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Cristina Corona»Patricia Fournier«Aleiandro Villalobos

COORDINADORES

VÍS&6

CUERPO ACADÉMICO: "ARQUEOLOGÍA E HISTORIA


DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS"
PROGRAMA DE MEJORAMIENTO DEL PROFESORADO (PROMEP)
SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR (SES)

IACONACULTA* INAH t
ESCUELA NACIOMAl ftf A
promeP
instituto Nacional de Antropología e Historia
Luciano Cedillo Álvarez
Dirección general
Mario Pérez Campa
secretaría Técnica
Gloria Artis Mercadet
índice
coordinación Nacional de Antropología

5- presentación
escuela Nacional de Antropología e Historia
Francisco Ortíz Pedraza 9- cuando el destino nos alcance. Tendencias,
Dirección problemáticas y perspectivas de desarrollo de
María Alma Pacheco Peña la arqueología en el si«jlo xx¡
subdirección de investigación Stanislaw Iu>aniszeu>ski
Delia Pérez Gómez
subdirección de Eiftensión Académica
23. Descubriendo el secreto de los colón
Arturo Lozano Gustavo Vargas Martínez
Departamento de proyectos especiales
31. Enfrentando nuevas realidades.La gestión
Hilda Jiménez Reséndiz como herramienta para la conservación
Departamento de publicaciones
Juan Manuel Álvarez Pineda
KatiaVanessa López González
corrección de estilo 51. puntuaciones en torno a la historia normativa
Miguel Ángel Arroyo Rosales del patrimonio cultural
Diseño y formación María Antonieta Jiménez Izarraraz

Perspectivas de la Investigación Arqueológica a.


67. propuesta de un plan de protección
Homenaje a Gustavo Vargas
participativapara el sitio arqueológico Tequipa-
2006 Tecpa, AJUSCO, rlalpan, ciudad de México
ISBN: 968-03-0221-0 Samuel Hernández Hernández
coordinadores
Cristina Corona 89. ocupaciones en cuevas i¿ abrigos de ocozocoautla,
Patricia Fournier chiapas: oe la prehistoria a las sociedades
Alejandro Villalobos clasistas
cuerpo Académico ENAH-CA-OS "Arqueología e Historia de las Sociedades Complejas" Cuillermo Acosía \ Felipe Bate
Secretaría de Educación Pública (SEP)
Subsecretaría de Educación Superior (SES) 101. Arqueología del paisaje en el noreste de México:
elementos básicos para su interpretación
Proyecto realizado con financiamiento de la Secretaría de Educación Pública,
Cristina Corona Jamaica
Subsecretaría de Educación Superior, Dirección General de Educación Superior
Universitaria, Programa de Mejoramiento del Profesorado. 123. constantes de diseño urbano y arquitectónico
en Mesoamérica
Esta publicación no podrá ser reproducida total o parcialmente, incluyendo el diseño de
portada; tampoco podrá ser transmitida ni utilizada de manera alguna por algún medio,
Alejandro Villalobos
ya sea electrónico, mecánico, electrográfico o de otro tipo sin autorización por escrito 137. E! proceso de urbanización en Monte Albán,
del cuerpo académico: "Arqueología e Historia de las Sociedades Complejas". valle oaxaca
El contenido de los artículos es responsabilidad de l@s autor@s.
D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia Walburga Wtesheu
Escuela Nacional de Antropología e Historia
Periférico Sur y Zapote s/n col. Isidro Fabela.Tlalpan. D.E, C.P. 14030
165. Especialización en terrazas habitacionales durante
el formalivo Tardío en los valles centrales
de canaca
Víctor Hugo Castañeda Léanos
181. colores y simbolismo de conchas y caracoles
en los periodos tempranos del anticuo occidente
de México
Luis Gómez Gastélum
199. comercio exterior teotihuacano:
E! caso de la cerámica Anaranjado Delgado
Miguel Ángel Báez Pérez
213. entre el san pedro Mártir y el usumacinta:
reconstrucción de las redes de interacción de las
entidades políticas del clásico con base en los patrones
de distribución de bienes de prestigio en san cfaudio,
xabasco
Ángela González Moreno \ Fournier
245. La teoría de género y la arqueología
María J. Rodríguez-Shadow
253. Arqueología de la identidad
en el estudio de la diversidad social
Silvina Vigliani
269. cultura material y construcción de espacios sagrados
en el mundo contemporáneo: parafernalia
y ritualismo en torno a la tumba del "Rey Lagarto"
enpé/e Lachaise
Patricia Fournier \ Arturo Jiménez
Arqueología de la identidad
en el estudio de la diversidad social

