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Art. 126 C.

P Omisión de socorro y exposición al peligro

TIPICIDAD SUBJETIVA:

La tipicidad subjetiva comprende la finalidad y la acción en la voluntad que rigió la acción; ahora
bien, se dice que estas componentes subjetivas dotan de significación personal a la realización
del hecho, porque este no aparece ya como mero acontecimiento causal objetivamente
probable, sino además, como obra de una persona que ha conocido y querido su realización, e
incluso, con un ánimo especifico, en determinados supuestos, o con una componente tendencial
en el sujeto. (Benítez, 1987)

En la manera en que se ha redactado el artículo 126 del Código Penal se permite ver que el tipo
penal se trata de un delito de comisión por dolo, es decir el autor tiene que haber tenido en
cuenta que su accionar va en contra de la ley. No cabe la comisión por culpa. Si la omisión de
prestar socorro se debe a una negligencia, la conducta no será delictiva, pues aquel accionar
queda fuera del ámbito de la norma y, por tanto, son conductas penalmente irrelevantes.
(Siccha, 2015)

Este comportamiento es uno de omisión propia, es decir exige que exista un mandato que
obligue el actuar natural del agente que vive en sociedad, esto es prestar socorro a cualquier
que así lo necesite. Los delitos de omisión propia ya contienen un mandato de acción y se
castigan por la simple infracción de dicho mandato Por ello, los delitos de omisión propia son
delitos de mera actividad.

La controversia surge cuando un sector en doctrina indica que el acto del agente debe de ser
fortuito, es decir que su resultado no esté previsto y se presente sin que el agente haya actuado
con dolo o culpa. Un resultado totalmente aleatorio. Esto implicaría sancionar penalmente al
agente por un hecho que no pudo haberse previsto de ninguna manera y que por tanto no se
dedujo que pasaría, el agente no fue capaz de prever este resultado. Esta doctrina no tiene en
cuenta el principio general de que nadie responde por el solo resultado o, mejor dicho, por
responsabilidad objetiva. Otra doctrina indica que puede ser tanto por un actuar imprudente
como por caso fortuito; en tanto que un grupo minoritario señala que puede ser por una
conducta imprudente (agente que realice el acto sin una intención dolosa, este tipo de acciones
solo se castigan cuando se encuentren expresamente señalados en la ley) o dolosa (el agente
debe de realizar el acto con conciencia y voluntad; es decir conocer los elementos constitutivos
del tipo penal, conocer el proceso causal y conocer que su conducta es antijurídica). Esta última
es la que se ha impuesta a la legislación aplicada en el derecho penal peruano.

Villavicencio asegura que es una conducta dolosa consistente en conocer la lesión que causo a
la víctima y también debe conocer el peligro concreto en que esta se encuentra. Basta con el
dolo del peligro.1 Además se debe tener la voluntad de no prestarle auxilio a una persona en
peligro a quien le hirió o incapacito. Cree admisible el dolo eventual2.

Es posible aceptar el error de tipo.3 Cuando el sujeto omitente no tenga conocimiento de la


situación generadora del deber o de la posibilidad de realizar la conducta ordenada de acuerdo
a las circunstancias. Ejemplo: la persona que desconoce que la persona abandona es incapaz de
valerse por si misma. (Terreros)

ANTIJURICIDAD

Este elemento verifica si la conducta es contraria al derecho. Para este hecho punible no será
necesaria la anti juricidad formal, estamos ante el tipo de anti juricidad material, ya que esta
última se concibe como la ofensa socialmente nociva a un bien jurídico que la norma busca
proteger. (Terreros F. V., 2013) Si en el análisis del hecho punible se comprueba que existió
alguna causa de justificación, convertirá este hecho típico en lícito y conforme a derecho; estas
causas se encuentran indicadas en el artículo 20 del Código Penal; no todas las causales le son
aplicables.

Justificación en los delitos imprudentes

En este tipo de delitos también se admiten causales de justificación. La razón de reconocer esta
posibilidad de justificación se basa en que la impunidad de una comisión típica no dolosa
solamente se entiende en algunos supuestos bajo el presupuesto de un caso de justificación y,
por ende, no se puede interpretar como exclusión del tipo4. Es relevante el aspecto normativo
de dichas causales, la defensa racional en la legitima defensa, la proporcionalidad de intereses
en el estado de necesidad. Por ello es importante observar la actuación del sujeto en relación a
lo exigido (deber de cuidado). Nuestro código contiene una relación de causas que no solo son
aplicables a los casos donde el agente actúa de manera intencional, sino también cuando se
actúa de manera imprudente.

a) Legítima defensa: aquí la defensa es imprudente y tendrá sentido en la medida que,


conforme a la situación objetiva, también hubiera resultado justificada una defensa
intencional. La acción ilegitima puede también ser imprudente y, en todo caso, lo que
importa es la manera cómo reacciona el sujeto en relación al deber de cuidado que se
le exige.

1
hay que demostrar en el caso concreto que el autor de la conducta dolosa tenia conciencia del peligro
que esta representaba para bienes jurídicos de esencial importancia, distintos de los que se proponía
vulnerar directamente, lo que comúnmente se llama dolo del peligro y alguna vez la jurisprudencia ha
definido como <conocimiento de la probabilidad del resultado dañoso> . (MAQUEDAABREU, 1989)
2
Este dolo eventual o condicionado se refiere principalmente a que el resultado o el producido de la
acción que ejecuta un sujeto, no es la querida, pero era probable que ocurriese o previsible y
configurándose el resultado se acepta por al sujeto activo. (SILVA)
3
El error puede recaer sobre cualquiera de los elementos del tipo objetivo, ya sean descriptivos o
normativos. Si el agente ha percibido equivocadamente un elemento típico, el error recae sobre los
elementos descriptivos, pero si ela agente carecio de una valoración que le haya permitido comprender
el significado del elemento típico, el error recae sobre los elementos normativos. (Torres, 2000)
4
(Roxin, 1999)
b) Estado de necesidad agresivo: puede admitirse cuando se trata de evitar un mal grave
inminente al que el agente es extraño. Es importante determinar la proporcionalidad de
los bienes en conflicto.

Bibliografía
Benítez, G. (1987). Derecho Penal. Parte General. Madrid: Civitas.

MAQUEDAABREU, M. (1989). La relacion «Dolo de peligro» -«Dolo (eventual).

Roxin. (1999).

Siccha, R. S. (2015). Derecho penal. Parte Especial. Lima: Editora y Libreria Jurídica Grijley EIRL.

SILVA, H. S. (s.f.). EVENTUAL DECEIT. Revista de Derecho y Ciencias Penales Nº 16 (117-130),


2011, Universidad San Sebastián (Chile), 1.

Terreros, F. V. (2013). Antijuricidad y unidad del ordenamiento juridico . lima: Grijley E.I:R.L.

Terreros, f. V. (s.f.). Derecho Penal. Parte Especial.

Torres, B.-A. (2000). Ejecutoria Superior del 7 de julio de 1998, Exp. 426-97. lima.

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