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Fuerza ficticia

Una fuerza ficticia es el efecto percibido por un observador estacionario respecto a un sistema
de referencia no inercial cuando analiza su sistema como si fuese un sistema de referencia
inercial. La fuerza ficticia se representa matemáticaticamente como un vector fuerza calculable a
partir de la masa de los cuerpos sobre la que actúa y la aceleración respecto del sistema de
referencia no inercial.

Otros términos equivalentes para caracterizar la inercia en este tipo de análisis, en que el punto
de vista es no-inercial (es decir, acelerado), son: pseudofuerzas o fuerzas inerciales.

La expresión fuerza ficticia no significa que dicha fuerza sea un efecto óptico, sino que
asumimos que ésta actúa sobre un cuerpo cuando la realidad no es tal, ya que tan solo es una
invención para explicarnos de una forma simple, y hasta cierto punto intuitiva, la aparición de
efectos desacostumbrados.

La variación de trayectoria o velocidad le sucede al coche, y el pasajero sólo sigue su inercia (mantiene su estado de
movimiento).

Ejemplo
El pasajero de un automóvil que toma como referencia este para medir la aceleración de su
propio cuerpo, cuando el vehículo frena o describe una curva, siente una «fuerza» que le empuja
hacia delante o a un lateral. En realidad lo que actúa sobre su cuerpo no es una fuerza, sino
la inercia(causada por la velocidad de la masa) que hace que tenga tendencia a mantener la
dirección y cantidad de movimiento. Si en lugar de tomar como referencia el propio automóvil
(sistema de referencia no inercial) para medir la aceleración que sufren sus ocupantes, tomamos
como referencia el suelo de la carretera (sistema de referencia inercial), y determinamos la
trayectoria del automóvil, vemos que la variación de velocidad le sucede al coche y que el
pasajero se limita a seguir su inercia según la primera ley de Newton.

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Fuerzas ficticias en mecánica newtoniana

Sistemas de referencia en rotación relativa. Si el referencial XYZ es inercial, el referencial xyz será no inercial.

En un sistema de referencia no-inercial la aceleración que posee un objeto tiene componentes


que no son atribuibles a fuerzas reales, a ningún agente físico.

Así, la aceleración de una partícula en un sistema referencial fijo o absoluto y en un sistema


referencial móvil o relativo, , están relacionadas mediante la expresión:

(1)

Siendo:

la aceleración de la partícula en el referencial fijo (aceleración absoluta).


la aceleración de la partícula en el referencial móvil (aceleración relativa).
la aceleración del origen del referencial móvil en el referencial fijo (arrastre de traslación).
la aceleración tangencial (arrastre de rotación).
la aceleración normal o centrípeta (arrastre de rotación).
la aceleración complementaria o aceleración de Coriolis.
Si observamos el movimiento de la partícula desde el referencial acelerado (no-inercial),
deberemos ser capaces de escribir correctamente las ecuaciones del movimiento en ese mismo
referencial. Esto es, deberemos conocer la forma del producto en ese referencial,
siendo la masa de la partícula.

Es conveniente comenzar escribiendo la ecuación del movimiento en un referencial inercial; esto


es,

(2)

Donde es la resultante de las fuerzas reales que actúan sobre la partícula y es la


aceleración de dicha partícula respecto al referencial inercial. Como no siempre será posible
medir esa aceleración, sustituiremos en (2) el valor de dado por (1):

(3)

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de donde podemos obtener la ecuación del movimiento en el referencial no-inercial sin más que
aislar en el segundo miembro el término , esto es;

(4)

de modo que a la fuerza real hay que añadirle unas fuerzas ficticias o inerciales que aparecen
en los referenciales acelerados en razón de su falta de inercialidad. La fuerza ficticia total en el
referencial no-inercial es:

(5)

y la fuerza efectiva que actúa sobre la partícula, desde el punto de vista del observador no-
inercial, es la suma de la fuerza o fuerzas reales y de la fuerza ficticia o inercial total. De este
modo, podemos escribir la ecuación del movimiento en el referencial no-inercial en forma
análoga a como se escribe en el referencial inercial, esto es:

(6)

con

(7)

En la expresión de la fuerza ficticia total aparecen cuatro términos, o sea, cuatro fuerzas
inerciales, relacionadas con las aceleraciones , , ,y , respectivamente.
La primera de estas fuerzas inerciales, m a0 , está relacionada con el movimiento de traslación
acelerado del referencial móvil respecto al fijo, y será nula, evidentemente, si el origen del
referencial móvil está en reposo en el referencial fijo o se mueve con velocidad contante en él.
La segunda de estas fuerzas, −m ώ × r , no recibe ningún nombre especial y sólo aparece en
los referenciales en rotación no uniforme.
La tercera, −mω ×(ω × r ) , recibe el nombre de fuerza centrífuga, y cuarta, −2 m ω × v M ,
recibe el nombre de fuerza de Coriolis. Estas dos fuerzas son de gran importancia cuando las
observaciones se realizan desde un referencial ligado a la Tierra (en rotación) y están asociadas
con la desviación de la plomada y de la trayectoria de proyectiles de gran alcance.

