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Universidad nacional José Faustino

Sánchez Carrión

Facultad de ciencias ,escuela


estadística e informática

Trabajo de investigación respecto


a la prudencia

INTEGRANTES: LUIS ANGEL NUÑES ESPINOZA


DIANA BAZALAR ESTUPIÑAN
DOCENTE :

AÑO: 2019
AGRADECIMIENTO Y DEDICATORIA
Les doy un gran agradecimiento
a mis profesores y también a mi
compañera diana que me esta
ayudando en este importante
monografía , a mis amigos y
colegas esta información es
muy valiosa y entretenida , mi
familia por apoyarme a
presentar este trabajo ,muchas
gracias a todos espero que les
parezca una monografía
interesante
Índice
RESUMEN ...................................................................................................................................... 4
Introducción .................................................................................................................................. 4
LA PRUDENCIA............................................................................................................................... 5
LA PRUDENCIA EN EL CATOLICISMO ......................................................................................... 7
LA PRUDENCIA EN LA ÉTICA NICOMAQUEA.............................................................................. 8
COMO ALCANZAR LA PRUDENCIA ................................................................................................. 9
¿QUÉ ES SER UNA PERSONA PRUDENTE? ................................................................................... 10
EL VALOR DE LA PRUDENCIA EN LOS NIÑOS ............................................................................... 10
CÓMO INCULCAR EL VALOR DE LA PRUDENCIA EN LOS NIÑOS .............................................. 10
CONSEJOS PARA QUE LOS NIÑOS SEAN PRUDENTES.............................................................. 12
VENTAJAS DE LA PRUDENCIA ...................................................................................................... 13
EJEMPLOS DE PRUDENCIA........................................................................................................... 13
RESUMEN

La prudencia es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con


moderación. Definida por los escolásticos como la recta ratio
agibilium, para diferenciarla del arte, recta ratio factibilium.
También se entiende como la virtud de comunicarse con los
demás por medio de un lenguaje claro, literal, cauteloso y
adecuado, así como actuar respetando los sentimientos, la vida y
las libertades de las demás personas. Actualmente se ha impuesto
el significado de actuar con precaución para evitar posibles daños.

Introducción

Quiero informar que el presente trabajo es una investigación


curioso y particular debido al tema que es (prudencia) a
colaboración con mi compañera diana este trabajo fue echo con
el máximo cuidado para que el lector entiendo la necesidad que
es para la sociedad aun que en la actualidad es muy despreciada
espero que lo entiendan y le guste el tema
LA PRUDENCIA
La prudencia es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y
con cautela, respetando los sentimientos, la vida y las
libertades de las demás personas, pero también es la cualidad
de comunicarse con un lenguaje claro, cuidadoso y acertado;
con sensatez, con moderación y reflexión.

La prudencia se encuentra asociada con la sabiduría, como la


comprensión de los eventos adversos de los cuales nadie está
exento de padecer en el transcurrir de la existencia humana y
que requiere de la sensibilidad y acompañamiento de sus
congéneres antes que justificar posibles causas que nada
resuelven ni ayudan.

La falta de prudencia hace que


emitamos informaciones y
comentarios no pedidos, que
debían guardarse con suma
discreción y que por no seguir
normas de solidario
entendimiento le damos rienda
suelta a nuestros impulsos sin
evaluar sus consecuencias,
donde no solamente se ve
afectada la imagen de quien
habla sin precaución ni mesura, sino que se hiere el
sentimiento de quienes sufren el rigor de una determinada
calamidad.

En ocasiones la falta de prudencia se manifiesta en personas


que están convencidas de que están actuando bien, y es aquí
donde la humildad nos invita a no considerarnos el centro del
universo y guardar silencio en el momento indicado, y
pronunciarnos cuando debemos, pero con fundamento y sin
menospreciar el punto de vista de los demás, de tal forma que
nuestro comentario rinda frutos en bien de una relación
constructiva.
Para aprender a ser prudentes hay que estar atentos a las
razones, pero más que todo debemos controlar nuestras
emociones, que son las que nos impulsan al error. Porque
generalmente somos dados a errar por apresurarnos en
nuestros juicios, afirmando cosas que no son claras al buen
sentir, pero que estamos impulsados a expresarlas como
desahogo de nuestras pasiones.

El acto prudente tiene como base las palabras y los hechos


acertados que ennoblecen a la persona, donde se aprecia más
la sabiduría que la astucia, porque no es tanto la facilidad de las
palabras sino la calidad y
la sutileza para conseguir
fielmente el cometido con
tan valioso resultado.

