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SÍNDROMES DIGESTIVOS

Gastritis

La gastritis es la inflamación de la mucosa que recubre las paredes del estómago. El revestimiento

del estómago contiene células que segregan enzimas y ácido que ayudan en la digestión y que

cuando se inflama ocasiona molestias. (Montero, 2015)

Causas, incidencia y factores de riesgo

 Alcohol

 Erosión (pérdida) de la capa protectora del revestimiento del estómago

 Infección del estómago con la bacteria Helicobacter pylori

 Medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirin ) y los antinflamatorios no esteroides

(AINES)

 Tabaquismo. (Blázquez., 2010)

Otras causas menos comunes son:

 Trastornos autoinmunitarios (como anemia perniciosa)

 Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar)

 Ingerir o beber sustancias corrosivas o cáusticas (como las sustancias tóxicas).

 Exceso de secreción de ácido gástrico (como el ocasionado por el estrés).

 Infección viral, especialmente en personas con un sistema inmunitario débil.

La gastritis puede durar un corto tiempo (gastritis aguda) o durante meses o años (gastritis crónica).

(Blázquez., 2010)

Síntomas

 Dolor abdominal

 Indigestión abdominal
 Heces alquitranosas

 Inapetencia

 Náuseas

 Vómitos

 Vómitos con sangre o con aspecto de café molido

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa específica. Algunas de las causas desaparecerán con el tiempo.

Se puede recomendar el uso de medicamentos para neutralizar el ácido estomacal o disminuir su

producción, Gastritis causada por Helicobacter pylori, se prescriben antibióticos, Dieta blanda.

(Blázquez., 2010)

Úlcera péptica

Es una erosión en el revestimiento del estómago o la primera parte del intestino delgado, un área

llamada el duodeno. Si la úlcera péptica está localizada en el estómago, se llama úlcera gástrica.

(Blázquez., 2010)

Causas

Normalmente, el revestimiento del estómago y del intestino delgado está protegido contra los

ácidos irritantes producidos en el estómago. Si este revestimiento protector deja de funcionar

correctamente y se rompe, ocasiona inflamación (gastritis) o una úlcera.

La mayoría de las úlceras ocurren en la primera capa del revestimiento interior. Un orificio que

atraviesa por completo el estómago o el duodeno se llama perforación y es una emergencia médica.

La causa más común de este daño es una infección del estómago por la bacteria llamada

Helicobacter pylori (H. pylori), que la mayoría de las personas con úlceras pépticas tienen viviendo
en su tracto gastrointestinal. Sin embargo, muchas personas que tienen esta bacteria en su estómago

no desarrollan una úlcera. (Blázquez., 2010)

Los siguientes factores también aumentan el riesgo de padecer úlceras pépticas:

 Tomar demasiado alcohol.

 Uso regular de ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno o naproxeno u otros

antinflamatorios no esteroides (AINES). Tomar ácido acetilsalicílico o AINES de vez en

cuando es seguro para la mayoría de las personas.

 Fumar cigarrillo o masticar tabaco.

 Estar muy enfermo, como estar con un respirador

 Tratamientos de radiación.

Una rara afección llamada síndrome de Zolliger-Ellison causa úlceras duodenales y estomacales.

Las personas con esta enfermedad tienen un tumor en el páncreas que secreta altos niveles de una

hormona, la cual causa un aumento en el ácido gástrico.

Muchas personas creen que el estrés causa úlceras, pero no está claro si esto es cierto, al menos

con el estrés diario en el hogar. (Blázquez., 2010)

Síntomas

 Las úlceras pequeñas pueden no causar ningún síntoma.

 Algunas úlceras pueden causar sangrado serio.

 El dolor abdominal es un síntoma común, pero no siempre se presenta, y puede diferir

mucho de una persona a otra.

 Sensación de llenura: incapaz de beber mucho líquido

 Hambre y una sensación de vacío en el estómago, a menudo de 1 a 3 horas después de una

comida
 Náuseas leves (el vómito puede aliviar el síntoma)

 Dolor o molestia en la parte superior del abdomen

 Dolor abdominal alto que lo despierta en la noche Otros posibles síntomas abarcan:

 Heces negras y pegajosas o con sangre

 Dolor torácico

 Fatiga

 Vómitos, posiblemente con sangre

 Pérdida de peso

Tratamiento

El tratamiento implica una combinación de medicamentos para eliminar la bacteria H. pylori (si

está presente) y reducir los niveles de ácidos en el estómago. Esta estrategia le permite a la úlcera

sanar y disminuye la posibilidad de que reaparezca.

