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Manual Tejido Telar PDF
Manual Tejido Telar PDF
(Nota en solapa)
Procedencia de las ilustraciones
Dibujos: Johan Frederiksen todas las fotografías han sido realizadas por Roni
Foto Suecia salvo las siguientes pág 241 Rudolf Moeschlin pág 232 (abajo),
Anita Gandahl fig 257 Estudio Badosa pag 236 y 204 (abajo). José Luis Ba-
rroso pag 244 Antonio Díaz Martínez Ninette Frederiksen figs 88 138 2 1 6
226 227 228 229 253 p 108, 138, Patty Stratton, sobrecubierta, p 2
Introducción.......................................................................... 6
I El telar ..................................................................... 9
1. El proceso de tejer y diferentes tipos de telares 10
2. Montaje y preparación del telar .......................... 22
II La urdimbre ................................................................. 31
3 Preparación y montaje de la urdimbre ................ 32
4 Proyecto del tejido ............................................... 35
5 Embobinado del material de urdimbre ................ 37
6. El urdidor y la urdimbre ....................................... 39
7. Distribución de la urdimbre en el prepeine......... 52
8. El enrollado de la urdimbre ................................. 59
9. Remetido por lizos ............................................... 67
10. Remetido por peine ........................................... 70
11. Anudado de la urdimbre................................... 73
12. Armadura de lizos y pedales ............................... 78
III La trama ....................................................................... 89
13 Accesorios para la trama....................................... 90
14. Embobinado de la trama...................................... 92
15. Control previo al tejido ........................................ 94
16. El tejido................................................................. 97
IV Teoría del tejido .......................................................... 109
17. Representación gráfica ......................................... 110
18 Los ligamentos fundamentales y sus derivados
más corrientes ................................................... 116
19 Numeración de los hilos ...................................... 130
V Proyectos y aplicación de diferentes técnicas......... 139
Generalidades acerca de los tejidos y sus técnicas... 140
Tejidos de diferentes aplicaciones ............................. 232
Índice..................................................................................... 246
Bibliografía.... ............................................... ........................ 248
6
Introducción
Altea 1989
La autora
I El telar
10
1 El proceso de tejer
El telar
La función principal de un telar es mantener los hilos de urdimbre bien
tensados y ordenados para facilitar la pasada de la trama. Los hilos de la
urdimbre están recogidos en dos travesaños o rulos -plegadores- el
plegador de hilo en el que se enrolla la urdimbre no tejida y el plegador de
tela en el que se pliega el tejido realizado (fig 2 y 3)
Tomando en consideración la posición de la urdimbre en los telares se
clasifican estos en telares de urdimbre vertical y telares de urdimbre hori-
zontal. Unos y otros están provistos de lizos que permiten separar instan-
táneamente cierto numero de hilos de urdimbre diferenciando asi dos
capas en la urdimbre y formando una apertura que denominamos calada
por la que se introduce la trama.
Calada de baja
En el telar de bajo lizo (fig 6) se observa que los lizos están atados a los
pedales de forma que al pisar un pedal baja el lizo conectado mientras
que el otro se mantiene en su posición la calada que así se consigue es
la denominada de baja
Calada de alza
Es la que se forma al subir uno o mas lizos tal sucede por ejemplo en los
telares de pedales de mano (fig 10)
Calada mixta
Es aquella que incluye calada de alza y de baja a la vez porque al
accionar los pedales unos lizos suben y otros bajan de modo simultaneo
(figs 16 17)
Telar de poleas
En el telar de poleas (fig. 15) los lizos penden de un travesaño a través de
su conexión con el conjunto de poleas y balancines que facilitan su movi-
miento. Del número de poleas y balancines depende el número de lizos
(fig. 93)
Telar de Contramarcha
También se puede incorporar al telar una construcción de contramarcha.
En un telar de contramarcha (fig. 16) los lizos están conectados tanto en
su parte superior como en la inferior a palancas —balancines de la contra-
marcha— que transmiten un doble movimiento, el de subida y el de baja-
da. La posición de los balancines de la contramarcha puede ser horizontal
(fig. 13) o vertical (fig. 14), siendo con esta última con la que se consigue
una mejor calada. No obstante, en telares de gran anchura —más de
170 cms— puede ser más apropiada la contramarcha horizontal de dos
grupos de balancines.
Telar Jacquard
La llamada máquina jacquard es un mecanismo más desarrollado en cuanto
al movimiento de los lizos, aplicado sobre todo en la industria pero también
utilizado en ciertas producciones artesanales.
Fig 20
24 El guiahilo
Se encuentra por encima del plegador de hilo. Al pasar la urdimbre por
un guiahilo ésta se mantiene en un nivel constante. Si la urdimbre pasara
directamente desde el plegador al tejido variaría su nivel a medida que
fuera desenrollándose en el plegador
El antepecho
El guíatela
Se monta por encima del plegador y sirve para que el tejedor no roce con
las rodillas la tela cuando ésta pasa del antepecho al plegador
El batán
Se coloca montando su travesaño superior sobre las muescas adosadas a
los laterales Las muescas son ajustables y se fijan una vez comprobado
que el batán está perfectamente paralelo al antepecho
El soportalizo
Denominamos así al travesaño movible que se apoya en los laterales del
telar y del que se suspenden los lizos En el telar de contramarcha penden
los lizos de la misma y el travesaño-soportalizo se utiliza sólo durante el
montaje de la urdimbre
Los pedales
Van en el travesaño más bajo, normalmente en la parte posterior del telar
Las levas
Son palancas de madera que transmiten el movimiento entre lizos y
pedales y se colocan introduciéndolas en un eje de hierro situado en uno
de los laterales. Para el encordelado entre lizos-levas-pedales se necesi-
tan cuerdas preparadas a la medida adecuada
Complementan el telar los siguientes elementos
Varillas de los plegadores, que cubren urdimbre y tela (fig 66)
Varillas de cruz, que se distinguen de las anteriores por los orificios de sus
extremos (fig 2 1 )
El peine, que se introduce en el batán y por él habrán de pasar los hilos de
urdimbre (fig 22)
Los lizos
Se incluye también en la preparación del telar el equiparlo de lizos.
Un lizo se compone de dos listones que contienen mallas por cuyo ojal
central pasan los hilos de urdimbre. Hay mallas de acero y de algodón
(fig 26) Las primeras son idénticas a las que se utilizan en la industria, su
disposición requiere que los lizos -a veces en forma de marcos- lleven
dos finas varillas de hierro donde se introducen las mallas. En las mallas
de algodón los listones de madera pasan por los dos ojales grandes de las
mismas
Los ojales centrales de las mallas de acero son normalmente muy peque-
ños y se requiere un gancho especial para pasar los hilos. En las de
algodón puede variar considerablemente el tamaño del ojal, pero las más
usuales son las de ojal de 1,5 cm. Para tejidos en que la urdimbre se
tensa fuertemente -tipo alfombra- es aconsejable que el algodón de las
mallas sea grueso. En las urdimbres muy tupidas se encuentran las mallas
muy juntas, por lo que en este caso son más aptas las de hilo fino.
Cuando las mallas no estén en los lizos se guardan en grupos bien anuda-
dos por los dos ojales grandes (fig 27)
Poleas y balancines
Son los accesorios que se utilizan al colgar los lizos para hacer posible la
acción de los mismos (véase página 78 Armadura de lizos en telar de po-
lea)
Proyecto
Una vez elegido el tejido a realizar se anotan todos los datos necesarios
en un papel al que denominamos proyecto de tejido
Embobinado
Si el material suministrado viene en madejas es preciso embobinarlo para
asi facilitar el urdido
Urdido
Los hilos precisos para una determinada urdimbre deberán ordenarse de
forma que tengan todos las misma longitud, lo que se consigue con el
urdidor
El enrollado
La urdimbre se enrolla en el plegador de hilo del telar. Para este proceso
se necesita la participación de dos personas o mas si la urdimbre es muy
ancha.
El remetido por lizos 33
Los hilos de la urdimbre se pasan por los ojales de las mallas en un orden
determinado a fin de alcanzar el ligamento deseado
La armadura
Este montaje comprende dos fases la suspensión de los lizos, según el
tipo de telar, y la conexión de los lizos con los pedales.
Modelo de un proyecto
Artículo 10 manteles, individuales 35x40 cm
Ligamento Tafetán 4 lizos, 2 pedales
Urdimbre Algodón Nº 16/2 ( 1 3 300 m/kg) blanco, rojo y verde
Trama Lino Nº 1 6 / 1 (8 960 m/kg) crudo
Peine 7 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Orillos 3 hilos 4 veces en cada extremo
Ancho de tejido 35 cm
Ancho de peine 35 + 2 cms = 37 cm
Número de hilos 37x14 + 8 = 526
Longitud de urdimbre 5 80 m
Longitud de la urdimbre
10 tejidos de 40 cm = 400 cm
20 dobladillos de 3 cm = 60 cm
1 muestra de 10 cm = 10 cm
Longitud del tejido = 470 cm
526 hilos
4 Proyecto del tejido 35
Artículo
Se especifica el o los tejidos proyectados
Ligamento o técnica
En este apartado se anota el nombre del ligamento o la técnica que vaya
a utilizarse y puede añadirse el número de lizos y pedales que requiere el
tejido (véase la parte IV Teoría del tejido)
Urdimbre y trama
Debe constar la clase de material indicando su numeración y los metros
que entran en un kilo, esto último para facilitar el cálculo del consumo de
material (Véase pág 130 Numeración de los hilos)
Peine
Se anota la densidad del peine, expresado en palletas por centímetro
Además consta en este apartado el número de hilos que han de pasar por
las mallas y por los espacios entre las palletas en el peine, expresado en
hilos/pall
Orillos
Los bordes de un tejido llamados orillas u orillos, se refuerzan con un
mayor número de hilos (p. 106)
Ancho de tejido
En este apartado se anota el ancho proyectado para el tejido.
36 Ancho de peine
Es la anchura que debe tener la urdimbre en el peine, tomando en cuenta
que el tejido tiende a encoger (p 107)
Número de hilos
El número de hilos para la urdimbre se consigue de la forma siguiente se
multiplican los centímetros del ancho de la urdimbre en el peine por el
número de hilos por centímetro ( = pall/cm x hilos/pall), y se añade a la
suma el número de hilos extras para los orillos
Longitud de la urdimbre
La longitud de la urdimbre se calcula a base de la longitud total de los
tejidos proyectados incluidos dobladillos u otros acabados. A la longitud
del tejido hay que añadir un 10% debido al encogimiento de la urdimbre
originada por la trama. Añadimos además 50 cm para el final de la
urdimbre que no pueda ser tejida y 10 cm para el anudado de la urdim-
bre.
