Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Examinando las palabras del rollo del Codex de Magnalucius, para hallar una
pista del lugar donde enterrar al Cuerno. Por fin paseando y meditando por una
pradera encontraron el lugar exacto. Esa misma tarde en una caja de bronce, lo
enterraron dejando señales para que el lugar sea reconocido.
Tal vez haya muchas personas que no crean en la autenticidad del manuscrito, y
si existió realmente el Unicornio.
“No hay más pruebas y así lo creo, debe ser, el Unicornio es una criatura de
misterio y de fe, no un espécimen para ser enjaulado y disecado. En realidad
cuando estas páginas sólo sean polvo, persistirá el misterio y no la explicación”.
Michael J.Green.
Viernes, 26 de marzo
Nuevamente vio al animalito blanco, maravillado de la obra de Dios, cree que es
El Unicornio.
Se encontraba descansando después de las faenas, sintió una alegría silenciosa
como traída de la mano de Dios, que lleva a la perfección cada retoño, hojas y
pétalos. Vio entonces una enredadera en plena floración y sus flores como
nunca antes las viera, esplendentes de celeste luz, como unas joyas. Mientras
contemplaba, advirtió la presencia del animal que lo miraba con grandes ojos
bondadosos, tenía en la frente un único cuerno, blanco como el hielo. Esa visión
le hizo estremecer y perder la conciencia por un tiempo.
El lunes siguiente
Poco antes del mediodía estalló una tormenta, ya casi habían terminado de
preparar la tierra. Encontró un guijarro muy extraño, junto a la cascada,
parece de vidrio, pero natural.
Más adelante, leyendo descubrí que los Unicornios, dejan a su paso “el
periadham”, que son unas bolitas como de cristal. No se sabe si esas esferas
pequeñas son sus lágrimas o su excremento.
Miércoles siguiente
El maestro dice que intuye raras aventuras y maravillosas hazañas.
Pero a la vez sus pensamientos le aportan una alegría, una rara tranquilidad,
como si esa criatura fuera el augurio de algo bueno por venir.
Ese día, al alba, caminaba en una hondonada más alejada del Colegium,
conmovido por la soledad y la belleza de la creación, en pleno esplendor de la
primavera, sintió un aroma como a laurel y allí estaba él, a pocos pasos y por
primera vez oyó su voz, solemne y sin embargo musical.
Se volvió entonces el Unicornio y caminó hacia el pequeño bosque, desapareció,
no estaba por ninguna parte, no había ningún sitio donde esconderse, una
pradera abierta rodea al pequeño bosque. Es asombroso e intrigante.
Miércoles 14 de abril
Hablando con nuestro Maestro Eugnostos, (después de su retiro espiritual), le
pregunté por el Unicornio y por qué desaparecía.
El Maestro le respondió que el animal no desaparecía, lo que hace es abandonar
nuestro nivel de realidad y se marcha a otro.
¿Y cuál es ese otro nivel?
Existen cuatro Edades: la de Oro, la de Plata, la de Bronce y la de Hierro es la
que estamos ahora. Estas Cuatro Edades, representan a las cuatro grandes
Dinastías de la historia de la humanidad. Pero es más que eso.
A la primer Edad, se llamó de Oro porque brilla con la luz dorada como
pensamiento recién nacido en la mente de Dios.
Las siguientes edades son una elaboración de ese pensamiento. Las dimensiones
o edades vienen a ser como cuatro notas de una cuerda gigante que abarca el
pasado presente y futuro.
Eugnostos dice: “la amistad no tiene otro objeto que la manifestación del
espíritu”.
Por qué será que no hay relatos verdaderos sobre El Unicornio? Quizás porque
las pocas personas que lo vieron (jóvenes e inocentes), se vieron tan
deslumbradas con su presencia que no supieron como describirlo, las palabras
se opacarían.
“Su verdadero origen yace en la hondura del Tiempo, en ese Principio sin
principio cuando todo era desierto y vacío, oscuridad y niebla. Entonces decidió
el Santo Único apartar la oscuridad de la luz. Así se estableció concordia y
equilibrio, con la tiniebla expulsada al límite exterior y la Morada de la Luz en
el mismo centro de todo.
Pero lo oscuro, apenas situado y librado a si mismo, adquirió peso más allá de
toda ponderación, se introdujo entre las cosas y las empezó a arrastrar hacia
si conforme a sus inclinaciones.
Entonces el Santo Unico quiso contar con un panel donde desplegar su gran
arte; entre la ribera de la Luz y las murallas de lo oscuro dejó colgar a la
Tierra en equilibrio. Encendió sus montañas desnudas y en ellas esparció
brillantes gemas que aún reflejan esas llamas. Entonces el Santo Único habló al
espíritu conductor, a Galgallim, diciendo: “Te he hecho a partir de los ocultos
golfos, libre y con forma ilimitada.
El primer Unicornio
Llegó envuelto en una nube, impulsado por un blanco torbellino. Descendió con
suavidad desde los cielos a los campos infantiles de la tierra, aún antes que sus
fuegos iniciales se hubieran extinguido. Posee entonces el Unicornio el brillo de
la luz, y puede apartar de si toda oscuridad, toda tiniebla. Se lo llamó
“Asallám”, el primer Unicornio de los nacidos, criatura de conformación temible
y para contemplar hermosa, dotado de un cuerno de luz en espiral, señal de
Galgallím, el guía.