SlLVINAVlGLIANI*

Aquí no valen dotares,


sólo vale la esperienda;
aquí verían su inocencia
ésos que todo lo saben,
porque esto tiene otra llave
y el gaucho tiene su cencía
(José Hernández, Martín Fierro)

introducción
La identidad refiere a las diversas formas en que los individuos y los grupos
se distinguen en sus relaciones sociales de otros individuos y grupos. En este
sentido, puede decirse que la identidad opera a partir de dos mecanismos,
lo que nos asemeja y lo que nos diferencia. A pesar del énfasis puesto en
el estudio de lo primero, numerosos investigadores sostienen que es la
conciencia de la diferencia respecto a otros más que las similitudes lo que
nos define [Meskell, 2001, 2002; Jones, 1996, 1997; Johannensen, 2004;
Shennan, 1994, entre otros]. La diferencia indica el aspecto contrastante de
las identidades y por eso enfatiza la condición implícita de la pluralidad.
La arqueología, en su interés por conocer a los grupos cuyos restos
materiales estudia, ha estado centrada básicamente en la búsqueda de la
identificación étnica. Sin embargo, esta necesidad por caracterizar, enten-
der o explicar a las sociedades humanas a partir de sus restos materiales
ha tomado diferentes formas de las cuales la identidad étnica es solo una
punta.Vale la pena entonces repasar brevemente los diferentes conceptos
que se han utilizado para hablar de las sociedades humanas.

grupos humanos o... cómo llamarlos


De acuerdo a las corrientes del pensamiento de cada época, se han utilizado
diferentes conceptos para hablar de las sociedades humanas, tales como

* Posgrado en Arqueología, ENAH.


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254
raza, tribu, cultura o etnia. Estos conceptos no reflejan necesariamente del periodo de dominación colonialista por parte de los países occidentales,
divisiones universales y estáticas reales de la humanidad, sino por el contra- en donde muchas de las unidades étnicas como las que concebimos ac-
rio, representan formas específicas e históricamente contingentes de mirar tualmente fueron creadas por los administradores locales y posteriormente
el mundo. Hacia fines del siglo xix y principios del xx, el concepto de por intelectuales, incluidos los etnógrafos.2
cultura resultaba en una representación general del mundo como dividido Estos principios, por lo tanto, resultan controversiales. En primer lugar,
en entidades integradas, discretas y homogéneas. Estas podían ser equipa- si bien la noción de 'cultura' arqueológica puede ser útil para clasificar la
radas con gentes o tribus cuya identidad, se asumía, era un reflejo pasivo variación espacial de los restos materiales como una descripción sumaria de
de semejanzas culturales. En la arqueología se buscó destacar los rasgos patrones de distribución, el uso de esas clasificaciones para otros propósitos
comunes, homogéneos y continuos de los artefactos en el concepto de analíticos ha sido realmente desatinado. Asimismo, las 'culturas' no pueden
sitio-tipo o área cultural, dejando de lado las diferencias y discontinuidades ser consideradas como sinónimo de personas o grupos ya que aquellas
entre sitios o regiones vecinas.Así, se desarrolló el concepto de "cultura" no son entidades reales sino arbitrarias. Además es un error concebir a
arqueológica el cual resulta del razonamiento de que si las personas viven la etnicidad o la identidad étnica como un hecho objetivo del pasado
en lugares diferentes y conducen sus vidas de manera diferente, los residuos que uno puede ir al campo y encontrar. Más bien debe ser tratada como
materiales de aquellas formas de vida serán diferentes. una categoría subjetiva, maleable y dinámica, imbricada en situaciones y
El interés en las culturas arqueológicas y su identificación étnica co- contextos específicos. De este modo, la etnicidad, entendida como la auto-
mienza a surgir desde el nacionalismo romántico del siglo xix en Europa identificación de un grupo, es una cuestión analíticamente distinta a la que
y manifiesta un intento por mostrar la larga historia de los pueblos y los refiere la naturaleza de las 'culturas' arqueológicas [Shennan, 1994].
estado-nación que entonces estaban emergiendo como importantes en- Las 'culturas arqueológicas representan la variación espacial del material
tidades políticas [Shennan, 1994; Jones, 1997; Meskell, 2002]. Fue en este arqueológico, y esto, más que resultar del hecho de que diferentes pueblos
contexto que el filósofo alemán Gustaf Kossina desarrolló un conjunto en diferentes lugares tengan diferentes ideas sobre cómo hacer las cosas,
de métodos y principios interpretativos con el objetivo de documentar es el producto de una variedad infinita de diferentes factores. Además, si
la antigüedad de los alemanes en el nuevo estado de Alemania. El logro examinamos la distribución de tipos individuales de material arqueológico
de Kossina fue proyectar estos supuestos a la prehistoria al relacionar a vemos que no existen entidades claramente limitadas, sino una enorme
los pueblos con las distribuciones de cultura material y luego explicar los variedad de patrones intercalados. Cabe resaltar que fue bajo el paradigma
cambios en esas distribuciones en términos de las actividades de aquellos cartesiano, el cual separaba el todo en las partes, que se colocó el concepto
pueblos. De este modo, la arqueología permitía clasificar los patrones de de identidad vinculado al de fronteras. Sin embargo, no se puede reducir
variación espacial de los restos materiales que resultaban de las diferentes la noción de frontera a la materialidad del espacio, como suponía la an-
formas de vida en entidades llamadas 'culturas' arqueológicas. tropología clásica. De este modo, la noción de sociedades, culturas o tribus
El problema estriba cuando estas entidades son tratadas como sinóni- como entidades discretas y consecuentemente de límites o fronteras fijas,
mo de personas o grupos que representan un estadio histórico, ya que propia de una lógica bivalente, comenzó a ser seriamente cuestionada.
al desempeñar este rol, se considera a las culturas como indicadores de Las críticas antropológicas resaltaban especialmente la no correlación
etnicidad1 [Shennan, 1994]. Para MacEachern parte del énfasis puesto en entre fenómenos culturales y fronteras sociales [Jones, 1997; MacEachern,
esta relación entre 'personas/cultura material igual a etnicidad' es producto 1998; de Heusch, 2000; Shennan, 1994]. La identidad étnica se presenta
como una construcción situacional efímera, más que como un hecho

