos de la casa, trayéndola a mi


lugar favorito. Esta será su primera vez y tiene que ser especial.

— Hoy es la última noche que serás capaz de decir eso. — Digo


sonriendo por haberla sacado a la cima de la montaña. — Porque
después de esta noche tu virginidad será mía.
5
Colton
El lugar es un pequeño oasis a lo largo del río que corre bajo la
montaña. En un punto el río se curva en terreno plano y crea una
laguna profunda que es perfecta para nadar. El agua cristalina está
rodeada de exuberantes arbustos, rocas altas y hermosos árboles.

Puedo decir por la expresión en el rostro de Anna que le encantó.

— Es tan hermoso. — Dice de pie en la orilla del río.

— Es toda tuya ahora. — Digo de forma intensa a su lado. Deslizo mi


mano sobre la de ella cubriendo sus finos dedos con la palma de mi
áspera mano.

— Es nuestro. — Dice volteando hacia mí con los ojos más bonitos


imaginables.

— Es nuestro. — Susurro.

Ella es tan perfecta. Realmente espero poder ser el tipo de hombre


que se merece. Ella merece tenerlo todo, y espero poder dárselo.

Pero hay una cosa que sí sé, nunca dejaré de intentar ser el hombre
que se merece.

— ¿Podemos ir a nadar? — Pregunta mirándome tímidamente.

Esperaba que dijera eso. No hay un traje de baño cerca de esta


laguna, y tengo la esperanza de empezar a ver la dulzura que está
escondida bajo su ropa.

— ¿Trajiste tu traje de baño?

Ella sacude la hermosa cabeza. — No lo necesito.

Trago cuando ella hala su mano y la separa de la mía, sostiene la


parte inferior de su camisa. Mi polla ya está dolorosamente dura
cuando se quita su camisa con un movimiento rápido, dándome una
visión de sus pechos maduros y jóvenes escondidos detrás de su
sujetador de encaje.

Un gemido se escapa de mi garganta, deja caer la camisa al suelo.


Su suave cabello ámbar es un lío salvaje cubriendo su rostro y
hombros desnudos, pero solo la hace parecer mucho más caliente.

Aprieto los dientes y contengo mi deseo de agarrarla y hundir mi


rostro entre sus exuberantes pechos y consumirlos.

Sonríe cuando me ve mirándola como un tigre hambriento mirando


un bistec crudo.

Tengo que hacerle una marca.

Necesito cubrir su coño con mi semilla pegajosa.

Solo cuando esté embarazada de mi hijo seré capaz de relajarme.


Solo cuando plante mi semilla en su vientre virgen seré capaz de
respirar de nuevo.

Ella sonríe pasando por mí lado y comienza a desabotonarse los


shorts. Mi corazón está latiendo fuertemente en mi pecho mientras
observo sus pantalones cortos bajando por sus delgadas y suaves
piernas. Lamo mis labios mientras la observo en agonía.

Fui el primer hombre en tocar la parte interna de esos muslos


blandos. Voy a ser el primer hombre en abrir esas piernas jóvenes y
arrastrar mi lengua a lo largo de su coño joven y fresco.

Voy a ser el primer hombre en hacerla correrse.

Y voy a ser el último.

Se reía mientras salía de sus shorts vistiendo nada más que su sostén
y su ropa interior blanca de algodón. Mi pene está gritando para que
lo libere... Pero yo me quedo parado, congelado mientras la observo.

No esperaba que fuera tan... Curvilínea.

Ella es todo en lo que puedo pensar. Ella es todo para mí ahora.


— Cuidado. — Le digo cuando da unos pasos en dirección al
agua.— Las rocas pueden ser resbaladizas.

Sonríe antes de girarse nuevamente hacia mí y meter un dedo en el


agua clara. Sus bragas se adhieren perfectamente a ella su trasero
redondeado, me deja mareado al verle.

Quiero desesperadamente inclinarla y meter mi polla en su coño


virgen y caliente pero voy a mantener mis pies plantados en la hierba.

Solo seré capaz de explotar su cereza una vez y tengo que ser
capaz de esperar. Tengo que hacer algo especial. No puedo
simplemente cargarla y cubrirla, correr a través de ella. Tengo que
aprovechar cada tentador segundo.

Anna entra el agua lentamente, chillando cuando los escalofríos


suben por sus suaves piernas. El agua de la montaña es un poco fría
pero refrescante después de la larga caminata que hicimos.

Mi sangre está caliente y mi piel está ardiendo, pero no es por el sol,


es por la virgencita sexy que me está torturando con cada
movimiento que hace.

— ¿Cómo está el agua? — Pregunto y apenas puedo hablar.

Ella me mira sobre su hombro y sonríe. — Está un poco fría, pero es


buena.

Con una respiración profunda se sumerge y desaparece bajo el


agua. Estoy de pie furioso por no poder verla. Incluso los tres segundos
que toma para que esté de vuelta parecen ser demasiado tiempo.
Quiero que esté donde pueda verla en todo momento.

Por eso quiero que se quede en mi mansión para siempre. Quiero


mantenerla en un lugar donde sé que está a salvo y en un lugar
donde sabré dónde está en todo momento. Cada segundo de cada
día para siempre.

Ella nada hacia donde el agua está sobre su cabeza y se vuelve


hacia mí. — ¿Vienes? — Pregunta con una sonrisa. Su cabello está
peinado hacia atrás, dándome una visión clara de su hermoso rostro.
Se ve más joven así y es suficiente para que mi polla duela de lo dura
que está.

— Dame un segundo. — Tomo la ropa del suelo y me alejo de ella,


fingiendo que las estoy doblando para ponerlas sobre una roca.

Pero realmente abro sus pantalones cortos llevo el medio de sus


piernas hacia mi nariz, inhalando profundamente. Joo-deer. El olor es
el cielo puro.