“¡Asallám! tu sólo serás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y
el modo de su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser su
conductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la hora final del fin
del tiempo”.
Los Avarim:
Estos Unicornios son los que se ocupan de nuestros asuntos, también los
curativos y los más comunes en nuestro mundo. Se acercan a nosotros en el
límite de la vigilia, sentimos su presencia con un gozo espiritual.
El Karkadam:
Habitan en las tierras desoladas, les gusta la soledad. Tienen unos profundos y
penetrantes ojos negros azules. También se les llama Reëm, son eternos
vagabundos, nunca están mucho tiempo en el mismo lugar. Son un poco más
grandes en estatura que los Avarín, aunque su cabeza es más redondeada.
Los Nimbi:
Son los más pequeños (miden menos de dos palmas), los más bellos, sólo se le
presentan a los niños y son muy veloces.
Los Killina:
Son los menos comunes de las siete casas. Muy pocas veces los han visto.
Gobiernan muchas tierras donde se mueven constantemente.
Despiden un fuego sagrado, con el que manifiestan su presencia, el cuerno
destella y su luminosidad impide la visión de los hombres. Sus apariciones
anuncian grandes acontecimientos. Los Killina custodian los Grandes Secretos
que sólo serán revelados al final de nuestra Era.
Fragmento
¡Venid! El los llevará al Rey Pescador
Y donde el brillante Sol se alza
Sobre el dorado rocío y los suave campos
Que se extienden detrás de las murallas
Del mundo. Mostrará los valles resplandecientes
Donde hallaréis el Cáliz de Oro y dejaréis atrás el Cáliz.
Y os guiará a traves de la Desolación de las Aguas
Hasta donde moran los Siete Protectores.
Entonces deberéis en primer lugar…
Y nunca más puede…
Ocultarse…
Ni falso…
Llegando a ser…
Donde descansa y se alimenta el Unicornio
Los hijos de los Unicornios se divierten todos juntos. Son muy curiosos y hacen
largas excursiones para conocer nuevos lugares.
Viven todos en el Jardín, algunos hacen sus nidos sobre el pasto aplastado,
otros descansan debajo de rosales silvestres (sus flores preferidas), junto a
las siemprevivas. También les atraen los arroyos, los ríos y las cascadas.
Tienen una vista muy aguda, y pueden mirar al sol del mediodía sin pestañar.
Al alba todos se inmovilizan, contemplando la salida del sol, como si oraran.
En su morada el Unicornio descansa en un sueño aparente, con la cabeza
erguida, siempre alerta, escuchando. No necesita dormir. Su oído es capaz de
escuchar hasta el sonido más sutil.
Entre el Unicornio y las doncellas hay un lazo secreto que los hombres no
conocen.
Por ellas él siente una atracción semejante al de las abejas por las flores, en
ellas provoca una ternura dulce y bella. Hay un hermoso misterio en esa
atracción. El Unicornio renuncia confiado a su soledad para someterse a las
caricias y mimos de las doncellas.
Cualquier mujer que sea casta de corazón, tiene acceso a la amistad del
Unicornio.
Él no exige que la mujer no haya sido tocada por un hombre, sino que ella no se
haya volcado al deseo hambriento de los placeres del mundo.
El Unicornio sabe quien se ha entregado a los goces pecaminosos, éstos nunca
podrán seguirle ni lo verán, pero si aquellos de corazón abierto y confiados.
Los que ansían el dominio no pueden tolerar ser guiados. Tampoco seguirán un
guía que les señale el camino. Quien desee guiar debe aprender a ser discípulo.
Es más probable que una virgen que ignora los deseos corporales reciba la
sabiduría del espíritu.
Antigua amistad del Unicornio con una raza antigua. El Unicornio le ha
mostrado una raza de Ancianos de cabellos canos, aspecto salvaje, vestidos con
pieles, adornados con collares de piedra y bronce, tienen una mirada amable y
sosegada.
Entonan canciones de la Edad del diluvio, eran quienes dominaron la tierra
antes que los romanos, alzaron las piedras verticales y les dieron nombre a las
estrellas.
Quedan ya muy pocos, son los amigos preferidos del Unicornio que camina
entre ellos despreocupado y tranquilo, ellos lo reciben como a un familiar. Les
ha enseñado muchos secretos: los de hierbas curativas, el vuelo de las aves, el
lenguaje de los árboles. Tienen prohibido muchas cosas: comer carne de cerdo,
utilizar el hierro o la rueda, deben orar antes de utilizar algo viviente. Viven
dentro de la espesa selva donde no ven las estrellas. Trabajan la madera con
mucha sabiduría.
Con el talado de las selvas, el número de los ancianos va disminuyendo poco a
poco y ellos lo aceptan resignados, dicen que son como encinas que se pudren en
lo oscuro del bosque, de regreso a la oscuridad de su matriz pacífica. Pero
están confiados que un día volverán y alzarán sus piedras otra vez y contarán
las estrellas.