1 Muchas veces es a través de este rol de indicadores de etnicidad, que las 'culturas' arqueo-
2 Las razones por las cuales se creaban e imponían nuevas identidades, entre otras, eran la
lógicas han tenido, y tienen el potencial político de legitimar los reclamos por parte de
conveniencia colonial y el establecimiento de entidades fácilmente gobernables cuyo fin
grupos modernos sobre un territorio y su influencia [Shennan, 1994]. Lamentablemente,
era controlar y cobrar impuestos sin problemas. Este proceso llevó a que las comunidades,
la mayoría de los arqueólogos no tienen en cuenta que ei resultado de sus investigaciones,
antes concebidas como flexibles y fluidas, quedaran divididas o fusionadas en unidades so-
especialmente si trabajan bajo esta noción histórico-cultural, tiene un potencial enorme
ciales y por lo tanto reconfiguradas como estáticas, delimitadas, homogéneas y monolíticas
de manipulación por parte de las políticas actuales, particularmente en lo referente a la
[MacEachern, 1998].
geopolítica y a la construcción de las identidades.
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sólido o duradero a través del cual podernos trazar el destino de los pueblos ricas puedan ser reconocidas como representaciones étnico-simbólicas.
[Shennan, 1994:14]. Por ello, el concepto de etnicidad debe separarse de No obstante, la identidad étnica no es solamente el reflejo del habitus de
la mera variación espacial. De acuerdo a Jones [1997] la identidad étnica es un grupo, es decir que no es generada únicamente por una conciencia
aquel aspecto de la auto-conceptualización de una persona que resulta subliminal de semejanzas con otros que tienen un habitus similar. Esto es
de la identificación con un grupo más amplio en oposición a otros sobre porque los sentimientos de afecto étnico y la experiencia común ño son
la base de la diferenciación cultural percibida y/o descendencia común necesariamente lo mismo. La etnicidad es esencialmente conciencia de las
(generalmente a través de la objetivación de características culturales, lin- diferencias [Johannensen, 2004]. Es entonces, en el plano discursivo de la
güísticas, religiosas, históricas y/o físicas3 [1997: xm]. Así, más que poner interacción social con 'otros' particulares donde se da la conciencia de la
el acento en la búsqueda de los rasgos comunes, homogéneos y continuos diferencia y donde se negocian las identidades. La acción de los discursos
que producían una imagen monolítica y estática de la cultura, el concepto posibilita, desde una perspectiva identitaria, que las diferencias afloren
de etnicidad permitía dejar de lado la simple descripción de rasgos para en cuanto a la disposición que se tiene de lo conocido, lo que lleva a la
pasar a la comparación directa de un grupo por oposición a otro. Es decir, selección de elementos en común, y a la expresión de las semejanzas y
la etnicidad como una forma de interacción social. diferencias para los grupos en interacción. La construcción de la identidad
es por lo tanto multidimensional, lo que tiene importantes implicancias
LU etnicidad en la interacción social para el análisis arqueológico.
Existe un fuerte debate respecto a lo que es la etnicidad. Este debate Según Jones [1997], ciertos aspectos de la cultura material pueden
se resume en dos posturas principales, representadas por los objetivistas estar involucrados en la significación conciente de la identidad y en la
o instrumentalistas por un lado, y los subjetivistas o primordialistas por otro. justificación y negociación de las relaciones étnicas. Por su parte, Shanks
Los primeros sostienen que los grupos étnicos aparecen como resultado yTilley [1988] sostienen que los restos materiales constituyen elementos
de la búsqueda de intereses comunes. Marcan la distinción entre cultura activos en el discurso social. No se debe caer, sin embargo, en la clásica
y etnicidad y se centran en los aspectos organizacionales de la segunda, asociación entre conjunto particular de cultura material y grupo étnico
por lo tanto las diferencias culturales sobre las cuales se basa la etnicidad particular. Es de notar las dificultades que ha habido al utilizar la variación
aparecen dadas por sentado, por lo que la cultura es reducida a un continuo estilística artefactual como un indicador de la "variación étnica". Desde
conjunto de símbolos manipulados en virtud de los intereses del grupo. Los esta perspectiva, más que centrarnos en los objetos en sí, debemos poner
primordialistas en cambio, sostienen que los grupos étnicos son el resultado nuestra atención en las prácticas sociales como símbolos identitarios y
de la búsqueda de sus raíces, hecho que despierta sentimientos colectivos. en analizar cómo tales prácticas eran mantenidas dentro de condiciones