Huele a su coño dulce y es más de lo que puedo soportar. Mi


autocontrol ha desaparecido. Las buenas intenciones han
desaparecido.

Tengo que oler su coño de cerca. Tengo que enterrar mi lengua en


sus pliegues y probar su néctar pegajoso.

Necesito que acabe en mis labios.

Con el delicioso aroma de su coño perforando mi nariz, me arranco


la camisa y la tiro al suelo.

Los ojos de Anna se agrandan cuando me doy la vuelta y me bajo


los pantalones. Mi pene nunca estuvo tan duro, empujando
furiosamente contra el interior de mi ropa interior de boxer.

No le quita los ojos de encima hasta que me meto en el agua y mi


cintura se sumerge en la superficie.

Me zambullo bajo el agua fría y nado hacia ella, apareciendo


delante de su rostro.

— Hola. — Ella sonríe y se agarra a mis brazos fuertes. Puedo tocar el


suelo, pero ella no puede, así que se mueve con el cabello en
cascadas flotando sobre la superficie del agua a su alrededor.

Mis sonrisas y palabras bonitas han desaparecido. Estoy consumido


por el deseo intenso de tenerla. Ser el dueño de ella. Reclamarla
como si fuera mía.
El animal salvaje que hay dentro se ha hecho cargo y ya no me
importa lo que pase mientras consiga esa vagina madura en mis
labios ahora.

Con un gruñido tomo su ropa interior y la deslizo por sus piernas, la


saco por sus pies y comienza a flotar.

Su rostro se pone serio mientras me mira con toda la intensidad que


siento ahora. Solo tengo un pensamiento en mi mente: Cómetela y
hazla acabar antes de tomar esa cereza para ti.

— Tu coño ahora es mío. — Digo mientras abro el broche de su


sujetador. — Puedo tocarlo cuando quiera. ¿Entiendes?

Ella solo asiente con su cabeza mientras sus ojos color miel brillan.
Sus labios húmedos se abren y un gemido sale mientras deslizo el
sujetador fuera de sus brazos.

Sus pezones rosados están endurecidos como pequeñas piedras. Mi


corazón desaparece cuando tomo sus pechos con mis codiciosas
manos. Ella echa la cabeza hacia atrás y gime cuando uso mi boca
hambrienta para chuparlos. Me tomo unos segundos para jugar con
sus duros botones, agitando la lengua alrededor de ellos y
mordisqueándolos hasta que ella está respirando tan pesadamente
como yo.

Habrá tiempo para concentrarse en sus hermosos senos más tarde.


Ahora solo tengo que probar su coño virgen.

Todo mi cuerpo está lleno de calor, deslizo hacia abajo mis manos y
tomo las mejillas de su trasero firme y las halo. Ella suspira con sorpresa
cuando levanto su coño fuera del agua.

La visión casi me mata.

Ella tiene pequeños rizos de color ámbar... Pero eso no es lo que


estoy mirando. Los labios de su pequeño coño rosado son suaves a la
vista, tan suaves como los pétalos de una rosa y con su humedad
goteando hacia fuera.
Acerco mi nariz hacia ella y tomo una larga inhalada de su
embriagador perfume mientras comienza a ponerse nerviosa y a
divagar sobre lo expuesta que está. Deslizo mi lengua largo sobre ella,
y cierra los ojos y dejando caer su cabeza hacia atrás.

Su sabor es mucho mejor que su olor. Ella tiene un sabor puro e


intacto. Ella tiene sabor a cereza.

— Flota sobre tu espalda. — Le ordeno mientras las coloco en el


agua.

Ella hace lo que le ordeno, flota mientras yo tomo la carne suave de


la parte interna de sus muslos y abro sus piernas separandolas delante
de mi.

Levanto su trasero mientras le doy un vistazo a su coño húmedo,


examinando cada pliegue rosado y hermoso antes de devorarla con
mis labios y mi lengua.

Ella comienza a moverse en el agua mientras paso mi lengua


alrededor de su abertura virginal antes de deslizarla hasta su clítoris
entumecido.

Cada vez que muevo mi lengua en su clítoris, ella delira, para que
continúe provocándola lamiendo y arrastrando mi lengua a través de
él, hasta que sus piernas están temblando a mi alrededor.

Deslizo mis manos hacia adelante para separar los labios de su


coño caliente con mi pulgar, dándome una visión más clara de su
joven entrada. La rosa interior se encuentra llena de néctar que
avidamente llevo a mi boca.

Yo chupo y lamo cada pulgada de su coño caliente y palpitante,


hasta que ella está gritando tan fuerte que hace eco en la montaña.
Sus gritos desesperados me hacen querer comerla con más fuerza.

Gemidos guturales comienzan a salir de mi boca mientras bebo su


delicioso sabor azucarado. Sus gemidos se mezclan con los míos
mientras paso mis dedos sobre su grieta caliente y deslizo lentamente
mi dedo dentro de su apretado agujero.
Una sonrisa irrumpe a través de mis labios cubiertos de su crema
cuando siento su himen, firme e intacto, esperando que yo lo rompa.

Ella la guardó para mi. Buena chica.

La trataré bien por eso.

— Joder, está tan apretado. — Digo gimiendo cuando rozo mi


mejilla en la carne blanda de su muslo. Estoy mirando su hermosa
vagina mientras deslizo la punta de mi dedo entrando y saliendo de
ella para provocarla con estocadas rasas. Ella podrá quejarse de todo
lo que quiera, pero mi erección será lo único que rompa esa cereza.

No tendrá que esperar mucho.

— Esto es tan intenso. — Dice ella, sus palabras salen entre suspiros.
Sus manos están sobre sus rosados pechos, masajeando y apretando
sus pezones mientras ella se retuerce alrededor en el agua. — No
puedo respirar con tu boca sobre mí.

