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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE FALCÓN
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
CARRERA: DERECHO

LA ACCIÓN, PRETENSIÓN Y DEMANDA.

Autores: Díaz Olga


Díaz Pedro

Punto Fijo, Junio 2014


La Acción, Pretensión y Demanda.

Dentro del estudio del derecho procesal, es necesario precisar la


distinción entre la acción, pretensión y demanda; considerando que aunque
exista una estrecha interdependencia entre ellos, los tres conceptos son
diferentes y se encuentran en planos diversos. Con respecto a la acción,
Puppio (2014) la define como “el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamar la
satisfacción de una pretensión” (p.147), es decir, representa un medio para
introducir la pretensión al campo procesal, es el ejercicio de la facultad de
poner en movimiento al órgano jurisdiccional.

En este sentido, la acción representa un derecho subjetivo de todas las


personas naturales, jurídicas para acudir al órgano jurisdiccional en ejercicio
del derecho de peticionar garantizado en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999), con el objeto de iniciar un proceso para
que lo resuelva el juez como representante del Estado (sujeto pasivo), a
través de una sentencia condenatoria o absolutoria, con el fin principal de
proteger el orden jurídico y la paz social.

Cabe destacar que en razón al derecho que se protege, las acciones


pueden ser: a. Personalísimas, cuando se protegen los derechos a la
personalidad, como por ejemplo el derecho al nombre; b. De estado, referida
a los derechos de familia, ejemplo de ésta la filiación y la patria potestad; y
c. Patrimoniales, constituido por todos aquellos que tienen contenido
económico.

Por su parte, la pretensión según Toris (s/f) no es un derecho sino un


acto, una declaración de la voluntad de un sujeto que afirma la existencia de
un derecho subjetivo sustancial propio que se dice vulnerado; Es decir, en la
pretensión se precisa qué es lo que pide, solicita o pretende quien ha
ejercitado la acción. En este contexto, la pretensión es la afirmación de un
sujeto de derecho de merecer la tutela jurídica y, por supuesto, la aspiración
de que ésta se haga efectiva, en otras palabras la autoatribución de un
derecho por parte de un sujeto que invocándolo pide concretamente que se
haga efectiva a su respecto la tutela jurídica.

Es importante señalar que la pretensión guarda en si dos aspectos: el


primero de ellos la Afirmación, la cual se materializa con la descripción
cronológica de los hechos y los fundamentos de derecho que respaldan la
pretensión contenidos dentro del libelo de demanda conforme lo señala el
Ordinal 5 del Artículo 340 del Código de Procedimiento Civil (1990). El
segundo aspecto esta referido a la Petición como planteamiento que se le
realiza al Juez para que reconozca los hechos afirmados y sentencie
conforme a la consecuencia jurídica que el sujeto procesal considera
procedente según la Ley.

En este sentido, la acción y pretensión son entidades jurídicas diferentes,


pero no opuestas; la acción, representa el poder o facultad de provocar o
impulsar la actividad jurisdiccional, la cual al ser ejercida abre la posibilidad
legal de que el Juez resuelva sobre una pretensión que, integrando el
contenido de una demanda, constituye el objeto del proceso.

Ahora bien, con respecto a la demanda, es el acto procesal por el cual


una persona que se constituye por si misma como parte actora o
demandante, inicia el ejercicio de la acción y formula su pretensión ante el
órgano jurisdiccional. Siguiendo este contexto, la demanda es un acto
procesal, porque precisamente con ella se va a iniciar la constitución de la
relación jurídica procesal. Al respecto, el Artículo 339 del Código de
Procedimiento Civil (1990) establece que “el procedimiento ordinario
comenzará por demanda, que se propondrá por escrito en cualquier día y
hora ante el Secretario del Tribunal o ante el Juez”.

En la demanda la parte actora formula la pretensión, es decir, su


reclamación concreta frente a la parte demandada, que puede consistir en un
dar, hacer o no hacer, en relación con un determinado bien jurídico. La
demanda tiene un doble contenido, puesto que en ella se reúnen el ejercicio
del derecho de acción y la pretensión.

Analizando los aspectos anteriores se puede concretar que la acción se


traduce en una demanda, que viene a ser un acto introductivo, en esa
demanda la parte actora no solo se limita a pedirle al Juez que sentencie,
sino que favorezca su pretensión. El Juez puede declarar con lugar la
demanda en todas sus partes o solo parcialmente o puede desestimarla, lo
que no puede hace es acordar más de lo solicitado porque en este caso
incurriría en el vicio de ultrapetita.

Es importante señalar que si la decisión del juez es favorable al


pretendiente, se satisface tanto su acción como su pretensión. Pero si la
demanda es declarada sin lugar, el actor solo satisface su derecho de acción
quedando rechazada la pretensión.
LISTA DE REFERENCIAS

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial


Extraordinaria N° 5.453 de la República Bolivariana de Venezuela de
fecha 24 de marzo de 2000.

Código de Procedimiento Civil (1990). Gaceta Oficial N° 4.209 Extraordinaria


de fecha 18 de septiembre de 1990

Puppio, V. (2014) Teoría General del Proceso. Décima Edición. Universidad


Católica Andrés Bello. Caracas Venezuela.

Toris, R. (s/f) La Teoría General del Proceso y su Aplicación al Proceso Civil


en Nayarit. Editor, Universidad Autónoma de Nayarit, Texto disponible
en: http://books.google.co.ve/books?id=4xfcP6n7h2cC&printsec=frontco
ver&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false.

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