Orden de urdir
Cuando la urdimbre se compone de varios colores se hace necesaria una
representación del número de hilos que habrá que urdir de cada color
Esta representación que llamamos "orden de urdir" puede disponerse
según uno u otro de los dos sistemas que constan en nuestro modelo. El
número de hilos de cada color se calcula en base al número de hilos por
centímetro y el ancho que se quiere dar a cada color
Representación gráfica
En el proyecto además de los datos indicados habrá una representación
gráfica, en papel cuadriculado, de los lizos, pedales y conexión entre
ambos (Véase parte IV Teoría del tejido)
de urdimbre
El número de portadas
En base al número de bobinas proyectadas para la realización de la
urdimbre se calcula el numero de portadas
42 Una portada contiene tantos hilos como el número de bobinas con que
se efectúa el urdido.
Ejemplo: Si el proyecto indica que la urdimbre tendrá 240 hilos, resultaría
un número de 60 portadas al urdir con 4 bobinas (240:4 = 60), o bien
habrá que urdir 120 portadas si se usan sólo dos bobinas.
Colocación de las bobinas
Si el material está preparado en las bobinas de madera a las que nos
referimos en el capítulo 5: Embobinado del material de urdimbre, se
colocan éstas en el suelo con la parte más estrecha hacia arriba para
facilitar la salida del hilo. Otras bobinas, como conos o las llamadas
bobinas cruzadas, se colocan en un portabobinas o en una tabla provista
de clavos de unos 10 cm de longitud para que se mantengan, (fig. 38).
Guiahilos
Sobre las bobinas se pone siempre un guiahilos. Éste se puede construir
con un listón de madera en el que se atornillan cáncamos o colocando
algunos aros de cortina -uno para cada bobina— en una cuerda que
penderá sobre las bobinas. Se ha de pasar cada uno de los hilos por un
cáncamo o aro observando que los hilos se desenrollen de las bobinas en
el mismo sentido y que el hilo corra verticalmente desde la bobina hasta
el guiahilo. (fig. 39).
El urdido debe iniciarlo y finalizarlo una misma persona y a ser posible sin
interrupción. Es importante procurar que la tensión de los hilos sea siem-
pre la misma para evitar futuros problemas al enrollar la urdimbre en el
telar.
46 Cambio de color
Si hay que cambiar de color se sujetan los hilos haciéndolos girar algunas
veces sobre el palito y metiendo finalmente los hilos en forma de lazo
entre los que ya se han urdido. Ahora pueden cortarse los hilos del color
terminado y hacerse un empalme con los hilos del color siguiente. Hecho
esto, se tira de los hilos y se deshacen las vueltas hechas sobre el palito
para continuar el urdido. Estos empalmes pueden hacerse bien al final o
al principio de la urdimbre, es decir, cerca del palito fijador o de la última
clavija de la cruz.
Recuento de las portadas
El recuento de los hilos se efectúa en la percha de la cruz de la forma
siguiente: se introduce el índice de la mano izquierda junto al primer
palillo y el índice de la derecha al otro lado de los hilos cruzados, junto al
segundo palillo. Estirando uno de los dedos se suelta una portada y de
este modo se hace el recuento dejando escapar alternativamente una
portada por el lado izquierdo y otra por el derecho de la cruz.
Las portadas contadas se anudan en grupos de número adecuado. Al
llegar por ejemplo a 50 portadas se pasa un cordón por cada lado de la
cruz. Se anuda el cordón de tal forma que puedan utilizarse los cabos del
mismo para seguir anudando las portadas en grupos iguales a lo largo de
la urdimbre.
Fig. 43 Hilos de la portada sujetos en el palo fijador Fig. 44 Recuento de las portadas
Fig. 45 Anudado en grupos de las portadas
Atados de la urdimbre 47
Cuando se ha terminado la urdimbre se sacará del urdidor en una trenza,
o cadena, pero antes de ello se ata la urdimbre en varios puntos para
mantener el orden de los hilos.
Primeramente se anudan los cabos de los últimos hilos alrededor del
palillo fijador y se cortan. Si la urdimbre termina en la cruz se anudan los
hilos alrededor de la última clavija en la percha de la cruz.
Para todos los atados de la urdimbre debe utilizarse un cordón fuerte y de
color distinto a la urdimbre.
Los atados más importantes son los que se hacen para conservar el
encruzamiento de los hilos en la percha de la cruz. La cruz se ata en
cuatro puntos, es decir, dos ataduras en cada lado de la cruz.
En el final de la urdimbre se hace un atado lo más cerca posible del palillo
fijador de modo que la urdimbre quede dividida, es decir, anudando por
separado los hilos que pasan por encima y por debajo del palillo respecti-
vamente.
La trenza de la urdimbre
Al sacar la urdimbre del urdidor debe mantenerse tensa, de no ser así
resbalará por los marcos y dificultará la realización de la cadena.
La cadena o trenza de la urdimbre se forma mediante los siguientes
pasos: se hace salir el palillo fijador a la vez que la urdimbre se mantiene
estirada con la mano y el urdidor frenado con la rodilla o el pie; A)
mientras la mano izquierda sujeta el extremo de la urdimbre, la mano
derecha pasa entre las dos bandas de ésta y recoge todo el cuerpo de la
urdimbre; B) arrastrando la urdimbre de la mano izquierda sobre la mano
derecha se forma el primer eslabón; C) la mano derecha sostiene la
urdimbre y la izquierda, ahora libre, se introduce en el eslabón cogiendo
el cuerpo de la urdimbre. Arrastrando los hilos en la mano derecha sobre
la izquierda se forma un nuevo eslabón. Se sigue así, sucesivamente,
cambiando de mano, con lo que se forma la cadena, parecida a una
cadena de ganchillo.
Al llegar al último cordón -el de los lazos más largos- se cierra la cadena
con los lazos del mismo antes de sacar la urdimbre de la cruz.
A
C
B
El urdido
Anudados los hilos que vienen de las bobinas y colocados en una clavija
del urdidor, puede empezarse el urdido. Se llevan los hilos, bien sujetos
entre los dedos, de un lado a otro en el número de vueltas antes calcu-
lado. Cuando la urdimbre haya alcanzado su longitud se formará la cruz.
Estudiemos para ello la figura 52 y veamos que los hilos van en forma de
Z entre las clavijas (numeradas 1 y 2) y que vuelven entre éstas en forma
opuesta.
Formada la cruz, retroceden los hilos por el mismo camino de los anterio-
res y al llegar a la clavija final se han urdido dos portadas. Al continuar el
urdido se ha de procurar que se efectúe con una tensión regular. Mejor
que ir de un lado a otro con los hilos es situarse bien, en el centro, entre
los dos laterales, y hacer llegar los hilos de uno a otro extremo con un
movimiento rítmico de brazo. Si el espacio existente entre los laterales es
muy largo, se aflojan los hilos en su transcurso, siendo preferible que la
distancia no sobrepase 1.30 m.
En cuanto al recuento de los hilos y cambios de colores se efectúan de la
misma manera que se ha descrito para el urdidor de tambor. Igualmente
nos remitimos a las instrucciones anteriores para los atados de la urdim-
bre y la realización de la cadena o trenza.
Fig. 50 Proceso de urdir en un Fig. 51 Atados de la urdimbre Fig. 52 Trayectoria de la cruz
urdidor de marco
52 7 Distribución de la urdimbre
en el prepeine
Fig. 53 Comprobación de la
distribución en el prepeine
Fig. 54 Varillas pasadas por la Fig. 55 Nudo para atar las varillas Fig. 56 Pasapeine
cruz de la cruz Fig. 57 Enhebrado por el
prepeine
56 La distribución en el prepeine puede realizarse entre dos personas; una de
ellas se encargará de proporcionar las vías (siguiendo el orden de la cruz)
y la otra las hará pasar por el peine e introducirá el palo. Cuando la
operación la efectúa una sola persona se coge una parte de la urdimbre y
se mete el brazo izquierdo por la urdimbre. Se mete entonces el pasa-
peine y se coloca en él la vía para pasarla por el peine y posteriormente
por el palo.
Pasadas todas las vías por el prepeine, se ata un cordel de un extremo a
otro del palo para que los hilos de urdimbre no puedan salir del mismo.
Dobles urdimbres
Las dobles urdimbres de materiales diferentes y las sencillas formadas por
materiales de distinto grosor y elasticidad, se preparan con el urdido de
cada material por separado, como aconsejé en el apartado sobre el ur-
dido, (p. 41).
Antes del enrollado en el plegador, se juntan las urdimbres pasándolas en
un mismo prepeine. Para conocer el orden de la distribución se hace un
cálculo para cada una de las urdimbres basado en el ancho y en el
número de vías.
Se utiliza un par de varillas para cada urdimbre. Conservando así las
cruces de ambas, se podrán coger por separado los hilos de una y otra, lo
que permitirá pasarlos en su lugar exacto al remeterlos por lizos, aunque
hayan sido repartidos de forma aproximada en el prepeine.
La unión de dos urdimbres en el prepeine puede realizarse en cualquiera
de los modos siguientes: se puede optar por distribuir primeramente una
de las urdimbres, dejando espacios libres en el peine para seguidamente
pasar por ellos las vías de la segunda urdimbre. Se utiliza un palo para
cada urdimbre y, una vez terminada la distribución, se pasan las vías en el
orden en que vienen del peine por un tercer palo, retirando los primeros.
El segundo método, que considero más aconsejable, consiste en colocar
las dos urdimbres con sus correspondientes varillas de cruz y se cogen las
vías de una y otra urdimbre, sucesivamente, según el orden calculado. En
este caso, se meten todos los hilos por un mismo palo.
Posibles errores
Terminada la distribución del prepeine se comprueba que las vías estén
bien colocadas en el palo, sin cruzarse. Si la urdimbre es de rayas de
diferentes colores, se controlará también el número de hilos de cada
color. Si se descubre que faltan algunos hilos, se preparan pequeñas
bobinas de hilo que suplen a los olvidados, pasándolos primeramente por
la cruz y después por el peine hasta atarlos en el palo. En el caso de que
sobren hilos, si no son demasiados, es mejor pasarlos por el prepeine y
58 enrollarlos con la urdimbre pare aplazar su arreglo hasta la fase del reme-
tido por lizos.
Puede ocurrir también que se descubra en la distribución del prepeine
una equivocación en el número de portadas y, consecuentemente, que la
urdimbre sea más estrecha o más ancha que lo proyectado. Para arreglar
lo primero habrá que urdir y preparar otra cadena (igual de larga) y añadir
ésta a la primera. En el caso de haber urdido demasiados hilos se pueden
retirar éstos y aprovecharlos en otra ocasión; para ello se anudan bien los
hilos en la cruz antes de sacarlos del prepeine y de las varillas y su
separación del resto de la urdimbre se hará a lo largo del enrollado.
Los errores en la cruz de la urdimbre son debidos a una incorrecta forma-
ción de las portadas. Algunos de ellos no tienen mayor importancia como
explico en el apartado Traslado de la cruz, del capítulo siguiente.