— Espera a que deslice mi dura polla profundo dentro de ti. — Digo


arrastrando mi dedo hasta sus sedosos pliegues y comienzo a frotar
círculos firmes en tu clítoris. — Se sentirá aún más intenso.

— No puedo esperar, carajo. — Gime y su cuerpo convulsiona,


enviando pequeñas ondulaciones lejos de ella. — No puede ser mejor
que esto.

— Lo será. — Digo frotando un poco más suave. — Voy a entrar


duro y desprotegido. Voy a aplastar esa cereza que me guardaste y
llenaré tu vientre virgen con mi semilla caliente. Cada pulgada de tu
coño, por dentro y por fuera, va a estar empapado con mi esperma
una vez que termine contigo.

Sus piernas tiemblan salpicando mi nuca con agua cuando me


zambullo en esa dulce vagina, determinado a hacerla acabar.

Me rogó que parara, me halo del cabello, la follo con la boca, pero
no me doy por vencido. Aumento mi ritmo, aumento, aumento,
aumento, hasta que ella no aguanta más y se corre en mis labios.
Siento sus dulces jugos cubrir mi boca y mi barbilla mientras ella grita
mi nombre. Su cuerpo entero se estremece mientras ella toma rápidas
y violentas respiraciones y deja escapar unos gemidos tan fuertes que
estoy seguro de que la ciudad en la distancia los escuchó.

Aún no me he rendido. Enterré mi lengua en su entrada virgen y


bebo hasta la última gota de su néctar joven, con su cuerpo todavía
en el agua, excepto por sus piernas, que todavía están temblando.

— Puta mierda. — Dice ella cerrando sus ojos cuando las últimas
ondas de su orgasmo pasan a través de ella.

— Tú eres mi chica ahora. — Digo entre una larga y lenta lamida


que la tiene temblando. Y voy a hacerte esto siempre que yo quiera.

Ella asiente, aún apretando los ojos cerrados.

— Te voy a follar esta noche. — Digo. Ella suspira con mis palabras.—
Pero no aquí. No ahora.

Ella aprieta los ojos cerrándolos aún más fuerte y hace muecas por
mis crueles palabras. Solo un orgasmo y ella ya quiere más.

— No voy a tomar tu virginidad en un lago. Quiero ver todo. Quiero


sentir cada centímetro apretado de tu coño cuando deslice mi polla
allí. El agua va a quitar algunas de esas sensaciones y no puedo
permitir eso. Necesito sentir tu coño perfecto.

Ella asiente. Sonrío cuando ella finalmente consigue mantener la


respiración bajo control.

— Quiero ver mi dura polla cubierta de tu sangre virgen cuando


finalmente la retire después de follar contigo durante horas.

Ella inhala fuertemente. — Yo también quiero eso.

— Bueno. — Digo y la suelto. Ella se hunde debajo de la superficie


donde el agua fría lava su piel ardiente.

Sonrío cuando pequeñas burbujas suben y se rompen en la


superficie del agua.
— Y luego mi dulce chica. Realmente serás mía para siempre.
6
Anna
Estoy completamente a su merced.

Nadie me hizo sentir tan bien antes. Él me hace sentir segura,


protegida, amada y ahora esto. Trajo mi cuerpo a un lugar en el que
nunca había estado antes, y no puedo dejar de pensar en ello.

Un orgasmo de su hábil boca y ya estoy enganchada. Tiemblo


cada vez que pienso en ello.

— Espera. — Digo, ya estamos caminando hacia la mansión de


Colton.

Se detiene y me mira con los ojos oscurecidos más sexy que he


visto.— ¿Estás bien? — No es fingida su preocupación. Es real.

Puedo decirlo con seguridad, él sostiene mis manos y se inclina


hasta que nuestros ojos estén nivelados. — ¿Cuál es el problema?

Algo me molesta. Me hizo sentir tan bien allá atrás, y realmente


quiero devolverle el favor. Quiero que se sienta tan bien como él me
hizo sentir a mi.

Quiero chupar su dura polla, hasta que dispare chorros calientes de


su esperma en mi garganta. Quiero tratarlo como un hombre merece
ser tratado.

— Nada está mal. — Digo, cayendo de rodillas de una vez. — Solo


quiero hacer una pausa.

Mis ojos están al nivel de su enorme polla. Todavía no la he visto en


carne y hueso aunque he mantenido mi ojo en ella todo el día.

— ¿Esta es su idea de tomarse un descanso? — Me pregunta


mientras me acerco a su cinturón. Sonrío cuando le quito la hebilla y
bajo la cremallera de sus jeans.
Él toma un respiro corto cuando yo halo su pantalón hacia abajo de
sus musculosos muslos. Su pene salta detrás de la prisión de sus
calzoncillos y mi coño ya está mojado de estar tan cerca de él.

— ¿Vas a chuparme la polla con esa dulce e inocente boca


nena?— Dice con una voz profunda y ronca que hace que mi coño
se apriete.

Solo asiento con un sí y deslizo mis dedos por la cintura de sus


calzoncillos y la halo por debajo de sus piernas. Su dura erección salta
libre y cae justo a donde pertenece: En mis labios.

Él gime y yo beso su suave eje antes de apartarme con los ojos muy
abiertos.

Su polla es enorme. Larga. Gruesa. Solida.

Imagino y me gustaría saber cómo va a caber en mi pequeña


entrada. No estoy segura de cómo va a caber, pero estoy segura de
que voy a intentarlo.

— Es tan grande. — Susurro mientras deslizo mis dedos alrededor de


su polla. La piel de su eje es tan caliente. Es tan suave, lo que es
sorprendente en este aspero hombre de la montaña.

— Abre la boca y chúpala cariño. — Gruñe mientras desliza sus


manos por mi cabello. — Cuida de mi polla como yo me ocupé de tu
coño.