Si tiene una úlcera péptica con una infección por Helicobacter pylori, el tratamiento estándar utiliza

diferentes combinaciones de los siguientes medicamentos por 5 a 14 días. (Blázquez., 2010)

 Dos antibióticos diferentes para eliminar la Helicobacter pylori, como claritromicina

(Biaxin), amoxicilina, tetraciclina o metronidazol (Flagyl)

 Inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol (Prilosec), lansoprazol (Prevacid) o

esomeprazol (Nexium)

 El bismuto (principal ingrediente en Pepto-Bismol) se puede agregar para ayudar a destruir

las bacterias

En una úlcera péptica sin una infección con Helicobacter pylori o una causada por tomar ácido

acetilsalicílico o AINE, el médico probablemente prescribirá un inhibidor de la bomba de protones

durante más o menos 8 semanas. (Blázquez., 2010)


También se puede prescribir este tipo de medicamento si tiene que seguir tomando ácido

acetilsalicílico (aspirin ) o AINE por otros problemas de salud.

Otros medicamentos que se pueden utilizar para los síntomas de úlcera o la enfermedad son:

 Misoprostol, un fármaco que puede ayudar a prevenir úlceras en personas que toman AINE

de manera regular

 Medicamentos que protegen el revestimiento del tejido (como sucralfato)

Si una úlcera péptica sangra mucho, se puede necesitar una EGD para detener el sangrado. Se puede

requerir cirugía si el sangrado no se puede detener con una EGD o si la úlcera ha causado una

perforación. (Blázquez., 2010)

Síndrome del intestino irritable.

Se refiere a un trastorno de las vías digestivas bajas que consiste en dolor abdominal y deposiciones

anormales. El estrés emocional con frecuencia empeora los síntomas. (Blázquez., 2010)

Causas

El síndrome del intestino irritable implica una combinación de dolor abdominal y estreñimiento,

diarrea o un patrón alternante de estos problemas.

Existen muchas causas posibles; por ejemplo, puede haber un problema con el movimiento

muscular en el intestino o una baja tolerancia al estiramiento y movimiento intestinal. Sin embargo,

no existe ningún problema en la estructura del intestino.

No está claro por qué los pacientes desarrollan este síndrome, pero, en algunos casos, ocurre

después de una infección intestinal. Esto se denomina síndrome del intestino irritable pos

infeccioso. Igualmente, puede haber otros desencadenantes.


Este síndrome puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a

principios de la vida adulta y es más común en las mujeres. Esta afección es la queja intestinal más

frecuente por la cual los pacientes son remitidos al gastroenterólogo. (Blázquez., 2010)

Síntomas

Los síntomas van de leves a severos, sin embargo, la mayoría de las personas tiene síntomas leves.

Los síntomas del síndrome del intestino irritable pueden ser peores en pacientes que también tengan

trastornos de estrés o del estado anímico, como ansiedad y depresión, pero es importante entender

que estas afecciones no causan este síndrome.

Los síntomas pueden abarcar:

 Distensión abdominal

 Llenura abdominal, gases, distensión

 Dolor o sensibilidad abdominal que:

 aparece y desaparece

 disminuye o desaparece después de las defecaciones

 ocurre después de las comidas

 Estreñimiento crónico y frecuente, generalmente acompañado de dolor

 Diarrea frecuente y crónica, generalmente acompañada de dolor

 Angustia emocional

 Depresión

 Inapetencia. (Blázquez., 2010)

Tratamiento

Los cambios en el estilo de vida pueden ser útiles en algunos casos de síndrome del intestino

irritable. Por ejemplo, el ejercicio regular y el mejoramiento en los hábitos de sueño pueden reducir

la ansiedad y ayudar a aliviar los síntomas intestinales.


Los cambios en la alimentación pueden ayudar; sin embargo, en general no se puede recomendar

una dieta específica para el síndrome del intestino irritable, debido a que la afección difiere de una

persona a otra. Incrementar la fibra en la alimentación y evitar alimentos y bebidas que estimulen

los intestinos, como la cafeína, pueden servir. (Blázquez., 2010)

Hepatitis.