La importancia de ciertos aspectos de una cultura resultará entonces de materiales particulares [Barrett, 1987/88, 2001; Harrison, 1999].
su importancia psicológica dentro de una identidad étnica. Por otra parte, es importante establecer cuándo comienza a darse este
Para Jones [1996, 1997] lo étnico se sitúa al nivel de una estructura fenómeno de la etnicidad tal como fue definido arriba, y cuales son los
que no implica principios organizativos únicos sino que puede ser mol- factores que promueven que éste se presente, es decir, cómo se produce, qué
deada por la práctica. Utiliza la teoría de la práctica social de Bourdieu recursos utiliza y qué rol juega la etnicidad en el proceso de reproducción
y sostiene que la construcción intersubjetiva de la identidad étnica esta social. Gellner [1983 en Shennan, 1994] sostiene que la etnicidad es una
fundada en disposiciones subliminales compartidas del habitus. De acuerdo característica que comienza a darse recién con el nacimiento de las socie-
a Bourdieu [1999], el habitus se reproduce y transforma a través de los dades industrializadas. Bentley [1987 en Shennan, 1994],en cambio ubica
agentes humanos que son parte activa del mismo, es decir que se generan a las entidades étnicas más atrás, asociadas con las sociedades complejas y
a la vez"estructuras estructurantes" y "estructuras estructuradas". De este con el impacto que tiene sobre la gente en términos de levantamientos
modo, la conciencia étnica y los intereses resultarían de semejanzas en el sociales y económicos.Varios autores sostienen que el concepto de etnicidad
habitus, lo que hace que ciertas prácticas culturales y experiencias histó- aparece durante el periodo colonial para clasificar como separadas a las
poblaciones colonizadas [v. MacEachern, 1998; de Heusch, 2000; Jones,
3 Esta definición ha sido criticada por numerosos estudiosos ya que resulta suficientemente 1996, entre otros]. En esta misma línea, MacEachern [1998] tiene dudas
vaga como para referir a cualquier tipo de identidad (género, clase, ocupación, etcétera) y acerca de que la etnicidad sea un mecanismo válido para las sociedades
no soto a la étnica. premodernas. Sostiene que la construcción de unidades étnicas no es un
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acto intrínseco de la cultura humana sino que es una creación ideológica clase, estatus, ocupación, etcétera De este modo, la construcción de iden-
concientemente armada, cuyo origen se encuentra en las relaciones de tidades sociales ha implicado la marcación de contrastes —del sí mismo
dominación de algunos pueblos por otros más poderosos. De hecho las y de otros— tanto en tiempos coloniales como pre-coloniales, tanto en
expresiones étnicas tienden a ser más cohesivas e identificables bajo cir- entidades estatales como en sociedades de pequeña escala. Desde esta
cunstancias de migración y relaciones de poder asimétrico. perspectiva es que se propone enfocar el estudio de los grupos humanos
Shennan y otros autores sostienen que la etnicidad no existe más allá a partir de la noción de identidad.
de la órbita de las primeras sociedades estatales. Shennan señala que los Los estudios sobre identidad se interesan por las múltiples dimensiones
procesos de creación de la identidad étnica toman fuerza solamente en de lo identitario y particularmente por los mecanismos sociales mediante
situaciones en que formas pre-existentes de creación y mantenimiento los cuales los individuos y los grupos producen, reproducen y transforman
de la identidad —por ejemplo, el parentesco— fueron destruidas; y este sus identidades. En este sentido, la arqueología de la identidad crea un po-
hecho, según el autor, es visto generalmente como un factor clave en el tencial de estudio sumamente rico de las sociedades humanas al permitir
origen de los estados. Fuera de las sociedades estatales y de sus esferas de adentrarse en la cuestión de la diversidad social, desde el punto de vista
influencia la formulación de intereses colectivos es un fenómeno mucho de la pluralidad más que de la particularidad, y de la heterogeneidad más
más situacional. En ellas existen principios segmentarios que operan que de la desigualdad.
produciendo fusión o desintegración de grupos dependiendo de los inte-
reses del momento [cf. Shennan, 1994:14-17], Para Meskell solamente los identidades sociales
contextos históricos o etnohistóricos permiten realizar estudios sobre la La identificación no es ni esencialista ni fundacional, sino estratégica y
etnicidad, ya que las fuentes están impregnadas de las valencias matizadas posicional [Meskell, 2002; Harrison, 1999], y por lo tanto es necesario