Abro mis labios y trago su gran polla, envolviendo mis labios


apretados alrededor de su longitud y empuja sus caderas
fuertemente empujándolo profundamente.

Su salado pre-semen golpea mi lengua y mi coño pulsa con su


sabor.

— Muéstrame como cuidas a tu hombre nena. — Dice agarrando


mis mejillas mientras empuja su polla dentro y fuera de mi pequeña
boca.
Acabo de abrir mi garganta y dejo que me folle la boca,
apreciando la sensación de su gran polla deslizándose sobre mi
lengua y golpeando mi garganta.

Mis ojos comienzan a lagrimear y mi garganta quema, pero se


siente tan bien que no lo detengo.

— Sin manos. — Ordena mientras tomo su polla. Sonrío cuando me


entrego a sus órdenes y deslizo la palma de mi mano sobre tu trasero
desnudo y empiezo a frotar mi coño con la otra.

Me estoy frotando el clítoris mientras me folla la boca aún más


fuerte, apretando mi cabeza mientras entierra su polla en mi boca
repetidamente con largos y rápidos movimientos.

— Joder nena esos dulces labios se sienten como el cielo envueltos


en mi polla. Me vas a hacer acabar con tanta fuerza.

Mi cuerpo se estremece al oír eso. Quiero sentir sus fuertes chorros


de esperma vertiéndose en mi boca. Quiero probar su virilidad, nada
más.

— ¿Te gusta que tu boca sea follada por tu fuerte montañés?

Intento decir que sí, pero solo sale un gorgojo. Él está sosteniendo mi
cabeza en su lugar con un apretón firme, así que no puedo asentir, y
no hay forma de que saque su perfecta polla, no voy a sacarla de mi
boca para responder. Lo dejo deslizarse dentro y fuera de mis labios.

Los gruñidos y silbidos de su respiración salen duros y violentos


cuando está a punto de acabar. Nunca antes he visto a un hombre
correrse, pero puedo decir que eso es lo que va a hacer.

Inhalo profundo cuando saca la polla de mi boca y me sujeta la


frente, sosteniendo mi cabeza en su lugar, mientras se masturba
usando mi saliva como lubricante.

— Abre bien la boca. — Gruñe y yo froto mi clítoris en círculos con


mi dedo. Estoy tan cerca de correrme también.
— Joder. — Gruñe cuando cadenas gruesas de su semilla vuelan
fuera de su polla a mi boca. Yo suspiro cuando la dulzura salada
golpea mi lengua y estalla en mi garganta.

El sentirlo correrse en mi boca es tan erótico que me corro, con un


orgasmo fuerte que las lágrimas salen de mí.

Cuando los chorros de esperma finalmente se detienen, cierro mi


boca y trago, conservando un trozo de él en mí para siempre,
mientras que el calor de mi propio orgasmo fluye a través de mí en
ondas intensas.

Está respirando tan fuerte que se pone encima de mí, todavía


sosteniendo mi cabeza con su fuerte mano. Su polla se ablanda y cae
en mi rostro, y antes de que pueda abrir sus ojos lo estoy chupando
nuevamente, tratando de beber cualquier gota restante.

Mi coño puede ser suyo, pero esta polla gruesa es mía.

Y voy a tratarla bien todos los días de ahora en adelante.


7
Anna
Colton está sentado en la mesa de madera gruesa mientras doy
vueltas alrededor de su espectacular cocina haciendo la cena. Sus
miradas calientes nunca dejan mi cuerpo mientras corto verduras y
cocino algunas pechugas de pollo para nosotros.

Me encanta estar aquí con él, no quiero irme nunca. Puedo


acostumbrarme a esta vida, cocinando y limpiando para mi fuerte
hombre de la montaña. Yo podría cuidarlo durante el día mientras él
cuida de mí durante la noche.

Mis terminaciones nerviosas siguen vibrando por los dos alucinantes


orgasmos de antes. Fue mi primera vez corriéndome y espero que no
sea la última.

Me inclino más en busca de una olla, y cuando volteo, Colton


respira más fuerte. Le gustaba la visión de mi trasero, así que me
agacho de nuevo, esta vez arqueando la espalda y dándome una
palmada en el culo.

Sus ojos están en llamas... Mientras me observa. Creo que no hay


necesidad de hacer el postre. Parece que yo lo seré.

Me arden las mejillas, me doy vuelta y empiezo a freír las pechugas


de pollo. Todavía siento su sabor en mi boca y lamo mis labios que
recuerdan lo bien que sabe.

Como si estuviera leyendo mi mente, aparece detrás de mí y desliza


la palma de su mano dentro de mi blusa, sosteniendo mi pecho con
su mano fuertemente.

Me giro hacia el que tiene una sonrisa en los labios. — Cuando dije
que tendríamos pechugas para la cena, me refería a las del pollo, no
a las mías.
Me aprieta el pecho para decirme que es el jefe.

— Gírate. — Dice con una voz ronca.

Giro sobre mi talón hasta que estoy frente a él y el olor del bosque y
el sol golpea mi nariz, formando un charco de humedad en mi ropa
interior. Me encanta su olor. Huele a naturaleza. Huele a sexo.

Él agarra mi barbilla y me inclina la cabeza mientras él se inclina


hacia abajo. — Te tocaré cuando yo quiera. — Dice, sus labios están
a milímetros de mí. El calor de su aliento envía un cálido escalofrío en
cascada a través de mi cuerpo.

Me inclino deseando que él me bese... Pero no. Todavía no.

— Y voy a besarte cuando yo quiera, te chupare el coño cuando


quiera y te follare cuando quiera.

Trago fuerte y sus ojos me mantienen cautiva.

Colton es un hombre fuerte, firme, pero sus groseras palabras no


encajan con su dulce manera. Es amable conmigo, excepto cuando
trata de hacerme acabar, y puedo decir que me tratará bien.

