Está en la página 1de 4

ANÁLISIS Y COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO “EL PROCESO

ECONÓMICO” DE MANUEL F. AYAU CORDÓN.


4. EL COMERCIO INTERNACIONAL.

Luis Alberto Fernández Ramírez.*

Continuando con el análisis del libro que se comenta, corresponde en


esta ocasión abordar el cuarto de los temas referente al comercio internacional.

El comercio internacional es una manifestación más de la Ley de


Asociación, es decir, de aquel modo de cooperación social en el cual los
individuos interactúan en búsqueda de un beneficio propio para cada quien. En
éste caso el comercio se denomina internacional en virtud que se hace entre
sujetos de dos países distintos; sin que por ello deban tener intervención alguna
cualquiera los gobiernos de dichos países, pues el intercambio comercial es
entre las personas propiamente de forma libre.

Es oportuno tener clara la condición fundamental para que se dé


cualquier transacción de comercio internacional, como lo es el hecho que las
estructuras de precios relativos de los países sean distintas, pues ello es lo que
crea la oportunidad de intercambio con beneficio mutuo. Los otros aspectos
como los meramente culturales o los grados de desarrollo de dichos países
resultan intrascendentes para estos efectos.

Al hablar de comercio internacional, necesariamente debemos referimos


a los conceptos exportación e importación, siendo ambos necesarios y
complementarios en dicho tipo de comercio, toda vez que no tendría razón

*
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogado y Notario. Universidad Rafael Landívar. Maestro en
Derecho Civil y Procesal Civil. Universidad San Carlos de Guatemala. Master en Ciencias Forenses.
Universidad de Valencia, España. Doctorando en Derecho. Universidad de Occidente. Juez de Sentencia de
Quetzaltenango. Organismo Judicial, Guatemala.
alguna exportar productos si nadie los quisiera importar en otros países; ya que
de ser así el exportador no podría recuperar el dinero que gastó en producir los
productos que exporta; de hecho está es la razón principal por la cual monedas
extranjeras se venden en los mercados de distintas localidades.

Nótese incluso como la exportación e importación es utilizada como


medio para obtener más de ciertos productos sin tener necesariamente que
producirlos en determinado país bien por dificultad o costo. Toda vez que
cualquier sujeto considerará idóneo el dedicarse a la producción y posterior
exportación de aquellos productos donde se obtendrá el mayor beneficio según
las relaciones de precios relativos; esto implica que no se exporta a otros países
el sobrante de los productos que no fueron consumidos internamente, por el
contrario se produce a propósito dichos productos (donde se obtiene mayor
beneficio) para exportarlo a donde se generé una mejor condición según la
relación de precios; y con las utilidades obtenidas se crea el poder de adquirir
otros productos que se desean, lo que significa que dicha producción y posterior
exportación es un medio indirecto de pago.

Evidente resulta además que un aspecto a tomar en cuenta para


determinar si la relación de precios relativos es conveniente o no para los
sujetos en cada país, lo constituye el tipo de cambio de sus respectivas
monedas. Es decir, la fijación del precio de una moneda de otro país en
términos de la moneda propia. (Ejemplo: 1 dólar es igual a 8 quetzales.) Toda
vez, que con este dato puede hacerse el cálculo de lo que los ingresos de cada
persona puede comprar en otros sitios, claro está siempre que el libre comercio
no se encuentre prohibido por políticas proteccionistas.

Lo anterior pone en evidencia que un comercio libre y sin obstáculos


libera el capital humano y los recursos físicos, brindando un margen de libertad
al actuar de cada individuo independientemente del lugar del mundo en el que
se encuentre, puesto que cualquier persona buscará obtener productos en
donde su margen de ahorro sea mayor, es decir, donde sea más beneficioso y tal
como ha quedado señalado con antelación debido a la relatividad de la relación
de precios, dicho beneficio es mutuo y no solo de una parte, según el producto
que se trate debido a las ventajas comparativas de cada país. Esto redundaría
en un incremento de la capacidad de compra de cada persona, puesto que
pueden obtener más productos de lo que se podía antes; lo cual a su vez alienta
nueva producción pues se abre la oportunidad de nuevos mercados aun no
explorados y por ende nuevas fuentes de empleo, generando en consecuencia
más riqueza para todos.

Sin embargo, en muchas ocasiones estas oportunidades que se vienen


comentando se ven disipadas, nunca llegan a existir, es decir, se pierden sin
siquiera ser vistas, debido al intervencionismo y restricción impuesto por el o
los gobiernos. Esto puede suceder principalmente a través de la fijación de
tributos principalmente aquellos considerados de tipo prohibitivos. Es
importante señalar que para que un impuesto sea prohibitivo no es necesario
que así lo señale expresamente, basta con ser lo suficientemente elevado para
anular el beneficio que se obtendría en un mercado sin restricciones, ya que
anulado el beneficio a través del tributo decretado se habría perdido la razón o
motivación para intercambiar.

Otra medida a través de la cual el gobierno puede intervenir


negativamente en el comercio internacional es a través de la imposición del
precio oficial de la moneda extranjera, ya que ello de inmediato provocará
variación en el precio real de los productos de cada país en el propio. Es así
como se establece que por medios de medidas coercitivas de tipo gubernamental
en la realidad muchas veces se impide la creación de riqueza de las personas.
Por último, un punto que resulta interesante y no muy bien comprendido
según el autor lo describe en su libro, lo constituye la balanza de pagos, la cual
se refiere a la suma de importaciones y exportaciones de un país. Dicha balanza
de pagos está constituida por la balanza comercial, la balanza de servicios y la
balanza de capitales. Está balanza aun cuando se busca su equilibrio, siempre
está en constante cambio derivado a múltiples factores que inciden en su
constante movimiento. Su importancia radica en que estas variaciones
modifican a su vez el precio de la moneda extranjera y la consecuente ventaja
comparativa de los productos realizados en los países involucrados. Por ejemplo
cuando se recibe dinero exportaciones o remesas del extranjero, crea una oferta
adicional de moneda extranjera lo que incide en su precio, (disminuyéndolo). Lo
mismo sucede a la inversa en otras épocas del año o por otras causas.

En todo caso dichos cambios a pesar de darse realmente en bienes y


servicios son medibles únicamente en dinero, lo que puede producir que las
cuentas estadísticas de esa balanza comercial muestre un signo negativo en
algún rubro –está es la confusión de la que el autor se refiere-, toda vez que es
usual que entendamos un signo negativo como algo malo o desfavorable cuando
en realidad no es así, puesto que puede ser una manifestación de prosperidad.
Lamentablemente esa no comprensión de la lectura de la balanza comercial ha
provocado el establecimiento de muchas políticas de comercio internacional
sesgadas que resultan empobrecedoras en vez de ser enriquecedoras.

También podría gustarte