Vemos que la "aparición" de las fuerzas de inercia se debe a una simple operación algébrica
consistente en cambiar de miembro cuatro términos en la expresión (3) para pasar a la (4). Esos
términos que representaban productos de componentes de la aceleración por la masa de la
partícula, al cambiarlos de miembro "adquieren" la categoría de fuerzas, sin serlo, ya que no
representan interacción alguna. De ahí que sean fuerzas ficticias o falsas.

En mecánica newtoniana, la ecuación fundamental del movimiento sólo es de


aplicación en sistemas de referencia inerciales. Cuando resulta útil, conveniente o inevitable
tratar un problema en un sistema de referencia no-inercial, para mantener la aplicabilidad de
dicha ecuación debemos considerar junto con las fuerzas reales las fuerzas ficticias o de inercia
asociadas con la no-inercialidad del sistema de referencia.

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Fuerzas ficticias en mecánica lagrangiana

La formulación lagrangiana de la mecánica clásica tiene la virtud de que es aplicable sin


modificaciones a sistemas no inerciales. En mecánica lagrangiana puede darse una definición
intrínseca de sistema inercial: «Un sistema es no inercial cuando la derivada temporal del
momento generalizado, no depende de las velocidades.» Las fuerzas ficticias son siempre
términos dependientes de las velocidades, así dado un sistema de coordenadas generalizadas
cualquiera las fuerzas ficticias asociadas. El cálculo de las fuerzas ficticias, es muy sencillo
usando la formulación lagrangiana, para ilustrarlo, consideremos un sistema no-inercial usado
para describir el movimiento de una partícula de masa m. Su lagrangiano será igual a la energía
cinética que puede escribirse como:

Introduciendo este lagrangiano en las ecuaciones del movimiento de Euler-Lagrange:

La ecuación anterior de hecho puede, usando la simetría del tensor métrico y usando la
definición de los símbolos de Christoffel se comprueba que las fuerzas ficticias son
proporcionales a estas cantidades:

(*)

Donde se han definido los símbolos de Christoffel como a partir de las derivadas del tensor
métrico y el tensor inverso del tensor métrico:

Puede verse claramente como la fuerza ficticia aparece automáticamente en el formalismo de


Lagrange cuando se usa un sistema de coordenadas no cartesianas. En un sistema de referencia
inercial asociado a un sistema de coordenadas cartesianas los símbolos de Christoffel se anulan,
lo cual equivale a que en dicho sistema no hay que considerar fuerzas ficticias y la ecuación de
Euler-Lagrange del movimiento se reduce a la segunda ley de Newton.

Fuerzas ficticias en la mecánica relativista

En la teoría de la relatividad general debida al requerimiento explícito de que la forma de las


ecuaciones sea explícitamente forma invariante en todos los sistemas de coordenadas físicamente
admisibles, la segunda ley de Newton tiene ya la forma adecuada que incorpora el efecto de lo

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que en mecánica newtoniana se consideran fuerzas ficticias. Por tanto en relatividad general no
se habla de fuerzas ficticias. La versión relativista de la segunda ley de Newton es:

Donde se han empleado los símbolos de Christoffel y las derivadas se realizan respecto al tiempo
propio de la partícula.
Fuerza centrífuga

Fuerza centrípeta (real) y fuerza centrífuga (falsa o ficticia).

En la mecánica clásica o newtoniana, la fuerza centrífuga es una fuerza ficticia que aparece
cuando se describe el movimiento de un cuerpo en un sistema de referencia en rotación, o
equivalentemente la fuerza aparente que percibe un observador no inercial que se encuentra en
un sistema de referencia giratorio.

El calificativo de "centrífuga" significa que "huye del centro". En efecto, un observador no


inercial situado sobre una plataforma giratoria siente que existe una «fuerza» que actúa sobre él,
que le impide permanecer en reposo sobre la plataforma a menos que él mismo realice otra
fuerza dirigida hacia el eje de rotación. Así, aparentemente, la fuerza centrífuga tiende a alejar
los objetos del eje de rotación. El término también se utiliza en la mecánica de Lagrange para
describir ciertos términos en la fuerza generalizada que dependen de la elección de las
coordenadas generalizadas.

En general, la fuerza centrífuga asociada a una partícula de masa en un sistema de referencia


en rotación con una velocidad angular y en una posición respecto del eje de rotación se
expresa:

Por lo tanto, el módulo de esta fuerza se expresa:

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Fuerza centrípeta contra fuerza centrífuga

Fuerza centrípeta es toda fuerza o componente de fuerza dirigida hacia el centro de curvatura de
la trayectoria de una partícula. Así, en el caso del movimiento circular uniforme, la fuerza
centrípeta está dirigida hacia el centro de la trayectoria circular y es necesaria para producir el
cambio de dirección de la velocidad de la partícula. Si sobre la partícula no actuase ninguna
fuerza, se movería en línea recta con velocidad constante.