Él no es el tipo de hombre al que se le puede decir qué hacer.


Puedo decir que le gustan las cosas a su manera sin ninguna
negociación.

Pero mientras siga tomando el camino que está tomando, nos


llevaremos bien.

Sus labios todavía están sobre los míos, dejándome sin aliento.

— Esta es nuestra casa, pero tú eres mía. No lo olvides. Después de


la cena voy a poner a mi bebé en ti y luego vas a estar obligada a ser
mía para siempre. No podrás irte sin mí. No podrás hablar con otros
hombres.

Mi corazón se acelera mientras miro sus ojos. Me encanta lo


protector y posesivo que es conmigo. Me encanta cómo haría
cualquier cosa para mantenerme a salvo.
— Viste en el lago lo que sucede cuando los otros tipos están
alrededor de ti. — Dice con una voz profunda y posesiva. Sus ojos
vagan por mi camisa y mis pechos. Mis pezones se endurecen
inmediatamente bajo su mirada. — No permitiré a otros hombres mirar
hacia lo que es mío. No les permitiré tocarte. No los quiero hablando
contigo.

Asiento con la cabeza como si estuviera bajo su hechizo. Estoy bajo


su hechizo. Estoy completamente hipnotizada por él.

— He esperado toda mi vida por ti. — Continua con su sexy voz. — Y


no dejaré que nadie te aleje de mí. Nunca has querido nada tanto
como yo te quiero y es agradable saber que serás mía para siempre.

Me coloco de puntillas tratando desesperadamente de alcanzar sus


labios... Pero cruelmente mueve la cabeza hacia atrás,
torturándome.— Entonces tómame. — Digo sintiendo mi húmedo
coño palpitar con necesidad. Lo necesito tanto. — Fóllame y coloca
un bebé dentro de mí. Hazme tuya para toda la eternidad.

Colton se coloca detrás de mí y me alejo de la estufa.

— No estoy interesado en el pollo esta noche. — Dice tomando mi


mano mientras me saca de la cocina. — Quiero comer cereza.
8
Colton
La esperanza crece a través de mí cuando llevo a mi Anna por las
escaleras hasta mi habitación. Ella me mira con esos ojos sexys
mientras la pongo sobre mi enorme cama y me alejo.

Mierda me está volviendo loco.

Mi polla ya está dura como una piedra. Mi pulso se acelera. Mi piel


hormiguea.

He estado esperando este momento durante todo el día.

— Estoy un poco nerviosa. — Dice mordiendo su labio inferior


mientras me mira. — Nunca he hecho esto antes y he visto lo que
tienes ahí abajo. Tu pene es enorme.

Mi pecho se hincha orgulloso por sus palabras. Solo espero que no


sea demasiado grande para ella. Quiero complacerla, no lastimarla.

— Solo te dolerá esta vez nena. — Le digo y me quito la camisa


tirándola al suelo detrás de mí. — Seré amable y lento cuando tome
esa cereza que me guardaste. Y entonces, después de la primera vez,
no dolerá más. Te sentirás tan bien que vas a estar rogándome por
ello cada segundo del día.

Ella sonríe mientras arrastra sus ojos hacia abajo por mi definido
abdomen.

— Vas a estar bien nena. Déjame cuidarte.

Con un asentimiento de cabeza, ella abre las piernas para mí y la


bella vista hace girar mi cabeza. Ella ni siquiera se ha desnudado aún
y ya me ha mareado.

— Quítate la ropa. — Le ordeno quitándome los vaqueros.


Ella comienza a quitarse la ropa hasta que está sobre el edredón
usando solo su sujetador y su ropa interior blanca de algodón. Ya
están empapadas con su deseo. Su excitación perfuma el aire de la
habitación y el olor tiene a mi bestia primal sumergiéndose de nuevo,
amenazando con liberarse.

Siento una fuerte necesidad de arrancarle el resto de su ropa,


reclamarla y follarla fuerte y sin protección, pero me contengo. Anna
es una buena chica. Una dulce e inocente chica que ha conservado
su virginidad para mí. La follaré duro y desprotegido, pero lo haré de
una manera que le guste.

— Quítatelo todo. — Gruño.

Traga duro antes de quitarse el sujetador y la ropa interior. Joder. Sus


pezones están agujereando la tela, son de un hermoso tono rosa que
combina con el color de su coño hambriento.

— Voy a tratar bien a ese coño. — Digo mirándola mientras deslizo


mis calzoncillos boxer. — Vas a estar tan feliz de haberte guardado
para mí. Una vez que tome tu V-Card1 con mi gran polla, nunca vas a
querer dejarme, ni tu dulce coño. Me rogarás que te meta mi verga
cada mañana, cada tarde y cada noche

— Lo quiero tanto. — Dice empezando a retorcerse en la cama


mirándome. Desliza su mano hacia abajo por su vientre plano y
comienza a jugar con su coño delante de mí.

Mi respiración se acelera mientras la veo frotar su clítoris,


poniéndose cada vez más agitada con cada segundo que pasa. Ella
está tan mojada que sus jugos ya se están derramando, deslizándose
hacia el medio de sus muslos volviéndome loco.

— A la mierda eso es hermoso. — Digo arrodillado en el suelo para


poder ver de cerca. Ella tiene un aroma tan dulce como el cielo puro
que no puedo dejar de olerle.

1 V-Card: Tarjeta de Virginidad


Ella gime cuando arrastro mi lengua hasta sus pliegues de seda
antes de chupar su clítoris. — Vas a hacer que me corra de nuevo. —
Gime agarrando un puñado de mi cabello se arquea en la cama.