8 El enrollado de la urdimbre 59
Posibles errores
El traslado de la cruz puede parecer un poco complejo, sobre todo para el
principiante; no obstante, suele realizarse sin dificultad siempre y cuando
las capas de urdimbre se separen en caladas limpias y libres de obstácu-
los. Los posibles errores en la calada podrán ser de mayor o menor
importancia. Por ejemplo, el que alguna portada quede fuera de las vari-
llas de la cruz se considerará de poca importancia, al igual que el que dos
portadas de hilos vayan juntas sobre las varillas, en un mismo sentido,
porque, al fin y al cabo, la función de la cruz no es otra que mantener los
hilos de urdimbre en orden, y estos errores pueden corregirse posterior-
mente en la fase del remetido por lizos.
Si al poner de canto la primera varilla, según el punto B, se observa en la
calada detrás del peine que unos hilos forman una cruz, se debe a que la
vía ha sido mal colocada en el palo del prepeine. En este caso no pode-
mos aprovechar el palo del prepeine para sacar la primera varilla, sino que
habrá que introducir, en la calada conseguida al levantar la primera varilla
de la cruz, un listón extra. Trasladada la cruz detrás del peine y sacado el
palo del prepeine, el cruce de los hilos quedan junto al palo atador y no
entorpecerá el enrollado.
Hay errores que, contrariamente a los descritos, dificultan considerable-
mente el enrollado por la tirantez y rotura de los hilos de urdimbre que
provocan; en tales casos es preciso corregirlos previamente; quizás el 63
más corriente sea el siguiente: cuando se levanta la segunda varilla para
hacer pasar la cruz por el peine (D) puede observarse que algunos hilos
se cierran impidiendo que se abra la calada, ello se debe a que se
encuentran cruzadas entre sí algunas vías por haberse alterado el orden
al pasarlas por el peine. Es necesario sacar estas vías del peine e
introducirlas nuevamente en la forma correcta por él y por la cruz. La
corrección puede ser laboriosa, sobre todo cuando el error se encuentra
en el centro de la urdimbre, pero para una solución más rápida se
pueden cortar los hilos de las vías mal colocadas junto al palo atador y,
hecha la corrección, anudarlos dejando los cabos lo más cortos posible.
Después del enrollado de la urdimbre se pasan los hilos por los lizos
siguiendo la representación gráfica -el remetido. Para ello se preparan los ;
lizos con el número de mallas necesarias. Se colocan en los portalizos los
listones que forman la parte superior del lizo y se meten por ellos grupos
de mallas, seguidamente se introducen los listones inferiores por las ma-
llas y, sólo entonces, pueden deshacerse sus anudados para espaciarlas.
Compruébese que todas las mallas tengan la misma longitud y que los
ojales sean idénticos, pues de no ser así se notarían irregularidades en las ;
capas de la calada.
Después de efectuar el enrollado se encuentran los hilos de urdimbre
colgando sobre el guiahilo; por ello, y para que el remetido pueda hacerse
con comodidad, se trasladan los portalizos con los lizos a la parte poste-
rior del telar a fin de que estén cerca de las varillas de la cruz donde se
buscarán los hilos.
El travesaño del que penden los lizos en un telar de poleas suele ser
movible y su traslado se hace cogiéndolo con ambas manos fuera de las
cuerdas de los portalizos y acercándolo al extremo posterior del telar.
lig. 71 Manera de coger un hilo Fig 72 El hilo pasa por el ojal de Fig. 72 bis Grupos de hilos ya
de la portada la malla enhebrados
70
10 Remetido por peine
Esta fase consiste en pasar los hilos de urdimbre por el peine definitivo, el
que consta en el proyecto.
El remetido por peine se realiza dentro del telar, en el mismo sitio en que
se efectuó el enhebrado de los lizos, y una vez terminado, se coloca el
peine en el batán. Durante el remetido se cuelga el peine de los portalizos
con cordones de modo que quede horizontal y por delante de los lizos.
Es preciso calcular dónde habrá de iniciarse el remetido: se toma el ancho
total del peine, se descuenta de él el ancho de urdimbre (igual al ancho
en el peine indicado en el proyecto) y se divide por dos el resultado; la
cifra final indicará los centímetros sobrantes del extremo derecho y, por
tanto, dónde iniciar el remetido. Éste se realiza de derecha a izquierda.
Se coge el primer grupo de hilos, se tira de los cabos para deshacer la
lazada y se mantienen los hilos en la mano izquierda, tensándolos para
apreciar claramente el orden en que vienen los hilos de las mallas. Para
pasar los hilos se introduce el pasapeine por debajo del peine, se colocan
en aquél el número de hilos indicado y retirándolo, saldrán los hilos por
debajo del peine.
Cuando se haya pasado un grupo de hilos se anudan nuevamente con la
misma lazada. Es necesario controlar a menudo el remetido, a pesar de lo
cual no es extraño equivocarse y dejar palletas libres o hacer pasadas
dobles, sobre todo cuando el peine es muy tupido, por lo que no vendrá
mal contar con la ayuda de otra persona.
Cuando el remetido se realiza entre dos personas, el peine se coloca
sobre los portalizos, entre sus ranuras, donde quedará ligeramente incli-
nado. La persona encargada de pasar los hilos por el peine se encuentra
detrás del telar, mientras la otra, frente a los lizos, se preocupa de buscar
y colocar los hilos en el pasapeine; al hacerlo así, los hilos pasan a la parte
posterior del telar por lo que se dará la vuelta al peine antes de encajarlo
en el batán.
Figs. 73 y 74 Posición del peine cuando el Flgs. 75. 76 y 77 Posición del peine cuando el
remetido lo efectúa una persona remetido se hace entre dos personas
72 Colocación del peine en el batán
Terminado el remetido por el peine es el momento de colocar éste en el
batán. Si los lizos se encuentran muy altos se bajan con los portálizos.
Cuando se observe que la urdimbre no alcanza el batán, se desenrolla en
la medida necesaria. Si se trata de urdimbres muy tupidas y de hilos muy
finos, éstos pueden tender a desordenarse, permaneciendo entre la cruz y
el guiahilo; en este caso se alejan las varillas del guahilo alargando el
cordón que los une con el guiahilo. Cuando la urdimbre alcance sin
dificultad el batán se levanta la parte superior de éste y se bloquea el
peine en las ranuras. Repetimos aquí la conveniencia de coger el peine
por los extremos; más de un tejedor se ha pillado los dedos con el batán.
Se comprueba ahora con cinta métrica que la urdimbre está centrada en
el batán (las medidas se toman desde los extremos de éste hasta la ur-
dimbre).
urdimbre
Fig. 80 Manera de comprobar la distancia entre palo Fig. 81 Un cepillo suave ayuda a tensar todos los hilos
y travesaño de un grupo
El atado se hace utilizando uno de los nudos siguientes: 75
Figs. 82, 83 y 84 Manera de atar la urdimbre (A) Figs. 85 y 86 Otra manera de atar la urdimbre (B)
76 Una vez atada toda la urdimbre, se vigila la tensión de los hilos de
urdimbre en la parte posterior del telar; se cepilla con cuidado la urdimbre
desde el plegador hacia los lizos y, si se observan hilos flojos, se ajusta la
tensión en el nudo correspondiente. Los nudos hechos hasta ahora son
intencionadamente incompletos con el fin de abrirlos fácilmente para
hacer las correcciones oportunas antes de cerrarlos de modo definitivo, lo
que se hace con un nudo normal encima del primero.
Si el atado se ha hecho según el nudo A hay que dar uniformidad a la
urdimbre; se anuda un cordón en el lado derecho del atador y se pasa
cutre la urdimbre por encima de los hilos superiores y debajo de los
inferiores, se estira fuertemente y se ata en el extremo izquierdo del
atador.
Telar de poleas
Suspensión de lizos
Para suspender sólo dos lizos es suficiente colocar en el travesaño "so-
portalizos" dos poleas y pasar por ellas una cuerda cuyos cabos se anu-
dan directamente a los lizos. No obstante, se logra un mejor equilibrio si
la conexión entre éstos y las poleas se hace a través de tiralizos-balanci-
nes.
Para hacer posible el movimiento de tres o cuatro lizos es necesario el
uso de balancines. La suspensión de un mayor número de lizos requiere a
su vez pasar el encordelado a través de más poleas. La figura 93 nos
muestra en qué forma se suspenden los lizos en razón del número de
ellos. Para soportar bien los lizos no deben situarse las poleas ni dema-
siado próximas a los extremos ni muy centradas en el travesaño. Estarán
en posición adecuada cuando la distancia entre el extremo y la polea sea
igual a 1 / 4 parte de la longitud total del travesaño. Colocadas las poleas,
se pasa por ellas una cuerda a la que se atarán los balancines, preparados
éstos previamente con un cordoncito formando un lazo y que se atará a
la cuerda con el mismo nudo que se ha utilizado para los portalizos.
Para unir los balancines con los lizos se necesitan cordones cortos dobla- 79
dos y cerrados con un nudo -dos para cada balancín. Estos cordones se
sitúan en los lizos de manera que el atado venga en línea recta desde las
ranuras de los balancines hasta el lizo; se baja para ello un balancín hasta
el lizo y se separan un poco las mallas para marcar los puntos que
corresponda. Cada balancín está ligado a dos lizos y habrá que estudiar
los gráficos que nos muestra la situación de los diferentes atados (figura
93). Los balancines de un lado han de estar en dirección contraría a los
balancines del otro lado. Colocados todos los cordones en los sitios que
les corresponden, se enlazan a los balancines. Finalmente, se ajusta la
tensión de las cuerdas que deben mantenerse rectas, pero no tan tirantes
que levanten los lizos.
Para lograr un buen equilibrio hay que prestar atención a cada detalle de
la suspensión, es decir, que los cordones que unen lizos y balancines
sean de igual longitud, que su posición respete la línea recta y que el
número de mallas exteriores a los anudados sea el mismo en ambos
lados; se comprueba también que los portalizos -en los que descansan
los lizos durante este proceso- están al mismo nivel. En cuanto a la altura
de los lizos dependerá en ciertos casos del ligamento del tejido, pera la
más normal es aquella en que los hilos de urdimbre pasan por el centro
del ojal de la malla.
Fig. 90 Diferentes maneras de suspender dos lizos Fig. 91 Poleas y balancines preparados para la
Fig. 92 Lazadas del cordón entre lizo y balancín armadura de 4 lizos
Fig. 93 Disposición de la
armadura para diferentes números
de lizos
Si la urdimbre es muy estrecha en relación con el ancho del telar, puede 81
haber problemas con los lizos que en gran parte sobrepasan la urdimbre y
quedan sin el apoyo de ésta. Lo que suele ocurrir en estos casos es que
los lizos no suben ni bajan horizontalmente sino que se inclinan, a veces
de forma muy molesta, y habrá que recurrir a pequeños trucos para que
el tejido vaya bien, por lo que facilito dos soluciones que suelen dar
resultado.
Si la urdimbre no es excesivamente estrecha se pueden apoyar los extre-
mos de los lizos con cintas de goma elástica. Doblada la cinta, como
enseña la figura, con tantas vueltas como número de lizos, se unen y
cierran con una cuerda en un lado. Después se cuelgan las cintas del
travesaño y se introducen los listones superiores de los lizos, uno en cada
vuelta de la cinta.
