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Nombre: Marlon Stick Villamil Hernandez

Quiebre de Rutina

En una noche de invierno del 15 de noviembre del año 2025, la furia de la noche
adornaba el cielo con nubes negras que lloraban sin cesar y de pronto llego el tiempo
del rayo que ilumino el cielo y desapareció en los horizontes de la ciudad. En esos
momentos me encontraba en un pensamiento profundo, en donde los recuerdos del
pasado me invadían, recordaba tiempos aquellos cuando era niño y mi única
preocupación era disfrutar del presente, pero ahora que deje de ser un niño a ser un
adulto, no dejaba de pensar en el futuro, de pensar en miles de respuestas a preguntas
aterradoras ¿Por qué? ¿Por qué la humanidad siempre ha pasado por acontecimientos
desastrosos, donde todos se vuelven unidos, pero pasan los días y esa unión queda en
el pasado, y no sé si pensar que nosotros nos hemos vuelto más inteligentes o más
brutos? ¿Qué será de la humanidad si sigue en estos pasos de ignorancia? ¿Hasta
dónde llegare?
En su pensamiento profundo y confuso empezó a escuchar los ladridos de su mascota,
dándose cuenta que el alba se asomaba en su ventana.
Perdí la noción del tiempo hasta que dirigí mi mirada al reloj de pared que años atrás mi
madre me había regalado, y me di cuenta que la manecilla más larga del reloj apuntaban
al número 7, y ese día tenia reunión a las 8 de la mañana en mi oficina.
- Hugo: ¡Diablos!, son las 7, no llegare a la reunión.
Desesperado me cambió de ropa para ponerme mi traje negro de corbata, comí algunos
panecillos del día anterior, me despedí de mi mascota Rocky y proseguí a encender mi
vehículo para luego salir a apuros al trabajo. En mitad de camino presencie un accidente
de dos automóviles, donde no me importo el tiempo de retraso que iba, mi cerebro me
indicaba que debía ayudar a esas personas y me detuve, baje del auto y fui auxiliar las
personas involucradas en el accidente, y pude apreciar que uno de los automóviles
llevaba un niño de no más de cinco años, y de pronto escuche una mujer gritando, en
el asiento del conductor, donde pude deducir que era la madre del niño; la mujer no
paraba de decir ¡AYUDENLO! ¡AYUDENLO! ¡PORFAVOR AYUDEN A MI HIJO!, mi
instinto fue salir corriendo a ver al niño y pude notar que sus piernas se encontraban
atrapadas con el asiento delantero, saque el celular para llamar a emergencias:

- Operador: 911, ¿Cómo puedo ayudarlo?


- Hugo: ¡Dense prisa, ha ocurrido un accidente de dos automóviles y un niño se
encuentra atrapado y en un mal estado!
- Operador: ¿Cómo es su nombre?
No podía creer que en estos momentos importara mi nombre.

- Hugo Thompson
- Ok, Sr. Thompson ¿Me puede dar su dirección?
- ¡En la Autopista Gotthard Luzern con calle San Agustín 69-B!
- Ok. Mantén la calma estamos enviando una ambulancia de inmediato.
- No tarden mucho.
Mientras colgaba el celular pude notar que era la única persona que estaba ayudando,
las demás personas que pasaban seguían como si nada hubiera ocurrido, algunos solo
tomaban sus celulares para tomar fotos, algo que no me sorprendió demasiado en un
mundo donde las personas habían perdido las emociones, y recordé que la semana
pasada había leído un artículo sobre la rara condición del hombre actual de vivir sin
sentir emociones donde explicaban que el cerebro límbico estaba padeciendo de
anomalías en el cruce de la información emocional a los hemisferios.
Pasaron más de veinte minutos y ni rastro de ambulancia se sentía, entonces decidí
buscar alguna manera de liberar al niño del asiento delantero, pero su madre se
encontraba en ese siento, y pude ver que la mujer se encontraba desangrando mucho
y trate de tomar su pulso cuando la mujer me sujeta el brazo y me dice:

- Ayude a mi hijo, no se preocupe por mí, no creo que salga vida de …

Un gran escalofrió recorrió cada rincón de mi cuerpo, y mis oídos escuchaban el silencio
de la muerte. El llanto del niño se prenuncio con gran fuerza y sabía que no iba a dejar
que otro ser muriera.
Decidí abrir la puerta del vehículo y sacar aquella mujer del asiento y ponerla a unos
cuantos centímetro lejos del auto, luego trate de correr el asiento hacia adelante pero
este se encontraba atascado, entonces sujete con gran fuerza la parte de la cabecera
del asiento y tire con gran fuerza haciendo que se desplazara unos cuantos centímetros
suficientes para que las piernas del niño se soltaran. De un momento a otro escucho el
sonido de una sirena:

- Hugo: ¡Por fin llega la ambulancia!

El celular empezó a vibrar dentro de mi chaqueta, era el gruñón de mi jefe:

- Hugo: Hola jefe, me encuentro por aquí en …


- Jefe: No me importa en donde está, ¿Por qué no llego a la reunión?

Empecé a contarle lo ocurrido pero de nada le importo.

- Jefe: Como su prioridad es estar ayudando personitas en la calle, no se moleste


en volver al trabajo, y busque otro a su gusto.

Quede atónito de la respuesta que este sujeto me había dado, pero no decidir discutir y
colgué enseguida. Ahora lo que sentía era unas ganas de saborear unas ricas galletas
ya que recordé que solo había comido un pan, y mi estómago no paraba de rugirme. Me
subí al auto y volví a casa pero no sin antes pasar por la panadería a comprar unas
galletas de chispas de chocolate, y comprarle un pedazo de salchichón a Rocky.
Cuando llegue a casa empezaron darme dolores en la cabeza y en el cuerpo, así que
decidí calentar un vaso de leche para acompañar la galleta, y saborearlo mientras
disfrutaba de una película que de casualidad se trataba de la historia del viaje de una
galleta por sistema digestivo el cual todo comenzó por una galleta que viajo por el
Sistema Digestivo, entro por la boca, ella pensó que no iba a ser peligroso. Pero cuando
se dio cuenta ya estaba en pedazos, los dientes la habían masticado y la saliva la volvió
viscosa. Intento escapar pero como estaba viscosa no pudo y resbalo por un abismo
que resulto el esófago, cayendo reunió todas sus partes, intentaba escapar pero no
podía porque habían músculos que la hacían resbalar, cayó en el estómago y empezó
su segundo viaje.

El estómago tenia forma de saco, en el estómago empezó a salir el jugo gástrico y se


mezcló con la galleta. Durante ese proceso eliminó la mayor parte de sus
microorganismos después de 3 a 4 horas paso al intestino delgado, ahí comenzó la peor
parte, el intestino delgado la volvió partículas muy, muy pequeñas, el páncreas regulo
la glucosa del organismo y el hígado elimino las sustancias toxicas que se unen con
otras moléculas. Alrededor de 12 horas extrajo todos sus nutrientes y los envió a todo
el cuerpo por la sangre, las partes que no fueron nutrientes las envió al intestino grueso,
que absorbió el agua y las sales minerales que después lo convirtió en materia fecal.
Habiendo concluida la película y comido la galleta se dio cuenta que el dolor de cabeza
persistía decidió irse a la cama a descansar, pero no podía dormir entonces decidió
revisar su celular y mirar algunos memes graciosos que lo hicieron reír hasta brotar
lágrimas de sus ojos y se dio cuenta que el dolor de cabeza y cuerpo estaba producido
por el estrés recogido por los acontecimientos recogidos del día y que la cura era reír y
olvidarse de todo.

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