— Haré que te corras tantas veces que no serás capaz de


caminar.— Digo entre lamidas. — Entonces te daré la vuelta, tomaré
tu cereza y te fecundaré. Voy a llenar su vientre virgen con mi
esperma caliente hasta que se está desbordando y no aguante más.

Pensarlo me pone tan duro que tengo que acariciar mi polla para
mantener la compostura. El pensar en mi semilla creciendo dentro de
ella es tan sexy. Ella va a quedar embarazada de mi hijo y entonces
estará obligada a quedarse conmigo. Tendrá que quedarse donde yo
pueda verla, y donde ningún otro hombre pueda hacerlo.

Tomo sus muslos con un apretón firme y entierro mi cara entre ellos,
lamiendo y chupando su joven coño fresco hasta que ella acaba en
mi boca con un furioso orgasmo.

Yo no me detengo allí. Continúo dándole, bebiendo la dulce miel


de su coño hasta que ella se corre en mi boca más y más y más.

Solo cuando ella suplica por mi verga me levanto limpio la


humedad de mi barbilla. Me duele la polla mientras cambio mis
manos por mis rodillas.

Ella está respirando muy fuerte mientras levanta su trasero en el aire


para mí. — Por favor, fóllame. — Ruega. — Quiero sentir tu polla con
fuerza.

Sonrío cuando le tomo por el trasero y la abro, gimiendo cuando


veo su pequeño agujero apretado arrugándose. Parece tan apetitoso
que no puedo resistirme. Ella grita en estado de shock, que
rápidamente se convierte en un gemido profundo y yo pongo mi
lengua sobre él, juego con él hasta que ella está empujando hacia
atrás en mi boca aplastando mis labios con su apretado culo.
— Está bien. — Digo dándole a su trasero una pequeña bofetada
mientras la enderezo hacia arriba. — Vamos a ver lo apretada y
mojada que está esta vagina realmente.

El cuerpo de Anna se endurece cuando agarro mi polla y arrastro la


punta a través de sus sedosos pliegues. La presiono contra su agujero
virgen y apretado y me detengo allí provocandola por unos
segundos.

A ella no le gusta eso.

— Fóllame. — Gime con frustración empujándose hacia atrás contra


mí. — Joder. ¡Por favor!

Yo gimo y me empujo lentamente, apretando mis dientes cuando


siento que su coño imposiblemente apretado, aprieta mi polla tan
fuerte. Ella es tan apretada. Es una sensación increíble.

Ella susurra y se queja mientras estiro su pequeño agujero y lo


reclamo como mío.

— Esto se ve tan bien, maldita sea Anna. — Gimo cuando me


resbalo lentamente, pulgada por pulgada. — Lo estás haciendo
increíble nena. Estás cuidando perfectamente la verga de tu hombre.

Me detengo cuando siento la firmeza de su cereza contra la


cabeza de mi polla. — Ahora vas a ser mía nena. — Digo apretando
su cintura haciéndola gemir. — Ahora no hay vuelta atrás.

Con un firme empujón paso a través de ella y grita cuando le quito


la virginidad para siempre. Ahora es mía. Esa es mi vagina. Esta dulce
chica es mía.

Todo mi cuerpo se flexiona cuando me deslizo todo el camino hasta


que mi pelvis golpea su suave trasero. Su apretado coño me está
apretando como un puño de hierro, y me siento tan bien que podría
correrme inmediatamente.

Yo me agacho y le agarro un pecho mientras ella gime por mi


gruesa polla estirándola. — ¿Cómo se siente? — Pregunto.
— Muy bien. — Responde rápidamente. Su respiración está saliendo
rápida y corta porque no logra recuperar el aliento.

Me deslizo y salgo algunas veces, disfrutando la tensión de su joven


coño que cubre mi polla con su miel y su virginidad.

Después de unas cuantas estocadas más, su coño comienza a


aflojar el intenso apretón en el que me tiene y relaja el cuerpo, siendo
capaz de apreciarlo mejor. Yo aumento el ritmo, y la follo con más
fuerza mientras ella mira hacia atrás observándome con placer y
agonía en su rostro.

— Te follare fuerte ahora. — Le advierto mientras juego con su otro


agujero apretado. — Ahora este es mi coño y quiero ver qué puedo
hacer. Quiero romper el hielo puedes llevarte mi gran polla cuando
quieras.

Ella asiente con la cabeza y sus hermosos ojos color miel comienzan
a empañarse.

Empiezo a follarla con más fuerza y para mi deleite ella comienza a


empujarse contra mí con cada impulso, encontrándome en el medio
del camino.

La cama golpea la pared con cada fuerte bombeada de mis


caderas, y ambos comenzamos a gemir más alto y más alto cuando
nuestros orgasmos vienen aproximándose.

El apretón loco de su coño me ha llevado al límite hasta que no


puedo más.

Ella grita cuando deslizo mi dedo en su pequeño y rosado culo


usando su excitación como lubricante.

— Por favor correte en mí. — Ruega. — Quiero que tomes mi coño.


Pon tu bebé en mí. Tómame.

Sus palabras me inundan enviándome sobre el límite y le doy un


impulso más poderoso que antes, llevando mi polla profundamente
dentro de ella mientras me corro fuertemente. Su apretón húmedo y
caliente me exprime mientras vierto mi carga dentro de ella, llenando
su coño anteriormente virgen con mi semilla.

Ella grita mi nombre dejando caer su cabeza hacia atrás mientras


se corre en mi polla, apretándome aún más fuerte con sus sedosas
paredes.

— Joder. — Apenas puedo respirar. Mi corazón late como un


martillo neumático con esteroides.

— Oh Dios. — Gime ella. — Se siente tan bien.

Le doy tres o cuatro estocadas más lentas antes de retirarme y ver


mi esperma salir de su estrecho y rosado agujero. Ella coloca su mano
allí tratando de evitar que se derrame hacia fuera.