Otra manera de estabilizar los lizos es atar entre el travesaño guiahilo y el
antepecho unos hilos fuertes, por ejemplo, hilo de red. Antes de atar
estos hilos en el antepecho se pasan por las mallas a razón de un hilo por
cada malla en cada lizo. Los hilos pasarán también por el peine lo más
cerca posible de sus extremos; finalmente se atan en el antepecho.
Suspensión de lizos
En el telar de contramarcha sólo hay un sistema de suspender los lizos in-
dependientemente del número de ellos.
El travesaño soportalizos se sustituye por la sobreestructura de la contra-
marcha que reposa en los laterales y se suspende cada lizo con su cuerda
correspondiente. (Véase preparación de las cuerdas pág. 28)
Al proveer las cuerdas con un mosquetón y los lizos con un cáncamo en
el sitio correspondiente, se efectúa fácilmente el traslado de los lizos desde
el portalizos, si han descansado en éstos durante el montaje.
Es muy importante comprobar la altura, que debe ser aquélla en que los
hilos de urdimbre pasan por el centro de los ojales de las mallas.
El hecho de unir cada lizo a dos puntos en la contramarcha y de pasar
cada una de las cuerdas por poleas, favorece el equilibrio al subir y bajar
los lizos evitando que se inclinen o bailen como puede suceder en telares
con suspensión de lizos por el sistema de poleas.
El gráfico
Como el anudado se hace con el tejedor situado dentro del telar, detrás
de los lizos, no olvide mantener el gráfico al revés para interpretarlo
correctamente.
Los agujeros indicados para atar un pedal son los que tanto en las levas
largas como en las cortas forman una hilera que coincide con la dirección
del pedal que ha de atarse.
Para un atado de dos pedales lo correcto es utilizar los dos centrales, y
para unir éstos a las levas cortas las cuerdas se colocan en los agujeros
más cercanos a ambos lados del agujero central en el que se realiza el
atado entre leva corta y lizo. Los agujeros de las levas largas adecuados
para los atados son aquellos que se encuentran en línea recta con los
utilizados en las levas cortas (que coinciden con la dirección del pedal).
Las reglas para el anudado de los pedales en el telar de contramarcha son
las siguientes:
En las levas cortas se colocan las cuerdas según los cuadraos marcados en
negro en el gráfico, los cuales indican los lizos que bajan.
En las levas largas se colocan las cuerdas según los cuadros en blanco que
corresponden a los lizos que suben.
Agujas de red
Son utensilios sencillos en los que se enrolla el hilo de un lado a otro.
Lanzaderas de alfombra
Cuando se trata de una trama muy gruesa es preferible utilizar la denomi-
nada lanzadera de alfombra. El paso de estas lanzaderas entre la calada es
más lento, pero se compensa sobradamente porque, al contener más
cantidad de trama, evita las interrupciones en el tejido para cambiar las
bobinas. Dichas lanzaderas son también las adecuadas para los tejidos
cuya trama se compone de telas cortadas a tiras, (fig. 176).
Canillas gobelino
Son las mismas canillas utilizadas desde antiguo para el tejido de tapices.
El hilo se enrolla al lado de éstas en el espacio claramente destinado a
ello; el otro lado acaba en forma de punzón, facilitando el paso de la
canilla entre la urdimbre.
Fig. 102 Papel cortado a la Fig. 104 Soportabobina Fig. 106 Comienzo de la canilla y
medida del hueco de la lanzadera Fig.105 Embobinado de dos hilos cierre del cabo final
Fig. 103 Canillera juntos
94
15 Control previo al tejido
Control de la calada
Se pisan los pedales y se observa la calada. Si los lizos quedan totalmente
inmóviles puede deberse a una de las causas siguientes:
-que no se han retirado los portalizos;
-que no se ha quitado el freno a los balancines de la contramarcha.
El error puede estar también en el anudado de los pedales cuando las
levas se sobreponen unas a otras o cuando las cuerdas de los pedales se
cruzan. En el telar de contramarcha el error puede consistir en una mala
disposición de las cuerdas en las levas; por ejemplo, si el pedal se ha
unido tanto con la primera leva corta como con la primera leva larga, no
podrá moverse el lizo correspondiente debido a la oposición de las fun-
ciones de las levas.
Si los lizos se mueven desigualmente inclinándose hacia un lado, la causa
está en que los atados de los balancines y poleas están mal situados. Para
corregir esto, deberán estudiarse nuevamente los gráficos de la suspen-
sión de los lizos. En telar de contramarcha una inclinación se puede deber
a que algunas de las cuerdas que suspenden los lizos se hayan cruzado
entre sí.
Si la calada tiene poca apertura puede deberse a lo siguiente:
-que la altura del batán sea incorrecta; no lo será cuando los hilos de
urdimbre pasen por el centro del peine sin rozarlo en su parte superior ni
inferior;
-que los pedales estén atados demasiado altos o bajos. Son varias las
razones que influyen en la altura adecuada de los pedales; el tejedor
principiante suele tener que ajustar varias veces el anudado hasta conse-
guir que los pedales tengan la posición adecuada.
Si al abrir una calada las dos capas no se forman regularmente y dificul- 95
tan el paso de la trama, puede deberse a que los hilos no se encuentran
bien nivelados entre sí.
Recuérdese que para cada ajuste en la armadura de los lizos y pedales
hay que fijar previamente la posición de los lizos colocándolos en los
portalizos; por ello, es conveniente dejar preparados siempre los portali-
zos con las cuerdas y colgarlos durante el tejido del travesaño posterior
del telar.
En el telar de contramarcha se fija la posición de los lizos con un freno en
los balancines.
La tensión de la urdimbre influye también en la apertura de la calada. Al
empezar el tejido debe dejarse la urdimbre bastante floja, tanto para
evitar que los nudos del atado de la urdimbre se deshagan, como para
facilitar que los grupos de hilos en los nudos se junten más rápidamente
en el tejido. Naturalmente no debe estar la urdimbre tan floja que dificulte
el paso de la lanzadera.
Densidad de trama
Se mide en número de pasadas por centímetro. En un tejido regular de
tafetán, el número de pasadas por cm es igual al número de hilos de
urdimbre en un cm; en tejidos con ligamento de sarga la densidad de la
trama será correcta si las pasadas forman una diagonal con un ángulo de
45°.
Encontrada la densidad correcta, se anota en el proyecto el número de
pasadas por cm y se comprueba de vez en cuando a lo largo del tejido.
Orillos
Ciertamente hay que prestar atención a los bordes del tejido, pero el
El templazo
Si el tejido se curva hacia abajo en el centro y los hilos no vienen rectos
desde el peine, se debe a que el tejido sufre una gran contracción. Se
intenta primero dejar la trama más suelta para recuperar el ancho que
corresponda; si no se consigue puede ser que, debido al tipo de tejido, se
haga necesario el uso de un templazo. Los templazos se fabrican en
hierro o madera y consisten en dos listones separables que llevan púas
metálicas en cada extremo. Para su colocación se mantiene el templazo
cerca del peine y con las púas hacia arriba para ajustar la longitud del
mismo al ancho de la urdimbre. Comprobada la medida se unen las dos
partes del templazo pasando un pequeño eje de hierro por los agujeros.
Al colocar el templazo se fijan bien las púas en el tejido; no deben
introducirse tan cerca de los extremos del tejido que puedan romperse
los hilos de urdimbre, ni tampoco tan distantes que causen defectos en el
tejido. El templazo se fijará mejor si la urdimbre no está demasiado tensa.
A medida que el tejido va creciendo es preciso colocarlo nuevamente
cerca de las últimas pasadas y a intervalos regulares a lo largo del tejido.
Al dejar de tejer es conveniente quitarlo para evitar que el tejido ceda
más en unas partes que en otras.
Remates de la trama
Al cambiar de bobina hay que rematar los hilos en la forma que sea más
apropiada. Si el artículo que se teje se va a confeccionar de modo que los
bordes queden ocultos, los cabos de trama pueden dejarse en los orillos
sin rematar -por ejemplo en los tejidos de tapicería- y siempre será
preferible cuando el diseño requiera muchos cambios de color. No obs-
tante, el remate de los hilos debe hacerse siempre en los demás tejidos,
aun cuando requiera atención por parte del tejedor y pueda ser bastante
laborioso.
Tejidos de rayas
Si un efecto de la trama consiste en sólo dos pasadas se deja en la
primera el cabo final bastante largo y fuera del tejido para después unirlo
con el otro cabo en la segunda pasada, haciendo una sola unión en lugar
de dos remetidos (fig. 114) .
Si un tejido lanzado lleva un color que se repite con frecuencia y en
pasadas cercanas será preferible seguir con el mismo hilo sin cortarlo.
En tejidos de rayas más anchas hay que fijar tanto el hilo de un color
como el del otro; para ello, terminado un color se vuelve el cabo en la
misma calada de la última pasada dándole una vuelta alrededor del hilo
extremo de la urdimbre. Al hacer la primera pasada del color siguiente, se
102 deja el cabo del hilo fuera del tejido para meterlo después en la calada de
la segunda pasada (fig. 115) .
Haciendo los remates en tejidos lanzados, los cabos sobrantes se pueden
sacar por encima del tejido para cortarlos después de haberlos cerrado
con algunas pasadas. Se ha de procurar repartir bien los remates en todo
el ancho del tejido, para evitar que suba más en un sitio que en otro.
Peine
En la calidad de un tejido influye también el peine que se usa, pues la
densidad del peine y el número de hilos que se pasa por los espacios
entre las palletas es lo que determina la densidad de la urdimbre.
La elección del peine se hace más fácil cuando urdimbre y trama sean del
mismo material y la tupidez del tejido sea la normal, es decir, no muy
densa ni demasiado separada. Para tejidos de estas características se
puede hacer una prueba de la forma siguiente: se enrolla el hilo en una
regla cubriéndola en unos centímetros con la separación deseada. Si el
número resultante es, por ejemplo, 8 hilos por cm se puede o bien utilizar
un peine de 8 pall/cm. y pasar un hilo por palleta, o bien se enhebran dos
hilos juntos en un peine de 4 pall/cm. Con el primero se obtiene un tejido
más liso; sin embargo, al pasar los hilos por un peine más espaciado se
evitan desgastes de un material delicado.
Cuando se proyecta un tejido en el que la trama va a cubrir la urdimbre
debe aplicarse un peine de mayor separación; por el contrario, se requiere
un peine más tupido que lo normal para un tejido de efecto por urdimbre,
o sea, cuando ésta va a cubrir la trama.
Son muchos los factores que influyen en la correcta elección de peine,
tales como el ligamento, el material y la textura que se quiere lograr en el
tejido. Los conocimientos de todo ello se adquieren principalmente por la
propia experiencia y resulta así evidente que el tejedor precisa cierta
práctica antes de saber elegir en cada caso el peine adecuado. Es por ello
conveniente realizar una muestra del tejido antes de preparar la urdimbre
definitiva. Estas muestras, junto al estudio de la relación entre material,
ligamento y peine en proyectos probados, constituyen la mejor ayuda
para la a veces difícil tarea de proyectar un tejido.
