Está en la página 1de 3

La retroalimentación no se da una vez al año

By Mariana Vasco / People Director / Great Place to Work® México


12 Septiembre 2018

Toda persona que se integra a la vida laboral tiene la necesidad y el derecho de


conocer lo que se espera de ella y obtener retroalimentación del proceso y del
resultado de su trabajo. Ello conlleva a un gran nivel de responsabilidad para todos
los líderes con equipos a su cargo, e implica ser conscientes de que, como seres
humanos y por naturaleza, cometemos errores y nos equivocamos, lo que
representa una gran ventana de oportunidad para que las personas podamos
desarrollarnos.

Los líderes debemos estar preparados para generar y garantizar una


retroalimentación constructiva de manera continua en la que sin duda se genere
una relación recíproca de dar y recibir; pero no solo eso, debemos estar habilitados
para generar procesos de retroalimentación oportunos y constantes.
El acercamiento cálido y de confianza abrirá la puerta para hacerlo de manera
humana; apegarnos a un modelo de retroalimentación nos garantizará la
efectividad. Posteriormente, es clave contar con elementos claros que den la
posibilidad al evaluado de prepararse mentalmente para la conversación. Una vez
abierta la puerta de la confianza y con la disposición necesaria para la sesión de
retroalimentación será muy útil hablar de aspectos concretos (positivos o
negativos) y ejemplos específicos, evitando emitir juicios de valor.

De igual forma es importante dar a conocer el impacto de las acciones y las


conductas, dejando espacios de silencio para que el ejercicio fluya en ambos
sentidos. Finalmente es importante cerrar con propuestas y/o compromisos del
líder y del colaborador que permitan transformar las áreas de oportunidad en
fortalezas.

El espacio que aprovechemos para retroalimentar a nuestros colaboradores es un


gran regalo y una enorme oportunidad para fortalecer los lazos de confianza;
generarlo está en nuestras manos y en tu tiempo. ¿Con que frecuencia deberíamos
otorgar ese gran regalo a la gente?

Es este el principal punto de reflexión que hoy por hoy los líderes de los Mejores
Lugares para Trabajar™ se plantean, ya que la retroalimentación no solamente
estrecha el vínculo de la relación líder – colaborador, también permite asegurar la
alineación con la estrategia y los objetivos organizacionales.

Hay que recordar que en la medida en la que proporcionemos claridad en lo


esperado, con metas concretas y alineadas a la estrategia estaremos impulsando
de forma determinante la rentabilidad del negocio.

Gestionar a los equipos de trabajo con espacios de retroalimentación constantes,


con agenda programada e incluso fuera de ella en caso de ser necesario nos
permitirá no depender solamente de una evaluación anual. Esto elevará la eficacia
de la toma de decisiones basadas en compromisos mutuos, más allá de
estadísticas de dominio de habilidades.

Ante los constantes cambios en metas, ajustes de estrategias y necesidad de


avanzar al mundo digital, la tendencia nos impulsa a que la retroalimentación sea
constante, sobre todo por la demanda de las nuevas generaciones por
desarrollarse continuamente y conocer sus fortalezas y áreas de mejora.

No dejemos de lado la oportunidad de contribuir al desarrollo personal y


profesional de los colaboradores. Sumemos y multipliquemos para que como
consecuencia de un buen sistema de retroalimentación basado en la confianza
podamos verlo reflejados en no solo en la productividad, sino en el mejoramiento
de la comunidad en la que se desenvuelven las organizaciones.

También podría gustarte