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1) La escuela toscana ve al delito como ente jurídico y su principio básico.

Proclama
al delito como un ente jurídico, cuya esencia reside en la contradicción del hecho.
Si el delito es un ente jurídico, cuya esencia reside en la contradicción del hecho
con la ley civil, ningún hecho puede elevarse a la categoría de delito si no ataca el
Derecho. De este primer postulado surge el segundo: La medida de la cantidad
delictiva de un hecho debe deducirse de la importancia de los derechos
lesionados.

Aparece el concepto de “delincuente” para la Escuela Toscana. El delincuente es el que


proporciona la fuerza física subjetiva que constituye el acto externo, sin el cual no puede
haber delito; es el que posee la fuerza moral subjetiva, que constituye la moralidad del
acto o culpabilidad del autor. El delincuente tiene responsabilidad penal sobre el delito
cometido y esta responsabilidad es fruto de su libre albedrío

Escuela Positivista; el delito para la escuela positivista será un ente de hecho. Su método
no será la deducción sino la inducción experimental.

La escuela positivista, concibe al delincuente como una especial variedad, un genuino tipo
antropológico del hombre. Esta índole específica reconocible exterior y corporalmente (por
determinadas desviaciones de la forma del cráneo, en el cerebro y en otras partes del
cuerpo) hace de su portador, con necesidad e indeclinable, un delincuente pero sólo la
sociedad le suministra las condiciones necesarias para cometer delito.

Esta postura indica que los delincuentes se pueden clasificar en: natos, locos, habituales,
ocasionales y pasionales según la influencia de factores individuales (orgánicos y
psíquicos), factores físicos (ambiente telúrico) y factores sociales (ambiente social).

La Escuela Positiva presenta al “delincuente” como nuevo objeto de la ciencia criminal,


como persona que con el delito cometido se revela socialmente peligrosa.

La escuela positivista fundó la responsabilidad criminal

 Al libre albedrío lo sustituyó por el determinismo de las acciones humanas


debido a factores individuales, físicos y sociales.
 Consecuentemente, a la responsabilidad moral (culpabilidad individual) la
sustituyó por la responsabilidad social o legal de los individuos por el solo
hecho de vivir en sociedad.
 Como fundamento de la sanción, sustituyó el criterio objetivo de la entidad
del delito, por el subjetivo de la peligrosidad de los delincuentes,
debidamente clasificados en especies o tipos.
2) Las normas primarias imponen obligaciones, y las secundarias confieren
potestades. En segundo lugar, las normas primarias son sobre conductas, en tanto
que las secundarias son sobre otro tipo de reglas.
Las normas primarias están destinadas a apelar a la motivación del ciudadano,
prohibiéndole delinquir. Las normas secundarias, reforzando esta motivación,
generan una amenaza mediante una pena.

Hart clasificó las normas secundarias

 Regla de reconocimieno: Sirve para identificar que normas pertenecen a un


sistema jurídico (el criterio de identificación sería el de origen),
 Reglas de cambio: Indican un procedimiento para que las reglas primarias
cambien en el sistema y así dinamizar el ordenamiento jurídico,
 Reglas de adjudicación: Dan competencia a individuos para que establezcan si se
infringió o no una regla primaria.

3) Principio de Reserva Penal y sus presupuestos: está ínsito en la garantía de legalidad


de la represión. Presupone que el ámbito de lo punible debe estar determinado
exhaustivamente por la ley, y que todo lo que queda al margen de ese ámbito está
reservado como esfera de impunidad, por ilícitos, inmorales o perjudiciales que sean los
hechos cometidos.

Condiciones para su existencia:

1- La determinación legal de los hechos punibles: el hecho punible no se limita a la


definición formal de los hechos delictivos, sino que comprende todos los presupuestos
legales de la pena como son el disvalor jurídico del hecho definido (su antijuridicidad), la
reprochabilidad a su autor ( su culpabilidad) y la posibilidad de su castigo en el caso
concreto ( su punibilidad).

2- La determinación legal de las penas correspondientes: no se satisface con la simple


declaración de que el hecho debe ser castigado o que merece una pena, sino que
demanda la determinación concreta de la pena conminada para cada delito. Esto requiere
que la pena esté directamente referida al respectivo hecho delictivo y que esté
individualizada por su especie y medida. Tratándose de penas medibles por razón del
tiempo, basta que la ley señale si es temporal o perpetua. Las penas medibles en razón
de su cantidad deben estar siempre determinadas en su monto.

3- La prohibición de la analogía: al poder Judicial le está vedado castigar un hecho por su


analogía con otro que la ley castiga ( analogía legal ) o por analogía de la necesidad de
protección en el caso concreto ( analogía jurídica ).

La analogía legal conduce a la aplicación de la pena determinada por la ley para un


determinado tipo delictivo, a otro hecho que no se adecua al previsto en dicho tipo, pero
respecto del cual, por la semejanza de las respectivas situaciones, existe la misma razón
para castigarlo. Ej: el que arrojare cuerpos contundentes contra un tren o tranvía, al que
los arrojare contra un ómnibus.
La analogía jurídica no parte de la semejanza del hecho tipificado por la ley penal con el
no tipificado, sino que, en razón de la exigencia de un interés por una razón política se le
aplica la pena correspondiente al tipo delictivo de significación más semejante.

La prohibición de la aplicación, sólo rige cuando perjudica al imputado ( analogía in malam


partem ). Tal es la que fundamenta la imposición de la pena o el agravamiento de la
situación del imputado o condenado. Por el contrario, es admisible la analogía in bonam
partem, la que se hace para excluir o minorar la pena o mejorar la situación del
interesado.

Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas
de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.

Para castigar a un delincuente, la pena debe estar determinada por ley para el delito en
cuestión anteriormente a la comisión del hecho. Las penas deben ser determinadas para
cada delito individualmente, por su especie y medida.

Este principio se aplica para excluir la arbitrariedad de las condenas.

4) 1- La infracción es en este caso es de Derecho Común, podemos explicar esto al


entender que asesinar a otra persona configura un homicidio, y estamos así frente a un
delito, se está atentando contra un bien jurídicamente protegido por la ley penal.

2- La infracción es de Derecho Contravencional, viola el deber de conducta positiva que le


imponen las normas, no cooperando con la acción administrativa de lograr el bienestar
público.

5) En este caso estamos frente a un delito de estafa, este delito se cometió en


el territorio argentino, y tiene jurisdicción nacional por eso corresponde
aplicar nuestro código penal al basarnos en nuestro artículo. No interesa la
nacionalidad del sujeto pasivo ni del autor, sino el lugar de la se cometió el
hecho delictivo.

ARTICULO 1º.- Este código se aplicará: 1º.- Por delitos cometidos o cuyos
efectos deban producirse en el territorio de la Nación Argentina, o en los
lugares sometidos a su jurisdicción; 2º.- Por delitos cometidos en el extranjero
por agentes o empleados de autoridades argentinas en desempeño de su cargo.

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