La hepatitis es la inflamación del hígado, el órgano que procesa los nutrientes, sintetiza las

proteínas y cumple una función desintoxicante. Cuando una persona contrae hepatitis, el hígado

altera su funcionamiento. En la mayoría de los casos, es producida por un virus. En otros casos,

puede producirse por el consumo excesivo de alcohol o por algunas toxinas, medicamentos o

determinadas afecciones médicas. (Brooks, 2016)

Causas

La enfermedad puede ser causada por:

 Infecciones por virus (como la hepatitis A, B o C), bacterias o parásitos.

 Daño hepático por alcohol u hongos venenosos.

 Medicamentos, como una sobredosis de paracetamol, que puede ser mortal.

 Células inmunitarias en el cuerpo que atacan el hígado y causan hepatitis auto inmunitaria.

Los medicamentos que pueden causar daño al hígado abarcan metildopa (utilizado comúnmente

para la hipertensión arterial), isoniazida para la tuberculosis, anticonvulsivos (como valproato y

fenitoína), clorpromazina, amiodarona (para el ritmo cardíaco irregular) y ciertos antibióticos

(incluyendo trimetoprim con sulfametoxazol y eritromicina). Si usted necesita tomar algunos de

éstos, es posible que el médico necesite examinar su función hepática. (Blázquez., 2010)

La enfermedad hepática también puede ser causada por trastornos hereditarios, como la fibrosis

quística y la enfermedad de Wilson, una afección que consiste en tener demasiado cobre en el

cuerpo (el exceso de cobre se deposita en el hígado).


Otras causas abarcan:

 Lupus eritematoso sistémico

 Artritis reumatoidea

 Síndrome de Sjögren

 Esclerodermia

 Enfermedad intestinal inflamatoria

 Glomerulonefritis

 Anemia hemolítica

La hepatitis puede comenzar y resolverse rápidamente (hepatitis aguda) o puede causar una

enfermedad prolongada (hepatitis crónica). En algunos casos, se puede presentar un daño hepático

progresivo, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado.

La gravedad de la hepatitis depende de muchos factores, incluyendo la causa del daño hepático y

cualquier enfermedad subyacente que usted tenga. La hepatitis A, por ejemplo, generalmente es de

corta duración y no conduce a problemas hepáticos crónicos. (Blázquez., 2010)

Los factores de riesgo comunes abarcan:

 Uso de drogas intravenosas

 Sobredosis de paracetamol: la dosis necesaria para causar daño está cerca de la dosis

efectiva, de manera que tenga cuidado de tomarlo de acuerdo con las instrucciones.

Pregúntele al médico qué cantidad de paracetamol es segura para usted. Si su enfermedad

hepática es grave, el médico también puede solicitarle que evite ciertos antinflamatorios.

 Involucrarse en comportamientos sexuales arriesgados (como tener compañeros sexuales

múltiples y relaciones sexuales sin protección)

 Consumir alimentos contaminados

 Viajar a un área donde ciertas enfermedades son comunes


 Vivir en asilos de ancianos o centros de rehabilitación

 Tener un miembro de la familia que recientemente tuvo hepatitis A

 Consumir alcohol o abusar de él

 •Ser receptor de un trasplante de órgano

 Tener VIH o SIDA

 Haber recibido una transfusión de sangre antes de 1990 (el examen de sangre para la

hepatitis C no estaba disponible)

 Ser recién nacido de una madre con hepatitis B o C (puede transmitirse durante el parto)

 Ser trabajador de la salud, incluso odontólogo o higienista dental, debido al contacto con

sangre

 Hacerse un tatuaje (Blázquez., 2010)

Síntomas

Los síntomas de la hepatitis abarcan:

Dolor o distensión abdominal

Desarrollo de mamas en los hombres

Orina oscura y deposiciones de color arcilla o pálidas

Fatiga

Prurito generalizado

Ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos)

Inapetencia

Fiebre baja

Náuseas y vómitos

Pérdida de peso
Muchas personas con hepatitis B o C no tienen síntomas cuando resultan infectadas por primera

vez y aún pueden desarrollar insuficiencia hepática posteriormente. Si usted tiene algún factor de

riesgo para cualquier tipo de hepatitis, le deben hacer exámenes periódicamente. (Blázquez., 2010)

Pruebas y exámenes

Un examen físico puede mostrar una coloración amarillenta de la piel, agrandamiento y

sensibilidad del hígado o líquido en el abdomen (ascitis) que puede resultar infectado.

