provincias al sur del Danubio, sucumbieron bajo las calamidades, que,
en el curso de veinte años, casi eran familiares para su imaginación;
y las diferentes tropas de bárbaros, que se gloriaban en el nombre gótico, fueron irregularmente desparramadas desde las arboladas playas de Dalmacia, hasta las murallas de Constantinopla. "Los godos fueron dirigidos por el valiente y artero genio de Alarico. En medio de una corte dividida y un descontento pueblo, el emperador, Arcadio, estaba aterrado por el aspecto de las armas góticas. Alarico se negó a seguir pisoteando más los postrados y arruinados países deTracia y Dacia, y resolvió buscar una abundante cosecha de fama y riquezas en una provincia que hasta aquí había escapado los estragos de la guerra. 'J\.larico atravesó, sin resistencia, los llanos de Macedonia yTesalía. Las tropas que habían sido puestas para defender los estrechos de Termopilae, se retiraron, según la orden, sin intentar perturbar el seguro y rápido pasaje de Alarico; y los fértiles campos de Phocis y Boecia, fueron instantáneamentecubiertos de un diluvio de b,frbaros, lllll' masacraron hombres y ancianos para empuñar armas, y ahuyentaron a las bellas damas, con el despojo y ganado de los incendiados lugares. Los viajeros que visitaron Grecia varios años después podían facilmente descubrir las profundas y sangrientas huellas de las marchas gótica. El territorio entero de Ática fue barrenado por su funesta presencia; y si usáramos la comparación de un filódofo contemporáneo, la misma Atenas se parecía al cuero sangriento y vacío de una sacrificada víctima. Corinto, Argos, y Esparta, cedieron sin resistencia a las armas de los godos; y los más afortunados habitantes fueron salvados, mediante la muerte, de ver la esclavitud de sus familias, y la conflagración de sus ciudades:' Fue así que "granizo;' del hecho del origen norteño de los invasores; "fuego;' de la destrucción mediante la llama de tanto ciudad y campo; "sangre" de la terrible matanza de los ciudadanos del imperio causada por los valientes e intrépidos guerreros, "fueron echados sobre la tierra:' Esta vívida descripción será aún más fuertemente ilustrada por el reporte de Gibbon tocante a la invasión del imperio occidental por los godos. 6 8