Orillos reforzados
Cuando la urdimbre ha sido enhebrada con un solo hilo por palleta se
refuerzan los orillos con un mayor número de hilos. Normalmente es
suficiente pasar dos hilos por las dos últimas palletas en cada lado. En
urdimbres para alfombras pueden reforzarse los orillos con más hilos, e
incluso pueden pasarse los últimos cuatro hilos dobles tanto por las ma-
llas como por el peine; con esto se forman pequeñas elevaciones en los
bordes.
Cuando se trata de tejidos de mayor transparencia, como visillos, no 107
deben reforzarse los orillos demasiado, pues quedarían muy tensos, lo
cual puede originar visibles ondulaciones en el tejido.
118
Urdimbre Urdimbre
Trama Trama
119
Urdimbre Urdimbre
Trama Trama
Pedales y orden de
pedaleo
Fig 120 Proyección y Fig 121 Proyección y Fig 122 Dibujo del tejido y su
representación del remetido representación de los pedales y el montura
atado de los mismos
114 Construcción del dibujo del ligamento
Una buena manera de conocer la relación entre el dibujo del ligamento y
los componentes de su montura es practicar la operación opuesta a la
descrita anteriormente, es decir, construir el ligamento o dibujo del tejido
que se obtiene por un montaje determinado. Los principios para tal tarea
consisten en estudiar los hilos que bajarán para cada pasada y en dibujar
éstos en la cuadrícula de forma que coincidan las columnas verticales
con los hilos en los lizos y que los renglones horizontales que representan
las pasadas de trama se encuentren en línea con las indicaciones en los
pedales.
Tafetán
Tafetán es el más sencillo y antiguo de los ligamentos y su característica
es que los hilos de urdimbre y trama se cruzan continuamente, es decir,
todos los hilos impares están debajo de una trama y todos los pares,
debajo de la otra.
El tafetán tiene dos caras iguales, sin derecho ni revés en el tejido, y su
superficie es lisa, sin dibujo. Los tejidos de tafetán tienen diferentes deno-
minaciones según el material de que están hechos. Los más corrientes
son: lienzo de algodón o de lino, calicó de algodón, tafetán de seda,
rayón, estambre, etc. Corrientemente se llama tejidos a la plana a los de
algodón o lino con ligamento tafetán.
Para un tejido de tafetán se precisan sólo dos lizos, pero generalmente se
reparten los hilos entre cuatro lizos; así los hilos de la urdimbre no quedan
tan juntos, lo que disminuye el desgaste de los hilos.
El tafetán se puede remeter también de cualquier otra forma. Lo impor-
tante es que los pedales puedan bajar alternativamente cada dos hilos de
urdimbre. La superficie lisa del tafetán lo hace muy adecuado como
fondo para dibujos, bien elaborados manualmente o bien producidos por
un orden especial del remetido.
117
Panamá
Panamá es un ligamento de tafetán en el que los hilos de urdimbre y
trama son dobles. Este ligamento puede obtenerse con sólo dos lizos en
que se pasan dos hilos consecutivos en cada lizo, pero lo más corriente
es que los hilos se distribuyan entre 4 lizos. Las indicaciones repetidas en
los pedales significan que la trama consta de dos hilos.
Fig. 128 Tejido de panamá Fig. 129 Panamá de 2 lizos Fig. 130 Panamá de 4 lizos
Sarga 119
La sarga es considerada como el segundo de los ligamentos fundamenta-
les y es algo más complicada que el tafetán. La característica de los
tejidos de sarga, también llamados tejidos en diagonal, es que los puntos
de ligadura se trasladan un espacio hacia un lado por cada pasada de
trama y de esta manera se consiguen líneas diagonales. Recordemos que
por punto de ligadura se entiende el punto que resulta de pasar un hilo
por encima o por debajo de una pasada o viceversa. Lo más común es
que estos puntos se trasladen hacia la derecha, la llamada sarga de
derecha (S.D.). El revés del tejido presenta entonces una diagonal de
izquierda.
El número de lizos para sarga puede ser cualquiera, pero como mínimo
tres. Lo más actual en la tejeduría manual es el empleo de cuatro lizos.
Los tejidos de sarga pueden ser de dos caras, sarga reversible, o de una
cara. Éstas se dividen en sargas por trama y en sargas por urdimbre
según la visibilidad de trama o de urdimbre que haya en la parte derecha
del tejido.
Sarga reversible
A la sarga reversible la caracteriza el que cada pasada de trama pasa por
debajo y por encima del mismo número de hilos de urdimbre; así, cada
cara presentará tanta urdimbre como trama. Esta sarga tiene el nombre
de batavia.
La batavia de cuatro lizos es uno de nuestros tejidos más corrientes en la
tejeduría manual.
4 3 2 1
Sarga cruzada
Por sarga cruzada se entiende un ligamento en que la mitad de los hilos
dent r o del rapport forma una diagonal de derecha y la otra mitad una
diagonal de izquierda. El efecto de líneas diagonales es menos visible
aunque pueda observarse una pequeña diagonal hacia la derecha y otra
hacia la izquierda. Un tejido de sarga cruzada resulta más flexible y
suave que uno en sarga de diagonal y es por ello adecuado para ciertas
telas de confección.
La figura 1 3 6 corresponde a una sarga cruzada, basada en una batavia
de 4 lizos. Comparando la armadura de ésta con la de la figura 132
vemos que los pedales 2 y 3 han cambiado de sitio.
Fig. 138 Tejido de sarga cruzada Fig. 140 Tejido de sarga cruzada
de efecto por trama de efecto por urdimbre
Fig. 139 Sarga cruzada de efecto Fig. 1 4 1 Sarga cruzada de efecto
por trama por urdimbre
Sarga de espiga 123
En estas sargas las diagonales van alternativamente hacia la derecha y la
izquierda formando un dibujo de ondulación en el tejido. Cuando este
dibujo va a lo largo del tejido, está formado por un pedaleo de orden en
punta, como muestra la figura 144. Para construir el mismo dibujo en
transversal del tejido se remeten los hilos en los lizos en forma de V, a lo
que se llama remetido de orden en punta (fig. 143). Por analogía del dibujo
se conocen los tejidos de este ligamento con el nombre de espiga o
espiguilla.
Fig. 142 Tela de espiga Fig. 143 Sarga espiga de dibujo Fig. 144 Sarga espiga de dibujo
transversal longitudinal
124 Sarga de losange
Las sargas de losange, también llamadas sarga de diamante, se obtienen
cuando tanto el remetido como el pedaleo son de orden en punta. Varios
de estos ligamentos se diferencian por nombres particulares. Uno de los
más conocidos es el ojo de ganso (pág. 153) cuyo ligamento se desarrolla
de una batavia de 4 lizos.
La sarga de 3 lizos de la figura 145 tiene un hermoso efecto por haber
doblado en panamá cada tres puntos del remetido y cada tres pasadas de
trama.
El ligamento en el tejido de la figura 147 se conoce como sarga de grano
o granito; de éste se desarrolla el dibujo algo más complicado del tejido
de la figura 149.
Fig. 157 Tejido de raso de efecto por Fig. 159 Raso de efecto por trama
urdimbre
Fig. 158 Raso de efecto por urdimbre
130
19 Numeración de los hilos
Sistema Tex
Actualmente, y para no tener que pasar de un sistema de numeración a
otro según la materia de que se trate, se emplea tanto en el mercado
internacional como nacional un sistema general de numeración, llamado
sistema Tex. En él, el número representa el peso en gramos de 1000
metros de hilo de cualquier material.
Ejemplo: un hilo de número 80 Tex quiere decir que 1000 metros del mismo
pesan 80 gramos.
LinoNil 8/3-crudo
1600 m/kg aprox.
Lino bucle
4600 m/kg aprox.
Algodón Ni 30/28
1500 m/kg aprox.
Algodón Ni 30/20
2100 m/kg aprox.
Algodón Ni 30/12
3500 m/kg aprox.
Algodón Ni 12/6
2800 m/kg aprox.
Algodón Ni 16/2
12800 m/kg aprox.
Algodón bucle
3100 m/kg aprox.
Lana Nm 1.25
1250 m/kg aprox.
Lana Nm 2.5
2500 m/kg aprox.
Lana Nm 2/7
3300 m/kg aprox.
Lana Nm 7
7000 m/kg aprox.
Lana Nm 2/1.63
Fig. 1 6 4
Fig. 1 6 5
Las mantas tejidas con este ligamento en que la urdimbre está cubierta
por la trama se conocen vulgarmente como "mantas pesadas".
Además de algodón pueden aplicarse urdimbres de yute, cáñamo o lana
para estas mantas, que más se asemejan a las colchas.
Fig. 166
144 Manta de cuadros
Foto en color 145
Ligamento: sarga batavia de 4 lizos
Urdimbre: lana Nm 2/6 (3000 m/Kg) negro, blanco, gris
Trama: lana Nm 2/6 diferentes colores
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Ancho de peine: 140 cm
Ancho de tejido: aprox. 1 2 5 cm
Número de hilos:
Orden de urdir:
Fig. 167 Manera incorrecta de Fig. 168 Manera correcta de Fig. 169
empezar una sarga empezar una sarga
Manta en sarga batavia a cuadros, Cojín con dibujo de "semikrabba"
descripción en pág. 144 descripción en pág. 210.
146 Bufanda de cuadros
Foto en color p. 148
Ligamento: tafetán
Urdimbre: lana Nm 2/7 (3500 m/kg) lila, gris y negro
Trama: lana Nm 2/7
Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall
Orillos: 2 hilos 2 veces en cada lado
Ancho de peine: 33 cm
Ancho de tejido: aprox. 29
Número de hilos: 132
Orden de urdir:
Colores Número de hilos Suma
Lila 8 24 14 8
= 54
Gris 8 8 44 = 60
Negro 18 = 18
Suma total 132
Fig. 1 7 0
Bufanda en malva con listas blancas 147
Orden de urdir:
Colores Número de hilos Suma
Malva 33 6 42 6 33 = 120
Blanco 6 12 12 6 = 36
Suma total 156
Fig. 171
Arriba: Mantel en panamá y reps a Abajo: Bufanda en tafetán a Bufanda de sarga con dibujo de
rayas transversales, descripción en cuadros, descripción en pág. 146 espiga, descripción en pág. 150.
pág. 135. Bufanda de sarga en malva con
Mantel en sarga a rayas azul y listas blancas, descripción en pág.
marrón descripción en pág. 136 147.
Manta de reps por trama.
Realizado por Marta Urbina de
Bernal. Descripción en pág. 143.