La prudencia, así como es


apropiada para no
desatar una guerra,
también es importante
para emprender la paz y
la reconciliación, en
especial cuando priman
más los desacuerdos de una sociedad, cada vez más
contenciosa, que los mismos acuerdos a que puedan llegar las
partes comprometidas en discordia.

La prudencia facilita tomar decisiones pertinentes en las


diversas circunstancias de la vida. Es el recto conocimiento de
lo que se debe obrar. La prudencia tiene su verdadero valor.
LA PRUDENCIA EN EL CATOLICISMO
Para la Iglesia católica, la prudencia dispone la razón de
cada persona a discernir el verdadero bien para ella para
cada circunstancia, y a elegir los medios adecuados para
realizarlo. Es, junto a
la justicia, fortaleza y a
la templanza, una de las
cuatro virtudes cardinales. Es guía
de las demás virtudes,
indicándoles su regla y medida por
lo que es llamada «auriga
virtutum».
Santo Tomás de Aquino, siguiendo
a Aristóteles dice que «la
prudencia es la regla recta de la acción». No debe
confundirse con la doblez o el temor, la disimulación o la
timidez. Gracias a la «virtud de la prudencia» las personas
pueden aplicar los principios morales en casos particulares
sin incurrir en error. Por otro lado, cada persona puede
aclarar las dudas que tenga sobre el bien que puedan hacer
o el mal que deben evitar.
LA PRUDENCIA EN LA ÉTICA NICOMAQUEA
En resumen, la prudencia es la
recta razón en las materias. Pero
en lo que hace a las virtudes por
las cuales un hombre es llamado
simplemente bueno, esto no es
posible, puesto que al estar
presente la prudencia, que es
una, estarán presentes al mismo
tiempo las demás virtudes.
La prudencia es una virtud que
permite descubrir el bien
presente en una acción a realizar.
Es la virtud intelectual del obrar
humano, no solo en el sentido de obrar bien, sino de llegar a
ser bueno por medio del obrar, pues ayudará a encontrar los
mejores bienes humanos en relación con la acción. Las
virtudes inferiores a la prudencia son: el deliberar bien, el
juzgar bien, y el discernimiento.
COMO ALCANZAR LA PRUDENCIA

· El recuerdo de la experiencia pasada: Si una


persona no sabe reflexionar sobre lo que le ha sucedido
a él y a los demás, no podrá aprender a vivir. De esta
manera la historia se transforma en maestra de la vida.

· Inteligencia del estado presente de las cosas: El


obrar prudente es el resultado de un “comprender”
mirando la comprensión como la total responsabilidad,
como el verdadero amor que libera de las pasiones
para llegar al final de la vocación
humana “el conocimiento”.

· Discernimiento al confrontar
un hecho con el otro, una
determinación con la otra.
Descubrir en cada opción las
desventajas y las ventajas que
ofrecen para poder llegar a
realizar una buena elección.

· Asumir con humildad


nuestras limitaciones, recurrir al
consejo de todas aquellas
personas que puedan aportarnos algo de luz.

· Circunspección para confrontar las circunstancias.


Esto sería que alguna acción mirada y tomada
independientemente puede llegar a ser muy buena y
conveniente, pero viéndola desde dentro de un plan de
vida, de un proyecto de progreso personal, se vuelve
mala o inoportuna

La experiencia es, sin lugar a duda, un factor importante para


actuar y tomar las mejores decisiones. Aprender o no es
nuestra opción.
¿QUÉ ES SER UNA PERSONA PRUDENTE?
Ser prudente significa tomar decisiones inteligentes basadas
en principios y manejar tus asuntos prácticos de manera
astuta y discreta. Los estudios han demostrado que las
personas que tienen una vida más prudente y meticulosa
también pueden terminar teniendo una vida más larga y
saludable.

EL VALOR DE LA PRUDENCIA EN LOS NIÑOS

Sabemos que debemos educar en valores a nuestros hijos


para que en el futuro tengan un bagaje ético al que aferrarse.
Pero ¿sabemos cuáles son esos valores que debemos
inculcar? Uno de los más importantes es la prudencia, esa
herramienta que les ayudará a conducirse en la vida con
sentido común y cierta mesura.
CÓMO INCULCAR EL VALOR DE LA PRUDENCIA EN LOS NIÑOS
Pero si bien es cierto que queremos niños prudentes,
conscientes de las consecuencias de sus actos, no es
menos cierto que tenemos ciertas dudas en cuanto a los
límites de la prudencia. ¿Tan negativa es la impulsividad que
neutraliza la prudencia? Hablamos de cómo inculcar la
prudencia a los niños sin que pierdan espontaneidad.

