Está en la página 1de 8

Marcos 8

35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de
mí y del evangelio, la salvará.
36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su
Padre con los santos ángeles.
1 Corintios 15
5 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán,
espíritu vivificante.

¿Qué es el alma? Bueno, esto es un tema bastante complejo pero en esta ocasión no pretendo ni
quiero hacer un análisis o diferencia entre el alma y el espíritu porque nos demoraremos todo el
día y para ser sincero aún no tengo muy clara la diferencia, en fin, el alma está dentro de nuestro
cuerpo y cuando una persona muere el alma sale del cuerpo:
Génesis 35:18 “Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni;
mas su padre lo llamó Benjamín.”
El alma sale, lo que implica que no se destruye al morir, veamos un ejemplo más claro:
1 Reyes 17:21-22 “Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios
mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. 22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el
alma del niño volvió a él, y revivió. ”
Aquí podemos ver que el niño murió y se le salió el alma, entonces, ¿Qué nos deja entender
esto? Fácil, que el alma no es destruida al morir como muchos dicen.

Muy bien teniendo claro que el alma no se destruye al morir, la pregunta sigue en pie, ¿Qué es el
alma? Vamos a ver algunas de las muchas características de nuestra alma:

En nuestra alma residen todas las cosas por las que sufrimos, nuestras angustias, tormentos
tristezas, fastidios, amarguras, etc. veamos algunos pasajes donde se explica esto:
Nuestra alma se puede angustiar:
Génesis 42:21 “Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano,
pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido
sobre nosotros esta angustia.”
1 Reyes 1:29 “Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia,”
Job 19:2 “¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?”
Proverbios 21:23 “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.”
Nuestra alma se puede ser atormentada:
Levítico 26:16 “yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y
calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla,
porque vuestros enemigos la comerán.”
Nuestra alma puede sufrir tristezas:
Deuteronomio 28:65“Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá
reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de
alma;”
Jonás 2:7 “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta
ti en tu santo templo.”
Mateo 26:38 “Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí,
y velad conmigo.”
Nuestra alma puede fastidiarse:
Números 21:5 “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de
Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene
fastidio de este pan tan liviano.”
Nuestra alma puede tener amargura:
1 Samuel 1:10 “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.”
2 Reyes 4:17 “Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies.
Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en
amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.”
Job 7:11 “Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré
con la amargura de mi alma.”
Estas y muchas otras cosas negativas residen en nuestra alma, en nuestra
alma también residen todos nuestros deseos y anhelos:
1 Reyes 11:37 “Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y
serás rey sobre Israel.”
Salmos 10:3 “Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a
Jehová.”
Proverbios 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes
será prosperada.”
Jeremías 22:27 “Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, allá no volverán.”
En este punto hemos visto que nuestras frustraciones, tristezas y además nuestros anhelos,
deseos residen en nuestra lama.
Nuestra sabiduría y nuestra rectitud también residen en nuestra alma:
Proverbios 19:2 “El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca.”
Proverbios 24:14 “Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás
recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada.”
Habacuc 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe
vivirá.”
El alma es más que solo sentimientos, es lo que somos, incluso hay personas
que ligan sus almas cuando hacen promesas o desobedecen:
Números 30:2 “Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con
obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.”
Proverbios 1:18 “Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden
lazo.”
Proverbios 6:26 “Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;
Y la mujer caza la preciosa alma del varón.”
Proverbios 18:7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su
alma.”
Pero ahora veremos que nuestra alma va más allá y está íntimamente ligada
con Dios, es la que obedece a Dios o le da la espalda.
Veamos primero como el alma es con la que se ama a Dios:
Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas.”
Mateo 22:37 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente.”
Marcos 12:30 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda
tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.”
Con el alma obedecemos y servimos a Dios:
Deuteronomio 11:13 “Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo
hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra
alma,”
Deuteronomio 30:2 “y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo
lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,”
Nuestra alma es la que tiene la esperanza y confianza en Dios:
Salmos 33:20 “Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.”
Salmos 57:1 “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado
mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.”
Salmos 62:5 “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.”
Salmos 130:5 “Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.”
La sed de Dios y el buscarlo también está en el alma:
Salmos 42:2 “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré
delante de Dios?”
Salmos 63:1 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,”
Isaías 26:9 “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el
espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra,
los moradores del mundo aprenden justicia.”
La alegría y el regocijo en Dios, también está en el alma:
Salmos 35:9 “Entonces mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación.”
Proverbios 29:17 “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.”
Con nuestra alma bendecimos a Dios:
Salmos 103:1 “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.”
Salmos 104:1 “Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; Te
has vestido de gloria y de magnificencia.”
Lucas 1:46 “Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor;”
Con nuestra alma guardamos Sus testimonios:
Salmos 119:129 “Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma.”
Salmos 119:167 “Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera.”
Con nuestra alma alabamos a Dios:
Salmos 119:175 “Viva mi alma y te alabe, Y tus juicios me ayuden.”
Salmos 146:1 “Alaba, oh alma mía, a Jehová.”
Con nuestra alma tenemos descanso en Dios:
Jeremías 6:16 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas
antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.
Mas dijeron: No andaremos.”
Mateo 11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”
Jeremías 31:25 “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.”
Mateo 11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”
Dios guarda las almas
Salmos 25:20 “Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.”
Salmos 97:10 “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra.”
Salmos 121:7 “Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.”
Muy bien, en este punto ya tenemos claro la estrecha relación de nuestra alma con Dios, el alma
no son solo sentimientos como algunos afirman, es mucho más que eso, es lo que somos.
Ahora veremos como con el alma también podemos decidir darle la espalda a
Dios:
El alma se puede corromper:
Proverbios 6:32 “Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el
que tal hace.”
El alma puede menospreciar los estatutos de Dios:
Levítico 26:15 “y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos,
no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto,”
El alma puede ser desechada por Dios y no escucharla:
Salmos 88:14 “¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?”
Isaías 3:9 “La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su
pecado, no lo disimulan.!!Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.”
Nuestras almas pueden pecar:
Miqueas 6:7 “¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite?
¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?”
Ezequiel 18:20 “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el
padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será
sobre él.”
Santiago 4:4 “!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

