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Padre Rafael Garcia Herreros Biografia PDF
Padre Rafael Garcia Herreros Biografia PDF
El padre Rafael García Herreros Unda fue un sacerdote católico, eudista, que se
destacó en Colombia, durante el siglo XX, por sus palabras y acciones en pro de una
nación justa, equitativa y en paz, a partir del encuentro personal con Jesucristo,
revelador de Dios y dador de su Espíritu.
La primera inquietud del padre Rafael siempre fue amar y servir a Dios:
El padre Rafael García Herreros tenía un profundo amor por la Palabra de Dios, que
leía permanentemente y que impregnaba sus predicaciones:
A pesar de la infinita lejanía que nos distancia de Jesucristo, como Dios, sin
embargo, estamos en una inmensa cercanía con Él, porque nos hace cuerpo
suyo, miembros de su cuerpo y quiere que nosotros podamos decir: “En Él
vivimos, nos movemos y somos”. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?
Ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados ni las potestades, ni
lo presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada
podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
De 1955 a 1958, el padre García Herreros fue director de la revista Cathedra, para
sacerdotes.
Esta labor se extendió por todo el país, especialmente ante desastres naturales: en
1983, El Minuto de Dios colaboró en la reconstrucción de Popayán; en 1985, el
padre lideró a nivel nacional la respuesta de los colombianos ante la tragedia
ocasionada por el volcán del Ruiz: construcción y desarrollo social en Lérida,
Guayabal y Chinchiná; en 1987 el P. García Herreros promovió una respuesta social
ante los deslizamientos en Villa Tina (Medellín) y se construyó el barrio Héctor
Abad Gómez, en la misma ciudad. En 1988 propició una respuesta social ante las
inundaciones del río Sinú. En 1989 inauguró el Barrio de las Reinas, en Cartagena.
La preocupación del padre García Herreros por el bienestar de las familias cristalizó
en esfuerzos por crear empleos: fomentó la industria artesanal y la apertura de
talleres de ebanistería, tapetes y artículos de cuero y dio origen a una empresa de
confecciones para generar empleos y capacitar operarios; esta entidad, constituida
actualmente como corporación industrial, ofrece asesoría y capacitación a
instituciones para reducir costos, crear puestos de trabajo e industrializar procesos.
Se caracterizó siempre por ser un hombre creativo, innovador, y por hacerlo todo en
el nombre del Señor. Empleó la inventiva especialmente para buscar alternativas de
solución en la erradicación de la pobreza.
En 1961 el padre Rafael ideó y realizó el primer Banquete del Millón, “la cena más
rica y más pobre del mundo”, para recoger recursos con los cuales financiar las
obras sociales, evento que se instituyó en Colombia y se sigue celebrando. Y a lo
largo de los años realizó campañas para invitar a los católicos y a los colombianos
en general a ejercer la responsabilidad social con sus compatriotas necesitados. En el
Banquete del Millón de 1973, el padre García Herreros expresó así su pensamiento:
Yo quiero decirte hombre, que he descubierto que el secreto para ser feliz es
amarte, y quisiera contarlo a todos y quisiera consagrar mi vida a tu servicio.
Tú me has envuelto en el mismo y único amor de Dios. Amarás al Señor tu
Dios y a tu hermano el hombre. Este es el mandato.
Cuando estoy junto a ti, sé que estoy cerca de Dios. Todo cuanto hago por ti,
hombre, lo hago por el eterno, por el infinito que es Dios. Cuando te amo,
estoy auténticamente amando a Dios. Porque la expresión más auténtica de
nuestro amor a Dios es nuestro amor al hombre.
¡Oh hombre! ¡Oh campesino! ¡Oh trabajador! ¡Oh técnico! ¡Oh artista! ¡Oh
caminante! ¡Oh luchador! Yo sé que hay que hacer una revolución en favor
tuyo, pero sin derramar una gota de sangre; una revolución con ciencia, con
energía, con amor. Siento, hombre, la justicia de una revolución en tu favor.
Miro con pesadumbre tus sufrimientos, tu pobreza, tu soledad. Quisiera que
cambiara el mundo para ti. Hombre, hermano mío: tú no debes vivir en una
choza. Debes lograr el rango que te pertenece. No puedes carecer de lo que
otros tienen en abundancia. No puedes seguir sollozando por mi culpa, ni
seguir viviendo pobre y en harapos. Tú no puedes ser eternamente marginado.