150 Bufanda con dibujo de espiga
Foto en color p. 148
Ligamento: sarga
Urdimbre: lana Nm 2 / 7 (3500 m/Kg) malva y blanco
Trama: lana Nm 1.25 (1250 m/Kg)
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall
Ancho de peine: 28 cm
Ancho de tejido: aprox. 24 cm
Número de hilos: 140
Orden de urdir:
Colores Número de hilos: Suma
Malva 32 60 32 = 124
Blanco 8 8 = 16
Suma total 140
Fig. 172
Ojo de ganso 151
Orden de urdir:
Azul 60 hilos
Amarillo 22
44 — 6 veces 264 hilos
Azul 22
22 hilos
Amarillo
Azul _60 hilos____
total 406 hilos
Orden de tejer:
Borde 12 cm + 3 cm para remate = 15 cm azul
Dibujo 4,5 cm amarillo 9 cm
Dibujo 4,5 cm azul 6 veces = 54 cm
Dibujo 4,5 cm amarillo 1 vez = 4,5 cm
Borde 12 cm + 3 cm para remate = 15 cm azul
88,5 cm
22 h. azules
22 h. amarillos
Borde izq. 22 h. amarillos
Fig.173
60 h. azules
154 Tejidos de retales
Traperas, retaleras, jarapas o harapas son algunos de los muchos nom-
bres que existen referidos a tejidos realizados con tiras de trapos viejos.
Estos tejidos se fabrican en muy distintos puntos de España y se pueden
mencionar entre los artículos más actuales los que se usan para poner
debajo del colchón y más recientemente las fundas para los asientos del
coche.
Las urdimbres que se utilizan para estos tejidos de trapos son normal-
mente de hilos finos de algodón. Estas urdimbres no son las apropiadas
para tejer alfombras, que deben ser tejidos resistentes al desgaste y de
calidad rígida para quedar bien en el suelo. Por ello se aplica un material
más fuerte en la urdimbre y un peine más bien espaciado para que la
trama, que se ajusta fuertemente, pueda cubrir los hilos de urdimbre. El
hilo de red de algodón, que existe en diversos grosores, es un material
muy apropiado para urdimbres de alfombras y pueden utilizarse, por
ejemplo, los de número 1 2 / 6 y 1 2 / 9 o los similares, número 30/12 y
30/24.
Lo más frecuente es que se realicen las alfombras en tafetán o panamá,
pero también pueden realizarse en sarga. Para este último caso hay que
tener en cuenta que los hilos de urdimbre serán más visibles, por lo cual
deben ser de un color que se combine bien con el color de la trama.
Fig. 1 7 4 Manera de unir las tiras Fig 1 7 5 Manera de cortar las Fiq. 1 7 6 Lanzadera de alfombra
o retales tiras en círculo
que las piezas sean grandes. Las tiras han de ser de unidades largas. Para 155
ello se las une con una costura, cortadas primero las puntas de las tiras
en diagonal; no se recomienda el corte de retomo en esquinas ya que se
desgastan rápidamente en el tejido. El dibujo de la figura 175 enseña otra
manera de conseguir una tira larga, cortando en círculos una pieza que se
ha unido de modo que se ha formado un tubo ancho de la tela. Las telas
gruesas se cortan en tiras estrechas, mientras que las tiras de tela fina
pueden ser algo más anchas. El mejor material y del que se suele conse-
guir mejor resultado es el de algodón. Debe evitarse el uso de tela de
punto junto con otros materiales, por ser más elástico.
Sin embargo, puede utilizarse tela de punto pero sin mezclarlo con otros
tipos de telas de diferente calidad.
Al utilizar un material teñido hay que asegurarse de que el tinte sea
sólido, porque las alfombras de esta clase deben ser lavables.
El tejido
El resultado de la alfombra se debe no solamente a una adecuada elec-
ción del material, sino también a una cuidada realización del tejido. Para
apoyar las primeras pasadas y para conseguir la anchura correcta desde
el principio se pasa una varilla de madera por la calada. Hecho esto se
teje unos centímetros con el mismo material que la urdimbre, lo cual
servirá de base para el acabado de la alfombra y se hace lo mismo al final
del tejido.
Es importante dejar el material de trama muy abundante en pequeños
semicírculos y ajustar bien cada pasada con varios golpes del batán. El
tejido de alfombras se realiza mejor al utilizar un templazo (pág. 100, fig.
111) con lo cual se mantiene una anchura regular.
Alfombras retaleras
Fotos en color p. 156
Ligamento: panamá
Urdimbre: hilo de red Ni 1 2 / 6 o 30/12
Trama: tiras de tela (1 cm de anchas) dobles
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
Orillos: 2 hilos 2 veces en cada lado
Fig. 1 7 7
Alfombras retaleras. Descripción
en pág. 154-155
Colgantes decorativos en nido de Bolsa en nido de abeja (abajo)
abeja (arriba) Descripción de la técnica en pág.
158
158 Nido de abeja (fotos en color pág. 157)
La técnica nido de abeja se caracteriza por las cavidades o "nidos" que
forma el dibujo en el tejido.
El ligamento consiste en dos diferentes dibujos de tafetán. Para uno de
ellos se sitúan los hilos en los lizos 1 y 2 y para el otro en los lizos 3 y 4; el
número de hilos remetido en cada grupo determina el tamaño de los
dibujos.
El tejido de los dibujos requiere cuatro pedales, cada uno atado a un lizo.
Además de las pasadas para los dos diferentes dibujos, se realizarán otras
que corresponden a un tafetán en todo el ancho del tejido. Para estas
últimas pasadas se bajarán dos lizos, el 1 y el 3, alternando con el 2 y 4.
Para ello se puede, o bien pisar dos pedales al mismo tiempo o bien
añadir y atar dos pedales extra, siendo esto último lo más cómodo.
El tejido debe empezar con una parte lisa realizada con los dos pedales
extras -o pisando dos a la vez-; hecho esto, se hacen dos pasadas con
los mismos pedales pero esta vez con material más grueso. Después se
tejerá el fondo de los "nidos" para uno de los dibujos.
Al efectuar las pasadas con los dos pedales, atados respectivamente con
el primero y segundo lizo, se teje un tafetán en las partes que tienen los
hilos situados en estos lizos, mientras que en las partes en que los hilos
están remetidos en los lizos 3 y 4 se encontrará la trama totalmente
suelta en el revés del tejido. Cuando el dibujo alcance la altura deseada se
le cierra con una o dos pasadas del material más grueso. Para estas
pasadas, que van en todo el tejido, hay que dejar el material muy abun-
dante, de modo que pueda ajustarse bien a la forma del dibujo y llenar
los espacios no tejidos.
El dibujo siguiente se teje con los pedales atados a los lizos 3 y 4 y se
termina con las pasadas de tafetán como se hizo para el dibujo anterior.
La técnica nido de abeja es fácil de tejer y especialmente apropiada para
colchas, pero también útil para tela de ropa y otros artículos. No obstante
deben evitarse dibujos grandes en los tejidos destinados a un uso prác-
tico, teniendo en cuenta los hilos sueltos que se presentan en el envés
del tejido. Esto es de importancia menor en tejidos cuyo objeto principal
es el decorativo y pueden aplicarse en ellos incluso dibujos excesiva-
mente grandes.
Se añade además a la representación del remetido una orden con el
número de hilos para cada grupo según el tamaño deseado de cada
"nido".
Nido de abeja (fotos en color pág. 157) 159
654321
Fig. 178 Tejido de nido de abeja Fig. 179
Alfom bra de reps. Descripción y
proyecto en págs. 1 6 1 - 1 6 2 .
Tejidos de reps 161
Orden de urdir
Manteles individuales de reps 163
Nota:
Obsérvese que habrá dos hilos/malla.
siempre del mismo color
Remetido: x = color
o= blanco
4 321
Grupo II Grupo I
Fig. 183
"Dril de gota" 167
4 3 2 1
1
2
3
4
Fig. 185
168 Tela de cortina. Tafetán y semigasa
El ligamento del dibujo, llamado semigasa, es especialmente apropiado
para tejidos de poca densidad y a menudo aplicado en telas de visillo.
Para las partes de tafetán en el tejido se remeten dos hilos por cada
espacio del peine, mientras los hilos que corresponden al dibujo se repar-
ten de la forma siguiente: primero se deja un espacio vacío, después se
pasan tres hilos juntos, se dejan dos espacios vacíos y se pasan de nuevo
tres hilos juntos, etc., según las indicaciones dadas en el dibujo del reme-
tido por peine (fig. 187, p. 169).
Para tejidos como éste, en que los hilos se reparten irregularmente, en el
peine, hay que calcular por un lado el número de palletas y, por otro, el
número de hilos.
Primero se calcula el número de palletas que ocupará un rapport, es
decir, los grupos que se repetirán. En este tejido requiere cada rapport 18
palletas - 9 para el tafetán y 9 para el dibujo. Al aplicar un peine de 5
pall/cm y suponer que el ancho de la urdimbre será de 120 cm, habrá
600 palletas en total (5 x 1 2 0 = 600). Por lo tanto se puede repetir el
rapport 33 veces ( 1 8 x 33 = 594). En las 6 palletas restantes y otras 3 se
remeterán los 18 hilos del grupo I —2 por palleta—, pues el tejido debe
terminar con un tafetán en el borde izquierdo.
Después se calcula el número de hilos para la urdimbre. Esto se hace más
fácilmente con una representación del orden del remetido en que se
indica el número de hilos para cada grupo y cuántas veces han de ser
repetidos.
Número de palletas:
Grupo I 9 palletas 18 palletas
Grupo II 9 palletas a repetir 33 veces = 594 palletas
Grupo II 9 palletas 1 vez = 9 palletas
= 18 hilos
909 hilos
4 3 2 1
Grupo
GrupoII II Grupo I I
Grupo
Grupo I
Grupo I
Grupo II Grupo I
Fig. 187 18 hilos
9 hilos
9 pall 9 pall
Fig. 1 8 7
170 Tela de cortina
Ligamento: derivado de tafetán
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), blanco
Trama: lino Ni 1 6 / 1 (8920 m/Kg), crudo o color
Peine: 8 pall/cm 1-2 hilos/malla 1-5 hilos/pall
8 palletas 12 hilos
Obsérvese que habrá dos hilos por malla en grupo II con un hilo sencillo
intermedio, y que los 5 hilos remetidos en este grupo pasarán juntos por
el peine.
Gr.
Gr.I I Gr.IIII
Gr. Gr.
Gr.II
rapport
rapport
3 2 1
Fig. 188 Tela de cortina en Fig. 189
técnica derivada de tafetán
171
Tela de tapicería
Ligamento: sarga de efecto por trama y tafetán
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), gris
Trama: lana Nm 2/7 (3500 m/Kg);
pasadas de sarga: 2 hilos de lana + 1 hilo fino de lino;
pasadas de tafetán: 1 hilo de lana
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Orillos: 3 hilos/pall - 4 veces
Al tejer con el lado derecho del tejido hacia arriba y para lograr el efecto
por trama tienen que ser bajados tres lizos para cada pasada y se atan a
los pedales según la armadura A (fig. 1 9 1 ) . Este pedaleo resulta algo
pesado en un telar con montura de poleas y suele ser mejor realizar el
tejido con el revés hacia arriba, atados entonces los pedales según la
representación B (fig. 192). Obsérvese que la sarga es de diagonal de
izquierda porque el tejido será aplicado en el sentido de la trama al tapizar
el mueble.