Pudimos ver lo que comprende el alma, la Escritura es bastante extensa al hablar sobre el alma,
acá pudimos estudiar algunos de los pasajes que hablan sobre el alma. Es evidente que el alma
es nuestra esencia, es lo que somos, nuestra alma decide alabar a Dios y bendecirlo o decide
desobedecerlo, el alma es la que decide pecar o no pecar, guardar los mandamientos o no
guardarlos, en nuestra alma está la confianza en Dios, el deseo de Dios, la rectitud, la alabanza o
por el contrario el menosprecio de Él y el pecado. En nuestra alma sentimos angustia, temores,
pero en nuestra alma también sentimos el consuelo, la alegría y el amor de Dios.
Podemos decir que vivimos dentro de un cuerpo de carne y hueso, tenemos un espíritu de vida
que nos fue dado y somos un alma.
Al inicio vimos que cuando morimos el cuerpo regresa al polvo, el espíritu a Dios y nuestra alma
sale del cuerpo, es decir no morimos si no que salimos de nuestro cuerpo. Si nuestra alma, lo que
somos, no muere cuando nuestro cuerpo muere ¿A dónde va?
Es importante, primero, rescatar que la Escritura nos manda a guardar nuestras almas:
Deuteronomio 4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides
de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes
bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.”
Josué 23:11 “Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro
Dios.”

Proverbios 19:16 “El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia
sus caminos morirá.”
Aquí podemos entender que debemos guardar nuestras almas, ahora veamos lo que dice la Biblia
respecto a salvación del alma:
Santiago 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.”
Santiago 5:20 “sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de
muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.”
1 Pedro 1:9 “obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.”
Bueno aquí vimos se nos manda a guardar nuestras almas y se habla de la salvación del alma,
esto implica que: se vuelve a confirmar que el alma no desaparece al morir y se afirma que el
alma puede salvarse o no salvarse.
Ahora veamos para qué vino Jesús:
Lucas 9:56 “porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres,
sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.”
Es evidente que si Jesús vino a salvar las almas, es porque seguirá vivas aún después de haber
muerto nuestro cuerpo físico, por eso debemos guardar nuestras almas.
Mateo 16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su
alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