que representan la complejidad social [Meskell, 2002:287]. reconocer que las categorías identitarias son parte de sistemas simbólicos
Pero entonces, ¿qué queda para las sociedades de pequeña escala?, ¿qué que solo pueden ser entendidos en relación a las prácticas y contextos cul-
formas de auto-identificación crearían, reproducirían y transformarían?, turales específicos. Ello requiere evaluar la historicidad de nuestros marcos
¿cuan efímeras o situacionales serían esas categorías identitarias? y, por otro conceptuales y desafiar su constitución aparentemente natural o fundacional.
lado, ¿de qué manera podremos concebir la variación en la cultura material Entre las taxonomías más básicas están fundamentalmente las relativas a la
sin usar el tradicional marco de grupos étnicos discretos? espacialidad del cuerpo, la edad, el género, y el parentesco.
Muchos de los primeros estudios acerca de la conceptualización del
oe la etnicidad a las identidades cuerpo partieron de las nociones foucaltianas de la marcación literal de
Decía al comienzo que la identificación étnica ha sido por definición la la sociedad sobre el cuerpo del individuo. Posteriormente, las filosofías
meta principal déla arqueología en su búsqueda por conocer a los grupos corporales y feministas llevaron a una lectura más contextual de la perso-
cuyos restos materiales estudia. Sin embargo, hemos visto cómo, a lo largo de nificación, tanto individual como cultural. Si bien hay maleabilidad social,
la historia de la disciplina, se ha emparentado erróneamente el concepto evidente en la construcción de la identidad corporal, también hay una
de etnicidad con el concepto de cultura. Decía también que la etnicidad fijación material que enmarca al individuo y que lo identifica [Meskell,
es una construcción social, mientras que cultura —en nuestro caso, cultura 2001]. Esta fijación material suele situarse especialmente en la cara o sobre
arqueológica— es una construcción arbitraria, y por lo tanto son dos con- la cabeza, así como en la vestimenta u otros atributos que se lleven sobre
ceptos analíticamente distintos. Finalmente vimos también que para muchos el cuerpo (por ejemplo, tatuajes).
investigadores sociales, la existencia misma del sentimiento de etnicidad Los estudios de edad han estado referidos por mucho tiempo a la niñez
habría requerido de ciertas condiciones sociales que no estarían presentes o a la ancianidad, aunque están siendo reemplazados por una lectura más
en sociedades de pequeña escala como las de los cazadores recolectores. matizada de los ciclos de vida. Al considerar los ciclos de vida podremos
Si la identidad refiere a las formas en que los individuos y grupos se aproximarnos mucho más a las realidades de la experiencia social evitan-
distinguen de otros individuos y grupos sobre la base de la percepción do caer en las categorizaciones teleológicas del mundo occidental. Los
de las diferencias y similitudes, entonces la identidad étnica es solo una valores relativos a la sexualidad son, al igual que aquellos asignados a la
dimensión de lo identitario, una dimensión que puede ser atravesada por materialidad del cuerpo y a las distintas etapas durante el ciclo de vida, una
otras formas históricamente contingentes de identidad como género, construcción histórica y social. El género no es algo natural o biológico y
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mucho menos algo universal. Por el contrario, los individuos construyen Dos de las categorías fundamentales, por ser los parámetros que ordenan
género a través de las prácticas discursivas diarias, es decir, el género es un la realidad, son el tiempo y el espacio. Tiempo y espacio son cualidades
proceso de hacerse, más que de ser y por lo tanto es relevante debido a sus de nuestra percepción de la realidad, abstracciones mediante las que ésta
ramificaciones sociales, políticas y económicas [Meskell, 2001:196]. se construye y organiza. Cada sociedad tiene una forma específica de
Otra dimensión a través de la cual se formula y establece la identidad plantear el tiempo y el espacio, y estos tiempos-espacios particulares or-
es el parentesco [Meskell, 2001; Castile, 1996; MacEachern, 1998, entre ganizan los escenarios para toda la interacción social. La percepción de la
otros]. Antes se pensaba que cualquier sistema de parentesco era la re- temporalidad y de la especialidad está entonces socialmente condicionada
producción cultural de hechos biológicos. Afortunadamente, esta noción y define la posición del hombre y de sus actividades en este contexto
racista ha sido descartada desde hace tiempo [Meskell, 2001; de Heusch, [Iwaniszewski, 1998].