Con las cuatro pasadas de tafetán, efectuadas con los pedales 1 y 2,
entre las partes de sarga se obtiene un bonito efecto de relieve en el
tejido. La trama para la sarga es de tres hilos, dos de lana y uno de lino,
mientras que para las pasadas de tafetán se utiliza hilo sencillo.
65432 1
6543 21
2 1
x= hilo blanco
o = hilo de color
1 2 3 4
Grupo I
Fig, 1 9 7
176 Adamascado de tafetán (Fig. 195)
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg) blanco
Trama: lino Ni 1 6 / 1 (8960 m/Kg) crudo
Peine: 8 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
El orden de los 10 hilos se repite 4 veces, más una vez en que se excluye
el último hilo siendo éste innecesario al terminar un dibujo y empezar
uno nuevo. El ancho de los dibujos será de unos 3 cm si la urdimbre es
de 16 hilos por centímetro, como en este proyecto, y se remeten 49 hilos
en cada grupo. Para construir dibujos mayores se repite el remetido de
los 10 hilos hasta conseguir el ancho deseado.
Grupo I Borde
Borde Grupo II
4321
Fig. 195
177
Tejido de dibujo adamascado de 8 lizos
El dibujo adamascado en este tejido está construido por dos diferentes
ligamentos de sarga cruzada, uno de ellos de efecto por trama y otro de
efecto por urdimbre. Cada uno de los dos ligamentos requiere 4 lizos y 4
pedales y, por lo tanto, hacen falta 8 lizos y 8 pedales para este tejido.
El remetido
Cada raya trazada en una columna de 4 cuadritos significa 4 hilos, que
serán remetidos en orden seguido. De esta manera se delimita la repre-
sentación del remetido, que en otro caso resultaría muy larga.
El tejido representado en este proyecto tiene un borde de dibujos peque-
ños, remetidos 8 hilos alternativamente en los 4 primeros o 4 últimos
lizos. El diseño del resto del tejido se compone de dibujos más grandes
(de 60 hilos) entre los que hay dos dibujos pequeños. El remetido del
grupo I y II se repite según el ancho deseado y se termina con el grupo I
antes de remeter los 80 hilos para el borde izquierdo.
El pedaleo
El orden de pedaleo sigue los mismos principios que el remetido. Al
utilizar los 4 primeros pedales, pisándolos en orden seguido, se obtiene
un dibujo de efecto por trama en las partes en que los hilos están remeti-
dos en los primeros 4 lizos, mientras predomina el efecto por urdimbre en
las otras. Con el uso de los pedales 5 - 8 se construye el efecto opuesto
en todas partes.
Para esta clase de tejido hay que prestar suma atención al atado de los
pedales y suspensión de los lizos, sobre todo si el telar no es de sistema
de contramarcha.
178 Mantel de lino en dibujo adamascado
de 8 lizos
Ligamento: sarga cruzada
Urdimbre: lino Ni 20, crudo
Trama: lino Ni 28, medio blanqueado
Peine: 8 pall/cm 1 hilo/malla 3 hilos/pall
Ancho de tejido: 38 cm aprox.
Ancho de peine: 40 cm
Número de hilos: 980
Orden del remetido:
Fig. 199
179
F¡g. 202 Tejido tubular de Fig. 203 Tejido tubular (telar de Fig. 204 Tejido tubular (telar de
tafetán polea) contramarcha)
= atar a leva corta
= atar a leva larga
= sin atar
Fig. 205 Tejido de doble ancho Fig. 208 Tejido tubular de sarga = atar a leva corta
en tafetán (telar de polea) (telar de contramarcha) = atar a leva larga
Fig. 206 Tejido de doble ancho Fig. 209 Tejido doble ancho de = sin atar
en tafetán (telar de contramarcha) sarga (telar de polea)
Fig. 207 Tejido tubular de sarga Fig. 210 Tejido de doble ancho
(telar de polea) de sarga (telar de contramarcha)
Fig. 211 Tejido decorativo en
técnica de doble urdimbre (realiza-
ción de la autora)
184 Camino de rosa
La técnica denominada camino de rosa o simplemente "la rosa" es quizá
la técnica más corriente y popular en la tejeduría manual, ya que, a pesar
de su sencillez, da lugar a múltiples dibujos diferentes además de que
permite la realización de muchas variaciones inventadas por el propio
tejedor.
El dibujo es un ligamento de sarga cuyo remetido está ordenado en
grupos en forma de V con un hilo entre cada grupo situado en el último
lizo. El número de lizos puede variar, siendo lo más corriente el uso de 4
lizos.
Existen varias clases de camino de rosa, construidos por el mismo reme-
tido pero con distintos pedaleos o armaduras. En los proyectos siguientes
están representados los órdenes de pisar los pedales para realizar los
dibujos más corrientes en dos clases de camino de rosa, una combinada
con fondo de tafetán o reps y la otra con pedaleo en orden opuesto. Una
vez que se conozcan los principios de construir los dibujos para una u
otra clase de camino de rosa no resulta difícil variar el pedaleo para
nuevas combinaciones.
6 54321
Fig. 2 1 3
186
Camino de rosa con reps por trama
Foto en b/n p. 234
Urdimbre: algodón hilo de red 12/6 o 24/12
Trama: fondo: 1 hilo
dibujo: 2 hilos
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
El fondo, en este caso, es un reps por trama que debe cubrir bien los hilos
de urdimbre; por ello se utiliza un peine más espaciado y se ajustan todas
las pasadas con firmeza (remetido fig. 213).
4321
Fig. 214
187
Se prepara la urdimbre con tres bobinas, dos de la lana más fina, Nm 2/7,
y una de la más gruesa, Nm 1.25. Al mezclar dos grosores distintos en la
urdimbre se obtiene una estructura más viva en el fondo del tejido. Al
remeter los hilos se elige un hilo grueso o uno fino tal como aparezcan,
evitando que el hilo grueso se coloque siempre en el mismo sitio, con lo
cual se obtiene un relieve más interesante en la superficie del tejido. La
representación gráfica del remetido es de 24 hilos que forman un dibujo:
para hacer el proyecto completo debe repetirse 5 veces el dibujo pero la
última vez sin pasar los tres últimos hilos para terrrlinar tal como se
empezó.
6 5 4 3 2 1
Fig. 215
189
Cinturón de monje
Es una técnica de dibujo brochado que se obtiene por un remetido en
que los hilos de urdimbre están ordenados en grupos de tal forma que la
trama pasa por encima y por debajo del tejido de fondo en unos tramos
más largos y otros más cortos.
El tejido se realiza con dos pedales para pasadas del dibujo y dos para el
fondo de tafetán. Al repetir las pasadas de dibujo utilizando el mismo
pedal se construyen cuadritos o columnas. El dibujo más característico de
esta técnica es una estrella formada por ocho cuadritos. El número de
columnas estrechas entre las más anchas, que constituyen la estrella,
puede variar. También se puede ordenar el remetido en dos grupos igua-
les situados en los lizos de forma que se construye el mismo dibujo en
negativo y positivo.
La técnica de cinturón de monje es muy apropiada para tejidos de man-
telería, cortinas, cojines, etc. Puede realizarse sólo una cenefa para deco-
rar el tejido, o se teje un dibujo que cubre todo el tejido como en los
manteles de la foto de color de la página 193 . En artículos de uso deben
evitarse dibujos de tramos muy largos teniendo en cuenta que el hilo
pasa suelto sobre el tejido. Cuando se trata de un tejido decorativo, en
cambio, se pueden aplicar dibujos de mayor tamaño para lograr motivos
y efectos más vistosos.
Fig. 218
191
Cinturón de monje
Mantel de dibujo amarillo, foto en color p. 193
Urdimbre: algodón Ni 20/2
Trama: fondo: Lino Ni 1 6 / 1
dibujo: Lino 16/2
Peine: 9 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Grupo I
Grupo II
Fig. 2 1 9
192
Cinturón de monje
Mantel de dibujo rojo, foto en color p. 1 9 3
Urdimbre: algodón Ni 16/2, crudo
Trama: fondo: lino Ni 8 / 1 , medio blanqueado
dibujo: lino Ni 1 6 / 1 , color, dos hilos
Peine: 8 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall
Orillos: 4 hilos/pall 2 veces en cada borde
Gasa de vuelta
La gasa de vuelta es un ligado especial que consiste en hacer cambiar de
posición los hilos de urdimbre, pasando unos por encima de otros. En la
industria se consigue este efecto mediante lizos especiales y otros arre-
glos como el empleo de dos plegadores de urdimbre. En la tejeduría
manual el efecto se consigue normalmente pasando a mano la trama que
dará vuelta a los hilos o grupos de hilos de urdimbre.
El número de hilos que se envuelven entre sí para formar el dibujo puede
variar dependiendo de la densidad de la urdimbre y del efecto que se
desea lograr. Cuando las vueltas se hacen con pocos hilos y éstos se
encuentran en un espacio corto se obtiene un dibujo de poca altura; por
el contrario, si los hilos que dan la vuelta se encuentran muy espaciados
en el peine, se formará un dibujo más grande.
Es importante tener en cuenta que la trama que sujeta los hilos retorcidos
debe quedar bien tensa siendo a veces necesario reforzar los orillos a
base de cortas pasadas de tafetán. El envolvimiento de los hilos se realiza
normalmente en calada cerrada cogiendo los hilos que se quieren retor-
cer y pasando por ellos la trama. Si se pasa una varilla de madera por los
hilos retorcidos y se pone de canto, se consigue una apertura por la que
pasa más fácilmente la lanzadera.
221 222
Medallón danés
La técnica conocida con el nombre de medallón danés es un procedi-
miento sencillo de formar un dibujo cuyo diseño es muy flexible. Se
necesitan dos tramas distintas, una para el fondo de los dibujos y otra,
más gruesa, para los contornos de los mismos. Los dibujos se construyen
de la forma siguiente: se teje una pasada completa con la trama gruesa
desde el lado izquierdo dejando el cabo final fuera del tejido. Esta trama
debe dejarse muy abundante y se ajusta ligeramente. A continuación se
tejen varias pasadas con la trama del fondo hasta alcanzar la altura de-
seada del dibujo. Se abre la calada siguiente y se pasa la lanzadera con el
hilo grueso hasta el lugar del primer medallón donde se subirá por en-
cima del tejido.
Con ayuda de un ganchillo introducido por debajo de la pasada del hilo
grueso se recoge una lazada del hilo que forma el contorno superior del
dibujo. Se pasa la lanzadera por esta misma lazada y se tensa fuerte-
mente el nudo formado. Se abre de nuevo la calada, se pasa la trama
hasta el dibujo siguiente y se repite el mismo procedimiento. Al llegar al
extremo izquierdo del tejido se remete el cabo antes dejado fuera del
tejido.
223 224
F¡g. 223 Dos maneras de envolver y retorcer los hilos F¡g. 224 Medallón danés
196 Red de Valdeverdeja
El efecto de calado en los tejidos llamados red de telar o red de Valde-
verdeja se consigue a base de pasadas que nunca abarcan todo el ancho
de la urdimbre pero que se unen de vez en cuando en los huecos que
ésta deja. En el tejido de la figura 229, una de las listas se ha realizado con
los principios de dicha técnica que aparece ¡lustrada en detalle en la
figura 225.