Es posible que el médico solicite exámenes de laboratorio como:

 Serologías para el virus de la hepatitis

 Pruebas de la función hepática

 Marcadores sanguíneos auto inmunitarios

 Ecografía abdominal

 Biopsia del hígado para determinar la gravedad del daño hepático

 Paracentesis si hay presencia de líquido en el abdomen (Blázquez., 2010)

Tratamiento

El médico discutirá con usted los posibles tratamientos, dependiendo de la causa de la enfermedad

hepática y puede recomendar una dieta alta en calorías si usted está bajando de peso. (Blázquez.,

2010)

Cirrosis

La cirrosis es una etapa tardía de la formación de cicatrices (fibrosis) en el hígado causada por

diversas afecciones y enfermedades hepáticas, como hepatitis y alcoholismo crónico. El hígado

desempeña diversas funciones necesarias, que incluyen eliminar sustancias perjudiciales del cuerpo

para desintoxicarlo, limpiar la sangre y producir nutrientes vitales. (Saa, 2012)

Causas
La cirrosis es ocasionada por la enfermedad hepática crónica cuyas causas comunes en Ecuador

abarcan:

Infección por hepatitis C.

Alcoholismo prolongado (ver hepatopatía alcohólica)

Otras causas de cirrosis pueden ser:

Inflamación auto inmunitaria del hígado .

Trastornos en el sistema de drenaje del hígado (el sistema biliar), como cirrosis biliar

primaria y colangitis esclerosante primaria

Hepatitis B .

Medicamentos.

Trastornos metabólicos de hierro y cobre (hemocromatosis y enfermedad de Wilson).

Esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).

(Blázquez., 2010)

Síntomas

Los síntomas pueden desarrollarse gradualmente y también es posible que no se presenten. Cuando

en verdad ocurren, pueden abarcar:

 Dolor o indigestión abdominal

 Confusión o problemas para pensar

 Impotencia, pérdida del interés sexual y desarrollo de mamas en el hombre (ginecomastia)

 Náuseas y vómitos

 Hemorragia nasal o encías sangrantes

 Heces de color pálido o color arcilla

 Vasos sanguíneos pequeños, rojos y en forma de araña bajo la piel

 Hinchazón o acumulación de líquido en las piernas (edema) y en el abdomen (ascitis)


 Vómito con sangre o sangre en las heces

 Debilidad

 Pérdida de peso

 Coloración amarillenta en la piel, las membranas mucosas o los ojos (ictericia). (Blázquez.,

2010)

Pruebas y exámenes

 Entre los exámenes que revelan problemas hepáticos se encuentran:

 Anemia (detectada en un conteo sanguíneo completo)

 Problemas de coagulación

 Problemas de la función hepática (detectados en pruebas de la función hepática)

 Albúmina sérica baja

Los siguientes exámenes se pueden usar para evaluar el hígado:

 Resonancia magnética del abdomen

 Tomografía computarizada del abdomen

 Ecografía del abdomen

Una biopsia del hígado confirma la presencia de cirrosis.

A algunos pacientes se les harán exámenes en busca de cáncer del hígado cada 6 meses. El médico

utilizará un examen de sangre para verificar los niveles de alfa-fetoproteína y realizará un examen

imagen lógico (ecografía, resonancia magnética o tomografía). (Blázquez., 2010)

Tratamiento

Todos los pacientes con cirrosis se pueden beneficiar de ciertos cambios en el estilo de vida,

incluyendo:

 Suspender el consumo de alcohol.


 Limitar la sal en la dieta.

 Consumir una alimentación nutritiva.

 Hacerse vacunar contra la influenza, la hepatitis A y B, y la neumonía por neumococo (si

el médico la recomienda).

 Coméntele al médico acerca de todos los medicamentos recetados o no y cualquier tipo de

hierbas y suplementos que esté tomando ahora o esté pensando en tomar.

Otras opciones de tratamiento están disponibles para las complicaciones de la cirrosis:

 Várices sangrantes: endoscopia digestiva alta con el uso de bandas elásticas y esclerosis

 Exceso de líquido abdominal (ascitis): usar diuréticos, restringir el agua y la sal, eliminar

líquidos (paracentesis)

 Coagulo Patía: hemoderivados o vitamina K

 Confusión o encefalopatía: medicamentos con lactulosa y antibióticos

 Infecciones: antibióticos

Un procedimiento llamado derivación porto sistémica intrahepática transyugular (DPIT) algunas

veces es necesario para las várices sangrantes o la ascitis.

Cuando la cirrosis progresa a enfermedad hepática terminal, los pacientes pueden ser candidatos

para un trasplante de hígado. (Blázquez., 2010)

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