Ella es una buena chica. Ella quiere mantener cada gota de mi


semilla dentro de ella.

Yo beso suavemente su trasero y ella cae de golpe, agotada por lo


que le hice pasar.

El calor está irradiando a través de mi cuerpo mientras miro su lucha


por mantener los ojos abiertos. Esta hermosa chica es toda mía ahora.
La marqué. Yo la he reclamado.

Y puse a mi bebé dentro de ella.

Solo pensar en ella caminando por la casa con su vientre hinchado


hace que se me pare de nuevo. Ella no parece estar lista para otra
ronda pero no puedo ayudar, me pregunto cuánto tiempo tengo que
esperar antes de volver a tomar su joven y apretado agujero de
nuevo.

En cuestión de segundos se desmayó durmiendo en la cama.

Pasé la siguiente hora observando su hermoso cuerpo. Hice todo lo


que pude para que ella se conectara a mí, para hacerla mía.

Ella es todo lo que quiero en esta vida.


Y me aseguraré de que siempre se vaya a la cama así: Agotada,
con una sonrisa en el rostro y con mi esperma llenando su coño.
9
Colton
El sonido de un golpe en el exterior me despierta en medio de la
noche. Abro los ojos completamente alerta para escuchar bien en el
silencio. Unos segundos después escucho susurros fuera de la ventana.
Voces masculinas.

Yo cuidadosamente aparto a una soñolienta Anna de mis brazos y


coloco las mantas hasta su cuello antes de tomar mis jeans y correr
fuera de la puerta.

La casa está en silencio y en completa oscuridad, pero la conozco


muy bien, así que me muevo a través de ella sin hacer ruido. Me pego
contra la pared mientras miro a través de una de las grandes
ventanas con vista al jardín delantero.

Ryan…

Está allí con sus cuatro amigos mirando alrededor y susurrando.

Mis labios se curvan en una sonrisa. Pensé que tendría que ir al


campamento a encargarme de él, pero en vez de eso me trajo a sus
amigos en bandeja de plata.

Aprieto los dientes cuando lo veo caminando por ahí solo.

La adrenalina corre por mis venas, voy corriendo por la casa hasta
llegar a la puerta trasera. Salgo al fresco de la tranquila noche y me
escondo contra los altos arbustos mientras escucho sus pasos
acercándose.

Él lleva un hacha.

Me reiría en voz alta si no estuviera tan molesto. ¿Cree que puede


llevarse a mi chica y hacerme daño?. Recibirá una gran sorpresa.
Salgo cuando él está a 60 centímetros de distancia y él suelta un
grito femenino dejando caer el hacha en el suelo.

— ¿Qué haces aquí Ryan?

Sus ojos están llenos de pánico cuando mira mi cuerpo sin camisa y
luego hasta el hacha a sus pies.

— Ni siquiera lo pienses. — Le advierto. — Te cortaré la cabeza


pedazo de mierda. Tus amigos van a llevar tu cuerpo sin vida de
vuelta a los pies de la montaña, mientras tu cabeza será empalada al
final de la carretera para advertir a cualquier otro idiota que piense
en mirar a mi Anna.

Sus ojos están muy abiertos mientras su cuerpo comienza a temblar


de miedo. Voltea su cabeza en la dirección que vino y trata de huir.

— No te muevas. — Digo dando un paso adelante.

Cuando lo agarro del cuello grita.

Sus amigos vienen corriendo hacia nosotros reuniéndose alrededor


con sus pechos hinchadas y palabras atrevidas.

Son todos unos cobardes. Ninguno de ellos me mira a los ojos.

— Esto es entre Ryan y yo. — Digo en una profunda y amenazante


voz. — Ustedes cuatro pueden irse ahora con sus vidas o pueden
quedarse y ver lo que pasará cuando intenten llevarse a mi chica
lejos de mí.

Los cuatro chicos se ven nerviosos. Ryan está lloriqueando y


pidiéndoles que se queden. Aprieto su cuello un poco más para
callarlo.

— De cualquier manera este aspirante a violador se quedará. — Les


digo. — Tenemos asuntos pendientes.

Uno huye y los otros tres le siguen. Soy un tipo intimidante y saben lo
que pasará si se quedan aquí.
— Tus amigos te dejaron. — Digo acercando su cara mientras se
queja cerca de mi. Miro hacia abajo al hacha tendida en la hierba. —
¿Qué fue eso?

— Por favor. — Susurra cuando las lágrimas empiezan a correr por su


cara. Patético.

— ¿Has venido a cortar madera?

Sacude la cabeza mientras aprieta sus ojos cerrados. — Lo siento. Lo


siento.

Su cobardía me está enfermando. Es hora de acabar con esto.

Yo tomo el hacha y lo arrastro por su cuello hacia un lado del


barranco. Llora y tiembla cuando pongo su cabeza de violador en el
viejo tronco del árbol.

— ¡No!, ¡No! — Grita tratando de huir, pero yo lo agarro fácilmente.


Décadas de duro trabajo manual hicieron mis brazos tan fuertes como
un roble, considerando que décadas de jugar videojuegos lo han
hecho tan débil como un ciervo.

Sus ojos casi salen de su cabeza cuando yo coloco mi pie sobre su


mejilla, fijando su cabeza en la placa de madera. Tomo el hacha y
arrastro la afilada hoja a lo largo de la curva de su cuello haciéndolo
llorar.

— ¿Quieres ver lo que pasa cuando tocas a mi chica? — Digo


levantando el hacha.

— No. — Grita tratando desesperadamente de liberarse. ¿No se da


cuenta de que está bajo mi control total? Es más tonto de lo que
parece.

— ¿Nunca más volverás detrás de mi chica? — Pregunto con el


hacha levantada sobre la cabeza.

— ¡No!, ¡No!. — Grita. — ¡Lo prometo!