2000]. Actualmente se reconoce que la cuestión del parentesco no puede El tiempo consiste en referencias de orden caracterizadas por ser de
ser reducida simplemente al aspecto biológico ya que la dimensión cul- movimiento recurrente, mientras que el espacio es la referencia estática de
tural en la que se dan los términos y las prácticas varían ampliamente de orden de la realidad [Hernando, 2002]. En la cultura moderna occidental,
sociedad en sociedad. Incluso nuestras propias nociones de parentesco están tiempo y espacio ordenan la experiencia a través de referencias abstrac-
siendo desafiadas por dos poderosos dominios: las nuevas tecnologías de tas, creadas por el hombre, como por ejemplo, relojes o calendarios para
reproducción y los cambios en las relaciones de género y sexualidad. ordenar el tiempo y escalas o mapas para ordenar el espacio. En cambio,
De este modo, las teorías de la identidad han movido su foco desde lo en sociedades tradicionales sólo se ordena aquella parte de la naturaleza
biológico hacia lo social, y desde el contenido hacia sus bordes. Edad y que se conoce personalmente. La dimensión temporal elegirá fenóme-
sexo, sexualidad y ciclo de vida, linaje, magia y religión a menudo están nos de la propia naturaleza que estén caracterizados por un movimiento
unidos de manera indivisible o con fronteras borrosas, y por lo tanto es recurrente, como la salida y puesta del sol, las fases de la luna, las mareas
difícil saber donde termina un dominio cultural y empieza otro. Sólo marinas, etcétera. De ahí que estos grupos tiendan a vivir sobre todo en el
la cultura hace aparecer a las fronteras de los dominios como naturales, y presente o con un sentido cíclico del tiempo. Mientras que, para ordenar
es por ello que no podemos asumir que en otras sociedades los dominios espacialmente la naturaleza se elegirán elementos fijos contenidos en ella
culturales están estructurados como los nuestros. Es por ello que debe- como montañas, ríos, rocas, etcétera.
mos revisar la base ontológica de nuestras investigaciones y deconstruir las De acuerdo a Hernando [2002], las sociedades tradicionales, especial-
rígidas taxonomías occidentales dentro de las cuales intentamos ubicar mente las sociedades de pequeña escala caracterizadas por un reducido
a las gentes del pasado como si aquellas fueran las categorías "naturales" grado de división de funciones y especialización del trabajo dentro del
[Meskell, 2001; Barrett, 2001]. grupo y por un escaso control material de la naturaleza, tenderán a tener
una identidad básicamente relacional y colectiva. Esto quiere decir que
La deconstr ucción las personas sabrán quienes son por su identificación con el grupo, no por
LAS 'CATEGORÍAS' DESDE LA REALIDAD PERCIBIDA: las diferencias que las particularizan dentro de él. Para Hernando, el de-
TIEMPO-ESPACIO E IDENTIDAD sarrollo de identidades más individualizadas se va dando a medida que la
Los marcos conceptuales que representan nuestra forma de percibir la rea- complejidad socioeconómica aumenta y se va multiplicando la división
lidad pueden contener un orden de racionalidad y de lógica radicalmente de funciones y la especialización del trabajo. Este proceso se relaciona a
diferente al de los grupos que estudiamos. Es por ello que la deconstruc- un mayor control sobre la realidad material y a una mayor diferenciación
ción de nuestra propia identidad, en el sentido de tomar conciencia de de comportamientos y actividades dentro del grupo. El caso más extremo
los fundamentos filosóficos en que se basa el pensamiento occidental, es del desarrollo de identidades individualizadas es la sociedad occidental
necesaria en la medida que permite proponer que sociedades tradicionales moderna.
no occidentales tengan una forma de percibir la realidad y de identificarse
diferente a la que nos caracteriza. De otro modo, no hacemos más que LAS 'DIFERENCIAS' SOCIALES DESDE
falsear su reconstrucción al trasladar nuestras categorías a un tiempo que no LA ARQUEOLOGÍA (OCCIDENTAL)
nos pertenece. En esta deconstrucción está implícita la forma en que Si buscamos indagar en los mecanismos de diferenciación utilizados por
percibimos la realidad. los grupos del pasado, deberemos hacer una revisión crítica de los con-
SlLVINAVlGLIANI ' • ARQUEOLOGÍA DE LA IDENTIDAD
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ceptos de diferenciación utilizados por los arqueólogos en el presente. como una forma de hacer las cosas, y función, como la cosa hecha, dando
Para comenzar retomo la cita que hace Meskell de Emberling [1997:307 prioridad explicativa a la segunda. Con esto la sociedad era considerada
en Meskell, 2001:190] cuando dice que "la identidad étnica no es (una como un sistema dinámico compuesto por subsistemas funcionalmente