Aunque la prudencia se asocia generalmente a una virtud


desde el ámbito religioso, nada tiene que ver con las
creencias. La prudencia es lo que nos permite evaluar
las consecuencias que nuestros actos puedan tener sobre
otras personas o sobre nosotros mismos. Desde luego,
es uno de esos valores que debemos inculcar a los más
pequeños.

Prudencia es
saber callarse
en el
momento
adecuado
para no dañar
a otras
personas, no
hacer ciertas
cosas que
puedan poner
en peligro
nuestra integridad o la de los demás, tomar
precauciones, pensar antes de hablar o pensar antes de
actuar. Siendo así, muchas personas se preguntan hasta
qué punto se le debe enseñar a un niño a ser prudente y
evitar al mismo tiempo que pierda su espontaneidad y su
inocencia.

Los límites son difusos porque un exceso de prudencia


puede hacer que nuestros hijos crezcan con demasiados
temores, con demasiadas preocupaciones y retengan sus
emociones, algo que es bastante negativo para un desarrollo
saludable de cualquier niño. Como siempre, la clave para
educar a nuestros niños en la prudencia es el ejemplo.
CONSEJOS PARA QUE LOS NIÑOS SEAN PRUDENTES

1. La mejor forma de inculcar cualquier valor a nuestros hijos


es el ejemplo. Si nosotros actuamos sin medir las
consecuencias o las repercusiones, no podemos pedirles
que sean niños prudentes y comedidos.

2. Explicarles por qué motivos hemos tomado una decisión


para que ellos
comprendan
que antes de
decidir hay que
valorar todo lo que
conlleva la situación.

3. Leerles cuentos o
fábulas que
ejemplifiquen los riesgos de ser un niño imprudente, los
daños que se pueden causar a sí mismo y a los demás.

4. La empatía también es necesaria para vivir con


prudencia. Si enseñamos a nuestros niños a ponerse en el
lugar del otro, actuarán teniendo en cuenta a los demás.

5. No hay prudencia sin respeto. Los niños deben entender


que ciertos actos tienen repercusiones sobre los demás y
que los demás son también personas importantes. Tan
importantes como ellos para nosotros.

6. Atemorizar a nuestros niños con avisos apocalípticos no


es la mejor forma de inculcarles la prudencia, pero sí
podemos recordarles los peligros a los que pueden
exponerse con un comportamiento demasiado impulsivo.
VENTAJAS DE LA PRUDENCIA

EJEMPLOS DE PRUDENCIA

1. Cuando un ser querido muere la familia es prudente al


explicar las razones de su fallecimiento para no causar
revuelos entre los conocidos o
falsos testimonios.
2. Estando en un centro comercial y
se entra a una tienda para ver los
precios de la ropa, se es prudente
en las reacciones faciales para
que el vendedor no se dé cuenta
del presupuesto alto o bajo que se
tenga para gastar.
3. Reírse en un tono bajo, tapándose
la boca mediante la utilización de
las manos para que el sonido no sea molestia para los
demás presentes, es signo de prudencia.
4. Tener una cantidad alta de dinero en la cuenta bancaria pero
no estar divulgándolo para fomentar valores negativos en los
demás como envidias o celos, es una forma de ser prudente.
5. Un joven que esté enamorado de una chica y deba hablar
con esta, será prudente en lo que le dirá, desde el saludo
hasta el contenido de la conversación para no caer en
chistes ofensivos ni en adjetivos indecentes.
6. Al ir caminando y tropezarse con una rama se puede ser
prudente en no causar molestias exageradas, por su parte
quitar la rama del camino para que a otra persona no le
ocurra lo mismo.
7. Pensar antes de actuar o
expresar alguna idea es
ser prudente ya que se
analizan los pros y los
contras de transmitirlo, así
como la mejor manera de
hacerlo para que no sea de
incomodidad para los
demás como para consigo
mismo.
8. Si llega el día del pago
laboral se logrará ser prudente cuando se ahorre una
cantidad considerable en vez de derrochar todo el dinero al
instante.
9. Cuando se vea a una persona que está vestida con ropa
añejada no se debe juzgar o actuar con expresiones
discriminatorias.
10. Si se va caminando muy tarde en la noche por la
casa se deberá tener prudencia de no tropezar o hacer
ruidos que puedan despertar a los demás.

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