— Ya te lo había advertido antes. — Digo empujando mi pie hacia
abajo más fuerte contra su mejilla. — Te dije que te mataría si volvías a
por ella.

— Lo siento. — Dice gimiendo mientras decido si debo o no matarlo.

— Trataste de violar a mi chica y ahora quieres alejarla de mí.

— ¡No! — Su cuerpo comienza a temblar nuevamente.

Con un gruñido golpeo el hacha hacia abajo inclinándola en el


último segundo para que golpee al lado del tronco en vez de a través
de su cuello donde pertenece.

Ryan susurra y comienza a sollozar. Aparto mi pie de su cara y se


aplasta en el suelo en un lío de gritos y lágrimas.

— Si te veo nuevamente. — Le digo poniendo mi cara agradable y


cerca de él para que me escuche. — Te cortaré la polla primero, te la
meteré en la boca y luego te cortaré la cabeza.

Él solo llora a mis pies.

— ¿Me has escuchado bien?

Asiente mientras se revuelca en su estómago en posición fetal.

— Bien. ¡Ahora sal de mi montaña!

Cuando él se va yo saco el hacha del tronco y empiezo a cortar


madera, hasta que desaparezca la ira dentro de mí.

Con cada golpe de mi hacha imagino la cabeza de Ryan en el


tronco del árbol.

Nadie se llevará a mi chica.

Ella es mía.
Epilogo
Anna
Cinco años mas tarde…
El constante golpe, golpe, golpe de madera de Colton me está
poniendo en trance. Sacudo la cabeza y sonrío mientras miro sobre
platos que estoy fregando hacia el patio donde mi hombre de la
montaña esta obsesionado con tener leña para el largo invierno que
viene.

Es un día de otoño espectacular donde las hojas de los árboles son


de los más brillantes tonos de rojo, amarillo y naranja. Las montañas a
la distancia están vivas con impresionantes colores y el sol brilla lejos
en el horizonte.

Pero no estoy buscando nada de eso.

Mis ojos están enfocados en el cuerpo flexionado de mi marido


cuando él mueve el hacha sobre su cabeza y luego la baja
dividiendo el pedazo de madera que está sobre el tronco con un
golpe.

Colton no usa camisa y se ve más caliente que nunca, con su gran


pecho levantado y sus anchos y firmes brazos. Me sonríe a través de la
ventana, cuando se detiene y se limpia el sudor de la frente con la
camisa envuelta en su mano.

Esa sonrisa hace que el calor viaje a través de mi cuerpo.

Incluso después de cinco años juntos todavía consigue hacerme


eso con una sola mirada.

La visión me recuerda a nuestra primera noche juntos. Todavía tenía


a mis amigos en el camping, vinieron por mí. Primero fueron los chicos,
pero Colton los asustó tanto que nunca regresaron.
Pero Hailey fue diferente. A la mañana siguiente ella apareció en la
puerta sin amenazas de violencia o tratando de secuestrarme. Ella
solo quería saber si yo estaba bien. Le dije que era feliz y no había otro
lugar en el que preferiría estar. Ella estaba feliz por mí y luego me dio
un abrazo cariñoso y se fue, no la he visto desde entonces.

Colton definitivamente me mantiene ocupada. Hay dos niños


corriendo por el bosque que parece a una mezcla de nosotros, y
tenemos otro camino. Mi vientre está redonda con su hijo y por
alguna razón, cada vez que eso pasa nos pone aún más cachondos.

Colton volvió al trabajo cortando leña... Pero yo no puedo volver al


trabajo con los platos cuando se pone muy sensual. Deslizo mi mano
dentro de mi vestido y dentro de mi ropa interior mientras miro sus
brazos levantados balanceando el hacha contra la madera.

Un gemido bajo comienza a salir de mis labios mientras me froto el


clítoris viendo a mi hombre de la montaña hacer su cosa de montaña.

Sus ojos como dardos me miran como si supiera lo que estoy


haciendo. ¿Cómo es que siempre lo sabe?

Sus labios se curvan en una sonrisa, y entonces sujeta el hacha en el


tronco de manera que ninguno de los niños sea capaz de sacarla. Yo
froto mi coño con fuerza sabiendo lo que vendrá.

Sabiendo que él está viniendo.

Colton entra en la casa golpeando la puerta con una mirada


hambrienta. Su cuerpo grande, sudado y oliendo como el bosque.

Como a mí me gusta.

Los dos sonreímos cuando él corre hacia adelante y me inclina


contra la encimera.

Me toma sin protección, me folla y me da orgasmos hasta que no


puedo levantarme.
Es un montañés bruto, que constantemente me está agarrando,
follándome, inclinándome, haciéndome lo que quiera, siempre que
quiera. Eso debería molestarme, pero no. Me encanta.

Doblo mis dedos en el suelo cuando miro hacia arriba, exhausta y


observo su gran polla dura.

Él es lo mejor que me ha pasado. Lo amo más cada día que lo


conozco.

Me trata como si fuera de oro y estoy tan feliz de haberlo conocido.

Mi gran y fuerte Colton.

Mi hombre de las montañas.

FIN
Traducido, corregido y diseñado por
Por favor no olvides recomendar y opinar sobre nuestro
trabajo en facebook. Tu opinión y tus sugerencias son
importantes para nosotr@s.

https://www.facebook.com/pg/LibreriaDigitalparacompartir/r
eviews/?ref=page_internal

Ayúdanos a crecer y a mejorar con tu participación.

Encuéntranos en las Redes Sociales…


https://www.facebook.com/LibreriaDigitalparacompartir/

https://www.facebook.com/groups/libreriadigitalvip/

O escríbenos a…
Libreria_digital@yahoo.com
Gracias por leer nuestras traducciones.
Esperamos las disfruten.
BESOS #GATILECTORAS.

También podría gustarte