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LA TENQUITA Y LA NIEVE

Una tenquita estaba durmiendo en un espino. Cayó la nieve en grandes


copos, cubrió el espino y botó a la tenca, que se quebró la patita.
La infeliz avecilla despertó con un horrible dolor en la patita quebrada.
«¡Triste de mí! ¿Qué haré yo para buscarme el sustento? Ya tenía mi nido
terminado y la nieve me lo estropeó. Y, lo que es peor, me ha dejado coja.
¡Qué mala es la nieve! Iré a verla y le daré mis quejas».
Así diciendo y rengueando, rengueando, la tenca se fue a ver a la reina de la
nieve, y le dijo:
—Nieve, ¿por qué eres tan mala que me quebraste mi patita?
—Más malo es el sol que me derrite —respondió la nieve—. Ve a quejarte a
él.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el sol, y le dijo:
—Sol, ¿por qué eres tan malo que derrites la nieve y la nieve me quebró mi
patita?
—Más malo es el nublado que me tapa —respondió el sol—. Ve a quejarte a
él.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el nublado, y le dijo:
—Nublado, ¿por qué eres tan malo que tapas al sol, el sol derrite la nieve y la
nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el viento que me corre —dijo el nublado—. Ve a quejarte a él.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el viento, y le dijo:
—Viento, ¿por qué eres tan malo que corres al nublado, el nublado tapa el
sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más mala es la pared que me ataja —respondió el viento.
Rengueando, renqueando fue a quejarse la tenca a la pared, y le dijo:
—Pared, ¿por qué eres tan mala que atajas el viento, el viento corre al
nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi
patita?
—Más malo es el ratón que me agujerea —respondió la pared.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el ratón, y le dijo:
—Ratón, ¿por qué eres tan malo que agujereas la pared, la pared ataja el
viento, el viento corre al nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve
y la nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el gato que me come —respondió el ratón.
Rengueando, rengueando llegó la tenca donde el gato, y le dijo:
—Gato, ¿por qué eres tan malo que comes al ratón, el ratón agujerea la
pared, la pared ataja el viento, el viento corre el nublado, el nublado tapa el
sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el perro que me caza —dijo el gato.
Rengueando, rengueando, fue la tenca a ver al perro, y le dijo:
—Perro, ¿por qué eres tan malo que cazas al gato, el gato come al ratón, el
ratón agujerea la pared, la pared ataja el viento, el viento corre al nublado, el
nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el palo que me pega —dijo el perro.
Rengueando, rengueando, fue la tenca a reclamar al palo, y le dijo:
—Palo, ¿por qué eres tan malo que pegas al perro, el perro caza al gato, el
gato come al ratón, el ratón agujerea la pared, la pared ataja el viento, el
viento corre al nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve
me quebró mi patita?
—Más malo es el fuego que me quema —dijo el palo.
Rengueando, rengueando, fue la tenca donde el fuego, y le dijo:
—Fuego, ¿por qué eres tan malo que quemas al palo, el palo pega al perro, el
perro caza al gato, el gato come al ratón, el ratón agujerea la pared, la pared
ataja el viento, el viento corre al nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite
la nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más mala es el agua que me apaga —dijo el fuego.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el agua, y le dijo:
—Agua, ¿por qué eres tan mala que apagas el fuego, el fuego quema al palo,
el palo pega al perro, el perro caza al gato, el gato come al ratón, el ratón
agujerea la pared, la pared ataja el viento, el viento corre al nublado, el
nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el buey que me bebe —dijo el agua.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el buey, y le dijo:
—Buey, ¿por qué eres tan mala que bebes el agua, el agua apaga el fuego, el
fuego quema al palo, el palo pega al perro, el perro caza al gato, el gato come
al ratón, el ratón agujerea la pared, la pared ataja el viento, el viento corre al
nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi
patita?
—Más malo es el cuchillo que me mata —dijo el buey.
Rengueando, rengueando, fue la tenca donde el cuchillo, y le dijo:
—Cuchillo, ¿por qué eres tan malo que matas al buey, el buey bebe el agua,
el agua apaga el fuego, el fuego quema al palo, el palo pega al perro, el perro
caza al gato, el gato come al ratón, el ratón agujerea la pared, la pared ataja
el viento, el viento corre al nublado, el nublado tapa al sol, el sol derrite la
nieve y la nieve me quebró mi patita?
—Más malo es el herrero que me hace —dijo el cuchillo.
Rengueando, rengueando, fuese la tenca donde el herrero, y le dijo:
—Herrero, ¿por qué eres tan malo que haces el cuchillo, el cuchillo mata al
buey, el buey bebe el agua, el agua apaga el fuego, el fuego quema al palo, el
palo pega al perro, el perro caza al gato, el gato come al ratón, el ratón
agujerea la pared, la pared ataja el viento, el viento corre al nublado, el
nublado tapa al sol, el sol derrite la nieve y la nieve me quebró mi patita?
Entonces le dijo el herrero:
—Ven acá, tenquita, que yo te compondré tu patita.
Rengueando, rengueando, se acercó la tenca y el herrero le vendó la pata. Se
fue la tenquita muy contenta, volvió a hacer su nido y sacó muchas tenquitas,
que andan volando por los campos y contando el cuento de la tenca vieja que
se quebró su patita y reclamó y reclamó, hasta que encontró quien se la
compusiera.
FIN

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