Está en la página 1de 3

SEMINARIO «JESÚS ENTRE LOS MARGINADOS»

José Cervantes Gabarrón

Prof. Nuevo Testamento · Foro I. Ellacuría

Siguiendo con el proyecto iniciado hace varios años orientado a hacer un


estudio sobre cuestiones sociales en la Biblia, durante el año 2004-2005
dedicamos nuestro curso al estudio de textos escogidos de los
evangelios relativos a la actitud de Jesús ante los marginados sociales
hasta llevarnos a la comprensión de Jesús como un automarginado de su
tiempo por la causa del Reino de Dios.

En nuestra metodología abordamos el origen y el proceso de formación


de los evangelios sinópticos y realizamos una lectura comparada de los
mismos de modo que, desde los criterios científicos de la exégesis
actual, pudimos remontarnos hasta el conocimiento de los datos
evangélicos de valor histórico en la aproximación a Jesús.

Para ello tuvimos en cuenta las aportaciones de las ciencias sociales en


el estudio de los textos del Nuevo Testamento y seguimos las
orientaciones fundamentales de los estudiosos del Jesús Histórico. Los
instrumentos bibliográficos básicos de nuestra indagación fueron las
obras de John P. Meier, Un judío marginal. Nueva Visión del Jesús
Histórico, (4 vol.) Estella, Editorial Verbo Divino, 1999-2003 y la mía
propia, como profesor del curso, José Cervantes Gabarrón, Sinopsis
Bilingüe de los Evangelios con los paralelos del evangelio de Juan,
Estella, Verbo Divino, 1999, 22004.

Con nuestra metodología habitual, es decir, descubriendo la pluralidad de


lenguajes y de géneros literarios del Nuevo Testamento, y acercándonos
al conocimiento de los contextos sociales en los que se fueron
configurando las tradiciones orales y escritas de los evangelios,
descubrimos el carácter nuclear de la predicación y de la actuación de
Jesús a favor de los marginados sociales de su tiempo. Veinte personas,
muchas de ellas ya habituales en nuestros cursos, siguieron con sumo
interés el programa de estudio, las lecturas indicadas y los trabajos del
curso.

El programa desarrollado fue el siguiente:


 La historicidad de los Evangelios
 Jesús, un judío marginal
 La prioridad de los marginados en el mensaje de Jesús: Mt 11,2-6
y par.
 Jesús y los marginados: La curación del leproso: Mc 1,40-45 y par.
 Jesús y la mujer: La hija de Jairo y la hemorroisa: Mc 5,21-43 y par.
 La ejecución en la cruz de un marginado.

En la primera parte del curso abordamos los diversos criterios de


historicidad aplicados al estudio de los evangelios y comúnmente
aceptados en la exégesis bíblica moderna. A partir de ellos, fuimos
analizando los datos evangélicos que permiten afirmar que Jesús fue un
automarginado social en virtud de su opción radical y absoluta por el
Reino de Dios y su justicia. Éste tiene como prioridad indiscutible entre
sus destinatarios a los marginados y excluidos de la tierra, a los pobres y
a los desheredados del mundo. La fidelidad de Jesús a esta prioridad de
su ministerio público es lo que históricamente le costó la vida. Jesús
murió ejecutado en la cruz como un marginado, tras una sentencia
injusta de las autoridades religiosas y políticas de su tiempo, y la razón
última de su ejecución fue la prioridad de los marginados en su mensaje
religioso frente a las instituciones religiosas de su época, el templo, la ley
y el sábado. La curación de un leproso y la curación de la mujer con
hemorragias de sangre se convierten en paradigmas de la actuación de
Jesús en relación con los marginados. El mensaje de Jesús acerca de
los marginados está en plena coherencia con su actuación liberadora
respecto a los excluidos sociales de su tiempo.

La curación del leproso por parte de Jesús es un signo revelador del


Reino de Dios que él ha anunciado e inaugurado (Mc 1,39-45). La
enfermedad maldita de la lepra era motivo de exclusión de la comunidad
israelita por razones de impureza y de prevención de su transmisión. Así
aparece legislada la actuación con los enfermos de lepra en el libro
bíblico del Levítico (Lv 13) y así fue desarrollada posteriormente en las
legislaciones rabínicas de la Misná. El leproso era, de hecho, como un
muerto en vida.

En ese contexto social y religioso de exclusión de los enfermos de lepra


por razones de seguridad y de prevención, interviene Jesús de manera
provocadora. Un leproso no podía acercarse a nadie y todo lo que tocaba
quedaba impuro. Por eso tenía que vivir fuera de los poblados y advertir
de su presencia por dondequiera que pasaba. En cambio para Jesús el
leproso es, sobre todo, un marginado y excluido de la comunidad que
necesita ayuda. El amor de Jesús hacia el leproso le conmociona
profundamente, le remueve sus entrañas de misericordia. Entonces
extiende su mano, lo toca y le devuelve la salud. Sin embargo más
importante incluso que la recuperación de la salud fue la recuperación de
la dignidad como persona liberada de la marginación a la que estaba
sometido por la legislación vigente. El que había sido leproso quedó
limpio y reincorporado a la sociedad.

Jesús desobedeció la ley y quebrantó todas las medidas preventivas. La


reacción de Jesús merece gran atención. En vez de temer al contagio y a
contaminarse con la impureza del leproso, él sintió una gran convulsión
interior al ver el sufrimiento cruel del enfermo marginado. En lugar de
velar por su propia seguridad y de protegerse ante la presencia de una
supuesta amenaza a la salud pública y al control social de la misma,
Jesús se mueve en otro sentido y tiende su mano al excluido. Había visto
en el leproso al ser humano sufriente, indigente y necesitado de ayuda,
maltratado y oprimido por la ley. La intervención de Jesús es digna de
admiración en toda su extensión. Tan admirable como el efecto de la
curación es la acción sorprendente y extraordinaria de tocar al leproso. El
prodigio de Jesús ha consistido en romper con una ley de exclusión y
marginación del ser humano y saltarse a la torera las medidas
preventivas de seguridad para poner al marginado en el centro de mira
de su amor. Tal actuación de Jesús es una señal inequívoca de la
llegada del Reino de Dios a este mundo. Por aquí va el cambio de
mentalidad que el evangelio reclama.

El análisis de este texto así como el de la resurrección de la hija de Jairo


y la curación de hemorroisa (Mc 5,21-43 y par.) fueron el objeto material
y específico de nuestra indagación en este curso, mediante el cual se
mostró la prioridad de los marginados en el mensaje de los evangelios.

También podría gustarte