categoría) fundamentalmente jerárquica como la clase y el status en el integrados [i'Wd.:2001:146]. Sin embargo, especialmente desde la socio-
sentido marxista o weberiano, sino que es un concepto más alineado con logía empezaba a prevalecer la idea de que las poblaciones humanas más
la construcción del parentesco, aunque en un sentido más amplio que el que simples sistemas eran una multiplicidad de grupos, organizaciones y
grupo, clan o linaje". Entiendo a categoría jerárquica como partiendo de colectividades entrelazadas. Después de los años setenta, la discusión de
una visión top-down o vertical de la estructura social, frente a lo que po- estos tópicos derivó en el debate estructura-agencia.
dríamos llamar visión horizontal de la sociedad. Mientras la primera ha sido
utilizada en la construcción de modelos que buscan describir la evolución Estructura y Agencia
de la complejidad social con énfasis en la noción de la desigualdad, la segunda El nacimiento de la teoría de la agencia ha reflejado el deseo de contra-
pretende ser aplicada para la construcción de modelos que refieran a la rrestar los modelos deterministas o sobre-socializados de la acción humana
diversidad social desde la óptica de la heterogeneidad. al reconocer que la gente actúa y altera el mundo externo a través de sus
En arqueología ha prevalecido durante mucho tiempo el interés por acciones. El argumento básico de la teoría de la agencia es que las personas
cuestiones de clase o status. En términos weberianos, clase refiere a un no son autómatas que reaccionan simplemente a los cambios del mundo
grupo de gente que tiene en común un componente causal específico externo, sino por el contrario, las personas desempeñan un papel en la
representado exclusivamente por intereses económicos. El status, en cambio formación de las realidades sociales en las cuales ellos mismos participan.
está basado en una estimación social específica, positiva o negativa, acer- De este modo, la teoría de la agencia se centra tanto en el impacto del
ca del honor y del estilo de vida. Ya sea desde aproximaciones histórico sistema sobre la práctica como en el impacto de la práctica sobre el sistema
cultural, procesual o contextúa!, el estudio de las relaciones entre las élites [Doman, 2002], y mueve el foco del cambio social desde los macro-pro-
y no-élites ha sido parte integral en los proyectos arqueológicos. Por lo cesos del sistema hacia las acciones de los agentes.
tanto el grado en que éstos términos estén ligados a la noción de iden- Mucho de lo que comprendemos actualmente sobre la relación es-
tidad social es discutible [Meskell, 2002:284]. En muchos aspectos, esto tructura-agencia procede de la lectura de dos investigadores sociales:
puede relacionarse con la unidad de análisis que las distintas posiciones Bourdieu y la Teoría de la Práctica por un lado, y Giddens y la Teoría de
han utilizado para hablar de las diferencias sociales. la Estructuración por otro. Ambos delinean la relación dialéctica entre el
'agente' —individuo limitado pero no determinado que puede alterar las
LAS UNIDADES DE ANÁLISIS ¿ESTRUCTURA estructuras a través de la práctica—, y la 'estructura' —escenarios y con-
SOCIAL O ACTORES SOCIALES? diciones más extensas y perdurables que resultan de las relaciones entre
Desde comienzos de la disciplina la 'sociedad' aparecía como esencial para individuos [Doman, 2002:305].
la humanidad ya que era la existencia del grupo social la que de alguna El concepto central de Bourdieu es el habitus, un esquema individual-
manera determinaba la conducta de sus miembros. La sociedad parecía mente único de disposiciones inconscientemente internalizadas. Estas
tener una existencia que no solo se extendía más allá de la vida de los disposiciones determinan cómo percibimos y actuamos en el mundo, y
agentes individuales, sino que existía fuera del agente que actuaba sobre son estructuradas y estructurantes en relación a los sistemas externos. En
ella. La conducta cultural estaba socialmente determinada. Desde los años otras palabras, el habitus implica un proceso de socialización en el que las
sesenta en adelante ha habido una crítica activa respecto a la visión de la nuevas experiencias son estructuradas de acuerdo a estructuras creadas de
sociedad como un sistema cerrado donde el mundo social era percibido experiencias más tempranas. El habitus está, de acuerdo a Bourdieu, entera-
como una totalidad cohesiva, resistente al cambio y estructurada por una mente determinado por las experiencias del mundo externo, es decir, por
jerarquía fuertemente arraigada de poder. las diferentes condiciones sociales que le toca experimentar a un individuo