SALVAR LAS ALMAS, Jesús no vino a salvar un conjunto de sentimientos, NO, nos vino a salvar
a nosotros, las personas, las almas. Este es el punto clave para determinar que nuestra alma es
la que se salva, pero si se salva, implica que también puede que no se salve y se pierda ¿No?
Es evidente que Jesús vino para salvar nuestras almas ¿Pero salvarlas de qué? Fácil, del castigo
eterno, el castigo de las almas se da temporalmente en el Seol, Hades o Infierno y finalmente en
el Lago de Fuego por los siglos de los siglos.
Veamos como David agradeció a Dios por librar su alma del Seol:
Salmos 16:10 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea
corrupción.”
Salmos 86:13 “Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las
profundidades del Seol.”
Veamos como en el libro de Hechos se profundiza en estas palabras de David:
Hechos 2:22-31“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por
Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por
medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era
imposible que fuese retenido por ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante
de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se
gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; 27 Porque no dejarás mi alma en el
Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me
llenarás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del
patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de
hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su
descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su
trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el
Hades, ni su carne vio corrupción. ”
David habló de la resurrección de Cristo y que no fue dejada su alma en el Hades, Cristo resucitó
y su alma fue librada del Hades (La cual es la misma palabra que Seol usada en el Antiguo
Testamento):
1 Corintios 15:20 “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que
durmieron es hecho.”
Se nos manda a temer a quien puede destruir nuestra alma en el infierno:
Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más
bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”
Acá vamos a hacer una pausa, porque hay una doctrina enseñada por los Testigos de Jehová,
que toma el pasaje anterior para decir que el diablo destruye las almas en el infierno y por lo tanto
dejan de existir y por ende sólo algunas almas resucitan y otras no. Sin embargo al escudriñar
vemos que la palabra usada para destruir en griego es: ἀπόλλυμι (Apólumi) cuyos significados
puede ser: matar, destruir, perder.
Veamos el uso de esa misma palabra en otros pasajes:
Mateo 10:6 “sino id antes a las ovejas perdidas (ἀπόλλυμι) de la casa de Israel.”
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda (ἀπόλλυμι), mas tenga vida eterna.”
Así es, el diablo lucha por lograr que las almas se pierdan en el infierno y luego eternamente en el
lago de fuego junto a él.
El castigo para las almas que no se salven será ETERNO, la Escritura es
contundente:
Daniel 12:2 “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.”
El libro de Mateo en el Nuevo Testamento confirma lo escrito en el libro de Daniel:
Mateo 25:46 “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Las almas irán o al castigo ETERNO o a la vida ETERNA.

En el libro del Apocalipsis Juan describe que vio las almas, de los que habían muerto por guardar
la palabra de Dios:
Apocalipsis 6:9 “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían
sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.”
Apocalipsis 20:4 “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar;
y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de
Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus
frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”
Aquí podemos ver la veracidad de las palabras de Jesús en Marcos 8 en el capítulo 35, las cuales
dicen: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí y del evangelio, la salvará.”
Bueno, como vimos en Mateo y Daniel el castigo es eterno para las almas que negaron a Dios, en
Apocalipsis vemos que el tormento para los que estén en el lago de fuego será por los siglos de
los siglos:
Apocalipsis 20:10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de
los siglos.”
Una vez que un alma ha sido encontrada culpable no hay nada que pueda evitar su castigo,
primero en el infierno y finalmente por los siglos de los siglos en el lago de fuego junto al diablo, a
la bestia (anticristo) y el falso profeta:
Apocalipsis 20:11-15 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del
cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el
cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en
los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el
que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Conclusión
En esta reflexión o enseñanza pudimos estudiar a la luz de la palabra, qué es el alma, la
eternidad del alma y el castigo para las almas que nieguen a Dios, nosotros somos un alma y
Jesús vino a morir por las almas para que puedan ser salvas.
Por lo tanto hay que seguir adelante en los caminos del Señor, mantener tu fe y no retroceder:
Lucas 21:19 “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.”
Hebreos 10:39 “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los
que tienen fe para preservación del alma.”
Encomienda tu alma a Dios:
1 Pedro 4:19 “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus
almas al fiel Creador, y hagan el bien.”
A los pastores les recordamos que tienen la responsabilidad de velar por las
almas:
Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no
quejándose, porque esto no os es provechoso.”

También podría gustarte