La fuerza centrífuga no es una fuerza en el sentido usual de la palabra, sino que es una fuerza
ficticia que aparece en los sistemas referenciales no-inerciales. Es decir, la fuerza aparente que
un observador no inercial parece percibir como resultado de la no inercialidad de su sistema de
referencia.

Así, por ejemplo, si un cuerpo está girando alrededor de un centro de fuerzas fijo, la única fuerza
real que actúa sobre el cuerpo es la fuerza de atracción hacia el centro de la trayectoria (fuerza
centrípeta) necesaria, desde el punto de vista de un observador estacionario (inercial, [X,Y,Z])
para que el cuerpo pueda describir una trayectoria curvilínea. Dicha fuerza real, , (la tensión
de la cuerda en el ejemplo ilustrado en la Figura) proporciona la aceleración centrípeta
característica de todo movimiento curvilíneo.

Sin embargo, un observador situado en un referencial en el cual el cuerpo esté en reposo


(referencial en rotación [x,y,z] y, por tanto, no inercial) observará que el cuerpo no presenta
aceleración alguna en la dirección de la fuerza aplicada (que podrá medir intercalando un
dinamómetro en la cuerda de la Figura). Para reconciliar este resultado con el requerimiento de
que la fuerza neta que actúa sobre el cuerpo sea nula, el observador imagina la existencia de una
fuerza igual y de sentido opuesto a la fuerza centrípeta; esto es, postula la existencia de una
fuerza centrífuga, que no tiene existencia real y que sólo resulta útil al observador no-
inercial para poder escribir la segunda ley de Newton en la forma usual.
Pongamos otro ejemplo para aclarar el concepto. Imaginemos un pasajero en un automóvil que
toma una curva cerrada hacia la izquierda con una cierta velocidad. La inercia asociada a la masa
del pasajero se opone a cualquier cambio de dirección de movimiento de éste, impeliéndole a
continuar su inicial trayectoria rectilínea. Puesto que el automóvil vira hacia la izquierda, el
pasajero se siente desplazado hacia la puerta situada a su derecha. Una vez que el pasajero
establece contacto con la puerta, ésta ejercerá sobre el pasajero la fuerza centrípeta necesaria
para que, al igual que el automóvil, pueda virar hacia la izquierda. El rozamiento entre el asiento
y los pantalones del pasajero también contribuye a contrarrestar el efecto centrífugo y, si el viraje
se produce a baja velocidad, puede ser suficiente para impedir que el pasajero se deslice sobre el
asiento y proporcionar la fuerza centrípeta necesaria para el viraje.

Confusión sobre el término

El carácter ficticio de la fuerza centrífuga puede dar lugar a cierta confusión en su


interpretación, sobre todo cuando se la confunde con la reacción a la fuerza centrípeta en virtud

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del principio de acción-reacción o tercera Ley de Newton, olvidando que esa reacción no actúa
sobre el cuerpo en movimiento sino que es ejercida por él (sobre la cuerda, en el ejemplo
descrito en la figura).

Actualmente se tiende a restar importancia a la fuerza centrífuga cuando se enseña el


movimiento circular; en su lugar se realza la importancia de la fuerza centrípeta, dado que es la
fuerza real y responsable de mantener el movimiento circular y de proporcionar la aceleración
centrípeta.

Sin embargo, cuando se describe el movimiento desde un sistema de referencia en rotación, tal
como la trayectoria de un proyectil de largo alcance respecto de la superficie terrestre, resultará
inevitable referirse a la fuerza centrífuga y a otras fuerzas ficticias, como la de Coriolis.
Aceleración centrífuga
La aceleración centrífuga es aquella que adquieren los cuerpos por causa del "efecto fuerza
centrífuga".

Antes que nada cabe aclarar que la fuerza centrífuga es una fuerza de inercia. Como toda fuerza
de inercia resulta de describir el movimiento de una partícula o sistema de partículas desde un
sistema de referencia no inercial.

La fuerza centrífuga (F) no es una fuerza propiamente tal, sino que es producida por la inercia de
los cuerpos al moverse en torno a un eje, pues estos tienden a seguir una trayectoria tangencial a
la curva que describen. La fuerza centrífuga aumenta con el radio del giro (r) y con la masa (m)
del cuerpo, siendo:

donde la constante k es igual al cuadrado de la velocidad angular o sea,

la aceleración centrífuga (a) debe ser igual a:

Como la velocidad angular es igual a la velocidad tangencial (v) dividida por el radio, podemos
escribir:

En un movimiento circunferencial uniforme, se cumple que la fuerza centrífuga, es igual en


módulo a la fuerza centrípeta.

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