En arqueología se cuestionó que la sociedad fuera considerada como a lo largo de su vida.Al decir esto deja de lado la intencionalidad conciente
una entidad estática y se criticó duramente la tendencia de tratar la varia- del agente para modificar el status quo [Dornan, 2002]. Del mismo modo,
bilidad cultural como representativa de las normas conductuales las cuales, muchos investigadores han sido atraídos por la Teoría de Estructuración de
se decía, estaban socialmente determinadas. Así, se distinguió entre estilo, Giddens. Esta teoría emplea el continuum tiernpo-espacio como un marco
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• ARQUEOLOGÍA DE LA IDENTIDAD
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dentro del cual pueden observarse las acciones estructuradas de los agentes
humanos reproduciendo las formas institucionalizadas del sistema social. Según por ello debemos ampliar nuestra comprensión de este interjuego entre
este enfoque, toda acción humana es llevada a cabo por agentes concientes los discursos ideológicos y las múltiples reacciones e interacciones con-
que construyen el mundo social a través de su acción y al mismo tiempo tales textúales representadas fuera y dentro de esos discursos. La arqueología de
acciones están condicionadas o restringidas por el mundo social creado por la identidad es una vía posible para desarrollar modelos teóricos capaces
ellos. Giddens, a diferencia de Bourdieu, no ve a la acción individual como de abarcar las complejidades de la subjetividad de la agencia dentro de
estructuras sociales arqueológicamente más observables.
determinada por estructuras inconscientemente internalizadas. En cambio,
sostiene que las prácticas sociales son mutables y que en cada instancia de conclusión
la práctica hay lugar para la creatividad y la innovación. Asimismo, cree que
cada individuo sabe cómo actuar dado que tiene "conciencia práctica", es La arqueología de la identidad expone la necesidad de considerar que
decir que tiene un conocimiento no-discursivo, pero conciente, de las ins- los marcos conceptuales que representan nuestra forma de percibir la
tituciones sociales que le permite monitorear reflexivamente su conducta. realidad pueden contener un orden de racionalidad y de lógica diferente
Esto implica que incluso los hábitos más duraderos pueden involucrar una al de los grupos que estudiamos. Por ello es necesario tomar conciencia
atención reflexiva [Dornan, 2002]. de nuestras categorías conceptuales para no trasladarlas ingenuamente al
pasado que estudiamos.
Más allá de los argumentos básicos que parten del trabajo de estos dos
autores, la teoría de la agencia y las prácticas sociales ha sido definida y Finalmente, la perspectiva que nos ofrece este enfoque permite descartar
utilizada de diversas formas. De acuerdo a Dornan, uno de los tópicos de la idea de fronteras desde una lógica bivalente, es decir de fronteras fijas
mayor desacuerdo es la unidad de análisis. Al hablar de agencia se asume y estáticas, para proponer una lógica borrosa y por lo tanto de fronteras
muchas veces que la unidad de análisis es a nivel del individuo. Sin embar- porosas, dinámicas y cambiantes; resalta la pluralidad más que la parti-
go, la categoría 'individuo' tiene una estrecha relación con nuestra noción cularidad al enfatizar la importancia de la interacción social; exige una
occidental de individualidad, y por lo tanto es una categoría problemática evaluación auto-crítica de los conceptos con los que trabajamos para evitar
cuando se la intenta aplicar a otras culturas, especialmente si se trata de so- trasladar nuestra lógica a los grupos del pasado; destaca la necesidad de
ciedades tradicionales caracterizadas por identidades más colectivas. Por otra centrarse en la práctica social, la agencia y en la injerencia de los símbolos
parte, debido a la inclusión del elemento estructural dentro de la teoría de materiales en la negociación de las identidades; y finalmente, nos acerca
la agencia el análisis a nivel individual es insuficiente. Es decir, no podemos a la auto-conceptualización que un grupo se forma a partir del sí mismo
—tnismidad— y por oposición a otros —otredad.
ubicar la agencia al nivel del individuo sin explorar el interjuego dinámico
entre la esencia interna de los pensamientos/sentimientos, y las estructuras
Bibliografía
socioculturales externas dentro de la cual se articula la primera. Por su Barrett,J. C.
parte, Dornan sostiene que los individuos pueden enfatizar o minimizar
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De acuerdo a Dornan, los estudios de agencia deben contener los si- Theory Today, Cambridge, Polity Press, pp. 141-164.
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