Para formar el dibujo se empieza con unas cortas pasadas en el lado
izquierdo del tejido. Hecho esto, avanza la lanzadera por otro grupo de
hilos y se tejen de nuevo unas pasadas cortas, continuando así en peque-
ños grupos hasta el final del tejido. Al colocar cada una de las pequeñas
pasadas con tensión correcta no son necesarios los ajustes con el batán.
Cuando se repite el mismo movimiento de derecha a izquierda se cons-
truye un dibujo más completo.
Con el mismo procedimiento se pueden conseguir variaciones muy inte-
resantes tejiendo en unos pasos cortos y otros largos, abriendo nuevos
huecos o uniendo unos dibujos en partes lisas.
El dibujo calado en los verdaderos tejidos de Valdeverdeja como el visillo
de las figuras 227 y 228 es elaborado a base de pasadas cortas repartidos
los grupos de hilos de manera que los huecos entre ellos formen líneas
diagonales que. a su vez, constituyen la rica ornamentación de estos
tejidos.
225
226
Fig. 229 Tejido calado de,diferentes técnicas Fig. 230 Variación libre en la técnica red de Valdeverdeja
1
Fig. 231 Manera de tejer la técnica red de Valdeverdeja
Mantel en lino con adorno de dibujo calado 199
Urdimbre: lino Ni 16/ 1 , blanco
Trama: lino Ni 16/ 1 , blanco
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
233
Fig. 235 Manera de hacer una canilla Fig. 236 Trama de fondo en lanzadera y trama de
dibujo en "Mariposas"
Arriba: Muestra de diseño para Abajo. Detalle de alfombra de
alfombra en nudo rya de pelo nudo de pelo corto, realizado en el
largo. Realizado por la autora taller protegido Anezka, Vitoria
Arriba: Tejido decorativo con Arriba: Tejido decorativo en Abajo: Tejido decorativo de
motas de lana cardada sin hilar. técnica Dukagang. Descripción bucle.
Realizado por la autora. en pág. 209 Diseñado por Sara Svensson.
Descripción en pág. 2 1 6 Descripción en pág. 2 1 6
Fig. 237 Detalle de técnica "Dukagang"
Dukagang (nombre sueco) 207
A B A B
3 2 1 3 2 1 1 2 3 1 2 3
A B
A B C
21
43 2 1
Fig. 240 Las partes del Fig. 241 Trayectoria de la Fig. 242 A y B Remetidos
dibujo marcadas por una trama del dibujo en el revés ordenados en grupos. C Remetido
espada para traba|ar manualmente
212
Tejido decorativo de la
técnica Krabbasnar
214
Nudos y otros puntos de relieve
Hay todo un conjunto de puntos de relieve y nudos que se utilizan sobre
todo como realce y que constituyen o bien un dibujo aislado o se repar-
ten en todo el tejido. La trama del dibujo se sobrepone por anudamientos
o puntos que recuerdan un bordado y que en su mayoría proceden de los
tejidos más antiguos.
Entre los nudos existen, por una parte, el bucle o anillo y, por otra, el de
pelo cortado.
El nudo bucle se conoce, además por diversidad de nombres muy tradi-
cionales en España, como son el nudo alpujarreño y gorullo o confite
gallego que, a su vez, dan nombre a los tejidos que los contiene.
La trama que formará el dibujo de relieve en estos tejidos puede ser la
misma que la trama del fondo, pero generalmente se utiliza un hilo más
grueso, del mismo color que el fondo o distinto. Puede aplicarse también
una trama suplementaria para el dibujo. En los lugares previamente de-
terminados en donde se desea construir el dibujo se saca la trama en
pequeños anillos con una aguja de punto y, realizada una pasada de
tafetán, se retira la aguja.
Entre los nudos de pelo cortado distinguimos dos clases, el tipo persa o
nudo sennah y el tipo turco o nudo yordes.
246
247
Soumac
La manera de decorar un tejido con la técnica soumac se utilizaba ya en
la antigüedad en los tejidos coptos como punto de relieve. Hoy en día se
aplica frecuentemente esta técnica y muchas variaciones de ella en la
confección de tapices.
La técnica recuerda la utilizada en cadenilla bordada sobrepuesta al fondo
de un tejido de tafetán. La longitud de los eslabones puede variarse
dependiendo de la calidad y el tipo de diseño.
1
2
3
4
= pasadas de dibujo
= pasadas de fondo
Fig. 258
Röllakan
Las técnicas aplicadas en la alfombra de la ilustración de p. 233 y el pequeño
tejido decorativo representado en la p. 242 se conocen con el nombre
röllakan (nombre sueco). Con las vanantes que existen de esta técnica se
construyen dibujos geométricos formados por cuadros o triángulos.
Las uniones de las diferentes tramas pueden hacerse con enlace simple o
doble. En el enlace simple las tramas van ligándose sólo en una dirección
y se obtiene un tejido reversible muy apropiado para alfombras. Mediante
el enlace doble, enlazadas las tramas en ambas direcciones, se forman
pequeñas evoluciones o canutillos en el revés del tejido; no obstante
suele resultar más fácil conseguir un ligado regular y liso al utilizar el
doble enlace.
Enlace doble, tejido con revés 223
Los tejidos de doble enlace se realizan más fácilmente con el revés frente
al tejedor.
Se abre la calada en cuyo lado izquierdo quede levantado el último hilo y
se pasa la primera trama desde este lado hasta el lugar previamente
determinado para el primer dibujo. Se colocan la tramas siguientes en la
misma dirección, siempre empezando por debajo de un hilo de urdimbre.
Antes de remeter los cabos finales se enlazan con las tramas puestas y se
retrocede por la calada siguiente.
Al continuar el tejido se enlazan las tramas tanto cuando van hacia un
lado como hacia otro. Cuando el dibujo se desplace a un lado se puede
optar por llevar el hilo por fuera del tejido hasta su nuevo lugar. También
pueden colocarse dos tramas por la misma calada poniendo primero la
que viene de la derecha si el desplazamiento del dibujo fuera hacia la
izquierda y lo contrario cuando el lugar del nuevo dibujo está al lado
derecho. Para añadir un nuevo color se procurará hacerlo cuando las
tramas vayan en dirección de derecha, lo que ayudará a mantener el
ritmo de las pasadas.
Fig. 260 Unión de enlace doble Fig. 261 Unióny desplazamiento, enlace simple
224
guiente en que las tramas vuelven en dirección izquierda. En esta clase
de tejido debe dejarse el material abundante en semicírculos regulares y
al realizarse en telar con batán se aprietan las pasadas en calada cerrada,
es decir, después de haber pisado el otro pedal.
Las pasadas en que las tramas retroceden de izquierda a derecha se
realizan más fácilmente empezando por el lado derecho. Esta vez se
excluyen los enlaces; no obstante, se procura tirar las tramas de forma
que los enlaces anteriores se coloquen bien en su sitio entre dos hilos de
urdimbre. Para desplazar un color hacia un lado se colocan dos tramas
por la misma calada. Al rematar un color terminado se desliza un poco la
última pasada para introducir el cabo final por la calada anterior.
Dibujos de diagonales
Dibujos formados por diagonales pueden realizarse con o sin enlaces
entre las tramas, obteniendo en el primer caso un tejido con derecho y
revés, y en el segundo, un tejido de dos caras ¡guales.
Kilim
Kilim es el nombre generalmente aceptado de un técnica que consiste en
dejar abiertas las líneas verticales entre los dibujos y que se aplica princi-
palmente en tejidos cuyos diseños se componen de pequeños cuadritos.
Al ser los huecos muy cortos, debido a los frecuentes desplazamientos de
los dibujos, no se notan las aperturas y el tejido parece completamente
unido, lo cual sucede por ejemplo en las alfombras orientales u otros
tapices folklóricos realizados de esta manera.
En el tapiz contemporáneo, en cambio, se emplean a menudo aperturas
más largas constituyendo éstas parte del diseño.
Figs. 266 y 267 Unión de perfil irregular Figs. 268 y 269 Hachures
do". Una vez colocadas las tramas, como muestra el dibujo esquemático 227
de la figura 270, se aprietan hasta que cubren la urdimbre.
Puntos o pequeños dibujos redondeados son otros detalles muy utilizados
en los tejidos decorativos actuales. Estos dib'ujos pueden obtenerse ha-
ciendo unas cortas pasadas de una u otra de las maneras ilustradas en las
figuras 271 y 272.
Como regla general, se tejen las tramas en línea perpendicular a la urdim-
bre, incluso al realizarse el trabajo en secciones subiendo una parte más
que la otra. La monotonía de una trama horizontal puede romperse, por
ejemplo, al llenar un hueco en que se colocan las pasadas de modo que
sigan la forma del hueco. Otra ocasión de construir una línea suave en el
tejido es colocar la trama inclinada en diagonal.
Finalmente cabe decir que la creación de un tapiz es algo particularísimo,
y que las técnicas y "puntos" aquí descritos sólo muestran la diversidad
de posibilidades en el momento de elegir una u otra técnica para repre-
sentar el diseño elegido. Puede decirse que la elección de una técnica
para interpretar o representar las formas que presenta el diseño determi-
nará en gran parte la calidad final del tejido o tapiz; en cualquier caso,
esta elección dependerá siempre del tejedor.
Fig. 270 Línea vertical Figs. 271 y 272 Manera de F¡g. 273 Manera de hacer líneas
hacer pequeños dibujos suaves
redondeados
228
Trenza oriental
Primeramente se hace un nudo normal con cada dos hilos de urdimbre
procurando que todos ellos se aproximen al tejido con la misma regulari-
dad. Es mejor hacer primero unos cuantos nudos espaciados a todo lo
ancho del tejido y luego ir rellenando los huecos hasta completar todo el
anudado. Se iniciará entonces el trenzado para lo cual debe colocarse el
tejido sobre una mesa con el revés hacia arriba.
Empezando por la izquierda, se cogen los cuatro primeros pares de hilos,
sujetando tres con la mano derecha y uno con la izquierda. Se hacen
pasar los hilos de la mano izquierda por entre los otros como si se hiciera
una trenza. Al salir por debajo del último nudo se estiran hacia arriba y se
dejan por encima del tejido. Se sigue de esta misma forma con los hilos
de los nudos siguientes hasta llegar al final del tejido. Es muy probable
que nos encontremos entonces con algunos pares de hilos que no pue-
Fleco torcido
Para que esta clase de flecos pueda realizarse cómodamente deben de-
jarse los hilos de urdimbre en una longitud suficiente. El nudo se realiza
con cuatro hilos de urdimbre. Manteniendo dos hilos en cada mano se
retuercen fuertemente uno y otro hacia la derecha. Mientras se van
dando las vueltas de torsión con las dos manos se pasan los de la mano
derecha por encima de los de la mano izquierda de modo que se unan en
un cordón de fuerte torsión. Cuando este cordón tenga la longitud de-
seada se cierra con un nudo.
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