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1. FIEBRE:
Definición: la fiebre se puede definir como la elevación anormal de la temperatura
(más de 36.9°C axilar o de 37,2°C bucal) debida a causa patológica que ocasiona
excesiva producción de calor o bien a una interferencia con su disipación. La fiebre
produce una alteración en la termorregulación (centro de la termorregulación se
encuentra en el hipotálamo). Este centro puede estar estimulado por sustancias
pirógenas, sean estas de origen endógeno (tejidos del huésped) o exógeno
(microbianos).
La intensidad puede ser leve, moderada o intensa. La fiebre leve (alrededor de 37,5°C)
se denomina también febrícula. Cuando la fiebre sobrepasa los 41°C se habla de
hiperpirexia, y si baja de 35°C se llama hipotermia. La magnitud de la fiebre no
siempre guarda relación con la gravedad del proceso que la origina. La respuesta febril
es mayor en el niño y menor en el viejo. La repercusión de la fiebre sobre el enfermo
es algo muy individual, como todo proceso biológico, hay individuos que acusan
molestias ante cualquier febrícula, mientras otros pueden tener alzas febriles de 39°C
o más grados sin acusar malestar. La elevación prolongada de la fiebre superior a
41°C, puede provocar daño cerebral permanente y si pasa de 43°C, provoca coma y
muerte por lo cual constituye una emergencia.
La fiebre tiende a ser más alta en la tarde, cuando ocurre lo contrario se habla de
fiebre invertida y debe hacer plantear interferencia de antitérmicos o de maniobras
fraudulentas (fiebre facticia).
Del mismo modo la defervescencia puede ser brusca (crisis) o insidiosa (lisis). La
evolución espontanea de la fiebre. La evolución espontanea de la fiebre en la
neumonía neumocócica, antes de la introducción de los antibacterianos, terminaba
clásicamente en “crisis” con abundante sudoración seguida de bienestar general;
ahora casi todos lo neumónicos reciben antibióticos y ya no se observan crisis por el
contrario cuando el curso de un cuadro febril se observa una brusca caída de la fiebre
a valores normales o bajos en vez de mejoría, se debe sospechar interferencia de
antitérmicos o, lo que es más grave, una complicación como podría ser una
hemorragia, perforación intestinal, o shock de otro origen.
Debido a las variaciones que experimenta la fiebre durante el día pueden tener algún
valor orientador del diagnóstico causal, es necesario registrarla mañana y tarde para
construir curvas a lo largo de los días.
Fiebre recurrente: es aquella que alternan varios días de fiebre con otros
tantos de temperatura normal. Ejemplo: brucelosis.
Aunque la mayoría de los procesos febriles son producidos por infecciones, fiebre no
es sinónimo de infección, ya que existen muchas causas de fiebre que no
corresponden a infecciones.
CAUSAS DE FIEBRE
INFECCIOSAS NO INFECCIOSAS
Hepatoma
Hipernefroma
Enfermedades Cáncer pulmonar
neoplásicas Cáncer pancreático
Linfoma (Hodgkin y no
Hodgkin)
Bacterianas Leucemias
Virales Cardiaco
Parasitarias Infartos Cerebral
Rickettsias Pulmonar
Chlamydia Afecciones Mesenquimopatías
Hongos inmunológicas Drogas
Hemolisis (Crisis hemolíticas)
Trastornos Porfiria
metabólicos agudos Gota
Crisis tiroidea
Crisis addisoniana
Mixoma auricular
Traumatismos con atrición
La confirmación etiológica de un cuadro febril debe darla, pero mientras esta entrega
sus conclusiones (que dura varios días) es necesario hacer un presunción etiológica
tomando en consideración factores de edad, sexo, estación del año, zona geográfica
y, por cierto, manifestaciones sugerentes de una determinada etiología. Esto permitirá
iniciar un tratamiento mientras se obtienen los resultados de la investigación
bacteriológica.